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VERDAD Y METODO EN FILOSOFIA
“El temor de hablar sin decir nada es o debe-
ria ser la obsesién del fildsofo"’.
Ivon Belaval
“En esta materia, en efecto, se debe intentar
una de estas tres cosas: o bien aprender por al-
guien de qué se trata, o bien encontrarlo por
si mismo, 0 bien, si es imposible hacer lo uno o
lo otro, poner cuando menos la mano sobre
aquella de nuestras concepciones humanas que
valga mds y que sea mds dificil de refutar, y
arriesgarse, dejéndose llevar por ella, a hacer
la travesia de la vida en esta especie de balsa,
aparte de poder viajar con mds seguridad y
menos riesgos en medio de transporte més
estable, en otras palabras, una revelacién di-
vina’".
Platén
“La filosofia que cuenta con nuestro asenti-
miento, lo logra por una evidencia de conjun-
to que nos procura su cohesion suficiente, su
firmeza ante las dificultades y los impasses del
pensamiento, mejor que la de las doctrinas ri-
vales. Hablar de una evidencia de conjunto es
retener, como un valor positive, una evidencia
confusa”.
Eugéne Dupréel
“La verdad metafisica es aquella por la cual
uno acepta morir™
Karl JaspersEl examen, que hemos realizado en el capitulo anterior, al
librarnos de la estrecha dualidad analitico-empirico, ha despeja-
do el camino para la comprensién del sentido de la verdad en
filosofia. Que la filosofia exija ser entendida como una forma
de conocimiento estricto y que los enunciados filoséficos puedan
ser‘verificades, sin que ello implique una ruptura de los cuadros
normales de la verdad y el conocimiento, es cosa que ahora-po-
demos considerar plausible y hasta suficientemente asegurada.
Conviene, ademés, sefialar que en ciertos casos, como veremos,
la posibilidad de hablar de una verdad filoséfica y la existencia
de un procedimiento de verificacién de filosofemas presenta quizé
menos dificultades que en otras formas de conocimiento.
Decimos en algunos casos, porque hay una gran multiplic
dad de tipos y situaciones tocantes a la verdad en filosofia. Es-
ta es una indispensable observacién previa que hay que: hacer.
En rigor, hay tantas variedades y casos singulares de verdad y
verificacién, con sus matices y caracteristicas propios, cuantos
fildsofos existen, de tal manera que un tratamiento completo del
asunto exigiria analizar detalladamente textos y doctrinas de
pensadores de diversas épocas, lo que, en consecuencia,. remite
a la historia de Ja filosofia. Con lo cual se confirma la inheren-
cia de la filosofia en su historia, sobre la que hemos insistido
desde el principio en este curso. Pero cabe distinguir algunos
grandes tipos de conocimiento, resaltando las formas principales
que adopta la verdad filoséfica. Asi vamos a proceder aqui.
Antes de eso, es preciso llamar una vez mds la atencién so-
bre la influencia del lenguaje filosdfico en el trabajo reflexivo,
no sdlo porque, como hemos dicho, hay una gravitacién del len-
guaje sobre todo tipo de conocimiento, sino, ademés, porque las
peculiaridades verbales de la filosofia determinan considerable-
mente su condicién de conocimiento. En efecto, los filosofemas’
son enunciados con significado eminentemente contextual y, por
tanto, ligados en su origen y en su pretension de verdad al con-
junto de la obra del pensador que los formula. Aunque en to-
do tipo de lenguaje las frases separadas del contexto casi nunca
poseen pleno valor signifigativo, en filosofia esta dependencia es
fundamental. A diferencia de lo que ocurre, por ejemplo, en la
ciencia, la unidad del libro, el sistema doctrinario y la circuns-182 IWICIAGION FILOSOFIGA
tancia biografico-social gravita sobre cada asercién del fildsofo,
decide su sentido dltimo y,afecta sus condiciones de validez. Sin
tomar en cuenta esta unidad de fondo, no podrd afirmarse na-
da con seguridad acerca de lo que sostiene el filésofo, asi como
del respaldo que de hecho tienen los filosofemas y de la posibili-
dad y modo de establecer su verdad, Esto quiere decir que una
filosofia no puede entenderse por fragmentos aislados, sino que
remite siempre al todo sistematico de la doctrina y la vida."
Las breves indicaciones que anteceden apuntan hacia una
rica veta de investigaciones filosdfico-lingijisticas cuyo centro es
la problemética del lenguaje filosdfico como tal. Como sabe-
mos, la filosofia se interesa por el lenguaje. No es infundado
pensar que esta preocupacién le viene al filésofo del descubri-
miento de la problematicidad de su propio lenguaje, de la con-
ciencia de sus posibilidades y limites lingiisticos. En efecto, lle-
vado por las exigencias de la critica, tarde 0 temprano él se
plantea interrogantes como éstoé: gcudles son las peculiaridades,
tipo y variedad del lenguaje filosdfico?, gle corresponde una Ié-
gica especial?, gqué vicios afectan a este género de lenguaje y
qué remedios pueden proponerse contra ellos?, gpuede conside-
rarse el lenguaje fildsofico como un, lenguaje técnico?, o sea, ghay
tecnicismos filosdficos 0 los tecnicismos son extrafios y adn opues-
tos al espiritu del discurso filoséfico?, ¢se trata de un lenguaje
eminentemente conceptual y significativo, o en él prevalece més
bien el momento expresivo y es, por tanto, inevitable la gravita-
cién hacia las formas verbales poético-emocionales? Estas son
s6lo algunas de las cuestiones que encara la investigacién lin-
gijistica arriba mencionada y aqui podemos tan sdlo dejarlas
apuntadas. De su respuesta depende en gran parte la idea que
se tenga de la tarea propia del fildsofo y la eleccién de su mé
todo de conocimiento. .
Veamos ahora los tipos mas generales y caracteristicos de fi-
losofemas y su relacién con la verdad filoséfica, Valiéndonos
1 La leetura de una exige por Io tanto el comentario y Ia in
terpretacién que la reintegren en ese tolo que le da sentido cabal. De aqui
se puede inferir que hay un problema inherente a las antologlas y seleccio-
nes de textos filoséficos y a los diceionarios de filosofia. Ellos no son posi-
les sino en conexién con un métode de lectura y comprensién peculiar.