Ausencia Paterna PDF

Efectos de la Ausencia Paterna 1
LOS EFECTOS DE LA AUSENCIA PATERNA
EN EL VINCULO CON LA MADRE Y LA PAREJA
Trabajo de Grado
Línea de Investigación en Desarrollo Psíquico
Nathalia Carolina Rodríguez Martínez
Directora de Trabajo de Grado: Maggui Gutiérrez
Pontificia Universidad Javeriana
Facultad de Psicología
Maestría en Psicología Clínica
Bogotá, noviembre de 2010

Tabla de Contenido
1. Resumen, 3
2. Planteamiento del problema, 4
3. Fundamentación bibliográfica, 23
4. Objetivos, 79
5. Categorías descriptivas, 80
6. Método, 82
7. Resultados, 88
8. Discusión, 156
9. Conclusiones, 190
10. Referencias bibliográficas, 196

1. EFECTOS DE LA AUSENCIA PATERNA EN LA RELACION CON LA MADRE
Y LA PAREJA
El presente estudio es de corte descriptivo cualitativo y presenta el estudio de dos casos de
sujetos que recibieron psicoterapia con orientación psicoanalítica y un grupo de mujeres cabeza
de hogar que trabajaron bajo la mirada conceptual del Grupo de Reflexión. Con base en los
protocolos de sesión y las transcripciones de los encuentros grupales se analizó la información a
la luz de seis categorías descriptivas: La Experiencia de Ser Hijo, Los Procesos Identificatorios,
La Expectativa por la Respuesta del Objeto, Búsqueda por el Objeto Ausente, Pertenencia y
Ajenidad. Los resultados permitieron observar, a partir de la teoría psicoanalítica, los diversos
estados mentales de las personas que sufrieron la ausencia del padre-pareja, las diferentes
fantasías relacionadas con la sexualidad infantil, la relación con la madre ante la ausencia del
padre y la manera como en las relaciones actuales se pudo observar la búsqueda constante del
padre-pareja idealizado.
Palabras clave: Ausencia, Padre, Madre, Pareja, Vínculo

2. Problema
La preocupación de este estudio se refiere a la falta de un padre en algunos hogares y a la
atmósfera que en su ausencia se presenta al interior de la familia. Así mismo se relaciona con el
interrogante de lo que sucede en el vínculo con la madre, con el desarrollo psíquico del sujeto y
con la manera como se conforman nuevas relaciones en la adultez, en estos casos de ausencia del
padre.
Investigaciones han mostrado en cifras cómo incluso en países desarrollados, la falta de
uno de los padres puede verse reflejada en las conductas de niños y adolescentes. Estas
investigaciones marcan la pauta para el abordaje de las problemáticas relacionadas con la
ausencia del padre que van desde la salud mental de los niños, como los trastornos emocionales y
de comportamiento, hasta dificultades en la salud física que se demuestran con tasas de
mortalidad infantil. No obstante, no son consideradas de manera específica las problemáticas
afectivas por las que atraviesa el infante y también la madre, teniendo en consideración otro tipo
de situaciones económicas y sociales que también desfavorecen el ambiente en el que se
desarrollan los hijos. Kliksberg (2000) investiga la situación social de Latinoamérica y sus
impactos en la estructura familiar. Comparando la situación en países desarrollados y en países
que se encuentran en vía de desarrollo, ha logrado observar cómo su situación social ejerce gran
influencia sobre la familia. Refiere un estudio realizado en Estados Unidos (Wilson, 1994) en el
cual se estudiaron 60.000 niños; allí se encontró que para ambos sexos y en casi todos los niveles
sociales, exceptuando el más alto, sin diferenciar la raza, los niños que vivían con una madre
separada o divorciada tenían considerablemente peores condiciones que los niños que vivían con
ambos padres biológicos. Así quienes vivían sin el padre, tenían la tendencia a ser más
frecuentemente expulsados de las instituciones educativas a las cuales pertenecían, a sufrir
trastornos de comportamiento y a sostener dificultades en la relación con sus compañeros. En
estudios llevados a cabo en Uruguay (Katzman, 1997) se logró ver este tipo de afectación más en
un nivel fisiológico. Los hijos extramatrimoniales presentaron una tasa de mortalidad infantil
mucho mayor y quienes no vivían con ambos padres mostraban trastornos en el desarrollo
psicomotriz. En esta misma publicación (Kliksberg, 2000), se describe otro estudio realizado en
Estados Unidos (DafoeWhitehead, 1993) enfocado en la población de centros de detención
juvenil, en el que se identificó que con respecto a la situación familiar, un 70% de estos jóvenes
provenían de familias cuyo padre fue ausente.
Estas cifras también fueron asociadas a situaciones de orden social que no solo tienen que
ver con el individuo, sino con la familia de la que hace parte. De esta manera se investigó la
forma como los factores sociales han cambiado la familia en Latinoamérica, y Kliksberg (2000)
lo hizo reflexionando a partir de la dificultad de las familias actuales para enfrentar este tipo de
crisis. Las “Mujeres solas jefas de hogar”, están a la cabeza de un tipo de familia en la que se
puede observar, según este autor, una gran correlación con la pobreza. Basándose en un estudio
(BID-CEPAL-PNUD, 1995) se describe que en casi todos los países de América del Sur en más
de un 20% de los hogares la mujer es cabeza de familia, lo cual incrementa la aparición del
fenómeno de “la feminización de la pobreza” en la sociedad. Otra expresión de las familias se
relaciona con los “efectos de la familia incompleta sobre los hijos” en donde, Kliksberg (2000)
citando a Katzman (1997), señala las funciones del rol del padre que no se presentan en estas
familias. Tales serían: el modelo forjador de la identidad; como agente de contención, a través del
cual se forma la disciplina y se transmite la experiencia vital; es el soporte material que aporta
con la mayor parte de recursos económicos, teniendo en cuenta que la mujer gana entre el 20% y
50% menos que el hombre según este estudio (Katzman, 1997); y por último como capital social,
ya que es a través del padre que los hijos mantienen contacto con las redes masculinas, el mundo
del trabajo y la política, y los vínculos potenciales con la familia extensa paterna. En esta parte
comienza a vislumbrarse el costo social y personal que la ausencia del padre injiere sobre los
hijos, pues ya no solo se indaga acerca de la conformación de las familias contemporáneas sino
sobre los efectos sociales de la ausencia de alguno de los padres.
Las consecuencias que describe Kliksberg (2000) con la ausencia del padre en las
familias, afectan el rendimiento educacional producido por el pobre clima socioeducativo del
hogar, la afectación de la inteligencia emocional, refiriéndose a la escasa capacidad de enfrentar
adversidades, la salud en general y las sensaciones de inferioridad, agresividad, aislamiento,
resentimiento y lo que él denomina “la orientación en aspectos morales”. En este sentido, no solo
se trata de una problemática social que tenga que ver con los índices de delincuencia juvenil, la
“feminización de la pobreza” o los trastornos físicos representados en tasas de morbilidad y
mortalidad, sino que también se relaciona con efectos psicológicos sobre muchos sujetos que se
desarrollan al interior de una familia con estas características y que también afectan al individuo
en su relación con otros.
En un estudio similar parecido al propuesto en Estado Unidos (DafoeWhitehead, 1993),
Katzman (1997) encontró en el Instituto Nacional del Menor en Uruguay, que el 68.3% de los
niños internados vivía con su madre, el 30.8% con una madrastra o un padrastro, y el 5.4% no
vivía con ninguno de sus padres. Kliksberg (2000) señala una desventaja importante con respecto
al capital social, puesto que estos niños al carecer de una familia integrada tienen menor
preparación para asumir el mundo laboral moderno con las exigencias que ello implica, más sin
el apoyo emocional que se necesita de la familia va a ser más difícil culminar sus estudios.
Los efectos psíquicos en los hijos frente a la falta de la figura paterna también se relacionan
con el vínculo materno y el lugar y las funciones de la madre al interior del núcleo familiar. Con
relación a esto, estudios en España han analizado la manera como la ausencia del padre ha
ocasionado la presencia de nuevos tipos de familia, tales como las “familias monomarentales” en
las que la mujer es quien asume todo el sostén del grupo. Jiménez (2003) diferencia las madres
que no comparten la maternidad a priori, como las que decidieron antes de quedar embarazadas
asumir su rol de madre sola, ya sea a través de la adopción, de mecanismos de fertilización o por
la elección de un padre biológico para su hijo. En el caso contrario cabe anotar que no fue
decisión de ellas asumir la maternidad de manera solitaria, sino que por el contrario, las madres
que lo decidieron a posteriori decidieron seguir con la maternidad a pesar de los sentimientos
producidos por el abandono o ausencia de compromiso por parte del padre de su hijo, lo cual
hace referencia a un ambiente distinto tanto para la madre como para el bebé al no contar con el
apoyo y contención necesarios por parte de su pareja para el desarrollo del embarazo. También se
incluyen en esta clase de madres, mujeres que resultaron embarazadas cuando sostenían
relaciones esporádicas o en las que no existía un proyecto de esta índole y que sin embargo,
continuaron con su embarazo. Esto pudo tener implicaciones de tipo emocional frente a la
decisión de asumir un embarazo no deseado una vez se enteraron de su estado, pero finalmente
fue aceptado a pesar de la ausencia del padre. En el estudio realizado por Jiménez (2003) se
excluyeron las mujeres que decidieron a priori asumir la maternidad, así como también las
madres separadas, divorciadas y viudas, teniendo en cuenta únicamente aquellas mujeres que no
convivieron con una pareja en el proceso del embarazo y la crianza, a las que la autora (2003)
denominó como “madres solas”. La relevancia de este estudio parte de que la crianza y la
maternidad desde sus inicios puede marcar grandes diferencias cuando la madre no ha decidido
asumir su nuevo rol solitariamente, sino que ha tenido que asumir el abandono y la soledad por
parte de su pareja. Esto por supuesto, genera nuevas formas de relación y de familia que afectan
la subjetividad de los hijos y de las madres que enfrentan estos nuevos retos y que también
pueden incluir conflictos en la relación madre – hijo a partir de la no presencia del progenitor y
posteriormente afectar la manera como este individuo va a conformar nuevos vínculos a partir de
sus relaciones tempranas.
Dentro de este estudio se tuvieron en cuenta los motivos por los que estas madres solas se
quedaron en esta condición de no contar con el apoyo de una pareja estable en el desarrollo del
embarazo y en la crianza de sus hijos. La razón más común entre las mujeres de este estudio, por
la cual se quedaron solas, se refiere al desentendimiento del padre incluso desde que conoció el
embarazo. Otras causas encontradas se relacionan con que el padre ya tiene otra familia, o porque
desde antes del embarazo la relación con el padre de su hijo no era buena y en algunos casos
había terminado antes de conocer el embarazo. (Jiménez, 2003) Estas motivaciones parten de la
indiferencia por parte del progenitor hacia la paternidad y la constitución de una familia, que
afectan posiblemente de igual manera la disposición de la madre para asumir en esta nueva
situación una familia que necesita el sostén tanto emocional como material, en la crianza y
manutención económica.
En este sentido, también varían las posibilidades de las familias de madres solas para lograr
acceder y dar cobertura a todas sus necesidades y las de sus hijos, las cuales aparecen con
grandes desventajas al interior de la sociedad, lo que hace que se conviertan en grupos
vulnerables al no ser reconocidas como poblaciones con prioridad. Al interior de este panorama,
se pudo observar que las condiciones socioeconómicas de las familias que participaron en este
estudio el 95.8% no recibía una pensión mensual por parte del padre de sus hijos, para su
sostenimiento. Así mismo, el 75% de las madres afirmaban no tener suficientes ingresos
económicos con los cuales sostener a su familia. Con respecto a su situación laboral, el 79.2%
trabajaba recibiendo una remuneración y tan solo el 29.2% lo hacía bajo la normatividad
correspondiente. De la muestra de esta investigación (Jimenez, 2003) el 63.6% buscó empleo

cuando se convirtió en madre, pero solo la mitad, el 57.1% encontró trabajo luego de alrededor de
8.5 meses de buscarlo. En cuanto a la situación de residencia casi el 61% de estas madres no
habían logrado establecerse en un hogar independiente y sólo en un promedio de 8 años y medio,
solo el 8.7% de estas madres habían logrado la estabilidad laboral y los ingresos suficientes para
independizarse. Estos datos pueden evidenciar que la supervivencia de las madres como únicos
actores que sostienen las familias, deben atravesar múltiples dificultades que demandan un gran
porcentaje de su tiempo en buscar del sustento diario, tiempo que no es utilizado en su mayoría
para la crianza y sostén emocional de los hijos que deben alimentar.
Posteriormente, Jiménez (2003) encuentra un resultado que para ella es desalentador: el
79.2% de niños y niñas hijos de estas madres solas no tenían ninguna relación con el padre.
Según lo encontrado, el hecho de que el padre se haya alejado o desinteresado por completo de
sus hijos hacía más difícil que se estableciera y se sostuviera este vínculo con sus hijos. De igual
manera, para efectos de la investigación aquí propuesta: “Efectos de la Ausencia Paterna en la
configuración del vínculo con la madre y/o la pareja”, es necesario indagar acerca de las fantasías
que surgen en los hijos cuyo padre no está presente y cómo se conforma el vínculo con la madre
y con el objeto interno paterno a partir de esta ausencia, lo cual podría afectar la constitución de
vínculos posteriores en la adultez.
Es importante resaltar que en nuestro país también se presentan casos de este tipo que han
sido objeto de estudios sociales y antropológicos. Allí es visible también la diferencia de
condiciones sociales, económicas y políticas en las mujeres cabeza de hogar. Para Patricia Tovar
(2003) algunas leyes se han creado partiendo del hecho de que las mujeres se sitúan en una
condición de desventaja respecto del hombre. La Ley de Cuotas, que busca que los padres
ausentes cumplan con parte del sostenimiento económico de sus hijos, no necesariamente crea
mejor oportunidades para sus madres, ya que es posible que ellas tengan menos preparación
académica y menos herramientas para competir en el mundo laboral, y con ello menos
posibilidades económicas de sostener a sus familias. Además abre el debate acerca del estímulo
que el Estado propicia en los hombres de no ser responsables por sus hijos, al evitar otorgarles
licencia de paternidad en iguales condiciones que a las mujeres que recién han dado a luz, pues se
trata de un tiempo menor.
Otra investigadora importante en este ámbito dentro de la cultura colombiana es Virginia
Gutiérrez de Pineda (2003) quien hizo un recorrido de las transformaciones históricas que ha
tenido la familia a lo largo del tiempo en Colombia. El modelo de familia que se consideró en los
años setenta a partir de la pareja heterosexual, no corresponde con las tipificaciones actuales: “Se
considera como familia mínima la díada maternal constituida por una gestante madre soltera,
mientras otros juzgan que la familia puede ser reducida a una pareja sexo-afectiva heterosexual y
se discute si puede ser formada por monosexuales” (p. 293) Lo que indica que con el paso del
tiempo, la familia dejó de cimentarse en la presencia de ambos padres como condición para su
conformación y por el contrario para que se pueda hablar de familia como mínimo debe existir la
díada madre – hijo, lo cual incluye la ausencia del padre.
Un tipo de familia que describe Gutiérrez (2003) y que en Colombia presenta una
“frecuencia máxima” (p. 294), es la de Uniparentalidad. Sus antecedentes se remiten a la
violencia española contra la mujer india y negra en la Conquista, pero actualmente se anexan
nuevas razones para su existencia, entre ellas, la inestabilidad de la pareja que conforma una
unión de hecho y que genera crisis de entendimiento. Así mismo la liberación de la sexualidad a
edades tempranas paralela a una ineficaz educación y formación para ello, pueden fomentar las
bases para que se produzca el madresolterismo adolescente urbano, fenómeno que también puede
afectar la relación entre madre e hijo frente a la ausencia del progenitor.

En este sentido, la situación de las madres solteras también favorece la desigualdad de
género en las relaciones. Todavía se perciben estructuras familiares del pasado como los sistemas
patriarcales: hombres terratenientes o propietarios de grandes extensiones de tierra, vínculos
laborales verticales no solo en las fábricas sino también en las oficinas y los niveles sociales
superiores frente a los inferiores. Mujeres que viven otro tipo de condiciones como la
prostitución, las relaciones extramatrimoniales e incluso quienes son víctimas de incesto y abuso
sexual, también son generadores de madresolterismo. (Gutiérrez, 2003) Por esto, para el
propósito de esta investigación – intervención es de gran importancia la afectación de todo este
sistema familiar y social en la relación madre e hijo puesto que estas múltiples situaciones pueden
contribuir a generar una subjetividad distinta en la mujer que también ejerce su maternidad
enfrentando dichas condiciones, además de las diferentes experiencias en su mundo interno
relacionadas con su experiencia como hija y las posibles ansiedades que se despiertan por el
abandono de la pareja. Esto podría llevar a una relación distinta con el producto de una relación
que se rompió y que lleva consigo dificultades que generan dolor psíquico tanto en la madre
como en su hijo.
La problemática referida a la ausencia del padre también afronta la transformación de la
familia, no solamente en relación con el desempeño de roles y funciones. Cada vez es más usual
encontrar familias en las que sus padres han decidido separarse y por ende, la madre es quien se
ocupa de la crianza y sostenimiento emocional de sus hijos. También es frecuente la constitución
de familias compuestas, en las que un hombre diferente ocupa el lugar del padre quien a su vez
puede llegar con sus propios hijos.
Virginia Gutiérrez (1993) hace una distinción de estos tipos de familia que se han
conformado a partir de las nuevas formas de relación, o por la separación o ausencia de uno de
los miembros de la pareja. La “familia superpuesta” se organiza sin un divorcio por alguno de los
integrantes de la pareja, sin embargo se conforman con el interés por la consolidación del vínculo
afectivo. La “familia padrastral” se puede organizar de hecho o a partir del matrimonio. Uno de
los cónyuges ocupa un lugar de sustituto con el fin de reemplazar al que se encuentra ausente, lo
cual es posible que no supla las carencias afectivas de los hijos de la pareja inicial pues a pesar de
una nueva presencia, sigue existiendo en la mente de la familia aquel que ya no está.
Estos fenómenos descritos que se relacionan con la ausencia del padre y que se han
generado a partir de los distintos cambios culturales, sociales y económicos, en los que la madre
resulta ocupándose de la familia sin el compañero con quien engendró sus hijos, representan un
fenómeno cada vez más frecuente en la sociedad colombiana, que lleva a disciplinas como la
Psicología a preguntarse por ello. Específicamente, para la psicología clínica y para el
psicoanálisis, como disciplinas que atienden el sufrimiento humano, también se constituye un
interrogante acerca de aquello que se genera en la mente del sujeto que ha vivido la ausencia
paterna y que ha tenido que sostener con su madre un vínculo frente a la ausencia del compañero
de la madre y padre del hijo.
A partir del psicoanálisis también han surgido interrogantes con el cambio en la
constitución de la familia y su influencia en el psiquismo del sujeto. En el VII Congreso
Latinoamericano de Psicoterapia, llevado a cabo en la Federación Uruguaya de Psicoterapia
durante el año 2007, se expuso un estudio acerca de la “Relación Padres Hijos en Familias
Ensambladas”, investigación que concluyó que las familias ampliadas pasan por un proceso de
reordenamiento identificatorio de gran complejidad. Los hijos de los integrantes de la nueva
pareja, se encuentran en la situación de aceptar la ausencia de su padre biológico y la convivencia
con otro adulto en determinado momento de su vida. Al principio antes de la separación, los
padres biológicos son “la sociedad en persona y la historia en persona” (Castoriadis, 1990)
debido a que a partir de ellos se transfieren las significaciones de la sociedad desde el nacimiento
y es por esto que para los hijos resulta difícil asumir esta nueva situación en la que deben
adaptarse a nuevos procesos de convivencia. De esta manera, el proceso de historización y
pertenencia se ve afectado por la búsqueda de sostén de los hijos, por esa necesidad de sentirse
nuevamente pertenecientes a un grupo familiar, lo cual implica también adaptarse a nuevas
figuras en las que se vuelven a organizar los procesos de identificación frente a la presencia de
nuevos objetos, lo cual es de todos modos necesario para el adecuado desarrollo afectivo de los
hijos. Por tal motivo se dice que las familias ensambladas son situaciones complejas, puesto que
en la relación del nuevo integrante y el hijo de su pareja, se plantean situaciones ambiguas en el
desempeño del rol de cada uno. (CSIC, 2007) Lo que deja de lado dicha investigación es la
manera en la que también la madre ha de adaptarse a esta situación frente a la disposición de su
hijo para recibir este nuevo integrante de la familia y lo que también pasa a ser novedoso en la
relación con ella. Así mismo también cabría el interrogante acerca de cómo inicia el niño a
conformar nuevas relaciones con el mundo social en el que se desarrolla a partir de los vínculos
que se constituyeron desde las edades más tempranas.
Otra investigación llevada a cabo por Kamers (2006), se refiere a “Las nuevas
configuraciones de la familia y el estatuto simbólico de las funciones parentales”, en la que se
discute acerca de las modificaciones discursivas producidas en la familia desde la modernidad y
al nuevo lugar asumido por el niño, lo que implica la instauración de un nuevo imaginario con
respecto a las funciones parentales. Esta investigadora se basa en el concepto de familia que se
refiere a la misma como una estructura que se presenta de manera universal y que se encuentra en
toda clase de sociedad; así mismo es un sistema de parentesco que define los lugares simbólicos
que cada integrante ocupa y que están estructuralmente determinados por personas específicas.
La dificultad radica cuando estas personas no son ni coinciden con las madres, o en el caso que
en esta investigación nos convoca, con los padres biológicos. No obstante, las funciones
parentales son funciones simbólicas que se encuentran inscritas en la cultura y que para ser
transmitidas necesitan la presencia de un padre de “carne y hueso” que pueda llevarlas a cabo, de
este modo a través de la transmisión generacional también hay una transmisión de la cultura, que
permite al niño introducirse en el campo del lenguaje y la palabra. De este modo Kamers (2006)
señala que la transmisión implica una forma de ordenación simbólica que también define los
lugares, siendo la categoría de los padres la que define la categoría de los hijos y en ese sentido,
en la actualidad esa diferencia que es necesaria para dicho ordenamiento parece desvanecerse. En
estas nuevas formas de organización familiar parece necesario que los adultos que se encargan de
educar a los niños, así no sean los padres biológicos, tienen la responsabilidad de introducir al
niño en el mundo social y de garantizar su continuidad a través de la transmisión de la Ley,
necesaria para la convivencia y para el mantenimiento de la cultura y esto implica la aceptación
para ocupar ese lugar y esa función de padre. En esa medida, habría que explorar la manera como
son asumidas esas funciones al interior de una familia compuesta de manera diferente
posteriormente al abandono del padre, sea por quienes intentan ocupar ese nuevo lugar o por la
lucha de la madre para asumir esta nueva organización familiar. Frente a esa transmisión es
pertinente esclarecer la manera como el sujeto internaliza un modo de relación que le ayuda a
vincularse posteriormente con otros y cómo se verían reflejadas en él la consecución de la Ley y
la continuidad de los modos de convivencia al interior de la sociedad en edades más avanzadas
como la adolescencia y la adultez.
Por su parte, en Colombia se han realizado estudios relacionados con el vínculo madre -
bebé en la Pontificia Universidad Javeriana, específicamente acerca de las implicaciones sobre el
desarrollo psíquico de madres adolescentes gestantes. En la investigación “La atmósfera psíquica
y los vínculos significativos de madres adolescentes gestantes y lactantes de bajo estrato socio-
económico. Implicaciones sobre el desarrollo psíquico” de Gutiérrez, Castellanos, Henao y

Santacoloma (2007) los resultados indicaron que durante la gestación, el parto y la lactancia, en
algunos casos se encontraron experiencias satisfactorias que favorecían el estado emocional al
interior del vínculo madre – hijo. No obstante, las características predominantes de la atmósfera
psíquica de las adolescentes participantes del estudio y de sus vínculos significativos, no
favorecían su desarrollo psíquico ni tampoco el de su bebé. La atmósfera que predomina es una
atmósfera de crisis en donde existe una primacía de sentimientos negativos que no han logrado
ser elaborados, de tal manera que se dificulta el establecimiento del vínculo madre – hijo que se
sitúa desde el hijo imaginado y deseado durante la gestación, hasta la identificación de la madre
con su bebé, lo que permite un sentimiento de unidad con el feto a lo largo del embarazo.
También resalta la ausencia de la pareja, la cual puede estar influenciada por las vicisitudes
propias de las relaciones afectivas en la adolescencia, y a quien es más fácil concebir como padre
del bebé que viene en camino que como compañero sentimental. Así al abordar la situación de la
pareja, también se observó la dificultad relacionada con el vínculo hacia el propio padre, en
donde se presentó la tendencia a una experiencia dolorosa y difícil de abordar por sentimientos
suscitados como el abandono, la soledad, la culpa, la rabia, los reclamos e incluso los deseos
sexuales truncados. Este sufrimiento psíquico según el estudio, contribuye al malestar
característico de la atmósfera en la que la madre adolescente vive su experiencia de maternidad,
puesto que la pareja no asume la función de contención y sostén, ni la función de corte de la
díada madre – hijo necesaria para la constitución del psiquismo del niño. La pregunta que se
plantea en el estudio finalmente es: ¿De quién es el hijo?, referida al lugar y a la función paterna
que en muchos de los casos muestra la predominancia de fisuras en el vínculo de alianza lo cual
reproduce el triste desenlace del desdibujamiento de la figura masculina y la conformación de
familias monoparentales. De esta manera sugiere la investigación la necesidad de profundizar

hallazgos relacionados con la ausencia de la pareja en el desarrollo psíquico de los hijos y el
devenir de las madres ante un embarazo no deseado.
Por otra parte, Torres, Santacoloma, Gutiérrez y Henao (2008) se refieren a “Una
aproximación a la caracterización de la atmósfera psíquica en cuanto factor de desarrollo psíquico
en adolescentes gestantes”. En esta investigación se pudo observar la manera como en seis
gestantes, participantes del estudio, hubo un detenimiento del desarrollo psíquico en cinco de los
casos, y el deterioro del mismo en uno de ellos. Este detenimiento tiene que ver con la dificultad
de encontrar una atmósfera de contención, en las que se pueda dotar de sentido a las experiencias,
enlazarlas con los acontecimientos y de esta manera tener una relación lineal con el tiempo, en el
que exista un lazo entre pasado – presente – futuro, en lugar de la sensación de un tiempo siempre
presente que se estanca y no abriga la posibilidad de un sentimiento de esperanza, lo que por
supuesto influye en el vínculo madre - bebé.
Estas investigaciones con psicoanálisis se han basado en los fundamentos teóricos de los
que se nutrirá este estudio para la descripción del fenómeno de la ausencia del padre y sus efectos
en los vínculos con la madre y/o con la pareja. Sabemos que en principio la experiencia temprana
con la madre, incluso desde antes del nacimiento, es vital para el desarrollo psíquico. Es ella el
primer objeto que se presenta al niño para suplir sus necesidades vitales, para comprender y
diferenciar sus demandas y sobre todo para contener las angustias más primarias del niño
relacionadas con el temor al aniquilamiento. El padre viene posteriormente. (Meltzer, 1990)
Como lo describe Meltzer (1990) la función del padre tiene un peso secundario con
respecto al papel de la madre, pero que desempeña una tarea fundamental. En lo que para este
autor se relaciona la “historia prototípica” de la vida intrauterina y del nacimiento, describe a la
madre en primera instancia como la razón del primer impacto estético. Es a ella a quien escucha
por primera vez y por quien se despierta su sed de conocimientos. Posterior al nacimiento del
bebé, la madre se encarga de su alimentación, lo que conlleva a múltiples fantasías provenientes
del pecho y del interior del cuerpo de la madre. Teniendo en cuenta esta relación madre – bebé
que parece inquebrantable, es el padre quien llega a desempeñar la función protectora de este
vínculo. Para ello es fundamental la claridad en la mente del padre y de la madre con respecto al
desempeño de sus funciones y roles, lo cual se verá reflejado en la mente del niño.
Este autor (1990) se refiere a la figura del padre más en términos de su relación con la
madre interna, la imagen que ella tiene de él para el sujeto y juntos como objeto interno. El
concepto de padre se hace más claro cuando el self llega a ser adulto a partir de la identificación
introyectiva del individuo con sus padres internos como Objeto Combinado. El problema del
ejercicio de esta función tiene que ver con que la disposición del padre se produce de manera
contingente, contrario al papel de la madre quien permanece desempeñando sus funciones de
forma presente en la relación que tiene con el bebé. Partiendo de este punto, la relación con el
padre tiende a ser más conflictiva y por ello a generarse mayores perturbaciones en el sujeto.
(Meltzer, 1990)
De acuerdo con esto, el padre protege la relación pero también se encarga de la separación
y la diferenciación al interior de la díada constituida entre el bebé y la madre. En ese sentido, la
pregunta de interés en este estudio se relaciona con estos conflictos que surgen en la relación con
un padre ausente, las fantasías que se generan frente a este personaje que no está y cómo se
constituye en el marco de esta situación, la relación con la madre, modelo de relación que se
establecerá para futuros vínculos y que también pueden llegar a generar perturbaciones.
Para Lebovici y Soulé (1970) el psicoanálisis atribuye de igual manera el papel de la madre
y del padre “en la red de interacciones relacionales en que se sitúa al hijo durante todo su
desarrollo” (p. 323), lo que implica que no es posible concebir al uno sin el otro, ya que juntos
son “los dos componentes implicados desde el principio en una misma vivencia, los dos polos de
una misma experiencia” (p.323). Es por ello que la carencia paterna continua y prolongada tiene
como efecto retardar de manera progresiva el desarrollo intelectual del sujeto y esto equivale a la
ausencia tanto del padre como de la madre, a lo que estos autores (1970) han catalogado como
más preciso hablar de la “carencia parental”. En este sentido, al referirse a las secuelas a largo
plazo, las frustraciones precoces pueden desempeñar un papel altamente visible en las estructuras
patológicas de carácter, manifiestas en la extrema dependencia ajena en los siempre sedientos de
afecto, quienes necesitan constantemente que les den pruebas de amor. (Lebovici y Soulé, 1970)
Situaciones afectivas que también serán descritas en la manera como los participantes del estudio
han referido sus vínculos con las diferentes parejas, formas de relación que van configurándose
de acuerdo con la estructura inconsciente que en cada uno es determinante.
Para comprender la manera como se desarrollan los vínculos con los objetos primarios
dentro de la constelación familiar, es necesario recurrir a otras teorías psicoanalíticas para
vislumbrar la manera como se constituye el psiquismo del bebé. En principio, para Freud (1910)
en el Complejo de Edipo el niño debe desprender sus deseos libidinales hacia su madre para
orientarlos sobre un objeto real externo y posteriormente presentarse una reconciliación con su
padre. Con respecto a la niña, en un primer momento debió desprenderse de su madre y en un
segundo tiempo su tarea irá encaminada a desprenderse de los deseos libidinales dirigidos al
padre para luego ir dirigidos a otro objeto. (De Castro, 2006) De este modo, el desarrollo del
Complejo de Edipo tendría que ver con la manera como el individuo asumiría estos objetos reales
externos, que en la adolescencia y la adultez podrían traducirse en la búsqueda de pareja y la
conformación del vínculo con esta.
De Castro (2006) refiere cómo la función del padre no solamente se dirige a la prohibición
del incesto, sino que también el padre representa “la referencia fundamental del progreso cultural,
de la subjetividad humana y del lazo social”. Es responsable de la configuración subjetiva,

inscribiendo en el inconsciente del niño el mandato de la prohibición frente al incesto y el goce
que esto conlleva. De esta manera, además de incluirse en la relación con el padre la Ley,
también es introducida la posibilidad de la Identificación. El niño agrupa tales ideales con
respecto al padre en el Ideal del Yo, y la niña por su parte, al encontrarse con su deseo por el falo,
se dirige posteriormente hacia la feminidad.
De esta manera surge el interés por investigar acerca de la manera como son desempeñadas
las funciones del padre cuando este no está presente o cuando es sustituido por una nueva figura
al interior de la familia, la forma como es afectado el desarrollo psíquico del sujeto y con ello el
vínculo con la madre y la conformación de vínculos posteriores como la pareja.
Milmaniene (2004) ha focalizado su atención en las familias posmodernas, en los nuevos
funcionamientos familiares que han mostrado parejas de un mismo sexo o en donde solo uno de
los padres trata de asumir tales funciones generando confusión en los hijos. Para él la estructura
familiar debe estar basada en el “interjuego eficaz” de ambas funciones, materna y paterna, las
cuales generan el fundamento para la estructura subjetiva del niño. Estas funciones logran su
objetivo cuando el sujeto puede emerger a la elección de objeto exogámica, de tal manera que
pueda sentirse libre de ser el instrumento por el cual sus padres han realizado sus fantasías, han
librado sus batallas o han saldado sus propias deudas.
Para que estos procesos identificatorios, posteriores al Complejo de Edipo logren abrirse
paso en un desarrollo psíquico adecuado sería necesario que ambas figuras parentales se
encuentren presentes. Muchas veces tales figuras están ausentes y el niño queda a merced de
nuevas figuras que pueden ejercer tales funciones de manera benéfica para su desarrollo, o como
en el caso de esta investigación, en la que los sujetos han recibido de forma inadecuada o poco
continente la presencia o ausencia de un padre. De esta forma, el padre puede ser excluido de la
relación tríadica cuya apropiación es realizada por la madre en sus intentos de llevar a cabo estas
funciones, que finalmente se ejercen de manera perturbada donde no hay lugar para otro sujeto.
La ausencia del padre deja una importante huella en el psiquismo, por tal motivo esta
investigación – intervención se lleva a cabo en el marco de la línea de investigación en Desarrollo
Psíquico de la Maestría en Psicología Clínica de la Pontificia Universidad Javeriana. Con
relación a esta línea, el estudio busca explorar el funcionamiento psicológico de los individuos,
que en este caso se refiere a dos pacientes que recibieron acompañamiento terapéutico a través de
la psicoterapia orientada psicoanalíticamente y a un grupo de madres solteras quienes han
asumido el hogar sin la presencia del padre de sus hijos. De esta manera el estudio se enfoca en la
descripción de las relaciones vinculares tempranas y el impacto que estas han ejercido en el
desarrollo del individuo, lo cual se ve reflejado en el tipo de relación que sostiene el sujeto
consigo y con las otras personas que lo rodean o con quienes ha forjado vínculos posteriores.
Los casos que hacen parte de este estudio muestran grandes dificultades en la manera como
establecen sus vínculos en la actualidad. Aunque se trata de dos sujetos que se encuentran en la
adultez, es posible observar el dolor poco elaborado por la ausencia del padre y la presencia de
nuevos personajes que intentaron sustituirlo. Así mismo muestran una fuerte actitud de rechazo
hacia su madre con quien mantuvieron un vínculo estrecho pero al mismo tiempo violento y a
quien han atribuido gran parte de su sufrimiento. Estos casos han planteado un gran interrogante
acerca de los efectos de la falta del padre en su desarrollo psíquico y en la constitución de los
vínculos posteriores.
Esta relación dolorosa con la madre de la cual pareciera que no se pudieran desprender
estos sujetos, marca el interrogante acerca del cual estos individuos hacen intentos fallidos por
desligarse de tal relación, que por una parte favorece la dependencia pero que por otra incide en
el rechazo inconsciente hacia la madre. Esto puede reflejar el sentimiento de culpa frente a la
ausencia del objeto paterno y representar la imposibilidad de aclarar las confusiones que se
producen como consecuencia de la perturbación en la introyección del objeto padre – madre
internos.
Por tal motivo, la ausencia del padre y la dificultad en la relación con la madre pareciera ser
un reclamo constante por parte de estos sujetos, siendo así relevante la investigación de esta
configuración familiar que afecta profundamente el desarrollo psíquico del individuo generando
conflicto en la elección de nuevos objetos y en la elaboración necesaria de las experiencias que
procuren el pensamiento y el reconocimiento de las propias emociones en la construcción de los
vínculos.
Para Botero (2008), la ausencia del padre puede incidir en la debilidad de la madre, con
respecto al ejercicio de sus funciones primordiales, como las de sostén, contención y capacidad
de rêverie. Con la presencia del padre, la madre podría tener la disponibilidad de pensamientos y
emociones que ayuden en el desarrollo psíquico de sus hijos, cumpliendo con una función que
más allá del acompañamiento tiene que ver con la posibilidad de recibir las angustias y
ansiedades de la madre. La ausencia del padre también puede plantearse como una forma de
violencia que puede explicar de cierta manera la agresividad de la madre. (Botero, H. 2008)
Por lo tanto es fundamental la investigación de los efectos de la ausencia del padre en estos
sujetos y en su relación con la madre y/o la pareja, al ser esta una constante en las familias
colombianas que comienzan a caracterizarse como uniparentales y de las cuales es posible ver
secuelas del abandono paterno en los adultos de hoy, como los que se analizarán en este estudio.
Ante la ausencia del padre, el papel de la madre es vital para ese logro en el desarrollo del
individuo que no posee un padre o que ha sido abandonado por este y es una tarea de la
psicología tratar de entender y reflexionar acerca de esta carencia, de su huella en el psiquismo

para la configuración de futuras relaciones, y del sostén que puedan ofrecerse a madres en esta
situación conflictiva que es transmitida a sus hijos de manera violenta.
La preocupación principal que ha surgido con la realización de esta investigación se
fundamenta en el sufrimiento del sujeto que ha experienciado la falta de un padre a lo largo del
desarrollo y que se manifiesta en la relación terapéutica como un reclamo dirigido a la madre ya
sea por la no presencia del padre o por su dificultad para elaborar el dolor psíquico y poder
brindar la función de contención a sus hijos, situación que se busca esclarecer a lo largo de este
estudio.
El objeto ausente pudiera haber instalado en el psiquismo del individuo sufriente la
expectativa de lo real a partir de la carencia, es decir que pareciera que lo único verdadero en la
vida de estos sujetos es esperar el abandono de los otros y la correspondiente soledad. Esto quiere
decir que la desesperanza puede no solo ir encaminada a la falta, sino también a la dificultad de
asumir futuras funciones acordes con el crecimiento, como la conformación de una pareja. A lo
largo de esta investigación – intervención se busca esclarecer de esta manera cómo es afectada la
vivencia respecto a la relación con la madre ante la ausencia del padre y también comprender la
manera en la que el sujeto conforma la vivencia respecto a futuros vínculos basados en esta
experiencia inicial con los objetos primarios.
La pregunta que surge entonces, a partir de lo que se ha observado en la intervención
clínica de estos individuos y que sirve de propósito para esta investigación, se relaciona con las
fantasías del individuo frente a la ausencia del padre y lo que esa situación genera en la relación
con la madre: ¿Qué efectos tiene la Ausencia Paterna en la configuración del vínculo con la
madre y la pareja?
3. Fundamentación Bibliográfica
A continuación se describirán teóricamente distintas posturas y conceptos a partir del
psicoanálisis que pueden ayudar a la comprensión del problema que atañe a esta investigación y
que hacen parte de diferentes modelos teóricos. En primer lugar se hará un recorrido conceptual
acerca del padre; posteriormente se describirán las fundamentaciones sobre el vínculo madre –
hijo; y finalmente, algunas referencias acerca de los efectos de estas relaciones primarias en la
configuración de nuevos vínculos.
El Padre
El recorrido teórico, partiendo de una base histórica, se realizará a partir de la referencia
con respecto a las funciones y al lugar del padre en el desarrollo psicosexual del niño. El análisis
se encuentra partiendo de Freud como precursor de la teoría psicoanalítica.
En Tótem y Tabú (1912) Freud hace alusión al hombre de la Prehistoria como
contemporáneo de épocas actuales. Remitiéndose a los pueblos primitivos, considera el Tótem
como una figura que se relaciona con el grupo, que representa el antepasado del clan y al mismo
tiempo un espíritu protector para sus integrantes. Este es transmitido de manera hereditaria a
través del padre o de la madre y su subordinación es la causa de todas las obligaciones sociales,
es decir que en cierta medida regula la manera de relacionarse unos con otros. Así mismo, es la
fuente que prohíbe la endogamia o las relaciones sexuales con otra persona del mismo clan. De
manera análoga sucede en los individuos neuróticos, donde permanece en la vida psíquica del
sujeto el temor al incesto y su tarea a lo largo de la vida es sustraerse a dicha atracción para la que
él representa de manera inconsciente un deseo hacia su madre o su hermana.

El tabú se relacionaría entonces con lo sagrado y al mismo tiempo con lo prohibido y
peligroso. Los tabúes más antiguos van enlazados a las leyes que fundamentan al totemismo que
tienen que ver con el respeto por el tótem y la evitación de las relaciones sexuales con sujetos que
perteneciesen al mismo tótem. (Freud, 1912)
En el niño las prohibiciones se presentan en el desarrollo a partir del Complejo de Edipo y
el conflicto que por ende surge entre él y su padre. El papel del padre en el Complejo de Edipo y
en el Complejo de Castración es el de un adversario de los intereses sexuales del niño, quien se
siente amenazado con el castigo de la castración de no cumplir con estas imposiciones. Esta
situación produce en el niño sentimientos de ambivalencia, similares a los que muestra el clan
con respecto al tótem, figura que prohíbe pero que también presta protección al grupo. Freud
(1912) más claramente lo define: “Basándonos en estas observaciones nos creemos autorizados
para sustituir en la fórmula del totemismo – por lo que al hombre se refiere – el animal totémico
por el padre” (p. 1831)
El complejo de Edipo entonces presenta en esta misma línea, mandamientos que también
se manifiestan en el totemismo, como lo es la prohibición del coito con una mujer del mismo
tótem y la prohibición de asesinar al tótem. Así Freud (1912) declara al sistema totémico como
resultado del Complejo de Edipo y afirma que el animal totémico es una sustitución del padre.
Basado en la fiesta de la comida totémica, Freud (1912) refiere el fin de la horda paterna
al asesinato por parte de los hermanos expulsados del clan, quienes matan al padre y devoran su
cadáver. El padre como figura violenta y tiránica despierta la envidia y el temor por parte de los
miembros de los hermanos, quienes una vez lo devoraban, se identificaban con él y se apropiaban
de parte de su fuerza. Al mismo tiempo que lo odiaban debido a su oposición a la necesidad de
poderío, también lo admiraban y lo amaban. Estos sentimientos contradictorios y ambivalentes
ocasionaron el remordimiento y la conciencia de culpabilidad, lo cual conllevo a que el padre

muerto adquiriera mayor poder que en vida. Ante la ausencia del padre, los hermanos tuvieron
que instituir la prohibición del incesto con la finalidad de la supervivencia del grupo y así evitar
la discordia entre hermanos.
De esta conciencia de culpabilidad surge la religión totémica, con el fin de calmar los
sentimientos y buscar cierta reconciliación con el padre a través de la obediencia. Según Freud
(1912) todas las religiones tienen la misma tendencia, la del apaciguamiento de la culpa. Pero no
solo a ello se refiere el culto al tótem, sino que también es un recuerdo del triunfo que los hijos
consiguieron sobre el padre.
El Dios actual también podría ser consecuencia de este sentimiento. El mismo individuo
se concibe a imagen y semejanza de Dios y así mismo el individuo concibe a su Dios de igual
manera que concibe cierta actitud hacia su padre carnal, es decir, que la relación con Dios
depende de esa relación que haya existido con el padre terrenal, y más aún desde el psicoanálisis
no se evidencia sino una sublimación del padre a través de Dios. (Freud, 1912)
La añoranza del padre se refleja en la formación religiosa que en un primer momento se
vio representada en el tótem, pero que posteriormente cobró una figura humana en el Dios actual.
Lo que en principio fue hostilidad contra el padre, después se transformó en amor y en un ideal
de omnipotencia sobre el cual se sometieron los hijos.
En Moisés y la Religión Monoteísta, Freud (1939) habla de esta añoranza al padre como
sentimiento propio de toda la humanidad y que es alimentado desde la infancia. Los rasgos con lo
que se dota a ese gran hombre son los mismos rasgos paternos: “La decisión de sus ideas, la
fuerza de su voluntad, el poderío de sus acciones, forman parte de la imagen del padre, pero sobre
todo le corresponden la autonomía e independencia del gran hombre, su olímpica impavidez, que
puede exacerbarse hasta la falta de todo escrúpulo. Se debe admirarlo, se puede confiar en él,
pero es imposible dejar de temerlo” (p. 3307)

En el desarrollo del carácter estas figuras resultan decisivas para el individuo. En el caso
del hombre, Freud (1939) refiere el retorno de lo reprimido en los casos en que el individuo crece
al lado de un “padre indigno” (p. 3317) y que en principio generará en él por oposición,
conductas típicas de un hombre honorable, sin embargo, posteriormente su carácter se modificará
y resultará mostrándose como el padre que evitó ser inicialmente, pero de quien finalmente sigue
el modelo. En otras palabras, en el desarrollo infantil se presenta una precoz identificación, que
luego es rechazada pero impuesta al final de la vida.
El retorno de lo reprimido también se ve reflejado en el desarrollo histórico. Se lleva a
cabo pausadamente y bajo las condiciones del contexto. Con el sentimiento de culpa, el padre
vuelve a ocupar la cabeza de la familia pero esta vez sin la omnipotencia que expresaba en la
horda primitiva. Y en el aspecto religioso se va abriendo paso a la adoración de un solo Dios que
tiene un único poder, volviéndose a establecer en parte la grandeza del protopadre. (Freud, 1939)
Hasta aquí hemos hecho un recorrido de la psicología individual y su relación con la
cultura que el padre del psicoanálisis ha referido en sus múltiples análisis histórico – sociales
respecto al padre. A continuación seguiremos el camino teórico con el desarrollo individual y su
expresión en el sujeto que estudia el psicoanálisis.
Como es sabido, los primeros años de la infancia son para Freud los que mayor impacto
tienen sobre la vida psíquica del individuo. El Yo entonces se constituye a partir de las cargas de
objeto abandonadas, de las que en un comienzo el sujeto se sintió atraído, y de esta manera
contiene la historia de esas elecciones. Los efectos de estas primeras identificaciones son las más
generales y duraderas y conllevan a vislumbrar el Ideal del Yo. Detrás de este se encuentra la
identificación más importante del sujeto, la identificación con ambos padres, que se lleva a cabo
antes de la carga de objeto. Al inicio simultáneamente se produce en el niño la identificación con
el padre y la carga de objeto con relación a la madre, sólo cuando se percibe al padre como
obstáculo del deseo de quedarse con la madre, se abre paso al Complejo de Edipo. En el caso del
complejo positivo, la identificación con el padre se convierte en hostil y nace el deseo de que el
padre desaparezca con la finalidad de que sea sustituido por el niño, sin embargo, con el afecto
que esto conlleva, la relación permanece en la ambivalencia. Al disolverse el complejo de Edipo,
la carga de objeto hacia la madre es abandonada, y en cambio se intensifica la identificación con
el padre. Cuando en lugar de ello, se intensifica la identificación con la madre, en el caso del
varón, el sujeto adquiere un carácter negativo, este sería el caso del Complejo de Edipo Negativo.
(Freud, 1923)
En este proceso interviene la bisexualidad de base en el sujeto. En el caso del niño, no
solo se presenta la actitud ambivalente hacia el padre y de elección de objeto materno, sino que al
mismo tiempo siente una actitud ambivalente hacia la madre y una actitud más cariñosa frente al
padre; no obstante según la investigación psicoanalítica, uno de estos componentes tiende a
desaparecer más adelante. El Edipo completo se refiere al intermedio de estas identificaciones en
donde aparece la participación de los dos componentes, por un lado de la identificación con la
madre, y por el otro, de la identificación con el padre. (Freud, 1923)
Al interior del Yo se establecerían como residuo las dos identificaciones entrelazadas
entre sí, de modo que se opondría al resto de contenido del Yo, esta parte se refiere al Superyó.
Además de un residuo es también una formación reactiva contra las primeras elecciones de objeto
del Ello. El superyó no advertiría solamente el deber ser como el padre, sino que también
comprendería la prohibición de no hacer lo que el padre hace y que es exclusivamente de él. La
energía que necesita el sujeto para que dentro de sí exista esta instancia prohibitoria tuvo que ser
prestada del padre. En este sentido, el Superyó conserva el carácter del padre y su intensidad
dependerá de la manera como se produjo el Complejo de Edipo y su represión, pues si se vivió de

manera severa así mismo se mostrara el Superyó del sujeto expresado en la conciencia moral o en
el sentimiento inconsciente de culpa. (Freud, 1923)
El ideal del Yo aparece como heredero del Complejo de Edipo, expresa los impulsos más
fuertes que posee el Ello y con ello los destinos de la libido del sujeto. Al ser creado, el ideal del
Yo se ha apoderado del Complejo de Edipo y al mismo tiempo se ha sometido al Ello. El
Superyó entonces, como abogado del Ello o del mundo interior, se opone al Yo que es la
instancia que representa al mundo exterior, siendo así que los conflictos entre el Yo y el Ideal
muestran la antítesis de lo real y de lo psíquico, del mundo exterior y del mundo interior. Lo que
en la vida psíquica ha pertenecido a lo más bajo, por causa del Ideal es convertido a lo más
elevado de acuerdo a la escala de valores del ser humano. En sustitución de la aspiración hacia al
padre, contiene el nódulo del que parten todas las religiones, por esto comparar al Yo con su Ideal
muestra el origen de la humildad proveniente de la religiosidad de los creyentes. A lo largo del
desarrollo, el Ideal es transferido a personas que ejercen sobre el individuo la autoridad como los
maestros, de igual forma como el padre lo ha hecho, siendo estos mandatos y prohibiciones los
que ejercen influencia sobre el yo ideal y tienen la cualidad de conciencia o censura moral. A
pesar de las modificaciones posteriores en el carácter del individuo, a lo largo de toda la vida el
superyó ha de conservar la capacidad de oponerse al yo y de ponerlo bajo sus dominios, conserva
el carácter que fue imprimido en su génesis bajo el complejo paterno: “Del mismo modo que el
niño se hallaba sometido a sus padres y obligado a obedecerlos, se somete el yo al imperativo
categórico de su superyó” (Freud, 1923. p. 2721).
En “Dostoyevski y El Parricidio”, Freud (1928) retoma la perspectiva del Superyó como
heredero de la influencia del padre. Con un padre violento y severo, el superyó del sujeto toma de
él estas mismas características y genera en el yo una posición de pasividad femenina. Así, el yo
termina formándose con una imperiosa necesidad de ser castigado que es finalmente satisfecha
por el superyó expresado en el fuerte sentimiento de culpabilidad; finalmente la castración
representada por el castigo, termina cumpliéndose en la actitud pasiva frente al padre. Freud
(1928) lo expresa así: “También el destino, es tan solo, en último término, una ulterior
proyección del padre” (p. 3009). La relación entre el yo y el superyó es la transformación de la
relación entre el sujeto y el padre, como “una reposición de la misma obra en un nuevo
escenario” (p. 3010).
Las dificultades en el desarrollo infantil ante la ausencia del padre también fueron
analizadas por Freud (1910) en la vida de Leonardo De Vinci. De niño en sus primeros años no
vivió con su padre mas fue criado por una madre abandonada y sola. A pesar de que
posteriormente pudo acceder a él, es en los tres o cuatro primeros años de la vida en donde
quedan fijadas las formas de relacionarse con el mundo exterior, impresiones que no pueden ser
despojadas de su importancia por sucesos ulteriores. Esta situación vivida por el pintor, pudo
relacionarse con su intenso deseo por la investigación y los enigmas relacionados con la
procedencia de los niños y el papel del padre en el nacimiento. (Freud, 1910)
La madre abandonada de Leonardo tuvo que suplir ante él la carencia de un padre
amoroso, compensándolo con caricias femeninas que despojaron al niño de una parte de su
virilidad, situándolo en el lugar del marido y produciendo en él una madurez sexual muy precoz.
Esa relación amorosa fue absolutamente satisfactoria y sin un límite o la separación que debiera
ejercer en su lugar el padre, pudo forjarse así un vínculo más de tipo perverso. Cuando Leonardo
pudo estar con su padre y así formar una identificación con él, ya esta había perdido su carácter
sexual, de tal manera que dirigió su energía libidinal a otras actividades que carecían de
significado erótico. En esta identificación también encontró resultados fatales en su actividad
creadora, una vez iniciaba una obra no demoraba en desistir de ella, así como su padre había
hecho con él cuando pequeño una vez nació. (Freud, 1910)

Para Freud (1925), partiendo de las distintas vicisitudes por las que ha de pasar el niño en
su desarrollo sexual, la niña tiene un mayor desafío en el logro por alcanzar su feminidad. Tanto
en el niño como en la niña el objeto original es la madre y en algún momento del desarrollo la
niña debe abandonarla para tomar al padre como objeto de sus deseos. Una vez descubre la
existencia del pene, toma la decisión de querer tenerlo lo cual es denominado como “complejo de
masculinidad”. Al rechazar la carencia del órgano viril resulta comportándose como un hombre
bajo la convicción de que sí lo tiene. En el momento de aceptar que carece de pene se desarrolla
enla niña el sentimiento de inferioridad, compartiendo con el hombre el desprecio por el defecto
de las mujeres, razón por la cual persiste en su intento por ser igual que el hombre. Los celos y la
envidia terminan siendo una constante en el carácter femenino frente al sexo opuesto y en este
proceso atribuye a la madre su gran dolor, al haberla concebido como mujer. Estos celos también
se expresan en la desventaja sentida con respecto a otro niño, por quien piensa que es más
amorosa la madre, desprendiéndose de esta manera de los afectos hacia su madre. Al reconocer
esta diferencia anatómica, la niña se aparta de la masculinidad dirigiendo así su energía psíquica
al desarrollo de la feminidad. Renuncia a su deseo del pene y en su lugar fomenta el deseo por un
niño, un hijo de su padre a quien adopta como objeto amoroso, convirtiendo a su madre en objeto
de sus celos.
El Complejo de Edipo femenino resulta siendo una formación secundaria, a diferencia del
varón: “Mientras el complejo de Edipo del varón se aniquila en el complejo de castración, el de la
niña es posibilitado e iniciado por el complejo de castración” (p. 2901). La castración actúa como
un posibilitador de la feminidad, inhibiendo y restringiendo la masculinidad. (Freud, 1925)
La disolución del Complejo de Edipo se presenta cuando este sucumbe a la represión y se
inicia con ello el periodo de latencia. Cuando el padre impone la distancia y corrige a la niña al
mostrarse como un objeto imposible de alcanzar, y cuando el niño se da cuenta de que su madre
no es una propiedad exclusiva de él, ambos experimentan la ausencia de satisfacción de tal
manera que son apartados de sus inclinaciones iniciales, siendo expresa la imposibilidad de sus
deseos, razón por la cual fracasa el Complejo de Edipo. (Freud, 1924)
De esta forma hay una salvación de los genitales al evitar la castración, pero al mismo
tiempo estos han sido despojados de su función dando inicio a la interrupción de la evolución
sexual, típica de la edad de la latencia. Es en este momento que comienza a forjarse el superyó.
De igual manera ocurre en la mujer, donde se desarrolla el Complejo de Edipo, se forma el
superyó y se inicia el período de latencia. En este caso la castración es considerada por la mujer
como un hecho consumado, a diferencia del niño que teme porque esto llegue a ser realidad. La
culminación del Complejo de Edipo en la niña culmina con el deseo de recibir del padre un hijo
y ante el incumplimiento de dicho deseo el complejo va siendo abandonado. Ambos deseos, de
tener un niño y obtener el pene permanecen en el inconsciente, con la utilidad que esto tiene al
preparar a la mujer en su papel sexual. (Freud, 1924)
Luego de este recorrido por las bases freudianas del psicoanálisis que dieron lugar al
desarrollo psicosexual de niños y niñas, continuaré con autores posteriores que ampliaron el
espectro conceptual con respecto al papel del padre. Uno de ellos es Donald D. Winnicott quien
retoma los conceptos de Freud y desarrolla de manera más accesible ciertas pautas de enseñanza
a los padres y cuidadores que no tienen un bagaje teórico psicoanalítico.
En su escrito “El Psicoanálisis y El Sentimiento de Culpa” (1958) se refiere a la manera
como se gesta el Superyó en el individuo, partiendo de la base conceptual de Freud (1923). Para
Winnicott (1958), Freud (1923) se refería al Ello en relación con los impulsos instintivos o
pulsiones, y al Yo como la parte del ser que se relaciona con el medio ambiente que rodea al
sujeto. El Yo intenta hacer modificaciones en el medio ambiente para satisfacer las demandas del
Ello, al mismo tiempo que lo reprime en sus impulsos para que el individuo pueda relacionarse
mejor con el entorno brindando cierta satisfacción al sujeto. El objeto del Superyó es entonces el
de denominar aquellos elementos de los que se vale el Yo para controlar al Ello. El proceso por el
cual el infante adquiere el superyó es gradual y paulatino, de esta manera va adquiriendo fuerzas
para aumentar la capacidad controladora de sí mismo. Así el niño en un primer momento
introyecta la figura paterna a quien al mismo tiempo teme y respeta, y por esto lleva dentro de sí
esas fuerzas controladoras basadas en lo que percibe y aprehende del padre. Esta figura paterna
que acepta mental y emocionalmente (significado que le atribuye Winnicott (1958) al concepto
de introyección) resulta ser “sumamente subjetiva” y matizada por otras figuras paternas con las
que también se relaciona el niño y así mismo por las propias pautas culturales de su familia. La
existencia del sentimiento de culpabilidad quiere decir que el Yo está logrando un acuerdo con el
Superyó y que la angustia ha madurado hasta llegar a convertirse en culpabilidad. Para el autor
(1958) la génesis de la culpabilidad reside en la realidad interna, es decir que reside en la
intención. No obstante, también afirma que la idea de la introyección del padre puede resultar
simplista, pues existe una primera fase del Superyó en la que los objetos introyectados que sirven
para controlar los impulsos del Ello son infrahumanos y muy primitivos. El estudio del
sentimiento de culpa en la infancia y la niñez, es el sentimiento que ha evolucionado a partir de
un temor tosco y poco matizado para devenir en un ser humano con la capacidad de comprender
y perdonar. Este sentimiento implica de cierta forma que exista desarrollo emocional, esperanza y
salud del yo, ya que permite la tolerancia a la ambivalencia que se presenta con respecto al objeto
en el Complejo de Edipo. (Winnicott, 1958)
El sentimiento de culpa es un proceso que se gesta en el desarrollo más allá de ser
adquirido a través de factores externos. El sentido de moralidad se desarrolla naturalmente en los
niños de forma individual y personal. Podría hablarse de individuos que hayan desarrollado este
sentido con mayor o menor plenitud, más no de un impedimento para el desarrollo de un sentido
propio de moralidad. En términos del Ello, el sentimiento de culpa es una angustia que se
produce por el conflicto entre el amor y el odio, razón por la cual tiene que ver con la tolerancia a
la ambivalencia. En el Complejo de Edipo un niño mentalmente sano tolera el conflicto en el que
por un lado odia al padre y desea dañarlo, y por otra parte lo ama intensamente. (Winnicott,
1958)
Este sentimiento de culpa se relaciona con el código moral, en el sentido en el que el niño
trata de diferenciar lo que está bien de lo que está mal. En los diferentes ambientes (escuela,
hogar, familia) el niño da cuenta de estas diferencias y trata de encajar sus propias ideas dentro de
ese código para someterse o para rebelarse ante algún aspecto. Con el paso del tiempo se ve
alterada la posición del niño frente a esto, ya sea porque la situación se ha vuelto tan compleja
que pierde el sentido, o porque con la madurez el niño afirma su sentido del self, lo que implica
que ha formado sus opiniones personales. Inclusive en la madurez, el niño puede cotejar en
algunas ocasiones sus ideas con el código aceptado, con el fin de saber cómo está la relación
entre él y la comunidad, rasgo que también permanece durante la adultez. (Winicott, 1966)
Este sentido de lo moral es explicado por Winnicott (1966) y resalta el alto valor que tiene
el sentido personal: “Me gusta creer en la existencia de un modo de vida basado en la premisa de
que, en última instancia, las normas morales ligadas a la sumisión tienen poco valor; lo que vale
es el sentido personal de lo que está bien y de lo que está mal que posee el niño. Abrigamos la
esperanza de verlo evolucionar en él, junto con todo lo demás que evoluciona, impelido por los
procesos heredados que conducen a todo tipo de crecimiento” (p. 129)
De esta manera, el sentimiento de culpa al igual que el sentido moral, emergen en el
individuo a lo largo de su desarrollo con base en sus experiencias tempranas en las que se ha
logrado la tolerancia a la ambivalencia hacia el objeto,en el caso del niño sano. Para ello es
importante que previamente el niño haya logrado alcanzar la preocupación por el otro, donde si el
niño es maduro puede verse inmerso en relaciones triangulares en las que tiene la posibilidad de
ver al objeto como un ser humano completo. Este desarrollo es posible también en la medida en
la que el niño pueda contar con un ambiente que facilite su progreso. Para el autor (1960a), este
ambiente facilitador no solo corresponde a la madre, en sus escritos incluye al padre y da por
hecho que su presencia es de vital importancia en la expresión adecuada de las funciones
maternas. No solamente se trata de un cuidado materno satisfactorio, sino que en realidad esto
quiere decir “cuidado parental” que puede dividirse en tres etapas: en primer lugar el sostén que
se refiere a la provisión ambiental que trasciende al sostén físico; segundo, la madre y el niño
viven juntos, allí el infante no conoce las funciones del padre, es decir, la de ocuparse del
ambiente dispuesto para la madre; tercero, ya se encuentra la triada padre, madre e infante que
además viven juntos. (Winnicott, 1960a)
El término “vivir con” está referido a una “relación tridimensional o espacial, a la que
gradualmente va añadiéndose el tiempo” (p. 56) Este “sostén”, tan importante en el desarrollo
emocional del niño y de la niña, van determinando las relaciones objetales, las que están
implicadas en el momento de “vivir con” en donde el infante logra surgir del estado de fusión en
el que se encuentra con la madre y darse cuenta de los objetos que son externos a sí mismo.
(Winnicott, 1960)
En las primeras etapas del desarrollo el papel del padre tiene vital importancia, ya que de
acuerdo al apoyo emocional y material que brinde a la madre ella puede hacerse cargo del niño y
sostenerlo adecuadamente, posterior a esto llega la relación directa con su hijo. Incluso en las
siguientes etapas, como en la edad escolar, puede volverse más importante para el infante su
relación con el padre. Así, cuando ambos padres han brindado cuidados suficientes, otras figuras
que se presenten en momentos próximos, así como los maestros o cuidadores, pueden llevar a
cabo estas funciones en ausencia de los padres más fácilmente. (Winnicott, 1951)
Como se puede observar, Winnicott (1960) no hace a un lado al padre, sino que por el
contrario lo incluye acompañando las funciones maternas, como ambiente suficiente para el sano
desarrollo y crecimiento del pequeño. El hombre y la mujer asumen de manera conjunta la
responsabilidad de todos sus hijos y la crianza por parte de la madre, pero apoyada por el padre,
se lleva a cabo de acuerdo a la personalidad de cada uno de ellos, de tal manera que el resultado
de esta formación afecta a la sociedad desde las unidades más pequeñas, como lo son el hogar y
la familia. (Winnicott, 1946)
El niño normal actúa de forma desenfrenada debido a la confianza que les tiene a la madre
y al padre. Cuando el hogar es capaz de soportar que sus hijos pongan a prueba el poder que los
padres ejercen sobre él puede lograr esta confianza. En principio el niño debería tener la
posibilidad de ser un niño irresponsable y esto expresa los niveles de conflicto y desintegración
que aparecen en las primeras etapas del desarrollo emocional. Debido a que la personalidad no
está del todo integrada, el niño no tiene la capacidad de manejar sus propios instintos, y solo
puede llegar a lograr su tolerancia a partir de un espacio que protege el padre estable, generado
por la pareja parental. Esta confianza brindada por ese “círculo de amor y fortaleza” ayudan al
infante a que no sienta el temor de sus propios sentimientos y fantasías, logrando de esta manera
un éxito en el desarrollo afectivo. (Winnicott, 1946)
La delincuencia es una salida cuando este ambiente afectivo no existe. El infante que no
tiene a su disposición un marco de seguridad, intenta buscarlo fuera de su hogar. De esta manera,
la transgresión de las normas refleja una búsqueda de control exterior al propio sujeto.
(Winnicott, 1946)
La presencia del padre entonces implicaría una compañía permanente a la madre y un
apoyo a la díada madre – hijo que permitiría la confianza necesaria para que el individuo lograra
un desarrollo satisfactorio. En esa vía seguimos insistiendo en las múltiples posturas respecto a la
presencia del padre del bebé y del niño en su desarrollo y que según lo anterior, puede explicar
las conductas adultas conflictivas, al ser el modelo de la relación parental, el modelo a seguir en
las futuras relaciones objetales.
Serge Lebovici (1983) estudia con mayor detenimiento el vínculo padre – lactante.
Además de la función paterna de separar a la madre de su hijo, este aporta mucho más a la
lactancia y tiene una relevancia psicológica mucho más profunda en el infante. En la relación
directa entre el padre y su hijo hay puntos en común con la relación entre la madre y el bebé,
puesto que tanto en una como en otra díada hay intercambios de reciprocidad y mutua regulación.
Así mismo hay características exclusivas en la interacción padre – lactante: es de un carácter más
físico y estimulador, que se refleja en el juego más de tipo táctil y visual, menos mediado por
objetos.
Lebovici (1983) citaa Kestenberg y Marcus (1981) quienes afirman que el bebé tiene la
capacidad de distinguir cuál de sus progenitores lo sostiene. Al parecer, siente al padre como más
activo y agresivo, y más audaz y distante que la madre, razón por la cual logra fomentar en el
bebé mayor independencia y agresividad. Posteriormente, el niño logrará percibir al padre como
un ser independiente de la madre que puede convertirse en su compañero de juegos. De esta
manera, el padre pasa a ocupar un lugar de “mediador de la separación y catalizador de la
sublimación de la agresividad por medio del juego” (p. 200)
Lebovici (1983) destaca dos diferencias que hacen de la presencia del padre, un factor
importante en el desarrollo del niño: en primer lugar, el padre puede desempeñar el papel
“maternalizante” en la crianza de su hijo de manera muy hábil; y segundo, su conducta es
ligeramente diferente de la de la madre, siendo su comportamiento menos cercano pero más
rítmico. Así mismo refiere que en ocasiones la voz grave del padre puede llegar a ser más
tranquilizadora. Según lo describe, pueden llegar a ser más eficaces con los varones que con las
mujeres al tener con sus hijos intercambios preverbales más ricos.
El padre aparece mucho antes frente al bebé y no ocupa un lugar de extraño cuando hace
presencia para representar en el niño un peligro de la pérdida de su madre y de su amor. El bebé
entonces puede preferir refugiarse en los brazos de su padre, como un extraño que recién aparece,
pero que puede ayudar a mitigar los grandes temores por lo desconocido. (Lebovici, 1983)
El deseo de ser padre tiene que ver con los efectos de la paternidad sobre su vida psíquica
cuando este ocupó el lugar de hijo, así como también la modalidad edípica que sobrellevó en su
desarrollo. Dentro de este marco se encuentra también la identificación con el abuelo paterno, por
tal motivo en el momento de ejercer la paternidad, se pueden actualizar tempranos conflictos que
se vivieron en la propia niñez. (Lebovici, 1983)
Para Herzog y Lebovici (1989) ya no se hablaría más de maternidad o paternidad, sino de
funciones parentales indiferenciadas, denominadas bajo el nombre de parentalidad. El padre
representa la autoridad y las instancias del mundo interno que prohíben. Este papel
fundamentalmente está de acuerdo con las familias patriarcales que se ha ido transformando a lo
largo del tiempo y que cuestionan este papel exclusivo del padre en sociedades más desarrolladas
e industrializadas. No obstante, el padre muestra la necesidad de ese mismo sostén, así como el
niño, para “paternalizarse”. Esto representa el deseo del padre por el embarazo, por su
participación en la preparación para el parto y su presencia en el momento del nacimiento. El
paternaje es más que el acceso a las funciones de la paternalidad: “Inscribe también, en el destino
del padre, la procreación, el papel que este desempeña junto a la madre del bebé y sus
capacidades de personificar al superyó, que prohíbe la posesión completa de la madre por parte
del niño” (p. 74) La paternalidad y el paternaje no solo dependen de la capacidad del padre, sino
también de las capacidades del bebé, de sus particularidades históricas y de su propio
temperamento.
Según la investigación de este par de autores (1989) al parecer los bebés educados sin su
padre no tienen la misma capacidad para modular sus interacciones violentas, por lo cual el papel
del padre también iría encaminado a organizar en los niños estos afectos intensos. La presencia
del padre ejerciendo estas funciones implica en el niño una adaptación rápida, en la que parecen
sentirse más cómodos con el comportamiento del padre, que busca organizar estas conductas y
fantasmas agresivos. En las familias en las que el padre no se encuentra parece haber más
agresión actuada por parte de los pequeños que en las familias en las que ambos padres están
presentes. (Herzog y Lebovici, 1989)
Finalmente concluyen la importancia de la presencia del padre como un tercer personaje
que busca hacerse más interactivo frente al infante. Así mismo en el paternaje, tienen que ver la
historia infantil del padre, su nivel sociocultural y sus propios rasgos de personalidad. Así como
la madre, el padre también necesita apoyo afectivo de la madre para lograr alcanzar el suficiente
interés sobre el bebé, ya que es posible que también presenten depresión posterior al parto. El
paternaje también es consecuencia de una cadena de hechos históricos, que al mismo tiempo son
personales y que también incluyen las múltiples relaciones afectivas que el padre puede haber
sostenido en el pasado. (Herzog y Lebovici, 1989)
Como vimos en Freud (1923) en el Complejo de Edipo adquiere un papel fundamental el
lugar del padre tanto en el niño como en la niña, como objeto externo que regula las relaciones y
que separa al bebé de su madre, con quien establecía una relación casi fusionada. Thomas Ogden
(1992) retoma este análisis de Freud y expresa en él ciertas dificultades teóricas. Para él, el niño y
la niña deben atravesar una serie de transiciones para lograr llegar a resolver su conflicto Edípico
y lograr la identificación con el padre del mismo sexo.

La fase primaria del complejo de Edipo femenino se caracteriza por una forma de relación
transicional con la madre quien sirve de intermediaria para que la niña logre entrar en el amor
objetal edípico. Esta forma de relación con la madre es similar pero distinta a la relación primaria
con el objeto transicional descrito por Winnicott (1951). Allí se establece una paradoja ya que la
primera relación objetal triádica se produce en la relación de dos personas: “la primera relación
heterosexual se desarrolla en una relación entre dos mujeres; el padre como objeto libidinal es
descubierto en la madre”. (p. 93). (Ogden, 1992)
Para Ogden (1992) una de las dificultades teóricas freudianas se refiere a la consideración
de que la niña traslada su investidura objetal de la madre al padre. Lo encubierto en esta
formulación radica en que en este proceso la condición de la madre como “objeto” y la condición
de padre como “objeto” no son equivalentes. La transición no es realizada de un objeto a otro,
sino desde la relación con un objeto interno (que no se encuentra completamente separado del sí
mismo) a la investidura de un objeto externo (que se encuentra fuera del alcance de la
omnipotencia del sí mismo). El objeto externo que se encuentra no es solamente el padre edípico,
sino que también se encuentra a la madre edípica con quien el padre edípico sostiene una
relación. Este proceso de desilusión sano en la niña, resulta en un movimiento de las relaciones
objetales omnipotentes hacia la investidura de los objetos externos que no puede controlar la
niña. Se trata de un avance evolutivo hacia un compromiso con los objetos externos que requiere
de una sana vivencia de destete, experiencia que tiene que ver con los objetos y fenómenos
transicionales.
Otra dificultad teórica referida por Ogden (1992) se relaciona con el amor edípico como
base de las relaciones amorosas sanas de objeto total. La vergüenza y el sentido de fracaso y de la
imperfección en la niña no resultan ser los componentes que impulsan a una relación amorosa
sana. De ser así, es posible que se constituya en una defensa narcisista más no en un amor objetal
genuino. Únicamente un fondo de narcisismo sano, que genere esperanza y apertura de la niña
hacia lo desconocido, da lugar para que ella logre correr el riesgo de enamorarse del padre como
objeto externo al que no puede dar alcance con su control omnipotente.
La función de la relación transicional con la madre tiene que ver con introducción de la
otredad en la que el padre es el principal representante. En el umbral del complejo de Edipo
femenino, tanto el padre como la madre son descubiertos como objetos externos. La niña observa
una relación íntima entre los dos en la que ella no se encuentra incluida, pero que al mismo
tiempo permite que se constituya un triángulo de relaciones de objeto total en la cual el padre es
tomado como objeto amoroso, mientras que la madre resulta ser una rival amada de forma
ambivalente. Para Ogden (1992) esta reorganización se produce sin traumas ya que en la relación
con la madre se materializa la siguiente paradoja: “la niña se enamora de la madre-como-padre y
del padre-como-madre” (p.100). Esto quiere decir que la niña se enamora de la madre que aún no
es del todo externa, en el sentido de la identificación inconsciente de la progenitora con su propio
padre en su grupo de relaciones objetales edípicas internas. Durante este período no se plantea si
el enamoramiento hacia el padre o la madre por parte de la niña se dirige al objeto interno o
externo, puesto que ambas cosas son ciertas. La paradoja de este enamoramiento es la esencia de
lo que permite que la entrada al Complejo de Edipo sea posible sin una desilusión abrumadora,
ya que la niña no tiene que rechazar a la madre en su búsqueda por el padre, ni tiene que
renunciar a un objeto interno por un objeto externo. En este sentido, el papel de la madre como
objeto transicional propio del complejo edípico es permitir a su hija que la ame como a un
hombre (identificación inconsciente con el propio padre). Así la madre, llega a ser un conducto
hacia la relación con “el otro” que de manera paradójica es una parte de sí misma en su propia
identificación con el otro (su propio padre). De manera que antes de que la niña tenga la
posibilidad de relacionarse con el otro (el padre) ya ha participado con su madre de un “ensayo
general” del drama posterior que aparecerá en el Complejo de Edipo con el padre real (objeto
más externo que la madre-como-padre), una preparación para lo que va a ser sentido por la niña
como más real. Este proceso de lleva a cabo en la intimidad de la díada, en la que el padre sin
embargo, está más presente a través de la imaginación. (Ogden, 1992).
La labor del padre sería posterior, cuando después de lograr esta transición con el primer
objeto madre, la niña puede permitirse el riesgo de enamorarse de su propio padre, quien se
encuentra más allá de su omnipotencia, relación que establecería la base para el amor que
posteriormente ella se permita sentir hacia otros hombres. Por tal motivo la tarea de la niña
resulta tan difícil con la ausencia del padre quien no permitiría la disponibilidad de la madre para
permitir esta transición en su hija, y que puede ser en este caso vivida por la niña como una
traición a la madre, como un intento de ser lo que no puede y de tener lo que no puede tener.
(Ogden, 1992)
En el caso del niño existe un doble problema, puesto que para llegar al enamoramiento del
objeto externo madre, tiene que haber pasado antes por la relación con la madre pre edípica. Para
entrar en la relación erótica y romántica con la madre edípica debe pasar por un camino difícil, ya
que esta última tiene un siniestro parecido con la madre pre edípica omnipotente. La madre
edípica (y el padre) se convierten en peligrosamente externos, desconocidos, incontrolables e
imprevisibles. Por lo tanto, el niño debe luchar para establecer la distancia entre él y la madre pre
edípica mientras se enamora de la madre edípica. La madre pre edípica ha sido conocida por el
niño como un objeto primitivo, omnipotente y parcialmente diferenciado de él mismo, de tal
manera que el haberse “disuelto” en ella es a la vez una experiencia maravillosa y aterradora.
(Ogden, 1992)
Para Ogden (1992), la misión del niño en el período edípico primario es entonces la de
“negociar de forma segura un paso entre el peligro del descubrimiento traumático de otridad y el
peligro de vivir el romance edípico como algo dominado abrumadoramente por la sombra de la
madre preedípica”. (p. 122) El autor (1992) denomina a este paso el viaje entre la “Escila” de la
madre como objeto edípico externo y el “Caribdis” de la madre preedípica omnipotente, en el que
la fantasía de la escena primaria tiene el poder de organizar el significado y la identidad sexual
además de las relaciones objetales internas y externas que se verán involucradas en el Complejo
de Edipo maduro. Esta fantasía se refiere a una constelación de pensamientos y sentimientos que
reflejan el estado de evolución y flujo de la forma de relación objetal, el grado de subjetividad,
los modos de defensa y la complejidad y la madurez del afecto. Al principio, los objetos que
hacen parte de esta fantasía son predominantemente parciales y se encuentran inmersos en una
batalla que supone una sexualidad entremezclada con violencia en un modo esencialmente
esquizo-paranoide. El sujeto allí es un self-como-objeto que forma parte de la escena sin llegar a
sentir que puede ser apartado de ella, no obstante, siempre existe un sentido rudimentario de la
terceridad que es inherente a la estructura de la fantasía de la escena primaria. De esta manera es
posible que a lo largo del desarrollo se puedan establecer relaciones objetales triangulares que
caracterizan las versiones más maduras de esta fantasía y del mismo Complejo de Edipo. (Ogden,
1992)
La transición que ocurre desde las versiones esquizo-paranoides de la fantasía de la
escena primaria hasta el Complejo de Edipo maduro, está referida a la relación con la madre y su
intervención tanto psicológica como interpersonal de manera similar a como ocurre en la relación
con los objetos transicionales. La paradoja que ocurre en esta transición tiene que ver con la
manera como a través de la relación con la madre (una mujer), es como el niño adquiere un falo,
como desarrolla la triangulación edípica y como se origina la identificación masculina del niño y
la idealización paterna. El niño logra encontrar una terceridad fálica a través de la relación con la
madre, que es vivida simultáneamente como padre-en-madre y madre-en-padre. Esta relación

transicional edípica se lleva a cabo en la medida en la que la madre trae al padre fálico al niño a
través de su propio padre edípico interno con el que ella se identifica. En el caso en el que el
padre objetal interno se encuentre ausente al interior de las relaciones objetales edípicas
inconscientes de la madre, puede crear un vacío emocional en el niño que dificulta la elaboración
psicológica e interpersonal del Complejo de Edipo. De esta manera, el padre real solo llega a ser
de forma secundaria el portador del falo con el que el niño puede identificarse en el proceso de
producir un significado fálico para él mismo. (Ogden, 1992)
“El complejo de Edipo inconsciente de la madre supone un conjunto de relaciones
objetales reverberantes y mutuamente enriquecedoras en las que la madre es a la vez una niña
enamorada de su padre, su padre enamorado de su hija, una madre enamorada de su marido, y
una madre y un padre que custodian protectoramente las fronteras generacionales. (Estas
relaciones objetales son, por supuesto, sólo un pequeño ejemplo de la multitud de relaciones
objetales internas que constituyen el complejo de Edipo inconsciente)”. (Ogden, 1992. p.126). La
madre que logra identificarse con cada uno de los objetos internos propios está representada
psicológicamente de múltiples formas por su hijo en el proceso de la relación que se va
desarrollando, debido a que cada niño representa al inconsciente de su madre de diferente
manera. En el umbral del complejo de Edipo, la madre es tanto el padre objetal interno que
faculta al niño en el plano sexual, como la madre objetal externa que representa su objeto
sexual.(Ogden, 1992)
De este modo, para Ogden (1992) se constituye una nueva versión de la fantasía de la
escena primaria en el momento en el que el niño comienza a tener unas relaciones objetales
edípicas más maduras, lugar en el que se encuentra el fondo de la paradoja masculinidad-en-la-
feminidad y terceridad-en-la-dualidad. Ahora, la fantasía de la escena primaria se desarrolla en la
narrativa de la observación del niño que presencia al padre y a la madre en el acto sexual. La
madre edípica transicional se transforma en un personaje de la historia en la que el padre y la
madre se diferencian más claramente para unirse posteriormente en el acto sexual, lo que para el
desarrollo del niño quiere decir que puede reconocer la diferencia sexual por primera vez, para
así crearse una nueva unidad relacionada con el conocimiento proveniente del niño del acto
sexual en el que participan ambos padres, cada uno diferente del otro y a su vez diferentes del
niño. De igual manera, pasa de una fantasía propia del mundo de objetos parciales a sentirse
como un sujeto en un mundo de objetos totales que vive la excitación sexual de tener un falo, y
que toma a su madre como objeto de amor y deseo sexual, a través de una identificación más
madura con el padre. Como ahora es “solo” el observador en esta escena es posible sentirse
apartado del peligro del incesto real, lo cual amenazaría con la pérdida de su identidad. El
recordatorio que proviene de esta nueva fantasía de la escena primaria, le indica al niño que es el
hijo de su madre y no su marido, que él es realmente emocional y sexualmente inmaduro
mientras que su padre y madre no lo son, y que él es hijo de su padre y no su padre mismo. En
otros casos puede producirse al interior de relaciones objetales excesivamente erotizadas con la
madre, una indistinción entre las fantasías y la realidad: “En estas circunstancias la identificación
psicótica (“yo soy mi padre”) sustituye a la identificación madura (“yo soy como mi padre”)”.
(Ogden, 1992. p. 127)
Dado el caso de una identificación empobrecida de la madre de un niño con su propio
padre, puede dar como resultado en el niño el sentido de una falta de otro, o en otras palabras, la
falta de un padre-en-madre. Por este motivo es posible que el niño se encuentre psicológicamente
solo con su madre edípica, lo que puede desencadenar diferentes aspectos que afectan su
desarrollo. En primer lugar, puede haber un escaso sentido de presencia fálica con el que pueda
indentificarse y con ello una escasa posibilidad de adquirir un poder fálico. En segundo lugar, el
niño no se encuentra aislado por la prohibición protectora del tercero fálico (padre-en-madre),
que reclama a su esposa como su propio objeto de deseo sexual y ayuda a trazar una frontera
generacional. Este acto, que es proporcionado por el padre e inicialmente por el padre-en-madre,
es fundamental para que el niño evite el sentimiento catastrófico de ser invitado a una unión
sexual real con su madre, razón por la que la ausencia de este tercero puede producir fantasías
aterradoras de la escena primaria que llegue a impulsar al niño a defenderse buscando soluciones
sexuales perversas. La fantasía de la escena primaria sin la presencia del padre-en-madre, es una
fantasía de coito con la madre omnipotente de dualidad sin intervención, que de igual manera
refleja el desconocimiento de la sexualidad genital femenina por parte de la madre,
convirtiéndose en una terrible caricatura de sexualidad para el niño, puesto que en la fantasía la
ausencia del padre se debe a que el padre ha sido destruido por la madre. Por lo tanto, esta
sexualidad catastrófica para el niño impide su entrada a la madurez sexual y emocional y el logro
de una identidad de género madura. (Ogden, 1992).
Otro autor de gran importancia para el análisis del desarrollo temprano es Donald Meltzer
(1990a) quien manifiesta que al interior de la historia del modelo del desarrollo desde la
perspectiva psicoanalítica existe la tendencia a ser más cargada la evolución psíquica a partir de
la relación madre – hijo, a la que es necesario agregar el rol del padre como “una importante
fuerza moduladora, y potencialmente modificadora” (p. 63) Esta relación es la fuente de fallas y
distorsiones que tienen que ver con la construcción del carácter y las formaciones
psicopatológicas.
Esta historia prototípica incluye las experiencias de la vida intrauterina, sobre todo en los
últimos meses en los que el feto comienza a tener una vida mental vívida y también limitada, en
el sentido en el que apenas comienzan a operar sus procesos perceptivos y simbólicos. Existen
tres tipos de experiencias en las que este nuevo ser humano pone todo su interés y su atención: las
del lugar en el que se siente contenido, como son las sensaciones kinestéticas y auditivas; el
sonido de la voz de la madre; y el sonido de las otras personas y los hechos externos. De estos
tres tipos de objetos, la voz de la madre es la que mayor impacto ejerce sobre el bebé y es a lo
que el autor (1990a) ha llamado como el “primer impacto estético”, que es respondido en
términos de Bion (según Meltzer, 1990a) como “el sentido de una integración de amor, odio y
sed de conocimientos” (p. 64). Con el nacimiento llegan las sensaciones de excitación al igual
que las de terror, que preparan al niño para el impacto sensual y estético producido por el mundo
exterior. Estas emociones son recogidas por el gesto de la madre, expresado en el sostén de sus
brazos y la sensación del pezón en la boca, lo cual brinda un alivio instantáneo al niño. A través
del pecho el niño recibe en su espacio interno un objeto protector omnipotente y omnipresente,
pero al mismo tiempo introduce sensaciones incómodas que percibe como objetos malos que
luego devuelve a la madre a través del llanto o la defecación. Cuando vuelve a necesitar de la
madre se despiertan los perseguidores que amenazan con volver a entrar a él, por los ojos o los
oídos, la boca o el ano. Es aquí donde para Meltzer (1990a) la presencia del padre es
indispensable.
“Hace falta un protector y se presenta como el padre con su poderoso pero misterioso
pene, para custodiar los orificios de la madre y del bebé, especialmente el ano, que lleva – así lo
siente – directamente a su interior, donde han estado alojados sus preciosos objetos. Las malas
heces – pene podrían entrar y robar o destruir el pecho de la madre”. (p. 65)
Para Meltzer (1990a) esta información es básica para tratar de comprender lo que
significa el padre para la vida del infante. La imagen infantil es el prototipo para concepciones
posteriores más sofisticadas. Las funciones del padre entonces tienen un peso secundario con
respecto a la función que cumple la madre y si posteriormente se produce un deslizamiento hacia
él como la primera importancia se puede presentar una gran distorsión en el mundo de las
relaciones humanas. Estas inversiones se producen en estados confusionales en los que existe
escasa diferenciación o donde la confusión se ha generado como defensa, lo cual puede
producirse por una falta de claridad de roles y de funciones por parte de los padres para
acentuarse posteriormente en su hijo.
La función del padre es la de aprovisionamiento y protección de la díada madre – hijo, y
su genital puede ser el instrumento y el arma de estas funciones, simbolismo genital que describe
el funcionamiento mental y que puede deslizarse hacia la concreción, cuando se presentan los
procesos de escisión en donde los objetos totales pasan a ser reducidos a parciales, a favor de la
defensa contra la posición depresiva y el impacto del conflicto estético. Estas tendencias
confusionales son críticas en el momento del destete, sin embargo, es una situación que
promueve la diferenciación entre la realidad interna y la realidad externa que se fundamenta en el
pasaje de la personalidad contenida por la piel o exoesquelética, a una personalidad introyectiva o
endoesquelética. Esta transición lleva inmersa la desilusión relacionada con las cualidades
omnipotentes y omnipresentes de los padres externos. (Meltzer, 1990a)
Después del destete, la infancia se considera como un trabajo y una elaboración continua de
estos conflictos cognitivos. En este momento la mentalidad de los padres desempeña un papel
primordial en el campo en el que operan estos conflictos, pero después de la primera infancia, ya
no se muestran los padres como factores limitativos para el desarrollo, puesto que el niño logra
encontrar en el mundo exterior objetos que pueden tener el significado transferencial de los
objetos buenos. Así es posible que las cualidades de los objetos internos aumenten a pesar de que
los padres se encuentren ausentes.(Meltzer, 1990a)
Dentro de este proceso de desarrollo, el rol de los padres es principalmente el de
proporcionar un espacio protegido en el que el hijo pueda tener las experiencias de relaciones
emocionales íntimas, condición necesaria para la evolución de la personalidad. Las cualidades
reales del comportamiento y de la mente de sus padres aparecen en la fachada social de la

personalidad del niño, en principio a través de las formas de identificación narcisista (proyectiva
y adhesiva); la parte introyectiva tiene un desarrollo más misterioso. Según Meltzer (1990a) las
cualidades funcionales y el grado de aspecto estético de los padres no corresponde a la forma
superficial de los padres externos, a diferencia de Freud (citado por Meltzer, 1990a) quien
afirmaba que la “forma” de las figuras parentales internas sí podía derivarse de esta forma externa
de los padres.
En esta descripción del desarrollo, se incluye al padre y a sus genitales como los que llevan
la mayor carga de desconfianza en la mente del niño. Sin embargo la confianza en la madre
también se ve sometida a dos tipos de tensión: por un lado la experiencia de la separación (objeto
ausente), y por el otro, el doloroso impacto de la estética de ese objeto cuando se despiertan sus
necesidades (objeto presente). El primer tipo de tensión tiende por lo general a ser desplazado
hacia el padre, a diferencia del segundo tipo que tiende a adherirse a la madre. Muy tarde en el
desarrollo aparece la experiencia estética del padre y de sus genitales, a través de la identificación
introyectiva con la visión que tiene del padre la madre interna. Esta aprehensión estética facilita
la concepción de la importancia del genital masculino como arma, más que cómo instrumento.
Solo con la aceptación del conflicto del “próximo bebé” puede pasar del concepto de arma al
concepto de instrumento, dando lugar a la posibilidad del genital masculino como instrumento de
procreación. De esta manera posteriormente muchas ideas acerca de la masculinidad pueden
fijarse en fenómenos paranoico – esquizoides, basándose en criterios cuantitativos (poder y
tamaño) antes que cualitativos (bondad, coraje, creatividad). (Meltzer, 1990a)
“El concepto de padre surge cuando el self adulto cobra forma a través de la acción de la
identificación introyectiva con los padres internos en tanto Objeto Combinado” (p. 68)
La misma configuración de la disposición materna puede surgir en el padre putativo, puesto
que el impacto estético del bebé no se basa solamente en la aprehensión sensual de sus cualidades
formales, sino también en la manera como se orienta la madre al bebé, la forma imaginativa
como capta las potencialidades fecundas que el niño posee para devenir en un ser humano
evolucionado. El problema radica en que mientras la disposición materna se relaciona
directamente con el bebé, la disposición paterna es contingente y por esto al ser más compleja se
ve sujeta a mayores perturbaciones y a ser más inestable. El carácter contingente de la presencia
del padre puede favorecer distorsiones importantes de la disposición paterna que han sido
características en la historia cultural y que en algunos casos ha acompañado a la degradación de
la mujeres, como en el caso de la posesión paternalista extendida muchas veces más hacia la
significación del hijo varón, y en el caso del paternalismo y la familia patriarcal que marca una
actitud de falta de interés y desdén paterno.
Los modelos de comportamiento paterno han sufrido fuertes cambios en la cultura
occidental, que se ven influenciados por la manera como ambos padres comparten sus
responsabilidades económicas y se fomentan las divisiones domésticas de las tareas, favoreciendo
la presencia del padre en el hogar. El inconveniente que plantea Meltzer (1990b) se refiere a la
confusión entre la disposición paterna y la disposición materna en el hombre. Pareciera que el
concepto de marido, como administrador que proporciona el espacio de la familia al interior de la
comunidad, estuviera en armonía con la realidad psíquica. Existe una clara diferencia de
influencia y responsabilidad entre el padre que participa como proveedor y custodio, y la madre
como la persona que nutre y cría a los hijos dentro de este espacio que protege el padre. En el
sentido de la responsabilidad podría decirse que el bien es de él y los hijos de ella, él enfrenta lo
exterior con miras a la comunidad y ella enfrenta lo interior que está orientado hacia los hijos.
Con respecto a los papeles y funciones en la vida familiar, Meltzer (1990b) describe en su
obra “Familia y Comunidad” seis categorías de organización familiar. Dentro de ellas se
encuentra la “Familia Matriarcal”, categoría que puede desarrollarse a partir de la ausencia

paterna. En este tipo de organización, la madre o quien hace las veces de ella parece atribuirse
todas las funciones introyectivas. Sin embargo, la dificultad puede radicar en la insuficiencia o
debilidad de la persona que hace las veces de padre, pero también puede reflejar la fuerza y la
vitalidad de la mujer. Esta fuerza puede estar teñida de un matiz anti – masculino, lo cual puede
hacer que lo matriarcal se transforme en otro tipo de familia más perturbado como la de “pandilla
de chicas de tipo delincuente”. En algunos casos es posible que la madre o la persona que hace
las veces de ella, pueda combinar en sí misma atributos de carácter y aspecto, fortaleza y
habilidad bisexuales, que el matriarcado pueda deslizarse a la familia de pareja. Este tipo de
familia espera que la comunidad cumpla con la función y los servicios que se encuentran ausentes
ya sea porque el padre no está o porque la madre o su sustituta no combina ambas funciones.
Fácilmente, según el autor (1990b) se puede caer en la relación de supuesto básico de
Dependencia con la comunidad, dando por hecho la benevolencia y la generosidad,
especialmente de figuras masculinas externas al núcleo familiar.
En contextos donde la familia matriarcal es tradicional es frecuente que la función paterna
sea desempeñada de forma dividida, a través de figuras avunculares o de abuelos. Si el padre se
ausenta por fallecimiento puede presentarse como objeto ausente que desempeña la función en
espíritu, al mismo tiempo que el acompañamiento psicológico real es distribuido entre figuras
masculinas intrínsecas y extrínsecas. La atmósfera del hogar se puede apoyar en la disciplina por
la culpa, pues es más probable que los criterios sean más de tipo moralista, con el fin de lograr
adaptarse a la comunidad. Se adoptan así formas persecutorias, en las que el estatus moral de la
madre se cree cuestionado por razones inexplicables. Si se presentan desajustes de tipo anti-
social, psicótico o defectuoso no puede ser contenido fácilmente en la estructura matriarcal, a
diferencia de la familia conyugal en las que ambas funciones parentales se encuentran integradas.
Para la figura matriarcal no es común que las funciones introyectivas se puedan llevar a cabo
completamente, por lo general una o más de ellas se tienden a poner afuera. (Meltzer, 1990b)
Estas funciones a las que se refiere Meltzer (1990b) son más ampliamente explicadas en su
libro “Metapsicología Ampliada” (1990c) y se relacionan con las funciones introyectivas y
proyectivas que son asumidas por los diferentes miembros de la familia de acuerdo con el lugar
que ocupan o que les haya sido asignado:
Generar amor: si éste es generado o logra difundirse en la atmósfera social, la posibilidad
de la dependencia es fomentada. Sin embargo esta riqueza también puede suscitar sentimientos
de envidia que deben ser delicadamente equilibrados entre la identificación introyectiva y la
identificación proyectiva por parte de la persona que genera esta función. De esta manera puede
permitir que los miembros dependientes (hijos) experimenten dolor mental, dando espacio y
tiempo antes de llegar a intervenir.
Promulgar el odio:esta función tiene que ver con el ataque a los vínculos que existen al
interior del grupo a partir de la manipulación de los sentimientos de frustración. Esto tiende a
generar una pandilla intrínsecamente tiránica, que utiliza la amenaza y la seducción para
organizar su funcionamiento interno. De acuerdo con esto, lo más frecuente es que se presente
una modalidad de aprendizaje por sometimiento a un líder, que se caracteriza por su rapidez y
gratificación en los miembros dependientes de la sub-pandilla familiar.
Promover la esperanza: se trata de una emoción que se caracteriza por una actitud
optimista y que parece tener sus raíces en un sentido de equilibrio positivo entre las fuerzas
destructivas y constructivas, en el grupo y en el individuo. La conservación de este sentimiento
depende de la capacidad de los miembros de mantener un sentido de proporción. La esperanza
flexible por parte de las figuras parentales, es la actitud que más puede invitar a la identificación
introyectiva, puesto que muestra coraje frente a las consecuencias.

