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LA EUTANASIA DESDE UNA PERSPECTIVA BIOÉTICA

PRESENTADO POR:

TATIANA BARRAGAN CÓD.: 66414062

LORENA TIBANA CÓD.: 66413548

LINA FORERO CÓD.: 66413550

UNIVERSIDAD DE BOYACA

TUNJA- BOYACA

BIOETICA

2019
LA EUTANASIA DESDE UNA PERSPECTIVA BIOÉTICA

PRESENTADO POR:

TATIANA BARRAGAN CÓD.: 66414062

LORENA TIBANA CÓD.: 66413548

LINA FORERO CÓD.: 66413550

PRESENTADO A:

MANUEL BERNAL

UNIVERSIDAD DE BOYACA

TUNJA- BOYACA

BIOETICA

2019
TABLA DE CONTENID
INTRODUCCIÓN

Según el diccionario de la Real Academia significa muerte sin sufrimiento físico


y en sentido restricto la que así se provoca voluntariamente. En Colombia se
despenalizó el ejercicio del homicidio por piedad desde 1997, aunque todavía
existen muchos países en los cuales esta práctica es ilegal.1

Lo que se pretende con este trabajo es profundizar sobre la eutanasia desde el


punto de vista ético, bioético y médico, y realizar un análisis exhaustivo con
respecto al suicidio asistido y otros términos relacionados, de tal manera que se
permita la claridad con respecto a eutanasia; esto a partir de la revisión de la
historia de la eutanasia, su relación con la Iglesia, la dignidad humana y el roce
con la ilegalidad en muchos países. Tratando el tema desde ámbitos a favor y
en contra de esta, al igual dentro de los objetivos de este trabajo se encuentra la
indagación de los parámetros legales bajos los cuales se rige esta práctica en
Colombia y los requisitos esenciales para la ejecución de ésta.

De tal manera que se haga un análisis comparativo de este tema en Colombia y


otros países, teniendo en cuenta que como médicos es necesario reconocer todo
lo que implique este asunte que en la práctica clínica nos compete, permitiendo
de esta manera elegir una postura desde ahora, para garantizar a la persona en
estado terminal la protección de su dignidad humana y lo más importante su
derecho a morir dignamente.

1
TÉRMINOS CLAVE

 Ortotanasia: el permitir que la muerte natural llegue en enfermedades


incurables y terminales, tratándolas con los máximos tratamientos
paliativos para evitar sufrimientos, recurriendo a medidas razonables.
Frente a la eutanasia, que busca su legitimación moral y legal desde la
reivindicación autonomista y la desacralización de la vida humana y contra
el llamado encarnizamiento terapéutico, también inaceptable éticamente,
la ortotanasia (del griego orthos, recto, justo, que observa el derecho
conforme a la razón) se plantea como una posición jurídica y moral
aceptable. La ortotanasia consiste en no adelantar la muerte con una
acción médica intencional; acompañar al enfermo terminal, considerando
su vida, aunque dependiente y sufriente, siempre digna; aliviar con todos
los medios disponibles el dolor en lo posible y favorecer su bienestar;
ofrecerle asistencia psicológica y espiritual para satisfacer su derecho de
aceptar su proceso de muerte; no abandonar nunca al paciente, pero
saber dejarle morir, cuando no podemos curarle.
 Enfermo terminal: el que padece una enfermedad de la que no cabe
esperar que se recupere, previsiblemente mortal a corto plazo que puede
ser desde algunas semanas a varios meses, a lo sumo.
 Cuidados paliativos: la atención a los aspectos físicos, psíquicos,
sociales y espirituales de las personas en situación terminal, siendo los
objetivos principales el bienestar y la promoción de la dignidad y
autonomía de los enfermos y de su familia. Estos cuidados requieren
normalmente el concurso de equipos multidisciplinares, que pueden
incluir profesionales sanitarios (médicos, enfermeras, asistentes sociales,
terapeutas ocupacionales, auxiliares de enfermería, psicólogos), expertos
en ética, asesores espirituales, abogados y voluntarios.
 Sedación terminal: la administración deliberada de fármacos para lograr
el alivio, inalcanzable con otras medidas, de un sufrimiento físico y/o
psicológico, mediante la disminución suficientemente profunda y
previsiblemente irreversible de la conciencia, en un paciente cuya muerte
se prevé muy próxima, con el consentimiento explícito, implícito o
delegado del mismo. Desde el punto de vista ético, no es relevante el que,

2
como efecto secundario no buscado de la administración de la sedación
se adelante la muerte de la persona, siempre y cuando esto no sea lo que
se pretenda directamente como fin de la acción.
Lo que pretende es alcanzar es el alivio del sufrimiento físico y o psíquico
que no puede lograrse, tras estudio riguroso y científico, por otro medio.
Se expone una explicación y es que La sedación puede acelerar la muerte
del paciente, pero no es este el fin buscado por los médicos. La
justificación de esta acción se sustenta en el "doble efecto": la acción es
moralmente buena ya que pretende beneficiar al enfermo (eliminar su
sufrimiento), el efecto malo, indeseado, no es la muerte (aunque puede
acelerarla) ya que esta, inexorablemente, va a ocurrir, es la pérdida de la
conciencia por parte del paciente el aspecto negativo. Así el efecto
positivo (eliminación del sufrimiento) supera al perjudicial (pérdida de
conciencia).
 Suicidio: el acto de quitarse voluntariamente la propia vida.
 Suicidio asistido: Es la acción de una persona, que sufre una
enfermedad irreversible, para acabar con su vida, y que cuenta con la
ayuda de alguien más que le proporciona los conocimientos y los medios
para hacerlo. Cuando la persona que ayuda es el médico, hablamos de
suicidio médicamente asistido
 Homicidio: es la situación en que se causa la muerte de un paciente sin
permiso de este, con la presunta disculpa de ser un bien para el enfermo,
ya que acabará con un largo y doloroso proceso de muerte o por padecer
una enfermedad que, aunque no lleve directamente a la muerte, causa
gran sufrimiento. Algunos han denominado a esto homicidio por
compasión
 Eugenesia: La eugenesia como ciencia estudia la manipulación genética
de manera directa o indirecta para contribuir a lo que se conoce como el
“mejoramiento” de la raza humana. Estas ideas fueron introducidas al
mundo por Charles Darwin (1809- 1882) quien padecía una enfermedad
degenerativa, la que observó replicada en algunos de sus hijos, en unos
sí y en otros no; lo cual le hizo estudiar a profundidad la causa por la que
su enfermedad.

3
 Situación de agonía: La que precede a la muerte cuando ésta se produce
de forma gradual, y en la que existe deterioro físico intenso, debilidad
extrema, alta frecuencia de trastornos cognitivos y de la conciencia,
dificultad para la relación y la ingesta, con pronóstico de vida en horas o
pocos días.
 Obstinación terapéutica: Consiste en la instauración de medidas no
indicadas, desproporcionadas o extraordinarias, con la intención de evitar
la muerte en un paciente tributario de tratamiento paliativo. Constituye una
mala práctica médica y una falta deontológica. Las causas de obstinación
pueden incluir, entre otras, las dificultades en la aceptación del proceso
de morir, el ambiente curativo, la falta de formación o la demanda del
enfermo o la familia. Es preferible evitar el término “encarnizamiento”
porque presupone una cierta intencionalidad negativa por parte de quien
lo efectúa. Se han encontrado algunos factores que inducen el
encarnizamiento terapeutico estos varían en cada modelo social y país,
en función al valor que se dé a la vida y a la muerte.

Es así que en algunos grupos sociales, el mantenimiento de la vida de un


anciano, paciente psiquiátrico o portador de alguna limitación física, es
menospreciado al considerarse económicamente improductivo, por lo que
el esfuerzo realizado en el manejo terapéutico de esos grupos no refleja
la magnitud de trabajo instaurado como sucedería en el caso de
gobernantes, personas productivas, científicos, etc.

De la misma forma, la percepción religiosa de familiares o profesionales


en salud sobre la dependencia de la decisión divina para morir, llevando
al uso desmedido de conductas médicas, con el fin de preservar la vida.

La presión de los familiares de los pacientes, que exigen un manejo


permanente y la aplicación de medidas desmedidas aun en conocimiento
de un diagnóstico irremediable, obligan psicológica y emocionalmente al
profesional en salud a realizar manejos y solicitar exámenes innecesarios,
llevando a conductas de obstinación terapéutica en conocimiento de que
el fin del paciente será el esperado, con cualquier tipo de medidas.

4
Otro es "el síndrome del paciente interesante", que afecta al profesional
en salud, cuando se encuentra con algún caso clínico poco frecuente o
evolución diferente a la descrita en la literatura, realizándose pruebas que
documenten el caso, sin que ellas puedan aportar nada en beneficio del
paciente. El objetivo en este caso, será "el conocimiento científico" y la
publicación que beneficia solo al profesional tratante, utilizando a un ser
humano y el entorno del mismo para un fin de menor jerarquía que el de
"respeto y dignidad" del individuo.

 Testamento vital: la manifestación expresa de voluntad anticipada para


el caso de que la persona careciese de la facultad de decidir acerca de su
tratamiento médico.2,3
 La distanasia: es un procedimiento contrario a la eutanasia, en el cual se
aplican tácticas injustificadas en ciertos pacientes, que en vez de mejorar
su calidad de vida, la empeoran, prolongando la vida biológica del
paciente. Esta conducta, denominada en el diccionario bioético
como "encarnizamiento terapéutico" u "obstinación
terapéutica", es considerada moralmente inaceptable, al
existir conciencialmente la intencionalidad de mantener la vida de un
sujeto más allá de los límites del respeto, utilizando medios de soporte
vital innecesarios.

Algunos autores consideran que la denominación de distanasia, se orienta


hacia una acción moral injusta, mientras que el "encarnizamiento
terapéutico" se transforma en una intencionalidad maliciosa del actuar
profesional. Mientras que la "obstinación terapéutica", será considerada
como una conducta profesional en la cual no hay claridad en los objetivos
terapéuticos y en el conocimiento del tema a tratar.

 Adecuación del esfuerzo terapéutico: Consiste en retirar, ajustar o no


instaurar un tratamiento cuando el pronóstico limitado así lo aconseje. Es
la adaptación de los tratamientos a la situación clínica del paciente. El
término “limitación del esfuerzo terapéutico” debe evitarse, ya que no se

5
trata de ninguna limitación de tratamientos sino de una adecuación de los
mismos.

HISTORIA

La eutanasia siempre ha sido tema de discusión que tiene que ver con el final de
la vida4,la palabra “eutanasia” deriva del griego: “eu” que significa “bien” y
“thanos” que significa muerte, con lo que “eutanasia” significa” buena muerte” 5;
esta encamina la muerte sin dolor a quienes sufren .

La muerte piadosa puede abarcar cualquier etapa de la vida y en diferentes


circunstancias históricas4; al trascurrir de los años la eutanasia ha ido adoptando
diferentes formas, siendo una práctica común en la Grecia y Roma antiguas
teniendo un tinte religioso durante la edad media , Grecia defendía la eutanasia
al considerar que la vida repleta de enfermedad y agonía no era merecedora de
ser vivida y por lo tanto, debía de ayudar a terminar con ese sufrimiento. Es
conocido que en algunas de estas ciudades, se dispensaban dosis de veneno a
aquellos ciudadanos que lo pedían para acabar con su sufrimiento; en Roma
existía la ” ley de doce tablas” que permitía al padre matar a los hijo que nacieran
con enfermedades raras o con deformidades , la calidad de vida se anteponía al
derecho de vivir.5

Muchos filósofos mostraban diferentes perspectivas en esta época sobre el


tema, Platón mencionaba el apoyo a morir a los que estaban menos sanos
mientras Hipócrates tenía una postura contraria, él prohibía realizar este tipo de
muertes; por otro lado en la edad media se planteaba la idea de dejar vivir o no
a las heridos que quedaban en combate teniendo como objetivo poner fin a esa
agonía que presentaban los lesionados, auxiliandolos piadosamente para que
tuvieran una muerte digna y sin sufrimiento.

En el siglo XIII la eutanasia se medicaliza y es el medico el que la lleva a cabo


de forma rutinaria y común5, Se atribuye a Francis Bacon en el siglo XVI el
acuñamiento del término eutanasia en sus obras filosóficas: "El oficio del médico
no es únicamente restablecer la salud, sino también suavizar los dolores y los

6
sufrimientos inherentes a las enfermedades; y esto no solo cuando este alivio
del dolor (....) contribuya y conduzca a la convalecencia, sino también en el de
procurar al enfermo, cuando ya no hay más esperanzas, una muerte dulce y
apacible, pues esta eutanasia no es una parte menor de la felicidad"4.

En el siglo XIX los novelistas lo utilizaban como un argumento en sus novelas.


Durante este siglo Karl Marx defiende una tesis coctoral que se titula “la
eutanasia medica” proponiendo la obligación de enseñar a los médicos a cuidar
técnica y humanamente a los enfermos en estado terminal, Por otro lado, Enrico
ferri escribió una monografía sobre el “homicidio- suicidio” en el que describía
que el hombre tiene su propio derecho a morir y a disponer de su vida. Introdujo
el derecho a morir en el código penal de aquella época 5.

Además de la revolución tanatológica señala la revolución historiográfica, o


"historia de las mentalidades" que se inició también a partir de 1960, que
propende por el estudio histórico de los comportamientos humanos básicos. De
acuerdo con el estudio de esas mentalidades en relación con la eutanasia existen
tres, que denomina "ritualizadora", "medicalizadora" y "autonomizadora" 4.

