Está en la página 1de 18

Aplicación ultractiva de la ley por parte de la corte constitucional en

materia de pensión de sobreviviente a la luz del principio de condición


más beneficiosa

Especialización derecho laboral y seguridad social


Cohorte II

Estudiantes:
Danna Isabel Darte Guerrero
Diego Alejandro Mondragón

Santiago de Cali, mayo de 2017


Resumen.

El principio de la condición más beneficiosa se aplica a los supuestos de sucesión


normativa para los establecimientos jurídicos sin consolidar los trabajadores a los que, si
bien no han adquirido determinados derechos, debe garantizar la protección de las mismas
con el objeto de reducir el impacto social del tránsito normativo en materia laboral.
(Jaramillo l. 2010. p. 175)

Summary:

The principle of the most beneficial condition applies to cases of regulatory


succession for legal establishments without consolidating the workers to whom, although
they have not acquired certain rights, it must guarantee the protection of the same with
the object of reducing the social impact of the normative transit in labor matters.

Palabras claves:

Principio de la condición más beneficiosa, principio de favorabilidad, principio in dubio


pro operario, pensiones, pensión de sobreviviente.
1. Presentación del caso

El interés por este tema surge a raíz de una consulta de una cliente, sobre la
posibilidad de obtener una pensión de sobreviviente en calidad de cónyuge del señor x
quien falleció el día 14 de febrero del año 1998, una vez realizado el análisis del caso se
evidencia que el señor había dejado de cotizar hacía varios años atrás para el momento en
que ocurrió la contingencia, lo que impedía el reconocimiento de la pensión de
sobreviviente a la luz de la ley 100 de 1993 original, que requería para tener derecho a
esta prestación que el afiliado tuviera cotizadas dentro del año inmediatamente anterior
a la muerte por lo menos un total de 26 semanas cotizadas, pero al revisar la historia
laboral del causante se encuentra que tenía cotizadas 450 semanas desde el año 1981 a
1993 cumpliendo con el número de semanas que requería el decreto 758 de 1990 para
acceder a la pensión de sobreviviente por lo cual se estudió la posibilidad de aplicar a este
caso las disposiciones de esta norma que si bien es cierto no estaba vigente al momento
en que ocurre el fallecimiento del causante se considera que es justo que se respeten las
expectativas legitimas de este, teniendo en cuenta de que en vigencia de dicha norma
cumplió con el monto de semanas requeridas es decir 300 semanas en cualquier tiempo,
para que en caso de que ocurriera la contingencia de muerte su familia no quedara
desamparada económicamente lo cual es el objetivo de esta prestación.

En el transito normativo que ha tenido la legislación en materia de pensión de


sobreviviente, siempre se ha dejado el vacío legal en cuanto al amparo de las expectativas
de aquellas personas que cumplieron con el número de semanas requeridas por una ley,
para que sus familiares en caso de fallecimiento se les reconociera este derecho, pero que
al momento en que ocurre la muerte del afiliado ya se encontraba en vigencia una norma
con la cual no habría lugar al reconocimiento de la pensión de sobreviviente, ya sea
porque sus disposiciones son más gravosas que las de la norma anterior o porque la
persona ha dejado de cotizar, contrario a lo que pasa con las pensiones de vejez para las
cuales se han determinado unos regímenes de transición con el fin de salvaguardar las
expectativas legitimas de aquellas personas que venían cotizando con un régimen que les
era más beneficioso.

En la jurisprudencia nacional, se puede evidenciar que se ha intentado llenar este


vacío normativo a través del principio de condición más beneficiosa, permitiendo en
virtud de este, la aplicación de la ley con efecto ultractivo en pro de lograr el
reconocimiento de la pensión de sobreviviente, con fundamento en normas que al
momento de la muerte del causante ya habían perdido vigencia, pero en cuanto a la
adopción de este criterio hay discrepancia entre las cortes de cierre, lo cual crea un estado
de inseguridad jurídica y desigualdad para quienes acuden a la justicia solicitando el
reconocimiento de este derecho, ya que al no haber una norma que regule esta situación
queda a criterio del juzgador de turno y los precedentes jurisprudenciales de la
jurisdicción que le corresponda al caso.

