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Trastorrios ansioso§ en niños y adolescentes
Rrcnnoo Gnscín
'* Generalidades
Los trastornos ansiosos en niños y adolescentes
han sido un lema de difícil acuerdo en 1as cate-
gorías descriptivas y en los difetentes enfoques
etiológicos. Actualmente se ha llegado a mal"or
consenso en }as definiciones de cuadtos nosoló-
gicos, permitiendo estudios epidemiológicos clue
han precisado su aita prevalencia y comprotni.so
funcional en njños y adolescentes.
Estudios longitudinales han podicio establecer
continuidades cn 1a vicla atlulta y slt tci.lcitilt ctlt-t
trastornos dcprcsivotr La correlación con estudios
neurobiológicos han podido establecer relacjones
con antecedentes gcnóticos, ia conformación de
endofenotipos y avances iniciales en biologÍa mo-
lecular y neuroimágenes. Su relación con l¡ttol t'i
vir-lcttlares 1' fatlliliates reúne cada vez rnás evi-
dencias empíricas como factc¡rcs tlc ricsgo.
La base fenomcuológica de los trastornos an-
siosos es la angttstia patoltigica, planteando un
dilema la diferenciación de ésta y la angustia nor-
m.al a través de los distintos períodos de desarrollo
del niño y del adolescente.
La anguslia cs e.xpcritncntatla dcsrlc el uall-
micllo colrlo una emoción básica intensa, de ca-
rácter desagradable, e implica Ia captación de un
peiigro j.nminente que amenaza aspectos esencia-
g
les de 1a existencia (psíquica y física) del indivi-
duo. La angustia es inherente a Ia vida humana,
puede tener una expresión normal. ligada a las
nuevas experiencias y períodos críticos del desa-
rro11o, permitiendo la adaptación y uso de estrate-
gias de afroniamiento a paltir de procesos de ad-
tluisición \-dominio de habilidades y maduración
cognltir-a. Tar-nbién 1a arlgustia puccie constituir
ill iriiti. i,.t,.,rlóSictr, inllLrido por vulncrabilidad
t'ir-r1¡gia'-tt, c''tpericncias dc vicla'
SL'Iir.ia:1, t¡1Li¡ii:
Li-\:r-'..- - :rr¡:¿it> r ianiiiiarc:.
Ciásicamen¡e se ha distinguido Ia ¿n:ictlad
como la actiiud de espera de un acontecimiento
de sagraclable, la que se observa en niños con Lln
desarrollo cognitivo sufi.ciente. y la arlgLrsti.l como
un estado que conlleva una serie de manifesta-
ciones somáticas (neurovegetativas y viscerales)
frente a una situación estimada como peligrosa.
El nriciio es Lrn lemor más circunscrito, que no
amenaza aspectos básicos de ia existencia y tiene
como causa un peligro concreto y preciso, frente
al cual ei individuo puede totriar medidas defen-
sivas.
En ci niño cristilía ttn gr;rtlicntc cortlinuo, an-
gustia-altsicdatl-nricclo, a partii. i-1c rtu cstatio (1lic
scría purarrleuic fisir¡ltigico (rcaccrón dc estrés)
 ?ART: III | ?*.+sr*:.rs+s
hasta una mentalización progresiva de ia condllc-
ta, en 1a perspectiva del desairoilo.
Angustia normal. La constatación de la angus-
tia en e1 período de 1a lactancia depende ma\:or-
mente de la capacidad de observación y empatía
dei adulto. Cada madre conoce el registro de 1os
gritos de su hijo, que pueden expresar rabia, nna
llamada, placer y a veces pánico, e stos irltimos se
acompaflan de grandes descargas motrices que
reflejan el malestar del lactante. La pérdicla del
sop()r lc lísico gcner-a gran angustia cn c1 lactan-
tc, así corlo krs sonirkrs f ucrtcs. La adquislción de
la constancia objetal, alrededor del ¡ño dc «i¿ril,
hace que ei lactante experimente allguslia lrcntc
b
q
al «rsllo e.\traño y a ia separación cle su urarirc.
I En la inlancia tcnrprana aparecen los nriccios a ltis
{ anÍrnalcs, a Ia oscurklad y los rnonstruos, en la
, etapa escolar las preocupaciones son sobre el ilc-
l
il scmpcño; y aI inicio dc la adolcsccncia, se presen-
.,
irl
ta la ansicclaci sociai c int-crpersonal.
La angustia normal estaría desencadenada por
una calrsa objctiva exlcrila iclcntificable, como la
separac.ión, riolcnci.-i lntrafamiiiar o problemas
escolarcs scrios. La angnsL-ia patológica, en cam-
bio, generalm.ente nu Licnc Liira causa externa
claramcnic iiientificablc y la sensación de peligro
indefinido y desconocido es aquí máxima, alteran-
do eI comportamiento de acuerdo con el contexto
sociocultural y 1a etapa del desarrollo del niño.
Angustia patológica en el niño. Ei niño an-
sioso vive permanentemente con un vago senli-
n'iicr.)to dc a¡rrcnsiótl, como si algo terrible fuera a
suceder. AsÍ, puede observarse inquie [o por su sa-
lud físic.r, irlitablc o con episodios agudos de an-
gustia, cuyo clesencadenante puede ser cualquier
Frevalencia
Con la existencia de instrumentos basaclos en 1os
criterios de las clasificaciones actuales, se ha podi-
do dimensionar este trastorno por grupos etarios.
Er-r pret-scolarcs se ha observado que alrededor de1
í
Ij i 59í clc los niños l]]riestra una persistencia dcl ¡c-
:l Ilor irormal ilente a los cxtiaños, e1 que debería
d-snrinLrir a la eclad de los dos años 1'nledio. ma-
:ries¡ando lemor, tristeza, aislamiento social en
.: -l.ii:lñ a persona\ que no conoce. >itL.:.i,¡ne:
hecho externo o interno. CuaILo más pcrllrciio cs :
i
e1 liño, rnás ¡ico cs cl contcxir"l somático (vómitos, :
clolores abdominales, doiores de 1as extremidades,
etc.). Corr cl paso rie Ia eciad el nrño exterioiizcl sLl
angustj.a a la conduct"a, así, a los Oüce a doce .rntrs,
pr-Lecic prcsentar crisis de rabia, trasLorno dc con-
ducta, fugas, demandas excesivas, cLcóLera.
A medida que evolucionan los recursos cogni-
tivos del niño, la capacidad para anticipar eventos
se establece como una operación mental estable,
permriiendo tener conduclas prcilaratorias, pero a
1a vez expetimentar inconrociiciad ante la posibili-
dad de eventos futuros desagradables.
E1 objcto clc ia .rngustia patológica también si-
gLrc un patrón cta¡-ii;. De esta manela, la lobia a
ios .rnirlalcs tienc su inicio cn La infancia, 1a an-
sicilad frcrrtc al descmpcño cn la infancia larclía y
ia ¡nsictlarl social cn ia adolesccncia; la situación
es ciistinta en la ansicdad de scparación, qr-rc sc da
nrás conro trastonlo cn la infancia tardía.
Muchas veces se pJ.antea un dilema para dis-
tinguil ia angustia normal de la patológica, dado
que muchas angtistias o ansiedades son comunes
y pueden jugar un rol adaptativo en e1 ser hnma-
no. Sc prrctlc rlecir tluc un niño co.n una angrrrtia
normal ticnc la capacidacl dc rccupcrarse r1c clla v
dc pcrrnancccr librc dc ansiedatl cuando rro cstá
prcscnl.e 1a situación. La angustia, en generai, es
l
§ patológica cnando cristc incapacidad para recu-
;i
:: pcrarsc rápid.rurcntc cuando cl cstímulo desaira-
t, recc, afectando ei funcionamiento de áreas de su
a
desarrollo, manifcs tan do prcocupación rel a ci on ¡ -
da con situaciol'rcs p.rrecidas )'poca flcxibilidad dc
)a rcspursla afcctir.'a. En resumen, hay sufiimien-
to, disfunción de áreas de su desarrollo y poca fle-
xibilidad frente a ios problemas.
u objetos que normalmente no afectarían a la ma-
yoría de los niños de esa edad. Por otro lado, niños
en este período con temperamento inhibido que
despliegan un patrón neurovegetativo caracte¡i-
zado por pulso cardíaco acelerado, bajas tasas de
variatrilidad de este indicador, niveles de cortisol
elevado matinal y una respuesta de alarma eleva-
da estarían más propensos a desarrollar trastornos
ansiosos en Ia infancia posterior y la adolescencia.
& TaeLA 37-1 . Pneveler.¡crA DE TBASToRNos ANsrosos EN Nrños y ADoLESCENTTs r¡'l CHllr

