o 448 / 8 euros
POPULISMOS
¿CUÁNDO, DÓNDE, POR QUÉ?
JUAN FRANCISCO FUENTES
DEFINITIVA
LA EDICIÓN DEFINITIVVA
A
MAYOR
Y LA MA
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YOR CCOMPILACIÓN
OMPILACIÓN DE
LOS
L TEXTOS
OS TEXT FILÓSOFO
OS DEL FILÓSOFO
Cortés.
Retrato y estructura «Magnífico trabajo, cuidadoso cotejo con otras ediciones, índices, apéndices
Del 13 de julio y anexos, publicación separada de textos que el autor no dio a la im
mp
prenta.
al 10 de octubre de 2018 Todo, en fin, como debe hacerse.»
Espacio Fundación Telefónica Santos Juliá
C/ Fuencarral 3, Madrid. Entrada libre.
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Septiembre 2018 N. º 448
Fundada en 1923
por
José Ortega y Gasset
Director:
José Varela Ortega
Secretario de Redacción:
Fernando R. Lafuente
Gerente:
Carmen Asenjo Pinilla
Consejo de Redacción:
Joaquín Arango ● Juan Pablo Fusi Aizpurua ● José Luis García Delgado
Emilio Gilolmo ● Manuel Lucena Giraldo ● Benigno Pendás
Juan Pérez Mercader ● Jesús Sánchez Lambás ● José Manuel Sánchez Ron
Esta revista ha recibido una ayuda a la edición del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte en 2018.
Q ENTREVISTA
José Enrique Ruiz Doménec: «Hay un despertar de lo español».
Manuel Lucena Giraldo 107
Q NOTA
Oportunidades de empleo y renta en España 2007-2016. F. R. A. 115
Q CREACIÓN LITERARIA
Ley de las semillas. Jon Obeso 119
Q ÓPERA
Soldados y soldaderas. Blas Matamoro 127
Q CINE
Caos y humanidad. Iván Cerdán Bermúdez 133
Q LIBROS
Con permiso de Pujol. Miguel Escudero 137
El anti-fascismo, movimiento sin fronteras. Alessio Piras 140
La primera víctima de ETA. Miguel Saralegui 143
La vida del poema. Manuel González de Ávila 146
Marichalar, entre Londres y Buenos Aires. Margarita Garbisu 150
El Máster tiene como principal objetivo formar especialistas de excelencia con una
preparación actualizada en el trabajo y la gestión de las principales áreas de actividad
profesional de las llamadas Industrias Culturales, con fundamentos y fines tanto de rigurosa
formación académica como de aplicación y ejercicio profesionales. En este sentido, la cuidada
variedad y selección de los módulos de formación contenidos en el programa académico
del Máster pretende potenciar los conocimientos teóricos y habilidades técnicas de los
participantes, para formar culturalmente y encauzar con eficacia el ejercicio profesional
del alumnado en fundaciones, museos y galerías de arte, periodismo cultural, editoriales,
gabinetes de comunicación e instituciones culturales y artísticas.
[5]
J. F. F.
Este artículo forma parte del proyecto New Populisms in post-Cold War Europe:
A Symbolic Map. Iconography, Rituals, Leaderships, en el que he trabajado durante mi
estancia como Visiting Senior Fellow en el Ideas Centre de la London School of
Economics. Agradezco a Ideas Lse y en particular al profesor Michael Cox y a la
doctora Emilia Knight, director y mánager de ideas, su hospitalidad y amabilidad
durante mi estancia.