Teniendo en cuanta la situación normativa y jurisprudencial que regula el derecho a


la pensión de sobrevivientes, con el fin de dar solución al caso en mención se hace
necesario plantearnos los siguientes interrogantes:

¿Cómo se desarrolla el principio de condición más beneficiosa?

¿En qué se diferencia el principio de condición más beneficiosa del principio de


favorabilidad y del principio in dubio pro operario?

¿Cuáles son las condiciones o requisitos que se han propuesto en vía jurisprudencial
por la corte constitucional para dar aplicación ultractiva a la ley en virtud del principio de
condición más beneficiosa en materia de pensión de sobreviviente?

El concepto del principio fundamental de la “condición más beneficiosa” como lo


ha denominado la corte constitucional en su jurisprudencia, hace referencia a la aplicación
de las garantías que más le convengan al trabajador cuando hay dos o más normas que
regulan un mismo asunto y para el presente estudio del caso en materia de pensión de
sobreviviente, este principio busca la protección de los beneficiarios en la hipótesis de
que se presente la contingencia de muerte, permitiendo al juzgador escoger entre las
diferentes disposiciones que han regulado el derecho a la pensión de sobreviviente a
través del tiempo en desarrollo de la seguridad social en nuestro país, disposiciones que
para el momento de la muerte del trabajador se pueden encontrar en tres situaciones;
derogadas, vigentes y no haber entrado aún en vigencia al momento en que acontecen los
hechos.

Nuestra constitución política (1991); hace alusión a este principio fundamental en su


artículo 53 sin darle mucho desarrollo al concepto diciendo que “en caso de duda en la
aplicación e interpretación de las fuentes formales de derecho”(p.12), se debe tener en
cuenta la situación más favorable al trabajador.

En el campo internacional la OIT ha desarrollado el principio de la condición más


beneficiosa en diferentes convenios como por ejemplo el 118 de 1962 el cual en su
artículo 7 dispone que los estados miembros deben velar por la “conservación de derechos
adquiridos y de derechos en vías de adquisición, reconocidos en virtud de su legislación
a los nacionales” en el mismo sentido en el artículo 30 del convenio 128 de 1967
determino que “la legislación nacional deberá, bajo condiciones prescritas, prever la
conservación de los derechos en curso de adquisición respecto de las prestaciones
contributivas de invalidez, vejez y sobrevivientes.”

Por su parte la corte constitucional en vía jurisprudencial ha dado un desarrollo más


extenso del concepto de condición más beneficiosa aplicado en materia de seguridad
social más concretamente en pensiones, argumentando que se trata de un principio con el
cual se busca la protección de las expectativas legítimas de las personas que cotizaron
bajo el amparo de determinada ley alcanzando las semanas requeridas por esta, para que
su familia en caso de fallecimiento queden amparadas económicamente mediante el
otorgamiento del derecho a la pensión de sobreviviente, sin que lo disponga una norma
que otorgue beneficios transicionales, como si pasa con la pensión de vejez a la cual se le
otorga un régimen de transición el cual fue estipulado en el artículo 36 de la ley 100 de
1993.

En el ámbito doctrinal el tratadista Arenas G. (2012), Sin hacer alusión directa al


principio de condición más beneficiosa en materia pensional, explica: “la posibilidad de
que en aquellos eventos en que el afiliado fallece en vigencia de una norma con la cual
no se dan los requisitos para que sus beneficiarios obtengan el derecho a la pensión de
sobreviviente, se puede dar aplicación a una norma anterior con la cual si habría lugar al
reconocimiento de esta prestación”. (p. 343).

