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Prostitución

Si bien se toma a la prostitución en algunos casos y en Chambacú como algo

liberado, la realidad es que esta viene ligada a la violencia, la prostitución es el

infierno en la que caen o son empujadas la gran mayoría de mujeres.

Este hecho tiene efectos ya sea psicológicos y/o sociales, se exponen a

situaciones de maltrato, ya que aquellas mujeres que acaban dentro de la

prostitución fueron o son maltratadas física, síquica, y verbalmente y, unido al

trauma, el hecho de que algunas fueron abusada sexualmente, tal como las dos

hermanas que se nos presenta en el libro. Se vulnera a la mujer y se toma

provecho de sus condiciones, ya que una de las razones del porqué llega a

prostituirse una mujer es por su situación económica o el cómo sepan manejar

ciertos casos. Dentro del libro, una de las Rudesindas dice “A mí que me den

plata y yo dejo de acostarme con desconocidos” En esa frase se ve reflejado el

daño psicológico que se les impuso, creyendo que solo conseguirán dinero al

vender su cuerpo. Jonathan Serrano, psicólogo clínico en Barcelona, nos

cuenta como se tapa a la prostitución con un falso glamour y como un objetivo

de marketing y de esa misma forma Manuel Zapata en su libro Chambacú nos

muestra a la prostitución como u trabajo rentable, algo normal de lo que se

puede vivir “plenamente” no obstante mostrando sus complicaciones.

La prostitución no es algo que se deba tomar a la ligera, sí, se considera

trabajo pero, ¿a qué costo? Las mujeres gana dinero mientras pierden su

dignidad, valor y su salud ¿qué quiso decir Máximo (personaje del libro
Chambacú) al decir “las putas también serán liberadas”? ¿Sería eso posible?

¿Será posible para las mujeres dentro de la prostitución dejar de verla como

algo normal? No podría dar una respuesta concreta, pero hay mujeres que

entran a ella por voluntad propia. En Chambacú se nos muestra por medio de

las Rudesindas a la prostitución como un estilo de vida. Se gana dinero pero

¿Terminan las mujeres como mujeres o como objetos sexuales? Yo me voy

más por lo segundo, incluso creyendo que estas se consideran a sí mismas de

esa forma.

Barraza Yuliana.

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