Sembrar desesperanza: se relaciona con el pesimismo, que nace de la rigidez del sistema
familiar o de fuerzas destructivas que abruman al grupo y que obligan a sus miembros a realizar
operaciones de seguridad, razón por la cual el tipo de aprendizaje más frecuente en estos
personajes es el de tipo obsesivo, que en extremo puede producir la retirada de la realidad externa
o de la realidad psíquica, de manera que puede alienar a la familia y a sus miembros de la cultura,
exceptuando algunos elementos útiles que hace que se mantenga una relación destructiva o
parasitaria con la comunidad.
Contener el dolor depresivo: la modulación del dolor es la condición previa para el logro
del aprendizaje a través de la experiencia de los miembros dependientes. Si esta función fracasa
pueden desencadenarse fuerzas fragmentadoras dentro del grupo, circulando así la depresión
persecutoria y la irritabilidad. Si declina la unidad familiar puede prosperar el egocentrismo
generando actitudes individualistas y delincuentes. Si la psicopatología de la madre se expresa
como una fragilidad extrema es posible que se produzcan fenómenos adhesivos en los hijos más
pequeños, que pueden persistir después de la recuperación de la progenitora.
Emanar ansiedad persecutoria: si alguno de los miembros siente como presente una
vivencia de terror, esta puede actuar como foco de la ansiedad siendo proyectada a los más
jóvenes o a los más débiles. De esta manera se pueden socavar las funciones de las figuras
parentales y prevalecer un ambiente de pánico incipiente. Ante la percepción de estos peligros, se
genera un sentimiento de impotencia que puede desencadenar en un tipo de identificación
adhesiva con figuras externas a la familia.
Pensar: es primordial que las figuras parentales sean quienes ejercen esta función, de lo
contrario esta capacidad se verá diezmada ante problemas o situaciones complejas. Cuando la
función no se encuentra al interior del grupo familiar, los miembros dependerán de los valores
tradicionales de los modelos de comportamiento que se encuentran por fuera de su estructura.

Crear mentiras y confusión: es una amenaza constante por parte del mentiroso que se
encuentra al interior de la familia. Se genera incertidumbre en el ambiente que puede llegar a
transformarse en cinismo frente al valor de la verdad y al sentido de ética dentro de la vida
familiar. Es una tendencia esencialmente psicopática, asocial o anti-social que promueve el
desaprendizaje.
Hasta aquí hemos logrado hacer una revisión desde la mirada psicoanalítica de múltiples
vértices, de la importancia de la presencia del padre en el desarrollo emocional de sus hijos,
constituyendo la triada madre – padre – hijo, sobre la cual se van a forjar las relaciones de objeto
posteriores y la posibilidad de una madurez sexual y afectiva.
El Vínculo Madre – Hijo
Se ha realizado un abordaje con respecto a la función del padre que incluye de manera
obligatoria también la presencia de la madre. No podría hablarse de las funciones parentales
excluyendo por una parte a la madre, o por otra al padre, razón por la cual ya en la primera parte
relacionada con la presencia del padre, hemos tenido que incluir a la madre en la constitución del
Edipo en la niña y en el niño y en el apoyo que el padre puede brindar a esta díada.
En principio, la madre es quien tiene el primer contacto con el bebé. Desde el vientre e
incluso antes de concebir a su hijo, ya existe en ella una noción de maternidad, pero más adelante
retomaremos este tema con Lebovici (1989). Por lo pronto, veremos cómo es la llegada al mundo
del niño y cómo es la relación de él con su madre, sus fantasías y las huellas que deja en su mente
este vínculo.
Los sentimientos y fantasías del bebé dejan huellas profundas en la mente del niño y
tienen una poderosa influencia sobre la vida emocional del adulto. Inicialmente, estos
sentimientos son experimentados de acuerdo a las satisfacciones y estímulos del mundo externo,
que se relacionan principalmente con el alimento y el placer que proviene de ser estimulado por
el pecho de su madre. A estímulos gratificantes el niño responde con fantasías placenteras, y a
estímulos displacenteros, el bebé responde con fantasías agresivas. (Klein, 1936)
En los primeros meses de vida, el bebé experiencia impulsos sádicos no solo contra el
pecho de la madre, sino también contra el interior de su cuerpo, tales como los de vaciar su
contenido, destruirlo y devorarlo a través de todos los medios que el sadismo dispone. La
evolución del niño se rige por los mecanismos de la proyección y la introyección. Introyecta
desde sus inicios objetos “buenos” y “malos”, siendo el pecho el que representa el prototipo de
ambas cualidades, bueno cuando el niño se siente satisfecho y malo cuando esta satisfacción le es
negada. Esto último se produce a partir de las proyecciones del bebé, de su propia agresión sobre
los objetos sentidos como malos no solo porque impiden que sus deseos se realicen, sino porque
son sentidos como peligrosos y como perseguidores. Estas imagos que representan un cuadro
muy distorsionado del objeto real, se instalan en el mundo exterior del bebé y también dentro del
yo a partir de los procesos de incorporación (Klein, 1935)
Los métodos de defensa utilizados contra los perseguidores, sean sentidos en el mundo
externo o estén ya internalizados, son los de la escotomización y la negación a la realidad
psíquica, lo cual puede llevar a la restricción de los mecanismos de proyección e introyección y
en consecuencia a la negación de la realidad externa, lo que conforma la base para las psicosis
más graves en la adultez.(Klein, 1935) Las defensas que son típicas del yo precoz y que actúan en
este periodo son los mecanismos de escisión del objeto y de los impulsos, la idealización, la
negación de la realidad exterior e interior y el ahogo de las emociones. También hay varios
contenidos de la ansiedad, como el miedo a ser envenenado o devorado. Estos fenómenos
prevalentes en los primeros meses de vida del bebé, son los que se encuentran posteriormente en
el cuadro sintomático de la esquizofrenia. Este período fue primero denominada por Melanie
Klein (1946) como “fase persecutoria” para luego ser llamado “posición paranoide”, precedente a
la “posición depresiva”. Si los temores paranoides son muy intensos de tal manera que no se
logra superar la posición paranoide, es posible que tampoco se logre superar la posición
depresiva. Así como las dificultades y fracasos en la posición paranoide pueden producir el
afianzamiento de los puntos de fijación de las psicosis, las dificultades durante el período de la
posición depresiva puede provocar trastornos maníaco – depresivos en la vida posterior (Klein,
1946)
Estas fantasías tienen como referente el pecho materno, cuando este no responde de
manera satisfactoria se presenta ante el infante como pecho “malo” o frustrador, al que dirige
todo su odio y agresión a través de la proyección. Al mismo tiempo, el bebé toma para sí mismo
lo que ha percibido del mundo exterior y a través de la fantasía introyecta estas experiencias. En
este sentido, el pecho materno es el primer objeto que es introyectado por el bebé y es el objeto
de todos sus deseos. Para esta autora (1936), el mundo objetal comienza a formarse en los
primeros meses de vida a partir de porciones del mundo que pueden ser gratificantes u hostiles,
de igual manera comienza a percibir a su madre como objeto total. (Klein, 1936)
A la posición depresiva se le atribuye el logro del niño para introyectar el objeto como un
todo, de tal forma que la relación objetal del niño se modifica en su totalidad. Se produce una
síntesis entre los aspectos amados y odiados del objeto total lo cual da origen a los sentimientos
de culpa y de duelo que permiten que se produzca un progreso en la vida emocional e intelectual
del pequeño. De esta manera se transforma la relación del niño con los objetos:
“Los aspectos amados y odiados de la madre ya no son percibidos como tan separados, y
en consecuencia se produce mayor miedo a la pérdida, un fuerte sentimiento de culpa y estados
análogos al duelo, porque se siente que los impulsos agresivos se dirigen contra el objeto amado.
La posición depresiva entra en escena. La misma experiencia de sentimientos depresivos tiene, a

su vez, el efecto de integrar más al yo, porque contribuye a una mayor comprensión de la realidad
psíquica y a una mayor percepción del mundo externo, como también a una mayor síntesis entre
las situaciones internas y externas” (p. 266)
Esta capacidad de percibir objetos externos como totales, es propiciada por la confianza y
satisfacción que le han brindado, papel propio de la madre en la tarea de la alimentación. A través
de esta sensación, el niño va logrando de mejor manera coordinar sus funciones corporales que
ayudan a que pueda adaptarse no solo física sino mentalmente al entorno, es decir al mundo
externo y al mundo interno, pues logra permitirse esperar o sentir de forma menos urgente la
satisfacción a sus necesidades y ayuda a que el niño disminuya sus fantasías terroríficas y
agresivas. Posteriormente estos sentimientos dirigidos hacia el pecho, son transformados en
sentimientos dirigidos hacia la madre como persona, razón por la cual genera tanto conflicto en la
vida emocional del niño que sus sentimientos agresivos y eróticos estén dirigidos hacia la misma
persona. (Klein, 1936)
Cuando el bebé logra percibir la totalidad de la madre, surgen también sentimientos de
culpa por esos impulsos agresivos que fueron dirigidos hacia la misma persona a la que dirige sus
impulsos amorosos. La relación afectiva con la madre depende del nivel de tolerancia que el niño
pueda tener ante este conflicto, de igual manera que la forma como el niño afrontará los futuros
tropiezos que pueda encontrar en su desarrollo psicosexual. Para Melanie Klein (1936) estos
sentimientos tienen largos alcances en lo que tiene que ver con el bienestar mental del niño, su
capacidad de amar a otros y su desarrollo en el ámbito social. No obstante, de esos sentimientos
también se deriva el deseo reparatorio que incluye fantasías de salvar a la madre y que generan
las actividades constructivas futuras en el sujeto. Cuando la relación con la madre no tiene tales
niveles de tolerancia, pueden propiciar la aparición de distintas patologías, que surgen de las
depresiones del niño al no lograr manejar esos conflictos tempranos y que pueden reflejarse en
los sentimientos destructivos que perturban la mente infantil y su desarrollo. (Klein, 1936)
El logro de la introyección de una madre afectuosa y disponible permite que sea una
influencia beneficiosa a lo largo de la vida, que es equiparable al papel que cumple la madre real
en la vida del recién nacido como persona importante para su supervivencia. Así mismo ayuda a
fomentar en la persona confianza de sí mismo y logra la superación de los miedos ante la
posibilidad de tener en su mundo interno objetos malos y persecutorios; de esta manera, ayuda
también a genera la confianza en personas que están incluso más allá del núcleo familiar. (Klein,
1936)
Otra tarea de la madre sería la de traducir esas angustias primarias en elementos
comprensibles para el niño, o al menos “digeribles”. Bion (1962) se refiere a esta situación como
la función de la madre, que es equiparable a la del analista al recibir los contenidos de su
paciente. Esta Función denominada Alfa opera sobre las impresiones sensoriales y las emociones
del infante; si esta opera con éxito se producen elementos alfa que lograrán ser usados por el
pensamiento debido a que pudieron ser digeridos por el bebé a partir de la Función Alfa; si opera
de forma perturbada, estas impresiones y emociones permanecerán inmodificables como
elementos beta, no sentidos como fenómenos sino como “cosas en sí” en el sentido de objetos no
cognoscibles para el género humano. Estos elementos Beta son almacenados en la mente, pero
sólo pueden ser evacuados de allí; se relacionan con recuerdos o hechos que no pueden ser
expresados mediante palabras e ideas al no haberse logrado su “digestión” mental. (Bion, 1962)
La función alfa permite que las impresiones sensoriales de la experiencia emocional
puedan acceder al pensamiento consciente y al pensamiento onírico. Estos pensamientos que al
principio son conscientes, pasan al pensamiento inconsciente con el fin de disponer de mayor
espacio en la conciencia y de esta manera liberarla de carga. Los elementos beta no tienen la
posibilidad de ser inconscientes, por lo tanto no se logra la represión, supresión o aprendizaje.
Cuando la Función Alfa es atacada por el odio o la envidia la posibilidad del contacto consciente
consigo mismo o con otros es destruida. (Bion, 1962)
Cuando la relación con la madre se ve perturbada y el bebé no ve satisfechas sus
necesidades de amor, comprensión y desarrollo mental, concentra su búsqueda solo en el
bienestar material y las comodidades que le brinda un objeto al que no se le reconoce como vivo
y del que dependen estos beneficios, sino como un objeto inanimado. Esta necesidad material
imperante se convierte en una voracidad excesiva y la envidia producida ante el pecho amoroso y
comprensivo plantea un problema para el niño que solo puede ser resuelto mediante la
destrucción de la Función Alfa. Por los temores a la muerte y a la inanición y al mismo tiempo
por el amor y la envidia asociada al odio, el sujeto persigue de modo voraz las comodidades
materiales que de manera insaciable no para de buscar. Esto se debe a la incapacidad de afrontar
las complicaciones emocionales propias de la vida y de su relación con los objetos, por lo que se
dificulta la experiencia de gratitud no solo en sí mismo sino en los demás. Ante la dificultad de
librarse del dolor se experimenta la sensación de la falta y la carencia, de tal manera que para su
alivio la búsqueda se concentra en el objeto perdido, que termina en la dependencia por la
comodidad material determinada por la cantidad del elemento y no por la calidad del mismo. Por
este motivo los objetos que rodean al individuo son de carácter bizarro y son experimentados
como cargados de gran hostilidad. (Bion, 1962)
Esta capacidad de digerir las emociones es comparada por Bion (1962) como un “pecho
psicosomático y un conducto alimentario psicosomático infantil que corresponde al pecho” (p.
71). De la misma manera que en la clínica un analista logra anticiparse a un contenido
inconsciente del paciente, en la Función Alfa la madre puede diferenciar un estado anímico del
bebé antes de que él sea consciente o se dé cuenta de ello. Incorporar un pecho bueno implicar ser
alimentado con leche, amor y calor para que en un futuro el niño logre vivir “la idea de un pecho
ausente” y no la experiencia de un pecho malo presente. (Bion, 1962)
No solo a través de la vía física es comunicado al niño el amor, sino que este también
puede ser expresado a través del ensueño, o lo que Bion (1962) ha denominado “Reverie”. Se
trata de “La fuente psicológica que satisface al niño de amor y comprensión” (p. 73) y que
permite al niño tener la capacidad de beneficiarse del pecho y de la leche que provee. Más
adelante continúa describiendo al reverie como el “estado anímico que está abierto a la recepción
de cualquier “objeto” del objeto amado y es por tanto capaz de recibir las identificaciones
proyectivas del lactante, ya sean sentidas por el lactante como buenas o malas” (p. 74). El
Reverie entonces es un factor que hace parte de la función alfa de la madre. Cuando esta función
se lleva a cabo de manera adecuada, el lactante logra la capacidad para tolerar la frustración y con
ello vivir desde el principio de la realidad, si por el contrario no logra esta tolerancia, los
mecanismos con los que puede funcionar son los de la omnipotencia, en especial la identificación
proyectiva. (Bion, 1962)
Otro autor de nuestro interés para la comprensión del vínculo entre la madre y su bebé es
Winnicott (1958) quien retoma a Melanie Klein (1935) para explicar el lugar de la madre en el
logro del niño al alcanzar la posición depresiva. Con esta posición surge también el sentimiento
de culpa que da por sentado un desarrollo sano en las primeras etapas de vida del infante. En este
periodo es vital la capacidad de la madre para poder sostenerlo no sólo físicamente sino también
emocionalmente en las diferentes situaciones en las que su hijo va atravesando experiencias
complejas. Al darle tiempo, la madre en un intento por recibir y comprender, permite al niño el
impulso natural para dar o reparar. Así el niño descubre que la madre puede sobrevivir y aceptar
las intenciones restitutivas del pequeño y él a su vez acepta la responsabilidad de sus instintos
agresivos. De esta manera surge la capacidad de preocuparse por el otro y un “ciclo beneficioso”
que incluye: 1) experiencia instintiva; 2) aceptación de la responsabilidad, denominada culpa; 3)
la elaboración y 4) el gesto real de restitución. Si en algún punto se perturba este ciclo, el círculo
puede convertirse en maligno en donde aparecería la ausencia de culpa y ciertas formas
primitivas de defensa. (Winnicott, 1958)
Las personas que carecen de la capacidad de preocuparse por el otro sufrieron múltiples
carencias en las primeras etapas de su desarrollo, no tuvieron la posibilidad de acceder a un
escenario emocional y físico que hubiera podido hacer posible el sentimiento de culpa. En ese
sentido, el Yo no tiene la suficiente fortaleza ni la suficiente organización para que pueda aceptar
la responsabilidad de sus propios impulsos, evitando la integración del yo y con ello la
posibilidad de reparar. (Winnicott, 1958)
Cuando al contrario, se logra la suficiente madurez en el desarrollo emocional del
pequeño, así mismo se logra adquirir la capacidad para estar solo. Esto no quiere decir estar solo
realmente, sino estar solo en presencia de otros. Si bien Winnicott (1958) refiere que este
desarrollo se logra en la persona después de haber establecido las relaciones bipersonales, puede
presentarse también en la vida temprana constituyendo así la base para la soledad refinada. La
base de este sentimiento se encontraría en el momento en que el individuo durante su infancia y
su niñez es capaz de estar solo en presencia de la madre, siendo tal situación un momento
paradójico. Para que ello pueda llevarse a cabo debe establecerse anteriormente un tipo de
relación especial entre el infante que se encuentra solo y la madre que se encuentra presente
transmitiéndole al niño seguridad, que en ocasiones puede estar representada en un objeto
distinto. Este tipo de relación se llama “relacionalidad del yo” que en palabras de Winnicott
(1958) tiene que ver con “la relación entre dos personas en la cual por lo menos una de ellas está
sola; quizá lo estén ambas, pero la presencia de cada una es importante para la otra” (p. 38)
Esta capacidad para estar solo, vista en la adultez, también se refiere a la capacidad de
disfrutar la soledad junto a alguien más quien también se encuentra solo, lo cual se traduce en una
experiencia de salud. Esto implica una integración de la personalidad que le permite la sensación
placentera en esta situación sin que ello quiera decir que se retraiga. La capacidad para este
disfrute se relaciona con la experiencia temprana de la escena primaria, en la que a través de la
imaginación se supone a ambos padres inmersos en una relación excitada, por lo que el niño sano
podrá aceptar esta representación dominando el odio y poniéndolo al servicio de la masturbación
en la que el niño acepta la responsabilidad por su fantasía, sea consciente o inconsciente. “Ser
capaz de estar solo en esas circunstancias implica madurez en el desarrollo erótico, una potencia
genital, o la correspondiente aceptación femenina; supone la fusión de los impulsos e ideas
agresivos y eróticos, y también una tolerancia a la ambivalencia; además, habría naturalmente
una capacidad del individuo para identificarse con cada uno de los progenitores” (Winnicott,
1958, p. 39)
Siguiendo en la línea de la madurez emocional, ser capaz de estar solo depende de que
exista un objeto interno bueno en la realidad psíquica del sujeto. Tener una buena relación con los
objetos internos expresa la confianza en las relaciones internas que a su vez proporciona una
suficiencia de vida, así el individuo puede estar temporalmente solo y al mismo tiempo satisfecho
a pesar de que no estén presentes los objetos o los estímulo externos. Para que todo este
desarrollo sea posible, es importante que exista alguien disponible, presente y que no exija nada.
En el infante la experiencia del Ello puede ser fructífera una vez ha llegado el impulso, este
puede ir dirigido al objeto total (madre) o una parte de este, siendo así sentido como real mientras
se encuentre presente. Con el paso del tiempo, la capacidad de prescindir de la presencia real de
la madre se va estableciendo. De esta manera se puede decir que se ha instituido el “ambiente
interno” en la vida psíquica del individuo. (Winnicott, 1958)

Este autor retoma las palabras de Freud (1911) en las que debe considerarse al infante
“siempre y cuando se incluya con él el cuidado que recibe de su madre” para referirse a lo que él
denominó como “no hay nada que sea un infante” (Winnicott, 1960, p. 50). Esto quiere decir que
el cuidado materno y el bebé, juntos forman una unidad y que el estado de dependencia es vital
para la supervivencia del pequeño, más allá de la importancia del ambiente en general. El cuidado
materno involucra la satisfacción de las necesidades específicas, teniendo en cuenta las
cualidades y los cambios de la madre para lograr llevar a cabo esta tarea.
Otro aporte significativo a la teoría del vínculo entre la madre y su bebé, es la de función
de “sostén”: “protege de la agresión fisiológica; toma en cuenta la sensibilidad dérmica del
infante -el tacto, la temperatura, la sensibilidad auditiva, la sensibilidad visual, la sensibilidad a la
caída (a la acción de la gravedad)- y su desconocimiento de la existencia de nada que no sea el
self; incluye la totalidad de la rutina del cuidado a lo largo del día y la noche, que no es la misma
para dos infantes cualesquiera, porque forma parte del infante, y no hay ningún par de infantes
que sean iguales; también sigue los minúsculos cambios cotidianos, tanto físicos como
psicológicos, propios del crecimiento y desarrollo del infante” (Winnicott, 1960a, p. 63)
El sostén tiene que ver con sostener físicamente al pequeño, lo cual equivale a una forma
de amar de la madre con la que puede expresarle su sentimiento afectuoso al niño. De esta
manera se constituyen las primeras relaciones objetales y las primeras experiencias gratificantes
que lo incluyen y coexisten con él. La base de esta satisfacción y de las relaciones es la
manipulación, cuidado y manejo del infante, funciones que se dan por sentadas en la relación con
la madre mientras esta se lleve de adecuada manera y sea lo suficientemente buena. (Winnicott,
1960a)
Una madre suficientemente buena es quien satisface la omnipotencia del bebé y también
le da sentido de manera repetida. Así va adquiriendo vida el “self verdadero”, que tiene que ver
con lo creativo y espontáneo del individuo y la manera como este pude llegar a sentirse real; esto
debido a la fuerza que imprimen los cuidados adecuados de la madre en el Yo débil del pequeño.
Este self verdadero se vuelve real como resultado del éxito de la madre en el desempeño de sus
funciones al satisfacer el gesto espontáneo del niño y las posibles alucinaciones sensoriales. Esto
contribuye a la posibilidad que tiene el niño de reconocer los hechos ilusorios del juego y la
imaginación, lo cual establece la base para el símbolo. (Winnicott, 1960b)
Por otra parte, el fracaso de las funciones de cuidado de la madre provocan una
interrupción en la continuidad de ser del bebé, que se ve reflejado en un debilitamiento del Yo. El
niño de esta manera no puede llegar a entrar en la existencia ya que no se permitió esta
continuidad de ser, razón por la cual la personalidad se cimenta en reacciones a la intrusión
ambiental. En términos más específicos, se hablaría de una madre que no es suficientemente
buena y que no logró instrumentar la omnipotencia del infante, fallando de forma repetitiva en su
función de satisfacer el gesto expresado por su hijo. En esta vía el niño no lograría el inicio del
uso de símbolos, o se interrumpiría apartando al niño del mundo real, es decir, tiene una vivencia
pero de modo falso. El self falso resulta siendo complaciente ante las exigencias del mundo
externo de forma sumisa. De igual manera serían falsas las relaciones que entablaría con otros
que no tendrían otro objetivo que el de parecerse a quienes le rodean, ocultando así su self
verdadero. (Winnicott, 1960b)
Estas interacciones entre madre e hijo también fueron estudiadas por Serge Lebovici
(1989) quien refiere a dos seres humanos que tienen para sí disponibles su pensamiento y su
afectividad. Antes del nacimiento la madre ya ha fantaseado con el bebé que viene en camino,
incluyendo su nombre al cual atribuirá personajes familiares de su pasado como dando
cumplimiento a un “mandato”. La fantasía del bebé también proviene de una serie de “fantasmas
inconscientes” que se ligan al deseo temprano de la maternidad, que en la temprana infancia de la

madre se tradujo en el deseo de darle un hijo al padre. El niño que va a nacer es el hijo
fantasmático de su abuelo materno, razón por la cual la madre permanecerá en deuda con la
propia que se resolverá a través de las expresiones de cuidado y afecto hacia el bebé. Por
consiguiente, la interacción entre madre e hijo dependerá de estas configuraciones: el niño
fantasmático, el hijo imaginario y la capacidad de la madre de integrarlo al hijo real. Estos
intercambios en la díada influirán en la manera como el hijo perciba a la madre a partir del afecto
que ella le transmita a su bebé, el cual se manifiesta en un diálogo permanente que debe ser
sincronizado y organizado que abrigue a ambos en un “baño de afectos” expresado por sonidos,
frases y señales, generando en el niño la capacidad de anticiparse a su madre. En resumen, los
principios que gobiernan el desarrollo interactivo del bebé, tienen que ver con la manera cómo la
madre introduce su pensamiento y sus afectos en el cuidado maternal. (Lebovici, 1989)
Este deseo de ser madre o progenitor se manifiesta desde muy temprana edad tanto en
niñas como en niños. Los fantasmas que nacen en torno a la maternidad dependen del nivel de
desarrollo y de la sexualidad infantil, es decir que de acuerdo a como se llevó a cabo cada una de
las etapas psicosexuales en la niñez se podrían esclarecer las preocupaciones de la madre. Por
ejemplo, en fijaciones orales, la madre tenderá a inquietarse más por el apetito de su bebé, así
como los problemas en la analidad, pueden referir angustia por la retención y el control de las
heces de su hijo. El deseo de la maternidad va más allá del instinto maternal y tiene que ver con
la importancia de los fantasmas del deseo en sí, es decir, a partir de la propia vivencia como hija.
(Lebovici, 1983)
De esta historia parte la interacción entre la madre y su bebé. Ésta es entendida como un
proceso en el que la madre logra comunicarse con su hijo a través de la emisión de “mensajes”,
que el lactante a su vez “responde” a partir de sus propios recursos. De esta manera, la
interacción entre ambos es la base o el prototipo primitivo de todas las formas de relación futuras.
Esta conversación entre ambos se constituye a partir de los afectos, que no solo se transmiten por
medio de las palabras y se produce a partir de la “mutualidad”, como la experiencia afectiva que
ambos miembros de la díada comparten y en los que existe la analogía y la sincronización rítmica
de los estados afectivos. En este sentido madre y bebé parecen “juntos”, pues la experiencia de
placer y los intercambios de diverso contenido son compartidos. (Lebovici, 1983)
La calidad de la relación afectiva depende de los afectos de la madre en el momento en el
que el niño intenta ser más autónomo. Si la madre logra vivir sin excesiva frustración o sin el
sentimiento de abandono, podrá promover en el niño estos sentimientos de autonomización
cuando el interés del niño es desplazado a objetos diferentes a la madre, de tal manera que su hijo
podrá sentir mayor libertad para explorar e investí el ambiente que lo rodea, incluyendo al padre
y a personas allegadas. Si por el contrario, el sentimiento de la madre es de abandono y
frustración, el niño puede llegar a sentir estos mensajes afectivos de manera negativa en sus
intentos de autonomía. En otras palabras, la angustia de separación del bebé evidenciará los
conflictos en sus primeros estadios de la vida mental, y también reflejará la incapacidad de la
madre para elaborar su propia angustia. (Lebovici, 1983)
Podemos observar la importancia de la seguridad de la madre en la confianza básica que
necesitará el niño no solo en sus primeras relaciones de objeto sino en las que posteriormente
habrá de establecer. Por tal motivo, ahora mencionaremos la manera como se pueden ir
configurando estas nuevas conformaciones de vínculos en etapas posteriores al desarrollo
infantil.
Los Nuevos Vínculos
En los anteriores apartados se describió cómo el sujeto va conformando su personalidad y
con ello el tipo de interacción básica con la cual se irán forjando las futuras relaciones con otros.
No podemos hablar de un solo individuo desconociendo el papel que han jugado diferentes
actores en la vida psíquica del individuo, o como diría Freud (1921) en “Psicología de las Masas
y Análisis del Yo”: “En estas relaciones con sus padres y hermanos, con el ser amado, el amigo y
el médico, se nos muestra el individuo bajo la influencia de una única persona, o, todo lo más, de
un escaso número de personas, cada una de las cuales ha adquirido para él una extraordinaria
importancia” (Freud, 1921, p. 2563), es decir, que las relaciones tempranas que mantuvo el
individuo desde el comienzo de su vida y quienes vinieron a ocupar un lugar importante en el
desarrollo de su personalidad influyen de manera significativa en la forma de vinculación en la
adultez.
Para el psicoanálisis, la identificación es la manifestación más temprana de un enlace
afectivo a otro sujeto, y ocupa un lugar importante en los inicios del Complejo de Edipo. El padre
es el ideal del niño, manifiesta gran interés por él, su anhelo es llegar a ser parecido y poderlo
reemplazar en todo. Esto no quiere decir que se trate de una actitud pasiva o femenina en relación
con el padre, sino que es propia de una actitud estrictamente masculina que logra conciliarse muy
bien con el Complejo de Edipo, contribuyendo a su preparación. Al mismo tiempo, o incluso más
tarde, comienza a tomar a su madre como objeto de sus instintos sexuales. De allí surgen dos
tipos de enlaces que son psicológicamente diferentes: por un lado, el de tipo sexual cuando toma
como objeto de deseo a su madre, y por otro, el relacionado con la identificación hacia su padre a
quien considera como un modelo a seguir. Estos dos enlaces logran coexistir por algún tiempo sin
estorbarse entre sí, pero a medida que la unificación de la vida psíquica va tomando su curso,
ambos enlaces comienzan a acercarse hasta encontrarse y así a partir de esta confluencia, nace el
Complejo de Edipo normal. La identificación con su padre entonces adquiere un matiz hostil al
darse cuenta de la manera como él cierra el camino hacia su madre, y así termina fundiéndose en
el deseo de sustituir a su padre cuando se encuentra cerca de la madre. Esto quiere decir, que la
identificación es ambivalente y se puede concretar tanto en una exteriorización cariñosa, como en
el deseo de supresión. (Freud, 1921)
El mismo proceso opera en la actitud de la niña hacia su madre. En este caso, radica una
especial diferencia entre la identificación con el padre, donde el padre es lo que se quisiera ser y
la elección de él como objeto sexual, donde el padre es lo que se desea tener. La diferencia está
en que el factor interesado de la niña sea el progenitor y el del niño, el objeto de su Yo. Por esta
razón, la identificación es siempre posible antes de toda elección de objeto. En palabras de Freud:
“Todo lo que comprobamos es que la identificación aspira a conformar al propio yo
análogamente al otro tomado como modelo” (p. 2585, Freud, 1921)
En diferentes casos la identificación puede resultar de dos procesos distintos. Puede ser por
un lado la misma del complejo de Edipo, en el que se desea de manera hostil sustituir al padre en
el caso del varón, o sustituir a la madre en el caso de la mujer; y por otra parte, puede resultar que
la identificación ocupe el lugar de la elección de objeto transformándose así por regresión, en un
proceso de identificación, esto quiere decir que la elección de objeto llega a ser una nueva
identificación, en donde el yo absorbe las cualidades del objeto. Lo particular de este fenómeno
es que el Yo puede copiar la persona no amada y también a la persona amada. En este caso la
identificación es de tipo parcial y limitada, donde solo se toma un rasgo de la persona – objeto.
Otra expresión de la identificación, que parecería producirse por simpatía en donde no media el
instinto sexual, ocurre cuando uno de los Yoes advierte en el otro cierta analogía con respecto a
un síntoma neurótico y este síntoma es desplazado por identificación hasta el síntoma producido
por el Yo que imita. La identificación que ocurre a través del síntoma evidencia el punto de
contacto de los dos Yoes, que debe mantenerse reprimido. (Freud, 1921)
Winnicott (1941) también llega a preocuparse en la manera como se ejercen las
influencias en la vida psíquica, más específicamente en las relaciones humanas: “Aunque el niño
crece y se torna capaz de desarrollar otros tipos de relación, esa relación temprana persiste
durante toda la vida en mayor o menos grado” (Winnicott, 1941, p. 34). Una de las relaciones
tempranas de mayor influencia son las que se producen en los primeros días de vida y que tienen
que ver con la alimentación, siendo el principal contacto con otro ser humano. El acto de digerir,
ingerir, retener o rechazar no solo se dirige al alimento, sino también a personas, hechos y cosas
que se encuentran en el ambiente del niño, lo cual se encuentra inmerso incluso en el lenguaje
cotidiano.
Según Winnicott (1941), al igual que bebés insatisfechos y madres con deseos imperantes,
también hay personas adultas insatisfechas o con un sentimiento de frustración en las relaciones
con otras personas. Algunos sujetos pueden manifestar diversos sentimientos que aluden a una
sensación de vacío, mostrando la necesidad de encontrar un nuevo objeto con el cual puedan
sentirse llenos, y de esta manera lograr ocupar el lugar del objeto anterior a partir del cual el
sujeto sintió la pérdida, o a través de ideas nuevas reemplazar ideales que se sienten como
perdidos. De no lograr soportar la depresión o la desesperanza, el sujeto sale en búsqueda de una
nueva influencia hasta el punto de sucumbir en ella. De un modo distinto, otros individuos que
buscan comprobar que lo que pueden dar a otros es bueno, aparentan una capacidad grande de
llenar o de entregar a sus semejantes. Inconscientemente podría decirse que la duda persiste en el
sujeto, en el sentido de si lo que se da es realmente bueno, y entonces es él quien logra su
cometido cuando puede evidenciar que puede influenciar a otros. En la relación con el bebé,
podría hablarse de una madre que sobrealimenta a su hijo y que este a su vez presenta una ansiosa
avidez por saciar su hambre. Este tipo de relación entre el que influye y sufre la influencia puede
inicialmente parecer algo genuino, pero puede tratarse así de cierta incorporación de una persona
por parte de la otra, lo cual se vería manifiesto como una sensación de que se trata de una
actuación. (Winnicott, 1941)

Por otra parte, a lo largo del desarrollo emocional del niño es posible observar para la
comprensión de la constitución de las relaciones objetales, el uso de la primera posesión. Donald
Winnicott (1953) introduce con respecto a ello los términos “objetos transicionales” y
“fenómenos transicionales” para referirse a la zona intermedia de experiencia a la que contribuye
la realidad interior y la realidad exterior. Es una zona que no sirve a ningún desafío puesto que no
le es impuesta exigencia alguna, sino que se relaciona con un lugar de descanso para cualquier
individuo que dé lugar a la tarea humana de mantener separadas e interrelacionadas estos dos
tipos de realidades, una zona intermedia entre lo subjetivo y lo percibido como objetivo. En el
bebé existe un estado intermedio entre la capacidad para reconocer y aceptar la realidad y la
creciente capacidad para esto. Se relaciona con la “ilusión”, lo que en la vida adulta es inherente
al arte y a la religión, pero que también puede referirse a la locura cuando el adulto exige
demasiado de la credulidad de los demás cuando los obliga a aceptar sus propias ilusiones. Así
mismo, se puede lograr compartir el respeto por una experiencia ilusoria, y así reunirlas y
conformar un grupo sobre la base de su semejanza, lo cual se equipara a la raíz natural del
agrupamiento entre los seres humanos, reuniones en las que se pueden reconocer las zonas
intermedias de cada uno de los miembros y así complacerse en una especia de superposición o
experiencia en común entre los integrantes de un grupo. (Winnicott, 1953)
La tarea de aceptación de lo que sucede en la realidad externa nunca queda terminada,
esto genera una tensión que aparece en el momento en el que se vincula la realidad interna con la
exterior, por lo que el alivio a esta tensión lo proporciona la zona intermedia de experiencia que
no es objeto de ataques, como en el caso de la religión o las artes. Esta zona es una continuación
directa de la zona de juego del niño pequeño que “se pierde” en sus juegos. Durante la infancia
esta zona es necesaria para la iniciación de una relación entre el niño y el mundo, y es posible
gracias a una crianza suficientemente buena. Para que esto sea así es esencial la continuidad en el
tiempo del ambiente emocional exterior y en algunos momentos del medio físico, para lo cual
aparecen los objetos transicionales (Winnicott, 1953)
Siguiendo con el recorrido teórico relacionado con los nuevos vínculos que establece el ser
humano y sus influencias en la vida psíquica, Leon Grinberg (1978) se refiere a la identificación
como un elemento fundamental para entender el desarrollo y la organización de la personalidad.
Interviene en todas las relaciones humanas “estableciendo la corriente de simpatía entre el
individuo y el objeto, ya que no sólo tiende a asimilar sus actitudes, sus gestos o emociones, sino
que permite situarse en el lugar del otro para comprender mejor su pensamiento y su conducta”
(Grinberg, 1978, p. 7) y no debe confundirse con el proceso correspondiente a la imitación, la
cual implica una un modelo de conducta en donde no se manifiesta la internalización ni la
ligadura con el objeto. La identificación no crea las capacidades para pensar, hablar o fijar metas,
estas aparecen con ciertos matices particulares que han sido tomados de las representaciones del
objeto.
Existen dos tipos de identificación: 1) La Identificación Primitiva, en la cual las fantasías
inconscientes con respecto al self y con respecto a los objetos no han sido diferenciadas por
completo, o también puede suceder que por efectos de la regresión se hayan vuelto a unir
posteriormente al momento en que fueron diferenciados, esta relación se relacionaría con la
simbiosis total y al tipo de relación objetal que se presenta en los primeros meses de vida del ser
humano, de tal manera que la identificación es masiva y total y todo el objeto se encuentra al
interior de la representación del self y viceversa; 2) La Identificación Madura, que para poder
desarrollarse tuvo que haber existido con anterioridad una diferenciación clara entre las
representaciones del objeto y las representaciones del self, así mismo debe existir un grado
adecuado de madurez del Yo. Este último tipo de identificación es selectiva pues toma elementos
parciales del objeto los cuales son incorporados de manera estable a la representación del self en
el Yo, produciendo un enriquecimiento o un desarrollo con nuevas cualidades en el sujeto. Este
tipo de relación es verdaderamente de objeto. En este sentido, la identificación primitiva
correspondería a la identificación proyectiva, y la identificación madura a la identificación
introyectiva, de acuerdo con los conceptos kleinianos. (Grinberg y Grinberg, 1980)
Es la identificación introyectiva parte del desarrollo normal que se inicia en el momento
de la lactancia, cuando el pecho es el objeto de los procesos introyectivos y proyectivos del niño.
La internalización de este proceso es la base para los procesos proyectivos pues el pecho bueno
actúa como asiento de la formación del Yo, precondición para el logro de un Yo integrado y
estable que pueda sostener adecuadas relaciones objetales. De esta manera se propicia en el Yo
un sentimiento de riqueza y abundancia que es proyectado hacia el mundo externo y que no
genera en el sujeto un sentimiento de vacío. Por su parte, la identificación proyectiva “determina
la relación de empatía con el objeto, no solo porque permite poder situarse en el lugar del otro y
comprender mejor sus sentimientos, sino también por lo que evoca en él” (p. 71) El sujeto
ocasiona cierta “resonancia emocional” en el objeto debido a la actitud con la que se muestra
frente a él, en su forma de hablar, de mirar o por el contenido de sus palabras o gestos. Al mismo
tiempo, el objeto produce estas identificaciones en el individuo, generándose dicha dinámica en
el intercambio. (Grinberg y Grinberg, 1980)
Hablar de los procesos identificatorios también incluye la historia en la que se encuentra
inmerso el desarrollo del individuo. Es la influencia en la vida psíquica de los personajes del
pasado y de la historia familiar, por lo cual podría hablarse específicamente de las fantasías de
identificación. Para Alain De Mijolla (1987) estas fantasías son constructos imaginarios e
inconclusos que sirven de argumentos inconscientes a partir de los cuales el sujeto permite que un
personaje de su historia familiar se aloje en una parte de su Superyó o de su Yo. En lugar del
sujeto mismo, este personaje representa un fragmento de cierta importancia en su vida. Así las
fantasías inconscientes de identificación son producto de la represión en los primeros años de la
vida acerca de la curiosidad del niño y sus preguntas acerca de la prehistoria familiar. Estas se
van construyendo a partir de los sucesos reales y las interpretaciones del niño, de tal forma que la
imaginación va ocupando los espacios vacíos de su investigación con secretos y misterios
recogidos por el decir de los padres. (De Mijolla, 1987)
La familia entonces es el principal constituyente de las fantasías de identificación, pues
estas van siendo transmitidas a partir de leyendas, pero también de vergüenzas, de amor y odio
formando una red de representaciones. Los padres no actúan de cierta forma haciendo el bien o el
mal, sino de acuerdo con el pasado que cada uno lleva a cuestas, esto quiere decir que cada uno
reaviva sus orígenes a través de afectos, representaciones conscientes e inconscientes que se
manifestaron en la relación con sus propios padres, lo cual no deja de influir sobre su actitud
actual en el rol de progenitores. De aquí la importancia de los abuelos en la constelación edípica
y su lugar fundamental en las relaciones posteriores. (De Mijolla, 1987)
Según el psicoanalista Marruco (1996), la pareja representa la base de la estructuración
familiar y es ella la que le permite al individuo, luego de la idealización, cumplir en sus próximas
relaciones de objeto en la adultez, con el ideal de completud narcisista que satisfaría el deseo de
la pareja parental. Más allá de la elección de objeto, existe una “pareja enamorada” como
estructuración narcisista inconsciente que cumple la función de recuperar cierta ilusión del
pasado que no se ha perdido y que consiste en el “amor absoluto”. Al mismo tiempo significaría
para cada uno de los miembros de la pareja una forma de “ofrenda” al narcisismo de los padres,
que tiene la finalidad de apaciguar el odio que se fundamenta en la frustración que alguna vez le
produjo no haber satisfecho sus deseos. La pareja se convierte en dos “otros” que recrearían a los
padres de cada uno con el fin de satisfacer el anhelo parental de ser ese ideal de los progenitores.
(Marruco, 1996)
Desde el punto de vista de la intersubjetividad, para Isidoro Berenstein (2004) la familia
reúne dos tipos de vínculo. El primero de ellos, se refiere a la pareja, cuyos integrantes provienen
de una estructura familiar distinta a partir de la cual la diferencia sexual es el punto de partida.
Posiblemente este vínculo produzca novedad debido a que no se encontraba previsto en la
estructura anterior, sin embargo en cada pareja se llevará a cabo un trabajo de ligadura de
diferencias, sin que sean abolidas por el hecho de pertenecer a dicho vínculo, por lo que se
reconoce un momento inicial denominado “encuentro” sexual y amoroso. Este tipo de relación
permite constituir a cada sujeto como singular y específico para ese vínculo, puesto que una vez
se produce el encuentro no vuelven a ser los mismos que eran antes de pertenecer a él. El
segundo tipo de vínculo, se refiere al conformado entre los padres y el o los hijos. El sujeto que
hace parte de este vínculo ocupará lugares que le marcan una pertenencia y que investirán al yo,
de igual manera como el yo investirá estos lugares, convirtiéndolos en propios y limitantes con
otros lugares. Estos son determinados de a pares y por el conjunto, así los lugares de cada uno y
el de los otros al interior de la estructura de parentesco. Algunos de los lugares son: de Padre, de
Madre y de Hijo, personajes del parentesco en los que el yo configura su relación de objeto,
reteniendo el carácter infantil de su constitución. (Berenstein, 2004).
La relación que el sujeto constituye con los otros y el mundo social, lleva a dos tareas
fundamentales: por un lado, inscribir su pertenencia, y a través de la función de juicio, optar por
la manera de pertenecer. Esto conlleva al modelamiento de la subjetividad, lo que afecta la
relación con los otros y altera el mundo del que el sujeto hace parte. Si lo social fuera lo único
determinante, el sujeto sería totalmente dependiente del ambiente, entregado y adherente a la
comunidad, lo que podría anular todo grado de ajenidad y por ende de diferencia. En este campo
se destruirían las otras pertenencias, ante la amenaza de su diversificación, creyendo en la
convicción de que ante la pertenencia social no hay ajenidad y esta solo pudiera ser adquirida
alejándose de ella. Por el contrario, si solo existiera una determinación a partir de los conflictos
internos se observaría a un sujeto enajenado, visto por los otros como extraño por la significación
personal que este le puede otorgar al mundo que lo rodea, por lo que no tendría que modificar ni
observar su modo de pertenencia. La realidad externa entonces, sería vivida como existente por
fuera de él, y su incidencia se registraría por el sujeto como un obstáculo o irrupción que debe
dejar de lado. (Berenstein, 2004).
Ante la pertenencia social cada sujeto es ciego, ya que puede llegar a creer que es lo dado,
lo que no es necesario ser preguntado ni para sí, ni para los otros. En el sujeto, la marca de la
pertenencia familiar o social no es única, y la elección que hace tiene profundas raíces
inconscientes que le hacen decidir cómo incluirse en esa familia o esa sociedad. Existen
pertenencias compartidas y otras que no son posibles de compartir. De acuerdo con esto, la
pertenencia resulta ser un sentimiento así como un componente del sujeto, que es realizado con
otros a través de acciones y prácticas a partir de las cuales se logran subjetivar, cada cual
haciéndolo de modo específico aunque formando parte del conjunto. (Berenstein, 2004).
Son tres las pertenencias recíprocas del sujeto: a) al cuerpo, que lo sostiene y sobre el que el
sujeto marca su pertenencia. Los mandatos y acciones parentales marcan de modo inconsciente lo
que será el deseo, las representaciones del cuerpo y las zonas erógenas. La pertenencia al cuerpo
también puede ser sostenida por los otros, en la medida en que tengan similares modelos
corporales, así como en el caso de la moda, donde existe una forma del cuerpo admitida o
premiada a través de la aprobación social; b) a la propia familia, que según su lugar de parentesco
también le pertenece al sujeto. La familia es sostenida por el sujeto, por lo que en el caso de una
crítica a ella, esta difícilmente es aceptada por el sujeto al tratarse de un sentimiento simultáneo
de ser atacado, de tal manera que la familia también sostiene al sujeto en el sentido de darle el
lugar de parentesco y transmitir el mandato social; c) al marco social, que le pertenece también a
la familia y no solo al sujeto. Debido a que el marco social no es homogéneo, la pertenencia a la
clase socioeconómica va a condicionar al cuerpo, a los vínculos, también al lenguaje y a la
relación social. De esta manera se considera a otros como extranjeros o habitantes de otro país.
(Berenstein, 2004).
La pertenencia resulta ser un sentimiento importante que tiene que ver con la configuración
del vínculo. Encontrarse en la mente del otro y formar parte de un conjunto se relaciona con la
idea de estar vivo. Al contrario, sentir que no se pertenece es como estar fuera del vínculo, del
mundo del yo y del sí mismo, por tal motivo la pertenencia es una estructura inconsciente que se
hace consciente únicamente en las situaciones de crisis para el sujeto. (Berenstein, 1991) Se trata
de la apropiación del sujeto de un espacio y de un lugar, que es confirmado por otro o por un
conjunto, a quien se le exige el acto de repetición de este conocimiento.
Este autor (2004) intenta diferenciar el objeto externo del denominado “otro”, debido a que
el primero está centrado en el yo, de quien es objeto, mientras que el “otro” se opone al yo como
su contrario, ofreciéndole la posibilidad de una característica novedosa que propone la
presentación que excede a la re-presentación y lo enfrenta con el aspecto de la “ajenidad”. Esto
conlleva a que a pesar de la identificación algo del otro no es posible ser incorporado, y aunque
se presente algo semejante o diferente, no se puede homologar, por tal motivo lo “ajeno” es
inherente a la presencia del otro. En este sentido, el sujeto y el otro no son partes de una unidad ni
tampoco correspondientes a una sumatoria; componen una situación de dos. En una relación
significativa, la ajenidad está referida a todo registro del otro que no se logra inscribir como
propio, pero que puede generar un intento por aceptarlo no del todo y a regañadientes. Esta
situación se refiere a la paradoja propia y constitutiva del vínculo. De igual manera el otro
tampoco puede llegar a hacerlo, para lo cual existen dos posibilidades: se puede constituir en un
drenaje narcisístico, por lo que para resistir esa investidura se volverá sobre sí rechazando la
ajenidad; o por el camino de la desilusión, y con ello la posibilidad de establecer un lugar en el
que antes había una herida. En el primer caso, el dolor puede aparecer por la no coincidencia con
esa representación, mientras que en el segundo caso, la novedad tiene lugar debido al trabajo que
se requiere con la presentación del otro. El otro como sujeto se vincula con el yo, para lo cual se
habrán de dar entre ellos una serie de operaciones vinculares y mentales: se pondrán en juego las
representaciones de cada uno, y además de eso deberán dar lugar a nuevas inscripciones, solo por
el hecho de pertenecer a una relación que se origina allí mismo y que determina a ambos de una
manera determinada. (Berenstein, 2004).
Al interior de estos fenómenos vinculares también se presenta la acción del otro sobre el yo
o de este sobre otro, que establece una marca independiente del deseo de quien recibe esta acción.
Se trata de la “imposición” como mecanismo constitutivo del vínculo, y la no tolerancia abre
paso a la violencia, a una acción instituyente que tiene carácter de obligatoriedad y que hace una
marca que aporta un nuevo significado a cada uno de los sujetos. La violencia llega a ser una
acción defensiva cuando los habitantes de ese vínculo, no toleran que su subjetividad sea
modificada por la pertenencia a esa relación, razón por la que se recurre al despojo de las
cualidades de otredad para así anular la ajenidad y hacer al otro semejante. (Berenstein, 2004).
Los fenómenos vinculares y la manera como se van configurando múltiples relaciones de
objeto o con otros, también traen a colación el tema de la Transmisión Generacional. A partir de
Freud (1912) en donde ya se pudo vislumbrar al Superyó como el heredero directo de los padres
desde el Complejo de Edipo, ya se estaba iniciando la búsqueda de lo heredado por ellos en
materia del desarrollo. Allí se refiere, según Kaës (2006), al sujeto del inconsciente dividido en
dos: por un lado, con la necesidad de ser para sí mismo su propio fin, y por otro, la necesidad de
ser un eslabón de una cadena a la que se encuentra sujeto sin que su voluntad esté de por medio.
Cadena de la que se desprenden deseos de los progenitores y sueños que no pudieron realizar, de
esta manera delegados a sus descendientes. (Freud, 1914 citado en Kaës, 2006)
Esta perspectiva ha llevado a Kaës (2006) a considerar al sujeto del Inconsciente como
sujeto de la herencia y como sujeto grupal. Por esto la apuesta de la transmisión es la de la
formación del Inconsciente y de los efectos de la subjetividad que anudados en la
intersubjetividad derivan de él. Así el sujeto del grupo se constituye como sujeto del inconsciente
según dos determinaciones: la primera, dependiente del propio funcionamiento del Inconsciente
en el espacio intrapsíquico; y la segunda, la exigencia de trabajo psíquico impuesta a la psique
por la ligazón que mantiene con lo intersubjetivo, ya que existe una sujeción a los lugares de los
que procede el sujeto como la familia, las instituciones, los grupos, las masas. Siendo así
altamente probable que sean transmitidas algunas formaciones del Inconsciente por la cadena de
las generaciones, de tal forma que se podría suponer que una parte de la función represora está
apoyada sobre ciertas formas de transmisión psíquica, por ejemplo según modalidades de
alianzas, pactos y contratos inconscientes, de donde se pueden derivar rasgos característicos de
las organizaciones, psicóticas, limítrofes y neuróticas; así como también la formación del
Superyó y de las funciones del Ideal pueden estar igualmente determinadas por lo intersubjetivo.
Para Kaës (2006): “La sujeción al grupo se funda sobre la ineluctable roca de la realidad
intersubjetiva como condición de existencia del sujeto humano. Lo ineluctable es que somos
puestos en el mundo por más de otro, por más de un sexo, y que nuestra prehistoria hace de cada
uno de nosotros, mucho antes del desprendimiento del nacimiento, el sujeto de un conjunto
intersubjetivo cuyos sujetos nos tienen y nos sostienen como los servidores y los herederos de sus
“sueños de deseos irrealizados”, de sus represiones y renunciamientos, en la malla de sus
discursos, de sus fantasías y de sus historias”. (p. 17)

A partir de la prehistoria tramada antes del nacimiento, lo inconsciente habrá hecho lo
contemporáneo en el sujeto, pero solo podrá llegar a ser su pensador a partir de los efectos de la
resignificación. La prehistoria a partir de la cual se constituye lo originario, la del comienzo del
sujeto antes a su advenimiento, se encuentra arraigado en la intersubjetividad. Kaës (2006) ha
denominado a ello, la fórmula de decir que el sujeto es en primera instancia un “intersujeto”. Se
refiere al grupo que ha precedido al sujeto, los representantes que han sido para el niño algunos
de estos sujetos y que son quienes sostienen y mantienen al interior de una matriz de investiduras
y de cuidados. Es el grupo el que predispone los signos de reconocimiento y convocación, el que
presenta objetos, asigna lugares, ofrece medios de ataque y protección, traza límites y enuncia
prohibiciones. Allí se cumplen acciones psíquicas que pueden liberar o sostener la represión de
las representaciones, la supresión de los afectos o el renunciamiento pulsional. No existe ninguna
psique humana que deje de efectuar estas acciones psíquicas, a través de las cuales son utilizables
para el sujeto el lenguaje y la palabra de las generaciones antecesoras, las predisposiciones
significantes que ha heredado y de las cuales apropia su uso para sus propios fines. Otra parte le
sigue siendo ajena y si le fue impuesta de puede ser extraña, como una presencia desconocida y
oscura de otro o de más de otro en él. El sujeto de grupo no es el sujeto de un único grupo ya que
en él coexisten varios espacios psíquicos intersubjetivos, a partir de los cuales le han sido
transmitidas formaciones y procesos por la vía psíquica y que el sujeto ha heredado de múltiples
formas: por apuntalamiento, identificación, incorporación, y también a partir de exigencias y
coacciones de represión, convergentes o contradictorias. A través de esos grupos se modifican y
se transmiten las formaciones del ideal, los enunciados ideológicos o míticos, las referencias
identificatorias, los mecanismos de defensa, los ritos y parte de la función represora. (Kaës, 2006)
De esta manera, la transmisión generacional es la manera como verdades, saberes,
emociones y legados se traspasan desde nuestro pasado a nuestro presente haciendo que no se
silencien las voces anteriores. Sin embargo, esta solo puede ser pensada como un sostén siempre
y cuando se cumpla con dos funciones: la de adueñarse de lo que es recibido por los antecesores,
pero también la de darle una nueva forma, a partir de la impresión de nuestro propio sello.
(Gomel, 1997)
Las representaciones transgeneracionales por otra parte, también organizan las elecciones
de objeto incluyendo una especie de presentimiento acerca del tipo de familia que se quiere
conformar, así como también la educación que se les brindará a los hijos, a partir del ideal de
familia que se mantenga inconscientemente. En la pareja, cada cónyuge responde a
representaciones particulares, que pueden incluir fantasías de abandono, de locura, de
delincuencia o de ascenso social. Esto responde a dos tendencias diferentes: una, que se remita a
lo más alejado de sí mismo (elección exogámica) o a lo más cercano (elección endogámica).
(Eiguer, 1998)
4. Objetivos
Objetivo General
Describir los efectos de la ausencia del padre en la configuración de la relación madre –
hijo y en el establecimiento de nuevos vínculos, en dos sujetos que recibieron psicoterapia
orientada psicoanalíticamente y en un grupo de madres solteras.
Objetivos Específicos
Explorar en las fantasías de dos sujetos que recibieron psicoterapia orientada
psicoanalíticamente, las relaciones con su padre interno.
Indagar el tipo vivencia en la relación con el objeto materno, ante la ausencia del padre en
dos sujetos en psicoterapia orientada psicoanalíticamente.

Describir el tipo de relación que se configura con la pareja, en dos sujetos en psicoterapia
orientada psicoanalíticamente, que sufrieron la ausencia del padre.
Analizar en un grupo de madres solteras los efectos de la ausencia del padre de su(s)
hijo(s) en la configuración del vínculo materno – filial.
5. Categorías Descriptivas
1. La Experiencia de Ser Hijo: Esta categoría se refiere a las vivencias y fantasías en la
relación con ambos padres tanto como objetos internos como objetos externos. De esta manera se
refiere a la experiencia del sujeto en el lugar de hijo, como elemento de comprensión para el
lugar que ocupa en la actualidad al interior de su núcleo familiar.
2. Procesos Identificatorios: Hace referencia a la manera como los sujetos han asimilado la
experiencia con sus padres como objetos internos y externos, de tal manera que dichos procesos
sirven de base para la constitución de la propia personalidad. Esta categoría se divide en dos sub-
categorías más a saber:
a. Identificación con los Objetos Internos: La manera como el individuo posee una
vivencia en su mundo interno de la experiencia con ambos padres y como se
apropia de ella como modelo para su desarrollo.
b. Identificación con la presencia y/o ausencia de las figuras parentales: Esta sub-
categoría se refiere a la vivencia con los objetos externos (lo que hacen entre los
dos), ya sea de la apropiación de las experiencias cuando uno de los padres se
haya encontrado presente o se haya encontrado ausente en su desarrollo.
3. Búsqueda por el Objeto Ausente: A partir de la experiencia infantil con el padre ausente,
se refiere a la manera como el sujeto a lo largo de su historia vital ha persistido en la búsqueda de

dicho objeto, de forma que se ve afectada la relación madre – hijo o la conformación de nuevos
vínculos durante la adultez.
4. Expectativa por la Respuesta del Objeto: Se refiere a la manera como se desarrollan los
procesos internos del sujeto en relación a las expectativas del objeto. Estas respuestas pueden
referirse a las fantasías de abandono o ausencia de acuerdo con la experiencia del individuo con
los objetos primarios y su experiencia temprana lo cual va constituyendo la forma como el sujeto
fantasea buscar o enfrentar a otros sujetos al tratar de relacionarse.
5. Ajenidad: Es una característica inherente a la presencia del otro como sujeto que no puede
ser incorporado ni homologado por el sujeto. Se refiere también a todo registro del otro que el yo
no puede inscribir como propio a pesar de que se trate de un intento permanente por cada uno de
los sujetos.
6. Pertenencia: Se trata de la necesidad del sujeto de hacer parte de un vínculo. Esto implica
el sentimiento de hacer parte de un conjunto y estar en la mente del otro. Es una estructura
inconsciente que puede llegar a ser consciente en situaciones críticas cuando el sujeto se siente
excluido del marco vincular y tiene que ver con la forma como se apropia el sujeto de un lugar
determinado y de un espacio, que resulta ser confirmado por el otro o por un conjunto. Este
sentimiento también puede ser vivenciado como el deseo de poseer lo ajeno del otro, pero
también permite que se posibilite el vínculo invistiéndole con una marca única que hace parte de
cada relación que se conforma con el otro o con otros, es decir que posibilita la construcción de
un “entre” dos o más.

6. Método
6.1 Diseño
Esta investigación – intervención es de corte hermenéutico, de tipo cualitativo descriptivo.
Con este tipo de estudio se busca el acercamiento y la interpretación de una realidad que más que
afectar a un solo individuo afecta a la familia y con ello a la sociedad. En tal perspectiva, es
importante que el método sea lo más acertado posible en el sentido de no apartarse de la realidad
para observarla, sino como lo manifiesta Bonilla y Rodríguez (1997), se debe reconocer que la
“despersonalización” no es posible, y el investigador como miembro de la sociedad debe estar
comprometido con los sujetos con los que realiza su estudio, para de esta manera permitir que sus
vivencias sean expresadas con mayor facilidad y así poder sistematizar el conocimiento que estos
individuos tienen de su realidad.
En los estudios cualitativos se pueden encontrar maneras más flexibles de aproximarse a
la realidad ya que sus etapas son menos estandarizadas, y se desea que surjan en el camino
nuevas concepciones; por este motivo esta investigación se dirige más hacia la inducción
evidenciando mayor énfasis en los conceptos que van surgiendo con el tiempo acerca de las ideas
que se van gestando a partir del material encontrado. Este tipo de investigación se orienta a la
comprensión y a los diferentes puntos de vista de los participantes haciendo un intento por
entender desde el interior, razón por la cual la experiencia individual se convierte en un dato
esencial. (Deslauriers, 1998)
En ese sentido, la investigación basada en la teoría psicoanalítica, o mejor aún, la
investigación “con” psicoanálisis exige seleccionar un tema social con el mismo rigor científico
que tendría el estudio de un investigador social. (Gallo, 2002) De igual manera, la investigación
“con” psicoanálisis tiene como objetivo hacer un sistema teórico del mismo, buscando la utilidad
en la investigación y en la acción, es decir, que puede llevarse a cabo fuera del consultorio o a
través de modalidades que no necesariamente equivalen a la psicoterapia. (Gallo, 1999) Así este
diseño metodológico no solamente estará orientado a la intervención terapéutica individual, sino
que también se aplicará el trabajo con psicoanálisis en el escenario grupal con respecto al
fenómeno de la ausencia paterna.
Para definir al psicoanálisis y a la psicoterapia derivada del mismo, Laverde (2008) refiere
que ambas ciencias tienen como objeto de estudio las motivaciones dinámicas inconscientes del
ser humano, lo cual en sí mismo determina el método relacionado con la observación
participante, intersubjetiva y relacional. Así mismo el psicoanálisis se basa en los hallazgos
clínicos, que a su vez son empíricos y por tal motivo se habla de una disciplina científica, que es
sistemática, autocrítica y metodológica. De esta manera el método clínico basado en la teoría
psicoanalítica es intersubjetivo y se basa en la relación vivencial y cognitiva. (Laverde, 2008)
Para el caso de esta investigación, el abordaje de esta problemática social se refleja en la
experiencia terapéutica individual y grupal, surgiendo así categorías desde el marco teórico y
desde la revisión del material lo cual dio origen a la temática de esta investigación. Estas
categorías descriptivas sirvieron del marco interpretativo con la finalidad de buscar la
comprensión del fenómeno psicosocial relevante en este estudio relacionado con los efectos del
padre ausente en el vínculo con la madre y/o la pareja tanto en la intervención individual como en
el trabajo grupal con madres solteras.
En la experiencia terapéutica individual se llevó a cabo la psicoterapia orientada
psicoanalíticamente, de tal manera que el terapeuta durante estas sesiones asumió una “actitud
psicoanalítica” apoyada en la regla fundamental de la libre asociación por parte de los sujetos que
aquí participaron como pacientes, a partir de la cual según Arcila (1980), el terapeuta ha de tomar
una posición de escuchar con sabiduría, interesándose por todas las manifestaciones allí presentes
de forma activa, pero también atendiendo a lo que no se dice de manera consciente o

inconsciente. De igual manera los afectos del terapeuta pueden ser utilizados para la comprensión
acerca de lo que se dice siendo “transmutados” en el entendimiento psicoanalítico. En otras
palabras, el terapeuta puede usar su propio inconsciente como órgano receptor (Freud, 1912 en
Arcila, 1980) En esta medida el entender del terapeuta sería el entender en potencia del paciente
y en la medida en que comprende lo que escucha es más viable para el sujeto comprender así
mismo lo que le sucede. Por ese motivo, lo primero antes de cualquier señalamiento es fortalecer
el vínculo terapéutico a través del permanente interés del terapeuta a partir de la libre atención
flotante. (Arcila, 1980)
Según Fiorini (2001) la actitud por parte del terapeuta en la psicoterapia de orientación
psicoanalítica debe ser neutral, de respeto, atención y capacidad de escucha, además de la no
invasión, no manipulación y no gratificación de los impulsos tanto del paciente como del
terapeuta. Este tipo de terapia individual debe transcurrir como un modo de pensar, de conectarse
con la emoción que en suma es la conexión con la vida en un transcurrir de emoción – acción –
pensamiento. De esta manera, la comprensión sería el momento en el que se registra ese mundo
inconsciente que ha sido desplegado en la sesión y la interpretación se indicaría no como un
saber, sino como un ensayo o una hipótesis que se encuentra sujeta a la evaluación, la asimilación
o modificación del paciente.
Para Amorin (2001), la psicoterapia psicoanalítica no presenta grandes desviaciones con
respecto al psicoanálisis, sino que opera sobre dos principios fundamentales para producir la cura
que sobreviene como añadidura y el análisis en sí del paciente, estos son: la atención flotante y la
asociación libre. El psicoterapeuta psicoanalítico al igual que el psicoanalista utiliza herramientas
idénticas en su trabajo, tales como la interpretación, la construcción y el señalamiento. (Amorín,
2001)
Con respecto al trabajo grupal con madres solteras, se tomó en cuenta la perspectiva de
los Grupos de Reflexión trabajada por Marcos Bernard (1991) en la que señala dos niveles de
profundización: por un lado, de solo observación y respeto por lo que en el grupo se dice, en el
que se vislumbraron las problemáticas específicas; y por otro, el nivel de mayor profundización
que busca determinantes específicos y es como la “infraestructura” de las temáticas que fueron
emergiendo en su propia dinámica.
Estos grupos buscan también una ganancia terapéutica, se trata de un intercambio de
fantasías que permite la transferencia en el momento en el que se constituye el aparato psíquico
grupal, con sus propios contenidos psíquicos que también pueden ampliarse de contenidos que
provienen de lo extrapsíquico atravesando el psiquismo de cada uno de los integrantes. La
interpretación va orientada al favorecimiento de ese intercambio que también puede encontrar la
oportunidad de apuntalar hacia la elaboración de determinadas situaciones problemáticas en los
sujetos (Bernard, 1996).
En la línea de Käes (1995) el grupo tiene una propia realidad psíquica que se conforma de
manera inter y trans psíquica y que incluye parte de la realidad psíquica individual. Al interior de
los grupos se establecen espacios psíquicos grupales que responden a una lógica grupal y que
hacen parte de un pensamiento grupal, de tal manera que el grupo se constituye por las
proyecciones en él de lo subjetivo de cada sujeto, a la vez que cada sujeto introyecta lo
construido por el grupo y cada uno de estos movimientos es singular en cada sujeto. En ese
sentido, el grupo pone al sujeto en una posición paradójica, pues el adentro y el afuera se
encuentran en un lugar no determinado, que permite que para cada sujeto el “afuera” represente
una prolongación de los grupos internos.
Este espacio grupal busca entonces que el sujeto además de reflexionar y expresarse a partir
de nuestro foco de atención, tenga un espacio de acompañamiento terapéutico, en el sentido de

Cavagna (1994): practicar y vivenciar un rol de protección, apoyo, sostén, soporte y sobre todo
de contención permanente. Esto implica tener la experiencia con el sujeto acerca de su mundo
interno, lo cual supone un compromiso emocional con esa persona, o con estas madres solteras de
acuerdo al objeto de investigación. Tiene que ver con la función de “maternaje” en tanto que sus
funciones principales se adecúan a un lugar de continente.
6.2 Participantes
Se tuvieron en cuenta dos pacientes, hombre de 26 años y mujer de 21 años de edad,
quienes acudieron a Consultores en Psicología de la Pontificia Universidad Javeriana y llevaron a
cabo un trabajo de psicoterapia orientada en psicoanálisis con una frecuencia de una a dos
sesiones por semana.
Así mismo un grupo de 5 mujeres cabeza de hogar quienes actualmente no reciben apoyo
económico y/o emocional por parte del padre biológico de sus hijos.
6.3 Instrumentos
En concordancia con el tipo de investigación, el objetivo de describir los efectos de la
ausencia paterna en el vínculo con la madre y la pareja y el tipo de población al que se acudirá
para lograr comprender dicha problemática, necesitará unos instrumentos específicos para el
abordaje individual y grupal que se plantea en este estudio.
A partir de la mirada inductiva, se parte de los casos clínicos sobre los cuales se planteó el
problema de investigación y con los que se permitió la construcción de un marco teórico. Por este
motivo se utilizaron los protocolos de sesión que, sometidos a un ejercicio académico de
supervisión, hicieron de las categorías de análisis un elemento emergente. De igual manera se
trabajó con las transcripciones realizadas de cada una de las sesiones llevadas a cabo en los
grupos de reflexión.
Desde las categorías descriptivas se retomaron tanto los casos individuales recogidos en los
protocolos como las sesiones de grupo grabadas y transcritas, para el estudio del fenómeno de la
ausencia paterna y su afectación en las relaciones madre – hijo y/o pareja, a través de unas
matrices de análisis (ver anexos) a partir de las cuales se sintetizaron y sistematizaron los
resultados.
En psicoanálisis, el análisis de protocolos es realizado en la investigación clínica clásica
que busca que el analista reconstruya lo que ha ocurrido en la sesión. En la elaboración de este
tipo de registro, existe un componente personal del analista basado en la relación que sostiene
con su paciente y que se establece al interior del encuadre terapéutico, para posteriormente
llevarse a cabo el análisis y teorización clínica. (Laverde, 2008)
Respecto al trabajo grupal, se basó en la metodología del grupo de reflexión, que como se
dijo anteriormente, se basa en la observación de la dinámica grupal en la que se busca obtener
cierta ganancia terapéutica.
6.4 Procedimiento
La realización del estudio se llevó a cabo en diferentes etapas.
PRIMERA ETAPA: En este primer momento se identificó la problemática a lo
largo del proceso terapéutico con los dos sujetos participantes de la investigación. Desde allí
se fundamentó y justificó teóricamente la necesidad de describir y comprender los fenómenos
psíquicos y los efectos en el vínculo materno y de pareja de la ausencia paterna.
SEGUNDA ETAPA: Se prosiguió a la elaboración y rastreo descriptivo de las
sesiones individuales a partir de la realización de protocolos. Enseguida se identificaron las
diferentes temáticas de interés en este estudio que fueron manifestadas a lo largo de la terapia
y que han sido el objetivo de esta investigación, para lo cual se seleccionaron las sesiones que
fueran más relevantes para el desarrollo de las temáticas acerca de la ausencia del padre y sus
efectos en la relación con la madre y/o con nuevos vínculos.
TERCERA ETAPA: Con base en las temáticas identificadas a partir de los procesos
individuales, se construyó un marco referencial teórico relacionado con las temáticas
identificadas en el rastreo inicial de los protocolos, de tal manera que como herramientas
conceptuales, permitieron la comprensión de lo planteado en la investigación.
CUARTA ETAPA: A la luz del marco referencial y el rastreo de los protocolos de
sesión, emergieron seis categorías de análisis, a partir de las cuales se buscó desarrollar el
análisis y discusión de los resultados tanto individuales como grupales.
QUINTA ETAPA: Se llevó a cabo un grupo de reflexión con cinco madres cabeza de
hogar referido al tema de la ausencia paterna y su afectación en el vínculo con sus hijos. El
trabajo de la terapeuta se encaminó a brindar contención y permitir algún grado de movilidad
psíquica en las mujeres acerca de lo que se reflexionó.
SEXTA ETAPA: Se realizó el análisis y discusión de los resultados tanto en el nivel
individual como en el grupal, para lo cual se utilizaron matrices de análisis con el fin de
identificar para cada categoría aspectos comunes y relevantes, así como también novedosos
que buscaron contrastar las hipótesis planteadas inicialmente en el planteamiento del
problema de esta investigación.
7. Resultados
A continuación se describirán los resultados encontrados tanto en la intervención clínica
individual como en el trabajo reflexivo grupal a partir de las categorías de análisis propuestas :
PRIMER PACIENTE. JAIME, 28 AÑOS
La Experiencia De Ser Hijo

La experiencia de Jaime en el lugar de hijo, marca la pauta para el lugar que actualmente
intenta ocupar como padre, situación que pareciera complicar el desempeño de sus propias
funciones paternas y de pareja. A partir del discurso del paciente se observa la vivencia real de
maltrato y abuso prolongado durante la infancia de parte de su padrastro y de su mamá:
“Lo que pasa es que en mi niñez viví cosas muy feas, sufrí mucho y yo vivía con mi
padrastro. Él todos los días le pegaba a mi mamá muy duro, le daba unas golpizas espantosas
delante de mí y de mis hermanos, a mí también me pegaba muy fuerte, me maltrataban mucho y
mi mamá también, me decía cosas muy feas, ella me insultaba y me pegaba con lo que se
encontrara, con palos, varillas o cables y aunque yo se los escondiera ella siempre encontraba
algo para pegarme duro. (Llora)… Y es que a mí mi padrastro me abusaba, eso fue mucho
tiempo desde pequeño…” (Sesión 1).
La imagen de sí mismo, frágil y vulnerada, se sumerge en un estado mental de súplica y de
sometimiento para apaciguar al objeto: el paciente intentaba defenderse de su agresor pero él lo
superaba en agresión, dejándolo con la única alternativa de someterse en la que no había espacio
para la expresión de sus emociones sobre todo hostiles. El abuso sexual del que era víctima
pareciera haber asociado la violencia con los sentimientos amorosos, lo cual pudo llevarlo al
sentimiento general de confusión, tanto de los sentimientos eróticos hacia su madre, como hacia
su figura paterna:
“Yo no entendía que era lo que me hacía pero lo único que le decía era que no me hiciera
más eso que a mí no me gustaba. Él me amenazaba con que no le contara a nadie, que si yo le
decía a alguien me pegaba o me hacía cosas peores” (Sesión 1).
Jaime fue testigo presencial de una escena primaria concreta y violenta, que no logró
elaborar ni comprender a través de ningún objeto continente. Situación que pudo sumarse a la
configuración de una sexualidad perversa percibida por él al interior de su familia:

“Mi cuarto era al lado del de mi mama yo escuchaba todo, yo escuchaba cómo la
obligaba” (Sesión 1).
Con esto, es posible dar cuenta de la manera como se dispuso el desarrollo psicosexual del
paciente y su posición en la triada edípica, los cuales se vieron fuertemente perturbados:
El agresor, en tanto figura de padre, estimula prematura y agresivamente las zonas erógenas
negándole al niño la oportunidad de recorrer de modo imaginativo y creativo el desarrollo de su
sexualidad.
Se promueven prematuramente el erotismo (oral, anal y genital) hacia la figura del mismo
sexo (el padre o su representante), erotismo infundido de sadismo (oral, anal y genital).
Hacia la figura materna se movilizan sentimientos sexuales de meta inhibida, más acordes a
las etapas del desarrollo psicosexual; sin embargo se observa que el paciente no logra encontrar
satisfacción en la relación con la madre puesto que no le da la oportunidad simbólica de
representar al padre, ni le permite interpretar fantasmáticamente la posición de cónyuge. Al
contrario, pareciera culparlo y castigarlo por la ausencia del padre (el padre biológico que
abandonó el hogar y el padrastro que se va encarcelado) y no le da lugar de hijo en tanto ignora
que necesite un padre:
“Ella fue con nosotros a poner la demanda y eso fue un proceso largo y se lo llevaron a la
cárcel. Y esa fue una promesa que me hizo mi mamá, que ella no volvería con él ni permitiría
que me pasara eso otra vez. (…)Yo tenía que ayudar en la casa (…) Un día de esos, llegué muy
tarde a mi casa… y mi mamá me estaba esperando. Apenas llegué me dijo quítese la ropa que
eso se lo di yo y lárguese de la casa que ya no puede vivir aquí. (…) Pero igual mi mamá rompió
con la promesa, ella decía que mis hermanos necesitaban un papá. Me da rabia pensar eso, si yo
nunca tuve uno y ella nunca dijo que yo lo necesitaba…” (Sesión 1).
La culpa frente al abandono paterno también se presenta en el lugar que le es dado al
interior de su segunda familia (tíos-padres), en la que se siente culpabilizado por el
distanciamiento y posible ruptura de la pareja conyugal:
“Yo tenía como 6 años y la vi a ella con un vecino de donde vivíamos antes, entonces yo le
conté a mi tío que la había visto, y esa vez le pegó y casi la echa. Y la segunda vez fue por lo
mismo, yo tenía unos 12 años y ella comenzó a salir con un tipo de los que vivía en la misma
casa y yo también fui a contarle a mi tío. Ella dice que ella nunca tuvo nada con él, que era solo
un amigo y que por mi culpa le había hecho pasar un problema muy grande con el esposo que
casi le cuesta el matrimonio”. (Sesión 4).
Este complejo de Edipo basado en la relación perversa de incesto con su padrastro y de
rivalidad con su madre, trastoca las funciones y roles familiares; por ejemplo se observa a la
madre asumiendo la tarea de prohibir el incesto, generando un límite entre el niño y su objeto de
deseo incestuoso, o a la familia extensa asumiendo las funciones introyectivas, cuando la pareja
paternal se encuentra incapacitada.
Se observa, entonces que Jaime vivió a sus padres como objetos no continentes; por un
parte son objetos intrusivos-atacantes y por otro, objetos expulsivos-abandónicos:
“Yo he pensado mucho y es que no sé… a veces me acuerdo de cómo me trataba mi mamá,
de cómo me maltrataba”. (Sesión 6)
“Cuando tenía 8 años yo trabajaba, yo me iba de “pato” en un bus, de ayudante con los
conductores y mis amigos eran ya grandes. Yo tenía que ayudar en la casa (…) Un día de esos,
llegué muy tarde a mi casa… y mi mamá me estaba esperando. Apenas llegué me dijo quítese la
ropa que eso se lo di yo y lárguese de la casa que ya no puede vivir aquí. Y yo tuve que salir a la
calle desnudo (llora)” (Sesión 1)

Se observa cómo es precisamente el desarrollo físico del paciente el que va a determinar un
cambio crucial en la dinámica de la relación perversa (padrastro-Jaime) y del sistema familiar.
Cuando Jaime ingresa a su adolescencia y su cuerpo va adquiriendo rasgos masculinos
secundarios surge el paso al acto de la fantasía de venganza y de dar muerte al padre:
“Con unos amigos que tenía les dije que quería que él desapareciera. Unos amigos de
ellos me dijeron que me hacían la vuelta si yo les decía pero primero quería advertirle que tenía
que irse o que yo lo sacaba y yo compre un cuchillo para tenerlo en la casa. (…) Un día que no
pude más y me levante y así fuera más pequeño que él lo iba a enfrentar, no me importaba lo que
pasara. Me levante y entre al cuarto y le dije que se tenía que ir, que él estaba advertido o que yo
lo sacaba; y él me miraba mal y no me hacía caso, hasta que lo seguí insultando muy feo para
que se pusiera bravo y saliera. Y se levantó e hice que saliera de la casa y entonces cerré la
puerta. Y él se quedó por fuera y yo llame a mis amigos y lo buscamos por mucho rato pero
nunca lo encontramos y no volvió”.
Así mismo, logra quedarse con la madre con quien sostiene una relación de rivalidad y
competencia y de quien proviene el sentimiento permanente de expulsión del núcleo familiar,
reflejado en un resentimiento no elaborado. Durante la adultez la venganza también se expresa de
manera inconsciente y se dirige contra el objeto materno y sus representantes, en este caso a
través de la esposa:
“La verdad es que me acuerda a mi mamá, a como era ella cuando yo estaba pequeño y
como me trataba de mal y por eso me da mucha rabia y me enceguezco” (Sesión 2).
Las vivencias traumáticas que tuvo como experiencia en la niñez, han promovido un gran
monto de agresión que no ha sido posible elaborar o expresar en ningún momento de su
desarrollo y que ahora se presentan como “acting out”, de tal manera que no posibilitan la
comprensión en el sujeto y por ese motivo generan al mismo tiempo una gran cantidad de dolor
psíquico:
“Yo sé que usted tiene razón en decir que dentro de mí hay un niño resentido y con mucha
rabia, pero no sé qué hacer con eso, no sé qué hacer para no sentir dolor y para no sentir que
me agreden cuando no es así y que reacciono de mala manera. Es que yo a veces reacciono así y
no sé por qué, no sé cómo controlarlo” (Sesión 7).
Una vez descarga la agresión contenida en diversos objetos que difícilmente diferencia,
Jaime exterioriza su fuerte temor por la retaliación. De esta manera, la canalización de estos
impulsos hostiles a los representantes de las figuras paternas es contestada con un gran monto de
culpa:
“Creo que de pronto si tiene que ver con todo esto que me pasó con mi mamá. Y la otra vez
me quedé pensando en lo que le dije y de pronto la hice sentir mal (una crítica por la seriedad de
la terapeuta). ¿Te hice sentir mal?” (Sesión 4).
De la misma manera que expresa su temor de haber dañado al objeto (terapeuta-madre),
también emerge en él este mismo sentimiento en la relación que sostiene con otras mujeres y de
las cuales no logra diferenciar a su madre. La experiencia como hijo es vivida por este paciente
de manera confusa pues dichas situaciones violentas suscitan en él sentimientos de odio y amor
que no encuentra cómo expresar y elaborar, por lo que pareciera que su búsqueda actual tuviera el
objetivo de hallar un objeto continente que él, de manera inconsciente termina por alejar. Se trata
de una paradoja en la que por una parte, busca una madre en otras mujeres diferente a la que ha
vivenciado en su infancia sin lograr aceptar las experiencias que ha sostenido con ella y de quien
no puede tener una expectativa diferente, pero por otra parte, de manera inconsciente espera
también el rechazo y la expulsión del objeto materno frente a lo que finalmente el paciente se
somete y en la que el sujeto queda totalmente negado y desubjetivado.

Procesos Identificatorios
Al interior de la experiencia de ser hijo, es posible observar cómo son afectados
negativamente los procesos identificatorios del paciente, que no han permitido a Jaime llegar a un
estado mental de mayor integración. Estas vivencias infantiles han promovido una atmósfera
interna de persecución y melancolía. En el mundo interno de Jaime se viven unos objetos
predominantemente persecutorios-envenenados-dañados o ausentes:
“Mi mamá me llamó ayer y me preguntó que qué me pasaba y ella me dice que piensa que
a lo mejor me están haciendo brujería. Porque nada me sale bien y no tengo ganas de nada,
estoy muy desanimado, no puedo mejorar las cosas ni siquiera en mi trabajo, yo creo que me van
a echar, mi jefe me ha perdonado muchas, pero ni siquiera he terminado un trabajo que me pidió
hace tiempos. De hecho creo que estuve incapacitado tres días porque comí algo dañado y yo
hubiera podido trabajar así pero no quise ir así pudiera” (Sesión 10).
La fantasía inconsciente relacionada es la de haberse comido a la madre dañada, objeto con
el cual también se siente identificado. Esta vivencia interna se relaciona con el sentimiento de
incapacidad y minusvalía que manifiesta Jaime y por la que se siente impotente frente al mundo
externo, sin cualidades qué brindar a las personas con las que conforma un vínculo. Los objetos
buenos, pensadores y contenedores carecen de fuerza, están moribundos o ausentes:
“Ellos (sus padres - tíos) no se preocupan tanto. Nunca me buscan. Yo a veces tengo miedo
que todo esto tenga que ver como dicen algunos, con lo que pasa en la niñez (…) Yo me la paso
pensando todo el tiempo, a veces me da mucho miedo volverme loco y no poder con tantos
pensamientos. En la oficina es así, me la paso pensando y no puedo hacer lo que me toca. Ya
nadie me habla y yo tampoco respondo nada, me quedo callado” (Sesión 10).
El self es sentido como empobrecido pues no un objeto suficientemente bueno que logre
acompañar y posibilitar el pensamiento acerca del sufrimiento que ha experienciado a lo largo de

su desarrollo. De esta manera se reviste de fuertes mecanismos defensivos a través de los cuales
intenta alejarse del dolor, pero que también señalan su fuerte necesidad de ser contenido ya que el
temor a la locura expresa, un sentimiento de derrumbamiento próximo al permitirse estar más
cerca de sus emociones más primarias. En ese sentido, el propio self se debilita dentro de está
atmósfera:
“(…) Es todo, todo lo malo que he hecho. Nada de lo que haya hecho ha estado bien,
siempre la embarro sobre todo con los que más quiero. Ni siquiera siento que haya hecho algo
en la vida, creo que todo ha sido tiempo perdido, que tengo ya la edad que tengo y no tengo
nada, ni he construido nada. Yo solo siento odio, que se me va acumulando y que me alimenta,
de eso me alimento todos los días” (Sesión 4).
Es posible observar en el sujeto el resentimiento interminable hacia el objeto dañado que
permanece en su mundo interno y que lo invade. Frente a todo el dolor y la persecución interna, y
a la falta de una capacidad para pensar genuinamente tanto en el self como en estos objetos
dañados, Jaime ha implementado diversas defensas. Dentro de ellas se observa el predominio de
la escisión, que se expresa en las partes buenas del objeto que el sujeto busca en un primer
momento cuando inicia una relación (idealización del objeto), pero que posteriormente siente
como amenazantes (denigración del objeto).
Los objetos materno y paterno se escinden en objetos idealizados y denigratorios, sin
embargo la intensidad de la defensa dificulta la integración de los objetos y fomenta la
desconfianza; por ejemplo se vive al objeto materno idealizado como traicionero, tornándose
fácilmente en perseguidor y tirano:
“He pensado si todo esto que me ha pasado es como una venganza (…). Lo que pasa es
que ahora creo que mi mamá (tía) le contó algo a la mamá del niño, de infidelidades, porque ella
me lo dijo, que mi mamá le había dicho que yo había salido con muchas mujeres mientras estaba
con ella. Entonces siento que me traicionó” (Sesión 4).
“Mi mamá (tía) era la única persona que me escuchaba, la que sabía todo y a la que le
contaba todas mis cosas (…). Entonces siento que me traicionó, que me hizo daño, por qué tenía
que contarle eso a mi esposa si yo se lo conté porque confiaba en ella. Ella era la única persona
buena para mí” (Sesión 4).
Correspondientemente el self también se escinde en respuesta a la incomprensión de sus
vivencias infantiles y a las confusiones que han surgido en la medida en que ha confundido su sí
mismo con el objeto que ha propiciado tanto sufrimiento. El niño que fue sometido durante su
infancia pero que también infundió cierta esperanza es borrado al igual que sus experiencias
amorosas. Lo que permanece como detenido en el tiempo es la experiencia de dolor y rabia en
contra del objeto:
“Como si hubiera dos Jaimes. Esos borrones son de otro Jaime que no soy yo…” (Sesión
2).
La escisión de los objetos se manifiesta a tal punto en el que es la despersonalización y su
temor a la locura, parecieran hacerse presentes, y como medida drástica, Jaime podría escindir su
realidad psíquica interna y externa para desarrollar una vida más centrada en lo concreto-
material, debido a la imposibilidad de pensar las experiencias traumáticas y generar pensamiento.
A partir de las distintas escisiones desarrolladas se han llevado a cabo igualmente diversas
identificaciones con las partes o con las totalidades de los objetos que pueden presentarse de
acuerdo con la vivencia de los objetos internos (Identificación con los Objetos Internos), o con el
plano más real del vínculo (Identificación con la presencia y/o ausencia de las figuras
parentales). Este tipo de identificaciones que logran forjar un fuerte sistema defensivo podrían
describirse de la siguiente manera:

Identificación con el agresor que busca detener la persecución interna sentida por el sujeto
una vez se manifiestan sus impulsos hostiles hacia el otro; se expresa por un lado atacando al
objeto materno atacante (venganza-defensa), y por otro, se presenta a través de la identificación
con el objeto paterno atacante de tal manera que intenta tomar distancia de su propia
vulnerabilidad yóica, es decir, que una vez ocupa el lugar de (padre –pareja) agresor se defiende
de la debilidad del self que se somete y se deja maltratar:
“Pero cuando ella (su esposa) comienza a pelear me da mucha rabia, además me insulta y
me dice cosas feas. La verdad es que en una ocasión cuando estábamos peleando, yo la golpeé y
la obligué a tener relaciones conmigo y… nunca me había sentido tan bien… Sentí que el dolor y
la rabia desaparecieron, me sentí calmado como que se me hubiera pasado lo que tenía. Yo
después le pedí disculpas y en otra ocasión sentí ganas de hacer lo mismo pero no pude, me
controlé. Es que cuando peleo con ella siento mucha rabia y solo quiero que ella se sienta tan
mal como yo me siento. Yo creo que cuando estoy así recuerdo a mi mamá cuando me insultaba
y la rabia que sentía por eso”. (Sesión 1)
En su identificación con el padre malo pareciera repetir la situación edípica perversa, en la
que de forma inconsciente logra violar a la madre, expresando un deseo destructor que es
fantaseado como el castigo hacia ella. De esta manera se puede observar el desarrollo erótico
perverso del sujeto, en su confusión con el objeto dañado en donde aparece la repetición de lo
traumático.
Identificación con la ausencia de la madre como defensa frente al abandono que sintió al
ser desplazado por ella, denigrado, expulsado del vínculo y de su lugar y función de hijo en la
estructura familiar conformada en su primer hogar:
“Mi hermana está brava y mi mamá también, porque ella estuvo de cumpleaños el viernes
y no la llamé. La verdad es que se me pasó y cuando la iba a llamar me dio pereza. Entonces el
sábado traté de buscarla (en una fiesta) pero no quiso bailar conmigo. (…) No tengo ni idea por
qué tengo tanto problema con las mujeres… Es que yo las espanto. Las veo después como malas,
si hay algo que no me gusta, de una vez ya no me gustan” (Sesión 13).
“A mí se me han olvidado cosas de mi vida, están borradas, hay años que parecieran en
blanco porque no sé qué paso”. (Sesión 1).
“Si, la verdad es que me siento triste, todo el tiempo me siento así. De hecho esos borrones
que te he contado que tengo son como de las cosas buenas, sobretodo de esas en las que pasan
cosas que debieran ser felices. (…) Esos borrones son de otro Jaime que no soy yo…” (Sesión 2).
“No vine porque he tenido mucho qué hacer, es que ahora tengo mucha responsabilidad
porque le estoy ayudando a mi papá (tío)” (Sesión 18).
La ausencia viene acompañada del sentimiento persecutorio de haber dañado al objeto, por
lo que prefiere no estar presente ante las mujeres por las que siente algún tipo de hostilidad. Esta
situación intenta encubrir el dolor de la separación y el alejamiento para llegar a ser él quien se
puede anticipar a dicha situación ausentándose, de igual manera que lo hace en la terapia.
Identificación con la ausencia de padre que expresa la dificultad de Jaime para asumir su
paternalidad y el lugar de proveedor de la pareja y de los hijos. Muestra la resistencia para ocupar
una función que no conoce para consigo desde su infancia, de tal manera que como le fue negada
a él, también es negada a su descendencia:
“A mi hijo no lo veo hace 15 días ni tampoco le he colaborado a la mamá con plata porque
no he tenido y he tenido problemas económicos y ella me puso como condición que le diera la
mensualidad o no me dejaba ver al niño; de todos modos como viven ahí mismo pues si yo quiero
verlo lo puedo ir a ver” (Sesión 3).
Identificación con el padre-cónyuge malo (infiel, ausente y denigratorio) que rechaza y
abandona al objeto femenino en búsqueda de una nueva idealización:

“La vez pasada yo sé que dije que me sentía mal porque me había separado de mi esposa,
pero no es cierto. La verdad es que no la quiero, solo que ella me hace poner de muy mal genio y
siento ganas de que se sienta mal. Además es que me estoy viendo con otra persona, se llama
Liliana, tiene 19 años y a veces nos llamamos y estamos saliendo” (Sesión 2)
Identificado con el padre malo desterrado que se relaciona con la fantasía de haber dañado
al objeto ausente y que se encuentra acorde con los sentimientos persecutorios que siente el sujeto
hacia quienes son más preciados para él, pero de quienes también espera ser abandonado:
“El lunes festivo mi hijo me rechazó (llora). Mi ex esposa no me lo deja ver, dice que yo no
puedo acercarme, que el niño no me quiere ver, y pues ellos viven en la casa de mi mamá.
Entonces yo fui a alzar al niño y no quiso, me rechazó” (sesión 4).
Identificación con la bondad del objeto laborioso, lo que tiene que ver en parte con la
idealización del padre ausente, situación que es vivida con la figura paterna que aparece en su
segundo hogar puede ser la forma de recuperar al padre:
“Con mi papá me siento bien por eso no quiero dejar de trabajar con él, pero he ido
organizándome para poder hacer ambas cosas. Con decirte que para el sábado tenía que
entregar un trabajo y como estuve incapacitado no había podido hacerlo antes. Y trasnoche de la
noche del viernes a las 10 de la mañana del sábado para alcanzar a entregarlo, porque sabía
que si no lo hacía no podía viajar esa tarde. Y alcancé a entregarlo, luego llegué a la casa a
dormir un rato para irme después”. (Sesión 18)
Identificación con el padre idealizado que en la actualidad es sentido en su propio self y que
marca la omnipotencia propia de las partes infantiles de la personalidad de Jaime, como forma de
evitar sentirse excluido de la díada madre - bebé:

“Igual siento que él (su hijo) esta acá es por mí, porque mi esposa no lo sabía, pero yo si
sabía que ella había quedado embarazada, solo que no se lo dije. Es una decisión que yo tomé
porque ella no quería y yo si tenía muchas ganas de tener un hijo” (Sesión 2).
Identificación con el objeto paterno escindido, que se relaciona con las partes buenas e
idealizadas que tienen que ver con la propia fantasía acerca del padre que no estuvo y contrarias a
su experiencia dolorosa con la figura paterna presente, en la que él soporta las partes malas del
objeto y de las cuales racionalmente se aleja pero inconscientemente se acerca. Por lo tanto, una
vez observa estas partes malas en sí mismo, su deseo es desplazado a otros hijos que no existen y
que satisfacen parcialmente su deseo a través de la fantasía:
“Es que yo quería darle a mi hijo todo lo que yo no tuve. Un padre que estuviera todo el
tiempo ahí, protegiéndolo, cuidándolo, jugando con él, algo que yo nunca tuve. Que al contrario
fue peor, porque solo recibí cosas malas. Pero creo que ya con mi hijo no pude, pero con otros
niños sí, los hijos de las amigas que tengo. Yo llego y los veo y me las llevo bien con ellos y juego
y los saco a dar vueltas y trato de ser muy bueno con ellos. Pero creo que ya con mi hijo no
puedo” (Sesión 5).
Búsqueda Del Objeto Ausente
Las relaciones de objeto constituidas en el mundo interno se convierten en el lente a través
del cual se interpretan las relaciones y el contexto actual. Es por esto que se observa en este
paciente la búsqueda constante no solamente de la figura paterna idealizada y presente, sino
también del objeto materno contenedor.
En Jaime se observa la tendencia a buscar la calidez y la contención de los objetos
benévolos, predominantemente los tíos, o quizás, los padres de las vivencias agradables, lo cual
es sentido como una manera de protegerse del dolor psíquico proporcionado por el abandono, el
rechazo y expulsión de ambas figuras parentales. De esta manera su tía – madre es a quien el
paciente atribuye las partes buenas e idealizadas que no conoce y que experiencia con ella a
través de la fantasía. Esto evidencia la manera como escinde al objeto materno:
“Luego de eso (la expulsión del hogar) las cosas empeoraron con mi mamá y ella seguía
pegándome y tratándome mal y yo no sabía cómo manejarla, yo salía a trabajar pero no quería
estar más ahí, me quería ir. Entonces hable con mi tío y la esposa y me volvieron a recibir y ya
no quise volver” (Sesión 1).
“Mi mamá es mi tía, a ella le digo así y ella es quien está pendiente de mí, me escucha y
ella se dio cuenta de qué era lo que pasaba con mi esposa y me dijo que por qué estaba actuando
así que tenía que buscar ayuda” (Sesión 1).
No solamente la búsqueda inicia durante la infancia, sino que en la actualidad permanece su
idea de encontrar una mujer santificada, totalmente alejada de los afectos experienciados de una
madre mala durante la niñez y una relación constituida que trata forzadamente de acomodar
negando la propia situación edípica. Como se observa, en diversas relaciones Jaime busca estos
objetos benévolos de vuelta:
“Mi esposa se llevó al niño y se me perdió con el niño y ese ha sido el peor momento de mi
vida porque él es todo para mí y no sabría que hacer sin él, me sentí muy mal sin él. Yo puse
demandas en la comisaría, en el bienestar y ella después apareció con el niño y me lo dejaba ver
muy de vez en cuando. Entonces yo pensé que la manera de hacer volver al niño conmigo era
reconciliándome con ella y busqué que volviera conmigo y volvimos a vivir juntos, en un
apartamento en la casa de mi mamá y mi tío” (Sesión 1).
En la relación con las mujeres se expresa principalmente el conflicto con la madre, se
proyecta en ellas las partes idealizadas y denigratorias de la madre. Jaime busca a la madre
idealizada, pero, al mismo tiempo, por la desconfianza teme su encuentro:

“Lo que pasa es que hay algo que no me gusta, que quisiera que cambiara pero que siento
que no puedo controlar y es que siento la necesidad de buscar otras mujeres todo el tiempo, de
coquetearles, de conocerlas, si hay alguien que me parece bonita entonces quisiera conocerla
más y acercarme más a ella y es que siento esas ganas difíciles de controlar. Pero no quiero
volver a cometer los mismos errores esta vez, me da miedo eso, que sepa todo lo que ha pasado
con mi esposa” (Sesión 2).
“Llevo dos semanas saliendo con alguien. Pero me da miedo, no sé qué pueda pasar con
ella” (Sesión 6).
Del mismo modo se proyectan los aspectos idealizados y denigratorios del objeto paterno,
se busca al objeto paterno idealizado, al tiempo que se desconfía su encuentro:
“Me he encomendado mucho a Dios. En X (lugar de trabajo) compré varios ángeles y los
puse en mi apartamento, para que me cuiden, la verdad he orado mucho también (…) Yo le he
pedido mucho a Dios que salga de esto. Pero no quiero que solo vean lo malo que hay en mí. Por
eso tal vez tuve pereza de empezar una nueva relación, por eso no la volví a llamar, porque sé
que iba a conocer lo malo, la parte que no quiero mostrar” (Sesión 2).
Sin embargo los impulsos agresivos también promueven la búsqueda de los objetos
primarios atacantes para la consecuente venganza:
“A ella la conocí hace poco, pero esta semana he tratado de buscarle problemas, de
buscar un motivo para pelear, no sé por qué. Me he puesto a analizar y no he podido darme
cuenta de por qué necesito pelear con ella” (Sesión 6).
El conflicto edípico con la madre promueve la escisión entre las “mujeres del pecado” hacia
quienes se dirige el amor erótico y la “la mujer pura y maternal” hacia quien se dirige el amor
sublimado (ternura). Ambas escisiones del objeto materno son buscadas en las relaciones
actuales:
“Para mí todo esto ha sido muy doloroso. Incluso yo quisiera estar bien con la mamá del
niño. La semana pasada hablamos, pero ella siempre me reprocha todas las cosas que hice.
Cuando yo estaba con ella, sentía algunas veces que así tuviera otras mujeres ella era quien más
me importaba, sentía que tenía alguien ahí. Ahora sentirme solo ha sido difícil y he pensado
mucho antes de empezar una nueva relación” (Sesión 6).
“No sé por qué tengo que estar saliendo con muchas mujeres al mismo tiempo. No sé lo
que busco, como tú me has dicho, pero no he logrado saber qué es. Siempre hay tentaciones y no
me puedo aguantar. Y eso me hace sentir mal” (Sesión 8).
Especialmente la culpa se incrementa en el encuentro erótico con el objeto femenino, en
tanto el erotismo está teñido fantasmáticamente de sadismo y relacionado con la escena primaria
violenta y trasgresora:
“Yo le reclamé que por qué me había dicho mentiras. Ella me dijo que tenía miedo de que
si yo me enteraba la iba a dejar. No sé, siento que es una situación como peligrosa. Pero me da
mucho pesar, porque me estaba ilusionando mucho. Ella me parecía una mujer espectacular, no
solo porque es muy bonita sino su forma de ser, que está muy pendiente de mi, que me hace
sentir muy bien. Pero pues tiene 15 años, es menor de edad” (Sesión 9).
Se observa además en la relación conflictiva con las mujeres la aparición de la escisión de
la realidad psíquica; el coito puede tomar la forma de un medio para evadir el encuentro con el
dolor de la ausencia y el maltrato, un medio compulsivo para no pensar:
“De hecho llamé a una (mujer) que sé que siempre voy a tener lo que quiero con ella,
aunque a veces siento que quiere algo serio pero no quiero. No sé por qué esta sensación como
de miedo o no sé qué que no me deja estar solo y que me dan ganas de buscar muchas mujeres”
(Sesión 12).
“El fin de semana salí con unas amigas y bueno, la pasé rico, con la que te conté la vez
pasada que terminó con el novio (…) De todas maneras seguiré buscando a alguien más o me
quedaré solo, no sé. Con Diana estuvimos el fin de semana bailando, salimos, tomamos harto y
ella se quedó en mi casa” (Sesión 13).
Expectativa Por La Respuesta Del Objeto
A las respectivas búsquedas les corresponde unas expectativas relacionadas con la
respuesta del objeto, que por esto mismo se relacionan con el objeto idealizado cuya esperanza es
la de recibir únicamente cualidades y bondades, y con el objeto denigrado de quien espera
especialmente abandono y rechazo la mayoría de las veces, situaciones que parecieran previas a
la relación real con el objeto.
Jaime en determinadas situaciones espera encontrar los mismos maltratos de los objetos
primarios:
“Yo siento que ella (la esposa) siempre está en contra de mí, que siempre quiere decirme
cosas malas y solo espera cosas malas de mí. Además mi familia también después de eso se ha
puesto en contra mío” (Sesión 2).
Y quizás la lástima o conmiseración que despertó en las personas después de ser sacado
desnudo de la casa por su madre y que también se traduce en el pesar que dirige contra su propio
self:
“Y es que siento que mi familia me mira con pesar, como si me tuviera lástima y me da
mucha rabia, porque nadie tiene por qué sentir lástima por mí” (Sesión 2).
El sentimiento de desaprobación y los ataques internos toman sentido cuando el objeto
externo parece comprobarlos y que le sirven a Jaime como manera de explicar la culpa sentida
por el alejamiento de sus seres queridos, incluyendo el de los objetos que en un primer momento
fueron idealizados:
“Es que ella (la esposa) la otra vez me dijo que yo era una porquería de lo peor, un inútil
que no sabe hacer nada y que gente como yo no merecía estar vivo. Y eso me da mucha rabia.
Pero a veces pienso que tiene la razón, a veces me dan ganas de dejar de estudiar, siento que yo
no soy de allá ni tengo por qué estar allá” (Sesión 1).
“Es que yo siento todo el tiempo que están en contra mía. Yo creo que te había comentado
ya antes que tenía algunas dificultades en el trabajo y esta semana que pasó peleé con 3
compañeras” (Sesión 5).
Logra observar parte de su participación en esa dinámica, pero más que como
responsabilidad, como sometimiento al objeto malo que lo denigra y lo persigue (de modo sádico
- masoquista); como sí una parte de él buscara reproducir el maltrato:
“En la oficina he tenido muchos problemas, ya ni siquiera le hablo a nadie. Siento que la
gente me ha cogido fastidio y que yo he hecho que eso pase. Estoy muy aburrido allá, y en el
estudio y en todo lado. Me he vuelto más agresivo de lo normal. Nadie me puede decir nada
porque contesto muy grosero” (Sesión 10).
El deseo de Jaime es que el objeto comparta su penuria, que se imparta de modo equitativo
y justo el dolor (entre los hermanos o la familia), lo que muestra las partes infantiles que
expresan envidia y rivalidad por ocupar un lugar privilegiado en el que no se manifiesta el dolor y
la culpa, y en quien se proyecta la traición y la infidelidad:
“El viernes de la semana pasada no llegó a la casa, ella no llegó en toda la noche y yo si
llegue juicioso a verme con ella para arreglar las cosas pero ella no llegó (…). Cuando salí ella
llegaba y pensó que no la había visto y me dio mucha rabia entonces la insulte muy feo en la
calle y mi mamá se alcanzó a dar cuenta y me dijo que como le hablaba así a ella que yo no
debía hacerlo, pero es que siento que ella debería sentirse así de mal como yo” (Sesión 1).
La expectativa de ser abandonado por el objeto al igual que lo fue en la infancia, por la
madre, o por el padre difunto también se repite en los vínculos que constituye con nuevas parejas
y que se refleja en la transferencia presente con la terapeuta, con quien encuentra un aspecto
novedoso al interior de la relación y de quien no esperaba una respuesta bondadosa. No obstante,
su esperanza de sentirse contenido en un objeto bueno es derrumbada cuando siente que la
soledad se aproxima y es inevitable:
“También me alejé de la muchacha que te conté, no me siento preparado para tener otra
relación. Ella fue la que me llamó la otra vez porque no la volví a llamar, pero como ella me
había dicho que no seguía conmigo por lo que estaba casado, igual no la volví a llamar aunque
nos vemos a veces en la universidad, ella es compañera mía (…) Pero espere, yo quiero
preguntarle usted qué piensa de esto, ¿será que si van a cambiar las cosas?” (Sesión 3).
“Esa llamada que me hiciste para mí fue un alivio. Cuando llamaste a preguntar qué había
pasado y si iba a volver, porque yo pensé que ya no iba a poder venir, por lo que había faltado
tanto” (Sesión 4).
“Yo no sé cómo irá a ser esta semana santa. Porque ahora sí en serio voy a sentir la
soledad, ahora si voy a estar solo-solo” (Sesión 5).
Ajenidad
La fuerza de las vivencias, estructuras y mecanismos psíquicos primarios y de orden
narcisista es tan fuerte que Jaime no logra una percepción, pensamiento, y en general, una
inscripción psíquica nueva, diferente a la repetición de la ya instituida.
Los diferentes mecanismos de defensa le impiden a Jaime tener conocimiento de diversos
sucesos de su mundo interno; una parte de sí mismo le resulta ajena:
“Yo no sé qué me pasa cuando me da rabia” (Sesión 1).

