Este artículo revisa el significado de la teología luterana en el contex-
to de la época en que surgió el protestantismo. Se insiste en que el hallazgo evangélico de Lutero radica en una teología de la Cruz, que modifica sustancialmente el lugar de encuentro entre Dios y el ser hu- mano. También se fija la atención en los efectos de la reforma pro- testante que para algunos autores ha sido la causante de la era se- cular. Igualmente, se pasa revista a la significación de Lutero para la modernidad. Finalmente, se constata la extrañeza de Lutero para el mundo actual, una realidad altamente secularizada.
Temps d’Educació 54 (2018), pp. 79-90
“Doble es la justicia del cristiano, como doble es el pecado del
hombre. La primera es una justicia ajena, infundida desde afuera. Es la justicia por la cual Cristo es justo y justifica por medio de la fe, como dice Pablo: «el cual nos ha sido hecho por Dios sabidu- ría, justificación, santificación y redención» (1 Cor 1:30 ...] Esta justicia, pues, es dada a los hombres en el bautismo cada vez que se arrepienten verdaderamente, de modo que el hombre puede con- fiadamente gloriarse en Cristo y decir: «Mío es lo que Cristo vivió, hizo, dijo y sufrió, y cómo murió; tan mío como si yo hubiera vivi- do esa vida, acción, palabra, sufrimiento y muerte».” Lutero, sermón Duplici justitia, predicado el 28 de marzo de 1518
Andrés Rodríguez Domingo llaron en ese mensaje una inspira-
publicó una novela histórica titu- ción utópica para tejer unas redes lada La memoria robada. Allí na- comunitarias vivas, plenas de es- rra la vida de un pastor evangéli- peranza, orientadas hacia un futu- co y su familia, en los años de la ro incierto, pero que ellos afron- guerra y la dictadura franquista. t aba n con a leg r ía y con la En su relato están las historias de confianza de quienes sienten la vida de aquellos perdedores, aque- elección divina como una auténti- llos protestantes que abrazaron ca gracia. una fe heterodoxa en medio de unas condiciones muy precarias. He dicho que son vidas de per- Estos protestantes españoles ha- dedores. Para la fe evangélica re- 309 sulta fundamental la identifica- diciones en las que Lutero partici- c i ó n d e l c r eye n t e c o n l o s pó del escándalo de la cruz, de un perdedores de la historia, con Dios crucificado, no son las nues- quienes están abajo y no tienen un tras, pues nosotros estamos en una lugar en la memoria ensalzada de sociedad en la que Dios es total- los de arriba. mente prescindible: Dios no es ne- cesario en modo alguno. Esto nos exige considerar brevemente los El hallazgo evangélico de cambios, los efectos de la Reforma Lutero es un Dios crucificado iniciada con Lutero, tanto como efectos buscados como no busca- dos en lo que vino a ser nuestra Y en esa identificación, radical, Modernidad. con los perdedores, está Lutero. Supuso una revolución que modi- ficó sustancialmente la cristiandad Un efecto de la Reforma: occidental latina y formuló una la diversificación "teología de la cruz", modificando de la Cristiandad sustancialmente el lugar de en- cuentro entre Dios y el ser huma- no, que deja de estar en el ámbito La fe evangélica que irrumpió sagrado, es decir, en el ámbito pro- con Lutero tuvo un efecto perdu- pio de la religión. rable en toda la historia de Occi- dente, y en el pensamiento crítico En muchas de las revisiones ac- que ha intentado comprender la era tuales que se hacen de Lutero no Moderna. se enfatiza lo suficiente esa theo- logia crucis como el núcleo del ha- La Reforma protestante modi- llazgo de Lutero y de la dedicación ficó el cristianismo occidental en de toda su vida. Lutero descubre varios aspectos determinantes, que en las Escrituras que Dios no es incluso llegan hasta hoy: una entidad distante ni es el juez 1. Con la Reforma el cristianis- conceptualizado al modo de la jus- mo se diversificó, se hizo más plu- ticia aristotélica, sino que se reve- ral, y al lado de la iglesia jerárqui- la como justicia ajena, es decir co- ca aparece otra iglesia de tipo mo gracia, como justificación del asambleario-comunitario-fraterno, impío, en el crucificado. una especie de «iglesia sin padre» Aquí se recupera la dimensión que más bien es constitutivamente de escándalo del anuncio evangé- fraterna. lico, en tanto que la fe cristiana 2. El cristianismo se confesio- consiste en