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APRENDIZAJE MOTOR. - Discusión general sobre


algunos factores de influencia psico-fisiológica

ENRIQUE MELÓ BARREIROS.


Investigador libre en la Universidad
de Lovaina.

No nos d e t e n d r e m o s en una discusión mi- fluencia del aprendizaje motor, pero dependien-
nuciosa, concerniente a perspectivas estrictamen- do también del proceso de m a d u r a c i ó n nervio-
te del dominio de la psicología, sino que el es- sa, «asegura el ajuste minucioso de la coope-
tudio estuvo centrado en un nivel diferente del ración de los diferentes grupos musculares per-
relativo a la aproximación de síntesis en edu- mitiendo el buen ajuste del movimiento a la
eaeión física. P o r tanto evitaremos un análisis fínalidad propuesta ( 2 ) .
concerniente a teorías interpretativas o a la in- R I E D E R toma la coordinación motriz como
vestigación de mecanismos que tienen en cuen- la «capacidad para utilizar eficazmente en nue-
ta, por e j e m p l o , una diferenciación que admite vas situaciones los esquemas (o p l a n o s ) moto-
un aprendizaje perceptivo, un aprendizaje sen- res adquiridos» ( 3 ) . La c o m p l e j i d a d de la no-
sorio-motor, un aprendizaje motor, u n aprendi- ción de coordinación motriz se encuentra en
íiaje verbal, u n aprendizaje «inteligente» ( 1 ) . la relación que el individuo debe tener en
Volveremos a este p r o b l e m a a través de no- cuenta, a saber, la relación de dependencia en-
ciones más elaboradas que p u e d a n a p o r t a r n o s tre la «coordinación del gesto», y la finalidad
respuestas más p r ó x i m a s al terreno que nos de la acción motriz, convertida entonces en una
ocupa, partiendo del principio de que. en el conducta o c o m p o r t a m i e n t o « m o t o r » . La opor-
marco de la educación física, el aprendizaje tuna solución buscada sería u n a especie de re-
m o t o r es siempre sensorio-motor, hace interve- sultante que tiene en cuenta «los grados de li-
nir siempre a los mecanismos perceptivos, im- bertad del a p a r a t o motor, la acción p e r m a n e n -
plica siempre verbalización y se traduce siem- te e intermitente de las fuerzas exteriores y
pre en conductas inteligentes, e incluso de adap- los cambios de situación integrado el todo en
tación. la significación que el movimiento tiene para
Kl aprendizaje motor, en la perspectiva en el individuo ( 4 ) .
que acabamos de situarlo, teniendo en cuenta Muy simplemente, B E R N S T E I N atribuye a
nuestras opciones sobre el aspecto de la educa- la coordinación motriz la organización del con-
ción física - pedagógica por la dimensión corpo- trol del sistema efector ( 5 ) e insiste en la
ral del c o m p o r t a m i e n t o , no implica solamente eliminación de la noción de «fijación» (emplea-
la adquisición (selección) de una nueva respues- da por algunos métodos pedagógicos q u e el autor
ta, sino más bien el desarrollo de la capacidad no considera válidos), puesto que no tiene en
de seleccionar nuevas respuestas, más o menos consideración la repercusión de los grados de
complejas, de iniciación voluntaria, es decir, en libertad del a p a r a t o locomotor. B E R N S T E I N
que la orden no se da solamente por medio pretende, por la noción de «organización del
de seííales o de estímulos e x p e r i m e n t a d o s ])or control», d a r la idea de d o m i n i o (o c o n t r o l )
el sujeto. de interacciones en un conjunto con vistas a
Se ha cotejado con praxias motrices en las una «flexibilidad de ejecución» ( 6 ) .
que «la adquisición» pone en juego la función
conocida por los especialistas de educación fí-
sica, bajo la designación de coordinación mo-
triz. Esta función constituye el centro de la in- «Ap. Med. Dep.s, vol. XIV, n.° 54. 1977.
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El alcance del concepto que nos ocupa ahora dizaje motor. A esta cuestión podría responder-
sigue siendo muy polémico, lo que es debido al se fliciendo que el aprendizaje motor, a u n q u e
ángulo o aspecto según el cual el problema es a p r i m e r a vista consiste en la adquisición de
a b o r d a d o . Sin embargo, vistos los distintos fac- nuevos movimientos, no conduce en la realidad
tores que p u e d e n estar implicados en las expre- más que a favorecer «la superposición de la
siones motrices b u m a n a s . cuyo conocimiento a orden cerebral a la de centros inferiores, en la
título científico no informa más que por suce- nueva sistematización de las formas preexisten-
sivos grados de abstracción, se insistirá sobre el t e s : las moviliza, las reagrupa. la modifica» ( 1 0 )
a p o r t e , en nuestra opinión original, de BUY- y todo esto supone «una cierta comprensión
T E N D I J K insistiendo sobre la importancia del de la percepción reguladora» ( 1 1 ) .
