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Capitulo r LA SOCIEDAD ORGANIZADA 1. La significacién de las organizaciones Nuestra sociedad contempordnea suele denominarse sociedad in dustrial, sociedad democrética de masas, sociedad capitalista avan- zada o sociedad de previsién. Igualmente podria lamérsele sociedad organizada, ya que se caracteriza por su organizacién muhtifacética y por el ndmero elevado de formaciones sociales complejas, cons- cientes de sus fines y racionalmente constituidas. Tales formaciones son las instituciones burocratizadas que han surgido en los campos més importantes de la vida, como, por ejemplo, las empresas, los hospitales, Jas prisiones, las escuelas, las universidades, Jos departa- mentos de la Administracién, las grandes unidades militares y las iglesias. También pertenecen a estas formaciones las asociaciones, ‘a sean partidos, sindicatos, asociaciones profesionales, econémicas, de victimas de Ia guerra o de exiliados. Todas estas formaciones so- ciales orientadas hacia fines concretos serén calificadas aquf de or ganizaciones. Este significado de la palabra organizacién no ests todavia muy extendido en la mayorfa de los paises, pero en los de habla inglesa ha adquitido ya carta de naturaleza como término so: ciolégico técnico. Aqui se adoptard este término porque designa ras- gos comunes importantes de esas formaciones sociales. Bajo la de- signacién de organizacién serén analizadas sociol6gicamente unidades n 2 Sociologia de la organizacién estructurales de la més alta significacién para la sociedad moderna, entresacadas de entre todas Jas foumas de los fenémenos sociales. Para la sociedad industrial fuertemente diferenciada y orienta. da hacia el rendimiento, las organizaciones soa un medio de orde- nacién necesario. Con esto no solo se quiere dat a entender el poder ordenador que posee la Administracién estatal en amplias esferas de la vida, sino, en general, el hecho de que Ia cooperacién conti: nuada de numerosos seres humanos para un fin especifico necesita de la organizacién. En la organizacién racionalmente configurada, la eiecucién continuada de los cometidos queda garantizada incluso cambiando los miembros, ya que los tenedores de posiciones © car. 0s singulates son intercambiables hasta un cierto grado. Sin embargo, 1a organizacién no es solamente una forma de or- denacién, sino también un elemento importante de dinémica social Son bien conocidos los efectos de Ja produccién industrial en masa que la empresa moderna hace posible. Tales efectos se muestran, entre otras cosas, en las decisivas transformaciones habidas en la estratificacién social desde Ja época preindustrial, en el surgimiento de una amplia clase media y en el crecimiento constante de los em. pleados. Por otra parte, la utiizacién comercial de los descubrimien. tos técnicos ha impulsado precisamente ese desarrollo de la técnica gue hoy tiene repercusiones mundiales, También hay que pensar en las consecuencias que 1a instruccién pablica y 1a educacidn moder. na tienen para la movilidad y las transformaciones sociales. A los efectos dindmicos de las organizaciones pertenece igualmente el pa. pel que desempefian los partidos en el proceso politico no sélo en el funcionamiento cotidiano de 1a democracia, sino especialmente también cuando la actividad de los partidos conduce a un cambio de la estructura politica. Finalmente, hay que pensar én los efectos de las asociaciones de intereses y en aquellos conflictos sociales des. encadenados entre organizaciones poderosas, como, por ejemplo, el conflicto entre patronos y obreros. La vida del individuo en la sociedad organizada esté marcada con el sello de la peculiaridad ambiental, que se manifiesta princi. ppalmente en las organizaciones: en la escuela, en le empresa, en la iglesia, en la milicia, en el hospital y, en casos dados, en la prisién. Algo mds de la mitad de los adultos en Ja Republica Federal Ale. mana son ademés miembros de asociaciones y uniones voluntarias, Y Mo es raro que pertenezcan a varias de ellas al mismo