“Ella me dijo que por qué no le había dicho antes, pero no sé por qué hago esto, es que a
veces yo hago daño y no sé por qué” (Sesión 7).
En el proceso de psicoterapia, a medida que se va desarrollando y analizando los procesos
transferenciales, Jaime va logrando el encuentro con esta parte desconocida del sí mismo en la
que puede evidenciar intentos de reparación al objeto y esbozos de reconocimiento de la propia
responsabilidad en la conformación del vínculo:
“Creo que de pronto si tiene que ver con todo esto que me pasó con mi mamá. Y la otra vez
me quedé pensando en lo que le dije y de pronto la hice sentir mal. ¿Te hice sentir mal? (Sesión
6).
Sin embargo, su mundo interno como lente le impide registrar lo novedoso de las relaciones
actuales. No logra posicionar a su cónyuge en tanto esposa o madre de sus hijos; la asocia con
unos hermanos a quienes también debe maltratarse en pro de la justicia perversa; la asocia con
una madre o un padre de cuyos maltratos desea vengarse, o con la imagen infantil de sí mismo
que es atacada por el padre, al punto de ejercer violencia al otro, al desconocer por completo su
otredad, al no poder inscribir su ajenidad:
“Es como si quisiera que ella sufriera el mismo dolor que yo siento, que sintiera lo mismo
que yo. A veces soy muy grosero con ella, incluso una vez llegue a golpearla (…) La verdad es
que en una ocasión cuando estábamos peleando, yo la golpeé y la obligué a tener relaciones
conmigo y… nunca me había sentido tan bien… Sentí que el dolor y la rabia desaparecieron, me
sentí calmado como que se me hubiera pasado lo que tenía” (Sesión 1).
“Y por eso me lleno de odio y solo pienso en cómo hacerla sentir mil veces peor y que le
duela tanto como a mí me duele todo lo que me dice. La verdad es que me acuerda a mi mamá, a
como era ella cuando yo estaba pequeño y como me trataba de mal y por eso me da mucha rabia
y me enceguezco” (Sesión 1).

Cualquier falta o ausencia del objeto externo, por pequeña que sea, despierta la angustia y
reactualiza la relación de sí mismo con el objeto ausente:
“Y es que estoy muy molesto con mi mamá, siento que ella me dio la espalda (…) Yo estoy
hablando de mi mamá - tía, de la otra no sé ni me interesa. Mi papá me ha pedido que
comprenda la situación y que trate de entender, pero es que ellos siempre de parte de otros. Es
que quisiera irme de ahí ya no quiero ni volver, me da pereza estar ahí y verlos” (Sesión 2).
En general en las relaciones con las mujeres Jaime reactualiza los conflictos con los padres,
movilizando un gran monto de agresión, que se genera una vez es sentida la desaprobación o el
alejamiento del objeto, lo que puede evidenciar la manera como el paciente expresa la culpa
persecutoria que se observa en el mismo momento en el que decide ser partícipe de la relación,
sin construir un verdadero vínculo, en el cual se da la posibilidad de construir entre dos una
nueva relación, y no una repetición de las representaciones preexistentes:
“Es que con esta compañera yo siento que la grosera fue ella, que me estaba ofendiendo o
hablándome de una manera que no me gustó. Pero me pasó también con otra compañera que
hace unos meses me dijo algo que no me esperaba. La que me había dicho que yo soy muy noble.
Pero no sé qué pasó y también peleé con ella. Me contestó que yo era muy grosero, que por qué
era así. Y no sé, yo me pongo a pensar y no sé (…) Pues yo he pensado que a mis compañeras las
hice sentir mal y no sé cómo controlar todo esto que siento cuando me hablan, porque eso me
preocupa” (Sesión 6).
Pertenencia
Jaime comenta sentirse desterrado de su familia:
“A mí se me han olvidado cosas de mi vida, están borradas, hay años que parecieran en
blanco porque no sé qué paso. Yo tengo unos hermanos pero ni siquiera sé en qué momento
llegaron ni me acuerdo bien por qué están ahí” (Sesión 1).

“Ellos son menores que yo, pero yo no me acuerdo del momento en que nacieron. Yo no fui
muy cercano a ellos de hecho yo con mi mamá ni siquiera me hablo ahora, a quien le digo mamá
es en realidad tía mía, la que me recibió porque mi mamá me echó de la casa desde los 5, 8 años
y después me volvió a echar como a los 12” (Sesión 1).
La sensación de destierro se expande a todas las áreas y espacios:
“Es que yo siento que no soy de ninguna parte, en mi casa a veces también me siento así y
en el trabajo, yo tengo miedo de todo, siento mucha pena de hablar, de que me escuchen. A veces
pienso que no sé si sea el lugar en el que debo estar, porque a veces es demasiado bueno o me
siento bien y siento que no hago parte de eso que no es a mí al que le está pasando” (Sesión 3).
Desterrado de la posición de padre:
“Mi esposa se llevó al niño y se me perdió con el niño y ese ha sido el peor momento de mi
vida porque él es todo para mí y no sabría que hacer sin él, me sentí muy mal sin él” (Sesión 3).
La representación de la vivencia de destierro de la familia, promueve la salida de la
conyugalidad y la paternidad:
“Es que no se por qué cambiaron mis sentimientos hacia mi esposa Yaneth, pero ya no
quiero volver con ella, creo que ya perdí lo que tenía con ella y me he vuelto a sentir muy solo.
Es que siento mucha rabia hacia ellos, hacia mi familia porque me dieron la espalda, y ahora me
hacen sentir mal por todo como si yo fuera malo o le que hubiera hecho estuviera muy mal, me
juzgan mucho por lo que pasó con mi esposa y ellos no entienden cómo es ella” (Sesión 3).
La exclusión del vínculo familiar se representa como vacío existencial; el self se percibe
sólo, abandonado, quizás expuesto a objetos peligrosos:
“Si, es que yo ya no siento nada bueno de nadie. Yo me he sentido muy deprimido por eso,
muy solo, ya no tengo a nadie, ni siquiera mi ex novia, no la volví a llamar, pero es que tampoco
quiero embarrarla con nadie más. Yo sé que si empiezo con alguien una relación voy a terminar
dañándola y que todo va a salir mal como siempre. De pronto por eso también no había vuelto,
porque me sentía muy mal”.
La exclusión promueve la fantasía de tener algo dañado o de ser dañino; quizás de ser un
estorbo:
“Igual les dije también que yo no me sentía ya de la familia, que ellas me hacían sentir
como un arrimado, que igual ni ella era mi mamá, es que ni mi tía y ella tampoco era mi
hermana, es mi prima”.
El sentimiento de exclusión promueve sentimientos de hostilidad que se reavivan cada vez
que Jaime de percibe o imagina excluido de un grupo que representa una familia; su familia:
“Eso es lo que pasa en la oficina, que me he sentido excluido y yo no quiero eso porque
prácticamente es como una familia, son las personas con quienes me la paso todo el tiempo”
(Sesión 4).
“En la oficina sigo teniendo problemas, una compañera me dijo que qué es lo que me
pasaba que cada vez me pongo más agresivo. Y es que me dio mucha rabia lo que pasó. Pues es
que era un trabajo que teníamos que hacer en grupo. Y una compañera mandó un mail donde
tomaron una decisión y yo vi que no estaba incluido. La verdad fue que no lo leí bien. Entonces
cuando hablamos le contesté muy mal, le dije que entonces me dijera si quería que yo no
estuviera en el grupo. Ella me respondió que leyera bien el mail... Yo lo leí y sí, creo que no
tenían la intención de sacarme, pero yo me sentí así. Es que ando como a la defensiva” (Sesión
4).
Ante la exclusión o la posibilidad de exclusión Jaime por momentos se adelanta excluyendo
a los demás como poniéndolos a prueba; de este modo el intenta observar si es o no acogido, y si
se mantiene o no en la mente de otros.

“Seguro llegar tarde a mi oficina también puede ser por eso (al igual que llegar tarde al
consultorio). Para saber si les hago falta o no allá. De todas maneras yo pienso que no le hago
falta a nadie, que nadie se preocupa por mí” (Sesión 10).
Por momentos, ante la percepción o fantasía de exclusión, Jaime siente que al ingresar al
grupo es perseguido, vigilado; integra el grupo como un invasor, no como un huésped-invitado,
ni mucho menos como un miembro necesario:
“Eso pasa en la oficina. Yo he oído que me dicen raro, que soy extraño. Pero hay una
(mujer) con la que me he llevado mal por mucho tiempo, yo sentía que estaba pendiente de lo
que yo decía pero para estar en contra. Y es que en la oficina somos solo dos hombres, yo soy el
que me quedo” (Sesión 13).
Durante el proceso de psicoterapia, debido al desarrollo de la experiencia emocional
correctiva, Jaime va logrando experienciar relaciones íntimas donde se percibe parte de un entre-
dos:
“Aquí también siento que puedo hablar con más confianza, siento más confianza contigo
que antes. Tu otras veces me has dicho que a mi puede que me dé pena venir a contarte mis
cosas por temor a lo que tu pienses, pero ya no tanto, me siento mucho más tranquilo hablando
acá” (sesión 16).
“Yo quisiera volver a tener a mi familia, siento que eso me da mucha más seguridad, que
me voy a sentir mejor y que voy a tratar de recuperar lo que he perdido, que fue lo que construí”
(sesión 16).
“He vuelto a hablar con la mamá del niño. Tengo esa tentación, estoy pensando
seriamente tratar de intentarlo otra vez con ella. Además porque quiero estar otra vez con mi
hijo, y me he dado cuenta que ellos son mi familia, lo único que tengo. Pero eso también me ha
despertado muchos miedos, muchos temores. Pienso que puedo volver a cometer los mismos
errores, a volverla a embarrar con mi esposa” (sesión 16).
“Con lo de los buses, me siento tan bien manejando y ayudando en el negocio de mi papá,
que incluso he pensado si mejor dejo mi trabajo y me dedico solo a esto, porque me siento muy
bien, ellos me llaman y siento que me necesitan” (sesión 18).
SEGUNDO PACIENTE. CAMILA, 23 AÑOS
A modo general se observa un gran conflicto con la madre que se extiende a todas las
relaciones. Esta relación mediada por la hostilidad parece expandirse con la ausencia del padre.
Se observa una madre atacante:
“Es que acá con mi mamá las cosas son difíciles, ella es… muy grosera, me insulta todo el
tiempo, ella me trata de perra para arriba, todo el tiempo hay problemas para todo” (Sesión 1).
Camila pierde a su padre quien muere de leucemia, y su muerte la enfrenta con un inmenso
sentimiento de impotencia que se acompaña de la fantasía de lograr curar al padre:
“Murió de Leucemia, pero se la descubrieron 2 meses antes, a él le comenzó un dolor en la
espalda pero le dijeron que era artritis y cuando se puso muy mal le dijeron que estaba enfermo
y no duró mucho, el que estuvo con él allá todo el tiempo era mi hermano y ya después que
murió me contó bien como había sido, como que a veces tosía y le salían unos coágulos secos de
sangre y yo sufrí mucho porque hubiera querido estar con él, yo en ese tiempo estudiaba
enfermería y cuando hablaba con él me decía que fuera a cuidarlo y si hubiera podido me
hubiera ido a cuidarlo y todo sería muy diferente” (Sesión 1).
Luego de la muerte del padre, Camila empieza a ser atacada por la madre quien la percibe
como rival frente al sustituto del padre, el hijo mayor:

“Es que en mi casa tengo muchos problemas con mi mamá y sobre todo desde que mi
hermano llegó de EEUU ahora se la pasa reprochándome que yo soy toda rebelde como si él no
hubiera sido así antes de irse para allá, ahora llega y se cree mejor que todos. Es que allá vivía
mi papá, pero él murió y las cosas han empeorado” (se le aguan los ojos pero se contiene de
llorar) (Sesión 1)
Un hermano aliado con la madre atacante:
“Y mi hermano también ayuda, él todo el tiempo está de parte de ella echándome en cara
las cosas y armando problema por todo” (Sesión 1).
El padre ausente se vive como un objeto idealizado y maligno al mismo tiempo; un padre
ausente, que se va con otras mujeres. Pareciera encontrar al padre cuando se acerca a un hombre
infiel; sin embargo, de forma paradójica su posición es la del tercero excluido ante lo cual el
objeto masculino comienza a ser sentido como inalcanzable:
“Yo estoy completamente segura de que todos los hombres son iguales, que son infieles y
siempre buscan a alguien. Yo creo que es por lo que viví con mis papás, que mi papá todo el
tiempo le fue infiel a mi mamá hasta que se fue con otra” (Sesión 4).
Ante la ausencia del padre, Camila intenta buscar refugio en otros hombres y,
especialmente, en la madre; si embrago de parte de ella sólo recibe ataques. La madre ataca la
sexualidad de la hija. En lugar de encontrar una madre receptiva y contenedora, encuentra una
rival que la culpabiliza de la pérdida del padre a raíz de sus impulsos sexuales incestuosos:
“Yo le conté a mi mamá lo que pasó (con los hombres que la buscan), pues no todo, claro.
Le conté lo de la llamada y que él me estaba pidiendo cosas. Pero después me arrepentí porque
yo se que en una pelea ella me lo va a reprochar y va a decirme un montón de insultos como los
que siempre me dice, que soy una buscona y que yo busco que a mí me utilicen” (Sesión 5).
La madre castiga la sexualidad de su hija y al mismo tiempo proyecta en ella la imagen del
cónyuge infiel o la imagen de la rival que roba su cónyuge; pareciera que Camila interpreta estos
ataques de la madre como un castigo por sus impulsos sexuales incestuosos hacia el padre
ausente:
“El sábado salí con J (su nuevo novio) a dar una vuelta y ella me ha dicho que lo máximo
que puedo llegar tarde son las 10:30 u 11 de la noche. Y llegué en la noche a la hora que tenía
que llegar y viera como me trató (…): - ¿qué?, esperaba que le tuviera comida o qué. Yo sí hice
comida, pero para su hermano, porque él sí necesita comer, pero para usted… pues mire haber
qué come o que le den donde estaba” (Sesión 8).
Inmediatamente Camila muestra parte de su funcionamiento y la forma de la relación de
objeto: pareciera que ante los ataques del objeto, Camila tiende primero a negar la experiencia
emocional dolorosa y segundo a replegarse o a huir, estimulando mayores ataques de parte del
objeto. Es decir, podría ser que ante la imposibilidad del pensamiento y de la contención, el self y
el objeto podrían caer en el supuesto básico de ataque y fuga. El objeto materno pierde así sus
cualidades y funciones, y se convierte en un objeto persecutorio que roba o niega el alimento (en
lugar de ofrecerlo) ante la miseria (hambre) que Camila expresa al llegar a la casa como en
situación de mendicidad:
“Y yo pensaba, ay no puede ser esto, voy a calmarme no le voy a buscar problema. Pero
ella sigue y sigue como hasta que yo no doy más y me saca la piedra y yo no me puedo quedar
callada. Pero ese día lo que hice fue luego irme a mi habitación. Yo había cogido un pedazo de
queso con bocadillo, y cogí poquito porque como en mi casa todo es tan medido, y ella me lo
quitó y me dijo que no me lo comiera, que eso lo compraba ella y que yo mirara qué me comía.
Entonces cogí un pedazo de pan y me lo comí con un vaso de leche y me fui a dormir” (Sesión 8).
Otra viñeta nos ilustra de nuevo este modo relacional; existe un self infantil vulnerable que
se pliega a un superyó híper-moral y tiránico que intenta someterlo:
“Al otro día salí otra vez con J que fue cuando me invitaron donde la familia y el problema
tan tenaz, me dijo: -ah es que otra vez se va a putiar, ¿se va para dárselo a todos los vecinos?,
eso es lo que es usted, una fácil-. Pero yo me fui, traté de no buscar problemas con ella, igual
llegué temprano. Y al otro día, el lunes festivo pues iba a ir con J a ciclo vía entonces me levanté
y me aliste de una vez y ella llegó a decirme: -claro, para sus amiguitos si se puede alistar
rápido y se levanta temprano pero que para el resto de cosas no-, ni para acompañarla a ella a
hacer vueltas” (Sesión 8).
La madre se internaliza como un atacante interno, que se proyecta constantemente al
exterior, pero que al mismo tiempo pareciera identificarse con partes infantiles envidiosas de
Camila que son sentidas como una desventaja frente a la imposibilidad de quedarse con el padre.
El aspecto físico parece reflejar al objeto dañado que posee Camila en su interior proveniente de
la madre mala, hacia quien dirige su hostilidad:
“Es que mi mamá me ofende, en cada pelea que tenemos, ella me dice que esa nariz mía
quedo muy mal, que soy horrible. Ella lo único que hace es criticar y yo odio esas personas que
critican, que solo miran en la calle cómo va vestida la gente, si es fea o bonita, por qué hacen
eso” (sesión 16).
El peso de las vivencias del maltrato socava la confianza en el objeto; en lugar de objetos
buenos parecieran existir objetos paranoicos, es decir “de dos caras” falsas, pero malos en todo
caso:
“Anoche me llevé una sorpresa cuando llegué a mi casa. Vi que la luz del primer piso
estaba prendida y se me hizo raro porque ellos siempre suben como a las 9pm a acostarse y
apagan todas las luces y yo llegué como casi a las 10pm. Pensé que la amiga de mi mamá estaba
ahí, pero cuando golpeé mi mamá abrió y estaban solo los dos abajo comiendo. Cuando abrió
me saludó súper bien, que yo quedé extrañada porque esperaba que estuviera brava. Me dijo que
cómo me había ido y que cómo estaba, que por que no había llamado. Entonces pues yo también
seguí como si nada hubiera pasado” (Sesión 20).
Se observa, entonces, la vivencia de una madre conflictualizada con su propia sexualidad
que ataca, por tal razón, a su hija en tanto representante de la parte libidinosa de sí misma; de
parte de Camila se observa un intento de ataque defensivo a través del cual trata de devolver la
proyección de la culpa hacia su origen (la madre auto castigadora):
“Me dijo cosas como que yo era una puta, una perra, que hasta me vestía como puta. Que
yo me revolcaba con cualquiera, que era una fácil y que no servía ni para hacer un mandado.
Entonces yo comencé a decirle que el que las hace las imagina seguramente, y eso fue terrible,
ella seguía gritando. (…) Entonces yo le digo que ya entiendo a mi papá, que antes cómo hizo
para aguantársela, y se lo digo porque sé qué es lo que a ella más le duele” (Sesión 8).
Camila se defiende de las agresiones de la misma manera como son percibidas por parte del
objeto. En la escena violenta se evidencia la confusión en la que madre e hija se ven envueltas,
sin que haya una limitante entre ellas, tanto del mundo externo como del mundo interno:
“La otra vez estábamos peleando y no me acuerdo bien pero cuando me di cuenta ella se
me vino encima con un cuchillo, y yo a ella le he advertido que yo tampoco me puedo quedar
quieta si ella se pone así, entonces yo la empujé y ella cayó contra la mesa, pero es que a mí me
dio mucho miedo que ella me hiciera algo” (Sesión 1).
Siendo insuficiente la defensa, Camila pasa al ataque promoviendo culpa en la madre por la
muerte del padre; podría ser que la madre maltratara igualmente al padre en la fantasía de la
paciente:
“Lo que pasa es que cuando ella me ofende tanto pues yo también le respondo con cosas
ofensivas y creo que esa vez le dije que ya entendía por qué se había ido mi papá de la casa, que
por ella” (Sesión 1).
En todo caso se podría observar una pequeña faceta adulta dentro de la relación madre-hija;
la madre pone límites a la hija quien ha empezado su sexualidad; en parte, esos límites-
restricciones podrían buscar motivarla a autogestionarse e independizarse. Por ejemplo antes las
nuevas restricciones hacia el acceso a la comida, Camila se moviliza para conseguir sus propios
alimentos:
“Comenzó a decirle a mi hermano, póngale cuidado que la india esa ahí si baja a tragar.
Entonces yo lo que hice fue al rato bajar y comerme unas cosas que yo misma me había
comprado de comer para mí, tomé un gansito, un yogurt y unas galletas y me subí al cuarto a ver
televisión” (Sesión 16).
Camila dentro de la triada mamá-hijo-hija, tríada sobre la cual se proyecta la configuración
edípica, representa el desperdicio, quizás el estorbo, o quizás el recipiente donde se desecha
(proyecta) el dolor mental del sistema familiar. Pareciera que en la escena se expresa el deseo de
la madre por expulsar a la hija con quien rivaliza (madre ocupando el lugar de hermana) pero
también con quien no aparece un límite claro tampoco en el espacio físico:
“Como yo duermo con mi mamá y estaba viendo tv, bajé en los comerciales al baño del
segundo piso y preciso mi mamá entró y vio el tv prendido y comenzó a decir, esta india para lo
único que sirve es para gastar y comenzó a gritarme desde arriba. En ese momento sale mi
hermano y le pregunta a mi mamá qué pasa. Ella le dice que yo estoy desperdiciando la luz, y él
comienza a decir que yo no ayudo para nada en la casa y que no pago nada, que sólo
desperdicio” (Sesión 16).

En esta posición de ataque y fuga el hermano ocupa la posición de aliado de la madre,
quizás de padre malo; Camila nos muestra su tendencia a huir, a defenderse y a buscar un objeto
bueno protector, todas ellas estrategias insuficientes frente al poder de los objetos malos; la única
estrategia efectiva parecer ser el sometimiento:
“Y él (hermano) baja las escaleras, yo sé que me va a pegar entonces cierro la puerta del
baño, y él comienza a decir que con él no me meta, me dice que con él si no voy a ser grosera
que yo ya sé cómo me va con él, así que le digo que si me va a pegar y el dice que sí, entonces
abro la puerta y le digo, pégueme a ver si se atreve, entonces se entra al baño y me coge a puños.
(…) Ahí mismo cojo el teléfono y llamo a una amiga pero estaba dormida y yo sentía que
necesitaba decirle a alguien, así que llamo a una tía, a la hermana de mi mamá. Le cuento y me
dice que le pase a mi mamá o a mi hermano, le paso a mi hermano y él le dice que no se meta en
lo que no le importa y le cuelga y comienza a decirme que por qué tengo que andar chillándole a
otras personas” (Sesión 16).
A partir de las diversas vivencias de abandono, maltrato y abuso se han gestado objetos
totales y parciales con los cuales se relacionan partes del self, también fragmentado dentro de un
ambiente psíquico predominantemente esquizoparanoide.
Como se ha resaltado hasta este momento, el objeto materno cumple un espacio importante
dentro de los conflictos de Camila. Se observa a este objeto materno escindido en una parte
infantil que rivaliza con la hija, en tanto hermanas rivales, y en una parte adulta que cumple con
sus funciones maternas:
“Yo le decía que sí, que siguiera maldiciéndome porque yo sabía que si ella (mamá) me
veía sufrir, ella también iba a sufrir, entonces que siguiera deseándome el mal, todo lo que
quisiera (…) igual ella yo sé que es una buena mamá, al menos me hizo la comida, porque
después yo bajé y me había dejado mi comida en la olla. No espero que me la suba ni nada, pero
al menos sé que no me va a dejar sin nada” (Sesión 8).
El objeto paterno toma distintas facetas. Una de ellas la del “abandonador”; el objeto
masculino se vive como un objeto de deseo escurridizo, que se “desvanece entre las manos”. El
self pareciera vivir constantemente el miedo de ser abandonado por sus objetos buenos:
“En diciembre 30 me fui para Calarcá porque él es de allá y algunas personas si me
advirtieron que los hombres frente a su familia cambian mucho pero yo no creí, y cuando llegué
allá me decepcioné mucho. Él si cambió muchísimo, se portó muy odioso conmigo. Resulta que él
allá tiene una prima y estuvimos en una fiesta y cuando yo la vi, pensé, él va a mirarla y estuve
muy pendiente de si la miraba o no y sentí que sí que él la miraba mucho. Y comenzó a sacar a
bailar a otras tías y otras familiares y a mí me dejó sentada y ni siquiera habló conmigo”.
Camila identificada con la madre en tanto intenta retener al objeto masculino (una suerte de
fusión entre padre y cónyuge) escurridizo:
“Así es con todos los hombres, todos son así, también infieles y más él que es militar. Pero
es que yo todavía no quiero soltarlo sin antes encontrar algo mejor, como algo más fuerte que no
me haga sentir así como con Daniel (…) Yo se que todos son así, no creo en la fidelidad de
ningún hombre, seguro también tiene que ver la infidelidad de mi papá con mi mamá, porque
ella me ha contado cosas que él le hizo y que la hicieron sufrir mucho. Entonces si sé que me van
a poner los cachos pues yo lo hago antes” (Sesión 2).
La fracción del self identificada con la madre toma la forma de un falso self que le impide,
con el tiempo a Camila conectarse con su self legítimo:
“Él sabe que yo no soy así, que yo no soy mamona ni le voy a pelear por eso porque nunca
lo he hecho. Ah es que ya no sé nada, yo ni siquiera lo quiero” (Sesión 2).

El objeto masculino (representado en la siguiente viñeta por el militar) es un objeto ausente,
escurridizo y renuente a los vínculos íntimos y duraderos; se podría pensar entonces en un objeto
masculino parcial (sólo erotismo) e infantil (incapaz de desarrollar un rol paterno):
“Además es que los militares tienen una fama… tienen fama de perros, de mujeriegos y
quien sabe él allá qué haga, además si pensara con él algo a futuro que no lo hago, porque no
me veo con el más adelante o con hijos, yo sé que él no es para mí. Y eso que me ha propuesto
matrimonio, él dice que se devuelve en junio y que nos casemos, pero es que yo no me siento
preparada para eso, no quiero y tengo miedo de que vuelva” (sesión 2).
Este objeto erotizado-sádico puede tomar facetas siniestras ante las que Camila se expone a
manera de “carnada” con el fin de acercarse al objeto idealizado frente al que tiene una
expectativa de terror al mismo tiempo, por los elementos beta que en él proyecta:
“Yo sentí mucho temor. Es que no era tanto que fuera feo, sino como su mirada, como de
pervertido, como que me miraba horrible y me hacía unas caras y unos gestos todos feos, me dio
mucha impresión y por eso no quise entrar” (Sesión 7).
Un objeto atrayente e intimidante en tanto sobre él se ha proyectado la agresión nacida en el
self por su abandono, maltrato y abuso de los objetos masculinos y femeninos:
“Cuando me pongo así quisiera volverla pedazos, me dan ganas de destrozarla y quiero
que ya no esté, que se desaparezca. Es tanto odio que si en ese momento se muriera yo hasta me
reiría y eso me da miedo. Que ella me haga algo también y que pase algo muy feo” (sesión 20).
Sin embrago, igualmente, se podría observar otra escisión del objeto paterno masculino, un
objeto bueno-idealizado que protege mágicamente de cualquier ataque:
“Es que yo me puse a pensar qué hubiera pasado si hubiera entrado o si Eduardo no
hubiera ido conmigo, yo me conozco, yo sé que soy tan arriesgada que termino yendo sola y no
sé, con él con esa cara de pervertido así horrible, que miedo. Eduardo me dijo que si yo hubiera
entrado y él hubiera visto que él me forzaba a algo, él hubiera levantado la puerta a golpes pero
que no hubiera permitido que me pasara nada malo” (Sesión 7).
Los objetos malos parciales materno y paterno parecen hacer una coalición muy peligrosa y
atacante en contra del self que, posiblemente, en el choque con esta pareja combinada maligna
que representa la fantasía de una sexualidad dañada y sucia no solo entre ellos, sino relacionada
con los deseos incestuosos que percibe de su madre y su hermano, y que también son sentidos
como propios:
“Y ni hablar de la ducha, como los 3 nos bañamos ahí, ninguno se preocupa por recoger
los cabellos que caen en la rejilla y les he dicho que eso hay que recogerlo, pero ellos como les
gusta vivir en la suciedad, pues no lo hacen, y como yo no puedo, me toca a mi levantarlos y
limpiar antes de bañarme” (sesión 18)
“Le quiero contar algo que no le había comentado antes. Es que yo me siento muy
acomplejada con mi cara. Yo sufro de acné y eso me afecta mucho” (sesión 20).
Camila intenta recomponer el sentimiento de suciedad y daño a través de intervenciones
quirúrgicas, desplazando el acento de la psique al cuerpo. El terror que proyecta en los objetos
malignos ante los que se expone como “carnada”, son ahora sentidos a través del cuerpo, como a
manera de llevar un “monstruo” interior:
“Quiero aumentarme el busto, ya he averiguado sobre eso, igual pienso mirar doctores, ir
a las consultas que son gratis. (…) Yo me siento muy mal así, con los senos pequeños. (…) Es
que yo tengo la nariz operada, no es mi primera cirugía. (…) Es que fue mi mamá la que me dijo
que por qué no me operaba la nariz, yo me sentía bien, pero ella comenzó a mirarme que no, que
me la operara, yo por eso a veces le echo la culpa de todo esto” (sesión 19).
Entonces, como se viene comentando, el self se vive como poseedor de algo dañado que
además aleja al objeto bueno-idealizado (padre –pareja):

“Yo no sé qué es lo que hago para alejar a los hombres, o no sé por qué, yo creo que es
más cuestión mía” (Sesión 4).
Camila se defiende del dolor mental resultado del abandono paterno, sometiéndose a las
exigencias abusivas del objeto y escindiendo su atención de la experiencia emocional dolorosa.
Pareciera también que involucra a su madre en esta sexualidad perversa y escindida de los
sentimientos, como si el resultado de ello (a través de la fantasía de una sexualidad desordenada
de la madre) hubiese alejado al padre:
“Lo que pasa es que… yo estoy con ellos, de pronto sea eso. Ese mismo día que conocí a
Wilmer y lo llevé a mi casa me acosté con él pero como rapidito porque sabía que mi mamá iba a
llegar. (…) Y es que no es la primera vez que pasa, yo he tenido unos desórdenes…La otra vez
fue con unos mariachis. Fuimos con mi mamá y unas amigas al día de la madre o algo así a
Plaza México en la 116 con 19 y unos mariachis que estaban ahí nos invitaron a tomar algo y
nos intercambiamos teléfonos. Estaban lindos ellos. (…) Mínimo me acosté con 3 del mismo
grupo, pues no sé, no le vi nada de malo. (…) Lo que pasa es que yo no siento que esté mal, es
como para parecer una mujer liberada, moderna que no se complica por nada, entonces eso es
lo que yo muestro al resto de gente” (Sesión 4).
Sin embargo, por pequeños instantes Camila logra conectarse emocionalmente con los
abusos del objeto:
“Me sentí muy mal anoche… pensé que por qué me buscaban solo para eso (tener
relaciones sexuales) , que yo ya no iba a seguir con ese jueguito y lloré mucho porque no
quisiera que pensaran eso de mí o que piensen que yo soy solo para eso” (Sesión 4).
En conclusión, Camila describe dos facetas del self:
1. una parte del self regida con el deseo sin pensamiento ni memoria, a partir del principio
del placer:
“Una es la liberada, a la que nada le importa, que no le importan lo que piensen. Como las
modernas que hacen a un lado lo que sienten” (Sesión 5).
2. una parte del self identificada con las exigencias superyóicas, más centrada en la
memoria, también sin pensamiento:
“La otra es más como la que me ha inculcado mi mamá, juiciosa, de la casa” (Sesión 5).
La muerte del padre, más allá de su ausencia material o de sus aspectos maltratantes, no ha
logrado ser elaborada, moviendo constantemente a Camila a la búsqueda del objeto masculino
(idealizado):
“Yo me quería ir a vivir con él (padre) pero me negaron 3 veces la visa, él me decía
inténtelo otra y otra vez pero no sé porque no me la daban. Pero yo sé que si él siguiera vivo él
se vendría para acá porque yo le diría que lo necesito y él si vendría pero es que no me esperaba
la muerte de él”(Sesión 1).
La búsqueda de ese objeto hiper-amoroso, receptivo y que acude al rescate de modo casi
mágico se expande a todos los vínculos; por ejemplo al vínculo con la terapeuta:
“Sí claro eso también, yo siento que no he elaborado el duelo de mi papá, que todavía es
muy duro para mí sentir que no está. ¿Y usted no puede atenderme tres veces por
semana?”(Sesión 1).
O con los hombres que conoce por medios virtuales, medios que se prestan para desplegar
la idealización
“Lo que pasa es que quiero controlar algo. Es que a veces siento una ansiedad muy
grande. Yo no sé si es porque me siento muy sola, pero con cualquier persona que me trata bien
yo ya me apego mucho (…) Es que conocí a un muchacho hace poco, como el 9 de febrero, por
internet. (…) Lo que pasa es que siento unas ganas de llamarlo terribles, pero tengo que
controlarme y no quisiera sentir eso. (…) Yo siempre estoy buscando como una pareja estable,
como alguien que no me haga sufrir, que me trate bien, por eso me apego tanto” (Sesión 2).
La evidencia de que el objeto no responde como ella fantasea promueve angustia
paranoide; Camila se pregunta si ese objeto que era ideal se está tornando persecutorio. El objeto
femenino-materno es el que principalmente se torna en atacante-abandónico; por ejemplo la
terapeuta:
“Es que una amiga que vino (a consulta psicológica) a que la atendieran, la llamaron al
otro día y ella logró que la atendieran dos veces por semana. Creo que con un hombre, entonces
pues antes de que empezáramos yo te quería comentar para ver cómo podíamos hacer las dos, o
si buscamos a alguien más o qué hacemos. Porque además hable con el decano de la facultad y
nos dijo que no nos iban a dar más plazo, que si no presentábamos las 35 horas de terapia que
no nos dejaban empezar prácticas. Y yo no me puedo atrasar un semestre, porque me tocaría
esperar mucho para empezar. (…) ¿Y no se pueden las dos sesiones?, mira no importa así me
toque venir los sábados, a mi amiga le toca venir los sábados y los miércoles” (Sesión 3).
Sin embargo Camila también opta por negar la evidencia de que el objeto no corresponde a
lo que ella desea:
“Sí, es que como que comienzo a verle todas las cosas malas cuando pasa algo que no me
gusta. Pero no sé por qué no puedo dejarlo. Es que yo me comencé a decepcionar cuando supe
que había estado casado y con tantas cosas que me pasaban con él” (Sesión 3).
Al no poder borrar estas evidencias no tiene otra opción más que continuar la búsqueda
compulsivamente:
“Yo siempre estoy buscando, yo por ejemplo utilizo el Facebook para conseguir amigos.
Por ahí encontré un amigo del colegio, que cuando yo pasé a un colegio mixto en séptimo,
apenas entré él me molestaba, me decía cosas bonitas” (Sesión 3).

O someterse a las exigencias abusivas del objeto para retenerlo y adherirse a él:
“Todo el tiempo estoy buscando, porque no me gusta ese sentimiento. Por eso no lo veo
nada de malo a salir con varias personas (…) Es que yo sé que eso (el sexo) es lo que a ellos les
gusta, como que uno se los da y ellos se pegan y se quedan” (sesión 4).
De esta manera Camila permanece con la sensación de que todas las estrategias
(defensivas) que ha utilizado no le han permitido su tan anhelado encuentro con el “hombre
ideal”-padre muerto:
“La verdad es otra, yo si me ilusiono, a veces tengo la esperanza de conseguir a alguien,
pero al final no pasa nada. Como que nada me funciona, ninguna de mis facetas” (sesión 5).
En Camila subyace la imposibilidad de aceptar la pérdida del padre, y por ende la
imposibilidad de aprender a través de la experiencia emocional. Y esa imposibilidad, quizás, le
impida contactarse emocionalmente con las experiencias actuales y pasadas con objeto
legítimamente bondadosos:
“Eduardo es el que me dice: -que tal usted vaya a vivir con él (novio militar) y luego salga
todo grosero, la maltrate o sea peor-, sería mejor entonces quedarme donde mi mamá a irme con
un aparecido y que me vaya peor” (Sesión 18).
Expectativa Por La Respuesta Del Objeto
A partir de estas vivencias dolorosas o satisfactorias con diversos sujetos durante su
desarrollo, Camila genera diversos tipos de expectativas respecto a las respuestas de los objetos.
Las malas experiencias con los miembros del grupo primario de apoyo promueven un
ambiente psíquico constante de desconfianza del objeto:
“Y con la familia de mi mamá pues no me la llevo muy bien, de hecho siento que son de
esas personas que dan la puñalada por la espalda, que uno les cuenta algo y después van y le
dicen a todo el mundo. Yo tengo una tía así, por parte de mi mamá, ella uno la ve y parece como
si fuera de confiar, es de esas personas que es muy amable y uno no sospecharía nada de ellas.
Una vez que peleé con mi mamá le conté a ella lo que pensaba y al otro día mi mamá llegó toda
brava a decirme groserías porque había ido a contarle a mi tía y me trató muy mal” (Sesión 1).
Camila está ante la expectativa constante de ser abandonada por el objeto:
“Y lo que pasa es que siento unas ganas de llamarlo terribles, pero tengo que controlarme
y no quisiera sentir eso. Yo quisiera no sentir lo que siento cuando me dan ganas de llamarlo,
como esa angustia y esa ansiedad no sé. (…) Es que ya me ha pasado con otras relaciones que
he tenido. Tengo dos ex novios con los que sucedió algo así. Pues uno es del ejército y tuvo que
irse, yo a él lo conozco como desde hace 5 años, pero cuando nos cuadramos tuvo que irse y
donde está, está incomunicado entonces no puedo ni siquiera llamarlo ni él a mí. Y otro amigo
que trabaja en Fómeque y a Bogotá viene por ahí cada 6 meses” (Sesión 2).
O de ser abusada por el objeto, en tanto éste le saca alguna ventaja frente a la tendencia a
dejarse someter:
“(Con el amigo del colegio que encontró por Facebook) “Pero me fijé en el perfil y vi que
tenía novia, pero yo quería hacerlo caer, a ver hasta dónde va, entonces le hablé y le dije…
entonces muy enamorado… y él contestó que no quería hablar de eso, sino de mí. Entonces yo le
conté que estaba como regular con mi novio y él me contesto que yo debería estar con alguien
mejor, él como que está haciendo una maestría acá. Y me dijo que cuándo me iba a dejar ver. Y
me dio mucha rabia porque como le hace eso a la novia, y yo le he dicho que listo que nos
veamos pero no nos hemos encontrado siempre le saco el cuerpo” (Sesión 3).
Y la confusión se promueve cuando la expectativa de ser abandonada, maltratada o
sometida, basada en la memoria, se entrecruza con la expectativa de encontrar al objeto
masculino idealizado, basada en el deseo:

“La verdad no sé lo que me pasa, ni sé cómo hacer para dejar de ser tan indecisa. Esta
semana me llamó mi novio, el militar pero me llamó como por radio teléfono, la verdad no sé
cómo funciona eso pero me llamó y como si nada hubiera pasado, pues yo ya ni sé cómo tratarlo
como que no me nace nada ni sabía de qué hablarle” (sesión 3).
Otro ejemplo de la sesión 4 nos muestra como, en todo caso, prevalece la expectativa de
una respuesta negativa por parte del objeto en las relaciones actuales:
“Camila llega 15 minutos tarde. Llega comentando angustiada que su novio Daniel la
llamó y le comentó que le enviaría unas cartas por correspondencia con algo muy importante
que ella debía saber.
C: No sé qué será lo que dicen esas cartas, pero yo creo que va a ser algo malo, o no sé.
T: ¿Y qué crees que pueda ser?
C: De todos modos hay dos opciones, una es que sea para terminarme y decirme que le
devuelva sus cosas, sus carnés y todo lo que tengo de él, pero otra puede ser para decirme que se
va a retirar del ejército y se va a venir para Bogotá para que nos casemos… de todos modos no
creo, porque a él le encanta esa vida en el ejército y no creo que la deje” (Sesión 4).
Especialmente en las relaciones virtuales se promueve la faceta idealizada:
“Hay veces que pienso, hay Marcela pues hágale, qué más da, eso no importa lo que
venga, así como he pensado otras veces, pero en otros momentos pienso que no, que no lo
conozco, que no sé cuáles serán sus intenciones ni qué querrá en serio. Yo a veces le digo, pero
¿si será cierto lo que me dices?, ¿tú si eres real?” (Sesión 6).
Ajenidad
La prevalencia de la memoria y el deseo, y la imposibilidad para aprender a través de la
experiencia le impide a Camila contactarse con algunas facetas de los sujetos con quienes
establece relaciones actualmente y con quienes puede construir algo novedoso.

Camila no logra conectarse con las emociones del otro, del mismo modo que por momentos
siente que los demás sujetos no se conectan con las suyas, por momentos prevalece su relación
con el padre ausente, por sobre la relación con otro, diferente a la representación que ella busca
repetir de sus experiencias con sus objetos primarios de su mundo interno:
“Él (novio militar) sabe que el 31 de diciembre a mi me da muy duro por mi papá y que yo
me pongo muy sentimental y esperaba que estuviera conmigo y allá no se pudo. Entonces a mi
me comenzó a dar mucha rabia pero yo comencé a controlarme, a decirme, bueno no se ponga
brava, no vaya a hacer nada acá y así me controlé pero yo de lejos le decía que muy bien que
chévere, hasta que no me aguanté y me puse a llorar y me salí. Y el después salió también y me
preguntó “amor, qué pasa” y yo le dije que no fuera tan estúpido de no darse cuenta qué pasaba.
Entonces él se molesto muchísimo porque dizque yo lo había tratado mal, entonces me dijo que
nos fuéramos y me llevó a la casa con él. Cuando yo lo vi que se volvió a poner el casco y el
chaleco, porque me llevó en moto, yo le dije que cómo iba a ser capaz de hacerme eso y dejarme
en la casa de él sola, yo le dije que no conocía a nadie y que no estaba en Bogotá para coger un
taxi y devolverme, que como me iba a hacer eso, y el trataba de arrancar pero yo comencé a
gritarlo, hasta que finalmente se bajó y entramos” (Sesión 1).
La necesidad de mantener la esperanza del reencuentro con el padre idealizado, para negar
la muerte, mueve a Camila a negar las evidencias de que los sujetos con quienes se relaciona no
corresponden a esa imagen idealizada:
“Además lo pillé en una mentira en diciembre también. (…) Cuando yo le reclamé no me
supo explicar bien, lo que me decía era que no me había contado porque sabía que yo me
pondría brava si sabía que él se iba para Calarcá y no venía antes a Bogotá; el hecho fue que
dejamos así y nunca más se volvió a tocar el tema” (Sesión 4).

En este afán por defenderse del dolor mental Camila no sólo deja de registrar algunos
sucesos externos que no se acomodan a sus fantasías omnipotentes, sino que también toma
distancia de aspectos de sí misma, aspectos que le resultan ajenos (Y que quizás proyecta en
otros):
“A veces Eduardo se pone de mal genio conmigo porque hago eso… (Tener sexo con
varios hombres) pero yo no me siento mal, yo no amanezco como arrepintiéndome ni nada de
eso, yo nunca me he arrepentido de lo que hice el día anterior” (Sesión 4).
Pertenencia
Camila se sintió excluida de una relación legítimamente afectiva con su padre; la relación
que ella construye con el padre parece más la relación con un fantasma-virtual idealizado:
“Desde que él se fue (el padre) yo tenía 10 o 12 años, fue como en el 93, pero él nunca
estuvo ni para mi grado, ni cuando cumplí 15 años. El me llamaba y me preguntaba cómo estaba
pero de todos modos me hacía mucha falta tener a mi papá al lado” (Sesión 1).
La relación con ese padre-virtual-abandónico se reproduce en diversas relaciones,
especialmente con sus cónyuges, con quienes no sabe si está o no vinculada; pareciera de nuevo
excluida de una vivencia emocional legítima de amor y recibimiento conyugal:
(Con su novio virtual) “Y pues ahora no sé si somos novios o qué, él me dijo que si
teníamos algo en serio y yo le dije que sí que bueno y ahora hablamos muy seguido, él me llama
muchas veces y yo ya le digo “Amor” por teléfono” (Sesión 1).
“La verdad es que lo que te contaba de mi ex, que se fue al ejército, pues él no es mi ex, él
es mi novio. Solo que él no me llama ya casi y pues yo tampoco lo he podido contactar a él y me
he sentido sola. Además con él me han pasado unas cosas que me han dolido” (Sesión 1).
Sin embargo existen momentos y relaciones en las cuales sí logra construir una experiencia
emocional legítima y sentirse inscrita dentro de un vínculo:

“Eduardo para mí ha sido un gran amigo, él no permite que yo me sienta sola, a él le
cuento todo. Además es que no tengo con quien más compartir, por ejemplo no tengo los amigos,
como en otras personas, que salen, van a ciclo vía, se encuentran en el barrio para hablar”
(Sesión 4).
TERCER SUJETO, GRUPO DE MADRES SOLTERAS
Las integrantes del grupo vivieron diversas experiencias dolorosas y conflictivas con sus
padres o representantes, muy relacionadas con las dificultades que tuvieron en tanto cónyuges y
madres:
“A: ella aunque fue muy buena mamá, tuvo muchas fallas, pero pues, a mí no me gusta
recordar eso. No me gusta recordarlo porque realmente pues no es que haya sido tan buena
infancia” (Sesión 1).
El padre de estas mujeres con hijos y sin cónyuges, ha sido vivido por ellas, mayormente,
como una figura ausente:
“D: Entonces mi papá decía: a nosotros lo que nos hizo falta, fue mano dura. Y algo que
me quedó sonando fue que dijo: “el error más grande, fue haberles dado todo”. (…) El pensar
de ellos todo es: que tuvieron para vestirse, que tuvieron para comer, pero nunca estuvieron de
pronto en la casa el tiempo suficiente para estar con nosotros para expresarnos muchas cosas,
para expresarnos cariño, para salir de pronto un fin de semana. Mi papá, que yo recuerde,
porque hasta ahorita lo sé que lo sigue haciendo, si él estaba un fin de semana, estaba con sus
amigos en la cancha de tejo, que eso lo hace aún ahora” (Sesión 1).
Un padre que no cumplió sus funciones, como por ejemplo la de proveer, y las delegó a la
madre:
“A: pues mi papá… era un borracho (…) yo de mi papá nunca recibí un par de zapatos,
nunca recibí un vestido, mi mamá que también cosía, ella era la que me vestía, una tía le
ayudaba con lo del estudio para mi” (sesión 1).
O por ejemplo, la de imponer la ley y la autoridad:
“A: está el caso… más claro no canta un gallo… el papá, tiene todas las obligaciones con
su hijo. Pero en el caso que el hijo se le está saliendo de las manos, ¿qué tiene que hacer?
Entonces, cójalo y vaya entrégueselo a Bienestar Familiar… que es lo más común.
R: No, porque en este caso con lo de mi nieto, cómo que yo me iba volviendo loca…
A: es la ausencia de la figura paterna. La figura de autoridad” (Sesión 1).
La madre, ante la ausencia del padre, responde ausentándose de su rol materno, maltratando
a sus hijos, sobre vinculándose con alguno de ellos (principalmente el que represente mejor al
padre ausente) o mezclando estas diversas tendencias.
Quizás saturada intentando resolver los vacíos dejados por la inoperancia del padre u
ocupada en la retención del padre, la madre tiende por momentos a ser una figura igualmente
ausente en la mente de estas mujeres, sin la disponibilidad suficiente para generar en sus hijas el
sentimiento de contención (mujeres sin padres para sus hijos):
“A: mi mamá tampoco era de las que no salía del colegio preguntando cómo iba la hija,
sino al contrario, vecina usted va a recibir su libreta de calificaciones, por favor recíbame la de
la niña” (sesión 1).
“S: mi mamá trabajaba con mi papá en la tienda. Entonces pues nunca estuvo pendiente de
nosotras y pues yo lo siento… yo pues digamos que sentía que lo que había pasado era culpa de
ella. Cuando el abuso de él (tendero), pues en ese tiempo estaban con el local en la misma casa,
y nunca se dio cuenta de nada. Nunca se dio cuenta de nada” (Sesión 2).
En general, las madres ausentes parecieran ser mujeres conflictualizadas por distintos
motivos que les ha impedido desarrollar sus funciones maternas y representar mentalmente a sus
hijos en tanto hijos:
“S: mi mamá era muy distante con todos nosotros. No hubo como el cariño, el abrazo…
eso no. Pues, lo suplió más mi papá.
N: y qué te hacía pensar esa actitud de tu mamá de ser tan distante, tan poco afectiva.
S: no… no sé. Yo no entendía eso. Nunca lo entendí. De pronto pues yo no sé si es que ella
no quería tener hijos… yo no entiendo” (Sesión 2).
De hecho, la presencia material de estas figuras no implica que se perciba su presencia
emocionalmente y que sus funciones sean cumplidas a cabalidad:
“R: fui abusada muy niña, mi papá y mi mamá trabajaban en una tienda. Todavía es duro
para mí recordar eso. Lo que sentí es que estaba muy sola y era el domicilio de la casa…era el
muchacho que ayudaba. Entonces muy niña abusada y yo sentí que era culpa de mi mamá
porque mi mamá, pues por estar pendiente de trabajar” (Sesión 1).
La madre, debido a una historia de ausencias y maltratos propia, no logra asumir todas las
funciones paternas:
“R: pero es también porque los niños mantienen muy solos. Y lo más fácil para uno de
mamá, es pegarlos a un televisor o a jugar, eso es más fácil para uno” (Sesión 1).
A veces la ausencia del padre movía a las madres a maltratar a sus hijas hacia quienes
proyectaban la agresión resultante de agravios vividos o imaginados:
“D: lo voy a poner así de esta manera: mi esposo prácticamente ha sido mi mamá. Mi
tormento, desafortunadamente es muy triste decirlo, pero ha sido siempre mi mamá (Sesión 1).
“S: nos castigaron físicamente, pues de correazos y pues muy duro y a mí me parecía
tenaz, o sea, yo nunca…nunca sentí que eso hubiera sido bueno. Todo lo contrario. Creo que
siento resentimiento por eso” (Sesión 2).
La madre conflictualizada ataca la maternidad de su hija:
“S: es que es muy duro, además cuando… pues, o sea para mi mamá fue tenaz que yo
hubiera quedado embarazada, si yo hubiera matado a alguien no hubiera sido tan cruel” (Sesión
1).
“S: digamos que en el fondo a mí me dio alegría saber que estaba embarazada. Pero ese
miedo a mi mamá, ese miedo a qué va a pasar… y de hecho pasó, porque eso fue un despelote”
(Sesión 2).
“S: Entonces ese mismo año fue que quedé embarazada, fue tenaz en mi familia, me
sacaron de estudiar yo terminé por cuenta mía porque yo quise terminar el bachillerato pero no
porque no hubiera tenido el apoyo en la casa, no de mi mamá era la vergüenza, entonces que
casi si me podían esconder me escondían, ¿sí?” (Sesión 3).
La madre sin cónyuge conflictualiza la relación con su hija impidiéndole desarrollar sus
propias funciones maternas:
“D: Bueno, hace un año, estoy saliendo con una persona, mis hijos saben. Yo tuve una
relación con él mucho antes, dos años atrás, duramos tres años de novios y pues por cosas de la
vida terminamos, volvimos hace un año; mis hijos saben… en mi casa no saben todavía
precisamente por eso, porque mi mamá es imposible
N.: Lo que nos has contado es más o menos que, tú sientes que no has podido salir de ese
papel de hija para volverte una mamá” (Sesión 1).
Los ataques de la madre hacia la hija se suman a la ausencia del cónyuge (del padre de sus
hijos):
“D: Me quedé sin trabajo, fue muy duro porque aquí es donde me empecé a sentir como
sola, como la falta de pronto de decir, esa persona que necesita uno que le colabore con los hijos
por X o por Y razón, empecé a sentir como más encima la presión de mi mamá de que usted no
quiere hacer nada, que usted no quiere trabajar, usted que no sé qué que no sé qué, salí muy
enferma de mi trabajo” (Sesión 1).
Algunas veces los hijos de padres ausentes pueden tener la suerte de encontrar sustitutos,
más sin embargo no resultan suficientes en tanto reemplazos:
“S: Entonces pues como ese cuidado de mamá, yo sentía que ella tenía con nosotros ese
cuidado como de mamá” (Sesión 2).
La ausencia del cónyuge y las diversas dificultades contextuales que esto implica promueve
reacciones agresivas contra los hijos, principalmente los hijos varones que representan ese objeto
de amor ausente:
“R: pues mi hija es como más neurótica y estaba en el momento en que quedó sin su
empleo y que pagando su apartamento y que los deseos de conseguir trabajo, y que ya no con un
niño sino con dos, entonces pues a ella se le hizo fácil ir y traerlo. Y llegó al apartamento y fue y
cogió una correa y le fue a pegar un correazo, pero ella le quería poner ese correazo pero en la
cola y el niño al no dejarse, pues ella le ha puesto el correazo acá en la cara” (Sesión 1).
“A: yo fui víctima de un maltrato infantil por quererme educar mi mamá fue muy violenta
conmigo, pero uno vuelve y recapacita. Por ejemplo una vez me dio una tunda que me dejó las
piernas haga cuenta una señora embarazada con las piernas que ya se le va a meter la vena
várice, porque mi papá estaba en una tienda tomando, ella estaba haciendo la comida, mi papá
no llegaba y no llegaba y ella mándelo llamar y mándelo llamar, y no ha llegado, entonces ella
cosía, se paró y me dijo: “me cuida las ollas, ya vengo… ya vengo, voy a llamar a su papá” y
lógico, el señor estaba tome y tome y tome, y no se paró, no se vino rápido y yo me puse a jugar
con niños de la casa, se me olvidó la bendita olla y se quemaron las papas, se quemó la de las
papas y qué tunda tan hijuemadre que me dio mi mamá… qué tunda que es la hora, que soy
bisabuela y no la he olvidado” (Sesión 1).
La ausencia del padre promueve, en ciertos casos, una relación amalgamada entre el hijo,
generalmente varón y la madre; se carece de la presencia del padre que rompa la
sobrevinculación. Quizás este hijo, a su vez tenga problemas para concebir una pareja conyugal y
una familia:
“S: O sea, al faltar mi papá yo creo que todos volcaron sus afectos hacia mi hijo y yo
siento que eso pues le hizo mucho daño porque es una persona muy insegura, que no tiene en
este momento un trabajo estable, porque lo volvieron… o sea, yo creo que se vuelve una persona
inútil cuando a usted le dan todo y venga yo le hago, y venga yo le traigo, pues me parece que es
una persona en ese sentido que le falta como la fuerza, la autoridad del papá, o sea, todos mis
hermanos se volcaron en el cariño pero no de la mejor forma”.
“A: Él (padre de sus hijos) no fue capaz de salirse de la pretina de la mamá, porque
efectivamente mi suegra fue muy buena mamá, pero ella a todos los hijos los manipuló mucho. A
todos. Pero es que el más bobo fue él. El más bobo fue él, porque él fue el único que tuvo hogar
sin salirse de debajo del ala de ella, mientras que todos los otros sí cuando ya consiguieron su
compañera o su esposa se salieron”.
“S: él (el padre de sus hijos que los abandona) tiene una de esas historias de los hijos que
a veces no tienen el apoyo del papá, es duro, es duro y es la historia del papá de mi hijo”.
La ausencia y ataques de los padres promueven diversas confusiones en los hijos:
“A: sí, yo no era mala porque yo era una niña y una niña muy noble y de buenos
sentimientos de pronto muy traviesa, de pronto tenía la oportunidad de hacer” (Sesión 1).
El grupo permitió observar cómo se traslada intergeneracionalmente la ausencia de los
padres:
El inicio de una relación de pareja, antes de estar preparada para la maternidad, mueve a
ciertas mujeres a escapar de hogares donde los padres son muy maltratantes o negligentes; el
cónyuge se vuelve en la esperanza de un futuro promisorio (supuesto básico de lucha y fuga y de
apareamiento):
“A: Yo tuve una relación con una persona que fue mi primer compañero. Con él me salí de
la casa porque la situación entre mi papá y mi mamá era terrible y como hoy en día yo miro
desde otro ángulo y veo como hacia atrás y hacia abajo las cosas y entiendo que fue como para
escapar de ese entorno que yo estaba viviendo. Mi papá era un borracho, había mucha violencia,
siempre llegaba a golpear a mi mamá, mi mamá le reclamaba, se golpeaban” (Sesión 4).
Se repite constantemente la situación en la que las madres quienes, quizás, buscando el
objeto paterno perdido en su relación conyugal, terminan siendo maltratadas y abandonadas, al
tiempo que se ausentan mentalmente de sus hijos, quienes a su vez, intentan manejar este dolor
(angustia, melancolía, agresión, etc.) con diferentes mecanismos:
“R: Yo pienso que la historia de mi nieto, la situación de él… claro, el niño tenía 4 años
cuando el papá se fue, el memorizó, grabó, que su papá se fue, que su papá le torció así el brazo
a la mamá, que incluso le dañó el reloj, que su mamá consiguió otra persona, que obviamente
para él es desconocida, que de pronto le entregó más amor a ese muchacho mientras que todo
era muy rico y a él pues que ya lo fue haciendo como a un ladito, ya con más veras ahora porque
llegó la niña, entonces pues mi nieto, él no es malo. Sino que él en el colegio o en la casa es un
niño supremamente hiperactivo, indisciplinado, él le dice uno: Osquitar, haga tal cosa, no, no
quiero. ¿Por qué no? no, no quiero. No me obligue. Y no, y no. Y es la voluntad de él, la
expresión de él es estar todo el tiempo en el televisor” (Sesión 1).

Las experiencias satisfactorias e insatisfactorias con las figuras paternas van a determinar la
relación con el cónyuge (padre de los hijos) y con los propios hijos:
La ausencia del padre se vive mentalmente como un vacio que parece no llenarse: ausencia
de cónyuge, de padres y hermanos para los hijos; ausencia de objetos masculinos en general:
“S: bueno, empiezo yo. Mi nombre es S, tengo dos hijos, uno de 28 años y otro de 11 años.
Entonces pues la diferencia es bastante grande, son como dos hijos únicos, ehhhh… nunca he
estado acompañada de los papás de mis hijos, al principio con el del niño menor sí, pero… pues
el no vive acá y pues tenía otra relación allá paralela con la mía, de año y medio, y pues nos
separamos” (Sesión 1).
La ausencia del padre se convierte en un vacio que se reactualiza en la ausencia de cónyuge
y padre para los propios hijos; el padre se convierte en la mente como un objeto ideal difícilmente
retenible:
“S: no, yo le hice una demanda por alimentos porque él no quiso ayudarle más” (Sesión
1).
No sólo se construye la imagen ideal de padre sino de familia:
“A: sí… hay lugares ideales y hay sitios donde el papá y la mamá responden hombro a
hombro por sus hijos, pero desafortunadamente no es la mayoría. Son muy pocos los lugares
donde papá y mamá están cumpliendo con lo básico de sus funciones, totalmente o a cabalidad”
(Sesión 1).
El objeto masculino dentro del grupo familiar se vive, cuando es lo suficientemente sano,
como una protección; ante su ausencia la mujer (hija, madre o cónyuge) se percibe expuesta a la
persecución de los objetos malos:

“A: en el 78 quedé esperando mi otro hijo (no se entiende) el último para mi, fue el más
traumático porque estuve sola, él no estuvo porque murió, entonces tuve que pasar mi embarazo
sola, y viviendo con la presión de la familia de él porque vivíamos en la misma casa…y entonces
ya empecé a ser la mala…la mancha… mis hijos… la mancha” (Sesión 1).
En este apartado se observa cómo la ausencia del padre se revive con la ausencia del
cónyuge, el padre de los hijos propios.
El objeto paterno no cumplió sus funciones del mismo modo que el cónyuge no puede
cumplir sus funciones paternas abandonando al grupo familiar:
“R: Se casó por lo cristiano pero el matrimonio duró 6 meses. Entonces el papá del niño
mi yerno, se fue muy seguramente dicen que consiguió otra mujer y que por eso él decidió mejor
irse y abandonarla a ella, y pues no era tanto por eso sino porque es que Nicolás no quería
enfrentar la situación de plata, porque él tenía el vicio o lo tiene de fumar y de ir a jugar
maquinitas. Entonces si Ana… que es mi hija, le decía que vaya a traer lo del almuerzo, él cogía
la plata y recorría todo el barrio hasta que encontraba la papa que valía 50 pesos para el resto
de plata irse a jugar maquinitas. El no era un muchacho de progreso, de cómo vamos a surgir,
sino era consumidor allá en sus maquinitas” (Sesión 1).
La madre quien recibe negativas y ausencia del cónyuge a quien le ha hecho mayores
exigencias, percibe estas negativas como un castigo; es decir, la madre percibe este rechazo como
un castigo por sus impulsos sexuales incestuosos dirigidos a la figura paterna proyectada en el
cónyuge:
“S: al principio él estaba pendiente como de su hijo… como de llevarlo al médico y todo
eso… o sea, tuvo una relación con el niño, y después lo que yo siento que pasó es que por
haberme dado yo cuenta que él tenía otra relación, pues el castigo es “yo no le vuelvo a
ayudar”. Sabiendo que el castigo no es para mí, es para su hijo. Entonces se alejó y pues la
relación no fue muy buena” (Sesión 1).
En la mente de parte de estas mujeres la ausencia del cónyuge se vive como un hecho
vergonzoso, en tanto se pierde la lealtad de la familia de origen del padre, o se vive el rechazo
como resultado de tener algo dañado, o como si el padre negara la paternidad señalando a la
madre como un objeto erotizado-promiscuo; la ausencia de padre para los hijos se vive como la
ausencia de padre para sí misma:
“A: mis cuñadas me humillaran, me les echaran agua sucia y cuando digo agua sucia a
mis hijos, no es simbólicamente es que una vez me les echaron agua sucia de un trapero por la
cara a la niña menor que yo la acababa de arreglar y la niña se paró así en el pasamanos a
mirar a la tía trapear” (Sesión 1).
“Ar: y lo llamo al papá del niño (enfermo) y él me dice: “eso no se ponga a llorar, eso no
se ponga a desesperarse, si no tiene plata pa’ coger taxi pa’ irse pa’l médico entonces no lo
lleve. No, mejor deje que se muera, porque toda la vida el va a depender de usted. Una persona
ayer me dijo: usted ese niño qué? Qué aspira que le dé? Dijo, nooo de todas maneras… antes
déle gracias a Dios que se enfermó y si se muere… así son imagínese?” (Sesión 1).
“R: ese señor (cónyuge) es un hombre muy adinerado de allá y acá pues, me abandonó con
mis hijas me dio la espalda” (Sesión 1).
A veces el rechazo se materializa cuando el padre rehúye de sus hijos cuando los percibe
como un producto dañado:
“Ar: (el padre dice:) Es que a mí me da pena salir con él (hijo menor enfermo), dijo: “hay
niños más pequeñitos que F porque él está grandecito que pueden hacer más cosas” dijo: “y que
son niños normales, en cambio este tan grande no habla, eso todo caminando de medio lado,
todo torcido, no, a mi me da mucha pena”. El siente vergüenza del niño…

Al: … además es su hijo… lleva sus genes. Entonces, ¿cómo se atreve a avergonzarse de su
producto? Porque es su producto” (Sesión 1).
El objeto materno pareciera tornarse en persecutorio o ausente en la mente de estas mujeres
cabeza de familia, atacante, de modo predilecto, de la maternidad de su hija:
“S: yo siento que igual la relación ahorita con mi mamá es difícil, es difícil, cuando yo
quedé embarazada de mi segundo hijo fue muy duro porque yo reviví todo lo que me había
pasado. Todo absolutamente todo. Lo del… pues que fue tan duro el embarazo mío, el primer
embarazo, pues yo reviví todo y pues siendo ya… pues que tenía un trabajo y todo eso pero yo
me sentí igualita. Igual, o sea, yo no sabía qué iba a hacer” (Sesión 2).
La madre primeriza identificada con los ataques recibidos por su propia madre contempla la
posibilidad de atacar a su hijo en desarrollo:
“S: yo… claro yo sentí que… no, o sea, fue tenaz. De hecho yo había pensado abortar”
(Sesión 2).
“S: no indudablemente, o sea, pues lo que siento es que parte de uno es parte de mi mamá,
lo que uno de pronto nunca quiso sentir… pues todas tenemos mucho de mi mamá, todas, todas
somos de carácter fuerte como mi mamá” (Sesión 2).
Los padres se viven como objetos ausentes, y esa ausencia a su vez se vive como una
prisión, en contraposición a la “libertad” que aparentemente muestra esta situación:
“S: pues nosotros en la casa somos cinco… somos cinco hijos y pues me gustaba de pronto
que jugábamos, salíamos a jugar no teníamos como mucho control en la casa para salir, porque
mi papá y mi mamá trabajaban, ellos tenían una tienda, pues un tiempo tuvieron el local en la
misma casa y después se cambiaron de sitio entonces pues digamos que teníamos como más
libertad. Y de pronto nos dejaban con llave pero nosotros salíamos, nos volábamos” (Sesión 2).
La ausencia de la vivencia de unos padres internos, vivos y continentes impiden el
desarrollo del rol paterno:
“S: yo tengo muchas dudas…le quedan a uno muchas dudas porque qué tan mal lo estoy
haciendo o qué tan bien lo estoy haciendo (en tanto mamá)” (Sesión 1).
La ausencia de los objetos paternos se vive como la ausencia de un apoyo verdadero, hasta
para ejercer la maternidad:
“D: pues eso es lo que yo quiero… pero igual, es muy difícil en el sentido de que usted es
una persona que digamos, tiene trabajo a usted nadie le va a decir, venga le colaboro con esto,
yo le presto mientras usted empieza a subir, mientras usted empieza a… que si usted puso un
negocio a crecer no es fácil, porque no hay una persona… no hay.” (Sesión 1)
La ausencia de figuras internas contenedoras promueve la dependencia patológica :
“S: es que todas estas cosas son las que me parecen que nosotras como mujeres nos falta
como esa fuerza de hacer las cosas por nosotras mismas, pero esa dependencia emocional es la
que me parece tan difícil…de nosotras las mujeres” (Sesión 3).
Dependencia puede llegar a ser patológica en tanto la búsqueda del padre promueve la
retención y el sometimiento hacia cónyuges pseudo-adultos que desempeñan un rol conyugal y
paterno insuficiente, semejante más al rol de hijo:
“R: Mi hija estaba así un gancho, está pero supremamente acabada, que porque no tiene
empleo, que porque no… está enferma, que porque los servicios, que la puerta del apartamento,
que no consigue empleo, y que ese señor no le colabora sino cada quince días hace un mercado
de doscientos cincuenta mil pesos y pues que le colabora en los servicios. Pero entonces ella
hace todo y él allá es un inquilino. Que si de esa plata, es lo que el consume y que ella le lava, le
cocina, le plancha, lo atiende, pues las cosas que necesita de noche y los servicios y todas esas
cosas, y pero ¿que ella qué?” (Sesión 1).

Se observa que las vivencias positivas con los padres y parte del aprendizaje originado a
través de la experiencia emocional le permiten a las madres desarrollar parte de sus funciones
maternas:
“S: yo estuve sin trabajo un tiempo pero yo soy la que respondo por mis hijos. Yo no le
puedo decir que es que mi mamá me da para… no. Yo siempre he sido responsable por mis hijos.
Yo creo que parte de lo que nos inculcó mi papá y todo eso, que uno tiene que ser responsable.
Entonces en la casa es exceso de responsabilidad. Yo hago lo que sea. Pero no le pido nada a mi
mamá porque yo sé que no es el problema de ella” (Sesión 3).
“S: yo siento que he tenido una buena relación con mis hijos, si? Yo he sido cariñosa con
ellos. Ahora, yo le contaba a Natalia que con mi hijo, el pequeñito, pues que también a mi me
castigaron físicamente. Me castigaron muy duro” (Sesión 3).
Las experiencias de abandono y maltrato reflejan la construcción en estas mujeres de
objetos idealizados que son buscados compulsivamente.
“S: No, si… hay una idealización indudablemente y… o sea, yo no entiendo por qué me he
quedado ahí si? O sea, lo que yo a veces me pregunto es que cómo a veces la gente dice que tan
fácil… ay… qué fácil…pues uno dice que no y ya. Pero, pues yo no sé cuál es la razón por lo que
uno se queda ahí, sabiendo que no hay algo bueno, que hay agresión y todas esas cosas y uno se
queda ahí.
N: como esperando que algún momento la respuesta cambie, que de pronto ellos cambien,
sean todos buenos, sean todo lo que al principio imaginamos.
S: si. Entonces yo creo que sí tiene uno una idealización de todo, de las relaciones en todo
sentido, con los hijos, con todo” (Sesión 2).

“A: y lo otro que yo escucho es que uno también todo tiene que ser para ellos… ¿por qué
tenemos que sacrificarnos? No. Yo creo que es parte de eso que no hemos aprendido a vivir por
nosotras mismas, ¿sí? Entonces si no están, no podemos vivir sin ese alguien, sin esos hijos, sin
otra persona” (Sesión 2).
La madre soltera busca la presencia del padre de su hijo:
“S: uno dice: pues éste tiene papá, tiene familia, es mejor que la conozcan y el
acercamiento, o sea, todo es (¿¿??) a una relación ideal, entonces yo traté con ellos el
acercamiento pero fue muy duro…la abuela… lo único que le dijo fue: “A ese muchacho (hijo)
no me lo vuelva a traer aquí” (Sesión 1).
“S: yo… claro yo sentí que… no, o sea, fue tenaz. De hecho yo había pensado abortar. Y
pues en la casa mis hermanos pues se enteraron y pues digamos que tuve el apoyo de ellos como
pues mis hermanas respetaban mucho mi decisión, entonces usted decide. Pero entonces también
el papá de Manolo no hacía los méritos como para uno desear como chévere porque voy a tener
una pareja, no eso no” (Sesión 2).
La madre soltera busca apoyo paterno en las instituciones:
“R: Entonces uno va allá a buscar ayuda y qué pasa? Que uno no la encuentra sino que
encuentra es gritos y que uno va desesperado porque pues que sus hijos y allá, o son los
secretarios o son los jueces, o son los que están allá atendiendo, le pegan a uno un grito que en
ese entonces a mi me decían cosas y yo me confundía, me embrutecía, yo no sabía, yo salía…qué
fue lo que me dijeron que hiciera? Cómo es que tengo que ir? Muchas veces me tocó
devolverme: pero señora no sea bruta, escriba. Entonces yo tenía que escribir” (Sesión 1).
La madre soltera busca un padre para sí misma:
“S: Después entonces estuvo el papá de mi hijo, de mi hijo menor, de Manolo y uno no se
da cuenta de las cosas, pues igual la relación con mi mamá ya estaba difícil y todo eso, entonces
uno se mete con personas que uno cree que le van a brindar cariño y que este sí, y que éste
sí…no.
N: que van a ser como ese papá, no?
S: el ideal, si. El ideal… y es muy triste darse cuenta…Entonces sí, uno idealiza mucho”
(Sesión 2).
La mujer busca satisfacer sus impulsos sexuales soterrando sus necesidades amorosas,
tendencia que la puede llevar a someterse a su objeto de deseo:
“S: se lo digo por mí. Yo creo que es que uno muchas veces busca cariño a través del sexo.
R: sí, desafortunadamente, llega un hombre que lo abrace a uno y le de cariño y está bien
mientras que tuvieron su relación sexual” (Sesión 1).
Expectativa Por La Respuesta Por El Objeto
Basada en la historia con los objetos internos y externos la madre soltera, que como se ha
observado probablemente ha sido además una hija con experiencias de abandonos y maltratos,
genera expectativas respecto a las respuestas de los sujetos que la rodean.
La esperanza por el encuentro con el objeto paterno idealizado se conserva aún por sobre
las evidencias adversas:
“S: él (cónyuge) estuvo de pronto una vez en psicología, él hizo un compromiso de que iba
a estar pendiente de su hijo y no… y pues también las mujeres no nos ayudamos mucho con la
idealización de las cosas y por eso sufrimos más” (Sesión 1).
Se guarda la expectativa constante de que el cónyuge se comporte como el objeto
idealizado:
“S: no nos ayudamos mucho con la idealización de las cosas y por eso sufrimos más.
N: ¿de los hombres?

S: si, de las relaciones de pareja y que sea un buen papá que esté como pareja con uno
pero que sea por lo menos un buen papá. Pero pues desafortunadamente eso no se da” (Sesión
1).
La expectativa por el objeto masculino puede promover confusiones de roles dentro del
grupo familiar y el deseo generación tras generación de poseer al padre, que también es reflejado
en el “robo” del hijo primogénito varón por parte de la abuela:
“A: El (hijo) mayor de ella, que le lleva un añito estaba comportándose terriblemente
imponente, yo tuve problema porque fue muy sobreprotegido por mi mamá, por ser el mayor,
porque mi mamá solo me tuvo a mí, ella sintió que eso de tener un hijo varón, entonces cuando
tuvo su nieto y fue el mayor ella como que volcó todos esos sentimientos que tenía acá y entonces
lo fue acaparando, acaparando, aunque viviendo conmigo por temporadas pero entonces yo no
podía reprenderlo ni nada, porque me estrellaba con mi mamá, entonces yo viendo eso como que
fui… como que soltándolo… soltándoselo…él se me enfrentaba y lo que mi mamá le decía lo
acataba pero lo que yo le decía era como si yo fuera su hermana mayor y fuera enemiga de él”
(Sesión 1).
La madre soltera espera que su hija tampoco logre retener al cónyuge, heredando así la
misma expectativa:
“S: para mí el segundo embarazo fue también igual. Entonces yo decidí… yo hablé con mi
mamá y decidí contarle yo. Pues ese día ella no reaccionó mal pero también me dijo “va a estar
sola otra vez” (Sesión 3).
Ante la ausencia del padre se busca la aprobación en la figura materna, aprobación a veces
muy esquiva, pues se presenta el rechazo a la maternidad de las hijas, como todo lo proveniente
de ellas:
“S: yo siento que mi mamá rechaza todo lo que venga de mí. Entonces le voy a poner un
ejemplo. Una vez compré algo… entonces le dije: mamá mire compré esto, frutas o algo, lo que
necesite, no, no, no, llévese eso que yo no necesito eso. Entonces lo que siento es que he estado
mucho tiempo ahí con mi mamá esperando la aprobación de ella” (Sesión 2)
“S: Yo siento que hay cosas del pasado que no se superan, o sea, en este presente muy
difícil, pues digamos que en diciembre tuve una crisis muy dura, muy dura porque discutí con mi
mamá y pues lo que siento es que uno como hijo siempre espera el reconocimiento de la mamá”
(Sesión 3).
Ajenidad
La fuerza de los modos de relación representados mentalmente y el deseo de encuentro con
objetos idealizados, en parte, les impide a las integrantes del grupo inscribir otros aspectos
novedosos presentes en las relaciones que construyen con diversos sujetos en su actualidad.
El padre ausente se transforma en un padre idealizado frente a la madre atacante presente;
la necesidad de mantener el objeto idealizado es tan fuerte que toda evidencia en contra de su
“pureza” es negada, cerrando el campo de inscripción a lo nuevo, a la ajenidad del otro, por parte
del sujeto vulnerable, lo que se convierte en una única posibilidad de sentirse deseadas por el
padre y pertenecientes a esta relación amorosa:
“S: entonces también siento que, pues de lo que yo siento que me pueda aferrar es de eso,
de mi papá, de lo bueno que fue de las cosas que nos enseño. Si a mí me gusta la música es por
mi papá. Si yo puedo ser cariñosa con mis hijos es por mi papá, porque es que mi papá me lo
transmitió. Entonces para mí es muy difícil, que si el ídolo, lo único que yo tengo…. ¿no es raro?
” (Sesión 2).
“S: ¿cómo esposo?, ¿sí?, de pronto ausente como esposo (refiriéndose al padre), no sé…
no sé. Pero yo le decía a mi mamá: mi papá no se quedaba en otra parte. O sea, es que mi papá
nos abrazaba, es que no nos puede decir que yo nunca sentí un tufo de mi papá yo nunca vi a mi
papá borracho. Nunca. Mi papá no era de los que llegaba a pelear borracho. Nunca. Si vi algún
episodio de pelea, fue de mi mamá con mi papá… alguna vez. Que yo sepa fue un hombre muy
respetuoso, un hombre como muy caballero, es la palabra. Pero mi papá, es que mi papá si salía,
salía con mi mamá, si las fiestas eran familiares y nos llevaban a todos, si?
N: Imaginarte a tu papá, de pronto en una situación de infidelidad, para ti sería como una
traición… y sería también muy triste…
S: no, no, no. Pues mi mamá por eso le digo, alguna vez habló algo, pero ella no fue clara
si fue antes o después o cuando nosotros estábamos muy pequeñitos, yo le decía a mi mamá, tuvo
que ser que tres años atrás es posible, no sé, si? ” (Sesión 2).
El deseo de encontrar a la familia idealizada mueve a la madre a forzar la integración del
grupo familiar:
“S: entonces pues para mí fue muy duro… muy duro escucharlo de la familiar, además
porque uno dice: pues este tiene papá, tiene familia, es mejor que la conozcan y el acercamiento,
o sea, todo es (¿¿??) ahh… una relación ideal, entonces yo traté con ellos el acercamiento pero
fue muy duro…la abuela… lo único que le dijo fue: “A ese muchacho no me lo vuelva a traer
aquí” (Sesión 1).
La afanosa búsqueda del objeto (idealizado) cierra el campo de inscripción de la realidad
actual:
“A: Todas nos ilusionamos con las palabras que nos dicen en un principio…
N: estamos enamoradas
A: exactamente estamos enamoradas y creemos que lo que pensamos es la realidad. Y
resulta que no es la realidad” (Sesión 1).

El cónyuge se transforma en la oportunidad de encontrar el padre ausente; por lo tanto su
ausencia o maltrato son negados con vehemencia.
Llegado un determinado momento de la relación de pareja, el cónyuge se resiste a la
investidura que trata mantener S; en todo caso S intenta registrar el evento como un castigo de
parte de él hacia ella, quizás como reproducción de la prohibición paterna a la satisfacción sexual,
es decir registra la vivencia como la reedición de un evento pasado y no como un evento actual.
“S: al principio él estaba pendiente como de su hijo… como de llevarlo al médico y todo
eso… o sea, tuvo una relación con el niño, y después lo que yo siento que pasó es que por
haberme dado yo cuenta que él tenía otra relación, pues el castigo es “yo no le vuelvo a
ayudar”. Sabiendo que el castigo no es para mí, es para su hijo. Entonces se alejó y pues la
relación no fue muy buena” (Sesión 1).
La historia de ausencias de las figuras afectivas significativas promueve una gran dificultad
para observar y aceptar la distancia del objeto; la voluntad del otro de estar o no es peligrosa para
estos estados mentales vulnerables, impidiendo el registro de esta porción de los otros:
“S: ah, si… no, pues es que la realidad es otra. Entonces por ejemplo yo digo pues por…
en un momento que yo dije yo pude haberme ido de acá y no haber soportado lo que soporté. Yo
sí siento que hubo un momento que yo no entendí por qué me quedé. Cómo… usted cómo me va a
abandonar a mi? Pues o sea, como la sensación de abandono para mí es tenaz. Es terrible la
sensación de abandono me parece difícil. Entonces yo sentí eso, o sea, yo no puedo… usted no
me puede dejar, ¿cómo me va a abandonar?” (Sesión 2).
Surge la esperanza omnipotente de que el cónyuge-agresor-ausente cambiará por
intervención divina (Dios en tanto padre idealizado), por la intervención “mágica” de alguna
persona, institución o grupo, o por algún cambio desarrollado por la propia mujer:
“S: él estuvo de pronto una vez en psicología, él hizo un compromiso de que iba a estar
pendiente de su hijo y no… y pues también las mujeres no nos ayudamos mucho con la
idealización de las cosas y por eso sufrimos más” (Sesión 1).
A veces situaciones actuales impactan al sujeto impidiéndole aceptar o registrar un cambio
en sí mismo, que de un lugar al otro, que no está dentro de lo instituido en sí mismo y que
requiere un corrimiento para no violentar al otro diferente, situación que afecta a ambos padres
indistintamente. Quizás ante la experiencia de asombro, resultante de la incongruencia entre lo
deseado y lo disponible, el sujeto (padre, madre, hijo, etc.) intenta negar aquello que promueve el
dolor mental.
El padre, ante la enfermedad del niño, se confronta con conflictos internos y deseos
imperiosos que lo llevan a negar el vínculo afectivo:
“Ar: El papá del niño pequeño, cuando nació el niño siempre fue muy atento y pendiente
del niño y eso y después que el niño sufrió eso el niño camina de medio lado, porque cuando él
convulsiona se le tuerce todo el lado derecho. Entonces el niño no habla. Desde que el niño se
enfermó así, el no me le volvió a dar nada al niño” (Sesión 1).
“Ar: Es que a mí me da pena salir con él, dijo: “hay niños más pequeñitos que Franklin
porque él está grandecito que pueden hacer más cosas” dijo: “y que son niños normales, en
cambio este tan grande no habla, eso todo caminando de medio lado, todo torcido, no, a mi me
da mucha pena”. El siente vergüenza del niño” (Sesión 1).
El hecho novedoso no se registra en tanto tal, sino en referencia al sí mismo o al pasado:
“N: A parte de la desprotección del estado también sientes un rechazo como te decía
ahorita, por el hecho que el niño esté enfermo y pueda ser culpa tuya” (Sesión 1).
Las dificultades relacionales vividas por los sujetos podrían distanciarlos de desarrollar y
ejercer sus funciones paternales; es decir, se podría pensar que a ciertos padres las funciones
parentales les pueden resultar ajenas, por lo cual las desempeñan sus roles de modos imitativos y
no genuinos:
“R: Entonces mi papá decía: a nosotros lo que nos hizo falta, fue mano dura. Y algo que
me quedó sonando fue que dijo: “el error más grande, fue haberles dado todo”. (…). El un
sábado nunca está en la casa. Un viernes nunca llega temprano porque está en la cancha de tejo
con los amigos, mi mamá siempre estaba con sus amigas, o si estaba en la casa estaba
peleando… porque vea, desde que yo recuerdo, mi mamá nunca ha dejado de pelear conmigo.
Nunca” (Sesión 1).
“R: pero es también porque los niños mantienen muy solos. Y lo más fácil para uno de
mamá, es pegarlos a un televisor o a jugar, eso es más fácil para uno” (Sesión 1).
En la mente de algunos pseudo padres se gestan confusiones y conflictos sexuales que,
como se comenta en la siguiente viñeta, por momentos les mueve a percibir la feminidad como
algo dañado-dañino impidiendo el registro de la realidad actual de esa feminidad: Amorosa,
creativa, contenedora, etc. Esto a su vez involucra la dificultad de la madre para concebir a su
hijo(a) en su ajenidad, lo que implica las agresiones que inconscientemente dirige a este de igual
manera que les son dirigidas a ella por su pareja.
“R: Ese día ese viejo asqueroso me dijo que era una vieja tal por cual, que no había sido
capaz de tener un chino, que para qué un zurrón de éstos, habiendo tantas prostitutas ¿para qué
una más? Entonces yo lloraba, yo lloraba y me decía mire esconda ese zurrón que mire allá
viene fulano allá viene zutano, allá no sé qué… me ven…y yo pues con mi niña acá y atacada en
llanto, llore y me llevó a la casa y me dejó allá y ya no empezó a volver más sino que digamos
me abandonó.
A: ese era el concepto que tenía mi papá de las mujeres.