Total Masculino Femenino 4allaños 12a18años

o/
o/
/o IE "/o bL olo
EE /O EE % EE

Trastornos ansiosos 18,5 '1

,.1 13.8 ,4 23,5 2,1 21 ,A
1 1B 15.7 19
Drscapacidad 8.3 0,9 5,8 0I 11 0 1,7 9,2 11 7.4 1t
Fobia social 5,5 0,S 2,9 ü,8 8,2 '1,6 5,9 1,2 5,1 1,3

Discapacidaci 3,7 0,E 1,8 0,7 5.7 1,5 3,5 0,9 3.9 1'

Traslorno de ansiedad 8,2 0,9 6,2 13 10 3 1,3 8,0 1,7 8,4 16

generalizaoa
Discapacidad 3.2 0,5 1' 0.5 5.3 0,s 3,8
"l
0 2,6 t0
.13..1 lf,
Trastorno de ansiedad 14.2 8.8 73 0,s 13,'l 1,3 t.¿ 6,5 I _.1

por separación
DrscapaciCad 4,8 06 4,0 0,8 EA no 6.1 0,9 3,4 1,0

EE: error estadístico. Fuente: V cente y cols

En los niños de dos a cinco años, estudios reali-
zados por PAPA (Prescltool Psychiatric Assesment) no
eua()nLrar[)r'r ciilercncias sigr-ri{icativas l]or géncnr,
teniendo luás alla prevalcncia cllirc los cllatro )'
cir-rcir años, Ilegando al ll,9'lo; mientras que 1os
de doi y ires años alcanzaron el 7,7%. La comor-
meses (considerando impedirnento), según un
estudio realizado recientemente por la Univelsi-
dad de Concepción (Vicente y col.), con critetios
DSM-IV (Manual Diagnóstico y Estadístico de 1os
Trastornos Mentaies) y DiSC-R (Diagnostic lnter-
view Schedulle for Children-Revised) .