BIBLIOGRAFÍA
E l autor del libro, Juan José Sebreli, y quien esto escribe son
agnósticos. No hay pruebas suficientes y certeras ni para el
teísmo ni para el ateísmo, ni tampoco para términos medios ecléc-
ticos como el deísmo o el panteísmo. El ateísmo es incluso una
ateología, está demasiado imbuido de religiosidad, vive sin cesar
ocupándose de atacar la idea de Dios y logra un efecto contrario al
que busca: reconoce la importancia del enemigo. Dios es posible
en tanto no hay pruebas contundentes en su contra. La ciencia, a
lo largo de los siglos logró, y ahora aún más lo pretenden las nue-
vas tecnologías, desvelar muchos interrogantes. Pero todas ellas,
ciencia y nuevas tecnologías, no han conseguido responder a
las preguntas últimas sobre el ser y la nada, o sobre el surgimiento
de la conciencia. ¿De dónde venimos y a dónde vamos? ¿A dónde
nos conduce todo esto? ¿Por qué he nacido sin consentimiento y
debo morir de la misma manera? ¿Qué sentido tiene la vida? ¿Qué
hay más allá si ese más allá existe y a él va a parar el alma? Y el
[27]
De los dioses no sabré decir si los hay o no los hay, pues son
muchas las cosas que prohíben el saberlo, tanto la oscuridad del
asunto, como la brevedad de la vida humana.
órdenes religiosas, la teocracia, fueron ejes sobre los que giró du-
rante siglos la vida cotidiana. En nuestros días Dios está más
ausente que presente en lo cotidiano. De Él apenas ya dependen
nuestros dolores y alegrías. Es como una compañía ausente. La
ciencia, por su propia razón de ser, trató en vano de sustituirlo
pero no lo consiguió. Es más, yo diría que ciencia y metafísica con-
fluyeron en su silencio ante el no saber. Pero el mundo digital,
menos respetuoso y cooperador, está emboscando a esta construc-
ción cultural ofreciendo a los potenciales feligreses, ahora conver-
tidos en meros clientes, respuestas falsas, inventadas, quiméricas a
aquellas preguntas que nos hacíamos al comienzo de este texto. En
el mundo digital (y de esto no se ocupa este libro), según nos vie-
nen contando, muy pronto hasta la muerte será una reliquia del
pasado. Y sin la muerte, simplemente en el cristianismo sin irnos a
las otras religiones, no habrá alma, resurrección, ni más allá con
Dios. ¿Para qué entonces esta creencia? Por lo tanto ni las religio-
nes, ni Dios, tienen en este sentido futuro, y, por supuesto, tam-
poco los agnósticos lo tendríamos. ¿Dispondríamos entonces de
un Dios emérito (esta es una idea mía, no de Sebreli)? Tampoco en
el mundo digital a este paso existirá el libre albedrío, es decir, la
libertad de elegir, pues está siendo sustituida por los algoritmos.
Todas las bases de la religión están en duda y es más, desalojadas
por estas empresas materialistas que lo ofrecen ya todo en la tierra:
unas agencias de viaje estáticas. Por ejemplo la criogenización. Un
cuerpo conservado cientos de años esperando volver a la tierra en
un tiempo ya ajeno a él. ¿Dónde el alma? ¿Se puede congelar el
alma?
La desaparición de la imposición religiosa en las sociedades
modernas no ofreció un nuevo sentido de la vida, más bien fue
sustituido por la «anomia», la ausencia de valores, la superficiali-
dad, el vacío, la desilusión, la desesperanza... ¿La era digital viene
a redimirnos de todo esto? Antes las respuestas para gran parte de
1
C. A. M.
[35]
El caballo
Un primer detalle choca con la puesta en escena arriba descrita
y es el caballo. El indio de las películas es un señor que se adorna
con plumas, dispara con flechas y cabalga, como un centauro por
cierto, sobre briosos corceles. Es más, nos cuesta imaginar a esos
indios desplazándose o combatiendo a pie. El caballo no existía en
América antes de la llegada de los españoles, de manera que el
consumado arte ecuestre que demuestran los indígenas tuvo que
ser adquirido con posterioridad a 1492.
Los caballos llegan a América en el segundo viaje de Colón.
Son una veintena de animales que aparecen descritos en la crónica
como «matalones», que quiere decir que no eran de mucha calidad.
