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Tema: “La disciplina por no construir la casa de Dios”

Texto Bíblico: Hageo 1:9-11

Introducción

Hasta este momento hemos estudiado en la profecía de Hageo:


 La razón por la que el pueblo había dejado de construir la casa de Dios.
 La vanidad de dejar de construir la casa de Dios
 El llamado a reconstruir la casa de Dios

En el versículo 8 Hageo habla en nombre de Dios y los anima a reconstruir el templo, y les afirma que al
hacerlo el mismo Señor será glorificado y se agradará de dicha acción. Al finalizar el mensaje anterior
vino una pregunta a mi mente, ¿Por qué la profecía no terminó ahí? El mensaje de Dios ya fue muy claro,
les ha llamado a ordenar sus prioridades y reconstruir el templo, a esta altura el pueblo debería volcarse
a cumplir el llamado de Dios.

Sin embargo, Dios sabía perfectamente que aún hacía falta seguir animando al pueblo, que era necesario
seguirles hablando a su corazón. Lo siguiente que el profeta les recuerda es acerca de cómo Dios los
está disciplinando para que a través de esta disciplina ellos puedan volverse al Señor. Este Dios que
cumple su pacto y lleno de amor por su pueblo debe disciplinarlo para que reflexionen en sus caminos y
se vuelvan a Él.

Hageo 1:9-11, RVA60


9 Buscáis mucho, y halláis poco; y encerráis en casa, y yo lo disiparé en un soplo. ¿Por qué? dice Jehová
de los ejércitos. Por cuanto mi casa está desierta, y cada uno de vosotros corre a su propia casa. 10 Por
eso se detuvo de los cielos sobre vosotros la lluvia, y la tierra detuvo sus frutos. 11 Y llamé la sequía
sobre esta tierra, y sobre los montes, sobre el trigo, sobre el vino, sobre el aceite, sobre todo lo que la
tierra produce, sobre los hombres y sobre las bestias, y sobre todo trabajo de manos.

Desarrollo

1. El pueblo fue disciplinado con una sequía.


 En el v. 9 nos damos cuenta que el pueblo había hecho un gran esfuerzo humano para poder
prosperar materialmente.
 Buscáis mucho. El pueblo tenía grandes esperanzas de obtener una buena cosecha, pero
sus expectativas quedaron totalmente defraudadas. Recibieron muy poco fruto en
comparación con el trabajo y la inversión que realizaron.
 La frustración de no ver los resultados esperados luego de haber trabajado duro e
invertido.
 Lo disiparé en un soplo. Lo que habían logrado almacenar en el granero sería de poca
ayuda. Dios mismo se encargaría para que no fuera apto para el consumo, que se
dispersara.
 La frustración de ver cómo los recursos se terminan a gran velocidad.
 Cada uno de vosotros corre. Desde luego esta situación tiene una razón - Ellos buscaban
su propia fortuna, y para lograrlo trabajaron arduamente, corrieron para favorecer sus
intereses egoístas, descuidando totalmente los intereses del Señor.

LA DISCIPLINA POR NO CONSTRUIR LA CASA DE DIOS JOSÉ MARIO CORLETO


 El esfuerzo y la dedicación que ponemos a nuestros trabajos en contraste con lo
que hacemos en la obra de Dios.

 V.10 Por culpa de ustedes. A causa de esta actitud ya detallada en nuestros mensajes
anteriores, Dios afirma que Él ha enviado su disciplina sobre el pueblo. Esta disciplina ocurre en
forma de una sequía.
 El pueblo podía decir que esta mala cosecha era por el descuido de la tierra durante todo el tiempo
del cautiverio, pero el profeta les hace ver que no es esta la causa, sino que sus acciones son las
que han provocado esta situación.
 La sequía detendría la producción de la tierra que era parte fundamental de la economía de la
nación. Al investigar un poco sobre las sequías nos damos cuenta que algunos de sus efectos
son:
 Disminución de la producción agrícola.
 Malnutrición, deshidratación y enfermedades relacionadas.
 Hambruna debido a la pérdida de cultivos alimentarios.
 Migración masiva, desplazados internos y refugiados.
 Daños al hábitat que afectan la flora y fauna.
 Tormentas de Polvo en áreas desérticas y erosionadas.
 Descontento social.
 Interrupción de las actividades comerciales en los mercados.
 El mensaje de los profetas consistió principalmente en señalar el pecado, y recordar las
consecuencias que el pueblo tiene que enfrentar al apartarse de Dios. Este era un trabajo duro,
poco popular, pero ellos lo cumplieron fielmente.

