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APELACION ANTEJUICIO.

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CERTIFICACION
La Infrascrita Secretaria General de la Corte Suprema de
Justicia, CERTIFICA la sentencia que literalmente dice: “EN
NOMBRE DEL ESTADO DE HONDURAS LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA.
Tegucigalpa, Municipio del Distrito Central, a los dieciséis
días del mes de Agosto del año dos mil doce, por medio de la
SALA DE LO PENAL, integrada por los MAGISTRADOS RAUL ANTONIO
HENRIQUEZ INTERIANO en su calidad de Coordinador, JACOBO
CALIX HERNANDEZ y CARLOS DAVID CALIX VALLECILLO, dictan la
presente sentencia resolviendo el Recurso de Apelación
interpuesto ante la Corte de Apelaciones Seccional de San
Pedro Sula, Departamento de Cortés, en fecha treinta de
agosto de dos mil diez, por los Abogados K. D. C. y K. A. D.,
en su condición de Fiscal del Ministerio Público y Acusador
Privado, respectivamente, contra la resolución de fecha
veinticuatro de agosto de dos mil diez, dictado por la Corte
de Apelaciones Seccional de San Pedro Sula, Departamento de
Cortés, mediante la cual declaró NO HA LUGAR la solicitud de
antejuicio promovido en fecha doce de abril de dos mil diez,
ante la Corte de Apelaciones Seccional de San Pedro Sula,
Departamento de Cortés, por la Abogada K. D. C., en su
condición de Fiscal del Ministerio Público, contra el Abogado
M. R. U., en calidad de Funcionario Judicial asignado como
Juez de Letras Primero de lo Civil, de la Sección Judicial de
San Pedro Sula, Departamento de Cortés, por suponerlo
responsable de los delitos de VIOLACION DE LOS DEBERES DE LOS
FUNCIONARIOS y ABUSO DE AUTORIDAD en perjuicio de la
ADMINISTRACION PUBLICA DEL ESTADO DE HONDURAS. CONSIDERANDO
I.- Que en fecha doce de abril de dos mil diez, compareció
ante la Corte de Apelaciones Seccional de San Pedro Sula,
Cortés, la Abogada K. D. C., en su condición de Fiscal del
Ministerio Público, promoviendo Antejuicio de la manera
siguiente: ”DATOS GENERALES DEL ANTEJUICIADO M. R. U., mayor
de edad, hondureño, Abogado, con domicilio profesional
oficial en las Oficinas del Juzgado de Letras Primero de lo
Civil de esta ciudad, basándose en los hechos siguientes.
HECHOS: PRIMERO: En fecha 25 de noviembre del año 2005
miembros de la Sociedad denominada ... S. A de C. V.,
celebraron en esta ciudad asamblea ordinaria y extraordinaria
de accionistas con el objeto de nombrar el nuevo Consejo de
Administración. Resulta que a la precitada asamblea se
personó el señor O. K. K., accionista de la misma, quien se
negó a firmar la lista de asistencia elaborada por el abogado
C. F. L., en virtud que en la misma se reducía el porcentaje
de acciones de las cuales es portador, razón por la cual el
abogado F. L. limitó al señor O. K. su participación en la
referida asamblea, la que se llevó a cabo y en la que se
eligió como nuevo presidente del Consejo de Administración al
señor J. K.. SEGUNDO: En fecha 14 de Diciembre del año 2005
el Abogado W. S. en su condición de representante legal del
señor O. K. K., interpuso ante el Juzgado de Letras Primero
de lo Civil de esta jurisdicción, una demanda ordinaria de
nulidad del acuerdo de asamblea, de fecha 25 de Noviembre del
año 2005, en el cual se nombra el nuevo Consejo de
Administración y al señor J. N. K. como su presidente,
utilizando como fundamento que dicha asamblea se celebró

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ilegalmente pues se negó al señor O. K. K. su participación


en la misma, contraviniendo este hecho lo enmarcado en el
artículo 147 del Código de Comercio, el cual expresa: “Cada
Acción tendrá derecho a un voto”, por ende tal acuerdo
asambleario es nulo por haberse limitado al señor O. K. K. un
derecho que la ley le otorga por ser accionista, tal como lo
establece el artículo 171 en su párrafo tercero el cual reza
“También serán nulos, salvo en los casos que la ley
determine, los acuerdos o cláusulas que supriman derechos
atribuidos por la ley a cada accionista”, como aconteció en
el caso de mérito, al privar al señor O. K. de participar en
la asamblea por negarse a firmar una lista de asistencia en
la cual le reducían el porcentaje de sus acciones. TERCERO:
Así las cosas, en fecha 6 de febrero del año 2006 la parte
demandante presentó ampliación de la demanda de mérito, la
que fue declarada con lugar, consecuentemente, en fecha 16 de
febrero del año 2006, el Juez de Letras Primero de lo Civil,
abogado M. R. U. previo a la garantía bancaria rendida por la
parte actora y con base en el artículo 196 del Código de
Comercio, decretó la suspensión de la ejecución del acuerdo
número cuatro de la asamblea general de accionistas de fecha
25 de noviembre del año 2005, asimismo libró comunicación al
Registro de la Propiedad Inmueble y Mercantil ordenándose
inscriba la suspensión de la ejecución del referido acuerdo
en el asiento numero 10, paginas de la 43 a la 49 del tomo
... del Registro Mercantil de esta ciudad, asiento donde se
encuentra inscrita la Sociedad Mercantil ... S. A., empero,
en fecha 17 de febrero del año 2006 la abogada M. N. E.
presenta manifestación a través de la cual solicita se libre
comunicación al Registro Mercantil de la ciudad de
Tegucigalpa para ordenar la suspensión de la ejecución del
acuerdo antes mencionado, en virtud de haberse modificado el
domicilio de la sociedad ... S. A., de igual manera el Juez
M. R. U. libró nueva comunicación al Registro de la Propiedad
Inmueble y Mercantil de la ciudad de Tegucigalpa para que se
inscriba la suspensión del referido acuerdo en el asiento
número seis del tomo 610 del Registro de Comerciantes, así
como la respectiva comunicación al Juzgado de Letras Tercero
de lo Civil de la ciudad de Tegucigalpa para que cite y
emplace al presidente de ... S. A de C. V., el señor J. K.
K.. CUARTO: Consta en autos que en fecha 22 de febrero del
año 2006 el abogado C. F. L., en su condición de
representante legal de la Sociedad Mercantil ... S. A de C.
V., se personó en la causa antes aludida y solicitó se
decretara la Nulidad de Actuaciones, incluyendo la nulidad de
la suspensión del acuerdo supra mencionado, en virtud que el
mismo carece de legalidad pues al suspenderse el mismo
automáticamente queda inhabilitado como presidente del
consejo de administración el señor J. K. K., en consecuencia,
resultaba contraproducente contestar la demanda como
presidente si al estar suspendido pierde tal condición,
asimismo, alega nulidad por haberse interpuesto en el
Tribunal Incompetente pues el domicilio en ese momento de la
sociedad ..., S. A. de C. V., es la ciudad de Tegucigalpa,
por ende el Juzgado de Letras Primero de lo Civil de esta
Ciudad no es el competente para conocer de la mencionada
causa, nulidad que en fecha 23 de Febrero del año 2006 fue
declarada sin lugar por el Juez M. R. U. manifestando que el

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señor J. K. K. aun no había sido citado y emplazado


legalmente, asimismo, en la misma fecha declara sin lugar la
garantía bancaria presentada por el abogado C. F. L. en
representación de la sociedad ... S. A. de C. V., para
responder por las resultas del juicio, arguyendo que la
suspensión decretada no es de la medidas contenidas en las
Providencias Precautorias del Código de Procedimientos
Comunes, por ende, resulta inaplicable el artículo 284 del
mismo cuerpo legal invocado por el abogado F. L. al presentar
la precitada garantía bancaria. QUINTO: Que en fecha 22 de
febrero del año 2006 el abogado C. F. L. interpuso ante la
Corte de Apelaciones de esta sección judicial, Recurso de
Amparo contra el auto de fecha 16 de febrero del año 2006,
mediante el cual el Juez M. R. U. decretó la suspensión del
acuerdo número 4 de fecha 25 de noviembre del año 2005,
tomado en la asamblea general de accionistas de la sociedad
..., S. A. de C. V., por considerar que el mismo infringe el
derecho a la defensa y el debido proceso de su representada,
Recurso que fue sobreseído por la Honorable Corte de
Apelaciones en fecha 21 de marzo del mismo año; sin embargo,
en fecha 31 de marzo se remitieron las diligencias a la Corte
Suprema de Justicia con el objeto que se realizare una
consulta en relación al recurso sobreseído. SEXTO: Aunado a
lo anterior, en fecha 3 de mayo del año 2007, la Corte
Suprema de Justicia emitió falló revocando la sentencia
venida en consulta, por considerar que la suspensión
decretada en fecha 16 de febrero del año 2006 por el Juez M.
U. disminuye el derecho de defensa de la sociedad ..., S. A.
de C. V., ya que previo a decretar la aludida suspensión
debió escuchar a está como parte afectada de la misma, de
igual forma, la Honorable Corte Suprema de Justicia
manifiesta que la acción del juez M. U., al devolver la
garantía bancaria rendida por la parte demandada bajo el
razonamiento que la suspensión del acuerdo asambleario no es
una medida precautoria regulada en el Título III contentivo
de Providencias Precautorias del Código de Procedimientos
Civiles es errada, pues el artículo 196 del Código de
Comercio taxativamente establece “La ejecución de las
resoluciones cuya nulidad o anulación hubiere sido demandada,
podrá suspenderse por el Juez.... Esta suspensión podrá
decretarse como acto prejudicial o como incidente en el
juicio principal.” Por ende, dicha suspensión es una medida
precautoria que al igual que las providencias precautorias
regulada en el Código de Procedimientos Civiles es
provisional, en consecuencia, resulta aplicable lo estatuido
en el artículo 284 del Código de Procedimientos Civiles,
quedando evidenciada la violación al debido proceso por parte
del abogado M. U. al no cumplir con lo expresado en el
artículo antes mencionado. SEPTIMO: Que en el caso de marras
queda patentizado que el juez M. U. vulneró el derecho de
defensa de la sociedad mercantil ..., S. A. de C. V., puesto
que decretó la suspensión supra mencionada sin existir la
correspondiente citación y emplazamiento de la parte
demandada, limitando de esta manera su derecho a presentar
los respectivos medios de defensa que la ley procesal otorga,
quedando restringido no solamente este derecho sino también
el principio de contradicción y igualdad de armas que debe
ser existir entre las partes, asimismo el juez U. decretó la

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referida suspensión sin haberle dado el trámite


correspondiente a los incidentes, tal como lo establece el
articulo 196 del Código de Comercio, considerando que la
solicitud de la misma se hizo posterior a la interposición de
la demanda principal, no obstante, tal procedimiento no se
efectuó por parte del juzgador, sino que sin mas tramite que
el rendimiento de la garantía bancaria por la parte actora
decretó la suspensión del acuerdo numero 4 de fecha 25 de
noviembre del 2005, causando con ello no solamente
indefensión sino vulneración al debido proceso.-CALIFICACION
JURIDICA DE LOS HECHOS.- Es criterio de esta Fiscalía
Especial contra la Corrupción que la Hipótesis fáctica
anteriormente enunciada atenta contra el bien jurídico
protegido por nuestra legislación, denominado “La
Administración Pública”, en consecuencia los actos cometidos
por parte del encartado se subsumen en lo tipificado en el
artículo 349 numeral 2 del Código Penal conocido como
VIOLACION DE LOS DEBERES DE LOS FUNCIONARIOS; pues el abogado
M. U. una vez presentada por la parte actora la solicitud de
suspensión del acuerdo asambleario, debió darle el tramite de
incidentes, tal como lo ordena el articulo 196 del Código de
Comercio y concatenado a ello darle traslado de la misma a la
parte demandada para que está contestará concretamente en
relación a la precitada solicitud, así como establece el
artículo 136 del Código de Procedimientos Comunes, sin
embargo, el juez M. U., sin referencia alguna a lo enmarcado
en los artículos arriba mencionados y sin accionar en base a
derecho decreto dicha suspensión, dejando indefensa a la
sociedad ..., S. A, de C. V., y en consecuencia acéfala, pues
una vez decretada la suspensión el señor J. N. K. K., quien
ostentaba el cargo de presidente del consejo de
administración de la sociedad y a quien de acuerdo al
articulo 205 del Código de Comercio le concierne la
representación judicial perdía automáticamente su calidad
como tal, cómo entonces podría él contestar la demanda si al
momento en que se le citó y emplazó ya no ostentaba dicha
condición, configurándose así el injusto penal antes
referido, pues el Juez U. actuó con inobservancia del marco
legal aplicable, originándose una palpable violación al
debido proceso, producto de un exceso en el ejercicio de sus
funciones. NORMA JURIDICA INFRINGIDA. Se establece claramente
que la actitud jurídica adoptada por el Juzgador se subsume
en lo enmarcado en el artículo 349 numeral 2 del Código Penal
Vigente, pues su postura en relación al procedimiento que
debió darle a la suspensión decretada no es la que nuestra
normativa prevé, es así que su accionar reúne los elementos
exigidos en el numeral 2 del precitado artículo, el cual
reza: Que comete el delito de Violación a los Deberes del
Funcionario quien “Dicte o ejecute ordenes, sentencias,
providencias, resoluciones, acuerdos o decretos contarios a
la Constitución de la República o a las Leyes o se abstenga
de cumplir lo dispuesto por cualquiera de dichos
ordenamientos jurídicos”, y con los extremos antes enunciados
se puede acreditar que el acto jurídico cometido por el
funcionario no obedeció lo establecido en la norma legal
aplicable, al contrario, se abstuvo de aplicar la misma y
accionó fuera de toda facultad normativa, imperando su
criterio sobre la obligación legal de actuar conforme a

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derecho. RELACION DE LAS PRUEBAS QUE FUNDAMENTAN LA


IMPUGNACION. Para presentar la tesis mencionada, el
Ministerio Público cuenta con los siguientes medios
probatorios: 1. Copia de expediente administrativo con número
0501-2007-06381, contentivo de la denuncia interpuesta por al
abogado K. A. D., contra el Juez de Letras Primero de lo
Civil abogado M. R. U.. 2. Demanda con ingreso número 0-12-
2007, señalando como el lugar de su ubicación el Juzgado de
Letras Primero de lo Civil de esta ciudad, contentiva de la
solicitud de nulidad del Acuerdo Asambleario de fecha 25 de
noviembre del año 2005, presentada por el abogado W. S. en
representación del señor O. K.. 3. Copia certificada del
Acuerdo de nombramiento como Juez Primero de Letras de lo
Civil del abogado M. R. U..” II. Que en proveído de fecha
veintinueve de junio de dos mil diez, la Corte de Apelaciones
de San Pedro Sula, Departamento de Cortés, tuvo por promovido
el Antejuicio de mérito y ordenó librar comunicación a fin de
que el funcionario acusado conformara de manera clara,
concreta y precisa sobre los cargos a él formulados, dentro
del término de tres días, pronunciándose el Abogado M. R. U.,
en fecha siete de julio de dos mil seis, de la manera
siguiente: INFORME. ANTECEDENTES DE HECHO. 1. El 14 de
diciembre de 2005 el Abogado W. S., en su condición de
apoderado legal del señor O. K. K., también conocido como
MIGUEL O. K. KAFUTI, presentó demanda ordinaria de nulidad de
un acuerdo de asamblea, contra la sociedad mercantil
denominada ..., S. A. de C. V., a través del Presidente de su
Consejo de Administración el señor J. N. K., siendo admitida
mediante auto de fecha 3 de enero de 2006, ordenándose entre
otras cosas la citación y emplazamiento de la demandada. 2.
El 6 de enero de 2006, la apoderada demandante presentó
escrito de ampliación de la demanda solicitando la suspensión
de la ejecución del acuerdo impugnado, aduciendo que el
Acuerdo es ilegal, que afectaba los interese de su
representado quien era titular del 47% del capital social de
la empresa demandada ofreciendo fianza por el monto de
TRESCIENTOS MIL LEMPIRAS (L.300,000.00), petición que fue
resuelta en auto de fecha 10 de febrero de 2006, teniéndose
por ampliada la demanda, ordenándose nuevamente la citación
de la demandada por medio de su representante legal, señor J.
N. K., para que contestara la demanda y la ampliación de la
misma y que previo a decretar la suspensión del acuerdo de
asamblea, impugnado por nulidad, se le señalo al demandante
que rindiera una garantía bancaria por la cantidad de DOS
MILLONES DE LEMPIRAS (L.2,000,000.00), para responder por los
daños y perjuicios que pudieran causarse a la sociedad, en
caso de declararse infundada la oposición. 3. El 15 de
Febrero de 2006 la apoderada demandante presentó la garantía
bancaria señalada por este juzgado (automáticamente renovable
hasta la finalización del juicio) por lo que en auto de Fecha
16 de febrero se ordeno la medida cautelar suspensión del
acuerdo numero cuatro (4) de la asamblea general de
accionistas del 25 de noviembre de 2005, fundando la
resolución en el artículo 196 del Código de Comercio. 4.
Mediante auto también de fecha 16 de Febrero, a petición de
la apoderada demandante, se ordenó notificar del auto en que
se ordenó la medida cautelar de suspensión del acuerdo de
asamblea precitado al señor J. N. K. en su condición de

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Presidente del Consejo de Administración de la sociedad


mercantil denominada ..., S.A. de C. V. SOBRE LA ADMISIÓN DE
LA DEMANDA Y LAS REGLAS DE COMPETENCIA. Para admitir la
demanda a que se refiere el antejuicio que promueve en mi
contra, el Ministerio Público, así como cualquier demanda o
solicitud que se presente ante los tribunales de justicia en
materia civil, los requisitos que la ley exige son los
establecidos en los artículos 261 y 262 del Código de
Procedimientos Civiles y si el escrito de demanda los cumple
se admite sin más trámite. Por otro lado, son las partes las
que con su actividad procesal lijan o se someten a la
competencia del juzgado o tribunal ante quien promueven sus
acciones, según lo manifestado en el artículo 145 numero 1 de
la LOAT, se entiende hecha la sumisión tácita por el
demandante con el hecho de acudir al Juez interponiendo la
demanda y el número 2 se refiere a la sumisión tácita por el
demandado en el hecho de hacer, después de personado en
juicio, cualquier gestión que no sea la de proponer la
declinatoria. En el juicio a que se refiere el ante juicio
han sido las partes, con la presentación de sus escritos
instando el curso del mismo, las que se sometieron en forma
voluntaria a la competencia del Juzgado de Letras Primero de
lo Civil y el suscrito Juez cumpliendo con su obligación
resolvió todos y cada uno de ellos, con todos los derechos,
recursos y garantías del debido proceso contemplados por la
ley a favor de las partes. Tal como se establece en el
apartado CUARTO de la narración sucinta de los hechos por
parte del Ministerio Público, el Abogado C. F. L. se personó
en la causa en fecha 22 de febrero de 2006 en su condición de
apoderado legal de la demandada sociedad mercantil ..., S. A.
de C. V., solicitando se decretara la nulidad de actuaciones,
más no lo hizo solicitando la declinatoria conforme lo
establece el artículo 42 del Código de Procedimientos
Civiles; presentando además en la misma fecha otro escrito en
el que presentaba una garantía bancaria, pidiendo que se
dejara sin valor y efecto la medida cautelar de suspensión
del acuerdo de asamblea impugnado, por lo que este Juzgador
no puede abstenerse de cumplir las funciones de su cargo y
resolvió ambos mediante dos autos de fecha 23 de febrero de
2006, pues esto sí daría lugar al delito de retardo y
negación de justicia u omisión a los deberes de los
funcionarios, ambas resoluciones fueron consentidas por la
parte demandada que no interpuso contra las mismas recurso
legal alguno. SOBRE LA SUSPENSION DEL ACUERDO DE ASAMBLEA
DECRETADA EN AUTOS. Sobre la suspensión de los acuerdos de
asamblea en las sociedades anónimas debemos entender que el
artículo 196 del Código de Comercio, que autoriza esta medida
cautelar, está íntimamente relacionado con los artículos 193,
194, 195, 197 y 198 del mismo cuerpo legal. Asimismo debemos
tener claro que es un derecho previsto por la ley que puede
ser ejercitado por cualquier socio que, en las circunstancias
también previstas por la ley, se considera afectado o dañado
por un acuerdo de asamblea.-Esta disposición legal (artículo
196 del CC) es la que otorga la potestad al Juez, ante el que
se promueve la acción de nulidad de los acuerdos de asamblea
en las sociedades anónimas, para decretar la suspensión de
los acuerdos cuya nulidad o anulación se demandare SIEMPRE
QUE LOS ACTORES DIEREN FIANZA BASTANTE PARA RESOLBER DE LOS