A mediados del siglo XVI la cría y el comercio de caballos estaba ya
bien asentada en el área de Santa Fe y Taos, como León Guerrero
y Díaz Díaz explican. Fueron probablemente los apaches y los
navajos las primeras tribus que asimilaron el caballo a su modo de
vida. Comanches y utes vinieron después.
La incorporación del caballo a la vida de los nativos supuso el
mayor cambio que estos pueblos experimentaron desde la agricul-
guerreó con los indios pero también los hizo sus aliados. En defini-
tiva que pudo y supo convivir con ellos sin necesidad de exterminar-
los. Esto ha dejado huellas visibles, algunas de ellas lingüísticas,
estudiadas con maestría por Francisco Marcos Marín. Y en se-
gunda instancia, es un efecto necesario en la buscada aculturación
de los hispanos, de tal forma que estos rechazan ser así llamados y
prefieren la denominación «latinos» porque hispano evoca dema-
siado a España.
Lo que el wéstern muestra en su versión clásica hasta la sacie-
dad es cómo, con trabajos y peligros, los blancos anglosajones van
ganando terreno desde el Este en medio de grandes fatigas, en
dura pugna con tribus bastante salvajes que no parecen haber te-
nido contacto con la civilización. Posiblemente esto responde al
hecho de que para la mentalidad protestante aquella cultura, con
la que el indio que va a caballo se relacionó mucho antes de que los
WASP (White Anglo-Saxon Protestant) aparecieran por el territo-
rio, no era la civilización. El Imperio español era lo más bajo en
calidad moral en su esquema de valores.
El caballo, sin embargo, insistimos, estorba esta puesta en es-
cena. Hay que detenerse un poco en este animal porque su aclima-
tación en la mayoría de las tribus indias demuestra hasta qué
punto el intercambio cultural con el mundo hispano fue intenso.
Esto provocó no sólo mestizaje sino también en algunos casos muy
notables, asimilación política e integración en los territorios del
Imperio español.
Después de la expedición de Juan de Oñate, estudiada por
Marc Simmons, el caballo se va expandiendo en dos direcciones.
Hacia el norte con los shoshones o shoshonis, nezperce, flatheads
y los crow y hacia el noreste con los kiowa, pawnee y arikara.
Los shoshones hablaban una lengua uto-azteca. Estaban divi-
didos en cuatro tribus grandes, una de las cuales, los comanches,
emigró hacia el sur en oleadas. A comienzos del siglo XIX las tribus
Los apaches
Governor Vélez Cachupin also has some control over the land
grant system he was administering. He could which land grants
it make and could adjudicates disputes about boundaries and
encroachments.
Gerónimo
En el siglo XIX, de las siete matanzas más grandes, sólo dos fue-
ron perpetradas por anglosajones. Las otras cinco, para ver-
güenza nuestra, fueron encabezadas por mexicanos.
hija, una joven casadera encarnada por Shirley Temple. Owen tiene
un plan para acabar con la rebelión de los apaches y su jefe Cochise,
el cual consiste básicamente en una trampa que le permitirá masa-
crarlos. Sin embargo, el capitán Kirby York (John Wayne) en-
tiende que antes hay que intentar hablar con los apaches y pactar
con ellos si es posible. Todo el mundo indio en la película habla es-
pañol. La cocinera india, Guadalupe, se dirige a la hija del coronel
Thursday en estos términos en la versión original: «Señorita, su
padre sabe que está Vd. aquí y viene muy enojado». Con dificul-
tades, John Wayne convence al duro e inflexible Owen de que
antes de iniciar la operación de castigo hay que escuchar a los indios
y que tiene al hombre adecuado para esa conversación, el sargento
Boford (Pedro Armendáriz) porque «he speaks Spanish». Final-
mente la reunión con los jefes indios se desarrolla toda en español:
Lamentables conclusiones
Las décadas del glorioso wéstern pasaron. Estados Unidos ya
no produce épica en celuloide. Vinieron luego el flower power y la
posmodernidad, y el wéstern, como género narrativo bien consoli-
dado que era, cumplió con su obligación y reflejó estas mudanzas
de los tiempos. Las pelis del Oeste se llenaron de chinos, de negros
y hasta se rindió culto a los native americans en Bailando con lobos
(Kevin Costner, 1990), pero por mucho cambio y mucho culto que
haya a la minoría y las víctimas de la marginación WASP, que son
muchas, los indios hispanos en territorio USA no tienen ni tendrán
jamás derecho a ser visibles. Ni siquiera para ellos mismos. Porque
su presencia molesta la puesta en escena de la superioridad moral
protestante más que ninguna otra.