 En el v. 11 Dios afirma “Yo hice venir una sequía”. Es interesante recordar que Dios es la última
causa de esta sequía. Él está en control sobre todas las cosas.
 Salmo 107:33-34 - El convierte los ríos en desierto, Y los manantiales de las aguas en
sequedales; 34 La tierra fructífera en estéril, Por la maldad de los que la habitan.
 Podemos hablar del clima y teorizar sobre cómo las acciones humanas provocan el calentamiento
global, el aumento de los desastres naturales, etc. Desde luego que debemos ser buenos
mayordomos del planeta que Él nos ha brindado para habitar, pero nunca podemos olvidar que Él
es la última causa de todas las cosas, y que usa a la naturaleza para hacernos reflexionar sobre
nuestros caminos.
 El pueblo ya había sido claramente advertido a través de la ley acerca de las sequías que
enfrentarían si no seguían el pacto realizado con Dios.
 Deuteronomio 11:13 - Si obedeciereis cuidadosamente a mis mandamientos que yo os
prescribo hoy, amando a Jehová vuestro Dios, y sirviéndole con todo vuestro corazón, y
con toda vuestra alma, yo daré la lluvia de vuestra tierra a su tiempo, la temprana y la
tardía; y recogerás tu grano, tu vino y tu aceite. 15 Daré también hierba en tu campo para
tus ganados; y comerás, y te saciarás. 16 Guardaos, pues, que vuestro corazón no se
infatúe, y os apartéis y sirváis a dioses ajenos, y os inclinéis a ellos; 17 y se encienda el
furor de Jehová sobre vosotros, y cierre los cielos, y no haya lluvia, ni la tierra dé su fruto,
y perezcáis pronto de la buena tierra que os da Jehová.18 Por tanto, pondréis estas mis
palabras en vuestro corazón y en vuestra alma, y las ataréis como señal en vuestra mano,
y serán por frontales entre vuestros ojos.
 Esta sequía tenía que hacer reflexionar al pueblo sobre su rebeldía a cumplir el plan de Dios.
 Salmo 68:6 - Dios hace habitar en familia a los desamparados; Saca a los cautivos a
prosperidad; Mas los rebeldes habitan en tierra seca.
 Dios usa la disciplina para producir frutos de justicia en nuestras vidas.
 Hebreos 12:11 - Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo,
sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido
ejercitados.

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2. La sequía puede llegar a nuestras vidas.

 Nuestras propias faltas y nuestra auto-justificación hacen que entremos en una sequía en nuestra
vida. Esa es la experiencia que tuvo el salmista al no confesar su pecado y al no buscar el perdón
de Dios.
 Salmo 32:3-4 - Mientras callé, se envejecieron mis huesos, En mi gemir todo el día.
4 Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano; Se volvió mi verdor en
sequedades de verano.
 En términos Neo-testamentarios podríamos llamarle “Contristar el Espíritu Santo”
 Contristarlo: Entristecerlo, causar dolor, ofenderlo, agraviarlo.
 En Efesios 4, Pablo nos enseña que lo contristamos con acciones en nuestra vida diaria.
 La manera en que hablamos: Refleja una valorización baja de la dignidad del prójimo.
 El robo: Refleja una actitud materialista hacia los bienes de otros.
 La inmoralidad sexual: Refleja un concepto rebajado de uno mismo y de los demás.

3. Jesús puede terminar la sequía

 Cuando como cristianos vivimos en sequía hemos olvidado todos los recursos que tenemos a
nuestra disposición para traer satisfacción a nuestras almas.
 Ilustración: El millonario y la pieza de arte.
 Jesús es la fuente de agua eterna que necesitamos para satisfacer nuestra alma.
 Juan 4:13 - Respondió Jesús y le dijo: Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a
tener sed; 14 mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que
el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.

Conclusión

Hageo llama al pueblo de Dios a la reflexión – La sequía que enfrentan es una manera en que Dios les
hace meditar en sus caminos. Las circunstancias, la realidad que nos rodea no ha dejado de ser
controlada por Dios, Él la sigue usando para llamar a su pueblo a la reflexión.

Vivimos en un país que parece estar en sequía en muchas maneras, y aún de manera personal puede
que estemos experimentando algún tipo de sequía espiritual. ¿Qué podemos hacer ante esta realidad?
Responder al llamado de Dios, reflexionar sobre nuestros caminos y buscarlo a Él de todo corazón.

Salmos 63:1 - Dios, Dios mío eres tú; De madrugada te buscaré Mi alma tiene sed de ti, mi carne te
anhela, En tierra seca y árida donde no hay aguas.

LA DISCIPLINA POR NO CONSTRUIR LA CASA DE DIOS JOSÉ MARIO CORLETO

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