tiempo *? * Las citas bibliogréficas se han limitado al minimo; al citar cada obea se indicaré si existe mis literatura importante sobre el. tema, Las obras incluidas en 1a bibliografia que figura sl final del libro serdn de. 1. La sociedad organizade B Incluso las pocas personas que no pertenecen @ ninguna organiza. cidn —que suelen encontrarse entre las amas de casa y los rentis- tas—, se hallan, sin embargo, relacionados con organizaciones como ciudadanos que son, como consumidores y como beneficiaries de prestaciones de seguros. Por todo esto, el ambiente y el encuadra tmiento social del hombre moderno se diferencian con rasgos carac- teristicos de los de sus antepasados, quienes vivian en una sociedad cuyas unidades determinantes eran Ia familia, la estizpe, la vecindad, el municipio 0 el lingje. 2. El desarrollo de les organizaciones Serfa sin duda interesante seguir histéricamente el proceso de desarrollo de las formaciones que se denominan organizaciones. La- mentablemente, no hay una historia social que aberque todas las organizaciones, ni aqui puede tampoco intentarse lenar esta laguna. EI nacimiento, crecimiento y difusién de las organizaciones no cons tituyen un proceso histérico universal. Ha habido grandes culturas en las cuales solamente se han desarrollado organizaciones de una manera incipiente o en pocas esferas. De otra parte, en la region de las antiguas culturas mediterréneas hubo organizaciones tales como un ejército permanente, asociaciones, Administracién, hospi- tales, exc., que son indudablemente mucho més afines a las formas modernas’que todas las que hubo en Europa central en los siglos ue siguieron a Ja caida del imperio romano. Hoy presenciamos de nuevo cémo las sociedades de los paises en desarrollo, que apenas poseen un impulso propio para la formacién de organizaciones, im- portan, junto con Ie técnica moderna, también las formas moder- nas de organizacién: Administracién, empresas, escuelas, asi como también partidos, sindicatos y asociaciones de’ intereses. La crea- cién de organizaciones y su integracién a la estructura de cada so- ciedad como elementos esenciales de ella no constituyen un fend- meno de cardcter necesario y obligado dentro de una cultura dada Es més bien un proceso que descansa sobre numerosos presupues- tos especiales y sélo llega a manifestarse bajo condiciones muy de- terminadas, como experimentamos en Ja sociedad industrial moder- nia, Incluso donde naci6 originalmente la sociedad industrial, las signadas en las notas de pie de pégina solamente con et mimero que les co ‘tEponde en dice it Za clekibe obo degen Bee ee y# fon todo detalle en una’ nota anterior. PErich Reigrowki: Soxisle Verllechtungen in der Bundesrepublik, Tie ingen, 1956, p. 164. 16 Sociologte de la organizaciones no se desarrollaron al mismo ritmo en las distintas esferas de la vida, y a veces hubo incluso retrocesos. Por ello, aun limiténdonos a Ia’ Europa central y al periodo de los tltimos mi guinientos afios, este proceso resulta demasiado complejo para der describirlo aqui. Sin embargo, para ilustrat mejor las pevulie. tidades del presente, vamos a recordar a continvacidn algunos he. chos tomados de la historia del desarrollo de las organizaciones en dicho espacio geogréfico y en tal momento historico, a) Las empresas La empresa moderna pertenece a las organizaciones més recien. tes; nacié con la industrializacién y como consecuencia de las con- diciones tecnolégicas y sociales que hicieron a ésta posible. La em. presa modzrna es esencialmente distinta de las pequeiias empresas familiares, artesanales y agricolas, que predominaban anteriormente ¥ que hoy no han desaparecido en modo alguno, pero que no pue- en set denominadas organizaciones en el sentido aqui empleado Tampoco podria llamarse una organizacién el consultorio de un mé. dico o la cficina de un abogado. La diferencia ceracteristica no ra. dica en que se utilicen 0 no méquinas y aparatos altamente desarro. Uades, sino en la forma social de los grupos de trabajo (la cual est con frecuencia condicionada