T: y además es como si fuera un concepto de las mujeres, no? o sea, estar denigrando de la
feminidad, de lo que es ser mujeres.
A: o sea, malo ser mujer. Malo en todo sentido. (…)
R: Y él siempre fue una persona muy humillante, muy grosera. Entonces a nosotras las
mujeres, nos comparaba siempre con las vacas porque él es ganadero también” (sesión 4).
Pertenencia
Las diversas vivencias de abandono y maltrato sacan a las mujeres, aquí atendidas, de la
pertenencia a diversos vínculos:
Sacada del vínculo de protección del estado; sacada en lo formal de su investidura como
ciudadana:
“S: yo le hice una demanda por alimentos porque él no quiso ayudarle más y hace poquito
pero además uno no se siente asesorado, lo que uno siente es que uno es tan ignorante de las
leyes de todo y uno se siente muy solo. Entonces pues yo seguí la demanda… pero además
porque es un problema para uno, o sea uno no sabe cómo afrontar esas cosas. Porque eso
psicológicamente es muy desgastante” (Sesión 1).
Desterrado del vínculo afectivo con alguna porción o la totalidad del grupo familiar de
origen:
“S: El estuvo en diciembre donde la familia de él y fue tenaz. Fue muy duro porque pues yo
no sé qué esperaban del niño, que seguramente fuera amoroso y de todo pero pues era un sitio
desconocido del Chocó de Quibdo y pues las costumbres son totalmente distintas, totalmente
distintas entonces yo sentí que hubo mucho rechazo con Manolo y Manolo se estresó, entonces
no le hizo como mucho estar hablando con ellos entonces fue muy duro y el niño me lloraba
todos los días y me llamaba y pues que no quería estar allá. Entonces lo dejaron después…
estaba donde la abuela, y después lo dejaron donde una tía, donde tienen una casa que puede ser
de ensueño con piscina y de todo, él tenía derecho a sacar lo que quisiera, pero lo que él me
decía: aquí nadie me quiere, o sea, yo estoy aquí solo y me haces falta mamá, me hace falta que
me abraces y me beses… aquí no tengo eso. Eso fue un problema. Estuvo como 8 días. Fue un
problema y tenaz pues porque la idiosincrasia es distinta yo entiendo eso… entonces como
cuestionándome mucho el ser mamá…porque eso para mi en diciembre fue muy depresivo en
diciembre por toda esa situación pues porque siempre el rechazo al hijo” (Sesión 1).
Ante la evidencia de daño o cambio el padre intenta negar el vínculo con su hijo:
“Ar: el papá del niño pequeño, cuando nació el niño siempre fue muy atento y pendiente
del niño y eso y después que el niño sufrió eso el niño camina de medio lado, porque cuando él
convulsiona se le tuerce todo el lado derecho. Entonces el niño no habla. Desde que el niño se
enfermó así, el no me le volvió a dar nada al niño” (Sesión 1).
“N: porque además siento que en lo que me cuentas tú sientes como si ese embarazo
hubiera afectado a tu mamá de una mala manera, o sea, como si le hubieras hecho un daño a
ella…
S: si
N: eso a ti te genera culpa y angustia y no de una manera distinta pues es una situación
como en la que estuviste y que además pues la que más afectada estaba en ese momento eras tú,
no tu mamá. Pues tan directamente quiero decir, con el embarazo.
S: ah, sí. Y mi primer embarazo, como al año dos años más o menos mi hermana mayor
quedó embarazada. Y yo me sentí también culpable por eso” (Sesión 2).
S pareciera poder existir en tanto haga lo posible por acallar sus deseos vitales (de
conservación y reproducción), es decir, en tanto permanezca poco visible; especialmente sus
embarazos han sido situaciones que han movilizado fuertes conflictos con su madre y aliados, en
tanto son la manifestación de su fuerza vital y productiva. El embarazo promueve su expulsión de
la mente de la madre, y su expulsión simbólica y real del grupo familiar.
“S: estuve un tiempo, yo me fui... yo quedé embarazada de mi segundo hijo, pues igual una
persona que no le agradaba a mi mamá y pues tendría sus motivos, las mamás siempre tienen sus
motivos y me tocó otro embarazo sola. Porque el papá de mi primer hijo, no respondió por él. Y
después de 18 años quedé embarazada y reviví todo lo que pasé con mi mamá. A los cinco meses
me tocó salir de mi casa embarazada, si? Porque eso fue un problema en mi casa: los que
estaban a favor, los que estaban en contra, fue muy difícil, muy difícil y yo arranqué, o sea, yo
me fui” (Sesión 3).
También se logra observar, a partir de este fragmento, cómo la pertenencia se encuentra
referida a un espacio físico o geográfico que representa el lugar vivenciado como propio o como
asignado y que en este caso es sentido como despojado, o como un lugar del que se es expulsado.
Partiendo de las categorías de análisis propuestas y el material clínico se construye la
siguiente síntesis que busca rescatar los puntos más importantes descritos en las sesiones
individuales y grupales.
La experiencia de ser hijo: El ser hijo sin padre (y/o sin padre en madre) tiene
implicaciones diversas. Según se observó, al menos en la población vulnerable objeto del
presente estudio, la falta del padre es una vivencia psicológica que trasciende las generaciones; la
fantasía de abandono y la búsqueda del padre idealizado va tomando, quizás en la sociedad
actual, la forma de un acervo familiar que se transmite y materializa en la imposibilidad de
“retener” al cónyuge.
La madre, quien según lo observado, ha sido en muchos casos una hija sin padre en la
realidad externa o interna, tiende a sostener un conflicto con sus hijas, y en especial contra la hija
más cercana al cónyuge-padre, cuando se desarrollan en la mente de la madre diversos conflictos

edípicos irresolutos, o contra la hija con la cual más se identifica, cuando en la mente de la madre
ha surgido una figura superyóica tiránica que ataca el verdadero self; a veces la hija predilecta del
padre es la misma con quien la madre se encuentra más identificada.
Los maltratos de la madre hacia la hija toman diversas formas. Se observan ataques
verbales, a través de los cuales la madre denigra de los diversos aspectos de la imagen de su hija,
principalmente su capacidad creativa-procreadora. Se observan maltratos por omisión del
desempeño de las funciones maternales-paternales, es decir, maltrato por negligencia,
principalmente la tendencia a restringir las provisiones. Finalmente se observan en el nivel más
intenso maltratos físicos, a veces perversos, como golpes, ataques con armas, zarandeos, etc.
Así la vivencia de la ausencia del padre, sumada a la vivencia de diverso tipo de maltratos
de parte de la madre van a configurar en la mujer conflictos internos que funcionaran como
obstáculos para desarrollar sus roles conyugal y maternal.
En el caso del hijo quien se ha identificado intensamente con las características de la madre
y de su feminidad a raíz de la ausencia del padre, podría correr el mismo destino descrito
anteriormente para el caso de la hija; es decir, la vivencia de maltrato físico, psicológico y de
abuso sexual cuando la madre ataca su feminidad o en general sus expectativas inconscientes.
La respuesta de la madre (sin padre y en la ausencia del cónyuge) frente a la masculinidad
del hijo puede ser de dos tipos. Ataque al hijo que representa al padre abandónico (ataques que
pueden tomar las variantes anteriormente descritas), o la construcción fantasmática de una
relación incestuosa con el padre idealizado proyectado en el hijo.
La identificación con los objetos externos: la figura materna, con su tendencia conflictiva, y
la figura paterna ausente son los objetos externos con los cuales se identifica el hijo. De allí la
dificultad para desarrollar en la adultez algunas funciones paternas, y para mantener un vínculo
estable con una pareja conyugal.

La identificación con los objetos internos: se observó la tendencia a introyectar los aspectos
agresivos de los padres en un superyó tiránico e hipermoral ante el cual se pliega el self,
especialmente es situaciones “apabullantes” emocionalmente hablando. A la ausencia del padre y
ante la vivencia de la agresividad de la madre, la figura femenina interna toma un tono bisexual
dándole un carácter fálico a sus ataques.
El padre ausente se introyecta como un vacío depresivo y como un padre idealizado.
La búsqueda del objeto perdido: especialmente, la faceta idealizada del padre, es buscada
por las hijas. El padre idealizado es buscado en el interior (fantasías tipo cuento de hadas) y en el
exterior (en el hijo, en el cónyuge, etc.).
La expectativa por la respuesta del objeto: debido a la historia relacional representada en el
mundo interno, los sujetos tenían dos tipos de expectativas en general; primero la expectativa de
ser maltratadas o abandonadas, o segundo, la expectativa de encontrar al padre y a la familia
idealizados.
Ajenidad: la inscripción de lo actual, de lo nuevo y la ajenidad del otro, por parte de los
sujetos desarrollados en la ausencia del padre, está ampliamente interferida por sus conflictos
internos. Los sujetos parecieran incapacitados para salirse del modelo de relación primaria, aún
cuando en sus relaciones actuales se den constantemente nuevas posibilidades.
Por una parte, parecieran no percibir las oportunidades nuevas para fortalecer y consolidar
relaciones positivas con sus hijos y cónyuges. Por otra parte las experiencias afectuosas y
contenedoras con las figuras externas parecen estimular la relación con el padre idealizado de
modo que cualquier falta posterior promueve la fantasía de pérdida o abandono de este ideal. Es
decir, el sujeto se mueve entre dos polos: relaciones extremadamente cercanas o relaciones
distantes; un vaivén constante que difícilmente es modificado por permitirse experiencias

emocionales nuevas. Lo nuevo que ofrece el otro es negado en tanto refute este modelo relacional
de vaivén.
Pertenencia: durante su desarrollo los pacientes comentaron diversas experiencias en las
que eran desalojados constantemente de la pertenencia a diversos vínculos e instituciones. Se
observó el desalojo de la pertenencia a la familia de origen, del vínculo de hijo, del vínculo de
padre, del vínculo de cónyuge, del vínculo de ciudadano con el Estado, de la pertenencia a un
lugar geográfico de vivienda, entre otros.
8. Discusión
La Ausencia del Padre “en Cuerpo o Espíritu”
“No soy yo quien te engendra. Son los muertos.
Son mi padre, su padre y sus mayores.
(…) Somos una multitud. Somos nosotros
Y, entre nosotros, tú y los venideros
Hijos que has de engendrar…”
(Extracto poema “Al Hijo” de Jorge Luis Borges, 1964)
En cada una de las historias de los sujetos que pusieron su huella en esta investigación es
visible la permanente búsqueda por el padre, por la protección, nombre y pertenencia que hace
parte de la fantasía de contar con su presencia. En cuerpo o espíritu el padre ha de ser sentido o
anhelado en el mundo interno y en el vínculo con presencia de estos personajes que abrieron paso
a la exploración que como objetivo tiene este trabajo, que busca comprender esta experiencia.
Diversos Lentes Para un Misma Mirada
Dentro de esta investigación diversas categorías fueron construidas para la observación de
los fenómenos familiares e individuales relacionados con la ausencia del padre. El análisis de los
resultados permitió además diversas interrelaciones entre las categorías descriptivas. A
continuación se hará una breve descripción de parte de estas posibles interacciones categoriales.
Experiencia de ser Hijo→ Procesos Identificatorios
Inicialmente se destacan las diversas experiencias vividas en la infancia, específicamente en
tanto hijos, como el origen de los diversos conflictos presentados durante la adultez en la
conformación de distintos vínculos. En el desarrollo psíquico, el retorno de lo reprimido hace que
en el caso del hombre, finalmente a través de la identificación se llegue a ser como ese padre al
que una vez se opuso el sujeto pero que finalmente terminara adoptando como “a su imagen y
semejanza”. (Freud, 1923) Es así como desde las experiencias frustrantes de la infancia, de
manera inconsciente se asume el papel del padre de acuerdo con esta vivencia temprana, tal como
lo mostró el paciente masculino que se ha alejado de su hijo y su función paterna se ha visto
trastocada, en algunos momentos como si fuera imposible de hacer propia, al igual que con la
pareja con quien ha sido maltratante y sometedor.
Las experiencias de ausencia presencial del padre y de maltrato concreto de la madre, desde
etapas tempranas del desarrollo, son el sustrato externo desde el cual se llevan a cabo las diversas
identificaciones que en el yo van a constituir los objetos internos malignos, y especialmente, al
superyó tiránico de cualidad fálica bélica. Es así como una vez se establece el Superyó con los
procesos identificatorios, este conserva el carácter del padre y su intensidad será determinada por
la manera como se llevó a cabo el Complejo de Edipo. (Freud, 1923) Por este motivo, lo que nos
muestran los sujetos participantes en medio de un Complejo de Edipo de predominancia perversa,
en la que la madre con violencia intenta expulsar al hijo de la triada, se relaciona con un
sentimiento de culpa que no logra desarrollarse en el sentido de la culpabilidad a la que se refiere
Winnicott (1958), que refleja la maduración de la angustia infantil y la posibilidad de un ser
humano que puede comprender y perdonar, sino que por el contrario, se convierte en una tiranía
persecutoria y aplastadora por parte del padre interno que castiga a pesar de los intentos por
desprenderse de la madre.
De esta manera la concepción interna de padre, se ve afectada no solo en el caso del
hombre, sino en el de las mujeres que tampoco cuentan con un objeto interno bondadoso e
integrado del hombre que en la infancia no se hizo presente y que se transmite inconscientemente
en las generaciones que continúan. Como Meltzer (1990a) lo plantearía: una vez el self adulto
cobra forma a partir de la identificación introyectiva de los padres internos como Objeto
Combinado, surge el concepto de padre, lo que en estos casos no se ve reflejado. Esto implica
que así como el hombre no siente como propia la función paterna, las mujeres incluyendo las
jóvenes que han sentido ataques por parte de la madre en lo que a sus funciones maternales
presentes o futuras se refiere, tampoco cuentan con un padre interno que propicie un mejor
ambiente para el desarrollo de sus hijos o que les permita llevar a cabo estas funciones de
“parentalidad” (Herzog y Lebovici, 1989).
Experiencia de ser Hijo → Búsqueda por el Objeto Ausente
Al construirse los principales cimientos del psiquismo durante la primera etapa de la vida,
la introyección de la figura paterna ausente, de la madre maltratante, y sus negativos idealizados,
van a marcar las principales formas de relación objetal que determinan las elecciones, y en
general, el modo como se van a interpretar las relaciones actuales. La fuerza del deseo por el
encuentro con el padre idealizado y de huida de los padres maltratantes, impide constantemente la
inscripción psíquica de posibles nuevas formas de relación.

A pesar de que en los sujetos, el hombre y las mujeres acuden por motivos distintos, en
estos personajes se encuentran vivencias con las figuras primarias semejantes. En todos los casos
la vivencia con la madre ha sido de actitudes concretas de maltrato hacia los hijos como
proyecciones del propio sentimiento de culpa por causa de la lejanía o abandono de la pareja –
padre, y también con respecto a las capacidades de ser padres o madres. En este sentido, llama la
atención como a pesar de la relación con la madre quien intenta expulsar o rechazar
inconscientemente a su hijo o a su hija, no es posible desprenderse o alejarse de dicho vínculo
que en algunos casos parece perverso, como en el caso de Camila.
A pesar de estas vivencias se promueve la búsqueda permanente de alguien o algo que no
se va a encontrar y que se trata de esos padres idealizados que no coinciden con las nuevas
personas que se encuentran y que no pueden ser vistas como parte de una nueva experiencia. A
pesar de que se intenten nuevas formas de relación, las relaciones tempranas persisten durante
toda la vida en menor o mayor grado. (Winnicott, 1941)
Experiencia de ser Hijo → Expectativa por la respuesta del objeto
De igual manera, basados en la experiencia temprana y en las respuestas de los objetos
primarios de amor, rechazo o incluso exclusión, se presentan las expectativas del sujeto con
respecto a las nuevas relaciones. Los sentimientos y fantasías del bebé dejan huellas profundas en
la mente del niño y tienen una poderosa influencia sobre la vida emocional del adulto, de tal
forma que a estímulos gratificantes el niño responde con fantasías placenteras, y a estímulos
displacenteros, el bebé responde con fantasías agresivas. (Klein, 1936)
Ante múltiples estímulos displacenteros las fantasías agresivas en la vida psíquica del niño
prevalecen en el adulto. Es posible observar dichas fantasías en el caso de Jaime quien dirige toda
su agresión y violencia hacia su pareja de acuerdo con la representación inconsciente que tiene de
su madre. De igual modo, en el caso de Camila la expectativa por encontrar otro diferente, se
frustra al buscar un objeto que termina siendo abandónico y rechazante de acuerdo con la
vivencia que ha tenido con su padre. Las madres solas han esperado de modo inconsciente lo
mismo para sus hijas, en especial mujeres, a quienes se les ha impuesto la tarea de someterse a
este hombre perseguidor y maltratante.
Las expectativas entonces desde este punto de vista, tienden a colocarse en una posición
“paranoide” (Klein, 1946) del sujeto, en la que la proyección y la escisión de los objetos son
frecuentes como mecanismos de defensa. Esto por supuesto, impide que exista un acercamiento
más sano a la realidad exterior desde la que se esperan objetos persecutorios y peligrosos que
pueden destruir al sí mismo. Lo cual impide que se desarrolle la “posición depresiva” en la que se
logra introyectar al objeto como total incluyendo la integración de los aspectos amados y odiados
del objeto, razón por la que puede llegar a sentirse culpa y duelo en el sentido de permitirle al
sujeto un progreso en su vida emocional. Solo en la posición depresiva se puede modificar la
relación con el objeto e integrar más al sí mismo. (Klein, 1946)
En los pacientes individuales fue posible avanzar con relación al contacto emocional del
self con los objetos internos que se encontraban escindidos, en partes idealizadas y denigradas de
la personalidad y proyectadas en los nuevos vínculos, de tal manera que era difícil sostener una
relación con aspectos diferentes a los representados en el mundo interno desde esta posición
paranoide. En el caso de Camila fue difícil avanzar en este aspecto que también se presentaba en
el plano transferencial y que en Jaime, por el contrario, fue posible vislumbrar al finalizar el
tratamiento cuando por fin tuvo la posibilidad de verse a sí mismo como un padre distinto al de
su propia experiencia. En el caso de las parejas, tanto en los pacientes como en las madres solas,
la relación iniciaba con aspectos idealizados y omnipotentes que a manera de encontrarse en el
cielo, podían llenar el vacío de su mundo interno desconociendo la diferencia del otro, para
posteriormente ser denigrados, lo que en el momento de la ruptura parecía ser el infierno al
esperarse el evidente abandono y rechazo al vínculo.
Experiencia de ser Hijo → Ajenidad
Entonces, la imposibilidad de madurar en tanto no se cuenta con los recursos y se rehúye
del procesamiento del dolor mental, asociado a los abandonos y maltratos, mantienen a los
sujetos “congelados” en ese pasado tormentoso. Lo nuevo y enriquecedor posible en las
relaciones actuales, permanece sin crear entre los miembros del vínculo, suplantado por la
repetición de los estados mentales centrados en el predominio de las experiencias infantiles,
llegando incluso por la dificultad de este corrimiento, a violentar al otro por no encarnar, o
encarnar esas representaciones constituidas buscadas.
En los casos estudiados, la realidad constituida por las fantasías infantiles y la vida
pulsional se impone sobre el otro, como sucede en los procesos de identificación proyectiva,
impidiendo la construcción del efecto de esa realidad que da la presencia del otro, Ello implica
que no pueden dar lugar a la exigencia de corrimiento de unos y otros, que reciproca y
alternativamente se impone para dar lugar a su ajenidad. No siendo posible así construir la
distancia para que se de la vincularidad entre sujetos.
La ajenidad en estos términos, se ve atravesada por los fenómenos tempranos que no
permiten ver al otro como “otro” sino como “objeto externo” basado en su centralidad en el Yo
(Berenstein, 2004). De esta manera resulta difícil la posibilidad de que el otro ofrezca una
característica novedosa, en el sentido de que se espera encontrar un sujeto que se equipare con las
experiencias que se han tenido a lo largo de la historia infantil, sobretodo de las traumáticas y las
idealizadas en el caso de quienes participaron en este estudio. En el caso de las madres, es posible
observar como en sí mismas tampoco encuentran algo novedoso, más que lo que su propia madre
ha señalado en ellas. Al ser la maternidad uno de los aspectos más criticados por las madres, no
es posible instaurar algo novedoso en la relación con sus hijos con quienes se dificulta asumir la
ausencia de la figura paterna que establece los límites en dicha relación. La paradoja que allí se
hace manifiesta tiene que ver con la manera como se configura la relación entre la madre y el
hijo, en la que por un lado se retiene y se forja una relación casi indiferenciada (que se repite en
las relaciones del hijo con otros sujetos), pero por otro lado se intenta expulsar desproveyendo de
todo tipo de pertenencia al vínculo, sobretodo en el caso de la paciente joven y su madre.
Pareciera que la ausencia del padre en tiempos anteriores de la madre ha permanecido a modo de
“fantasma inconsciente” (Levobici, 1989) en el que el deseo por la maternidad es el deseo
inconsciente por darle un hijo al padre, que también ha sido idealizado y denigrado al mismo
tiempo. Así, el hijo presente nace con un sinfín de cualidades atribuidas por la madre y
provenientes de sus propios objetos internos, que pueden incluir el odio por el padre-pareja
abandónico.
Experiencia de ser Hijo → Pertenencia
La imposibilidad de sentirse parte de vínculos familiares afectuosos y contenedores en la
infancia, se asienta en el psiquismo como un impedimento constante para construir vínculos
afectivos. El sentimiento de pertenencia al tipo de vinculo conformado entre los padres y los
hijos, hacen que el sujeto ocupe un lugar y una función que lo hacen sentir como propio de esos
lugares y funciones. De esta manera, la pertenencia es un sentimiento y un componente del sujeto
que le permiten forjar su subjetividad (Berenstein, 2004). Por esto el hecho de sentirse excluido o
expulsado del vínculo, hace que la subjetividad se desestabilice y con ello la identidad. Los
pacientes comentan constantemente sentirse desterrados de diversos vínculos sociales en todas las
etapas de su desarrollo. En el caso de los pacientes, sentirse por fuera del vínculo con la madre,
de quien han sentido un rechazo y una exclusión permanente. Inclusive, como es predominante
en las madres solas que hacen parte de esta investigación, la sensación de no tener pertenencia
territorial o un lugar para habitar.
Este tipo de pertenencia al territorio hace referencia a la pertenencia social, que para el
sujeto es visto como lo dado o lo establecido y por lo cual no se hace pregunta alguna hasta que
se siente por fuera de ese vínculo. El sujeto, decide con base en ello, cómo hacer parte de esa
sociedad o de ese espacio. Este tipo de pertenencia condiciona el cuerpo, los vínculos, el lenguaje
y el modo de relacionarse. (Berenstein, 2004) Se trata de la necesidad de hacer parte de algo que
las respalde, en el caso de las madres solas, que en ausencia de la pareja se espera que sean las
instituciones que representan al Estado. Sin embargo, por el contrario se encuentran con un
rechazo, una exclusión e incluso con una discriminación que se relaciona con el hecho de ser
mujeres y madres. Al estar por fuera de ese vínculo es que se hace necesaria la pertenencia a una
espacialidad necesariamente compartida, la fijar un territorio con otros. Una modalidad de
pertenencia “de asentamiento” que se refiere a la ilusión de que hay un territorio que existe y un
motivo para ocuparlo con otros, que fija unos límites entre un afuera y un adentro. (Puget, 2000)
Se trata del territorio de la parentalidad y del hogar (casa) del que han sido desterrados y que en
este caso, pareciera repetirse como experiencia infantil, adolescencial y de pareja conyugal, en
los casos estudiados, constituyendo vivencias traumáticas, inscritas como memoria dolorosa y
agresiva de pertenencia y exclusión del grupo. Lo cual conlleva duelos no resueltos sobre la
pérdida del conjunto y las experiencias compartidas, así como también culpas edípicas
configuradas en la estructura familiar inconsciente.
Procesos Identificatorios → Búsqueda por el Objeto Perdido
En su infancia, inevitablemente, los pacientes fueron copiando el carácter y demás aspectos
del padre ausente y de la madre maltratante. El ambiente interno resultante es un escenario donde
predomina la persecución, la angustia y la melancolía; de igual modo para sobrevivir allí también
se recurre a la idealización, equivalente a la concretización de la familia deseada o del padre
presente.
El deseo por tener la vida con la familia y padre ideales, oportunidades que fueron negadas
por las vivencias adversas, mueve constantemente a la reproducción de la relación con los objetos
idealizados, e inevitablemente con los objetos denigrados. Como si se tratara de un péndulo de
relaciones que por un lado se sostiene con objetos idealizados de quienes se espera todo lo que no
se tuvo o que fue sentido como arrebatado, y por otro lado, con objetos denigrados de quienes se
espera de modo inconsciente el abandono o maltrato por parte del objeto.
No solo se busca al padre idealizado, sino que también existe una identificación con el
padre ausente en el caso de los pacientes. En la identificación se conforma al propio yo de forma
análoga a otro modelo (Freud, 1921) y una manera de buscar al objeto puede ser la de llegar a
parecerse a él. En el caso de los pacientes individuales, la representación del padre infiel,
mujeriego y maltratante con la madre, es incorporada al yo de tal modo que de la misma manera
se han configurado las diferentes relaciones de pareja, en las que estas características del padre
han sido actuadas. Y en el caso de algunas madres solas, ha sido algo común el sufrimiento de
ver a sus propias hijas acercarse a hombres ausentes de la misma manera que lo fueron sus padres
con su madre.
De igual manera lo refiere Winnicott (1941) al referirse a algunos adultos que se comportan
como bebés insatisfechos y frustrados en la relación con otras personas. Se trata de la sensación
de vacío y de la necesidad de encontrar un nuevo objeto que los haga sentir “llenos” para que este
ocupe el lugar que se encontraba vacío por la pérdida del anterior objeto. Esta misma sensación
de búsqueda ha permanecido a lo largo de la vida de los pacientes individuales, cuyo vacío se
asemeja a una sensación de hambre y voracidad que busca “comerse” cualquier objeto al que
pueda atribuírsele esa función de ocupar el lugar ausente, hasta que sucumben en esta tarea.
De manera inconsciente, en la búsqueda por el padre también se apropian para sí estos
pacientes de características de la madre que en últimas parecieran indiferenciadas. Como lo que
ha denominado Grinberg y Grinberg (1980) como un tipo de identificación “primaria” en la que
las fantasías inconscientes con respecto al self y a los objetos no han sido diferenciadas. Se
trataría de una relación simbiótica de identificación masiva como la que se observa en la relación
de Camila con su madre y de Jaime con su padre y en la relación con su esposa. A pesar de
múltiples intentos de alejarse del objeto parece imposible diferenciarse y en esta lucha han
permanecido gran parte de sus vidas.
Procesos Identificatorios → Ajenidad
La constante huida del ambiente interno persecutorio, invita al hiperfuncionamiento de la
idealización, proceso que necesita negar los aspectos ajenos del otro; para imponer sus propias y
persistentes representaciones sobre el otro, quien con su ajenidad o aspectos desconocidos se
convierte en amenazante, puesto que tendría que haber un corrimiento respecto a esas fuertes
representaciones buscadas y no encontradas en el otro. Para Berenstein (2004), esto dificulta la
vincularidad, entendida como el encuentro para construir entre dos lo nuevo, no lo repetitivo. Sin
embargo, es importante anotar, que en las narraciones de los casos trabajados en este estudio, se
dan encuentros o vinculaciones, que podemos calificar como de malestar persistente, puesto que
se da un mutuo desconocimiento y reproche por no cumplir las idealizaciones. En ese sentido el
sujeto se siente en la necesidad de encontrar al objeto perdido a través de la promiscuidad y la
dependencia patológica a cónyuges también perturbados o ausentes afectivamente,
desconociendo así la diferencia que hay entre el sí mismo y la ajenidad del objeto.
Procesos Identificatorios → Pertenencia
Pareciera que dentro de las identificaciones edificadas en el yo, se introyectara a su vez la
exclusión de los vínculos íntimos. En ese sentido, así como la expulsión o exclusión de la familia
es sentida proveniente de alguno de los padres maltratantes o ausentes, de igual manera es sentida
en la formación de nuevas relaciones el sentimiento de no pertenecer a ese vínculo, con la
expectativa inconsciente de ser expulsado o excluido de la relación. Se observa la repetición de
este maltrato de exclusión de generación en generación. Kaes (2006), citando a Freud (1914)
considera que se es un eslabón de una cadena a la que nos encontramos sujetos, sin que nuestra
voluntad este de por medio. Así la formación de vínculos nuevos resulta trastocada por las
historias tempranas de abandono, siendo estas nuevas relaciones “repeticiones” de escenarios en
los que de niño se vivenció el rechazo. Rechazo que los padres a su vez experimentaron y que
ahora se repite con los hijos, como se evidencia en los sujetos de esta investigación, como no
pertenecientes a la familia a la cual según el parentesco deberían pertenecer. Esta situación se
puede entender con Kaes (2006), como la herencia psíquica intersubjetiva, en la cual se han ido
transmitiendo formaciones y procesos psíquicos, heredados, entre otras formas, por
identificaciones. Cuando lo recibido no puede ser elaborado y darle, como dice Gomel (1977)
una nueva forma a partir de la impresión de nuestro propio sello, se repite, impidiendo inscribir
lo nuevo (Berenstein 2004), es así como la otredad y la ajenidad pareja – hijo, no puede
desplegarse en el vínculo, no pudiendo construir una nueva situación de pertenencia.
Los Efectos de la Ausencia Paterna
La experiencia infantil de los personajes encontrados en el material clínico de este estudio
muestra la forma como el desarrollo se ve afectado por la ausencia del padre. La ausencia física y
psíquica del padre promueve diversos tipos de dificultades y variaciones respecto al desarrollo de
los hijos y de la familia en general; por ejemplo, como se comentó en el marco teórico con
Herzog y Lebovici (1989), es evidente la dificultad de los pacientes para modular sus
interacciones violentas y, por este motivo, tienden a actuar continuamente su agresión.

La vivencia familiar, sin la presencia del padre, se enmarca predominantemente en lo que
Meltzer (1990b) denominó como la “Familia Matriarcal”, que presenta diversas dificultades,
potenciadas por las carencias socioeconómicas que caracterizaban, al menos, a los grupos
familiares estudiados. Este grupo familiar exige de la madre un equilibrio difícilmente
alcanzable, moviendo al grupo familiar a esperar que la comunidad cumpla con la función y los
servicios que se encuentran ausentes ya sea porque el padre no está o porque la madre no logra
combinar ambas funciones. Esta familia cae constantemente en la relación de supuesto básico de
dependencia con la comunidad debido a estos factores (Meltzer, 1990; Bion, 1961).
Las dinámicas familiares parecen encontrar patrones distintivos ante la ausencia del padre.
A continuación se pasará a la descripción fenomenológica de las principales interacciones
observadas al interior de estas familias, características que se encontraron y que hacen parte de
los hallazgos comunes.
La vivencia de maltrato y sus formas
Inicialmente se destaca la vivencia de maltrato casi permanente desde la infancia hasta la
adultez, como en el caso de Jaime quien sufrió desde temprana edad el maltrato físico y
emocional propiciado por su madre y el abuso sexual por parte de su padrastro.
El maltrato toma diversas formas dentro de las familias matriarcales aquí exploradas. La
mayoría de los pacientes reportaban la percepción pasiva de maltrato al interior de su familia,
experiencia que impacta y modifica profundamente su psiquismo, sobretodo en el caso de tener
que vivir no solo el maltrato propio, sino también el de su madre o hermanas. En el caso de los
pacientes individuales vivenciar el abandono que sufría la madre en su relación con el padre, va
instaurando esas formas de relación y esas expectativas de respuesta en la configuración de
nuevos vínculos.
Este tipo de familia que como Meltzer (1990b) ha denominado “familia matriarcal” asume
la ausencia del padre a través de la fuerza y vitalidad de la madre, quien hace las veces del
ausente. No obstante, en este caso la madre confunde autoridad con tiranía o permite que alguien
externo con quien se desea configurar una nueva familia, se alíe en contra del hijo ajeno con la
finalidad inconsciente de expulsarlo de la familia. Los contenidos perversos y anti-sociales que
allí se presentan en contra de los hijos, no pueden ser contenidos por la presencia de la madre
quien tampoco ha podido asumir adecuadamente su función de protección.
De esta manera los hijos, aún pasivamente, pasaban de la posición de observadores a
víctimas de estos maltratos, principalmente, de la madre. Las hijas experimentaban diversos
conflictos y rechazos por parte de ella. En el caso de Camila es constante el rechazo de la madre
quien la pone en el lugar de la tercera excluida o intrusa en la familia y la denigra a tal punto que
violenta su sexualidad; de igual manera en relación con el alimento, le impide a su hija que ella
sea quien le provea también a su vez rechazando lo que la hija tiene la posibilidad de ofrecer a la
relación. El hijo varón a veces también es blanco de los ataques maternos y de violencia que
genera dificultades en cuanto al sentimiento de pertenencia a la familia, al vínculo y en general a
la sociedad. La vivencia de la expulsión del hogar resulta una experiencia y una expectativa que
acompaña su vida emocional a lo largo de muchos intentos de configurar nuevas relaciones
infructuosas: “… y mi mamá me estaba esperando. Apenas llegué me dijo quítese la ropa que eso
se lo di yo y lárguese de la casa que ya no puede vivir aquí. Y yo tuve que salir a la calle desnudo
(llora)” (Jaime, sesión 1).
El pecho de la madre aquí representado no solo ofrece un alimento “envenenado” a su hijo,
sino que también es esperado como objeto persecutorio que puede destruirlos. Ante una situación
permanente de terror a la madre y a la posibilidad de ser devorados o destruidos por este pecho,
en el sentido de ser excluidos del hogar y quedarse sin ningún tipo de apoyo, la hijos han de
permanecer en la posición “paranoide” de la que difícilmente pueden salir o llegar a la “posición
depresiva” en la que logre integrar al objeto materno. La desconfianza hacia el objeto no ha
permitido que ellos dejen de sentir al pecho como malo. Estos sentimientos y fantasías presentes
a lo largo de su infancia y parte de su juventud, dejan profundas huellas en el psiquismo que han
ejercido una fuerte influencia en la vida emocional de la adultez. (Klein, 1936)
El abuso sexual, como una de las formas más intrusivas y devastadoras de maltrato, parece
también presentarse dentro del panorama descrito tanto en el paciente hombre como en las
madres solas. Se presenta de parte de figuras no consanguíneas hacia los hijos. No obstante, es
notoria la participación que la madre tiene allí sobretodo en términos de omisión, de no hacer
nada para evitar que dichos abusos se presenten, sentimiento que en los pacientes es referido
como la invalidez de su sufrimiento, y también como una actitud de rechazo y desamor. Este tipo
de maltrato actuado por sujetos externos pero cercanos al plano familiar, es una forma en la que
se observa la dificultad de la madre para ejercer sus funciones de contención y protección. De
este modo, el logro de introyectar una madre afectuosa y disponible, se ve frustrado por dicha
experiencia en la que es la madre quien de cierta manera expone a sus hijos a estos actos
perversos. No se logra fomentar en el sujeto la confianza de sí mismo y la superación de los
miedos ante los objetos malos y persecutorios que habitan el mundo interno, función descrita por
Klein (1936) sino que estos objetos parecen quedarse enquistados allí en el psiquismo y
extenderse a la desconfianza de los objetos externos. La función de “sostén” (Winnicott, 1960)
en la que es la madre quien protege de la agresión fisiológica y es sensible a otros factores
externos que puedan afectar a sus hijos, es una forma de expresar el amor y el afecto que como
modelo constituye la primera relación objetal. En este sentido, también se ve afectada la
posibilidad de sostener una relación de confianza con el mundo externo de quien no se espera
protección ni cuidados, sino la sensación de estar expuestos a muchos ataques difícilmente
controlables.
Los hijos de estos grupos familiares en la adultez se siguen viendo inmersos en
experiencias maltratantes, pero ahora no sólo desde una posición pasiva, sino que por momentos
empiezan a interpretar el rol de agresores. Especialmente se observa a este respecto, conflictos
conyugales como en el caso de Jaime quien cada vez que agrede a su esposa, de manera
inconsciente agrede a la madre violenta que lo expulsó, lo rechazó y no reconoció su dolor. La
agresividad contenida es de tal nivel que inclusive se presenta la inversión de valores y la
confusión, generándose un vínculo con tintes de perversidad en el que finalmente se violenta a la
pareja física y sexualmente.
La preocupación por el otro (Winnicott, 1958) es una capacidad que se ve truncada y que
no se desarrolla debido a esas experiencias de rechazo y expulsión por parte de la madre. No se
tuvo la posibilidad de acceder a un escenario físico y emocional que haya posibilitado el
sentimiento de culpa. Por esto, el yo no tiene ni la suficiente fuerza ni organización para que
logre aceptar la responsabilidad de sus propios impulsos, lo que no permite la integración del yo
o la posibilidad de la reparación.
Dificultad para establecer límites
Dentro de la familia matriarcal (Meltzer, 1990b) aquí descrita aparece una marcada
dificultad para establecer límites, que da cuenta de la confusión de funciones y lugares al interior
del grupo familiar. Por ejemplo algunos hijos varones tienden a confundirse en la fantasía de ser
el cónyuge de la madre, como en el caso del hermano de Camila quien asume las funciones del
padre y se enfrenta a su hermana por la madre.
De otro lado, esta confusión también se refiere a la dificultad para integrar y diferenciar
claramente la realidad interior y la realidad exterior. Esto se remite al desarrollo emocional que
pueden permitir los “fenómenos transicionales” (Winnicott, 1953) durante la niñez y que en estos
casos no fueron promovidos por una realidad externa tranquilizadora y continente que haya
permitido una aceptación e introyección de lo que sucede afuera en la relación con sus padres. En
algunas ocasiones, pareciera tal la dificultad que en los adultos pudo percibirse su exigencia para
que otros creyeran las propias ilusiones. La locura de Camila que pone en riesgo su propia
integridad al encontrarse con un desconocido o la insistencia de Jaime cada vez que maltrataba y
abusaba de su esposa ante la fantasía de que se tratase de su madre. De esta manera la huida a la
fantasía también se hacía evidente sobre todo en el caso de Jaime quien refería la constante
necesidad de acudir a representantes religiosos del Padre, como las imágenes y ángeles que
inundaban su hogar cuando permanecía solo, como a la manera de un “objeto transicional”
(Winnicott, 1953) que se ha quedado allí enquistado en su realidad psíquica y que no es útil para
una personalidad más integrada.
Dificultad para tramitar simbólicamente impulsos y sentimientos intensos.
Confirmando las observaciones de ciertos autores (Herzog y Lebovici, 1989), la ausencia
del padre parece estar a la base de la dificultad familiar para contener y modular los impulsos
agresivos. En el caso de Camila, con su madre se permitían varias escenas de mucha violencia en
la que se confundía el lugar de la madre quien se veía impedida de cumplir con las funciones de
contención y límites, asumiendo más un lugar de hermana que compite por el padre que ha
llegado (hijo) a suplir el vacío que era sentido por el abandono de la pareja – padre.
En este caso se escenifica la manera como se plantea una alianza inconsciente entre la
madre y el hermano a manera de pareja parental, que genera confusión en el lugar que viene a
ocupar la hija. De igual manera, se pudo ver en las familias de las madres solas, quienes frente a
la ausencia del padre imponen el lugar y las funciones al hijo o a la hija mayor, que muchas veces
excede su poder y resulta como un objeto persecutorio para quien de los hijos termina
sometiéndose.
Los hijos en esta confusión especialmente, son incapaces, aún en su adultez, para pensar,
elaborar, modular, y en general, para darle trámite simbólico a sus intensos sentimientos de
angustia, agresión y melancolía.
En general, estas familias en las que reina la confusión permiten dar cuenta de un tipo de
familia “perversa” en la que predominan las funciones proyectivas de los miembros de la familia
(Meltzer, 1990c). Así, se promulga el odio a través del maltrato y la constante expulsión de los
hijos (pandilla tiránica madre-hijo mayor); se siembra la desesperanza a partir de los malos
designios de la madre hacia los hijos relacionados con la futura maternidad o paternidad y con
sus relaciones de pareja, en la que se encuentran destinados a fracasar; emanar ansiedad
persecutoria, en las que es la madre quien proyecta a sus hijos el terror y la angustia relacionados
con el abandono del padre; crear mentiras y confusión, que sobretodo se presentó en la familia
del paciente hombre, quien recibía de su padrastro abusos de tipo sexual y físico.
En su adultez, los hijos miembros de estas familias se van a ver incapacitados para
acompañar a sus propios hijos en la integración de sus personalidades amenazadas por estos
mismos fuertes sentimientos e impulsos. Así, termina siendo el Estado quien en la familia de las
madres solas, se hace cargo de proveer a los hijos de la protección de sus propios padres quienes
por sus propias dificultades de introyectar las funciones parentales, no han logrado contener la
angustia de sus hijos. Es así como finalmente, asumen la relación de supuesto básico de
dependencia (Meltzer, 1990b) con las instituciones estatales.
Vivencias de abandono
También en la adultez se observa la manera como se reviven las experiencias tempranas de
abandono; se podría pensar en tal sentido en la imposibilidad de darle trámite simbólico al

impacto emocional de la ausencia del padre. En el caso del paciente hombre el sentimiento de
abandono por parte del propio padre se actualiza con la sensación de ser rechazado y dejado por
su pareja y su hijo. De esta manera, no solo siente el temor a no pertenecer a su familia, sino que
también a no poder asumir la función propia de paternaje.
La vivencia del abandono también podría establecerse como una incapacidad para estar
solo en presencia de otros (Winnicott, 1958). Basados en la dificultad de la madre para transmitir
seguridad en sus hijos incluso cuando ella se encuentra lejos, se podría decir que dicho proceso
en la actualidad viene a reflejarse en los vínculos conformados con nuevas parejas y con sus
propios hijos. Esta carencia es común en todos los casos estudiados, y se debe a las angustias de
estas madres y a la imposibilidad de transmitir esa seguridad a sus hijos. La carencia paterna
entonces, resulta sentida con tanto dolor como las madres vivencian la carencia de la pareja. En
ese sentido, el sentimiento permanente de soledad se refiere también al sentimiento de ser
abandonados o despojados del lugar de hijos, esto relacionado con la fantasía de no ser
suficientemente importantes (ni suficientemente hijos o parejas) para que el padre se quede junto
a ellos. De este modo, difícilmente se logra la seguridad propicia para que tanto los hijos como
las madres puedan ser capaces de asumir solas su maternidad y posteriormente los hijos, su
paternidad o maternidad.
Por otro lado, otras series de fenómenos son observados a partir de las vivencias descritas
por los pacientes:
Baja estima; imagen denigrada de sí mismo
En relación con lo descrito anteriormente, la sensación de rechazo y abandono por parte del
padre e incluso de la madre parece reflejarse incluso en la imagen corporal que se tiene de sí
mismo. En el caso de Camila por ejemplo, la imagen de un rostro degradado que quiere
transformar y que se relaciona con la búsqueda de un self que ella sienta aceptado. Esto se
relaciona con el “self falso” del que habla Winnicott (1960b) en el que las fallas repetitivas de la
función materna, hacen que el hijo se aparte del mundo real acudiendo a vivencias falsas. De esta
manera complace las exigencias del mundo externo, en este caso busca la aprobación de la madre
pero también del padre para que no la abandone, expresado en la búsqueda desesperada por
nuevas parejas.
Promiscuidad
En el caso de los pacientes, Camila expresaba la necesidad de sentir prontamente a través
del sexo la presencia de la masculinidad (padre) de la que había carecido a lo largo de su infancia,
representado en la búsqueda inconsciente de penes que la hicieran sentir en parte “más adecuada”
y aceptada por el padre. Esto puede tener que ver con la idea de denigración del sí mismo y en
especial de su feminidad (madre) a quien atribuía el abandono y desprecio por parte de los
hombres. Esto también puede reflejar la relación de competencia y rivalidad que sostenía con su
madre y que se acrecentó con la presencia del hermano, posterior a la muerte del padre.
En el caso de Jaime también se observa como su búsqueda por distintas mujeres expresa la
escisión que hace del pecho entre bueno y malo (Klein, 1936): por un lado son idealizadas y
sentidas como santificadas (bendecidas por el padre) y por otro lado, son denigradas y
violentadas (reflejo de la madre). El sentimiento de culpa que refiere, es más de tipo persecutorio
por el mismo terror a ser devorado o destruido por ese objeto interno malo que permanece en su
psiquismo.
De otra parte, en el caso de las madres solas, también se pudo identificar la manera como
sienten “la búsqueda de cariño a través del sexo” (sesión 1), o como “pensando con la vagina”
(sesión 1), en la que también se buscan facetas tiernas que les traiga al presente el padre que ha
estado ausente e idealizado.
Dificultad para ejercer rol paterno

La ausencia del padre también puede ser vista como la falta de “un-padre-en-madre” de la
propia madre. (Ogden, 1992) Esto quiere decir que la dificultad de asumir la paternidad
actualmente, tiene que ver con una herencia en la que desde la abuela hasta la madre no se
asumió dicha falta paterna en el mundo interno. No encontrar al propio padre interno y con ello a
la propia función paterna, tanto en hombres como en mujeres, implica seguir transmitiendo a las
futuras generaciones dicho fantasma del padre.
En el caso de Jaime por ejemplo, se refleja en el sufrimiento de no poder acercarse a su hijo
y ofrecerle mejores experiencias que las que él tuvo en su infancia, situación que es proyectada
como culpa de la madre y no reconocida como la propia responsabilidad.
Muchos de los apartados reflejan la manera como se produce una transmisión generacional
de la ausencia paterna, que se vivencia en los vínculos conformados en la adultez y que permiten
observar la repetición de las situaciones traumáticas de la infancia como el abandono y el
maltrato.
Esto corresponde a lo que De Mijolla (1987) ha denominado como “fantasías de
identificación” que tienen que ver con la manera como el sujeto permite que un personaje de su
historia familiar, en este caso alguno de los padres, se aloje en una parte de su Superyó o de su
Yo. La red de representaciones que nos han mostrado los pacientes y las madres solas reflejan la
manera como los abuelos aún permanecen en la función que ellos desempeñan en la familia
presente, que puede dar cuenta del dolor de la ausencia de la figura paterna en estos personajes
quienes de manera inconsciente van conformando parejas con las mismas expectativas y
búsquedas fundadas en los vínculos tempranos con aquellas figuras parentales. Así mismo, se va
asignando a los hijos la función y la tarea de la búsqueda permanente que en la generación pasada
se vio frustrada de nuevo por el abandono y el rechazo del objeto masculino. De tal manera que
este padre fantasmático se encuentra alojado en el inconsciente tanto idealizado como denigrado,
a lo largo de las generaciones.
Esta tarea se va gestando a manera de un “presentimiento” acerca del tipo de familia que ha
de conformarse en la adultez (Eiguer, 1998) por este ideal que se mantiene inconscientemente de
un padre-pareja presente omnipotente que en la realidad externa por tratar de retenerlo, se resulta
alejando, o de igual manera, se busca aquella figura masculina que al final abandona o rechaza el
vínculo ya sea de pareja o de paternaje. Este tipo de vínculo implica un tipo de elección
“endogámica” (Eiguer, 1998) que se remite a lo más cercano de sí mismo o de su historia
particular con la pareja parental.
Por su parte, en el proceso de psicoterapia se manifiesta de diverso modo el remanente y el
impacto actual de las diversas vivencias de maltrato, abuso y abandono parental. Como en el caso
de la insistencia de la mujer para quedarse allí con esa terapeuta a pesar de las interferencias de
tiempo y espacio, y en el caso del hombre la búsqueda inconsciente de ser dejado por la terapeuta
al ausentarse frecuentemente y con la finalidad de comprobar la permanencia del objeto. En estos
casos se buscó promover una experiencia emocional contrastante reflejada en la espera y el no
juzgamiento por parte de la terapeuta.
El Surgimiento De Los Padres Internos: El Preedipo
El desarrollo de la libido, la construcción de la imagen de sí mismo y la aparición de los
objetos, de los mecanismos de defensa y, en general, la construcción del mundo interno se ve
ampliamente influida por la presencia o ausencia de padres suficientemente buenos. En tal
sentido, las etapas preedípicas y edípicas del desarrollo psicoafectivo pueden tomar matices
diversos ante la ausencia del padre.
Como se comentó en la revisión teórica, la relación primordial desde la perspectiva del
bebé es la relación con su madre (Klein, 1936; Winnicott, 1958), sin embargo el padre se va
percibiendo poco a poco como un tercero contenedor de la diada, modulador de los sentimientos
intensos, con un ritmo y tono diferente (Lebovici, 1983). Se podría decir que desde la perspectiva
de la madre la relación con su hijo también es la predominante aunque requiere del soporte del
padre para mantener integradas las partes de su personalidad que, principalmente después del
embarazo y parto, tienden a la fragmentación. El padre, entonces, en esta primera etapa del
desarrollo del hijo tiene más que nunca, de cara al exterior principalmente, contener a la frágil
diada (Meltzer, 1990, 1990a).
La ausencia del padre en esta etapa primaria hace crítico el proceso; en parte se observó
que, de cara a esta ausencia, la madre se dirige a su familia de origen, especialmente a la
búsqueda de apoyo de su madre (abuela); la situación se complica cuando la abuela tiene una
relación conflictualizada con su hija, ya que como se ha comentado la ausencia del padre parece
funcionar como un acervo familiar de sentimientos y fantasías no pensadas, que se hereda (Ni la
abuela ni la madre parecen capacitadas para ejercer su maternidad a plenitud).
En el caso de las madres solas, hablar de su maternidad implicó hablar del rechazo de la
misma por parte de la propia madre. Como hija es rechazada por la madre de acuerdo con la
fantasía inconsciente de que sea culpable de la ausencia de su padre, y más adelante como madre
es rechazada por la culpabilidad que se atribuye por la ausencia de una pareja.
Se puede pensar que la madre sin el apoyo del padre durante esta etapa inicial del maternaje
busca el apoyo de la abuela, si esta falla, la búsqueda de apoyo se dirige a su familia de origen
extensa, y si no hacia las instituciones.
La diada madre-bebé (lactante) requiere del soporte paterno para su subsistencia y
desarrollo; la diada, según la precariedad de sus circunstancias, hace una serie de recorridos en
donde espera encontrar este sostén paterno (ver gráfico 1). El encuentro del padre en esta etapa es
“una tarea de vida o muerte”.

EL PADRE EN LA COMUNIDAD-INSTITUCIONES
EL PADRE EN LA FAMILIA EXTENSA
EL PADRE EN LA MADRE DE LA MADRE
EL PADRE DE LA MADRE (ABUELO DEL BEBÉ)
EL PADRE EN EL CÓNYUGE
Madre-bebé NECESIDAD DEL

PADRE
Gráfica 1: Las búsquedas del padre.
Durante el maternaje en la familia matriarcal entonces, la madre no logra encontrar el padre
de su hijo, sino que además no logra encontrar el padre para sí misma.
En la etapa preedipica del desarrollo, desde la perspectiva del bebé, la madre tiene la
mayor predominancia; entonces, el padre en la madre (Ogden, 1992) cumple un papel
psíquicamente hablando más importante que el padre externo en sí (aunque como se comentó
anteriormente el padre externo cumple funciones fundamentales desde la perspectiva de la madre
y la familia).
A partir de la revisión teórica y del material clínico se observa la importancia de tres
paradojas transicionales, que se ven impedidas en su desarrollo por la ausencia del padre (Ogden,
1992; Winnicott, 1958).
La masculinidad en la feminidad
El primer encuentro con la masculinidad se da con el objeto paterno internalizado en la
mente de la madre (padre en madre) (Ogden, 1992). La madre está identificada con su padre y lo
trae por tal razón a la relación con su hijo. En el caso del hijo varón, el niño logra una
identificación con el padre en la madre adquiriendo así un falo; el padre en madre lo separa de la
escena sexual preedipica (Odgen, 1992; Freud, 1912). En el caso de la niña, igualmente, el padre
en madre la separa de la escena sexual preedipica. La niña inicia y ensaya su enamoramiento con
la figura masculina que representa la parte de la madre identificada con su propio padre (Odgen,
1992).
Se ha comentado que la ausencia del padre tiende a repetirse entre generaciones. Por la tal
razón se presume que es posible que la ausencia del padre externo se acompañe de la ausencia del
padre psíquico en la mente de la madre. En el mundo interno de la madre se encuentra la ausencia
de su propio padre, situación que genera conflictos en su maternaje y en el psiquismo de sus
hijos. En el caso de la hija puede suceder que encuentre un vacío donde debería encontrar el
representante de la figura paterna, como en el caso en el que algunos pacientes sufrieron abusos
físicos o sexuales por parte de sujetos externos al núcleo familiar en presencia física de la madre.
En vez de encontrar un objeto paterno protector, se encuentra en la madre vacíos en sus funciones
y en su rol materno.
Otra posibilidad para la hija es que podría encontrar una figura paterna en la madre con
cualidades persecutorias y atacantes; quizás un objeto combinado persecutorio: una madre mala
con pene (pene en su cualidad primitiva de arma y poder sometedor; Meltzer, 1990). Es decir que
la mujer podría hacer una representación insipiente de padre, quizás un objeto parcial, como un
objeto persecutorio y maligno con una cualidad fálica primordialmente bélica, como en el caso en
el que Camila sufre de reprensiones por parte de la madre que exceden lo violento.
En el caso del niño, cuando el padre de la madre fue ausente o maltratante puede que surja
el vacío de ese objeto masculino con el cual identificarse; es decir que el hijo podría fracasar en
el desarrollo de sus cualidades activas y agresivas (Lebovici, 1983). Se da una escasa posibilidad
de adquirir un poder fálico para defenderse y defender a su clan, y para crear y procrear.
También la madre puede tomar ese carácter bisexual persecutorio (líder amazónico de horda
con pene) que expulsa al hijo de la escena primaria de un modo agresivo; como sí se tornara en
un objeto combinado hiperagresivo que intenta establecer la barrera al incesto de un modo
rechazante, como en el caso de los pacientes individuales quienes sufrieron la expulsión del hogar
durante distintos momentos. Se podría pensar que la madre-amazónica, en vez del padre (Freud,
1925), se encarga de ejecutar la amenaza de castración inhibiendo y restringiendo la
masculinidad.
En general podemos hablar una madre deprimida por la ausencia del padre, que lo busca
indefinidamente, y de una madre preedípica sin padre y sin cónyuge vivida como una “madre
tiránica” que al devorar al padre ha incorporado sus características, especialmente malignas.
Terceridad en dualidad
El tercero (padre en madre) que pone un límite a los impulsos incestuosos, que contiene,
que regula los impulsos desbordantes, etc., en la familia matriarcal pareciera siempre ausente en
la mente y en el exterior. El hijo varón puede verse principalmente afectado por la carencia de la
terceridad protectora. El niño puede sentir que no puede escapar de esa escena primaria y se ve
envuelto en la fantasía incestuosa concreta, como en el caso en el que Jaime se ve sometido a
abusos sexuales por parte de su padrastro.
Soledad en compañía
Debido a la carencia de objetos buenos internalizados, la madre, en la ausencia del padre,
no logra acompañar la soledad de su hijo. El hijo a su vez ve impedido, en cierto grado para la
capacidad de independizarse progresivamente. La ausencia del padre se convierte en un vacío que
mueve a la búsqueda compulsiva de compañía, búsqueda que puede deslizarse en promiscuidad
en la adultez y que se evidencia en la necesidad de los pacientes individuales de conseguir parejas
diversas constantemente.
El Complejo de Edipo Bajo la Ausencia del Padre
Sobre la base de los conflictos preedípicos se desarrolla el complejo de Edipo. Ya en lo que al
conflicto edípico se refiere, se puede dar cuenta de dos etapas de las fantasías sexuales infantiles
femeninas: primero, la mujer busca el pene en los hombres que la rodean y desprecia a la madre
por creerla desprovista de este órgano (Freud, 1925). De esta manera pareciera que la mujer
posee un sentimiento de inferioridad frente a los hombres provistos de pene, especialmente
cuando se observa o imagina una predilección de la madre por ellos y se llega a envidiar el pene
en tanto arma (Meltzer, 1990). Segundo, al reconocer esta diferencia anatómica, la niña se aparta
de la masculinidad dirigiendo así su energía psíquica al desarrollo de la feminidad. Renuncia a su
deseo del pene y en su lugar fomenta el deseo por un niño, un hijo de su padre a quien adopta
como objeto amoroso, convirtiendo a su madre en objeto de sus celos (Freud, 1925). Con
respecto al niño, ingresa al complejo de Edipo eligiendo a la figura paterna del sexo opuesto y
desarrollando un conflicto hostil especialmente con el padre; así su Edipo sucumbe ante el
complejo de castración (Freud, 1925).
Ante la ausencia del padre, en el caso de la niña, la madre conflictualizada pareciera entrar en
una lucha por rivalidad con su hija, perdiendo su cualidad continente (Bion, 1962). Se da por lo
tanto en la relación madre - hija un hiperfuncionamiento de la identificación proyectiva y, por
ende, el fracaso de la función alfa y del pensar. La madre podría proyectar en la hija el mismo
desprecio hacia su propia madre quien “no sirve” en tanto no tiene y no otorga un pene.
El hijo de la hija, en esta relación conflictualizada, mueve a la madre a intentar atacar o
destruir de modo envidioso y celoso la maternidad de su hija, como si ese hijo representara la
prueba del incesto. El hijo varón, por otra parte, tiende a ocupar el lugar del padre, borrándose en
parte, el límite de la satisfacción incestuosa, como en el caso del hermano de Camila quien llega a
asumir funciones paternas que configuran con la madre una alianza inconsciente teñida de
perversidad. Es posible que la familia en supuesto básico de ataque y fuga ponga a la madre y al
hijo varón dentro del mismo grupo, mientras a la o a las hijas en la posición de enemigas.
En general se observa una madre actuadora que ataca al cónyuge y a los hijos incapaz de
sostener y contener la relación; se realiza un Edipo con predominio tanático en el que se destacan
la expulsión y el rechazo; y así mismo la ausencia del padre es atribuida por los hijos a la madre
por fallas de todo tipo, y esta falta tiene que ser saldada.
Reproducción Fantasmática De Las Vivencias Totémicas
Se ha comentado como podría existir la fantasía, predominantemente preedipica, de una
madre que devora al padre (ausente en cuerpo y espíritu). Es posible que exista una fantasía más
edípica, como la reactualización de vivencias filogenéticas primitivas, según la cual el hijo ha
devorado al padre (Freud, 1912). La participación de una o ambas fantasías, sumadas a las demás
fantasías sexuales infantiles van a gestar el superyó tiránico.
Quizás la ausencia del padre se representa como el triunfo o destrucción del padre, y su
posterior ingesta-introyección (como los hermanos en la horda primitiva quienes devoraron,
hipotéticamente, al padre-líder para apropiarse de su fuerza). La imagen del padre se edifica (se
devora) en el interior del yo, para luego escindirse en la estructura superyóica a quien se somete
el yo como medio para apaciguar la culpa del agravio imaginado al padre que no está (Freud,
1912; 1928).
El Sentimiento de Culpa
Winnicott (1958) habla de la utilidad del surgimiento del sentimiento de culpa, en tanto es
evidencia del surgimiento de la preocupación por el otro. El sentimiento de culpa permite tolerar
la ambivalencia de sentimientos en el complejo de Edipo (Winnicott; 1958). La culpabilidad por
la muerte-ausencia del padre en la fantasía, mueve a la búsqueda de la reconciliación por medio
de la obediencia. El sujeto se somete a las exigencias superyóicas (padre o madre interno) para
apaciguar la culpa, quizás, de sentir que se han destruido los padres (ausentes) debido a los
impulsos agresivos hacia a ellos dirigidos, o como castigo por los deseos incestuosos. El superyó
cobra en el desarrollo una fuerza controladora (Lebovici, 1983; Meltzer, 1990).
Se espera de la madre la capacidad suficiente para darle tiempo al hijo, de recibir y
comprender, y de permitir en él el surgimiento del impulso natural para dar o reparar. Así el niño
descubre que la madre puede sobrevivir y aceptar las intenciones restitutivas, y por su parte, él
acepta la responsabilidad de sus instintos agresivos (Winnicott; 1958).
El sentimiento de culpa se relaciona con el código moral moviendo al sometimiento o a la
rebelión; en la adultez esta relación pierde sentido en tanto el niño afirma su sentido del self
(Winnicott, 1958). Como se comentó en la fundamentación bibliográfica (Winnicott, 1966).
Winnicott (1966) habla del valor que se espera vaya desarrollando el ser humano con respecto a
su sentido personal de lo que está bien o mal, y al reconocimiento progresivo de que las normas
ligadas a la sumisión no son tan valiosas como se pensó en un principio.
En el caso de la ausencia de padre, el panorama saludable descrito por Winnicott (1960),
como hemos visto, se encuentra profundamente turbado. Las fantasías de destrucción no
encuentran un espacio contenedor que, con el tiempo, permita el surgimiento de las tendencias
reparadoras y del sentido personal. La turbulencia de agresividad y proyecciones inunda la
relación hijo/a-madre, y al grupo familiar, como en el caso de las experiencias infantiles de las
madres solas, quienes tuvieron conflictos permanentes con la madre en los que se vivía un
sentimiento continuo de angustia y persecución.
Bajo este panorama el sentimiento de culpa no logra la evolución hacia la capacidad de
comprender y perdonar, y se mantiene en el nivel de un sentimiento tosco e indistinguible
(Winnicott, 1958). Los fuertes sentimientos de angustia, melancolía, culpabilidad y agresión que
se mantienen en ese nivel impensado promueven actuaciones que por momentos requieren la
intervención de la autoridad externa, principalmente ejercida por la comunidad o el Estado.
En el proceso psicoterapéutico por su parte, se esperó que la terapeuta permitiera el
surgimiento de las tendencias agresivas (protegiendo la integridad física y del consultante, claro
está), para contenerlas y con el paso del tiempo permitir el surgimiento o fortalecimiento de las
tendencias reparadoras y del sentido personal.
En Busca del Objeto Perdido
Ante la experimentación de relaciones conflictivas con los objetos se tiende al uso excesivo o
inadecuado de la escisión, entre otras defensas primitivas (Klein, 1946). En el caso de la ausencia
del padre se desarrolla una escisión excesiva entre los aspectos buenos y malos del objeto
paterno. Es decir, tiende a surgir el padre idealizado por una parte, y la madre denigrada, en tanto
depositaria de los aspectos malignos de ambos objetos (paterno y materno).
Igualmente la represión busca retener por fuera de la consciencia el dolor relativo a la
ausencia del padre, y por asociación, los aspectos negativos de esta figura paterna; lo reprimido
retorna inevitablemente (Freud, 1939). Estas relaciones tempranas con los padres y sus facciones
escindidas persisten durante toda la vida en mayor o menor grado (Winnicott, 1941).
Idealización del padre
Lo que en un principio fue odio contra el padre que impedía el encuentro sexual con la
madre, ahora, cuando el padre se ha ausentado, se torna (por ejemplo en la adultez de los
pacientes) en amor y en un ideal de omnipotencia al cual se aspira y al cual se someten los hijos.
El padre ideal tiene aspectos cercanos a la perfección, y por lo tanto se desliza fácilmente a un
objeto persecutorio e hipermoral: ideas decididas, voluntad férrea, acciones poderosas,
autonomía, independencia admiradle pero temible, no digno de confianza (Freud, 1939), tal como
se encontró en los casos:

Un objeto temible que es sumamente magnético, como en el caso de Camila quien a pesar de
los peligros evidentes hacia su integridad física, se permite ir al encuentro con un desconocido
terrorífico como desafiando sus propios objetos internos.
El padre ideal se busca en todas las relaciones que el sujeto construye; no existe la capacidad
para estar sólo, que se encontró como factor común en todos los sujetos del estudio, quienes sin
conocer los motivos inconscientes permanecen en la búsqueda de adherirse a un externo que
disminuya sus sentimientos de angustia.
La necesidad del objeto masculino puede prevalecer aún por encima de las evidencias que lo
muestran diferente al ideal, ya sean de maltrato, rechazo o infidelidad.
La imposibilidad para estar sólo (dependencia patológica) promueve la promiscuidad,
resultado de la escisión forzada psique-cuerpo para lograr retener al objeto masculino.
Denigración de la Madre
Posiblemente los aspectos malévolos y negligentes del padre, y la agresión resultante en el
self, son proyectados en la madre mala-denigrada; la madre se convierte en un objeto que
combina los aspectos malignos de ambos padres, con la imposibilidad de asumir ambas funciones
adecuadamente, como en el caso de la familia matriarcal (Meltzer, 1990b) y que también expresa
la ausencia de un padre-en-madre, que permita establecer la diferenciación de sexos y el límite en
las relaciones edípicas. (Ogden, 1992).
La vivencia de la madre entonces, se refiere a un objeto persecutorio que va a expulsar o a
destruir. En el caso de las madres solas cuando se refiere al rechazo de la maternidad por parte de
sus propias madres, y en el caso de los pacientes individuales al referirse a la manera como
reciben maltrato físico y emocional por parte de ellas.
La severidad del complejo de Edipo a raíz de maltratos, abusos o ausencias de los padres,
aumenta en la estructura que resulta de su introyección (el superyó), los aspectos despóticos de
sus caracteres. Del mismo modo en la infancia los pacientes se sometieron a sus padres, ahora su
yo se somete al hiperactivo categórico del superyó y de los sujetos externos sobre quienes se
proyecta.
El carácter hiperagresivo del padre interno somete al yo induciendo en él una posición pasiva
femenina. La necesidad de castigo es satisfecha por el superyó, de tal manera que la fuerza
destructiva de este es tan devastadora que va más allá de una fuerza interna controladora evitando
el surgimiento del sentido personal sobre aquello que está mal o bien.
En tanto el paciente buscará el objeto perdido en el terapeuta se dará la posibilidad de, a
través del análisis de la transferencia, y del respeto por el otro inherente a la ética profesional,
promover la experiencia emocional contrastante que modifique introyectivamente algunos
aspectos de los objetos internos.
La Expectativa Por El Otro
Los diferentes componentes del mundo interno, anteriormente descritos, van a determinar
gran parte del modo como los sujetos van a interpretar el mundo externo. En el caso de la
ausencia del padre se observan dos tipos de tendencias, unas movilizadas por el intenso deseo de
encontrar el objeto paterno idealizado, y otra movilizada por las experiencias repetidas de
maltrato y abandono. Es decir, se observaron dos tipos de expectativas, unas movidas por el
deseo y otras por la memoria.
Por excelencia parece que los pacientes mostraban una tendencia a la búsqueda del padre
idealizado en sus relaciones conyugales movidos por su deseo. Sin embargo, ante la
imposibilidad de encontrar y retener al objeto idealizado, intentan congraciarse o aplacar al
objeto materno persecutorio a través de la sumisión y de la búsqueda de su reconocimiento; una
suerte de movimiento también resultado del deseo.

Diverso tipos de expectativas se desarrollan a partir de la memoria de maltrato y abandono.
Por ejemplo la madre, conflictualizada por la ausencia de su propio padre, espera que su hija no
logre desarrollar su rol materno, en el caso de las madres solas.
En otro momento, la vivencia de desprecio mueve al sujeto a esperar el mismo desprecio o
lástima por parte de otros en la conformación de nuevos vínculos sin que se permita inscribir
nuevas experiencias en la relación. También, el sujeto está a la expectativa de ser maltratado o
rechazado, como en el caso de Jaime ante la relación que sostiene con su esposa con quien revive
las experiencias dolorosas de la infancia con su madre y con sus compañeras de trabajo.
En este sentido la terapeuta buscó evitar la actuación de las proyecciones de las partes malas
de los objetos internos de los pacientes, para que ello no correspondiera a su expectativa
inconsciente y así fuera confirmada.
Ajenidad
La fuerza de las relaciones de objeto y lo rígido de los procesos defensivos evitan o dificultan
la inscripción de lo nuevo, de lo ajeno del otro. Las posibilidades que el otro tiene para construir
una relación nueva, diferente a la experiencia infantil que se busca repetir, tienden a ser leídos a
partir del guión interno, y en este caso particular, desde el guión de la ausencia del padre y del
maltrato de la madre.
La necesidad de mantener el objeto idealizado es tan fuerte que toda evidencia en contra de su
“pureza” es negada, cerrando el campo de inscripción psíquica de lo nuevo por parte del sujeto,
ya que de ser aceptada la diferencia que existe en el otro (padre), tendría que aceptarse la
diferencia que del sí mismo se tiene con el objeto, situación que difícilmente aceptan algunas
madres solas, pues se afecta no solo la idealización que tienen de su padre, sino la que tienen de
sí mismas con él en una situación edípica no resuelta.

Como ocurre en la relación con el padre idealizado, en el vínculo con la pareja es posible
observar cómo se repiten las formas de relación. No es posible, inscribir al otro como quien
ofrece una característica novedosa de “presentación” (Berenstein, 2004) sino más bien se
“homologa” este sujeto desconocido al sujeto que protagonizó su historia infantil, su padre.
El padre idealizado hace parte de una fantasía más amplia de la familia idealizada. El deseo
de encontrar la familia idealizada mueve a algunas madres solas a forzar la integración del grupo
familiar. A pesar del deseo de encontrar una familia que la reciba a ella y a su hijo, encuentra
nuevamente una familia que la expulsa y que rechaza su maternidad, como en el caso de una de
las madres solas quien sintió el rechazo por parte de la familia de la pareja.
La afanosa búsqueda del objeto (idealizado) cierra el campo de inscripción psíquica, de lo
nuevo en las relaciones actuales. La des-ilusión aquí parte de la imposibilidad de equiparar ese
objeto deseado y fantaseado con el que se encuentra en la realidad externa, por lo que se opta por
el “drenaje narcisístico” (Berenstein, 2004) que se presenta como rechazo a la ajenidad, una
salida hacia los propios deseos que genera dolor, pues el objeto no coincide con la representación.
Algunos aspectos destructivos e impulsos agresivos del sí mismo se desconocen y reflejan la
“imposición” que otro ha puesto sobre cada uno (Berenstein, 2004). Pareciera que esas historias
vinculares de maltrato han marcado un objeto interno que persigue y que termina provocando
diversos “acting – out” en los sujetos. Se trata de un objeto que en el mundo interno violenta y
persuade al sujeto, desconociendo la relación que se ha conformado con otros ajenos.
Los agravios por el maltrato se proyectan en otras relaciones en las que el sujeto no reconoce
la novedad, sino que actúa a manera defensiva con la finalidad de no tener que modificar la
propia subjetividad, despojando de esta manera las cualidades de otredad (Berenstein, 2004),
como en el caso de Jaime quien desconocía la presentación de su esposa como diferente al objeto
interno madre escindido.

En este aspecto el proceso de psicoterapia permitió ampliar el campo de inscripción de los
sujetos, de modo que pudieran observar aspectos internos y externos, y que pudieran ser
utilizarlos para generar pensamiento. En el caso de la ajenidad, permite tomar la opción del
“camino de la desilusión” en el que se abre la posibilidad de establecer un lugar en el que antes
había una herida (Berenstein, 2004) y esto es de la oportunidad, de generar con el otro el lugar y
el trabajo requerido para permitir la presentación del sujeto.
Pertenencia
Las vivencias de maltrato, abandono y abuso, propiciadas por la carencia de la figura paterna
sostenedora, proveedora y pensante desalojan a estos sujetos de la vivencia de pertenencia a
diversos vínculos. Tienen que ver con los sentimientos de destierro de la relación afectiva con el
padre, en el caso de las madres solas quienes fueron rechazadas por la pareja una vez llegaron los
hijos; el destierro de la relación con la madre (o de la relación con el padre en la madre, Ogden
(1992)), en el que la desconfianza y la traición permanecen dentro de las expectativas del sujeto;
el destierro de la relación con los padres que abre paso al sentimiento de no estar sostenido y no
tener un lugar o parentesco en la estructura familiar, a lo que Berenstein (2004) ha denominado
como la pertenencia a la propia familia.
Otro ejemplo, es el destierro del vínculo afectivo con alguna porción o la totalidad del grupo
familiar de origen, referida al marco social en el que se encuentra inscrita la familia y que
condiciona otros aspectos del sujeto, como la forma de relacionarse. (Berenstein, 2004) En este
caso, pareciera que el sentimiento de pertenecer o no también puede transmitirse, pues en donde
la madre es sentida como expulsada del hogar, también lo es el hijo cuando ocupa ese lugar frente
a su padre y en quien se delega el sueño no realizado de la madre (Freud, 1914), como en el caso
de las madres solas y su experiencia de rechazo con la familia de la pareja que también es
vivenciada por su propio hijo.

Por otra parte, el destierro de la relación legal con la comunidad y el Estado, también refleja
la no pertenencia a un lugar físico y específico, o en otras palabras al marco social (Berenstein,
2004) desde el que se condiciona el manejo de los cuerpos, los vínculos y el lenguaje. Así mismo
al ser el Estado la imagen patriarcal de protección de quien se espera provea y acompañe, no sólo
no se espera el respaldo, sino que tampoco se espera pertenecer a un vínculo recíproco del cual se
pueda sacar cierto provecho tanto material como emocional. En este sentido, el sentimiento de
estos sujetos termina siendo una forma de “amor no correspondido”, al no verse presentes en la
mente del otro, ni del padre, ni de la pareja, ni del Estado.
Cabe resaltar cómo en las familias donde la madre es cabeza de hogar, es posible además de
observar la dificultad para que se sientan pertenecientes a su propia familia, al vínculo con los
hijos y en un nivel más amplio a una sociedad determinada, que se establezca el tipo de familia
descrito por Meltzer (1990b) como “Familia Matriarcal”. En este aspecto que coincide con la
expectativa y la paradoja de esperar que el Estado responda al mismo tiempo que se espera que
rechace la demanda que se realiza, se genera la expectativa de que en sí mismo el Estado y la
comunidad resulte ocupando el lugar del padre ausente.
9. Conclusiones
El estudio aquí desarrollado y culminado permitió la obtención de unos objetivos
planteados a través del método propuesto; se formulan algunos logros y deficiencias observadas,
al mismo tiempo que se dejan abiertas algunas preguntas para nuevos estudios dentro de las áreas
sociales que aspiren a tratar este campo de investigación.
Se encuentra que el presente estudio permitió observar el impacto que a nivel familiar y,
particularmente, a nivel del desarrollo psíquico de los hijos tuvo la ausencia de la figura paterna.
Se puede decir que, la evidencia clínica y teórica demuestra la importancia vital del padre
para el desarrollo personal, familiar, comunal y social.
Acerca del cumplimiento de los objetivos específicos se concluye lo siguiente:
 La investigación permitió observar algunos de los diversos estados mentales,
esencialmente patológicos, promovidos por la ausencia de la figura paterna, sobre todo en los
casos de madres que a partir de la imposición, desconocen el lugar y la ajenidad que posee su hijo
tratando de imponer su propio deseo con violencia, y en el caso de los hijos la dificultad de
separarse de la madre a pesar de sostener una relación mediada por la tiranía y la búsqueda
constante de otros sujetos que no son reconocidos como diferentes, sino como re-presentaciones
de sus propios objetos internos, lo cual afecta negativamente la conformación de vínculos
novedosos.
 Se encontraron diversos tipos de fantasías relacionadas con la sexualidad infantil
primordial, y por ende, fantasías originadas en las etapas preedípicas y edípicas del desarrollo, en
las que tanto la madre como el hijo realizan la búsqueda por el padre ausente. A partir del padre
en madre, que permite que ella logre brindar funciones paternales a su hijo, se vislumbra la
imposibilidad de la madre para recurrir a ella misma y a su propia madre, quien también se
observa conserva dicha dificultad. Dentro de las fantasías que pueden presentarse en los hijos se
encuentra la del padre en madre persecutoria (madre mala con pene sometedor), en el caso de la
niña; y en el caso del niño, el vacío del objeto masculino con escasas cualidades activas y
agresivas. Así mismo la madre de carácter bisexual persecutorio que busca expulsar a su hijo de
la escena primaria que ejecuta la amenaza de castración y con ello inhibe el desarrollo adecuado
de la masculinidad. Por último, la madre tiránica que ha devorado al padre y ha incorporado sus
características malignas.
 Fue de especial interés observar cómo la ausencia del padre en la mente de la madre
resultaba ser un elemento casi que más perturbador, que la ausencia física de la pareja. Lo que
implica la dificultad de la madre para cumplir, a pesar de la ausencia del padre de sus hijos, las
funciones propias de protección y límites que pudieran disminuir el dolor psíquico de la familia
por esta carencia. Esta dificultad radica en las propias experiencias de la madre que como hija no
lograron ser pensadas, para lo cual en el mundo interno permanecen estos objetos, en especial el
del propio padre, como escindidos o dañados que le impiden a ella desarrollar en parte estas
tareas en su familia actual carente de la figura paterna.
 En el caso del hombre y de la mujer se vieron diferencias con respecto a la representación
de la masculinidad. Por un lado se veía cómo la mujer buscaba a través de relaciones promiscuas
el pene del padre, como fantasía inconsciente de la carencia por la cual había sido abandonada
por el padre. Y por otra parte, el hombre quien también veía frustrada parte de su masculinidad, y
en especial la posibilidad de cumplir las propias funciones paternas.
 Se desarrolló un seguimiento minucioso a la relación con la madre en la ausencia del
padre, observando dos elementos principales: a. conflictos constantes con el objeto materno, y b.
ausencia psíquica del padre en la madre.
 Se exploró el impacto de la vivencia de abandono o ausencia del padre en las relaciones
actuales; se observa que el vacío de padre tiende a convertirse en una búsqueda constante del
padre idealizado.
 En la adultez, el vínculo materno o paterno de padres que vivieron en su infancia la
ausencia de sus padres, tienen grandes dificultades para desarrollar su rol paterno-materno.
Con respecto a los logros alcanzados con este estudio basado en la intervención clínica de
psicoterapia orientada en psicoanálisis, resulta necesario desarrollar una revisión un poco más
focalizada relacionada con la intervención individual y grupal de sujetos quienes vivenciaron la
ausencia del padre (o del padre en la madre) en etapas críticas de su desarrollo psíquico.
El proceso de psicoterapia les permitió a los sujetos tratados:
 Vivir una experiencia emocional diferente y contrastante en comparación a las
vivencias pasadas de abandono, maltrato y/ abuso.
▪ Aumentar el conocimiento de sí mismos: Hacer consciente diversos aspectos de sus
relaciones de objeto; que como se comentó se relacionan con fantasías preedipicas (e.g.: la madre
tiránica - bélica) o edípicas (e.g.: la muerte del padre debido a los impulsos incestuosos de la
hija). Hacer consciente el impacto que aspectos de su realidad psíquica tiene sobre su realidad
actual, de modo que los conduce a recrear ciertas búsquedas y ciertos conflictos, correspondientes
al drama interno (e.g.: la vivencia interna y externa de no “encajar” en ninguna parte ni en ningún
grupo interno, no permitiéndoles conocer lo nuevo que pueden estar ofreciéndoles una nueva
relación , o llevándolos a violentar al otro al obligarlo a adaptarse a su modo de ser y actuar por
sus conflictos internos y primarios).
 Aumentar su campo de inscripción de lo nuevo: la psicoterapia les permite conocer
aspectos de su mundo actual que se les escapan a raíz de la interferencia de conflictos internos
(e.g.: observar como las exigencias constantes al cónyuge para que “sea como” el padre
idealizado promueven conflictos en la relación de pareja, y se podría decir, que promueven el
abandono por parte del cónyuge).
 Flexibilizar el uso de mecanismos de defensa arcaicos, como la escisión excesiva o
inadecuada (e.g.: integrar, poco a poco las partes buenas/malas, idealizadas/denigradas, de los
objetos paterno y materno).
 Promover el encuentro con el dolor mental, correlativo a las vivencias de abandono,
maltrato y /o abuso, en un espacio continente.

 Rehabilitar las relaciones conflictualizadas con el objeto materno y paterno a través del
análisis de la transferencia y la contratrasnferencias).
 Promover, en parte, el duelo por la ausencia del padre (bueno); y hasta se podría decir, por
la ausencia de una madre lo suficientemente buena.
 Y, como conjugación de todo este proceso, permitió un cierto grado de movilidad
psíquica y fortaleció en parte la estructura yóica de los sujetos “sin padre” para que lograran una
adaptación más satisfactoria a su entorno actual en comparación al estado del yo al ingreso del
proceso terapéutico.
En relación con las limitaciones referidas a los recursos psíquicos y materiales, vale resaltar
que los casos estudiados incluyeron sujetos con muy pocos recursos socioeconómicos, por lo
tanto queda abierto el análisis de casos de ausencia del padre donde las circunstancias vitales no
se encuentran tan alteradas de modo que se pueda proceder a examinar el estado mental de estos
sujetos con condiciones externas más favorecedoras en su desarrollo vital.
Sobre la duración del proceso, el impacto de la ausencia del padre y del padre en la madre
es tan poderoso que se observan necesarios procesos de intervención mucho más extensos para
promover movilidades psíquicas medianamente satisfactorias y servir de apoyo, casi constante, al
paciente que afronta gran cantidad de retos actuales internos y externos.
Con relación a la vivencia de abandono, en tanto registro mental, adquiere un poder tan
fuerte que la alianza terapéutica y, en específico, la adherencia al proceso de psicoterapia se
encuentran constantemente amenazadas por la “actuaciones abandónicas” de estos pacientes.
Es posible abrir paso a algunas preguntas que no hicieron parte de los objetivos de la
presente investigación, pero que dan pie para el planteamiento de distintos interrogantes. Además
de fructífero, el proceso investigativo deja, para el futuro, cuestionamientos muy interesantes,
quizás, objeto de investigación para nuevas indagaciones investigativas.