En la eutanasia "ritualizada" se parte del fenómeno cultural complejo de la


muerte como creación del hombre y que se plantea a partir de la simple pregunta
de cuándo muere un ser humano; en la eutanasia "medicalizada": A pesar que
la medicina tiene por objeto luchar por la vida, opuesta por tanto a las prácticas
eutanásicas, sostiene Gracia que esto no solo no es cierto sino que desde sus
orígenes la medicina occidental ha sido una ciencia eutanásica; en la eutanasia
"autonomizada" está relacionada con la época actual en que la autonomía de los
pacientes ha tomado tanto auge, así como otros hechos y cuestionamientos que
se plantean en relación con el propio cuerpo y el concepto de salud como
appopiación de este por parte de la persona misma4.

Durante la primera mitad de siglo XX, durante la primera guerra mundial, se hacia
favorable y permisible en Alemania acabar con la vida de los enfermos mentales
y a los lisiados, con una excusa piadosa de aliviar su sufrimiento, Dicha música
era llevada a cabo por médicos alemanes. Practicamente hasta la segunda
guerra mundial, las practicas de la eutanasia eran llevados a cabo sin el

7
consentimiento del paciente basándose en motivos políticos, médicos ,
culturales, etc ; a partir de la segunda mitad del siglo XX, la practica de la
eutanasia deja de ser medica para ser responsabilidad de los enfermos
terminales y de los profesionales según los países que lo permitan, siendo en
muchas ocasiones delito según el marco legislativo en el que se contemple 5,6

HISTORIA MUNDIAL

La muerte asistida está permitida en cuatro países de Europa Occidental: Países


Bajos, Bélgica, Luxemburgo y Suiza; en dos países de América del Norte:
Canadá y Estados Unidos, en los estados de Oregon, Washington, Montana y
Vermont; y en América del Sur, en Colombia.

 ESTADOS UNIDOS
El suicidio asistido es legal en cinco de los cincuenta estados de Estados
Unidos: Oregon, Washington, Montana, Vermont y California. En Nuevo
México se aprobó una legislación afín a la práctica en 2014, pero la
decisión fue revocada con una apelación en agosto del año 2015. El
primer estado en legalizar el suicidio asistido fue Oregon, el 27 de octubre
de 1997, con la aprobación del “Acta de muerte con dignidad”, que permite
a los adultos (mayores de 18 años) competentes (capaces de expresar
conscientemente su voluntad), residentes de Oregon, con enfermedades
terminales y con esperanza de vida de menos de seis meses, recibir
medicamentos en dosis letales, a través de la autoadministración
voluntaria, expresamente prescritos por un médico para este fin.
Desde que la ley fue aprobada en 1997 a finales de 2014, 1.327 personas
recibieron la prescripción de medicamentos letales, y de ellos, 859
murieron después de la autoadministración. De las 859 personas que
recibieron la medicación letal, el 52,7% eran hombres y el grupo de edad
predominante entre los 65 y 74 años, con estudios superiores o de
posgrado (45,9%). En el 78% de los pacientes, la enfermedad fue el
cáncer, seguida de la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) en el 8,3%. La
mayoría de los pacientes fallecieron en el hogar (94,6%) y recibieron

8
cuidados paliativos. Las preocupaciones más comunes de estos
pacientes fueron la pérdida de autonomía, mencionada por el 91,5%.
 CANADA
En febrero de 2015, después de seis años de debate en el Tribunal
Supremo, con los casos de pacientes Kay Carter y Gloria Taylor, Canadá
suspendió la prohibición de la eutanasia y del suicidio asistido. Se
estableció un período de gracia de un año, durante el cual el gobierno
federal y provincial de Canadá, así como los profesionales de la salud,
debían prepararse para implementar la nueva ley. 7

 HOLANDA
Es el primer país del mundo en legalizar la eutanasia y el suicidio asistido
desde 2002: la intervención directa y eficaz del médico para causar la
muerte del paciente que sufre una enfermedad irreversible o que se
encuentra en fase terminal y con padecimiento insoportable. En menores
de 12 a 16 años se necesita consentimiento de uno de los padres para
que el menor pueda pedir al médico que acabe con su vida. De 16-17
años: Sin consentimiento de los padres aunque participando en la
decisión final. Cada año se llevan a cabo 2.500 y 3000 procedimientos. El
2 % de las muertes anuales.
Los requisitos que se han de cumplir en Holanda para practicar la
eutanasia son:
1. Que la persona a la que se le va a practicar la eutanasia o el suicidio
asistido resida en Holanda
2. El medico tiene que estar convencido de que la petición por parte del
paciente es una petición meditada y que es plenamente capaz y
reiterar su voluntad, pudiendo manifestarla en el documento de
voluntades previas
3. Hay que constatar que el paciente no va a mejorar y que sufre un
padecimiento insoportable
4. Que el paciente haya sido informado correctamente de su situación
terminal
5. Que se haya consultado a otra profesional que este haya corroborado
el cumplimiento eficaz de todos los requisitos y si existe sufrimiento

9
psicológico se han de consultar con dos médicos que tienen que ver
al enfermo y elaborar un informe sobre su situación
6. Que la práctica de la eutanasia o suicidio asistido por parte del
profesional se realice con el máximo cuidado y con la mayor
profesionalidad posible

 BÉLGICA:
Unos meses después de Holanda también en el año 2002, se legalizada
la práctica de la Eutanasia: por una persona mayor de edad o menor
emancipado (16 años), capaz, con pronóstico de enfermedad irreversible,
que padezca un sufrimiento físico o psíquico constante e insoportable o
una enfermedad grave incurable. La diferencia de la Ley holandesa, no
regula el suicidio asistido que, por tanto, sigue siendo un delito penal.
Primer país del mundo que Legalizada la práctica de la Eutanasia Infantil
sin límite de edad (13 de febrero de 2014): Para el sufrimiento físico de
los menores de enfermedades incurables siempre que un médico sea el
encargado de evaluar al menor para ver si es capaz de adoptar la
decisión, previa consulta a un psiquiatra infantil sin presiones familiares y
de amigos. Los padres tienen que dar su consentimiento. La cifra de
eutanasias practicadas en el año 2012 alcanzó un record histórico con
1.432 casos (25 % más que en el año 2011). Según estos datos oficiales,
entre septiembre de 2002 y diciembre de 2011 se produjeron: 5.537 casos
de eutanasia. En la mayoría de los casos los pacientes alegaron
sufrimientos físicos y psíquicos. Entre 2008 y 2011 el número de casos se
incrementó un 61%. Nuevos estudios proporcionan el dato de que solo el
5 % de las peticiones es rechazada, indica el efecto transformador que
supone la legalización de la eutanasia sobre la conducta médica.

 LUXEMBURGO:
Fue la tercera en legalizar la eutanasia, desde el 17 de marzo de 2009
legaliza la eutanasia de un mayor de edad o menor emancipado (16 años)

10
con un diagnóstico irreversible. El Gran Duque Enrique I se negó a firmarlo
con razones de conciencia. Su ley es muy similar a la de Bélgica.
 SUIZA:
La eutanasia no está permitida legalmente, pero un vacío legal legaliza
el suicidio asistido desde 1941, derivado del derecho a decidir de las
personas, independientemente de su estado de salud. En enfermos
incurables (“suicidio eutanásico”), sólo está penado la inducción al suicidio
de otros en beneficio propio. En 2011 el número de suicidios asistidos fue
de 500 en toda Suiza. “Riesgo del Turismo del Suicidio”: es el único país
donde se acepta el suicidio asistido ejecutado por no residentes. El perfil
del suicidio asistido en Suiza según un estudio sobre 1.301 casos,
realizado por Mathias Egger, del Instituto de Medicina Preventiva de la
universidad de Berna (Suiza), publicado en International Journal of
Epidemiology (february, 2014):
 Más frecuente en mujeres que hombres.
 Con formación superior o secundaria.
 Que viven solas.
 Carecen de formación religiosa.
 Más en ciudades que en zonas rurales, en los barrios ricos y en la zona
francófona del país.
 En el grupo de edad de 65 a 94 años las causas subyacentes de muerte
fueron: cáncer, enf. Circulatorias y del sist. Nervioso.
 ALEMANIA:
En Alemania el suicidio asistido no está penalizado, lo que facilita el
trabajo en el país de dos asociaciones: Ayuda a Morir (40 personas
murieron de esta forma en 2013) y la sección alemana de la suiza Dignitas
(66 alemanes murieron con ayuda en 2011, obliga a los enfermos a viajar
a Suiza). Ambas asisten en la muerte a personas con enfermedades
terminales o graves padecimientos facilitándoles los medicamentos
necesarios, aunque son los propios afectados quienes deben tomarlos en
última instancia.
 FRANCIA:

11
La Ley Leonetti 2005 una Ley sobre enfermos terminales (“dejar morir”):
La ley autoriza la administración por parte de los médicos de tratamientos
contra el dolor que permitan aliviar el sufrimiento, con el “efecto
secundario de acortar la vida” de una persona con una enfermedad
“grave, incurable y en fase avanzada o terminal, favoreciendo los
cuidados paliativos”. La eutanasia está calificada jurídicamente de
asesinato o envenenamiento con premeditación, y puede castigarse con
cadena perpetua.

 ITALIA:
“Ley sobre el testamento biológico”: no serán vinculantes las decisiones
del enfermo sobre el fin de la vida y que la última palabra la tiene el
médico. El texto prohíbe la eutanasia, sinónimo de homicidio voluntario.
Incluso en el caso de consentimiento expreso del paciente, el Código
Penal contempla una pena de 6 a 15 años. También el suicidio asistido
es un crimen.
 PORTUGAL:
La legislación portuguesa no permite la asistencia al suicidio, pero el
Parlamento aprobó en 2012 una ley que faculta a los enfermos a declarar
su voluntad, en un "testamento vital", sobre los cuidados paliativos que
quieren recibir. Se condenan la eutanasia y el suicidio asistido, pero el
consejo de ética admite suspender el tratamiento en algunos casos
desesperados
 REINO UNIDO:
El Reino Unido, es fundador de los cuidados paliativos, y se diferencia
claramente entre cuidar y matar: CARE NOT KILLING. Es uno de los
lugares más firmes contra el suicidio asistido. En Gran Bretaña, se permite
la interrupción de la atención en algunos casos desde 2002. 8

EPIDEMIOLOGIA

12
La muerte asistida está permitida en cuatro países de Europa Occidental, siendo
estos los países bajos, Bélgica, Luxemburgo y Suiza; en dos países de América
del Norte como Canadá y Estados Unidos, en los estados de Oregon,
Washington, Montana y Vermont; y en América del Sur, en Colombia. En efecto,
las leyes y los criterios adoptados para la realización de esta práctica difieren en
cada país.

Colombia es el único país de América Latina donde se permite la eutanasia; a


pesar de que se despenalizó en 1997 por el Tribunal Constitucional,
recientemente en el año 2015 el Ministerio de Salud, definió cómo podía tener
lugar y practicarse bajo unos protocolos establecidos dentro de la normatividad
y presupuestos constitucionales. Al igual que el fallo de 2017 con respeto a la
Eutanasia para niños.

En Colombia se abrió paso para la formalización del derecho a morir dignamente


mediante la Resolución 1216 del 20 de abril de 2015 que dio cumplimiento a lo
ordenado por la Corte Constitucional en la Sentencia T-970 de 2014, donde se
establecieron criterios para la realización de la eutanasia y Comités Científicos
interdisciplinarios quienes evaluarán los casos en los cuales se haga
conveniente llevar a cabo este procedimiento.

De igual manera, el Ministro de Salud Alejandro Gaviria explicó cuáles son los
requisitos para llevar a cabo el procedimiento eutanásico. Se determinó que
serán los pacientes en etapa terminal o personas que se encuentren en estado
vegetal mayores de edad quienes pueden acceder a esta práctica y serán los
médicos quienes establezcan esta condición; sin embargo, para los pacientes en
estado vegetativo se deberá anticipadamente especificar su deseo de morir

En el Estado, colombiano fue el Tribunal Constitucional que en el 2003 decide


dar vía libre para aceptar y acatar la voluntad del paciente que se encuentre en
estado terminal, es decir, en aquellos enfermos que el sufrimiento sea causado
por padecimientos que han tomado una trayectoria definitiva y letal

Holanda, fue el primer país europeo en aprobar la “ley de comprobación de la


terminación de la vida a petición propia y del auxilio al suicidio” en el año 2001;

13
La eutanasia como práctica para dar fin a la vida, todavía no se encuentra
legalizada en Uruguay, por el contrario, el suicidio asistido si es legal.6

DEFINICIÓN

La palabra ‘eutanasia’ (del gr. , bien, y , muerte) ha tenido diversos significados.