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DAÑOS Y PERJUICIOS QUE PUDIEREN CAUSARSE A LA SOCIEDAD, POR


LA INEJECUCION DE DICHAS RESOLUCIONES, EN CASO DE QUE LA
SENTENCIA DECLARE INFUNDADA LA OPOSICION. ESTA SUSPENSION SE
PODRA DECRETAR COMO ACTO PREJUDICIAL O COMO INCIDENTE EN EL
JUICIO PRINCIPAL. Las mayúsculas son para enfatizar algunos
aspectos que se desprenden de lo dispuesto en el artículo
196, a saber: 1. El Juez puede decretar la medida cautelar de
suspensión de los acuerdos asamblearios, cuya finalidad sea
pedida ante el órgano jurisdiccional, siempre que la parte
actora rinda fianza bastante, porque la fianza es el
requisito que la ley establece para su procedencia
(presupuesto para la ejecución de la medida cautelar).- La
fianza es el único requisito que la ley exige para que el
Juez pueda decretar (inaudita parte o con oposición diferida)
siempre, la suspensión de los acuerdos de asamblea
impugnados, independientemente del momento o forma procesal
en que se pida, cuando lo que se anuncie promover o se
promueva sea la acción de nulidad o anulación de un acuerdo
asambleario (ver sentencias dictadas por la honorable Corte
de Apelaciones seccional de San Pedro Sula, de fecha cinco de
junio de dos mil tres y veintidós de abril de dos mil cuatro,
dictadas en un juicio sobre impugnación de acuerdos de
asamblea en que se solicito la medida cautelar de suspensión
de ejecución de esos acuerdos correspondientes al expediente
con numero de ingreso 2-0-...86 del Juzgado de Letras Primero
de lo Civil, que adjunto se acompañan y que en lo conducente
dicen: la primera: CONSIDERANDO: Que la ejecución de las
resoluciones cuya nulidad o anulación hubiere sido demandada,
podrá suspenderse por el Juez, siempre que los actores dieren
fianza bastante para responder de los daños y perjuicios que
pudieran causarse a la sociedad, por la inejecución de dichas
resoluciones, en caso que la sentencia declare infundada la
suspensión. Esta suspensión podrá decretarse como acto
prejudicial o como incidente en el juicio principal.-
CONSIDERANDO: Que esta alzada estima que no hay perjuicio
alguno en cuanto a la medida cautelar de suspensión porque la
fianza que debe otorgar la persona que pide la suspensión
pone a salvo a la sociedad de cualquier intervención
arbitraria y de todo daño futuro.- La causa de la demanda
debe ser la existencia de una resolución atacable por nulidad
o por impugnación, cuya ejecución ocasionaría un daño a la
sociedad; evidentemente no se no se trata de un control de
legalidad o de fondo, sino de la simple apariencia de un
daño, ligado a la ejecución del acuerdo atacado.- Y la
segunda: CONSIDERANDO: Que del estudio de los autos aparece
que con fecha cinco de junio del año 2003 (folio 31) esta
Corte dictó sentencia mediante la cual se revoca el auto de
fecha uno de septiembre del año dos mil dos llegado en
apelación en cuanto a la negativa de suspender la ejecución
de las resoluciones solicitada y a la negativa del
nombramiento de representante especial, por lo que con la
misma queda determinado que el Juez de primera instancia
resolverá, en cumplimiento de dicha sentencia: 1. A la
suspensión solicitada que se decretará siempre y cuando se
rinda fianza suficiente, y 2….) 2. La fianza tiene corno
finalidad responder por los daños y perjuicios que pudieran
causarse a la sociedad en el caso de que la sentencia declare
infundada la oposición (a los acuerdos impugnados de nulidad

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y su ejecución,) es decir que se rinde para todo el juicio,


bajo la responsabilidad de quien la solicita (parte actora).
La respuesta judicial a la petición de medidas, para ser
eficaz, ha de ser rápida y fundada en un juicio provisional
de mera apariencia, de simple probabilidad de éxito de la
pretensión actora (ver las mismas sentencias antes
indicados). 3. El actor elige la manera o el momento para
pedir que se decrete la suspensión de los acuerdos
impugnados: a) prejudicialmente, como acto preparatorio para
la entrada a un eventual juicio, con el solo anuncio de la
intención de promover la acción de nulidad, y por no
constituir un juicio no cabe ningún tipo de traslado o
notificación al demandado sino hasta que, promovido el
juicio, sea citado y emplazado. b) como incidente en el
juicio principal, es decir, como un asunto accesorio a lo
principal que se sustancia dentro del juicio y se resuelve
mediante la SENTENCIA DEFINITIVA tal como lo prescribe el
artículo 198 del Código de Comercio que establece “Para
resolver las acciones de oposición a los acuerdos y DE
SUSPENSION DE LA EJECUCION, será competente el Juez del
domicilio de la sociedad.” y en el párrafo segundo dice “La
sentencia que se dicte con este motivo (LA IMPUGNACION JON DE
LOS A CUERDOS Y LA SUSPENSION DE LOS MISMOS), surtirá efectos
respecto de los socios, de los órganos sociales y de los
terceros, sin perjuicio del derecho a recurrir la sentencia
que se dictare en su perjuicio, no nos está diciendo la ley
que se debe sustanciar con el procedimiento incidental del
artículo 136 del Código de Procedimientos Civiles.-4.- El
traslado al demandado se materializa una vez que sea citado y
emplazado, porque la ley ordena que sea debatido y resuello
en el juicio principal, que es el momento en que el demandado
puede contestar la demanda, oponerse a la suspensión,
promover nulidades, excepciones y cualquiera otra actitud
procesal autorizada por nuestra legislación (oposición
diferida). La razón jurídica de los expuesto la encontramos
en la íntima vinculación entre el derecho a pedir la nulidad
de los acuerdos de las asambleas en las sociedades anónimas y
el derecho a pedir la suspensión de la ejecución de esos
acuerdos y los efectos que los mismos surten frente a
terceros de buena fe que la ley protege.
El ejercicio del derecho a pedir la tutela cautelar de
suspensión de un acuerdo de asamblea, como se puede deducir
fácilmente de SU nombre mismo, tiene el propósito fundamental
de evitar que se concrete o ejecute un acuerdo de asamblea
considerado, por el actor, nulo o anulable, pues de lo
contrario el socio que se considera vulnerado correría el
riesgo de que no obstante haber intentado en tiempo y forma
la acción de nulidad o impugnación del acuerdo, cuando los
juzgados o tribunales emitan la sentencia respectiva, el
acuerdo considerado nulo ya haya sido consumado o producido
sus efectos y no digamos si en él han intervenido
contratantes de buena fe, caso en el cual por razones de
seguridad jurídica resultan definitivamente protegidos. Debe
tenerse presente que silos acuerdos de asamblea considerados
nulos o anulables se ejecutan, éstos producirán todos los
efectos esperados en relación a terceros de buena fe, tal la
terminante disposición contenida en el cuarto párrafo del
artículo 198 del ordenamiento mercantil que reza “En todo

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caso, quedarán a salvo todos los derechos adquiridos de buena


fe por terceros, en virtud de actos realizados en ejecución
del acuerdo.” 121 propósito del derecho a pedir la tutela
cautelar de suspensión de los acuerdos de asamblea, que busca
evitar la concreción de un acto considerado ilegal, está
indisolublemente ligado al derecho a pedir la nulidad de
éstos, y se volvería inútil tal finalidad si tuviera que
someterse a rituales que impidan su eficacia. El
procedimiento cautelar necesariamente ha de ser breve, con
trámites que eviten maniobras dilatorias de la parte
afectada. La función aseguradora de la medidas cautelares
exige rapidez en su adopción; en ocasiones (como en el caso
de autos), habrá que ir más allá y tomar medidas que
anticipen el fallo, que resuelvan interinamente una relación
controvertida cuando, de tener que esperar a la resolución
definitiva, podrían irrigarse daños irreparables a una de las
partes, si nos H.áramos ante un procedimiento lento, largo y
duradero resultaría inútil la adopción de medidas cautelares
y perdería su razón de ser la propia existencia de la tutela
cautelar. La adopción de cualquier medida cautelar entraña
restricción coactiva de derechos e intereses legítimos del
afectado. En consecuencia, debe regir el derecho fundamental
de defensa (artículo 82 de la Constitución) y el inherente a
ser oído (artículo 94 párrafo segundo) antes de que el órgano
judicial dicte la oportuna resolución. Pero el conocimiento
previo de la pretensión cautelar puede dar lugar a
actuaciones inmediatas y fraudulentas del futuro afectado,
tendentes a impedir la eficacia de las medidas cautelares
pretendidas. Puede producirse así una tensión entre dos
derechos del mismos rango (el de defensa del demandado y el
del actor a la tutela cautelar), ambos son una manifestación
del derecho al debido proceso, que es necesario conciliar.
Para ello, en determinados casos, cuando la audiencia de una
de las partes sea contraria a la propia finalidad del acto,
puede excluirse la contradicción previa. Las medidas
cautelares pueden tramitarse con audiencia previa y con
audiencia diferida. La falta de audiencia previa se
contrarresta con la posibilidad de una contradicción
diferida. El Tribunal Constitucional español considera que la
contradicción diferida no es contraria al derecho de defensa,
en cuanto se justifica por la necesidad de garantizar la
efectividad de la luida cautelar, en la STS 218/1994 afirmó
que, “desde la perspectiva del derecho constitucional a la
tutela judicial efectiva y a la defensa, el hecho de haber
sido oídos con posterioridad impide considerar que se haya
producido una verdadera indefensión material”. Esta
posibilidad de oposición (diferida) restablece el equilibrio
entre las partes, momentáneamente roto por razones de
urgencia, al haberse adoptado la cautela sin audiencia del
demandado. La compatibilidad entre este régimen de
contradicción diferida y el derecho de defensa, la determina
auto del Tribunal Constitucional español ATC 186/1983 en
relación con un embargo preventivo: “Es una medida cautelar
que se adopta sin previa audiencia del demandado, en
evitación de que éste realice una conducta que haga imposible
el aseguramiento pretendido, y postergando momentáneamente su
capacidad procesal contradictoria hasta que el embargo se
efectúe, en que ya puede formular la oposición, siendo

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APELACION ANTEJUICIO. S P 330=2010

consustancial a la naturaleza preventiva de la traba esa


dilación de 1(1 audiencia y oposición, sin que suponga una
presunción de culpabilidad, ni quebrante la presunción de
inocencia, ni quiebre la tutela judicial efectiva, porque en
la regulación en la ordenanza procesal civil de dicha medida
cautelar pondera la necesidad de la tutela de la parte
demandante, con la compatibilización de la tutela de la parte
demandada, estableciendo un razonable equilibrio entre ellas,
pues al derecho al embargo de aquélla se contrapone, para que
no haya perjuicio indebido de ésta máS que en lo necesario,
no sólo la indicada oposición a posteriori, sino la
prestación de una fianza bastante al solicitante del embargo
para responder por los perjuicios y costas. También el A TC
69/1985 consideró que ni el derecho a la tutela judicial
efectiva ni el de defensa se veían menoscabados con la
adopción de medidas cautelares sin audiencia previa del
afectado, siempre que se salvaguardasen a posteriori el
principio de contradicción y las posibilidades de defensa.-
Por medio de la oposición, en la que se ejercita, en esencia,
una pretensión impugnatoria de una resolución judicial, puede
el afectado, aunque sea a posteriori, hacer valer sus
argumentos; podrá cuestionar entonces no solo la procedencia
de la cautela (impugnación por motivos de fondo), sino
también la decisión de adoptarla sin audiencia del demandado
(impugnación por motivos de forma). José Francisco VALLS
GUMBAU, “la unificación del procedimiento cautelar”, página
300, escribe: “El procedimiento de oposición no es un
recurso. Sin embargo, participa más de la naturaleza de un
medio de impugnación que de un procedimiento de oposición;
fundamentalmente porque, quien se opone en realidad combate
la existencia de los presupuestos que motivaron la adopción
de la medida….” Lo expuesto resume mi criterio respecto al
alcance de las disposiciones legales aplicables al caso
concreto y contenido en las resoluciones dictadas, en el
ejercicio de mis funciones como Juez, con absoluto apego a
dichas disposiciones legales.-Mis actuaciones en tal sentido
se encuentran enmarcadas dentro de las potestades y
facultades que como juzgador me confieren la Constitución de
la República y las leyes, todas las resoluciones que dicte en
este proceso tienen la fundamentación fáctica y jurídica
suficiente y las mismas únicamente pueden ser revisadas y
revocadas, anuladas, reformadas o confirmadas a través de los
recursos procesales correspondientes y en ningún momento,
acudiendo a la vía penal como lo pretende el Ministerio
Público, pues esto constituye una criminalización de la
función jurisdiccional que resulta gravemente atentatoria a
la independencia del Juez. Mis resoluciones dictadas en el
ejercicio de mi cargo pueden y deben ser recurridas en el
marco de la ley. LA FUNCION CAUTELAR . La función cautelar, o
tutela cautelar, no solo está plenamente justificada debido a
necesaria e inevitable demora que el proceso supone para la
resolución del conflicto, sino que tiene su fundamento en la
propia Constitución de la República como una manifestación
específica del derecho a la tutela judicial efectiva. A)
Según se desprende del artículo 304 de la Constitución de la
República, la función jurisdiccional consiste en juzgar y
ejecutar lo juzgado”. Estas dos manifestaciones de la
jurisdicción se cumplen mediante el proceso de declaración

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APELACION ANTEJUICIO. S P 330=2010

(juzgar) y mediante el proceso de ejecución (hacer ejecutar


lo juzgado). Pero no son las únicas; cada vez con mayor
frecuencia la doctrina habla de la función cautelar como una
manifestación más de la jurisdicción, como un tertium genus
instrumental que garantiza el cumplimiento de las otras dos
funciones, la declarativa y la de ejecución (1) (ver Montero
Aroca, Derecho Jurisdiccional 1 con Gómez Colomer y otros,
13ª. Edición, Tirant lo Blanch, Valencia, 2004, pagina 301).
Toda construcción doctrinal acerca de la función cautelar
gira alrededor de la inevitable duración del proceso. La
función de juzgar y ejecutar lo juzgado no son inmediatamente
realizables, sino requieren del transcurso de un período más
o menos largo de tiempo en el que desarrollarse (2) (Esa
ineludible demora está justificada por ser necesaria para
garantizar la defensa del demandado y el acierto de la
sentencia que termina el proceso). Por el mero transcurso de
ese tiempo o por determinados comportamientos del demandado
durante el proceso, puede suceder que la resolución que
finalmente se dicte resulte inútil, en cuyo caso la tutela
judicial no habría sido efectiva. Para conjurar este peligro
surge precisamente la tutela cautelar, como una manifestación
específica de la tutela judicial, dirigida a asegurar o
garantizar la efectividad de la resolución obtenida en otro
proceso al que se denomina principal. Pero, “la efcc1ividad”
de la sentencia no se logra únicamente mediante una tutela
cautelar dirigida a asegurar su cumplimiento o ejecución; en
ocasiones (como en el caso de autos), habrá que ir más allá y
tomar medidas que anticipen el fallo, que resuelvan
interinamente una relación controvertida cuando, de tener que
esperar a la resolución definitiva, podrían irrigarse daños
irreparables a una de las partes. No se trataría entonces de
garantizar la ejecución de la sentencia, sino de garantizar
la satisfacción de la pretensión. (3) Piero Calamandrei,
Introduzione allo studio sistematico del provvedimenti
cautelan, Cedan, Padova, 1936, página 21, dice a este
respecto que las resoluciones cautelares tienen “más que el
fin de actuar el derecho, el fin inmediato de asegurar la
eficacia práctica de la resolución definitiva que servirá, a
su vez, para actuar el derecho. La tutela cautelar es,
respecto al derecho sustancial, una tutela mediata: más que
irá hacer justicia, sirve para garantizar el eficaz
funcionamiento de la justicia“. B) Fundamento constitucional
de la tutela cautelar El establecimiento por las leyes
ordinarias de un régimen de tutela cautelar responde a un
imperativo constitucional, específicamente al derecho a la
tutela judicial efectiva. La Constitución de la República de
Honduras asegura a sus habitantes el goce de la justicia
(art. 1). Este valor supremo compromete al legislador y a
todos los poderes públicos exigiéndoles establecer los cauces
adecuados para proporcionar al justiciable una tutela
judicial efectiva desde los órganos del Poder Judicial (art.
303, 304 y 305 de la Constitución). El fundamento
constitucional de la tutela cautelar, como una manifestación
de la tutela judicial efectiva, tiene consecuencias prácticas
en orden, sobre todo, a las exigencias que de ello se derivan
para el legislador y para los órganos jurisdiccionales: 1ª.
Impone al legislador ordinario que establezca posibilidades
de que los Jueces adopten medidas cautelares. 2ª. Esas

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APELACION ANTEJUICIO. S P 330=2010

posibilidades no pueden quedar limitadas a los supuestos de


tutela judicial de derechos fundamentales, ni a los de tutela
de derechos de carácter no patrimonial (STC 238/1992), sino
deben preverse en relación con la tutela de toda clase de
derechos e intereses legítimos. 3ª. Como consecuencia de lo
anterior sería inconstitucional, por infringir el derecho a
la tutela judicial efectiva, una ley que excluyese
absolutamente la posibilidad de tutela cautelar para ciertas
clases de derechos o intereses. 4ª. Frente al órgano
judicial, el peticionario de la tutela cautelar tiene derecho
a obtener un pronunciamiento motivado, fundado en Derecho. La
resolución que adopte o deniegue las medidas ha de hacerlo
“razonadamente y no de forma arbitraria o carente de
fundamento” (STC 210/1993). 5ª. Pero el derecho a la tutela
judicial cautelar, que forma parte del contenido esencial del
derecho a la tutela judicial efectiva, no solo resulta
violado si se omite o se deniega una resolución que cumpla
los requisitos antedichos y que verse sobre el fondo de la
tutela cautelar solicitada, sino que también puede ser
lesionado por dictarse una resolución desestimatoria, en el
supuesto de que esa clase de resolución dé lugar a ciertas
consecuencias negativas sobre la posibilidad de obtener en
definitiva la tutela judicial. El Tribunal Constitucional
español ha dicho que es contrario al derecho a la tutela
judicial que el régimen de la medidas cautelares o su
aplicación dé lugar, si es estimada la pretensión del proceso
principal, a “difíciles formulas reintegrativas” o a
“situaciones irreversibles (STC 66/1984), o conduzca a “que
ese procedimiento (el principal) no pueda ya alcanzar sus
fines”, lo que se produce si aquel régimen o su aplicación
implican “la desaparición o pérdida irremediable de los
intereses cuya protección se pretende” o “prejuzgan
irreparablemente la decisión final del proceso” (SSTC
237/1991, 78/1 996). Entre los caracteres de las medidas
cautelares tenemos: A) la jurisdiccionalidad: la tutela
cautelar únicamente es dispensable por órganos
jurisdiccionales. La jurisdicción (potestad jurisdiccional)
es un monopolio estatal que se residencia en los órganos
jurisdiccionales (encarnados por jueces y Magistrados
independientes) con carácter exclusivo y excluyente (arts.
303 y 304 de la Constitución de la República).Se
constitucionaliza así el principio de exclusividad en sentido
positivo, de manera que sólo a los órganos jurisdiccionales
les corresponden no solo las funciones de juzgar y ejecutar
lo juzgado, sino también la función cautelar que es una
manifestación más de la función jurisdiccional dirigida,
precisamente, a garantizar la efectividad de las otras dos.
B) Sumariedad: estamos ante un procedimiento suM.,
entendiendo este término en doble sentido: procedimiento en
forma abreviada, rápida y procedimiento de cognición
limitada. a) Brevedad procedimental. El procedimiento
cautelar necesariamente ha de ser breve, con trámites que
eviten maniobras dilatorias de la parle afectada. La función
aseguratoria de las medidas cautelares exige rapidez en su
adopción; si nos H.áramos ante un procedimiento lento, largo
y duradero resultaría inútil la adopción de medidas
cautelares y perdería su razón de ser la propia existencia de
la tutela cautelar. b) Conocimiento suM.: El objeto del

