Virgilio Barco ganó las elecciones presidenciales de 1986 derrotando a su
contrincante, el conservador Álvaro Gómez Hurtado. El país estaba
vapuleado por la ola terrorista que caracterizó el gobierno de Belisario Betancur. Entre ellas el asesinato del Ministro de Justicia Rodrigo Lara Bonilla a manos del Cartel de Medellín (1984) y el holocausto del Palacio de Justicia (1985), en donde murieron más de 90 personas. El principal responsable fue la guerrilla del M-19. A estos desafortunados sucesos se le suma el fallido proceso de paz con la guerrilla de las Farc, Eln y demás. El panorama era poco alentador, sin embargo Virgilio Barco, quien nació en Cúcuta el 17 de septiembre de 1921 y murió el 20 de mayo de 1997, decidió asumir así la presidencia para lograr cambiar un poco el presente de Colombia, que para ese momento estaba siendo dominada entre los grupos al margen de la ley y el narcotráfico. Recién llegado a su cargo, la primera decisión drástica de Barco fue poner un esquema gobierno- oposición con el objetivo de acabar con los rastros del Frente Nacional, una tradición que llevaba más de 28 años. Fue bastante criticado por esto ya que según declaraciones del Partido Conservador de la época no estaban preparados para la oposición. En el gabinete de Barco sólo se veían personajes liberales.