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Hacia una sociedad del Aprendizaje

Jimmy Zambrano R.

"Cada pocos cientos de años en la historia de Occidente se produce una súbita trans-
formación... en el espacio de unas cuantas décadas, la sociedad se reestructura a sí
misma: cambia su visión del mundo, sus valores básicos, su estructura política y so-
cial, sus artes y sus instituciones clave. Cincuenta años más tarde hay un nuevo
mundo y quienes nacen entonces no pueden siquiera imaginar el mundo en el que vi-
vieron sus abuelos y en el que nacieron sus padres. En estos momentos estamos vi-
viendo una transformación así. Se está creando la Sociedad Postcapitalista" (Drucker,
1993).

Estimado lector, iniciamos este fascinante estudio de la adultez con


esta breve cita de Peter Druker (1993), quien fue uno de los que predijo
el cambio de época al que usted y yo asistimos hoy por hoy. Usted y yo
formamos parte de una convergencia de cambios sin precedentes, acu-
ñada en la denominación Sociedad de la Información y del Conoci-
miento. ¿Cuáles son los cambios que caracterizan a esta nueva
sociedad? ¿cuáles son los impulsores? ¿qué implicaciones emergen
para el aprendizaje adulto? ¿cuáles son los nuevos entornos de apren-
dizaje? son algunos de los cuestionamientos que trateremos de abordar
de forma breve, como antesala de nuestro análisis del aprendizaje
adulto. En siguiente análisis, aunque muy breve, nos permitirá situar
nuestra comprensión de los profusos cambios que experimentamos.
El tratamiento o análisis del cualquier elemento del campo educativo
en general no debe evadir la sociedad en que vivimos, pues los elemen -
tos que soportan la nueva época están impactanto todas las áreas de
nuestro vivir, en particular la manera en que aprendemos.

Características de la nueva época

La sociedad actual ha recibido diferentes nombres, a saber, sociedad


de la información, sociedad del conocimiento, sociedad informacional,
sociedad de la comunicación, sociedad del aprendizaje, etc. Estos di-
ferentes nombres, que por cierto en esta obra se usarán de manera in-
tercambiada, no son otra cosa que intentos de captar la dinámica que
caracteriza a los nuevos modelos sociales emergentes. De acuerdo con
el muy reconocido profesor Manuel Castells (2006b), vivimos el emer-
ger de una nueva estructura social, que él denomina la sociedad en
red. Esta nueva estructura social está caracterizada por cuatro trans-
formaciones profundas que diferencian la Revolución Industrial, a
saber: (1) transformaciones en las relaciones de producción, (2) trans-
formaciones en las relaciones de poder, (3) transformaciones de las
relaciones de experiencia, que al converger con las dos anteriores dan
lugar a (4) la transformación de los cimientos materiales de la vida so-
cial, el espacio y el tiempo. Estas profundas transformaciones han cre-
ado nuevos escenarios y desafíos para las instituciones y
organizaciones actuales, y está revolucionando el campo de la educa-
ción así como los procesos de enseñanza-aprendizaje.

Estas transformaciones están perfilando una nueva sociedad. No po-


demos afirmar categóricamente que la nueva época está consolidada
sobre los contenidos de estas transformaciones, pero sí podemos ar-
gumentar que vivimos un proceso de transición, por una parte, y por
otra, el emerger de una nueva época, aún difícil de predecir con segu-
ridad. La naturaleza de estos contenidos está íntimamente relacionada
con los factores que impulsan el cambio de época. Aunque revisare-
mos brevemente estos contenidos o factores en la siguiente sección,
es necesario tengamos presente desde ya que las tecnologías de la in-
formación y la comuncación “TICs” constituyen un factor cultural que
está revolucionando nuestra forma de vida y permitiendo que las
transformaciones tomen distintivos importantes de subrayar.