Según Suetonio, el emperador César Augusto la habría utilizado para indicar su
anhelo de tener una muerte natural rápida y sin dolor, En ocasiones, se ha
denominado eutanasia a actos que, en rigor, corresponderían más bien a
acciones eugenésicas, suicidas u homicidas. Este fue el caso en la Alemania
nazi14, en que se dio este nombre a la “muerte por piedad (Gnadentodt)”
aplicada a aquellos individuos cuyas vidas se estimaban indignas de ser vividas.
9

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) las definiciones existentes


sobre la eutanasia no son exactas y pueden variar de una persona a otra, pero
tienen varios elementos en común. La mayoría de los comentaristas restringe su
descripción a la eutanasia directa o 'activa', que se puede definir como "el acto
deliberado de poner fin a la vida, a petición propia o de algún familiar”. 10

La Real Academia de la Lengua Española define la eutanasia como “acción u


omisión que, para evitar sufrimientos a los pacientes desahuciados, acelera su
muerte, con su consentimiento o sin él ”; o, como “muerte sin sufrimiento físico”.
De un modo más técnico, también se la ha definido como “la muerte indolora
infligida a una persona humana, consciente o no, que sufre abundantemente a
causa de enfermedades graves e incurables o por su condición de disminuido,
sean estas dolencias congénitas o adquiridas, llevada a cabo de manera
deliberada por el personal sanitario o al menos con su ayuda, mediante fármacos
o con la suspensión de curas vitales ordinarias, porque se considera irracional
que prosiga una vida que, en tales condiciones, se valora como ya no digna de
ser vivida”. 9

la Asociación Médica Mundial la han definido como “el acto deliberado de poner
fin a la vida, a petición propia o de algún familiar” 11

14
La Declaración ‘Iura et Bona’ de la Iglesia Católica sobre la eutanasia la define
como “una acción o una omisión que por su naturaleza, o en la intención, causa
la muerte, con el fin de eliminar cualquier dolor”. 9

SIGNIFICADOS DE IMPORTANCIA EN EUTANASIA

1.1 Concepto de Vida


La vida es un estado dinámico de la materia organizada, caracterizada
básicamente por su capacidad para la adaptación y evolución en respuesta
a los cambios en el medio ambiente y en su capacidad para la reproducción
que da lugar a nueva vida”. Otros científicos han propuesto definiciones
alternativas para la vida, como se aprecia en las siguientes: “Es un sistema
químico que sufre un proceso de mutaciones y rearreglos del material
genético y que puede adaptarse al medio ambiente” (Antonio Lazcano). “Es
un sistema capaz de reproducción, mutación y reproducción de sus
mutaciones” (Carl Sagan). Recientemente se ha realizado un nuevo intento
por definir la vida proponiendo lo siguiente: “La vida es un proceso que ocurre
en sistemas complejos de macromoléculas organizadas en diversas
jerarquías, de patrones estructurales discontinuos, termodinámicamente
poco probables, pero que se mantienen estables gracias a la inversión
continua de energía. Sus tres características son: a) recambio más o menos
rápido de casi todos sus componentes, b) capacidad para autorregularse y,
c) capacidad para autoreplicarse”

De lo anterior, es posible advertir que el concepto de vida biológica es un


tema tan amplio y profundo que llega a la frontera del conocimiento de los
biólogos y de los filósofos. Cuando estos pensadores hablan de la vida, se
refieren a la misma en contraste con el no vivir de los objetos inanimados; en
efecto, explicar la naturaleza de la entidad llamada vida ha sido uno de los
propósitos de la biología, sin embargo tal cosa no es fácil porque se puede
estudiar científicamente el proceso de vivir, cosa que no es posible hacer con
la abstracción “vida”. En los últimos años el interés en el tema ha persistido.

15
Por ejemplo, la definición de trabajo adoptada por la NASA y que fue
propuesta por Gerald Joyce dice que la vida es un sistema químico auto
sostenido capaz de realizar evolución Darwiniana. De la misma manera,
existe una definición cibernética, propuesta por Bernard Korseniewski, que
dice que la vida es una red de mecanismos de retroalimentación. La
obtención de una definición sobre la vida es claramente difícil. Sin embargo,
es necesario continuar buscándola debido a que de tal concepto derivarán
otras hipótesis acerca de su origen y evolución. Si se acepta una definición
que marque la diferencia entre lo viviente y lo no viviente, se aceptaría hablar
de acontecimientos biogénicos; por su parte, si se admite una definición más
general, como un sistema complejo organizado, entonces se estaría
hablando que la base de la misma es la química compleja general. 12

1.2 Concepto de muerte.

Hablar de la muerte es intentar abarcar un mundo casi infinito de posibilidades.


Su complejidad hace que su estudio pueda adoptar muy distintas perspectivas
y, aunque morir es siempre un proceso individual, es también un acontecimiento
que afecta a aquellos que se relacionan con quien muere, evidenciando una
dimensión social y cultural. De allí que las actitudes y comportamientos que las
personas adoptan ante la muerte sean el resultado de características y
circunstancias individuales, por un lado, y del concepto y sentido de la muerte
imperante en la sociedad, por el otro.

La muerte no es un fenómeno de fácil conceptualización. La acepción más


aceptada, por lo evidente e innegable, es aquella que la considera como la
cesación o el término de la vida. En consecuencia, es en función del sentido del
que se dote a la vida, el significado que adquirirá la muerte: como principio de
una nueva existencia —la del alma despojada del cuerpo que la aprisiona— o
como final de una etapa detrás de la cual no hay nada o, al menos, nada
conocido. 13

16
La muerte implica diversos ámbitos: biológico, médico, social, cultural, religioso,
entre otros.

Hernández y Valdez comentan que el ser humano ve a la muerte como algo


biológico. Esto es, la persona nace, crece, se reproduce y muere. Desde el punto
de vista médico, Sueiro comenta que la muerte se produce al acabarse las
funciones fundamentales: actividad cardíaca y respiratoria. Éstas traen consigo
el cese de las funcione cerebrales y con esto termina la existencia.

Desde el punto de vista espiritual la muerte es una trascendencia hacia una vida
superior, entendida como plenitud. Ahora bien, desde el punto de vista
antropológico, la muerte se percibe como algo que tiene que suceder, ya que
existió en un tiempo y espacio donde también existe la muerte. Biológicamente
hablando, la muerte es un proceso que se ha preparando mediante la evolución
de los tejidos orgánicos.

Según Gregoire, hablar de la muerte en la religión cristiana es una ruptura, no


sólo de la vida sino de los lazos interpersonales forjados a lo largo de la
existencia. También lo es de la actividad por la cual cada persona produce una
obra siempre inacabada y siempre perdurable. El ser humano es
intrínsecamente mortal. 14

1.3 Muerte cardiorrespiratoria


El consenso internacional sobre paro cardíaco, conocido como «estilo Utstein»,
define el paro como el cese de la actividad mecánica cardíaca, confirmado por
la ausencia de conciencia, pulso detectable y respiración (o respiración agónica
entrecortada). La muerte súbita cardíaca se define como la que ocurre de modo
inesperado, dentro de la primera hora del comienzo de los síntomas, en
pacientes cuya situación previa no hacía previsible un desenlace fatal. Muerte
súbita y paro cardiorrespiratorio (PCR) suelen usarse como sinónimos. Ambos
son conceptos de límites arbitrariamente establecidos en torno a un mismo
fenómeno. El concepto de muerte súbita tiene un enfoque fundamentalmente
epidemiológico, y el de PCR es de orientación clínica.

17
Aunque las causas del paro respiratorio y cardíaco son diversas, desde el punto
de vista asistencial se tiende a considerar como una entidad única denominada
PCR. La interrupción de una de las dos funciones vitales lleva rápida e
indefectiblemente a la detención de la otra, por lo que su manejo se aborda de
forma conjunta.

En muchos casos el paro cardiorrespiratorio (PCR) sobreviene en el momento


de la muerte natural y esperada de un paciente, que no tiene posibilidad de
continuar viviendo, ya sea por un evento agudo irreparable (ej. accidente con
pérdida de continuidad de cabeza y cuerpo, o daño cardiaco irreparable), por
una enfermedad progresiva (ej. cáncer o demencia), por deterioro crónico de
funciones hasta ya no ser compatibles con la vida (ej. insuficiencia crónica de
algunos órganos), el agotamiento de las capacidades fisiológicas sin capacidad
de mayor soporte por una enfermedad aguda (ej. falla orgánica múltiple). Todos
estos ejemplos son claramente entendibles como casos en que la aplicación de
maniobras de RCP, resulta una acción médica fútil. El cese de la actividad
cardiaca y respiratoria, es condición necesaria para el término de la vida (a
menos que se logre revertir). En sentido inverso, el término de la vida implica
siempre el cese de la actividad cardiorrespiratoria. Esta círculo, aparentemente
tautológico, se presta nuevamente para generar confusión; por tanto para aclarar
esta confusión es primordial tratar de distinguir cuando estamos frente a un
evento potencialmente corregible, sea inesperado o no y cuando no lo estamos.
15

Se considera que una persona ha fallecido cuando completa más de diez


minutos en paro cardiorrespiratorio, sin que se hayan aplicado ningún tipo de
maniobras de reanimación para sustituir la función de estos órganos. Cuando
esto ocurre, cesan irreversiblemente todas las funciones vitales del organismo,
y tiempo después aparecen las primeras señales evidentes de descomposición.
Estos son los criterios que se aplican en la gran mayoría de los casos para
determinar la muerte de una persona.

1.4 Muerte cerebral.


La Muerte Encefálica es un concepto de muerte siguiendo criterios neurológicos,
Muerte Cerebral o Muerte Encefálica, se define como el cese irreversible en las

18
funciones de todas las estructuras neurológicas intracraneales, tanto de los
hemisferios cerebrales como del troncoencéfalo. Esta entidad clínica aparece
cuando por una patología intracraneal de cualquier etiología, la presión
intracraneal se eleva por encima de la tensión arterial sistólica del paciente
dando lugar a la parada circulatoria cerebral. La muerte encefálica ha sido
reconocida como la muerte del individuo por la comunidad científica, y aceptada
como tal, en la legislación de diferentes países. Es “un cerebro muerto a un
cuerpo vivo”. “condición jurídica de cadáver”. De este estado del paciente se
obtienen órganos y tejidos para trasplantes. Los pacientes no tienen ninguna
posibilidad de recuperación

Conociendo de antemano que el cerebro es el órgano integrador de todas las


funciones del organismo, y a partir de los conocimientos acumulados desde del
siglo XX, puede afirmarse que, cuando el cerebro está muerto en su totalidad,
se presenta la pérdida irreversible de la capacidad de integrar y coordinar las
funciones físicas y mentales del cuerpo, lo que caracteriza el momento de la
muerte. En estas circunstancias, los recursos tecnológicos actuales permiten
mantener funcionando temporalmente otros órganos, como se mencionó, pero
con la falta el principio integrador propio de la vida humana, y se inicia el proceso
de corrupción, que hará que en poco tiempo (7 días ) dejen de funcionar todos
los órganos, y aparezcan los signos externos de descomposición

En conclusión, la muerte cerebral, para que pueda considerarse la muerte del


individuo, exige la muerte de todo el cerebro. Una persona en coma profundo o
en estado vegetativo que, al tener un tronco encefálico funcionando, tiene
preservado el funcionamiento de los centros circulatorios y respiratorios, ha
perdido funciones importantes, pero su cuerpo humano sigue funcionando como
un organismo integrado y, por tanto, no está muerta. 16

CLASIFICACIÓN

19
Eutanasia la acción u omisión, por parte del médico u
otra persona, con la intención de provocar la
muerte del paciente terminal o altamente
dependiente, por compasión y para
eliminarle todo dolor.
SEGÚN LOS FINES QUE SE USA
Homicidio piadoso Si la muerte se usa para aliviar el dolor al
enfermo o persona con manifestación que
se entienda que su vida se hace imposible
para ellos, se llama también homicidio por
compasión
Eutanasia eugenesia, Si se produce la muerte como medio para
económica o social purificar la raza o para liberar a la sociedad
de la carga del enfermo ya que considerar
que tienen vidas sin valor
SEGÚN SU VOLUNTARIEDAD
Eutanasia voluntaria la que se lleva a cabo con consentimiento
del paciente.
Eutanasia involuntaria (también llamada cacotanasia o coactiva):
la practicada contra la voluntad del
paciente, que manifiesta su deseo de no
morir.
Eutanasia no voluntaria la que se practica no constando el
consentimiento del paciente, que no puede
manifestar ningún deseo, como sucede en
casos de niños y pacientes que no han
expresado directamente su consentimiento
informado.
SEGÚN LOS MEDIOS

Eutanasia activa la que mediante una acción positiva provoca


la muerte del paciente. Define las acciones
de un sujeto con el fin de ocasionar
deliberadamente la muerte de otro para

20
aliviar su dolor o sufrimiento. Esto consiste
de forma clara en un delito (homicidio),
debido a que la acción proviene del que
mata, a diferencia del suicidio, que proviene
del que muere.
Eutanasia pasiva El dejar morir intencionadamente al paciente
por omisión de cuidados o tratamientos que
están indicados y son proporcionados.
La expresión eutanasia pasiva, se utiliza en
ocasiones indebidamente, para referirse a
una práctica médica correcta, de omisión de
tratamientos desproporcionados o fútiles
respecto al resultado que se va a obtener.
En este caso no estaríamos ante una
eutanasia pasiva sino ante la correcta
limitación del esfuerzo terapéutico o
limitación de terapias fútiles, que es
conforme con la bioética y la deontología
médica, y respeta el derecho del paciente a
la autonomía para decidir y a la renuncia al
tratamiento.
SEGÚN LAS INTENSIONES
Eutanasia directa Que sería realizar actos que implican el
acortamiento de la vida para producir
intenciones y directamente la muerte, una
persona ejecuta directamente la muerte del
otro, se considera homicidio o asesinato y
es un tipo de eutanasia activa
Eutanasia indirecta Que consiste en la administración de
anestésicos a una persona próxima a la
muerte con el objetivo de aliviar sus
sufrimientos físicos sin intención de
provocar la muerte por sus efectos

21
secundarios, es lo que se conoce como
sedación paliativa. 2,3,6

LA EUTANASIA EN LATINOAMÉRICA Y COLOMBIA

En el contexto colombiano este tema ha sido abordado jurisprudencialmente, es


así que la Corte Constitucional mediante la sentencia C-239 de 1997 MP Carlos
Gaviria, si bien dejo el tema en manos del legislador, acordó que cuando una
persona que i) padezca de una enfermedad terminal que le produzca sufrimiento
y que iii) manifiesta su voluntad de provocar su muerte, iii) deberá practicársele
algún procedimiento médico, normalmente eutanasia, realizado por un
profesional de salud, que garantice su derecho a morir dignamente.
Posteriormente, en la sentencia T-970 de 2014, MP Luis Ernesto Vargas, la Alta
Corporación encontró que a pesar de existir un precedente constitucional, la
ausencia de regulación ha impedido que esa garantía se vea realmente
materializada.

