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Feminismos, sucinto acercamiento a sus teorías y al desvelamiento de un sistema opresor, desde el

feminismo liberal, hasta el concepto sexo/genero.


Andrés González Restrepo.

La opresión, la cultura de manera orgánica o sintética ha creado sistemas de opresión para establecer
orden, por lo general los ordenes se muestran como universales, perfectos e inamovibles, éste es el
contexto con el que han lidiado millones de mujeres a través del tiempo en diversos lugares, un
contexto de opresión, el cual las ha llevado a cuestionar dichos sistemas, analizándolos e
interpretándolos según su experiencia, no sólo de manera teórica, sus posturas han sido propositivas,
sí sé quiere revolucionarias, en pro del cambio, en pro de la humanidad. La opresión es un mal que
aqueja a muchas capaz de la sociedad, pero que parece ensañado hacia la mujer. La opresión cuarta
libertades, impone normas arbitrarias, crea sociedades desiguales y otorga roles que parecen
infranqueables. En aras de una mejor comprensión personal del concepto opresión, buscaré
interpretarlo desde las teorías feministas, las cuales lo han analizado desde diferentes contextos y
épocas, en términos de la cultura occidental.
Ilustración, traición a una lucha conjunta.
La declaración de los derechos del hombre trajo consigo un máxime de desigualdad, la lucha liderada
por mujeres y hombres en la revolución francesa terminaría con la exclusión de la mitad de la sociedad
de un proyecto político, el cual se vendía como universal, pero estaría restringido para un sector
exclusivo de la sociedad. Una de las principales críticas al pensamiento liberal, se centró en la
educación, Wollstonecraft señalará su inconformismo con los preceptos expuestos por Rousseau; la
educación de las mujeres siempre debe ser relativa a los hombres:
“Por esta razón, la educación de las mujeres siempre debe ser relativa a los hombres. Agradarnos,
sernos de utilidad, hacernos amarlas y estimarlas, educarnos cuando somos jóvenes y cuidarnos de
adultos, aconsejarnos, consolarnos, hacer nuestras vidas fáciles y agradables: éstas son las
obligaciones de las mujeres durante todo el tiempo y lo que debe enseñárseles en su infancia. En la
medida en que fracasamos en repetir este principio, nos alejamos del objetivo y todos los preceptos que
se les da a no contribuyen a su felicidad ni a la nuestra.”1

El modelo de educación liberal va a proponer un papel domestico para la mujer en servicio del orden,
Wollstonecraft, va a señalar que el modelo de educación crea un debilitamiento mental, una prohibición
del uso de la razón, sustentado en la naturaleza de las costumbres, de ahí un interrogante: ¿Son las
costumbres justas y naturales? La superioridad natural del hombre no es más que una apropiación
directa, exclusiva y egoísta de la razón, que ha confinado los derechos de la humanidad a línea
masculina, empezando por Adán.2
El debate por la educación que plantea Wollstonecraft va más allá de la educación en si misma, es
una confrontación por la participación en las esferas públicas, es decir, en la toma de decisiones de
como debe ser construida la sociedad. Después del planteamiento de los derechos del hombre, acto
seguido, se escribirán los derechos de la mujer, exigiendo la no privación de los conocimientos que
pueden permitiros ayudaros ya sea con nuestros consejos, como con nuestros trabajos,3 estos
argumentos hacen parte de una clase femenina, liberal, burguesa que exige no ser excluida, de unos