Estamos asistiendo a una transformación en nuestras relaciones de


producción. A diferencia de la época histórica del industrialismo que
se caracterizó por la metáfora de la máquina, la producción en serie,
estructuras organizacionales mecánicas, una psicología del aprendi-
zaje basado en la experimentación y el condicionamiento de la con-
ducta humana, el emerger de la nueva época se basa en la economía
de la información. La información pasa a ser insumo y producto me-
diante procesos de desarrollo, almacenamiento, organización y difu-
sión soportados en sistemas informátivos conectados entre sí a través
de la Internet. Aunque la naturaleza de la producción informacional
es capitalista, es decir basada en la lógica del mercado y por ello en la
competitividad, los ambientes dinámicos de mercado y las TICs han
propuesto los desafíos de flexibilidad e innovación como bases de la
productividad, las cuales a la vez ponen en el centro al ser humano
como un sujeto activo cuya educación supondrá una ventaja compe-
titiva. La educación constituye un bien cultural que permitirá al sujeto
adaptarse a las exigencias siempre cambiantes del conocimiento, los
rediseños estructurales y funcionales de las organizaciones producto
de los cambios en el mercado. La educación aquí puede verse, como
en la época industrial, como una que está al servicio del mercado la-
boral, pero también es cierto un redescubrimiento de la complejidad
del ser humano, sobre todo en su adultez, que lo pone como un ta-
lento importante en la nueva economía informacional.

Esta nueva economía informacional ha dado lugar a una explosión de


información que sobrepasa la capacidad del cerebro humano para pro-
cesarla. Por tal motivo, la producción informacional ha puesto en cri-
sis los modelos educacionales fundamentados en el saber docente.
Gracias a las TICs, la información se convierte en un bien cultural ma-
sificado, pero no necesariamente su tratamiento implica conoci-
miento o aprendizaje. El esfuerzo por lograr aprendizajes o
conocimientos en medio de la jungla informacional de la nueva eco-
nomía está erosionando produndamente la acumulación bancaria de
información por una visión del aprendiz como agente cultural de cam-
bio, ente activo, transformacional y productivo, dentro de contextos
virtuales de aprendizaje.

Impulsores de sociedad de la información y del conocimiento

Como hemos anotado, los cambios en la estructura social son gene-


ralizable, pues estamos viviendo el paso de una sociedad industrial a
otra de tipo informacional o del conocimiento. ¿Cuáles son los impul-
sores del cambio de época? ¿cómo afectan al, o qué desafíos se impo-
nen en el aprendizaje?. De acuerdo con muchos autores (Castells,
2004, 2006a, 2006b, Jarvis, 2007 y Merriam et. al. 2007, entre otros,
con sus respectivas variantes de análisis) estos impulsores son: (1) la
globalización, (2) las innovaciones tecnológicas y (3) la información.
Cabe señalar que el análisis individual de estos impulsores es artificial
porque están íntimamente relacionados en todas las dimensiones so-
ciales, organizacionales, educativas y de la vida cotidiana. Las TICs
constituyen un medio que permite la vehiculación de los procesos de
insternacionalización, de los intercambios económicos y culturales,
con base en la información.

Globalización

Estimado lector, no pocas veces hemos escuchado el término globali-


zación en los noticieros, en las conferencias de corte económico, e in-
cluso percibimos que su uso es más generalizado en todos los campos
del saber científico y cotidiano. Sin embargo, ¿Ud. escuchado alguna
definición de este término? No hay una definición clara del término
globalización. En Diccionario de la Lengua Española (2001) afirma que
se trata de la “tendencia de los mercados y de las empresas a exten-
derse, alcanzando una dimensión mundial que sobrepasa las fronteras
nacionales”. En el infome que realiza el BID-INTAL junto con el PNUD
(2001) sobre la investigación de las opiniones y actitudes de las élites
latinoamericanas respecto a la integración y globalización de América
Latina, se nos hace notar la gran implicación en el término cuando
afirma:
“... la globalización en sentido amplio abarcaría la expansión
y liberización del comercio internacional, la creciente inter-
dependencia de las economías nacionales, y las también cre-
cientes velocidades de circulación del capital, la tecnología,
la información en general y los procesos de difusión cultural.”
(Achard, 2001: 1)
Sin embargo, el mismo informe afirma que las élites latinoamericanas
no tienen tan claro el término, y por otro lado, hay una tendencia
hacia la regionalización con base en acuerdos regionales y subregio-
nales con afinidades de tipo geográfica, ideológica, de explotación y
de intercambio de recursos.

