Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
A
mérica Latina tiene las más ricas reservas ge- Las presiones humanas sobre los ecosistemas
néticas del mundo. Alberga alrededor del 40%
de las especies conocidas, además de ser la La agricultura, la extracción de materiales y energía, al
reserva más importante de agua y tierras cultivables igual que la minería, la actividad industrial, la urbaniza-
del planeta. Sus bosques tropicales y templados repre- ción, el turismo y otras actividades humanas ejercen
sentan cerca de un tercio de los bosques del mundo. presiones directas e indirectas sobre los recursos natu-
Algunos sectores del bioma amazónico y del bosque rales (Sivakumar, 2007). Todas estas acciones humanas
templado subantártico se encuentran entre los menos causan pérdida de material, energía e información en
intervenidos del mundo. A pesar de toda esta riqueza los sistemas naturales, llevándolos en muchos casos a
biológica, importantes procesos de deforestación y de- una extrema simplificación. Es así como las interven-
sertificación están amenazando su patrimonio natural. ciones humanas tienden a acelerar la disipación de
De los 6.93 millones de km2 de bosques originales, en energía interna de los sistemas naturales, reduciendo
la actualidad solo quedan 3.66 millones. Cada año se su estabilidad y complejidad. (Mosekilde et al., 1991).
pierden 15.000 km2 de bosques, o sea casi 3 hectáreas Este fenómeno ha afectado a los ecosistemas de
por minuto. toda la región, con la sola excepción de ciertas áreas
amazónicas y de bosque templados australes que aún
Aunque el 24% de su territorio es árido o semiárido pueden encontrarse en estado prístino.
(Sivakumar, 2007), el potencial agrícola de la Región
se ha estimado en 576 millones de hectáreas (UNEP Los sistemas naturales tienen la capacidad para absor-
GEO 2003). De esta superficie, cerca de 18 millones ber pequeños desequilibrios o presiones generadas
de hectáreas se encuentran bajo riego, siendo la agri- por factores ambientales cambiantes. Esta capacidad
cultura el principal usuario del agua. La mayor causa de resiliente les permite a los ecosistemas permanecer
degradación de sus tierras viene de las malas prácticas inalterados frente a las oscilaciones climáticas o de otro
de cultivo del suelo. De las tierras de cultivo, un 45% en orden. (Schnoor J, 1996).
Sudamérica y un 74% en Mesoamérica exhiben signos Cuando las oscilaciones van más allá de la capacidad
de degradación. La mayor parte de sus 15 millones de absorción de los ecosistemas, ellos vulneran la ca-
de hectáreas regadas, se encuentran degradadas por pacidad de restauración natural de ellos, provocando
la salinidad, la compactación y la pérdida de fertilidad, cambios permanentes e irreversibles. Mientras menor
La expansión de la frontera agropecuaria es la mayor resiliencia tenga un ecosistema mayor es su vulnerabi-
causa de degradación del bosque Amazónico. Una vez lidad frente a los cambios ambientales y a las presiones
deforestado, el suelo pobre en materia orgánica tarda humanas. En general, los sistemas más complejos o
pocos años en degradarse para luego ser abandonado. cuyos ciclos de vida son más largos, tienden a ser más
La desertificación de su territorio causa la migración vulnerables, como es el caso del bosque templado y
de millones de personas hacia las ciudades, creando los humedales de climas fríos.
pobreza y presiones sociales en áreas urbanas.
Las presiones ejercidas por el ser humano no son fá-
LA AGRICULTURA, LA
VARIABILIDAD CLIMÁTI- Figura 2. Promedio móvil (periodo de 10 años) de la precipita-
CA Y LA DEGRADACIÓN ción anual de Buenos Aires (Argentina) y La Serena (Chile)
DEL SUELO
La S e re n a (Ch ile )
2,00
La degradación de la tierra es el
resultado de la combinación de 1,50
varias causas tales como las prác-
Precipitación relativa
1,00
ticas agrícolas no adecuadas, la
fragilidad de los ecosistemas, otras 0,50
presiones de origen humano como
0,00
contaminación y urbanización y las 1860 1880 1900 1920 1940 1960 1980 2000
presiones naturales provenientes de
Años
un clima más variable y agresivo. La
degradación de la tierra es la prime- B u e n o s Aire s (Arg e n tin a )
ra fase de una cadena larga de los 1,50
procesos que afectan la integridad 1,40
de los ecosistemas, los servicios 1,30
Precipitación relativa
en otros, claramente positivo. “La degradación de la tierra es el resultado vegetal. Una excepción es la
El equilibrio de los impactos vid, especie que puede bene-
negativos y positivos determi- de la combinación de varias causas tales ficiarse de los mayores niveles
nará la conducta de un cultivo como las prácticas agrícolas no adecua- de UV, aumentando la síntesis
frente a los nuevos escenarios das, la fragilidad de los ecosistemas, otras de flavonoides que mejoran la
climáticos. Un alza de la tem- calidad del vino.