En consecuencia, estableció las condiciones, sujetos activos, sujetos pasivos,


contenidos de las obligaciones y forma de garantizar al derecho a morir con
dignidad, en aras de asegurar la primacía de la Constitución ante la inexistencia
de la reglamentación respectiva. Para tal fin, en esta última decisión la Corte
emitió dos órdenes al Ministerio de Salud y Protección Social: (i) Impartir una
directriz para que se conformen los Comités Científicos interdisciplinarios que
cumplirán las funciones señaladas en la sentencia T-970, entre otras y, (ii)
sugerir un protocolo médico que sirva como guía para los médicos “el cual será
discutido por expertos de distintas disciplinas y que será referente para los
procedimientos tendientes a garantizar el derecho a morir con dignidad”. Así en
cumplimiento a lo dispuesto en la segunda orden contenida en la sentencia antes
descrita, el Ministerio de Salud y Protección Social definirá mediante un
protocolo, las recomendaciones clínicas a tener en cuenta en los procedimientos

22
que garanticen el derecho a morir con dignidad de los pacientes mayores de
edad en fase terminal. 2

En los países donde la muerte asistida está permitida se han incrementado


desmesuradamente los casos de suicidios por piedad y asistidos. Desde 2008
esta cifra ha crecido en un 15% para llegar al 2014 a tener 6.000 muertes
comparadas con las 1.923 registradas en 2002.La muerte asistida o eutanasia
se convirtió en unos de los principales objetivos de nuestros “honorables”
legisladores que se rasgan las vestiduras al decir que trabajan en el Congreso
Nacional. ¿Oportunismo mediático o proselitismo?

Desde hace varios años se logró la aprobación de la sentencia C239/97 donde


se empezó a poner en el lenguaje de los juristas, médicos, periodistas y
ciudadanos de a pie el concepto del mal llamado “homicidio por piedad”.
Basándose en el concepto de la autonomía se genera una confusión con la
llamada dignidad humana. Es decir, este favorece desde la misma dignidad
acabar con una vida basándose en la autonomía sin pensar en el valor inagotable
de la vida misma. Pero esto al parecer no ha sido suficiente. Ahora estamos
enfrentados a que los eminentes legisladores se dediquen a copiar lo hecho en
el viejo continente; especialmente en los Países Bajos. En un artículo titulado en
el Daily Mail, publicado recientemente y titulado "No cometa nuestro error", el
autor hace referencia al tema del suicidio asistido que, copiando de la legislación
holandesa, se ha querido replicar en otros países europeos como Bélgica y en
el Reino Unido.

Lo que mostró este “experimento” legal y académico fue llevar a un desmesurado


incremento en los suicidios por piedad y asistidos. Desde 2008 el incremento
anual ha sido del 15% para llegar al 2014 a tener 6.000 muertes comparadas
con las 1.923 registradas en 2002. Ahora la pregunta sería: ¿Que pasaría en un
país como Colombia con los pacientes victimas de cáncer, con enfermedades
del Sistema Nervioso Central o en situación de discapacidad? Desde el punto de
vista del costo económico para el sistema de salud es favorable la “muerte

23
asistida” pues se disminuyen los costos de estos tratamientos y se acorta
rápidamente la estancia y consumo del sistema por parte de estos pacientes. 18

NORMATIVIDAD EN BIOÉTICA

Declaración universal de los derechos humanos-1948


En el artículo número 1, se expone que “Todos los seres humanos nacen libres
e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia”,
con lo cual se deduce que se tiene un derecho a vivir dignamente y además a
tomar decisiones con libertad y plena conciencia. Ningún individuo tiene más
derechos que otro, y así mismo ninguna perspectiva pesará más que la del
propio sujeto, sobre todo cuando está decidiendo sobre su propio estado de
salud y bienestar.
Vemos consignado en el artículo 3 “Todo individuo tiene derecho a la vida, a la
libertad y a la seguridad de su persona”, la vida se promueve mientras se la
considera digna de ser vivida, según unos parámetros que algunos establecen.19

Declaración universal sobre bioética y derechos humanos-2005


Al igual que en la declaración universal de los derechos humanos, esta
declaración hace referencia al respeto de la dignidad humana, los derechos
humanos y las libertades fundamentales, pero se identifica un valor agregado y
es que los intereses y el bienestar de la persona deberían tener prioridad con
respecto al interés exclusivo de la ciencia o la sociedad. Dando a entender así,
que en las situaciones en las que la vida ya no se percibe como un don si no
como una pesada carga, es de suma importancia el respeto por la autonomía del
paciente, más allá de la opinión que tengan sus familiares o la sociedad en
general. Así, nos adentramos en otro artículo denominado la autonomía y
responsabilidad individual, recalcando entonces que es de vital importancia
otorgarle al paciente la facultad de adoptar decisiones, asumiendo la
responsabilidad de éstas y protegiendo así sus derechos e intereses.

24
Lo que más necesitan los pacientes cuando se enfrentan a una enfermedad
catastrófica, o terminal, no es el ofrecimiento de una nueva terapia, sino una guía
que los ayude a tomar decisiones. Las personas requieren médicos lo
suficientemente honestos y capaces de explicar las posibilidades terapéuticas e
intervenciones posibles, con los riesgos y beneficios que las acompañan, y
discutir si esas actuaciones serían beneficiosas.20

8. LA EUTANASIA EN COLOMBIA

Colombia es el único país de América Latina donde se permite la


eutanasia, a pesar de que se despenalizó en 1997 por el Tribunal
Constitucional, recién en abril de 2015 el Ministerio de Salud definió cómo
podía tener lugar. Hasta esa fecha se clasificó como “asesinato por
compasión ambigüedad, conflictos de interpretación e incertidumbres
sobre la cuestión”, de acuerdo con el artículo 326 del Código Penal, y la
falta de criterios bien establecidos para su realización, sumada a la
controvertida legislación, generaba. 7

Es muy bien vista la determinación de la Corte Constitucional al exigirle al


Ministerio de Salud y Protección Social que proponga la reglamentación
de la eutanasia en Colombia, ante el silencio de omisión y oprobio del
Congreso de la República que, después de 18 años de despenalizada la
eutanasia, de forma negligente se ha negado protocolizar la ley que la
dispone. 6

La Corte Constitucional (1997), mediante la Sentencia C-239, determinó


estar ajustado a la Constitución el artículo 326 del Código Penal, que
identifica el delito de eutanasia bajo la condición de que el paciente lo
haya expresado de manera libre, mediante consentimiento informado, En
primer lugar, hace unas precisiones terminológicas entre eutanasia activa
y pasiva; es decir, distanasia y medicina paliativa. Luego, explica el
sustento de ilegitimidad jurídica de la conducta eutanásica que, para este

25
análisis, se identifica en los principios bioéticos. Sobre la autonomía, lo
hace a partir de la concepción personalista del derecho a la vida, que parte
del derecho como tal, en cuanto para el viviente la vida es su mismo ser.
17

De esta forma autorizó la eutanasia, estableciendo unos parámetros


esenciales de regulación legal:
“Los puntos esenciales de esa regulación serán sin duda:
1. Verificación rigurosa, por personas competentes, de la situación real
del paciente, de la enfermedad que padece, de la madurez de su juicio y
de la voluntad inequívoca de morir
2. Indicación clara de las personas (sujetos calificados) que deben
intervenir en el proceso
3. Circunstancias bajo las cuales debe manifestar su consentimiento la
persona que consiente en su muerte o solicita que se ponga término a su
sufrimiento: forma como debe expresarlo, sujetos ante quienes debe
expresarlo, verificación de su sano juicio por un profesional competente,
etc
4. Medidas que deben ser usadas por el sujeto calificado para obtener el
resultado filantrópico
5. Incorporación al proceso educativo de temas como el valor de la vida
y su relación con la responsabilidad social, la libertad y la autonomía de
la persona, de tal manera que la regulación penal aparezca como la última
instancia en un proceso que puede converger en otras soluciones.21

Al revisar las tutelas en el 2014, la Corte Constitucional ratificó el derecho


de los ciudadanos, mediante la sentencia T-970 de 2014, y ante la
ineficacia del Congreso, le ordenó al Ministerio de Salud y Protección
Social que creara una ruta administrativa para efectuar la regulación, por
medio de la conformación de Comités Científicos interdisciplinarios que
cumplirán las funciones señaladas en la sentencia T-970.21
Se determinó que serán los pacientes en etapa terminal o personas que
se encuentren en estado vegetal mayores de edad quienes pueden

26
acceder a esta práctica y serán los médicos quienes establezcan esta
condición; sin embargo, para los pacientes en estado vegetativo se
deberá anticipadamente especificar su deseo de morir. 6

El Estado colombiano ha reconocido que, como sociedad laica, el respeto


a la autonomía de la persona ha de mantenerse durante la enfermedad y
la muerte. Si bien debe proteger la vida, no se puede imponer a las
personas el deber de vivir en condiciones penosas, en contra de sus
deseos y convicciones más íntimas, Recientemente el Ministerio de Salud
publicó el Protocolo para la aplicación del procedimiento de eutanasia en
Colombia. 22

Protocolo del procedimiento de la aplicación de la eutanasia en Colombia


2015:

Recomendación definición enfermo terminal susceptible a la aplicación de


eutanasia en Colombia: Enfermo terminal es aquel paciente con una
enfermedad medicamente comprobada avanzada, progresiva,
incontrolable que se caracteriza por la ausencia de posibilidades
razonables de respuesta al tratamiento, por la generación de sufrimiento
físico -psíquico a pesar de haber recibido el mejor tratamiento disponible
y cuyo pronóstico de vida es inferior a 6 meses.
Se establecen dos excepciones al criterio del pronóstico en los siguientes
casos:
1. En la insuficiencia cardiaca, se considerará como terminal, a los pacientes que
se encuentran en estadio D y en quienes ha fracasado el soporte mecánico, los
procedimientos para facilitar la retención de líquidos, las infusiones de
inotrópicos Intermitentes, el manejo de la anemia, el trasplante cardiaco u otros
procedimientos quirúrgicos experimentales.
2. En pacientes con enfermedad de la motoneurona, terminalidad se considera
en la tercera fase con parálisis total y dificultad respiratoria cuando la capacidad
vital forzada sea inferior al 60 %.

27
Recomendación sobre los criterios clínicos y pronósticos de enfermos
Terminales oncológicos y no oncológicos:
1. El médico tratante debe contar con el conocimiento necesario de la
condición de base del paciente que le permita un buen nivel de predicción
de supervivencia para definir su situación como enfermo terminal
2. El médico tratante puede establecer la predicción clínica de pacientes
con enfermedad oncológica mediante el uso de las siguientes escalas de
predicción: Índice Pronóstico Paliativo (PPI), Escala Paliativa Funcional
(Palliative Perfomance Scale –PPS), Escala del Eastern Cooperative
Oncology Group (ECOG), Escala Funcional de Karnofsky (KSP).
3. El médico tratante puede establecer la predicción clínica de los pacientes
con enfermedad no oncológica, mediante el uso de la Guía para
pronóstico de enfermedades no oncológicas de la National Hospice and
Palliative Care Organization, el Índice deBarthel o una Valoración
Multidimensional Individualizada.
Recomendaciones sobre los procesos de evaluación que garanticen que
el Paciente tiene capacidad de solicitar la aplicación de la eutanasia:
1. Requisito– Condición médica
Se determinará la naturaleza de la enfermedad del solicitante (estado terminal).
De acuerdo con la condición médica del solicitante, se establecerá en qué
momento se esperaría la muerte (pronóstico) si la decisión de eutanasia no se
llevara a cabo. Debe informarse y registrarse en la historia clínica si el paciente
fue informado de esto y si se considera que haya comprendido su situación
actual.
2. Requisito– Evaluación del sufrimiento Se establecerá la naturaleza y
describirá el sufrimiento, determinando si es “intolerable” y si hay o no
perspectiva de mejora. En esta valoración se reúne tanto la percepción del
médico tratante (con las interconsultas o entrevistas que considere) como la
expresión del solicitante, dando prelación a esta última.
3. Requisito– Inexistencia de alternativas de tratamiento o cuidado razonables.
Para la condición médica no se proyecta que el paciente tenga opciones de
mejoría y no existen alternativas de cuidado o tratamiento razonables. Debe

28
indicarse cuáles terapias médicas ha recibido, incluyendo aquellas
relacionadas con el manejo del sufrimiento, el dolor y los cuidados paliativos,
así como los cambios logrados o no con su instauración. Debe determinarse
que el paciente ha tenido acceso a un especialista en dolor y cuidado paliativo
así como cualquier otro especialista que sea determinante para el tratamiento
de su enfermedad. Debe registrarse en la historia clínica el proceso de
información sobre las alternativas para aliviar el sufrimiento y lo que piensa o
decide el paciente sobre estas alternativas.
4. Requisito – Persistencia en la solicitud explícita. El médico tratante valorará
cuándo fue la primera vez que el paciente expresó su solicitud y si ésta se
mantuvo en el tiempo (en el periodo legal mínimo de 25 días, sin perjuicio de
los demás términos reglamentarios que se dispongan en la materia) o fue
reiterada. El médico tratante establecerá si la solicitud es voluntaria, libre de
la influencia de otros y complementará la evaluación con otros medios como
conversaciones con el paciente o identificará la existencia de “voluntad
anticipada” escrita o registrada en la historia clínica.
5. Un psiquiatra o psicólogo clínico/de la salud debe establecer la capacidad
para tomar decisiones del solicitante y determinará si esa decisión fue bien
considerada. Un psiquiatra o psicólogo clínico/de la salud debe establecer la
afectación por trastornos mentales o la disminución de la capacidad para
toma de decisiones. Esta evaluación debe ser prioritaria y previa a la
presentación al comité.
6. Requisito – Segunda valoración El Comité científico interdisciplinario para el
derecho a morir con dignidad - o quien haga sus veces-, es el segundo
evaluador que debe valorar los anteriores requisitos. Este Comité debe ser
independiente del médico tratante (en especial, relación jerárquica), no debe
haber atendido previamente al solicitante, y no debe tener relación
personal/profesional con éste. En el caso de discordancia entre las dos
valoraciones, el Comité consultará con otro profesional y reevaluará el caso.
7. Requisito – Integridad de la evaluación El médico tratante y el Comité
científico interdisciplinario para el derecho a morir con dignidad - o quien haga
sus veces- deben basar su evaluación en la historia clínica, el documento
escrito de solicitud, la conversación y examen clínico presencial del

29
solicitante, y el diálogo con otros miembros del equipo tratante o de la familia,
previa autorización del solicitante. Al solicitar la evaluación al Comité, el
médico tratante debe realizar un resumen que incluya el objeto de la
interconsulta. Se verificará que el paciente, su familia o cuidadores han sido
informados de cada etapa del proceso y acompañados por piscología si es
requerido.