«yo», «que dispone del movimiento de su pro-
Estas referencias nos muestran que pueden
pio cuerpo y que se manifiesta como la causa
considerarse dos aspectos de las adquisiciones
del movimiento percibido». Se trata de una ac-
tras el aprendizaje motor, el uno específico de
titud que pone en guardia contra conclusiones
las condiciones del ejercicio, el otro respondien-
parciales, nos lleva a aceptar, provisionalmente,
do de una adquisición «de base», en un tipo
la coordinación motriz de modo bastante gene-
de capacidad de transferencia de las adquisi-
ral, incluyendo los procesos responsables de la
estructuración sinérgica de los componentes del ciones anteriores.
c o m p o r t a m i e n t o motor. En este caso, el apren- Según los datos resultantes de los modelos
dizaje motor p e r m i t e la integración significa- explicativos de la regulación sensorio-motriz y
tiva de los movimientos en esquemas de acción a pesar del grado de evolución de los descu-
(«estructuras de significación» o «paltern de con- brimientos neurofisiológicos, la diferencia men-
ducta»). cionada no es clara : p o r una p a r t e el acto mo-
tor complejo («gross m o t o r s k i l l » ) no se tiene
Siendo el aprendizaje un cambio más o me- n o r m a l m e n t e en cuenta en las investigaciones
nos p e r m a n e n t e del c o m p o r t a m i e n t o , es decir, orientadas al estudio de la motricidad huma-
un proceso interno, no es controlable más que na y por otra p a r t e , p o r q u e n o r m a l m e n t e los
por ciertos efectos indirectos, objetivado» du- análisis se dedican más al estudio del movimien-
rante las «perfomances». Se i m p o n e una obser- to a d q u i r i d o p r o g r a m a d o , que a la consecución
vación sobre la distinción entre efectos de apren- del dominio de este mismo movimiento (apren-
dizaje y «perfomance». revelándose a m e n u d o dizaje enfocado hacia uno u otro de los aspec-
como engañosa la relación de causa a efec- tos m e n c i o n a d o s ) . De todos modos, los tres pun-
to. Muy variados factores m o m e n t á n e o s pue- tos fundamentales derivados de las interpreta-
den influenciar a la «perfomance» sin que por ciones cibernéticas y neurofisiológicas, a saber
otra parte constituyan un cambio estable. Esto la integración sensorial (información y reinfor-
hace afirmar a C R A T T Y que el aprendizaje «es n i a c i ó n ) . la elaboración de sinergias a los di-
a m e n u d o el p u n t o de una larga confrontación ferentes niveles del sistema nervioso (progra-
con la tarea e implica la capacidad de reorga- m a c i ó n ) y la afección p r o p i a m e n t e dicha, es-
nizar los modelos de resj)uesta. mientras que Ja lán presentes en las dos perspectivas de efecto
«perfomance» es más bien, una corta manifes- (le aprendizaje (específico y de « b a s e » ) , y pue-
tación de la a p t i t u d y puede o no constituir de ser que la distinción se encuentre CTKI modo
v e r d a d e r a m e n t e un índice del nivel de apren- según el que el individuo es confrontado con su
dizaje conseguido por un individuo» ( 7 ) . modo de a p r e n d i z a j e .

En este sentido puede proponerse en la de- En general sea en el aprendizaje por «ejer-
finición de a p r e n d i z a j e . «la referencia explíci- cicio» sea en el aprendizaje llamado por «trans-
ta, p o r una p a r t e al carácter potencial de la fert». el cambio sistemático de conducta depen-
modificación de reacción, por otra al carácter de la experiencia anterior e implica la insta-
de esfuerzo que d e b e presentar el ejercicio o lación de trazos en la m e m o r i a . El mecanis-
la repetición de una situación estimulante p a r a mo de acción de estos trazos representa uno de
dar lugar a esta modificación» ( 8 ) . M O N T P E - los puntos que h a b r á que i n t e r p r e t a r para com-
Í.LIER añade que el proceso de aprendizaje de- p r e n d e r mejor los fenómenos de aprendizaje
berá, entonces, ser considerado como una «va- motor.
riable i n t e r m e d i a r i a » , distinta de las manifes- El aprendizaje puede ser estudiado bajo el
taciones c o m p o r t a m e n t a l e s a las que este pro- ángulo funcional y bajo el ángulo estructural.