Otro autor sostiene que:

El principio de la condición más beneficiosa se aplica a supuestos de


sucesión normativa para mantener situaciones jurídicas no consolidadas de
trabajadores a quienes, si bien no han adquirido determinados derechos, se les
debe garantizar la protección de las mismas con el objeto de reducir el impacto
social del tránsito normativo en materia laboral. (Jaramillo, 2010, p. 175).

Este tema ha sido objeto de estudio en varias oportunidades por ejemplo en tesis
presentada a esta misma universidad por Álvaro David Perea Mosquera y Herman
Ocampo Saya (2012), estudiantes del posgrado en seguridad social, abordaron el tema de
condición más beneficiosa bajo el título “aplicación del principio de favorabilidad para el
reconocimiento de las pensiones de sobrevivientes e invalidez en la corte constitucional
y la corte suprema de justicia sala laboral”, en este trabajo se estudió la aplicación del
principio de condición más beneficiosa en materia de pensión de sobreviviente e
invalidez, haciendo un paralelo entre las posturas que tenía la corte constitucional y la
corte suprema de justicia sala laboral frente a el tema, para lo cual tomaron los fallos
emitidos por estos dos órganos de cierre, en el periodo del 2010 y con base en los estudio
de dichos fallos llegaron a las siguientes conclusiones:

La discrepancia interpretativa frente a la aplicación del principio de favorabilidad


es también clara. para la corte suprema no hay aplicación de este principio en pensiones
por que todas las leyes laborales son de aplicación inmediata, es decir no considera los
principios de progresividad de la ley y mucho menos la condición humana del
accionante como si lo hace la corte constitucional que por esta vía tutela además el
derecho al mínimo vital, a la vida digna, a la no regresividad y a la vida misma, pues
considera que al no proteger a un ciudadano en términos de seguridad social, que está
incapacitado para valerse por sí mismo y para proveerse su sustento lo estaría
condenando a la muerte. (Perea M, 2011, p. 34)

Los argumentos que expone la corte constitucional son amplios y suficientes como
para justificar sus actuaciones y decisiones, sería fundamental que se dé una
interlocución entre estas honorables instancias ya que la corte suprema sólo cimenta
sus decisiones en sus propias jurisprudencias, lo que evidencia por un lado un
desconocimiento hacia las propuestas y avances de la corte constitucional en materia
de interpretación de la norma y por otro cierta miopía por cuanto sus propios
argumentos son limitadas y algo débiles, son básicamente la aplicación de la ley por
la ley, sin consideraciones de contexto, en un estado social de derecho y un bajo
reconocimiento de que se toman decisiones para regular relaciones sociales y que éstas
tienen incidencia sobre la vida de seres humanos. (Perea M, 2011, p. 36)

Por otra parte en un estudio jurisprudencial sobre el desarrollo de este tema,


realizado por Yuliana Ocampo Marulanda (2016), el cual título “la condición más
beneficiosa y el principio de inescindibilidad un debate inconcluso en la jurisprudencia
laboral” (p.1)

Evidenció que la jurisprudencia permaneció por muchos años variable y con


tendencia renuente a la aplicación de este principio cuando las normas enfrentadas era
la ley 100 de 1993 y la ley 797 de 2003.

Ocampo, Y. (2016), afirma lo siguiente:

La posición de la jurisprudencia no fue pacífica en cuanto a la aceptación de


la figura en el tránsito legislativo acaecido entre la ley 100 de 1993 y la ley 797
de 2003, toda vez que se consideró, en sus inicios, que no existió un cambio de
sistema como sí ocurrió con la entrada en vigencia de la ley 100 y que, en estricto
sentido, no podía determinarse que la norma inicial les resultaba más favorable a
los beneficiarios, afiliados o pensionados. Solo hasta el año 2012 se presentó un
cambio en dicha teoría para aceptar la aplicación de la ley 100 de 1993 en lugar
de la ley 797 de 2003, en punto de la pensión de sobrevivencia y en virtud del
principio de la condición más beneficiosa. (p.47).