Recomendaciones para la aplicación de eutanasia en enfermos


terminales Que han aprobado los criterios de evaluación:
1. Debe asegurarse que los medicamentos usados garanticen que el
procedimiento de la eutanasia sea corto y certero, utilizando medicamentos de
administración simple y letal.
2. Se recomienda que en todos los casos la secuencia de medicamentos a
administrar sea: Benzodiacepina, Opioide, Barbitúrico o equivalente, Relajante
muscular
3. Se recomienda la administración sublingual de la benzodiacepina (primer
medicamento) con el fin de ofrecer una sedación adecuada para los
procedimientos subsiguientes que se inician con la canalización venosa. La
latencia puede ser hasta de media hora. De no ser posible, puede acudirse
exclusivamente a la vía intravenosa
4. Se recomienda la administración intravenosa exclusiva de los medicamentos
restantes para llevar a cabo la eutanasia, por ser la más segura y expedita, dada
la naturaleza del procedimiento a realizar.
Se recomienda que el protocolo para la vía intravenosa sea (estrictamente
en el orden anotado. La opción es Propofol o Tiopental en ningún caso se
debe aplicar ambos).
2. Recomendaciones de buena práctica del procedimiento:
a. Utilizar una vena permeable.
b. Debe confirmarse que la vena tenga flujo, el cual debe mantenerse
perfundiendo líquidos (SSN 0.9% / Lactato Ringer) almenos a 100 cc/ hora.
c. Se recomienda utilizar una aguja calibre 22G (no menor), para una correcta y
adecuada perfusión y evitar extravasacioneso infiltraciones.

30
d. Entre la aplicación de uno y otro medicamento, confirmar siempre que la vena
en uso tiene flujo adecuado.
3. No se recomienda usar ninguna otra vía de administración, dado que las otras
vías son farmacocinética y farmacodinámicamente no predecibles.
4. Se recomienda no cambiar el orden de administración de los medicamentos
ni omitir alguno de los medicamentos recomenda dos.
5. No se recomienda administrar en ningún caso Cloruro de Potasio o Insulina.

Recomendación sobre dónde y quien debe realizar el procedimiento


Se recomienda que el procedimiento sea realizado en instituciones
habilitadas de cuidados crónicos, respetando siempre la elección del
paciente si el procedimiento quiere que se realice en un ámbito
hospitalario o ambulatorio.Se recomienda que el proceso sea realizado
por un equipo multidisciplinario que incluya un médico especialista. 2

Se concluyó que existen consideraciones que han sido excluidas de la norma y


que pueden subsistir ocultas a los sentidos del ser humano, llegando a
representar significativas brechas normativas en la sociedad. La probabilidad de
que la práctica de la eutanasia se dé sin acatar los requisitos exigidos por la ley,
sería un ejemplo de los vacíos que pueden ostentar los preceptos legales.6

En conclusión el debate frente a la eutanasia y su legalización en el resto del


mundo seguirá abierto, así como las diferentes opiniones generadas en
Colombia frente a los casos que se practiquen. Así mismo, es necesario
establecer algunos parámetros que probablemente en la resolución del
Ministerio de Salud, quedaron incompletos, sugiriendo de este modo que se
continúe la discusión de expertos que asegure que las prácticas en salud
recomendadas cumplan con las características de eficacia, efectividad,
seguridad, factibilidad técnica y legitimidad, en los términos señalados por la
Corte Constitucional.21

31
9. CÓDIGO PROFESIONAL

Una de los principales puntos del panorama jurídico del siglo XXI es el desarrollo
de los derechos humanos relacionados con el ámbito de la vida, la salud y la
muerte del ser humano. De ahí la importancia del estudio de los derechos
humanos para entender y explicar de forma ética la realidad jurídica del presente.
23

El derecho a morir dignamente es un tema que toma relevancia en la sociedad


colombiana cada cierto tiempo, generalmente incitado por situaciones
nacionales o internacionales difundidas en los medios de comunicación acerca
de casos de suicidio asistido, eutanasia, excesos de tratamientos, entre otros.
La muerte digna o, más bien, la necesidad de “muerte digna” es una realidad que
se vive todos los días en la práctica clínica hospitalaria; pero poco o casi nada
se habla de ella. 24

La medicina actual tiene la capacidad de lograr una multitud de efectos, mas


ninguno es, en principio, benéfico para el paciente, a menos que este lo aprecie
como tal. Por desgracia, en ocasiones se olvida este asunto fundamental y el
clínico se centra únicamente en mantener vivo al paciente a toda costa y se
olvida muchas veces de los deseos y expectativas de este. 24

En el artículo 13 de la Ley 23 DE 1981 en la cual se dictan normas en materia


de ética médica, se menciona que el médico usará los métodos y medicamentos
a su disposición o alcance, mientras subsista la esperanza de aliviar o curar la
enfermedad. Cuando exista diagnóstico de muerte cerebral, no es su obligación
mantener el funcionamiento de otros órganos o aparatos por medios artificiales.
Podemos deducir que se debe hacer todo lo que esté a nuestro alcance mientras
se tenga la fe de poder aliviar o curar la enfermedad, pero también se tiene la
inquietud se entender si para el paciente el hecho de aliviar la enfermedad
representa una vida digna, esto hace más difícil la práctica clínica de estos días.

32
En esta misma ley dentro del juramento también se puede encontrar lo siguiente:
“Velar con sumo interés y respeto por la vida humana, desde el momento de la
concepción y, aun bajo amenaza, no emplear mis conocimientos médicos para
contravenir las leyes humanas”

El primer paso para lograr una muerte digna está en el retorno a la herramienta
más efectiva y antigua de la medicina: hablar y comunicarse con los pacientes;
hablar y oír sobre sus deseos de cómo quieren vivir su tiempo restante. Es
responsabilidad de los médicos entender sus anhelos, creencias o
preocupaciones, y explicar con claridad la situación única que están viviendo, las
opciones de manejo y tratamiento, así como hacerles conocer las consecuencias
posibles del camino que elijan. 24

Esto solo nos da a entender que la eutanasia no es cosa de médicos, los médicos
no están para matar sino para entender al paciente.

10. RELACIÓN

10.1 Bioética

Según la teoría del Kantismo, se sugiere que en algunas circunstancias el


suicidio puede concebirse como un deber moral para un agente,
independientemente de sus inclinaciones y deseos. La aplicación práctica de la
Fórmula de Humanidad al acto del suicidio aparece ilustrada en primer lugar por
tratarse de una acción que viola un deber perfecto hacia uno mismo y determina
que al cometerse suicidio por las razones que se establecen en la máxima, es
decir, escapar de una situación penosa por dolorosa y difícil de sobrellevar, la
persona se está tratando a sí misma como medio y no como fin.
El fin que tiene un ser racional para suicidarse, cuando tiene que ver con su
propia idea de bienestar, agrado y placer, define el fin que es deber de no tratarse
a sí mismo como cosa o instrumento porque su propia persona, su identidad
como agente práctico, está siendo considerado un objeto con valor relativo. 25

33
En Colombia, y con base en la Constitución Política de 1991, la Corte
Constitucional, en cumplimiento de la sentencia C239 de 1997, despenalizó la
eutanasia y abrió la puerta para que las personas que sufren frente a una
enfermedad incurable y en fase terminal puedan pedir poner fin a su vida.
Plantea que con respecto a los enfermos terminales que experimentan intensos
sufrimientos, el deber estatal de proteger la vida cede frente al consentimiento
informado del paciente, que desea morir en forma digna y en este caso el
derecho fundamental a vivir en forma digna implica entonces el derecho a morir
dignamente, pues condenar a una persona a prolongar por cuando no lo desea
y padece intensas aflicciones, equivale no solo a un trato cruel e inhumano, sino
a una anulación de su dignidad y de su autonomía como sujeto moral.

Según la Ética Kantiana el termino autonomía, tiene un sentido formal, lo que


significa que las normas morales están impuestas a los seres humanos por su
propia razón y no por ninguna influencia externa a él. Tiene un sentido más
concreto y se identifica con la capacidad de tomar decisiones y de gestionar el
propio cuerpo y por lo tanto la vida y la muerte de los seres humanos. Este
concepto se nutre de diversas disciplinas que se interesan por el respeto del ser
humano, de sus derechos y de su dignidad. La autonomía es una expresión de
la dignidad de la persona humana, de todos los seres humanos.

La autonomía del paciente tiene límites, y éstos han de precisarse en la


legislación, pues el paciente tiene a su vez deberes éticos para con su propia
vida y salud, pero es su libertad la que lleva a poder mostrar anticipadamente
sus decisiones en salud. Pero no veamos este tema únicamente como una
expresión de autonomía del paciente, también lo es de beneficencia del médico,
que quiere saber lo más conveniente para el paciente, según los propios valores
de éste. No deseamos una Medicina paternalista, pero tampoco una relación
médico-paciente de confrontación dentro de una Medicina defensiva. Entre
ambos extremos, cada país debe encontrar su justo medio de modelo de
asistencia en salud.26

34
10.2 Ética

Por ética se entiende aquel mínimo consenso aceptado por todos y que, a
modo de cobijo, es la referencia última de nuestras acciones. La libertad, la
dignidad y el no hacer sufrir pertenecen a este rango ético dentro del cual se
inscriben después los distintos códigos morales o diversas concepciones de
lo bueno. Todavía más, y esto es decisivo para lo que enseguida digamos,
así como los poderes públicos han de preservar y promover tales valores
éticos, existe, al mismo tiempo, una esfera privada en la que nadie ha de
imponerse, ni por la fuerza ni con sutil paternalismo, lo que nos lleva
directamente a la confrontación de la moral con la eutanasia. Porque si
viéramos que la eutanasia no logra superar las exigencias de la moralidad,
estaríamos, cómo no, en su contra. 36,37

Precisamente las dos columnas en las que se apoya la defensa de la


eutanasia son la libertad y el no sufrir. Comencemos por la libertad, Kant
escribió que la libertad es la condición de la moralidad. "Libertad" significa
que soy el dueño de mis actos y que, en consecuencia, deben respetarse mis
decisiones. Es ahí en donde se inscribe mi libertad para poner fin a mi vida,
si lo considero conveniente. Nadie me pidió permiso para venir a este mundo
y a nadie tengo que pedírselo para salir de él. En este punto no estará de
más insistir en que quien se niegue a legalizar la eutanasia carga con el peso
de la prueba. Porque, ¿con qué derecho no se nos permite morir con libertad?
Y nada menos. Eso es reivindicar el morir libremente.

El sufrimiento es el punto central en lo que se refiere a la eutanasia. Uno de


los fines de la medicina, si no el fin principal, consiste en evitar el sufrimiento.
Y uno de los fines de la ética, si no el principal, consiste también en evitar el
sufrimiento. Es verdad que el dolor es un semáforo que ha puesto la
evolución para que no perezcamos. Si, por ejemplo, no me doliera la mano
cuando la aproximo al fuego, me quemaría. Pero no hablamos de ese dolor
regulador de la supervivencia. Hablamos del dolor de la enfermedad, de la
vejez, de lo que castiga nuestros cuerpos por causa de algún accidente

35
genético o externo, y que minimiza nuestra existencia. En estos casos toda
lucha contra el dolor es poca. Y ahí se instala la eutanasia. Porque lo que
importa no es la vida sino la calidad de la vida.

Seguramente a este punto ya se ha dilucidado en un tono claramente


favorable a la despenalización de la eutanasia. Sin duda, las cuestiones que
tocan la vida y la muerte son delicadas, por lo que hay que ser sumamente
respetuoso con las distintas ideologías y con los argumentos que las
sustentan. Observaba el filósofo Nozick que hemos dado a la noción de
argumento un significado excesivamente cerrado. Los argumentos, por el
contrario, deberían servir para darle al contrincante la oportunidad de echar
por tierra nuestras razones y cambiar de opinión si vemos que lo que
afirmamos se asienta en un terreno resbaladizo. 27

10.3 Médica

La persona que está en el centro del huracán en el caso de la discusión sobre la


aceptación de la eutanasia, es el médico, ya que en sus manos está la decisión
final sobre hacerla efectiva o rechazar llevar a cabo el procedimiento. Pero
viendo el trasfondo de esta situación, el médico está obligado en todo momento
a interpretar la voluntad real del paciente quien merece respeto en toda su
extensión. Hay situaciones en las que el paciente coloca en acta escrita su
negativa hacia el procedimiento a realizar y en ese momento es donde comienza
a dificultarse la decisión del que hacer del médico sin embargo, la buena praxis
le indique que debe hacer con respecto al caso sin embargo hay temor a la
opinión o reacción de la familia ya que existe un documento por escrito de
realizar lo contrario a lo que se debería realizar normalmente en su praxis y que
dicho documento es firmado por el paciente.