El director Quentin Tarantino declaró a propósito de Django
Unchained (2013) uno de los últimos éxitos posclásicos del wéstern:
M. E. R. B.
BIBLIOGRAFÍA
STEIGER, Edward. Wild Horses of the West. History and Politics of America’s
Mustangs. Tucson: University of Arizona Press, 2011.
WALDMAN, Carl. Encyclopaedia of Native American Tribes. Nueva York:
Checkmark Books, 1988.
Sitios web:
Sobre el mustang:
www.amappaloosa.com/history/story.htm Consultado el 2 de marzo de
2018.
[55]
Un concepto mágico
futuras de todos los demás. Dado que esta condición es válida para
todos los participantes del mercado, nos enfrentamos a la siguiente
paradoja, afirma Morgenstern: todas las acciones tendrían que
determinarse antes de que puedan predecirse. Morgenstern ilustró
su posición mediante el siguiente ejemplo, extraído de un famoso
episodio de Sherlock Holmes:
Si uno ve dos o más figuras solapadas entre sí, y cada una de ellas
reclama por sí misma la parte común superpuesta, entonces uno
se enfrenta a una contradicción de dimensiones espaciales. Para
resolver esta contradicción, uno debe asumir la presencia de una
nueva calidad óptica. Las figuras están dotadas de transparencia;
es decir, que son capaces de interpenetrarse sin una destrucción
óptica entre sí. Sin embargo, la transparencia más que una carac-
terística óptica, implica un orden espacial más amplio. Transpa-
rencia significa: una percepción simultánea de diferentes
ubicaciones espaciales. El espacio no sólo retrocede, sino que
fluctúa en una actividad continua. La posición de las figuras
transparentes tiene un significado equívoco ya que ahora se ve
cada figura más cercana como la más lejana (Kepes, 1944).
E. A.
NOTAS
1
En latinoamérica el «Right to know» se entiende diferenciando el «derecho a
saber» del «derecho a la información», aunque en la mayoría de los casos se usa «de-
recho de acceso a la información», preferimos dejar el término en inglés (N. del T.).
2
Julian Assange, el documental de Alex Gibney, We Steal Secrets: The Story of
WikiLeaks (EE.UU., 2013).
BIBLIOGRAFÍA
[95]
Desconfianza de la ciudadanía
frente a las autoridades políticas y sanitarias
BIBLIOGRAFÍA
[107]
parte de cuatro capítulos, «El mundo clásico», comprende hasta el 711, con
la invasión árabe-bereber que liquidó el reino visigodo. La segunda, corres-
pondiente a la Edad Media, comprende ocho capítulos y se extiende hasta
1492. Formidable especialista del período, nos muestra lo que llama «la
oportunidad de los márgenes». De una parte, reinos cristianos como Astu-
rias, confiado hacia 850 en sus guerreros «que vemos en las miniaturas de
los beatos» y magistral en el arte sublime de levantar edificios de mampos-
tería y bóveda de cañón. De otra, Abderramán III, militar temible, creador
de la Córdoba califal, que proclama: «Mirad a esta pobre gente, ¿acaso no
nos han dado autoridad haciéndose nuestros sumisos servidores, para que les
defendamos y protejamos?» Los reyes católicos inauguran la Edad Moderna
española. Son diez capítulos que llegan hasta 1808 y explican el primer
imperio global. El pasaje al Estado nacional comprende desde 1688 hasta
1713, cuando los Borbones comenzaron a consolidar su proyecto de naciona-
lización de la monarquía compuesta austracista. La etapa contemporánea
comprende seis capítulos, desde la invasión napoleónica al pacto entre Fran-
co y Don Juan de 1948. Ruiz Doménec recoge el formidable cambio revisio-
nista de la historia del siglo XIX español, ignorado por tantos divulgadores.
