El Día Mundial de la Salud tiene como intención difundir los derechos sexuales y reproductivos que todas las personas deben poseer, independientemente de su edad, raza, religión, sexo, orientación y/o identidad sexual ¿Qué se reclama ese día? la Asociación Mundial para la Salud Sexual, tiene por objeto cada 4 de septiembre promover la labor social sobre salud sexual alrededor del mundo. De acuerdo con la declaración del 13º Congreso Mundial de Sexología, que más tarde fuera revisada y aprobada por la Asamblea General de la Asociación Mundial de Sexología (WAS), los derechos sexuales son también derechos humanos fundamentales y universales y en este día por la desorientación que aún existe alrededor del tema, la Organización Mundial de la Salud y la WAS recuerda que para que la salud sexual se logre y se mantenga, los derechos sexuales de todas las personas deben ser respetados, protegidos y ejercidos a plenitud. ¿Hay grupos con otros intereses??
¿El derecho que se reclama ya se conquistó o todavía esta en
lucha? La salud sexual y la salud reproductiva, siendo elementos tan importantes de salud, de derechos humanos y, en general, de bienestar y de desarrollo social, está en proceso, no siempre tuvieron la relevancia que han alcanzado en la actualidad. Esta trascendencia, más bien, es el resultado de un largo y paulatino proceso de cambio de creencias y paradigmas socioeconómicos y culturales, gestado por diversos movimientos sociales ¿Cómo sabemos si se conquistó o no? a salud sexual y reproductiva es un derecho de hombres y mujeres, y un aspecto central de sus vidas que tiene un gran impacto en su desarrollo en todas las edades. En el Perú, muchas mujeres, jóvenes y adolescentes aún no cuentan con todas las facilidades para acceder a información y servicios que les permitan hacer ejercicio de este derecho.
La posibilidad de decidir y tomar acción para proteger su salud, así
como para planificar su futuro y el de su familia, se ve seriamente afectado por barreras normativas, territoriales y culturales. Ello puede conducir a embarazos no planeados durante la adolescencia, infecciones de transmisión sexual e incluso en muertes durante el embarazo o parto que podrían evitarse.