bilidacl cs alla, con e1 5l'l¡ r1e lrastorn(l .rnsioso

gcncralizado y el i00o,¡n rlc lbbia cspccífica. La co-
morbilidad con depresitin cs 1a más alta denaro de
la comorbllidad no ansiosa.
Las tasas de prevalencia de escolares y adoles-
centes cuenta con más estudios, y las cifras de-
penden del rango de tiempo estudiado. Así, Ias de
corte transversal alcanz an el 2,8%; en los últimos
tres meses las cifras son del 2,2% aL8,6%; enlos
úritinros seis meses del 5,59á al 17,7%; y en el últi-
rno año del8,6% aL20,9%. La prevalencia de vida
alcanza un rango del 8,3% al27%.
En Chile, los estudios en población cscolar en
1985, reallzados con cuestionario de CBCL (Cl'uld
Behavioral Checklist) de Achenbach (categorías
sindromáricas), aicanzaron eI 0,8% en varones y
el 9,4% en urujeres. Si se consideraba 1a catego-
ría ansiedad-depresión, estas cifras alcanzaban el
4,2oA 1'el j,59á respectivamenle (Capítulo L8 Epi-
demiologít; ¡siquiátrica en niiios y adolescentes).
En la T":r-¡ 37-1 se presenta la prevalencia de
trastornos ansiosos en población infantil y ado-
lescente en Chrle encontrada en los últimos doce
Esta investigación forma parte de un estuclio
epidemiológico de prevalencia de trastornos psi-
quiátricos realizado en cuatro riudadcs tic Cl-tiic
en ¡robiación gcncral con niños )¡ adoir-:sccntcs en-
tl'c cuatrr) r' dicciocho años. La prevalencia total
en la población fue del38,3oA, ajustada a|22,3%
cuando se incorpora el criterio de discapacidad.
Los tlasloLr-ros ¡n-riosos consiitllyen la scgi-rtriia
pro.rlcr-rci;r irS,l",,j, sólo precedidos por los prri-
blcil¡. r'list.irntii'or o conalLrcl¡-laics ( 1-1.7'1,,). Los
tres trastornos ansiosos medidos en este estudio
fueron más prevalentes en las niñas que en los
niños, r' 1a ansieiad ie sr'pa.ración fue más fre-
cuenle en lrños cu. en adolescentes, al igual que
la ansiedad s¡neraiiza,ia. La íobra socral mostró
i.gual pre laien.ra er: Lil(ls v adoie scentes.
Los ia..,-)i.s de i.e sgc qr-Le pesquisó este es¡u-
diO CO:-'.j...::. .: .:- .a. nr¡i.ti..ieitr:t l.n,tcs:n
l-lla\(ri .1. .la.::l -1,-':. li--,-.r-illrrs ansiO-s,..S quc' lerS
honbres, i,r,m ir !-l ci.capacidad. Unr nri],,t' 1.ct-
ccl,rciót i¡- '-::-, ¡. t---:tt,,i'tlli, :-,'rllliii¡r rc ctll'rclacit¡-
llcl irril -'-',rr l,-'- -i, -ll:L( i-l1'r alll::i()\(.), tlcl áili-
n]rr \ rlr ., ::,.r-i.,-, -a p:.esencia de psicopatología
P;\l{l.L }11 | 'f;tas'r*ieu*s
scvefa cn los pa(lrcs es un faclot de ricsgo Para
estas tres Patologías, así como vir ir ctln sílio Ltt'ltr
clc los patllcs. Los niños que pertenecían al nivei
Comorhilidad
Existe una alta comorbiliciad entre los cirsttntos
cuadtos ansiosos, por ejempio, entre las lobias cs-
pecíficas, socialcs y agorafobia. También se ha ob-
iervado comorbilidad entre 1os cu¿rtlros atlsioro:
gcneraliz.ados \'las folrias s«¡ciales' Con respecto a
átros cuadros psiqurátricos. los más significativos
Evolucién
El seguimiento de 1os trastornos ansiosos tlene es-
pecial importancia, dada la alta prevalencla mos-
tracla en 1os estudios epidemiológicos Estudios
de seguimiento en población general m'uestran
resultados diversos. Las primeras investigacio-
nes reaiizadas por Dunedin, y posteriormenle por
otros i.nvestigadores, presentaron una diferencia
por género: las i-tiñas tllt)stl'clron pcl-sistt:tlcia clc
los trastornos ci'ltocittt'lalcs ansiosos tl dcprcsi-
\.o\, A diferencia de los hombres, en quienes no
se observó una continuidad. En cuanto a Ia conti-
nuidad de cuadros específicos, los resultados son
nás controvelslales, pero algunos apuntan a 1a
:,:ntinuiciacl cle la ansicdad de scparación hacia
.:.rstorno c1e pánico posterior, también ansicdad
:ie selaración hacia fobia social; fobias cspecíficas
:,.niinnarían cn la vida adulta, asÍ como las fobias
. ,¡r...le -.. La ansiedad genelalizada se asocia con
:J9113*L"- §i.; 3e-*4r8:Je:@".:.
Aspectos neurofisiológicos' Se ha planteado
una rllnerabilidad genélica en interacción con
factores ambientales. Ante una situación de pe-
ügro. el orgalismo humano reacciona en forma
güotral, preparándose para la lucha o la huida'
En líneas general.es, un estímulo que puede ser
i¡lor c un estímulo desagradable o temido genera
¡,¡:r-ariones de diversos sistemas del sistema ner-
sociocconótnico t-tlás b¿jo también mostraron 1-l1a-
vor riesgo para esta patologÍa, a1 igual que los que
vivían con sóIo un Padre.
son con clcprcsiílr-r. La depresrón es 8,2 veces más
frecuente en niños o adolescentes que tienen tras-
iornos ansiosos que en 1os que no Io tienen' Tam-
bién es signiflcativa su asociación con Íastorno
de conducta, trastorno oposicionista desafiante y
trastorno Por déflcit de alención'
varios trastornos, incluyendo trastornos ansiosos
l,deplesión.
Estudios de seguimiento en muestras clínicas'
con niños con rechazo escolar y sintomatología
ansiosa, mostraron Lrn curso clÍnico benigno en ia
adnltez.
Dada 1a diversidaci de resultados de 1os estu-
clios, no existe cl'idcncia suf,cicnteurentc fuerte
de que 1os trastornos ansiosos en los niños tcngan
coniinuidaci cn 1a adultcz. Sin embargo, estudios
rcLrospcclivos avalan quc 1a ausictlad inianLil cs
un prcdictol clc clcpresiótr postcrior, de la misma
manera dcptcsit-lt-tcs tclllprarla: prcriicctr tras[or-
nos ansirJsos ptlstcriorcs. Los que tendrían ma)'or
ricsgo ile coirrinuidad de IlasLu]nus 'llr:itlsos se-
rían los hijos clc patlrcs cotl tleprcsiírll o lra5tornos
ansiclsr.rs como ataques de pánico.
r
r.ioso centtal, siendo uno de 1os más esturliados
el sistema neuroadrenérgico, que comienza con la
1'riperactir-ación de1 loctLs certtleus de ia protuberan-
c^a. que activa a su vez zonas del tálamo e hipotá-
i:.:i.--. 1o qr:e dcsencadena actil'ación del sistema
.-r:-:::,-¡.- ' il;liesiinpático, pleparando al siste-
::,: lr--.s¡itlar, generando taqr-ricardia, aumcnto
:.-- .t::'-::' :-',1r1í¡co, altlt-tcnto dc la respiración y
 Cnpíruro 37 I Trastartrcs ar;sros¡J's ert ¡titlo:; y adclescefiLes