Con estas precisiones en mente, cabe descatar que las naciones están
creando condiciones que permiten la explicación del fenómeno de la
globalización. Algunas de estas son el desarrollo de las comunicacio-
nes, un avance continuo de las innovaciones tecnológicas, la cada vez
más creciente desaparición de barreras comerciales estatales, los pro-
cesos de reestructuración organizacional en las empresas para poder
competir y lograr intercambios informacionales y financieros a nivel
regional y mundial, entre otras, tanto en países desarrollados y en vías
de desarrollo. Estas condiciones están creando escenarios donde la in-
ternacionalización de la economía soportada en las tecnologías de
base, la computación y las comunicaciones, será un factor decisivo
para la nueva estructura social.

Innovaciones tecnológicas

Como hemos visto, las innovaciones tecnológicas son un pilar de los


procesos de internacionalización, regionalización y globalización de
los intercambios económicos y culturales. La integración de las tec-
nologías de base, computación y comunicaciones dan a luz a lo que
hoy llamamos, las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comu-
nicación, que abreviamos con las siglas TICs. Estas tecnologías per-
miten la vehiculación de todo tipo de información en muchos
formatos. Por otro lado, estas TICs se ven potenciadas cuando operan
conectadas a la Internet. En la economía informacional emergente,
las TICs e Internet son fundamentales pues permiten la obtención, al-
macenamiento, organización, transformación, difusión e intercambio
de la información, en formatos de texto, audio, vídeo, imagen, en
tiempo real o diferido (síncrono o asíncrono, respecticamente).
Ahora bien, creo que es importante diferenciar a la tecnología del
medio. De acuerdo con Bates (en Keegan, 2005), el medio se refiere a
la forma genérica de comunicación o de representar el conocimiento.
Mientras que la tecnología está estrechamente relacionada con cada
medio, disponemos de muchos tipos de tecnologías asociadas a dife-
rentes tipos de medios. Esto se ilustra en la Tabla 1.1:

Tabla 1.1. La relación entre medio y tecnología

M edio Tecnología
Impresiones, fotocopias, foto-
Texto (incluye gráficos) grafías, revistas, periódicos,
correo postal, telefax, etc.

Casete, radio, teléfono, discos,


Audio
audioconferencias, etc.

Transmisión de TV, videoca-


Televisión sete, imágenes cinematográfi-
cas, vídeos, cable, etc

Computador, satélite, fibra óp-


tica, CD.ROM, DVD, Vídeo
Soporte informático
interactivo, videoconferencia,
de sala, etc.

Páginas web, correo electró-


nico, listas de distribución,
Internet
chat, videoconferencias, au-
dioconferencias

Ahora bien, ¿qué son las TICs? De acuerdo a Adell, son el:
“... conjunto de procesos y productos derivados de las nuevas
herramientas (software y hardware), soportes de la informa-
ción y canales de comunicación relacionados con el almace-
namiento, procesamiento y transmisión digitalizados de la
información”. (Adell, 1997: 34, citado por García Aretio et. al.,
2007)

Como podrá apreciar en la Tabla 1.1. disponemos de una gran cantidad


de tecnologías, muchas de las cuales están dentro de un tipo de medio.
La Internet es un medio de comunicación muy poderoso, cuyas tec-
nologías han configurado una nueva realidad: la realidad virtual. Las
interacciones que se pueden establecer a través de las TICs gracias a
la Internet, hoy por hoy, son muy similares a aquellas que se estable-
cen de forma presencial. De esta manera, la realidad social en la so-
ciedad informacional es aquella en la que intervienen relaciones
presenciales y virtuales. Este nuevo escenario social, presencial y vir-
tual, por un lado no solo está configurando nuevas formas de vida ba-
sadas en las TICs, sino que además desafían a nuestras instituciones
educativas a que sean innovadores ya que, a diferencia de la educación
convencinal, mayormente sustentada en la premodernidad, implica
nuevos roles docentes y discentes, nuevos entornos de aprendizaje,
interacción personalizada mediatizada, atemporalidad y deslocaliza-
ción, etc. En la última sección de este capítulo revisaremos las impli-
caciones educativas que nos trae la Internet en el contexto de la
sociedad de la información y del conocimiento.