12
APELACION ANTEJUICIO. S P 330=2010

proceso cautelar esta limitado. El conocimiento del Juez se


va a limitar exclusivamente a comprobar si está o no
justificada la apariencia de buen derecho y si existe o no
peligro por la mora procesal. El Juez va a resolver sobre la
“probabilidad” de un derecho, que es la finalidad propia del
procedimiento cautelar, y no sobre su “real” existencia, como
sucede en el juicio principal. Para adoptar las medidas
cautelares es necesario, en primer lugar, que exista una
amenaza cierta y tangible de que el transcurso del tiempo
necesario para la tramitación del proceso pueda dar lugar a
la inejecución o inefectividad de la sentencia estimatoria.
El presupuesto del peligro por la mora procesal es el
principal reflejo de la finalidad institucional de la tutela
cautelar: neutralizar los riesgos que puedan frustrar por
completo u obstaculizar gravemente la efectividad de la luida
judicial que se otorgue en la sentencia. El periculum in mora
—como también es conocido este presupuesto- se concibe como
el riesgo de daño para la efectividad de la tutela judicial
pretendida en el proceso principal: riesgo que puede surgir
debido a la inevitable dilación temporal (mora) del iter
procesal hasta alcanzar la sentencia que conceda aquella
tutela, la cual podría llegar demasiado tarde. (4) VICTOR
FAIREN GUILLEN, “La reforma del proceso cautelar español” en
temas del ordenamiento procesal,II, Tecnos, Madrid, 1969,
páginas 90 1-903.-La apariencia de buen derecho (fumus boni
iuris). Lo que aquí se exige es que el solicitante presente
datos, argumentos y justificaciones, documentales o de otra
índole, conducentes a que el Juez pueda fundar un juicio
positivo de que probablemente el resultado del proceso
principal será favorable al actor. La prestación de la tutela
cautelar no exige que el actor pruebe fuera de toda duda
razonable la existencia del derecho subjetivo por él alegado
en el proceso principal, pero tampoco se puede adoptar la
medida solo porque el actor la pida. Lo que la ley exige es
que se acrediten uno indicios de probabilidad, de
verosimilitud, de apariencia de buen derecho. Decía
CALAMANDREI que, “en sede cautelar, basta que la existencia
del derecho parezca verosímil, esto es, basta que, según un
cálculo de probabilidades, se pueda prever que la resolución
principal declarará el derecho en sentido favorable a quien
solicita la medida cautelar. NORMA JURIDICA INFRINGIDA SEGÚN
EL MINISTERIO PUBLICO. El Ministerio Público aduce que mi
actitud jurídica se enmarca en el artículo 349 Número 2 del
Código Penal, dado, según la representante del Ministerio
Público, que mi postura en relación al procedimiento que debí
darle a la medida cautelar de suspensión decretada no es la
que nuestra normativa prevé. El artículo 349 numero 2 dispone
que comete el delito de Violación a los Deberes del
Funcionario quien. “Dicte o ejecute ordenes, sentencias,
providencias, resoluciones, acuerdos o decretos contrarios a
la Constitución de la República o a las leyes o se abstenga
de cumplir lo dispuesto por cualquiera de dichos
ordenamientos jurídicos”. a) Al decretar la suspensión del
acuerdo de asamblea a solicitud del demandante emití mi
resolución fundamentado bajo el amparo de los artículo 303,
304 y 305 constitucionales y al tenor de los dispuesto en el
artículo 196 del Código de Comercio; que exige como únicos
requisitos que la suspensión sea solicitada y que los actores

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APELACION ANTEJUICIO. S P 330=2010

den fianza bastante, es por ésta razón y por lo anteriormente


expresado que mi actuar en ningún momento se alejó del
ordenamiento jurídico existente como manifiesta el Ministerio
Público. b) Por otro lado, el Ministerio Público manifiesta
que mis actuar, en lo que se refiere a no haberle dado
trámite incidental a la solicitud de suspensión del acuerdo
de asamblea, una vez presentada la solicitud por parte de la
actora constituye el delito de Violación a los deberes de los
Funcionarios ya que, según la Fiscal, es una disposición
ordenada en el artículo 196 del Código de Comercio y que de
tal solicitud debí haber dado traslado a la parte demandada
para que contestara en relación a la precitada solicitud; lo
cual de haberlo hecho no solo habría desfigurado el proceso,
sino que habría cometido el delito de abuso de autoridad,
pues de la sola lectura de los artículos 193, 194, 195, 196,
197,198, 199 y 200 del Código de Comercio, se establece que
en ninguna de sus partes se desprende tal aseveración, orden
o atribución, dado que ese no es el procedimiento correcto,
siéndolo el que anteriormente ya he explicado ampliamente. Es
claro que no existe en el caso planteado ningún perjuicio a
la Administración Pública, como pretende plantear el
Ministerio Público, tratándose únicamente de un asunto de
derecho Privado sometido por las partes al conocimiento
judicial, donde cada una de las partes debe probar el extremo
que les interesa; y por su parte el juzgador (que ya no es su
servidor), debe resolver conforme a su independencia y
criterio judicial, basado en la normativa existente, no
debiendo criminalizarse, como antes dije la función judicial.
La interpretación de la ley o la doctrina hecha por los
jueces no constituye abuso de autoridad ni violación a los
deberes de los funcionarios, siempre que exista una
coherencia entre la motivación judicial y las normas. Es
claro entonces que: a) no ha existido de mi parte omisión de
ningún trámite señalado por la ley; b) no he dictado
providencia alguna contraria a la Constitución o la ley, ya
que todo lo actuado en el ejercicio de mi función
jurisdiccional se encuentra enmarcado en la ley aplicable al
caso en referencia (y expresamente regulado en los artículos
304 de la Constitución de la república; 193, 194, 195, 196,
197, 198 del Código de Comercio); e) no existe vulneración en
ningún momento procesal al derecho de defensa de la parte
demandada, que no solamente ha gozado a su derecho a la
oposición diferida que se ha comentado, sino que frente a las
resoluciones dictadas en el caso de marras ha tenido
expeditos los recursos que la ley le provee y sin que en
ningún momento hizo uso de ellos en el juicio es solo su
responsabilidad o de sus apoderados legales, para ejemplo se
citan la misma resolución mediante la cual, se acordó la
suspensión de los acuerdos impugnados (folio 49); autos de
fechas veintitrés de febrero (folios 65 y 68) ver
notificación personal de los apoderados de la parte demandada
(folio 75 y 81 vuelto), contra los que no interpusieron
recurso alguno dentro del juicio. Es claro también que mis
actuaciones no son violatorias al debido proceso, que antes
bien se ha garantizado en todas las resoluciones dictadas en
el caso de merito, pues si bien ha existido una tensión entre
dos derechos del mismos rango (el de defensa del demandado y
el del actor a la tutela judicial efectiva), ambos son una

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APELACION ANTEJUICIO. S P 330=2010

manifestación del derecho al debido proceso. Lo que la señora


Fiscal omite reseñar en su escrito de solicitud de
antejuicio, es que el Fiscal que instruía inicialmente el
expediente administrativo, que reconstruido obra en el
Ministerio Público, Fiscalía Especial contra la Corrupción,
solicitó opinión técnica a la Doctora A. P. H. quien se
desempeña como asesora Técnica de ese ente Fiscal y que esa
opinión, emitida por dicha funcionaria en fecha dieciséis de
marzo de dos mil nueve y enviada de nuevo a la Fiscalía
Especial contra la Corrupción el veinticinco de febrero de
dos mil diez, claramente coincide con el planteamiento que
expongo en este informe en el sentido que mis actuaciones
están apegadas a derecho y de acuerdo a las disposiciones
legales aplicables a caso concreto. Esta omisión de la señora
Fiscal, en cuanto a la opinión técnica antes referida, es
lesiva al derecho fundamental de defensa que me asiste
consagrado en el artículo 82 de la Constitución de la
República, 8 de la Convención Americana de Derechos Humanos,
14 párrafo tercero, 93 párrafo primero y segundo de Código
Procesal Penal y violatoria del principio de objetividad a
que está obligado el Ministerio Público en el ejercicio de
sus funciones, por cuanto en opinión de la persona designada
por el Ministerio Público para emitirla mis actuaciones están
enmarcadas en ley y dentro de mis facultades como juzgador,
extremo que consta en las diligencias de mérito y aún dentro
de las actuaciones de investigación realizadas por el
Ministerio Público, lo que constituye una circunstancia de
exención de responsabilidad. Si bien es cierto, al Ministerio
Público, de conformidad con el artículo 25 del Código
Procesal Penal, le corresponde el monopolio de la acción
penal pública, también lo es, que esta facultad deberá
ejercitarse en los casos en que dicha investigación arroje
como resultado la existencia del delito y la responsabilidad
penal atribuible a una determinada persona, situaciones que
no ocurren en el caso concreto a que nos referimos, pues
emitir una resolución en base a derecho por un órgano
jurisdiccional no constituye delito, a menos que se
encuentren plenamente probados los elementos objetivos y
subjetivos del tipo penal en referencia, lo que evidentemente
no se aprecia al simple examen de las diligencias de mérito.
Por otro lado el artículo 16 de la Ley del Ministerio Público
impone a esta como atribución, en su numero 9 “Defender y
promover la independencia y autonomía de los jueces y
magistrados en el ejercicio legítimo de sus funciones.”,
independencia y autonomía que antes bien se vulneran cuando
se pretende, como en este caso, criminalizar la función
jurisdiccional y se pone en precario gravemente la
independencia de los jueces al intentar la vía criminal
contra actuaciones propiamente jurisdiccionales. RELACION DE
LAS PRUEBAS EN QUE SE FUNDAMENTA EN PRESENTE INFORME.
Expediente que contiene la demanda promovida por el Abogado
W. S. como apoderado legal del señor O. K.; 2. Se señala el
expediente administrativo que, reconstruido, obra en la
Fiscalía Especial contra la Corrupción, en donde consta la
opinión técnica emita por la Doctora A. P. H. en su
condición de Asesora Técnica del Ministerio Público; 3.
Copias autenticadas por la Secretaría de este Juzgado de
Letras Primero de lo Civil de las sentencias proferidas por

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APELACION ANTEJUICIO. S P 330=2010

la Honorable Corte de Apelaciones seccional de San Pedro


Sula, con fecha cinco de junio de dos mil tres y veintidós de
abril de dos mil cuatro, y los autos a que las mismas se
refieren (expediente 2-0-4 186 del Juzgado de Letras Primero
de lo Civil); 4. Copia de declaración escrita que presente
ante el Ministerio Público en fecha 12 de junio de 2008. III.
Que en fecha veinticuatro de agosto de dos mil diez, la Corte
de Apelaciones Penal de San Pero Sula, Departamento de
Cortés, resolvió: “Declarar NO HA LUGAR la petición o acción
de Antejuicio interpuesta por la Abogada K. D. C., en su
condición de Fiscal del Ministerio Público, contra el Abogado
M. R. U. Juez asignado al Juzgado de Letras Primero de lo
Civil de San Pedro Sula, Cortés, por suponerlo responsable
del delito de VIOLACIÓN DE LOS DEBERES DE LOS FUNCIONARIOS en
perjuicio de LA ADMINISTRACION PUBLICA DEL ESTADO DE
HONDURAS, declarando sin lugar la iniciativa de persecución
penal del Ministerio Público”. IV. Que en fecha treinta de
agosto de dos mil diez, la Abogada K. D. C., de generales ya
expresadas, en su condición de Fiscal del Ministerio Público,
interpuso Recurso de Apelación ante la Corte de Apelaciones
Penal de San Pedro Sula, Cortés, contra la resolución de
fecha veinticuatro de agosto de dos mil diez, expresando los
agravios sobre el referido recurso, de la manera siguiente:“
EXPRESIÓN DE AGRAVIOS.-PRIMERO: Causa agravio a esta Sede
Fiscal la decisión de este Honorable Tribunal al declarar sin
lugar el antejuicio antes referido, pues resulta evidente la
restricción por parte del Juzgador al derecho constitucional
de defensa de la sociedad anónima ..., S. A. de C. V.,
consagrado en el artículo 82 de la Constitución de la
República, al decretar la suspensión del acuerdo número 4,
tomado por la Asamblea General de Accionistas de la sociedad
demandada en fecha 25 de noviembre del año 2005 en el cual se
eligió y nombró presidente del consejo de administrador al
señor J. N. K. quien fue suspendido de su cargo por el Juez
M. U. sin antes ser citado y emplazado para que contestara la
demanda entablada en contra de la sociedad que rectora y
presentara los alegatos correspondientes en relación a los
hechos esbozados por la parte actora. SEGUNDO: Resulta
paradójico que en la resolución supra mencionada se exprese
que no se ha vulnerado el conjunto de principios que
constituyen el Debido Proceso; en ese orden de ideas el
artículo 90 de la Constitución de la República da vigencia a
este derecho, señalando en su párrafo primero que: “Nadie
puede ser Juzgado sino por Juez o Tribunal competente con las
formalidades, derechos y garantías que la Ley establece.”, es
aquí donde imperiosamente se encuadra dentro del Debido
Proceso el respeto a los derechos constitucionales y
garantías judiciales establecidas en la Ley; consecuentemente
al obviarse citar y emplazar como parte demandada a la
Sociedad ..., S. A. de C. V., para que está a través de
representante formulara las respectivas alegaciones y tratara
de contrarrestar las pretensiones esbozadas por la parte
actora el Juzgador niega injustificadamente y por ende
infringe el Derecho a la Defensa de la precitada sociedad,
dando como resultado una evidente transgresión al debido
proceso. TERCERO: Causa agravio a este Ente Fiscal que en la
resolución antes mencionada no se haya valorado el perjuicio
ocasionado a la Sociedad ..., S.A. de C. V., en virtud que la

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APELACION ANTEJUICIO. S P 330=2010

suspensión decretada traía intrínseca la inhabilitación de


los miembros que formaban parte del Consejo de Administración
entre quienes se incluye el señor J. N. K. presidente del
mismo y a quien de acuerdo al artículo 209 de nuestro Código
de Comercio le correspondía la representación judicial de la
sociedad, por ende al ya no ostentar dicho cargo pues se le
suspendió del mismo sin antes contestar la demanda la
referida sociedad quedó ACEFALA produciendo con ello
inconvenientes en el desarrollo de las actividades
mercantiles, societarias y de coordinación de ..., S. A. de
C. V., siendo esta situación otra muestra de la violación del
Derecho de Defensa a la parte demandada.” V. Que en proveído
de fecha uno de septiembre de dos mil diez, la Corte de
Apelaciones Penal de San Pedro Sula, Cortés, tuvo por
admitido en tiempo y forma el Recurso de Apelación
interpuesto por la Abogada K. D. C., en su condición
expresada, concediéndole al Abogado M. R. U., el término de
tres días hábiles a partir del día siguiente de la
notificación para que conteste los agravios expresados;
haciéndolo la Abogada S. C. C. D., en su condición de
Mandataria Judicial del Abogado M. R. U. de la manera
siguiente:” A LOS AGRAVIOS.-PRIMERO: Expresa la
representación del Ministerio Público, que la resolución
dictada por la Honorable Corte de Apelaciones de lo Penal de
San Pedro Sula, causa agravio a la administración Pública,
“pues resulta evidente la restricción por parte del Juzgador
al derecho constitucional de defensa de la sociedad mercantil
..., Sociedad Anónima de Capital Variable, al decretarse la
suspensión del acuerdo número cuatro, tomado por asamblea
General de accionistas de la sociedad demandada en fecha 25
de noviembre de 2005 en el cual se eligió y nombró presidente
del consejo de administración al señor J. N. K., quien fue
suspendido de su cargo por el Juez M. U., sin antes ser
citado y emplazado para que contestara la demanda entablada
en contra de la sociedad que rectora y presentara los
alegatos correspondientes en relación a los hecho esbozados
por la parte actora”. De la simple revisión del expediente
numero 3-0-5212 contentivo de la Demanda ordinaria de nulidad
de un acuerdo de Asamblea Ordinaria presentada por el abogado
W. S. como representante legal del señor O. K. K. contra la
sociedad ..., SOCIEDAD ANONIMA DE CAPITAL VARIABLE, en el
Juzgado Primero de Letras de lo Civil de esta sección
judicial, se puede apreciar con claridad que no ha se ha
vulnerado a la sociedad demandada su derecho de defensa en
juicio. En efecto sus señorías, como se ha expresado en el
acápite de los antecedentes, la demanda en mención fue
admitida en su momento, habiéndose decretado la suspensión
del acuerdo impugnado mediante providencia de fecha dieciséis
(16) de febrero del año 2006, cuando aún la sociedad
demandada ..., S. A. de C. V., no se había constituido como
parte, en virtud de no haberse aún en ese momento procesal,
citado y emplazado en legal y debida forma a través de su
representante legal señor J. N. K. para que dentro del
término de ley procediera a contestar la demanda que se había
promovido. No obstante lo anterior, es importante señalar que
en fecha 22 de febrero de ese mismo año (2006) a la una y
veinticinco minutos de la tarde, el abogado C. A. F. L.,
accionando en su condición de mandatario judicial de la

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sociedad demandada, ..., S.A. DE C.V. se persona en la


demanda de mérito y solicita por diversos motivos que se
declare la nulidad absoluta de actuaciones a partir del auto
de admisión de la demanda, y cinco minutos más tarde, esto es
a la una de la tarde con treinta minutos de ese mismo día,
sin estar aún resuelto el escrito anterior, el abogado F. L.,
en su condición indicada, presentó un nuevo escrito en el
cual “ofrece garantía bancaria por la cantidad de tres
millones de lempiras (Lps. 3,000,000.00) para responder del
resultado del juicio y en consecuencia se dejara sin valor y
efecto de manera inmediata la suspensión del acuerdo de la
Asamblea general ordinaria, mientras se dilucida el juicio
principal”- El personamiento del Abogado C. F. L., fue
resuelto mediante providencia de fecha veintitrés de febrero
de 2006 “teniéndole por personado en las presentes
diligencias y por sustituido el mismo en el abogado K. A. D.
con las facultades a él conferidas y en cuanto a la nulidad
de actuaciones solicitada por el peticionario, se declaró sin
lugar, en virtud que la demandada aún no había sido citada y
emplazada para que procediera a contestar la demanda incoada
en su contra, en el término señalado para que procediera a
contestar la demanda incoada en su contra, en el término
señalado por este juzgado” en esa misma fecha (23 febrero
2006) se resuelve también el escrito presentado contentivo
del ofrecimiento de garantía, estableciendo la providencia
“que se declara sin lugar lo peticionado, en virtud de que la
suspensión ordenada, no es de las medidas contenidas en el
título III de las providencias precautorias, del Código de
Procedimientos Civiles, no siendo aplicable el artículo 284
del mismo cuerpo de legal invocado por el compareciente”
Observen sus señorías, que la mala fe con que actúa en el
proceso el mandatario judicial de la parte demandada se deja
en manifiesto cuando a veintiocho días del mes de febrero de
2006, siendo las once y veinticinco minutos de la mañana, se
notificó personalmente (al abogado C. F.) la providencia de
fecha 23 de febrero de 2006 que obra a folio 68 frente y
firma para constancia, retirando la garantía bancaria número
201521, sin notificarse de la otra providencia de la misma
fecha que obra a folio 65, en la cual se declara sin lugar el
incidente de nulidad planteado en su personamiento, no
obstante que habiéndose dado por enterado en el juicio de la
mencionada providencia, no reclamó oportunamente su nulidad
ni interpuso en tiempo y forma los recursos que la ley le
confiere, establecidos en el artículo 132 del Código de
Procedimientos Civiles, cuando se repelen de oficio los
incidentes: “Contra dicha providencia procederá el recurso de
reposición; y si no se estimare, el de apelación en un solo
efecto” Manifestamos que el abogado C. F. L., actuó de mala
fe, por cuanto habiendo consentido las providencias
anteriores, en fecha 28 de Febrero de 2010, compareció ante
la entonces Corte de Apelaciones seccional interponiendo
acción de amparo contra la providencia dictada por el Juzgado
de Letras Primero de lo Civil de esta sección judicial en
fecha 16 de febrero de dos mil seis( cuando aún no era parte
en juicio) en la cual se decreta la suspensión del acuerdo
impugnado, estableciendo en su acápite titulado “SOBRE
RECURSOS INTERPUESTOS” que contra la resolución impugnada no
se presentó ningún recurso por estar imposibilitado para

