AMOR PARA TODA LA VIDA

Érase una vez en un pueblo llamado Agualindo, un par de niños que

eran vecinos y salían a jugar todas las tardes al parque, y así fueron
transcurriendo los años hasta volverse jóvenes.

Josefa una joven de cabello largo, ojos verdes, piel blanca, con miedo
a las alturas, su mayor sueño era casarse y tener una familia con su
amigo de toda la vida del cual llegó a enamorarse. Carlos era joven de
tan solo 22 años, alto, cabello negro, ojos azules, y piel morena, él no
le tenía miedo a nada al contrario era valiente y guerrero.

El clima de ese hermoso pueblo era frio con un delicioso aroma a

flores por donde quiera que se ande se respira tranquilidad, paz,
alegría y amor.

Después de haber pasado los años, ellos decidieron hablar de sus

sentimientos de lo que sentía cada uno por el otro, y llegaron a la
conclusión de que iban a empezar poco a poco como novios.

Pero tenían un pequeño problema sus papas, ¿Cómo iban a ser para
presentarse ante cada familia si ninguna de las dos se llevaba bien?

Ellos ya lo habían pensado y tenían un plan para que las familias

volvieran hablarse y hacer las paces. Josefa y Carlos fueron al
restaurante del pueblo para hacer unas reservaciones y así citar cada
familia para llevar a cabo su plan.

Pasada la semana se llegó el día tan esperado por Josefa y Carlos.

Todos llegaron al restaurante un poco sorprendidos al verse todos
juntos, de enseguida pasaron a la mesa, Carlos y Josefa se
pronunciaron ante las familias hablaron e hicieron que se dieran la paz
entre ambas familias.
Luego de haberlo logrado dieron la gran noticia a sus familias de que
eran novios estaban muy enamorados y felices, hasta tal punto que
anunciaron que el matrimonio sería dentro de 3 meses.

Después de los tres meses, Carlos y Josefa contrajeron matrimonio

todos muy felices por este gran momento, se casaron tuvieron dos
hijos y se fueron de Luna de miel a la ciudad de Toronto y todos felices
y contentos para toda la vida.

María José Marín Rodríguez

6°A