Está en la página 1de 10

ORIGENES DE LOS SINDICATOS

Los orígenes del sindicalismo, se originan con la revolución industrial en el siglo XVIII, la máquina
ahora sustituye al trabajador, la fábrica es ahora quien ocupa el lugar de un simple taller, y ya no
basta la producción del mercado local, sino que ésta se transforma en producción para el mercado
de todo el mundo”

Las primeras luchas obreras: La lucha del proletariado contra la burguesía, comenzó con el
nacimiento del proletariado como clase, a medida que se iba desarrollando el proceso de
industrialización. Con el fin de asegurarse el máximo beneficio, y lograr producir a bajo coste, los
capitalistas explotaban preferentemente a mujeres y niños. Así, en la industria textil británica,
millares de niños trabajaban por un bocado de pan, y con frecuencia había niños de seis años a
quienes se pegaba para mantenerlos despiertos. En general, las condiciones de vida y trabajo de los
obreros eran muy duras, ya que el obrero era considerado como una mera mercancía, que se
contrataba o despedía conforme a las exigencias de la producción y de la competencia, y estaba
sometido a los actos arbitrarios y a las reglas draconianas de los patronos. Víctimas de una
explotación feroz y faltos de los derechos más elementales, los obreros comenzaron a luchar por
mejorar su situación económica. Esta resistencia obrera, que se opuso por diferentes vías, violentas
o pacíficas, era, hasta mediados del siglo XIX, espontánea, aislada y sin un carácter consciente y
organizado.

Los luddistas: Al principio, los obreros pensaban que las máquinas eran la causa de su desgracia y se
opusieron, por todos los medios a su alcance, llegando incluso a la destrucción de tales máquinas.
Pero la experiencia acabó por convencerles de que tales actos no podían resultar en los fines
deseados y que el origen de sus sufrimientos no estaba en las máquinas sino en las relaciones de
producción capitalistas, en la clase capitalista que los desangraba.

Nacimiento de los sindicatos: Con anterioridad a la industrialización moderna, existieron


organizaciones, los gremios, que defendían en el seno de la actividad artesanal a los trabajadores
de un determinado oficio. Regulaban la producción y controlaban hasta el más mínimo detalle. Los
operarios tenían la oportunidad de ascender en la escala laboral según su pericia y méritos.

Frente a esas organizaciones de carácter preindustrial, los sindicatos nacieron como respuesta a los
problemas planteados por la mecanización. Representaban a obreros desposeídos de la iniciativa y
creatividad en el proceso productivo.

La total desprotección de éstos frente a los abusos de los capitalistas (prolongadas jornadas de
trabajo, empleo infantil, mujeres mal remuneradas, fábricas insalubres, hacinamiento, despidos sin
indemnización, miseria, etc.), los empujó a organizarse en asociaciones para protegerse en caso de
enfermedad, paro o inactividad huelguística.

Gremios y sindicatos respondían, por tanto, a circunstancias económicas y sociales distintas.

Históricamente, el nacimiento y desarrollo de la clase obrera, según los países y sus condiciones
respectivas, se desarrolló en varias etapas. En el curso de un largo y arduo proceso, la clase obrera
buscó y puso en práctica, formas de trabajo y, de lucha, y de organización que desembocaron en la
creación de sus primeras organizaciones: Cofradías, mutualidades, hermandades, Trade Unions,
Cámaras sindicales, &c. Al principio, estas asociaciones obreras nacieron en las diversas ramas de la
producción, como consecuencia de los esfuerzos espontáneos de los trabajadores, como necesidad
de una lucha colectiva, para unirse y defender sus intereses estrictamente profesionales. Estas
reivindicaciones se limitaban a los problemas del momento: salarios, horarios de trabajo, paro,
competencia, &c. Progresivamente, estas organizaciones se transformaron, en «centros de
organización, en órganos de resistencia» de la clase obrera. Así pues, la primera forma, la forma
inferior del movimiento sindical, fue la lucha económica.