Es allí donde el medico entra en un dilema, ya que por un lado está la voluntad
del paciente que no siempre es la misma que la de su familia lo que puede llevar
a una disertación entre la familia y el médico, por otro lado el propio

36
cuestionamiento del médico ya que su labor siempre ha sido preservar la vida
de los demás, pero también respetar la autonomía de sus pacientes y por otro
lado respetar la legislación y el código de ética que él se comprometió a cumplir
a cabalidad desde el momento en que decidió hacer parte del cuerpo médico de
la sociedad. Por eso, cuando falta el requisito previo de una relación arraigada,
las voluntades anticipadas, que teóricamente están llamadas a que la gestión de
la muerte no recaiga exclusivamente sobre el médico, generan nuevos
problemas éticos al profesional. 42,45,46

Trayendo a colación, una de las especialidades médicas que más complejidad


tiene en el caso de aceptar o no la voluntad de una persona con querer terminar
con si vida es en la psiquiatría, la rama de la medicina especializada en el
cuidado y la protección de aquellos que padecen a causa de enfermedades o
minusvalías mentales. Como profesionales de la medicina, los psiquiatras deben
ser conscientes de las implicaciones éticas que se derivan del ejercicio de su
profesión y de las exigencias éticas específicas de la especialidad de psiquiatría.
Como miembros de la sociedad, deben luchar por un tratamiento justo y
equitativo de los enfermos mentales, en aras de una justicia social igual para
todos. El comportamiento ético se basa en el sentido de la responsabilidad
individual de cada psiquiatra hacia cada paciente y en la capacidad de ambos
para determinar cuál es la conducta correcta y más apropiada. Las normas
externas y las directrices, tales como los códigos de conducta profesional, las
aportaciones de la ética y de las normas legales, no garantizan por sí solas la
práctica ética de la medicina.28

Pues está en sus manos definir si los deseos de esta persona por terminar su
vida son en completo conocimiento y convicción por sus facultades mentales o
son respuesta a un trastorno en su psique, convirtiendo en una difícil tarea la de
conversar con un paciente que hace esta petición, teniendo en cuenta que tiene
diversos factores que podrían modificar su acción.

10.4 Religiosa

37
Este es un tema muy debatido en el campo jurídico, moral, ético, filosófico,
biológico y religioso. Hay aceptación y rechazo al mismo tiempo. Algunos
consideran que no se debe ser cruel, cuando una persona se encuentra en
situación terminal, debe aceptarse la eutanasia; Los que la rechazan,
argumentan “la santidad” de la vida humana.

La persona que se encuentra en situación terminal, no es un ser aislado, forma


parte de la convivencia social: su entorno familiar, laboral, geográfico etc.,
constituye ese mundo que es una parte de un todo social globalizado. Desde la
vista religiosa también los ateos pueden sentir que la eutanasia es problemática
porque la vida humana tiene un valor intrínseco. Objetivamente podemos
distinguir dos hechos; por un lado, muchos están a favor de la eutanasia y, por
otro, que la santidad de la vida tiene una dimensión secular, la vida humana es
sagrado, suministran bases para promover el argumento crucial en contra de
ella.

Partamos del hecho de que la vida humana es sagrada, este suministra


probablemente, la base emocional más poderosa para resistirse a la eutanasia
en los contextos y en las formas diferentes que se discuten. Existen peligros
tanto en legalizar como en rechazar la legalización. la realidad social se presenta
como una alternativa para aceptar la eutanasia. A pesar de los adelantos de la
ciencia moderna y las crisis que a menudo afectan a las poblaciones más
vulnerables, aún a las que tienen cierto poder económico, configuran sus deseos
de aceptarlo.

Esto se refleja también en el concepto de calidad de vida, además que la


eutanasia compromete la vida común; los religiosos que no la aceptan,
argumentan, que podrían ser utilizados por familiares sin escrúpulos urgidos por
la codicia de la herencia o bien por quien espera ansiosamente unos órganos
para el trasplante. Muchos especialistas en la materia sostienen, que no siempre
la aplicación masiva de la tecnología es beneficiosa en el ser humano, cuando
hablan de encarnizamiento terapéutico, a causa del cual la persona humana
prácticamente se convierte en un objeto de la tecnología médica y donde

38
solamente interesa, tal vez, el desarrollo científico y tecnológico relacionado con
la experiencia de nuevas técnicas, sin preocuparse por el bien de la persona
enferma, sin entender que la persona es un templo de santidad, resulta
éticamente inaceptable.

La lucha para permanecer con vida, sin importar cuán desesperada o cuán
escasa sea esa vida, aporta una virtud central a nuestras vidas, la virtud del
desafío en el enfrentamiento con la muerte es inevitable, nadie quisiera finalizar
su vida al margen del propio carácter de esa vida; en qué medida la eutanasia,
en sus variadas formas, puede ser inmoral, aunque satisfaga los mejores
intereses del paciente y que la elección de una muerte prematura es, por
consiguiente, el insulto más grande posible al valor sagrado de la vida. Por
consiguiente, si la inversión natural, entendida de esta manera, domina la
santidad de la vida, entonces, la eutanasia siempre atenta contra ese valor. 29

PROBLEMAS PRINCIPALES

10.5 Eutanasia vs. Pena de muerte

El problema límite de la eutanasia, por ejemplo, en el campo de la ética, toma,


en el campo de la moral o del derecho, la forma del problema de la “pena de
muerte”. Es un error casi infantil proceder como si un principio ético pudiese ser
aplicado con abstracción absoluta de todos los demás principios o normas
morales con los cuales ha de estar necesariamente vinculado en symploké. Así,
la misma tradición cristiana limitaba el quinto mandamiento en los casos de
“legítima defensa”. Es cierto que, en el caso de un criminal, que supondremos
encerrado entre rejas, e incapacitado para atacarme de nuevo, no cabría
justificar la aplicación de la “pena de muerte” en nombre del principio de la
legítima defensa. Pero, ¿no cabría invocar algún otro principio ético? Sin duda:
podríamos invocar el principio de la generosidad. A este efecto hay que
comenzar, en efecto, por denunciar el carácter confuso y oscuro del concepto
mismo de “pena de muerte”.

39
Si este concepto conserva algún significado es en el supuesto de que se acepte
la supervivencia del alma del ajusticiado, puesto que entonces podría afirmarse
que el sujeto (el alma del “compuesto hilemórfico”) sufre la pena de perder el
cuerpo (una suerte de “pena de mutilación”, pero no de muerte total). La pena de
muerte será pena, a lo sumo, para los familiares o amigos del difunto.
Descartada, por motivos éticos, la idea de la pena como venganza; descartada
la justificación de la pena en función de la intimidación de otros posibles
delincuentes (puesto que ello no está probado), a fin de defender a la sociedad
de un peligro cierto, habrá que tener en cuenta, sobre todo, el principio de la
subordinación de la pena a la rehabilitación del delincuente, a fin de reinsertar a
éste en la sociedad, y en el intervalo de tiempo más breve posible.

No le aplicaremos la eutanasia, por tanto, por motivos de ejemplaridad (“para


que el crimen no se repita”), sino por motivos de su propia personalidad
responsable, una e irrepetible. En el supuesto alternativo de que el criminal
fuese resistente a todo género de recuperación de la conciencia de su culpa,
habría que sacar las consecuencias, destituyéndole de su condición de persona.
Las consecuencias de esta situación cualquiera puede extraerlas con el simple
recurso de las reglas de la lógica. 30,38

10.6 Estado de inconciencia

Cuando el paciente esté incapacitado o no pueda ejercer un juicio adecuado a


causa de un trastorno mental, el psiquiatra deberá consultar con su familia y, si
fuera necesario, buscar consejo jurídico, con el objeto de salvaguardar la
dignidad humana y los derechos legales del paciente. No se debe llevar a cabo
ningún tratamiento en contra de la voluntad del paciente, salvo que el no hacerlo
ponga en peligro la vida del paciente o de aquéllos que lo rodean. El tratamiento
debe guiarse siempre por el mejor interés del paciente.

40
10.7 Eutanasia en neonatos

De acuerdo con las condiciones legalmente establecidas en Holanda y Bélgica,


la eutanasia queda excluida para quienes no tengan la capacidad de expresar
su voluntad. El problema es que existen individuos que padecen sufrimientos
insoportables que no pueden solicitar una eutanasia. Es lo que sucede a los
neonatos y bebés con enfermedades o deformaciones muy graves, para los
cuales no existen tratamientos, ni de curación ni de alivio a su dolor, y cuyas
limitaciones afectarán considerablemente la calidad de su vida. En muchos
casos, ante estas perspectivas, padres y médicos coinciden en que lo mejor que
les puede pasar a esos niños es morir, pero los médicos se sienten muy limitados
para acelerar su muerte porque actuarían fuera de la ley. Por esta razón, en los
últimos años, en Holanda ha tenido lugar un intenso debate que busca ampliar
las condiciones para permitir la eutanasia y así regular la terminación activa de
la vida en neonatos y bebés.44

Es evidente que son situaciones extremas de sufrimiento las que llevan a los
padres y médicos a considerar que lo mejor para un bebé es su muerte. Sucede
con niños que nacen con la forma más grave mielomeningocele, con bebés que
nacen muy prematuramente o con discapacidades congénitas muy graves, que
causan importantes deficiencias respiratorias, renales y neurológicas, y con
bebés que padecen enfermedades de la piel que causan terribles dolores.

La eutanasia neonatal permanece impracticable debido a la incertidumbre de los


pronósticos individuales; el protocolo de Groningen, lejos de facilitarla, limita
claramente los casos de aplicación; su uso puede convertirse en una guía de
soporte y apoyo para padres y staff en el acompañamiento a los padres de niños
aún sin malformaciones que requieren internaciones prolongadas seguidas de
muerte inevitable.31,41

presentaban tres grupos de pacientes en los que se podrían plantear decisiones


de finalización de la vida:

1) neonatos sin posibilidad de supervivencia. Son pacientes que van a morir


pronto tras el nacimiento, a pesar de una atención óptima. En ellos, decidir no

41
iniciar o no continuar tratamientos que prolonguen la vida es una buena práctica
médica.

2) neonatos que pueden sobrevivir a un tratamiento intensivo, pero cuyas


expectativas de vida son sombrías. Renunciar o no iniciar el tratamiento en este
grupo sería, entonces, aceptable si tanto el equipo médico como los padres están
convencidos de que el tratamiento no es para el mejor interés del niño porque la
perspectiva de recuperación es extremadamente baja.

3) neonatos que no dependen de un tratamiento médico intensivo, con


estabilidad clínica, pero con un pronóstico de calidad de vida muy pobre asociado
a un sufrimiento continuo y sin esperanza de mejoría. Es en estos pacientes en
los que los padres y los médicos están de acuerdo en que la muerte podría ser
más humana que continuar la vida.31

Claro que este es el punto desde la óptica de la sociedad holandesa, pero parece
inaplicable en nuestro medio ya que genera un dilema ético basado en la
definición de qué se considera “sufrimiento insoportable” en un neonato.
Además, la configuración de las familias americanas es diferente, donde en
muchos casos es inimaginable el hecho de terminar con la vida de un recién
nacido, pero allí es donde viene una serie de interrogantes, como si es en estos
casos en realidad el neonato puede tener una muerte digna, o si son necesarias
las innumerables intervenciones que en tales casos pueden ser poco fructíferas.

10.8 Manifestación anticipada de voluntad

Las voluntades anticipadas, instrucciones previas o el también llamado


“testamento vital” se han incorporado a imitación de Estados Unidos en algunas
legislaciones europeas, y también ahora se plantea su inclusión en el Proyecto
de Ley de los derechos y deberes de las personas en la atención de salud, en
Chile; en algunos proyectos de Ley en Colombia, Argentina y México, y existen
publicaciones y propuestas de documentos de voluntades anticipadas, en el
ámbito de la Bioética, en algunos países de Latinoamérica.

42
Su utilización en el ámbito de la relación clínica entre el paciente y el equipo de
salud se ha extendido en Estados Unidos especialmente, algo menos en Europa,
y muy poco aún en Latinoamérica. No es algo habitual en nuestros hospitales,
sino más bien muy excepcional, encontrar un paciente con un documento de
voluntades anticipadas. Sí es habitual, sobre todo en el caso de enfermos
crónicos y oncológicos, que exista un largo proceso de relación médico-paciente
donde el médico proporciona información clínica relevante y el paciente expresa
también sus deseos, temores o sugerencias para cuando la situación pueda ser
más crítica en el futuro.

También es importante distinguir la figura de las voluntades anticipadas de otras


que están asimismo presentes en la relación clínica con enfermos terminales: el
rechazo de un tratamiento específico por parte del paciente, aún en situaciones
en que puede producirse un riesgo vital, o en que el procedimiento tenga buenas
perspectivas terapéuticas; la limitación de tratamiento, o la orden de no reanimar,
por ejemplo, por parte del equipo médico, con o sin consentimiento del paciente
o los familiares; la declaración del paciente como fuera del abordaje terapéutico
y la situación de “tratamiento conservador” o su pase a unidades de “cuidados
paliativos”; y finalmente, la petición expresa de eutanasia o de ayuda al suicidio
por parte del paciente al equipo médico. La confusión entre estas situaciones
clínicas –o su posible confusión en el ámbito clínico- lleva a algunos al rechazo
sin más de las voluntades anticipadas, o impulsa a otros a defenderlas como
“paso previo” a una posible legalización de la eutanasia. Ambas posiciones están
erradas, y hay que entender la declaración anticipada de voluntades como un
paso más en la profundización del proceso de consentimiento informado del
paciente.
En el ámbito de la ética clínica existen una gran variedad de concepciones y
valoraciones acerca del principio de autonomía y su aplicación en la atención de
salud. Nos encontramos con la afirmación de una autonomía radical en bastantes
autores, especialmente en el ámbito anglosajón, como una posesión del
individuo que decide con independencia absoluta sobre sí mismo, conforme a lo
escrito por Stuart Mill: “Para aquello que no le atañe más que a él, su

43
independencia es, de hecho, absoluta. Sobre sí mismo, sobre su cuerpo y su
espíritu, el individuo es soberano”.