Apunta los nuevos temas con precisión: ciencia, modernización, estereotipos.
La quinta parte, dedicada a la España actual, tiene tres capítulos: «Itine-
rarios del Franquismo, 1948-1978»; «La hechura democrática, 1978-2008»
y «Vivir en el desfiladero, 2008-2017». Todo un repaso a la razón histórica
de España.
—¿Por qué un relato de España? ¿Por qué puesto al día?
—Porque en el siglo XXI tenemos que recuperar la historia na-
rrativa o la disciplina será una retórica con nula incidencia. Es una
cuestión de responsabilidad. Además, antes de ejercer un juicio
sobre lo que es hoy España, conviene saber qué ocurrió y con qué
resultado. Invito al lector a que con mi obra lo intente en la medida
en que es muy transversal, lo mismo te encuentras un poeta que
una crisis económica. Todo es historia. Hasta hoy. La edición ante-
rior llegaba hasta la Guerra Civil.
M. L. G.
3-5 de octubre
Barcelona, Recinto Gran Via
[115]
F. R. A.
el habla
[119]
alentar a los ríos que golpean y llaman por su nombre a las ciudades
encurtir el amor
nacer así
locus amoenus
durante el día, aprenderá a abrir la tierra y a vigilar la bien documentada historia de las
nubes y los vientos. ya en la noche, sabrá, por los cielos profundos, cómo dar la vuela a las
piedras para que ningún planeta permanezca oculto o inerte, hendido en la hierba
aquí, en mi jardín, observando «la conformación del globo, la naturaleza de los elementos,
el lugar de las estrellas, la violencia del viento, la vida de las raíces y la hierba», he
aprendido lo único que sé
«lo grande tiene por base el terror; que, cuando es modificado, causa aquella emoción en la
mente que he llamado asombro; lo bello se funda en el mero placer positivo, y excita en el
alma aquel sentimiento que llamamos amor»