Información

Un tercer impulsor es el mar de información que se vehicula a través


de Internet. Pero, ¿qué es la información? Su definición debe pasar,
en primera instancia, por su diferencia con el dato. De acuerdo con
Poole, el dato es el elemento que da lugar a la información y “consiste
en la organización de símbolos, bien sean números, letras e imágenes,
que representan hechos” (1999: 178). Los datos carecen de sentido en
sí mismos, es decir, son incomprensibles hasta el momento que nos-
otros le otorgamos sentido a partir de nuestra interpretación. Cuando
interpretamos estos símbolos, números... pasan a ser información. En
otras palabras, la información es el resultado de nuestra actividad in-
telectual o también llamada cognitiva, que surge de nuestra interpre-
tación de datos. La información se da lugar en un proceso
comunicacional, el cual afecta nuestro pensamiento transformándolo,
cuando es comprendida de forma significativa, sustancial y no arbitra-
ria. La información nos debe llevar al conocimiento, el cual debe ser,
a la vez, construído con nuestros valores y experiencias. La siguiente
figura ilustra este proceso de construcción del conocimiento:

(como se expresa a través de un juicio) Sabiduría

(el registro de la experiencia dada por la representación física) Conocimiento

(la conciencia dada por la representación) Información


(Zona de datos)
(Zona de datos)
Datos

Reglas y formulaciones

Símbolos (representación del acontecimiento, suceso o estímulo)

Acontecimiento, suceso o estímulo

Figura 1.1. El espectro del conocimiento (Poole, 1999: 178)

Como se puede apreciar, la información debe ser trasmitida, interpre-


tada, contruída y valorada. Lo interesante de este proceso es que,
cuando la información para a ser parte de nuestra estructura de signi-
ficados cognitivos mediante un proceso de aprendizaje o conoci-
miento, por una parte ella misma es transformada en el contexto de
significados que hemos adquirido previamente, y por otro transforma
nuestros pensamientos, sistema de valores y nuestra experiencia. Este
proceso de transformación cognitiva puede, y debe, ser consciente y
guiado a través de interacciones significativas con las demás personas,
la mediación tecnológica y la propia reflexión crítica.

Las TICs han revolucionado la manera en que se transmite la infor-


mación, definiendo de esta manera una nueva estructura social de
aprendizaje. Las tecnologías no definen nuestras sociedades, si no por
el contrario, las sociedades se desarrollan gracias a las innovaciones
tecnológicas y luego éstas conforman nuevos escenarios sociales. Al
respecto Castells afirma:
“En efecto, la capacidad o falta de capacidad de las sociedades
para dominar la tecnología, y en particular las que son estra-
tégicamente decisivas en cada periodo histórico, define en
buena medida su destino, hasta el punto de que podemos
decir que aunque por sí misma no determina la evolución
histórica y el cambio social, la tecnología (o su carencia)
plasma la capacidad de las sociedades para transformarse, así
como los usos a los que esas sociedades, siempre en un pro-
ceso conflictivo, deciden dedicar su potencial tecnológico”.
(2006a: 33)

Las tecnologías soportadas en Internet, que es un espacio libre en el


que cualquier persona, en cualquier lugar y tiempo, puede acceder e
informarse de cualquier campo de conocimiento, estructuran un
nuevo orden social, basado en el intercambio informacional. Esta dis-
ponibilidad de información, así como las novedosas formas de inter-
acción de los actuales entornos virtuales, rompen con las dimensiones
espacio-temporales convencionales, para hacernos parte de nueva
nueva acción humana, enraizada en la nueva sociedad informacional.
Pasemos a revisar cómo influye estos factores al aprendizaje adulto.

1.3. El nuevo entorno de aprendizaje

Hasta aquí hemos revisado de forma breve cómo se configura la nueva


sociedad de la información y del conocimiento, así como los factores
que la impulsan. Ahora bien, ¿cómo afecta esta nueva situación al
aprendizaje adulto?, ¿cuáles son las exigencias educativas?, ¿cuáles son
los nuevos escenarios de aprendizaje?