Los casos aquí estudiados no parecen ser hechos aislados de un grupo social específico; se
podría decir que son una de las dinámicas de las sociedades occidentales actuales.
Junto a la tendencia al madre solterismo, se encuentra la evasión de la maternidad y de la
constitución de núcleos familiares (incluyendo la tendencia al aborto) y la aparición del maltrato
conyugal en familias biparentales, especialmente ejercido por la figura del padre.
La figura de la “familia conyugal” descrita por Meltzer (1990) diera la impresión de estar
bajo amenaza constante dentro del mundo de Occidente.
Correlativamente, queda la pregunta abierta por el rol materno y paterno en la actualidad.
Pareciera que la fantasía filogenética del macho que sale de la cueva a buscar provisiones para su
familia y que la contiene como anillo de seguridad de cara a la comunidad, se estuviera
trastocando en otra que está “empujando” a la mujer hacia el exterior para lograr encontrar tan
necesarias provisiones. Estos argumentos también son fuente de discusión y de análisis
sociológico-psicoanalítico.
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Anexos
ANALISIS DE LOS RESULTADOS POR SUJETO
MUJER ADULTA, 23 AÑOS. CAMILA
LA EXPERIENCIA DE SER HIJO

DESCRIPCION ANALISIS
“Es que en mi casa tengo muchos problemas con mi mamá y sobre todo desde que Ante la muerte del padre, pareciera ser el hermano quien asume el papel de
mi hermano llegó de EEUU ahora se la pasa reprochándome que yo soy toda rebelde como autoridad en el hogar, lugar que es dado por la madre una vez llega de haber estado
si él no hubiera sido así antes de irse para allá, ahora llega y se cree mejor que todos. Es con el padre real. De esta manera se conforma una tríada edípica de mucha tensión en
que allá vivía mi papá, pero él murió y las cosas han empeorado” (se le aguan los ojos la que Camila y su madre rivalizan con mucha frecuencia, al igual que con su
pero se contiene de llorar) hermano a quien ella dirige los sentimientos hostiles que no pudo expresar ante el
padre ausente.
“Murió de Leucemia, pero se la descubrieron 2 meses antes, a él le comenzó un
dolor en la espalda pero le dijeron que era artritis y cuando se puso muy mal le dijeron que Los celos que se observan de Camila también van dirigidos hacia su hermano
estaba enfermo y no duró mucho, él que estuvo con él allá todo el tiempo era mi hermano y por la posibilidad que tuvo de quedarse con el padre a quien ella tenía la fantasía de
ya después que murió me contó bien como había sido, como que a veces tosía y le salían curar con su presencia. La frustración de la paciente también es producida por la
unos coágulos secos de sangre y yo sufrí mucho porque hubiera querido estar con él, yo en solicitud del padre de estar con él, demanda que ella no logra cumplir y por ello debe
ese tiempo estudiaba enfermería y cuando hablaba con él me decía que fuera a cuidarlo y si quedarse con la madre a quien culpabiliza directamente de la ausencia del padre. La
hubiera podido me hubiera ido a cuidarlo y todo sería muy diferente”. fantasía inconsciente de ella es referida a poder darle al padre lo que la madre no le
dio para retenerlo, cuestión que era sentida como suplantada por el hermano mayor.
“Es que acá con mi mamá las cosas son difíciles, ella es… muy grosera, me insulta
todo el tiempo, ella me trata de perra para arriba, todo el tiempo hay problemas para todo, Pareciera que según lo que refiere la paciente las agresiones que recibe de su
yo sé que en algún momento va a pasar algo grave porque ha estado a punto de pasar. La madre son producto de su deseo de quedarse con el padre y del deseo concreto del
otra vez estábamos peleando y no me acuerdo bien pero cuando me di cuenta ella se me padre de que su hija vaya a estar con él, a ello puede deberse el calificativo de “perra”
vino encima con un cuchillo, y yo a ella le he advertido que yo tampoco me puedo quedar en el que va inmerso el reclamo por haberle quitado al padre. En este sentido, la
quieta si ella se pone así, entonces yo la empujé y ella cayó contra la mesa, pero es que a fantasía de Camila referida al Complejo de Edipo resulta hacerse realidad cuando
mí me dio mucho miedo que ella me hiciera algo. Lo que pasa es que cuando ella me logra quedarse con el padre y no recibe el límite y la distancia impuesta por él,
ofende tanto pues yo también le respondo con cosas ofensivas y creo que esa vez le dije fantasía que se concretiza en la adolescencia una vez el Edipo se actualiza y que no es
que ya entendía por qué se había ido mi papá de la casa, que por ella. Y mi hermano comprendida durante su desarrollo en el deseo de la presencia del padre.
también ayuda, él todo el tiempo está de parte de ella echándome en cara las cosas y
armando problema por todo”. La pelea descrita por la paciente, parece también concretizar la rivalidad entre
las dos por el padre, cuestión verbalizada por la frase de Camila de “entender por qué
se había ido el padre” culpabilizando a la madre de la decisión que él tomo de dejarla.
La fantasía allí también puede referirse a cierta culpa persecutoria por parte de ella y
proyectada en su madre, sentida por el temor de haber dañado al objeto paterno con
sus deseos edípicos y haber sido culpable también de su ausencia.
“Yo estoy completamente segura de que todos los hombres son iguales, que son Al referirse a todos los hombres también habla de su padre y del lugar que
infieles y siempre buscan a alguien. Yo creo que es por lo que viví con mis papás, que mi ella ocupa frente a los objetos masculinos de sumisión y pasividad ante la infidelidad.
papá todo el tiempo le fue infiel a mi mamá hasta que se fue con otra”. Con ello es notoria la desesperanza con la que continua buscando personas que le
brinden contención y seguridad al igual que el sentimiento de no ser suficiente y ser
poco valorada por los hombres. La generalización muestra la manera como Camila
parcializa a los objetos y no los ve diferentes uno de otro.
“Yo le conté a mi mamá lo que pasó (con los hombres que la buscan), pues no Camila intenta tener acercamientos fallidos con la madre buscando sus
todo, claro. Le conté lo de la llamada y que él me estaba pidiendo cosas. Pero después me aspectos de contención y protección que no son encontrados. Lo que la paciente tiene
arrepentí porque yo se que en una pelea ella me lo va a reprochar y va a decirme un como experiencia con su madre es una actitud de rivalidad y envidia que hacen sentir
montón de insultos como los que siempre me dice, que soy una buscona y que yo busco a Camila como culpable del abandono y desprecio masculino. En términos
que a mí me utilicen”. inconscientes dentro de la triada edípica, su sentimiento es de desprecio por parte de
la madre con quien compite por quedarse con el padre y a quien al final la madre
atribuye la culpa que para la paciente es persecutoria, de la ausencia del padre.
“El sábado salí con J (su nuevo novio) a dar una vuelta y ella me ha dicho que lo La madre dista de cumplir una función de contención y comprensión. La
máximo que puedo llegar tarde son las 10:30 u 11 de la noche. Y llegué en la noche a la vivencia de la paciente es la de una madre que no abastece ni suple sus necesidades y
hora que tenía que llegar y viera como me trató. Y fui a la cocina a mirar qué había y ella con la que por el contrario, permanece en constante rivalidad. En su infancia
bajó ahí mismo, a decirme: - qué esperaba que le tuviera comida o qué. Yo si hice comida, rivalizando por el padre y actualmente por el hijo mayor quien ocupa el lugar de
pero para su hermano, porque él si necesita comer, pero para usted, pues mire haber qué proveedor y padre de la casa. El desplazamiento de lugares hace que ellas
come o que le den donde estaba-. Y yo pensaba, ay no puede ser esto, voy a calmarme no permanezcan en la lucha por el hombre de la casa, lo cual hace parecer que la madre
le voy a buscar problema. Pero ella sigue y sigue como hasta que yo no doy más y me saca de la paciente le atribuye a ella la culpa por la decisión del padre real de haber
la piedra y yo no me puedo quedar callada. Pero ese día lo que hice fue luego irme a mi abandonado el hogar, lo cual también hace la paciente con su madre.
habitación. Yo había cogido un pedazo de queso con bocadillo, y cogí poquito porque
como en mi casa todo es tan medido, y ella me lo quitó y me dijo que no me lo comiera, El rechazo de la madre por brindar el alimento, podría relacionarse con la
que eso lo compraba ella y que yo mirara que me comía. Entonces cogí un pedazo de pan y expectativa inconsciente de la paciente de recibir del objeto siempre lo dañado,
me lo comí con un vaso de leche y me fui a dormir. Al otro día salí otra vez con J que fue situación con la que se conforma Camila debido a que de allí parten las relaciones
cuando me invitaron donde la familia y el problema tan tenaz, me dijo: -ah es que otra vez afectivas que busca. A partir de la carencia, la paciente busca vorazmente la
se va a putiar, ¿se va a dárselo a todos los vecinos?, eso es lo que es usted una fácil-. Pero disponibilidad del objeto así esta sea escasa, lo cual se evidencia en la manera como
yo me fui, traté de no buscar problemas con ella, igual llegué temprano. Y al otro día, el finalmente recibe de la madre el alimento pero de modo maltratante y en otras
lunes festivo pues iba a ir con J a ciclo vía entonces me levanté y me aliste de una vez y relaciones, recibe sexo por sentirse acompañada del objeto masculino y de esta
ella llegó a decirme: -claro, para sus amiguitos si se puede alistar rápido y se levanta manera sentir al menos su presencia. Pareciera que por recibir afecto, la paciente
temprano pero que para el resto de cosas no-, ni para acompañarla a ella a hacer vueltas. Y “mendiga” situaciones que puedan asociarse a ello así no lo sean, pagando un costo
cuando llegué, pues llegué temprano, como a las 4 de la tarde y salí un momento porque J muy alto que le ocasiona sufrimiento.
me dijo que si nos tomábamos algo y entonces salí con él, no me demoré ni media hora y
ella me dijo que por qué no adentro y es que cuando está mi mamá los fines de semana, Los insultos que son lanzados por parte de la madre de la paciente, parecieran
todo está hecho un desorden terrible. (…) Pero luego llegué y al rato llegó mi hermano que mostrar en la relación que la madre proyecta en su hija algunas vivencias internas que
está trabajando y le toca festivos también, entonces dijo que si había algo de comer y yo experiencia con su pareja pero que no son muy claras en lo que refiere la paciente. No
estaba arriba, me pareció escuchar que estaban como discutiendo algo pero no entendí, de obstante, hacen pensar la manera como la madre se dirige a ella como si fuera la
todos modos cuando bajé mi mamá se había transformado y llegó y dijo: -como aquí uno le paciente quien se hubiera quedado con el padre en la lucha edípica. La agresión va a
pide un favor a ella y no es capaz-. Entonces yo le contesté: -pero si yo iba a ir y usted me tal punto que el lugar de madre parece verse afectado y en ocasiones pareciera ocupar
dijo que mejor sacara al perro-, y ella comenzó otra vez con lo mismo, dele y dele a el de hermana rival, actualmente por la atención que brinda el hijo mayor ocupando el
ofenderme a decirme cosas muy feas, que yo trato de controlarme y no decir nada, pero ya lugar del padre. Por esta razón pareciera que en la escena de la pelea por dar la
comienza a decirme cosas horribles y no me aguanto, tengo que contestarle igual. Me dijo comida al hermano, se estuviera poniendo en juego el lugar de la madre y el lugar de
cosas como que yo era una puta, una perra, que hasta me vestía como puta. Que yo me la hija, como en una lucha interna de la paciente por recuperar a su padre y quedarse
revolcaba con cualquiera, que era una fácil y que no servía ni para hacer un mandado. con él, y una lucha interna de la madre por recuperar a su pareja basándose en la
Entonces yo comencé a decirle que el que las hace las imagina seguramente, y eso fue fantasía inconsciente de que ha sido su hija quien se ha quedado con él y quien ahora
terrible, ella seguía gritando. Yo creo que los vecinos piensan que es una casa de locos, yo ocupa para ella el lugar de una mujer rival (“puta”).
le digo que si no le da vergüenza, que nos van a resultar sacando del vecindario por
escandalosos, le digo que parece una niña chiquita, yo le contesto que madure, que esa no La casa de locos representa esta ausencia del padre, del límite que aclara los
es la forma y ella me dice que ella hace lo que se le da la gana. Entonces yo le digo que ya lugares y las funciones en la estructura familiar y que pareciera algunas veces
entiendo a mi papá, que antes cómo hizo para aguantársela, y se lo digo porque sé qué es lo funcionar más del lado infantil polimorfo -perverso.
que a ella más le duele”.
“Anoche yo estaba hablando por teléfono, pero yo tenía todas las luces de la casa La paciente pareciera no sentirse como parte de la familia, como si estuviera
apagadas para no gastar luz. Cuando ellos llegaron mi mamá comenzó a decirme, claro en lo oculto, representando la parte oscura de esa estructura que es rechazada por su
ésta india solo se la pasa hablando por teléfono. Y también comenzó a decir cosas feas de madre y su hermano mayor quien cumple las funciones paternas. Su sentimiento es de
Johnny que era con quien estaba hablando, decía, esos indios con los que se mete, iguales a no lugar, pues no se siente como hija ni como hermana por la expectativa que tiene de
usted. Entonces yo tapaba el celular para que él no escuchara. Me subí al cuarto pero igual ser expulsada de allí y de no ser deseada. La madre también utiliza expresiones que
con la luz apagada para que no dijeran que yo gasto energía. Entonces ellos salieron a subvaloran su lugar allí a través de los cuales habla en tercera persona como si la
comprar algo y al volver yo todavía estaba hablando y mi mamá comenzó a preparar algo paciente no estuviera en esa casa, ni estuviera hablando con su hija. La fantasía de
de comida. Comenzó a decirle a mi hermano, póngale cuidado que la india esa ahí si baja a Camila se relaciona con la pareja que ahora hacen su madre y su hermano mayor,
tragar. Entonces yo lo que hice fue al rato bajar y comerme unas cosas que yo misma me relación en la que además de sentirse excluida la incluye en una situación edípica
había comprado de comer para mí, tomé un gansito, un yogurt y unas galletas y me subí al dolorosa y maltratante, pues no logra cumplir el deseo de sentirse amada por sus
cuarto a ver televisión. Como yo duermo con mi mamá y estaba viendo tv, bajé en los objetos parentales. Esto se evidencia también en la manera como la madre no la
comerciales al baño del segundo piso y preciso mi mamá entró y vio el tv prendido y provee de alimento y como ella también rechaza lo que le es dado, que en términos
comenzó a decir, esta india para lo único que sirve es para gastar y comenzó a gritarme afectivos es la manera como se ha constituido el vínculo de maltrato mutuo.
desde arriba. En ese momento sale mi hermano y le pregunta a mi mamá qué pasa. Ella le La familia se comunica en términos dirigidos a Camila de desperdicio y
dice que yo estoy desperdiciando la luz, y él comienza a decir que yo no ayudo para nada suciedad que están relacionados con la sexualidad, como si se tratara de algo perverso
en la casa y que no pago nada, que sólo desperdicio. Entonces yo le grito que no sea sapo, que allí permanece en la que también se incluyen fantasías incestuosas, debido a la
que no es problema de él. Y el baja las escaleras, yo sé que me va a pegar entonces cierro confusión de lugar y función que en esta familia se observa. Camila representa esa
la puerta del baño, y él comienza a decir que con él no me meta, me dice que con él si no sexualidad que no ha sido aclarada en la familia y que para la madre se convierte en
voy a ser grosera que yo ya sé cómo me va con él, así que le digo que si me va a pegar y el la fantasía de infidelidad y pérdida de su pareja que es desplazada a la relación con su
dice que sí, entonces abro la puerta y le digo, pégueme a ver si se atreve, entonces se entra hija con quien ha rivalizado.
al baño y me coge a puños. (…) Ahí mismo cojo el teléfono y llamo a una amiga pero El hermano ocupa ahora el lugar de padre, pero también termina siendo rival
estaba dormida y yo sentía que necesitaba decirle a alguien, así que llamo a una tía, a la de Camila por una parte, quien aleja a su madre y despoja del lugar de hija a la
hermana de mi mamá. Le cuento y me dice que le pase a mi mamá o a mi hermano, le paso paciente, y por otro lado, a partir de la envidia que surge en la paciente por haberse
a mi hermano y él le dice que no se meta en lo que no le importa y le cuelga y comienza a quedado con el padre mientras se mantuvo alejado de ella y al poder haber estado con
decirme que por qué tengo que andar chillándole a otras personas”. él mientras se encontraba convaleciente.
Las figuras que busca la paciente como salvadoras, son también pasajeras,
pues no son sentidas como permanentes y leales, sino que no logran ser sentidas por
Camila como personas con las que se pueda vincular profundamente.
“Es que mi mamá me ofende, en cada pelea que tenemos, ella me dice que esa Su sentimiento respecto a su madre es de ser inadecuada, de no poseer lo
nariz mía quedo muy mal, que soy horrible. Ella lo único que hace es criticar y yo odio suficiente para ser amada por ella, sino que al contrario la sensación de desesperanza
esas personas que critican, que solo miran en la calle cómo va vestida la gente, si es fea o y de no lograr el reconocimiento de su madre le genera mucho dolor. Por esto, las
bonita, por qué hacen eso”. cirugías plásticas son un intento por la paciente para agradarle a la madre y lograr
sentirse adecuada no solo en la relación con ella sino en los nuevos vínculos en los
que también se siente insuficiente.
“Pero esta vez sí me pasé con mi mamá, de palabra. Le grité como 5 veces que era Durante esta sesión Camila expresa con más rabia el resentimiento hacia su
una HP. Ella tiene un CDT mío de 10 millones, yo tengo el de 15, cuando le dije que me madre, situación que también le genera a ella fuertes sentimientos de culpa. La
iba pero que me diera mi plata comenzó a reírse a carcajadas, me dijo que no iba a poder discusión por el dinero representa la voracidad con la que ella reclama el
reclamar mi plata, que ella había ido al banco a decir que yo no estaba autorizada a reconocimiento por el padre y la necesidad de poseer al objeto perdido. No obstante,
retirarlo. Pero le dije que no me creyera boba, que esa plata estaba a mi nombre y que ella la burla de la madre muestra el obstáculo para poder acceder a la posesión de su padre
no tenía por qué ir al banco a reclamar nada. Además me dijo que de esa plata, la mitad era y por lo que también presenta a su hermano con quien también rivaliza por ocupar el
de mi hermano y no me parece, él tuvo dos trabajos mientras estuvo en USA con mi papá, lugar de ser la elegida por el padre. Su fantasía se ve afectada por la sensación de
él a mí nunca me ha ayudado como para decir que al menos me dio lo de los buses, y esa envidia por el tiempo que pudo pasar su hermano con el padre y que a ella le fue
plata me la dejó a mí mi papá, no es de él”. impedido en varias ocasiones. De esta manera desea arrebatarles a su madre y a su
hermano lo que representa su padre. Esto pareciera generar mucho odio en la madre,
pues es a Camila a quien prefiere el padre al dejarle a su nombre las propiedades que
tuvo. Para la paciente su experiencia es de ser un tercero excluido de la relación
incestuosa entre su madre y su hermano mayor, pues quiere despojarla de lo que dejó
su padre para entregárselo a su hijo, lo que refleja un componente perverso dentro de
esta escena primaria fantaseada por ella.
“Anoche me llevé una sorpresa cuando llegué a mi casa. Vi que la luz del primer Lo que muestra la escena es el afecto de la madre hacia la paciente que
piso estaba prendida y se me hizo raro porque ellos siempre suben como a las 9pm a pareciera corresponder a un carácter bipolar, en el que oscila entre momentos de
acostarse y apagan todas las luces y yo llegué como casi a las 10pm. Pensé que la amiga de euforia y depresión expresados de manera agresiva. Sin embargo, para la paciente es
mi mamá estaba ahí, pero cuando golpeé mi mamá abrió y estaban solo los dos abajo una experiencia engañosa en la que la posibilidad de ser traicionada por la madre para
comiendo. Cuando abrió me saludó súper bien, que yo quedé extrañada porque esperaba adquirir lo que el padre le dejó, es altamente probable. De ser esta la opción real, se
que estuviera brava. Me dijo que cómo me había ido y que cómo estaba, que por que no refleja en la paciente cierta negación que le impide defenderse y alejarse de esta
había llamado. Entonces pues yo también seguí como si nada hubiera pasado”. situación que la puede llevar a hacerse un mayor daño y que se produce debido a la
falta de claridad en la mente de la paciente y la confusión que genera esta relación.
PROCESOS IDENTIFICATORIOS
IDENTIFICACION CON LOS OBJETOS INTERNOS IDENTIFICACION CON LA PRESENCIA Y/O AUSENCIA DE LAS
FIGURAS PARENTALES
DESCRIPCION ANALISIS DESCRIPCION ANALISIS
“En diciembre 30 me fui para Las relaciones afectivas son vividas
Calarcá porque él es de allá y algunas por la paciente con mucho temor de ser
personas si me advirtieron que los abandonada, temor que también es manifiesto
hombres frente a su familia cambian en la madre y su necesidad de retener a su
mucho pero yo no creí, y cuando llegué hijo mayor ante la pareja que no está. Camila
allá me decepcioné mucho. Él si cambió pareciera identificarse con esa madre que
muchísimo, se portó muy odioso conmigo. desconfía y trata de impedir que su pareja se
Resulta que él allá tiene una prima y vaya. En ese sentido también es notoria la
estuvimos en una fiesta y cuando yo la vi, forma como Camila tiene una fantasía de la
pensé, él va a mirarla y estuve muy familia que desaprueba a la mujer y que la
pendiente de si la miraba o no y sentí que siente como insuficiente para el hombre, así
sí que él la miraba mucho. Y comenzó a ella se siente desprovista del valor necesario
sacar a bailar a otras tías y otras familiares para ser escogida por él, de igual manera que
y a mí me dejó sentada y ni siquiera habló en su fantasía ocurrió con sus padres y que en
conmigo”. la actualidad reprocha a su madre al sentirla
como inadecuada para él, culpándola de su
ausencia. Al igual que la madre, sospecha de
otras mujeres que aunque sean de la familia
(como ella con Camila) ocupan un lugar de
rival, situación que hace sentir a la paciente
abandonada por el objeto amado.
“Así es con todos los hombres, La vivencia interna con sus padres “Además es que los militares En ese sentido, los militares para
todos son así, también infieles y más él muestra por un lado la identificación con el tienen una fama… tienen fama de perros, ella muestran ese mundo de hombres que
que es militar. Pero es que yo todavía no objeto materno que es traicionado y espera la de mujeriegos y quien sabe él allá qué se encuentran lejanos para las mujeres y
quiero soltarlo sin antes encontrar algo infidelidad de la pareja, pero que intenta haga, además si pensara con él algo a que por su función no pueden
mejor, como algo más fuerte que no me retener para al final terminar siendo futuro que no lo hago, porque no me veo permanecer como presentes. En su
haga sentir así como con Darwin (…) Yo abandonada, ubicándose en un lugar pasivo. con el más adelante o con hijos, yo sé fantasía es el hombre que utiliza a las
se que todos son así, no creo en la Y por otro lado, se identifica con la que él no es para mí. Y eso que me ha mujeres sin construir vínculos que
fidelidad de ningún hombre, seguro infidelidad del padre y la posibilidad de propuesto matrimonio, él dice que se impliquen mayor compromiso y que
también tiene que ver la infidelidad de mi adelantarse a la traición para de esta manera devuelve en junio y que nos casemos, posteriormente debe dejarlas, así como
papá con mi mamá, porque ella me ha evitar el profundo dolor mental que le pero es que yo no me siento preparada ella también permanece en la búsqueda
contado cosas que él le hizo y que la produce asumir el abandono de su padre y la para eso, no quiero y tengo miedo de que de múltiples objetos masculinos con los
hicieron sufrir mucho. Entonces si sé que decisión de tener una familia distinta lejos de vuelva”. que no se vincula mucho y de quien
me van a poner los cachos pues yo lo hago ella. espera el abandono. Así las funciones de
antes”. padre y madre son lejanas para ella,
quien se encuentra en una postura mucho
más infantil para pensar sobre sus
experiencias, además de sentirse
impedida para llevarlas a cabo por
defenderse del lugar de pasividad que
ocupó su madre.
(Refiriéndose al novio) “De todos Camila se defiende de un objeto “Yo no sé qué es lo que hago Desconoce lo que hace para que
modos me parece muy raro porque él sabe femenino con el cual se identifica, negando lo para alejar a los hombres, o no sé por los hombres sigan ocupando un lugar
que yo no soy así, que yo no soy mamona que ella hace de manera activa para alejar al qué, yo creo que es más cuestión mía. Es ausente en su mundo interno. Esto refleja
ni le voy a pelear por eso porque nunca lo objeto. Al decir no saber lo que quiere, como algo inconsciente que no sé la culpa persecutoria que al igual que en
he hecho. Ah es que ya no sé nada, yo ni también manifiesta una confusión entre su manejar. Es que por ejemplo Wilmer, el la relación con su padre, siente como si
siquiera lo quiero”. propia identidad y la de la madre, que no le que te conté que conocí en el Facebook y hubiera en ella algo dañado que alejara
permite mostrar a otros su parte más genuina. que ese mismo día nos vimos, no me al objeto paterno. De esta manera
“Lo que pasa es que… yo estoy volvió a llamar y pues yo no estoy para proyecta a su madre dicha culpa con la
con ellos, de pronto sea eso. Ese mismo Una forma de retener al objeto mendigar amor. que también se identifica y con la que
día que conocí a Wilmer y lo llevé a mi utilizada por ella es el sexo. Pareciera que fundamenta las relaciones de pareja que
casa me acosté con él pero como rapidito intenta a través del cuerpo sentir el apego (El sexo es una especie de intenta constituir pero que no son
porque sabía que mi mamá iba a llegar. necesario para sentir que ocupa un lugar en la método) “Pero no sé no me ha fructíferas. La sensación que ella tiene
Ese día llegamos a la casa y comenzamos mente del otro. Esto refleja la dificultad de la funcionado. Es que yo tengo como de sí, así como la tiene con respecto a su
a hablar de sexo, entonces nos dimos un paciente para poder recurrir a sus propias distintas formas de aparentar como para madre, es de no poseer cualidad alguna
beso y terminamos acostándonos. Y es emociones y lograr así cierto grado de probar cual funciona más, pero a veces que la haga merecedora del afecto y la
que no es la primera vez que pasa, yo he experiencia emocional. El cuerpo representa pienso que ya ni siquiera sé quién soy”. presencia masculina.
tenido unos desórdenes…La otra vez fue una parte escindida de ella que se defiende
con unos mariachis. Fuimos con mi mamá del dolor mental y que no integra con sus El sexo termina siendo su
y unas amigas al día de la madre o algo experiencias de frustración. En la otra método principal por el que intenta
así a Plaza México en la 116 con 19 y situación con los mariachis sucede algo “atrapar” hombres, pero que no le es
unos mariachis que estaban ahí nos similar a pesar de que se encuentra en un suficiente tampoco y que evidencia la
invitaron a tomar algo y nos lugar con la madre, situación que hace pensar concretización del sentimiento que se
intercambiamos teléfonos. Estaban lindos en el interrogante de los procesos siente impedida a experienciar. Lo
ellos. Y uno de ellos me llamo al poco identificatorios con la madre que llevan a corporal se ha vuelto su herramienta
tiempo y nos pusimos una cita, él me llevó Camila a recurrir a estos medios para buscar fundamental para sentir de manera
a su apartamento y nos acostamos, con él la presencia del objeto masculino. Puede ser objetiva la presencia y la compañía del
fue como con el que estuve más veces, también de cierto modo la manera como ella objeto masculino, pero que al alejarse de
porque él no fue el único. Mínimo me trata de denigrar de su madre a través del las experiencias emocionales, le generan
acosté con 3 del mismo grupo, pues no sé, propio cuerpo, sometiéndose a un papel sentimientos de desconocimiento por su
no le vi nada de malo. Como que él me pasivo que manifiesta a través de la propia identidad, como sintiendo
iba presentado a cada uno de sus amigos y sexualidad y que también expresa algunas también un vacío emocional generado
yo me acostaba con ellos y así. Hasta un actitudes perversas que se presentan en el por la falta de sostén materno. Esto sirve
día que nos fuimos al apartamento de uno ámbito familiar con la madre y el hermano y para el falso self que utiliza como forma
de ellos, los 3 y tomamos muchísimo y yo las posibles confusiones que no han podido de buscar una identidad que no logra a
ya estaba entonadita, entonces me iba ser comprendidas por la paciente. Al referirse través de la identificación, por la imagen
quedando como dormida cuando escuche a esta situación como algo que no ve como débil de la madre.
a lo lejos que él le decía al otro “Yo me malo, también muestra la manera como ella
voy. Ahí se la dejo para que haga con ella se defiende de forma maníaca del sufrimiento
lo que quiera” y yo me hice la que estaba que acarrea el abandono paterno y la culpa
dormida pero pensé… ¡Mucho HP! Luego persecutoria que se despierte ante su
entonces me levanté y le dije que no se ausencia. La actitud pasiva – masoquista
fuera, pero luego le hice el reclamo que también se evidencia en la manera como ella
por qué me hacia una cosa de esas…Pero no reconoce el lugar que ha permitido ocupar
lo que pasa es que yo no siento que esté para esos hombres, y que en su lugar ella
mal, es como para parecer una mujer busca repetir con la finalidad de hacer que se
liberada, moderna que no se complica por queden con ella.
nada, entonces eso es lo que yo muestro al La mujer liberada y moderna referida
resto de gente”. por ella es una especie de falso self que
utiliza para proteger la fragilidad y el dolor
que atraviesa frente al abandono y la
denigración del objeto interno femenino.
“Y mira que anoche me llamó Sin embargo, la paciente espera estar “T. ¿Y cuáles son esas facetas? Aquí la paciente evidencia la
Diego, el que te conté que es de Fusa en la mente de ese objeto paterno manera como escinde al objeto materno,
representado en la búsqueda de muchos C: Pues una es la liberada, a la que por un lado es bueno (en el sentido
T: El que viene cada 6 meses. hombres, pero su deseo se ve frustrado al que nada le importa, que no le importan consciente) y se relaciona con el deseo
encontrar que es buscada como satisfactor lo que piensen. Como las modernas que de la madre porque sea como ella,
C: Sí, él. Pero tiene novia allá. Yo parcial de los impulsos sexuales de quienes se hacen a un lado lo que sienten. Y la otra “juiciosa”, pero por otra parte la madre
con él estuve como 3 veces, pero él no aparecen en su vida nuevamente de manera es más como la que me ha inculcado mi mala (en el sentido inconsciente) de
tenía novia en esa época ni yo tampoco. intermitente. Su sentimiento es de ser mamá, juiciosa, de la casa. Pero ninguna mujer aparentemente liberada y
Pero ahora sí tiene. Y estábamos hablando denigrada y descalificada por el objeto y no de esas me funciona. Yo quisiera como promiscua lo cual ha sido motivo del
de ella y comenzó a contarme que ella era alcanzar a ser suficiente para que este encontrar a alguien que me valorara… abandono del padre y con lo cual ella se
virgen y que entonces a él le tocaba permanezca con ella. Muestra los aspectos de pero es que ya de ninguna manera identifica también al sentirse denigrada
contenerse mucho y que estaba como envidia infantiles por esa mujer que fantasea consigo a alguien que quiera”. por los hombres, sin reconocer la
lleno de muchas cosas que no había como “virginal” con la que se quedó su padre responsabilidad que tiene en ello, más sí
podido descargar y entonces ahí ya me di en otro país y por la que fue abandonada sintiendo la culpa persecutoria. La
cuenta como por donde iba la cosa. junto con su madre. En esta escena se revive sensación de la paciente es que en la
Entonces a mí me dio mucho mal genio la pérdida en la lucha por el padre de Camila manera como ha contruido su identidad
porque no se lo dije, pero pensé… ahora en su niñez y la angustia persecutoria de y las identificaciones que hace con la
qué piensa que soy una puta a la que haber contribuido en la decisión de su padre madre, no le son suficientes para hacer
puede buscar porque quiere descargarse… de irse de su lado. que el objeto masculino paterno se quede
entonces yo le dije que no pensara eso, con ella ni antes en la fantasía edípica, ni
que si me llamaba para eso entonces que La “puta” a la que se refiere Camila ahora en la búsqueda por encontrarlo.
no me buscara, que quien había creído que es la imagen que ella muestra muchas veces Así mismo pareciera que su
yo era. Y él me dijo que si era que yo no ante los hombres con la expectativa de que identificación con la madre fuera basada
había disfrutado estar con él, y yo le dije ellos se queden, no obstante, se siente en la imposibilidad que tuvo ella de
que no le iba a responder la pregunta. denigrada cuando este aspecto de ella se hace retener al padre, situación que ha
Entonces colgó pero como bravo. Y me manifiesto en la relación que sostiene con repetido en tantas relaciones
sentí muy mal anoche… pensé que por ellos. Esto evidencia la manera como ella sentimentales con las que no se puede
qué me buscaban solo para eso, que yo ya denigra a su objeto interno femenino y que en vincular estrechamente la paciente.
no iba a seguir con ese jueguito y lloré parte representa a la identificación con la
mucho porque no quisiera que pensaran madre sometida. El sufrimiento que ella
eso de mí o que piensen que yo soy solo expresa refleja la sensación de sentirse
para eso.” dañada o de haber dañado su relación con el
padre, a lo mejor sintiéndose culpable por los
deseos dirigidos a él en la infancia, que
pareciera que en su fantasía hubieran sido
reales y por ello estuviera
sintiéndosedesvalorizada.
“El 19 cumplimos 11 meses de Lo que esperó la paciente de su padre,

novios y él nunca deja pasar un día de se encuentra presente en la relación con su
esos sin llamar así que supongo que me pareja. La presencia sentida por ella se
llamará. Entonces ese día hablaremos pero relacionaba con las llamadas en días festivos,
es que no sé, no le voy a contestar, ya no a pesar de la demanda de la paciente por la
soy la de antes, ya no me dan ganas de presencia real. La decepción que se evidencia
escribirle ahí mismo me llega una carta de en esta relación es parecida a la frustración
él como hacía antes. Y en las cartas vivida por la falta del padre y que es asumida
amenazantes me decía que si no me en ella a través de la madre con la que ha
decidía había muchas esperando, y eso no rivalizado. La fantasía presente allí y
me gustó que me hubiera escrito eso. Me compartida con la madre, se refiere a la
da rabia que me diga esas cosas, pero yo familia que sostuvo en otro país y por las que
le contesto igual, pues que también yo se generó el sentimiento de ser desplazadas
tengo pretendientes. Además no sé por por otras mujeres idealizadas y por las que se
qué le entró la angustia de que yo tenga a presenta el sentimiento de desprecio y
alguien más. Es que él dice que tiene desvalorización de sí mismas, lo que se
sueños premonitorios y que había soñado representa en la culpa persecutoria surgida
conmigo. Supuestamente me había visto por la decisión del padre de abandonar el
con otro tipo en el sueño, que me habían hogar. De allí también surgen las ideas de
dado trago o algo así y que me llevaban a infidelidad de las que se defiende la paciente
un apartamento y uno de los tipos me a través de la identificación con el padre en
quería violar. Y al final llega y me este mismo sentido y la necesidad de dejar a
pregunta en la carta que él necesita saber la madre. Los sueños de su novio son
de una vez por todas si yo le he sido infiel asociados a la vivencia real de la paciente con
o no. Pero no le voy a contestar. Es que yo su mundo externo y la manera como se
siento que ya no lo quiero y estoy con él identifica con la madre mala, por quien
solo por estar, pero me gustaría encontrar fantasea el abandono de la figura paterna.
a alguien para poderlo dejar”
(Refiriéndose a su amigo virtual) Pareciera que Camila se acerca a esta
“Yo siento que me parezco mucho a él. relación peligrosa porque se siente
También por lo de mi papá y yo se lo he identificada con un objeto del que no puede
contado a él, por eso yo creo que hemos ver el rostro pero al cual idealiza, pero que de
entrado en más confianza. Ay doctora manera inconsciente sabe que es peligroso,
pero yo no quiero que vuelva a pasar lo de como si ella sintiera que en su interior existe
siempre, yo no la quiero volver a una parte del self rabioso que teme que se
embarrar, así como con los otros. Es que exteriorice y aleje a los objetos deseados. Su
él a veces sale con unos apuntes. Anoche temor es encontrarse con ese objeto que para
me dijo que si nos cuadrábamos, pero yo ella es monstruoso y no deseado y con el cual
le dije que cómo me iba a decir eso y que se identifica. Procura no dar el rostro por no
me quería mucho y que yo le gustaba, si mostrar su rabia y su odio contra el objeto, de
ni siquiera me conoce. Y él se sintió igual manera que ella lo siente en su mundo
ofendido y se puso de mal genio, me dice interno y de manera inconsciente y por lo que
que qué es eso de conocerse, entonces yo intenta mostrar tantas caras que no son las de
ya no le digo esa palabra, prefiero decirle su verdadero self. Preferir “distinguirse” a
que nos distinguimos. Pero él me dice que “conocerse” refiere una confusión con ese
algún día nos veremos pero que no sabe objeto, en el que se diferencian escasamente
cuándo”. en el rostro que ella apenas imagina. La
expectativa por encontrar ese rostro sigue
latente, así como el propio.
“Yo sentí mucho temor. Es que no En la escena terrorífica del “hombre “Es que yo me puse a pensar qué Edwin representa al padre bueno
era tanto que fuera feo, sino como su virtual” la paciente proyecta en el mundo hubiera pasado si hubiera entrado o si presente que se encuentra disponible en
mirada, como de pervertido, como que me externo un objeto interno masculino (padre Edwin no hubiera ido conmigo, yo me el momento en el que la paciente decida
miraba horrible y me hacía unas caras y malo) que es monstruoso. Esto puede conozco, yo sé que soy tan arriesgada buscarlo. Es un objeto masculino que no
unos gestos todos feos, me dio mucha relacionarse a las ansiedades persecutorias que termino yendo sola y no sé, con él persigue ni juzga y que permite que la
impresión y por eso no quise entrar”. relacionadas con el deseo por el padre en el con esa cara de pervertido así horrible, paciente regrese angustiada por su
complejo edípico. Deseos que también se que miedo. Edwin me dijo que si yo frustración, logrando contener su dolor.
relacionan con los sentimientos hostiles que hubiera entrado y él hubiera visto que él Este personaje la rescata y le genera a la
no pudo dirigir al objeto y que se deben a su me forzaba a algo, él hubiera levantado paciente seguridad además de mostrarle
abandono. la puerta a golpes pero que no hubiera lo arriesgado (sus partes psicóticas) que
permitido que me pasara nada malo”. fue exponerse ante este otro sujeto.
(llora) “Es que yo no la entiendo, La pregunta de la paciente

¿qué hice mal? Después (la mamá) llegó también puede relacionarse con la
y me dijo que cómo era posible que imposibilidad de ser como la madre y de
llegara mi hermano y tuviera que decirle ser aceptada por ella. En esta escena la
a él que fuera por lo de la comida, si él progenitora la anula en su intento por
llega tan cansado, y pues yo entiendo llegar a ocupar el lugar de madre,
porque él trabaja mucho y llegará reflejado en el reproche de la
cansado, pero así las cosas no las hago. incompetencia para atender a su
Igual no puso problema por ir a traerlas, hermano – padre en las horas de
luego de que se fue comenzó peor a descanso. Las maldiciones de ella hacia
gritarme cosas más horribles, a decirme la paciente llevan implícitas el mandato
que maldita, que a mí me iba a ir muy de recibir siempre maltrato y de ser una
mal con mis hijos que me iban a salir mala madre, situación con la que la
peor que yo y que yo iba a sufrir mucho, paciente llega a identificarse, en una
yo le decía que si, que siguiera especie de miedo por el cumplimiento de
maldiciéndome porque yo sabía que si esa “profecía”.
ella me veía sufrir, ella también iba a
sufrir, entonces que siguiera deseándome Es posible ver en esta relación la
el mal, todo lo que quisiera (…) igual manera como existe la confusión entre el
ella yo sé que es una buena mamá, al sufrimiento de la paciente y la fantasía
menos me hizo la comida, porque de que al hacerse daño ella misma
después yo bajé y me había dejado mi (recibiendo maltrato) también le hace
comida en la olla. No espero que me la daño a la madre. Su sentimiento es de
suba ni nada, pero al menos sé que no daño por el otro que surge de una culpa
me va a dejar sin nada”. persecutoria, posterior a denigrar de su
madre, con el sentimiento de que ha
denigrado de sí misma, que al final es
evidente en su intento por mostrar una
madre buena ante la terapeuta y que
también se hace visible en otros
momentos en los que la paciente se
esfuerza por no mostrarse tan “mala” y
justificar lo que ella misma hace.
“Él (hermano mayor) si se dio Camila se identifica con el lugar

cuenta de las peleas entre ellos dos y que ocupó la madre cuando fue dejada
también peleó mucho con mi papá allá por su esposo por otra mujer. Ahora su
por la situación con esa señora porque vivencia es la de no ser reconocida por el
vivió allá con mi papá. Incluso a él le padre y permitir que otra mujer le haya
costó trabajo recuperarse porque unos quitado el lugar a su madre. En el fondo
amigos de él le robaron muchas cosas se encuentra la culpa inconsciente por la
que él tenía. En esto siempre hemos que siente que su padre la abandonó, y
estado mi mamá y yo. Yo siento que me por no haber hecho lo suficiente porque
dormí mucho, que no me di cuenta de las se quedara, partiendo de ella el daño
cosas, que dejé que esa señora se saliera hacia el objeto.
con la suya. Es que tenía como una
venda sobre los ojos, no sé en qué estaba
pensando”. (llora)
“Ya después mi mamá baja y La paciente siente fuertes

comienza a decirme cosas horribles, me temores por las “profecías” que le
dice que ojalá me consiga un marido que dictamina su madre y que para ella se
me pegue y me haga las peores cosas. convierten en mandato. Es posible que
Cuando le digo que me voy me dice que Camila se sienta identificada con estos
es mejor quedarse donde su mamá sea lo deseos de su madre y esto le produzca
que sea a ir a buscar otro aparecido que dicho terror porque también ella lo ha
me pegue. A veces pienso que es cierto. deseado inconscientemente para sí
misma. Esto producto de la culpa
T: ¿Que de pronto afuera no persecutoria que siente por los malos
encuentres un mejor lugar? deseos y resentimientos que ella también
ha sentido hacia su madre y que se han
C: sí, me da mucho miedo” evidenciado cuando le reprocha a ella la
lejanía de su padre. En este sentido,
“Le dije que me hacían falta 10 podría decirse que esa es la manera
millones y (su mamá) comenzó a reírse, como la paciente busca los objetos, en
comenzó a maldecirme y a decirme que los que ella ocupa un lugar de víctima
me iba a ir muy mal y que iba a pagar las recibiendo maltrato y desengaño, así
cosas que había hecho, que ante Dios como lo ha indicado su madre.
todo lo que yo hacía estaba mal.
T: Pero parece que tu temes que

eso se cumpla
C: Sí es que a eso es a lo que

más miedo le tengo, yo pienso que las
maldiciones de las mamás se cumplen y
ahora pienso que todo me puede salir
muy mal”.
“Es que con decirle que tengo que Al parecer la suciedad es una
compartir hasta el baño. Y yo a mi característica en las relaciones familiares de
hermano no lo soporto, es que es muy la paciente en las que ella proyecta sus
sucio. Me fui una semana y cuando llegué, propios sentimientos con los objetos internos.
el baño con mucho polvo, sin limpiar Cuando llega a su casa atribuye a lo que ha
como que le da la misma, me toco partir dejado su madre y su hermano como suciedad
una toallita desechable por la mitad y y el conflicto con su madre parte cuando ella
limpiar y el escándalo que armó mi mamá quiere limpiar lo que ellos han hecho. Esto
porque cogí una toalla de esas, porque ella podría relacionarse con fantasías incestuosas
todo lo tiene contabilizado y es que allá de la paciente, como a manera de una escena
no hay ni un trapo para limpiar. Es que yo primaria: lo que hacen su madre y su
sé que suena sucio, pero mi hermano tiene hermano mientras ella no está y su necesidad
la costumbre que odio de sonarse en el de no verse contagiada de lo que allí sucede,
lavamanos y ese caño se tapó todo. Toca como sintiéndose sucia también por las
limpiarlo porque es horrible, hasta tenía fantasías que tiene con relación a ellos.
unas manchas negras de lo sucio que
estaba. Y ni hablar de la ducha, como los Esto refleja cómo en el mundo
3 nos bañamos ahí, ninguno se preocupa interno de la paciente y al parecer de toda la
por recoger los cabellos que caen en la familia se refleja un estado psíquico confuso,
rejilla y les he dicho que eso hay que en el que no se aclaran las diferencias
recogerlo, pero ellos como les gusta vivir sexuales, de función y de lugar. El
en la suciedad, pues no lo hacen, y como sentimiento de la paciente, por este motivo es
yo no puedo, me toca a mi levantarlos y de contagio, de suciedad y de asco porque de
limpiar antes de bañarme (…) Yo no la misma manera siente ella su mundo
quiero contagiarme (de lo que hace su interno, contagiada por las fantasías sexuales
mamá y su hermano), a veces siento que con su madre y hermano que no le permiten
me contagio. Que se me van a pegar esas encontrar una relación limpia ni con sus
cosas de ellos, que voy a resultar así. Mi objetos internos, ni con el mundo externo en
mamá por ejemplo es toda desarreglada, otras relaciones que busca y a través de las
no le importa nada y yo me he dado que no consigue sino sexo.
cuenta que me he vuelto así también y así
no soy yo. Con tanta peleadera, gritando Por este motivo, la paciente intente
por todo, de mal genio y buscando defenderse de ser como su mamá, quien aleja
problemas”. a los hombres con su suciedad y su
intolerancia, en la fantasía de ella por haber
alejado al padre. No obstante ella tiene una
vivencia de sí misma parecida, en la que no
siente la capacidad y las cualidades para que
el objeto se quede.
“Yo quería comentarle algo que La cirugía pareciera estar encaminada

nunca le había dicho. Es algo que siempre a la relación que sostiene con la madre y
he pensado que quiero hacer desde hace también podría estar mediada por la
mucho tiempo. Quiero aumentarme el ambivalencia que existe entre ellas dos. Por
busto, ya he averiguado sobre eso, igual una parte se relaciona con el odio sentido por
pienso mirar doctores, ir a las consultas la paciente, al sentir que su madre no aprueba
que son gratis. Unas amigas me han nada en ella ni acepta cualidad alguna por
recomendado algunos médicos muy parte de la paciente, y por otro lado, puede
famosos y en algunos sitios uno puede ir a ser que la cirugía sea el medio a través del
la valoración que es gratis. Es que en la cual puede acercarse a ella y sentir que le
universidad todo el mundo tiene operado puede agradar más.
algo y algunas amigas se han operado y se
ve bonito, es que siento que tengo muy Así mismo el sentimiento de “tener
poquito siempre he pensado eso y que me poquito” busto, pareciera referirse a la
gustaría ponerme escotes, pues no sensación de no ser suficientemente femenina
grandísimos, y ni siquiera escotes, con ni tener la posibilidad de explorar su
camisetas pegadas al cuerpo se ve bien. sexualidad de un modo distinto al percibido
Mi hermano es el que me dice que es para por hombres que se puedan acercar a ella solo
mostrar. La otra vez me encontré a una en términos de sexo ocasional. Su
amiga que no veía hace años y esta sentimiento de inadecuación se presenta en
cambiadísima, está muy bonita tenía un las otras relaciones sentimentales que inicia y
jean y una camiseta y se veía muy bonita que tienen una corta duración.
igual, y me dieron ganas de hacérmela.
Además me dijo que desde que se operó la Las amigas u otras mujeres que son
vida le cambió, ella me dice que es otra y de quienes se sirve para justificar la cirugía,
que además se siente muy feliz. (…) yo evidencian la manera como la paciente busca
me siento muy mal así, con los senos “ser otra”, anulando lo que tanto odia de sí
pequeños. De todos modos me da miedo misma, que ha sido con lo que se ha
que algo salga mal, pero esta vez me identificado por los juzgamientos de su
siento optimista. Es que yo tengo la nariz madre. De cierta manera, pareciera que la
operada, no es mi primera cirugía. Hace paciente se identificara con partes dañadas de
unos años me mandé a hacer la cirugía de la personalidad de su madre y que son
la nariz y después de la cirugía, me aterré, proyectadas en ella. Se identifica con las
me vi en el espejo y me vi esa nariz mujeres malas que alejaron a su pareja y por
horrible con dos huecos a cada lado, yo le las que abandonó a la familia y que son
reclamé al médico y él me dijo que debía nombradas por la madre en ella cada vez que
operar otra vez. Yo pensé en demandarlo, la insulta.
pero ya para qué, igual mi nariz quedó
muy mal. Luego tuve que ir a varios Su sensación de que todo lo que
cirujanos plásticos para que me la busque hacerse le sale mal, se refiere al
revisaran a ver que se podía hacer. Uno de sentimiento de impotencia. Frente a lo que
ellos me dijo: -pero qué es esta porquería, ella intenta para agradar a la madre y que
quien se le tiró la nariz así de feo, quedó continúa siendo rechazado con desprecio por
horrible. Y yo me sentía muy mal, porque ella y por los objetos internos que la paciente
ese médico me hizo sentir terrible. Luego, posee en su mundo interno, que son
en uno que es el más reconocido en persecutorios y que la hacen sentir como si
cirugías de nariz, apenas me vio me dijo no tuviera nada bueno que dar. Esto se refleja
que la cirugía estaba mal hecha. Pero él en la búsqueda porque alguno de los
fue más amable, me dijo que tendría que cirujanos resuelva lo que ella quiere
hacer un injerto porque no había de donde transformar, así como lo busca en la terapia y
y fue sincero conmigo, me dijo que no me lo busca en otros objetos externos de forma
iba a quedar muy bien pero que iba a insistente. Busca sentir que es aceptada, ya
hacer lo posible. Y es que yo quería que que ella misma no lo hace y su búsqueda va
mi nariz quedara bien. Es que fue mi encaminada a que los otros y su madre
mamá la que me dijo que por qué no me lleguen a aceptarla.
operaba la nariz, yo me sentía bien, pero
ella comenzó a mirarme que no, que me la
operara, yo por eso a veces le echo la
culpa de todo esto”.
“Le quiero contar algo que no le Es posible que la paciente sienta que Es que Johnny también es así, él En Johnny vuelve a tener la
había comentado antes. Es que yo me en su rostro se refleja un objeto interno al se fija en todo y yo cuando lo conocí vi experiencia infantil que tuvo con su
siento muy acomplejada con mi cara. Yo cual desea destruir. Es notoria la escisión que que era terrible, que estaba con varias padre. El padre malo, que es infiel y que
sufro de acné y eso me afecta mucho, por hace de sus objetos internos y que ahora es mujeres. Entonces no creo que sea no llama ni se hace presente. Estas
ejemplo estos días no me quiero ver con proyectada en su rostro, así como idealiza a diferente ahora. El me dice que me va a relaciones constituidas por objetos
Johnny porque él es demasiado detallista, otros objetos para luego denigrarlos, de igual llamar y no me llama, preferiría que no masculinos que ella busca y que
él se va a fijar en cómo tengo mi cara. Y manera sucede con ella misma y su imagen me dijera ni cuando nos vamos a ver, ni responden a ella con actitudes de
yo miro a todo el mundo y veo que tienen corporal. Esto le produce sentimientos de cuándo me va a llamar a tener que maltrato y abandono, también reflejan el
una piel sana, sin granitos y me siento envidia que reflejan el estado psíquico en el estarlo esperando. Ayer estaba con mi objeto interno de padre que ella ha
muy mal. Mis amigas y Edwin me dicen que se encuentra evidenciando las partes mamá haciendo unas cosas y él me dijo constituido y que incluye las
que no es así, que no me toque, que estoy infantiles de la personalidad, y que son que me llamaba como a las 3pm y no experiencias con su hermano mayos y
exagerando. Pero es que a veces me acompañadas por sentimientos de depresión llamó, y yo mirando el celular a cada con su madre cuando han intentado
desespero tanto, ¡quisiera lijarme la cara! regresiva o persecutoria al sentir el temor de nada a ver si me había llamado o no. No ocupar ese lugar vacío que hace parte de
Yo cada vez que veo que me va a salir un represalia por desear destruir el objeto interno sé por qué hace eso, desquitándose de la estructura familiar. La escena con su
granito me lo espicho, eso me duele que ve reflejado en su rostro. mí. madre parece recrear esta espera a la
mucho y me desespero tanto que hasta aparición del padre durante su infancia y
cojo agujas y me las entierro. Y tengo Pareciera que Camila se sintiera que es sentido por la paciente como una
vuelta una nada la cara, si mi mamá me como el objeto fantaseado que la madre le ha retaliación del objeto por el que también
viera… me regañaría mucho. Es que me impuesto como mandato. Como si su mayor ha sentido resentimiento y odio.
quedé pensando en eso que me dijo ayer y temor a convertirse en lo que la madre le ha
mi mamá me dice cuando me insulta que atribuido se haya convertido en realidad y por
ojalá que mi cara se vuelva una nada y me esto ella sienta el deseo de destruir lo que ve
enferme y se me abran unas llagas, y a en sí misma de ese objeto. En ese sentido,
veces mi miro y me veo así. Y mi cara se Camila se confunde con ese objeto
llena de costras, a veces me saco mucha proyectado por la madre y no logra
sangre, pero entonces no salgo a la calle, diferenciarse ni encontrar lo genuino en sí
eso tarda en sanarse unos 3 días, por eso misma.
no creo que vea a Johnny hasta la otra
semana”.
Refiriéndose a su madre: “Cuando La paciente logra expresar los “Yo no quiero ser como ella de A pesar del temor consciente a
me pongo así quisiera volverla pedazos, sentimientos hostiles hacia su madre, sin ninguna forma. Ella se la pasa llegar a ser como la madre, la paciente
me dan ganas de destrozarla y quiero que embargo los componentes de culpa aparecen renegando, dice que Dios no nos en su manera de relacionarse y de
ya no esté, que se desaparezca. Es tanto allí reflejando la posición desde la que ella favorece, sobre todo porque mi hermano sentirse consigo misma se encuentra
odio que si en ese momento se muriera yo proyecta, de omnipotencia en la que pensarlo se quedó sin trabajo y solo trabaja los identificada con la madre. Su
hasta me reiría y eso me da miedo. Que equivale a hacerlo en el inconsciente, como si domingos en un restaurante. Ella todo lo sentimiento de culpa (también por
ella me haga algo también y que pase algo en su mundo interno matara a su madre. Por reniega y yo se lo digo, que quien sabe imposición de la madre) hace que espere
muy feo”. ese motivo la angustia persecutoria se que está pagando, que así habrá sido lo todo lo malo del mundo externo como
incrementa y siente como real la represalia de que hizo y que lo que le falta por pagar recibiendo un castigo por los deseos
la madre. no es poquito y lo que le espera porque hostiles hacia su madre y hacia su padre.
ella ha sido muy mala madre. Ella solo Su madre igualmente, proyecta en ella el
dice cosas horribles y muy ofensivas, me dolor causado por el abandono y la
dice que ojalá me consiga a un tipo que desprotección, situación que la madre
me robe toda la plata y me deje en la vive actualmente con la herencia que su
calle”. esposo le deja a Camila, por lo que
rivalizan violentamente.
La verdad es que yo creo que esa La cirugía representa el deseo de la

cirugía si va a cambiar mi vida y quiero paciente para una transformación que le sirva
probárselo a mi mamá. Yo he probado para agradar a su madre. Siente que la manera
muchas cosas, a lo mejor cambiando esto como se muestra a su madre es inadecuada,
si voy a obtener un resultado y hasta de no solo por la manera como ella proyecta en
pronto no se me alejan tanto los hombres. la paciente sus angustias, sino por su
T: como si te sintieras como identidad sexual que evidencia la dificultad
alguien distinto que no es bueno. Quieres de la paciente para sentirse mujer. Los senos,
cambiar con el afán de ser diferente. Y representación importante de la feminidad
quien será esa persona que está detrás y evidencian la dificultad que tiene la paciente
que no te gusta, a quien se te parece con su propio género y con la posibilidad
futura de asumir el lugar de madre.
C: A mi mamá, y no es que no
quiero parecerme a ella, ni siquiera en lo Con la cirugía también pretende
físico. Aunque ya me estaba pareciendo a defenderse de lo negativo que ha proyectado
ella en lo descuidada, ella es muy en ella su madre, tratando de demostrar que sí
desarreglada, es flaca, no se cuida y yo ya es posible ser mujer y ser deseada por otros.
me estaba sintiendo igual. Con esa cirugía De esta manera idealiza la cirugía como
va a ser diferente, pero no solo en lo físico también tiende a idealizar a los objetos,
sino también en lo emocional, porque sé partiendo más de la fantasía que del principio
que me voy a sentir mejor”. de realidad.
EXPECTATIVA POR LA RESPUESTA DEL OBJETO

“Y con la familia de mi mamá pues no me la llevo muy bien, de hecho siento Dentro de la historia de los vínculos de la paciente no hay espacio para la
que son de esas personas que dan la puñalada por la espalda, que uno les cuenta algo y confianza y la seguridad. El sentimiento de ella está referido a la expectativa por el
después van y le dicen a todo el mundo. Yo tengo una tía así, por parte de mi mamá, abandono y la traición, en la que el objeto va a responder de manera no solo hostil sino
ella uno la ve y parece como si fuera de confiar, es de esas personas que es muy amable desleal, como si los objetos en apariencia fueran bondadosos pero de manera falsa pues
y uno no sospecharía nada de ellas. Una vez que peleé con mi mamá le conté a ella lo posteriormente van a mostrarse de modo agresivo. Esto puede relacionarse como una
que pensaba y al otro día mi mamá llegó toda brava a decirme groserías porque había forma de la paciente de proyectar sus sentimientos hacia el padre a quien idealiza pero
ido a contarle a mi tía y me trató muy mal”. también denigra por el abandono. La madre entra allí a jugar el papel de objeto
persecutorio que sirve a la culpa que siente por la ausencia del padre.
“Y lo que pasa es que siento unas ganas de llamarlo terribles, pero tengo que La necesidad por llamar parece reflejar la demanda que ella le hace al objeto de
controlarme y no quisiera sentir eso. Yo quisiera no sentir lo que siento cuando me dan permanecer disponible para ella y en su espera, por esto el temor al abandono se refleja
ganas de llamarlo, como esa angustia y esa ansiedad no sé. (…) Es que ya me ha pasado en el deseo de no sentir eso, refiriéndose a la frustración que le produce que esté ausente
con otras relaciones que he tenido. Tengo dos ex novios con los que sucedió algo así. y que no dependa la presencia de sus deseos infantiles de omnipotencia y manipulación
Pues uno es del ejército y tuvo que irse, yo a él lo conozco como desde hace 5 años, del objeto. Las experiencias con los dos hombres que describe, también expresan la
pero cuando nos cuadramos pues tuvo que irse y donde está, está incomunicado manera como elige las parejas y el lugar que pasa a ocupar ella con respecto a estos
entonces no puedo ni siquiera llamarlo ni él a mí. Y otro amigo que trabaja en Fómeque vínculos. Se encuentra con hombres que no van a estar constantemente presentes, cuya
y a Bogotá viene por ahí cada 6 meses”. aparición va a ser intermitente y que no van a poder brindarle la expectativa consciente
que ella tiene.
(En una discusión con su novio del ejército) “Él me dijo que termináramos y yo
le había advertido, porque era la 4 vez que me terminaba, que si lo volvía a hacer ya era Así lo muestra su relación con el novio que describe como militar. Representa al
definitivamente. Entonces le dije que sí. Y nos acostamos a dormir pero él se fue para hombre idealizado que es el padre quien se aleja para cumplir una función heróica en
otra cama. Al otro día se levantó y me trató de abrazar y besar como si no hubiera otro lugar sacrificando la presencia que debió ocupar al lado de su hija o al frente del
pasado nada y yo le dije que ya habíamos terminado, entonces él se puso a llorar y a hogar. Una vez está presente se evidencia el conflicto y se muestran los deseos hostiles
decirme que no, pero yo le dije que no seguíamos. Entonces yo ya me quería ir y él lo de Camila hacia el objeto masculino que una vez siente como amenaza su ausencia, ella
que hizo fue coger su moto e irse. Pues ya luego volvimos, pero es que eso es lo que no es sometida a él.
quiero como sentir esa ansiedad y entregar tanto”.
“La verdad no sé lo que me pasa, ni sé cómo hacer para dejar de ser tan Camila había ocultado que aún sostiene una relación sentimental con el militar a
indecisa. Esta semana me llamó mi novio, el militar pero me llamó como por radio lo mejor por tratarse de una experiencia dolorosa de lejanía, infidelidad y abandono al
teléfono, la verdad no sé cómo funciona eso pero me llamó y como si nada hubiera igual que la relación que sostuvo con su padre. Por esto sus expectativas relacionadas
pasado, pues yo ya ni sé cómo tratarlo como que no me nace nada ni sabía de qué con la respuesta del objeto se refieren a la manera como él desconoce el dolor de la
hablarle. Además es que como que estaba hablando pero sentí que me oía todo el paciente como “si nada hubiera pasado”. De manera similar a la relación que vivió con
mundo, como que me mandaba razones con otro y ese me decía, Darwin manda a decir su padre, Camila escucha palabras amorosas en medio de sus sentimientos de rencor y
que un beso y que le escriba cartas y yo le respondía dígale que no tengo tiempo, y por resentimiento por el abandono y la lejanía. Así como el padre llamaba a saber cómo está
allá escuchaba a Darwin gritar que preciosa, que princesa, que no sé qué. Y a mí me pero no se encontraba presente, Camila reprocha eso en el objeto amoroso actual, sobre
daba como rabia porque sabía que había más gente ahí y me pidió que le mandara dos el que espera decepcionarse pero al que no puede abandonar. Esto evidencia sus
fotos, es que son mías pero yo se las quité cuando peleamos, y yo le mande decir que no sentimientos de ambivalencia en los que el amor que dirige al objeto se ve afectado por
que esas eran mías y que no se las iba a enviar y por allá alcancé a escuchar “ay que no la frustración ocasionada por la respuesta de indiferencia y abandono del objeto. La rabia
me crea tan huevón, que me las mande porque son mías” y yo lo escuché y me dio que expresa y la sensación de que haya más gente en la conversación, también refleja sus
mucha rabia, entonces le mande decir que no y que suerte y colgué. Además me pedía ansiedades persecutorias en las que tiene la fantasía inconsciente de tener que compartir
que le hiciera cartas y a mí si al principio me gustaba mucho escribirle y le hacía el objeto con otros sujetos y así obstaculizar el encuentro presencial con ella, como si los
adornos y muñecos y me quedaban muy lindas, que mis amigas quedaban asombradas militares se opusieran, al igual que el hermano en la relación con su padre, generando
de lo que yo hacía, pero es que ya ni me nace escribirle nada(…) Mis amigas me dicen celos por el objeto y envidia por la posibilidad de tener finalmente la presencia de quien
que yo soy indecisa, que no tomo una decisión ya, pero yo no me siento así, lo que pasa tanto ha buscado. Por motivo de la frustración, las bondades del objeto pasan a ser
es que uno al principio se ilusiona y luego ya se decepciona, entonces comienza uno a sustituidas por un sentimiento de culpa inconsciente en la que probablemente se
verle todo lo malo”. evidencie el temor a haber dañado el objeto y haber causado su abandono, razón por la
que renuncia a retener al objeto con muestras infantiles de cariño. La ilusión y la
(Con el amigo del colegio que encontró por Facebook) “Pero me fijé en el decepción muestran la idealización del objeto en un primer momento y la frustración o la
perfil y vi que tenía novia, pero yo quería hacerlo caer, a ver hasta dónde va, entonces le decepción por este, expresando así la escisión entre lo bueno y lo malo del sujeto, al que
hablé y le dije… entonces muy enamorado… y él contestó que no quería hablar de eso, no puede ver de modo integrado.
sino de mí. Entonces yo le conté que estaba como regular con mi novio y él me contesto
que yo debería estar con alguien mejor, él como que está haciendo una maestría acá. Y Pareciera que pasar de un objeto a otro no cambiara su expectativa inconsciente
me dijo que cuándo me iba a dejar ver. Y me dio mucha rabia porque como le hace eso de ser traicionada, por esto se ubica en un lugar en el que debe comprobar la infidelidad
a la novia, y yo le he dicho que listo que nos veamos pero no nos hemos encontrado del otro. No obstante, a pesar de no sostener vínculos profundos con el otro, los
siempre le saco el cuerpo”. sentimientos de decepción e infidelidad si producen en ella una gran frustración como si
se tratara de la hostilidad que no pudo expresar al padre.
Camila llega 15 minutos tarde. Llega comentando angustiada que su novio La expectativa que muestra Camila es la del abandono por parte de su pareja,
Darwin la llamó y le comentó que le enviaría unas cartas por correspondencia con algo ella se anticipa a que las noticias lleguen por parte de un objeto malo que no la
muy importante que ella debía saber. acompaña y que no se preocupa por ella. La fantasía que refleja en las dos opciones
C: No sé qué será lo que dicen esas cartas, pero yo creo que va a ser algo malo, evidencia la separación que le puede producir decepción y frustración y también
o no sé. muestran la idealización sobre la que espera una presencia y disposición total y
T: ¿Y qué crees que pueda ser? permanente (matrimonio). No obstante, derrumba la idea como defensa al sufrimiento de
C: De todos modos hay dos opciones, una es que sea para terminarme y decirme la decepción, situación que espera más con relación a las experiencias tempranas de
que le devuelva sus cosas, sus carnés y todo lo que tengo de él, pero otra puede ser para apego.
decirme que se va a retirar del ejército y se va a venir para Bogotá para que nos
casemos… de todos modos no creo, porque a él le encanta esa vida en el ejército y no Esto muestra la dificultad que tiene para sostener un vínculo fuerte, para
creo que la deje. relacionarse y establecer relaciones profundas, puesto que siente que en su mundo
T: Esperas lo peor. interior los objetos internos están dañados y la decepción y frustración que implica la
C: sí, es que no creo, o mejor dicho no sé. Es que igual estoy muy desanimada separación de sus padres y el abandono y muerte del padre, no han podido ser elaboradas
con él, yo no le creo mucho y las cosas se han dañado, sobre todo desde diciembre por y confrontadas.
lo que le conté la otra vez.
“Pues la verdad he estado esperando las cartas y no han llegado, ni anoche ni Para la paciente es preferible esperar lo peor o no esperar nada para anticiparse a
hoy en todo el día. Y tengo muchísima ansiedad por saber que me escribió. Claro que la frustración de sentirse abandonada por el objeto. Las sorpresas se refieren solo a que
no espero la gran cosa, la verdad es mejor esperar lo peor, igual ya sé que las cosas con el objeto pueda haberse decepcionado de ella y por esto ella no tenga el valor suficiente
el no van del todo bien y el es una cajita de sorpresas, entonces prefiero no esperar para que este se quede, lo cual refleja la culpa persecutoria que no la deja dormir por las
nada. Para que me meto más cosas en la cabeza, anoche solo pensaba en eso y no pude noches y que en el fondo muestra el deseo infantil de quedarse con el tan preciado objeto
ni dormir bien”. masculino con el que fantasea a menudo.
“C: bueno pues imagínese que al fin si recibí las cartas de Darwin. La respuesta de Darwin a través de las cartas que recibe, representa la
expectativa por el objeto masculino ausente. El acto de escribir para ella está en términos
T: ¿Y era lo que esperabas? del tiempo sobrante que dedica su pareja a ella, como entendiendo que se encuentra en la
mente del objeto esporádicamente y no representa para este la importancia que desea. De
C: bueno pues había unas buenas y otras malas. Eran más de diez cartas, es que igual modo en su vivencia interna con el padre, no es lo suficientemente amada como
el me escribe casi todos los días, cuando ve que tiene tiempo o cuando está en el para permanecer con él o hacer que se quede con ella. Esto se relaciona también con las
batallón. Por lo general cuando se enferma, ya le ha dado dos veces leishmaniosis y una enfermedades del padre, a las que se refiere de manera inconsciente cuando habla de la
vez paludismo. Entonces mientras esta así sin hacer nada le queda tiempo de escribirme pareja, razón por la cual siente la frustración de no estar allí presente para curar, esto
y me las va guardando. Había unas cartas amenazantes, como diciéndome que si seguía como proveniente de la fantasía. La enfermedad entonces permite para ella que se
así entonces íbamos a terminar, o que le dijera de una vez si quería estar con él o no. encuentre en la mente del objeto masculino a través de su deseo de sanar. Las cartas
Pero había otras en las que me decía cosas lindas”. amenazantes se vinculan a sus ansiedades persecutorias a partir de las que explica su
ausencia, la no posibilidad de curación, como la causa de la terminación o de la ruptura
del vínculo (muerte del padre) y por las que deja en segundo lugar las cualidades
dirigidas a ella.
(En relación con su amigo virtual) “Hay veces que pienso, hay Marcela pues Se presenta la escisión del objeto y con ello la expectativa que hay dirigida a él.
hágale, qué más da, eso no importa lo que venga, así como he pensado otras veces, pero Por un lado el objeto idealizado, del lado de la fantasía y al que se le atribuyen todas las
en otros momentos pienso que no, que no lo conozco, que no sé cuáles serán sus cualidades, lo cual se encuentra al servicio de la negación que utiliza la paciente para no
intenciones ni qué querrá en serio. Yo a veces le digo, pero ¿si será cierto lo que me pensar y no sentirse defraudada, y por otra parte el objeto que decepciona, y que es más
dices?, ¿tú si eres real?”. real, mostrando una parte sana de sí misma que le impide confiar por completo y sentir
la sensación de falsedad en este personaje y con ello la posibilidad de caer en un peligro.
La pregunta por la realidad, trata de traerla al principio de la realidad y a mostrarle su
verdadero self vs el principio del placer que equivaldría a no querer ver y a entregarse
por completo al objeto y al sí mismo idealizado.
“La verdad estoy muy decepcionada doctora. Hoy me pasó algo con Andrés, el La decepción es producto de la idealización por encontrar al objeto fantaseado y
que le comenté ayer (el amigo virtual). Resulta que yo me hablé con él esta mañana y por el que se había negado la paciente a ver el riesgo. Camila es quien ha decidido ir a
me contó que tenía una entrevista de trabajo y que iba a estar en la casa, entonces le dije conocer a este sujeto lo cual refleja las partes infantiles de la personalidad en las que es
de una que nos viéramos, que yo supuestamente tenía que ir a hacer un trabajo en un el principio del placer el que rige sus decisiones, mediada por los sentimientos de
barrio cerca de donde él vive. (…) Cuando hablamos por teléfono esa mañana yo estaba omnipotencia e identificación proyectiva, en el que puede confundirse con este objeto
con Edwin y le conté y el apenas me decía que mucha loca, pero es que yo tenía que que representa el individuo que va a conocer. Edwin es la persona que le permite tener
matar la curiosidad. El escucho toda la conversación que tuvimos y es que además me más contacto con el principio de realidad y es quien la contiene a pesar de las locuras
dijo que quería hacer el amor conmigo y yo apenas pero que tal si este ni me conoce, que decide hacer, para ella representa el objeto bondadoso que le permite sentirse
que le pasa, entonces le dije y me dijo que entonces no nos veíamos, que además por acompañada y segura, lo cual refleja que en parte las expectativas del objeto idealizado
qué no creía en él si él había abierto su corazón conmigo. Entonces para verlo tuve que de manera inconsciente no son muy positivas, pues “matar la curiosidad” es matar la
decirle que sí que de una. Y él me dijo que entonces lo llamara después de ir a donde mi ansiedad y el dolor psíquico que se despierta ante un posible abandono. De esta manera
amiga. Le dije a Edwin que me acompañara que no me dejara sola, que yo quería saber acepta el costo que le produce ir a conocer este individuo, siendo ella “la carnada” para
quién era él, pero que no iba a estar con él ni tampoco me iba a arriesgar tanto”. conocer el verdadero rostro del sujeto que desea.
“T: Y tu como te imaginabas que iba a ser ese encuentro, cómo te imaginabas a Por otra parte, se observa la manera como había idealizado al objeto, a la
Andrés. situación y a ella misma en esa relación, que es posible evidenciar su lejanía con el
principio de realidad. Así como ha sido la idealización, así mismo se muestra la
C: No sé doctora, no me espere que fuera así. Yo quería que hubiera sido como decepción tanto del objeto como del self ante la frustración de encontrar algo distinto.
una persona sensible, buena, que me escuchara; yo quería haber encontrado algo Esto puede deberse a la manera como evita el dolor mental que requiere tolerar la
distinto. La verdad no me imaginaba nada (…) Si es que esperaba alguien en quien frustración de no haber encontrado al objeto y de verlo como un objeto total, de esta
pudiera confiar, que no me sintiera tan sola. Pero ahora me da es miedo que me siga o manera que no imaginar nada refleja su dificultad para pensar y elaborar. Su visión
que me haga algo, porque sabiendo que es una persona rencorosa y como resentida, me parcializada ahora solo percibe un monstruo al que solo así pudo rechazar.
da miedo que me ubique por mi teléfono no sé.”.
Los temores que se despiertan en ella parecieran reflejar más el temor a lo que
“C: Y bueno, ¿no hemos acabado? ella es capaz de hacer y que la lleva a sentirse culpable de modo persecutorio, de tal
manera que continúa teniendo fantasías en las que ella va a resultar dañada.
T: ¿Te preocupa el tiempo en sesión? (faltan 6 min.)
El miedo que refleja en la sesión a través de su preocupación por el tiempo,
C: Pues sí, pero es que no sé de qué mas hablarle, pues eso fue lo que pasó hoy. también hace manifiesto el secreto que se relaciona con el peligro que relata en la sesión
Pues es que el resto de cosas no son muy importantes pues mi familia, no sé”. y que más que en el objeto externo, representa lo que es ella para sí misma, el peligro y
el extremo al que lleva las relaciones con la finalidad de buscar desesperadamente al
objeto que es idealizado. Es una preocupación por lo que pueda pensar acerca de ella la
terapeuta y que se relaciona con sus expectativas de ser rechazada por lo que relata o por
lo que ha hecho.
“T: Como también te ha pasado en otras relaciones. Como ese engaño que has La misma situación en la que Camila se siente engañada, traicionada y
sentido por parte de tu papá, al enterarte de lo que hizo con la mujer que tenía y ahora suplantada, parece ser sentida también en otras relaciones afectivas. Pareciera que la
con este abogado que sientes que te ha dicho mentiras y ha sido comprado por la otra manera de creer ciegamente en el otro la llevara a situaciones peligrosas con otros
señora. hombres, como si los objetos que buscara fueran anticipadamente y de manera
inconsciente percibidos como objetos malos y persecutorios.
C: Sí, eso es lo que me da rabia, que hasta con mis novios. Yo les creo y
después me doy cuenta de que me han dicho mentiras. Es que también me da mucha La rabia contra su papá pareciera hacerla sentir culpable al mismo tiempo, con la
rabia con mi papá. Siento que ahora es muy tarde para hacer algo. Es que hasta me fantasía de haber dañado al objeto, razón por la cual surge su sentimiento de no tener
acuerdo que en una audiencia nosotras fuimos solas con mi mamá y esa señora llevó nada bueno que ofrecer y de merecer el engaño y el maltrato de otros objetos
como 6 testigos. A nosotras el abogado no nos dijo que eso se podía hacer, nos dijo que masculinos. Ahora en la confusión que hay con su madre con quien comparte la
no era necesario.” sensación de infidelidad y engaño, pareciera verse la necesidad de la paciente de hacer
de manera adecuada un Edipo que le atribuya el lugar de hija y el deseo de tener un
padre presente.
“Cuando se despertaron comenzó a decirle a mi hermano: -eso está bien que no La alianza que se forma en la familia y que es sentida por la paciente como
se deje de esta india, que se haga respetar-. Y yo estaba callada. Mi mamá sospechó de persecutoria, no solo surge por la propia culpa que la paciente siente, sino que hace parte
unos CDT que hay a mi nombre y que ella tiene guardados. Fue a buscarlos y le dije: del modelo de vínculo que ella establece en otras relaciones. La madre se convierte en la
¿busca esto?, yo ya sabía donde los había escondido, ella siempre los cambia de lugar. mujer mala con la que siempre lucha cuando sostiene otras relaciones y no logra confiar
Igual no es un robo, es mi plata, me tocó esconderla muy bien en mi casa, porque yo sé en sus parejas, y su hermano (ocupando el lugar de padre), representa al hombre
que si los encuentra me los quita, pero es que es mi plata”. maltratador que ella busca permanentemente en consecuencia a la culpa inconsciente que
lleva consigo por la lejanía de su padre y los deseos malos hacia su madre. La plata
entonces, representa esa parte del padre por la que todavía lucha la paciente con su
madre.
“Me da miedo que mi familia diga que yo finalmente me fui con un extraño y En este apartado es posible observar la culpa inconsciente que la acompaña, en
dejé a mi mamá y resulten dándole la razón a ella. O que mi mamá tenga razón y todo primer lugar por el abandono del padre y ahora en identificación con él, por dejar a la
lo que dice se cumpla, con tantos males que me ha deseado”. madre. Su expectativa se refiere al temor de que sea cumplido el mandato de conseguir
una pareja maltratadora como su madre se lo ha dicho en el caso que la deje y que es lo
que ella busca inconscientemente en otros hombres.
“Por eso me hice la siguiente cirugía y pues mi nariz, me la dañaron pero al La expectativa de cambiarse físicamente a través de las cirugías plásticas, no
menos no quedó tan mal, lograron medio arreglarla. Por eso es que me da mucho miedo solo hablan de su esperanza de dejar de ser quien es y llegar a ser otra que sí sea
que esta vez (en la cirugía de senos) me salgan igual las cosas, porque a mi todo me aceptada por ella y los demás, sino de anular las partes malas de su personalidad, las que
sale mal, no sé por qué. Pero espero que esta vez todo salga bien, que me queden muy siente como dañadas y a las que atribuye la pérdida de su padre y el desprecio de su
bonitas y así me sienta mucho mejor”. madre, se refiere a un cambio interno que también se relaciona con la fantasía de ser
modificada en la terapia. El temor que sugiere también puede referirse a continuar
siendo la misma físicamente, y en la terapia a salir con sentimientos de tristeza y con la
sensación de tener menos capacidad de defenderse del dolor psíquico que no ha logrado
elaborar.
Llega Camila con sombrilla y comenta que detrás de ella viene una tormenta. El comentario de la paciente al iniciar la sesión muestra la manera como cada
Inicia relatando que en el Transmilenio mientras venía, un hombre se pegó de ella vez que hay un encuentro con la terapeuta trae algo nuevo que no se ha atrevido a contar
desde que entró al bus hasta que se bajó. Sintió que la estaba siguiendo y mientras y que es asociado a una tormenta. También evidencia el deseo de dejarlo atrás, de
comenta la situación revisa su cartera para fijarse si allí se encuentran su celular y su confrontarlo y transformarlo. Sin embargo siente el temor por los objetos persecutorios
billetera. que hacen parte de su mundo interno y que la persiguen o que buscan trasgredir su
espacio.
“Odio que se me peguen mucho en el bus. (silencio) Bueno, qué le comento.
Ayer me vi con Johnny, estuve todo el día con él pero es que hay algo que no me gusta, La expectativa se relaciona con esa búsqueda en la terapia por transformar esas
tiene que ver con sexo. Es que él me busca y yo no siempre quiero, yo a él no lo experiencias pero también por el temor a que sea juzgada o expulsada como sucede en su
seduzco. Ayer comenzó a consentirme y comenzó a tocarme y él me dijo que se estaba hogar y en la relación con su madre y padre internos. Esta expectativa también se refleja
desquitando. Es que él me dice que se desquita de lo que yo le hago, cuando no quiero en la sexualidad algo perversa que vive con otros hombres y que le generan temores de
estar con él. Y es que me dejó iniciada, a mí me dio mucha rabia. Yo ya quería y haber dañado la relación y así ocasionar una nueva pérdida. Por ese mismo temor espera
entonces el ya no y comenzó a burlarse y a decirme que se había desquitado. (…) Es que el objeto masculino la abandone y la cambie por otra mujer, quien le quita el
que he visto a Johnny muy raro, ha cambiado mucho conmigo, ya no me llama como reconocimiento y la disponibilidad permanente del objeto que ella desea poseer,
antes, y a mí me gusta que me estén llamando a cada nada, que estén pendientes de mí. rivalizando así nuevamente con los objetos internos femeninos. Al mismo tiempo, se
Pero él ha cambiado mucho y esto que me hizo, no sé, he pensado que de pronto tiene a trata de una proyección que ella hace por el deseo que tiene de buscar un nuevo objeto y
alguien más. Yo le pregunté y me dijo que no. También por eso ya se me quitan las de tener deseos que no incluyen a la pareja actual.
ganas de estar con él”.
“Creo que Rocío mi amiga tiene razón en decir que de pronto todo esto es por la Aceptar que su madre ha utilizado otro trato con ella para obtener dinero resulta
plata, que mi mamá se ha portado así conmigo porque no me vaya y me lleve la plata. ser una situación muy dolorosa para la paciente que a pesar de contemplarla, niega. Sin
Que ella lo hiciera porque no le conviene que me vaya, porque sabe que lo que tengo de embargo su expectativa finalmente es la de ser abandonada por el objeto materno, siendo
plata es harto y porque le he dicho que no le voy a pagar lo que le debo de la sus intentos de transformación un acto fallido que no consigue ganar la atención y el
universidad, es que si no le pago, lo que me quedaría a mí serían como 40 millones. Es afecto de la madre. Sin embargo, ella se sigue sintiendo con una deuda hacia su madre
que cuál padre le cobra a sus hijos el estudio, no entiendo”. (siente el objeto persecutorio), pero dirige a ella sus sentimientos hostiles a través de la
voracidad por el dinero que dejó el padre y del que siente está despojando a su madre. La
fantasía que pareciera tener la paciente es la de identificarse con la mujer tirana que le
quitó el esposo a su madre.
BUSQUEDA POR EL OBJETO AUSENTE

“Yo me quería ir a vivir con él (padre) pero me negaron 3 veces la visa, él me El sentimiento de frustración de la paciente genera en ella la sensación de no
decía inténtelo otra y otra vez pero no sé porque no me la daban. Pero yo sé que si él ser deseada o de tener algo malo que no le permite estar cerca de su padre, por esta
siguiera vivo él se vendría para acá porque yo le diría que lo necesito y él si vendría pero razón surge la culpa persecutoria en la que teme no hacer lo suficiente para lograr el
es que no me esperaba la muerte de él”. deseo de quedarse con el padre. Así mismo idealiza al padre, quien a pesar de no
haber estado con ella en fechas importantes, fantasea con su regreso por el deseo de
“Sí claro eso también, yo siento que no he elaborado el duelo de mi papá, que ella, lo cual refleja de algún modo las partes infantiles de la personalidad y la
todavía es muy duro para mí sentir que no está. ¿Y usted no puede atenderme tres veces omnipotencia a través de la cual los objetos son manipulados.
por semana?”.
El duelo es asociado al pedido a la terapeuta de las sesiones que ella no puede
brindar, decidiendo quedarse con ella a pesar del sentimiento de abandono que pudo
producirse por el rechazo de su solicitud. Se defiende de la resistencia de la terapeuta
(situación masoquista) que le sirve como ganancia secundaria puesto que así también
puede dar curso a su propia resistencia por asistir a las sesiones, lo que había
sucedido con la terapeuta anterior.
“Lo que pasa es que quiero controlar algo. Es que a veces siento una ansiedad muy Los deseos de la paciente muestran sus impulsos altamente narcisistas, en los
grande. Yo no sé si es porque me siento muy sola, pero con cualquier persona que me trata que no media mucho el pensamiento y más bien si de manera impulsiva busca
bien yo ya me apego mucho (…) Es que conocí a un muchacho hace poco, como el 9 de satisfacer su necesidad de compañía. Esto evidencia una poca capacidad para la
febrero, por internet. Él me agregó al Facebook y yo le di aceptar la invitación y luego me frustración, que es sentida en el momento en el que el otro busca alejarse, lo cual
envió mensajes y le di mi correo electrónico para que nos habláramos por el Messenger… genera en ella fuertes sentimientos de rechazo que de manera inconsciente reviven la
Comenzamos a hablar, a conocernos más y nos pusimos un punto de encuentro para vernos relación infantil con su padre y su expectativa no cumplida por el objeto. Así lo que
en un centro comercial cerca de mi casa. Allá llegó y yo lo invité a mi casa, pero mi mamá busca es involucrarse de manera poco cuidadosa en múltiples relaciones que también
llegó y él no contaba con eso, entonces yo se lo presenté a ella. Y lo que pasa es que siento la ponen en un riesgo no medido. La angustia que refiere con la ansiedad de llamarlo
unas ganas de llamarlo terribles, pero tengo que controlarme y no quisiera sentir eso. (…) y de llevarlo de inmediato a la casa refleja la dificultad que tiene para estar sola y
Yo siempre estoy buscando como una pareja estable, como alguien que no me haga sufrir, para retener a los objetos.
que me trate bien, por eso me apego tanto”. La idea de búsqueda se encuentra idealizada y contraria a las vivencias que ha
tenido en la relación con su padre: sin sufrimiento y que le sea permitido apegarse, lo
que puede mostrar su idea de padre idealizada también.
“Es que una amiga que vino (a consulta psicológica) a que la atendieran, la En la relación terapéutica es posible observar la manera como ella va
llamaron al otro día y ella logró que la atendieran dos veces por semana. Creo que con un constituyendo los vínculos. Decide quedarse con la terapeuta que no tiene mucha
hombre, entonces pues antes de que empezáramos yo te quería comentar para ver cómo disponibilidad a pesar de su demanda de más sesiones semanales. Esto puede reflejar
podíamos hacer las dos, o si buscamos a alguien más o qué hacemos. Porque además hable el modo como la defensa de la paciente busca objetos que en su fantasía inconsciente
con el decano de la facultad y nos dijo que no nos iban a dar más plazo, que si no pueden llegar a abandonarla. De igual manera lleva al extremo la solicitud poniendo
presentábamos las 35 horas de terapia que no nos dejaban empezar prácticas. Y yo no me de antemano la posibilidad de cambiar de terapeuta – objeto idealizado frente a la
puedo atrasar un semestre, porque me tocaría esperar mucho para empezar. (…) ¿Y no se decepción de no lograr ocupar un lugar en la mente de la psicóloga. De la misma
pueden las dos sesiones?, mira no importa así me toque venir los sábados, a mi amiga le forma es su búsqueda constante de objetos, que persigue una vez siente la frustración
toca venir los sábados y los miércoles”. frente al anterior. Sin embrago, decide quedarse con la psicóloga que no le abre el
(Refiriéndose a su novio) “Sí, es que como que comienzo a verle todas las cosas suficiente espacio que ella desea encontrar. Además de esto, es posible ver la
malas cuando pasa algo que no me gusta. Pero no sé por qué no puedo dejarlo. Es que yo voracidad y la omnipotencia con la que la paciente vivencia sus relaciones de objeto,
me comencé a decepcionar cuando supe que había estado casado y con tantas cosas que me lo que puede ser relacionado con el deseo de poseer y de retener a otro y que expresa
pasaban con él (…) Yo siempre estoy buscando, yo por ejemplo utilizo el Facebook para las partes infantiles de su personalidad.
conseguir amigos. Por ahí encontré un amigo del colegio, que cuando yo pasé a un colegio Así como se refiere al novio también ocurre en la relación transferencial, a
mixto en séptimo, apenas entré el me molestaba, me decía cosas bonitas”. pesar de ver las cosas malas (la falta de disponibilidad) ella no lo puede dejar y
continúa a pesar del sentimiento de frustración reteniendo pero también dirigiendo
todos sus impulsos hostiles hacia él.
Su necesidad de afirmación y de encontrar disponibilidad o de sentirse
deseada por otro, hace que busque relaciones de modo casi compulsivo con el fin de
llegar a evidenciar que se encuentra en la mente y en el recuerdo de otra persona,
deseo que también pudo observarse en la relación con el padre.
“Todo el tiempo estoy buscando, porque no me gusta ese sentimiento. Por eso no El sentimiento de vacío y soledad es algo que la paciente no logra expresar
lo veo nada de malo a salir con varias personas (…) Es que yo sé que eso (el sexo) es lo con palabras ni algo que tampoco ha logrado ser pensado o elaborado por ella.
que a ellos les gusta, como que uno se los da y ellos se pegan y se quedan”. Motivo por el cual la razón por la búsqueda es algo inconsciente y de cierta forma
intenta racionalizar la promiscuidad y la utilización del sexo como una parte
escindida de ella misma.
“Yo le cuento todas estas cosas a una amiga de la universidad que ella es casada, A través de sus relaciones de amistad, Camila pareciera también buscar las
pero me siento bien contándole mis cosas, lo que me pasa con Darwin, no todo, porque a figuras masculinas de apego, como buscando la presencia de un padre que le brinde
veces siento que no me escucha, que como que le cuento algo y ya luego no entiende. De contención, afecto y protección. Se acerca más en ocasiones a una amiga mujer que
todas maneras mi mejor amigo es Edwin, en el es en quien más confío”. en su fantasía podría identificarse mejor con sus experiencias, como su madre interna
buena, pero que no es suficiente para ella. Razón por la cual espera quedarse con su
“La verdad es otra, yo si me ilusiono, a veces tengo la esperanza de conseguir a amigo hombre, en el que más confía a pesar de no sentirse comprendida muchas
alguien, pero al final no pasa nada. Como que nada me funciona, ninguna de mis facetas”. veces por él. Al igual que en la relación transferencial ella decide quedarse con la
terapeuta así no tenga el suficiente tiempo que ella demanda.
Por otra parte, Camila finalmente habla de su verdadera faceta, de la que se