Regulación anorm.al dc la atcnción durantc

1a
oxigcnación, transpiración, dilatación
pupilar' r'a- "
y attmento de }a exposición dc sitr-ración dc tcnor'
socánstricción visceral intcnsa
presión arter"ial. Se generaría así una alteración
Neuroimágenes. Se han realizado estudios
cle
y
neurobiológica con elevación de catecolamina en adultos' Exis-
activación neuroimágenes, especialmente
sus metabolitos, elevación del cortisol'
libera- i.rr.rrrr.dio, en adolescentes que mue stran altera-
del eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenal' ciones estructurales y funcionales' Respecto
de ias
(CRF) y hormo-
ción áei factor de corticotropina tras-
del primeras, se ha observado en pacientes con
na corticotrofina (ACTH), con hiperactivación con
la amígda1a y ,orr-lo, de ansiedad genelalizada' comparados
loctLs ceruleus, sienclo modulado por volumen de la amígda-
nolmales, un aumento dei
lo, fu participación del hipotálamo' conformán-Se la y regione s d.el girus temporal superior'
Otro es-
dose "una matriz neuronal clc la ansicdatl" mixtos
de hor- ,.,áio á. pacientes con trastornos ansiosos
compromete la regulación de ia secreción amígdala'
crecimiento' También ha sido mostró clisminución del volumen de la
-ona, tiroidea y de d.esaparecienclo esta diferencia después de un tra-
involucrada ,rrá ditft-trlción c1e la noradrenalina' nu'clear
tamiento exitoso. Estudios con resonancia
la serotonina, 1a aclenosina y ei ácido gamaamin- cambios de
,,rugrreti.u funcional han evldenciado
obuiírico (GABA). de1 pa-
ta a'ctlvidad de la amígdala en respuesta
bástco cs distintas
En ia angustia patológica, el cstímulo ciente a fotografías de caras que evocan
distintos
ia interpretación psíqlrica alterada cle uu¡r siiit¡r- ernociones. fstos hallazgos implicarían
o inlcrna en los
ción de peligro. la c¡-te puede ser externa grados de hipersensibilidad de la amígda1a
uastornos ansiosos.
repor-
Factores genéticos' Múitiples estudios ansi'o-
Otro grupo de estudios en adolescentes
tan altas tasas de tr'lstornos ansiosos cn hijos
dc
la actividad de
con sos no ú aumento de
pacires con trastornos ansiosos comparados "rr.orr,.udo al mismo tiempo una
ansiosos Esto tam- 1a amígdala, pero se observa
L¡os ae padres sin trastornos de Ia corteza ventral preflontal'
hip"ru".tluu.ión
biin se observaría en hiios de padres depresivos' ,Ár.u q.r. está implicada en los fenómenos
de ex-
Estudios genéticos muestran una relación
de 1a
tinción. Estos úItimos hallazgos están relaciona-
depresión' Tam-
dos con las hipótesis de correlación
negativa de
rransmisión de la ansiedad con la
que en pacientes
bién eristirían transmisiones más específlcas 1a actividad de 1a corteza prefrontal
una
drferenciarían un trastorno ansioso de otros' con trastornos ansiosos severos' sugiri'endo
regula-
disfunción c1e los circuitos de Ia ansiedad
"altera- adultos
Endofenotipos. Éstos corresponden a áo, .. parte por la corteza prefrontal' En
neuroflsio- entre 1os
ciones en las funciones bioquímicas' se han realizado estudios comparativos
que están q.,. t.rrio" antecedentes cle inhibición conductual
tógicas, neuroanatómicas o cognitivas'
y ambientales que los
áe"termirrudas por factores genéticos ,rrsu, Iorque no Ios tenían, encontrándose
fisiopa- presenta-
y que en conjunto mantienen los procesos que tenían anteced.entes de inhibición
ioiogi.o, subyacentes a la enfermedad
y son la ex- üur', ur*".to c1e la actividad de la amígda1a' 1o