Clandestinidad inicial de los sindicatos: Inicialmente, los Sindicatos eran clandestinos y estaban
considerados como un peligro para el orden público. Por ello, el simple acto de afiliarse era
sancionado por la ley. Con el fin de destruir al movimiento sindical, la burguesía no vaciló en utilizar
la fuerza, la demagogia y la corrupción. La creación de los sindicatos no fue un regalo de la
generosidad de la burguesía, sino el resultado de una ardua y tenaz lucha de la clase obrera.

Rasgos y tendencias del movimiento sindical mundial: Los rasgos que revistió el movimiento sindical
internacional, fueron determinados por las condiciones históricas particulares de cada país: el
desarrollo capitalista desigual, el grado de conciencia de clase del proletariado y la coyuntura
política de la época.

INGLATERA (siglo XVIII)

A finales del siglo XVIII, en Inglaterra, cuna de la industrialización, nacieron las primeras asociaciones
de trabajadores, las llamadas sociedades de ayuda mutua (o "socorro mutuo"). Las integraban
esencialmente artesanos que trabajaban bajo el Domestic System (Era una industria de carácter
rural que conjugaba el trabajo agrícola con la manufactura casera de textiles. No se desarrollaba por
tanto en fábricas.)

Su objetivo era la unión de los obreros para conseguir mejoras laborales y salariales, operando
como cajas de resistencia frente a adversidades como la enfermedad o el desempleo.

Para el Estado los trabajadores representaban una forma de lograr grandes cantidades de dinero y
el gobierno sabe que la única posibilidad que tiene el obrero para transformarse en una amenaza
real es la unión, la posibilidad de asociarse, en defensa de sus intereses laborales y esto era
justamente a lo que se oponía el gobierno al no permitir dichas asociaciones. Dada esta situación y
la imposibilidad legal de que los trabajadores se agrupen en defensa de sus intereses, optan por
iniciar el movimiento a escondidas.

Sin embargo, en el siglo XIX, las masas obreras con sus movimientos clandestinos, comienzan a salir
a la luz y ser identificadas, en un principio se manifiestan en forma de huelga, posteriormente se da
la agrupación de obreros de una misma fábrica.

“Después vendrían las formaciones de sociedades de resistencia, con objetivos de imponer por
coacción moral o física al resto de los trabajadores, al paro colectivo de la especialidad laboral, que
culminan con la auténtica aparición del sindicalismo, que se presenta con una estructura más
evolucionada”. Se presentan con una gran diversificación de oficios e industrias, que buscan un lugar
legalmente en la sociedad.
Poco a poco en todo Europa las reacciones y demandas de los trabajadores son escuchadas. Para el
gobierno y las industrias es imposible seguir negando el derecho de los trabajadores de agruparse y
unirse.

Una de las principales acciones que detonaron la creación legal de los sindicatos la encontramos en
1824, cuando por la fuerte presión de la sociedad, el parlamento británico deroga las “Combination
Acts”, leyes que prohibían las organizaciones obreras. En 1829, Robert Owen, uno de los fundadores
del socialismo moderno, crea las primeras cooperativas, que eran sociedades industriales de
trabajadores. En los años de la década de 1830 aparecen las primeras organizaciones obreras
agrupando a los trabajadores según su oficio. En Inglaterra tomaron el nombre de “trade-unions”.
En su origen, los Trade Unions británicos estuvieron constituidos por obreros de una localidad
integrados en un mismo oficio y su propósito era prestar ayuda en caso de grave necesidad a sus
miembros. Su financiación era atendida mediante aportaciones económicas que luego eran
utilizadas en la asignación de pensiones y subvenciones varias.

Durante la década de los años treinta los Trade Unions fueron ampliándose y dejaron de estar
limitados por oficio y localidad, abriéndose paso un sindicalismo de ámbito estatal.