Actualmente el tema de la aplicación de la ley con efecto retroactivo y ultractivo en


virtud del principio de condición más beneficiosa en materia de pensión de sobreviviente
no ha tenido un desarrollo legislativo sino meramente doctrinal y jurisprudencial.

En los precedentes jurisprudenciales se puede evidenciar por parte de la corte


constitucional y el consejo de estado una posición más garantista de este derecho al
reconocerlo aplicando el principio de la condición más beneficiosa cuando se presentan
en los casos una serie de requisitos también impuestos a través de vía jurisprudencial que
según estas dos cortes de cierre son presupuesto para determinar si se tiene o no derecho
a la pensión de sobreviviente conforme a una norma que estaba o no vigente al momento
del fallecimiento del afiliado.
Por otra parte se tiene que la corte suprema de justicia no ha sido partidaria del
reconocimiento de pensiones de sobreviviente alegando que con la aplicación de este tipo
de criterios se afecta la seguridad presupuestal del estado y de los fondos de pensiones,
pero en los pronunciamientos de los últimos dos años se puede decir que ha cambiado su
posición frente a la aplicación ultractiva de la ley en virtud del principio de condición más
beneficiosa, como se puede colegir por ejemplo en sentencia del 15 de julio de 2015
radicación 40552 en la cual se le dio aplicación ultractiva al artículo 46 de la ley 100 de
1993 para conceder pensión de sobreviviente a la cónyuge e hijos de una persona que
falleció en vigencia de la ley 797 del 2003 la cual aumenta el número de semanas que
debe cotizar el afiliado para que sus beneficiarios en caso de muerte pudieran adquirir
este derecho. (Corte suprema de justicia, sala de casación laboral, STL9394, 2015).

Principio de condición más beneficiosa en materia de pensión de sobreviviente a la


luz de la normativa existente

El principio de condición más beneficiosa es un principio jurídico mediante el cual,


frente a una proceso normativo o una norma derogada del ordenamiento jurídico recupera
vigencia para producir efectos jurídicos en una situación concreta, un principio de carácter
social y proteccionista consagrado en la legislación laboral, principio garantista que va
acorde con lo preceptuado en la constitución de 1991 por lo cual a lo largo de la vigencia
de esta se ha desarrollado e incluso mutado de su consagración inicial, lo anterior con
mira a la progresividad del derecho a la seguridad social.

Ahora, debe entenderse conforme a lo dicho anteriormente que este principio está sujeto
a la presentación de unos presupuestos:

1. que haya un tránsito legislativo, una norma derogada y una nueva vigente
2. que estas (derogada y vigente) normas sean aplicables al afiliado.

De acuerdo a lo anterior y recopilado lo dicho, nos parece que la definición dada por
el doctor Ricardo Barona Betancourt en su trabajo “principios del derecho laboral en el
sistema jurídico colombiano” es la más acertada para logar entender el término de transito
legislativo, la importancia y la trascendencia de este:
“La condición más beneficiosa no implica, pues, que la ley no se pueda
modificar ni que puedan existir cambios normativos o derogación de leyes, por
el contrario, la condición más beneficiosa supone que al momento de un cambio
normativo o de sucesión normativa, no se pueden desmejorar o menoscabar los
derechos de los trabajadores consagrados en leyes anteriores. si una norma nueva
al momento de su expedición contraría este principio, dicha norma es
inconstitucional, pues como ya se mencionó es un principio de consagración
constitucional que busca la protección de la parte débil de la relación laboral”
(Barona B, 2010, pp.250-260).

Conforme a la explicación del tránsito legislativo y la inconstitucionalidad de las


normas adversas la corte suprema y la corte constitucional desprenden un largo y arduo
camino en el desarrollo de tan fundamental principio; principio que en conexidad con los
principios de favorabilidad e in dubio pro operario conforman un conjunto de principio
llamados a la favorabilidad de la interpretación en la legislación laboral y la seguridad
social, como estado social de derecho, garantista hacia las necesidades del trabajador
quien a lo largo de la historia se ha visto en una posición desfavorable frente al empleador
y al propio legislador.