Los factores que sustentan el nuevo modelo de sociedad demandan de


personas más educadas y en continuo desarrollo, para que sean com-
petentes en los nuevos entornos laborales que se producen por el cam-
bio social. De hecho, la expresión “educación de adultos” ha
comenzado a desaparecer para dar lugar a la expresión “aprendizaje
para toda la vida” (Jarvis, 2007). El aprendizaje durante toda la vida,
en el contexto de la nueva economía, desafía a las instituciones u or-
ganizaciones a pensar en modelos y programas educativos que superen
las clásica división de educación primaria, secundaria y universitaria.
La educación en la nueva economía debe ser diseñada a partir de la
constribución al desarrollo integral del individuo y los grupos sociales,
a lo largo de toda su vida, y adecuados a las cada vez cambiantes de-
mandas laborales y cambios sociales.

La educación en todos sus niveles está sufriendo las presiones, por


parte los procesos globalizadores, para que introduzca las TICs en su
administración, programas de estudio y en el proceso enseñanza-
aprendizaje. Estas presiones se traducen en (Merriam et. al. 2007):
- Comunicación internacional basada en las TICs, con las cuales faci-
litar la circulación de texto, imagen y otros recursos.
- Movimiento internacional de estudiantes para estudiar en otros pa-
íses, así como una demanda de cursos soportados en Internet sin re-
querimiento de residencia en otro país.
- Incremento de ambientes de aprendizaje multicultural a través de In-
ternet o en campus presenciales.
- Incremento en la circulación global de ideas y particularmente de los
sistemas y valores pedagógicos occidentales.
- Auge de organizaciones internacionales y virtuales que ofrecen en-
trenamiento y educación a través de Internet.
La UNESCO, en el famoso Informe de Delors (2006) que fue un balan-
ceado y humanístico informe, reconoce la significatividad del apren-
dizaje para el trabajo, pero también entiende el potencial humano para
aprender (Jarvis, 2007). Este informe comienza perfilando las funcio-
nes sociales de la educación cuando afirma que “constituye un instru-
mento insdispensable para que la humanidad pueda progresar hacia
los ideales de paz, libertad y justicia social” (Delors, 1996: 7)
Delors hace notar la importancia de afirmar la educación para toda la
vida, de una forma crítica, sin perder de vista la presión por la forma-
ción adecuada al mundo laboral. Esto implica evitar que la educación
permanente se constituya, solamente, a partir de la simple oferta-de-
manda laboral. En otras palabras, Delors, si bien reconoce el impacto
de la globalización y con ella la necesidad de educarse para toda la vida
a fin de que las personas logren altos niveles de desempeño laboral,
también reconoce la formación y el entrenamiento del individuo como
ser humano. Al respecto la Comisión expresa:
“... nos parece que debe imponerse el concepto de educación
durante toda la vida con sus ventajas de flexibilidad, diversidad
y accesibilidad en el tiempo y en el espacio. Es la idea de educa-
ción permanente de lo que ha de ser al mismo tiempo reconsi-
derada y ampliada, porque además de las necesarias
adaptaciones relacionadas con las mutaciones de la vida profe-
sional, debe ser una estructuración continua de la persona hu-
mana, de sus conocimientos y aptitudes, pero también de su
capacidad de juicio y acción. Debe permitirle tomar conciencia
de sí misma y de su medio ambiente e invitarla a desempeñar su
función social en el trabajo y la ciudad” (p. 14, 15)

De acuedo con Delors, la educación durante toda la vida ha de soste-


nerse sobre cuatro pilares, a saber: (1) aprender a vivir, (2) aprender a
conocer, (3) aprender a hacer y (4) aprender ser. Todos quienes son
educadores y administradores educativos deben conocer este informe,
pues ofrece adecuadas recomendaciones para la educación y el apren-
dizaje en la nueva economía informacional.
Por otro lado, si bien es cierto que existe una conciencia global por la
necesidad de borrar la departamentalización de la educación para dar
lugar a un modelo que dure toda la vida, también se observa, producto
de los cambios sociales y las presiones de la globalización, que hay una
preferencia en desarrollar el lifelong learning o aprendizaje durante
toda la vida antes que la educación para toda la vida. Este tipo de apren-
dizaje, que se viene fomentando desde mediados de los 90, se está im-
poniendo frente a otros conceptos tales como educación recurrente,
educación continua, desarrollo de recursos humanos, educación co-
munitaria, educación informal y no formal, educación post-escolar,
educación para el ocio y el tiempo libre, educación popular y educación
para toda la vida.

