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A. Tariq West
España en el Escenario
Primavera 2009

Reseña N° 2
Enfoque en los Actores

Reseña de Teatro: La Duquesa al Hoyo y La Viuda al Bollo

La Duquesa al Hoyo y La Viuda al Bollo es una exposición desvergonzada, descarada y

insólita del mundo de la aristocracia española - una celebración sensacionalista de

acontecimientos sórdidos y personajes excéntricos. Escrita por Iñigo Ramírez de Haro

(Marques de África), y dirigida por José Luis Sáiz, la obra trata de los acontecimientos

complicadísimos que acompañaron a la muerte de la tía del dramaturgo, la llamada “La

Duquesa Roja” (Luisa Isabel Álvarez de Toledo, Duquesa de Medina Sedomia - entre otros

títulos).

La obra, una comedia presentada por Producciones La Pica en Flandes y actuada por

un reparto mezclado de veteranos y recién llegados, se estrenó en Madrid en el Teatro

Muñoz Seca el 22 de Enero y continuaría, quizás, hasta que haya destruido la aristocracia

española. La representación que yo asistí, la de 20:00 el Jueves 16 de Abril fue

supremamente entretenido en la tradición de las telenovelas y si la intención del autor y del

director fue ridiculizar y caricaturizar a los personajes reales representados, el elenco de

actores lo llevo a cabo con éxito. Si la propuesta era explorar a un nivel mas profundo las

cuestiones corrientes de la legitimidad y propósito de la aristocracia o comentar la

corrupción de la ideal de la nobleza a través de personajes reales y complejos, no la

lograron.

La actuación de esta obra depende sobre todo en gestos histriónicos, gesticulación


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indicativa y erupciones emotivas para exponer los acontecimientos y desarrollar los temas

centrales. Además, los actores en muchos casos, exponen en sus aspectos físicos los

motivos, quejas, defectos etc… centrales de sus personajes. Los papeles más representativos

de este estilo son los de Nuño (Fernando Albizu) y Viviana (Mona Martínez).

Nuño, hijo mayor de la Duquesa (Terele Pavez) y primogénito de la casa de Medina

Sidonia, tiene postura de niño a menudo aunque tiene mas que 40 años, y cabeza casi calvo.

Este se presenta en la primera escena con un vestuario y aspecto digno, aún pomposo, que

se va deteriorando hacia la abyecta humillación a lo largo de la obra. Suele llevar traje

formal y hablar en voz alta y decisiva con gestos equivalentes – aunque otros no le hagan

caso. Su traje es importante porque complementa sus aspiraciones a los títulos de su madre,

a la riqueza, a la independencia de su esposa – Nuño pretende ser hombre serio, importante.

Su traje sirve como accesorio a sus gestos pomposos, por ejemplo en las numerables

ocasiones en las cuales el, con su pecho henchido de orgullo, ajusta su esmoquin y exige,

gesticulando con una mano junta a su pecho, “ten un poco de respeto en la presencia del

futuro Duque de Medina Sidonia.” Lo irónico es que nadie, incluso el, cree en su

legitimidad, y el se pone físicamente flojo y disminuido bajo las burlas de su esposa y los

rechazos de su madre (y aún mas, quizás, frente a las carcajadas de los espectadores).

El papel de Viviana, esposa de Nuño y exponente máxima de la ignobleza, fue

actuado en estilo similar con gestos, postura y vestuario que exponían de forma dinámica

sus motivos y defectos. En la primera escena encontramos a Viviana con vestida de gala,

joyería repleto de diamantes y maquillaje recocido. Su postura es vanidosa y presumida, y

sus gestos, particularmente su carcajada alta con nariz para arriba (pocas veces en mi vida

he oído algo mas irritante) y su mano siempre girando por su cuello, pintan por completo su

personaje.
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El enfoque en los elementos superficiales, por ejemplo cuando ella esta en su

vestidor poniendo cremas y mirando en el espejo buscando arrugas, alude a su vacío moral e

intelectual, y complementa su actitud hacia la Duquesa y otros. En otra escena, Viviana

lleva un traje muy mono de estilo safari, pero se ve pronto que solo sirve un propósito

estético cuando ella tiene un encuentro con animales en una finca.

Los papeles de Mariposa (Angela Boix) y Riki (Iván Luis) están actuados de forma

similar. La rebeldía de Mariposa esta comunicada con su estilo gótico y sus movimientos

exageradas y imprevisibles. El vacío intelectual y estilo pijo de Riki están presentadas de

forma similar, con un vestuario que representa el arquetipo pijo moderno y oraciones

interrumpidas y sin sentido. Si hay en esta obra personajes que en su actuación escapan esta

dinámica, son las de Linda (Carmen Navarro) y la Duquesa, quienes tienen motivos y

pensamientos demasiado complejos para estar comunicado al nivel de gestos y vestuario.

Si tengo queja de esta obra, es que solo ha logrado tratar a un nivel superficial los

temas centrales a las cuales alude. El autor no se atreve, o quizás no tenia capacidad o

interés, acercarse a preguntas tales como “¿La aristocracia sirve un propósito legitimo y

valorado dentro de la vida cultural o moral del pueblo Español?” y “¿Hay una diferencia

entre Aristocracia y Nobleza?” Aunque yo reí en algunas escenas casi hasta llorar, me

parece que el autor y el director tenían mas interés en ridiculizar a ciertas personajes que

arrojar luz sobre el carácter contemporáneo de la institución de la aristocracia. En total, esta

obra sirve como entretenimiento al nivel de teatro popular, pero no atenta un desarrollo

intelectual y me deja cuestionando los motivos de su autor.

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