Ejemplo de lo anterior tenemos lo expuesto por el doctor Jaime Córdoba Triviño:

“encontró demostrada la regresividad del artículo 1 de la ley 860 de 2003 para el


caso de varios afiliados al sistema general de pensiones que contaban con más de
26 semanas y menos de 50 semanas cotizadas al momento de la estructuración de
la invalidez, por lo que la aplicación de los requisitos establecidos en la ley 860 de
2003 resultaban incompatibles con los principios de favorabilidad laboral y
progresividad de los derechos sociales.” (Corte constitucional, sentencia t-043,
2007).

2. ¿Cómo se desarrolla el principio de condición más beneficiosa?


Aunque el principio de condición más beneficiosa se ha consagrado en la ley su
desarrollo ha sido eminentemente jurisprudencial como se evidencia a continuación:

Principio de favorabilidad laboral/condición más beneficiosa para el trabajador:

La "condición más beneficiosa" para el trabajador, se encuentra plenamente


garantizada mediante la aplicación del principio de favorabilidad que se
consagra en materia laboral, no sólo a nivel constitucional sino también legal, y
a quien corresponde determinar en cada caso concreto cuál norma es más
ventajosa o benéfica para el trabajador es a quien ha de aplicarla o interpretarla.
De conformidad con este mandato, cuando una misma situación jurídica se halla
regulada en distintas fuentes formales del derecho (ley, costumbre, convención
colectiva, etc.), o en una misma, es deber de quien ha de aplicar o interpretar las
normas escoger aquella que resulte más beneficiosa o favorezca al trabajador.
La favorabilidad opera, entonces, no sólo cuando existe conflicto entre dos
normas de distinta fuente formal, o entre dos normas de idéntica fuente, sino
también cuando existe una sola norma que admite varias interpretaciones; la
norma así escogida debe ser aplicada en su integridad, ya que no le está permitido
al juez elegir de cada norma lo más ventajoso y crear una tercera, pues se estaría
convirtiendo en legislador. (Gaviria, 1995).

El alusivo principio también tenía cabida tratándose de preceptivas inmediatamente


sucesivas, como lo son las previstas en las normas que han modificado los regímenes
pensiónales del sistema general de pensiones de la ley 100 de 1993, esto es, las de las
leyes 797 y 860 de 2003, respectivamente.

En efecto, allí se dijo en la forma anotada:

“a. el principio de la condición más beneficiosa en materia pensional


1º) como es sabido, el denominado “principio de la condición más beneficiosa” opera
precisamente en aquellos eventos en que el legislador no consagra un régimen de
transición, porque de hacerlo no existiría controversia alguna originada por el cambio
normativo, dado que el mencionado régimen mantiene, total o parcialmente, los requisitos
más favorables contenidos en la ley antigua.
“(…)

“bajo las anteriores perspectivas, el “principio de la condición más


beneficiosa”, tiene adoctrinado la sala por línea general, entra en juego, no para
proteger a quienes tienen una mera o simple expectativa, pues para ellos la nueva
ley puede modificar el régimen pensional al cual estuvieran adscritos, sino a un
grupo de personas, que si bien no tienen un derecho adquirido en sentido riguroso,
se ubican en una posición intermedia, habida cuenta que poseen una situación
jurídica y fáctica concreta, verbi gratia, haber cumplido íntegramente con la
densidad de semanas necesarias que consagraba la ley derogada para obtener una
prestación de índole pensional. A ellos, entonces, se les debe aplicar la disposición
anterior, es decir, la vigente para el momento en que reunieron la densidad exigida
para obtener la prestación. En ese horizonte, ha enseñado esta corporación que,
tratándose de derechos que no se consolidan por un solo acto sino que suponen
una situación que se integra mediante hechos sucesivos, hay lugar al derecho
eventual, que no es definitivo o adquirido mientras no se cumpla la última
condición, pero que sí implica una situación concreta protegida por la ley, tanto
en lo atinente al acreedor como al deudor, por lo que supera la mera o simple
expectativa. Estas son las llamadas por la doctrina constitucional “expectativas
legítimas”.