También, en el ámbito latinoamericano, la familia cumple un papel importante en


las decisiones clínicas y en el consentimiento informado, frente al individualismo
más extremo. Y asimismo, frente a esa independencia del paciente que decide,
muchas veces vemos situaciones de desigualdad de recursos, injusticias en el
acceso igualitario a los cuidados de salud, grandes diferencias entre la medicina
pública y la privada, y fuertes desigualdades entre pacientes muy bien
informados y pacientes con una muy baja educación sanitaria. 32

DIFERENCIACIÓN DE OTRAS FIGURAS SIMILARES

14.1 Sedación terminal

Uno de los puntos cruciales en el debate ético sobre la sedación es que algunos
han equiparado la sedación a la eutanasia, lo cual ha generado una gran
controversia.
La distinción entre sedación y eutanasia recae esencialmente en los puntos
siguientes:

a. Intencionalidad: En la sedación, el médico prescribe fármacos sedantes con


la intención de aliviar el sufrimiento del paciente frente a síntomas
determinados. En la eutanasia el objetivo es provocar la muerte del paciente
para liberarle de sus sufrimientos.
La sedación altera la conciencia del paciente con lo que se busca un estado de
indiferencia frente al sufrimiento o amenaza que supone el síntoma. Cuando la
sedación es profunda la vida consciente se pierde. La eutanasia elimina la vida
física.

b. Proceso: Este es un aspecto esencial, ya que permite diferenciar claramente


entre eutanasia y sedación. Ambos procesos requieren el consentimiento del
paciente.

44
En la sedación debe existir una indicación clara y constatada, los fármacos
utilizados y las dosis se ajustan a la respuesta del paciente frente al sufrimiento
que genera el síntoma, lo cual implica la evaluación de dicho proceso, tanto
desde el punto de vista de la indicación como del tratamiento. Este proceso debe
quedar registrado en la historia clínica del paciente. En la eutanasia se precisa
de fármacos a dosis y/o combinaciones letales, que garanticen una muerte
rápida.

C. Resultado: En la sedación, el parámetro de éxito es el alivio del sufrimiento,


lo cual debe y puede contrastarse mediante un sistema evaluativo. En la
eutanasia, el parámetro de éxito es la muerte. Se ha objetado que la
supervivencia es muy breve desde la indicación de una sedación terminal. Los
trabajos disponibles muestran que no existen diferencias significativas en la
supervivencia de los pacientes que precisaron ser sedados y de los que no
requirieron sedación. La sedación terminal sugiere más un indicador de una
muerte inminente, que la causa de una muerte prematura.

14.2 Eutanasia y distanasia

Se define como la “acción, intervención o procedimiento médico que no


corresponde al objetivo de beneficiar a la persona cuando está en fase terminal,
y que prolonga, en forma inútil y con sufrimiento, el proceso de morir,
promoviendo la postergación de la muerte” Consiste en retrasar la muerte todo
lo posible, por todos los medios disponibles, aunque no haya esperanza alguna
de curación, y eso signifique infligir al moribundo unos sufrimientos añadidos a
los que ya padece, y que, obviamente, no lograran esquivar la muerte inevitable,
sino solo aplazarla unas horas o unos días en unas condiciones lamentables
para el enfermo. Establece una relación de causalidad entre el médico como
agente de una acción y un paciente quien sufre sus efectos, los cuales pueden
ser calificados como inútiles o perjudiciales.

Para configurar la distanasia, además de los factores descritos se requiere que


haya una pérdida de la calidad de las interacciones entre los elementos que

45
conforman la actividad clínica y que se haya perdido el propósito de la misma
actividad de curación. En esto hay similitudes con el desacoplamiento de los
sistemas, que a nivel biológico, anteceden a la muerte. En esos términos se dará
explicación a la distanasia. El argumento de la obligación de salvar vidas y
prolongar la vida a toda costa es equivocado y arcaico. Ese ejercicio le hizo daño
a muchos pacientes impidiéndoles experimentar la muerte en circunstancias
afines con su historia vital, con su biografía. En esencia se induce
sistemáticamente una forma de aniquilamiento de la persona en aras de
preservar sus sistemas biológicos. Esto constituye una radical desarticulación
del ser humano.

La distanasia se configura cuando además de los factores predisponentes, la


actividad se basa en una dinámica que inicialmente desconecta y elimina la
persona por privilegiar lo orgánico. Las emergencias que se suceden en torno a
la persona son eliminadas también. La distanasia elimina inoportunamente en el
individuo lo familiar, lo cultural y lo social, constituye una dinámica aislada del
contexto de lo humano. Fomenta una forma de muerte social, cultural y familiar
previa a la muerte biológica.7

14.3 Eutanasia eugenésica

El movimiento eugenésico intentó mejorar las condiciones genéticas humanas


mediante la selección de las características hereditarias, y llevó a la
implementación de medidas de control de la reproducción por parte de algunos
estados durante la primera mitad del siglo XX. Por otro lado, «Vida indigna de
ser vivida» es la idea que suele ser puesta en relación directa con la eutanasia
tal y como se practicó en la Alemania nacionalsocialista, de modo que ha sido
estudiada ampliamente en el contexto de los asesinatos masivos de
discapacitados perpetrados durante el Tercer Reich.

46
Por esta razón, eugenesia y eutanasia parecen estar completamente desligadas:
una de ellas se ocupa de los inicios de la vida, mientras que la otra se encarga
de su final.7

Eutanasia económica

Actualmente, con los nuevos hábitos y el aumento de la expectativa de vida a


nivel mundial, los casos de enfermedades crónicas se han elevado de forma
monstruosa y por lo tanto, los tratamientos vitales, procedimientos y
medicamentos han sido popularizados pero a la vez son muy costosos. Para el
actual sistema de salud del país, con las figuras de EPS y medicina prepagada,
ha hecho más pesada la carga para los que pagan y no utilizan los servicios y
más difícil para los que necesitan los tratamientos, medicinas, cuidados y el poco
dinero que aportan al sistema.

El dinero que se gasta en el mantenimiento de un paciente terminal se puede


estar utilizando en cosas más importantes, por ejemplo para educación, entre
otros. Muchos expertos, culpan al sistema debido a la imitación que se hace de
otros países y la implementación sin estudios previos de factibilidad, mostrando
la inconformidad no sólo de los pacientes, sino de los profesionales de la salud
y de los cotizantes. Por estas razones, para el sistema de salud, la
implementación de la eutanasia sería viable desde la perspectiva económica, ya
que no tendría que invertir en los costosos tratamientos médicos paliativos en
casos de enfermedades terminales sino que se podrían destinar en promoción y
prevención que es lo que reestructura la salud actual, pero no es tan sencillo
como parece, ya que el tema de la eutanasia está envuelta en dilemas éticos,
bioéticos, religiosos y legales que la convierten en un tema controversial.

Desde antes de nacer todas las actuaciones de una persona están regladas por
el Derecho, y esta la de la eutanasia es también una discusión jurídica y política,
en la que tiene su asidero también el aspecto económico de las arcas del Estado
y de cuánto le cuesta al Estado brindar tratamiento paliativo o eutanásico a un
individuo promedio.

47
La eutanasia, no supone un tratamiento médico complejo. En términos médicos
la intervención eutanásica apenas tiene que ver con la compleja técnica médica
moderna. Esa sencillez técnica contrasta con la complejidad de la calificación
médica y jurídica del tratamiento eutanásico. En términos médicos la diferencia
entre una o dos inyecciones de morfina es una pequeñez, para lo que sería la
consecuencia, entre la vida o la muerte de un individuo (Broekman, 1998). 34

14.4 Eutanasia y suicidio asistido

La muerte asistida está permitida en cuatro países de Europa Occidental: Países


Bajos, Bélgica, Luxemburgo y Suiza; en dos países de América del Norte:
Canadá y Estados Unidos, en los estados de Oregon, Washington, Montana y
Vermont; y en América del Sur, en Colombia. Las leyes y los criterios adoptados
para la realización de esta práctica difieren en cada país. Explicar cómo se
produce la muerte asistida en estos sitios y comparar su legislación con la de
otros países similares en aspectos socio-económicos y culturales, permite
comprender mejor el tema y es la base para futuros debates.

Colombia es el único país de América Latina donde se permite la eutanasia. A


pesar de que se despenalizó en 1997 por el Tribunal Constitucional, recién en
abril de 2015 el Ministerio de Salud definió cómo podía tener lugar. Hasta esa
fecha se clasificó como “asesinato por compasión”, de acuerdo con el artículo
326 del Código Penal, y la falta de criterios bien establecidos para su realización,
sumada a la controvertida legislación, generaba ambigüedad, conflictos de
interpretación e incertidumbres sobre la cuestión. Actualmente, la práctica está
regulada por la Resolución 12.116/2015 del Ministerio de Salud y Protección
Social, que establece los criterios y procedimientos para garantizar el derecho a
la muerte digna. Las drogas por vía intravenosa pueden ser administradas por
los médicos, los hospitales, para pacientes adultos con enfermedades terminales
que provocan dolor intenso y sufrimiento significativo que no pueden aliviarse. El
paciente debe, conscientemente, solicitar la asistencia de la muerte, que deberá

48
ser autorizada y supervisada por un médico especialista, un abogado y un
psiquiatra o psicólogo. Por otra parte, la legislación vigente no prohíbe la
asistencia a pacientes extranjeros.42

La cuestión de la muerte asistida es amplia y multifacética; por lo tanto, el análisis


de los datos de los países presentados debe considerar el contexto en el que
están insertos, valorando aspectos históricos, religiosos, socioeconómicos y
culturales propios. Por otra parte, la discusión aumenta la conciencia acerca de
la finitud humana, abriendo espacio para el desarrollo oportuno y favorable de
servicios de cuidados paliativos, y estimulando la reflexión de importantes
cuestiones bioéticas, tales como el derecho a la muerte y a la autonomía del
paciente; el carácter sagrado de la vida; la relación médico-paciente; los
principios de la beneficencia y de la no maleficencia; y las cuestiones relativas a
la regulación de la práctica propiamente dicha.35,36,38

MAR ADENTRO (PELÍCULA)

Ficha técnica
Título: Mar adentro
Título original: Mar adentro
Dirección: Alejandro Amenábar
País: España
Año: 2004
Duración: 125 min.
Género: Drama, Biográfico
Calificación: No recomendada para menores de 13 años
Reparto: Javier Bardem, Belén Rueda, Lola Dueñas, Joan Dalmau, Josep
Maria Pou, Mabel Rivera, Celso Bugallo, Clara Segura, Alberto Jiménez,
Tamar Novas, Alberto Amarilla
Distribuidora: Warner Sogefilms S.A.
Productora: Himenóptero, Sociedad General de Cine S.A.

49
En esta película, el personaje principal es ramón un persona que queda
tetrapléjica después de un infortunado accidente en la playa, lo cual lo condiciona
a estar postrado en la cama por 28 años y a vivir con su padre, hermano y cuñada
en el campo. Durante este tiempo el constantemente manifiesta su deseo de
morir y afirma que “vivir es un derecho no una obligación”, pero por su condición
requiere de ayuda para hacerlo, dicha ayuda la consigue de Julia una joven
licenciada que sufre una enfermedad degenerativa.

El aboga por su derecho a morir dignamente y llega hasta los estrados judiciales
donde finalmente, no consigue que le otorguen la autorización, su mayor temor
radicaba en las consecuencias legales posteriores al suceso que recaerían
sobre las personas que lo ayudarían a morir.

Recibe la visita de un sacerdote al cual le expresa lo siguiente” la vida sin libertad,


no es vida”. Luego este se marcha un poco enojado. Ramón conoce a una joven
con dos hijos llamada rosa, la cual se enamora de él y finalmente lo ayuda a
morir, el graba un video donde explica que en un vaso con agua hay además
cianuro, luego procede a beberlo y finalmente muere.

Ramón es un paciente crónico con sus funciones motoras alteradas, secuelas


sin compromiso intelectual. Él es competente para la toma de decisiones:
comprende la situación a la que se enfrenta, los valores que están en juego (vida,
libertad) y los cursos de acción posibles con las consecuencias previsibles, su
petición es coherente con su escala de valores. Es un agente moral autónomo
que puede decidir por sí mismo.

El acto es éticamente justificable. La propia persona debe decidir sobre la vida y


la muerte, ya que el ser humano es un fin en sí mismo, con un valor intrínseco,
en virtud de su naturaleza racional, agente autónomo, inteligente y libre capaz
de tomar sus propias decisiones, derivadas de sus valores y creencias y basadas
en un entendimiento adecuado, sin coerción y con intencionalidad.

Por otra parte, el alivio del sufrimiento, responde a uno de los fines de la
medicina. Sufrir se refiere a un estado de opresión psicológica y no sólo al dolor
físico, en el que el tratamiento integral debería ser la contención, pero al final de

50
la vida, se deben respetar la dignidad humana y las elecciones individuales,
reconociendo la interacción entre el bien individual y el bien común.

CASO PRÁCTICO SEGÚN ANÁLISIS DE LAS 4 POSTURAS

CASO CLÍNICO: “DOCTOR, AYÚDEME A MORIR”. TOMADO DEL PERIÓDICO


EL TIEMPO47

Por: CARLOS F. FERNÁNDEZ Asesor médico de EL TIEMPO | 11:41 p.m. |


25 de abril de 2015 Médico Gustavo Quintana, experto en eutanasia, habla
con paciente que pide procedimiento.

“Doctor, yo le ruego que me ayude a terminar con esta agonía. El dolor que no
se va y las llagas, que no sanan y crecen, me están matando poco a poco”, le

51
dice Andrés, de 49 años, al médico que ha citado en su casa para pedirle que le
aplique la eutanasia. Son las dos de la tarde y Andrés viste un jean y una
camiseta de marca que deja ver la delgadez extrema de sus brazos; está
perfectamente afeitado y tiene un corte de pelo casi a ras. Su palidez es
moderada, y a no ser porque camina lentamente con las piernas separadas, y
porque dice que tiene una enfermedad en fase terminal, nada lo delataría como
un moribundo. (Lea: Procurador no logró frenar el protocolo para la eutanasia).