un anuncio, una pro- nalizó, y la adhesión a tales confe- clamación que se hace frente algo, siones se hizo vinculante, de ma- en unas condiciones determinadas. nera que ciertas doctrinas o Y aquí hemos de decir que las con- posiciones doctrinales nos han se- 310 Víctor Hernández Ramírez parado y contrapuesto unos contra La era secular: los efectos otros. Solamente con el caminar (no intencionales) de la ecuménico, de inicios del siglo XX Reforma protestante (Edimburgo, 1910) se dio inicio a un largo esfuerzo para contrarres- tar esas separaciones de la confe- Charles Taylor, en La era secu- sionalización. lar (sobre la secularización en Oc- cidente) indica ese proceso en el 3. Con la Reforma tuvo lugar cual Dios fue expulsado de todos una nueva comprensión y práctica los ámbitos de la vida moderna. Lo de la fe cristiana, ligadas con otros expresa con esta afirmación: hace cambios profundos de la sociedad: 500 años, en Europa, era casi im- a) así, el acento dejó de estar en el posible que una persona no fuera más allá (la salvación) y recayó en creyente, y en cambio hoy en día la vocación (dada por supuesta la la creencia es una mera opción en- salvación); b) el culto principal de- tre otras, y además es una opción jó de limitarse al día domingo, y muy problemática. se desplazó a los días de la sema- na, y aquellas actividades que ha- Charles Taylor propone en su cemos en el trabajo, en casa, en la ensayo que la Reforma protestante familia, serán el verdadero lugar tuvo un papel primordial con la de culto a Dios; c) el cristianismo transformación hacia una sociedad se hizo laico y el clérigo dejó de secular, por el cual la sociedad oc- ser el protagonista de la fe cristia- cidental ha colocado a Dios fuera na, para que lo fuera el creyente de las esferas de la vida. simple, quien tiene la Biblia y pue- Considera que la Reforma pro- de leerla en su lengua será el pro- testante tuvo un papel primordial tagonista; d) la posición de la Igle- en ese proceso de secularización, sia en la sociedad cambió, pues al menos de dos maneras: (1) abo- toda la realidad terrenal dejó de liendo el carácter «encantado» del considerarse algo separado o aje- mundo y (2) creando las condicio- no a Dios. nes para la aparición de un huma- El cristianismo occidental se nismo que fuera alternativo a la vi- modificó radicalmente, pero tam- da de fe. Veamos sucintamente lo bién toda la sociedad se transfor- que Taylor quiere decir. mó en ese proceso histórico irre- Es interesante que Taylor mues- versible que llamamos Modernidad. tre este proceso con la influencia Actualmente sigue debatiéndose de Calvino, para quien la soli Deo sobre los efectos de la Reforma en gloria era tan cara. Es Calvino esos cambios tan profundos de la vida moderna. quien nos dice que alabemos solo a Dios cuando se trata de su justi- cia, puesto que: “Dos cosas debemos conside- El significado de Lutero para una sociedad post-cristiana 311 rar [...] principalmente; a saber, que tiempo secular”. la gloria de Dios sea conservada El segundo efecto de la Refor- por entero, sin menoscabo alguno, ma protestante, que invirtió un y que nuestra conciencia consiga mundo encantado en una era secu- reposo y tranquilidad, del todo se- lar, fue crear las condiciones para gura ante su tribunal.” (Calvino, un humanismo alternativo a la fe. 1968, Vol I, p.137) Ese proceso se liga con la exclusi- Taylor señala que al buscar es- va base de una fe individual (que le tos dos objetivos la fe reformada, y niega toda sacralidad a las diversas dado que el ser humano está total- esferas del mundo) que se traduce mente depravado y es incapaz de en la creación de una actitud inter- colaborar en su justificación ante na y un comportamiento conse- Dios, esto le llevará a enfatizar ra- cuente. En otras palabras, aparece dicalmente la fe individual (subje- un conjunto de disciplinas que se tiva) de modo que ya no hay nada aplican a la vida piadosa y se exi- sagrado en el mundo que le pueda ge la necesidad de un orden (una ofrecer consuelo al ser humano: to- disciplina) para toda la sociedad. do queda desencantado, toda magia Así pues, ese humanismo pos- erradicada, todo espacio está des- terior se derivó de una vida que poseído de poder trascendente y de- quería darle toda la gloria a Dios. jan de existir los ritos sacramenta- Pero en el proceso