El arte de extraer metales a partir de las menas, se remonta a los
comienzos de la civilización humana. Los primeros metales utilizados por el ser humano fueron el oro y el cobre, los cuales se encontraban en la naturaleza en forma metálica y nativa. Alrededor del 4 000 AC el ser humano aprendió a producir cobre y bronce mediante la fusión de menas de cobre y estaño, utilizando como combustible el carbón.
1. LA INGENIERÍA METALÚRGICA
La Metalurgia comprende el estudio de los metales y aleaciones
desde su obtención a sus aplicaciones debidas a sus propiedades (físicas, químicas y mecánicas), pasando por tratamientos térmicos, mecánicos y químicos, y por los métodos de conformación y ensayos.
La industria de la automoción, la industria aeronáutica, la industria
electrónica, la industria nuclear, etc., necesitan materiales con propiedades muy específicas. La metalurgia contempla esas exigencias y dispone de los medios para satisfacer esas necesidades. Aunque, ciertamente, como sucede en todos los casos de manipulación de la materia, no hay posibilidad de separar con rigor el aspecto físico del químico, es usual dividir la Metalurgia en: Metalurgia Extractiva o Química Metalurgia Transformativa o Física
2. LA METALURGIA EXTRACTIVA
La Metalurgia Extractiva opera con dos tipos generales de materias
primas: las menas metálicas y las fuentes secundarias.
Las menas son de origen geológico; constituyen las materias
primas sobre las cuales se fundamentan los procesos básicos primarios de la metalurgia extractiva y contribuyen de manera casi exclusiva a la producción de la mayoría de metales.
La fuentes secundarias comprenden las chatarras metálicas así
como subproductos o residuos industriales o de consumo que contienen metales libres o en forma combinada. Contribuyen a la producción de alrededor del 50% del hierro, cobre y plomo, 30% del aluminio y zinc y aproximadamente 20% de metales preciosos. En buena parte, estas fuentes secundarias pueden introducirse a la