En 1829, el dirigente obrero de origen irlandés Doherty, creaba el primer sindicato del algodón de
implantación nacional. En 1834 Robert Owen reunió varios sindicatos de oficio en la Great Trade
Union, alcanzando tal éxito que fue ilegalizado por el gobierno.

El fracaso de esta iniciativa unificadora llevó a los líderes del movimiento obrero a plantearse la
necesidad de intentar otras experiencias, en este caso políticas, hecho que se concretó en el
cartismo. El principal instrumento de presión de que se valieron los sindicatos en sus
reivindicaciones fue la huelga.

Los Trade Unions, aunque tolerados, no se constituyeron legalmente hasta 1871. Durante las
siguientes décadas no dejó de aumentar su número y el de sus afiliados, a finales de siglo sumaban
más de 2 millones. En el resto de Europa los sindicatos adquirieron importancia a lo largo del último
tercio del siglo XIX.

Contaban con una cuidada organización, dependencias, financiación y funcionarios propios,


constituyéndose en elementos indispensables en las relaciones laborales.

Ya no eran solo los gremios los que clamaban por reformas laborales más humanas, retribuciones
más acordes con un mínimo de vida respetable, sino que la prensa, las sociedades con fines de
reforma, comenzaron a criticar al gobierno y exigían que se modificaran las leyes que prescribían
los sindicatos

Así surgieron, entre otros: en Alemania la Asociación General de Trabajadores Alemanes (1863) y
en Estados Unidos el American Federation of Labor (AFL, 1886).

ALEMANIA (siglo XIX)

Aunque la revolución industrial llegó Alemania casi un siglo después de iniciarse en la Gran Bretaña,
el movimiento sindical alemán arrancó de los años 1840-1850 en que comenzaron a formarse
sindicatos profesionales de carácter local. Pero no fue hasta 1860 cuando se legalizaron los
sindicatos prohibidos hasta entonces.

La idea de formar una organización obrera independiente de los partidos burgueses democráticos
surgió en el seno de varias sociedades obreras, especialmente en aquellas en que algunos de sus
miembros habían pertenecido a la Liga de los Comunistas (Organización revolucionaria nacida en
Londres en junio de 1847 ) un viaje a Londres algunos de ellos volvieron impresionados por el nivel
organizativo alcanzado por las Trade-Unions británicas y propusieron reunir en Berlín un Congreso
obrero para 1863. A finales de 1862 dos miembros del comité formado en Leipzig para la
preparación del Congreso le pidieron a Ferdinand Lassalle, uno de los intelectuales progresistas más
influyentes del momento, que elaborase el programa del partido de los trabajadores que se iba a
constituir.

En su Respuesta abierta Lassalle defendió la formación de un partido obrero completamente


separado de la burguesía liberal y democrática por lo que el partido se dedicaría exclusivamente a
lograr «la satisfacción de los intereses legítimos de los trabajadores mediante la toma del Estado y
el establecimiento de la dictadura de la Inteligencia» que pusiera en marcha cooperativas de
producción que competirían con las empresas capitalistas a las que acabarían desplazando, dando
nacimiento a un orden justo. La propuesta de Lassalle se convirtió en el programa del nuevo partido
que fue fundado el 23 de mayo en Leipzig con el nombre de Asociación General de Trabajadores de
Alemania (Allgemeiner deutscher Arbeiterverein, ADAV), y cuya presidencia ocupó el propio
Lassalle, que fue precedido por Schwitzer después de su muerte en agosto de 1864-

La ADAV trató de promover los intereses de la clase obrera y de trabajar por el establecimiento de
socialismo a través de la utilización de la política electoral respaldada por el sufragio universal

A las pocas semanas nacía en Frankfurt una organización alternativa con el nombre de Federación
de Asociaciones Obreras Alemanas (Vereinstag Deutscher Arbeitervereine, VDAV) impulsada por
demócratas y liberales progresistas que se oponían a la idea lassalliana del partido obrero
totalmente independiente del resto de fuerzas progresistas. En la VDAV se integró el periodista
seguidor de Marx Wilhelm Liebknecht que había abandonado la ADAV desengañado por el
autoritarismo de Lassalle y por la adulación de que era objeto en el partido.

