La violencia en cualquier ámbito, es un término que va creciendo y multiplicándose. Si
tú le lanzas una piedra a alguien, no puedes pretender que le lleguen flores y asimismo que él te responda con besos, “lamentablemente no es así”. Es más simple que eso, si le llegas con violencia a alguien este te va a responder con más violencia; y después comienza el ciclo de nuevo. Pero ¿Cuándo se termina este ciclo? La violencia doméstica o intrafamiliar (que ocurre dentro de una familia) es una frase que antes ni se consideraba que existía porque hasta la misma víctima de ella creía que era algo normal, esto debido a que había una creencia. Pero la evolución de la humanidad trajo la revelación de las personas, el pensamiento en el afectado que dice: “yo soy más que esto”. Aun así, igual que el racismo en Estados Unidos (que no se ha podido eliminar completamente), todavía hay países y religiones que mantienen este comportamiento; hay familias que practican violencia física o psicológica y a veces hasta sin darse cuenta. La violencia domestica incluye una amplia variedad de fenómenos, tenemos: violencia contra el hombre en la pareja, violencia filo-parental o violencia de los hijos a los padres y violencia contra el adolescente. Pero la violencia contra los niños, la violencia contra la mujer en la pareja y la violencia contra los abuelos, abuelas y personas discapacitadas son las violencias más frecuentes en el ámbito de la familia. ¿Cómo los padres pueden maltratar a sus hijos?, ¿Cómo los hijos pueden maltratar a sus padres?, ¿Cómo el hombre puede maltratar a la mujer que le da todo?, ¿Cómo las personas pueden maltratar a un individuo que no tiene la culpa de tener alguna discapacidad? No sabemos exactamente como comenzó esto, ni ustedes, ni yo comenzamos esta locura. Pero podemos ser los que aporten aunque sea un poco para que esto termine, no será hoy, ni mañana, ni pasado mañana, pero quizás si en 50 o 100 años. La violencia en la familia es una semilla que crece de generación en generación, y en algún tiempo le cortamos el tallo, pero este crece nuevamente, solo queda arrancarla lentamente de raíz y evitar que crezca otra vez. Pensar como impiden el desarrollo de la víctima, como le quitan la oportunidad de vivir maltratándola de esta forma. Tenemos que terminar esta violencia, los niños que reciben este maltrato, solo llegan a ser otros maltratadores, las personas discapacitadas también tienen sentimientos. Los adultos que ven este comportamiento tienen que hacer algo al respecto. ¡Mujeres! no sean igual que los hombres sea algo más, sean únicas, sean diferentes, que tienen todo para serlo. Un tal William Golding dijo una vez: “Creo que las mujeres están locas si pretenden ser igual que los hombres. Son bastante superiores y siempre lo han sido. Cualquier cosa que le des a una mujer lo hará mejor. Si le das esperma, te dará un hijo. Si le das una casa, te dará un hogar. Si le das alimentos, te dará una comida. Si le das una sonrisa, te dará su corazón. Engrandece y multiplica cualquier cosa que le des”. Y aun así hay hombres que las maltratan. Yo creo que mínimo si le das un golpe a tu mujer, te cabe una puñalada. Entonces ahora como dicen por ahí, es hora de el por ella. No maltratemos a nuestros hijos, enseñémosle a ser buenas personas; no maltratemos a los niños o adultos con discapacidad, ayudémoslos a que se sientan bien, a hacerles entender que no es malo ser únicos; no maltratemos a nuestros padres y abuelos, agradezcámosle por todo lo que han hecho en nosotros y si hicieron cosas malas perdónenlos y díganles: mis hijos no van a vivir lo que yo viví. NO A LA VIOLENCIA DOMESTICA, no permitamos que nos gobierne alguien que nos dañe física y psicológicamente, no pretendamos morir sin antes haber vivido, no tengamos miedo de revelarnos y decir: “yo soy más que esto”.