ilusiona con cada hombre que consigue y que contradice a la mujer liberada y distante
de decepcionarse en cada relación. La herida narcisista que muestra, evidencia que
cuando se siente despreciada su sentimiento de decepción es grande, produciéndole la
angustia de no poder recurrir a ninguna faceta (falso self) para poder agradar y
procurar la presencia del objeto masculino.
“Esta semana entré al computador y abrí el MSN y lo primero que vi fue que me En su búsqueda, Camila no es consciente de una relación peligrosa con un
agregó un tal Andrés que ni idea, no lo conozco, pero le di aceptar y de una vez me habló desconocido y su curiosidad refleja la voracidad con la que va vinculándose con otros
(…) Hablamos un rato, el me conto muchas cosas suyas y de su vida. Luego me dijo que si y la idealización con la que inviste al objeto de mucho valor proveniente de sus
me daba el teléfono y le dije que bueno, que pues yo lo llamaba. Entonces lo llamé de una fantasías y que al mismo tiempo la idealizan a ella misma, situación que reduce el
y hablamos como por hora y media, hasta que mi hermano se dio cuenta y bajo bravo a nivel de consciencia con el que ella construye sus relaciones. Esta relación virtual
regañarme que a esas horas quien me llamaba y es que eran como las 11 de la noche. refleja la manera como también idealizó al padre a partir de sus interacciones a larga
Entonces me toco colgarle de una vez y él se puso como bravo. Es que es muy raro, cuando distancia y la manera como ella imaginaba que su padre se encontraba en otro lugar.
me agregó fui a mirar su perfil y no tenia fotos y él me dice que yo le gusto mucho pero La ausencia de imagen parece permitirle a la paciente imaginar a partir de su deseo de
por mi forma de ser y me dice que si que algún día nos conoceremos pero que todavía no. encontrar al objeto perdido, un hombre que la recibe y la contiene además de
Y le pregunte porque es normal que a uno le de curiosidad, que cómo era físicamente y se aceptarla como es. Una vez el otro sujeto le impide conocer y le asigna el defecto de
puso muy bravo, que él no pensó que yo fuera tan superficial tan preocupada por la la superficialidad, ella asume esta imposición y siente culpa por el deseo de acercarse
apariencia, y que entonces si él era ciego que, que ya no le iba a hablar. Así que no me más al objeto. Pareciera que por la identificación proyectiva, la paciente asumiera el
quiso decir pero yo le dije que de todos modos es algo normal querer saber cómo es el rol que facilita al otro sujeto permanecer sin imagen, de igual manera como ella vivió
físico de la otra persona, pero no me dijo mucho. Me dijo que él quería enamorarse de la experiencia con su padre de asumir la culpabilidad de su ausencia. Esto no permite
alguien por sus sentimientos y no por su físico. Además me dijo que entonces cómo haría que Camila identifique la situación como peligrosa o sospechosa y sucede lo
un ciego para enamorarse o que si tuviera algún defecto físico entonces yo lo rechazaría. Y contrario, que se despiertan las expectativas de poder constituir un vínculo con este
es que doctora, lo que pasa es que la verdad me estoy ilusionando un poco, no sé como que personaje debido a que en su fantasía ella ocupa un lugar importante en su mente y la
me gusta hablar con él y ya estoy acostumbrándome a que me llame, me llama como unas recuerda constantemente. Su presencia es más continua que la de otros objetos.
cinco veces al día”. Su hermano es quien pone límite a esta relación desplegando por un corto
momento la autoridad perdida del padre, razón por la que ella también rivaliza y
desmiente, defendiendo el lugar del padre idealizado.
“Cuando llegamos yo le dije a Edwin que no nos podían ver juntos para que él no En la búsqueda que realiza la paciente se puede observar un componente de
sospechara y que no me dejara ni un segundo sola, que estuviera pendiente, pero que se placer por el que ella lucha obtener. Este placer está teñido de muerte, ante el riesgo
hiciera como el que iba para otro lado. (…) Entonces él abrió la puerta pero se hizo detrás, que ella había percibido en ocasiones anteriores, pero que había negado y también de
no quería dar la cara. Y yo le dije que saliera. Entonces él me dijo que entrara, que si era rasgos masoquistas, ya que busca encontrar objetos que la van a decepcionar y que le
que no confiaba en él y yo le dije que sí pero que no iba a entrar si él no salía antes. van a mostrar un rostro que no le gusta ver. Así mismo se muestra confusión en su
Entonces cuando se asomó, era horrible, tenía como algo en la frente no sé, como una deseo, en la búsqueda de encontrar un objeto que la ame y le sirva a su narcisismo,
cicatriz de algo que le operaron y no se su cara… no sé, fue terrible. Yo no sé si pude pero al mismo tiempo se trata de un deseo que puede ocasionarle sufrimiento y daño
disimular bien mi expresión, pero él se puso serio y me dijo que siguiera, pero yo no sabía a sí misma. De igual manera se puede evidenciar la manera como Camila interpreta
si entrar, pues la verdad no quería. Entonces él comenzó a molestarse y a decir que su mundo externo desde la omnipotencia. La escena en la que se ve inmiscuida
entonces lo que habíamos hablado qué, que si no era cierto. En ese momento Edwin pasó representa una forma de actuación en la que la paciente no se permite pensar ni sentir,
para mirar que estaba pasando e hizo como si fuera para el piso de arriba. Entonces él hizo sino que va al extremo buscando el límite de lo que es capaz de hacer para evitar el
cara de molestia y me gritó que entrara que no le gustaba que los vecinos estuvieran dolor de la pérdida o de la posibilidad de llegar a obtener el objeto que se ha perdido
chismoseando. Yo vi un cuchillo que había sobre la mesa y lo cogió y me lo entregó y me y que es tan anhelado por ella.
dijo: si quieres toma, para que tengas con qué defenderte, tranquila cógelo. Luego entró
hasta el cuarto de él que se alcanzaba a ver desde la puerta y ahí se veía el computador. Lo que observa en el otro (el rostro monstruoso que infunde miedo y rechazo)
Pero yo no era capaz y él hablaba desde adentro, que si iba a entrar o no, o qué iba a hacer. es también una proyección de sí misma, de una parte que se esfuerza por ocultar y
Entonces luego volvió a salir y me dijo: ay vas a ser huevona o qué. Y yo le dije que me que se relaciona con la rabia y la sensación de daño en su mundo interno y que
respetara, que no me hablara así y que ya no iba a entrar, entonces apenas le dije eso, tiró la también se refiere a la parte psicótica de la personalidad. Esta parte hace alusión a la
puerta durísimo, tanto que se devolvió la puerta y quedó otra vez medio abierta, yo salí angustia persecutoria que surge posteriormente al abandono del objeto paterno y a la
rápido y baje las escaleras y detrás mío salió Edwin. Según Edwin que ese tipo no había sensación de tener algo de sí que no puede llegar a ser aceptado y que permite que las
cerrado la puerta. Sentí como una mala energía, como que esa casa era muy oscura y no figuras masculinas se alejen y la desprecien.
sentí que debiera entrar”.
Edwin rodeando esta escena es la parte contraria, una parte sana del self que
“Es como un sentimiento, un miedo de quedarme sola, entonces busco y busco le permite a la paciente defenderse de la locura y ser rescatada de esta escena
esperando encontrar a alguien por fin que sea estable, que esté conmigo. Es que Edwin, terrorífica.
pues yo se que le gusto, pero es que a mí no me gusta ni lo veo como hombre, lo veo más
como amigo”. Pareciera que la búsqueda de Camila en un nivel inconsciente fuera un objeto
idealizado negativamente. Las cualidades del objeto, en el caso de Edwin no resultan
atractivas, como si lo atractivo para ella y que tiene que ver con la sexualidad de
componentes sádicos, masoquistas e infantiles, fueran los hombres peligrosos con
quienes vive experiencias que reflejan cierta sexualidad perversa, pero que le sirven
de defensa para el dolor psíquico y la negación de la realidad.
Camila llega unos minutos tarde, un poco consternada y en el rostro refleja mucha La pérdida del dinero y los bienes del padre representan la decepción por el
tristeza y preocupación. Sin embargo sonríe al entrar, pero después se sienta con ánimo engaño y la pérdida en términos de lucha con otras mujeres por quedarse con el
muy decaído. padre, entre las que se encuentra la madre. El sentimiento de injusticia y
desprotección, también es relacionado con la desventaja en el lugar que Camila ocupa
C: “He llorado casi todo el día. Pasó algo que no me esperaba. Esta mañana llamé con respecto a la otra mujer de su padre, se refiere al favorecimiento de la otra mujer
al abogado a preguntarle por el caso y me dijo que en Colfondos habían dado una y a la frustración de no haber logrado que el padre se quedara, así como tampoco los
respuesta por lo de la pensión de mi papá, que favorecía a la mujer que tuvo él. Parece que bienes que dejó cuando falleció. Esta situación revive el abandono que vivió durante
a ella le han dado una parte de la plata y además nos demandó a mi hermano y a mí y la niñez cuando otra mujer fue favorecida con la presencia de su padre. No solo vive
parece que el juzgado falló a favor de ella. El mismo abogado me leyó la carta y Colfondos el engaño por parte de su padre, sino también del hombre que como abogado la
se niega a dar más información. Ahora no sé qué hacer, ella todo se lo ganó con mentiras y defendía en ese pleito, al igual que la mentira con la que la otra mujer se gana los
según lo que me contó el abogado que convenció a mi papá en el 98 a firmar una bienes (y el afecto) de su padre.
declaración juramentada con ella supuestamente porque era su compañera permanente
cuando ni siquiera vivía con ella y no había separación de cuerpos ni material con mi La rabia que dirige contra la otra mujer, también es dirigida contra el padre a
mamá, yo no sabía eso. Es que ellos ni siquiera tuvieron hijos para decir que al menos quien no pudo expresar el sentimiento de minusvalía y desventaja por el engaño de él
hubieran tenido una familia, ella se valió de mentiras para que le dieran el asilo político. hacia su madre y por haberle entregado el lugar de esposa a una mujer diferente. Esto
Ella sí vivió un tiempo con mi papá en Estados Unidos, como año y medio, pero luego se mismo se actualiza hoy con la disputa del dinero del padre que genera en la paciente
quiso devolver y perdió el asilo, pero fue a decir allá al juzgado que ella se devolvió los sentimientos de rivalidad y voracidad por el objeto y por todo lo que este
porque mi papá la echó y no porque se quiso devolver voluntariamente. representa y de envidia hacia la mujer que la alejó de su padre y que incluso ahora no
le permite quedarse con lo que era de él.
Yo le he dicho a Edwin mi mejor amigo, que vine con él hoy, y él sabe muchísimo
de leyes, porque él estuvo en la cárcel 2 años injustamente y allá se hizo amigo de un Edwin al representar ese objeto que ha buscado como contención,
abogado y al lado de él aprendió mucho. Yo esta mañana lo llamé para decirle que lo comprensión y respaldo, también parece estar acompañado por la desconfianza que
necesitaba urgente y él fue a mi casa y le conté todo. Él me dice que ese abogado fue el genera en ella con respecto a su padre y hacia él por su “pericia” adquirida en un
que se dejó tumbar el caso, que fue falta de pericia de él, de no presentar las apelaciones a reclusorio. Ahora la rabia que no ha podido expresar a su padre, es dirigida al
tiempo, que él dejó que eso pasara así porque para eso hay un tiempo específico. Yo ya abogado quien también engaña y favorece a la mujer que suplantó a su madre durante
estoy dudando mucho de él, por eso hoy quise venir y llegar de sorpresa a su oficina que varios años.
queda allí cerca e ir con Edwin para que me apoye”.
“Edwin es el que me dice: -que tal usted vaya a vivir con él y luego salga todo En la búsqueda por el objeto ausente la paciente siente el temor de que las
grosero, la maltrate o sea peor-, sería mejor entonces quedarme donde mi mamá a irme con “profecías” o el mandato que dictó su madre se cumpla y que se sostiene por el
un aparecido y que me vaya peor”. sentimiento de culpa que tiene y con el cual busca una pareja con las características
que la ponen a ella en el lugar de víctima, esperando maltrato y abandono por parte
de sus futuras parejas. Finalmente decide quedarse con el maltrato de la madre debido
a la desesperanza que le ocasiona encontrar un objeto diferente al que por
identificación, busca y siente de manera inconsciente que se merece.
“Johnny también me ha hecho sentir mal. Yo sé que antes cuando él me conoció yo Con las cirugías plásticas la paciente busca ser reconocida por la madre, pero
era más acuerpada y la otra vez donde estábamos pasó una muchacha así y me dijo: -si ves, también busca retener al objeto y agradar a los hombres que busca. Lo particular es
tú eras así antes, ahora estás muy flaca, ojalá pudieras volver a ser así-. Según él me bajé que los hombres que escoge, no la aprueban y son sentidos por ella como
mucho de peso y ya no tengo la misma contextura. En cambio Darwin, él me dice que a él demandantes de cualidades que ella siente que no posee ni puede entregar. En
no le parece que la necesite, que así estoy bien, pero yo le digo que es algo que quiero cambio, los objetos que la aceptan, que para ella son sentidos como buenos, no son
hacer, desde diciembre tengo esa idea y ahora lo que pienso es que ya estoy decidida a los que ella escoge para conformar una relación.
hacérmela. Edwin me dice que si yo me voy a sentir mejor que me la haga, que eso es
cuestión mía más allá de Johnny o Darwin”.
“Tuve una cita en la Santa Fe con un médico muy reconocido, que es joven y me Las prótesis que duran toda la vida reflejan el sentimiento de la paciente de
dijo que podía ponerme prótesis que duran toda la vida (…) Como salí temprano de la cita, aferramiento a los objetos que no siente como seguros y permanentes. Los senos
y todavía tenía que esperar a las 6 para venir acá, entonces me fui para la Marly, a donde muestran la manera como intenta acercarse más a la madre, que por la situación de
mi mamá. Allá llegué a acompañarla a repartir unos sobres por todos los consultorios y le conflicto y de separación con la pareja, ha sido sentida por la paciente como ausente
dije que me disculpara, que yo quería hablar con ella y saber por qué las cosas eran así, en su función de contención, apoyo emocional y de “alimento” subjetivo. Ella busca a
desde cuándo, por qué se pone así conmigo. Pero ella comienza a decirme que lo que pasa la madre como intento de reparar su objeto interno que se encuentra dañado y que
es que yo no hago nada, entonces le pregunté que qué cosas, que si eran oficios de la casa, trata por muchos medios de mejorar, para así mejorar la propia imagen que tiene de sí
porque yo me estoy todo el día en la casa y arreglo, que no entendía si yo no me la pasaba y disminuir el sentimiento de culpa que surge por los deseos hostiles propios de la
en la calle ni tampoco hacía cosas malas. Ella me dice que no entiende, que es que a veces relación maltratante entre ella y su madre. Lo que encuentra es la negación de sus
le da mucha rabia conmigo, que no nos entendemos. Y le seguí insistiendo pero ya no propias emociones por parte de la madre, interpretado por la paciente como un
quiso hablar más de eso”. abandono y una posible reacción del objeto persecutorio que se encuentra en su
mundo interno.
“Es que he tratado de otras maneras (de que los hombres no se alejen), probando
otras caras, probando siendo de formas distintas, pero nada de eso me ha servido”. También se evidencia la manera como la paciente ha acudido a un falso self
que tiene la función de protegerla del dolor psíquico que implica aceptarse como es y
en la familia en la que se encuentra, y que por otra parte intenta así retener al objeto
masculino ausente, teniendo la percepción de no tener ninguna cualidad que le
permita vincularse con otro.
PERTENENCIA
(el conflicto con su madre ha sido así) Desde que él se fue (el padre) yo tenía 10 o En su relato es visible la manera como idealiza al padre que también fue
12 años, fue como en el 93, pero él nunca estuvo ni para mi grado, ni cuando cumplí 15 abandónico y que no estuvo en los momentos más significativos de su crecimiento.
años. El me llamaba y me preguntaba cómo estaba pero de todos modos me hacía mucha Al mismo tiempo se siente excluida del vínculo con él en el momento en el que no
falta tener a mi papá al lado. siente como suficiente y como presencia algunas llamadas “a larga distancia”,
situación que también la ha hecho sentir excluida y no deseada del vínculo con su
madre y su hermano y que manifiesta sentimientos de envidia con él por la
situación en la que él estuvo de cuidado del padre, cuestión que ella no logró
alcanzar.
(Con su novio virtual) “Y pues ahora no sé si somos novios o qué, él me dijo que si La búsqueda por distintos objetos también resulta en una búsqueda por
teníamos algo en serio y yo le dije que sí que bueno y ahora hablamos muy seguido, él me pertenecer a un vínculo. Paradójicamente, a pesar de que esa sea su búsqueda, las
llama muchas veces y yo ya le digo “Amor” por teléfono”. figuras masculinas que encuentra no muestran en ningún momento un espacio de
vinculación con ella. Pareciera que al interior de ella existiera un gran vacío por la
“La verdad es que lo que te contaba de mi ex que se fue al ejército, pues él no es mi presencia del padre y también de una madre que hubiera podido ser vivida como
ex, él es mi novio. Solo que él no me llama ya casi y pues yo tampoco lo he podido contactar buena.
a él y me he sentido sola. Además con él me han pasado unas cosas que me han dolido”.
Sus experiencias expresan la manera como no busca vínculos profundos por
su temor al abandono, sino vínculos que no demanden mucho compromiso de su
parte, así como el vínculo que establece con la terapeuta a pesar de manifestar que
no tiene el tiempo suficiente para trabajar en la terapia. Esto puede deberse al
abandono que sufrió de su p
adre durante la adolescencia y la sensación de gran desprotección que dejó
su partida.
“(Tengo) Un amigo que se llama Edwin, a él le cuento todas mis cosas. Es como el Dentro de las descripciones que hace la paciente de sus relaciones, Edwin es
mejor amigo de la universidad y nos contamos todo y él a ratos me dice que yo tengo con quien logra generar un vínculo mucho más fuerte que permite a Camila tener un
muchos enredos pero me aconseja, me hace caer en cuenta de muchas cosas, y ya cuando ve sentimiento de mayor presencia y confianza. Se trata de un tipo de relación con la
que estoy así entonces me dice que allá yo con mis enredos”. que ella no comparte relaciones sexuales, lo cual puede reflejar el conflicto edípico
que se ha revivido y que no ha logrado elaborar en las relaciones de pareja que
intenta construir. Esta relación de amistad que no se encuentra mediada por el sexo
y la idealización también permite en la paciente tener momentos de introspección
que le permiten pensar sobre acerca de sus experiencias.
“Edwin para mí ha sido un gran amigo, él no permite que yo me sienta sola, a él le Edwin representa la parte buena del objeto paterno que no la deja sola y le
cuento todo. Además es que no tengo con quien más compartir, por ejemplo no tengo los permite un sostén de confianza y calidez. Allí se siente contenida y dentro de un
amigos, como en otras personas, que salen, van a ciclo vía, se encuentran en el barrio para marco de afecto que no encuentra en ninguna otra parte, ni en su hogar. Es la parte
hablar”. idealizada del padre que no estuvo presente y que le permite sentirse como
perteneciente a un vínculo. Podría decirse que con su amigo logra expresar la parte
sana de su personalidad a través de la cual logra pensar algunas de las cosas que
hace y que siente.
“(Refiriéndose a su amigo a ciegas) Es que además la otra vez me dijo que me quería Camila no solo idealiza al sujeto que en su fantasía puede brindarle
mucho, pues la verdad yo no sé como hace para decirme eso, me parece muy raro porque es protección, comprensión y contención, sino que también idealiza la relación
que ¡ni siquiera me conoce! Pero yo le contesto eso y se pone como muy bravo, él es “virtual” que construyen. De esta manera ella se idealiza a sí misma en el sentido en
demasiado sensible, por cualquier cosa ya se siente mal. Es que a él le han pasado cosas muy que este personaje le atribuye cualidades constantemente motivo que podría indicar
duras en la vida, a él se le murió la mamá cuando era un niño, y pues el papá ha estado el placer que le procura hablarse con él durante tanto tiempo. Esta relación alimenta
pendiente de él pero extraña mucho a la mamá. Y por ejemplo, el vive solo en un barrio su narcisismo que en otros momentos ha aparecido como empobrecido. Por este
cercano al mío, yo ya le dije dónde vivo pero no con exactitud, y es psicólogo pero me dice motivo y por las situaciones que aparentemente comparten emocionalmente, como
que lleva mucho tiempo buscando trabajo y nada, y hay días que no tiene ni qué comer y le la muerte de uno de los padres, el sentimiento de soledad y la profesión, la paciente
toca ir donde el papá a ver que le “goterea”, porque pasa por una situación muy dura”. siente una falsa sensación de pertenecer a un vínculo de pareja que en su fantasía
podría llegar a concretizarse y que se relaciona con la manera como ella se
identifica en parte, con las supuestas situaciones del individuo detrás de la pantalla.
“Es que no me parece que en este país la justicia sea así, cómo es posible que sea Ella al igual que su madre, con quien se identifica en el lugar de mujer
válida una declaración cuando lo que dicen no es cierto y ahora ella se vale de eso para maltratada y abandonada, parecieran compartir también el sentimiento de haber
sacar provecho de la plata que dejó mi papá. Yo siempre vi que ella estaba con mi papá por sido expulsadas de la familia, de no ocupar un lugar claro en los vínculos que allí se
puro interés. Es algo muy injusto, así como lo que te decía ayer, cómo pensar positivamente conformaron y con ello se acompaña la sensación de no merecer justicia, ni recibir
o esperar algo bueno si las cosas se dan así tan injustamente. Mi mamá y yo siempre hemos protección por parte de ningún objeto, o en este caso, de ninguna institución. El
sido solas”. sentimiento es de haber sido robadas por un objeto malo, proyectado algunas veces
en la madre o en la hija, que no les ha permitido ocupar ningún lugar.
Camila llega con el ánimo muy decaído, me mira y se sienta. Comienza a llorar La paciente se siente expulsada del grupo familiar, como sintiendo el
fracaso nuevamente de perder a su padre por una mujer mala, situación que no le
“Anoche tuve muchos problemas con mi mamá y mi hermano. Fue terrible, mi permite sentirse como hija dentro de este grupo ni como hermana. La sensación de
hermano me pegó. Me la he pasado llorando, hoy no tengo a dónde ir, apenas tengo lo que desprotección también tiene que ver con la fantasía de ella de no ser deseada por la
llevo en esta maleta. Alejandra una amiga de la universidad me ofreció quedarme en su casa madre, sino odiada, al igual que con su hermano. Esto hace que ella misma se sienta
mientras resuelvo mi problema (…) Yo no quiero volver a pedirle que me vuelva dejar entrar denigrada y repudiada, así como ella lo hace con su madre frente a esos conflictos,
a la casa, de todos modos necesito ir por mi plata, me da miedo que la haya encontrado, pero ante la decepción que le genera no sentirse contenida por ella.
cómo hacía para salir de mi casa para andar por la calle con eso, que tal me roben. Mi tía si
me lo advirtió que ella iba a llegar a revolcar todo hasta encontrar mi plata. Yo sé que ella no El dinero es la parte del padre que ella desea poseer pero que no es
me va a dar toda la plata que me corresponde. Pero hablé con Johnny y le conté todo y me permitido por la madre, por lo que tiene la sensación de haber sido robada. Puede
dijo que me iba a ayudar así no fuéramos nada, mañana con un hermanito de él me manda relacionarse con el robo del padre, pero también del robo del lugar de hija que ha
plata para que pueda alquilar un aparta estudio o algo así, espero buscar que sea amoblado ocupado ahora su hermano mayor cuando regresó de donde su padre. Esto puede
porque yo sé que aunque el tv y el equipo me los regaló mi papá, mi mamá no me va a dejar evidenciar un funcionamiento perverso de la familia, en la que se rotan dichas
llevarme nada”. perversiones reflejadas en la confusión de roles y funciones en el vínculo. Lo que
genera en la paciente es el sentimiento de envidia que se muestra en la voracidad
por el dinero que hay en su casa, con el que desea quedarse y por el que también se
siente como haber robado a su madre.
“La otra semana no sé cómo llegaré, le puedo decir mire que estoy viviendo con Busca a través de la huida salir de cualquier manera de su casa, del espacio
Johnny o decidí quedarme en mi casa, no sé. Igual mi mamá me dice que no me vaya así que familiar que ella siente como sucio pero que de manera inconsciente encuentra
miremos lo del apartamento para comprar algo nuevo. Es que igual si quiero irme de mi fuera de ella por su búsqueda insistente de un hombre que se quede. Se puede
casa, no quiero seguir ahí, sintiéndome como sin espacio, durmiendo con mi mamá”. observar lo impulsivo, la dificultad para pensar y elaborar la situación en su hogar,
con ambos padres, que la impulsa a salir de la casa para no enfrentarse y buscar
resolver o elaborar estas situaciones dolorosas.
“Comenzó a decirme que la plata que ella tenía y que es mía que ni soñara que me la La situación edípica revivida en el conflicto por el dinero que se traduce en
iba a dar, me dijo que por qué no me iba, que no me quería en la casa. Me fui, cogí mis cosas la rivalidad por quien se queda con el padre, hace que la paciente se sienta excluida
y me fui para Suba donde Johana, una amiga. Allá me quedé anoche, nos fuimos a tomar a por su madre. Esto evidencia además de una situación edípica perversa en la que la
un bar cerca de donde vive con ella y el novio y me desahogué. Ellos me aconsejaron, hablé madre pone en el lugar de padre a su hijo y excluye a su hija, refleja que también
mucho con ella, me hizo sentir mucho mejor. Claro que me preguntaron a nombre de quien quiere quedarse con el padre (lo que le dejó él a la paciente) y expulsar a su hija de
está la casa y les dije que estaba a nombre mio. Entonces me dijeron que por qué no iba y la estructura familiar. La sensación de la paciente parece ser de haber invadido el
cogía las escrituras de la casa y le decía a mi mamá que me diera el CDT y yo le devolvía las espacio que su madre no le ha permitido ocupar, como hija. Sin embargo tiene la
escrituras, o si no tenía derecho a vender la casa. Igual no creo que se pueda porque puede fantasía de poder excluir a su madre y a su hermano, pero enseguida la niega por el
que aparezca como titular, pero ellos dos también aparecen ahí. Igual no soy capaz de temor persecutorio al objeto materno y a la parte mala de este que se encuentra
hacerle una cosa de esas a mi mamá”. escindida.
Con su amiga también refleja una situación transferencial y es la de ser
comprendida y contenida en la terapia, como desea también ser reconocida por su
madre y que para ella es la necesidad de permanecer al vínculo.
“Siento que ya con ellos (sus nuevos senos) voy a ser más capaz, además también he Los senos representan la fantasía de la paciente por llegar a ser mujer,
pensado que si me dejan, rápido voy a conseguir a alguien más, es más fácil que llegue otro sentimiento que no fue “implantado” por la madre y que ha generado conflictos en
hombre a mi vida”. la paciente para sentirse perteneciente a lo femenino. Como no siente una feminidad
genuina atribuida por la madre, intenta conseguir en el mundo externo una segunda
piel que la contenga, que serían los senos, como una clase de “madre plástica” que
cumpla con las funciones que no logró llevar a cabo de forma adecuada la madre de
la paciente y que le permitan llegar a ser una mujer con cualidades suficientes para
no quedarse sola y hacer que el objeto masculino se quede con ella.
AJENIDAD
“Él (novio militar) sabe que el 31 de diciembre a mi me da muy duro por mi papá Camila no reconoce las vivencias de su pareja y antepone las suyas en la
y que yo me pongo muy sentimental y esperaba que estuviera conmigo y allá no se pudo. relación asumiendo que él conoce su deseo de estar con él. La fantasía sobre lo que
Entonces a mi me comenzó a dar mucha rabia pero yo comencé a controlarme, a decirme, hace su pareja despierta en ella todo tipo de ideas persecutorias que se relacionan con
bueno no se ponga brava, no vaya a hacer nada acá y así me controlé pero yo de lejos le la infidelidad y la descalificación o desvalorización de ella en frente de su familia. El
decía que muy bien que chévere, hasta que no me aguanté y me puse a llorar y me salí. Y sufrimiento está referido a la imposibilidad de poder acceder a lo ajeno de su pareja y
el después salió también y me preguntó “amor, qué pasa” y yo le dije que no fuera tan a no poder llevar el control omnipotente, que ella en su actitud infantil busca imponer.
estúpido de no darse cuenta qué pasaba. Entonces él se molesto muchísimo porque dizque De esta manera se expresan también los impulsos agresivos hacia esta figura
yo lo había tratado mal, entonces me dijo que nos fuéramos y me llevó a la casa con él. masculina que según su fantasía la desprecia y la hace a un lado prefiriendo otras
Cuando yo lo vi que se volvió a poner el casco y el chaleco, porque me llevó en moto, yo relaciones como las de su familia, así como sucedía con su padre y el sentimiento de
le dije que cómo iba a ser capaz de hacerme eso y dejarme en la casa de él sola, yo le dije no ser suficiente motivo para que él se quedase.
que no conocía a nadie y que no estaba en Bogotá para coger un taxi y devolverme, que
como me iba a hacer eso, y el trataba de arrancar pero yo comencé a gritarlo, hasta que Sin embargo, al final logra que la pareja se sienta culpable como ella, del
finalmente se bajó y entramos”. abandono del objeto que en este sentido es de la relación y el vínculo que han
fortalecido, imponiendo sus propios deseos en el otro sujeto.
(Hablando del novio militar) “Además lo pillé en una mentira en diciembre Camila espera y busca comprobar contantemente que está siendo engañada
también. Me había dicho que estaba como en una misión llevando un cargamento de armas por su novio, reflejando de esta manera sus ansiedades persecutorias presentes al
para Villavicencio desde San Vicente del Caguán y que en eso se iba a demorar una mismo tiempo que ella también sostiene relaciones de infidelidad con otros hombres.
semana. Luego se supone que llegan a Tolemaida, están una semana allá y luego cada uno Los celos son producto de las experiencias de engaño que ella misma tiene en la
se va para su ciudad, o sea que él se iría para Armenia. Luego pasó lo de navidad, que te relación de pareja que ha sido más duradera y que le generan a ella este tipo de
conté que él me llevó a la casa y me quedé sola. Pues al rato llegó la mamá y nos pusimos angustia o temor a represalias por parte del objeto que siente que ha dañado, de tal
a hablar de él y ella me contó que Darwin estaba en Armenia desde el 5 de diciembre y se manera que proyecta en la pareja las vivencias de ella consigo y la manera como se ha
suponía que llegaba como el 14 o algo así. De todos modos él me llamaba seguido, casi identificado con la infidelidad del padre. De esta manera intenta invadir la ajenidad de
todos los días. Pero cuando yo le reclamé no me supo explicar bien, lo que me decía era su pareja no solo a través del contacto con su familia y la comprobación que hace de
que no me había contado porque sabía que yo me pondría brava si sabía que él se iba para los relatos de su novio, sino también a través de la fantasía. La experiencia que tiene
Calarcá y no venía antes a Bogotá; el hecho fue que dejamos así y nunca más se volvió a es la de ser traicionada y asume ante ello una actitud pasiva de resignación frente a
tocar el tema”. esa fantasía y a esa proyección, que se observa en la forma como hace el reclamo y
acepta no hablar más de sus temores.
“Sí tu sabes que estoy más con él(con su novio) es por no quedarme sola hasta que
consiga a alguien mejor. El a mi me preguntaba bravo cuando hablamos que si era que ya La posesividad que muestra con el objeto muestra la forma como desconoce
no lo quería que si ya no pensaba en él, y yo no le respondí nada, pero la verdad es que no. la subjetividad del otro y lo utiliza como “muletilla” en su búsqueda compulsiva y
Yo se que a él le da duro saber que ya no lo quiero y que ya no me interesa, pero es que es parcializada por el objeto masculino que perdió en la infancia. Este desconocimiento
como estar por estar(…) Yo quisiera encontrar una persona mejor que él pero tampoco también se hace manifiesto en la despreocupación y desprecio que reflejan los
quiero soltarlo sin encontrar a alguien más”. sentimientos hostiles e inconscientes hacia el objeto paterno que la abandonó. La
persona que aún no ha encontrado y que se encuentra en su fantasía es idealizada y
“A veces Edwin se pone de mal genio conmigo porque hago eso… (Tener sexo por esto no logra ver integrado al objeto real, sino elementos del otro que no son
con varios hombres) pero yo no me siento mal, yo no amanezco como arrepintiéndome ni reconocidos como genuinos y que relacionan con los objetos internos de la paciente.
nada de eso, yo nunca me he arrepentido de lo que hice el día anterior”.
Edwin en parte, representa el principio de realidad que le muestra la manera
como ella racionaliza la promiscuidad, no obstante la paciente no logra contactarse
con el mundo interno que siente deteriorado y que denigra a través de las sensaciones
corporales de trasgresión, evidenciando una escisión muy grande.
“Me acabaron de robar en el bus que venía, tenia 20 mil pesos este bolsillo (me El dejarse robar puede implicar transferencialmente la manera como Camila
muestra un bolsillo al que es fácil acceder). Yo sabía que me iban a robar pero no los queda en deuda con la terapia, como si hiciera falta algo en la relación que impide que
saqué. Ahora me disculpará pero solo tengo $4400 para la consulta y el próximo lunes le el vínculo sea más profundo de igual manera que sucede en otras relaciones que
doy los $100 que me hicieron falta”. constituye vagamente. Hace falta algo para que ella pueda entregarse por completo a
la terapia y prueba que el vínculo permanezca a pesar de que su pago no sea total.
“Así es Darwin, yo no sé si esta con alguien o que. Y es que lo que me aburre de él Sin embargo, en la relación más estable que sostiene, muestra la manera como
es que es muy posesivo conmigo, muy celoso. Debe ser que el que las hace las imagina, proyecta el deseo de poseer e invadir al objeto. Evidencia un sentimiento de
como dice el dicho. Entonces me cela porque quien sabe qué hace. Claro que con mi mamá voracidad y omnipotencia que refleja las partes infantiles de la personalidad y que
no se cumpliría ese dicho, ella dice que es la excepción de la regla, porque era muy además evidencian los celos por sentirse desplazada por otros objetos femeninos,
mamona con mi papá, pero eso sí, ella fue muy decente, jamás estuvo con nadie más ni le fantasía que proviene del sentimiento de abandono paterno y que comparte con la
fue infiel. Yo si no soy así de posesiva, yo a veces siento celos pero no voy a madre a quien defiende racionalmente de la infidelidad, pero que en su fantasía
demostrarlos”. escinde como la madre mala y dañada que decepcionó al padre.
“(Refiriéndose a la desconfianza hacia los hombres) Yo creo que también es por lo Así mismo racionaliza su sentimiento de querer invadir al objeto y
que me paso con mi primer novio. Yo confié mucho en él. Yo tenía 16 años y era el controlarlo. Pareciera que en relación con el robo hubiera fantaseado con la
primero y confiaba tanto que le di las llaves del apartamento donde vivíamos. Y nos robó, posibilidad de alguien se hubiera robado al padre y ella haya sentido su deseo
se llevo todas las joyas y 2 millones ahorrados de mi mamá. Nos dimos cuenta a los 6 frustrado de retenerlo. Así mismo el robo representa la manera como ella permite ser
meses. Y eso que él era cristiano y por eso mi mamá lo adoraba. Es amigo de Edwin, por invadida y denigrada por el objeto, lo que permitió en el bus y también en su casa. La
eso mi mamá no quiere mucho a mi amigo, pero no creo que el haya tenido algo que ver, paciente de esa forma niega la posibilidad de que en el mundo externo pueda ser
aunque mi mamá dice que seguro que sí. De todos modos así haya pasado eso, yo no dañada, lo que puede relacionarse con el temor a ser abandonada y sentirse sola por
puedo desconfiar de mi ex novio y mucho menos de Edwin”. no permitir ser poseída por el objeto, situación que también es evidente en su
sexualidad.
“Además es que le voy a contar algo doctora, pero solo lo sabe usted porque ni La paciente refiere la fantasía de ser invadida por objetos dañados que no le
siquiera mis amigas saben. Es que yo siento que a veces les cuento algo y cuando va a permiten actuar. Esto se relaciona con las ansiedades persecutorias que aparecen
pasar algo como que se dañan las cosas y no quiero que esto salga mal”. incluso con los personajes más cercanos a Camila y que se relacionan con la
expectativa de ser traicionada. A esto se debe su actitud de desconfianza proyectada
en los otros por sus propias fantasías inconscientes.
“Después de eso mi mamá me decía tantas cosas que llegué y la empujé y mi Parece haber una batalla por el padre que ya es reflejada en lo concreto frente
hermano bajó y me volvió a pegar, me dijo que no me atreviera a tocar a mi mamá. Y es a la llegada de él, representado por el hermano mayor. En esta escena además de
que a él se le olvida cómo era antes de viajar a USA. Él nos pegaba a las dos, muchas notarse la manera como se rotan las perversiones al interior de la familia, es notoria la
veces nos tuvimos que salir de la casa porque él ni siquiera nos dejaba comer, era terrible, forma como hay descalificaciones por parte de cada uno de los integrantes hacia el
a mí me pegaba si veía que mi mamá me servía un poquito más de comida a mí que a él, y otro, lo cual puede reflejar esa confusión en lugar y función. Así como la madre se
a ella también le pegaba. (…) Anoche cuando me fui a acostar, como yo duermo con mi confunde con el lugar que ocupa Camila, el hermano mayor parece confundirse con el
mamá desgraciadamente, ella no paraba de insultarme. Ella se acostó y todo el tiempo me lugar de padre, desconociendo a la paciente y a su madre. Este tipo de identificación
gritaba: perra, perra, maldita. Y yo no sé qué le he hecho a ella tan malo como para que me es notoria incluso en la manera como conviven en el hogar, al dormir Camila con su
diga esas cosas. (Rompe en llanto por unos minutos) Luego me acosté y comenzó a darme madre en una misma cama, en la que allí mismo se vive el vínculo a través del
patadas debajo de las cobijas, hasta que me quedé dormida como a las 3 de la mañana”. maltrato y el desprecio. Pareciera que no solo su madre proyecta en ella su propia
sensación en relación con su esposo, sino también Camila proyecta en su madre el
sentimiento de abandono de su padre y la situación de infidelidad que sufrió la pareja
parental.
“Hoy llegó Johnny de sorpresa. La verdad no me alegré mucho de verlo, pensé que La búsqueda desesperada por encontrar un objeto que permanezca muestra la
iba a ser diferente pero no. Se molestó mucho porque pensó que yo ya estaba decidida a dificultad de Camila para reconocer la ajenidad de otros hombres, a quien a partir de
irme de la casa y le dije que ya había vuelto y que las cosas estaban mejor con mi mamá. sus sentimientos de omnipotencia espera que se queden con ella y estén disponibles
Es que yo no me quiero ir mal de mi casa. Johnny me dijo que él pensaba que sí y que por cuando ella quiera salir de su casa. No obstante, estos objetos masculinos que busca y
eso se había venido para acá, para que miráramos cómo nos íbamos a vivir juntos. (…) es con los cuales conforma vínculos no muy profundos, tampoco reconocen en ella el
que con Darwin es diferente, es que él es más tierno, como que las cosas las dice mejor. En espacio que existe para otros objetos y que no puede ser poseído por ellos, lo cual
cambio Johnny a veces tiene unas actitudes todas extrañas. Por ejemplo cuando veníamos lleva a la relación a una tensión que muchas veces alcanza actitudes maltratantes para
en el Transmilenio, me llamó Luisa al celular y hablé con ella por un rato y cada vez que ella. Así como ella desea poseer los objetos, constituye vínculos en los que ella
me reía me codeaba. Luego cuando colgué me cogió la mano súper duro y me dijo que también se encuentra constreñida a los deseos de otros.
quién era, y le dije que Luisa y me pregunta, de verdad, y yo pues quien más crees que me
está llamando. Igual también cuando llegó, me dijo que le mostrara dónde me había De igual manera se ha constituido el vínculo con la madre en el que ella no
pegado mi hermano y le dije que no, me dijo que quería ir a mostrarle a mi hermano qué tiene un espacio propio y que ha servido para que a través de la identificación
era dejarle a alguien morado”. proyectiva masiva se confunda con el objeto materno. En lo concreto, dormir en la
misma cama y permanecer en el mismo cuarto representa la experiencia de la paciente
“Llevo dos noches sin poder dormir, me incomoda estar ahí con ella, no puedo en su mundo interno, donde la madre se ha establecido como un objeto persecutorio
tener mi propio cuarto en donde poder pensar, llorar o hacer algo sin que todo el mundo que la ha dañado y que también le ha generado un fuerte sentimiento de culpa, al
sepa. Es que con decirle que tengo que compartir hasta el baño”. igual que confusión por la culpa de la madre y que es compartida por la paciente,
debido al abandono del padre.
“Anoche mi mamá puso a llamarme a la amiga, pero le dije que no aguantaba más, El self de la paciente se encuentra acorralado, rabioso y ha permitido ser
mi mamá no va a seguir haciendo conmigo lo que ella quiera. Joanna, mi amiga, me dice invadido por la madre, pareciera encontrarse aplastado por la confusión que vive con
que me salga de allá, que es como si estuviera atrapada allá, que no puedo salir”. el objeto. No obstante, intenta salirse de allí y poner límites para diferenciarse de su
madre y lograr sentirse en un espacio propio que aún no encuentra.
HOMBRE ADULTO, 28 AÑOS. JAIME

“Lo que pasa es que en mi niñez viví cosas muy feas, sufrí mucho y yo vivía con El paciente muestra un self maltratado que ha buscado mediante la escisión
mi padrastro. Él todos los días le pegaba a mi mamá muy duro, le daba unas golpizas defenderse tanto en su niñez como ahora en la adultez. Esta escisión se refleja en su
espantosas delante de mí y de mis hermanos, a mí también me pegaba muy fuerte, me sentimiento de no pertenencia y de no ser de ninguna parte, con la finalidad de no
maltrataban mucho y mi mamá también, me decía cosas muy feas, ella me insultaba y me enfrentarse a la realidad traumática para él. La escena primaria para él no abrió
pegaba con lo que se encontrara, con palos, varillas o cables y aunque yo se los escondiera espacio psíquico para la fantasía, lo que conllevó que para el paciente el desarrollo
ella siempre encontraba algo para pegarme duro. (Llora)… Y es que a mí mi padrastro me psíquico se viera enmarcado más en la realidad concreta y confusa que no permitió
abusaba, eso fue mucho tiempo desde pequeño… yo no entendía que era lo que me hacía abrir paso al pensamiento ni a la elaboración de estas imágenes reales que tuvo que
pero lo único que le decía era que no me hiciera más eso que a mí no me gustaba. El me presenciar. Esto implica que las sensaciones de angustia y terror no procesadas por el
amenazaba con que no le contara a nadie, que si yo le decía a alguien me pegaba o me pensamiento no tuvieron tampoco un continente que permitieran algún tipo de
hacía cosas peores. A mis hermanas, las hijas de él también las violaba todos los días y les experiencia emocional, y que en la actualidad el paciente continúa expulsando de la
pegaba muy duro. Solo en una ocasión una de ellas le contó a mi mamá que era lo que él mente como elementos beta incomprensibles.
les hacía y ellas le dijeron que a mí también me pasaba. Ella me preguntó si eso era cierto
y yo le respondí que sí que él me amenazaba y que a mí me daba miedo. Entonces ella fue En esa misma vía, no solo fue testigo presencial de una escena primaria
con nosotros a poner la demanda y eso fue un proceso largo y se lo llevaron a la cárcel. Y concreta y violenta, sino se vio fuertemente perturbado su lugar en la triada edípica.
esa fue una promesa que me hizo mi mamá, que ella no volvería con él ni permitiría que Sus impulsos sexuales se ven disociados ante el objeto padre y madre. Su padrastro
me pasara eso otra vez, porque yo le dije que si él volvía yo no se lo perdonaría y que yo hace de él un objeto erótico y trasgrede en todo aspecto su desarrollo sexual, lo que
me volvía a ir de la casa”. obliga a la madre en un primer momento a ubicarse como límite y divisor entre su
hijo y él, a cumplir la función de impedir el incesto. Las diferentes agresiones e
“Cuando tenía 8 años yo trabajaba, yo me iba de “pato” en un bus, de ayudante con incestos pueden evidenciar una familia de funcionamiento perverso que no aclara
los conductores y mis amigos eran ya grandes. Yo tenía que ayudar en la casa (…) Un día para ninguno de sus miembros la función o lugar que ocupa dentro de esta estructura
de esos, llegué muy tarde a mi casa… y mi mamá me estaba esperando. Apenas llegué me familiar, también con respecto a sus hermanas. Lo que allí circula es el tipo de
dijo quítese la ropa que eso se lo di yo y lárguese de la casa que ya no puede vivir aquí. Y vínculo manifiesto a través de la violencia y la perversión sexual. Así mismo los
yo tuve que salir a la calle desnudo (llora), yo tenía mucha pena, mucha vergüenza de que fuertes sentimientos de ambivalencia entre el amor a la madre y el odio por el
me viera la otra gente, pero en esa época mi tío, el hermano de mi mamá y mi tía, (a quien maltrato infligido, no permiten que el sujeto integre el objeto materno, sino que más
actualmente le dice mamá), se dieron cuenta y salieron a ayudarme y me llevaron a su bien lo mantenga escindido con la finalidad de sobrevivir ante dichas situaciones
casa, ellos me acogieron (…) después me llamaba todos los días a insultarme y a obligarme traumáticas.
a volver, pero yo no quería. Luego mi tío se cambió de casa y eso para mí fue muy duro
porque me toco volver donde ella y cuando llegué me dio una paliza muy fuerte”. La familia extensa viene a ocupar el lugar de padre y madre para este sujeto,
quienes lo acogen frente a la expulsión de su hogar. No obstante la ambigüedad del
“Pero igual mi mamá rompió con la promesa, ella decía que mis hermanos sentimiento de su madre lo persigue, ya que le pide que regrese al hogar de manera
necesitaban un papá. Me da rabia pensar eso si yo nunca tuve uno y ella nunca dijo que yo violenta. El paciente sufre como un nuevo abandono el cambio de domicilio de sus
lo necesitaba… Sí el volvió a vivir a la casa, pero entonces yo ya era más grande, ya tenía tíos – padres y por esto tiene que regresar a su casa. El maltrato de su madre se
15 años. Pero no lo volvió a hacer, no volvió a meterse conmigo. De todos modos una vez, presenta cuando lo expulsa y también cuando regresa al hogar, lo cual puede
como yo trabajaba yo estaba ahorrando para comprar un equipo de sonido que apenas lo vi relacionarse con su sentimiento actual de no merecerse nada bueno y de sentirse ajeno
me enamoré de él y un amigo q lo había comprado me dijo q lo cogiera y q yo se lo pagaba cuando alguna situación afortunada le ocurre.
por cuotas, entonces yo lo lleve a la casa y salí a trabajar al otro día y cuando llegue estaba
todo destrozado, todas las partes por todos lados, él me lo había dañado, yo me sentí muy Ante la ausencia de su padrastro cuando este va a la cárcel, el paciente es
mal con mucha rabia pero no le dije nada porque no quería tener problemas, me quede quien debe asumir las funciones de sostén económico del hogar. No obstante, el
callado pero con unos amigos que tenía les dije que quería que él desapareciera. Unos maltrato de su madre es constante en la relación al igual que la expulsión del hogar, lo
amigos de ellos me dijeron que me hacían la vuelta si yo les decía pero primero quería cual es tomado por el paciente como castigo ante la ausencia de la pareja de la madre.
advertirle que tenía que irse o que yo lo sacaba y yo compre un cuchillo para tenerlo en la Sufre del rechazo de la madre ante dos ausencias, la primera con su padre biológico
casa. Como mi cuarto era al lado del de mi mama yo escuchaba todo, yo escuchaba cómo reflejado en el sentimiento de no pertenencia a la familia, y el segundo ante la
la obligaba, el también abusaba de ella y le pegaba pero yo me quedaba callado hasta un ausencia de su padrastro sentido por él a través de las golpizas y expulsiones por parte
día que no pude más y me levante y así fuera más pequeño que él lo iba a enfrentar, no me de la madre. El maltrato va acompañado de la desinvestidura concreta, en la que no
importaba lo que pasara. Me levante y entre al cuarto y le dije que se tenía que ir, que él solo se encuentra la expulsión del grupo familiar, sino también el lugar de sostén que
estaba advertido o que yo lo sacaba y él me miraba mal y no me hacía caso, hasta que lo le había asignado su madre ante la ausencia de la figura paterna, y el lugar de hijo a
seguí insultando muy feo para que se pusiera bravo y saliera. Y se levantó e hice que quien ella le reclama todos los bienes que le ha brindado, como reclamándole las
saliera de la casa y entonces cerré la puerta. Y él se quedó por fuera y yo llame a mis funciones que para con él ha cumplido en su lugar de madre.
amigos y lo buscamos por mucho rato pero nunca lo encontramos y no volvió”.
El rompimiento de la promesa de su madre representa para él un abandono y
una anulación de él por parte de ella, puesto que a pesar de la ausencia de su padre
biológico lo que es sentido como no reconocido por ella, justifica el regreso del
padrastro por la necesidad del padre para sus hermanas, desconociendo la necesidad
del paciente. Para el sujeto, él no es meritorio de la presencia de un padre real y en
consecuencia tiene que soportar la presencia de un perseguidor real que es su
padrastro.
“(Su esposa)… Es humillante, es ofensiva, lo que dice es muy hiriente. Además es Al referirse a la forma de ser de su esposa se puede observar en el sujeto
grosera cuando me habla, contesta muy mal y eso es lo que me da rabia, la manera como cómo emergen las quejas y protestas de su parte infantil de la personalidad, que siente
me habla como haciéndome sentir que soy de lo peor, que no valgo la pena. Y por eso me como injusto y degradante el trato que le dan. Con ello surgen los sentimientos de
lleno de odio y solo pienso en cómo hacerla sentir mil veces peor y que le duela tanto odio y dolor hacia el objeto materno que él intenta reconocer pero que no logra
como a mí me duele todo lo que me dice. La verdad es que me acuerda a mi mamá, a como comprender.
era ella cuando yo estaba pequeño y como me trataba de mal y por eso me da mucha rabia Ante la posibilidad de que su esposa inicie una nueva relación sentimental, el
y me enceguezco (…) Es que no soporto la manera como me habla. Así como ese día que sujeto no solo siente invadido su lugar como esposo sino también como padre, lo cual
llegó tarde, ese día la insulte muy feo delante de la gente en la calle, es que no me importó, revive los sentimientos que en el lugar de hijo se presentaron cuando su madre inicio
ella aprovechó que el niño no estaba para quedarse en otro lado”. una nueva relación con el padrastro que lo persiguió por tanto tiempo. En parte,
pareciera que culpabiliza de manera inconsciente a su madre y ahora a su esposa del
abuso que tuvo que sufrir físico y sexual por parte de su padrastro. La situación de su
esposa, es asociada de manera inconsciente por el sujeto a la escena sexual violenta
entre su madre y su padrastro, la que él tiene que presenciar y que le produce tanta
rabia.
El lugar que ocupa ahora como padre parece verse en riesgo con la separación
de su esposa y parece sentirse como el niño abandonado y maltratado que fue en su
infancia y al que no se le permitió sentir la presencia del padre.
Es que mi familia me ha juzgado mucho pero yo no pienso pedir perdón. El funcionamiento familiar también se ve afectado por la manera como el
paciente utiliza sus mecanismos defensivos, sobretodo el de la proyección, en el que
es el mundo externo el responsable de la situación con su esposa y su hijo. Su familia
al contrario, le debe todas las situaciones maltratantes que tuvo que vivir, lo cual
refleja también una confusión de tiempo, en la que el sujeto continúa haciendo más
visibles sus partes infantiles celosas y destructivas de la personalidad.
“Porque con mi mamá, ya le tengo mucha hartera, le tengo mucha rabia y ni hablar Su experiencia de ser padre tiene que ver con su experiencia como hijo. La
de la mamá del niño, con ella sí que peor las cosas, yo siento que ella le ha hablado mal de fantasía del rechazo de su hijo debido a la influencia de la madre, también lo ubica a
mí al niño y por eso me rechaza, quien sabe que cosas le habrá dicho. Yo reconozco que a él culpabilizando a su madre por no haber tenido a un padre bueno presente. Su odio
veces me hace falta, pero la rabia que le siento de una me hace llenar de odio y olvidarme está dirigido contra su madre mala interna que se repite en la experiencia con su
de todo eso”. esposa.
“He pensado si todo esto que me ha pasado es como una venganza. Mi mamá era la Su madre – tía en un primer momento ocupó un lugar idealizado, al ser ella
única persona que me escuchaba, la que sabía todo y a la que le contaba todas mis cosas. con su padre – tío quien pudo contener a Jaime ante el abandono de su madre
Ya no es así, ahora siento que ella tiene algo en contra mío, que tiene rabia. Y digo que biológica. Ahora cuando ella lo reprocha, pasa a ocupar un lugar de rival
venganza porque a mí me pasaron dos cosas con ella. La primera vez, yo tenía como 6 persecutorio, no solo ante el padre que nunca tuvo (tío) sino también ante su propia
años y la vi a ella con un vecino de donde vivíamos antes, entonces yo le conté a mi tío idea de paternidad. Escinde al objeto en bueno y malo, no recupera las bondades que
que la había visto, y esa vez le pegó y casi la echa. Y la segunda vez fue por lo mismo, yo recibió de ella y que se encuentran también en su interior (cuidado y aceptación).
tenía unos 12 años y ella comenzó a salir con un tipo de los que vivía en la misma casa y
yo también fui a contarle a mi tío. Ella dice que ella nunca tuvo nada con él, que era solo La fantasía de separar a los padres en la escena primaria, parece invertida. No
un amigo y que por mi culpa le había hecho pasar un problema muy grande con el esposo busca separar a su padre para quedarse con la madre, sino al contrario. En la
que casi le cuesta el matrimonio. Y lo que pasa es que ahora creo que mi mamá le contó experiencia con su madre y su padrastro, él con toda la culpa persecutoria que esto
algo a la mamá del niño, de infidelidades, porque ella me lo dijo, que mi mamá le había conlleva, se queda con su padrastro en una relación incestuosa mediada por la
dicho que yo había salido con muchas mujeres mientras estaba con ella. Entonces siento violencia, y ahora en la relación con sus tíos – padres, involucra a su tía en una
que me traicionó, que me hizo daño, porque tenía que contarle eso a ella si yo se lo conté relación extramatrimonial con el fin de distanciarla del padre bueno. Esto implica una
porque confiaba en ella. Ella era la única persona buena para mí”. confusión en el lugar y la función que él ocupa también al interior de esta segunda
familia. Situación que es actualizada en el conflicto con su esposa, en donde es la
madre mala la que lo separa de su lugar de padre y esposo.
“Yo he pensado mucho y es que no sé… a veces me acuerdo de cómo me trataba Esta es su respuesta ante el motivo de su conflicto con las mujeres. La
mi mamá, de cómo me maltrataba”. relación con su madre fue de maltrato y descalificación, ante lo que él siente
resentimiento. Estas actitudes de juzgamiento y crítica también las siente en las
“Creo que de pronto si tiene que ver con todo esto que me pasó con mi mamá. Y la mujeres con las que se relaciona y ante quienes descarga su agresividad contenida.
otra vez me quedé pensando en lo que le dije y de pronto la hice sentir mal (una crítica por Con su nueva pareja también refleja esta necesidad al manifestar el deseo de pelear y
la seriedad de la terapeuta). ¿Te hice sentir mal?”. disgustarse con ella.
“Esta semana hablé con mi mamá y mi hermana. Les dije que por qué le habían Ante estas situaciones Jaime se siente culpable y también lo siente hacia la
contado todas esas cosas a la mamá del niño, que si yo les había contado era porque había terapeuta. Tal vez así era el modelo de relación con la madre ante su maltrato y
confiado en ellas, pero sentí que me traicionaron”. trataba de explicarse un acto malo de su parte para justificar así la actitud de la madre.
La pregunta a la terapeuta refleja el sentimiento de culpabilidad ante la fantasía de un
sentimiento de desaprobación por parte de ella, tal como se presenta en las relaciones
actuales con otras mujeres y que es expresado en él de manera inconsciente a través
de la agresión, para finalmente confirmar el sentimiento de tener en su interior un
objeto dañado.
“Yo sé que usted tiene razón en decir que dentro de mí hay un niño resentido y con A pesar de los señalamientos el paciente no logra integrar sus experiencias
mucha rabia, pero no sé qué hacer con eso, no sé qué hacer para no sentir dolor y para no dolorosas de la infancia con los sentimientos que actualmente emergen en los
sentir que me agreden cuando no es así y que reacciono de mala manera. Es que yo a veces vínculos significativos que ha intentado construir. Se muestra la confusión y la falta
reacciono así y no sé por qué, no sé cómo controlarlo”. de comprensión de todas las vivencias dolorosas que ha atravesado. Sin embargo hace
un esfuerzo por aceptar que el conflicto parte de sí mismo, de su mundo interno y no
solo del mundo externo.
“Con mi papá me he vuelto a hablar. Con él nos vemos seguido, pero con mi mamá Es notoria la fantasía inconsciente del sujeto por quedarse con su padre bueno
si ni más y menos con mi esposa aunque ha querido que nos volvamos a acercar, yo no he (idealizado y ausente), pero el costo que tiene que pagar es el de alejarse de su madre
querido. Ella me ha buscado para que hablemos pero no quiero”. y esposa a quien no ha logrado diferenciar tampoco. Su padre a quien idealiza, es la
persona con la que siente más cercanía. Las mujeres (madre – esposa) son sentidas
como objetos que lo persiguen. No logra diferenciar su madre actual de la que tuvo
cuando era pequeño, ni tampoco logra diferenciarla de su esposa.
“Mi mamá me llamó ayer y me preguntó que qué me pasaba y ella me dice que Su sentimiento de desvalimiento se relaciona con el temor a ser expulsado, no
piensa que a lo mejor me están haciendo brujería. Porque nada me sale bien y no tengo solo de su familia sino también de su trabajo. La fantasía inconsciente detrás de
ganas de nada, estoy muy desanimado, no puedo mejorar las cosas ni siquiera en mi haberse comido algo dañado se asocia con sus objetos internos que no le permiten
trabajo, yo creo que me van a echar, mi jefe me ha perdonado muchas, pero ni siquiera he sentir algo bueno de sí mismo con posibilidad de mostrar o brindar a otros, como si
terminado un trabajo que me pidió hace tiempos. De hecho creo que estuve incapacitado todo lo que hace estuviera mal hecho a pesar de que sus jefes (padres) le perdonen
tres días porque comí algo dañado y yo hubiera podido trabajar así pero no quise ir así muchas veces. La fantasía también se relaciona con el hecho de que nunca va a recibir
pudiera”. el perdón, razón por la que lo podrían “echar”.
“Ellos (sus padres - tíos) no se preocupan tanto. Nunca me buscan. Yo a veces Su temor a volverse loco, es a no entenderse, a no recordar y no saber su
tengo miedo que todo esto tenga que ver como dicen algunos, con lo que pasa en la niñez propia historia. Pareciera que el terror que más lo angustia es sentir que no está en la
(…) Yo me la paso pensando todo el tiempo, a veces me da mucho miedo volverme loco y mente de sus padres y que por ello no lo van a buscar y lo van a dejar solo, así como
no poder con tantos pensamientos. En la oficina es así, me la paso pensando y no puedo lo sintió en la infancia. Pareciera que este sentimiento es de ser invisible, no solo
hacer lo que me toca. Ya nadie me habla y yo tampoco respondo nada, me quedo callado”. debido a su propio silencio, sino al de los otros con él.
“Es que a mí me pasa algo que me da mucha pena, no sé cómo decirte. Mmm Es una sensación parecida a querer llamar la atención de la madre indiferente,
(piensa por varios minutos, duda) es algo que pasa cuando veo una mujer bonita, atractiva, pero que al mismo tiempo es sentida por el paciente como una agresión (al pecho)
no lo puedo evitar pero me da mucha pena. Es que no puedo evitar si pasa una mujer por vinculada con el deseo de posesión y que produce en ella por la fantasía inconsciente
mi lado decirle cosas o voltear a mirarla sin importarme con quién estoy. No lo puedo del paciente, sentimientos de rechazo y castigo dirigidos hacia él. Por esta razón se
evitar, lo he intentado y he tratado de pensar que no, que eso es feo, de hecho eso me quita produce el sentimiento de culpa persecutoria, que parte de los sentimientos de afecto
puntos en la universidad. Yo no quisiera hacer más eso. Me siento muy mal, además hago confundidos con los sentimientos de odio y daño a las mujeres, que también se
sentir mal a la gente. (…) yo he tratado de no hacerle más daño a las mujeres o quisiera no despiertan ante la fantasía de rechazo por parte de ellas.
hacerlo, pero es que cuando comienzan a criticarme no me gusta”. Estos sentimientos también reflejan voracidad y agresión a las mujeres,
deseos que también le producen pena mostrar.
“La verdad he pensado últimamente en mi mamá, la de verdad. He pensado en ir a
visitarla. Y también en mi mamá la que me crió, con la que he peleado pero igual ella ha Llega el momento de lograr nombrar a su madre y a su madre – tía, lo que
sido muy importante para mí. La de verdad, es Hilda. La de crianza, es Mariela. Hilda me puede implicar una diferenciación del objeto materno y un intento por integrar a esta
llama por ahí cada 15 días. Pero vive muy lejos, además es que cada vez que voy comienza última a quien a pesar de sentir como traidora, logra reconocer que también ha sido
a reprocharme a sacarme cosas y yo le contesto muy feo porque me da mal genio. Pero con significativa. Diferenciar a su tía de su madre, ayuda al sujeto a tener mayor claridad
ella es difícil. Con quien mejor me la llevo es con mi cuñado. (…) El me llama y a veces en las confusiones de lugar y tiempo de sus propios objetos internos. Sin embargo, se
vamos a tomarnos algo y entonces él me pregunta que cómo estoy, y comenzamos a observa la dificultad por hablar alguna otra experiencia con la madre.
hablarnos de lo que cada uno hace. Creo que es la única persona que lo hace y que me Enseguida la figura salvadora es la masculina, representando al padre
pregunta esas cosas”. idealizado, quien lo comprende y escucha pero que está ausente y lejano. Se trata de
una figura intermitente que aparece de vez en cuando, pero que de forma preocupada
le otorga un lugar de hijo diferente.
“Mi hermana está brava y mi mamá también, porque ella estuvo de cumpleaños el La molestia que siente por parte de su hermana y de su madre es un reflejo de
viernes y no la llamé. La verdad es que se me pasó y cuando la iba a llamar me dio pereza. sus sentimientos ante algo que él hace activamente para que lo abandonen. Pareciera
Entonces el sábado traté de buscarla (en una fiesta) pero no quiso bailar conmigo. (…) No que este hacer, está presente de manera activa en nuevas relaciones incluyendo la que
tengo ni idea por qué tengo tanto problema con las mujeres… Es que yo las espanto. Las ha construido con la terapeuta. Cualquier cosa que observe que no le gusta de las
veo después como malas, si hay algo que no me gusta, de una vez ya no me gustan”. mujeres es equivalente a una catástrofe, es vivido así cuando sucede algo que no se
espera y esto es lo que no le gusta de las mujeres, pues al sentirse reprochado, el
“Eso pasa en la oficina. Yo he oído que me dicen raro, que soy extraño. Pero hay paciente siente que esto es equivalente a lo malo que es él y que por esto no va a ser
una con la que me he llevado mal por mucho tiempo, yo sentía que estaba pendiente de lo aceptado. Para él ser es igual a espantar a las mujeres incluyendo a su madre, lo que
que yo decía pero para estar en contra. Y es que en la oficina somos solo dos hombres, yo lo condena a buscarlas continuamente.
soy el que me quedo”.
Pareciera que una manera de retener al objeto materno se relacionara con el
castigo que recibe por hacer algo que será desaprobado por ella, de igual manera
sostiene las relaciones conflictivas en la oficina y por esta razón es el que resulta
quedándose. Como si el conflicto fuera la manera como él puede sostenerse en la
relación sin ser expulsado de ella.
“Con mi papá me siento bien por eso no quiero dejar de trabajar con él, pero he ido Su experiencia de hijo actual lo hace reparar sus propias funciones paternas.
organizándome para poder hacer ambas cosas. Con decirte que para el sábado tenía que Para él es importante compartir con quien ha ocupado el lugar y las funciones de
entregar un trabajo y como estuve incapacitado no había podido hacerlo antes. Y trasnoche padre, una figura que lo salva en su niñez y lo ayuda a llegar a ser adulto. Pareciera
de la noche del viernes a las 10 de la mañana del sábado para alcanzar a entregarlo, porque que en la búsqueda por el padre, ya lo hubiera encontrado, razón por la cual sacrifica
sabía que si no lo hacía no podía viajar esa tarde. Y alcancé a entregarlo, luego llegué a la su trabajo y sus estudios. Se esfuerza por ganar la aprobación de él y sentirse como su
casa a dormir un rato para irme después”. hijo.
“Yo siempre culpo a otros de lo que pasa, aunque sé que yo tengo la culpa. Por Muestra la dificultad de sentir la responsabilidad que tiene cuando comete
ejemplo si me estrellara por carretera sería culpa de los que me dejaron manejar, porque no errores y continua proyectando en el exterior parte de su mundo interno. Su
soy muy experto. Además siempre les digo a varios que me enseñen, pero nunca se sientan sentimiento es de necesitar ser enseñado, guiado y reprendido, como no ocurrió en su
conmigo a enseñarme. Y yo soy muy nervioso, siento que la caja de cambios me va a infancia. El sentimiento de miedo porque la caja de cambios le “gane”, es el temor a
ganar, por eso no me siento capaz de manejar por carretera, para eso hay que saber dónde crecer y asumir los efectos que tiene su actuar en su familia.
quedan los huecos, cómo coger las curvas, hay que saber mucho, porque es que la
responsabilidad es muy grande”. Pareciera en un péndulo en el que por un lado quiere ser adulto y ser
responsable de sus actos, pero al sentir miedo en iniciar una nueva vida, vuelve a la
(Con la nueva pareja) “Ahora quiere venirse para Bogotá y ya le he dicho a mi niñez buscando que sus padres sean culpables al no haberle enseñado, o más que
mamá, pero ella no está muy de acuerdo. Mi papá y mi hermano me dicen que sí, ellos no culpables estén presentes como guías en su experiencia.
le ven ningún problema, pero si esto llegara a salir mal, los culparía por no advertirme”.
Trata de reconocer los intentos que ha hecho su madre biológica por recuperar
“Y mira que mi mamá - mamá cumplió años este fin de semana que pasó. Me la relación con él, sin embargo el paciente es consciente de sus sentimientos de rabia
llamó para que fuera, pero no quise ir, pasó domingo y lunes y dije que iba pero no sé… Es que lo alejan de ella por sus experiencias infantiles. Esta vez no asume como culpa
que para uno recoger tiene que sembrar y yo siento que con ella no es así. Ella trata de ser suya la lejanía de su madre biológica aunque se encuentra presente en la mente del
buena y de preocuparse, pero yo ya no siento lo mismo, no me interesa. Ni siquiera conoce sujeto. Así mismo acepta y agradece a su mamá – tía con quien ha tenido otro tipo de
bien a mi hijo. En cambio mi tía – mamá, ella se la lleva súper bien con mi niño, lo llama, experiencias que lo han ayudado a sentirse mejor consigo mismo y más incluido en
se preocupa, me pregunta, ella está todo el tiempo pendiente de mí. La otra no o pues ya no ese núcleo familiar.
me preocupa, además vive muy lejos y de aquí a que vaya… no sé con ella las cosas ya
no…”.
“La verdad es que yo quiero que la mamá del niño sepa lo que yo he sufrido. Que No solo quiere que su esposa sienta lo que él ha sufrido sino también su
cuando yo tenga al niño por derecho, porque ya estoy cansado de ir a Comisarías y al madre, la soledad de hijo y la soledad de padre. A través de su hijo tiene la fantasía
Bienestar, ella sepa que es no tener su hijo al lado así como yo lo he sentido”. inconsciente de quedarse con su propio padre, con el que ahora él representa como
idealizado, como ser el padre que nunca tuvo.
(Al estar más cerca de su padre – tío y su familia) “Eso es lo que me llena de
alegría. Es que él antes no descansaba nada, los fines de semana también trabajaba. Ahora De igual manera a través de su nueva experiencia como hijo de su padre – tío
por eso es que ayudo, él me llama y me dice que hay viaje para esta noche y yo le digo que intenta repararse a sí mismo retribuyendo las bondades que ha recibido del padre
de una y así. Es más que eso, es sentir que se dan cuenta de que yo hago las cosas bien”. bueno, pero también asumiendo un nuevo lugar. El hecho de reemplazarlo en el bus,
también implica ocupar el lugar de padre actual con su propio hijo, reflejando el
deseo de llegar a ser un padre diferente.
FIGURAS PARENTALES
“Pero cuando ella (su esposa) Los reproches de su esposa son “Por eso buscamos (con su esposa) La pareja, al igual que en su
comienza a pelear me da mucha rabia, sentidos por el paciente como críticas y ayuda acá pero solo vinimos un mes… mundo interno, aparece y desaparece
además me insulta y me dice cosas feas. La agresiones que lo descalifican y que Además me siento muy inseguro, siento de la escena. Asocia su inseguridad con
verdad es que en una ocasión cuando reviven en él los sentimientos de odio y pena en todo lado, yo casi no hablo, en la la dificultad para sentirse presente en la
estábamos peleando, yo la golpeé y la resentimiento hacia su madre. Además de oficina es igual, pero yo he buscado hablar vida de otros, ya sea en su familia o su
obligué a tener relaciones conmigo y… esto la escena primaria violenta que con algunas personas y me han lugar de trabajo. Pareciera identificarse
nunca me había sentido tan bien… Sentí que presenció en la infancia es repetida por el recomendado venir acá, el Padre fue el que con el padre que no estuvo, que se
el dolor y la rabia desaparecieron, me sentí sujeto en la actualidad, ocupando el lugar me dijo que viniera y también mi mamá silenció y que permitió la violencia en
calmado como que se me hubiera pasado lo de su padrastro. Pues ahora es él quien me dijo que tenía que buscar ayuda cuando su familia. Es posible que con estas
que tenía. Yo después le pedí disculpas y en sostiene una relación de pareja en la que se se dio cuenta de lo que estaba pasando con vivencias y sus actitudes maltratantes
otra ocasión sentí ganas de hacer lo mismo evidencia la confusión de amor y mi esposa.”. hubiera cierta confusión del lugar que
pero no pude, me controlé. Es que cuando violencia. Ahora en esta escena él puede ocupó al interior de su familia en la
peleo con ella siento mucha rabia y solo responder con sentimientos de odio y niñez y a través de la terapia espera
quiero que ella se sienta tan mal como yo agresiones (elementos beta) que no han comprender esa confusión.
me siento. Yo creo que cuando estoy así logrado ser elaborados y que son
recuerdo a mi mamá cuando me insultaba y proyectados a su esposa. Así como su
la rabia que sentía por eso.”. padrastro golpeaba y abusaba de su madre,
ahora él lo hace con su esposa, situación
que le genera placer pero que no logra
comprender. También se observa la
manera como se expresa la sexualidad
perversa, que el sujeto utiliza con el fin de
calmar su sufrimiento, ya que no lo logra a
través del pensamiento. Se trata de una
visión parcial del objeto, en la que no
reconoce a su esposa como sujeto. Esto
refleja la iniciación en una sexualidad
perversa de la que también goza, ya que su
experiencia sexual de la infancia se
relaciona con la suma de goce más
violencia, la condensación entre un deseo
sexual y uno agresivo.
Su necesidad de control muestra su

parte de la personalidad adulta que busca
que la parte infantil de niño maltratado y
rabioso que no encuentra justicia, no
emerja de manera desaforada. Pareciera
que el dolor que siente quisiera repartirlo
entre todos los que lo rodean. Se trata de
un sufrimiento sobre el que no puede
pensar ni hablar.
“Igual siento que él (su hijo) esta Aquí se presenta al padre “La vez pasada yo sé que dije que El paciente parece identificarse
acá es por mí, porque mi esposa no lo sabía, idealizado omnipotente que tiene la me sentía mal porque me había separado con esa figura de padre que denigra y
pero yo si sabía que ella había quedado fantasía de haber creado a su hijo sin la de mi esposa, pero no es cierto. La verdad abandona a la mujer, que es infiel y que
embarazada, solo que no se lo dije. Es una presencia de la madre. Esto refleja también es que no la quiero, solo que ella me hace expresa su deseo de manera violenta.
decisión que yo tomé porque ella no quería la dificultad del paciente para concebir en poner de muy mal genio y siento ganas de Al buscar anular a su esposa, busca
y yo si tenía muchas ganas de tener un hijo”. su mundo interno a la pareja combinada, que se sienta mal. Además es que me estoy anular a la madre que lo maltrató y que
pues los objetos se encuentran disociados. viendo con otra persona, se llama Liliana, no le permitió tener un padre.
Aquí la identificación se lleva a cabo con tiene 19 años y a veces nos llamamos y
el objeto interno padre malo. estamos saliendo”.
“Si, la verdad es que me siento Puede referirse a la vivencia del “A mi hijo no lo veo hace 15 días El hecho de no relacionar su
triste, todo el tiempo me siento así. De padre que no estuvo, por lo que en la ni tampoco le he colaborado a la mamá con presencia con las funciones paternas,
hecho esos borrones que te he contado que actualidad no puede asumir un lugar que plata porque no he tenido y he tenido pareciera reflejar la dificultad para
tengo son como de las cosas buenas, ocupa un vacío y una confusión en su problemas económicos y ella me puso asumir el lugar de padre al interior de
sobretodo de esas en las que pasan cosas mente. Los borrones a los que se refiere como condición que le diera la su familia. Por ese motivo, continúa
que debieran ser felices. Por ejemplo, ya no parecen relacionarse con un borramiento mensualidad o no me dejaba ver al niño; de ocupando el lugar de padre ausente. Su
recuerdo cómo fue que nació mi hijo, yo de la función paterna. Esto puede deberse todos modos como viven ahí mismo pues presencia es intermitente y esto es
solo recuerdo cuando fui a recogerla al a que no posee un objeto interno si yo quiero verlo lo puedo ir a ver”. atribuido de manera proyectiva a su
hospital, pero el resto de cómo paso todo, no contenedor que le permita desarrollar las esposa, a quien culpa de la lejanía con
lo recuerdo, no sé qué pasó después, ni funciones propias de un padre, y por ello su hijo.
cómo fue el nacimiento. (…) como si se desconoce en este lugar. Con la Con su esposa reviven los
hubiera dos Jaimes. Esos borrones son de vivencia de dos Jaimes, escinde su self en sentimientos por los que se sentía
otro Jaime que no soy yo…”. objetos malos persecutorios y objetos excluido de la familia y desinvestido
buenos idealizados que no han logrado ser del lugar de hijo, lo cual es sentido
integrados por el sujeto y que por un lado ahora por el sujeto como la
muestran un Jaime padre que desconoce. imposibilidad de ser padre y ocupar ese
lugar.
“(…) Es todo, todo lo malo que he El paciente no siente la posibilidad “El lunes festivo mi hijo me El rechazo por el hijo parece
hecho. Nada de lo que haya hecho ha estado de dar nada bueno de sí, lo que expresa los rechazó (llora). Mi ex esposa no me lo deja confirmar en él los sentimientos de
bien, siempre la embarro sobretodo con los objetos dañados que habitan su mundo ver, dice que yo no puedo acercarme, que vacío y daño que existen en su interior
que más quiero. Ni siquiera siento que haya interno y que imposibilitan al sujeto para el niño no me quiere ver, y pues ellos y que se expresan en no tener nada
hecho algo en la vida, creo que todo ha sido expresar afecto sin violencia o viven en la casa de mi mamá. Entonces yo bueno que dar y hacer todo lo malo.
tiempo perdido, que tengo ya la edad que resentimiento. El odio que no ha logrado fui a alzar al niño y no quiso, me rechazó. Por esta razón la relación entre su
tengo y no tengo nada, ni he construido comprender y elaborar no solo es Es cierto que no lo veía hace 15 días más o madre – tía y esposa para él resulta
nada. Yo solo siento odio, que se me va proyectado hacia los objetos externos sino menos, pero el lunes lo fui a visitar y pase como una especia de traición que no le
acumulando y que me alimenta, de eso me también hacia los internos, que es a donde mi mamá y no, el niño no quería permite asumir el lugar de padre y lo
alimento todos los días”. expresado en el sentimiento hacia sí verme, ni dejarse alzar ni nada. Yo esto no hace sentir como expulsado de la
mismo. La sensación de no tener nada y lo aguanto, el niño era lo único que me familia.
no construir nada también manifiesta esa quedaba, era el único motivo que tenía
sensación de desvalimiento y despojo de para vivir, para hacer todo, para trabajar, Este sufrimiento no es
contenidos buenos y amorosos. El odio para sacar las cosas adelante. Ahora siento relacionado con su ausencia y su falta
sentido como alimento proviene del que no tengo nada. Ya no me dan ganas de de cercanía, más sí es asociado a la
rechazo y desprecio incorporado y sufrido nada, solo he pensado en morirme. Yo no presencia de la madre a quien
en sus relaciones tempranas y que invocan te había contado, pero ya van dos veces responsabiliza por su lejanía. Al ver al
el sentimiento de estar vacío y no tener que me he intentado suicidar. Todo ha sido niño como la única oportunidad de
nada bueno en su interior. culpa mía, todo me sale mal y no hay nada tener a ese propio padre ausente, el
Esto se relaciona con su bueno ya”. sentimiento es de desesperanza y
sentimiento de ser un padre malo y ausente muerte cuando siente que no puede
lo cual revive en él situaciones de llegar a ocupar ese lugar y esa función.
abandono y rechazo, fantasía acerca de la
cual ha construido su objeto interno
paterno.
“Es que yo quería darle a mi hijo Se observa la identificación del (…)”Es que para qué me voy a mi Permanece como un padre
todo lo que yo no tuve. Un padre que sujeto con el objeto paterno ausente, casa por ejemplo, si sé que voy a llegar a ausente, situación que aunque a veces
estuviera todo el tiempo ahí, protegiéndolo, situación que lo aleja de la posibilidad de deprimirme. A sentirme más solo, sin mi intenta superar de manera consciente,
cuidándolo, jugando con él, algo que yo ser padre. La fantasía de ser el padre que hijo… Ni siquiera lo he vuelto a ver ni a de manera inconsciente hace que
nunca tuve. Que al contrario fue peor, es idealizado por él se derrumba cuando llamar”. suceda lo contrario alejándose más de
porque solo recibí cosas malas. Pero creo proyecta su dificultad en su esposa y se su hijo y apareciendo como un objeto
que ya con mi hijo no pude, pero con otros siente alejado por ella y por su hijo cuando abandonador ante él y su esposa, lo
niños sí, los hijos de las amigas que tengo. le reclama la presencia, pero se representa cual refleja su sentimiento de
Yo llego y los veo y me las llevo bien con a manera de una defensa maníaca cuando impotencia por ocupar el lugar de padre
ellos y juego y los saco a dar vueltas y trato refiere ser mejor padre de otros niños que y esposo bondadoso.
de ser muy bueno con ellos. Pero creo que no son sus hijos y con quienes no tiene que
ya con mi hijo no puedo”. ser una figura presente y constante.
Pareciera que aceptar su propia ausencia
implicaría aceptar la ausencia de su padre,
situación que para él es dolorosa y por la
que se defiende a través de la renuncia.
“Yo traté de ser buen padre con mi El lugar de padre es sentido como “Decidí alejarme de ellos y de mi Pensar y resolver se refiere a
hijo y más si yo no tuve papá, ni siquiera dañado al igual que su función. Como no hijo para no hacerle daño y porque siento actitudes propias de la adultez que no
conocí a mi papá de verdad, y he tratado de conoció su padre, decide alejarse de su que primero tengo que pensar muchas ha podido alcanzar en su desarrollo
tener buenos momentos con mi hijo. Pero la hijo identificándose con el padre malo cosas y resolver mi vida”. psíquico. El sentimiento de daño y
última vez que lo vi me rechazó, no quería pero también ocupando el lugar del hijo vacío interno no le permite acercarse a
estar conmigo ni acercarse”. que ha alejado a su padre. Proyecta en su su familia por el temor a dañarlos así
hijo la propia culpa que posee por la como sintió de hijo que de manera
ausencia de su padre. inconsciente dañó a su familia en la
niñez cuando no estuvo su padre
biológico y cuando su padrastro estuvo
en la cárcel, lo cual indica que su parte
infantil de la personalidad aún no lo ha
dejado ocupar el lugar de padre.
“Es que yo no te he contado algo,

me da pena decírtelo, pero estos días he El temor a ser abandonado se
pensado que si no lo cuento pues el observa con la situación de hacerle saber a
perjudicado voy a ser yo. Lo que pasa es que la terapeuta su relación amorosa de
yo tengo una relación con otra mujer, ya infidelidad, razón por la que su esposa
llevo varios años con ella. Yo empecé con decide separarse y que no había
ella hace algunos años antes de que mi hijo comentado en la terapia. En este aparte por
naciera. Ella es muy complaciente, es una un lado, se evidencia la identificación con
buena mujer y tampoco quiere algo serio el padre ausente expresado en el abandono
porque sabe que yo estoy casado. Siempre al hogar y a su esposa que también se
se preocupa por mí, por saber cómo estoy, puede relacionar con la fantasía de que la
está conmigo en las buenas y en las malas. ausencia de su padre se pudo deber a que
Pero mi esposa se dio cuenta y eso es lo que encontró una familia diferente y una
ella no me perdona, eso es lo que ella me esposa más amorosa, diferente a su madre.
juzga y por eso es que no me gusta sentirme Por otra parte, también puede referir a que
así (…) En la oficina todo el mundo sabe debido a su sentimiento de no sentir que
que ahora estoy solo, pero me daría pena pertenece a su familia, por las expulsiones
que supieran que tengo una relación de que recibió por parte de su madre, es
amantes”. posible encontrar un nuevo hogar que le
permita sentirse padre, así como pude
“A veces me dan ganas de comenzar sentirse hijo con sus padres – tíos.
una nueva relación con ella, pero no puedo,
tengo mucho miedo de hacer daño y además El deseo de comenzar una nueva
cómo voy a empezar con ella, que va a familia también puede referirse a la
pensar mi esposa, mi familia (…) he fantasía de que en algún momento su
pensado en que quisiera tener otro hijo, padre también haya sido expulsado por su
intentarlo de nuevo, ya que no pude, pues madre, forma de no sentir a su padre
empezar desde ceros con otra familia. ausente como un objeto abandónico sino
Formar una nueva, y tratar de no cometer como un objeto idealizado que fue
errores”. expulsado como él de su hogar. Situación
que se repite en la sensación de ser
“Es que yo empiezo con alguien, expulsado por su esposa y no sentirse
pero es como a lo que voy, por ejemplo el responsable por lo que hizo activamente a
fin de semana pasado con la muchacha que través de la infidelidad y el maltrato para
te cuento que le terminé, ese día nos vimos que se produjera la separación.
y pasó lo que tenía que pasar, al día
siguiente nos vimos con la que llevo ya El paciente no discierne el pasado
tiempo y lo mismo”. del presente en su fantasía de familia.
Muestra mucha dificultad para dejar atrás
la familia compuesta por madre
maltratadora y padre ausente.
Por otra parte, la identificación con

el padre malo agresivo (padrastro) se
refleja en la manera como accede a las
mujeres a las que utiliza y luego abandona,
así como tuvo la experiencia en la
infancia.
“Es que he sido tan malo que estoy El deseo que se confunde con “La última vez que lo vi, el niño se La fantasía del paciente es la de
seguro que de alguna manera tendré que violencia y anulación y que dirige hacia quería ir conmigo, no quería quedarse con ser el padre bueno e idealizado que
pagarlo. Yo no puedo dejar de ser infiel y los objetos femeninos denigrados por el la mamá. Quién sabe por qué, eso me salva a su hijo de la madre mala.
quisiera ser como otros hombres que sí paciente, son sentidos después como culpa extrañó. Seguro la mamá quién sabe qué le Pareciera que pone en su propia
pueden ser correctos y tener una sola mujer persecutoria, que es fantaseado por el habrá dicho. Me hace mucha falta pero sé situación al hijo, atribuyéndole el deseo
y sentirse que hacen bien las cosas. Ya sujeto como una deuda que tendrá que que la mamá va a poner condiciones”. por el padre y el rechazo por la madre
quisiera ser diferente, sentirme renovado”. pagar. Esto puede referirse a la sensación que sintió cuando él ocupó ese lugar
de culpa que le generó el odio y dentro de su familia.
resentimiento sentidos durante la niñez por
su madre y su desprotección o abandono.
Al referirse a otros hombres con un
sentimiento de renovación, fantasea con el
padre idealizado y ausente con el que
desea sentirse identificado.
“Yo me había prometido quedarme

con Yurani y serle fiel, pero no pude. Estoy Su decepción se dirige hacia el “Todo lo que tengo lo destruyo, no Si bien reconoce el daño que ha
muy decepcionado de mí, de no poder padre malo, lugar que ocupa como infiel, hago nada bien. Incluso no he querido ver propiciado a su hijo y a su esposa, no
cumplir con lo que me propuse. No sé por maltratante y abandónico, que se refiere al a mi hijo a pesar de que por fin la mamá es a través de una culpa reparatoria sino
qué me pasa todo esto”. objeto paterno con el cual se identifica. Se me iba a dar la oportunidad de verlo en persecutoria, pues teme intentar
decepciona de no poder cumplir con ser un estos días”. recuperar a su familia a pesar de que
padre que desconoce pero que idealiza, tampoco hace nada por intentarlo.
“Yo pienso todo el tiempo en cosas situación que no logra comprender y Así mismo, es difícil ocupar el
malas. Siento que he construido muchas elaborar. Esto lo hace esperar cosas malas lugar de padre y desempeñar esas
cosas y no quisiera dañarlas, pero creo que de sí mismo que dañan a sus seres funciones porque teme ser un padre
hay algo en mí que es muy destructivo y va queridos y lo cual le genera un gran temor. malo y decepcionarse a sí mismo por
a acabar con todo eso. Por eso quisiera irme Siente en su mundo interno un objeto no ser bueno para su hijo.
a trabajar con mi papá a veces y ayudarle en aterrador que va a destruir, terror
lo del bus. Es que siento que me está relacionado con sus experiencias de niño
haciendo daño”. con su padrastro, quien representó ese
objeto destructivo y decepcionante.
Con su deseo de trabajar con su

padre – tío, se puede observar la escisión
entre padre bueno y padre malo, razón por
la que intenta huir de ese objeto
persecutorio y destructivo de su mundo
interno para ir en la búsqueda de un nuevo
objeto bondadoso, un padre bueno.
(Con una amiga) “Yo estaba Al parecer cuando manifiesta
borracho y cuando llegamos no pasó nada, ser un Jaime distinto en el momento en
pero de todos modos creo que me pasé. el que está sobrio, al que se presenta
Igual ella me dijo, no qué estamos cuando está embriagado, refleja la
haciendo, no la embarremos y yo paré. Al escisión que hace de sí mismo para
otro día hablamos y ella me preguntó que distanciarse del objeto interno que
qué había pasado y yo le dije que no sabía. siente como dañado y que agrede a las
Yo cuando estoy tomado sé que es lo que mujeres. El no saber qué ha pasado con
hago, solo dos veces he tenido borrones, las mujeres con las que se ha
pero de resto todo lo hago muy sobrepasado también se relaciona con
consciente”. una manera de negación frente a la
forma como denigra a las mujeres y
“El sábado yo estaba borracho ya. dirige sus sentimientos hostiles hacia
Mi papá llamó para que fuera a la fiesta de ellas.
una hermana y le dije a mi cuñado. Mi
hermana me presentó una amiga de ella y Pareciera que en parte existiera
bailé con ella harto, pero de un momento a una identificación con la figura paterna
otro mi hermana la haló y se la llevó fuera que estuvo presente (padre malo),
de la casa. (…) Mi hermana terminó quien abusaba de su madre borracho,
molesta conmigo, según ella yo no sé qué situación que vivió presencialmente.
había hecho pero me había pasado con la Esto desencadena fuertes sentimientos
amiga (…) pero yo nunca me sobre paso de culpa persecutoria, reflejados en la
con nadie cuando estoy así, yo me molestia de su madre y su hermana.
controlo”.
“Lo he sentido en mi trabajo, las Al referirse a que han mejorado las
cosas han mejorado muchísimo allá. La cosas en su mundo externo, también se
gente ha sido más querida, siento que puedo refiere a los objetos de su mundo interno,
hacer mi trabajo mejor y que me han los que se encuentran menos escindidos y
conocido más. Ya no soy tan callado y ya no más diferenciados. Esto implica que logra
me da tanto miedo por ejemplo, hablarle a reconocer las cualidades del objeto, más
mi jefe. Antes sudaba muchísimo todo el allá de sus proyecciones, lo que le brinda
tiempo, ya no me siento así, las manos mayor seguridad y con lo que puede
tampoco me sudan y creo que hablo con sentirse mejor consigo mismo. Esto puede
más tranquilidad”. referirse a una manera como el paciente
comienza a reparar sus objetos internos y
lo ve expresado en su propio cuerpo. Trata
de comprender en sí mismo lo que le
sucede, lo cual ha sentido también en la
manifestación física de sus ansiedades.
Esto también puede ir encaminado a la
diferenciación entre su yo y su objeto
interno padre, lo que le hacía sentir como
dañado.
“No vine porque he tenido mucho Sus actitudes de
qué hacer, es que ahora tengo mucha responsabilidad y preocupación por el
responsabilidad porque le estoy ayudando otro son expresadas también en la
a mi papá. Incluso hoy dudé en venir relación terapéutica, razón por la cual
porque me llamaron para que fuera a cumple con la asistencia (presencia).
ayudar a conseguir pasajeros en el Esto también abre espacio a una nueva
terminal. Pero como hablamos decidí que relación con su padre interno y quien
mejor venía, no te iba a quedar mal. Ahora hace las veces de padre externo. El
ando en otro cuento. Es que me he sentido paciente ve la necesidad de acercarse
muy bien trabajando con mi papá, siento más a su padre – tío quien realmente ha
que soy más útil no sé, a mi me gusta cumplido las funciones de protección y
mucho ese trabajo, pues no manejo tanto contención, las que él ha introyectado y
pero de todos modos es con el tiempo”. con las cuales busca sentirse
identificado.
“Ella (la esposa) a mí me ha Su acercamiento como padre
alejado mucho de mi hijo y voy a tratar de puede expresar la manera como asume
decirle que me lo deje los fines de semana, responsabilidades adultas que incluyen
la mitad de las vacaciones y así, no quiero las funciones paternas que antes no
que lo siga alejando de mí. Ella me lograba integrar en su mente. Su deseo
escribió un mail pidiéndome esto y muestra la posibilidad de asumir la
también me comentó que el fin de semana función y ocupar el lugar de padre. No
estuvieron cerca de mi casa y el niño le obstante continúa atribuyendo a su
lloró mucho para que pasaran a verme, esposa, su falta de participación en la
pero ella no lo dejó. No sé para qué me crianza del niño.
dice estas cosas porque me hacen sentir
muy mal, eso es lo que más me duele a mí, Asumir el divorcio para el
que mi hijo tenga que sufrir. Yo siempre he paciente, también ha implicado asumir
querido que él no sufra lo que yo sufrí. (…) de manera más activa sus funciones
yo sé muy bien lo que él está sintiendo y paternas, estar más presente para su
no quiero que viva lo mismo. Porque él si hijo y evitar que sufra lo sufrido por él
tiene papá pero ella ha sido la que lo ha al tener un padre ausente y la presencia
alejado de mí. Yo no soy un mal papá, yo de una figura masculina maltratadora.
sé que soy muy buen papá y que estoy muy Logra ponerse en el lugar de su hijo y
pendiente de él, yo juego con él y salgo reconocer la posibilidad de ser padre.
con él y soy muy amoroso, yo sé que soy
un buen papá”. El hecho de hablar de un
tiempo futuro también implica un
“Solo espero que si no es ahora sentimiento esperanzador que no solo
más adelante pueda recuperar el tiempo se brinda a sí mismo reparando sus
que he perdido con el niño y que podamos objetos internos, sino que posibilita al
disfrutar mucho más estar juntos. Ella niño sentir más cercana la experiencia
ahora me impide verlo pero a lo mejor más de tener un padre. Así se observa
adelante cuando crezca las cosas sean mayor elaboración de sus vivencias
diferentes”. traumáticas que le permiten vislumbrar
actos reparatorios con su hijo y asumir
finalmente la función de un padre que
logre contener y estar presente para su
hijo.

“Mi mamá es mi tía a ella le digo así y ella es quien está pendiente de mí, me La búsqueda de un objeto de contención se ha presentado a lo largo de su
escucha y ella se dio cuenta de qué era lo que pasaba con mi esposa y me dijo que por qué vida. En un primer momento, se trata de su tía quien lo acoge en su hogar una vez su
estaba actuando así que tenía que buscar ayuda”. madre real lo expulsa y en la actualidad, cuando busca en la terapeuta también el
sentimiento de contención y entendimiento. Dicha relación con su madre real viene a
“Luego de eso (la expulsión del hogar) las cosas empeoraron con mi mamá y ella encontrarse, en la búsqueda inconsciente por la madre, con la relación conflictiva
seguía pegándome y tratándome mal y yo no sabía cómo manejarla, yo salía a trabajar entre él y su esposa en la que se repite la situación violenta que vivió durante la niñez
pero no quería estar más ahí, me quería ir. Entonces hable con mi tío y la esposa y me en una confusión entre amor y violencia. Esta relación con la mamá parece verse
volvieron a recibir y ya no quise volver”. mucho más afectada en la medida en que la figura paterna – pareja se encuentra
ausente. Esto propicia que el sujeto continúe su búsqueda de objetos contenedores y
“Mi esposa se llevó al niño y se me perdió con el niño y ese ha sido el peor de un lugar que pueda ocupar y sentir como propio, espacio que encuentra en la
momento de mi vida porque él es todo para mí y no sabría que hacer sin él, me sentí muy familia extensa, con su tío materno y que ahora se le dificulta conseguir en el lugar
mal sin él. Yo puse demandas en la comisaría, en el bienestar y ella después apareció con que ocupa con su esposa e hijo.
el niño y me lo dejaba ver muy de vez en cuando. Entonces yo pensé que la manera de
hacer volver al niño conmigo era reconciliándome con ella y busqué que volviera conmigo En la búsqueda por el padre ausente, también se encuentra la fantasía de
y volvimos a vivir juntos, en un apartamento en la casa de mi mamá y mi tío”. encontrar su propia capacidad de ser el padre idealizado que espera. Por esto la
situación de conflicto con su esposa, lo hace sentir impedido en esta función. La
manera como el sujeto retiene a su hijo sin embargo, es a través de ella, a pesar de
sentirse rechazado, para de esta manera no sentirse abandonado. Hay una dificultad
del paciente para reconocer el daño que ha hecho a su esposa y a su hijo y para
ponerse en el lugar de ellos.
Con la ausencia del niño el paciente sufre la ausencia del padre. El hecho de
estar lejos de él es un impedimento para desempeñar esta función de padre, por lo que
atribuye a la madre del niño su ausencia y no a los actos propios que ha tenido hacia
ella, razón por la que se han separado. Sin su hijo no puede sentirse como padre y esto
despierta en él los propios sentimientos de abandono hacia su propio padre.
“Lo que pasa es que hay algo que no me gusta, que quisiera que cambiara pero que Su búsqueda también se refiere a encontrar una madre buena, por ese motivo
siento que no puedo controlar y es que siento la necesidad de buscar otras mujeres todo el inicialmente siente a las mujeres como idealizadas y posteriormente las denigra y
tiempo, de coquetearles de conocerlas, si hay alguien que me parece bonita entonces refleja el odio y el resentimiento vivido en la infancia en mujeres que asume como
quisiera conocerla más y acercarme más a ella y es que siento esas ganas difíciles de malas una vez se siente criticado.
controlar. Pero no quiero volver a cometer los mismos errores esta vez, me da miedo eso El temor del paciente es encontrar un objeto que nuevamente lo abandone y lo
que sepa todo lo que ha pasado con mi esposa”. decepcione como lo hizo su objeto primario. La búsqueda de contención en nuevos
objetos va de la mano con la búsqueda de castigo al ser estos objetos escindidos pues
son en un primer momento sentidos como buenos y luego como objetos persecutorios
y dañinos.
“Tuve que trabajar estos fines de semana y pues… la verdad es que salía de clase y Las permanente ausencias daban lugar al sentimiento de que había un objeto
me quedaba con unos amigos tomando y por eso me demoraba y ni me daba cuenta de qué que lo iba a esperar y que iba a estar disponible para él. Busca en la terapeuta a la
horas eran, me la pasé borracho todo este tiempo. Además esta semana he estado muy madre que espera y contiene. Así mismo, en la relación terapéutica teme mostrar lo
deprimido”. malo que hay en él, situación que producirá la pérdida del objeto amado
transferencialmente.
“Me he encomendado mucho a Dios. En la Compañía (lugar de trabajo) compré
varios ángeles y los puse en mi apartamento, para que me cuiden, la verdad he orado Los objetos religiosos representan compañía y protección (los padres buenos),
mucho también (…) Yo le he pedido mucho a Dios que salga de esto. Pero no quiero que que no son sentidos en su mundo interno, pues allí solo son sentidos los aspectos
solo vean lo malo que hay en mí. Por eso tal vez tuve pereza de empezar una nueva malos de los objetos que no le permiten ofrecer cualidades como padre o como pareja.
relación, por eso no la volví a llamar, porque sé que iba a conocer lo malo, la parte que no En las relaciones que inicia él abandona antes de ser abandonado, así como sucedió en
quiero mostrar”. distintas oportunidades en la relación terapéutica.
“Esta semana he estado mejor. Me la he pasado tomando, estuve tomando lunes, Ante la frustración de no lograr retener a los objetos externos, se aísla
jueves y viernes, casi todos los días. Ya no hago casi nada más, igual en la oficina ya no defendiéndose del sentimiento de soledad. Por otra parte, denomina mejoría a la
me siento tan pensativo como que miro más bien qué tengo más por hacer y bromeo más ausencia de pensamiento, defendiéndose de los recuerdos dolorosos y de las angustias
seguido. Es que creo que es mejor así. Ya no quiero pasármelo deprimido todo el tiempo o y culpas que le ha propiciado reconocer el daño que ha generado en otros. Pareciera
pensativo, creo que así no debe ser. Como antes que me la pasaba era así y me sentía muy que el chiste es una salida maníaca a la depresión que acompaña la frustración.
mal”.
“Llevo dos semanas saliendo con alguien. Pero me da miedo, no sé qué pueda Para sentir la presencia es necesario llevar la relación al punto de la agresión.
pasar con ella. A ella la conocí hace poco, pero esta semana he tratado de buscarle Busca de forma permanente objetos pero solo en ese nivel logra sentir que se
problemas, de buscar un motivo para pelear, no sé por qué. Me he puesto a analizar y no relaciona, ya que desconoce al objeto y a él mismo cuando muestra sus cualidades.
he podido darme cuenta de por qué necesito pelear con ella”. Esto también implica el lugar que el paciente busca ocupar como padre malo. Sin
“Para mí todo esto ha sido muy doloroso. Incluso yo quisiera estar bien con la embargo, se muestra una búsqueda en su mundo interno por las motivaciones y
mamá del niño. La semana pasada hablamos, pero ella siempre me reprocha todas las comprensiones de sus experiencias, lo cual implica un mayor desarrollo. Con ello
cosas que hice. Cuando yo estaba con ella, sentía algunas veces que así tuviera otras vienen los sentimientos de dolor ante las personas que ha alejado por esas mismas
mujeres ella era quien más me importaba, sentía que tenía alguien ahí. Ahora sentirme solo razones y que ya no lo esperan.
ha sido difícil y he pensado mucho antes de empezar una nueva relación”.
“Pasó algo que me temía y fue que busqué a la mamá del niño para ir a ver a mi Al buscar a la familia, busca también la posibilidad de cumplir con su función
hijo. Llegué a la casa y el niño me rechazó, me dijo que no quería salir conmigo. Eso sí y ocupar el lugar de padre. Cada vez que siente el rechazo nuevamente se presenta la
ella estaba espectacular, muy bonita. Y es que hablé con ella para ver si podíamos culpa persecutoria en la que los objetos pasan de ser deseados a denigrados por la
intentarlo otra vez, pero como siempre ella empieza a reprocharme otra vez las cosas, me crítica que siente y le despierta los sentimientos hostiles infantiles. Su sensación de
dice que yo le fui infiel, que estuve con otras mujeres. Ella eso no me lo puede perdonar. búsqueda no solo se evidencia en el acercamiento que hace a su esposa y su hijo, sino
(…)Sí de hecho creo que si estoy buscando algo, es porque hay algo que he perdido o que también con respecto a otras mujeres que generen en él sentimientos de omnipotencia
no tengo. Eso sucede cuando uno tanto busca”. y satisfacción placentera, para de esta manera evitar aceptar sus sentimientos hostiles
dirigidos al objeto materno.
“No sé por qué tengo que estar saliendo con muchas mujeres al mismo tiempo. No La necesidad de tener al mismo tiempo varias mujeres refleja la manera como
sé lo que busco, como tú me has dicho, pero no he logrado saber qué es. Siempre hay el objeto materno permanece escindido en partes buenas y malas, pues en principio
tentaciones y no me puedo aguantar. Y eso me hace sentir mal”. son mujeres idealizadas que posteriormente le decepcionan y a las que toma por
traición o abandono. Pareciera ser una forma de dirigir sus impulsos hostiles y
agresivos hacia la madre, los que no pudo expresar en su infancia ante la amenaza de
la madre real. Una vez siente estas sensaciones de hostilidad se siente culpable por los
deseos agresivos que le han sido generados.
“Resulta que este fin de semana preparé de todo para Yurani. Reservé en un hotel De manera inconsciente el paciente se encuentra con una relación peligrosa
un cuarto para los dos, hice que lo decoraran todo con rosas y que todo estuviera bien. Y para él y para ella quien es menor de edad. A pesar de que refiere no haber conocido
se le cayó la billetera en un momento y salieron los papeles a volar. La ayudé a recogerlos este aspecto de ella, trasgrede la norma que puede ser asociada a la manera como su
cuando vi que tenía tarjeta de identidad. Entonces al principio me quedé extrañado, porque padrastro trasgredió la norma sexual del incesto. Es posible que de esta manera
ella me dijo que tenía 19 años. Y en la tarjeta aparecía que tenía 15 años. Yo le reclamé también se exprese la sexualidad perversa y confusa que él no ha logrado comprender
que por qué me había dicho mentiras. Ella me dijo que tenía miedo de que si yo me y elaborar desde la infancia. La búsqueda va más allá del vínculo que se construye
enteraba la iba a dejar. No sé, siento que es una situación como peligrosa. Pero me da entre los dos, continua siendo una parte infantil del sujeto que encuentra una mujer
mucho pesar, porque me estaba ilusionando mucho. Ella me parecía una mujer idealizada y puritana, una madre buena que no llegó a conocer. El engaño y la
espectacular, no solo porque es muy bonita sino su forma de ser, que está muy pendiente decepción son proyectados en ella, lo cual libera al sujeto de la culpa y la
de mi, que me hace sentir muy bien. Pero pues tiene 15 años, es menor de edad”. responsabilidad implícita en esta relación peligrosa. Esto quiere decir que de manera
inconsciente busca un objeto al que no es posible acceder y del cual se va a
decepcionar.
“Lo que pasa es que pasó lo que más me temía, lo que yo no quería, incumplí una Una vez proyecta la decepción en su última pareja, el sujeto comienza a
promesa que me hice. Yo había prometido no volver a estar más con dos mujeres y no mantener una relación en la que se siente con el poder de denigrar a la figura
pude, caí. En el viaje me vi con Yurani y yo estaba decidido a dejarla porque no me femenina. De esta manera continúa presentándose como un hombre infiel, pero así
convenía pero no fui capaz de decirle nada. Y la semana pasada como el jueves o viernes mismo los sentimientos de culpa persecutoria le generan la fantasía de haber dañado
me llamó Viviana y me dijo que venía a Bogotá por algo de la universidad y vino y pasó lo al objeto. Para él la sensación de ser esperado es lo que le impide terminar la relación
que tenía que pasar”. con la adolescente y lo que en parte le permite a él ocupar un lugar de padre al interior
de una relación perversa.
“De hecho llamé a una (mujer) que sé que siempre voy a tener lo que quiero con Nuevamente busca nuevas parejas defendiéndose del vínculo, de la relación
ella, aunque a veces siento que quiere algo serio pero no quiero. No sé por qué esta íntima y del sentimiento de abandono. Este pasar de objeto a objeto le permite ser
sensación como de miedo o no sé qué que no me deja estar solo y que me dan ganas de abandonador antes que abandonado, de igual manera que lo aleja de los sentimientos
buscar muchas mujeres”. dolorosos que implican una mirada más introspectiva y de preocupación por el otro.
Así mismo con la búsqueda de los objetos femeninos reafirma la seguridad de su
afinidad sexual por las mujeres, necesidad que está implícita en los recuerdos
traumáticos de su infancia con su padrastro. Es como si sentir que su madre esté
cerca, así lo maltrate y así él sienta hostilidad hacia ella, lo hace huir de la posición de
objeto erotizado del padre malo.
“El fin de semana salí con unas amigas y bueno, la pasé rico, con la que te conté la Nuevamente expresa la necesidad de afirmar su masculinidad al estar rodeado
vez pasada que terminó con el novio (…) De todas maneras seguiré buscando a alguien de mujeres a las que puede acceder sexualmente. Su búsqueda pareciera estar
más o me quedaré solo, no sé. Con Diana estuvimos el fin de semana bailando, salimos, relacionada con la búsqueda por un objeto con el cual identificarse, de padre malo
tomamos harto y ella se quedó en mi casa”. agresor de mujeres o de un padre que no conocer y que reconoce pero en su ausencia.
“Quiero seguir construyendo. Por eso trataré de alejarme de esas otras personas, de Hace un intento por alejarse de las mujeres como fuente de búsqueda de
las mujeres con las que he estado, de no buscarlas. De todos modos siento miedo de que identidad sexual. Por esta razón busca el refugio en los padres – tíos que le han
vuelva a pasar algo ahí. Sino que me parece extraño que vuelva a sentir tantos temores. brindado un espacio de contención y sobre los cuales se puede apoyar para aclarar sus
Ah, además este fin de semana que pasó me cambié otra vez para la casa de mis papás, ya confusiones de lugar y de función. Volver a vivir con ellos implica volver a tener la
no estoy más solo. (Sonríe)” experiencia de ser hijo y de reparar esas vivencias traumáticas y de frustración con los
primeros objetos.
“Ya he dicho esto, pero ahorita conocí otra persona en uno de esos viajes y me El objeto bueno aparece inicialmente aunque de modo menos persecutorio,
siento muy bien porque creo que se preocupa mucho por mí. (…) Con ella es diferente, pues sus expectativas no resultan ser tan idealizadas, porque él ya no manifiesta con
porque no me siento que tenga que ser distinto sino que soy el que soy. Además no siento tanta persistencia su sensación de estar dañado y no poder brindar ni atribuir ninguna
que ella me esté juzgando todo el tiempo, ni nada de eso (…) la otra vez que nos vimos me cualidad al objeto. Sin embargo, el temor a perder al objeto amado reaparece con la
dijo que estaba muy mal con el novio y que quería salir conmigo y yo no le vi ningún premura con la que desea retener a la nueva pareja proponiéndole que vivan juntos. Al
problema. Yo siento que ella así como yo, también tiene su pasado y sus defectos y no soy parecer la situación pone a la pareja en una postura similar, que es la de la huida de la
quién para juzgarla. (…) Ahora ella está decidida a venir a vivir conmigo. Vive en Neiva, madre mala. Esto pude referirse a un avance en la manera como el paciente se logra
pero a ella la mamá la tiene haciéndole los oficios de la casa”. vincular en un sentido diferente al de la trasgresión y la imposición.
“Decidí que me voy a arriesgar y voy a intentar de nuevo algo con ella. Pues yo El riesgo que decide tomar el paciente supera el terror que tenía por ser
espero que no haya problemas, que todo salga bien. Hablé con mi hermano y él que abandonado y denigrado por el objeto femenino. Encontrarse en la casa de sus padres
siempre ha estado pendiente de mí me dijo que de una, que lo hiciera; lo hago porque la le brinda al sujeto mayor seguridad y confianza para iniciar una nueva relación de
verdad me siento muy solo y creo que con ella las cosas pueden cambiar, va a ser pareja en la que también fantasea conformar un grupo familiar con unos hijos
distinto”. diferentes, a diferencia que en esta ocasión no desconoce a su hijo ni lo excluye de su
nuevo lugar, asegurándose de construir una nueva historia en la que no se identifique
“Yo pienso que con Mónica a lo mejor quiera intentarlo de nuevo y ser por fin esa con el padre ausente y abandonador, que en su fantasía prefiere otros hijos.
familia. No pienso en tener más hijos, aunque en algún momento lo pensé, porque no
quiero desplazar a mi hijo y yo sé que eso puede suceder, que él se sienta que lo he Cabe anotar que según lo que manifiesta, parece sentirse más aceptado por sí
cambiado por sus hermanos”. mismo y por su familia, sintiendo de nuevo la pertenencia a este grupo familiar y al
nuevo grupo que va a conformar. También decide intentar la nueva relación porque al
“Es que ella llegó en un momento difícil. Yo me encontraba débil, no me sentía terminar definitivamente con la relación de matrimonio, siente que nadie lo va a
tan bien precisamente porque me he sentido muy solo. Por eso creo que accedí a vivir con esperar emocionalmente. Así vuelven a manifestarse grandes temores y ansiedad.
ella, a arriesgarme. Yo siento que por ejemplo, el hecho de salir ahora a tantos viajes es
por eso mismo, ahora salgo a trabajar los fines de semana para eso, para alejarme. Incluso Mónica y viajar representan para Jaime experiencias nuevas que le permiten
algunas compañeras de la oficina me dicen que yo no descanso, que llego a veces muy dejar de pensar en su soledad y en el dolor que le ocasiona tener que superar su
tarde los domingos o los lunes en las madrugadas y sin embargo voy a trabajar”. pasado y volver a construir una familia. Intenta en este sentido, conocer nuevos
caminos y trayectos con temor a tropezarse de nuevo. Estas nuevas experiencias
también se reflejan en el abandono a la terapia y el trabajo que implica la elaboración
y el pensamiento.