En junio de 1869 un grupo disidente de la ADAV encabezado por Wilhelm Bracke propuso a la VDAP
la formación de un partido único de los trabajadores. Así fue como nació en el Congreso de la VDAP
celebrado en Eisenach en agosto de 1869 el Partido Socialdemócrata Obrero de Alemania.

En 1871 Schwitzer abandonó la presidencia de la ADAV y se retiró de la política. Le sustituyó


Hasenclever, iniciándose entonces el proceso que conduciría a la fusión de la ADAV con el SDAP que
en el Congreso de Gotha en el cual fue aprobado el Programa de Gotha fue el programa político
aprobado en el Congreso celebrado en 1875 en la ciudad alemana de Gotha, en el que se fusionaron
la lassalleana Asociación General de Trabajadores de Alemania (ADAV) y el marxista Partido
Socialdemócrata Obrero de Alemania (SDAP), para dar nacimiento a un nuevo partido, el Partido
Socialista Obrero de Alemania (Sozialistische Arbeiterpartei Deutschlands, SADP), que en 1891
adoptaría el nombre de Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) y que sigue existiendo en la
actualidad.
La formación del Partido Socialdemócrata alemán en 1869, por dirigentes del movimiento sindical,
y la creciente influencia de los sindicatos, dio lugar a la aprobación de las leyes antisocialistas por
las que el Canciller Bismarck proscribió el Partido Socialdemócrata y la mayoría de los sindicatos. Al
anularse dichas leyes, en 1890, la mayoría de los sindicatos se desarrollaron sorprendentemente
durante la represión, aunque de forma clandestina, y en 1891 se creó el Consejo General de los
sindicatos alemanes, que en ese año alcanzó los nueve millones de afiliados. En ese periodo, los
sindicatos alemanes concedían más importancia a los problemas administrativos que a la lucha de
la clase obrera. Por esta razón se decía, con ironía, que padecían del «mal de piedra» porque
disponiendo de abundantes medios económicos, hacían construir palacios suntuosos. En este
proceso, los sindicatos se burocratizaron, y a su cabeza se colocaron funcionarios que se
aburguesaron progresivamente y desviaron gradualmente a los sindicatos de la lucha de clases. En
1933, con la llegada de los nazis al poder, quedaron los sindicatos prohibidos, al igual que los
partidos políticos. Derrotado el nazismo, los sindicatos de la República Federal Alemana volvieron a
experimentar un auge sorprendente. En 1957, la Deutscher Gewerkschaftsverband o DGB
(Federación Alemana de Sindicatos), instituida en 1948, contaba con cinco millones de afiliados. En
la República Democrática Alemana, se desarrollaron también sindicatos, con las características
propias de los Estados socialistas.

ESTADOS UNIDOS (siglo XIX)

El desarrollo económico de los Estados Unidos cobró un importante impulso a partir de la


finalización de la Guerra Civil. No tardaría muchos decenios en alcanzar el nivel de Gran Bretaña y
Alemania, las dos potencias económicas más importantes en vísperas de la Gran Guerra. El
capitalismo norteamericano se basó en el empleo de una mano de obra eminentemente inmigrante
que marchó a Estados Unidos para buscar unas oportunidades que en Europa no se daban, ni en los
países más atrasados ni en los más desarrollados, aunque por razones distintas. Eso provocó la
creación de una masa obrera muy heterogénea en su origen, y también en relación con la
antigüedad de su arraigo, algo a tener muy en cuenta cuando se trata del sindicalismo americano.