El concepto de aprendizaje durante toda la vida implica, a diferencia


con la eduación a lo largo de la vida, por un lado, reconocer que el
aprendizaje es posible fuera de los contextos burocráticos de las orga-
nizaciones educativas y del Estado, y por otro que se fomente el cono-
cimiento práctico. El aprendizaje durante toda la vida radicaliza la
diferencia entre educación y aprendizaje como entrenamiento. Al res-
pecto Posner (1998: 72) ofrece una explicación en la que “entrena-
miento se refiere a contextos en los cuales se puede predecir con alguna
confianza las situaciones específicas en las cuales la gente utilizará lo
que aprende”. Este tipo de aprendizaje está íntimamente relacionad a
las preferencias o estándares laborales que hoy por hoy surgen como
una forma de calificación de la mano de obra en contextos altamente
competitivos. Por otro lado, “la educación se refiere a contextos en los
cuales no se puede predecir con alguna especificidad o certeza las si-
tuaciones en las cuales la gente utlizará lo que aprende” (p. 73). Este
tipo de conocimiento pone énfasis en el aprendizaje de las humanida-
des, valores,... que tiende a ser desplazado por las nuevas tendencias
de aprendizaje por competencias, orientadas solamente al mercado la-
boral. En esta diferenciación entre lifelong education y lifelong learning
está relacionada con el impacto cada vez más decisivo de las nuevas
configuraciones sociales, producto de los factores impulsores que re-
visamos anteriormente, que están transformando la clásica definición
organizacional y dando lugar a otras con un carácter más innovador,
flexible y permeable a las exigencias tanto del campo laboral como de
las necesidades de autorrealización de los individuos.

El aprendizaje, diferencia de la educación durante toda la vida, se


acoge al rompimiento con una tradición largo placista por otra corto-
placista, con acento en, y por, la ubicuidad de las TICs. En decir, si-
guiendo las palabras de Jarvis (2007), que el aprendizaje durante toda
la vida:
- No es responsabilidad del Estado.
- Es responsabilidad de las personas emprederlo.
- Implica a la enseñanza-aprendizaje.
- Implica el aprender de materiales que se pueden comprar.
- Reconoce el significado del conocimiento práctico.
- Reconoce que el aprendizaje que es adquirido fuera de las institu-
ciones educativas es válido y puede ser acreditado de la misma manera
como los conocimientos adquiridos y evaluados dentro de las institu-
ciones educativas.
- Reconoce que las instituciones educativas tienen que cambiar rápi-
damente para enfrentarse con el nuevo mundo.
- Reconocer que la sociedad, o parte de ella, esta cambiando rápida-
mente, por lo que las pesonas necesitan aprender (de forma flexible)
para enfrentar las precarias condiciones de su diario vivir.
- Se está institucionalizando sin una estructura formal de los tiempos
anteriores, lo cual es posible debido por la apertura del mercado a que
las personas escojan qué aprender, con acreditación y reconocimiento,
de acuerdo a las demandas laborales.

En la nueva sociedad informacional, Internet resulta ser el nuevo es-


cenario de aprendizaje. Como dice el maestro Castells:
“Internet es el tejido de nuestras vidas. Si la tecnología de infor-
mación es el equivalente histórico de lo que supuso la electrici-
dad en la era industrial, en nuestra era podríamos comparar a
Internet con la red eléctrica y el motor eléctrico, dada su capa-
cidad para distribuir el poder de la información por todos los
ámbitos de la actividad humana. Es más, al igual que las nuevas
tecnologías de generación y distribución de energía permitieron
que la fábrica y la gran empresa se establecieran como las bases
0rganizativas de la sociedad industrial, Internet constituye ac-
tualmente la base tecnológica de la forma organizativa que ca-
racteriza a la era de la información: la red”. (Castells, 2001: 15)