“Es que ella (la esposa) la otra vez me dijo que yo era una porquería de lo peor, un Las palabras que le dice su esposa relacionadas con el maltrato que él le
inútil que no sabe hacer nada y que gente como yo no merecía estar vivo. Y eso me da mucha infringe, son asociadas a las dichas por la madre cuando era pequeño. Esta
rabia. Pero a veces pienso que tiene la razón, a veces me dan ganas de dejar de estudiar, siento situación es la que representa su situación con la madre y la incapacidad del niño
que yo no soy de allá ni tengo por qué estar allá”. pequeño para responder, lo cual también se manifiesta a través de la confusión de
lugar y del sentimiento de no pertenencia. Su confusión de no saber quién es él
“Además la otra vez llegó diciéndome que una amiga le había dicho que para que yo muestra los mecanismos de escisión que utiliza en la actualidad en sus relaciones
me le saliera de la cabeza tenía que acostarse con otro. Y el viernes de la semana pasada no como padre, hijo y esposo.
llegó a la casa, ella no llegó en toda la noche y yo si llegue juicioso a verme con ella para
arreglar las cosas pero ella no llegó y como el niño se fue de paseo con unos familiares Su expectativa frente al objeto deseado también es de agresión y de
entonces ella aprovechó. Y eso me dejó pensando, pero cuando salí ella llegaba y pensó que no infidelidad, lo cual refleja la identificación proyectiva que muchas veces
la había visto y me dio mucha rabia entonces la insulte muy feo en la calle y mi mamá se pareciera relacionarse con una confusión entre él y su esposa. Así mismo refleja
alcanzó a dar cuenta y me dijo que como le hablaba así a ella que yo no debía hacerlo, pero es su expectativa de traición, de infidelidad y desprecio hacia él por parte de su
que siento que ella debería sentirse así de mal como yo. ¿Me gustaría saber qué piensa?” esposa a quien dirige los sentimientos de odio que no pudo dirigir hacia su madre
durante la niñez. Esta misma expectativa es expresada en la pregunta que hace a
la terapeuta, pues su fantasía está referida a la desaprobación y crítica.
“Es que me da miedo que esas cosas las vea Liliana, que vea cosas en mi que no son, A pesar de contar con una esposa y un hijo, el sujeto no deja de sentir el
porque yo no quiero reaccionar mal ni quiero tener rabia, es que eso me lo produce es mi abandono y la soledad que espera de manera permanente por parte de sus seres
esposa. Yo con Liliana me he sentido bien, aunque no llevamos mucho saliendo pero con ella queridos. El sentimiento que manifiesta de manera frecuente es el de juzgamiento
me siento tranquilo, me he sentido mejor. Quisiera empezar de ceros y volver a empezar mi y descalificación por parte de su familia desconociendo su responsabilidad en las
vida con alguien diferente, volver a tener una familia y a pensar en que va a pasar después y agresiones que ha dirigido hacia ellos. La violencia hacia su esposa no se debe a
volverme a animar a organizarme”. su carácter impulsivo, sino que es visto por el paciente como una reacción a la
forma de ser de ella con él, relación alusiva a la madre mala.
“Yo siento que ella (la esposa) siempre está en contra de mí, que siempre quiere
decirme cosas malas y solo espera cosas malas de mí. Además mi familia también después de Encuentra a una nueva mujer a la que idealiza pero de la que de manera
eso se ha puesto en contra mío. Pues mi papá (tío) la otra vez me dijo que no pensara eso, que inconsciente espera los mismos juzgamientos y descalificaciones de sus actos, lo
ellos querían lo mejor para mi, pero igual me sigo sintiendo con rabia por ellos. Mi mamá- cual se convierte en el gran temor y la barrera para constituir una nueva pareja. Su
mamá se fue a vivir allá a un cuarto con mis dos hermanos porque no tenían donde vivir y yo deseo de empezar de ceros también es su deseo por recuperarse y sentirse
los veo y apenas el saludo. Con un hermano si me la llevo bien, o sea con un primo, él y yo si posibilitado a asumir el lugar y la función de padre y esposo, que se ve afectada
nos entendemos, es el único en esa familia al que le puedo hablar y no me hace sentir mal”. actualmente por las partes infantiles de su personalidad y el dolor que no ha
podido elaborar ocasionado en su infancia.
“Yo me quedé pensando la semana pasada lo que le comenté que de pronto usted
pensara cosas que no son, porque yo no me considero una persona mala o con sentimientos El sujeto proyecta todos sus objetos internos persecutorios en su familia y
malos. Sino que a veces siento es eso, mucha rabia y mucho odio por tantas cosas que me su pareja, a quienes atribuye las actitudes de descalificación, a pesar de que las
pasaron y que ahora con mi esposa, ella también se ha vuelto humillante conmigo tal y como lo figuras que lo han “rescatado” traten de hacerle entender la responsabilidad que
era mi mamá, yo también he pensado eso. Y es que siento que mi familia me mira con pesar, tiene en el resentimiento de su esposa. También es evidente la manera como
como si me tuviera lástima y me da mucha rabia, porque nadie tiene por qué sentir lástima por confunde a su madre con su tía y a su primo con su hermano, lo cual más allá del
mí. A mí me duele mi hijo, aunque ahora lo veo los domingos, trato de compartir lo máximo deseo de haber pertenecido a otra familia, muestra la manera como escinde a sus
con él, me hace sentir muy feliz, cuando juego con él y estoy con él me hace sentir el hombre objetos internos en buenos y malos. Cuando su tía quien representa la madre
más feliz del mundo. Siento que debo darle todo lo que yo no tuve, darle la felicidad que a mí buena, trata de señalarle sus errores, él de inmediato la siente como enemiga y
no me dieron”. siente el reproche como traición. De igual manera ocurre en su lugar de trabajo
donde siente que al pedírsele algo se le está agrediendo. Se trata de proyecciones
en todo lugar que él no ha logrado elaborar en su mundo interno (elementos beta).
El dolor por la situación de su hijo, también se refiere al dolor por su

propio self infantil, rechazado y humillado por su madre y abandonado por su
padre. Por eso, espera poder brindar a su propio hijo una función paterna que no
ha sido posible integrar en su mente y que teme no poderla cumplir al interior de
su familia.
“También me alejé de la muchacha que te conté, no me siento preparado para tener Se aleja de los objetos que lo cuestionan una vez siente actitudes que él
otra relación. Ella fue la que me llamó la otra vez porque no la volví a llamar, pero como ella interpreta como rechazo, abandona antes de ser abandonado. Por esa razón parece
me había dicho que no seguía conmigo por lo que estaba casado, igual no la volví a llamar que la expectativa constante de Jaime está referida a un objeto que lo desprecie,
aunque nos vemos a veces en la universidad, ella es compañera mía (…) Pero espere, yo quiero no lo escuche y lo juzgue.
preguntarle usted qué piensa de esto, ¿será que si van a cambiar las cosas?”.
En términos transferenciales también se observa el temor del paciente
porque la terapeuta sienta rechazo hacia él por las situaciones que ha comentado,
por ser él quien es. Transfiere el sentimiento de no ser valorado por la madre sino
rechazado por ella, quien rechazó al hijo que no tiene padre y quien separa a su
pareja actual. Teme que el maltrato se repita en la terapia con él a través de la
fantasía de abandono que surge en él al contar su historia. El cambio en esta
sesión se refiere a la manera como él conforma sus nuevas relaciones,
proyectando en los objetos externos la continuidad o la terminación del vínculo.
“Jaime llega puntualmente, entra al consultorio y me pregunta: ¿Cómo vas?, ¿Cómo La dificultad para pensar se expresa en la ansiedad que le produce hablar
has estado? Yo le respondo que muy bien, que gracias. Al ver que me siento y no le digo nada, de sí mismo y de sus experiencias dolorosas. Esto representa la ausencia de un
se coge la cara y se hace hacia atrás y me dice: Pregúntame algo, la verdad no sé qué decir. objeto interno tranquilizador y esperanzador, razón por la cual muestra mucho
temor a la soledad y el abandono, tanto así que debe escuchar la voz de la
Esa llamada que me hiciste para mí fue un alivio. Cuando llamaste a preguntar qué terapeuta quien concretamente debe preguntarle o hablarle para sentirse
había pasado y si iba a volver, porque yo pensé que ya no iba a poder venir, por lo que había acompañado. Teme también que lo que vaya a decir sea malo o genere algún
faltado tanto. Y es que ni en el trabajo me he podido concentrar, tampoco en la universidad, me daño en el objeto, el “no sé qué decir” se refiere a la sensación de no saber si
está yendo mal en todo. Pero yo te agradezco mucho que me hayas esperado. Eres la única puede dar algo bueno de sí.
persona que me escucha y este es el único lugar donde cuando hablo no me juzgan, porque en
todos lados eso si pasa. Eres casi que la única persona que se preocupa” (llora). La llamada para confirmar la asistencia de la terapeuta permite que el
paciente pueda sentirse esperado y en el pensamiento de otro, esto le genera alivio
y contención a sus sentimientos hostiles, los que puede expresar sin que el objeto
lo abandone. No obstante, también genera frustración pues a diferencia del
consultorio y de acuerdo con un momento de idealización a la terapeuta, en su
casa tiene la expectativa de ser rechazado y denigrado, sentimiento que proyecta
en quienes lo rodean.
“No quiero volver a llamarlo (a su hijo), para qué si sé que me va a rechazar o que no La expectativa de un nuevo encuentro con su hijo es de rechazo, culpa
me va a querer ver. (…) Sí yo sé que viví cosas muy bonitas con él, pero no quiero llamarlo, persecutoria al haberlo abandonado por varias semanas. Siente que su hijo tendrá
para qué voy a hacer que nos veamos o que me recuerde si yo sé que le voy a hacer daño. (…) sentimientos hostiles hacia él como consecuencia de su alejamiento. Su idea de
Yo no quiero volver allá, ni con la mamá de mi hijo ni nada. A lo mejor le siguieron hablando dañar al objeto aparece cuando también aparece él como padre malo. Su
mal de mí”. sensación es de no ser recordado ni amado por su hijo y esposa, ambos se han
convertido en objetos persecutorios, luego de que él se ha ausentado por tanto
“Yo no sé cómo irá a ser esta semana santa. Porque ahora sí en serio voy a sentir la tiempo. Por esta razón siente que la soledad más que una decisión, es un
soledad, ahora si voy a estar solo-solo”. abandono por parte de su esposa y su hijo.
“¿Tú eres siempre así de seria? (…) Te pregunto, porque me da mucha curiosidad, tu En la relación con la terapeuta se refleja el mismo temor que manifiesta
eres muy seria y me pregunto si es así en todos los lugares y con todas las personas. No me con respecto a su familia, de respuestas frías y despectivas. Su deseo es el de
gusta que seas tan seria y sería mejor que al menos te rieras de vez en cuando”. encontrar una respuesta alegre como alternativa diferente a la tristeza y la soledad
que siente. También busca salirse de la relación terapéutica una vez siente estos
sentimientos de desolación, queriendo estar como en otra lugar y como con otra
persona.
“Es que yo siento todo el tiempo que están en contra mía. Yo creo que te había Los conflictos de Jaime se presentan con la figura femenina. Su protesta y
comentado ya antes que tenía algunas dificultades en el trabajo y esta semana que pasó peleé su resentimiento son reflejados en la relación con las compañeras de trabajo o de
con 3 compañeras. No sé por qué siento que me están ofendiendo, que ellas son groseras. Yo le estudio de quienes siempre espera juzgamiento y agresión. Esto puede deberse al
digo a mi mejor amigo o al compañero con el que me la paso, que ella fue la grosera y él me modelo en su relación temprana con la madre y al frecuente rechazo y
contestó que no, que ella fue amable conmigo y me dijo las cosas de buena manera”. humillación del que hizo parte. Necesita en este caso de un amigo, que no
reconoce como tal o como un objeto bondadoso, para saber si su actitud es
exagerada, situación que hace pensar que el paciente comienza a hacer un intento
por verse a sí mismo y por sentirse aprobado.
Lo llamo por teléfono para confirmar la cita. Jaime responde con sorpresa al haber La relación que establece con la terapeuta muestra el temor del paciente a
pensado que la cita era a las 6 de la tarde. Jaime dice que había estado muy pendiente de la dañar al objeto pero al mismo tiempo la agresión contra él. La expectativa es la de
cita porque ha necesitado hablar conmigo y me pregunta si es posible atenderlo al día confirmar que el objeto permanecerá para él en su espera, forma de probar a la
siguiente. Le contesto que no y acordamos vernos a las 6 de la tarde. terapeuta para confirmar el abandono que espera del objeto.
“En estos días me puse a pensar y la llamé (a Yurani) y pensé si no me contesta Así como en la relación terapéutica, el paciente establece sus relaciones
entonces ya doy por cancelado esto, hago como que no pasó nada. Pero sí me contestó y con diferentes mujeres de las que espera una respuesta a sus llamados. Si no se
hemos venido hablando estas semanas. Hace poco pensé que no me importaba, que le iba a siente en la mente del otro, sus impulsos hostiles se vuelven contra el objeto y
decir que nos cuadráramos y ella aceptó, entonces ahora es mi novia”. luego contra sí mismo, en forma de culpa persecutoria. Ante la respuesta
inesperada de afecto de la terapeuta y de esta nueva pareja se siente extraño y de
“Yo busco en una mujer no solo que sea bonita, sino que me haga sentir bien y sea inmediato el temor pasa a ser el de poder perder al objeto, saturarlo y dañarlo. En
buena gente, que esté todo el tiempo pendiente de mí, que me llame, que me quiera. Y ella ese sentido, cuando conforma un vínculo amoroso, el paciente tiende a idealizar a
tiene todo eso, yo siento que es la mujer de mi vida. Pero me siento también muy intenso, las mujeres en un primer momento.
siento que la presiono mucho. Además es que no te he contado cuántos años tiene, es de 18
años. Es muy joven y yo ya le dije que se viniera a Bogotá a vivir conmigo, es que no puedo Por ahora es Yurani la mujer de su vida cuando se siente incluido dentro
esperar, quiero todo ya, que sea para ya mismo. (…) Si pasara algo o me decepcionara, con de la relación, sin embargo teme que al mostrar su gran necesidad el objeto lo
todo lo malo que he hecho, lo infiel que he sido…” deje solo. Esto le genera dificultad para esperar, para tolerar la frustración de que
el objeto no responda a su necesidad de inmediato y esto se refleja en el
sentimiento de ser “intenso”. El objeto sigue siendo para él un satisfactor de sus
sentimientos de soledad y angustia, desconociendo la distancia que existe entre él
y su nueva pareja a quien apresura pedirle que viva con él. Este objeto puede
volverse persecutorio cuando él se sienta culpable por las infidelidades y por
haber alejado de sí lo que ha querido.
“Supongo que tengo que empezar a hablar yo. Como tú no me preguntas nada”. En la relación terapéutica se va esclareciendo la manera como él
conforma los vínculos, lo que en un principio era tomado como cualidad del
objeto (idealización) es lo que posteriormente puede llegar a ser sentido por él
como rechazo o despreocupación. La culpa persecutoria surge ante la fantasía de
lo que piensa la terapeuta después de haberle relatado todo lo malo que se ha
sentido.
“En la oficina he tenido muchos problemas, ya ni siquiera le hablo a nadie. Siento que Su sentimiento de que el objeto no va a responder también parece
la gente me ha cogido fastidio y que yo he hecho que eso pase. Estoy muy aburrido allá, y en el sucederle a él con respecto a sus relaciones con los otros. No solo muestra
estudio y en todo lado. Me he vuelto más agresivo de lo normal. Nadie me puede decir nada aburrimiento e inconformidad con lo que le sucede en el mundo externo sino
porque contesto muy grosero”. consigo mismo. La culpa que siente por lo que sucede en otros ámbitos de su vida
resulta persecutoria. Esta culpa le produce sentimientos depresivos debido a que
“Otra vez tengo esas ideas de hace dos meses, de que lo mejor sería morirme, no para su sensación de estar lleno de objetos dañados en su mundo interno le generan el
mí sino para los demás. Si me muriera de pronto si sufrirían algunos, pero eso sería pasajero y deseo de acabar con ellos, lo que implica acabar con sí mismo.
podría resolverse. Pero yo siento que a nadie le importo”.
No se siente importante en la vida de otros sujetos y se siente
descalificado constantemente por esos objetos internos escindidos que no logra
comprender ni integrar. Así mismo sus sentimientos hostiles, que expresa como
lo mejor para los demás, también expresan una fuerte agresión al medio, hacia
quienes desea que sientan lo que él siente por una ausencia y un vacío interno.
“Terminé definitivamente con Yurani, hablamos y que definitivamente no seguíamos. La expectativa de rechazo se evidencia también en su situación laboral.
(…) y en el trabajo pues todo normal, no me han dicho nada. Andan como serios. He tenido Siente que él hace activamente cosas que lo llevan a que el objeto lo abandone.
mucho que hacer y me toca mejorar porque he pensado que me pueden echar”. En la situación transferencial parece verse lo mismo, ante tanta ausencia a las
sesiones y de material que a lo mejor para la terapeuta sea importante. Respuestas
“Estoy molesto por lo del sábado con Diana, porque aunque no pasó nada, pues como “Ya me lo esperaba” y “no pasó nada”, son manifestaciones de la
estábamos algo tomados y casi pasa. Y por lo de Yurani también, además la llamé el fin de expectativa ante el objeto, de una respuesta fría y de desengaño así como con el
semana y no fue ella la que me contestó, fue otro tipo diciendo que era el novio y que no la objeto materno, quien al igual que Yurani da prioridad a otra figura masculina
molestara. Pero en el fondo ya me lo esperaba”. (padrastro) que no es él. La expectativa de abandono que expresa en todo nivel
puede reflejar la historia de sus vínculos a lo largo de su desarrollo.
“Mira que tuve dos sueños: en el primer sueño iba en un carro con un señor que no
conozco pero yo le decía papá. Íbamos a recoger a una señora que se subía al carro y yo le Así mismo los sueños que el paciente lleva por primera vez a consulta,
decía mamá. Era muy raro, no los conozco. Y en el otro sueño iba en el bus de mi papá creo y representan un regalo del sujeto a la terapeuta, para así poder ver la reacción ante
ahí iba con un tipo que tampoco conozco”. esa búsqueda del paciente. Busca producir una respuesta emocional en la
terapeuta, seguramente como lo buscaba de niño con su madre para lograr ser
reconocido y ubicado en algún lugar dentro de la familia a la que sentía que no
pertenecía y este caso dentro de la relación terapéutica. La respuesta emocional
de la madre podría ser fría, por tal motivo espera de la terapeuta otra respuesta
como la seriedad por la que reclamó en sesiones anteriores. No obstante, el sueño
representa una situación esperanzadora, donde el carro y el bus pueden
representar el tratamiento. Allí va a conocer partes masculinas y femeninas suyas
que desconoce (sus objetos internos), tarea que realizará él junto con la terapeuta
“embarcados en ese viaje” que es la terapia. El bus es un espacio grande que se
dispondrá a recibir nuevas cosas, personas y experiencias.
“Mira que he tenido problemas con un par de viejas que hicieron algo que a mí me
molesta muchísimo. (…) Fue otra amiga la que me dijo, que ellas decían que yo no hacía nada,
que no salía con nada. Me dio tanta rabia. Tenía ganas de ir a decirles de todo, esperé a que Para el paciente es difícil manejar la frustración ante la crítica del objeto
ellas dijeran algo para ir a reclamarles. Fui y les dije que cuál era el problema que tenían cuando ha sentido su esfuerzo por ser reconocido. Los temores de haber dañado
conmigo. Les dije que no tenían por qué ir a hablar de mí y que podían habérmelo dicho. aparecen ante las situaciones de agresión e impulsos hostiles que le producen
Reaccioné muy agresivo. Mis compañeros se sorprendieron, porque en la universidad yo soy estas actitudes, generando preocupación y culpa.
muy callado, no digo nada. Ellas se quedaron calladas, y el resto de la clase no me pude
concentrar todo el tiempo, porque siempre era pensando si lo que dije estuvo bien, si no estuvo En el sueño se puede observar el temor a que no pueda reparar el daño
bien, si la había embarrado o me había pasado con ellas”. producido al objeto. Ese miedo a estrellarse se refiere también a cierto temor a
desbordarse en sus sentimientos depresivos una vez llega a asumir lo que ha sido
“He seguido soñando con el bus, pero a veces siento que me voy a estrellar o que voy a el recorrido de su vida y una vez hayan prevalecido las partes adultas de su
caer a un abismo y ya cuando veo el abismo, me despierto. Tú sabes cuál es el miedo que le personalidad. Esto implica el miedo a “manejar cuando cojo el bus de mi papá”,
tengo a manejar cuando cojo el bus de mi papá. A mí me da miedo estrellarme”. es decir llevar a cabo las funciones de padre y ocupar dicho lugar con su hijo,
reparando al objeto interno paterno, oportunidad que le ha brindado su relación
afectuosa con el padre – tío.
“La verdad es que yo me sentí muy bien cuando me llamaste, no pensé que me fueras a La expectativa por perder el cupo y el espacio terapéutico se presentan
dar otra oportunidad. Yo pensé que ya iba a perder el cupo, pero el hecho de que me hayas ante el hecho de que el paciente se ausenta y siente que va a ser abandonado. A
esperado, para mí fue muy importante y te agradezco mucho (...) Yo te quería preguntar por diferencia de las otras respuestas que ha recibido de rechazo, en la relación
qué dejaste que volviera. Yo he pensado dos opciones: o le parece que mi caso es muy terapéutica hay una actitud de espera que le permite al paciente sentir que
interesante, o piensa que sí puede ayudarme. (…) la verdad yo me siento muy feliz con esto, pertenece a un vínculo terapéutico y que se siente en la mente de quien lo
porque siento que ha habido muchos cambios. Me siento menos ansioso, aunque todavía lo escucha. Se inquieta por la respuesta de la terapeuta pero reconoce que el objetivo
soy. Pero muchos miedos me he quitado. Por ejemplo ahora no me da miedo decir lo que está en función de él y le ha servido, lo que evidencia mayor disposición a
pienso y en la oficina eso se ha visto. Me han puesto más trabajo y es que cuando yo me incorporar las bondades que el objeto tiene la posibilidad de brindarle a él. No
equivoco siempre estoy dispuesto a reconocerlo y a dejar que otros me lo digan. (…) Entonces solo contenidos dañados como los que sentía que le proporcionaban los objetos
ahora tengo mucho qué hacer, pero sí es cierto eso y me he sentido mejor, con mucha más que mantiene escindidos.
confianza que antes. Y menos conflictivo, la otra vez íbamos en el bus y otro tipo se me
atravesó, mi compañero me envenenó mucho y yo ya iba como llenándome de rabia, pero llegó El sentimiento de haber recibido del objeto las cualidades como la espera,
un momento en que dije, para qué pelear, dejarlo seguir no gano nada haciendo problema. Y han permitido que el paciente sienta mayor confianza en sí mismo y en sus
así he sentido que he podido controlarme más, que no exploto como antes ni soy agresivo”. propias capacidades por ofrecer también cualidades. Esto se ha visto reflejado en
una mayor tolerancia a la frustración y a la ambivalencia, así como la
(Relato de un sueño) “Iba en ese bus con el que siempre me acompaña pero yo no comprensión y pensamiento acerca de sus sentimientos hostiles y partes infantiles
podía manejarlo bien. Íbamos por una bajada y yo no podía frenar, los frenos no le servían, yo de la personalidad. En su experiencia está siendo más consciente de que su hacer
sentía que me iba a ir por un abismo y tenía mucho miedo. Y cuando ya el bus iba a estrellarse en la relación no solo está referida al daño del objeto, sino también puede ser otro
me desperté muy asustado. Es que a mí me da miedo manejar, yo manejo en la ciudad y mejor. En este sentido, la expectativa de la respuesta del objeto es diferente y no
manejo en pueblos pero no por carretera, es que es mucha responsabilidad”. está referida solo al rechazo, sino a la aceptación.
El sueño refiere esos temores a las nuevas experiencias, en las que

también puede verse frustrado. Estos nuevos caminos (por carretera) implican
también nuevas historias de vínculos que pudiendo diferenciar de los primarios,
pudiera llegar a reparar sus objetos internos y así asumir las funcionas propias del
lugar que ocupa en su familia. Esto tiene que ver también con la responsabilidad
de sus actos y el asumir la culpa de forma depresiva, de los errores que ha
cometido.
“Lo otro que pasó es que la mamá del niño me pidió que necesitaba urgente que le Aun es difícil de comprender y aceptar la frustración de la separación de
firmara los papeles del divorcio y eso la verdad no me lo esperaba, me dejó muy sorprendido”. su esposa. Firmar los papeles de divorcio quiere decir que el vínculo se ha roto y
que ahora su posición ha de ser distinta con respecto a su hijo y a su función
paterna. Por esto todavía siente resentimiento por el rechazo que le manifiesta su
esposa refiriéndose a su deseo por hacer legal su separación, lo que todavía
despierta en él sentimientos asociados a la experiencia infantil de abandono.
PERTENENCIA
“A mí se me han olvidado cosas de mi vida, están borradas, hay años que parecieran Sus experiencias infantiles han sido borradas por causa del dolor que le ha
en blanco porque no sé qué paso. Yo tengo unos hermanos pero ni siquiera sé en qué ocasionado la experiencia de ser hijo. Esto evidencia el grado de sufrimiento que
momento llegaron ni me acuerdo bien por qué están ahí”. tuvo que atravesar en la niñez y que no logró ser contenido, ni elaborado por sí
mismo. El escaso recuerdo de sus hermanos da muestra de lo ajeno que se sintió al
“Ellos son menores que yo, pero yo no me acuerdo del momento en que nacieron. grupo familiar, y el olvido por la manera como ellos llegaron al mundo también
Yo no fui muy cercano a ellos de hecho yo con mi mamá ni siquiera me hablo ahora, a quien refleja la confusión en la relación parental que de manera simultánea vivenció con
le digo mamá es en realidad tía mía, la que me recibió porque mi mamá me echó de la casa la ausencia de su padre biológico. Lo traumático puede verse reflejado en la falta de
desde los 5, 8 años y después me volvió a echar como a los 12”. desarrollo psíquico relacionado con el tiempo (borramiento).
“Es que yo siento que no soy de ninguna parte, en mi casa a veces también me siento La confusión de lugar que muestra, relacionado con su familia y su lugar de
así y en el trabajo, yo tengo miedo de todo, siento mucha pena de hablar, de que me trabajo, refleja la dificultad del paciente para sentir que pertenece. Esto se puede
escuchen. A veces pienso que no sé si sea el lugar en el que debo estar, porque a veces es relacionar con la fantasía de no ser querido ni deseado para el objeto, como si su
demasiado bueno o me siento bien y siento que no hago parte de eso que no es a mí al que le pena se debiera a una marca negativa por la cual no ha sido ni será aceptado en
está pasando” ninguna parte. Las situaciones que lo favorecen son sentidas como ajenas, lo propio
es sentido como sufrimiento.
“Mi esposa se llevó al niño y se me perdió con el niño y ese ha sido el peor momento
de mi vida porque él es todo para mí y no sabría que hacer sin él, me sentí muy mal sin él”. Las experiencias de la niñez han sido tan difíciles que al no poderlas
elaborar se borran y no se nombran. Para él sentirse ajeno a su familia resulta ser
una defensa contra lo traumático que resulta sostener esta relación perversa con su
padrastro y es la manera como él puede sobrevivir a dicha situación. Así mismo no
contaba con el sostén de su madre ni con la seguridad o protección de ninguna de
las figuras parentales, razón por la cual su sentimiento de desprotección es
permanente.
“Es que no se por qué cambiaron mis sentimientos hacia mi esposa Yaneth, pero ya Al sentir los juzgamientos de su esposa, pareciera que hace la equivalencia
no quiero volver con ella, creo que ya perdí lo que tenía con ella y me he vuelto a sentir muy de sentirse expulsado de la familia. Sus proyecciones generadas por impulsos
solo. Es que siento mucha rabia hacia ellos, hacia mi familia porque me dieron la espalda, y hostiles hacia ellos, son sentidas como desprecio y abandono reflejados en lo que
ahora me hacen sentir mal por todo como si yo fuera malo o le que hubiera hecho estuviera manifiesta como haberle dado la espalda, es decir, haberse sentido excluido. La falta
muy mal, me juzgan mucho por lo que pasó con mi esposa y ellos no entienden cómo es de comprensión sentida por parte de sus padres también es percibida por él como
ella”. rechazo y lejanía de sus padres – tíos a quien comienza a percibir como objetos
malos.
“Esta semana me he sentido muy extraño, venía pensando eso ahorita. No siento que Al ser sus objetos internos más de tipo persecutorio, su sentimiento de
sea yo, no me reconozco, me he sentido bien estos días, pero no siento que sea yo quien esta extrañeza con respecto a lo que en algunos momentos deja ver su mundo interno, lo
sintiéndose así. Es algo raro, es como un sentimiento de tranquilidad, de quietud, este no soy lleva a rechazar sus cualidades y a no sentirse identificado con ellas. Esto refleja la
yo. Es que he tratado de ser menos agresivo, incluso esta semana me quedé muy sorprendido sensación de sentirse lleno de objetos dañados que no muestran bondades con su
con algo que me dijo una compañera, que me hizo pensar no sé, que como que no me lo mundo interno. La nobleza que refiere según lo que dice su amiga es posible que
estaba diciendo a mí. Me dijo: es que usted es raro, a veces reacciona de una forma refleje la postura defensiva por una parte y las partes infantiles de desprotección y
exagerada, como agresiva, pero en el fondo usted es muy noble. Es que no sentí que fuera de fragilidad por otro lado, este último no reconocido por el sujeto quien se ha forjado
mí del que hablaban, si me dicen algo bueno no lo reconozco como que hablan de mí. A lo de mucha protección en contra del sentimiento depresivo y del dolor psíquico.
mejor estoy tan acostumbrado a las cosas malas que me han pasado que ya no siento que
pueda estar feliz o bien, yo no sé qué es eso. Por eso me siento así, como quieto, como con Su expectativa de lo que es el hogar se relaciona con la soledad debido a la
un sentimiento de tranquilidad pero nulo”. falta de comprensión que siente de los objetos y la ausencia sentida en la mente de
su madre de él como hijo. Sin embargo, sucede como en las relaciones de pareja que
“Entonces ya no tengo ni quien me acompañe, esta semana me hicieron una cirugía así sienta rechazo hacia el objeto femenino madre en este caso, siente que debe
(en la boca) y no quería decirle a mi mamá, le iba a decir a un amigo pero al fin no le dije, quedarse con ella y retenerla con la finalidad de no sentirse abandonado. También la
entonces me toco recurrir a ella”. idea inconsciente de retener a esta figura es la de poder descargar sus impulsos
hostiles sobre ella. Así mismo para el sujeto es necesaria la compañía pues es la
Me trastee esta semana de apartamento, me pase a otro cerca de donde estaba y manera de sentirse perteneciente a un vínculo que le pudiera brindar protección y
ahora si vivo solo. Ahora si he sentido la soledad, por eso me la paso ocupándome en lo que contención en su dolor psíquico representado en su dolor de boca.
sea para no sentirme así, casi ni voy allá sino solo a dormir.
Por otra parte es posible observar cómo el sujeto se aísla a manera de
castigo o expulsión del hogar, pues se trata de su vivencia una vez entra en
discordia con su familia e intenta a través del trabajo defenderse del sentimiento
propio de sus partes infantiles de la personalidad.
“Si, es que yo ya no siento nada bueno de nadie. Yo me he sentido muy deprimido Su fantasía es la de dañar toda relación que inicia, de dañar el objeto al igual
por eso, muy solo, ya no tengo a nadie, ni siquiera mi ex novia, no la volví a llamar, pero es que a la terapeuta. Los objetos internos persecutorios se vuelven contra sí mismo y
que tampoco quiero embarrarla con nadie más. Yo sé que si empiezo con alguien una le producen el sentimiento de estar dañado en su interior. La rabia y el dolor están
relación voy a terminar dañándola y que todo va a salir mal como siempre. De pronto por ahora dirigidos contra sí mismo y a eso se refiere sentirse mal. No obstante, él
eso también no había vuelto, porque me sentía muy mal”. también propicia su estado de soledad de manera inconsciente a pesar de proyectar
en el exterior el mandato de ser expulsado del grupo familiar, siendo sus objetos
internos persecutorios quienes propician esta lejanía acompañada de un sentimiento
igualmente de culpa que continúa dañando su mundo interno.
“Igual les dije también que yo no me sentía ya de la familia, que ellas me hacían El paciente no siente un lugar de pertenencia en la familia. Confunde el
sentir como un arrimado, que igual ni ella era mi mamá, es que ni mi tía y ella tampoco era lugar de hijo y de hermano por su deseo de haber tenido unos padres y unos
mi hermana, es mi prima”. hermanos que lo aceptaran y lo desearan y que también fueran aprobados por él.
Este lugar de no pertenencia genera en él sentimientos de rechazo y resentimiento
que él asimila como traición. Por este motivo se deja de permitir ser hijo pero y ser
padre al no saber dónde ubicarse dentro del plano familiar.
“Lo que pasa es que conocí a alguien, pues ya la conocía pero no te había contado La idea de encontrar a “la mujer de su vida” es para él la posibilidad de
porque la vi la primera vez en diciembre y tuvimos nuestro cuento, pero nos dejamos de encontrar un objeto materno bondadoso que lo pueda hacer sentir como parte de un
hablar porque ella tenía su novio. (…) Y me siento tan bien con ella, es todo lo que yo busco vínculo: sentirse querido, acompañado, seguro, es la sensación de contención que
en una mujer, me hace sentir diferente. (…) Es como sentirme acompañado, querido por no ha sentido disponible en principio y que posteriormente ha disociado cuando se
alguien, me hace sentir seguro, yo quiero darle seguridad a ella, así ella no me la de a mí. Es decepciona del objeto, desde una postura parcial. No obstante resalta de antemano
que la soledad me da muy duro. Mientras trabajaba de domingo a domingo llegaba solo a la posibilidad de querer brindar estas funciones así él no las reciba por parte de ella,
dormir. Ahora que ya pasó eso, llego a mi casa temprano y es desesperante. Me siento previendo que el objeto va a ser decepcionante en alguna oportunidad. Es una
horrible, me siento muy triste y muy solo. No te imaginas cuánto le he pedido a Dios para manera de retener al objeto y de poseerlo para lograr sentirse perteneciente al
que las cosas con Yurani salgan bien, por eso quisiera que se viniera a vivir conmigo, yo vínculo y así sentir que es aprobado para ella. A pesar de que en el momento
estoy dispuesto a todo, a sostenerla, a que no le haga falta nada”. idealiza el objeto, este es retenido con el fin de negar la soledad y el vacío de no
construir una relación entre dos con otra persona que no logre poseer por completo.
“Ese pueblo me encanta (el de yurani), a veces he pensado que podría dejarlo todo Así de cierta manera “compra” su presencia.
acá y con unos ahorros que tengo irme a vivir allá y poner un negocio, vivir tranquilo sin que
nadie supiera mi pasado. Yo le he contado esto a una amiga y ella me dice, bueno pero su Esa necesidad de brindar al objeto protección y seguridad también puede
hijo qué, y yo le digo que para qué si no puedo estar con él sino con las condiciones que diga estar referido a lograr ocupar el lugar y la función que no pudo ocupar con su madre
la mamá”. biológica cuando fue agredida y él se sintió impotente. Puede tratarse de la
búsqueda por clarificar el lazo que sostiene con el otro.
En esa misma vía se encamina su búsqueda por un sitio diferente, en otro

pueblo donde pueda ocupar ese lugar idealizado por él mismo de padre y esposo
que hasta el momento él ha sentido como ausentes. Tiene la idea de pasar de un
grupo a otro buscando dónde pertenecer y sentirse protegido, seguro y con afecto.
“En la oficina sigo teniendo problemas, una compañera me dijo que qué es lo que La fantasía de ser expulsado de la familia también se transfiere a las
me pasaba que cada vez me pongo más agresivo. Y es que me dio mucha rabia lo que pasó. relaciones con grupos de estudio. Pone en el mundo externo el sentimiento de ser
Pues es que era un trabajo que teníamos que hacer en grupo. Y una compañera mandó un eliminado o estar excluido por sus objetos internos, sensación que ha permanecido
mail donde tomaron una decisión y yo vi que no estaba incluido. La verdad fue que no lo leí en todo vínculo que tenga que constituir y que es más claro en el de trabajo ya que
bien. Entonces cuando hablamos le contesté muy mal, le dije que entonces me dijera si no logra pensar y elaborar esas experiencias que generaron sentimientos hostiles
quería que yo no estuviera en el grupo. Ella me respondió que leyera bien el mail... Yo lo leí hacia los diferentes objetos y las expectativas de abandono y desprecio. Así como
y sí, creo que no tenían la intención de sacarme, pero yo me sentí así. Es que ando como a la en el grupo, también en su mundo interno son los objetos femeninos los que
defensiva”. confabulan en contra de él, como partes de la madre mala que él no ha logrado
asimilar e integrar.
“Eso es lo que pasa en la oficina, que me he sentido excluido y yo no quiero eso
porque prácticamente es como una familia, son las personas con quienes me la paso todo el De igual manera ocurre con los vínculos laborales de donde también teme
tiempo. ser expulsado. Esto es asociado a la familia en el sentido de la compañía y la
presencia, lo cual se encontró ausente en su experiencia primaria de familia.
“Allá ya no me quieren, siento que no puedo recuperarme, que ya hice muchas cosas Se refiere a su esposa y a su hijo y la fantasía de que no desean que él ocupe
malas y cuando trato de hacer las cosas bien, me encuentro con obstáculos que yo mismo me el lugar de padre y esposo. Su sentimiento es de haberle sido despojado de sus
he puesto”. funciones y de no poder repararlas así como tampoco a las bondades de sus objetos
internos y los obstáculos son reconocidos como provenientes de sí mismo.
“Seguro llegar tarde a mi oficina también puede ser por eso (al igual que llegar Estos sentimientos reviven en él las experiencias tempranas de exclusión y
tarde al consultorio). Para saber si les hago falta o no allá. De todas maneras yo pienso que despreocupación por parte de su madre, situación que se repite en su fantasía en la
no le hago falta a nadie, que nadie se preocupa por mí”. relación con su esposa, en el trabajo y con la terapeuta transferencialmente.
“Mi puesto está en riesgo, y me toca ponerme las pilas. Es más, escuche por En esta sesión el paciente es un poco más consciente de su responsabilidad
casualidad que estaba hablando de mí la coordinadora con el jefe. Le decía que yo no con respecto a la posible exclusión de su trabajo, de su universidad y de la terapia.
progresaba y que no me estaba esforzando. Entonces cómo voy a pedir ahora permiso, ellos Observa como por sus mismos actos y actitudes puede perder la pertenencia a estos
necesitan resultados porque estamos haciendo un trabajo muy importante. Y ahora me toca espacios y los vínculos que se incluyen allí. A pesar de temer ser expulsado
cambiar la actitud y mirar como vuelvo a destacarme. Es que igual me toca en la universidad pareciera que buscara llegar a serlo, abandonando con anterioridad al objeto. La
porque la verdad me estaba yendo muy mal en ambas cosas. Y creo que en esta semana he vivencia externa de estas experiencias refleja la manera como vive la relación con
mejorado mucho, no creo que esté tan mal para dos sesiones a la semana.” sus objetos internos.
De esta manera busca la manera de agradar y satisfacer al objeto lo cual se
ve reflejado en su búsqueda por sobresalir en la oficina y con la terapeuta. De ahí
que sus respuestas sean algunas veces de tipo maníaco o por formaciones reactivas
cuando se da cuenta de que puede llegar a estar por fuera de estos grupos.
“Eso pasa en la oficina. Yo he oído que me dicen raro, que soy extraño. Pero hay una Este es el reflejo de la ansiedad persecutoria que se presenta con el objeto
(mujer) con la que me he llevado mal por mucho tiempo, yo sentía que estaba pendiente de interno materno. La mujer con la que se lleva mal y busca una excusa para poder
lo que yo decía pero para estar en contra. Y es que en la oficina somos solo dos hombres, yo justificar la expulsión del paciente, representa a la madre que lo despojó de su
soy el que me quedo”. vestido y lo expuso desnudo fuera del hogar. Por este motivo se refugia en las
figuras masculinas idealizadas, que siente como en desventaja frente al objeto
femenino aterrador que lo hace sentir desvalorizado.
“Aquí también siento que puedo hablar con más confianza, siento más confianza Durante esta sesión el paciente logró sentirse como más perteneciente al
contigo que antes. Tu otras veces me has dicho que a mi puede que me dé pena venir a vínculo con una sensación de mayor confianza y seguridad para expresar sus
contarte mis cosas por temor a lo que tu pienses, pero ya no tanto, me siento mucho más sentimientos de hostilidad hacia el exterior disminuyendo las proyecciones con el
tranquilo hablando acá”. paso del tiempo. Así mismo reconoce la necesidad de estar con su familia a la que
ha dejado con la fantasía de sentirse excluido y repudiado, sin embargo vislumbra la
“Yo quisiera volver a tener a mi familia, siento que eso me da mucha más seguridad, posibilidad de reparar su objeto paterno y así poder ocupar el lugar de padre y
que me voy a sentir mejor y que voy a tratar de recuperar lo que he perdido, que fue lo que esposo que se le ha dificultado tanto durante el proceso y del que ha sido difícil
construí”. responsabilizarse pues hasta ahora intenta darse cuenta del daño que produjo a su
familia sintiendo culpa más de tipo reparatoria que persecutoria.
seriamente tratar de intentarlo otra vez con ella. Además porque quiero estar otra vez con mi A pesar de que la expectativa es la del reproche y la crítica, Jaime comienza
hijo, y me he dado cuenta que ellos son mi familia, lo único que tengo. Pero eso también me a reconocer su hacer en la relación, lo que ha hecho para que el conflicto con su
ha despertado muchos miedos, muchos temores. Pienso que puedo volver a cometer los esposa permanezca, reconociendo también el dolor y el rencor que ella pueda sentir
mismos errores, a volverla a embarrar con mi esposa”. por sus acciones. Se incluye dentro de su familia aceptando que no fue abandonado
sino que él mismo se alejó de ellos, abriendo paso en su mente a que no los ha
perdido. No obstante, esto conlleva a sentir temor y miedo que esta vez no
inmoviliza al sujeto ni le impide desempeñar las funciones paternas.
“Con lo de los buses, me siento tan bien manejando y ayudando en el negocio de mi La cercanía con su padre – tío le ha permitido sentir que su objeto interno
papá, que incluso he pensado si mejor dejo mi trabajo y me dedico solo a esto, porque me tiene la posibilidad de ser reparado y con ello su propia función de paternaje. Al
siento muy bien, ellos me llaman y siento que me necesitan”. sentirse incluido, se siente respaldado hallándole un mayor sentido a su quehacer
allí que en la oficina. Por ese motivo piensa en abandonar su trabajo inicial para
acercarse al trabajo que lo hace sentir como perteneciente al grupo familiar. La
percepción de ser necesitado genera un sentimiento que hace emerger más partes
adultas de la personalidad (responsabilidad y trabajo con sentido).
“Yo sé que en parte he decidido arriesgarme con Mónica a vivir con ella por eso, El riesgo que nombra al iniciar una nueva relación sentimental implica que
porque no me quiero sentir solo. Mi hermano por ejemplo llega a la casa y tiene quien lo logra ver la posibilidad de la frustración y la decepción. Su preocupación se orienta
espere, mi papá también tiene quién lo espere, yo no tengo a nadie. (…) Yo pienso que con más a la necesidad de hacer parte de un vínculo en el que se puedan expresar las
Mónica a lo mejor quiera intentarlo de nuevo y ser por fin esa familia”. cualidades del objeto que en esta oportunidad no aparece denigrado. El hecho de ser
esperado también representa la situación terapéutica en la que siente que el vínculo
(Refiriéndose a la solicitud del divorcio por parte de su esposa) “Yo sé que ella me con la psicóloga lo hace sentir que pertenece y que puede establecer una relación
ama todavía aunque diga que no, yo lo sé muy bien. Yo creo que es porque necesita hacer sentimental en términos no posesivos.
los papeles para comprar una casa. Nosotros estábamos haciendo un ahorro antes de Sin embargo surgen algunos sentimientos relacionados con las partes
separarnos y ella lo que habíamos logrado al principio se lo gastó, luego volvimos a infantiles de la personalidad referidos a su esposa cuando le pide el divorcio. Parece
comenzar a ahorrar y yo creo que, haciendo cuentas, ya debe tener la plata para comprar la que esta situación inesperada para él le despierta estos sentimientos de hostilidad,
casa y por eso necesita el divorcio. Es que ya llevamos 11 meses de separados, llevo todo celos y envidia, ante la realidad de no sentirse esperado por su esposa. Ahora esa no
ese tiempo solo y ella no sabe lo que es llegar a una casa sin tener a nadie que lo espere. Ella es la situación que más lo atemoriza sino el hecho de sentirse solo y abandonado,
tiene al niño, yo no tengo a nadie”. sentimientos que no se expresan de manera persecutoria en su relato, sino de modo
depresivo en el que acepta que no puede tener a su hijo como antes sin llevarlo a la
“Yo me juzgo demasiado. Pero siento que apoyar a mi familia con el trabajo me hace postura de abandono como opción defensiva.
sentir muy bien”.
La pertenencia a su familia política en gran medida intenta reparar esos
espacios mentales en los que él ha escindido sus objetos internos y brinda la
posibilidad al sujeto de integrarlos más, haciéndole sentir una sensación de alivio y
menos angustia. Tener estas nuevas experiencias como hijo le hacen sentir al
paciente reconocimiento por parte de su familia y además el sentimiento de
pertenecer y de ocupar un lugar importante para ellos, estar presente en su mente.
AJENIDAD
(Refiriéndose a su esposa) “Yo no sé qué me pasa cuando me da rabia, es como si El sujeto desconoce el lugar que ocupa su esposa. Pareciera no lograr
quisiera que ella sufriera el mismo dolor que yo siento, que sintiera lo mismo que yo. A diferenciar a su esposa de su madre y es hacia ella a quien dirige toda su rabia y
veces soy muy grosero con ella, incluso una vez llegue a golpearla (…) La verdad es que en frustración. A través de la identificación con el padre malo, hace de su relación de
una ocasión cuando estábamos peleando, yo la golpeé y la obligué a tener relaciones pareja una relación de mucha violencia, en la que confunde la expresión del amor
conmigo y… nunca me había sentido tan bien… Sentí que el dolor y la rabia desaparecieron, con la agresión. También la desconoce como sujeto cuando accede sexualmente a
me sentí calmado como que se me hubiera pasado lo que tenía”. ella de forma violenta, como lo hizo su padrastro con su madre.
“Yo pensé que la manera de hacer volver al niño conmigo era reconciliándome con Su confusión refleja el mecanismo de la identificación proyectiva masiva
ella y busqué que volviera conmigo y volvimos a vivir juntos, en un apartamento en la casa con el objeto materno. Su esposa entonces pareciera actuar, según el paciente, de la
de mi mamá y mi tío”. misma manera que actuaba su mamá con él, con sentimientos de indiferencia y
rechazo. Parece confundirse también con el objeto madre mala, en el sentido en el
que desea propiciar el mismo dolor del sujeto en el otro.
La manera como quiere acercarse de nuevo a la familia también parte de un

hecho violento, que es el de utilizar a su esposa como medio para llegar allí, a pesar
de la presencia de sentimientos de agresión a ella. La agrede convenciéndola de
regresar, a manera de engaño.
(Refiriéndose a su esposa) “Y por eso me lleno de odio y solo pienso en cómo La violencia dirigida hacia su esposa – madre también se relaciona con la
hacerla sentir mil veces peor y que le duela tanto como a mí me duele todo lo que me dice. maternidad y la llegada de su hijo con el nacimiento. Se refiere a él como quien
La verdad es que me acuerda a mi mamá, a como era ella cuando yo estaba pequeño y como tomó la decisión de concebir, sin tener en cuenta la relación que construyó con su
me trataba de mal y por eso me da mucha rabia y me enceguezco” esposa y que materializó en la relación sexual. Pareciera que en la fantasía fue él
quien concibió y dio a luz a su hijo, lo cual también refleja la confusión con su
“Igual siento que él (su hijo) esta acá es por mí, porque mi esposa no lo sabía, pero madre y con el lugar que él ocupa al interior de la familia.
yo si sabía que ella había quedado embarazada, solo que no se lo dije. Es una decisión que De igual manera, se trata de una trasgresión con el cuerpo de su esposa –
yo tomé porque ella no quería y yo si tenía muchas ganas de tener un hijo”. madre, en el que el deseo se ve mediado por la violencia, y en donde decide sobre el
cuerpo de ella.
“Y es que estoy muy molesto con mi mamá, siento que ella me dio la espalda (…)
Yo estoy hablando de mi mamá - tía, de la otra no sé ni me interesa. Mi papá me ha pedido Con respecto a los objetos que fueron bondadosos en su niñez y que le
que comprenda la situación y que trate de entender, pero es que ellos siempre de parte de brindaron protección, a quien él actualmente llama padres, son sentidos por él como
otros. Es que quisiera irme de ahí ya no quiero ni volver, me da pereza estar ahí y verlos. Es abandónicos cuando le señalan los errores cometidos con su esposa e hijo. La
que yo siento que todos como que me hablan feo, no sé porque, incluso en la oficina a veces traición es sentida por él cuando se siente desaprobado y criticado. En este caso es
me piden algo y yo como que me ofusco porque siento que me piden las cosas de mala gana notoria la escisión que hace frecuentemente de los objetos. En este apartado solo se
y la gente me dice que de dónde saco eso. Es que ya sé, yo no soy como capaz de recibir lo dirige a ellos como padres malos y los equipara a su madre biológica de quien habla
que la gente me dice”. con indiferencia aparente. Estas agresiones sentidas por el sujeto también son
sentidas en su lugar de trabajo, lugar donde transfiere todas sus relaciones
primarias.
“Es que con esta compañera yo siento que la grosera fue ella, que me estaba El lugar que ocupa frente a las mujeres está relacionado con la figura
ofendiendo o hablándome de una manera que no me gustó. Pero me pasó también con otra paterna que tuvo en su infancia. Su padrastro denigraba y maltrataba a su madre,
compañera que hace unos meses me dijo algo que no me esperaba. La que me había dicho con lo cual parece haberse identificado en parte y es manifiesto en su relación con
que yo soy muy noble. Pero no sé qué pasó y también peleé con ella. Me contestó que yo era su esposa, madre – tía y compañeras. Así mismo se muestra ambivalente con ellas y
muy grosero, que por qué era así. Y no sé, yo me pongo a pensar y no sé (…) Pues yo he a pesar de recibir aceptación él no espera nada más que rechazo. Sin embargo, hace
pensado que a mis compañeras las hice sentir mal y no sé cómo controlar todo esto que un intento por ponerse en el lugar de ellas y reconocer las proyecciones que pone en
siento cuando me hablan, porque eso me preocupa”. el mundo externo y que no logra comprender.
“Creo que de pronto si tiene que ver con todo esto que me pasó con mi mamá. Y la Ante estas situaciones Jaime se siente culpable, en este apartado más una
otra vez me quedé pensando en lo que le dije y de pronto la hice sentir mal. ¿Te hice sentir culpa de tipo depresivo, y también lo siente hacia la terapeuta. Tal vez así era el
mal?” modelo de relación con la madre, ante su maltrato y trataba de explicar la distancia
de su madre por un acto malo de su parte y justificar así la actitud de ella con él.
“Y la muchacha con la que te dije que estaba saliendo también le terminé, le dije que El sujeto no reconoce lo que hace activamente para empezar y terminar
no quería herirla que no me sentía listo para empezar una nueva relación, la verdad es que relaciones pasajeras con distintas mujeres. Refiere hacer daño y evitarlo, pero de
tengo miedo. Ella me dijo que por que no le había dicho antes, pero no sé por qué hago esto, manera inconsciente no registra la manera como al retenerlas y posteriormente
es que a veces yo hago daño y no sé por qué. Por ejemplo con una compañera de la oficina, expulsarlas del vínculo está dirigiendo sus impulsos hostiles hacia ellas, quienes
entre los dos había mucha química y había un paseo que yo sabía que ella iba por mí y yo no representan el objeto femenino madre – esposa – amante. La culpa que manifiesta
fui como para evitar eso. Ella terminó con el novio y yo me siento culpable, porque una vez es de tipo persecutorio, pues teme haber dañado el objeto y posteriormente recibir el
ella trató de acercarse y me lo insinuó pero yo le dije que con mujeres comprometidas no me rechazo y el abandono de otras mujeres, cuestión referida al miedo a iniciar nuevas
metía. Entonces por eso creo que ella terminó con el novio, por mi culpa”. relaciones amorosas.
“Es que yo soy mujeriego, tengo que estar buscando mujeres, no puedo dejar de ser El miedo también se ve referido al sufrimiento que le produjo a su esposa la
así. Quisiera ser una buena persona, ser normal. Mi esposa es muy buena, ella nunca ha infidelidad y la separación. Y muestra su deseo por ser como ella cuando es sentida
tenido a nadie más siempre ha pensado en el niño, en la familia, quisiera ser así. (…) Pero como una madre buena, expresando el deseo por lograr ocupar el lugar de padre y
llegó un momento en que paré y dije, esto no puede ser así, no más, no me hace nada bien, esposo buenos. Parece reconocer en ese sentido, la necesidad de reparar al objeto y
no sé por qué lo hago, solo hago daño”. de comprender su manera de relacionarse, asumiendo la posición de hostilidad en la
que se encuentra con respecto a su familia.
“Porque lo hago pero sin sentimientos, como solo por sexo y ya, a veces me siento
sucio. Y cuando les termino es por lo físico o por lo que sea, pero nunca sé a la larga por qué Habla de las mujeres como si fueran el mismo objeto referido al objeto
sigo. Usted se preguntará qué bueno si yo sé que está mal, por qué lo sigo haciendo. Pero es primario. Estar con ellas por sexo es asociado a la suciedad referida a la misma
que he tratado de respondérmelo y no sé”. confusión en la que se encuentra al no diferenciar los sujetos inconscientemente y
su razón es repetir la escena primaria violenta que vio entre su padrastro y su madre
sintiéndose identificado con su padrastro al denigrar y utilizar estas mujeres para su
satisfacción personal sin tener en cuenta el de ellas y después abandonarlas.
“Conocí a otra muchacha en el mismo pueblo. Me vi con ella el mismo día que Es posible observar la manera como el paciente escoge a las mujeres con las
llegué a Purificación, llegué en la madrugada y me quedé con ella hablando hasta unos que se relaciona y el parecido físico resulta ser una muestra de la manera como él
minutos antes que llegó Yurani. Casi se encuentran (sonríe), no faltó mucho, si eso hubiera hace equivalencias y escisiones entre ellas. Para Jaime no existe una mujer – madre
pasado hubiera sido terrible. Y es que yo veo que se parecen mucho, cuando vi a la una – pareja como objeto total, todas parecen representar una parte de la madre,
primera y a la otra después me quedé asombrado con el parecido que tienen. Una tiene lo buscándola de manera parcial en muchas mujeres. Esto evidencia la confusión que
que la otra no, Viviana tiene lo que le falta a Yurani”. tiene en su mente ante dos madres, dos parejas, dos padres. Son objetos parciales
que son buenos o malos, idealizados o denigrados, al ser dañados con su deseo
hostil en la fantasía.
“Hablé con Yurani, pero yo ya sabía que me iba a estrellar, me dijo algo que no me En esta relación sostiene una posición infantil de omnipotencia en la que no
gustó para nada y que me hizo pensar muchas cosas. Según ella que yo no le había dicho que reconoce la propia responsabilidad en el cuidado por el objeto o por el vínculo. Y al
era casado y que tenía un hijo. Entonces me dijo que no podía estar conmigo así y me dijo mismo tiempo rechaza a la otra mujer como si tuviera la necesidad de vivir con dos
que no más. La verdad me decepcioné porque yo entregué mucho en esa relación. Y pensé mujeres, una que represente a la madre buena y otra que represente a la madre mala.
en seguir entonces con Viviana, pero no, la verdad es que no la quiero”.
No obstante, logra un intento por controlar sus impulsos agresivos, que más
“Pues ya mis ideas han cambiado mucho, ya no pienso las cosas que te había que una salida de preocupación por el otro, se trata de una defensa maníaca que
comentado, de hecho me he sentido con más ánimos como más optimista. Y en mi trabajo busca negar el dolor depresivo y la angustia frente a la posibilidad de quedarse solo
también he cambiado, trato de no hacer sentir mal a nadie y tratar de contener mi mal genio, y reconocer su responsabilidad en ello.
porque es que yo me estaba volviendo muy agresivo y era muy grosero para contestar”.
(Con su esposa) “No sé qué pueda pasar, ella todavía me reprocha y me dice cosas A lo largo del proceso terapéutico es la primera vez que el paciente
que no me gustan, sobre todo lo que ha pasado. Incluso no desaprovecha oportunidad para reconoce su responsabilidad en el dolor de su esposa y su resentimiento, logrando
decirme algo sobre lo que pasó, sobre lo que yo hice. Estuve a punto de ponerme de mal ponerse en el lugar de ella. Esto disminuye sus impulsos agresivos (proyecciones)
genio, pero pensé que ella tenía razón en su dolor y en su rencor por todo lo que he hecho. sobre el objeto y logra comprender la posición de ella frente a su infidelidad y sus
Pienso que le hice mucho daño y que no es tan fácil que las cosas vuelvan a ser lo que antes. propias actitudes hostiles. En esta sesión es más consciente en términos de tiempo y
Así que mejor me quedé callado y no dije nada, porque yo sé que le hice daño y ella en parte espacio, que el daño que ha infringido al objeto no va a ser anulado ni olvidad, ni
tiene razón de desconfiar”. tampoco volverá a ser lo de antes. En este sentido da claridad a la diferenciación de
los objetos, reconociendo quién es su esposa y la historia pasada con su madre.
(Refiriéndose a otras mujeres) “Claro que hay cosas que no siento que pueda decir
así no más, sobre todo con una mujer porque ustedes por lo general responden, ay que La situación transferencial también da cuenta de la posibilidad de que la
guache ese tipo. Pero tú sabes que uno con la gente con la que se la pasa, sobretodo terapeuta – mujer se sienta molesta por lo que dice y piense el paciente. Sin
hombres, pues se le pegan a uno esas groserías. Y tampoco siento que eso pueda decirlo así embargo, es consciente del lugar que ocupa al interior de la terapia y también en el
aquí. Pero el resto de cosas yo te las digo, lo que pienso y lo que me pasa. Con mi esposa, mundo externo con respecto a las mujeres, razón por la cual es más cuidadoso en un
pues tengo ese miedo otra vez, no me quiero descachar y embarrarla otra vez”. nuevo intento con la esposa a quien reconoce ahora en su lugar de esposa diferente a
la madre. Así mismo reconoce un límite entre él y los otros, al darse cuenta de que
hay un punto que puede sobre pasar en la relación con otros y dañar al objeto. Lo
reconoce de manera comprensiva sin que ello se convierta en algo catastrófico para
él.
HOMBRE ADULTO, 28 AÑOS. JAIME

“Lo que pasa es que en mi niñez viví cosas muy feas, sufrí mucho y yo vivía con El paciente muestra un self maltratado que ha buscado mediante la escisión
mi padrastro. Él todos los días le pegaba a mi mamá muy duro, le daba unas golpizas defenderse tanto en su niñez como ahora en la adultez. Esta escisión se refleja en su
espantosas delante de mí y de mis hermanos, a mí también me pegaba muy fuerte, me sentimiento de no pertenencia y de no ser de ninguna parte, con la finalidad de no
maltrataban mucho y mi mamá también, me decía cosas muy feas, ella me insultaba y me enfrentarse a la realidad traumática para él. La escena primaria para él no abrió
pegaba con lo que se encontrara, con palos, varillas o cables y aunque yo se los escondiera espacio psíquico para la fantasía, lo que conllevó que para el paciente el desarrollo
ella siempre encontraba algo para pegarme duro. (Llora)… Y es que a mí mi padrastro me psíquico se viera enmarcado más en la realidad concreta y confusa que no permitió
abusaba, eso fue mucho tiempo desde pequeño… yo no entendía que era lo que me hacía abrir paso al pensamiento ni a la elaboración de estas imágenes reales que tuvo que
pero lo único que le decía era que no me hiciera más eso que a mí no me gustaba. El me presenciar. Esto implica que las sensaciones de angustia y terror no procesadas por el
amenazaba con que no le contara a nadie, que si yo le decía a alguien me pegaba o me pensamiento no tuvieron tampoco un continente que permitieran algún tipo de
hacía cosas peores. A mis hermanas, las hijas de él también las violaba todos los días y les experiencia emocional, y que en la actualidad el paciente continúa expulsando de la
pegaba muy duro. Solo en una ocasión una de ellas le contó a mi mamá que era lo que él mente como elementos beta incomprensibles.
les hacía y ellas le dijeron que a mí también me pasaba. Ella me preguntó si eso era cierto
y yo le respondí que sí que él me amenazaba y que a mí me daba miedo. Entonces ella fue En esa misma vía, no solo fue testigo presencial de una escena primaria
con nosotros a poner la demanda y eso fue un proceso largo y se lo llevaron a la cárcel. Y concreta y violenta, sino se vio fuertemente perturbado su lugar en la triada edípica.
esa fue una promesa que me hizo mi mamá, que ella no volvería con él ni permitiría que Sus impulsos sexuales se ven disociados ante el objeto padre y madre. Su padrastro
me pasara eso otra vez, porque yo le dije que si él volvía yo no se lo perdonaría y que yo hace de él un objeto erótico y trasgrede en todo aspecto su desarrollo sexual, lo que
me volvía a ir de la casa”. obliga a la madre en un primer momento a ubicarse como límite y divisor entre su
hijo y él, a cumplir la función de impedir el incesto. Las diferentes agresiones e
“Cuando tenía 8 años yo trabajaba, yo me iba de “pato” en un bus, de ayudante con incestos pueden evidenciar una familia de funcionamiento perverso que no aclara
los conductores y mis amigos eran ya grandes. Yo tenía que ayudar en la casa (…) Un día para ninguno de sus miembros la función o lugar que ocupa dentro de esta estructura
de esos, llegué muy tarde a mi casa… y mi mamá me estaba esperando. Apenas llegué me familiar, también con respecto a sus hermanas. Lo que allí circula es el tipo de
dijo quítese la ropa que eso se lo di yo y lárguese de la casa que ya no puede vivir aquí. Y vínculo manifiesto a través de la violencia y la perversión sexual. Así mismo los
yo tuve que salir a la calle desnudo (llora), yo tenía mucha pena, mucha vergüenza de que fuertes sentimientos de ambivalencia entre el amor a la madre y el odio por el
me viera la otra gente, pero en esa época mi tío, el hermano de mi mamá y mi tía, (a quien maltrato infligido, no permiten que el sujeto integre el objeto materno, sino que más
actualmente le dice mamá), se dieron cuenta y salieron a ayudarme y me llevaron a su bien lo mantenga escindido con la finalidad de sobrevivir ante dichas situaciones
casa, ellos me acogieron (…) después me llamaba todos los días a insultarme y a obligarme traumáticas.
a volver, pero yo no quería. Luego mi tío se cambió de casa y eso para mí fue muy duro
porque me toco volver donde ella y cuando llegué me dio una paliza muy fuerte”. La familia extensa viene a ocupar el lugar de padre y madre para este sujeto,
quienes lo acogen frente a la expulsión de su hogar. No obstante la ambigüedad del
“Pero igual mi mamá rompió con la promesa, ella decía que mis hermanos sentimiento de su madre lo persigue, ya que le pide que regrese al hogar de manera
necesitaban un papá. Me da rabia pensar eso si yo nunca tuve uno y ella nunca dijo que yo violenta. El paciente sufre como un nuevo abandono el cambio de domicilio de sus
lo necesitaba… Sí el volvió a vivir a la casa, pero entonces yo ya era más grande, ya tenía tíos – padres y por esto tiene que regresar a su casa. El maltrato de su madre se
15 años. Pero no lo volvió a hacer, no volvió a meterse conmigo. De todos modos una vez, presenta cuando lo expulsa y también cuando regresa al hogar, lo cual puede
como yo trabajaba yo estaba ahorrando para comprar un equipo de sonido que apenas lo vi relacionarse con su sentimiento actual de no merecerse nada bueno y de sentirse ajeno
me enamoré de él y un amigo q lo había comprado me dijo q lo cogiera y q yo se lo pagaba cuando alguna situación afortunada le ocurre.
por cuotas, entonces yo lo lleve a la casa y salí a trabajar al otro día y cuando llegue estaba
todo destrozado, todas las partes por todos lados, él me lo había dañado, yo me sentí muy Ante la ausencia de su padrastro cuando este va a la cárcel, el paciente es
mal con mucha rabia pero no le dije nada porque no quería tener problemas, me quede quien debe asumir las funciones de sostén económico del hogar. No obstante, el
callado pero con unos amigos que tenía les dije que quería que él desapareciera. Unos maltrato de su madre es constante en la relación al igual que la expulsión del hogar, lo
amigos de ellos me dijeron que me hacían la vuelta si yo les decía pero primero quería cual es tomado por el paciente como castigo ante la ausencia de la pareja de la madre.
advertirle que tenía que irse o que yo lo sacaba y yo compre un cuchillo para tenerlo en la Sufre del rechazo de la madre ante dos ausencias, la primera con su padre biológico
casa. Como mi cuarto era al lado del de mi mama yo escuchaba todo, yo escuchaba cómo reflejado en el sentimiento de no pertenencia a la familia, y el segundo ante la
la obligaba, el también abusaba de ella y le pegaba pero yo me quedaba callado hasta un ausencia de su padrastro sentido por él a través de las golpizas y expulsiones por parte
día que no pude más y me levante y así fuera más pequeño que él lo iba a enfrentar, no me de la madre. El maltrato va acompañado de la desinvestidura concreta, en la que no
importaba lo que pasara. Me levante y entre al cuarto y le dije que se tenía que ir, que él solo se encuentra la expulsión del grupo familiar, sino también el lugar de sostén que
estaba advertido o que yo lo sacaba y él me miraba mal y no me hacía caso, hasta que lo le había asignado su madre ante la ausencia de la figura paterna, y el lugar de hijo a
seguí insultando muy feo para que se pusiera bravo y saliera. Y se levantó e hice que quien ella le reclama todos los bienes que le ha brindado, como reclamándole las
saliera de la casa y entonces cerré la puerta. Y él se quedó por fuera y yo llame a mis funciones que para con él ha cumplido en su lugar de madre.
amigos y lo buscamos por mucho rato pero nunca lo encontramos y no volvió”.
El rompimiento de la promesa de su madre representa para él un abandono y
una anulación de él por parte de ella, puesto que a pesar de la ausencia de su padre
biológico lo que es sentido como no reconocido por ella, justifica el regreso del
padrastro por la necesidad del padre para sus hermanas, desconociendo la necesidad
del paciente. Para el sujeto, él no es meritorio de la presencia de un padre real y en
consecuencia tiene que soportar la presencia de un perseguidor real que es su
padrastro.
“(Su esposa)… Es humillante, es ofensiva, lo que dice es muy hiriente. Además es Al referirse a la forma de ser de su esposa se puede observar en el sujeto
grosera cuando me habla, contesta muy mal y eso es lo que me da rabia, la manera como cómo emergen las quejas y protestas de su parte infantil de la personalidad, que siente
me habla como haciéndome sentir que soy de lo peor, que no valgo la pena. Y por eso me como injusto y degradante el trato que le dan. Con ello surgen los sentimientos de
lleno de odio y solo pienso en cómo hacerla sentir mil veces peor y que le duela tanto odio y dolor hacia el objeto materno que él intenta reconocer pero que no logra
como a mí me duele todo lo que me dice. La verdad es que me acuerda a mi mamá, a como comprender.
era ella cuando yo estaba pequeño y como me trataba de mal y por eso me da mucha rabia Ante la posibilidad de que su esposa inicie una nueva relación sentimental, el
y me enceguezco (…) Es que no soporto la manera como me habla. Así como ese día que sujeto no solo siente invadido su lugar como esposo sino también como padre, lo cual
llegó tarde, ese día la insulte muy feo delante de la gente en la calle, es que no me importó, revive los sentimientos que en el lugar de hijo se presentaron cuando su madre inicio
ella aprovechó que el niño no estaba para quedarse en otro lado”. una nueva relación con el padrastro que lo persiguió por tanto tiempo. En parte,
pareciera que culpabiliza de manera inconsciente a su madre y ahora a su esposa del
abuso que tuvo que sufrir físico y sexual por parte de su padrastro. La situación de su
esposa, es asociada de manera inconsciente por el sujeto a la escena sexual violenta
entre su madre y su padrastro, la que él tiene que presenciar y que le produce tanta
rabia.
El lugar que ocupa ahora como padre parece verse en riesgo con la separación
de su esposa y parece sentirse como el niño abandonado y maltratado que fue en su
infancia y al que no se le permitió sentir la presencia del padre.
Es que mi familia me ha juzgado mucho pero yo no pienso pedir perdón. El funcionamiento familiar también se ve afectado por la manera como el
paciente utiliza sus mecanismos defensivos, sobretodo el de la proyección, en el que
es el mundo externo el responsable de la situación con su esposa y su hijo. Su familia
al contrario, le debe todas las situaciones maltratantes que tuvo que vivir, lo cual
refleja también una confusión de tiempo, en la que el sujeto continúa haciendo más
visibles sus partes infantiles celosas y destructivas de la personalidad.
“Porque con mi mamá, ya le tengo mucha hartera, le tengo mucha rabia y ni hablar Su experiencia de ser padre tiene que ver con su experiencia como hijo. La
de la mamá del niño, con ella sí que peor las cosas, yo siento que ella le ha hablado mal de fantasía del rechazo de su hijo debido a la influencia de la madre, también lo ubica a
mí al niño y por eso me rechaza, quien sabe que cosas le habrá dicho. Yo reconozco que a él culpabilizando a su madre por no haber tenido a un padre bueno presente. Su odio
veces me hace falta, pero la rabia que le siento de una me hace llenar de odio y olvidarme está dirigido contra su madre mala interna que se repite en la experiencia con su
de todo eso”. esposa.
“He pensado si todo esto que me ha pasado es como una venganza. Mi mamá era la Su madre – tía en un primer momento ocupó un lugar idealizado, al ser ella
única persona que me escuchaba, la que sabía todo y a la que le contaba todas mis cosas. con su padre – tío quien pudo contener a Jaime ante el abandono de su madre
Ya no es así, ahora siento que ella tiene algo en contra mío, que tiene rabia. Y digo que biológica. Ahora cuando ella lo reprocha, pasa a ocupar un lugar de rival
venganza porque a mí me pasaron dos cosas con ella. La primera vez, yo tenía como 6 persecutorio, no solo ante el padre que nunca tuvo (tío) sino también ante su propia
años y la vi a ella con un vecino de donde vivíamos antes, entonces yo le conté a mi tío idea de paternidad. Escinde al objeto en bueno y malo, no recupera las bondades que
que la había visto, y esa vez le pegó y casi la echa. Y la segunda vez fue por lo mismo, yo recibió de ella y que se encuentran también en su interior (cuidado y aceptación).
tenía unos 12 años y ella comenzó a salir con un tipo de los que vivía en la misma casa y
yo también fui a contarle a mi tío. Ella dice que ella nunca tuvo nada con él, que era solo La fantasía de separar a los padres en la escena primaria, parece invertida. No
un amigo y que por mi culpa le había hecho pasar un problema muy grande con el esposo busca separar a su padre para quedarse con la madre, sino al contrario. En la
que casi le cuesta el matrimonio. Y lo que pasa es que ahora creo que mi mamá le contó experiencia con su madre y su padrastro, él con toda la culpa persecutoria que esto
algo a la mamá del niño, de infidelidades, porque ella me lo dijo, que mi mamá le había conlleva, se queda con su padrastro en una relación incestuosa mediada por la
dicho que yo había salido con muchas mujeres mientras estaba con ella. Entonces siento violencia, y ahora en la relación con sus tíos – padres, involucra a su tía en una
que me traicionó, que me hizo daño, porque tenía que contarle eso a ella si yo se lo conté relación extramatrimonial con el fin de distanciarla del padre bueno. Esto implica una
porque confiaba en ella. Ella era la única persona buena para mí”. confusión en el lugar y la función que él ocupa también al interior de esta segunda
familia. Situación que es actualizada en el conflicto con su esposa, en donde es la
madre mala la que lo separa de su lugar de padre y esposo.
“Yo he pensado mucho y es que no sé… a veces me acuerdo de cómo me trataba Esta es su respuesta ante el motivo de su conflicto con las mujeres. La
mi mamá, de cómo me maltrataba”. relación con su madre fue de maltrato y descalificación, ante lo que él siente
resentimiento. Estas actitudes de juzgamiento y crítica también las siente en las
“Creo que de pronto si tiene que ver con todo esto que me pasó con mi mamá. Y la mujeres con las que se relaciona y ante quienes descarga su agresividad contenida.
otra vez me quedé pensando en lo que le dije y de pronto la hice sentir mal (una crítica por Con su nueva pareja también refleja esta necesidad al manifestar el deseo de pelear y
la seriedad de la terapeuta). ¿Te hice sentir mal?”. disgustarse con ella.
“Esta semana hablé con mi mamá y mi hermana. Les dije que por qué le habían Ante estas situaciones Jaime se siente culpable y también lo siente hacia la
contado todas esas cosas a la mamá del niño, que si yo les había contado era porque había terapeuta. Tal vez así era el modelo de relación con la madre ante su maltrato y
confiado en ellas, pero sentí que me traicionaron”. trataba de explicarse un acto malo de su parte para justificar así la actitud de la madre.
La pregunta a la terapeuta refleja el sentimiento de culpabilidad ante la fantasía de un
sentimiento de desaprobación por parte de ella, tal como se presenta en las relaciones
actuales con otras mujeres y que es expresado en él de manera inconsciente a través
de la agresión, para finalmente confirmar el sentimiento de tener en su interior un
objeto dañado.
“Yo sé que usted tiene razón en decir que dentro de mí hay un niño resentido y con A pesar de los señalamientos el paciente no logra integrar sus experiencias
mucha rabia, pero no sé qué hacer con eso, no sé qué hacer para no sentir dolor y para no dolorosas de la infancia con los sentimientos que actualmente emergen en los
sentir que me agreden cuando no es así y que reacciono de mala manera. Es que yo a veces vínculos significativos que ha intentado construir. Se muestra la confusión y la falta
reacciono así y no sé por qué, no sé cómo controlarlo”. de comprensión de todas las vivencias dolorosas que ha atravesado. Sin embargo hace
un esfuerzo por aceptar que el conflicto parte de sí mismo, de su mundo interno y no
solo del mundo externo.
“Con mi papá me he vuelto a hablar. Con él nos vemos seguido, pero con mi mamá Es notoria la fantasía inconsciente del sujeto por quedarse con su padre bueno
si ni más y menos con mi esposa aunque ha querido que nos volvamos a acercar, yo no he (idealizado y ausente), pero el costo que tiene que pagar es el de alejarse de su madre
querido. Ella me ha buscado para que hablemos pero no quiero”. y esposa a quien no ha logrado diferenciar tampoco. Su padre a quien idealiza, es la
persona con la que siente más cercanía. Las mujeres (madre – esposa) son sentidas
como objetos que lo persiguen. No logra diferenciar su madre actual de la que tuvo
cuando era pequeño, ni tampoco logra diferenciarla de su esposa.
“Mi mamá me llamó ayer y me preguntó que qué me pasaba y ella me dice que Su sentimiento de desvalimiento se relaciona con el temor a ser expulsado, no
piensa que a lo mejor me están haciendo brujería. Porque nada me sale bien y no tengo solo de su familia sino también de su trabajo. La fantasía inconsciente detrás de
ganas de nada, estoy muy desanimado, no puedo mejorar las cosas ni siquiera en mi haberse comido algo dañado se asocia con sus objetos internos que no le permiten
trabajo, yo creo que me van a echar, mi jefe me ha perdonado muchas, pero ni siquiera he sentir algo bueno de sí mismo con posibilidad de mostrar o brindar a otros, como si
terminado un trabajo que me pidió hace tiempos. De hecho creo que estuve incapacitado todo lo que hace estuviera mal hecho a pesar de que sus jefes (padres) le perdonen
tres días porque comí algo dañado y yo hubiera podido trabajar así pero no quise ir así muchas veces. La fantasía también se relaciona con el hecho de que nunca va a recibir
pudiera”. el perdón, razón por la que lo podrían “echar”.
“Ellos (sus padres - tíos) no se preocupan tanto. Nunca me buscan. Yo a veces Su temor a volverse loco, es a no entenderse, a no recordar y no saber su
tengo miedo que todo esto tenga que ver como dicen algunos, con lo que pasa en la niñez propia historia. Pareciera que el terror que más lo angustia es sentir que no está en la
(…) Yo me la paso pensando todo el tiempo, a veces me da mucho miedo volverme loco y mente de sus padres y que por ello no lo van a buscar y lo van a dejar solo, así como
no poder con tantos pensamientos. En la oficina es así, me la paso pensando y no puedo lo sintió en la infancia. Pareciera que este sentimiento es de ser invisible, no solo
hacer lo que me toca. Ya nadie me habla y yo tampoco respondo nada, me quedo callado”. debido a su propio silencio, sino al de los otros con él.
“Es que a mí me pasa algo que me da mucha pena, no sé cómo decirte. Mmm Es una sensación parecida a querer llamar la atención de la madre indiferente,
(piensa por varios minutos, duda) es algo que pasa cuando veo una mujer bonita, atractiva, pero que al mismo tiempo es sentida por el paciente como una agresión (al pecho)
no lo puedo evitar pero me da mucha pena. Es que no puedo evitar si pasa una mujer por vinculada con el deseo de posesión y que produce en ella por la fantasía inconsciente
mi lado decirle cosas o voltear a mirarla sin importarme con quién estoy. No lo puedo del paciente, sentimientos de rechazo y castigo dirigidos hacia él. Por esta razón se
evitar, lo he intentado y he tratado de pensar que no, que eso es feo, de hecho eso me quita produce el sentimiento de culpa persecutoria, que parte de los sentimientos de afecto
puntos en la universidad. Yo no quisiera hacer más eso. Me siento muy mal, además hago confundidos con los sentimientos de odio y daño a las mujeres, que también se
sentir mal a la gente. (…) yo he tratado de no hacerle más daño a las mujeres o quisiera no despiertan ante la fantasía de rechazo por parte de ellas.
hacerlo, pero es que cuando comienzan a criticarme no me gusta”. Estos sentimientos también reflejan voracidad y agresión a las mujeres,
deseos que también le producen pena mostrar.
“La verdad he pensado últimamente en mi mamá, la de verdad. He pensado en ir a
visitarla. Y también en mi mamá la que me crió, con la que he peleado pero igual ella ha Llega el momento de lograr nombrar a su madre y a su madre – tía, lo que
sido muy importante para mí. La de verdad, es Hilda. La de crianza, es Mariela. Hilda me puede implicar una diferenciación del objeto materno y un intento por integrar a esta
llama por ahí cada 15 días. Pero vive muy lejos, además es que cada vez que voy comienza última a quien a pesar de sentir como traidora, logra reconocer que también ha sido
a reprocharme a sacarme cosas y yo le contesto muy feo porque me da mal genio. Pero con significativa. Diferenciar a su tía de su madre, ayuda al sujeto a tener mayor claridad
ella es difícil. Con quien mejor me la llevo es con mi cuñado. (…) El me llama y a veces en las confusiones de lugar y tiempo de sus propios objetos internos. Sin embargo, se
vamos a tomarnos algo y entonces él me pregunta que cómo estoy, y comenzamos a observa la dificultad por hablar alguna otra experiencia con la madre.
hablarnos de lo que cada uno hace. Creo que es la única persona que lo hace y que me Enseguida la figura salvadora es la masculina, representando al padre
pregunta esas cosas”. idealizado, quien lo comprende y escucha pero que está ausente y lejano. Se trata de
una figura intermitente que aparece de vez en cuando, pero que de forma preocupada
le otorga un lugar de hijo diferente.
“Mi hermana está brava y mi mamá también, porque ella estuvo de cumpleaños el La molestia que siente por parte de su hermana y de su madre es un reflejo de
viernes y no la llamé. La verdad es que se me pasó y cuando la iba a llamar me dio pereza. sus sentimientos ante algo que él hace activamente para que lo abandonen. Pareciera
Entonces el sábado traté de buscarla (en una fiesta) pero no quiso bailar conmigo. (…) No que este hacer, está presente de manera activa en nuevas relaciones incluyendo la que
tengo ni idea por qué tengo tanto problema con las mujeres… Es que yo las espanto. Las ha construido con la terapeuta. Cualquier cosa que observe que no le gusta de las
veo después como malas, si hay algo que no me gusta, de una vez ya no me gustan”. mujeres es equivalente a una catástrofe, es vivido así cuando sucede algo que no se
espera y esto es lo que no le gusta de las mujeres, pues al sentirse reprochado, el
“Eso pasa en la oficina. Yo he oído que me dicen raro, que soy extraño. Pero hay paciente siente que esto es equivalente a lo malo que es él y que por esto no va a ser
una con la que me he llevado mal por mucho tiempo, yo sentía que estaba pendiente de lo aceptado. Para él ser es igual a espantar a las mujeres incluyendo a su madre, lo que
que yo decía pero para estar en contra. Y es que en la oficina somos solo dos hombres, yo lo condena a buscarlas continuamente.
soy el que me quedo”.
Pareciera que una manera de retener al objeto materno se relacionara con el
castigo que recibe por hacer algo que será desaprobado por ella, de igual manera
sostiene las relaciones conflictivas en la oficina y por esta razón es el que resulta
quedándose. Como si el conflicto fuera la manera como él puede sostenerse en la
relación sin ser expulsado de ella.
“Con mi papá me siento bien por eso no quiero dejar de trabajar con él, pero he ido Su experiencia de hijo actual lo hace reparar sus propias funciones paternas.
organizándome para poder hacer ambas cosas. Con decirte que para el sábado tenía que Para él es importante compartir con quien ha ocupado el lugar y las funciones de
entregar un trabajo y como estuve incapacitado no había podido hacerlo antes. Y trasnoche padre, una figura que lo salva en su niñez y lo ayuda a llegar a ser adulto. Pareciera
de la noche del viernes a las 10 de la mañana del sábado para alcanzar a entregarlo, porque que en la búsqueda por el padre, ya lo hubiera encontrado, razón por la cual sacrifica
sabía que si no lo hacía no podía viajar esa tarde. Y alcancé a entregarlo, luego llegué a la su trabajo y sus estudios. Se esfuerza por ganar la aprobación de él y sentirse como su
casa a dormir un rato para irme después”. hijo.
“Yo siempre culpo a otros de lo que pasa, aunque sé que yo tengo la culpa. Por Muestra la dificultad de sentir la responsabilidad que tiene cuando comete
ejemplo si me estrellara por carretera sería culpa de los que me dejaron manejar, porque no errores y continua proyectando en el exterior parte de su mundo interno. Su
soy muy experto. Además siempre les digo a varios que me enseñen, pero nunca se sientan sentimiento es de necesitar ser enseñado, guiado y reprendido, como no ocurrió en su
conmigo a enseñarme. Y yo soy muy nervioso, siento que la caja de cambios me va a infancia. El sentimiento de miedo porque la caja de cambios le “gane”, es el temor a
ganar, por eso no me siento capaz de manejar por carretera, para eso hay que saber dónde crecer y asumir los efectos que tiene su actuar en su familia.
quedan los huecos, cómo coger las curvas, hay que saber mucho, porque es que la
responsabilidad es muy grande”. Pareciera en un péndulo en el que por un lado quiere ser adulto y ser
responsable de sus actos, pero al sentir miedo en iniciar una nueva vida, vuelve a la
(Con la nueva pareja) “Ahora quiere venirse para Bogotá y ya le he dicho a mi niñez buscando que sus padres sean culpables al no haberle enseñado, o más que
mamá, pero ella no está muy de acuerdo. Mi papá y mi hermano me dicen que sí, ellos no culpables estén presentes como guías en su experiencia.
le ven ningún problema, pero si esto llegara a salir mal, los culparía por no advertirme”.
Trata de reconocer los intentos que ha hecho su madre biológica por recuperar
“Y mira que mi mamá - mamá cumplió años este fin de semana que pasó. Me la relación con él, sin embargo el paciente es consciente de sus sentimientos de rabia
llamó para que fuera, pero no quise ir, pasó domingo y lunes y dije que iba pero no sé… Es que lo alejan de ella por sus experiencias infantiles. Esta vez no asume como culpa
que para uno recoger tiene que sembrar y yo siento que con ella no es así. Ella trata de ser suya la lejanía de su madre biológica aunque se encuentra presente en la mente del
buena y de preocuparse, pero yo ya no siento lo mismo, no me interesa. Ni siquiera conoce sujeto. Así mismo acepta y agradece a su mamá – tía con quien ha tenido otro tipo de
bien a mi hijo. En cambio mi tía – mamá, ella se la lleva súper bien con mi niño, lo llama, experiencias que lo han ayudado a sentirse mejor consigo mismo y más incluido en
se preocupa, me pregunta, ella está todo el tiempo pendiente de mí. La otra no o pues ya no ese núcleo familiar.
me preocupa, además vive muy lejos y de aquí a que vaya… no sé con ella las cosas ya
no…”.
“La verdad es que yo quiero que la mamá del niño sepa lo que yo he sufrido. Que No solo quiere que su esposa sienta lo que él ha sufrido sino también su
cuando yo tenga al niño por derecho, porque ya estoy cansado de ir a Comisarías y al madre, la soledad de hijo y la soledad de padre. A través de su hijo tiene la fantasía
Bienestar, ella sepa que es no tener su hijo al lado así como yo lo he sentido”. inconsciente de quedarse con su propio padre, con el que ahora él representa como
idealizado, como ser el padre que nunca tuvo.
(Al estar más cerca de su padre – tío y su familia) “Eso es lo que me llena de
alegría. Es que él antes no descansaba nada, los fines de semana también trabajaba. Ahora De igual manera a través de su nueva experiencia como hijo de su padre – tío
por eso es que ayudo, él me llama y me dice que hay viaje para esta noche y yo le digo que intenta repararse a sí mismo retribuyendo las bondades que ha recibido del padre
de una y así. Es más que eso, es sentir que se dan cuenta de que yo hago las cosas bien”. bueno, pero también asumiendo un nuevo lugar. El hecho de reemplazarlo en el bus,
también implica ocupar el lugar de padre actual con su propio hijo, reflejando el
deseo de llegar a ser un padre diferente.
FIGURAS PARENTALES
“Pero cuando ella (su esposa) Los reproches de su esposa son “Por eso buscamos (con su esposa) La pareja, al igual que en su
comienza a pelear me da mucha rabia, sentidos por el paciente como críticas y ayuda acá pero solo vinimos un mes… mundo interno, aparece y desaparece
además me insulta y me dice cosas feas. La agresiones que lo descalifican y que Además me siento muy inseguro, siento de la escena. Asocia su inseguridad con
verdad es que en una ocasión cuando reviven en él los sentimientos de odio y pena en todo lado, yo casi no hablo, en la la dificultad para sentirse presente en la
estábamos peleando, yo la golpeé y la resentimiento hacia su madre. Además de oficina es igual, pero yo he buscado hablar vida de otros, ya sea en su familia o su
obligué a tener relaciones conmigo y… esto la escena primaria violenta que con algunas personas y me han lugar de trabajo. Pareciera identificarse
nunca me había sentido tan bien… Sentí que presenció en la infancia es repetida por el recomendado venir acá, el Padre fue el que con el padre que no estuvo, que se
el dolor y la rabia desaparecieron, me sentí sujeto en la actualidad, ocupando el lugar me dijo que viniera y también mi mamá silenció y que permitió la violencia en
calmado como que se me hubiera pasado lo de su padrastro. Pues ahora es él quien me dijo que tenía que buscar ayuda cuando su familia. Es posible que con estas
que tenía. Yo después le pedí disculpas y en sostiene una relación de pareja en la que se se dio cuenta de lo que estaba pasando con vivencias y sus actitudes maltratantes
otra ocasión sentí ganas de hacer lo mismo evidencia la confusión de amor y mi esposa.”. hubiera cierta confusión del lugar que
pero no pude, me controlé. Es que cuando violencia. Ahora en esta escena él puede ocupó al interior de su familia en la
peleo con ella siento mucha rabia y solo responder con sentimientos de odio y niñez y a través de la terapia espera
quiero que ella se sienta tan mal como yo agresiones (elementos beta) que no han comprender esa confusión.
me siento. Yo creo que cuando estoy así logrado ser elaborados y que son
recuerdo a mi mamá cuando me insultaba y proyectados a su esposa. Así como su
la rabia que sentía por eso.”. padrastro golpeaba y abusaba de su madre,
ahora él lo hace con su esposa, situación
que le genera placer pero que no logra
comprender. También se observa la
manera como se expresa la sexualidad
perversa, que el sujeto utiliza con el fin de
calmar su sufrimiento, ya que no lo logra a
través del pensamiento. Se trata de una
visión parcial del objeto, en la que no
reconoce a su esposa como sujeto. Esto
refleja la iniciación en una sexualidad
perversa de la que también goza, ya que su
experiencia sexual de la infancia se
relaciona con la suma de goce más
violencia, la condensación entre un deseo
sexual y uno agresivo.
Su necesidad de control muestra su

parte de la personalidad adulta que busca
que la parte infantil de niño maltratado y
rabioso que no encuentra justicia, no
emerja de manera desaforada. Pareciera
que el dolor que siente quisiera repartirlo
entre todos los que lo rodean. Se trata de
un sufrimiento sobre el que no puede
pensar ni hablar.
“Igual siento que él (su hijo) esta Aquí se presenta al padre “La vez pasada yo sé que dije que El paciente parece identificarse
acá es por mí, porque mi esposa no lo sabía, idealizado omnipotente que tiene la me sentía mal porque me había separado con esa figura de padre que denigra y
pero yo si sabía que ella había quedado fantasía de haber creado a su hijo sin la de mi esposa, pero no es cierto. La verdad abandona a la mujer, que es infiel y que
embarazada, solo que no se lo dije. Es una presencia de la madre. Esto refleja también es que no la quiero, solo que ella me hace expresa su deseo de manera violenta.
decisión que yo tomé porque ella no quería la dificultad del paciente para concebir en poner de muy mal genio y siento ganas de Al buscar anular a su esposa, busca
y yo si tenía muchas ganas de tener un hijo”. su mundo interno a la pareja combinada, que se sienta mal. Además es que me estoy anular a la madre que lo maltrató y que
pues los objetos se encuentran disociados. viendo con otra persona, se llama Liliana, no le permitió tener un padre.
Aquí la identificación se lleva a cabo con tiene 19 años y a veces nos llamamos y
el objeto interno padre malo. estamos saliendo”.
“Si, la verdad es que me siento Puede referirse a la vivencia del “A mi hijo no lo veo hace 15 días El hecho de no relacionar su
triste, todo el tiempo me siento así. De padre que no estuvo, por lo que en la ni tampoco le he colaborado a la mamá con presencia con las funciones paternas,
hecho esos borrones que te he contado que actualidad no puede asumir un lugar que plata porque no he tenido y he tenido pareciera reflejar la dificultad para
tengo son como de las cosas buenas, ocupa un vacío y una confusión en su problemas económicos y ella me puso asumir el lugar de padre al interior de
sobretodo de esas en las que pasan cosas mente. Los borrones a los que se refiere como condición que le diera la su familia. Por ese motivo, continúa
que debieran ser felices. Por ejemplo, ya no parecen relacionarse con un borramiento mensualidad o no me dejaba ver al niño; de ocupando el lugar de padre ausente. Su
recuerdo cómo fue que nació mi hijo, yo de la función paterna. Esto puede deberse todos modos como viven ahí mismo pues presencia es intermitente y esto es
solo recuerdo cuando fui a recogerla al a que no posee un objeto interno si yo quiero verlo lo puedo ir a ver”. atribuido de manera proyectiva a su
hospital, pero el resto de cómo paso todo, no contenedor que le permita desarrollar las esposa, a quien culpa de la lejanía con
lo recuerdo, no sé qué pasó después, ni funciones propias de un padre, y por ello su hijo.
cómo fue el nacimiento. (…) como si se desconoce en este lugar. Con la Con su esposa reviven los
hubiera dos Jaimes. Esos borrones son de vivencia de dos Jaimes, escinde su self en sentimientos por los que se sentía
otro Jaime que no soy yo…”. objetos malos persecutorios y objetos excluido de la familia y desinvestido
buenos idealizados que no han logrado ser del lugar de hijo, lo cual es sentido
integrados por el sujeto y que por un lado ahora por el sujeto como la
muestran un Jaime padre que desconoce. imposibilidad de ser padre y ocupar ese
lugar.
“(…) Es todo, todo lo malo que he El paciente no siente la posibilidad “El lunes festivo mi hijo me El rechazo por el hijo parece
hecho. Nada de lo que haya hecho ha estado de dar nada bueno de sí, lo que expresa los rechazó (llora). Mi ex esposa no me lo deja confirmar en él los sentimientos de
bien, siempre la embarro sobretodo con los objetos dañados que habitan su mundo ver, dice que yo no puedo acercarme, que vacío y daño que existen en su interior
que más quiero. Ni siquiera siento que haya interno y que imposibilitan al sujeto para el niño no me quiere ver, y pues ellos y que se expresan en no tener nada
hecho algo en la vida, creo que todo ha sido expresar afecto sin violencia o viven en la casa de mi mamá. Entonces yo bueno que dar y hacer todo lo malo.
tiempo perdido, que tengo ya la edad que resentimiento. El odio que no ha logrado fui a alzar al niño y no quiso, me rechazó. Por esta razón la relación entre su
tengo y no tengo nada, ni he construido comprender y elaborar no solo es Es cierto que no lo veía hace 15 días más o madre – tía y esposa para él resulta
nada. Yo solo siento odio, que se me va proyectado hacia los objetos externos sino menos, pero el lunes lo fui a visitar y pase como una especia de traición que no le
acumulando y que me alimenta, de eso me también hacia los internos, que es a donde mi mamá y no, el niño no quería permite asumir el lugar de padre y lo
alimento todos los días”. expresado en el sentimiento hacia sí verme, ni dejarse alzar ni nada. Yo esto no hace sentir como expulsado de la
mismo. La sensación de no tener nada y lo aguanto, el niño era lo único que me familia.
no construir nada también manifiesta esa quedaba, era el único motivo que tenía
sensación de desvalimiento y despojo de para vivir, para hacer todo, para trabajar, Este sufrimiento no es
contenidos buenos y amorosos. El odio para sacar las cosas adelante. Ahora siento relacionado con su ausencia y su falta
sentido como alimento proviene del que no tengo nada. Ya no me dan ganas de de cercanía, más sí es asociado a la
rechazo y desprecio incorporado y sufrido nada, solo he pensado en morirme. Yo no presencia de la madre a quien
en sus relaciones tempranas y que invocan te había contado, pero ya van dos veces responsabiliza por su lejanía. Al ver al
el sentimiento de estar vacío y no tener que me he intentado suicidar. Todo ha sido niño como la única oportunidad de
nada bueno en su interior. culpa mía, todo me sale mal y no hay nada tener a ese propio padre ausente, el
Esto se relaciona con su bueno ya”. sentimiento es de desesperanza y
sentimiento de ser un padre malo y ausente muerte cuando siente que no puede
lo cual revive en él situaciones de llegar a ocupar ese lugar y esa función.
abandono y rechazo, fantasía acerca de la
cual ha construido su objeto interno
paterno.
“Es que yo quería darle a mi hijo Se observa la identificación del (…)”Es que para qué me voy a mi Permanece como un padre
todo lo que yo no tuve. Un padre que sujeto con el objeto paterno ausente, casa por ejemplo, si sé que voy a llegar a ausente, situación que aunque a veces
estuviera todo el tiempo ahí, protegiéndolo, situación que lo aleja de la posibilidad de deprimirme. A sentirme más solo, sin mi intenta superar de manera consciente,
cuidándolo, jugando con él, algo que yo ser padre. La fantasía de ser el padre que hijo… Ni siquiera lo he vuelto a ver ni a de manera inconsciente hace que
nunca tuve. Que al contrario fue peor, es idealizado por él se derrumba cuando llamar”. suceda lo contrario alejándose más de
porque solo recibí cosas malas. Pero creo proyecta su dificultad en su esposa y se su hijo y apareciendo como un objeto
que ya con mi hijo no pude, pero con otros siente alejado por ella y por su hijo cuando abandonador ante él y su esposa, lo
niños sí, los hijos de las amigas que tengo. le reclama la presencia, pero se representa cual refleja su sentimiento de
Yo llego y los veo y me las llevo bien con a manera de una defensa maníaca cuando impotencia por ocupar el lugar de padre
ellos y juego y los saco a dar vueltas y trato refiere ser mejor padre de otros niños que y esposo bondadoso.
de ser muy bueno con ellos. Pero creo que no son sus hijos y con quienes no tiene que
ya con mi hijo no puedo”. ser una figura presente y constante.
Pareciera que aceptar su propia ausencia
implicaría aceptar la ausencia de su padre,
situación que para él es dolorosa y por la
que se defiende a través de la renuncia.
“Yo traté de ser buen padre con mi El lugar de padre es sentido como “Decidí alejarme de ellos y de mi Pensar y resolver se refiere a
hijo y más si yo no tuve papá, ni siquiera dañado al igual que su función. Como no hijo para no hacerle daño y porque siento actitudes propias de la adultez que no
conocí a mi papá de verdad, y he tratado de conoció su padre, decide alejarse de su que primero tengo que pensar muchas ha podido alcanzar en su desarrollo
tener buenos momentos con mi hijo. Pero la hijo identificándose con el padre malo cosas y resolver mi vida”. psíquico. El sentimiento de daño y
última vez que lo vi me rechazó, no quería pero también ocupando el lugar del hijo vacío interno no le permite acercarse a
estar conmigo ni acercarse”. que ha alejado a su padre. Proyecta en su su familia por el temor a dañarlos así
hijo la propia culpa que posee por la como sintió de hijo que de manera
ausencia de su padre. inconsciente dañó a su familia en la
niñez cuando no estuvo su padre
biológico y cuando su padrastro estuvo
en la cárcel, lo cual indica que su parte
infantil de la personalidad aún no lo ha
dejado ocupar el lugar de padre.
“Es que yo no te he contado algo,
me da pena decírtelo, pero estos días he El temor a ser abandonado se
pensado que si no lo cuento pues el observa con la situación de hacerle saber a
perjudicado voy a ser yo. Lo que pasa es que la terapeuta su relación amorosa de
yo tengo una relación con otra mujer, ya infidelidad, razón por la que su esposa
llevo varios años con ella. Yo empecé con decide separarse y que no había
ella hace algunos años antes de que mi hijo comentado en la terapia. En este aparte por
naciera. Ella es muy complaciente, es una un lado, se evidencia la identificación con
buena mujer y tampoco quiere algo serio el padre ausente expresado en el abandono
porque sabe que yo estoy casado. Siempre al hogar y a su esposa que también se
se preocupa por mí, por saber cómo estoy, puede relacionar con la fantasía de que la
está conmigo en las buenas y en las malas. ausencia de su padre se pudo deber a que
Pero mi esposa se dio cuenta y eso es lo que encontró una familia diferente y una
ella no me perdona, eso es lo que ella me esposa más amorosa, diferente a su madre.
juzga y por eso es que no me gusta sentirme Por otra parte, también puede referir a que
así (…) En la oficina todo el mundo sabe debido a su sentimiento de no sentir que
que ahora estoy solo, pero me daría pena pertenece a su familia, por las expulsiones
que supieran que tengo una relación de que recibió por parte de su madre, es
amantes”. posible encontrar un nuevo hogar que le
permita sentirse padre, así como pude
“A veces me dan ganas de comenzar sentirse hijo con sus padres – tíos.
una nueva relación con ella, pero no puedo,
tengo mucho miedo de hacer daño y además El deseo de comenzar una nueva
cómo voy a empezar con ella, que va a familia también puede referirse a la
pensar mi esposa, mi familia (…) he fantasía de que en algún momento su
pensado en que quisiera tener otro hijo, padre también haya sido expulsado por su
intentarlo de nuevo, ya que no pude, pues madre, forma de no sentir a su padre
empezar desde ceros con otra familia. ausente como un objeto abandónico sino
Formar una nueva, y tratar de no cometer como un objeto idealizado que fue
errores”. expulsado como él de su hogar. Situación
que se repite en la sensación de ser
“Es que yo empiezo con alguien, expulsado por su esposa y no sentirse
pero es como a lo que voy, por ejemplo el responsable por lo que hizo activamente a
fin de semana pasado con la muchacha que través de la infidelidad y el maltrato para
te cuento que le terminé, ese día nos vimos que se produjera la separación.
y pasó lo que tenía que pasar, al día
siguiente nos vimos con la que llevo ya El paciente no discierne el pasado
tiempo y lo mismo”. del presente en su fantasía de familia.
Muestra mucha dificultad para dejar atrás
la familia compuesta por madre
maltratadora y padre ausente.
Por otra parte, la identificación con

el padre malo agresivo (padrastro) se
refleja en la manera como accede a las
mujeres a las que utiliza y luego abandona,
así como tuvo la experiencia en la
infancia.
“Es que he sido tan malo que estoy El deseo que se confunde con “La última vez que lo vi, el niño se La fantasía del paciente es la de
seguro que de alguna manera tendré que violencia y anulación y que dirige hacia quería ir conmigo, no quería quedarse con ser el padre bueno e idealizado que
pagarlo. Yo no puedo dejar de ser infiel y los objetos femeninos denigrados por el la mamá. Quién sabe por qué, eso me salva a su hijo de la madre mala.
quisiera ser como otros hombres que sí paciente, son sentidos después como culpa extrañó. Seguro la mamá quién sabe qué le Pareciera que pone en su propia
pueden ser correctos y tener una sola mujer persecutoria, que es fantaseado por el habrá dicho. Me hace mucha falta pero sé situación al hijo, atribuyéndole el deseo
y sentirse que hacen bien las cosas. Ya sujeto como una deuda que tendrá que que la mamá va a poner condiciones”. por el padre y el rechazo por la madre
quisiera ser diferente, sentirme renovado”. pagar. Esto puede referirse a la sensación que sintió cuando él ocupó ese lugar
de culpa que le generó el odio y dentro de su familia.
resentimiento sentidos durante la niñez por
su madre y su desprotección o abandono.
Al referirse a otros hombres con un
sentimiento de renovación, fantasea con el
padre idealizado y ausente con el que
desea sentirse identificado.
“Yo me había prometido quedarme

con Yurani y serle fiel, pero no pude. Estoy Su decepción se dirige hacia el “Todo lo que tengo lo destruyo, no Si bien reconoce el daño que ha
muy decepcionado de mí, de no poder padre malo, lugar que ocupa como infiel, hago nada bien. Incluso no he querido ver propiciado a su hijo y a su esposa, no
cumplir con lo que me propuse. No sé por maltratante y abandónico, que se refiere al a mi hijo a pesar de que por fin la mamá es a través de una culpa reparatoria sino
qué me pasa todo esto”. objeto paterno con el cual se identifica. Se me iba a dar la oportunidad de verlo en persecutoria, pues teme intentar
decepciona de no poder cumplir con ser un estos días”. recuperar a su familia a pesar de que
padre que desconoce pero que idealiza, tampoco hace nada por intentarlo.
“Yo pienso todo el tiempo en cosas situación que no logra comprender y Así mismo, es difícil ocupar el
malas. Siento que he construido muchas elaborar. Esto lo hace esperar cosas malas lugar de padre y desempeñar esas
cosas y no quisiera dañarlas, pero creo que de sí mismo que dañan a sus seres funciones porque teme ser un padre
hay algo en mí que es muy destructivo y va queridos y lo cual le genera un gran temor. malo y decepcionarse a sí mismo por
a acabar con todo eso. Por eso quisiera irme Siente en su mundo interno un objeto no ser bueno para su hijo.
a trabajar con mi papá a veces y ayudarle en aterrador que va a destruir, terror
lo del bus. Es que siento que me está relacionado con sus experiencias de niño
haciendo daño”. con su padrastro, quien representó ese
objeto destructivo y decepcionante.
Con su deseo de trabajar con su

padre – tío, se puede observar la escisión
entre padre bueno y padre malo, razón por
la que intenta huir de ese objeto
persecutorio y destructivo de su mundo
interno para ir en la búsqueda de un nuevo
objeto bondadoso, un padre bueno.
(Con una amiga) “Yo estaba Al parecer cuando manifiesta
borracho y cuando llegamos no pasó nada, ser un Jaime distinto en el momento en
pero de todos modos creo que me pasé. el que está sobrio, al que se presenta
Igual ella me dijo, no qué estamos cuando está embriagado, refleja la
haciendo, no la embarremos y yo paré. Al escisión que hace de sí mismo para
otro día hablamos y ella me preguntó que distanciarse del objeto interno que
qué había pasado y yo le dije que no sabía. siente como dañado y que agrede a las
Yo cuando estoy tomado sé que es lo que mujeres. El no saber qué ha pasado con
hago, solo dos veces he tenido borrones, las mujeres con las que se ha
pero de resto todo lo hago muy sobrepasado también se relaciona con
consciente”. una manera de negación frente a la
forma como denigra a las mujeres y
“El sábado yo estaba borracho ya. dirige sus sentimientos hostiles hacia
Mi papá llamó para que fuera a la fiesta de ellas.
una hermana y le dije a mi cuñado. Mi
hermana me presentó una amiga de ella y Pareciera que en parte existiera
bailé con ella harto, pero de un momento a una identificación con la figura paterna
otro mi hermana la haló y se la llevó fuera que estuvo presente (padre malo),
de la casa. (…) Mi hermana terminó quien abusaba de su madre borracho,
molesta conmigo, según ella yo no sé qué situación que vivió presencialmente.
había hecho pero me había pasado con la Esto desencadena fuertes sentimientos
amiga (…) pero yo nunca me sobre paso de culpa persecutoria, reflejados en la
con nadie cuando estoy así, yo me molestia de su madre y su hermana.
controlo”.
“Lo he sentido en mi trabajo, las Al referirse a que han mejorado las
cosas han mejorado muchísimo allá. La cosas en su mundo externo, también se
gente ha sido más querida, siento que puedo refiere a los objetos de su mundo interno,
hacer mi trabajo mejor y que me han los que se encuentran menos escindidos y
conocido más. Ya no soy tan callado y ya no más diferenciados. Esto implica que logra
me da tanto miedo por ejemplo, hablarle a reconocer las cualidades del objeto, más
mi jefe. Antes sudaba muchísimo todo el allá de sus proyecciones, lo que le brinda
tiempo, ya no me siento así, las manos mayor seguridad y con lo que puede
tampoco me sudan y creo que hablo con sentirse mejor consigo mismo. Esto puede
más tranquilidad”. referirse a una manera como el paciente
comienza a reparar sus objetos internos y
lo ve expresado en su propio cuerpo. Trata
de comprender en sí mismo lo que le
sucede, lo cual ha sentido también en la
manifestación física de sus ansiedades.
Esto también puede ir encaminado a la
diferenciación entre su yo y su objeto
interno padre, lo que le hacía sentir como
dañado.
“No vine porque he tenido mucho Sus actitudes de
qué hacer, es que ahora tengo mucha responsabilidad y preocupación por el
responsabilidad porque le estoy ayudando otro son expresadas también en la
a mi papá. Incluso hoy dudé en venir relación terapéutica, razón por la cual
porque me llamaron para que fuera a cumple con la asistencia (presencia).
ayudar a conseguir pasajeros en el Esto también abre espacio a una nueva
terminal. Pero como hablamos decidí que relación con su padre interno y quien
mejor venía, no te iba a quedar mal. Ahora hace las veces de padre externo. El
ando en otro cuento. Es que me he sentido paciente ve la necesidad de acercarse
muy bien trabajando con mi papá, siento más a su padre – tío quien realmente ha
que soy más útil no sé, a mi me gusta cumplido las funciones de protección y
mucho ese trabajo, pues no manejo tanto contención, las que él ha introyectado y
pero de todos modos es con el tiempo”. con las cuales busca sentirse
identificado.
“Ella (la esposa) a mí me ha Su acercamiento como padre
alejado mucho de mi hijo y voy a tratar de puede expresar la manera como asume
decirle que me lo deje los fines de semana, responsabilidades adultas que incluyen
la mitad de las vacaciones y así, no quiero las funciones paternas que antes no
que lo siga alejando de mí. Ella me lograba integrar en su mente. Su deseo
escribió un mail pidiéndome esto y muestra la posibilidad de asumir la
también me comentó que el fin de semana función y ocupar el lugar de padre. No
estuvieron cerca de mi casa y el niño le obstante continúa atribuyendo a su
lloró mucho para que pasaran a verme, esposa, su falta de participación en la
pero ella no lo dejó. No sé para qué me crianza del niño.
dice estas cosas porque me hacen sentir
muy mal, eso es lo que más me duele a mí, Asumir el divorcio para el
que mi hijo tenga que sufrir. Yo siempre he paciente, también ha implicado asumir
querido que él no sufra lo que yo sufrí. (…) de manera más activa sus funciones
yo sé muy bien lo que él está sintiendo y paternas, estar más presente para su
no quiero que viva lo mismo. Porque él si hijo y evitar que sufra lo sufrido por él
tiene papá pero ella ha sido la que lo ha al tener un padre ausente y la presencia
alejado de mí. Yo no soy un mal papá, yo de una figura masculina maltratadora.
sé que soy muy buen papá y que estoy muy Logra ponerse en el lugar de su hijo y
pendiente de él, yo juego con él y salgo reconocer la posibilidad de ser padre.
con él y soy muy amoroso, yo sé que soy
un buen papá”. El hecho de hablar de un
tiempo futuro también implica un
“Solo espero que si no es ahora sentimiento esperanzador que no solo
más adelante pueda recuperar el tiempo se brinda a sí mismo reparando sus
que he perdido con el niño y que podamos objetos internos, sino que posibilita al
disfrutar mucho más estar juntos. Ella niño sentir más cercana la experiencia
ahora me impide verlo pero a lo mejor más de tener un padre. Así se observa
adelante cuando crezca las cosas sean mayor elaboración de sus vivencias
diferentes”. traumáticas que le permiten vislumbrar
actos reparatorios con su hijo y asumir
finalmente la función de un padre que
logre contener y estar presente para su
hijo.