Esta diversidad en el seno de la clase trabajadora hizo que fuera muy difícil llegar a puntos de
acuerdo que permitieran crear organizaciones políticas, aunque hubo iniciativas que criticaban el
capitalismo. En primer lugar, se puede rastrear un populismo de base agraria pero que no pasó de
finales del siglo XIX. En segundo lugar, el socialismo sí cundió en el ámbito industrial entre los
trabajadores que acababan de emigrar y lo conocían de Europa. En tercer lugar, el anarquismo tuvo
un importante auge hasta que desencadenó una feroz represión, culminada con las ejecuciones de
1887.

Al final, no cuajaron los partidos obreros en Estados Unidos, pero sí se desarrolló con fuerza el
sindicalismo. El desarrollo económico evidente no podía evitar los vaivenes cíclicos característicos
del capitalismo con sus repercusiones sociales, especialmente el aumento del paro. Las crisis que
golpearon duramente el sistema desde los años setenta del siglo XIX serían el escenario donde
comenzaría a florecer el sindicalismo norteamericano. En Estados Unidos está el origen del día del
Trabajo, reivindicación que sería prioritaria para la Segunda Internacional europea, a raíz de los
hechos de 1886-1887. En mayo de 1886, los trabajadores de Chicago, donde las condiciones
laborales eran especialmente duras, iniciaron una huelga por la reivindicación de la jornada laboral
de ocho horas, algo que se había conseguido en 1868 con la Ley Ingersoll, por iniciativa del
presidente Andrew Johnson, para los trabajadores que dependiesen del gobierno federal, pero que
no era aplicable a la jornada de los obreros industriales. La conflictividad en Chicago se complicó a
raíz de los hechos relacionados con la fábrica McCormik donde se mantenía la producción gracias a
los esquiroles. El enfrentamiento entre éstos y los huelguistas desembocó en una carga
indiscriminada y violenta de la policía, provocando seis muertos y muchos heridos. Se convocó un
acto de protesta en la plaza de Haymarket, provocando una feroz represión policial a raíz de la
explosión de un artefacto. Estos sucesos terminaron, después de un polémico juicio, con la ejecución
en 1887 de cuatro activistas y el suicidio de otro, además de penas de prisión para otros dirigentes.
Son los conocidos como Mártires de Chicago.

En ese mismo año de 1886 se creó la American Federation of Labor, que cuando llegó el nuevo siglo
aglutinaba a un millón de afiliados, doblándose la militancia en 1914. La A.F.L. estaba integrada por
obreros especializados, muy celosos de sus derechos frente a la patronal, pero, sobre todo, frente
a los recién llegados a Estados Unidos. Por otra parte, la A.F.L. era ajena a los asuntos políticos, muy
al contrario de lo que ocurría con el sindicalismo socialista europeo. Samuel Gompers fue uno de
sus más destacados líderes.

En el año 1877 se creó el Socialist Labor Party (partido marxista de los Estados Unidos.), que
intentó basarse en el programa alemán de Gotha. En 1890 accedió a la dirección del SLP Daniel De
León y el partido desarrolló una forma de marxismo conocida como DeLeonismo que todavía
profesa en la actualidad el partido. Los adversarios de De León dejaron el SLP en 1901 y junto con
el Partido Social Democrático fundaron el Partido Socialista de América.

MEXICO (siglo XIX y XX)

La principal fuente de inspiración o el antecedente fundamental para la creación de los sindicatos


en México fue la revolución industrial.