ceso puede dar lugar» ( 9 ) . Esta discusión nos M O N T P E L L I E R aborda el p r i m e r o , precisán-
sitúa frente a la cuestión de adquisición o se- dolo por un criterio principal, o dos criterios
lección de la respuesta motriz nueva y. simul- suplementarios, el carácter adaptativo sería el
t á n e a m e n t e , de la significación del movimien- carácter p r i n c i p a l , no p u d i e n d o aislarse del ca-
to. De un modo m á s general, podrá inquirirse rácter más o menos d u r a d e r o v de las variacio-
a qué conduce el progreso buscado por el apren- nes cuantitativas v cualitativas del cambio coju-
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liorlantenlal. Por cuantitativo, el autor entien- el p a p e l a t r i b u i d o al sujeto en el proceso de
de modificaciones de velocidad, reducción de aprendizaje y el p r a d o d e aprendizaje alcan-
esfuerzo, etc.. y por modificación cualitativa, zado, la ejecución d e la «nueva respuesta» será
la instalación de una «nueva estructura de re- integrada a niveles diferentes.
acción o evenlualniente. su desencadenamientr) Aquí, volvemos, p a r a desarrollarla, a la no-
|)or nuevos excitantes ( 1 2 ) . En cuanto al aspec- ción de automatización, a la cual conduce todo
to estructural. M O N T P E L U E R explica (¡uc tipo de aprendizaje.
«son las modificaciones que afectan a los siste-
G U I L L A U M E habla de u n a cierta contra-
mas receptores y afectores. en sus uniones o
dicción entre la idea de repetición, que él ob-
conexiones anatómicas y funcionales, es decir,
jetiva por el sentido común de «se a p r e n d e re-
relativas al sistema nervioso central, (pie han
pitiendo», y «la adquisición de una forma de
sido retenidas como pertenecientes al c a m p o de
actuar nueva» elaborada p o r pseudo-repeticio-
aprendizaje ( 1 3 ) . En un enfoíjue que permite
nes (jue han servido para a p r e n d e r » ( 1 9 ) , no-
poner de nuevo en evidencia los rasgos selec-
ción bastante próxima de la «repetición sin re-
cionados p o r el individuo a lo larijo del apren-
petición» de B E R N S T A I N ( 2 0 ) . El h á b i t o en la
dizaje y que. en cierta medida, p e r m i t e tam-
teoría de G U I L L A U M E se situaría en una crí-
bién establecer un nexo con los datos que nos
tica al asociaeionismo, p o r la cual «se estable-
lleftan de las interpretaciones cibernéticas y
cería u n a conexación entre una percepción (o
neurofisiológicas de la motricidad. el mismo
r e p r e s e n t a c i ó n ) y un acto» ( 2 1 ) .
autor considera una memoria asociativa como
»forma de retención correspondiente a la for- Esta idea, si p a r t e de u n a posición esencial-
mación de sistemas o síntesis de trazos, intere- mente psicológica, conduciendo a aportaciones
sando los mecanismos receptores en sus nexos para la psicología pedagógica, hace sin embar-
con los mecanismos efectores» ( 1 4 ) . Ello en opo- go referencia a la comprensión fisiológica, por
sición a una m e m o r i a de trazos aislados, tra- la aceptación de i n n u m e r a b l e s circuitos entre
<luciendo s i m p l e m e n t e «la persistencia de una los centros de proyección sensorial y motores
excitación o del efecto de una reacción» ( l Ü ) . de la corteza cerebral, por mediación de los
centros de asociación ( 2 2 ) . A ñ a d i e n d o que las
Los factores o condiciones que conducen a la percepciones y representaciones cambian con el
instalación de estos nexos, p a r t i c u l a r m e n t e para grado de aprendizaje, G U I L L A U M E llama la
el aprendizaje motor, parecen poder estar cen- atención sobre u n h e c h o a p a r e n t e m e n t e ele-
trados en p r i m e r lugar, en el ejercicio, es de- m e n t a l , pero que, en nuestra opinión, tiene u n a
cir la «condición de ejercicio», teniendo lugar i m p o r t a n c i a notable vista la a m b i g ü e d a d que,
jjor una confrontación más o menos frecuente n o r m a l m e n t e , le caracteriza en la metodología
(práctica masiva o práctica d i s t r i b u i d a ) del in- de la educación física, a saber, la liberación
dividuo con el circuito situación-reacción. Estas progresiva del control consciente de la ejecu-
«condiciones de ejercicio plantean también el ción del m o v i m i e n t o . Pero la evolución del
problema de los procesos que la sostienen, es- control exteroceptivo hacia un control propio-
¡lecialmente la relación entre la práctica esen- ceptivo no puede estudiarse a i s l a d a m e n t e . En
cialmente mental y el ejercicio relevante de el aprendizaje «analítico» tal como ha sido en-
la acción motriz p r o p i a m e n t e dicha que ha sido focado tradieionalmente en educación física, la
objeto de numerosos estudios» ( 1 6 ) . concepción de esta evolución p u e d e ser puesta
La importancia del ejercicio puesta en cues- en cuestión por la referencia a la separación
tión p o r algunos autores como factor de apren- artificial e n t r e los hábitos de percepción y los
dizaje, es en el caso del aprendizaje motor casi hábitos de acción» ( 2 3 ) . G U I L L A U M E preten-
de reemplazar la perspectiva asociacionista por
fundamental.