lunes
del fondo
de los simulados trigos
dices
es todo ya
el mundo que he imaginado
domingo
vives dentro de ti
con el deshielo
vuelves puntual
siempre junto a los hombres
plaga
son depredadores
devastan el suelo que pisas
ponen la tierra del revés
espigan
recolectan semillas
las hojas vivas
cualquier brizna de hierba
los cuerpos ciertos
lo saben todo
dicen
del amor en las granjas
cuando aparecen
cubren el cielo
como un rumor de cigarras
recuerdas entonces
ser un hombre para la historia
bajo la luz irreal de los eclipses
aseguran
que en ningún lugar
las quieren
y es cierto
J. O.
Jon Obeso Ruiz de Gordoa (San Sebastián, 1970) es uno de los autores
vascos que escriben en castellano más inquietante y contundente de los últi-
mos años. Su trayectoria literaria, diversificada en varios frentes, cuenta ya
en su haber con varios libros, tanto de poesía como de narrativa, reconocidos
con importantes premios como el Premio Lengua de Trapo 2012 por su no-
vela Alimento para moscas o el Premio de Poesía Blas de Otero Villa de Bilbao
2013 por Invención de la piel. Sin embargo, puede decirse que su calidad litera-
ria no se corresponde con su difusión, tal vez porque los autores vascos que
escriben en castellano, como les sucede a los de otros autonomías como Gali-
cia o Cataluña, siguen acusando en cierta medida una mayor dificultad a la
hora de insertarse con naturalidad en el canon literario tanto dentro como
fuera de sus autonomías, salvo contadas excepciones que suelen correspon-
derse con autores que ya no viven allí. Quizás para enmendar esa «injusticia
poética», Jon Obeso ha dedicado también los últimos años a recopilar las
voces de autores vascos en castellano en su proyecto ensayístico Poéticas de
Ixil, además de ser un puente imprescindible como gestor y dinamizador lite-
rario, tan necesario en una sociedad bilingüe. Tanto en su poesía como en su
narrativa tiene Jon Obeso una tensión intelectual, cuya exigencia parece de
otro tiempo y remite a autores de viejo cuño, clásicos en su concepto de la
literatura. Una estirpe de escritores cada vez más en peligro de extinción, a
contracorriente, para los que el lenguaje literario no es utilitarismo de la co-
municación, sino laboratorio de conocimiento. Una tensión poética predesti-
nada a abrir nuevos caminos más que a recorrer los ya trillados. Literatura
como un acto de rebelión y de revelación, no acomodaticia, sino alejada de
las zonas de confor, palabra que hurga en los conflictos, en los límites, en los
pensamientos incómodos, que problematiza el lenguaje para buscar nue-
vos significados en sus pliegues: «la palabra para imaginar la piel/ en los luga-
res en sombra/ de la ciudad». Juan Larrea y Gerardo Diego debatían en sus
cartas con frecuencia, sobre si la poesía podía generar una emoción estética
aunque no fuera denotativa, y llegaban a la conclusión de que sí, que el len-
guaje poético puede provocar esa emoción aunque no tenga un argumento
explícito. Algo de eso sucede en la poesía de Jon Obeso, en sus versos que a
veces son ofrendas destinadas a pronunciar «las ecuaciones del aire», las pa-
radojas de quien huye a una isla y busca y espera a quien habita mar adentro.
Soldados y soldaderas
Die soldaten (los soldados): Ópera en cuatro actos. Música: Bernd Alois Zim-
mermann (1918-1970). Libreto: Bernd Alois Zimmermann, basado en la obra
homónima (1776) de Jakov Michael Reinhold Lenz. Esrrenada en el Opern-
haus de Colonia el 15 de febrero de 1965. Nueva producción del Teatro Real
de Madrid, (creada originalmente por la Opernhaus de Zúrich y la Komische
Oper de Berlín). Dirección de escena: Calixto Bieito. Dirección musical: Pablo
Heras-Casado. Escenografía: Rebecca Ringst. Figurines: Ingo Krügler. Ilumi-
nación: Franck Evin. Vídeo: Sarah Derendinger. Coreografía: Beate Vollack.
Dramaturgia: Beate Breidenbach. Dirección del coro: Andrés Máspero. Fecha:
Del 19 de mayo al 3 de junio.
[127]
soldados de Lenz una ópera que guarda con la anterior ciertos parecidos
llamativos. Su protagonista femenina es, en ambas, una María; el bueno
se vuelve asesino y suicida; la honesta y deshonrada doncella acaba de
soldadera; la soprano, el barítono y el tenor (ella, el bueno y el malo)
coinciden en las dos obras en tesituras vocales. De más está invocar la
familia atonal dodecafónica, aunque con los matices del caso. Y más ob-
vio resulta hablar de un neorromanticismo, enésimo y expresionista, una
fábula donde la honra de la pequeña burguesía se estrella y se despieza
contra la muralla del vicio, la prepotencia del más fuerte, la noche mental,
todo en la estrecha tiniebla de un sórdido callejón.
A Zimmermann le costó lo suyo componer y estrenar ésta, su única
ópera. El editor habitual de sus trabajos, Strecker, libretista asimismo
con el pseudónimo de Andersen, le desaconsejó, ya en 1958, que se va-
liera de Los soldados lencianos. Una sucesión de escenas muy breves valía
para un filme pero no para una ópera, ya que obligaba a cambios bruscos
de escenografía. Además, el tema, en una Alemania dividida y sometida
aún a una prolongada posguerra, resultaba anacrónico e inoportuno.