En 1810 se inicia una larga lucha por la independencia económica y política, que habría de
transformar profundamente la situación interna del país. El siglo XIX no tan sólo registra
movimientos sociales internos, sino también da cauce al establecimiento del capitalismo, es decir,
una lucha por desechar las viejas relaciones de producción y por modernizar el país; la época de la
reforma da cuentas claras del proceso, al emprender un conjunto de acciones que golpeaban
directamente el poder clerical y a las viejas formas de poder y dominación. Lo anterior reafirma el
desarrollo histórico de la sociedad, es decir, desde el siglo XIX y en una situación económica y política
sumamente difícil para el país, surge el capitalismo, y el proceso de industrialización siendo la
primera etapa que llevó la ideología que dio nacimiento a los sindicatos en México que inició
prácticamente después de la guerra de independencia, pero que no avanzó de manera significativa
sino hasta el fin de la intervención francesa. La industria, en su mayoría textil y minera, se desarrolla
y con ella los primeros grupos de obreros organizados. La organización en aquel entonces era de
carácter mutualista, es decir sociedades de asistencia que los obreros construían para apoyarse, por
lo tanto, las Mutualistas eran asociaciones integradas para ayudarse con la formación de un fondo
común económico, y dichas asociaciones no eran propiamente de obreros asalariados, sino que se
mezclan artesanos, trabajadores libres con oficio, asalariados, etc.
El Sindicalismo aparece como superación del Mutualismo y del Cooperativismo. En esta época es
cuando se organizan los gremios ferrocarrileros, la liga de los carpinteros, tranviarios, cigarreros,
panaderos, etc. La consigna Mutualista y Cooperativista pasan a segundo plano.

Hemos dicho que los antecesores del sindicalismo están en las Sociedades Mutualistas y sus
antecedentes los encontramos en la Junta de Fomento de artesanos, la Junta Menores Artísticas,
los Fondos de beneficencia y las Cajas de Ahorro, pero las Juntas no les quedaba claro la función del
patrón y la del trabajador como clases antagónicas.

El 5 de julio de 1853 se funda la Sociedad Particular de Socorro Mutuo, por obreros sombrereros en
la Ciudad de México, donde se planteaba como principio combatir la "la esclavitud moderna, que
nos arrebata nuestras ganancias de nuestro trabajo".

En 1865 aparecen los primeros grupos anarquistas, los cuales serán dominantes durante todo el
siglo XIX. Durante esta fase, la actitud del Estado, ya sea encabezado por Juárez, Lerdo o Díaz, fue
de combatir formalmente cualquier tipo de organización o lucha.

Diferentes autores coinciden de que la década de 1867 a 1877, es el periodo en que surgen las
Asociaciones Mutualistas de ayuda fraternal y mutua, y no para defender los intereses propiamente
de los trabajadores. Esto era así, porque en las asociaciones asistían artesanos y trabajadores
independientes. También en la Capital se funda la Sociedad Política Fraternal que buscaba la
igualdad del trabajo y capital, abolición de la pena de muerte, independencia municipal, etc. Se
establece también el Banco Social del Trabajo, con el fin de buscar trabajo a los desocupados,
establecer talleres y hacer préstamos.

Es así, como en México llegan las primeras apariciones de lo que serían los sindicatos y lo vemos a
partir de 1870 surge el Gran Círculo de Obreros de México. Buscaba la instalación de talleres para
dar trabajo al artesano, libertad electoral, fijación de salarios, etc. Sus agremiados no podían
pertenecer a partidos políticos. Las ideas anarquistas del Gran Círculo no le impidieron entrar en
contacto con el gobierno y para 1879, el gobierno porfirista interviene en un conflicto interno
apoyando a una fracción, la cual se apodera del aparato, el movimiento se divide y el gobierno
porfirista combina la complacencia hacia los grupos afines a él y la represión absoluta en contra de
todo tipo de disidencia, el movimiento tiende entonces a reorganizarse en dos lógicas, la defensa
de los derechos de los trabajadores y la posición al gobierno de Díaz. esta agrupación desaparece
diez años después de fundada, pese a sus limitaciones y fracasos, puede justamente ser considerada
como la primera Central Nacional de Trabajadores. Cabe destacar que la política del Gran Circulo
Obrero de México era un tanto conciliadora y en las huelgas recomendaba cordura y un uso
moderado de ella.