1Mary Wollstonecraft, Vindicación de los derechos de la mujer, (Valencia: Cátedra, 2000) p. 218
2Mary Wollstonecraft, Vindicación de los derechos de la mujer, (Valencia: Cátedra, 2000) p. 230
3Alicia Puleo, La ilustración Olvidada: La polémica de los sexos en el siglo XVIII, (Barcelona: Anthropos editorial, 1993)
espacios a los cuales no se les permite llegar, es importante hacer este señalamiento, porque no es lo
mismo hablar de feminismo que de feminismos, pues este señalamiento y vindicación femenina tiene
unas inconformidades puntuales, producto de su época, el cuál dará paso a que otras personas,
interpreten la opresión desde su experiencia tomando como referencias las denuncias liberales
femeninas, pero difiriendo mucho de ellas.
Del liberalismo al socialismo, el problema de la representación política, la explotación obrera.
A pesar de las diferencias sociales entre las mujeres que abogaban por un sufragio universal, igualdad
de derechos civiles y nuevas condiciones de vida, unas; pobres, trabajadoras y otras burguesas, el
feminismo liberal que transitó por todo el siglo XIX e inicios del XX, que nació con la revolución francesa
no presento fuerte rupturas, por el contrario se puede evidenciar una unidad, arrojo y compromiso que
les permitió alcanzar a mediados de la primera mitad del siglo XX en Reino Unido unos derechos
civiles.

No obstante, no se deja de lado que el eje de la discusión es la opresión ejercida por hombres sobre
mujeres, que también va a ser de mujeres sobre mujeres,4 que hay diferencias sociales y que desde
estas diferencias la opresión que viven algunas no son la misma que padecen otras. Estas condiciones
permitirán que la clase obrera femenina explotada busque en el marxismo un horizonte para entender
su opresión, éste será el punto de partida para nuestro siguiente enunciado.

El marxismo, dentro de los debates marxistas se han planteado que la lucha de clases debe ser el
horizonte, que por su parte el feminismo debe esperar el derrocamiento del capitalismo para así
derrocar el patriarcado, es decir que la lucha femenina debe estar subordinada, pues puede caer en
el error de dividir la clase obrera. Ese enunciado inicial es la principal desavenencia entre la teoría
marxista y el feminismo socialista, pues de entrada desconoce las condiciones desiguales en la fabrica
que padecen las mujeres. Para el feminismo socialista, la opresión no se puede entender sólo en
términos del capital, Heidi Hartmann en su lectura sobre marxismo y feminismo socialista va a plantear
que la lucha no puede estar dirigida sólo en términos del capitalismo, pues está de ser así estará
condenada al fracaso, su proposición indica que la lucha del feminismo socialista debe girar en dos
ejes, primero la mujer no debe confiar en que la libere el hombre, para ello deben tener sus propias
organizaciones, su propia base de poder, y a su vez, el establecimiento del socialismo debe ser una
lucha en la que se alíen grupos con distintos intereses. Segundo, la división sexual del trabajo ha
llevado a la mujer a realizar una lectura de lo que son las necesidades y las interdependencias
humanas5, cosa que no ha podido prever la posición patriarcal de los hombres, es por ello que para
reprimir la opresión del sistema económico capitalista, se debe abogar por una educación que sea una
práctica universal y no una práctica opresiva, y en la que la mujer no siga soportando tanto las falsas
como las concretas libertades del hombre6.

4 El planteamiento de opresión de mujeres sobre mujeres nace del rechazo de muchas mujeres a las manifestaciones y
huelgas realizadas a finales del siglo XIX e inicios del XX exigiendo igualdad en los derechos civiles; como mejores
condiciones laborales, igualdad de salarios, sufragio universal entre otros. El rechazo por una parte de las mujeres va a
servir de legitimador de la opresión.
5 Heidi Hartmann, “Un matrimonio mal avenido: hacia una unión más progresiva entre marxismo y feminismo.” p. 26
6 Heidi Hartmann, “Un matrimonio mal avenido: hacia una unión más progresiva entre marxismo y feminismo.” p. 27
Feminismo radical.