La tesis así sostenida ha sido innumerables veces refrendada y reiterada por la


mayoría de esta sala de la corte (sl7275-2015, sl7205-2015, sl6362-2015, sl6727-
2015, sl14842-2014, sl13883-2014, etc.). (Miranda, 2015)
3. ¿En qué se diferencia el principio de condición más beneficiosa del principio de
favorabilidad y del principio in dubio pro operario?

Como se ha mencionado anteriormente estos tres principios conforman un bloque de


interpretación garantista para el trabajador, a quien protege de las eventualidades
generadas por el mismo legislador en materia sustancial y probatoria.

Principio de favorabilidad

Consagrada inicialmente por mandato constitucional en su artículo 53 “la ley


correspondiente tendrá en cuenta por lo menos los siguientes principios mínimos
fundamentales:

… situación más favorable al trabajador en caso de duda en la aplicación e interpretación


de las fuentes formales del derecho…”

Y desarrollada en la ley mediante el código sustantivo del trabajo, artículo 21: “en
caso de conflicto o duda sobre la aplicación de normas vigentes de trabajo, prevalece la
más favorable al trabajador. La norma que se adopte debe aplicarse en su integridad.”

Como se puede observar en la lectura de los dos artículos el principio de favorabilidad


contrario al principio de condición más benefiosa se basa en la aplicación de dos normas
vigentes de la cual prevalece la más benefiosa para el trabajador, el cual se ha tenido su
mayor desarrollo por vía jurisprudencial como todos los principios constitucionales o que
hagan parte del bloque de constitucionalidad es importante destacar que el principio de
favorabilidad solo se circunscribe en la complejidad de los conflictos de normas, pero
que dicho principio nunca puede aplicarse en tratándose de la valoración de las pruebas.
Por lo tanto, en el evento en el cual las disposiciones que se adopten por parte de los
jueces en materia legal, deben aplicarse en su integridad y nunca parcialmente. (Moron
F, 2000).
Principio in dubio pro operario

Fundamentado de igual forma que el principio de favorabilidad en la


constitución y la ley (código sustantivo de trabajo) pero difiere de los anteriores
en dicho principio difiere del "in dubio pro operario", según el cual toda duda ha
de resolverse en favor del trabajador; porque en este caso tan sólo existe un
precepto que reglamenta la situación que va a evaluarse, y como admite distintas
interpretaciones, se ordena prohijar la que resulte más favorable al trabajador.
(Gaviria D, 1995).

Con ocasión a lo anterior es importante diferenciar el principio de condición más


beneficiosa de la norma constitucional de régimen de transición: acto legislativo no. 01
de julio de 2005, ya que hace parte del sumado artículo 48 de la constitución política.

Aunque el régimen de transición no se catalogue como un derecho adquirido es una


expectativa del caso contrario al principio de condición beneficiosa que trae normas
derogadas del ordenamiento jurídico a recobrar vigencia con el fin de determinar cuál es
la que mayor ventaja proporciona a quien solicita el derecho.

El desarrollo del principio de condición más beneficiosa se ha expandido con la


evolución del derecho y las condiciones culturales que ha llegado a abarcar un espacio
más grande del que en un principio se le otorgo:

“de acuerdo con el pronunciamiento, limitar el uso de la condición más


beneficiosa a la norma inmediatamente anterior desconoce que la aplicación de
ciertas reglas jurídicas puede conducir a situaciones de inequidad, en las cuales una
persona que realizó un gran esfuerzo por aportar al sistema, en un contexto de
desempleo e informalidad, eventualmente puede quedarse sin acceder a algún
derecho pensional, a pesar de que el sistema ampara a personas en situaciones
menos gravosas que, inclusive, contribuyeron en menor medida a su sostenibilidad”
(Victoria C, 2014).
4. Jurisprudencia aplicable al caso de estudio

Dentro del material estudiado encontramos la primera sentencia, expuesta por la corte
suprema de justicia, en donde, aborda el tema objeto de estudio.

