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1.

7 DEFINICION DE CATEGORIAS

Modelos explicativos

Tomamos la definición hecha por A. Kleinman (1980) EMs (modelos explicativos)


Kleinman (1980) que une el conjunto de concepciones que tiene uno respecto a la
enfermedad. Desde su etiología, sintomatología, fisiopatología, curso y tratamiento. Los
modelos explicativos son tanto de los pacientes y familiares como de los profesionales.

Es decir, vamos a trabajar no en base a lo que pasó objetivamente, ya que no existe una
realidad objetiva, sino lo que los sujetos creen que pasó: sus representaciones. Las causas
que lo llevaron a la droga (empezar a hablar del síntoma, hacerlo existir, pero no
necesariamente en relación a la sustancia toxica sino, el síntoma como solución a algo),
la adicción en este caso es causa, siempre es causada por algo y también es una respuesta.

Como diría J. Rodríguez (2016): Se trata de encontrar un acercamiento donde el


investigador es quien debe aprender el código que maneja el afligido para así entender la
aflicción y las respuestas terapéuticas. Cabe mencionar, que dicho modelo puede dar la
posibilidad de que algunas respuestas terapéuticas por parte del paciente no estén en
consonancia con el saber médico hegemónico.

Narrativa de la enfermedad

Respecto a esta categoría, se usará el discurso de lo que ha padecido el sujeto en relación


la sustancia tóxica.

Narrar es una manera fundamentalmente humana de dar significado a la experiencia.


Tanto al expresar como al interpretar la experiencia del padecer, las narrativas median
entre el mundo interno de los pensamientos y sentimientos, por un lado, y por otro, el
mundo externo de las acciones observables y el estado de las situaciones. Crear una
narrativa o escucharla, son procesos activos y constructivos que dependen de recursos
personales y culturales (Hamui Sutton, 2011).

La cuestión dentro de las narrativas de la enfermedad es que puede englobar el trayecto,


historia y padecimiento de un sujeto desde sus propios significantes. A decir de Sutton
(2011) “Las narrativas constituyen estrategias potentes para moldear la conducta porque
tienen algo que decir con respecto a lo que da sentido a la vida, porque aluden a lo que
inspira la existencia, lo que la pone en peligro y por lo que vale la pena tomar riesgos.”

No hay acercamiento directo a la experiencia de los sujetos sino a través de su propio


discurso, es entonces que la narrativa de la enfermedad re-problematiza la relación entre
cultura y las formas simbólicas de experiencia. Byron Good en “Medicine, racionality
and experience” (1990) nos dice que podemos hacer preguntas directas y explícitas, pero
a menudo, se aprende más de la experiencia vivida a través de las historias que cuenta la
gente, es decir, aquello que les ha pasado a ellos o a su alrededor. La narrativa es una
forma en la cual la experiencia es representada y re-contada, en la cual los eventos son
presentados teniendo una importancia y orden coherentes. Pero la experiencia siempre
excede su descripción o narrativización, por lo que nuevas preguntas darán lugar a nuevas
formas de reflexionar y repensar lo vivido. Las narrativas no solo se enfocan
fenomenológicamente en el presente al reportar o contar las experiencias, sino también
se proyectan nuestras actividades hacia el futuro.

Las narrativas de la enfermedad generalmente van ligadas a las historias de vida y a los
modelos explicativos que uno tiene. Es decir, a la experiencia de vida de una persona. No
se pueden separar, ya que es un proceso íntimo que revela el impacto que tiene la
enfermedad, o en este caso, la adicción, en la vida de las personas.

Trayectoria de vida

antes de sustancia, con la sustancia puntos de quiebre, encuentro con lo real, instante ver,
y después rehabilitación modificación del goce, rehabilitación, a la contrucción del lazo,
a la satisfacción de otro orden que no sea el toxicómano.

Otra categoría que combina bien con las mencionadas anteriormente es trabajar la
trayectoria de vida, la cual por su carácter abierto, no tiene una taxonomía reconocida
taxonomía reconocida o estática. Mckernan (1999) alude a tres tipos de historias de vida:
completas, temáticas y editadas. Las historias de vidas completas son aquéllas que cubren
la extensión de la vida o carrera profesional del sujeto. Las temáticas comparten muchos
rasgos de las historias de vidas completas, pero delimitan la investigación a un tema,
asunto o período de la vida del sujeto, realizando una exploración a fondo del mismo. Las
historias de vida editadas, ya sean completas o temáticas, se caracterizan por la
intercalación de comentarios y explicaciones de otra persona que no es el sujeto principal.
Por otro lado, Santamarina (1994) señalan que las historias de vida están formadas por
“relatos que se producen con una intención: elaborar y transmitir una memoria personal
o colectiva que hace referencia a las formas de vida de una comunidad en un período
histórico o concreto”.

Por lo que en este caso, la construcción de las trayectorias de vida, las tomaremos a partir
del instante de ver: una detención en la carrera toxicómana, o como diría ______ autor de
Dejar la Heroína, en su libro Dejar la Heroína: hay un momento en la vida de cada adicto
en el que llegan a un modo de vida insostenible. También tomaremos el cambio que esto
trae en su decisión de buscar una “rehabilitación”, hasta la construcción del lazo y al
encuentro de satisfacción de otro orden que no sea el toxicómano.

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