Está en la página 1de 2

A pesar de que los términos de pequeña empresa y emprendimiento podrían

sonar como sinónimos, lo cierto es que son conceptos diferentes; ambos


tienen aspectos relevantes que permiten reconocerlos en el mercado.

Como primer punto destacan el origen y financiamiento del negocio: la pyme


normalmente se crea en un núcleo familiar y no requiere participación de
terceros, excepto de un crédito u otra opción financiera, cuando sea
necesario.

Una startup requiere un impulso adicional, normalmente de inversionistas


externos; podría decirse que el primer triunfo del emprendedor no es vender
su producto, sino contar con los recursos para echar a andar su proyecto.

Lea más: Pymes podrán solicitar ayuda económica del gobierno para
potenciar negocios

PUBLICIDAD
inRead invented by Teads
Los objetivos de crecimiento se consideran la principal diferencia entre
ambos, una pyme nace con la iniciativa de vender desde el inicio; los
emprendimientos trazan sus objetivos financieros a mediano y largo plazo, ya
que su prioridad es establecerse en el mercado.

“Otra diferencia es su postura frente a la innovación: las pymes están en el


mercado para resolver una necesidad de sus clientes, los emprendimientos
más bien la crean en su público, por ello la innovación es la palabra clave de
las startups”, expresó Viviana Arias, cofundadora de The Founder Institute
Costa Rica.

Esto no significa que las pymes deban quedarse estancadas, pero su idea de
negocio puede ser mucho más duradera y menos volátil que la de un
emprendimiento.

Para un pequeño negocio puede ser más rentable concentrarse en el


mercado local al inicio; los emprendimientos, al contar con inversiones de
terceros, tendrían mayores posibilidades explorando opciones
internacionales, según Marcelo Lebendiker, presidente ejecutivo de
ParqueTec.

El riesgo es un factor importante para ambos; sin embargo, las startups


manejan la filosofía de “todo o nada” cuando se aventuran en un modelo
comercial, debido a que la mayoría de nuevos empresarios pertenecen a la
generación millennial y poseen un fuerte sentido de ingenio y deseos de
crecimiento. {link2}
Los pequeños negocios suelen tener más paciencia y cautela antes de tomar
una decisión que genere cierto nivel de riesgo.

“Un pequeño empresario es un emprendedor consolidado; un emprendedor


es energía, deseos de superación y ganas de sobresalir con su negocio, pero
no cabe duda que el primer paso del éxito comercial es aventurarse“, aseguró
Francisco González, director de Banca Pymes de Scotiabank para
Centroamérica.

Características como la estabilidad económica del país, la capacidad de


mano de obra y tendencias de innovación favorecen el auge y sostenibilidad
de ambos modelos de negocio en el mercado.

Costa Rica es el país centroamericano donde más se materializan ideas de


negocio, según el Índice Global de Emprendimiento.

Rentabilidad es clave
Lo importante para todo negocio, ya sea pyme o emprendimiento, es lograr
la rentabilidad y sostenerse en el mercado, estas son algunas
recomendaciones para lograrlo:

 Usar la tecnología como aliada


 Controlar gastos
 Mejorar el margen de ingresos
 Conocer bien al consumidor
 Comunicación constante con clientes, socios y proveedores

Fuente: Forbes Latinoamérica

También podría gustarte