El músico sólo se obedeció a sí mismo y se las arregló para adaptar el
drama a libreto. Añadió la partitura y se previó el estreno en Colonia en
1960, pero el editor consideró impublicable aquel batiburrillo y los direc-
tores musicales, Wand y Sawallisch, imposible de ejecutar. Zimmermann
aceptó el consejo de revisar la obra, con lo cual acabó complicándola más
y, de suerte paradójica, convenciendo ahora al personal coloniense.
Primero en 1963, como Sinfonía vocal y luego, en 1965, como la ópera
que conocemos. A pesar de sus múltiples y complicadas exigencias, el tí-
tulo se ha vuelto normal en las grandes salas, hasta que, para España, la
ha programado el Real capitalino en calidad de estreno nacional y apro-
vechando, a la vez, el centenario del compositor. El resultado ha sido un
imponente ejemplo de lo que sólo puede hacer un teatro con la sólida lo-
gística y el destrísimo personal del madrileño. El público superó el duro
ejercicio de atención que demanda esta endiablada ópera gracias al nivel
de eficacia y de ajuste que tuvo la función a lo largo de dos horas y media,
que se dice pronto pero pasan minuto a minuto.
Difícil es situar a Zimmermann en el contexto histórico de la música
alemana. Quizá menos difícil sea ubicarlo en el panorama de las artes
MENÉNDEZ PIDAL, MARTIN HEIDEGGER, OCTAVIO PAZ, JULIO CORTÁZAR, YVES BONNEFOY, CHARLES TOMLINSON,
GEORGE STEINER, ROBERTO JUARROZ, ALEJANDRO ROSSI, FERNANDO SAVATER, PERE GIMFERRER, OLGA OROZCO,
JOSÉ ÁNGEL VALENTE, JORGE EDWARDS, MARTA SANZ, ANDRÉS NEUMAN, JUAN VILLORO, ÁLVARO VALVERDE…
Caos y humanidad
El insulto. Director: Ziad Doueiri. Guion: Ziad Doueiri, Joelle Touma. Foto-
grafía: Tommaso Fiorilli. Reparto: Adel Karam, Kamel El Basha, Christine
Choueiri, Camille Salameh, Rita Hayek, Talal Jurdi, Diamand Bou Abboud,
Rifaat Torbey, Carlos Chahine, Julia Kassar. País: Líbano. Duración: 110
minutos. Año: 2017.
[133]
E S TA Y O T R A S
C L AV E S E N
Dirigida por
Fernando
Savater
JORDI CANAL: Con permiso de Kafka. Barcelona: Península, 2018, 400 pp.
[137]
Aparentemente, por lo tanto, el libro que el lector tiene entre las ma-
nos es la reedición de un intercambio de ideas en torno al fascismo de dos
intelectuales procedentes de dos países distintos y en el exilio. Pero, es
menester de quien reseña este volumen avisar al lector de que no se deje
engañar por las apariencias.
Una doble experiencia política es una investigación de calidad excelente
y un esfuerzo intelectual notable. Es, a todo los efectos, una pieza miliar
en los estudios sobre los fascismos con un horizonte que desborda las
fronteras españolas, italianas y europeas.
El libro se abre con un prefacio firmado por Matteo Pasetti, historiador
de la Universidad de Bolonia. En su texto, el italiano proporciona unas
claves de lectura necesarias para la comprensión de los textos que siguen,
incluyendo el estudio de Giulia Quaggio. El foco de Pasetti es esencial-
mente la crisis del Estado liberal en el periodo de entreguerras y la con-
secuente internacionalización de una ideología antiliberal y burguesa, el
fascismo. La condición de «dictadura burguesa» que Pasetti subraya como
central a la hora de entender la confluencia que realizan Ayala y Treves
entre las ideas liberales y socialistas para la definición de un socialismo libe-
ral que es quizás la principal contribución del libro al pensamiento político
de su época y de la nuestra. Esta confluencia, de hecho, sería la única vía
para derrotar el fascismo y para prevenir su regeneración, incluso bajo for-
mas distintas e irreconocibles. De acuerdo con Pasetti el socialismo liberal
sería el marco político en el cual construir una nueva democracia de masa.