El feminismo radical ha salido a la escena pública como la imagen más visible de las teorías feministas,
este feminismo, se hará la pregunta por el origen de la opresión de las mujeres. La lectura inicial partirá
de la categoría patriarcado, su cuestión será si este orden, está inscrito en términos de la naturaleza
o la cultura. Millett Kate, en su ensayo sobre política sexual, expondrá al patriarcado como un sistema
político universal, longevo y enraizado gracias a su apoyo en la naturaleza para explicar las diferencias
y el por qué de la subordinación de la mujer. El problema para Kate ha sido el reconocimiento de
inferioridad por algunas capaz femeninas de diversas sociedades, más que todo cuando se les plantea
en términos naturales,7 más aún cuando su discurso es apoyado por categorías religiosas, es por ello
que pone a Dios como principal defensor del patriarcado, exponiendo los métodos religiosos de control
como doctrina despectivas hacia la mujer, por ejemplo desde el mito de Adán y Eva, cerrando este
postulado, el patriarcado se definirá como un sistema de organización jerárquica, donde el hombre
puede ejercer poder sobre algunos varones y todas las mujeres, este nuevo feminismo nacerá de
mujeres disidentes de movilizaciones sociales después de la postguerra, sus motivaciones serán los
debates omitidos sobre transformaciones estructurales del papel de la mujer en los movimientos de
Izquierda el cuál abogará por una comprensión estructural sistema patriarcal.
Sistema Sexo/Genero

El sistema sexo/genero va a ser la forma primaria para organizar las diferencias, Gayle Rubín
sostendrá: el sistema sexo/género es “el conjunto de disposiciones por el que una sociedad transforma
la sexualidad biológica en productos de la actividad humana, y en el cual se satisfacen esas
necesidades humanas transformadas” En el análisis que hace Rubín se dirá que el sexo proviene de
un cuerpo sexuado, hombre/mujer producto de la naturaleza desde un punto de vista biológico, es
decir que es innegable la vagina o el pene de un hombre a una mujer pero que está condición no
determina el género de una persona, es decir que el género es una construcción cultural, algo sintético,
donde el hecho de tener una vagina o un pene no te da un rol determinado dentro de la sociedad, es
más, la condición biológica no define el género, pero que producto de las construcciones culturales se
han establecido unos roles, cuasi que inamovibles, que otorgan una posición en el sistema a esta
categoría se le llama identidad de género. Es pues, producto del sistema sexo/genero de donde
proviene la opresión de las mujeres, pues desde el mito y de otras formas de explicación cultural del
mundo se ha delegado no solamente a la mujer, sino a la humanidad unos roles específicos que
cuartan las libertades.
A manera de conclusión.

Los feminismos mas que una lucha de las mujeres por reivindicar derechos, han sido unas teorías que
se han propuesto explicar el funcionamiento de los sistemas opresores que no solamente han
aquejado a las mujeres, en sus luchas, las traiciones han sido múltiples y sus postulados minimizados
o inadvertidos, sus teorías se transforman, se nutren y se debaten entre sí.

No obstante, las teorías feministas han de ser reconocidas como luchas justas e incluyentes que
propenden por nuevas formas de organización social, sin autoritarismos represivos, defensoras de la
diversidad y de la igualdad de derechos, no de manera soslayada como el liberalismo o negacionista8

7Kate Millett, Política sexual, (Madrid: Catedra, 1995) p. 122


8Se utiliza el termino negacionista por la omisión de la desigualdad que sufrían las mujeres dentro de las fabricas por
parte de los movimientos socialistas, relegando los postulados feministas aún segundo plano.
como el socialismo. Sus posturas van desde lo micro, hasta lo macro siempre en busca de una
convivencia cordial.

Bibliografía

Hartmann, Heidi, “Un matrimonio mal avenido: hacia una unión más progresiva entre marxismo y
feminismo.”
Millett, Kate, Política sexual, (Madrid: Catedra, 1995)

Puleo, Alicia, La ilustración Olvidada: La polémica de los sexos en el siglo XVIII, (Barcelona:
Anthropos editorial, 1993)
Wollstonecraft, Mary, Vindicación de los derechos de la mujer, (Valencia: Cátedra, 2000)

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