“Mi mamá es mi tía a ella le digo así y ella es quien está pendiente de mí, me La búsqueda de un objeto de contención se ha presentado a lo largo de su
escucha y ella se dio cuenta de qué era lo que pasaba con mi esposa y me dijo que por qué vida. En un primer momento, se trata de su tía quien lo acoge en su hogar una vez su
estaba actuando así que tenía que buscar ayuda”. madre real lo expulsa y en la actualidad, cuando busca en la terapeuta también el
sentimiento de contención y entendimiento. Dicha relación con su madre real viene a
“Luego de eso (la expulsión del hogar) las cosas empeoraron con mi mamá y ella encontrarse, en la búsqueda inconsciente por la madre, con la relación conflictiva
seguía pegándome y tratándome mal y yo no sabía cómo manejarla, yo salía a trabajar entre él y su esposa en la que se repite la situación violenta que vivió durante la niñez
pero no quería estar más ahí, me quería ir. Entonces hable con mi tío y la esposa y me en una confusión entre amor y violencia. Esta relación con la mamá parece verse
volvieron a recibir y ya no quise volver”. mucho más afectada en la medida en que la figura paterna – pareja se encuentra
ausente. Esto propicia que el sujeto continúe su búsqueda de objetos contenedores y
“Mi esposa se llevó al niño y se me perdió con el niño y ese ha sido el peor de un lugar que pueda ocupar y sentir como propio, espacio que encuentra en la
momento de mi vida porque él es todo para mí y no sabría que hacer sin él, me sentí muy familia extensa, con su tío materno y que ahora se le dificulta conseguir en el lugar
mal sin él. Yo puse demandas en la comisaría, en el bienestar y ella después apareció con que ocupa con su esposa e hijo.
el niño y me lo dejaba ver muy de vez en cuando. Entonces yo pensé que la manera de
hacer volver al niño conmigo era reconciliándome con ella y busqué que volviera conmigo En la búsqueda por el padre ausente, también se encuentra la fantasía de
y volvimos a vivir juntos, en un apartamento en la casa de mi mamá y mi tío”. encontrar su propia capacidad de ser el padre idealizado que espera. Por esto la
situación de conflicto con su esposa, lo hace sentir impedido en esta función. La
manera como el sujeto retiene a su hijo sin embargo, es a través de ella, a pesar de
sentirse rechazado, para de esta manera no sentirse abandonado. Hay una dificultad
del paciente para reconocer el daño que ha hecho a su esposa y a su hijo y para
ponerse en el lugar de ellos.
Con la ausencia del niño el paciente sufre la ausencia del padre. El hecho de
estar lejos de él es un impedimento para desempeñar esta función de padre, por lo que
atribuye a la madre del niño su ausencia y no a los actos propios que ha tenido hacia
ella, razón por la que se han separado. Sin su hijo no puede sentirse como padre y esto
despierta en él los propios sentimientos de abandono hacia su propio padre.
“Lo que pasa es que hay algo que no me gusta, que quisiera que cambiara pero que Su búsqueda también se refiere a encontrar una madre buena, por ese motivo
siento que no puedo controlar y es que siento la necesidad de buscar otras mujeres todo el inicialmente siente a las mujeres como idealizadas y posteriormente las denigra y
tiempo, de coquetearles de conocerlas, si hay alguien que me parece bonita entonces refleja el odio y el resentimiento vivido en la infancia en mujeres que asume como
quisiera conocerla más y acercarme más a ella y es que siento esas ganas difíciles de malas una vez se siente criticado.
controlar. Pero no quiero volver a cometer los mismos errores esta vez, me da miedo eso El temor del paciente es encontrar un objeto que nuevamente lo abandone y lo
que sepa todo lo que ha pasado con mi esposa”. decepcione como lo hizo su objeto primario. La búsqueda de contención en nuevos
objetos va de la mano con la búsqueda de castigo al ser estos objetos escindidos pues
son en un primer momento sentidos como buenos y luego como objetos persecutorios
y dañinos.
“Tuve que trabajar estos fines de semana y pues… la verdad es que salía de clase y Las permanente ausencias daban lugar al sentimiento de que había un objeto
me quedaba con unos amigos tomando y por eso me demoraba y ni me daba cuenta de qué que lo iba a esperar y que iba a estar disponible para él. Busca en la terapeuta a la
horas eran, me la pasé borracho todo este tiempo. Además esta semana he estado muy madre que espera y contiene. Así mismo, en la relación terapéutica teme mostrar lo
deprimido”. malo que hay en él, situación que producirá la pérdida del objeto amado
transferencialmente.
“Me he encomendado mucho a Dios. En la Compañía (lugar de trabajo) compré
varios ángeles y los puse en mi apartamento, para que me cuiden, la verdad he orado Los objetos religiosos representan compañía y protección (los padres buenos),
mucho también (…) Yo le he pedido mucho a Dios que salga de esto. Pero no quiero que que no son sentidos en su mundo interno, pues allí solo son sentidos los aspectos
solo vean lo malo que hay en mí. Por eso tal vez tuve pereza de empezar una nueva malos de los objetos que no le permiten ofrecer cualidades como padre o como pareja.
relación, por eso no la volví a llamar, porque sé que iba a conocer lo malo, la parte que no En las relaciones que inicia él abandona antes de ser abandonado, así como sucedió en
quiero mostrar”. distintas oportunidades en la relación terapéutica.
“Esta semana he estado mejor. Me la he pasado tomando, estuve tomando lunes, Ante la frustración de no lograr retener a los objetos externos, se aísla
jueves y viernes, casi todos los días. Ya no hago casi nada más, igual en la oficina ya no defendiéndose del sentimiento de soledad. Por otra parte, denomina mejoría a la
me siento tan pensativo como que miro más bien qué tengo más por hacer y bromeo más ausencia de pensamiento, defendiéndose de los recuerdos dolorosos y de las angustias
seguido. Es que creo que es mejor así. Ya no quiero pasármelo deprimido todo el tiempo o y culpas que le ha propiciado reconocer el daño que ha generado en otros. Pareciera
pensativo, creo que así no debe ser. Como antes que me la pasaba era así y me sentía muy que el chiste es una salida maníaca a la depresión que acompaña la frustración.
mal”.
“Llevo dos semanas saliendo con alguien. Pero me da miedo, no sé qué pueda Para sentir la presencia es necesario llevar la relación al punto de la agresión.
pasar con ella. A ella la conocí hace poco, pero esta semana he tratado de buscarle Busca de forma permanente objetos pero solo en ese nivel logra sentir que se
problemas, de buscar un motivo para pelear, no sé por qué. Me he puesto a analizar y no relaciona, ya que desconoce al objeto y a él mismo cuando muestra sus cualidades.
he podido darme cuenta de por qué necesito pelear con ella”. Esto también implica el lugar que el paciente busca ocupar como padre malo. Sin
“Para mí todo esto ha sido muy doloroso. Incluso yo quisiera estar bien con la embargo, se muestra una búsqueda en su mundo interno por las motivaciones y
mamá del niño. La semana pasada hablamos, pero ella siempre me reprocha todas las comprensiones de sus experiencias, lo cual implica un mayor desarrollo. Con ello
cosas que hice. Cuando yo estaba con ella, sentía algunas veces que así tuviera otras vienen los sentimientos de dolor ante las personas que ha alejado por esas mismas
mujeres ella era quien más me importaba, sentía que tenía alguien ahí. Ahora sentirme solo razones y que ya no lo esperan.
ha sido difícil y he pensado mucho antes de empezar una nueva relación”.
“Pasó algo que me temía y fue que busqué a la mamá del niño para ir a ver a mi Al buscar a la familia, busca también la posibilidad de cumplir con su función
hijo. Llegué a la casa y el niño me rechazó, me dijo que no quería salir conmigo. Eso sí y ocupar el lugar de padre. Cada vez que siente el rechazo nuevamente se presenta la
ella estaba espectacular, muy bonita. Y es que hablé con ella para ver si podíamos culpa persecutoria en la que los objetos pasan de ser deseados a denigrados por la
intentarlo otra vez, pero como siempre ella empieza a reprocharme otra vez las cosas, me crítica que siente y le despierta los sentimientos hostiles infantiles. Su sensación de
dice que yo le fui infiel, que estuve con otras mujeres. Ella eso no me lo puede perdonar. búsqueda no solo se evidencia en el acercamiento que hace a su esposa y su hijo, sino
(…)Sí de hecho creo que si estoy buscando algo, es porque hay algo que he perdido o que también con respecto a otras mujeres que generen en él sentimientos de omnipotencia
no tengo. Eso sucede cuando uno tanto busca”. y satisfacción placentera, para de esta manera evitar aceptar sus sentimientos hostiles
dirigidos al objeto materno.
“No sé por qué tengo que estar saliendo con muchas mujeres al mismo tiempo. No La necesidad de tener al mismo tiempo varias mujeres refleja la manera como
sé lo que busco, como tú me has dicho, pero no he logrado saber qué es. Siempre hay el objeto materno permanece escindido en partes buenas y malas, pues en principio
tentaciones y no me puedo aguantar. Y eso me hace sentir mal”. son mujeres idealizadas que posteriormente le decepcionan y a las que toma por
traición o abandono. Pareciera ser una forma de dirigir sus impulsos hostiles y
agresivos hacia la madre, los que no pudo expresar en su infancia ante la amenaza de
la madre real. Una vez siente estas sensaciones de hostilidad se siente culpable por los
deseos agresivos que le han sido generados.
“Resulta que este fin de semana preparé de todo para Yurani. Reservé en un hotel De manera inconsciente el paciente se encuentra con una relación peligrosa
un cuarto para los dos, hice que lo decoraran todo con rosas y que todo estuviera bien. Y para él y para ella quien es menor de edad. A pesar de que refiere no haber conocido
se le cayó la billetera en un momento y salieron los papeles a volar. La ayudé a recogerlos este aspecto de ella, trasgrede la norma que puede ser asociada a la manera como su
cuando vi que tenía tarjeta de identidad. Entonces al principio me quedé extrañado, porque padrastro trasgredió la norma sexual del incesto. Es posible que de esta manera
ella me dijo que tenía 19 años. Y en la tarjeta aparecía que tenía 15 años. Yo le reclamé también se exprese la sexualidad perversa y confusa que él no ha logrado comprender
que por qué me había dicho mentiras. Ella me dijo que tenía miedo de que si yo me y elaborar desde la infancia. La búsqueda va más allá del vínculo que se construye
enteraba la iba a dejar. No sé, siento que es una situación como peligrosa. Pero me da entre los dos, continua siendo una parte infantil del sujeto que encuentra una mujer
mucho pesar, porque me estaba ilusionando mucho. Ella me parecía una mujer idealizada y puritana, una madre buena que no llegó a conocer. El engaño y la
espectacular, no solo porque es muy bonita sino su forma de ser, que está muy pendiente decepción son proyectados en ella, lo cual libera al sujeto de la culpa y la
de mi, que me hace sentir muy bien. Pero pues tiene 15 años, es menor de edad”. responsabilidad implícita en esta relación peligrosa. Esto quiere decir que de manera
inconsciente busca un objeto al que no es posible acceder y del cual se va a
decepcionar.
“Lo que pasa es que pasó lo que más me temía, lo que yo no quería, incumplí una Una vez proyecta la decepción en su última pareja, el sujeto comienza a
promesa que me hice. Yo había prometido no volver a estar más con dos mujeres y no mantener una relación en la que se siente con el poder de denigrar a la figura
pude, caí. En el viaje me vi con Yurani y yo estaba decidido a dejarla porque no me femenina. De esta manera continúa presentándose como un hombre infiel, pero así
convenía pero no fui capaz de decirle nada. Y la semana pasada como el jueves o viernes mismo los sentimientos de culpa persecutoria le generan la fantasía de haber dañado
me llamó Viviana y me dijo que venía a Bogotá por algo de la universidad y vino y pasó lo al objeto. Para él la sensación de ser esperado es lo que le impide terminar la relación
que tenía que pasar”. con la adolescente y lo que en parte le permite a él ocupar un lugar de padre al interior
de una relación perversa.
“De hecho llamé a una (mujer) que sé que siempre voy a tener lo que quiero con Nuevamente busca nuevas parejas defendiéndose del vínculo, de la relación
ella, aunque a veces siento que quiere algo serio pero no quiero. No sé por qué esta íntima y del sentimiento de abandono. Este pasar de objeto a objeto le permite ser
sensación como de miedo o no sé qué que no me deja estar solo y que me dan ganas de abandonador antes que abandonado, de igual manera que lo aleja de los sentimientos
buscar muchas mujeres”. dolorosos que implican una mirada más introspectiva y de preocupación por el otro.
Así mismo con la búsqueda de los objetos femeninos reafirma la seguridad de su
afinidad sexual por las mujeres, necesidad que está implícita en los recuerdos
traumáticos de su infancia con su padrastro. Es como si sentir que su madre esté
cerca, así lo maltrate y así él sienta hostilidad hacia ella, lo hace huir de la posición de
objeto erotizado del padre malo.
“El fin de semana salí con unas amigas y bueno, la pasé rico, con la que te conté la Nuevamente expresa la necesidad de afirmar su masculinidad al estar rodeado
vez pasada que terminó con el novio (…) De todas maneras seguiré buscando a alguien de mujeres a las que puede acceder sexualmente. Su búsqueda pareciera estar
más o me quedaré solo, no sé. Con Diana estuvimos el fin de semana bailando, salimos, relacionada con la búsqueda por un objeto con el cual identificarse, de padre malo
tomamos harto y ella se quedó en mi casa”. agresor de mujeres o de un padre que no conocer y que reconoce pero en su ausencia.
“Quiero seguir construyendo. Por eso trataré de alejarme de esas otras personas, de Hace un intento por alejarse de las mujeres como fuente de búsqueda de
las mujeres con las que he estado, de no buscarlas. De todos modos siento miedo de que identidad sexual. Por esta razón busca el refugio en los padres – tíos que le han
vuelva a pasar algo ahí. Sino que me parece extraño que vuelva a sentir tantos temores. brindado un espacio de contención y sobre los cuales se puede apoyar para aclarar sus
Ah, además este fin de semana que pasó me cambié otra vez para la casa de mis papás, ya confusiones de lugar y de función. Volver a vivir con ellos implica volver a tener la
no estoy más solo. (Sonríe)” experiencia de ser hijo y de reparar esas vivencias traumáticas y de frustración con los
primeros objetos.
“Ya he dicho esto, pero ahorita conocí otra persona en uno de esos viajes y me El objeto bueno aparece inicialmente aunque de modo menos persecutorio,
siento muy bien porque creo que se preocupa mucho por mí. (…) Con ella es diferente, pues sus expectativas no resultan ser tan idealizadas, porque él ya no manifiesta con
porque no me siento que tenga que ser distinto sino que soy el que soy. Además no siento tanta persistencia su sensación de estar dañado y no poder brindar ni atribuir ninguna
que ella me esté juzgando todo el tiempo, ni nada de eso (…) la otra vez que nos vimos me cualidad al objeto. Sin embargo, el temor a perder al objeto amado reaparece con la
dijo que estaba muy mal con el novio y que quería salir conmigo y yo no le vi ningún premura con la que desea retener a la nueva pareja proponiéndole que vivan juntos. Al
problema. Yo siento que ella así como yo, también tiene su pasado y sus defectos y no soy parecer la situación pone a la pareja en una postura similar, que es la de la huida de la
quién para juzgarla. (…) Ahora ella está decidida a venir a vivir conmigo. Vive en Neiva, madre mala. Esto pude referirse a un avance en la manera como el paciente se logra
pero a ella la mamá la tiene haciéndole los oficios de la casa”. vincular en un sentido diferente al de la trasgresión y la imposición.
“Decidí que me voy a arriesgar y voy a intentar de nuevo algo con ella. Pues yo El riesgo que decide tomar el paciente supera el terror que tenía por ser
espero que no haya problemas, que todo salga bien. Hablé con mi hermano y él que abandonado y denigrado por el objeto femenino. Encontrarse en la casa de sus padres
siempre ha estado pendiente de mí me dijo que de una, que lo hiciera; lo hago porque la le brinda al sujeto mayor seguridad y confianza para iniciar una nueva relación de
verdad me siento muy solo y creo que con ella las cosas pueden cambiar, va a ser pareja en la que también fantasea conformar un grupo familiar con unos hijos
distinto”. diferentes, a diferencia que en esta ocasión no desconoce a su hijo ni lo excluye de su
nuevo lugar, asegurándose de construir una nueva historia en la que no se identifique
“Yo pienso que con Mónica a lo mejor quiera intentarlo de nuevo y ser por fin esa con el padre ausente y abandonador, que en su fantasía prefiere otros hijos.
familia. No pienso en tener más hijos, aunque en algún momento lo pensé, porque no
quiero desplazar a mi hijo y yo sé que eso puede suceder, que él se sienta que lo he Cabe anotar que según lo que manifiesta, parece sentirse más aceptado por sí
cambiado por sus hermanos”. mismo y por su familia, sintiendo de nuevo la pertenencia a este grupo familiar y al
nuevo grupo que va a conformar. También decide intentar la nueva relación porque al
“Es que ella llegó en un momento difícil. Yo me encontraba débil, no me sentía terminar definitivamente con la relación de matrimonio, siente que nadie lo va a
tan bien precisamente porque me he sentido muy solo. Por eso creo que accedí a vivir con esperar emocionalmente. Así vuelven a manifestarse grandes temores y ansiedad.
ella, a arriesgarme. Yo siento que por ejemplo, el hecho de salir ahora a tantos viajes es
por eso mismo, ahora salgo a trabajar los fines de semana para eso, para alejarme. Incluso Mónica y viajar representan para Jaime experiencias nuevas que le permiten
algunas compañeras de la oficina me dicen que yo no descanso, que llego a veces muy dejar de pensar en su soledad y en el dolor que le ocasiona tener que superar su
tarde los domingos o los lunes en las madrugadas y sin embargo voy a trabajar”. pasado y volver a construir una familia. Intenta en este sentido, conocer nuevos
caminos y trayectos con temor a tropezarse de nuevo. Estas nuevas experiencias
también se reflejan en el abandono a la terapia y el trabajo que implica la elaboración
y el pensamiento.

“Es que ella (la esposa) la otra vez me dijo que yo era una porquería de lo peor, un Las palabras que le dice su esposa relacionadas con el maltrato que él le
inútil que no sabe hacer nada y que gente como yo no merecía estar vivo. Y eso me da mucha infringe, son asociadas a las dichas por la madre cuando era pequeño. Esta
rabia. Pero a veces pienso que tiene la razón, a veces me dan ganas de dejar de estudiar, siento situación es la que representa su situación con la madre y la incapacidad del niño
que yo no soy de allá ni tengo por qué estar allá”. pequeño para responder, lo cual también se manifiesta a través de la confusión de
lugar y del sentimiento de no pertenencia. Su confusión de no saber quién es él
“Además la otra vez llegó diciéndome que una amiga le había dicho que para que yo muestra los mecanismos de escisión que utiliza en la actualidad en sus relaciones
me le saliera de la cabeza tenía que acostarse con otro. Y el viernes de la semana pasada no como padre, hijo y esposo.
llegó a la casa, ella no llegó en toda la noche y yo si llegue juicioso a verme con ella para
arreglar las cosas pero ella no llegó y como el niño se fue de paseo con unos familiares Su expectativa frente al objeto deseado también es de agresión y de
entonces ella aprovechó. Y eso me dejó pensando, pero cuando salí ella llegaba y pensó que no infidelidad, lo cual refleja la identificación proyectiva que muchas veces
la había visto y me dio mucha rabia entonces la insulte muy feo en la calle y mi mamá se pareciera relacionarse con una confusión entre él y su esposa. Así mismo refleja
alcanzó a dar cuenta y me dijo que como le hablaba así a ella que yo no debía hacerlo, pero es su expectativa de traición, de infidelidad y desprecio hacia él por parte de su
que siento que ella debería sentirse así de mal como yo. ¿Me gustaría saber qué piensa?” esposa a quien dirige los sentimientos de odio que no pudo dirigir hacia su madre
durante la niñez. Esta misma expectativa es expresada en la pregunta que hace a
la terapeuta, pues su fantasía está referida a la desaprobación y crítica.
“Es que me da miedo que esas cosas las vea Liliana, que vea cosas en mi que no son, A pesar de contar con una esposa y un hijo, el sujeto no deja de sentir el
porque yo no quiero reaccionar mal ni quiero tener rabia, es que eso me lo produce es mi abandono y la soledad que espera de manera permanente por parte de sus seres
esposa. Yo con Liliana me he sentido bien, aunque no llevamos mucho saliendo pero con ella queridos. El sentimiento que manifiesta de manera frecuente es el de juzgamiento
me siento tranquilo, me he sentido mejor. Quisiera empezar de ceros y volver a empezar mi y descalificación por parte de su familia desconociendo su responsabilidad en las
vida con alguien diferente, volver a tener una familia y a pensar en que va a pasar después y agresiones que ha dirigido hacia ellos. La violencia hacia su esposa no se debe a
volverme a animar a organizarme”. su carácter impulsivo, sino que es visto por el paciente como una reacción a la
forma de ser de ella con él, relación alusiva a la madre mala.
“Yo siento que ella (la esposa) siempre está en contra de mí, que siempre quiere
decirme cosas malas y solo espera cosas malas de mí. Además mi familia también después de Encuentra a una nueva mujer a la que idealiza pero de la que de manera
eso se ha puesto en contra mío. Pues mi papá (tío) la otra vez me dijo que no pensara eso, que inconsciente espera los mismos juzgamientos y descalificaciones de sus actos, lo
ellos querían lo mejor para mi, pero igual me sigo sintiendo con rabia por ellos. Mi mamá- cual se convierte en el gran temor y la barrera para constituir una nueva pareja. Su
mamá se fue a vivir allá a un cuarto con mis dos hermanos porque no tenían donde vivir y yo deseo de empezar de ceros también es su deseo por recuperarse y sentirse
los veo y apenas el saludo. Con un hermano si me la llevo bien, o sea con un primo, él y yo si posibilitado a asumir el lugar y la función de padre y esposo, que se ve afectada
nos entendemos, es el único en esa familia al que le puedo hablar y no me hace sentir mal”. actualmente por las partes infantiles de su personalidad y el dolor que no ha
podido elaborar ocasionado en su infancia.
“Yo me quedé pensando la semana pasada lo que le comenté que de pronto usted
pensara cosas que no son, porque yo no me considero una persona mala o con sentimientos El sujeto proyecta todos sus objetos internos persecutorios en su familia y
malos. Sino que a veces siento es eso, mucha rabia y mucho odio por tantas cosas que me su pareja, a quienes atribuye las actitudes de descalificación, a pesar de que las
pasaron y que ahora con mi esposa, ella también se ha vuelto humillante conmigo tal y como lo figuras que lo han “rescatado” traten de hacerle entender la responsabilidad que
era mi mamá, yo también he pensado eso. Y es que siento que mi familia me mira con pesar, tiene en el resentimiento de su esposa. También es evidente la manera como
como si me tuviera lástima y me da mucha rabia, porque nadie tiene por qué sentir lástima por confunde a su madre con su tía y a su primo con su hermano, lo cual más allá del
mí. A mí me duele mi hijo, aunque ahora lo veo los domingos, trato de compartir lo máximo deseo de haber pertenecido a otra familia, muestra la manera como escinde a sus
con él, me hace sentir muy feliz, cuando juego con él y estoy con él me hace sentir el hombre objetos internos en buenos y malos. Cuando su tía quien representa la madre
más feliz del mundo. Siento que debo darle todo lo que yo no tuve, darle la felicidad que a mí buena, trata de señalarle sus errores, él de inmediato la siente como enemiga y
no me dieron”. siente el reproche como traición. De igual manera ocurre en su lugar de trabajo
donde siente que al pedírsele algo se le está agrediendo. Se trata de proyecciones
en todo lugar que él no ha logrado elaborar en su mundo interno (elementos beta).
El dolor por la situación de su hijo, también se refiere al dolor por su

propio self infantil, rechazado y humillado por su madre y abandonado por su
padre. Por eso, espera poder brindar a su propio hijo una función paterna que no
ha sido posible integrar en su mente y que teme no poderla cumplir al interior de
su familia.
“También me alejé de la muchacha que te conté, no me siento preparado para tener Se aleja de los objetos que lo cuestionan una vez siente actitudes que él
otra relación. Ella fue la que me llamó la otra vez porque no la volví a llamar, pero como ella interpreta como rechazo, abandona antes de ser abandonado. Por esa razón parece
me había dicho que no seguía conmigo por lo que estaba casado, igual no la volví a llamar que la expectativa constante de Jaime está referida a un objeto que lo desprecie,
aunque nos vemos a veces en la universidad, ella es compañera mía (…) Pero espere, yo quiero no lo escuche y lo juzgue.
preguntarle usted qué piensa de esto, ¿será que si van a cambiar las cosas?”.
En términos transferenciales también se observa el temor del paciente
porque la terapeuta sienta rechazo hacia él por las situaciones que ha comentado,
por ser él quien es. Transfiere el sentimiento de no ser valorado por la madre sino
rechazado por ella, quien rechazó al hijo que no tiene padre y quien separa a su
pareja actual. Teme que el maltrato se repita en la terapia con él a través de la
fantasía de abandono que surge en él al contar su historia. El cambio en esta
sesión se refiere a la manera como él conforma sus nuevas relaciones,
proyectando en los objetos externos la continuidad o la terminación del vínculo.
“Jaime llega puntualmente, entra al consultorio y me pregunta: ¿Cómo vas?, ¿Cómo La dificultad para pensar se expresa en la ansiedad que le produce hablar
has estado? Yo le respondo que muy bien, que gracias. Al ver que me siento y no le digo nada, de sí mismo y de sus experiencias dolorosas. Esto representa la ausencia de un
se coge la cara y se hace hacia atrás y me dice: Pregúntame algo, la verdad no sé qué decir. objeto interno tranquilizador y esperanzador, razón por la cual muestra mucho
temor a la soledad y el abandono, tanto así que debe escuchar la voz de la
Esa llamada que me hiciste para mí fue un alivio. Cuando llamaste a preguntar qué terapeuta quien concretamente debe preguntarle o hablarle para sentirse
había pasado y si iba a volver, porque yo pensé que ya no iba a poder venir, por lo que había acompañado. Teme también que lo que vaya a decir sea malo o genere algún
faltado tanto. Y es que ni en el trabajo me he podido concentrar, tampoco en la universidad, me daño en el objeto, el “no sé qué decir” se refiere a la sensación de no saber si
está yendo mal en todo. Pero yo te agradezco mucho que me hayas esperado. Eres la única puede dar algo bueno de sí.
persona que me escucha y este es el único lugar donde cuando hablo no me juzgan, porque en
todos lados eso si pasa. Eres casi que la única persona que se preocupa” (llora). La llamada para confirmar la asistencia de la terapeuta permite que el
paciente pueda sentirse esperado y en el pensamiento de otro, esto le genera alivio
y contención a sus sentimientos hostiles, los que puede expresar sin que el objeto
lo abandone. No obstante, también genera frustración pues a diferencia del
consultorio y de acuerdo con un momento de idealización a la terapeuta, en su
casa tiene la expectativa de ser rechazado y denigrado, sentimiento que proyecta
en quienes lo rodean.
“No quiero volver a llamarlo (a su hijo), para qué si sé que me va a rechazar o que no La expectativa de un nuevo encuentro con su hijo es de rechazo, culpa
me va a querer ver. (…) Sí yo sé que viví cosas muy bonitas con él, pero no quiero llamarlo, persecutoria al haberlo abandonado por varias semanas. Siente que su hijo tendrá
para qué voy a hacer que nos veamos o que me recuerde si yo sé que le voy a hacer daño. (…) sentimientos hostiles hacia él como consecuencia de su alejamiento. Su idea de
Yo no quiero volver allá, ni con la mamá de mi hijo ni nada. A lo mejor le siguieron hablando dañar al objeto aparece cuando también aparece él como padre malo. Su
mal de mí”. sensación es de no ser recordado ni amado por su hijo y esposa, ambos se han
convertido en objetos persecutorios, luego de que él se ha ausentado por tanto
“Yo no sé cómo irá a ser esta semana santa. Porque ahora sí en serio voy a sentir la tiempo. Por esta razón siente que la soledad más que una decisión, es un
soledad, ahora si voy a estar solo-solo”. abandono por parte de su esposa y su hijo.
“¿Tú eres siempre así de seria? (…) Te pregunto, porque me da mucha curiosidad, tu En la relación con la terapeuta se refleja el mismo temor que manifiesta
eres muy seria y me pregunto si es así en todos los lugares y con todas las personas. No me con respecto a su familia, de respuestas frías y despectivas. Su deseo es el de
gusta que seas tan seria y sería mejor que al menos te rieras de vez en cuando”. encontrar una respuesta alegre como alternativa diferente a la tristeza y la soledad
que siente. También busca salirse de la relación terapéutica una vez siente estos
sentimientos de desolación, queriendo estar como en otra lugar y como con otra
persona.
“Es que yo siento todo el tiempo que están en contra mía. Yo creo que te había Los conflictos de Jaime se presentan con la figura femenina. Su protesta y
comentado ya antes que tenía algunas dificultades en el trabajo y esta semana que pasó peleé su resentimiento son reflejados en la relación con las compañeras de trabajo o de
con 3 compañeras. No sé por qué siento que me están ofendiendo, que ellas son groseras. Yo le estudio de quienes siempre espera juzgamiento y agresión. Esto puede deberse al
digo a mi mejor amigo o al compañero con el que me la paso, que ella fue la grosera y él me modelo en su relación temprana con la madre y al frecuente rechazo y
contestó que no, que ella fue amable conmigo y me dijo las cosas de buena manera”. humillación del que hizo parte. Necesita en este caso de un amigo, que no
reconoce como tal o como un objeto bondadoso, para saber si su actitud es
exagerada, situación que hace pensar que el paciente comienza a hacer un intento
por verse a sí mismo y por sentirse aprobado.
Lo llamo por teléfono para confirmar la cita. Jaime responde con sorpresa al haber La relación que establece con la terapeuta muestra el temor del paciente a
pensado que la cita era a las 6 de la tarde. Jaime dice que había estado muy pendiente de la dañar al objeto pero al mismo tiempo la agresión contra él. La expectativa es la de
cita porque ha necesitado hablar conmigo y me pregunta si es posible atenderlo al día confirmar que el objeto permanecerá para él en su espera, forma de probar a la
siguiente. Le contesto que no y acordamos vernos a las 6 de la tarde. terapeuta para confirmar el abandono que espera del objeto.
“En estos días me puse a pensar y la llamé (a Yurani) y pensé si no me contesta Así como en la relación terapéutica, el paciente establece sus relaciones
entonces ya doy por cancelado esto, hago como que no pasó nada. Pero sí me contestó y con diferentes mujeres de las que espera una respuesta a sus llamados. Si no se
hemos venido hablando estas semanas. Hace poco pensé que no me importaba, que le iba a siente en la mente del otro, sus impulsos hostiles se vuelven contra el objeto y
decir que nos cuadráramos y ella aceptó, entonces ahora es mi novia”. luego contra sí mismo, en forma de culpa persecutoria. Ante la respuesta
inesperada de afecto de la terapeuta y de esta nueva pareja se siente extraño y de
“Yo busco en una mujer no solo que sea bonita, sino que me haga sentir bien y sea inmediato el temor pasa a ser el de poder perder al objeto, saturarlo y dañarlo. En
buena gente, que esté todo el tiempo pendiente de mí, que me llame, que me quiera. Y ella ese sentido, cuando conforma un vínculo amoroso, el paciente tiende a idealizar a
tiene todo eso, yo siento que es la mujer de mi vida. Pero me siento también muy intenso, las mujeres en un primer momento.
siento que la presiono mucho. Además es que no te he contado cuántos años tiene, es de 18
años. Es muy joven y yo ya le dije que se viniera a Bogotá a vivir conmigo, es que no puedo Por ahora es Yurani la mujer de su vida cuando se siente incluido dentro
esperar, quiero todo ya, que sea para ya mismo. (…) Si pasara algo o me decepcionara, con de la relación, sin embargo teme que al mostrar su gran necesidad el objeto lo
todo lo malo que he hecho, lo infiel que he sido…” deje solo. Esto le genera dificultad para esperar, para tolerar la frustración de que
el objeto no responda a su necesidad de inmediato y esto se refleja en el
sentimiento de ser “intenso”. El objeto sigue siendo para él un satisfactor de sus
sentimientos de soledad y angustia, desconociendo la distancia que existe entre él
y su nueva pareja a quien apresura pedirle que viva con él. Este objeto puede
volverse persecutorio cuando él se sienta culpable por las infidelidades y por
haber alejado de sí lo que ha querido.
“Supongo que tengo que empezar a hablar yo. Como tú no me preguntas nada”. En la relación terapéutica se va esclareciendo la manera como él
conforma los vínculos, lo que en un principio era tomado como cualidad del
objeto (idealización) es lo que posteriormente puede llegar a ser sentido por él
como rechazo o despreocupación. La culpa persecutoria surge ante la fantasía de
lo que piensa la terapeuta después de haberle relatado todo lo malo que se ha
sentido.
“En la oficina he tenido muchos problemas, ya ni siquiera le hablo a nadie. Siento que Su sentimiento de que el objeto no va a responder también parece
la gente me ha cogido fastidio y que yo he hecho que eso pase. Estoy muy aburrido allá, y en el sucederle a él con respecto a sus relaciones con los otros. No solo muestra
estudio y en todo lado. Me he vuelto más agresivo de lo normal. Nadie me puede decir nada aburrimiento e inconformidad con lo que le sucede en el mundo externo sino
porque contesto muy grosero”. consigo mismo. La culpa que siente por lo que sucede en otros ámbitos de su vida
resulta persecutoria. Esta culpa le produce sentimientos depresivos debido a que
“Otra vez tengo esas ideas de hace dos meses, de que lo mejor sería morirme, no para su sensación de estar lleno de objetos dañados en su mundo interno le generan el
mí sino para los demás. Si me muriera de pronto si sufrirían algunos, pero eso sería pasajero y deseo de acabar con ellos, lo que implica acabar con sí mismo.
podría resolverse. Pero yo siento que a nadie le importo”.
No se siente importante en la vida de otros sujetos y se siente
descalificado constantemente por esos objetos internos escindidos que no logra
comprender ni integrar. Así mismo sus sentimientos hostiles, que expresa como
lo mejor para los demás, también expresan una fuerte agresión al medio, hacia
quienes desea que sientan lo que él siente por una ausencia y un vacío interno.
“Terminé definitivamente con Yurani, hablamos y que definitivamente no seguíamos. La expectativa de rechazo se evidencia también en su situación laboral.
(…) y en el trabajo pues todo normal, no me han dicho nada. Andan como serios. He tenido Siente que él hace activamente cosas que lo llevan a que el objeto lo abandone.
mucho que hacer y me toca mejorar porque he pensado que me pueden echar”. En la situación transferencial parece verse lo mismo, ante tanta ausencia a las
sesiones y de material que a lo mejor para la terapeuta sea importante. Respuestas
“Estoy molesto por lo del sábado con Diana, porque aunque no pasó nada, pues como “Ya me lo esperaba” y “no pasó nada”, son manifestaciones de la
estábamos algo tomados y casi pasa. Y por lo de Yurani también, además la llamé el fin de expectativa ante el objeto, de una respuesta fría y de desengaño así como con el
semana y no fue ella la que me contestó, fue otro tipo diciendo que era el novio y que no la objeto materno, quien al igual que Yurani da prioridad a otra figura masculina
molestara. Pero en el fondo ya me lo esperaba”. (padrastro) que no es él. La expectativa de abandono que expresa en todo nivel
puede reflejar la historia de sus vínculos a lo largo de su desarrollo.
“Mira que tuve dos sueños: en el primer sueño iba en un carro con un señor que no
conozco pero yo le decía papá. Íbamos a recoger a una señora que se subía al carro y yo le Así mismo los sueños que el paciente lleva por primera vez a consulta,
decía mamá. Era muy raro, no los conozco. Y en el otro sueño iba en el bus de mi papá creo y representan un regalo del sujeto a la terapeuta, para así poder ver la reacción ante
ahí iba con un tipo que tampoco conozco”. esa búsqueda del paciente. Busca producir una respuesta emocional en la
terapeuta, seguramente como lo buscaba de niño con su madre para lograr ser
reconocido y ubicado en algún lugar dentro de la familia a la que sentía que no
pertenecía y este caso dentro de la relación terapéutica. La respuesta emocional
de la madre podría ser fría, por tal motivo espera de la terapeuta otra respuesta
como la seriedad por la que reclamó en sesiones anteriores. No obstante, el sueño
representa una situación esperanzadora, donde el carro y el bus pueden
representar el tratamiento. Allí va a conocer partes masculinas y femeninas suyas
que desconoce (sus objetos internos), tarea que realizará él junto con la terapeuta
“embarcados en ese viaje” que es la terapia. El bus es un espacio grande que se
dispondrá a recibir nuevas cosas, personas y experiencias.
“Mira que he tenido problemas con un par de viejas que hicieron algo que a mí me
molesta muchísimo. (…) Fue otra amiga la que me dijo, que ellas decían que yo no hacía nada,
que no salía con nada. Me dio tanta rabia. Tenía ganas de ir a decirles de todo, esperé a que Para el paciente es difícil manejar la frustración ante la crítica del objeto
ellas dijeran algo para ir a reclamarles. Fui y les dije que cuál era el problema que tenían cuando ha sentido su esfuerzo por ser reconocido. Los temores de haber dañado
conmigo. Les dije que no tenían por qué ir a hablar de mí y que podían habérmelo dicho. aparecen ante las situaciones de agresión e impulsos hostiles que le producen
Reaccioné muy agresivo. Mis compañeros se sorprendieron, porque en la universidad yo soy estas actitudes, generando preocupación y culpa.
muy callado, no digo nada. Ellas se quedaron calladas, y el resto de la clase no me pude
concentrar todo el tiempo, porque siempre era pensando si lo que dije estuvo bien, si no estuvo En el sueño se puede observar el temor a que no pueda reparar el daño
bien, si la había embarrado o me había pasado con ellas”. producido al objeto. Ese miedo a estrellarse se refiere también a cierto temor a
desbordarse en sus sentimientos depresivos una vez llega a asumir lo que ha sido
“He seguido soñando con el bus, pero a veces siento que me voy a estrellar o que voy a el recorrido de su vida y una vez hayan prevalecido las partes adultas de su
caer a un abismo y ya cuando veo el abismo, me despierto. Tú sabes cuál es el miedo que le personalidad. Esto implica el miedo a “manejar cuando cojo el bus de mi papá”,
tengo a manejar cuando cojo el bus de mi papá. A mí me da miedo estrellarme”. es decir llevar a cabo las funciones de padre y ocupar dicho lugar con su hijo,
reparando al objeto interno paterno, oportunidad que le ha brindado su relación
afectuosa con el padre – tío.
“La verdad es que yo me sentí muy bien cuando me llamaste, no pensé que me fueras a La expectativa por perder el cupo y el espacio terapéutico se presentan
dar otra oportunidad. Yo pensé que ya iba a perder el cupo, pero el hecho de que me hayas ante el hecho de que el paciente se ausenta y siente que va a ser abandonado. A
esperado, para mí fue muy importante y te agradezco mucho (...) Yo te quería preguntar por diferencia de las otras respuestas que ha recibido de rechazo, en la relación
qué dejaste que volviera. Yo he pensado dos opciones: o le parece que mi caso es muy terapéutica hay una actitud de espera que le permite al paciente sentir que
interesante, o piensa que sí puede ayudarme. (…) la verdad yo me siento muy feliz con esto, pertenece a un vínculo terapéutico y que se siente en la mente de quien lo
porque siento que ha habido muchos cambios. Me siento menos ansioso, aunque todavía lo escucha. Se inquieta por la respuesta de la terapeuta pero reconoce que el objetivo
soy. Pero muchos miedos me he quitado. Por ejemplo ahora no me da miedo decir lo que está en función de él y le ha servido, lo que evidencia mayor disposición a
pienso y en la oficina eso se ha visto. Me han puesto más trabajo y es que cuando yo me incorporar las bondades que el objeto tiene la posibilidad de brindarle a él. No
equivoco siempre estoy dispuesto a reconocerlo y a dejar que otros me lo digan. (…) Entonces solo contenidos dañados como los que sentía que le proporcionaban los objetos
ahora tengo mucho qué hacer, pero sí es cierto eso y me he sentido mejor, con mucha más que mantiene escindidos.
confianza que antes. Y menos conflictivo, la otra vez íbamos en el bus y otro tipo se me
atravesó, mi compañero me envenenó mucho y yo ya iba como llenándome de rabia, pero llegó El sentimiento de haber recibido del objeto las cualidades como la espera,
un momento en que dije, para qué pelear, dejarlo seguir no gano nada haciendo problema. Y han permitido que el paciente sienta mayor confianza en sí mismo y en sus
así he sentido que he podido controlarme más, que no exploto como antes ni soy agresivo”. propias capacidades por ofrecer también cualidades. Esto se ha visto reflejado en
una mayor tolerancia a la frustración y a la ambivalencia, así como la
(Relato de un sueño) “Iba en ese bus con el que siempre me acompaña pero yo no comprensión y pensamiento acerca de sus sentimientos hostiles y partes infantiles
podía manejarlo bien. Íbamos por una bajada y yo no podía frenar, los frenos no le servían, yo de la personalidad. En su experiencia está siendo más consciente de que su hacer
sentía que me iba a ir por un abismo y tenía mucho miedo. Y cuando ya el bus iba a estrellarse en la relación no solo está referida al daño del objeto, sino también puede ser otro
me desperté muy asustado. Es que a mí me da miedo manejar, yo manejo en la ciudad y mejor. En este sentido, la expectativa de la respuesta del objeto es diferente y no
manejo en pueblos pero no por carretera, es que es mucha responsabilidad”. está referida solo al rechazo, sino a la aceptación.
El sueño refiere esos temores a las nuevas experiencias, en las que

también puede verse frustrado. Estos nuevos caminos (por carretera) implican
también nuevas historias de vínculos que pudiendo diferenciar de los primarios,
pudiera llegar a reparar sus objetos internos y así asumir las funcionas propias del
lugar que ocupa en su familia. Esto tiene que ver también con la responsabilidad
de sus actos y el asumir la culpa de forma depresiva, de los errores que ha
cometido.
“Lo otro que pasó es que la mamá del niño me pidió que necesitaba urgente que le Aun es difícil de comprender y aceptar la frustración de la separación de
firmara los papeles del divorcio y eso la verdad no me lo esperaba, me dejó muy sorprendido”. su esposa. Firmar los papeles de divorcio quiere decir que el vínculo se ha roto y
que ahora su posición ha de ser distinta con respecto a su hijo y a su función
paterna. Por esto todavía siente resentimiento por el rechazo que le manifiesta su
esposa refiriéndose a su deseo por hacer legal su separación, lo que todavía
despierta en él sentimientos asociados a la experiencia infantil de abandono.
PERTENENCIA
“A mí se me han olvidado cosas de mi vida, están borradas, hay años que parecieran Sus experiencias infantiles han sido borradas por causa del dolor que le ha
en blanco porque no sé qué paso. Yo tengo unos hermanos pero ni siquiera sé en qué ocasionado la experiencia de ser hijo. Esto evidencia el grado de sufrimiento que
momento llegaron ni me acuerdo bien por qué están ahí”. tuvo que atravesar en la niñez y que no logró ser contenido, ni elaborado por sí
mismo. El escaso recuerdo de sus hermanos da muestra de lo ajeno que se sintió al
“Ellos son menores que yo, pero yo no me acuerdo del momento en que nacieron. grupo familiar, y el olvido por la manera como ellos llegaron al mundo también
Yo no fui muy cercano a ellos de hecho yo con mi mamá ni siquiera me hablo ahora, a quien refleja la confusión en la relación parental que de manera simultánea vivenció con
le digo mamá es en realidad tía mía, la que me recibió porque mi mamá me echó de la casa la ausencia de su padre biológico. Lo traumático puede verse reflejado en la falta de
desde los 5, 8 años y después me volvió a echar como a los 12”. desarrollo psíquico relacionado con el tiempo (borramiento).
“Es que yo siento que no soy de ninguna parte, en mi casa a veces también me siento La confusión de lugar que muestra, relacionado con su familia y su lugar de
así y en el trabajo, yo tengo miedo de todo, siento mucha pena de hablar, de que me trabajo, refleja la dificultad del paciente para sentir que pertenece. Esto se puede
escuchen. A veces pienso que no sé si sea el lugar en el que debo estar, porque a veces es relacionar con la fantasía de no ser querido ni deseado para el objeto, como si su
demasiado bueno o me siento bien y siento que no hago parte de eso que no es a mí al que le pena se debiera a una marca negativa por la cual no ha sido ni será aceptado en
está pasando” ninguna parte. Las situaciones que lo favorecen son sentidas como ajenas, lo propio
es sentido como sufrimiento.
“Mi esposa se llevó al niño y se me perdió con el niño y ese ha sido el peor momento
de mi vida porque él es todo para mí y no sabría que hacer sin él, me sentí muy mal sin él”. Las experiencias de la niñez han sido tan difíciles que al no poderlas
elaborar se borran y no se nombran. Para él sentirse ajeno a su familia resulta ser
una defensa contra lo traumático que resulta sostener esta relación perversa con su
padrastro y es la manera como él puede sobrevivir a dicha situación. Así mismo no
contaba con el sostén de su madre ni con la seguridad o protección de ninguna de
las figuras parentales, razón por la cual su sentimiento de desprotección es
permanente.
“Es que no se por qué cambiaron mis sentimientos hacia mi esposa Yaneth, pero ya Al sentir los juzgamientos de su esposa, pareciera que hace la equivalencia
no quiero volver con ella, creo que ya perdí lo que tenía con ella y me he vuelto a sentir muy de sentirse expulsado de la familia. Sus proyecciones generadas por impulsos
solo. Es que siento mucha rabia hacia ellos, hacia mi familia porque me dieron la espalda, y hostiles hacia ellos, son sentidas como desprecio y abandono reflejados en lo que
ahora me hacen sentir mal por todo como si yo fuera malo o le que hubiera hecho estuviera manifiesta como haberle dado la espalda, es decir, haberse sentido excluido. La falta
muy mal, me juzgan mucho por lo que pasó con mi esposa y ellos no entienden cómo es de comprensión sentida por parte de sus padres también es percibida por él como
ella”. rechazo y lejanía de sus padres – tíos a quien comienza a percibir como objetos
malos.
“Esta semana me he sentido muy extraño, venía pensando eso ahorita. No siento que Al ser sus objetos internos más de tipo persecutorio, su sentimiento de
sea yo, no me reconozco, me he sentido bien estos días, pero no siento que sea yo quien esta extrañeza con respecto a lo que en algunos momentos deja ver su mundo interno, lo
sintiéndose así. Es algo raro, es como un sentimiento de tranquilidad, de quietud, este no soy lleva a rechazar sus cualidades y a no sentirse identificado con ellas. Esto refleja la
yo. Es que he tratado de ser menos agresivo, incluso esta semana me quedé muy sorprendido sensación de sentirse lleno de objetos dañados que no muestran bondades con su
con algo que me dijo una compañera, que me hizo pensar no sé, que como que no me lo mundo interno. La nobleza que refiere según lo que dice su amiga es posible que
estaba diciendo a mí. Me dijo: es que usted es raro, a veces reacciona de una forma refleje la postura defensiva por una parte y las partes infantiles de desprotección y
exagerada, como agresiva, pero en el fondo usted es muy noble. Es que no sentí que fuera de fragilidad por otro lado, este último no reconocido por el sujeto quien se ha forjado
mí del que hablaban, si me dicen algo bueno no lo reconozco como que hablan de mí. A lo de mucha protección en contra del sentimiento depresivo y del dolor psíquico.
mejor estoy tan acostumbrado a las cosas malas que me han pasado que ya no siento que
pueda estar feliz o bien, yo no sé qué es eso. Por eso me siento así, como quieto, como con Su expectativa de lo que es el hogar se relaciona con la soledad debido a la
un sentimiento de tranquilidad pero nulo”. falta de comprensión que siente de los objetos y la ausencia sentida en la mente de
su madre de él como hijo. Sin embargo, sucede como en las relaciones de pareja que
“Entonces ya no tengo ni quien me acompañe, esta semana me hicieron una cirugía así sienta rechazo hacia el objeto femenino madre en este caso, siente que debe
(en la boca) y no quería decirle a mi mamá, le iba a decir a un amigo pero al fin no le dije, quedarse con ella y retenerla con la finalidad de no sentirse abandonado. También la
entonces me toco recurrir a ella”. idea inconsciente de retener a esta figura es la de poder descargar sus impulsos
hostiles sobre ella. Así mismo para el sujeto es necesaria la compañía pues es la
Me trastee esta semana de apartamento, me pase a otro cerca de donde estaba y manera de sentirse perteneciente a un vínculo que le pudiera brindar protección y
ahora si vivo solo. Ahora si he sentido la soledad, por eso me la paso ocupándome en lo que contención en su dolor psíquico representado en su dolor de boca.
sea para no sentirme así, casi ni voy allá sino solo a dormir.
Por otra parte es posible observar cómo el sujeto se aísla a manera de
castigo o expulsión del hogar, pues se trata de su vivencia una vez entra en
discordia con su familia e intenta a través del trabajo defenderse del sentimiento
propio de sus partes infantiles de la personalidad.
“Si, es que yo ya no siento nada bueno de nadie. Yo me he sentido muy deprimido Su fantasía es la de dañar toda relación que inicia, de dañar el objeto al igual
por eso, muy solo, ya no tengo a nadie, ni siquiera mi ex novia, no la volví a llamar, pero es que a la terapeuta. Los objetos internos persecutorios se vuelven contra sí mismo y
que tampoco quiero embarrarla con nadie más. Yo sé que si empiezo con alguien una le producen el sentimiento de estar dañado en su interior. La rabia y el dolor están
relación voy a terminar dañándola y que todo va a salir mal como siempre. De pronto por ahora dirigidos contra sí mismo y a eso se refiere sentirse mal. No obstante, él
eso también no había vuelto, porque me sentía muy mal”. también propicia su estado de soledad de manera inconsciente a pesar de proyectar
en el exterior el mandato de ser expulsado del grupo familiar, siendo sus objetos
internos persecutorios quienes propician esta lejanía acompañada de un sentimiento
igualmente de culpa que continúa dañando su mundo interno.
“Igual les dije también que yo no me sentía ya de la familia, que ellas me hacían El paciente no siente un lugar de pertenencia en la familia. Confunde el
sentir como un arrimado, que igual ni ella era mi mamá, es que ni mi tía y ella tampoco era lugar de hijo y de hermano por su deseo de haber tenido unos padres y unos
mi hermana, es mi prima”. hermanos que lo aceptaran y lo desearan y que también fueran aprobados por él.
Este lugar de no pertenencia genera en él sentimientos de rechazo y resentimiento
que él asimila como traición. Por este motivo se deja de permitir ser hijo pero y ser
padre al no saber dónde ubicarse dentro del plano familiar.
“Lo que pasa es que conocí a alguien, pues ya la conocía pero no te había contado La idea de encontrar a “la mujer de su vida” es para él la posibilidad de
porque la vi la primera vez en diciembre y tuvimos nuestro cuento, pero nos dejamos de encontrar un objeto materno bondadoso que lo pueda hacer sentir como parte de un
hablar porque ella tenía su novio. (…) Y me siento tan bien con ella, es todo lo que yo busco vínculo: sentirse querido, acompañado, seguro, es la sensación de contención que
en una mujer, me hace sentir diferente. (…) Es como sentirme acompañado, querido por no ha sentido disponible en principio y que posteriormente ha disociado cuando se
alguien, me hace sentir seguro, yo quiero darle seguridad a ella, así ella no me la de a mí. Es decepciona del objeto, desde una postura parcial. No obstante resalta de antemano
que la soledad me da muy duro. Mientras trabajaba de domingo a domingo llegaba solo a la posibilidad de querer brindar estas funciones así él no las reciba por parte de ella,
dormir. Ahora que ya pasó eso, llego a mi casa temprano y es desesperante. Me siento previendo que el objeto va a ser decepcionante en alguna oportunidad. Es una
horrible, me siento muy triste y muy solo. No te imaginas cuánto le he pedido a Dios para manera de retener al objeto y de poseerlo para lograr sentirse perteneciente al
que las cosas con Yurani salgan bien, por eso quisiera que se viniera a vivir conmigo, yo vínculo y así sentir que es aprobado para ella. A pesar de que en el momento
estoy dispuesto a todo, a sostenerla, a que no le haga falta nada”. idealiza el objeto, este es retenido con el fin de negar la soledad y el vacío de no
construir una relación entre dos con otra persona que no logre poseer por completo.
“Ese pueblo me encanta (el de yurani), a veces he pensado que podría dejarlo todo Así de cierta manera “compra” su presencia.
acá y con unos ahorros que tengo irme a vivir allá y poner un negocio, vivir tranquilo sin que
nadie supiera mi pasado. Yo le he contado esto a una amiga y ella me dice, bueno pero su Esa necesidad de brindar al objeto protección y seguridad también puede
hijo qué, y yo le digo que para qué si no puedo estar con él sino con las condiciones que diga estar referido a lograr ocupar el lugar y la función que no pudo ocupar con su madre
la mamá”. biológica cuando fue agredida y él se sintió impotente. Puede tratarse de la
búsqueda por clarificar el lazo que sostiene con el otro.
En esa misma vía se encamina su búsqueda por un sitio diferente, en otro

pueblo donde pueda ocupar ese lugar idealizado por él mismo de padre y esposo
que hasta el momento él ha sentido como ausentes. Tiene la idea de pasar de un
grupo a otro buscando dónde pertenecer y sentirse protegido, seguro y con afecto.
“En la oficina sigo teniendo problemas, una compañera me dijo que qué es lo que La fantasía de ser expulsado de la familia también se transfiere a las
me pasaba que cada vez me pongo más agresivo. Y es que me dio mucha rabia lo que pasó. relaciones con grupos de estudio. Pone en el mundo externo el sentimiento de ser
Pues es que era un trabajo que teníamos que hacer en grupo. Y una compañera mandó un eliminado o estar excluido por sus objetos internos, sensación que ha permanecido
mail donde tomaron una decisión y yo vi que no estaba incluido. La verdad fue que no lo leí en todo vínculo que tenga que constituir y que es más claro en el de trabajo ya que
bien. Entonces cuando hablamos le contesté muy mal, le dije que entonces me dijera si no logra pensar y elaborar esas experiencias que generaron sentimientos hostiles
quería que yo no estuviera en el grupo. Ella me respondió que leyera bien el mail... Yo lo leí hacia los diferentes objetos y las expectativas de abandono y desprecio. Así como
y sí, creo que no tenían la intención de sacarme, pero yo me sentí así. Es que ando como a la en el grupo, también en su mundo interno son los objetos femeninos los que
defensiva”. confabulan en contra de él, como partes de la madre mala que él no ha logrado
asimilar e integrar.
“Eso es lo que pasa en la oficina, que me he sentido excluido y yo no quiero eso
porque prácticamente es como una familia, son las personas con quienes me la paso todo el De igual manera ocurre con los vínculos laborales de donde también teme
tiempo. ser expulsado. Esto es asociado a la familia en el sentido de la compañía y la
presencia, lo cual se encontró ausente en su experiencia primaria de familia.
“Allá ya no me quieren, siento que no puedo recuperarme, que ya hice muchas cosas Se refiere a su esposa y a su hijo y la fantasía de que no desean que él ocupe
malas y cuando trato de hacer las cosas bien, me encuentro con obstáculos que yo mismo me el lugar de padre y esposo. Su sentimiento es de haberle sido despojado de sus
he puesto”. funciones y de no poder repararlas así como tampoco a las bondades de sus objetos
internos y los obstáculos son reconocidos como provenientes de sí mismo.
“Seguro llegar tarde a mi oficina también puede ser por eso (al igual que llegar Estos sentimientos reviven en él las experiencias tempranas de exclusión y
tarde al consultorio). Para saber si les hago falta o no allá. De todas maneras yo pienso que despreocupación por parte de su madre, situación que se repite en su fantasía en la
no le hago falta a nadie, que nadie se preocupa por mí”. relación con su esposa, en el trabajo y con la terapeuta transferencialmente.
“Mi puesto está en riesgo, y me toca ponerme las pilas. Es más, escuche por En esta sesión el paciente es un poco más consciente de su responsabilidad
casualidad que estaba hablando de mí la coordinadora con el jefe. Le decía que yo no con respecto a la posible exclusión de su trabajo, de su universidad y de la terapia.
progresaba y que no me estaba esforzando. Entonces cómo voy a pedir ahora permiso, ellos Observa como por sus mismos actos y actitudes puede perder la pertenencia a estos
necesitan resultados porque estamos haciendo un trabajo muy importante. Y ahora me toca espacios y los vínculos que se incluyen allí. A pesar de temer ser expulsado
cambiar la actitud y mirar como vuelvo a destacarme. Es que igual me toca en la universidad pareciera que buscara llegar a serlo, abandonando con anterioridad al objeto. La
porque la verdad me estaba yendo muy mal en ambas cosas. Y creo que en esta semana he vivencia externa de estas experiencias refleja la manera como vive la relación con
mejorado mucho, no creo que esté tan mal para dos sesiones a la semana.” sus objetos internos.
De esta manera busca la manera de agradar y satisfacer al objeto lo cual se
ve reflejado en su búsqueda por sobresalir en la oficina y con la terapeuta. De ahí
que sus respuestas sean algunas veces de tipo maníaco o por formaciones reactivas
cuando se da cuenta de que puede llegar a estar por fuera de estos grupos.
“Eso pasa en la oficina. Yo he oído que me dicen raro, que soy extraño. Pero hay una Este es el reflejo de la ansiedad persecutoria que se presenta con el objeto
(mujer) con la que me he llevado mal por mucho tiempo, yo sentía que estaba pendiente de interno materno. La mujer con la que se lleva mal y busca una excusa para poder
lo que yo decía pero para estar en contra. Y es que en la oficina somos solo dos hombres, yo justificar la expulsión del paciente, representa a la madre que lo despojó de su
soy el que me quedo”. vestido y lo expuso desnudo fuera del hogar. Por este motivo se refugia en las
figuras masculinas idealizadas, que siente como en desventaja frente al objeto
femenino aterrador que lo hace sentir desvalorizado.
“Aquí también siento que puedo hablar con más confianza, siento más confianza Durante esta sesión el paciente logró sentirse como más perteneciente al
contigo que antes. Tu otras veces me has dicho que a mi puede que me dé pena venir a vínculo con una sensación de mayor confianza y seguridad para expresar sus
contarte mis cosas por temor a lo que tu pienses, pero ya no tanto, me siento mucho más sentimientos de hostilidad hacia el exterior disminuyendo las proyecciones con el
tranquilo hablando acá”. paso del tiempo. Así mismo reconoce la necesidad de estar con su familia a la que
ha dejado con la fantasía de sentirse excluido y repudiado, sin embargo vislumbra la
“Yo quisiera volver a tener a mi familia, siento que eso me da mucha más seguridad, posibilidad de reparar su objeto paterno y así poder ocupar el lugar de padre y
que me voy a sentir mejor y que voy a tratar de recuperar lo que he perdido, que fue lo que esposo que se le ha dificultado tanto durante el proceso y del que ha sido difícil
construí”. responsabilizarse pues hasta ahora intenta darse cuenta del daño que produjo a su
familia sintiendo culpa más de tipo reparatoria que persecutoria.
seriamente tratar de intentarlo otra vez con ella. Además porque quiero estar otra vez con mi A pesar de que la expectativa es la del reproche y la crítica, Jaime comienza
hijo, y me he dado cuenta que ellos son mi familia, lo único que tengo. Pero eso también me a reconocer su hacer en la relación, lo que ha hecho para que el conflicto con su
ha despertado muchos miedos, muchos temores. Pienso que puedo volver a cometer los esposa permanezca, reconociendo también el dolor y el rencor que ella pueda sentir
mismos errores, a volverla a embarrar con mi esposa”. por sus acciones. Se incluye dentro de su familia aceptando que no fue abandonado
sino que él mismo se alejó de ellos, abriendo paso en su mente a que no los ha
perdido. No obstante, esto conlleva a sentir temor y miedo que esta vez no
inmoviliza al sujeto ni le impide desempeñar las funciones paternas.
“Con lo de los buses, me siento tan bien manejando y ayudando en el negocio de mi La cercanía con su padre – tío le ha permitido sentir que su objeto interno
papá, que incluso he pensado si mejor dejo mi trabajo y me dedico solo a esto, porque me tiene la posibilidad de ser reparado y con ello su propia función de paternaje. Al
siento muy bien, ellos me llaman y siento que me necesitan”. sentirse incluido, se siente respaldado hallándole un mayor sentido a su quehacer
allí que en la oficina. Por ese motivo piensa en abandonar su trabajo inicial para
acercarse al trabajo que lo hace sentir como perteneciente al grupo familiar. La
percepción de ser necesitado genera un sentimiento que hace emerger más partes
adultas de la personalidad (responsabilidad y trabajo con sentido).
“Yo sé que en parte he decidido arriesgarme con Mónica a vivir con ella por eso, El riesgo que nombra al iniciar una nueva relación sentimental implica que
porque no me quiero sentir solo. Mi hermano por ejemplo llega a la casa y tiene quien lo logra ver la posibilidad de la frustración y la decepción. Su preocupación se orienta
espere, mi papá también tiene quién lo espere, yo no tengo a nadie. (…) Yo pienso que con más a la necesidad de hacer parte de un vínculo en el que se puedan expresar las
Mónica a lo mejor quiera intentarlo de nuevo y ser por fin esa familia”. cualidades del objeto que en esta oportunidad no aparece denigrado. El hecho de ser
esperado también representa la situación terapéutica en la que siente que el vínculo
(Refiriéndose a la solicitud del divorcio por parte de su esposa) “Yo sé que ella me con la psicóloga lo hace sentir que pertenece y que puede establecer una relación
ama todavía aunque diga que no, yo lo sé muy bien. Yo creo que es porque necesita hacer sentimental en términos no posesivos.
los papeles para comprar una casa. Nosotros estábamos haciendo un ahorro antes de Sin embargo surgen algunos sentimientos relacionados con las partes
separarnos y ella lo que habíamos logrado al principio se lo gastó, luego volvimos a infantiles de la personalidad referidos a su esposa cuando le pide el divorcio. Parece
comenzar a ahorrar y yo creo que, haciendo cuentas, ya debe tener la plata para comprar la que esta situación inesperada para él le despierta estos sentimientos de hostilidad,
casa y por eso necesita el divorcio. Es que ya llevamos 11 meses de separados, llevo todo celos y envidia, ante la realidad de no sentirse esperado por su esposa. Ahora esa no
ese tiempo solo y ella no sabe lo que es llegar a una casa sin tener a nadie que lo espere. Ella es la situación que más lo atemoriza sino el hecho de sentirse solo y abandonado,
tiene al niño, yo no tengo a nadie”. sentimientos que no se expresan de manera persecutoria en su relato, sino de modo
depresivo en el que acepta que no puede tener a su hijo como antes sin llevarlo a la
“Yo me juzgo demasiado. Pero siento que apoyar a mi familia con el trabajo me hace postura de abandono como opción defensiva.
sentir muy bien”.
La pertenencia a su familia política en gran medida intenta reparar esos
espacios mentales en los que él ha escindido sus objetos internos y brinda la
posibilidad al sujeto de integrarlos más, haciéndole sentir una sensación de alivio y
menos angustia. Tener estas nuevas experiencias como hijo le hacen sentir al
paciente reconocimiento por parte de su familia y además el sentimiento de
pertenecer y de ocupar un lugar importante para ellos, estar presente en su mente.
AJENIDAD
(Refiriéndose a su esposa) “Yo no sé qué me pasa cuando me da rabia, es como si El sujeto desconoce el lugar que ocupa su esposa. Pareciera no lograr
quisiera que ella sufriera el mismo dolor que yo siento, que sintiera lo mismo que yo. A diferenciar a su esposa de su madre y es hacia ella a quien dirige toda su rabia y
veces soy muy grosero con ella, incluso una vez llegue a golpearla (…) La verdad es que en frustración. A través de la identificación con el padre malo, hace de su relación de
una ocasión cuando estábamos peleando, yo la golpeé y la obligué a tener relaciones pareja una relación de mucha violencia, en la que confunde la expresión del amor
conmigo y… nunca me había sentido tan bien… Sentí que el dolor y la rabia desaparecieron, con la agresión. También la desconoce como sujeto cuando accede sexualmente a
me sentí calmado como que se me hubiera pasado lo que tenía”. ella de forma violenta, como lo hizo su padrastro con su madre.
“Yo pensé que la manera de hacer volver al niño conmigo era reconciliándome con Su confusión refleja el mecanismo de la identificación proyectiva masiva
ella y busqué que volviera conmigo y volvimos a vivir juntos, en un apartamento en la casa con el objeto materno. Su esposa entonces pareciera actuar, según el paciente, de la
de mi mamá y mi tío”. misma manera que actuaba su mamá con él, con sentimientos de indiferencia y
rechazo. Parece confundirse también con el objeto madre mala, en el sentido en el
que desea propiciar el mismo dolor del sujeto en el otro.
La manera como quiere acercarse de nuevo a la familia también parte de un

hecho violento, que es el de utilizar a su esposa como medio para llegar allí, a pesar
de la presencia de sentimientos de agresión a ella. La agrede convenciéndola de
regresar, a manera de engaño.
(Refiriéndose a su esposa) “Y por eso me lleno de odio y solo pienso en cómo La violencia dirigida hacia su esposa – madre también se relaciona con la
hacerla sentir mil veces peor y que le duela tanto como a mí me duele todo lo que me dice. maternidad y la llegada de su hijo con el nacimiento. Se refiere a él como quien
La verdad es que me acuerda a mi mamá, a como era ella cuando yo estaba pequeño y como tomó la decisión de concebir, sin tener en cuenta la relación que construyó con su
me trataba de mal y por eso me da mucha rabia y me enceguezco” esposa y que materializó en la relación sexual. Pareciera que en la fantasía fue él
quien concibió y dio a luz a su hijo, lo cual también refleja la confusión con su
“Igual siento que él (su hijo) esta acá es por mí, porque mi esposa no lo sabía, pero madre y con el lugar que él ocupa al interior de la familia.
yo si sabía que ella había quedado embarazada, solo que no se lo dije. Es una decisión que De igual manera, se trata de una trasgresión con el cuerpo de su esposa –
yo tomé porque ella no quería y yo si tenía muchas ganas de tener un hijo”. madre, en el que el deseo se ve mediado por la violencia, y en donde decide sobre el
cuerpo de ella.
“Y es que estoy muy molesto con mi mamá, siento que ella me dio la espalda (…)
Yo estoy hablando de mi mamá - tía, de la otra no sé ni me interesa. Mi papá me ha pedido Con respecto a los objetos que fueron bondadosos en su niñez y que le
que comprenda la situación y que trate de entender, pero es que ellos siempre de parte de brindaron protección, a quien él actualmente llama padres, son sentidos por él como
otros. Es que quisiera irme de ahí ya no quiero ni volver, me da pereza estar ahí y verlos. Es abandónicos cuando le señalan los errores cometidos con su esposa e hijo. La
que yo siento que todos como que me hablan feo, no sé porque, incluso en la oficina a veces traición es sentida por él cuando se siente desaprobado y criticado. En este caso es
me piden algo y yo como que me ofusco porque siento que me piden las cosas de mala gana notoria la escisión que hace frecuentemente de los objetos. En este apartado solo se
y la gente me dice que de dónde saco eso. Es que ya sé, yo no soy como capaz de recibir lo dirige a ellos como padres malos y los equipara a su madre biológica de quien habla
que la gente me dice”. con indiferencia aparente. Estas agresiones sentidas por el sujeto también son
sentidas en su lugar de trabajo, lugar donde transfiere todas sus relaciones
primarias.
“Es que con esta compañera yo siento que la grosera fue ella, que me estaba El lugar que ocupa frente a las mujeres está relacionado con la figura
ofendiendo o hablándome de una manera que no me gustó. Pero me pasó también con otra paterna que tuvo en su infancia. Su padrastro denigraba y maltrataba a su madre,
compañera que hace unos meses me dijo algo que no me esperaba. La que me había dicho con lo cual parece haberse identificado en parte y es manifiesto en su relación con
que yo soy muy noble. Pero no sé qué pasó y también peleé con ella. Me contestó que yo era su esposa, madre – tía y compañeras. Así mismo se muestra ambivalente con ellas y
muy grosero, que por qué era así. Y no sé, yo me pongo a pensar y no sé (…) Pues yo he a pesar de recibir aceptación él no espera nada más que rechazo. Sin embargo, hace
pensado que a mis compañeras las hice sentir mal y no sé cómo controlar todo esto que un intento por ponerse en el lugar de ellas y reconocer las proyecciones que pone en
siento cuando me hablan, porque eso me preocupa”. el mundo externo y que no logra comprender.
“Creo que de pronto si tiene que ver con todo esto que me pasó con mi mamá. Y la Ante estas situaciones Jaime se siente culpable, en este apartado más una
otra vez me quedé pensando en lo que le dije y de pronto la hice sentir mal. ¿Te hice sentir culpa de tipo depresivo, y también lo siente hacia la terapeuta. Tal vez así era el
mal?” modelo de relación con la madre, ante su maltrato y trataba de explicar la distancia
de su madre por un acto malo de su parte y justificar así la actitud de ella con él.
“Y la muchacha con la que te dije que estaba saliendo también le terminé, le dije que El sujeto no reconoce lo que hace activamente para empezar y terminar
no quería herirla que no me sentía listo para empezar una nueva relación, la verdad es que relaciones pasajeras con distintas mujeres. Refiere hacer daño y evitarlo, pero de
tengo miedo. Ella me dijo que por que no le había dicho antes, pero no sé por qué hago esto, manera inconsciente no registra la manera como al retenerlas y posteriormente
es que a veces yo hago daño y no sé por qué. Por ejemplo con una compañera de la oficina, expulsarlas del vínculo está dirigiendo sus impulsos hostiles hacia ellas, quienes
entre los dos había mucha química y había un paseo que yo sabía que ella iba por mí y yo no representan el objeto femenino madre – esposa – amante. La culpa que manifiesta
fui como para evitar eso. Ella terminó con el novio y yo me siento culpable, porque una vez es de tipo persecutorio, pues teme haber dañado el objeto y posteriormente recibir el
ella trató de acercarse y me lo insinuó pero yo le dije que con mujeres comprometidas no me rechazo y el abandono de otras mujeres, cuestión referida al miedo a iniciar nuevas
metía. Entonces por eso creo que ella terminó con el novio, por mi culpa”. relaciones amorosas.
“Es que yo soy mujeriego, tengo que estar buscando mujeres, no puedo dejar de ser El miedo también se ve referido al sufrimiento que le produjo a su esposa la
así. Quisiera ser una buena persona, ser normal. Mi esposa es muy buena, ella nunca ha infidelidad y la separación. Y muestra su deseo por ser como ella cuando es sentida
tenido a nadie más siempre ha pensado en el niño, en la familia, quisiera ser así. (…) Pero como una madre buena, expresando el deseo por lograr ocupar el lugar de padre y
llegó un momento en que paré y dije, esto no puede ser así, no más, no me hace nada bien, esposo buenos. Parece reconocer en ese sentido, la necesidad de reparar al objeto y
no sé por qué lo hago, solo hago daño”. de comprender su manera de relacionarse, asumiendo la posición de hostilidad en la
que se encuentra con respecto a su familia.
“Porque lo hago pero sin sentimientos, como solo por sexo y ya, a veces me siento
sucio. Y cuando les termino es por lo físico o por lo que sea, pero nunca sé a la larga por qué Habla de las mujeres como si fueran el mismo objeto referido al objeto
sigo. Usted se preguntará qué bueno si yo sé que está mal, por qué lo sigo haciendo. Pero es primario. Estar con ellas por sexo es asociado a la suciedad referida a la misma
que he tratado de respondérmelo y no sé”. confusión en la que se encuentra al no diferenciar los sujetos inconscientemente y
su razón es repetir la escena primaria violenta que vio entre su padrastro y su madre
sintiéndose identificado con su padrastro al denigrar y utilizar estas mujeres para su
satisfacción personal sin tener en cuenta el de ellas y después abandonarlas.
“Conocí a otra muchacha en el mismo pueblo. Me vi con ella el mismo día que Es posible observar la manera como el paciente escoge a las mujeres con las
llegué a Purificación, llegué en la madrugada y me quedé con ella hablando hasta unos que se relaciona y el parecido físico resulta ser una muestra de la manera como él
minutos antes que llegó Yurani. Casi se encuentran (sonríe), no faltó mucho, si eso hubiera hace equivalencias y escisiones entre ellas. Para Jaime no existe una mujer – madre
pasado hubiera sido terrible. Y es que yo veo que se parecen mucho, cuando vi a la una – pareja como objeto total, todas parecen representar una parte de la madre,
primera y a la otra después me quedé asombrado con el parecido que tienen. Una tiene lo buscándola de manera parcial en muchas mujeres. Esto evidencia la confusión que
que la otra no, Viviana tiene lo que le falta a Yurani”. tiene en su mente ante dos madres, dos parejas, dos padres. Son objetos parciales
que son buenos o malos, idealizados o denigrados, al ser dañados con su deseo
hostil en la fantasía.
“Hablé con Yurani, pero yo ya sabía que me iba a estrellar, me dijo algo que no me En esta relación sostiene una posición infantil de omnipotencia en la que no
gustó para nada y que me hizo pensar muchas cosas. Según ella que yo no le había dicho que reconoce la propia responsabilidad en el cuidado por el objeto o por el vínculo. Y al
era casado y que tenía un hijo. Entonces me dijo que no podía estar conmigo así y me dijo mismo tiempo rechaza a la otra mujer como si tuviera la necesidad de vivir con dos
que no más. La verdad me decepcioné porque yo entregué mucho en esa relación. Y pensé mujeres, una que represente a la madre buena y otra que represente a la madre mala.
en seguir entonces con Viviana, pero no, la verdad es que no la quiero”.
No obstante, logra un intento por controlar sus impulsos agresivos, que más
“Pues ya mis ideas han cambiado mucho, ya no pienso las cosas que te había que una salida de preocupación por el otro, se trata de una defensa maníaca que
comentado, de hecho me he sentido con más ánimos como más optimista. Y en mi trabajo busca negar el dolor depresivo y la angustia frente a la posibilidad de quedarse solo
también he cambiado, trato de no hacer sentir mal a nadie y tratar de contener mi mal genio, y reconocer su responsabilidad en ello.
porque es que yo me estaba volviendo muy agresivo y era muy grosero para contestar”.
(Con su esposa) “No sé qué pueda pasar, ella todavía me reprocha y me dice cosas A lo largo del proceso terapéutico es la primera vez que el paciente
que no me gustan, sobre todo lo que ha pasado. Incluso no desaprovecha oportunidad para reconoce su responsabilidad en el dolor de su esposa y su resentimiento, logrando
decirme algo sobre lo que pasó, sobre lo que yo hice. Estuve a punto de ponerme de mal ponerse en el lugar de ella. Esto disminuye sus impulsos agresivos (proyecciones)
genio, pero pensé que ella tenía razón en su dolor y en su rencor por todo lo que he hecho. sobre el objeto y logra comprender la posición de ella frente a su infidelidad y sus
Pienso que le hice mucho daño y que no es tan fácil que las cosas vuelvan a ser lo que antes. propias actitudes hostiles. En esta sesión es más consciente en términos de tiempo y
Así que mejor me quedé callado y no dije nada, porque yo sé que le hice daño y ella en parte espacio, que el daño que ha infringido al objeto no va a ser anulado ni olvidad, ni
tiene razón de desconfiar”. tampoco volverá a ser lo de antes. En este sentido da claridad a la diferenciación de
los objetos, reconociendo quién es su esposa y la historia pasada con su madre.
(Refiriéndose a otras mujeres) “Claro que hay cosas que no siento que pueda decir
así no más, sobre todo con una mujer porque ustedes por lo general responden, ay que La situación transferencial también da cuenta de la posibilidad de que la
guache ese tipo. Pero tú sabes que uno con la gente con la que se la pasa, sobretodo terapeuta – mujer se sienta molesta por lo que dice y piense el paciente. Sin
hombres, pues se le pegan a uno esas groserías. Y tampoco siento que eso pueda decirlo así embargo, es consciente del lugar que ocupa al interior de la terapia y también en el
aquí. Pero el resto de cosas yo te las digo, lo que pienso y lo que me pasa. Con mi esposa, mundo externo con respecto a las mujeres, razón por la cual es más cuidadoso en un
pues tengo ese miedo otra vez, no me quiero descachar y embarrarla otra vez”. nuevo intento con la esposa a quien reconoce ahora en su lugar de esposa diferente a
la madre. Así mismo reconoce un límite entre él y los otros, al darse cuenta de que
hay un punto que puede sobre pasar en la relación con otros y dañar al objeto. Lo
reconoce de manera comprensiva sin que ello se convierta en algo catastrófico para
él.

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Efectos de la Ausencia Paterna 1

LOS EFECTOS DE LA AUSENCIA PATERNA

EN EL VINCULO CON LA MADRE Y LA PAREJA

Línea de Investigación en Desarrollo Psíquico

Nathalia Carolina Rodríguez Martínez

Directora de Trabajo de Grado: Maggui Gutiérrez

Pontificia Universidad Javeriana

Maestría en Psicología Clínica

Bogotá, noviembre de 2010

2. Planteamiento del problema, 4

10. Referencias bibliográficas, 196

1. EFECTOS DE LA AUSENCIA PATERNA EN LA RELACION CON LA MADRE

El presente estudio es de corte descriptivo cualitativo y presenta el estudio de dos casos de

protocolos de sesión y las transcripciones de los encuentros grupales se analizó la información a

Palabras clave: Ausencia, Padre, Madre, Pareja, Vínculo

La preocupación de este estudio se refiere a la falta de un padre en algunos hogares y a la

Investigaciones han mostrado en cifras cómo incluso en países desarrollados, la falta de

investigaciones marcan la pauta para el abordaje de las problemáticas relacionadas con la

de comportamiento, hasta dificultades en la salud física que se demuestran con tasas de

mortalidad infantil. No obstante, no son consideradas de manera específica las problemáticas

de situaciones económicas y sociales que también desfavorecen el ambiente en el que se

impactos en la estructura familiar. Comparando la situación en países desarrollados y en países

frecuentemente expulsados de las instituciones educativas a las cuales pertenecían, a sufrir

trastornos de comportamiento y a sostener dificultades en la relación con sus compañeros. En

Estados Unidos (DafoeWhitehead, 1993) enfocado en la población de centros de detención

provenían de familias cuyo padre fue ausente.

fenómeno de “la feminización de la pobreza” en la sociedad. Otra expresión de las familias se

sobre los efectos sociales de la ausencia de alguno de los padres.

hogar, la afectación de la inteligencia emocional, refiriéndose a la escasa capacidad de enfrentar

adversidades, la salud en general y las sensaciones de inferioridad, agresividad, aislamiento,

“feminización de la pobreza” o los trastornos físicos representados en tasas de morbilidad y

en su relación con otros.

En un estudio similar parecido al propuesto en Estado Unidos (DafoeWhitehead, 1993),

sus relaciones tempranas.

grandes desventajas al interior de la sociedad, lo que hace que se conviertan en grupos

correspondiente. De la muestra de esta investigación (Jimenez, 2003) el 63.6% buscó empleo

habían logrado establecerse en un hogar independiente y sólo en un promedio de 8 años y medio,

para la crianza y sostén emocional de los hijos que deben alimentar.

Posteriormente, Jiménez (2003) encuentra un resultado que para ella es desalentador: el

manera, para efectos de la investigación aquí propuesta: “Efectos de la Ausencia Paterna en la

vínculos posteriores en la adultez.

sido objeto de estudios sociales y antropológicos. Allí es visible también la diferencia de

trata de un tiempo menor.

Otra investigadora importante en este ámbito dentro de la cultura colombiana es Virginia

díada madre – hijo, lo cual incluye la ausencia del padre.

“frecuencia máxima” (p. 294), es la de Uniparentalidad. Sus antecedentes se remiten a la

afectar la relación entre madre e hijo frente a la ausencia del progenitor.

En este sentido, la situación de las madres solteras también favorece la desigualdad de

patriarcales: hombres terratenientes o propietarios de grandes extensiones de tierra, vínculos

propósito de esta investigación – intervención es de gran importancia la afectación de todo este

enfrentando dichas condiciones, además de las diferentes experiencias en su mundo interno

La problemática referida a la ausencia del padre también afronta la transformación de la

ocupa de la crianza y sostenimiento emocional de sus hijos. También es frecuente la constitución

puede llegar con sus propios hijos.

Psicología a preguntarse por ello. Específicamente, para la psicología clínica y para el

psicoanálisis, como disciplinas que atienden el sufrimiento humano, también se constituye un

de la madre y padre del hijo.

A partir del psicoanálisis también han surgido interrogantes con el cambio en la

constitución de la familia y su influencia en el psiquismo del sujeto. En el VII Congreso

Latinoamericano de Psicoterapia, llevado a cabo en la Federación Uruguaya de Psicoterapia

reordenamiento identificatorio de gran complejidad. Los hijos de los integrantes de la nueva

pareja, se encuentran en la situación de aceptar la ausencia de su padre biológico y la convivencia

adaptarse a nuevos procesos de convivencia. De esta manera, el proceso de historización y