p..rió.t de la vulnerabilidad"(Pine l(leln'

y 2008)' qre imptica el rol de la función de la amígdala
se han postu- 2008)'
como ri.esgo para ansiedad (Pine lCein'
y
Er-, el caso dc los trasloruos ansiost-ls'
lado los siguicntcs cndolcnolipos
potcncialcs:
de
. Tnhibición conductual: este endofenotipo ha Familia y vinculaclón' Estudios cn lamilias
han urostrado alta
niños con trastornos ansiosos
sido sustentado por los estudios de seguimien- eu
prerralencia de irastornos ansiosos 1' dcprcsiYos
to de I(agan, relacionados con temperamento pánico
pu,tr"r. Específlcamente el u;Istorno dc 1'
en hijos c1e padres ansiosos' Estudios han
de-
c1 lie sgo
rnhi- a} ,rrr,orr-ro dcprcsir-o lna)'or allmcntan
mostrado que el lcmperamento tímido r illill:i-
de trastorno por ansiedaci de separaciór
bido puede constilujr tln factor dc ricsgo im- hijos' Las fanriiias
ples trastornos ansj'osos en stls
portanle para el desarrollo de un trastorno
de
dc tipo
ansiosas con comorbrlidad especialmente
angusria severo'
conductual se asocian con gran disfunciolralidai-l'
. Disfunción cn 1a rcactividad autonómica: sus- st- ll'ltl
En general, en estuilios no controlados
tentada en ias mediciones de la actividad
de1
c ilrr ::
descrito clinámicas familiares disfuncion¡le
ej e hipot á1arno -pituitaria- adrenai'
lr.'. llll: i:1 i ;r...'-5fú:r\Oi
distribución dc lolcs, relación m1I\¡ esrrecha trl;r--
dre-hijo, iímites indefiriCos enire padres e hijo-t,
conductas oposicionistas 1' maniptll¡dorrs, sobre-
proiección 1, ambienies rígidos e incomnnicados.
El apego inseguro scría importantc íactor Ce
riesgo. Estudio de Manaseis mostr'ó que nadres
con trasiornos ansiosos dcsaricllaban apcgo itLsc-
gulo (809á). Los hijos de estas madres presentaron
más síntomas ansiosos dcprcsi.,'os, más evcnlos
r,italcs negativos y scntimicntos dc incompctcn-
cia parental. La inhibición conductual y el apego
inseguro setían independientes.
§uadros clímie*s
Se analizarán a conti.nuación difetentes trastor-
nos ansiosos descritos en niños y adolescentes.
Trastorno cle ansiedad generalizacia, La ca-
racterística central cle este trastorno es que existe
rrna preoclrpación crccsit'¡r que aptrccc cn tilú1-
tiples cor-ricxtos, en altsencia dc una altcración
orgánica que erpliqrre ios síntcnas, con una illca-
pacidaC de controial cl grado ilc prcocupación, ¡l-
terando el desalrollo normal dcl niño o adolcsccn-
te ), generando detelioio social o acadót¡.ico. Estas
alteraciones pucdcn cxaccrbarsc por pctíodos.
El niño puede experimentar irriiehilidad, tcn-
siór-i muscular y scnsación dc fatiga o falta de
enelgía, dificr-rltad para dott;t.irse, sueílc inqr-ticio
\/ IJoco lcpaiador, preocLrp.rción cr-ccsit'¡ accrca
del rendirricnto y ia eotnpclcncia, dismilil-Lcióu
de la capacidad cie atcnción c inquicir-id, qr-rejas
solnáticas sin causa orgánica cspccÍfica, lendencia
a1 perfeccioni-smo )'mllcslra r1c nucha caulcla. E1
lrenor suele mostrar aprcnsión i'cspccLo .'t l-c111¡s
de adtrltos coirro la mucrtc, la etrfcirticdacl, 1a :,'c-
jez. siiuaciones conflictivas dc lclacicncs, plcblc-
rnas económicos, ctcótcra.
Este trastorno se asocia con írecnencia a tlas-
tornoq d.epresir,,os i' fóbicos.
Prevalencia. Se estima cnirc c1 2,7% 1 cl.'1,ó91,,
..:. ir-:r'¡l:iar aittra 1os scxos.
r'e-a'nte..c. Estin indicadas prilcipainlente
,r -:,a- :---.. --: :-r¡rittriiltáutic.Ls 1 tugnililocotl-
.' - . .:, .,'---..-r-''.r r.llal,,or evidencia empírica
Las leorías psrcodinál"ricas postulan ia exis-
tencia de conienidos conflicti\./os, reprilnidos y
percibidos como airlenazantrs. El enfoqrre con-
ducfuai explica la ansiedad en fnnción dei con-
dicicnamicntc, tanto c1ásico como operante. La
teoría cognitir,'ocond¡lctual considera las cogni-
ciones desaclaptati\1as colrlo facloi'es precipitanies
y perpetuadotes de la ansiedad en niños. También
en e1 enfoque sistémico se observa, en Ia familia,
alto grado cic cxpcclalivas dc los padrcs 1¡ 1a insis-
tencia cn e1 rendirniento o, por c1 cciltraf io, tlna
permisivid ad excesiva.
;
e sta úrltima. En el cairpo de 1a psicofarmacotera-
pia, se han utilizado los antideli-csivcs tricíclicos,
las berizodiazepinas -i, la l'¡rtspirona.,
con ¡"esrtltacios
poco conclrr\ rnl(-\ en cslc grLlpo ciai'io.
Trastorno agudo de angustia. Éste se refi.ere
a crjsis de angustia repeticlas e ines¡reradas, sc-
gr-rida-s de temores -v preocttf¿cionr rlcl'sistcilLcs
re specto a ftttltras crist-c ), las con§ectlencias de 1¡s
misr-nas. Se observa esie irastorno es¡ecirlulcn-
tc cn ¡dolcscentes, a pesar de qne tat"nbión sc trra
desci-ilo en nilios. En adultos corresponde al ttas-
torno de pánico. Segírn el DS},t-lV se describen
1os siguientes sírtotr-tas, quc alcanzan Llil lnáxi-
n-lo en un plazo dc dicz ttlintttos: palpitaciones o
taquicaldia, sudoracióir, tembloles o sacudidas,
sensaciones cle falta de aire o ahogo. sensación
de ai.Laganlarse, opresión o irralestar torácico,
náuseas o nolestias abclominales, sensaclón de
mareo, inestabilidad o desmayo, desrealización
(sensación de irrealidad) o despelsonalización
(estar separaclo de uno mismo), miedo a perder ei
contlol o rrolr,erse loco, mledo a- mcrii; pare ste sias,
escalofríos o sofocaciones. Estas crisis se p'.ieden
asociar a un acontecimiento estresante reciente, ¿L
proiapso de la válvula mitl'al o frente a sitltacioires
específlcas estresantes.
Este trastorno se pltecle dar co¡. c sil agot'llo-
bia, que es 1a angustia quc plcscnta cl sr,ijcio :ii
sentir-se solo, sirt ai'ud:, cir lugatcs concni¡i¡ios o
siluacicncs cn qlic nc pucdc csctpaf láciLncnie.
Prevalencia. 1r{o exisien aúrn estitdios especí-
Íicos, pelo se estima una ftecuencia del 0,5?t uit