por la téenica). Los grupos de trabajo gue predominaban anteriormente eran pequetios, relativamente poco diferenciados, estaban estructurados de una manera més bien patrar. cal que burocrdtica y se basaban con frecuencia en lazos familiares, Las relaciones y las actividades en tales grupos estaban determinadas no tanto de una manera racional como por vinculos personales y por la tradicién; el trabajo era més una forma de vida que des empeio de funciones delimitadas y establecidas con precision, y sas miembros singulares s6lo eran intercambiables a costa de que el grupo se desmoronase 0 sufriese un cambio violento. En todos estos aspectos se diferencian la empresa industrial, bancaria, comer cial, Tos grandes almacenes, etc., de la actualidad de las formas so. ciales de trabajo anteriormente ‘existentes * 4) La Iglesia Si la gran empresa industrial es una innovacién caracteristica de la sociedad moderna, la Iglesia cristiana, por el contrario, era 5 Por los datos del censo de lugares de trabajo, realizado con motivo de Geoso de Poblacion de 1330, puede apresarse que’ tal vet aoe ereey aoe Ge los 'perepcres de rena’ en la Republin Federal wabsan Ge capone 1. La sociedad organizada 15 ya_desde el mismo comienzo de la época agui considerada una instirucién completamente formada, diferenciada y en varios as pectos burocratizada®. Hay que recordar que Ja divisién de la Iglesia catélica en didcesis durante el impetio romano se corres- pondia con las circunscripciones administrativas de éste. Tal orde- nacién eclesidstica sobrevivis en Europa central a la caida del im- perio romano e incluso gané importancia cuando el desfallecimiento financiero de los soberanos sellé Ja decadencia y el fraccionamiento del imperio franco. Cuando las ciudades perdieron su importan- cia econémica, como consecuencia de las invasiones islamicas, que- daron con frecuencia como puntos clave de la administracién ecle- sidstica, la cual fue tal ver el sistema de ordenacién més estable y duradero de la sociedad agraria feudal. Entonces se aunaban en la mano de los obispos la autoridad secular y la espiritual. La Iglesia, por sus extensas propiedades territoriales, no sdlo era eco- némicamente auténoma, sino también una potencia politica. La Iglesia posefa ademés un monopolio de la educacién, por lo que, en la Alta Edad Media, los negocios del gobierno del poder secu: Tar estaban también de una manera preponderante en manos cle- ticales. Es conocida la importancia de la Iglesia como portadora de la cultura, como constructora y mecenas de las aries, as{ como también sus obras de caridad (hospitales, asilos para pobres). En su evolucién hasta la actualidad, la Iglesia ha ido perdiendo paulatinamente en muchas esferas su posicidn dominante y se ha especializado cada vez mas en su cometido religioso. La Iglesia no miraba con simpatia al comercio en su tiempo; el comercio florecié independientemente de ella y estimulé a la industria. Las ciudades ganaron importancia y consiguieron su independencia lu- chando contra los sefiores seculares y espirituales que las domina- ban. El poder estatal se fortalecié con la desintegracién de la estructura feudal y con el absolutismo, mientras que la Iglesia se escindié con la Reforma. Con la industrializacién, la economia se independizé de la posesin de Ja tierra y se vigorizé, Las escuelas y los hospitales se convirtieron en instituciones publicas y el Es tado tomé a su cargo cometidos de asistencia social. Las iglesias cristianas se convirtieron as{ en organizaciones limitadas funda- catacterizadas como organizacién, si se cuentan entre ellas las grandes empre Sas sricols, casi todas ls empresas piblias la mayoia de ls demis ex presas con diez o mis personas Para lo que sigue, véase Henri Pirenne: Sosial- und Wirtschaftsgeschichte Europas im Mittelalter, Beta 0. J., Coleccién Dalp, vol. 25, y también, ol tuismo, Les villes et les institutions urbaines, Paris, 4" ed. 1939 (en. ingles, Medieval Cities, Garden Ciy, Nueva York, 1956).

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