algo ha cambia- les que otorgaban cierta garantía. do, pues en la práctica la confian- Esto es lo que conduce, dice Taylor, za se ha movido a un lugar donde al desencantamiento del mundo por el centro está en el mismo ser hu- parte de la fe reformada. mano. Pero, además -continua Taylor-, En este proceso de varios si- esa actitud hace posible esto, que: glos, este «humanismo» no busca- “...sentimos una nueva libertad do emergió en los países protestan- de reordenar las cosas como nos tes como Inglaterra y Holanda, venga en gana. Adoptamos una po- cuyos rasgos fundamentales fue- sición crucial respecto a la fe y a ron: «el desencantamiento, la acti- la gloria de Dios. Al actuar fuera tud instrumental activa hacia el de ellas, ordenamos las cosas co- mundo y el seguir los fines de mo mejor nos parece. No hay ta- Dios, es decir, la beneficencia» búes u ordenamientos supuesta- (Taylor, 2014). En fin, lo que Tay- mente sagrados que nos lo impidan. lor intenta describir es la coparti- De esta manera, podemos raciona- cipación activa de la fe protestante lizar el mundo, expulsar de él el en la emergencia de una sociedad misterio (porque ahora todo él es- disciplinaria, es decir en el proce- tá concentrado en la voluntad de so de generar pautas de conviven- Dios). Se libera una gran energía cia mediadas por mecanismos de para acomodar las cosas en el control que se impulsaron como 312 Víctor Hernández Ramírez reformas en la civilidad y por me- protestante ni de ciertas caracte- dio de acciones filantrópicas La rísticas que aparecen en el protes- propuesta de Taylor, muy debatible tantismo desde sus inicios. y que suele mostrarse limitada en su comprensión de la teología pro- También se puede formular una testante, guarda cierto parecido posible significación desde la mis- con la famosa hipótesis de Max ma teología de Lutero, en un sen- Weber sobre la ética protestante y tido que señala H. Blumenberg, el espíritu del capitalismo, que no cuando dice que la Reforma repre- plantea una relación directa ni cau- sentó un intento de reducir el cris- sal, sino más bien de una similitud tianismo a sus valores de salva- no buscada de agendas sociales ción, en un momento histórico en que coincidieron, a pesar de tener el cual los valores explicativos de motivaciones ajenas entre sí: la éti- la escolástica habían entrado en ca calvinista resultó afín al espíri- crisis. Desde esta perspectiva, la tu del capitalismo. Del mismo mo- reducción de la fe evangélica no es do, nos propone Taylor, «la algo necesariamente negativo, y radicalidad calvinista de una vida ciertamente la Reforma se autode- que solo quiere la gloria de Dios fine por las fórmulas exclusivas (y resultó afín al espíritu humano que excluyentes) de las solas (Sola fide, logra expulsar a Dios de todas las solus Christus, sola gratia, sola esferas de su vida». scriptura) ya presentes en la teolo- gía de Lutero. A veces el protestantismo ha Lutero para la Modernidad: intentado ser fiel a esta reducción, Nietzsche y el crucificado como cuando el teólogo Paul Ti- llich dice que el principio protes- Así varíen las interpretaciones tante se define como un principio sobre la Modernidad de la que so- anti-idolátrico, que emerge del ma- mos parte, así se considere que las nantial de la gracia, y que juzga in- condiciones de la Modernidad son cluso al mismo protestantismo. ya posmodernas, lo que resulta in- Esta reducción de la fe evangé- negable es que en la autonomía del lica a sus valores de salvación fue ser humano no puede darse a Dios advertida por Nietzsche en su re- por descontado, no puede plantear- pudio a Lutero, y consideró la Re- se su existencia como condición de forma como el «contrapunto ple- posibilidad. ¿Cómo pensar enton- beyo del Renacim iento», de ces la posible significación de Lu- manera tal que afirma que «Lutero tero para este contexto de la delata en la forma en que polemi- post-cristiandad (más que post- za su origen plebeyo y su ordina- cristiana)? riez, su falta de distinción». Aquí No se trata solo de partir de los se muestra claramente la preferen- efectos históricos de la Reforma cia de Nietzsche por todo lo con- El significado de Lutero para una sociedad post-cristiana 313 trario que representaba esa fe evan- del evangelio, no le da la espalda gélica, su rechazo por la debilidad al pecador, al