población escolar adolcsccntc, predominando 1a
prcscntación cn mujcrcs. Es raro anies de la pu-
bcrtad.
Diagnóstico diferencial. Es irnportante des-
cartar trastornos médicos como hipertiroidisrno,
hiperparatilodismo, feocromocitoma, diabetes
juvenil, crisis epilépticas, alteraciones vestibllla-
res o probiemas cardíacos. Este trastorno se debe
diferenciar de otros trastornos ansiosos, como e1
trastorno por ansiedacl de separación, la fobia so-
cial o específica.
Tratamiento. A partir de la experiencia en e1
tratamiento cle adultos, se Iecorniencia IIat¡mitn-
to concluctnai, cognitivo 1, falmacolóqic¡. no e-.,is-
iiendo aírn sufi.ciente evidencia controlao;'. -r'r iLrj
resultados de esos tlatamientos en niñrrs r aiio-
lescentes. Se han utilizado bcnzocii;2.-;::-:: carno
clonazepam y alprazolam, así como a:r:l.i:;:::i-
vcs tricícliccs e inhibidores c'ie ie :ea.:r::arin ,ri
scrotonina, que han demos¡rado r¡s -,r,:,j -,: =-, i-
tosos en e1 trataniento de ¡Crrl:¡. aoi. a.¡cLi:i rie
pánico.
Trastorno por estrés postraumático. E¡i.-
iiasrorno cOtte SpOnde a una Le-qpueqta tal-,-l l¡ .'i:-
l-'r'i.1.r .t llil aconlecirlri('nio e(i|e:anlc, . ; -.r .i-
ruación de natlrraleza ercepcionalmcnte itllr-raf -
zantc o catastróflca a la que ei niiro o aclole <c.'r:le
ha estado .'xprlcsto (Ej.: abuso físico o sernal,
secuestro, exposición a violencia, presenciar ron-
ductas suicidas, homicidios, desastres naturales,
accidei rtcs, ctcé rer.a .¡ .
Esta situación conlleva recuerdos intrusir os r
recul'rentes del acontecimiento traumático, como
flashbacks, produciendo malestar psicológico in-
tenso y deterioro de la función social y escolar,
pudiendo haber restricción de la vida afectiva,
pesadillas y alteración del sueño, irritabilidad 1,
depresión, intentos de evitar todo lo que se asocia
a la experiencia traumática, agresividacl y quejas
somáticas sin causa orgánica.
Flecuentemente los pacientes expresan, en for-
ma compulsirra, temas y aspectos del trauma en
juegos repetitivos, los que muchas veces no son
gratificantes. Generalmente estos juegos constitu-
ven Llna negación a la fantasía, en ia que ei niño
intenta mitigar el dolor ernocional, a veces dando
otra salida a1 evento doloroso. Cuando los recuer-
dos se incorporan al juego traumático, Ios niños
C¡píruro 37 | Tras;iorncs ansloso¡- eri nltlos',/ atiate .,,- .=.
cuentan menos los recuerdos; por este motivo, con
el paso del iiempo, la obsen ación clínica dc jucgos
traumáticos persistcntcs pucdc sc¡ más importan-
te que el informc dc imágcncs intrusivas.
También puede haber reactuación dc la cxpc-
riencia ilaumátj.ca como Llna sobrcrrcspucsta a}
esirós, como un esfuerzo de compensar mediante
1a acción el momento originai de desvalimiento
iraumático. Los niños buscan activamente parti-
cipar en una reactuación, siendo especialmenie
riesgoso en los aclolescentes, por su acceso a ar-
rrras, dlogas y auiomóviles.
La angustia frente a recuerdos traumáficos
puede surgir por sensaciones visuales, auditivas,
táctiies, olfaiorias, atributos fÍsicos de una perso-
na que recuerde a1 asahante, etcéicra.
Prevalencia. No hay estudios conocidos en
niños ni adoiescentes. En adultos la prevalencia
actual y de vida oscila entre el A,4% y cl 1,39ó. Los
sínttlrnas renritcr-r cr-I Lln plazo dc trcs mcscs cn }a
i-l.r.itad clc 1os casos, pero en otros pueden persistir
durante añ.os. Puede haber un trastorno por estrés
postlaumático de apalrción tardía, en que los sín-
Lomas no se manifi.estan hasta seis ineses de spués
¡iel aconiecimienio ir aumático.
Tratamiento. Éste está dirigido a una r'ápida in-
.crverción, con anáiisis e interpretación de la si-
:uaclón, seguidos de un tratamiento multimodai
,;,iie incluve psicofármacos. psicoterapia dc apoyo
i-, ::gli;i.,'oiondLlctual, asÍ coino intcrYencioncs
tiitpale s,t trl'al-ri:t famil jar.
Trastorno por ansiedad de separación. El
niilo o adoLescente experimenta una anguslia
.-\cesiva desencadenada por la separación, plin-
ci;,:;11r.-,.rr,.' dc la madle (u otra persona signif,-
caiiva) o dc su hogar. La duración del trastorno
es de a1 rrlenos cllatro semanas, produciendo un
de ierioro signiflcaiiYo cn sri funcionarricnto e sco-
1ai i' sociel. El curso de esic tlastorno cs oscilan-
te, y resulta frecuente observar-, adernás, rechazo
o falta de asisicncia cscolar, miedo a estar solo,
negatlva a dormil solo en su pieza. pesadillas con
contenidos de temáticas de separación. temor y
preocupación de que Los seres queridos sufran da-
ños durante la separación y quejas som.áticas sin
causa orgánica demostrable .
Factorcs dc rnal pronóstico son la aparicrón del
trastorno en edades más avanzadas, otros trastor-