En cabeza de las magistradas ponentes, Dras. Isaura Vargas Días / Elsy del Pilar
Cuello Calderón, fecha de sentencia: 20 de noviembre de 2007.

“María Lucelly Agudelo Pérez demandó al instituto de seguros sociales, para que le
reconozca y pague la pensión de sobrevivientes, “por la muerte de su esposo…”, a partir
del 22 de julio de 2002, junto con las mesadas adicionales, la sanción del artículo 141 de
la ley 100 de 1993 y las costas y agencias en derecho.

Con sus pretensiones sustentó que el 22 de julio de 2002 falleció su esposo amado
Antonio Cadavid Giraldo por causas de origen no profesional; que mediante resolución
012560 de 2003 el demandado le negó la pensión de sobrevivientes con el argumento de
no haber aportado 26 semanas antes de su deceso, violentando el principio de la condición
más beneficiosa; que el causante dejó aportadas 621 semanas, lo que permite aplicar el
decreto 758 de 1990.

El instituto se opuso a las pretensiones; aclaró que no cotizó ninguna semana durante
el último año de vida, por lo cual no cumplía con los requisitos del artículo 46 de la ley
100 de 1993.

De acuerdo con lo anterior dirime por primera vez la corte suprema que no se aplicó
de manera adecuada el principio de condición más beneficiosa al momento de fallar sobre
otorgar la pensión de sobreviviente abriendo el camino para que la teoría sea aceptada por
los jueces y llevando este principio a la corte constitucional, quien a partir de la presente
decisión judicial adoptó la posición protegiendo al sobreviviente, dándole la oportunidad
de acogerse al principio de condición más beneficiosa siempre y cuando haya cumplido
los requisitos de la ley inmediatamente anterior.

Corte constitucional, sentencia t-735, 12/19/16, magistrada ponente: maría victoria


calle.
Una adulta mayor, de 86 años de edad, con ocasión de la muerte de su cónyuge, con
quien vivió de manera ininterrumpida, solicitó ante colpensiones el reconocimiento y
pago de la pensión de sobrevivientes, conforme con lo dispuesto en el acuerdo 049 de
1990, aprobado por el decreto 758 de 1990.

La entidad negó el reconocimiento de dicha prestación, tras señalar que no se cumplía


con el requisito de haber cotizado 50 semanas dentro de los tres últimos años
inmediatamente anteriores al fallecimiento, conforme con lo dispuesto en la ley 100 de
1993, modificada por la ley 797 del 2003, régimen aplicable a la fecha de la muerte del
pensionado. (Lea: recuerdan sentencia unificadora sobre la condición más beneficiosa en
la pensión de invalidez)

Según la corte, en este caso existen dos aspectos importantes que analizar:

 El esposo de la accionante cumplió con su deber de solidaridad con el sistema al


cotizar el monto de semanas requeridas, se acreditó un esfuerzo de aportes y
cotizaciones muy superior al que la ley actual exige para acceder a la prestación
reclamada y satisfacer el derecho a la seguridad social de la peticionaria.

De acuerdo a lo anterior sería ilógico y desproporcionado negar la pensión e


sobreviviente al conyugue, ya que no solo se viola el principio de condición más
beneficiosa, si no que se transgreden los principio en correlación con la vida digna,
derecho al mínimo vital y la solidaridad con el sistema.