En ese periodo de tiempo el 6 de marzo de 1876 se constituye el "El Congreso Obrero Permanente".
A este Congreso se le considera el primer intento por crear un Organismo Sindical nacional.

En el caso de los trabajadores ferrocarriles ligados a sus demandas económicas generales, ya desde
finales del siglo pasado enfocan esfuerzos por dotarse de organismos sindicales con el fin de oponer
resistencia a la exorbitante explotación de que era objeto por parte del capital extranjero,
principalmente norteamericano, propietario en aquel entonces de este servicio.
Los obreros de la industria textil, con una profunda influencia magonistas, se lanzan a la lucha por
similares demandas en el terreno laboral, intentando mejoras en sus condiciones de vida y trabajo.
Numerosas huelgas se llevan a cabo durante la etapa porfirista, y estas son acciones que juegan, en
parte, un papel de detonadores de la revolución de 1910.

Así surgen los Círculos liberales de los cuales surge el Partido Liberal Mexicano, que impulsa en 1911
la Confederación Nacional de Trabajadores, como una alternativa de carácter radical a la Casa del
Obrero Mundial (COM), la cual es una derivación del sindicalismo, anarquista de palabra y
colaboracionista en los hechos, que provenía de los círculos de la época porfirista.

Finalmente, en las primeras décadas del siglo XX la lucha revolucionaria estableció finalmente en
la constitución, el derecho de la libertad de asociación. Desde entonces y con apoyo de los
gobiernos federales el sindicalismo en México conformó lentamente grupos representativos de
diferentes gremios en el país.

CONTRATO COLECTIVO DE TRABAJO

El contrato colectivo de trabajo es un tipo de contrato un tanto peculiar, ya que ha sido celebrado
entre un sindicato o grupo de sindicatos y uno o varios empleadores, o entre un sindicato o grupo
de sindicatos y una organización o varias representativas de los empleadores.

Su naturaleza puede ser contractual, normativa o ecléctica; sea como sea, busca recalcar aspectos
interesantes del trabajador como: salario, vacaciones, jornada de trabajo, condiciones, régimen de
despidos, etc. Este contrato regula el mínimo de condiciones que se le deben ofrecer al trabajador,
aunque dependerá de empleado y empleador que las condiciones cambien a mejor para el
trabajador, nunca a peor. Son contratos que afectan a todos los trabajadores del ámbito de
actuación que se recoge, aunque no estén afiliados a ningún sindicato, y rigen esas condiciones
mínimas a las que se acogen los trabajadores.

En todo caso, tanto trabajadores como la empresa se tienen que poner de acuerdo en los términos
del contrato de manera que se cree en base a ello una obligación que es la que determinará
cuestiones importantes de la relación contractual y los derechos y obligaciones dentro del trabajo.
Estos puntos que son determinados en el contrato colectivo de trabajo han de ser obligatorios en
todo caso, siendo objeto de acuerdo el hecho de que la empresa quiera establecer otros beneficios
al trabajador o no.

Se recogen muchas cosas del contrato colectivo de trabajo como:

 Que el legislador le atribuye la naturaleza del convenio


 Que lo celebran una o varias organizaciones sindicales
 Su finalidad es establecer normas generales
 Su campo de aplicación corresponde a una empresa o establecimiento
 Puede tener otros nombres como contrato sindical, convención colectiva de trabajo, etc.

De vez en cuando se producen revisiones del contrato colectivo de trabajo para encontrar áreas de
mejora y nuevas posibilidades para los trabajadores en defensa de sus derechos en el trabajo, siendo
la revisión obligatoria con carácter mínimo cada dos años. En circunstancias especiales también se
puede realizar una modificación del contrato de trabajo, sobre todo si hay circunstancias que lo
justifiquen El contrato colectivo de trabajo tiene dos partes: El elemento normativo y su cubierta y
el elemento obligatorio y su envoltura.