i),1,!i'j'!, ii i i'.f lr,r.:;-i'o:ii;c':
nos psiquiátricos y la presencia de lrastornos psi-
copatológicos en la familia.
En su etioiogía se postuia una dificultad cn eI
proc e s o cle incliviciu ación - separación, lttlnerabili -
áad personal dada por el temperamento y situa-
ciones contingentes o de dinámica familiar' La
ma1'oría de Ias veces se encuentran varios factores
que interactúan entre sí.
Éste es un trastorno característico dc la cdad
meciia escolar, entre los siete 1'nLleYe años' El cur-
una
so puede ser agudo, especialmentc asociado a
contingencia, pero puede ser prolongado 1' 6¡5'-'i-
co en ios niños quc tienen asoclado un dcsarrollo
anormal de 1a personalidad, en los niños ma1'orcs
y en ios quc prescntan una enfermedad crónica'
con psicopatología de los padrcs o con disfunción
familiar gravc.
Este trastorno se asocia a trastorno dc engu:tia
en el 509á de los casos y a depresión en un tcr¡i¡
c1e los casos. Se postula que este trastorno
puede
asociarse a una depresión, aumentando )'perpe-
tuando Ia discaPacidad.
La consulta de estos niños generalmente se ini-
cia por las dificuitadcs cscola¡es y por cluejas so-
máticas, planteando un serio probiema de manejo
a los padres Y ai colegio'
Prevalencia. EI trastorno por ansiedad de se-
paración es uno de los trastornos psiquiátricos in-
iantiles más frecucntcs' Se estima una frecuencia
de alrcdedor dcl 49'.. Las niñas io prescntan más
frecuentemcnte que los niños, y es más preva-
lente cn las edadcs cscolarcs intermcdias' En los
aclolescentcs puede estar enmascarado por una
agorafobta.
Tratamiento. Cuando el trastorno es inicial'
con
,Eeneralmente eI manejo de éste se relaciona
ra asistencia a clases y es relativamente fácil' Los
:-adres 1, los profesores deben cooperar en alentar
r .:rrt\ &r a1 niño a volver a clases lo antes posible,
- :- :tf.rerzo de la situación deseada. Si ei rechazo
-, :- L-!-ue1a se ha mantenido y el niño es mayor
., - ,:-::anle, la resolución de este trastorno es
r-') ,a¡ioles personales y psicosociales a
l Hay ciue distinguir cste trasLorntl dc las con-
" ' - ]]-1 ,:aiuaics y cognitivas son de
-- .: ':'.le falniliar de la situación,
: .: .:.'- -: autonomía-dePendencia
es un dilema que también ia familia debe afron-
tar. Los psicofármacos pueden ser utilizados en Ios
casos más severos, en que ia angustia y la depre-
sión son difíciles de controlar con las medidas ex-
puestas. Se ha postulado el uso de antidepresivos
iricíclicos o inhibidores de la recaptación de Ia se -
rotonina, acompañados de benzodiazepinas como
el alprazolam o clonazePam.
Fobia social' Esta psicopatología se caracteriza
por presentar ansiedad específica en contextos de
g.r,pot, ya sea cle pertcnencia o no, especialmente
ántc crtraños. Existe el4tación dc la situación te-
mrda o se soporta con un malestar importante' La
fobia social se relaciona, generalmente, con desa-
rrollo de personalidad en la línea inhibicia, ansiosa
dependiente, con timidcz prcvia, y no es raro que
q.,l.rr., la padezcan presenten gran angustia e in-
t-libi.iór. aguda frente a las cvaluaciones o diserta-
ciones en público. E1 inicio es insidioso y el niño o
adolescente puede reconocer que eI temor es exce-
,1r.9 1: poco razonable, afectando su socialización'
La iobia sociaL :tene una prelalencia de vida del
Jo, al 1l'.- \' se esiina que aleaia aprorimadamen-
te al ilo tic nit-ios i. .:.dolcs¡.'ll:e s' de preferencia al
sero nascilhno.
En su tratamiento están Lndicacias cs-lar'--gias
er-
conclucir-taIes v cognitivoconductuales' como
poslción, desensibilización sistemática' práctica re-
iorzada, manejo de contingencias 1' reforzamiento
operante, técnicas cle modelado y entrenamiento
nubilidudes sociales. En cuanto a psicofárma-
"t
cos, no está suflcientemente sustentada su eflcacia
en niños y adolescentes, pero algunos muestran
mayor control de Ia angustia con antidcpresivo;
tric?clicos o inhibidores de 1a recaptación de 1a se-
rotonina (especialmente la paroxetina), las bcnzo-
diazcpinas, los bloqueadorcs beta y Ia busptrona
Fobia específica o fobia simple' En este tras-
torno existe un tcmor excesivo, irracionai y persis-
tente ante la prcsencia o anticipación de un objeto
o situación específlca, qr-re puede asociarse a dis-
capaciclad social o escolar. Se trata de un trastor-
no relativamente frccuenlc en Ia niñcz, afcctando
más a las niñas, y que puede estar influido por
factores culturales Y ótnicos.
ductas fóbicas, qtle son frccucntcs cn la etapa de
1a infancia y ccdcn cspontáncamcnte sin trata-
iniento. En su etiologÍa existen más evidencias
 Capfuuro 37 ) Trastornos a¡,,siosos en niños y acolescenres