El estudio introductorio de Giulia Quaggio, que antecede Una doble
experiencia política, podría ser un libro aparte. De hecho, se extralimita en
su tarea introductoria y profundiza en una serie de temáticas que son el
trasfondo político, social y filosófico de los ensayos de Treves y Ayala. En
algunos momentos de la lectura, además, el ensayo a cuatro manos del
italiano y el español pasa en segundo plano; no es éste un defecto, ni una
falta, sino más bien un mérito, ya que la envergadura de las 160 páginas
del estudio de Quaggio es notable.
La investigadora italiana encara argumentos que tienen trascendencia
en la gestación y creación de Una doble experiencia política: el antifascismo
como fenómeno transnacional; el exilio como lugar de encuentro entre
antifascistas de distintos países; la Guerra Civil Española como ensayo y
Dividido en dos partes (los dos tiempos y espacios del título), el libro
viene introducido por un exhaustivo estudio en el que Herrero y Ródenas
explican la evolución, el contenido y las circunstancias de las contribucio-
nes marichalianas. Lógicamente, la parte inicial está dedicada a los textos
de The Criterion, revista lanzada en octubre de 1922 por el poeta T. S.
Eliot y desaparecida, casi diecisiete años después, en enero de 1939.
El primer contacto del español con la publicación británica fue casi
fruto del azar. Cuando The Criterion nació, un joven Marichalar estaba
intentando hacerse un hueco como crítico literario en el ambiente cultu-
ral del momento; colaboraba con la revista Índice de Juan Ramón Jimé-
nez y se había acercado a Valery Larbaud, para darle a conocer su
trabajo. Gracias a él, Marichalar contactó con Eliot e inició su colabora-
ción en el tercer ejemplar de The Criterion, de abril de 1923, con un largo
artículo titulado «Contemporary Spanish Literature» («Literatura Espa-
ñola contemporánea»), en el que mostraba al público inglés el panorama
de las letras hispánicas: la convivencia de dos generaciones de autores,
más o menos veteranos, y la promesa de una tercera, la de los jóvenes, de
la que advertía no poder decir demasiado: «Poco se sabe de ellos hoy,
pero mucho se espera, porque son el futuro», afirmaba casi al final del
texto.
El mismo año de la publicación de este artículo, nacía en Madrid Re-
vista de Occidente. Marichalar en seguida se convirtió en uno de sus más
asiduos colaboradores y en uno de sus más entusiastas difusores y, como
tal, remitió a Eliot el número de lanzamiento, que fue cumplidamente
reseñado en The Criterion. Desde ese momento comenzó una larga rela-
ción entre ambas cabeceras, al tiempo que el vínculo entre los dos intelec-
tuales se estrechaba. Eliot confiaba en Marichalar por su proximidad en
la forma de entender el arte y la vida (ambos, más clasicistas que román-
ticos; ambos, conservadores y religiosos) y, por ello, en 1926 le propuso
convertirse en cronista desde España para The Criterion. Marichalar
aceptó de inmediato y entre este año y 1938 remitió a Londres diez cró-
nicas sobre nuestra vida cultural: cuatro bajo el título «Madrid Chroni-
cle» («Crónica de Madrid»), entre 1926 y 1928, y seis más bajo el epígrafe
«Spanish Chronicle» («Crónica española»), entre 1931 y 1938, crónicas
que Marichalar escribía en español y que, después, una mano experta
Literatura
Miguel Albero. Mal. Alicante: Aguaclara, 2018, 207 pp.
Enrique Álvarez. Un viento raro. León: Eolas Ediciones, 2018, 234 pp.
Alberto Fuguet. VHS (Unas memorias). Barcelona: Literatura Random House,
2018, 425 pp.
Alejandro Gándara. La vida de H. Madrid: Salto de Página, 2018, 172 pp.
Vivian Gornick. La mujer singular y la ciudad. Traducción de Raquel Vicedo.
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