EL /HOBBIT
ETIMOLOGIA DE UNA HISTORIA
DAVID DAY
{LUSTRACIONES: LIDIA POSTMA.David Day, expert im
Fey ccmis Kobbiices, explons la brillance ved Stimalogien
que | RR talkien rejié en BF Habbiry BiSemar ee los Anillocy nos decabre infinidad |
de Rabiles rernugeahas, acctijes, Significados ecultos € influencing mifeolSgicns que se
hallan bajo la siperficie de esta apasionante.sags. El. resultado sera mis que inttigsnte
para el nainidado y francamente irrésjstible parma legror encusiasta dé Tolkien.
Et hobbit. Exiiualo
de sine bibtorictservirs para aimentar niiesteo disfrute
del misterioso y areano mundo inventade:por Tolkien.
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nse$ HOL (AGUJERO) TRADUCIDO ~ ROHIRRIM por lo tanto: HOLBYTLA (Cavaagujeros) ANGLICANIZADO - ROHIRRIM HOBBIT (HOBBIT) ANGLICANIZADO «
I
En el principio fue la palabra:
«HOBBIT»
Nacié en una decisiva tarde de verano en Oxfordshire, en 1930.
No se trataba exactamente de una palabra inventada, pero en realidad nadie|
la habta usado nunca de la manera que lo hizo el profesor J. R. R. Tolkien
cuando la anoté en un trozo de papel en su estudio del niimero veinte
de Northmoor Road en las afueras de Oxford.
Pronto la palabra hobbit seria tan mégica para el
profesor Tolkien como hocus pocus lo era para cualquier
‘mago de cuento de hadas. Hobbit fue la palabra més im-
portante, ya que por sf sola le inspiré para inventar una
historia
La mayorfa de los escritores primero crean los per-
‘sonajes y después les buscan un nombre, pero la mente
del profesor Tolkien invirti6 eve orden. Siempre recono-
«i6 que eran las palabras en’ sf miamas las que le sugerfan
personajes, criaturas, razas, especies, argumentos, luga-
reo y mundos enteros.
Por encima de todo, J. R. R. Tolkien era un eruclito
que estudiaba las palabras —un fildlogo— y era uno de
los compiladores del prestigioso Oxford English Dictio-
‘nary. Por consiguiente, en su literatura, Ins palabras fue-
ron la principal fuente de inepiracién.
Lo cual resulté absolutamente cierto con respecto a
su nueva palabra: hobbit
Qué sabemos a ciencia cierta de la legada del hob-
bit de Tolkien? Aparentemente, no demasiado, El mismo
‘Tolkien nos habla del momento en el que se le ocurrié la
palabra. Hace que parezca como si una carta andnima ¢
inesperada huibiera sido depositada en nuestro buz6n,
sin sellos ni remitente.
«Lo tinico que recuerdo det comienzo de Bl hobbit
‘es que estaba sentado, corrigiendo eximenes, sumido en
el aburrimiento perpetuo que esa tarea anual provoca en
Jos maestros sin dinero y con hijos. En una hojaen blanco
anoté: ‘En un agujero en el suelo, vivia un hobbit’. Enton-
‘ces no supe por qué lo hacfa, y tampoco lo sé ahora.»
La imaginacién humana es compleja y peculiar: en
parte urraca ladrona y en parte mago. Suele ocurrir que
los escritores y artistas con el don del poder creativo
rehiisan entrometerse con st imaginaci6n. Sin embargo,
‘Tolkien también era un erudito, y en realidad sabfa mu-
cho acerca de las fuerzas que dieron forma a El hobbit y
su mundo, Muchos afios después de publicarse Et hobbit,
‘Tolkien escribié ampliamente acerca de este momento
seminal,
«Por suerte, uno de los candidatos habia dejado
vuna de las hejas en blanco (coea que es lo mejor que
puede ocurtirle a un examinador) y en ella escribt: ‘En
un agujero en el suelo, vivia un hobbit’. Los nombres
siempre generan una historia en mi mente. Al final decid
que no eotarfa mal que averiguara cémo eran los hobbits.
Pero oso 09 s6lo el principio.
De manora que el mismo Tolkien lo aijo: en el prin-
cipio fue la palabro; hobbit. Lo que es més, en sus comen-
tarios escritos afade: «Pensé que convenia descubrir
‘cémo eran los hobbits». Verios con claridad eémo fun-