18
APELACION ANTEJUICIO. S P 330=2010

ello, en vista de que mi representado no puede entrar


válidamente al proceso como parte, mientras no sea citado y
emplazado su representante legal, señor J. K. K., quien al
habérsele suspendido de su cargo no puede actuar en defensa
de mi representada”. Lo afirmado por la Fiscal en su supuesto
agravio consistente en que el Juez no estaba autorizado y por
ende es violatorio a sus deberes como Juez, decretar la
medida cautelar de Suspensión de la Ejecución de Acuerdo
asambleario impugnado sin haber citado y emplazado
previamente a la demandada, no solo es caprichoso sino que no
goza de protección legal por la razones siguientes: 1. Porque
el artículo 270 del Código de Procedimientos Civiles,
autoriza al Juez que para asegurar el resultado de la acción
puede el demandante en cualquier estado del Juicio, aún
cuando no estuviere contestada la demanda, pedir las medidas
precautorias que autoriza la ley; lo que significa que la
Fiscal aprecia erróneamente los hechos, en vista de que la
norma antes referida autoriza al Juez para decretar las
medidas precautorias en cualquier estado del juicio, incluso
cuando aún no se ha personado la parte demandada en juicio.
2. Por que el artículo 285 del Código de Procedimientos
Civiles, manda que estas medidas precautorias, pueden
llevarse a efecto aún antes de la notificación de la persona
contra quien se hubiere decretado. Siendo que el Juez esta
obligado a aplicar o interpretar la norma sustantiva o
procesal al caso concreto, no hay reproche penal por haber
dado aplicación a la norma procesal antes transcrita, por
encontrarse autorizado legalmente para decretarla aún antes
de la notificación de la persona contra quien se hubiere
decretado la medida. SEGUNDO: En el agravio que se contesta
la apelante manifiesta que en la resolución supra mencionada,
se expresa que no se ha vulnerado el conjunto de principios
que constituyen el debido proceso y que a su juicio se ha
producido transgresión por dos motivos: a) Infracción al
Artículo 90 de la Constitución de la República, por cuanto
“Nadie puede ser juzgado sino por Juez o tribunal competente
con las formalidades, derechos y garantías que la ley
establece”. Para los efectos de este apartado, hay que
distinguir entre la incompetencia absoluta y la relativa.
Ante la incompetencia absoluta, expresa el maestro Don Tito
Livio Tábora en su libro “Código de Procedimientos,
Antecedentes y Comentarios Tomo II, sobre el Juicio
ordinario, pág. 74-77” el Juez está autorizado y obligado a
declararse incompetente cuando por razón de la materia, por
la cuantía de la cosa litigiosa o por la jerarquía, no sea el
llamado por la ley para conocer del asunto; por consiguiente
deberá rechazar de oficio la demanda, esto se abstendrá de
darle curso. Ante la incompetencia relativa, o sea, por razón
del territorio o domicilio, los jueces deberán esperar que el
demandado oponga la excepción, pues respecto del demandante
ya ha habido sumisión tácita por el hecho de haberse
presentado la demanda” En efecto el artículo 145 de la Ley de
Organización y Atribuciones de los Tribunales establece que
se entenderá por hecha la sumisión tácita. 1. Por el
demandante, en el hecho de acudir al juez interponiendo la
demanda. Como consecuencia de lo anterior, las actuaciones
del Juez Primero de Letras de lo Civil, Abogado M. R. U. F.
se encuentran conforme a Derecho. En efecto, aconteció que en

19
APELACION ANTEJUICIO. S P 330=2010

fecha 12 de septiembre de 2007, dentro del término del


emplazamiento concedido a la demandada para que contestara la
demanda de mérito, su mandatario judicial compareció en
juicio, absteniéndose de contestar la demanda de mérito y en
su defecto recusó a la Juez que estaba conociendo de la misma
y en el uso de los derechos que la ley le confiere interpuso
en tiempo y forma excepción dilatoria de Incompetencia de
Tribunal, misma que fue contestada por el demandante y
fallada mediante sentencia interlocutoria de fecha uno de
febrero de dos mil ocho, declarándose a partir de ese momento
la incompetencia del tribunal ante quien se hubiere
presentado la demanda y ordenando la remisión de la misma al
Juzgado de Letras Civil del departamento de Francisco
Morazán, con lo cual se concluye que no se observa que se
haya vulnerado el debido proceso y el derecho de defensa a la
sociedad demandada y por consiguiente no se causa agravio
alguno a la administración pública en este apartado por lo
que es procedente confirmarse la sentencia apelada. b)Que al
obviarse citar y emplazar en legal y debida forma a la
demandada ..., SOCIEDAD ANÓNIMA DE CAPITAL VARIABLE, niega
injustificadamente y por ende infringe el derecho de defensa
de la precitada sociedad. En relación a este inciso en el
auto de admisión de la demanda se manda a citar y emplazar a
la demandada a través de su representante legal, constando en
autos que la Comunicación dirigida al Juez de Letras Segundo
de lo Civil de Francisco Morazán, para darle cumplimiento a
esta actuación, fue emitida en fecha veintiuno de febrero de
2006 y a folio 55 de los autos aparece la constancia emitida
por la secretaría del juzgado, en la cual se deja constancia
que la Abogada demandante M. N. recibe las comunicaciones
para gestionar su cumplimiento y luego que en virtud de
haberse recibido comunicación de la Corte de Apelaciones
Seccional de San Pedro Sula en tres de marzo de 2006 se
remitió el expediente a ese tribunal en virtud de amparo
promovido por la parte demandada, quien para esa fecha ya se
había personado en el juicio de nulidad. Con lo anterior se
acredita que el Juez M. R. U., efectuó las diligencias
necesarias para dar cumplimiento a la citación y
emplazamiento de la sociedad demandada y en ningún momento
realizó actuación encaminada a “obviar” esta diligencia
procesal, como afirma la apelante. No hay en este numeral sus
señorías, agravio alguno que la resolución apelada cause a la
Administración Pública, por cuanto no se han infraccionado ni
vulnerado los derechos consignados en los artículos 82 y 90
de la Constitución de la República, contentivos del derecho
de defensa y el debido proceso ya que, una vez citado y
emplazado que fuera la demandada tal como se ordena en el
auto de admisión de la demanda, podía hacer uso de sus
derechos y tomar frente a la demanda las diversas actitudes
que la ley le otorga como ser contestar, abstenerse de
hacerlo, presentar excepciones, incidentes, Etc. TERCERO: La
Apelante afirma que le causa agravio a la Administración
Pública la resolución impugnada, en virtud de “que no se
valoró el perjuicio ocasionado a la sociedad ..., S.A. DE C.
V. y en virtud que con la suspensión decretada, traía
intrínseca la inhabilitación de los miembros que formaban
parte del consejo de administración, quedando “Acéfala” la
sociedad demandada, produciendo inconvenientes en el

20
APELACION ANTEJUICIO. S P 330=2010

desarrollo de las actividades mercantiles societarias.” Al


decretarse la suspensión del acuerdo impugnado, objeto de la
demanda, mediante la resolución de fecha 16 de febrero de
2006, el Juez de Letras Primero de lo Civil, Abogado M. R. U.
F., lo hace previo a que la parte demandada ha rendido fianza
bastante para responder de los daños y perjuicios que
pudieren causarse a la sociedad, por la inejecución de dichas
resoluciones, en caso de que la sentencia declare infundada
la oposición, según lo prescribe el artículo 196 del Código
de Comercio, y nunca por el hecho de haberse decretado tal
suspensión queda “acéfala” la Sociedad a tal grado de no
poder efectuar sus actividades societarias conforme a los
fines de la misma, puesto que como efecto de la suspensión
del acuerdo contentivo del nombramiento del nuevo consejo de
administración, la administración queda en manos del consejo
de administración anterior, no existiendo ese vacío de
administración que asevera la apelante en el agravio que se
contesta; en efecto el artículo 213 del Código de Comercio,
establece:”El Administrador a los consejeros continuarán en
el desempeño de sus funciones, aún cuando hubiere concluido
el plazo para el que fueron designados, mientras los
nuevamente nombrados no tomen posesión de sus cargos”.
Tampoco causa agravio a la Administración Pública por cuanto
se ha acreditado con la norma aplicable al caso concreto (213
del Código de Comercio) que la sociedad ..., S.A. de C. V.,
haya quedado acéfala con motivo de la decisión judicial
adoptada por el Juez U. F.. EL DELITO DE VIOLACIÓN DE LOS
DEBERES DE LOS FUNCIONARIOS PÚBLICOS. NORMA 349.2 Del Código
Penal. Será castigado con reclusión de tres (3) a seis (6)
años e inhabilitación especial por el doble del tiempo que
dure la reclusión, el funcionario o empleado público que:
1…2) Dicte o ejecute órdenes, sentencias, providencias,
resoluciones, acuerdos o decretos contrarios a la
Constitución de la República o a las leyes o se abstenga de
cumplir con lo dispuesto por cualquiera de dichos
ordenamientos jurídicos.
Para que se configure esta conducta típica deben satisfacerse
cabalmente los elementos que la conforman, a saber:
ELEMENTOS OBJETIVOS: a. Que se trate de un funcionario
público, lo cual resulta acreditado en el caso de marras
habida cuenta que el sindicado M. R. U., ostenta la
investidura de Juez de Letras de lo Civil; b. Que éste haya
dictado o ejecutado una orden, sentencia, providencias,
resoluciones, acuerdos o decretos; Lo cual en efecto
aconteció en tanto en cuanto el Juez M. R. U. F. era el
togado que conocía de la demanda ordinaria de nulidad y
suspensión de los acuerdos de una asamblea ordinaria y
extraordinaria de socios celebrada en fecha 25 de noviembre
de 2005 por la sociedad ..., S. A. de C. V., en consecuencia
dictó varias providencias, autos y resoluciones, entre ellas
las que motivaron la denuncia y el posterior ejercicio de la
acción penal en su contra, haciendo especial atención al auto
de fecha 16 de febrero de 2006, mediante el cual declaró sin
lugar la solicitud de nulidad de actuaciones, planteada por
el Abogado C. F. L., en su condición de apoderado legal de la
Sociedad ... S.A., de C. V. Asimismo, la solicitud por medio
de la cual se peticionaba la revocación del auto en el cual
se había declarado la suspensión de los efectos del acuerdo

21
APELACION ANTEJUICIO. S P 330=2010

asambleario en alusión y que anulaba la nueva composición


societaria adoptada en asamblea, para lo cual y de forma
contra cautelar, se ofreció una fianza por la cantidad de
Tres Millones de Lempiras, habiendo sido ambas petitorias
declaradas sin lugar por el juzgador, no obstante, sin que
hayan sido objeto de recurso alguno. c. Que además, dicha
resolución sea contraria a la Constitución de la República o
a las leyes, o que con ella el funcionario se haya abstenido
de cumplir con lo dispuesto por cualquiera de dichos
ordenamientos jurídicos. Para determinar si en efecto la
referida resolución se encuentra en abierta contradicción con
el derecho resulta indispensable hacer una yuxtaposición
entre los fundamentos de hecho de las peticiones es del
demandado planteadas en juicio y, por supuesto, la
argumentación que sirvió de sustento al juzgador para dictar
las resoluciones debatidas y consecuentemente determinar si
las mismas se encuentran apegadas al marco de
discrecionalidad judicial que les permite a los togados
emitir una decisión judicial o, por el contrario, se escinde
de cualquier razonamiento lógico posible del ordenamiento
jurídico –lo cual tampoco indica, necesariamente, la comisión
de un tipo penal- en ese orden de ideas, siendo que la
resolución tildada de ilegal se contrajo a ordenar la
suspensión del acuerdo asambleario de fecha 25 de noviembre
de 2005, lo cual, de acuerdo a los denunciantes carecía de
asidero legal, empero, para el juzgador la norma autorizante
se encontraba en el Código de Comercio, específicamente en el
artículo 196, el cual dispone reglas generales sobre el tema
en controversia.- De ahí que, tal como lo reconoce la
Honorable Corte de Apelaciones en su resolución de fecha 24
de Agosto de 2010, en la que declaró No Ha Lugar del
antejuicio incoado por el Ministerio Público contra el Juez
M. U., en efecto existe un marco jurídico del cual se asistió
el juzgador para emitir su resolución, de manera que si
estaba ceñido a esa discrecionalidad judicial que le confiere
la ley, sin que se altere ésta bajo la valoración ex post en
donde se concluya que la misma estaba errada.-ELEMENTOS
SUBJETIVOS: Tanto el delito de abuso de autoridad como el de
violación a los deberes de los funcionarios descritos en la
norma CP 349.2, plantea que necesariamente son dolosos, no
admiten la versión culposa o imprudente; en tal virtud
resulta indispensable valorar si en el caso sub judice,
existió de parte del Juez U. un actuar doloso, para lo cual,
prima facie, debe analizarse si concurren los elementos
configuradores del dolo: a. ELEMENTO COGNITIVO O COGNICIÓN,
que se refiere al conocimiento de la ilegalidad de parte del
autor, quien sabe o está obligado a saber que la conducta que
pretende ejecutar está prohibida por la ley penal; siendo que
la función del juez es fallar o resolver las cuestiones que
le son puestas a su conocimiento, el haber resuelto lo
peticionado por una de las partes constituía el ejercicio de
su función jurisdiccional, del marco de sus atribuciones
legales, no existió exceso por tanto de sus funciones ni
escisión del sustento jurídico que motivó su resolución; no
existiendo entonces este elemento. b. ELEMENTO VOLITIVO O
VOLUNTATIVO, que se resume en la voluntad del sujeto activo
de aceptar lo ilícito del injusto y en consecuencia realizar
la conducta descrita en el tipo penal sabiendo que está

22
APELACION ANTEJUICIO. S P 330=2010

prohibida. El Abogado y Juez M. U. falló o resolvió las


cuestiones planteadas teniendo únicamente como base su
criterio jurídico en relación con los hechos de la contienda
judicial, todo dentro del marco legal y el principio de
discrecionalidad de las decisiones judiciales, sin que sea
relevante para el derecho penal que ex post, ese criterio sea
considerado errado por un tribunal superior, como acontece a
diario en la praxis del derecho, y ratio escendi del
principio de cursividad o recurribilidad de las decisiones
judiciales, como garantía de un estado de derecho; de lo cual
resulta insano pensar que una vez reformados o revocados los
fallos dictados por los juzgados A quo por un tribunal ad
Quem, podría iniciarse acciones por abuso de autoridad contra
el Juzgador de primera instancia habido cuenta su fallo
“errado”, si así fuese todos los jueces serían sujetos de
sendas acusaciones penales.-Lo cual se comprueba en virtud de
que no existe ni una tan sola prueba de cargo que tienda
acreditar la existencia de cualesquiera otros factores
externos que hayan motivado al juzgador a actuar de la manera
que lo hizo; disipándose entonces la existencia de dolo en su
actuar.-TIPICIDAD: TIPICIDAD OBJETIVA: 1) No se satisface el
tercer elemento objetivo del tipo constituido a partir del
dictado de una resolución contraria a la Constitución o al
ordenamiento jurídico hondureño.-TIPICIDAD SUBJETIVA:1) No
existe dolo en el actuar judicial del juez M. R. U., en tanto
no se satisfacen los elementos cognitivo y volitivo.
CONCLUSIÓN. No es posible el ejercicio de una acción de
reproche contra el imputado. ANTIJURIDICIDAD: ANTIJURICIDAD
FORMAL. 1) Por cuanto no se satisface la tipicidad de la
conducta atribuida al sindicado, no puede considerarse la
misma como contraria a derecho. ANTIJURICIDAD MATERIAL. 1) Su
actuar judicial no lesionó ni puso en peligro efectivo ningún
bien jurídico protegido. CONCLUSIÓN. Los supuestos hechos
tildados de antijurídicos carecen de contradicción con el
derecho (formal) como tampoco se han materializado en lesivos
para la administración de justicia. Por tanto es imposible la
sustentación de la acción de reproche. Así las cosas, bajo
las líneas de la imputación objetiva, como sistema de
evaluación de la atribuilidad penal, el asunto traído a
estrados penales carece a todas luces de relevancia penal, es
más, el mismo se aleja por mucho de encajar en los principios
que orientan a un sistema penal en un estado de derecho, como
ser la última ratio, la subsidiariedad y el carácter
fragmentario del derecho penal; todos ellos encaminados a
depurar los casos que verdaderamente pueden llegar a ser
ventilados mediante éste, el más fuerte y gravoso de los
sistemas imperativos de la ley, el cual se vuelve necesaria
solamente cuando no existe otra vía idónea para buscar una
reinstauración de los perjuicios causados a los bienes
jurídicos que la norma protege, lo que no acontece en la
presente causa. ARTICULO 65 DEL DECRETO 244-2003. Finalmente
sus señorías, el artículo 65 del decreto 244-2003 emitido por
el Congreso Nacional de la República, en 30 de agosto de
2004, contentivo de la Ley sobre Justicia Constitucional,
establece que “Artículo 65. DEL CUMPLIMIENTO INMEDIATO DE LA
SENTENCIA QUE CONCEDA EL AMPARO. Proferida la sentencia que
otorga el amparo, el responsable del agravio deberá cumplirla
tan pronto como se haya puesto en su conocimiento, lo

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APELACION ANTEJUICIO. S P 330=2010

resuelto. Si no lo hiciere el órgano Jurisdiccional remitirá


al Ministerio Público certificación de las correspondientes
actuaciones para que inicie la acción penal correspondiente.”
El Legislador estableció el procedimiento mediante el cual se
puede constreñir a las autoridades responsables del
cumplimiento de las sentencias que conceden la protección
constitucional del amparo, y se advierte que lo hace
obedeciendo a un principio unitario, con propósitos
definidos, con espíritu de coordinación y enlace, como lo es
el que acaten los fallos que conceden el amparo y no
primordialmente, la aplicación de sanciones a las
autoridades, por cuanto lo fundamental y expedito es que se
restituya en el goce de los derechos o garantías
constitucionales infraccionados al amparista. El Juez M. R.
U. F., el mismo día 25 de junio de 2007, en que se recibió en
la secretaría del juzgado la certificación de la sentencia
del Recurso de Amparo, emitida por la sala de lo
Constitucional de la Corte Suprema de Justicia en veintidós
de junio de 2007, procedió a tener por recibida la misma y a
emitir providencia para dar cumplimiento estricto y expedito
a la misma, así: En consecuencia para la ejecución de lo
resuelto por el más alto tribunal de Justicia de nuestro
país, líbrese atenta comunicación, con las inserciones que
sean necesarias, al Señor Registrador de la Propiedad
Mercantil de Francisco Morazán para que cancele, dejando sin
valor y efecto, la suspensión en referencia, la cual fue
anotada bajo el número DOS del Tomo IX del Libro Registro de
Anotaciones preventivas Mercantiles de Francisco Morazán....”
(Ver folio 101 de la Demanda de Nulidad 3-0-5212), habiéndose
librado la comunicación indicada a veintiséis días del mes de
junio del año 2007, después de haber notificado por medio de
cedula de notificación fijada en la tabla de avisos del
despacho a la apoderada demandante. Así las cosas Honorable
Corte, el Juez Antejuiciado cumplió en forma expedita la
sentencia de amparo, razón por la cual no hay lugar a la
acción penal, que el Ministerio Público pretende ejercer con
la autorización del antejuicio que se tramita y que ha sido
declarado correcta y justamente sin lugar en la resolución
dictada por la Corte de Apelaciones de lo Penal, de esta
ciudad de San Pedro Sula, en la resolución apelada de fecha
24 de agosto del año en curso, que desde luego solicitamos
sea confirmada." VI. Que en fecha trece de septiembre de dos
mil diez, el Abogado K. A. D., en su condición de Acusador
Privado, interpuso Recurso de Apelación ante la Corte de
Apelaciones Penal de San Pedro Sula, Cortés contra la
resolución de fecha veinticuatro de agosto de dos mil diez,
expresando los agravios sobre el referido recurso, de la
manera siguiente:” MOTIVOS POR LOS QUE LA RESOLUCION DEBE SER
REVOCADA. PRIMERO. VIOLACIÓN DE PRECEPTO LEGAL POR
INTERPRETACIÓN ERRONEA. En el párrafo QUINTO de las
Motivaciones la Corte de Apelaciones, Acepta, como un hecho
probado: que el Juez “disminuye el derecho de defensa de la
Sociedad ..., S.A. de C.V. y que resulta “errado” el
procedimiento de acuerdo al artículo 196 del Código de
Comercio; sin embargo, interpreta que la norma apuntada
“carece de imperatividad” cuando el legislador usa la palabra
“podrá”.-El precitado artículo 196 del Código de Comercio, en
su segundo párrafo establece: “...suspensión podrá decretarse