Hace 12 años se enteró de que portaba el virus de inmunodeficiencia humana


(VIH), que causa el sida. Y no se enteró porque hubiera decidido someterse
entonces a una prueba específica para detectarlo. Había consultado para
encontrarle explicación a un dolor de cabeza intenso y la pérdida del movimiento
de su pierna izquierda, que lo aquejaban.
Los médicos le diagnosticaron toxoplasmosis cerebral, una infección propia de
las personas cuyo sistema de defensas está debilitado. "Estuve hospitalizado
tres semanas –cuenta Andrés-, y con las terapias recuperé el movimiento. Inicié
el tratamiento con los antirretrovirales y a pesar de los altibajos, todo fue tolerable
hasta el año pasado", dice, mientras le extiende al médico un papel que saca de
una carpeta.
Es el resumen de una historia clínica de octubre pasado, que contiene, además
de un diagnóstico de cáncer de colon y recto, la solicitud de autorización para
una cirugía abdominoperineal. “Me la describieron como una mutilación grande,
que no me iba a curar. Por eso la rechacé desde el primer momento. Hoy
tampoco me serviría, porque el cáncer se me pasó para el hígado", dice con voz
temblorosa.
Afirma que a finales de febrero unas llagas en la boca y el esófago, producidas
por el herpes, le impidieron comer, y que el dolor era tan intenso a pesar de la
morfina y los parches que le ponían, que por primera vez pensó en suicidarse.

Como si hablara solo y mirando al techo casi susurra: "Nadie se imagina lo que
es sentir un dolor tan intenso que me hace gritar 24 horas al día sin un instante
de alivio. Le pido a Dios que me deje dormido para siempre, en los pocos ratos

52
que puedo hacerlo". Mueve las manos con rapidez y alcanza de la mesa un tarro
de polvo concentrado de proteínas y vitaminas para señalar que, disuelto en
agua, es su única comida desde hace dos meses, porque tragar algo sólido es
una tortura, lo mismo que enfrentarse al sufrimiento que le producen el dolor en
el abdomen, el estreñimiento y las deposiciones con sangre cada vez que entra
al baño.

“El cáncer y el sida son una lotería que me gané y que no tiene reversa". Dice
que eso lo entendió poco a poco y que logró pensionarse por los días en que
solo padecía el sida. Eso lo tranquilizó un poco. "No dependo de nadie, mis
papás son campesinos y viven en Boyacá; tengo dos hermanas, la mayor me
ayuda, pero se le nota que sufre mucho al verme".
Su núcleo social lo completan un amigo que está permanentemente con él y una
empleada que, algunos días, se encarga del aseo del pequeño apartamento de
alquiler. "La enfermedad espanta a todo el mundo y peor si saben que tengo sida
y cáncer, para completar", manifiesta Andrés.
Se nota tranquilo, y sin titubeos le dice al médico que contactó, tras buscarlo por
Internet, que lo ayude a morir. Recuerda que empezó a pensar en la posibilidad
hace varios meses e insiste en que no es una decisión apresurada. De hecho,
asegura que le pidió al médico que le ordenó la cirugía, y al hospital donde lo
tratan, una eutanasia.
La respuesta fue la misma que hasta hoy se da a pacientes en su misma
situación en el país: eso no está permitido. "Nunca estuve más cuerdo que
cuando tomé la decisión y quiero morirme ahora que me puedo valer por mí
mismo; no quiero padecer en una cama sin poder moverme. Lo tengo decidido,
y si finalmente el médico no me ayuda, yo mismo busco la solución”, agrega.
Gustavo Quintana es el médico que contactó y a quien pidió que lo ayude a dejar
este mundo, en sus propios términos. Tras escuchar a Andrés con atención, le
formula un par de preguntas y le dice que atendió a su llamado porque es
consciente de su desespero. Le dice, sin embargo, que eso requiere una
preparación, y que el proceso empieza por estar completamente seguro de su
decisión. (Lea: Radican demanda contra protocolo para práctica de la eutanasia)

53
"Es un derecho al que usted puede acceder, pero no es un asunto de afán. Tiene
que poner en orden sus cosas, repensarlo todo y cuando esté completamente
listo, con todo el respeto procederemos", le dice Quintana con voz firme, pero
comprensiva.
“¿Eso no duele, verdad?”, interrumpe Andrés. “Para nada”, le responde el doctor
Quintana. “Es un procedimiento con bases científicas y, por encima de todo, muy
digno, que yo le explicaré a usted y a los suyos en su momento; puedo decirle
ahora que es lo más parecido al sueño profundo del que no quiere despertar”,
continúa.
Las manos del médico y su "paciente" se entrelazan entonces, casi
automáticamente. Las lágrimas de Andrés parecen aumentarse para justificar un
llanto grande que ahoga un “confío en usted, doctor. Ayúdeme, se lo pido por
Dios. No me deje sufrir más”. “Sabe que cuenta conmigo”, le responde con
tranquilidad Quintana. La cita será antes de dos meses, ahí en su cama, en
compañía de su exiguo grupo familiar. Son las tres y media de la tarde, Andrés
prepara su batido multivitamínico y el médico empieza a bajar las escaleras que
lo separan del primer piso.

UTILITARISMO: según el utilitarismo se busca definir la corrección de toda


acción realizada basado en su utilidad, en otras palabras, basado en las
consecuencias48. A partir de esto, según el caso presentado, la eutanasia sería
un método viable para Andrés y su familia, ya que él no tiene de quien depender
a su vez que sus padres tampoco, y su hermana es la que se encuentra al
cuidado de él, además que seguido a la operación a la que él sería sometido si
así lo decidiera no se aseguraría que vuelva a su vida rutinaria y productiva.

KANTISMO: a partir de lo propuesto por el Kantismo donde prima el valor moral


al momento de tomar decisiones o realizar alguna acción, se puede decir que en
cuanto a este caso, la eutanasia no sería una opción para la vida de Andrés, ya
que, según lo moral no sería adecuado inducir la muerte en una persona,
además de que por parte del equipo médico aún no se ha realizado todo lo
humanamente posible para mejorar o asegurar la vida de Andrés, puesto que si

54
se fundamentara según el código de ética los médicos aún no han terminado de
hacer lo posible por mejorar la vida de él, si se decidiera la eutanasia en él se
realizaría por motivación compasiva, porque de esa manera lo está pidiendo él,
más no por el deber como médicos y como debe ser correctamente, es por ello,
que se regresa al mismo punto en que se fundamenta la solución a este caso
según Kant, y es que el deber prima sobre los sentimientos, y el deber es salvar
a dé lugar la vida de Andrés.

CASUÍSTICA: la casuística se basa en casos similares, en la historia de lo que


se centra el tema, las circunstancias, y siguiendo esto poder hacer juicios
morales. En cuanto a la eutanasia el caso desde el 2008 se ha aumentado un
15% anualmente el número de casos de personas a las que se les ha
practicado49, todas muriendo dignamente para el caso de Andrés en Colombia
se cuenta con la labor del Dr. Gustavo Quintero, también conocido como “Dr
Muerte Colombiano”, el cual ha practicado más de 230 eutanasias durante 32
años, en donde en una entrevista con el periódico El Espectador50 , donde
asegura que la práctica de la eutanasia se basa en un acto de amor del médico
a sus pacientes, que es un proceso seguro, sin dolor, corto, en el cual la
motivación es permitir que la persona muera tranquila y sin el sufrimiento o
agonía que le causa la enfermedad, por ello, para Andrés es la mejor opción,
porque el sufrimiento que el lleva lo tiene totalmente incapacitado, es
irremediable y la única opción clínica y quirúrgica que le queda no asegura su
viabilidad para mejorar la deteriorada calidad de vida que lleva.

PRINCIPIALISMO: siguiendo lo que propone esta teoría, basado en los 4


principios: justicia, autonomía, beneficencia y no maleficencia; a partir del caso
de Andrés cumpliendo el principio de autonomía, sí debería practicarse la
eutanasia en él, ya que si es su decisión de acabar con su vida, entonces debería
ser respetada y realizársele, además según las leyes colombianas la eutanasia
está aprobada en ciertos casos los cuales, se hace efectiva siguiendo uno
requisitos, entre esos lo siguientes: la condición médica sea en estado terminal,
la muerte se espera en corto plazo, sufrimiento intolerable y no mejore como

55
ocurre con Andrés que el dolor ya no le permite ni comer ni dormir, que ya haya
recibo máxima asistencia a su enfermedad, y que ya se hayan usado todas las
opciones de tratamiento, siguiendo esto también es aplicable los principios de
justicia a partir de lo que estipula la ley y el de beneficencia y no maleficencia,
porque lo que se quiere evitar es más daño a la integridad de Andrés, no ser
sometido a un sufrimiento peor del que ya tiene y a que tenga derecho de morir
bien, de morir dignamente.

En esta película, el personaje principal es ramón un persona que queda


tetrapléjica después de un infortunado accidente en la playa, lo cual lo condiciona
a estar postrado en la cama por 28 años y a vivir con su padre, hermano y cuñada
en el campo. Durante este tiempo el constantemente manifiesta su deseo de
morir y afirma que “vivir es un derecho no una obligación”, pero por su condición
requiere de ayuda para hacerlo, dicha ayuda la consigue de Julia una joven
licenciada que sufre una enfermedad degenerativa.

El aboga por su derecho a morir dignamente y llega hasta los estrados judiciales
donde finalmente, no consigue que le otorguen la autorización, su mayor temor
radicaba en las consecuencias legales posteriores al suceso que recaerían sobre
las personas que lo ayudarían a morir.

Recibe la visita de un sacerdote al cual le expresa lo siguiente” la vida sin libertad,


no es vida”. Luego este se marcha un poco enojado. Ramón conoce a una joven
con dos hijos llamada rosa, la cual se enamora de él y finalmente lo ayuda a
morir, el graba un video donde explica que en un vaso con agua hay además
cianuro, luego procede a beberlo y finalmente muere.

Ramón es un paciente crónico con sus funciones motoras alteradas, secuelas


sin compromiso intelectual. Él es competente para la toma de decisiones:
comprende la situación a la que se enfrenta, los valores que están en juego (vida,
libertad) y los cursos de acción posibles con las consecuencias previsibles, su
petición es coherente con su escala de valores. Es un agente moral autónomo
que puede decidir por sí mismo.

56
El acto es éticamente justificable. La propia persona debe decidir sobre la vida y
la muerte, ya que el ser humano es un fin en sí mismo, con un valor intrínseco,
en virtud de su naturaleza racional, agente autónomo, inteligente y libre capaz
de tomar sus propias decisiones, derivadas de sus valores y creencias y basadas
en un entendimiento adecuado, sin coerción y con intencionalidad.

Por otra parte, el alivio del sufrimiento, responde a uno de los fines de la
medicina. Sufrir se refiere a un estado de opresión psicológica y no sólo al dolor
físico, en el que el tratamiento integral debería ser la contención, pero al final de
la vida, se deben respetar la dignidad humana y las elecciones individuales,
reconociendo la interacción entre el bien individual y el bien común.

CONCLUSIONES

La muerte es una realidad y no es una opción, así el derecho a morir dignamente


se debe entender como el derecho a morir en determinadas condiciones de
cuidado, lo cual tiene que ver con los manejos y tratamientos que las personas
reciben al final de su vida, que pueden ser insuficientes, proporcionados,
excesivos o, aun, encaminados a producir la muerte, según el deseo de cada
paciente.

Definir la muerte digna no es cosa que les compete solo a los médicos, es un
tema social y cultural, el papel del médico en este proceso es crucial y está
influenciado por sus propias percepciones, creencias, religiosidad y experiencias
personales, por esta razón es de mucha importancia que tenga conciencia de su
relación con esos conceptos, para que pueda ponerlos a un lado al tomar las
decisiones, con base en los valores de los pacientes, más que en los propios.

El hecho de que se establezcan condiciones necesarias para alcanzar la muerte


digna de un paciente, significa la humanización de la medicina donde se respeta

57
la autonomía y dignidad de cada persona y no se imponen las convicciones
individuales ni de médicos, ni de familiares.

Hace algunos años, la eutanasia en Colombia constituía un delito que se paga


con cárcel, ahora vemos como gracias a una sentencia, este acto llegó a ser
despenalizado, sin embargo ¿Seguirá siendo la eutanasia solo una sentencia?

Se requiere entonces de una trasformación de esta política actual basada en


categorías y secularizaciones teológicas, ratificando el concepto de libertad que
viene inmerso en la democracia; mientras no se dé lugar a este cambio, la vida
y sus decisiones sobre ella no nos pertenecen y la eutanasia seguirá
configurándose para las personas de la sociedad como un asesinato.

Las instituciones de salud deben generar espacios para el buen morir, donde se
cuente con la atención médica necesaria un ambiente tranquilo, cálido, y en
compañía de sus familiares y amigos, si así lo desearan en los últimos momentos
de sus vidas. Por lo tanto, de manera breve se puede decir que:

1. En la actualidad el tema de la eutanasia es muy controversial, por ende es


importante dejar en claro la definición exacta de esta acción. Y se llegó a la
conclusión que la eutanasia es la acción u omisión para evitar sufrimientos a
los pacientes desahuciados y acelera su muerte.
2. La eutanasia es una práctica que tiene siglos efectuándose, con el único fin
de ayudar a los enfermos que sufren a causa de alguna
enfermedad degenerativa, irreversible y mortal.
3. Hay varios conceptos que pueden confundirse con la eutanasia por eso es
necesario definirlos y diferenciar estas prácticas como son el suicidio asistido,
eugenesia, ortotanasia, distanasia y homicidio
4. La muerte es un evento irreversible e ineludible con el que termina el ciclo
vital de todo ser viviente, este concepto ha variado a través del tiempo, de
acuerdo con la cultura, religión y pensamiento predominante de cada pueblo,
por esta razón en lo que respecta al tema de la eutanasia lo que interesa es
establecer un concepto médico y jurídico de la muerte.
5. El concepto médico de la muerte se puede definir por los criterios según la
muerte por paro cardiorrespiratorio o por muerte cerebral.

58
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