ernpíricas en las teorías conductuales, que ex-
plican ei trastorno a través del condicionamien-
to clásico y operante. Se postula también que en
algunas fobias específicas inten'ienen lactores on-
togenéticos de preservación de 1a especie.
En el tratamiento se uiilizan los mismos méto-
dos cognitivoconductuales que Ios utillzados en 1a
fobia social. especialmente la exposicrón gradual y
la desensibilización sistemática.
Trastorno relacionado: mutismo selectivo.
Este cuadro se ha considerado como una va-
riante de los trastornos ansiosos para algunos
autores; lo presentan niños que no hablan en dc-
terminadas situaciones sociales, pese a qr-ie tienen
las habilidades fÍsicas para hacerlo, por un pcr.Ío-
do mayor de un mes, generando gran dciitir,,ru
social y escolar.
Éste es un trastorno raro, cuyas ci.fras de pre-
valencia oscilan entre el 0,089á ,v ci 0,7io dt' los
niños. Su inicio e s tcmprano en la edad preescolar,
siendo más frecuente en el sexo fetlenino, en una
proporción dc 3: i. Muchas veces se asocia a que
el niño haya presentado dificultadcs dc articula-
ción o de habla inicialmentc.
Se asocia en estos niños una historia de mucha
trmidez, sensibjlidad 1'de er.'itar exponerse a situ.r-
ciones nuevas, también .1 ¡¿sgoS o¡osicionistas.
Su comorbilldad está relacionada con otros tras-
tornos ansiosos, depresión, trastornos en el con-
trol de esfínteres )'trastorno obse sir.,o compulsivo.
Erisre consenso de ia existencia de factores
miiltiples prcdisponcntcs, precipitantes y mante-
nedores dc cstc cuadro. En gcnerai, este trastolno
cede al llcgar 1a pubcrtad, pero en algunos meno-
re s persiste más allá de este período, con interfe-
rencias en el desarrollo emocional y social.
E1 tratamicnto dcbc scr multimodal, flcxiblc y
progresivo, incluyendo los aspectos individuaics,
fanLiliares, escolare s y sociale s. Se recomienda que
el rnenor continúe en el sistema escolar, siendo
recomendable el cambio de colegio cuando exista
una situación de estigmatización y poco apoyo.
Sehan utilizado fármacos inhibidores de la re-
captura de serotonina, especialmente fluoxetina y
scrtralina, en conjunto con bcnzodiazepinas po-
tentes, como el clonazepam.

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