CONTRATO INDIVIDUAL DE TRABAJO

Un contrato individual de trabajo es un instrumento legal por medio del cual el empleado y el
empleador se obligan mutuamente, el primero a prestar sus servicios personales bajo la
subordinación del segundo y este a pagar por medio de una remuneración los servicios que le van a
ser prestados, en él se encuentra establecido las condiciones de trabajo, salarios, prestaciones y
otros detalles que normarán la relación laboral.
Dicho contrato sirve para que los acuerdos que pacten el empleado y el empleador se respeten
hasta sus últimas consecuencias y no existan atropellos en los Derechos de los involucrados.
Existen diversos tipos de contratos individuales de trabajo, dependiendo por ejemplo de la
temporalidad por la que se vayan a prestar sus servicios, entre algunos de ellos se encuentran los
de período a prueba, los de tiempo determinado y los de tiempo indeterminado, entre otros.
Es importante tener en cuenta que el contrato de trabajo no es el medio idóneo para comprobar
todas las condiciones de trabajo pero si representa un medio de prueba eficaz para comprobar, en
conjunto con otras pruebas, dichas condiciones, en caso de un conflicto ante las autoridades
laborales, más aun, porque la Ley Federal de Trabajo establece que el empleador está obligado a
conservar un ejemplar del contrato individual de trabajo y a demostrar las condiciones de
contratación de su personal para prevenir conflictos posteriores.
En ese sentido entendemos que el contrato individual de trabajo, más el resto de la documentación
laboral señalada en la Ley Federal de Trabajo representan un conjunto de herramientas
administrativas y legales con las que cuenta el empleador para proteger la inversión que representa
el capital de su negocio, por lo tanto, contar con esta documentación es indispensable para todo
emprendedor que se preocupe por el bienestar de su negocio, de sus empleados y claro está de su
dinero.

DIFERENCIAS

CONTRATO COLECTIVO CONTRATO INDIVIDUAL


Es hecho entre uno o más sindicatos de Es hecho entre el empleador y el empleado
trabajadores y una o más empresas o algún
representante de esta.
Establece limitantes (aparte de los establecidos No hay límites establecidos en el contrato más
por la ley) a las empresas, en cuestiones de que los marcados por la ley.
salarios, jornadas de trabajo, etc. en donde
estas no pueden rebasar el límite ya sea
mínimo o máximo de las cantidades
establecidas en diversos aspectos que afectan
a un trabajador

BIBLIOGRAFÍA

-Maldonado Edelmiro (1977). Breve historia del movimiento obrero. Culiacán, Sinaloa. Colección
Realidad Nacional.

-Díaz Ramírez, Manuel (1838). Apuntes históricos del movimiento obrero y campesino de
México,1844-1880, México, Fondo de Cultura Popular.

-Perelman, R. (2005). El sindicalismo en los Estados Unidos: sus características, desarrollo y


problemas actuales. Revista De La Facultad De Derecho, (2), 101-116.

- JOSÉ MANUEL GÓMEZ PORCHINI. (2014). “Los Antecedentes Históricos de los Sindicatos en
México” Blas Flores. 2019, de Blogspot Sitio web:
http://gomezporchini.blogspot.com/2014/09/los-antecedentes-historicos-de-los.html

-Anónimo. (2007). Los sindicatos en México. 2019, de laizquierdasocialista.org Sitio web:


https://old.laizquierdasocialista.org/los-sindicatos-en-mexico.

-José María Laso Prieto. (2006). El Movimiento sindical, una realidad internacional. 2019, de El
catoblepas Sitio web: http://www.nodulo.org/ec/2006/n051p06.htm

-Jorge Juan Lozano Cámara. (2004). Los sindicatos. 2019, de claseshistoria.com Sitio web:
http://www.claseshistoria.com/movimientossociales/org-sindicatos.htm

También podría gustarte