peratura en climas fríos con- presiones de origen humano como conta-
tribuirá a mejorar las tasas de El calentamiento global favo-
minación y urbanización y las presiones recerá una mayor dispersión
crecimiento y acumulación de
biomasa. Si este fenómeno es
naturales provenientes de un clima más geográfica de plagas y en-
acompañado de la reducción variable y agresivo”. fermedades de los cultivos.
de la precipitación, el efecto Temperaturas más elevadas,
negativo de esto podría anular al cambio positivo acelerarán la reproducción, a
en el régimen de temperaturas. El resultado final la vez que acortarán el tiempo entre diversas genera-
dependerá de cuál fenómeno sea más determinante ciones de insectos y agentes patógenos (Porter et al.,
de la producción. En regiones tropicales un alza de las 1991). Los cambios en el régimen de precipitaciones
temperaturas podría incrementar los niveles de estrés podrían aumentar la sensibilidad de los hospederos
térmico reduciendo los rendimientos. Simultáneamente a la vez que reducir las poblaciones de predadores y
un contenido de CO más alto permitirá a las plantas
2 competidores (Löpmeier, 1990; Parry et al., 1990). Un
una tasa fotosintética más alta, pero simultáneamente ejemplo de esto fue la llegada del tizón tardío de la
serán sometidas a tasa respiratorias más elevadas, lo papa (Phytophthora infestans) en Chile central en los
que consume más carbohidratos. Un hecho esperable comienzos de los años 50(Treharne, 1989).
en todas las condiciones, es que el calentamiento global En extensas áreas del continente, los campesinos no
acelerará los ciclos vitales de las plantas, de los insec- tienen los recursos financieros ni tecnológicos para
tos y de los agentes patógenos (Porter et al., 1991), adaptarse a los nuevos escenarios climáticos, caracteri-
lo que podría hacer más difícil y costoso mantener la zados por mayores niveles de riesgo. En muchos casos
sanidad de los cultivos. La aceleración del ciclo vital la capacidad de adaptación depende de la adopción
de plantas reducirá el tiempo que estas tienen para de sistemas modernos y eficientes de riego, manejo
generar semillas y frutos, afectando negativamente a altamente tecnificado de la fertilidad del suelo, de las
los rendimientos. Para neutralizar este fenómeno, las técnicas de cultivo, de los pesticidas, de la existencia de
áreas cultivadas deberán desplazarse en latitud o altitud, alertas tempranas y de una capacidad para reaccionar
buscando climas más frescos cuando sea posible o frente a las amenazas climáticas (GCOS, 2003), la adop-
bien, cambiando las fechas de siembra buscando una ción de nuevos recursos genéticos, ambientalmente
mejor combinación de temperatura y precipitación. más estables y resistentes a plagas y enfermedades.
En regiones donde ninguna de estas dos posibilidades Todas estas transformaciones deberán ocurrir en un
exista, los rendimientos fatalmente caerán. contexto de bajos precios de los productos agrícolas y
En climas áridos del continente (NE Brasil, México elevados precios de los insumos, especialmente la ener-
Septentrional, Perú y Chile, y Argentina meridional), gía. En muchos casos ellos nunca lograrán adaptarse
la mayor amenaza provendrá de la reducción de las a la velocidad requerida, lo que podría llevarlos a una
precipitaciones. En climas tropicales húmedos (cuenca marginalización progresiva, intensificando la pobreza
del Amazonas, Argentina aeptentrional y Meso américa) rural (Quite et al., 1988; Downing, 1992; GEF, 2006,
las mayores amenazas vienen de unas temperaturas Reilly et al. 1994).
aún más altas, junto al aumento de la frecuencia de
tormentas de elevada intensidad, fenómeno que ya se
ha insinuado en las décadas recientes. En las cuencas PRINCIPALES PROYECCIONES DEL
de América Central y el Caribe las cosechas de café y CAMBIO CLIMÁTICO PARA LA SILVOA-
plátano podrían verse afectadas por el aumento en la GRICULTURA CHILENA
agresividad del régimen de precipitaciones (Campos et
al., 1997; Teleginski-Ferraz et al., 2006). El agotamiento
del ozono (WMO, 2003) contribuye también, en la Los cambios climáticos previstos por los modelos de
parte meridional del continente, al aumento de los ni- circulación general de la atmósfera (GCM) sobre el
veles de UV que dañan a las hormonas del crecimiento territorio chileno, coinciden en una disminución de la
Figura 3
Figura 4
de interrogantes y una serie de desafíos. La inteli- Amerique de Sud, au XXIème siècle. La Météorologie (38) :17-24,
gencia misma del ser humano está siendo puesta a France
prueba. Schnoor J.,(1996) Environmental modeling. John Willey & Sons, Inc,
A Willey-Interscience Series, New York, 683 pp.