miserable, al conde- y las aspiraciones de igualdad. nado, sino que se encarna, como un hombre pobre y se humilla en Vemos que Nietzsche es plena- la muerte de cruz, cargando sobre mente moderno, puesto que se pue- sus espaldas el pecado, cargando de decir que asume las condicio- a toda la humanidad. Esa es la in- nes de la autonomía del ser terrupción de Dios, porque se tra- humano, sus exigencias y su pro- ta de una irrupción en el mundo de pia crítica. Y por eso, la afirmación una palabra final, la palabra que de la «muerte de Dios» de Nietzs- rompe el silencio ante las pregun- che es más una explicitación de la tas por el dolor y el mal en el mun- condición de la modernidad, don- do: Dios es el maldito, el que se de Dios no puede darse por senta- hace pecado, el que muere colga- do, donde la fe no puede darse don- do en el madero, para que nosotros de están siempre como prioritarias podamos vivir. las posibilidades del ser humano y su confianza en ellas (aún con to- Entonces, la cruz supone una da la crítica y la deconstrucción de interrupción para el mundo y para la que son objeto). el creyente significa también una interrupción o una continua inter- Pero en esta condición moder- pelación de Dios en nombre de los na hallamos que no solo Dios deja crucificados del mundo. Es así co- de ser un prius (lo previo, lo que mo Lutero comprende la libertad se da por descontado), sino tam- del cristiano. Dice que el cristiano bién el prójimo. es simul iustus et peccator, es de- En este contexto moderno o cir, que su vida ha sido traída a la posmoderno (o mejor dicho de una paz (shalom) de Dios en la cruz, post-Cristiandad), la reducción sal- pero precisamente el creyente si- vífica de la teología de Lutero, o gue siendo una criatura ambigua, mejor dicho la «palabra de la cruz» frágil, falible. Lutero dice que el (que es la predicación cristiana) se cristiano es «señor de todo y no so- muestra no tanto como irrupción metido a nadie» al mismo tiempo (¿cómo podría irrumpir en una so- que «es un siervo y a todos some- ciedad donde Dios no es necesa- tido». Y concluye: “un cristiano no rio?) sino como interrupción, pues vive en sí mismo; vive en Cristo y el Dios crucificado aparece como en su prójimo: en Cristo por la fe la interrupción radical sobre la vi- y en el prójimo por el amor”. da en el mundo. Recordemos que nosotros so- La extrañeza de Lutero para mos quienes vivimos de espaldas el mundo al exceso de verdad y de espaldas a los condenados de la tierra. Pero Dios no. El Dios de Lutero, el Dios Lutero, al final de sus días es- 314 Víctor Hernández Ramírez cribió que delante de Dios «somos ponder al clamor del otro, del mendigos...». Esto expresa bien la débil. Nosotros preferimos una vi- extrañeza de Lutero. Pues dicha sión que, al modo de un estado de afirmación no puede aceptarse en naturaleza, mire al ser humano co- nuestra época moderna (por aque- mo totalmente libre y capaz para llo de la auto-afirmación del ser la buena acción. La noción de pe- humano), como tampoco fue acep- cado es absolutamente inocua pa- table para muchos de sus contem- ra nuestra sociedad y ya solo que- poráneos: el sector baptista de la da la huella de su viejo sentido Reforma no podía aceptar del todo moral. Pero en Lutero la concep- la radicalidad de la gracia en Lu- ción de pecado no es moral, sino tero, tal y como se expresaba en su bíblica. defensa del bautismo infantil o en la presencia real de Cristo en la eu- La extrañeza de la fe evangéli- caristía. Para Lutero allí, en los sa- ca de Lutero quizás radica en que cramentos, se juega todo: es decir siempre es paradójica, al compren- la respuesta confiada de quien re- der el evangelio que anuncia la re- cibe la gracia de Dios. dención humana como el Dios que se da enteramente en Cristo (que Era también radical su visión se pone en las manos de los impíos negativa sobre el ser humano y es- hasta la muerte). Y esta fe también to le hace muy extraño para noso- se expresa paradójicamente tanto tros. En Lutero el pecado original como experiencia de alegría y al es pecado de raíz y, por tanto, se mismo tiempo de obediencia. trata de la imposibilidad del ser hu- mano para volverse a Dios y, si- Ambas cosas, alegría y obe- multáneamente, incapaz para res- diencia.
Condensó: MANU ANDUEZA
El significado de Lutero para una sociedad post-cristiana 315