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APELACION ANTEJUICIO. S P 330=2010

como acto prejudicial o como incidente en el juicio


principal.”1.-La interpretación de la citada norma, por parte
de la Honorable Corte la consideramos errónea; ya que a
través de los años y amparado, justamente al principio
fundamental del DEBIDO PROCESO, la aplicación de la norma
supra citada es conforme al espíritu del legislador, tratar
de ejecutar lo contrario, es transgredir el marco jurídico.-
Esta norma nos determina o señalada que la Medida Precautoria
regulada, es decir: LA SUSPENSIÓN DEL ACUERDO de la Asamblea,
puede decretarse, bien como acto prejudicial, bien como
incidente en el juicio principal, pudiendo, por tanto: el
actor solicitarla con anterioridad a la presentación de la
Demanda (vía prejudicial) o por vía incidental conforme al
artículo 131 del Código de Procedimientos Civiles.-La norma
per se es imperativa conforme al artículo 1° en relación con
el 17 del Código Civil.-No cabe ninguna otra interpretación.-
Expuso el Juez antejuiciado: “Que el Juez tiene la Potestad,
conforme la normativa aplicable (art. 198 C. Comercio) de
ordenar la Medida Cautelar de SUSPENSIÓN, siempre que los
actores dieren Fianza suficiente para responder de los daños
y perjuicios que pudieren causarse a la Sociedad por la
inejecución de dichas Resoluciones...”-Debe entenderse de una
sola vez, que el Juez, (como administrador de Justicia),
dentro de sus funciones y atribuciones jurisdiccionales, no
deben ir más allá del marco legal, de lo contrario, incurre
en responsabilidad, (civil, penal y administrativa) como la
que ahora se persigue con estas diligencias.-La Potestad
argumentada está RESTRINGIDA, y a la vez, condicionada al
cumplimiento de requisitos o presupuestos legales para poder
ejercerla, enumeradas, precisamente, en último párrafo del
precitado artículo (art. 196 del Código de Comercio)
Ciertamente, la FIANZA es la condición para la aplicación de
una MEDIDA CAUTELAR; sin embargo, la RUTA, EL ACCESO O CAMINO
PROCESAL lo desarrolla la misma norma al establecer: “...ESTA
SUSPENSIÓN PODRÁ DECRETARSE COMO ACTO PREJUDICIAL O COMO
INCIDENTE EN EL JUICIO PRINCIPAL”.-La Fianza, no es más que
una aplicación analógica o relacionada con el artículo 254
del Código de Procedimientos Civiles (CPC) y de la misma
forma, es regulada la MEDIDA de SUSPENSIÓN, tal como las
Precautorias que trata el Título III del Libro II CPC. La
variante para decretarlas lo prescribe el mismo artículo 196
del Código de Comercio, al establecer: que la Medida deberá
regularse como ACTO PREJUDICIAL, es decir: COMO DILIGENCIA
PREJUDICIAL conforme los artículos 250 al 260 TITULO I del
LIBRO II del CPC o por vía INCIDENTAL, en el Juicio
principal, al tenor de los artículos 131 y subsiguientes,
TITULO VI del LIBRO I del CPC.-Así lo estableció la Honorable
Corte Suprema de Justicia en la Sentencia de Amparo de fecha
3 de Mayo del 2007. (ver considerando 9°.)Concuerda con el
Fallo del Tribunal Supremo de la Nación con la Tesis del
Tratadista Hondureño: El Ilustre maestro: LAUREANO F.
GUTIERREZ FALLA en su obra: “Apuntes de Derecho Mercantil
Tomo II DE LOS ÓRGANOS DE LA SOCIEDAD ANONIMA 1ª.Edición,

1
Código de Comercio.Artículo 196.- La ejecución de las resoluciones cuya nulidad o anulación hubiere sido
demanda podrá suspenderse por el juez, siempre que los actores dieren fianza bastante para responder por
los daños y perjuicios que pudieren causarle a la sociedad, por la inejecución de dichas resoluciones, en caso
de que la sentencia declare infundada la oposición. Esta suspensión podrá decretarse como acto prejudicial
o como incidente en el juicio principal.

25
APELACION ANTEJUICIO. S P 330=2010

1975 Tegucigalpa, Honduras, Páginas 233 y 234.” Cfr.


Cualquier otro argumento, confronta la realidad jurídica
aplicable al caso concreto, como lo es: la Sentencia de la
Corte Suprema de Justicia, la doctrina nacional y lo
formalmente válido.-La rendición de la Fianza es: la
condición general para decretar la Medida, más no la ruta
procesal aplicable. Evidentemente, el Juez, pretende hacernos
pasar por ignorantes, al hacemos creer que él no distingue la
norma sustantiva de la adjetiva, en otras palabras: las
normas del Código de Comercio y el de Procedimientos Civiles.
La Corte de Apelaciones ha tomado como suyas las
justificaciones del antejuiciado, quien en su enredo de
frases se ha contradicho en su propio Informe (valorando como
prueba). Primero, afirmó: “que la Fianza es el único
requisito para decretar la Medida independientemente del
momento procesal”, y luego acepta:”…el proceso para llegar a
la Medida es: Prejudicialmente o Como incidente en el juicio
principal”. Posteriormente, inicia con interpretaciones
alejadas de la legalidad, al afirmar: “... el artículo 196
del Código de Comercio no hace relación al Procedimiento
Incidental. ”Entonces, es necesario preguntarse, Cual otro
procedimiento de ésta índole, rige los estamentos procesales
en materia civil en la República? La única respuesta ya la
desarrollamos. NO son otros que los enunciados en el TITULO
VI del LIBRO I del Código de Procedimientos Comunes. En
resumen, la Corte de Apelaciones de lo Penal, para dictar su
Fallo ha realizado una interpretación errónea e indebida al
artículo 196 del Código de Comercio.-También ha asumido un
rol complaciente de la Denuncia incoada, olvidando que se
trata de la transgresión de normas penales; por lo tanto, no
es válido establecer que existen o han existido Recursos
expeditos para enmendar las atrocidades ejecutadas por el
Funcionario, y mucho menos lo será la justificación que aun
el asunto “sigue pendiente de resolución definitiva en
INSTANCIA”. EN CUANTO A LOS RECURSOS. El hecho que mi
representada (..., S.A. de C. V.) contó con los recursos que
franquea la Ley, no implica que el Juez no haya incurrido en
responsabilidad penal y, que ésta, la condicione al resultado
de la situación jurídica ventilada en el juicio civil.
SEGUNDO. INCONGRUENCIA Y CONTRADICCIÓN EN LA MOTIVACIÓN DE LA
SENTENCIA. En su párrafo SEXTO y el último (debería ser
SEPTIMO pero nos referiremos a éste como el ULTIMO de la
Motivación Fáctica Jurídica) la Corte de Apelaciones de lo
Penal, acepta que el antejuiciado ha transgredido las normas
adjetivas aplicables al caso concreto, recalcando que los
Recursos estaban expeditos para enmendar lo actuado, “... no
pudiendo percibirse de todo lo actuado, una manifestación de
voluntad que impetre DOLO, por el citado Juez en el
procedimiento seguido, ya sea por acción u omisión, para
llegar a considerarse el delito de VIOLACION DE LOS DEBERES
DE LOS FUNCIONARIOS como Pretende el ente Fiscal...”.Es
sabido, que en los Delitos en perjuicio de la Administración
Pública, solo basta que exista una transgresión al marco
legal, siendo indiferente la existencia del Dolo como lo
condiciona equivocadamente la Corte en el fallo recurrido.-En
el caso de los administradores de Justicia es inexcusable
(injustificable) la negligencia o la ignorancia cuando,
aunque sin intención, se hubiere dictado providencia

26
APELACION ANTEJUICIO. S P 330=2010

manifiestamente contraria a la ley, o se hubiere fallado a


algún trámite o solemnidad mandado a observar por la misma
bajo pena de nulidad. (véase artículo 131 de la Ley de
Organización y Atribuciones de los Tribunales (LOAT). Esta
norma se encuentra en una íntima relación con el artículo 321
de la Constitución de la República, el cual ordena: “Los
servidores del Estado no tienen más facultades que las que
expresamente les confiere la Ley. Todo acto que ejecuten
fuera de la ley es nulo e implica responsabilidad”. Como es
posible que el Tribunal ad quem acepte, por un lado, que el
Juez transgredió las normas tanto sustantivas como adjetivas,
y por otro justifique que no ha incurrido en delito cuando la
misma Carta Magna y la ley aplicable (LOAT) así lo determina.
(Contradicción). Asimismo pretende ignorar cuales son los
elementos característicos del Tipo Penal imputado cuando el
Ente Fiscal como la Acusación Privada hasta la saciedad lo
hemos señalado. TERCERO. VALORACIONES NECESARIAS QUE NO HA
TOMADO EN CUENTA LA CORTE DE APELACIONES. Son primordialmente
las siguientes: I. El Juez era incompetente para conocer del
Juicio SOBRE LA ADMISIÓN DE LA DEMANDA. En relación a la
figura de la Sumisión desarrollada, el procesado ha
pretendido confundir envuelto en su inexcusable ignorancia
(como administrador de justicia), pues no es verdad que mi
representada se sometió a la Jurisdicción del Juez de los
autos. Más bien, en el mismo escrito de PERSONAMIENTO de
fecha 22 de Febrero del 2006 (Folio 60) intitulado
“APERSONAMIENTO. QUE SE DECRETE NULIDAD DE ACTUACIONES” se le
señaló, entre otras cosas, su INCOMPETENCIA para conocer del
Juicio; y se le pide decretar la NULIDAD de las actuaciones
del viciado proceso desde la providencia de admisión. El
comparecer ante el Juez incompetente, señalándole que no lo
es, y a la vez invocar a cual se considera serlo es una
verdadera DECLINATORIA. En el presente caso, no se planteó
como EXCEPCIÓN DILATORIA, (Incompetencia del Tribunal 286 no.
1º. CPC) ante el Juez incompetente por una sencilla razón: el
representante legal de la Sociedad Mercantil: ..., S. A. de
C. V., no había sido CITADO Y EMPLAZADO; sin embargo, se le
dio a conocer al Juez su incompetencia, desde la primera
actuación formal. Esta precisa figura procesal (Declinatoria
como Excepción Dilatoria) se interpuso en el momento procesal
oportuno. (ver autos y copias ilustrativas). De la misma
manera, lo apreció la Honorable Corte Suprema de Justicia en
la Sentencia de Amparo de fecha 3 de Mayo del 2007 en la cual
falla I. REVOCANDO LA SENTENCIA VENIDA EN CONSULTA proferida
por la Corte de Apelaciones de S.P.S. en fecha 2 de Marzo del
2006, y OTORGA la ACCIÓN DE AMPARO interpuesto por el
recurrente contra el auto de fecha 16 de Febrero del 2006
(Suspensión de Acuerdo No. 4 de la Asamblea General de
Accionistas de ... S.A., de fecha 25 de Noviembre del año
2005) dictado por el Juzgado de Letras Primero de lo Civil de
S.P.S. (Juez M. U.). No solo las partes litigantes reconocen
la INCOMPETENCIA DEL JUEZ, sino que éste mismo, al librar la
COMUNICACIÓN ordenando la inscripción de la Suspensión del
Acuerdo nada menos que al Registro Mercantil del Departamento
de Francisco Morazán. El Juez sabía que no era el competente
para conocer del juicio, por mandato de la ley, y luego por
lo ordenado por la Sentencia de la Corte Suprema de Justicia,
sin olvidar que no puede ignorar conocer el artículo 131 de

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APELACION ANTEJUICIO. S P 330=2010

la Ley de Organización y Atribuciones de los Tribunales


(LOAT). Actualmente, en el trámite incidental en virtud de la
Excepción Dilatoria de Incompetencia Planteada existen tres
verdades incuestionables no valoradas por la Corte: a) La
Excepción Dilatoria Planteada. b) La Opinión del Fiscal del
Despacho accediendo a la incompetencia (Ver Folios 254, 255 y
256 del juicio); y c) La parte demandada ALLANÁNDOSE a la
excepción planteada. HECHO probado, la INCOMPETENCIA del
Juez. (verdad irrefutable). II. No dio trámite a la Fianza
rendida para dejar sin efecto la medida de Suspensión al
dictar que ésta no era una Medida Precautoria. La Fianza no
es más que una aplicación analógica o relacionada con el
artículo 254 del CPC y de la misma forma, es regulada la
MEDIDA de SUSPENSIÓN, tal como las Precautorias que trata el
Título III del Libro II CPC. La variante para decretarlas lo
prescribe el mismo artículo 196 del Código de Comercio, al
establecer: que la medida deberá regularse como ACTO
PREJUDICIAL, es decir: COMO DILIGENCIA PREJUDICIAL conforme
los artículos 250 al 260 TITULO I del LIBRO II del CPC ó por
vía INCIDENTAL, en el Juicio principal, al tenor de los
artículos 131 y subsiguientes, TITULO VI del LIBRO I del CPC.
Así lo estableció la Honorable Corte Suprema de Justicia en
la Sentencia de Amparo de fecha 3 de Mayo del 2007. Por lo
tanto, debió aplicar el artículo 284 del CPC, cuando mi
representada le otorgó Garantía para hacer cesar la medida de
SUSPENSIÓN impuesta, empero el Juez la desestimó, dictando
resolución argumentando que ésta era una medida distinta a la
regulada en el Código de Procedimientos Civiles. (ABUSO DE
AUTORIDAD) Ver CONSIDERANDO 10° de la Referida Sentencia de
la CSJ. La Honorable Corte Suprema expuso a profundidad el
ABUSO del Juez en ese sentido. III. No dio trámite a la
Sentencia de la Honorable Corte Suprema de Justicia. El Juez
M. R. U. a pesar de conocer que no era EL JUEZ COMPETENTE
para conocer del juicio, estaba obligado a dar cumplimiento a
lo ordenado por la Suprema Corte, de tal manera que debió
abstenerse de seguir conociendo del asunto.-La parte
demandada solicitó (escrito del 22/6/07 Folios 96 y 97) y en
consonancia al artículo 65 de la Ley de Justicia
Constitucional, que decretara LA NULIDAD DEL AUTO DE ADMISIÓN
DE LA DEMANDA DEL 3 DE ENERO DEL 2006 -FOLIO 39; pues
conforme al artículo 198 del Código de Comercio, el Juez
competente para conocer del asunto es el del domicilio de
Tegucigalpa, M.D.C., Departamento de Francisco Morazán, hecho
reconocido por el mismo Juez en vista de haber librado
Comunicaciones al Registro Mercantil de aquella ciudad.
CUARTO. ELEMENTOS DEL TIPO PENAL DENUNCIADO. Los hechos
denunciados y objetos de éste ANTEJUICIO, perpetrados por el
imputado, se enmarcan en el Tipo Penal de: ABUSO DE AUTORIDAD
Y VIOLACION DE LOS DERECHOS DE LOS FUNCIONARIOS conforme los
numerales 1) y 2) del artículo 349 del Código Penal. I.
Conforme el numeral 1) del Artículo 349 del Código Penal, que
establece: Desobediencia a dar cumplimiento a sentencias,
etc. El funcionario que: “Se niegue a dar debido cumplimiento
a órdenes, sentencias, providencias, resoluciones, acuerdos,
decretos dictados por las autoridades judiciales o
administrativas dentro de los límites de sus respectivas
competencias y con las formalidades legales.” La parte
demandada solicitó (escrito del 22/6/07 Folios 96 y 97) y en

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APELACION ANTEJUICIO. S P 330=2010

consonancia al artículo 65 de la Ley de Justicia


Constitucional, que prescribe: “El Juez responsable del
agravio deberá cumplir la sentencia que conceda el amparo,
tan pronto como se haya puesto en su conocimiento...” por lo
que, expresamente se le pidió, en dicha comparecencia, que
decretara LA NULIDAD DEL AUTO DE ADMISION DE LA DEMANDA DEL 3
DE ENERO DEL 2006 FOLIO 39; pues conforme al artículo 198 del
Código de Comercio, el Juez competente para conocer del
asunto es el del domicilio de Tegucigalpa, M.D.C.,
Departamento de Francisco Morazán, hecho reconocido por el
mismo Juez en vista de haber librado Comunicaciones al
Registro Mercantil de aquella ciudad. El Juez M. R. U. a
pesar de conocer que no era EL JUEZ COMPETENTE para conocer
del juicio, en primer término, por mandato de la ley, y en
segundo conforme a la Sentencia del Tribunal Supremo; y a
sabiendas que no puede alegar ignorancia de la ley (Art. 131
LOAT) estaba obligado a dar cumplimiento a lo ordenado por la
Suprema Corte, de tal manera que debió abstenerse de seguir
conociendo del asunto, por no ser su competencia. Se concluye
conforme lo hechos relacionados, que está probado que el
Funcionario imputado: “SE NIEGA A DAR CUMPLIMIENTO A ORDENES
SENTENCIAS... DICTADAS POR LAS AUTORIDADES JUDICIALES O
ADMINISTRATIVAS DENTRO DE LOS LÍMITES DE SUS RESPECTIVAS
COMPETENCIAS Y CON LAS FORMALIDADES LEGALES.” II. Conforme al
Numeral 2) del Artículo 349 del Código Penal. (Dictar o
ejecutar resoluciones contrarias a la Constitución.) El
Funcionario que: “Dicte o ejecute órdenes sentencias,
providencias o resoluciones, acuerdos o decretos contrarios a
la Constitución de la República o a las leyes o se abstenga
de cumplir lo dispuesto por cualquiera de dichos
ordenamientos jurídicos.” El Juez, en maliciosa aplicación
del artículo 196 del Código de Comercio que ordena: “La
suspensión de las resoluciones adoptadas en los acuerdos
societarios impugnados, podrá ser solicitadas como acto
prejudicial o como incidente en el juicio principal”
(Considerando 8°. Sentencia de 3 de Mayo del 2007.). Conforme
al CONSIDERANDO 9º. La Sentencia de la CSJ, relaciona:“...
mediante el auto del dieciséis de febrero del dos mil seis,
disminuyó y restringió el derecho de defensa de ..., S.A. de
C. V., pues previo a decretar dicha suspensión debió oír a
ésta como parte afectada por la suspensión del o los acuerdos
impugnados, sobre todo tratándose como en el presente caso,
de una demanda presentada y ampliada. El Juez imputado
también dictó providencia contraria a la Constitución de la
República o a las leyes, al concurrir el hecho de la negativa
de suspender la Medida Precautoria Suspensión del Acuerdo
impugnado, (devolvió Garantía Bancaria rendida por la parte
Demandada) bajo el criterio que: la suspensión de los
acuerdos sociales regulada en el artículo 196 del Código de
Comercio, no es una medida precautoria regulada por el Código
de procedimientos Civiles (Titulo III del Libro II del CPC,
de las Providencias Precautorias) y que, por tal motivo, es
inaplicable el artículo 284 de ese cuerpo de leyes. La
Honorable Corte Suprema RATIFICA su ACTO al margen de la ley,
y afirma que SI resulta aplicable el citado artículo, de allí
se desprende que para GARANTIZAR EL DERECHO DE DEFENSA es
menester que se “revoque” y “se deje sin efecto” la
suspensión decretada, pues la continuación del juicio

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APELACION ANTEJUICIO. S P 330=2010

conculca los derechos de la demandada. (CONSIDERANDO 10º.De


la referida Sentencia. III. A) Otro efecto de los hechos
perpetrados por el Juez, en forma inexcusable, tiene lugar
cuando: Dictó o ejecutó ordenes, providencias o resoluciones
contarios a la Constitución de la República o a las leyes al
acontecer, que al margen del DEBIDO PROCESO, y del DERECHO DE
DEFENSA, su ejecutoria produjo efectos dañinos para la parte
demandada, y la suspensión decretada del acuerdo social
condujo a una situación acefalía del Órgano Societario de la
Sociedad Mercantil demandada: ..., S.A. (Ver CONSIDERANDO
13°. De la Sentencia de la Honorable Corte Suprema de
Justicia de mérito). B) El Denunciado: “Dictó y ejecutó,
providencias contrarios a la Constitución de la República y a
las leyes y se abstuvo de cumplir lo dispuesto por los
ordenamientos jurídicos.”
Finalmente, el Juez desconoció la CITACIÓN y EMPLAZAMIENTO
ordenada por el mismo desde el día 10 febrero del año 2006 -
FOLIO 46- de tal suerte, que a pesar de habérsele acompañado
una Acta de Citación y Emplazamiento practicada el día 22 de
Marzo del 2006,al Sr. J. N. K., como representante legal de
la Sociedad Mercantil demandada, no prosiguió el trámite
procesal correspondiente, negándose en forma reiterada,
seguir el rito procesal amparándose en que la Comunicación en
la cual se ordenó el emplazamiento, no obraba en los autos,
(Ver auto 26/7/2007 FOLIO 123) ignorando que el ACTO PROCESAL
de la Citación y Emplazamiento, ya estaba consumado; tal como
se le acreditó fehacientemente; sin embargo, el Juez en
ningún momento ordenó el tramite Incidental a que estaba
obligado por la ley. (Referencia de la Sentencia de la
Suprema Corte).” VII. Que en proveído de fecha catorce de
septiembre de dos mil diez, la Corte de Apelaciones Penal de
San Pedro Sula, Cortés, tuvo por admitido en tiempo y forma
el Recurso de Apelación interpuesto por el Abogado K. A. D.,
en su condición de Acusador Privado, al Abogado M. R. U.
concediéndole el término de tres (3) días hábiles a partir
del día siguiente de la notificación para que conteste los
agravios expresados; haciéndolo la Abogada S. C. C. D., en su
condición de Mandataria Judicial del Abogado M. R. U. de la
manera siguiente:” II. SOBRE LOS SUPUESTOS AGRAVIOS CAUSADOS
A LA ACUSADORA PRIVADA. En el escrito de expresión de
agravios presentado por el Apoderado de la acusadora Privada,
se relacionan en los ordinales primero y segundo, los
agravios que según el recurrente le causa la resolución
impugnada, los cuales contestaremos siguiendo la secuencia
fijada por el en su respectivo escrito. 1°. CON RESPECTO AL
PRIMER AGRAVIO: Este primer agravio es denominado por el
apelante: “Violación de Precepto leqal por interpretación
errónea” por estimar que en el considerando quinto de la
Sentencia de fecha 24 de agosto del año 2010, dictada con
motivo del procedimiento especial de antejuicio y mediante la
cual declara sin lugar dicho procedimiento, el Tribunal
acepta como un hecho probado que el Juez “disminuye el
derecho de defensa de la sociedad ... S.A. DE C.V. y que
resulta errado el procedimiento de acuerdo al artículo 196
del Código de Comercio interpretando que la norma apuntada
carece de imperatividad cuando el legislador usa la palabra
podrá”. Se rechaza el contenido del agravio que se contesta
por haber sido citado el considerando de la sentencia