Sivakumar M.V.K. (2007), Interactions between climate and deser-
Bibliografía tification, Agricultural and Forest Meteorology (2006) (In Press).
Available in www.sciencedirect.com
Downing,T.E., (1992). Climate Change and Vulnerable places: Global Teleginski-Ferraz Simona, Tércio Ambrizzi, Rosmeri da Rocha,
Food Security and country studies in Zimbabwe, Kenya, Senegal and Santiago Vianna Cuadra, 2006 precipitation and temperature va-
Chile. Research Report 1, Environmental Change Unit, University riability over south America from 1860 to 2100. Proceedings of 8
of Oxford, United Kingdom, 54 pp. ICSHMO, Foz do Iguaçu, Brazil, April 24-28, INPE, p. 1527-1534.
Durieux L,Toledo L.A, Laurent H. (2003) The impact of deforesta- Treharne, K., (1989): The implications of the “greenhouse effect”
tion on cloud cover over the Amazon arc of deforestation, Remote for fertilizer and agrochemicals. In: The Greenhouse Effect and
Sensing of Environment 86 (2003) 132–140 UK Agriculture 19 [de Bennet, R.M. (ed.)]. Centre for Agricultural
GCOS, 2003: The Second Report on the Adequacy of the Global Strategy, University of Reading, United Kingdom, pp. 67 - 78.
Observing Systems for Climate in Support of the UNFCCC.WMO- UNEP GEO 2003, http://grida.no/geo/geo3/spanish/index.htm
IOC-UNEP-ICS, GCOS-82,Technical Document No. 1143,World (visited February 2007)
Meteorological Organization, Geneva, Switzerland, 85 pp.
Villalba R et al., (2003), Large-scale temperature changes across
GEF 2006, A conceptual design tool for exploiting interlinkages the southern Andes: 20Th-century variations in the context of the
between the focal areas of the GEF Scientific and Technical Advisory past 400 years, Climatic change 59 (1-2):177-232
Panel (STAP) ,www.unep.org/stapgef
Vincent et al., (2005), Observed Trends in Indices of Daily Tempe-
IPCC (2007) Climate Change 2007: The Physical Science Basis. rature Extremes in South America 1960 2000. Journal of Climate,
Contribution of Working Group I to the Fourth Assessment Re- 18 (23):5011-5023.
port of the Intergovernmental Panel on Climate Change. (www.
ipcc.ch) WMO, (2003): Scientific Assessment of Ozone Depletion: 2002.
Global Ozone Research and Monitoring Project - Report Nº.
Löpmeier, F.J., (1990): Klimaimpaktforschung aus agrarmeteorolo- 47, World Meteorological Organization, Geneva, Switzerland,
gischer sicht. Bayer. Landw. Jarhb., 67(1), 185190 498 pp.
Mosekilde, Eric and Mosekilde, Lis, (1991). Complexity, chaos and
biological evolutions.
New York, Plenum press.
NRC, (2002): Abrupt Climate Change: Inevitable Surprises.
Committee on Abrupt Climate Change, Ocean Studies Board,
Polar Research Board, Board on Atmospheric Sciences and
Climate, Division on Earth and Life Sciences, National Research
Council, National Academy Press, Washington, DC, USA, 230 pp.
Pielke R. A., J Adegoke,T Chase, C Marshall,T Matsui, D Niyogi , 2007
A new paradigm for assessing the role of agriculture in the climate
system and in climate change , Agricultural and Forest Meteorology
142 (2007) 234–254
Parry, M.L., J.H. Porter and T.R. Carter, (1990): Agriculture: climate
change and its implications. Trends in Ecology and Evolution, 5, pp.
318-322.
Porter, J.H., M.L. Parry and T.R. Carter, (1991):The potential effects
of climate change on agricultural insect pests. Agricultural/Forest
Meteorology, 57, pp. 221-240.
Reilly, J., N. Hohmann, and S. Kane, (1994): Climate change and
agricultural trade: who benefits, who loses? Global Environmental
Change, 4(1), 2436.
Rosenblüth B., H. Fuenzalida and P. Aceituno, (1997), Recent
Temperature Variations In Southern
South América, International Journal Of Climatology, Vol. 17,
67–85 (1997).
Santibañez Q.F. (1991) Possible variations agroclimatiques en