Está en la página 1de 3

FORMAS DE SOLUCIÓN DEL CONFLICTO.

La humanidad, con el propósito dar solución al conflicto de intereses


jurídicamente trascendente, ha desarrollado diversas instituciones o
métodos a lo largo de su historia, unos más justos que otros, que
cumplen con una función reparatoria. En tal sentido podemos señalar a
la autotutela, autocomposición y heterocomposición.

AUTOTUTELA.

La autotutela es el mecanismo compositivo más primitivo aplicado por


los seres humanos y consiste en una reacción humana directa y personal
con el fin de dar solución al conflicto por mano propia, sin recurrir a
terceros e imponiendo la voluntad de una persona por sobre la de otra,
incluso ejerciendo el uso de la fuerza para lograr el objetivo propuesto.

El legislador no permite la autotutela o autodefensa, salvo casos


excepcionales. Verbigracia, la licitud de la legítima defensa establecida
numeral cuarto del artículo 10° del Código Penal.

AUTOCOMPOSICIÓN.

La autocomposición es un mecanismo directo y bilateral que busca dar


solución, de manera pacífica, a un conflicto de relevancia jurídica
mediante el acuerdo de voluntades de las personas involucradas,
quienes deciden dar término al litigio planteado.

Se trata de una herramienta de solución de conflictos de gran utilidad


práctica, pues evita acudir a la función jurisdiccional estatal, ahorrando
recursos y tiempo de las personas involucradas y del propio Estado.

Nuestro ordenamiento jurídico presenta múltiples alternativas de


autocomposición como herramienta compositiva. Verbigracia, la Ley
número 19.966 establece la mediación en materia de salud; la Ley
20.286 regula la mediación en materia de familia; el Código Procesal
Penal regula los acuerdos reparatorios y suspensión condicional del
procedimiento; el Código de Procedimiento Civil establece la
conciliación y el Código Civil reglamenta al contrato de transacción.

HETEROCOMPOSICIÓN.

La heterocomposición surge como un método justo y evolucionado de


solución de conflictos en el cual las personas acuden a un tercero
imparcial, con suficiente facultad y poder, quién se compromete u
obliga por mandato legal y luego de la tramitación de un proceso, a
emitir una decisión para la solución del litigio y cuyo cumplimiento debe
ser obedecido por los interesados.
Este método compositivo toma la forma o denominación del proceso,
entendido como un instrumento estatal entregado a las personas,
destinado a satisfacer sus pretensiones procesales, mediante la
realización de una serie de actos procesales y que culmina con la
solución del conflicto de intereses.

Desistimiento
Las partes, en el proceso civil, pueden disponer del objeto del litigio,
salvo que la ley establezca algún tipo de limitación. Como consecuencia,
en algunos casos, tienen derecho a abandonar el proceso que han
iniciado, por ejemplo, desistiendo de la acción. Así pues,
el desistimiento es una declaración de voluntad de la parte actora por la
que manifiesta su deseo de abandonar el proceso que ella misma ha
iniciado, antes de que termine el juicio, sin que se dicte
pronunciamiento alguno sobre la pretensión interpuesta.
El desistimiento puede ser total o parcial. Si el desistimiento es total y se
produce en primera instancia, provoca que el proceso termine en ese
momento sin que se dicte sentencia. Por tanto, no se produce efecto
de cosa juzgada y la pretensión procesal se puede plantear en un juicio
posterior. Si es parcial, el proceso continúa respecto a las pretensiones
que no son objeto de desistimiento de forma que se dictará sentencia
sobre ellas.
El desistimiento se considera unilateral cuando la declaración de
voluntad se produce antes de que el demandado sea emplazado para
contestar a la demanda (también lo es si el demandado se encuentra en
rebeldía, aunque se produzca en otro momento). Será bilateral en el
resto de casos, en los que el escrito de desistimiento se trasladará al
demandado para que se oponga, si lo cree conveniente.
Así pues, la parte demandada tiene derecho de audiencia por si se desea
oponer. Es lógico, ya que en algunos casos se verá beneficiado por el
desistimiento, pero, en otros, no querrá que el demandante vuelva a
iniciar un juicio por el mismo motivo cuando a él le venga mejor. El
desistimiento no tiene efecto de cosa juzgada —a diferencia de la
renuncia—, por lo que, en algunas situaciones, sería como tener una
espada de Damocles encima. Si el demandado se opone al
desistimiento, el juez deberá resolver lo que crea oportuno.
Allanamiento
Como hemos visto, la parte actora puede renunciar al juicio o desistir de
él. En el caso del demandado, la facultad de disponer del objeto del
juicio se traduce en el allanamiento. Se trata de un acto del demandado
en el que se muestra conforme con las pretensiones del actor, es decir,
reconoce que es la otra parte la que tiene la razón y que no es necesario
continuar con el juicio.
El allanamiento puede ser total o parcial, según si afecta a todas las
pretensiones de la parte contraria o solo a algunas de ellas. Si el juez
acepta el allanamiento, el juicio termina con una sentencia
condenatoria, que acordará lo solicitado por el actor. Esta sentencia
producirá los efectos propios de la cosa juzgada material.
El juez puede denegar el allanamiento y continuar con el juicio si
considera que el allanamiento se ha producido en fraude de ley, se
opone al interés general o perjudica a un tercero.
Transacción
La transacción es denominada por muchos autores como un modo de
terminación anormal del proceso, pues por medio de esta la partes
pueden dar por terminado un litigio, la transacción es muy importante
ya que produce el efecto de cosa juzgada, pero debido a su naturaleza
contractual esta puede ser objeto de nulidad o recisión en los casos
establecidos en el código civil.
Al ser la transacción un contrato, reviste unas características, las cuales
son las siguientes:
Es consensual, se perfecciona con el solo consentimiento de las partes
de llegar a un acuerdo y ceder en sus pretensiones.
Como todo contrato debe reunir los requisitos establecidos en las
normas civiles para que este revestido de validez.
Es bilateral, ya que las obligaciones son para ambas partes, es decir,
cumplir lo establecido en el contrato de transacción.
Es intuito persona, pues, esta se acepta en consideración a la persona
con la que se celebra, tan importante es esta característica, que si se
cree transigir con una persona y se transige con otra, por esta causal se
puede rescindir el contrato
Este contrato supone entonces como condiciones de su formación:
a) El consentimiento de las partes;
b) La existencia actual o futura de una desavenencia, disputa o
desacuerdo entre las mismas.
c) La transacción supone reciprocidad de concesiones o de sacrificios
por parte de cada uno de los contratantes. Esta es la circunstancia
que distingue la transacción de la simple renuncia de un derecho, de
la remisión de una deuda, del desistimiento”.

También podría gustarte