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APELACION ANTEJUICIO. S P 330=2010

impugnada en forma parcial, desfigurando el sentido integral


de dicho considerando por cuanto omite que en la misma
consideración, el Tribunal señala: “y justamente se observa
que las partes han tenido expeditos los recursos que plantea
la ley para logra a través de ellos, enmendar, modificar y/o
revocar lo resuelto por tribunales inferiores y hasta fecha
no se considera conculcado el CONJUNTO DE PRINCIPIOS QUE
CONSTITUYEN EL DEBIDO PROCESO, pues al entender de ésta Corte
el proceso civil de marras aun sigue pendiente de resolución
en INSTANCIA.” Lo antes establecido por el Tribunal en el
párrafo anterior, es congruente con el sistema procesal
Hondureño, que es de doble instancia; de ello que en materia
civil, a excepción de los providencias que ordenan los
trámites necesarios para la sustanciación o impulso regular
del proceso sin decidir o prejuzgar ninguna cuestión debatida
entre partes (ver párrafo artículo 62 de la Ley de
Organización y Atribuciones de los Tribunales), son apelables
o revisables en una segunda Instancia todas la sentencias y
autos que se dicten en primera Instancia, para lo cual se ha
provisto al proceso del recurso Ordinario de apelación, sin
perjuicio del Recurso Ordinario de Reposición planteado ante
el mismo Juez que dictó la resolución que causa el agravio en
su caso a la parte.-La segunda Instancia como bien dice
Couture constituye siempre una garantía para el justiciable.
En todo caso constituye un predominio de la razón sobre la
autoridad. Lo que la técnica legislativa procesal debe
asegurar es que el proceso de revisión en segunda instancia
se realice en el menor dispendio posible de energías.-En el
proceso civil, el recurso como medio de revisión o enmienda
no es obligatorio a ninguna de las partes, so pena de que la
resolución contra la cual no se ha efectuado el recurso,
adquiere el carácter de firme o ejecutoria.-Importante es
destacar, que nuestro ordenamiento procesal de 1906,
inspirado en la Ley de Enjuiciamiento Civil de España y
Código de Procedimiento Civil de Chile, establece que las
sentencias al igual que los autos, son firmes o ejecutorias,
cuando no cabe contra ellas recurso alguno, ordinario o
extraordinario, ya por su naturaleza, ya por haber sido
consentidas por las partes. (ver artículo 188 del Código de
Procedimientos).-Ha sido largamente debatido, sobre la
responsabilidad administrativa, civil o penal del Juez que
dicta una resolución durante la sustanciación del juicio
civil en la que resulte perjudicado una de las partes y ésta
no la impugna mediante el correspondiente recurso ordinario;
habiendo doctrinas en varias vías y sentidos, pero la que
prevalece en nuestro derecho positivo, es que el Juez Civil
indudablemente, que conoce el derecho, debe fundarse e
interpretar las normas sustantivas y procesales aplicables al
caso concreto, que incluso el legislador le impone la
obligación de ejercer su función en asuntos de su competencia
no pudiendo excusarse de ejercer su autoridad ni aun por
falta de ley que resuelva la contienda sometida a su decisión
(ver párrafo segundo del artículo 9 de la Ley de Organización
y Atribuciones de los Tribunales). El Legislador Hondureño
previene que la parte en el proceso puede lograr la enmienda,
modificación o revocación de la decisión en segunda
Instancia, garantizándole con ello la tutele judicial
efectiva a que se refieren los artículos 82 y 90

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APELACION ANTEJUICIO. S P 330=2010

Constitucional porque tales resoluciones siempre será


revisables por el Tribunal Superior, lo cual no entraña un
dolo, sino de una garantía procesal a favor de la parte
agraviada.-Lo cuestionable sin duda, que acarrea
responsabilidad civil y penal a todo juez, es cuando por la
autoridad que ostenta ejerce su jurisdicción en asuntos y
territorio fuera de los que le hubieren designado las leyes,
en cuyo caso, la actuación del Juez durante la sustanciación
del proceso es claramente dolosa, verbigracia, cuando un Juez
con competencia exclusivamente en materia penal conoce de un
asunto laboral o cuando un Juez con jurisdicción en San Pedro
Sula falle sobre una acción reivindicatoria de dominio de un
inmueble ubicado en Islas de la Bahía, a pesar de que dicho
asunto es de exclusiva competencia del Juez competente en
Islas de la bahía; o cuando al momento de dictar sentencia
incurre en delito de prevaricato. (Ver artículo 5 de la Ley
de Organización y Atribuciones de los Tribunales).-De lo
antes expuesto podemos concluir en el caso que nos ocupa, que
de prevalecer la opinión equivocada del recurrente,
significaría que todos los Jueces del país, serian
enjuiciados penalmente por sus resoluciones, si el Tribunal
revisor de segunda Instancia revoca, enmienda o modifica una
resolución recurrida o cuando la Honorable Corte Suprema de
Justicia declara con lugar un amparo a favor de un ciudadano,
porque estima que con el solo hecho de dictar una resolución
y ser ésta contraria a la interpretación que de la norma haya
hecho una parte le hace incurrir en responsabilidad penal.-
Nada mas equivocado que lo anterior, habida cuenta de que
para que haya una conducta penal deben conjugarse los
presupuestos del delito claramente, de tal suerte que no haya
la menor duda de la conducta reprochable penalmente, por lo
que es preciso analizar si a la luz de las normas procesales
correspondientes puede aplicarse aisladamente el artículo 196
del Código de Comercio, si estaba o no autorizado el Juez M.
R. U. F. para decretar la medida cautelar a que nos referimos
y si la parte que aduce ser agraviada con dicha medida en uso
del principio dispositivo, hizo uso del correspondiente
recurso ordinario de reposición y subsidiariamente el de
apelación que la ley le concede para Impugnar la resolución
ante el de alzada. Reconocemos que en materia de impugnación
de acuerdos asamblearios, se estará a lo dispuesto en el
Código de Comercio en lo que sea procedente, y en cuyo
ordenamiento se prescribe en el artículo 196 del Código de
Comercio, dos momentos procesales para solicitarse la
imposición de la medida cautelar de Suspensión de la
Ejecución de un acuerdo asambleario impugnado. Puede
solicitarse como acto prejudicial o como incidente en el
juicio principal. Empero, no se puede hacer una aplicación
aislada de dicha norma, pues aun y cuando tiene un contenido
procesal, debe armonizarse e interpretarse conjuntamente con
las disposiciones del Código de Procedimientos Civiles
aplicable al proceso, regula el procedimiento civil, a fin de
no desnaturalizar el procedimiento civil como claramente se
estatuye en el artículo 194 del mismo Código de Comercio que
manda: “La acción de Nulidad, se regirá por las disposiciones
del derecho común”. Hechas tales reflexiones, el Juez M. R.
U. F. no ha incurrido en responsabilidad penal al dictar la
resolución de fecha 16 de Febrero del año 2006, que se

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APELACION ANTEJUICIO. S P 330=2010

contrae a decretar la medida cautelar de Suspensión de la


ejecución del acuerdo asambleario impugnado mediante un
juicio de nulidad por las razones siguientes:a) Porque la
medida cautelar solicitada con motivo de una demanda de
Nulidad de Acuerdos, no puede concebirse aisladamente
conforme el Código de Comercio, ya que éste mismo Código se
remite a las normas del derecho común en lo respecte a la
acción de nulidad de los acuerdos asamblearios, por lo que
deben entenderse, que también se refiere las cosas accesorias
como la medidas cautelares.-b)Porque el artículo 270 del
Código de Procedimientos manda que: “Para asegurar el
resultado de la acción puede el demandante en cualquier
estado del juicio, aun cuando no estuviere contestada la
demanda, pedir una o más de la siguientes medidas:....” y el
artículo 285 del mismo cuerpo legal establece: “Estas medidas
pueden llevarse a efecto aun antes de la notificación de la
persona contra quien se hubiere decretado.” y por otra parte
el artículo 254 del mismo ordenamiento jurídico dispone
“Podrá solicitarse como medidas prejudiciales, las
precautorias que trata el título tres de éste libro,
existiendo para ello, motivos graves y calificados y
concurriendo las circunstancias siguientes: primera, que se
determine el monto de los bienes sobre que deben recaer las
medidas precautorias; y segunda, que se rinda fianza u otra
garantía suficiente a juicio del tribunal, para responder por
los perjuicios que se originen y multas que se impusieren.”
Tales disposiciones establecen claramente una facultad
otorgada al Juez para decretar sobre las medidas cautelares a
solicitud de parte antes de ser citado y emplazado el
demandado, incluyendo la contenida en el artículo 196 del
Código de Comercio; es claro que puede hacerlo, antes de la
demanda como medida prejudicial, antes de notificar, citar y
emplazar al demandado, antes de concretarse la relación
procesal entre el demandante, el juez y el demandado. Pero
también puede decretarse la medida cautelar de Suspensión de
la Ejecución de acuerdo asambleario impugnado, durante el
transcurso del juicio, después de haber sido citado y
emplazado, en cuyo caso deberá tramitarse la petición de
suspender la medida cautelar como incidente, como bien señala
el artículo 196 del Código de Comercio. Resulta absurdo
pensar, que sin ser citado y emplazado el demandado se le de
un trámite incidental a la petición de la medida cautelar de
Suspensión de la Ejecución de un acuerdo asambleario, porque
el incidente, conforme el artículo 130 del Código de
Procedimientos Civiles, son “ las cuestiones incidentales de
previo y especial pronunciamiento que se promuevan en toda
clase de juicio, con exclusión de los verbales y no tengan
señalado en éste código tramitación especial, se ventilarán
por los trámites que se establecen en el presente título”, y
deben ser promovidas hasta en tanto y cuanto se H.e personado
en juicio del demandado, bien por haber contestado la demanda
u opuesto excepciones por haber sido citado y emplazado o
bien por haberse personado en juicio; el trámite de dicho
incidente no es otro que, promovido el incidente y formado en
su caso la pieza separada, se dará traslado a la parte
contraria por el término de tres días para que conteste
concretamente sobre la cuestión incidental planteada; por lo
que dicho incidente procesal supone necesariamente que el

33
APELACION ANTEJUICIO. S P 330=2010

incidentado debe estar constituido como parte, lo que no


sucede cuando el demandado no ha sido citado y emplazado en
legal y debida forma o que no se haya personado enjuicio,
como ocurrió en el presente caso, porque la sociedad ... S.A.
DE C.V. al momento en que se decretó la medida cautelar no
podía intervenir en un incidente por no haberse constituido
legalmente como parte ya sea por haber ocurrido la citación y
emplazamiento o por haberse personado en juicio previo al
decreto de la medida cautelar. Argumentar otra cosa es
peregrino y contrario a derecho porque el Juez no puede
suplir enjuicio civil las omisiones de las partes. SEGUNDO:
CON RESPECTO AL SEGUNDO AGRAVIO: Este segundo agravio es
denominado por el apelante: “incongruencia y contradicción en
la motivación de la sentencia.” Expresa el apelante que la
sentencia impugnada, en su párrafo SEXTO y el último (debería
ser Séptimo) la Corte de Apelaciones de lo Penal, acepta que
el antejuiciado ha transgredido las normas adjetivas
aplicables al caso concreto, recalcando que los recursos
estaban expeditos para enmendar lo actuado, “no pudiendo
percibirse de todo lo actuado, una manifestación de voluntad
que impetre DOLO, por el citado Juez en el procedimiento
seguido, ya sea por acción u omisión, para llegar a
considerarse el delito de VIOLACIÓN DE LOS DEBERES DE LOS
FUNCIONARIOS como pretende el ente fiscal…”.-Cabe señalar,
que el recurrente en aras de ocultar la negligencia e
irresponsabilidad profesional del apoderado de la sociedad
..., S.A. DE C. V., en el referido juicio, intenta por la vía
de procedimiento de antejuicio promovido contra el Juez M. R.
U. F., atribuirle dolo con motivo de la conducta asumida por
dicho Juez en la decisión adoptada en el auto de fecha 16 de
Febrero del año 2006; pretende el recurrente sustentar la
errada teoría de que el Juez no está facultado por la ley
para interpretarla, lo cual no solo es aberrante, sino que
impide la facultad de aplicar la ley, puesto que si
interpretar la ley y aplicarla constituye delito, esta
actividad no sería lícita lo que contraviene el estado de
Derecho en que nos encontramos. Por otra parte, siempre en
cuanto al segundo motivo de agravio del impetrante, éste
realiza una interpretación antojadiza y contradictoria de la
norma de procedimientos civiles contenida en el artículo 131
de la Ley de Organización y Atribuciones de los Tribunales,
al considerar que es inexcusable la negligencia o la
ignorancia del juez, aunque se realice sin intención y que
por tanto, genera responsabilidad penal; asimismo, sostiene
que es contradictorio que la Corte de Apelaciones arguya que
se han transgredido las normas adjetivas del caso concreto,
sin embargo, que también sostenga que no hay responsabilidad
penal por parte del Juzgador. Lo cierto es que el error del
acusador privado estriba en atribuir la posibilidad de la
existencia de un tipo imprudente o culposo (no intencional)
de violación de los deberes de los funcionarios, partiendo de
las líneas del artículo 131 referido, lo cual es
absolutamente falaz en tanto que el delito imputado no admite
su configuración en la versión culposa o imprudente, es
decir, es inexistente en éstos delitos contra la
administración pública, donde necesariamente se describen
como dolosos, considerados numerus clausus por el Código
Penal los culposos, de ahí que esto se encuentra lejos de ser

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APELACION ANTEJUICIO. S P 330=2010

un agravio. Por otra parte, resulta excesivo del recurrente


pensar que el reconocimiento o identificación de errores
procedimentales en la causa que nos ocupa por parte de la
Corte de Apelaciones, necesariamente implica la declaración
implícita o tácita de que existe una responsabilidad de
índole criminal, por el contrario apreciando en su conjunto
la resolución recurrida, claramente se infiere que el
tribunal Ad Quem se está refiriendo en todo momento al
carácter revisable y recurrible de las decisiones judiciales,
las cuales obviamente, son dictadas por seres humanos, de ahí
que puedan ser imperfectas pero ello no implica en todos los
casos, que provengan de la malicia del juzgador, como se
alude por el actuante y que, merezca el reproche penal como
lo desconoce justamente el Ad Quem en el presente caso; por
tanto no existe contradicción entre los términos de la
resolución señalada de agraviosa. TERCERO: CON RESPECTO AL
ACAPITE TITULADO “VALORACIONES NECESARIAS QUE NO HA TOMADO EN
CUENTA LA CORTE DE APELACIONES”. La interposición del recurso
de apelación conforme lo establece el artículo 356 del Código
Procesal Penal, debe venir acompañada de la respectiva
expresión de los agravios que la resolución apelada le causa
al apelante. Para la existencia de agravio o afectación, es
necesario entonces cualquier daño, lesión, afectación o
perjuicio que el apelado sufra en forma directa en su esfera
jurídica. Hacemos la aclaración, en virtud que la redacción
del apartado que se analiza es confusa en cuanto a su
contenido y pretensión, por cuanto no es claro el apelante si
esto constituye un agravio o una relación de hechos en que la
Corte debió fundamentarse para su fallo. No obstante lo
anterior, por este acto, hacemos referencia al mismo, por su
orden así: 1) El Juez era Incompetente para conocer del
juicio. (Sobre la admisión de la demanda), Para los efectos
de este apartado, hay que distinguir entre la incompetencia
absoluta y la relativa. Ante la incompetencia absoluta,
expresa el maestro Don Tito Livio Tábora en su libro “Código
de Procedimientos, Antecedentes y Comentarios Tomo II, sobre
el Juicio ordinario, pág. 74-77” el Juez está autorizado y
obligado a declararse incompetente cuando por razón de la
materia, por la cuantía de la cosa litigiosa o por la
jerarquía, no sea el llamado por la ley para conocer del
asunto; por consiguiente deberá rechazar de oficio la
demanda, esto es se abstendrá de darle curso. Ante la
incompetencia relativa, o sea, por razón del territorio o
domicilio, los jueces deberán esperar que el demandado oponga
la excepción, pues respecto del demandante ya ha habido
sumisión tácita por el hecho de haberse presentado la
demanda” En efecto el artículo 145 de la Ley de Organización
y atribuciones de Los Tribunales establece que se entenderá
por hecha la sumisión tácita. 1. Por el demandante, en el
hecho de acudir al juez interponiendo la demanda. Como
consecuencia de lo anterior, las actuaciones del Juez Primero
de Letras de lo Civil, Abogado M. R. U. F. se encuentran
conforme a Derecho. En efecto, aconteció que en fecha 12 de
septiembre de 2007, dentro del término del emplazamiento
concedido a la demandada para que contestara la demanda, su
mandatario judicial compareció en juicio, absteniéndose de
contestar la demanda de mérito y en su defecto recusó a la
Juez que estaba conociendo de la misma y en el uso de los

35
APELACION ANTEJUICIO. S P 330=2010

derechos que la ley le confiere interpuso en tiempo y forma


excepción dilatoria de Incompetencia de Tribunal, misma que
fue contestada por el demandante y fallada mediante sentencia
interlocutoria de fecha uno de febrero de dos mil ocho,
declarándose a partir de ese momento la incompetencia del
tribunal ante quien se hubiere presentado la demanda y
ordenando la remisión de la misma al Juzgado de Letras Civil
del departamento de Francisco Morazán, con lo cual se
concluye que no se observa que se haya vulnerado el debido
proceso y el derecho de defensa a la sociedad demandada y por
consiguiente no se causa agravio alguno a la administración
pública en este apartado por lo que es procedente confirmarse
la sentencia apelada. 2) No dio trámite a la fianza rendida
para dejar sin efecto la medida de Suspensión al dictar que
esta no era una medida precautoria, al respecto de este
apartado, es importante señalar que en fecha 22 de febrero de
ese mismo año (2006) a la una y veinticinco minutos de la
tarde, el abogado C. A. F. L., accionando en su condición de
mandatario judicial de la sociedad demandada, ..., S.A. DE C.
V., se persona en la demanda de mérito y solicita por
diversos motivos que se declare la nulidad absoluta de
actuaciones a partir del auto de admisión de la demanda, y
cinco minutos más tarde, esto es a la una de la tarde con
treinta minutos de ese mismo día, sin estar aún resuelto el
escrito anterior, el abogado F. L., en su condición indicada,
presentó un nuevo escrito en el cual “ofrece garantía
bancaria por la cantidad de tres millones de lempiras (Lps.
3,000,000.00) para responder del resultado del juicio y en
consecuencia se dejara sin valor y efecto de manera inmediata
la suspensión del acuerdo de la Asamblea general ordinaria,
mientras se dilucida el juicio principal”. El personamiento
del Abogado C. F. L., fue resuelto mediante providencia de
fecha veintitrés de febrero de 2006 “teniéndole por personado
en las presentes diligencias y por sustituido el mismo en el
abogado K. A. D. con las facultades a él conferidas y en
cuanto a la nulidad de actuaciones solicitada por él
peticionario, se declaró sin lugar, en virtud que la
demandada aún no había sido citada y emplazada para que
procediera a contestar la demanda incoada en su contra, en el
término señalado por este juzgado” en esa misma fecha (23
febrero 2006) se resuelve también el escrito presentado
contentivo del ofrecimiento de garantía, estableciendo la
providencia “que se declara sin lugar lo peticionado, en
virtud de que la suspensión ordenada, no es de las medidas
contenidas en el título III de las providencias precautorias,
del Código de Procedimientos Civiles, no siendo aplicable el
artículo 284 del mismo cuerpo de legal invocado por el
compareciente”. Observen sus señorías, que la mala fe con que
actúa en el proceso el mandatario judicial de la parte
demandada se deja en manifiesto cuando a veintiocho días del
mes de febrero de 2006, siendo las once y veinticinco minutos
de la mañana, se notificó personalmente (al abogado C. F. L.)
la providencia de fecha 23 de febrero de 2006 que obra a
folio 68 frente y firma para constancia, retirando la
garantía bancaria número 201521, sin notificarse de la otra
providencia de la misma fecha que obra a folio 65, en la cual
se declara sin lugar el incidente de nulidad planteado en su
personamiento, no obstante que habiéndose dado por enterado