La Internet, sin querer sacralizarla, dispone de posibilidades de inter-


acción cultural que pueden transformar nuestras clásicas formas de
aprender y con ello contribuir con algunos de los problemas de la edu-
cación en general. Hemos aprendido de las muchas profecías respecto
a que la tecnología solucionará los problemas; no debemos creer que
hará milagros y mucho menos en el ámbito educativo, porque no de-
penden necesariamente de ellas sino de la propia dinámica humana.
Lo que podemos afirmar es que Internet, en la medida en que su acce-
sible es creciente para la población global, está innovando la adminis-
tración educativa, los programas académicos, la relaciones entre los
actores educativos, los productos de aprendizaje, etc. Este proceso de
transformación, que no es otra cosa que un profundo cambio socio-
cultural, es lento y con mayor repercusión global. Una simple mirada
al escenario educativo global nos puede hacer notar que la introduc-
ción de las TICs en los esfuerzos educativos no se caracteriza por la ve-
locidad con que estas se desarrollan. Las innovaciones tecnológicas
aparecen con mayor frecuencia y menos tiempo de que disponen las
organizaciones educativas para introducirlas y evaluarlas en sus pro-
gramas educativos. En gran manera esto dependerá del acceso que la
población tenga a Internet. La tabla 1.2 presenta una mirada global del
estado de Internet hasta septiembre 2009.

La presión de la globalización, las TICs y la información está transfor-


mando las existentes y creando nuevas condiciones educativas. Es
decir, está cambiando el para qué (objetivos), el qué (contenidos), el
cómo (metodología), el cuando (el tiempo), el donde (lugar) y el través
de qué (tecnología) enseñar-aprender y cómo evaluar este aprendizaje.
Si el aprendizaje no está localizado en las instituciones educativas ne-
cesariamente, si las TICs junto con Internet disponen han compuesto
una nueva y motivante realidad social con una basta información y
unos medios de interacción que permiten el conocimiento, y si las ne-
cesidades de autorrealización personal y de alto desempeño laboral
pueden ser satisfechas durante toda la vida, entonces se puede afirmar
que estamos viviendo la sociedad no solo de la información, sino ade-
más del conocimiento y del aprendizaje.

Tabla 1.2. Usuarios de Internet en el mundo y estadísticas de la población

Usuarios de Usuarios de
Regiones Población es- Penetración Crecimiento % Uso Mun-
Internet en Internet
Mundiales timada al 2009 (% población) 2000-2009 dial
Dic. 2000 actuales

África 991,002,342 4,514,400 67,371,700 6.8 % 1,392.4 % 3.9 %

Asia 3,808,070,503 114,304,000 738,257,230 19.4 % 545.9 % 42.6 %

Europa 803,850,858 105,096,093 418,029,796 52.0 % 297.8 % 24.1 %

Medio Este 202,687,005 3,284,800 57,425,046 28.3 % 1,648.2 % 3.3 %

Norteamérica 340,831,831 108,096,800 252,908,000 74.2 % 134.0 % 14.6 %

Latinoamérica y
586,662,468 18,068,919 179,031,479 30.5 % 890.8 % 10.3 %
el Caribe
Oceanía/Aus-
34,700,201 7,620,480 20,970,490 60.4 % 175.2 % 1.2 %
tralia

TOTAL 6,767,805,208 360,985,492 1,733,993,741 25.6 % 380.3 % 100.0 %

FUENTE: Internet World Stats.


http://www.internetworldstats.com, recuperado el 03 de marzo del 2010

Conclusión

Por una parte vivimos una época de cambios, y por otra estamos pre-
senciando el nacimiento de una nueva época: la sociedad de la infor-
mación, del conocimiento y del aprendizaje. La nueva sociedad, de
tipo capitalista, está fuertemente sostenida en los procesos de globa-
lización, las innovaciones tecnológicas y la creciente información.
Mientras prosigue el emerger de la nueva sociedad, surge desde me-
diados de los 90 un enfoque en el desarrollo del aprendizaje a través
de toda la vida, que pretende responder a las necesidades de una nueva
fuerza laboral y del crecimiento integral de las personas. A esta con-
vergencia se suma el impacto del uso de la Internet, cuyo uso está cre-
ciendo de forma impresionante en todas las dimensiones de la vida
humana, creando una nueva sociocultura y un nuevo entorno de
aprendizaje.

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Real Academia Español. (2001). Diccionario de la lengua española, 22
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