una noción de reorganización», en la cual per-
M O N T P E L L I E R parece resumir este apren- cepción y acto serían procesos inseparables, in-
dizaje a la adquisición específica de habilida- troduciendo la unión de la señal sensorial con
des motrices, en la dependencia casi exclusiva su significación, es decir, su «verbalización».
de los analizadores propioceptivos, explica este Más específicamente en la educación motriz esta
hecho por la reacción en cadena de los estímu- solidarización se traduciría p o r la reorganiza-
los (|uc conducirán a la constitución de la «for- ción de la percepción r e g u l a d o r a » , recurriendo
ma motriz final. El autor parece así reducir su a una reorganización de la experiencia ante-
interpretación a las actividades «cerradas» ( 1 7 ) rior.
o de «estructura cinemática o dinámica cons-
tante» ( 1 8 ) . B U Y T E N D I J K parece confirmarnos los aná-
Por otra parte, la «condición de ejercicio» lisis de G U I L L A U M E cuando nos habla de
parece t o m a r una importancia diferente en fun- «nuevos ciclos funcionales» ( 2 4 ) que caracteri-
ción del tipo de aprendizaje y también de la zan al aprendizaje del movimiento voluntario,
fase del m i s m o . Esto viene a decir que segiín proceso esencialmente organizador en el que la
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lio
percepción del m o v i m i e n t o es considerada como sique, Trad. francaise p a r Simón, M., T h o m a s . R.,
París, Vigot Fréres, 1974, p. 159.
una «relación significativa». La referencia a un
(8) KIMBLE, G. A. — «Hilgard a n d Marquis con-
cierto aspecto mecánico de la a u t o m a t i z a c i ó n , ditioning a n d learning», New York, Appleton Oentu-
q u e el a u t o r t r a t a de diferenciar del a p r e n d i z a - ry, 1961 (cité in Montpelller, G. De T r a i t e de Psycho-
j e p r o p i a m e n t e diclio (a pesar de las relacio- logie Experiméntale, T. IV, L'apprentissage, Ch. X I I
París, P.U.F., 1975, P . I V / 5 0 ) .
nes i n n e g a b l e s ) presenta p a r a B U Y T E N D I J K (9) MONTPELLIER, G. De. — «Ibid».
un c a r á c t e r de a d a p t a c i ó n a los c a m b i o s de las (10) GUILLAUME, J . — «La formation des h s li-
condiciones de ejecución, que se h a r í a n sin la tudes», Coll, SUP, Le psychologue, X X X I V . París.
i n t e r v e n c i ó n de la consciencia, de la voluntad P.U.F., 1973. p. 98.
(11) GUILLAUME, J. — Op. Cit., pp. 95-48, 109. 111.
y (le la r e p r e s e n t a c i ó n ( 2 5 ) . (12) MONTPELLIER, G. De. — «L'apprentiss^.ge».
1975, p. IV/49.
113) MONTPELLIER, G. De. — «Ibid».
B B LIo G RAF
(14) MONTPELLIER, G. De. — «Ibid».
(15) MONTPELLIER, G. De. — «Ibid».
(1) MONTPELLIER, G. De. — «In T r a i t e de psy- (16) RICHARDSON, A. — «Mental Practice: a
chologie experiméntale, T. IV, Apprentissage et m é - review a n d discussion», T h e Research Quarterly. 1967,
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vement humaln». París, E.S.F., 1971, p. 96. Vol. X L I I I , n." 3, p . 364.
(3) B I E D E R , H. — «Transferí dnns l'éducatíon (18) DONSKOY. — «Les loís du mouvement spor-
physique ( X I I Symposium de Macolín). T r a n s f e r t tif», S. L., S. D., P a r í s , Documemt I.N.S.
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T r a d . frangaise p a r Argeles, J. M., in Wíssenschaft- regulation of movements», 1967, p. 134.
liche Zeitschrift der D H F K , 1968, n." 1, Document (21) GUILLAUME, P. — «Op. cit.», p 65
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(6) DUNHAM, P . — «Learning a n d perfomance», fran^aise p a r Van Haecht, L., Tournai, Desclée de
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