Sentencias que adoptan la posición aplicada.

 sentencia t-228/14
 sentencia no. c-168/95
 sentencia t-401/15
 sentencia t-584/11
 sentencia t-464/16
 sentencia t-008/06
 sentencia t-1074/12
 sentencia t-563/12
5. Conclusiones

De conformidad con el estudio jurisprudencial realizado sobre el principio de la


condición más beneficiosa aplicado a la pensión de sobreviviente pudimos establecer
que en el caso que se nos consulta, el cual fue planteado al inicio de este trabajo, si es
posible adquirir la prestación en mención en virtud de la aplicación del principio de la
condición más beneficiosa ya que el causante cotizo el número de semanas requeridas en
el artículo 25 del decreto 758 de 1990 antes de la entrada en vigencia de la ley 100 de
1993, es decir 300 semanas cotizadas en cualquier época, igualmente se cumple en este
caso con el requisito jurisprudencial que establece que la ley o norma que se va aplicar
en razón de la condición más beneficiosa sea la inmediatamente anterior a la vigente en
el momento en que ocurre la contingencia de muerte, cumpliéndose de esta manera con
todos los criterios o supuestos facticos creados en vía jurisprudencial para otorgar este
derecho tomando como fundamento una norma ya derogada para el momento en que
ocurre el fallecimiento del afiliado, creando tácitamente un régimen de transición para
esta prestación que normativamente no tiene una protección que ampare las expectativas
legitimas de millones de personas que al igual que en el caso presentado han logrado el
monto de semanas requeridas para obtener este derecho a la luz de una ley ya derogada.
6. Referencias bibliográficas

 Constitución política de Colombia [Const.] (1991) Artículo 53 [título II]. 2da


ed. legis.

 OIT convenio 118 (1962). Artículo 7. Recuperado de:


http://www.ilo.org/dyn/normlex/es/f?p=normlexpub:12100:0::no::p12100_ilo_c
ode:c118

 OIT convenio 128 (1967). Artículo 30. Recuperado de:

http://www.ilo.org/dyn/normlex/es/f?p=normlexpub:12100:0::no::p12100_ilo_c

ode:c128.

 Jaramillo, J. (2010). Principios constitucionales y legales del derecho del


trabajo colombiano. Bogotá D.C. universidad del rosario.

 Arenas, G. (2012). El derecho colombiano de la seguridad social. 3ra. ed. legis.

 Perea Mosquera, a. d., & Ocampo Saya, H. (2012). Aplicación del principio de
favorabilidad para el reconocimiento de las pensiones de sobrevivientes e
invalidez en la corte constitucional y la corte suprema de justicia sala laboral.

 Ocampo, Y. (2016). La condición más beneficiosa y el principio de


inescindibilidad: un debate inconcluso en la jurisprudencia laboral. Revista
derecho al debate, (2) 42-56. Tomado de:
http://www.academia.edu/21514412/LA_CONDICI%C3%93N_M%C3%81S_B
ENEFICIOSA_Y_EL_PRINCIPIO_DE_INESCINDIBILIDAD

 Corte suprema de justicia, sala de casación laboral. (15 de julio de 2015)


sentencia stl9394-2015.[mp Luis Gabriel Miranda Buelvas]

 Barona Betancourt, r. (2010). Principios del derecho laboral en el sistema jurídico


colombiano (pp. 250-260). Criterio jurídico garantista.
 Corte constitucional (20 de abril de 1995), sentencia no. c-168/95 [MP Carlos
Gaviria Díaz]

 Corte suprema de justicia, sala de casación laboral, (15 de julio de 2015)


sentencia stl9394 – 2015 [MP Luis Gabriel Miranda B.]

 Corte constitucional, sentencia t-953, (diciembre 14 de 2014), [ MP. María


Victoria calle]

 Corte constitucional, sentencia t- 555, (15 de mayo de 2000), [MP Fabio Moró
Díaz]

 Corte constitucional (20 de abril de 1995), sentencia no. c-168/95 [MP Carlos
Gaviria Díaz]

 Corte constitucional, (15 de Mayo de 2000), sentencia T- 555, [MP Fabio


Moron Diaz]

También podría gustarte