36
APELACION ANTEJUICIO. S P 330=2010

en el juicio de la mencionada providencia, no reclamó


oportunamente su nulidad ni interpuso en tiempo y forma los
recursos que la ley le confiere, establecidos en el al
artículo 132 del Código de Procedimientos Civiles, cuando se
repelen de oficio los incidentes:“ Contra dicha providencia
procederá el recurso de reposición; y si no se estimare, el
de apelación en un solo efecto” Manifestamos que el abogado
C. F. L., actuó de mala fe, por cuanto habiendo consentido
las providencias anteriores, en fecha 28 de Febrero de 2010,
compareció ante la entonces Corte de Apelaciones seccional
interponiendo acción de amparo contra la providencia dictada
por el Juzgado de Letras Primero de lo Civil de ésta sección
judicial en fecha 16 de febrero de dos mil seis( cuando aún
no era parte en juicio) en la cual se decreta la suspensión
del acuerdo impugnado, estableciendo en su acápite titulado
“SOBRE RECURSOS INTERPUESTOS” que contra la resolución
impugnada no se presentó ningún recurso por estar
imposibilitado para ello, en vista de que mi representado no
puede entrar válidamente al proceso como parte, mientras no
sea citado y emplazado su representante legal, señor J.
Kaffati Kaffati, quien al habérsele suspendido de su cargo no
puede actuar en defensa de mi representada” 3.- No dio
trámite a la Sentencia de la Honorable Corte Suprema de
Justicia.- Es falsa y errada la apreciación del apelante en
cuanto afirma que el Juez M. R. U. no le dio cumplimiento al
ARTICULO 65 DEL DECRETO 244-2003, contentivo de la Ley sobre
Justicia Constitucional, que establece: “Artículo 65. DEL
CUMPLIMIENTO INMEDIATO DE LA SENTENCIA QUE CONCEDA EL AMPARO.
proferida la sentencia que otorga el amparo, el responsable
del agravio deberá cumplirla tan pronto como se haya puesto
en su conocimiento, lo resuelto. Si no lo hiciere, el órgano
jurisdiccional remitirá al Ministerio Público certificación
de las correspondientes actuaciones para que inicio la acción
penal correspondiente”. El legislador estableció el
procedimiento mediante el cual se puede constreñir a las
autoridades responsables del cumplimiento de las sentencias
que conceden la protección constitucional del amparo, y se
advierte que lo hace obedeciendo a un principio unitario, con
propósitos definidos, con espíritu de coordinación y enlace,
como lo es el que acaten los fallos que conceden el amparo y
no primordialmente, la aplicación de sanciones a las
autoridades, por cuanto lo fundamental y expedito es que se
restituya en el goce de los derechos o garantías
constitucionales infraccionados al amparista. El Juez M. R.
U. F., el mismo día 25 de junio de 2007, en que se recibió en
la secretaría del juzgado la certificación de la sentencia
del Recurso de Amparo, emitida por la sala de lo
Constitucional de la Corte Suprema de Justicia en veintidós
de junio de 2007, procedió a tenerla por recibida y acto
seguido habiendo presentado la parte demandada una solicitud
de “EJECUCIÓN INMEDIATA DE SENTENCIA EN QUE SE CONCEDE EL
AMPARO” solicitando única y expresamente que se dejara sin
valor la suspensión del provisional acuerdo impugnado, sin
dilación alguna procedió a emitir providencia conforme a lo
pedido, así: “En consecuencia para la ejecución de lo
resuelto por el más alto tribunal de Justicia de nuestro
país, líbrese atenta comunicación, con las inserciones que
sean necesarias, al Señor Registrador de la Propiedad

37
APELACION ANTEJUICIO. S P 330=2010

Mercantil de Francisco Morazán para que cancele, dejando sin


valor y efecto, la suspensión en referencia, la cual fue
anotada bajo el número DOS del Tomo IX del Libro Registro de
Anotaciones Preventivas Mercantiles de Francisco Morazán....”
(Ver folio 101 de la Demanda de Nulidad 3-0-5212)habiéndose
librado la comunicación Indicada a veintiséis días del mes de
junio del año 2007. después de haber notificado por medio de
cédula de notificación fijada en la tabla de avisos del
despacho a la apoderada demandante. Así las cosas Honorable
Corte, el Juez Antejuiciado cumplió en forma expedita la
sentencia de amparo, razón por la cual no hay lugar a la
acción penal, que el Ministerio Público y la acusación
privada, pretende ejercer con la autorización del antejuicio
que se tramita y que ha sido declarado correcta y justamente
sin lugar en la resolución dictada por la Corte de
Apelaciones de lo Penal, de esta ciudad de San Pedro Sula, en
la resolución apelada de fecha 24 de agosto del año en curso,
que desde luego solicitamos sea confirmada. CUARTO: A LOS
ELEMENTOS DEL TIPO PENAL DENUNCIADO: En este acápite el
apelante, expresa que los hechos denunciados y objeto del
antejuicio, perpetrados por el imputado (¿?) se enmarcan en
el tipo penal de: ABUSO DE AUTORIDAD Y VIOLACION DE LOS
DERECHOS DE LOS FUNCIONARIOS, conforme los numerales 1) y 2)
del artículo 349 del Código Penal, en consecuencia por este
acto hacemos las observaciones y Aclaraciones siguientes: EL
DELITO DE VIOLACIÓN DE LOS DEBERES DE LOS FUNCIONARIOS
PÚBLICOS. NORMA 349.2 Del Código Penal: Será castigado con
reclusión de tres (3) a seis (6) años e inhabilitación
especial por el doble del tiempo que dure la reclusión, el
funcionario o empleado público que: 1)..., 2) Dicte o ejecute
órdenes, sentencias, providencias, resoluciones, acuerdos o
decretos contrarios a la Constitución de la República o a las
leyes o se abstenga de cumplir con lo dispuesto por
cualquiera de dichos ordenamientos jurídicos. Para que se
configure esta conducta típica deben satisfacerse cabalmente
los elementos que la conforman, a saber: ELEMENTOS OBJETIVOS:
a. Que se trate de un funcionado público, lo cual resulta
acreditado en el caso de marras habida cuenta que el
sindicado M. R. U., ostenta la investidura de Juez de Letras
de lo Civil; b. Que éste haya dictado o ejecutado una orden,
sentencia, providencias, resoluciones, acuerdos o decretos:
Lo cual en efecto aconteció en tanto en cuanto el Juez M. R.
U. F. era el togado que conocía de la demanda ordinaria de
nulidad y suspensión de los acuerdos de una asamblea
ordinaria y extraordinaria de socios celebrada en fecha 25 de
noviembre de 2005 por la sociedad ..., S. A. DE C.V, en
consecuencia dictó varias providencias, autos y resoluciones,
entre ellas las que motivaron la denuncia y el posterior
ejercicio de la acción penal en su contra, haciendo especial
atención al auto de fecha 16 de febrero de 2006, mediante el
cual declaró sin lugar la solicitud de nulidad de
actuaciones, planteada por el Abogado C. F. L., en su
condición de apoderado legal de la Sociedad ..., S. A. DE C.
V.; asimismo, la solicitud por medio de la cual se
peticionaba la revocación del auto en el cual se había
declarado la suspensión de los efectos del acuerdo
asambleario en alusión y que anulaba la nueva composición
societaria adoptada en asamblea, para lo cual y de forma

38
APELACION ANTEJUICIO. S P 330=2010

contra cautelar, se ofreció una fianza por la cantidad de


Tres Millones de Lempiras, habiendo sido ambas petitorias
declaradas sin lugar por el juzgador, no obstante, sin que
hayan sido objeto de recurso alguno. c. Que además, dicha
resolución sea contraria a la Constitución de la República o
a las leyes o que con ella el funcionario se haya abstenido
de cumplir con lo dispuesto por cualquiera de dichos
ordenamientos jurídicos: para determinar si en efecto la
referida resolución se encuentra en abierta contradicción con
el derecho resulta indispensable hacer una yuxtaposición
entre los fundamentos de hecho de las peticiones del
demandado planteadas en juicio y, por supuesto, la
argumentación que sirvió de sustento al juzgador para dictar
las resoluciones debatidas y consecuentemente determinar si
las mismas se encuentran apegadas al marco de
discrecionalidad judicial que les permite a los togados
emitir una decisión judicial o, por el contrario, se escinde
de cualquier razonamiento lógico posible del ordenamiento
jurídico lo cual tampoco indica, necesariamente, la comisión
de un tipo penal en ese orden de ideas, siendo que la
resolución tildada de ilegal se contrajo a ordenar la
suspensión del acuerdo asambleario de fecha 25 de noviembre
de 2005, lo cual, de acuerdo a los denunciantes carecía de
asidero legal, empero, para el juzgador la norma autorizante
se encontraba en el Código de Comercio, específicamente en el
artículo 196, el cual dispone reglas generales sobre el tema
en controversia.- De ahí que, tal como lo reconoce la
honorable Corte de Apelaciones en su resolución de fecha 24
de Agosto de 2010, en la que declaró No Ha Lugar del
antejuicio incoado por el Ministerio Público contra el Juez
M. U., en efecto existe un marco jurídico del cual se asistió
el juzgador para emitir su resolución, de manera que si
estaba ceñido a esa discrecionalidad judicial que le confiere
la ley, sin que se altere ésta bajo la valoración ex post en
donde se concluya que la misma estaba errada. ELEMENTOS
SUBJETIVOS: Tanto el delito de abuso de autoridad como el de
violación a los deberes de los funcionarios descriptos en la
norma CP 349.2, plantea que necesariamente son dolosos, no
admiten la versión culposa o imprudente; en tal virtud
resulta indispensable valorar si en el caso sub judice,
existió de parte del Juez U. un actuar doloso, para lo cual,
prima facie, debe analizarse si concurren los elementos
configuradores del dolo: a. ELEMENTO COGNITIVO O COGNICIÓN,
que se refiere al conocimiento de la ilegalidad de parte del
autor, quien sabe o está obligado a saber que la conducta que
pretende ejecutar está prohibida por la ley penal; así,
siendo que la función del juez es fallar o resolver las
cuestiones que le son puestas a su conocimiento, el haber
resuelto lo peticionado por una de las partes constituía el
ejercicio de su función jurisdiccional, del marco de sus
atribuciones legales, no existió exceso por tanto de sus
funciones ni escisión del sustento jurídico que motivó su
resolución; no existiendo entonces este elemento. b. ELEMENTO
VOLITIVO O VOLUNTATIVO, que se resume en la voluntad del
sujeto activo de aceptar lo ilícito del injusto y en
consecuencia realizar la conducta descrita en el tipo penal
sabiendo que está prohibida.- El Abogado y Juez M. U. falló o
resolvió las cuestiones planteadas teniendo únicamente como

39
APELACION ANTEJUICIO. S P 330=2010

base su criterio jurídico en relación con los hechos de la


contienda judicial, todo dentro del marco legal y el
principio de discrecionalidad de las decisiones judiciales,
sin que sea relevante para el derecho penal que ex post, ese
criterio sea considerado errado por un tribunal superior,
como acontece a diario en la praxis del derecho y ratio
escendi del principio de recursividad o recurribilidad de las
decisiones judiciales, como garantía de un estado de derecho;
de lo cual resulta insano pensar que una vez reformados o
revocados los fallos dictados por los juzgados A quo por un
tribunal Ad Quem, podría iniciarse acciones por abuso de
autoridad contra el Juzgador de primera instancia habida
cuenta su fallo “errado’, si así fuese todos los jueces
serían sujetos de sendas acusaciones penales. Lo cual se
comprueba en virtud de que no existe ni una tan sola prueba
de cargo que tienda a acreditar la existencia de cualesquiera
otros factores externos que hayan motivado al juzgador a
actuar de la manera que lo hizo; disipándose entonces la
existencia de dolo en su actuar. TIPICIDAD: TIPICIDAD
OBJETIVA. 1) No se satisface el tercer elemento objetivo del
tipo constituido a partir del dictado de una resolución
contraria a la Constitución o al ordenamiento jurídico
hondureño. TIPICIDAD SUBJETIVA. 1)No existe dolo en el actuar
judicial del juez M. R. U., en tanto no se satisfacen los
elementos cognitivo y volitivo. CONCLUSIÓN. No es posible el
ejercicio de una acción de reproche contra el imputado.
ANTIJURICIDAD: ANTIJURICIDAD FORMAL. 1)Por cuanto no se
satisface la tipicidad de la conducta atribuida al sindicado,
no puede considerarse la misma como contraria a derecho.
ANTIJURICIDAD MATERIAL. 1) Su actuar judicial no lesionó ni
puso en peligro efectivo ningún bien jurídico protegido.
CONCLUSIÓN. Los supuestos hechos tildados de antijurídicos
carecen de contradicción con el derecho (formal) como tampoco
se han materializado en lesivos para la administración de
justicia. Por tanto es imposible la sustentación de la acción
de reproche. Así las cosas, bajo las líneas de la imputación
objetiva, como sistema de evaluación de la atribuibilidad
penal, el asunto traído a estrados penales carece a todas
luces de relevancia penal, es más, el mismo se aleja por
mucho de encajar en los principios que orientan a un sistema
penal en un estado de derecho, como ser la última ratio, la
subsidiaríedad y el carácter fragmentario del derecho penal;
todos ellos encaminados a depurar los casos que
verdaderamente pueden llegar a ser ventilados mediante éste,
el más fuerte y gravoso de los sistemas imperativos de la
ley, el cual se vuelve necesaria solamente cuando no existe
otra vía idónea para buscar una reinstauración de los
perjuicios causados a los bienes jurídicos que la norma
protege, lo que no acontece en la presente causa. No hay en
los hechos redactados, al capricho antojadizo del apelante en
este apartado que se contesta, actuación que sea contraria a
la ley penal que deba ser objeto del antejuicio peticionado
por la Fiscal del Ministerio Público y la acusación privada,
por cuanto como hemos expresado en la contestación de los
agravios, el Juez M. R. U. F., el mismo día 25 de junio de
2007, en que se recibió en la secretaría del juzgado la
certificación de la sentencia del Recurso de Amparo, emitida
por la sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de

40
APELACION ANTEJUICIO. S P 330=2010

Justicia en veintidós de junio de 2007, procedió a tenerla


por recibida y acto seguido habiendo presentado la parte
demandada ese mismo día, una solicitud de “EJECUCIÓN
INMEDIATA DE SENTENCIA EN QUE SE CONCEDE EL AMPARO”
solicitando única y expresamente que se dejara sin valor la
suspensión del provisional del acuerdo impugnado, sin
dilación alguna procedió a emitirse providencia conforme a lo
pedido, para dar cumplimiento estricto y expedito a la misma,
así: “En consecuencia para la ejecución de lo resuelto por el
más alto tribunal de Justicia de nuestro país, líbrese atenta
comunicación, con las inserciones que sean necesarias, al
Señor Registrador de la Propiedad Mercantil de Francisco
Morazán para que cancele, dejando sin valor ni efecto, la
suspensión en referencia, la cual fue anotada bajo el número
DOS del Tomo X del Libro Registro de Anotaciones Preventivas
Mercantiles de Francisco Morazán....”Ver folio 101 de la
Demanda de Nulidad 3-0-52121. habiéndose librado la
comunicación indicada a veintiséis días del mes de Junio del
año 2007, después de haber notificado por medio de cedula de
notificación fijada en la tabla de avisos del despacho a la
apoderada demandante. No encontramos en este hecho que el
Juez M. R. U. F., se haya negado a dar cumplimiento a la
sentencia de amparo. También es errada la apreciación del
apelante cuando afirma que el Antejuiciado, “Desconoció la
Citación y Emplazamiento ordenada por el mismo, desde el día
10 de febrero de 2006, a pesar de habérsele acompañado una
acta de citación y emplazamiento practicada el día 22 de
marzo del 2006...” de la lectura del auto de fecha 26 de
Julio del año dos mil siete, que aparece a folio 123 del
juicio ordinario de nulidad del acuerdo impugnado, resulta
claro la mala fe con que el apelante acomoda los hechos para
darles una apariencia dolosa, en efecto, en la providencia a
que hago relación, al Abogado M. R. U. F., “declara no ha
lugar por ahora, en vista de que aún no ha sido devuelta la
comunicación para citar y emplazar al señor J. N. K. librada
por este juzgado en fecha 21 de febrero del año dos mil seis”
Así las cosas Honorable Corte, el Juez Antejuiciado cumplió
en forma expedita la sentencia de amparo, realizó en forma
diligente y correcta las actuaciones judiciales señaladas,
razón por la cual no hay lugar a la acción penal, que el
Ministerio Público pretende ejercer con la autorización del
antejuicio que se tramita y que ha sido declarado correcta y
justamente sin lugar en la resolución dictada por la Corte de
Apelaciones de lo Penal, de esta ciudad de San Pedro Sula, en
la resolución apelada de fecha 24 de agosto del año en curso,
que desde luego solicitamos sea confirmada.” VIII. Que
mediante proveído de fecha siete de octubre de dos mil diez,
la Corte de Apelaciones de lo Penal de la Sección Judicial de
San Pedro Sula, Cortés, tuvo por contestado en tiempo los
agravios por parte de la abogada S. C. C. D., quien actúa en
su condición de Mandataria Judicial del Abogado M. R. U. F.,
Juez de Letras Primero de lo Civil de San Pedro Sula, Cortés,
en consecuencia, se ordenó proseguir con el trámite legal
correspondiente. SE RESUELVE EL RECURSO DE APELACIÓN
INTERPUESTO CONTRA LA RESOLUCION DICTADA POR LA CORTE DE
APELACIONES SECCIONAL DE SAN PEDRO SULA, DEPARTAMENTO DE
CORTES. I. Partiendo un examen detallado de la foliada
judicial, este Tribunal de Apelación considera oportuno pasar

41
APELACION ANTEJUICIO. S P 330=2010

una breve revista al Instituto Jurídico del Antejuicio para


su mayor comprensión, para después hacer el pronunciamiento
del caso concreto. Naturaleza del Antejuicio: 1). El
Antejuicio tiene su origen en la Francia Postrevolucionaria
con la aprobación de la primera Constitución el 03 de
Septiembre de 1791, como una forma de limitar el poder del
Rey, sustituyendo y persiguiendo a los Ministros. Esta
Constitución estableció que ningún Ministro en su cargo o
fuera de él, podía ser perseguido en materia criminal por
hechos de su administración, sin previo Decreto del Cuerpo
Legislativo. 2). El Antejuicio se define como la protección
legal que tienen los Jueces y Juezas de la República, a
efecto de que una autoridad judicial, a solicitud de parte
interesada, autorice incoar en contra de aquellos, un proceso
criminal como consecuencia de actos cometidos en ocasión del
desempeño de la jurisdicción. El Antejuicio, es entonces, un
requisito previo para presentar acusación criminal en contra
de cualquier Juez o Jueza, a excepción de los Magistrados y
Magistradas de la Corte Suprema de Justicia, sometidos a un
procedimiento especial. 3). El Antejuicio concretamente es
una garantía pre-procesal, que prevé que el funcionario
jurisdiccional, no sea perturbado con acusaciones criminales
indebidas, pero también –y más importante- es una garantía
para la Ciudadanía al ser una forma de protección de la
independencia judicial, garantizándose así que el Juez o
Jueza resuelva un caso concreto apegado estrictamente a la
ley, sin temor de ser objeto de falsas acusaciones criminales
que persigan distraerle, separarle de un caso concreto, o
incluso, desprestigiarle como forma de represalia de las
decisiones adoptadas. En conclusión, el Antejuicio no protege
a la persona, sino a la función pública que desempeña
aquella, erigiéndose como un instrumento para preservar la
estabilidad de la persona en el desempeño del cargo
jurisdiccional e impedir que el ejercicio de esta función
pública se vea perjudicada por el juzgamiento penal de quien
temporalmente ocupa el cargo de Juez o Jueza. 4). A partir
del concepto apuntado, se identifican como características
del Antejuicio: a)Es un procedimiento previo del momento de
presentación de la acción penal en primera instancia, que es
conocida por autoridad judicial, de allí su nombre ¨Ante
Juicio¨; b)Es una garantía establecida en protección del
ejercicio de la función jurisdiccional, encomendada a los
Jueces y Juezas de la República; c)Es un instituto de Orden
Público y por tanto no es renunciable por parte del Juez o
Jueza que este siendo cuestionado(a); d)Mediante el
Antejuicio se determinará si existen o no un fundamento
razonable para la presentación de la acción penal, sin que
proceda pronunciamiento sobre la justicia del caso; y e) Al
no haber pronunciamiento sobre el fondo de la cuestión
debatida, no constituye cosa juzgada, ello genera varias
consecuencias: a) Aún cuando sea declarado Con Lugar un
antejuicio, el Ministerio Público podría decidir no presentar
la acción penal al considerar la falta de méritos para ello,
o el subsecuente proceso penal podría finalizar con
sobreseimiento definitivo o mediante sentencia absolutoria,
según corresponda a derecho; b) El Ministerio Público, la
Procuraduría General de la República o la persona interesada
–en los casos de delitos de carácter privado-, podrá

42
APELACION ANTEJUICIO. S P 330=2010

presentar un segundo Antejuicio contra el mismo Juez o Jueza,


basado en los mismos hechos e imputando el mismo delito,
cuando después de haberse declarado sin lugar un primer
Antejuicio, aporte nuevos elementos de juicio que permitan su
revaloración; y, c) La acción penal puede plantearse una vez
que la persona deje de desempeñarse como Juez o Jueza, aún
cuando se haya declarado sin lugar un Antejuicio entablado
cuando aquella aun desempeñaba el cargo jurisdiccional. 5) El
Antejuicio puede operar como acción y como excepción: a) Como
acción: En los casos en donde la persona interesada presenta
el mismo, ante la autoridad competente para su resolución; b)
Como excepción: Cuando el funcionario jurisdiccional acude al
proceso penal, solicitando su suspensión hasta tanto el actor
no cuente con la autorización para entablar la acción penal,
obtenida mediante el Antejuicio. 6) Presentado que sea el
Antejuicio y concluido el trámite previsto por el Código
Procesal Penal, corresponde al Órgano Jurisdiccional que
conozca de él, realizar un examen respecto a los requisitos
formales y materiales del mismo, a saber: Verificación de
Requisitos Formales: a) Que sea presentado por el Ministerio
Público respecto a los delitos de acción pública, por la
Procuraduría General de la República respecto a los delitos
en perjuicio del Estado de Honduras, o por persona agraviada
en los casos de delitos de acción privada. Ser operable
igualmente con el Antejuicio lo relativo a la conversión de
la acción pública a acción privada, en los casos que sea
procedente; b) Que la persona contra la cual se presente el
Antejuicio actualmente esté en el desempeño en una función
Estatal protegida con ésta garantía. Si la Persona ha dejado
de desempeñarse como Juez o Jueza, no tendría lugar la
protección de la función Estatal, siendo lo procedente
proceder en contra de aquella, de la misma forma como se
haría en contra de cualquier ciudadano(a); c)Que el delito
imputado sea de aquellos que sólo pueden ser cometidos con
ocasión del desempeño de la función Estatal. Aún cuando la
persona se esté desempeñando como Juez o Jueza, en los caso
de los delitos no funcionales (ejemplo: Estafa, Robo,
Homicidio, etc.), no será procedente el Antejuicio, dado que
no se trata de una imputación derivada de su función Estatal;
d) El escrito del Antejuicio defina claramente los hechos que
el Peticionario considera constitutivos de delitos y además
identifique el tipo penal o los tipos penales en los cuales
considera que se encuadran. Con todo, el Tribunal no podrá
realizar juicio de valor en cuanto a si los hechos se ajustan
al tipo penal citado, sin que ello implique censurar la
eventual acción penal, algo que no corresponde en el
Antejuicio, el requisito sólo exige claridad de los
presupuestos, más no certeza de los mismos. Verificación de
Requisitos Materiales: a)Que al estudio de la causa, se
concluya que existe fundamento razonable en lo alegado por el
Petente, sobre la existencia de un hecho que sólo puede ser
definido en un proceso penal, descartándose consecuentemente:
a) Que la acción sea una maniobra de separar al funcionario
jurisdiccional de un caso pendiente de resolución judicial;
b) Que la acción sea un medio de intimidación, atentando así
contra la independencia del funcionario jurisdiccional; c)
Que la acción sea planteada como una forma del litigante de
dirigir su frustración, por una decisión judicial que le

43
APELACION ANTEJUICIO. S P 330=2010

adversa, en la persona del Juez o Jueza que la emitió, con


ánimo de represalia; 7). Oportuno es señalar, que la suerte
del procedimiento del Antejuicio no depende de haber
denunciado los hechos en la Inspectoría General de Órganos
Jurisdiccionales o que, en su caso, esta denuncia haya sido
declarada con lugar o sin lugar. Igualmente, la suerte del
Antejuicio no depende de que el acto o resolución ordenada
por el Juez o Jueza haya o no sido subsanada, reformada o
revocada por el mismo funcionario o por un Tribunal Ad-Quem,
mediante el conocimiento de un Recurso Legal o mediante el
conocimiento de una Garantía Constitucional, sino en
determinar si existen fundamentos razonables para autorizar
la persecución penal. II. En el Recurso de Apelación
presentado, se ha formulado cuestionamiento al Señor Juez M.
R. U., funcionario jurisdiccional asignado al Juzgado de
Letras Primero de lo Civil de la Ciudad de San Pedro Sula,
por parte del Ministerio Público y la Acusación privada por
las decisiones adoptadas en la Demanda Ordinaria de Nulidad
de Acuerdo de Asamblea. Dentro de estos cuestionamientos el
Tribunal de Apelación ha llegado a las siguientes
conclusiones: a) El Juez Antejuiciado, para la adopción de la
Medida Precautoria del artículo 196 del Código de Comercio,
no adoptó la vía procedimental de los Incidentes, ordenada en
el Código de Procedimientos Comunes, en los artículos 130 al
142 en relación al artículo 196 del Código de Comercio. No
corresponde a este Despacho pronunciarse sobre la procedencia
o no de la Medida Adoptada; b) El Juez Antejuiciado inadmitió
la contracautela ofrecida por el Abogado C. F. L., bajo el
fundamento erróneo de que la Medida Precautoria decretada no
era de las enumeradas por el Código de Procedimientos
Comunes, desconociendo la remisión realizada por el artículo
196 del Código de Comercio. Lo precedente era que el Señor
Juez se pronunciara sobre la pertinencia o no de la
contracautela, conforme lo establece el artículo 284 del
Código de Rito; c) La Adopción de la Medida Precautoria de
Suspensión del Acuerdo Social debió realizarse en respeto del
derecho de defensa de las partes, lo cual no fue velado por
el Juez Antejuiciado. El Derecho de defensa se pudo haber
respetado, tanto en el supuesto de haberse dado audiencia
para oposición de forma previa a la adopción de la medida
Precautoria –Artículo 136 del Código de Procedimientos
Comunes-, tanto en el supuesto de que una vez adoptada la
Medida Precautoria se hubiese señalado término para escuchar
oposición a la misma –Artículo 285 del Código de
Procedimientos Comunes-. III. No comparte este Tribunal el
Criterio del Juez Antejuiciado, cuando señala que la
oposición diferida a la Medida Precautoria debía de
realizarse por el Demandado al momento de la contestación de
la demanda y resolverse en sentencia definitiva, en virtud de
que: a) La Medida Precautoria tiene un procedimiento distinto
a la demanda –procedimiento para incidentes-, por tanto no
pueden unificarse con el de la demanda; b) El término para
oposición de la Medida Precautoria es más breve que el de
contestación de la Demanda, debido a la urgencia de escuchar
a la otra parte sobre la limitación de derechos legales, más
cuando la Medida Precautoria ya ha sido adoptada; c) La
oposición de la Medida Precautoria puede venir del Demandado
por lo que no es procedente esperar a la contestación de la

44
APELACION ANTEJUICIO. S P 330=2010

Demanda para que en el mismo acto se realice la oposición y


mucho menos esperar la sentencia definitiva para su
resolución. IV. Después que el señor Juez M. R. U. F.
rindiese su informe, relacionado con el planteamiento del
Ministerio Público, se personó a la causa el Abogado K. A.
D., indicando que se constituía como Acusador Privado
Coadyuvante de la Acción Penal ejercida por el Ministerio
Público, solicitando a la vez que se considerase la
ampliación de la calificación jurídica, al considerar la
existencia además del delito de Abuso de Autoridad, de lo
cual la Corte de Apelaciones tuvo por bien hecha la
manifestación, más no dio traslado al Juez Antejuiciado de
estas nuevas afirmaciones. Sobre este acto se hacen dos
observaciones muy puntuales: a) El artículo 421 del Código
Procesal Penal establece que “El antejuicio será promovido
por escrito por el Ministerio Público o por el agraviado, en
su caso…” demando muy clara la referencia para los delitos de
acción pública en el primer caso y para los delitos de acción
privada en el segundo, por lo tanto, el facultado para
presentar la acción de antejuicio es el Ministerio Público en
los casos de acción pública o el agraviado en los delitos de
acción privada, consecuentemente siendo el delito de ABUSO DE
AUTORIDAD (que pretende intoducir el acusador privado) un
delito de acción pública, es improcedente que el antejuicio
lo promueva un particular y no el representante del
Ministerio Público. b) Resulta extemporánea la manifestación
en tanto que el antejuiciado ya había rendido su informe del
caso. V. Este Tribunal de Apelación ha analizado la
resolución venida en apelación, dictada por la Corte de
Apelaciones de la Ciudad de San Pedro Sula, haciendo las
observaciones siguientes: a) Mal interpreta el artículo 196
del Código de Comercio el Tribunal Ad-quo, cuando en su
apartado QUINTO de la Motivación, indica que dicha norma hace
descansar en el Juez o Jueza la decisión de adoptar las
Medidas Precautorias mediante el procedimiento de Diligencias
Prejudiciales o mediante el procedimiento para los
Incidentes; Ello es un error por cuanto la determinación de
la vía procesal para la adopción de las Medidas Precautorias
no descansa en la voluntad del Juzgador, sino en el momento
procesal en que se encuentre la causa. b)El Tribunal de
Primera Instancia, en el apartado SEXTO de su motivación,
descarta de plano que exista de conducta delictiva en lo
denunciado por el Ministerio Público y por el Acusador
Privado, basándose en que el proceso civil ha continuado su
tramitación y con ello el derecho expedito para las partes
para recurrir las resoluciones judiciales para su enmienda,
desconociendo que la existencia o no de un delito no puede
estar supeditado a la actividad procesal subsecuente; y no es
que estos no puedan ser elementos a tomar en consideración
sino que es necesario que aunado a ellos se precise cuáles
son los fundamentos razonables como para no autorizar la
persecución penal. Pues no bastan sólo la concurrencia de los
requisitos formales y materiales de este procedimiento
especial, sino detectar los fundamentos razonables para
autorizar el antejuicio que si bien no pueden estar dotados
del rigor de los requisitos para la tipificación haciendo
consideraciones acerca de la concurrencia de dolo o ausencia
de este, debe, al menos contemplar la animosidad del autor

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APELACION ANTEJUICIO. S P 330=2010

hacia dicha conducta. c) Este Tribunal de Apelación hace


notar que si bien se descarta que el Antejuicio sea para
efectos de menoscabar la independencia judicial; al
comprobarse que la acción no obedece a la intención de
separar al Juez Antejuiciado del conocimiento de una causa
judicial, comprobado ello como consecuencia de haberse
decretado con lugar la Excepción Dilatoria de Incompetencia
por Declinatoria en relación a la Demanda Ordinaria de
Nulidad de Acuerdo de Asamblea, misma que fue reasignada al
conocimiento de otro Juez; y aún que no pueda comprobarse que
no es un acto de represalia en contra del Juez Antejuiciado,
resulta imprescindible hacer algunas valoraciones acerca de
la concurrencia o no de los fundamentos razonables para
autorizar o no la persecución penal. V. Este Tribunal de
Apelaciones aprecia que las actuaciones del Juez M. R. U.,
fueron adoptadas dentro de las facultades jurisdiccionales
otorgadas a los Jueces de la República, no siendo posible
enmarcar el proceder del Juez dentro de hechos con apariencia
delictiva, por cuanto la misma es producto de una decisión
jurisdiccional que si bien no podrá tener la razón, no se
detecta un ánimo tendencioso que no sea el razonamiento
equívoco habitual de los que quedan sujetos al control de los
órganos jerárquicamente superiores a través del Recurso de
Apelación o el Amparo en su caso, como en el caso de autos,
en consecuencia, este Tribunal de alzada no encuentra que los
hechos que el Ministerio Público le imputa al Antejuiciado
puedan llegar a tener la apariencia dolosa como para
subsumirlos en el tipo penal que se pretende, no existiendo
suficientes méritos como para proceder criminalmente contra
el Juez, ya que no existen suficientes indicios que sugieran
que se pueda autorizar la persecución penal por haber dictado
providencias o resoluciones contrarias a la Constitución o
las Leyes por las razones siguientes: a) El error en opinión
de este Tribunal es de interpretación, en relación al párrafo
final del artículo 196 del Código de Comercio. Es obvio que
del contenido de la norma son dos momentos en los que se
puede solicitar la medida precautoria en discusión; sin
embargo, el punto medular era determinar si debía dar trámite
incidental pese a que en ese momento no se había constituido
la parte demandada formalmente, ahora bien, se ha sostenido
tradicionalmente que la “litis contestatio” se establece con
la contestación de la demanda y es a partir de ese momento
que se incorpora al proceso como parte el demandado y
consecuentemente asume la aptitud procesal para intervenir en
las incidencias del juicio, por lo que desde esta perspectiva
fue atinado entender que no era necesario dar traslado para
el incidente, ahora bien, el error de interpretación radica
en no medir las consecuencias de la decisión jurisdiccional
en función de la naturaleza de la medida cautelar a la que se
accedía, en virtud de que llevaba implícito dejar acéfala a
la sociedad mercantil y consecuentemente se causaba una
indefensión, aunque se exigió una fianza al demandante; en
este caso en particular debió medirse esa consecuencia y
ponderar la eventual vulneración de derechos trascendentales
como el derecho de defensa que el juzgador deviene obligado a
tutelar, esa valoración no la hizo el juzgador de instancia;
sin embargo, es un yerro de razocinio, de hermenéutica, y
como tal, en opinión de este Tribunal de Apelación, no está

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investido de intenciones aviesas o tendenciosas como para


suponer que puedan concurrir elementos objetivos y subjetivos
de algún tipo penal que amerite ser estudiado en la
jurisdicción penal propiamente dicha, se reitera, se trata de
un error de interpretación al que suelen estar sujetos los
funcionarios judiciales, prueba de ello es que incluso, la
Corte de Apelaciones avaló la decisión del juzgador de
primera instancia. b) No es error afirmar que la medida
cautelar en cuestión, no es de las que establece el Código de
Procedimientos Comunes, de hecho está instituida en el Código
de Comercio, en una ley especial, que si bien contiene una
remisión al Código de Procedimientos Comunes, lo es en
relación al procedimiento para decretarla no para su
creación, de ahí que sea racional que el juzgador haya
sostenido que no aplica lo relativo al resto de las medidas
cautelares del Código de Procedimientos Comunes, primero
porque la medida precautoria que decretó la crea una ley
especial y segundo porque la remisión expresa es en cuanto al
procedimiento para decretarla; ahora bien, la discusión es
abierta con respecto a la contracautela, que no está recogida
en el Código de Comercio, a diferencia de la cautela que si
impone la ley especial para otorgar la medida cautelar del
196 del Código de Comercio, en ese sentido determinar si a la
medida cautelar instituida en el Código de Comercio (ley
especial) se aplica una disposición del Código de
Procedimientos Comunes en lo referente a la contracautela,
quizá solo pueda tener las valoraciones en función de los
derechos que se conculcaban con la medida cautelar decretada
y por ello debía dársele cabida a las disposiciones del
Código de Procedimientos Comunes, pero la decisión del
juzgador de primera instancia, es un error en todo caso en el
razonamiento de los que quedan sujeto al control de los
recursos. c) No obstante, no encontrar elementos suficientes
como para desaforar al Antejuiciado, este Tribunal de
instancia estima procedente hacer un fuerte llamado de
atención al Juzgador de primera instancia, en el sentido de
que debe motivar suficientemente sus resoluciones, pues la
resolución cuestionada es muy escueta a diferencia de las
sustentaciones que con razón o no dio el juzgador al momento
que le correspondió presentar su informe. d) Una resolución
de la Corte Suprema de Justicia, en la cual otorga un amparo,
no necesariamente implica que deba autorizarse la persecución
penal en contra del funcionario que dictó la resolución sobre
la cual se otorgó el amparo; pues si bien el artículo 66 de
la Ley Sobre Justicia Constitucional, establece que el
cumplimiento de la Sentencia que otorga el amparo no impedirá
que se proceda contra el responsable del agravio, si sus
acciones u omisiones generan responsabilidad, se colige que
habrá casos en que la acción u omisión ciertamente genere
responsabilidad y otros en que no genere responsabilidad
alguna y casos en que se genere responsabilidad civil,
administrativa o penal, en ese orden de ideas la resolución
conocida en apelación no arroja elementos suficientes para
autorizar la persecución penal del Juez M. R. U., para que se
pueda deducir responsabilidad penal en su contra. POR TANTO.
LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, POR UNANIMIDAD DE VOTOS DE LA
SALA DE LO PENAL y en aplicación de los artículos 82, 303,
304, 313 atribución 3, 316 de la Constitución de la

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APELACION ANTEJUICIO. S P 330=2010

República, 1 de la Ley de Organización y Atribuciones de los


Tribunales; 196 del Código de Comercio; 284 del Código de
Procedimientos Comunes, 420, 421, 422 y 423 del Código
Procesal Penal. FALLA: I. Declarando SIN LUGAR el Recurso de
Apelación interpuesto por los Abogados K. D. C. y K. A. D.,
en su condición de Fiscal del Ministerio Público y Acusador
Privado, respectivamente. II. Declarando SIN LUGAR el
Antejuicio presentado en contra del funcionario judicial M.
R. U., actual Juez de Letras Primero de lo Civil en la Ciudad
de San Pedro Sula, Departamento de Cortés. En consecuencia,
no se autoriza al Ministerio Público para que pueda presentar
acción penal pública en su contra, como autor de un delito
consumado de VIOLACIÓN DE LOS DEBERES DE LOS FUNCIONARIOS,
tipificado en el artículo 349.2 del Código Penal, conforme al
planteamiento hecho por el ente Estatal y se confirma la
sentencia venida en apelación. Y MANDA: Que la Secretaría del
Despacho devuelva los antecedentes del caso a la Corte de
Apelaciones de la Ciudad de San Pedro Sula, Departamento de
Cortés, con certificación de la presente sentencia, para los
efectos legales correspondientes. Redactó: EL MAGISTRADO
CALIX HERNÁNDEZ. NOTIFÍQUESE.- FIRMAS Y SELLO.- RAUL ANTONIO
HERNIQUEZ INTERIANO.- MAGISTRADO COORDINADOR.- JACOBO CALIX
HERNANDEZ.- MAGISTRADO.- CARLOS DAVID CALIX VALLECILLO.-
MAGISTRADO.- FIRMA Y SELLO.- LUCILA CRUZ MENENDEZ.-
SECRETARIA GENERAL”.

Extendida a solicitud de la Abogada Y. M. M., en su condición


de Fiscal del Ministerio Público, en la ciudad de
Tegucigalpa, Municipio del Distrito Central, a los veintiocho
días del mes de septiembre del año dos mil doce.-
Certificación de la sentencia de fecha dieciséis de agosto
del año dos mil doce, recaída en el Recurso de Casación Penal
con orden de ingreso en este Tribunal No. SP-330-2010.

LUCILA CRUZ MENENDEZ


SECRETARIA GENERAL

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