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Laboratorio de Comunicación 1
Kachimbos Kachimberos
Profesora:
Thalya Sarmiento
Keyko Chuspe
Sección: 1
Barranco
2018
I. Tema delimitado
Análisis sobre el desarrollo de las personas transgénero desde la perspectiva
biológica y social
II. Esquema
1. Perspectiva biológica
1.1. Influencia hormonal en el desarrollo de las personas transgénero
1.2. Desarrollo de las personas transgénero desde la concepción
2. Perspectiva sociocultural
2.1. Relación entre el desarrollo de las personas transgénero y una
concepción binaria del género
2.2. Intervención de la bioética en el desarrollo de las personas transgénero
III. Redacción
Introducción
Hace pocos años atrás se publicó un anuncio muy importante, en el cual se
afirmaba que la Organización Mundial de la Salud dejaría de considerar a la
transexualidad como un trastorno (El País, 2016). Actualmente en el Perú y en el
mundo se han suscitado marchas y diversas confrontaciones polémicas entre
ciudadanos e incluso figuras políticas debido a la polémica del tema de la
transexualidad y el transgénero. En el transcurso de este debate se escuchan
diversos puntos de opinión; desde posturas afirmando que cada persona posee la
capacidad de expresar su amor sin distinción de género; y otras en contra, las
cuales señalan despectivamente como “enfermos” a quienes no se identifican con el
género que les dictaron al nacer, tratando así de resguardar la integridad de lo que
consideran una familia y sociedad adecuada. En la sociedad peruana una mujer
debe tener de aparato reproductor una vagina, mientras que el varón debe tener un
pene. Y, es que, si todos nacen un sexo predispuesto, se presta a la duda del por
qué no todos pueden expresar libremente su género. Por ello, el propósito del
siguiente trabajo es tomar dos posturas principales que se tienen para observar a la
transexualidad y mostrar las posibles causas de que una persona se identifique con
un género distinto. Para evitar las confusiones sobre estos dos términos, Marta
Lamas (2000) define el significado de género como el “Conjunto de prácticas,
creencias, representaciones y prescripciones sociales que surgen entre los
integrantes de un grupo humano en función de una simbolización de diferencia
anatómica entre hombre y mujeres” (p. 3). A raíz de ello nacen dos términos
también esenciales en este análisis que son el transgénero, que se define como
aquella persona que se cambia de género, es decir comportamientos; ya que se
identifica con un género opuesto al que le dictan a partir de su sexo de nacimiento.
Mientras que la transexualidad es la incongruencia de género (OMS, 2018).
Por otro lado, el sexo se define como el aparato reproductor con el que las personas
nacen, es decir “el cuerpo sexuado” (Lamas, 2000, p.3). Entendiéndose así que el
sexo vendría a ser las cualidades físicas hormonales o reproductivas de un ser
humano. Mediante esta diferenciación de términos se definen las siguientes
variables que serán necesarias para tener una comprensión más holística sobre las
personas transgénero. Una de estas es la identidad de género, la cual es la
percepción que tiene una persona de pertenecer a un determinado sexo (Giordano,
2013). Asimismo, la inconformidad o disforia de género, que se emplea para señalar
la expresión personal del género que rompe con las expectativas culturales del
género. En base a estas definiciones, se propone el siguiente análisis en términos
de la cultura occidental, ya que esta tiene una ideología la cual divide a la sociedad
entre género femenino y masculino, más conocida como la dualidad de género o
percepción binaria del género; es por ello que se incluyen perspectivas religiosas,
éticas y morales. Dada esta ideología que se tiene del género, se plantea un análisis
sobre el desarrollo de las personas transgénero desde la perspectiva biológica y
social. Debido a que es un tema ampliamente polémico, de acuerdo con discusiones
y confrontaciones entre científicos genetistas, psicólogos, sociólogos, entre otros, se
levantan dos posturas que explican cómo es que una persona empieza a sentirse
inconforme con su género preestablecido. El análisis de aquellas posturas se
presentan en el presente ensayo; en primer lugar, la perspectiva biológica, en la
cual se explica que el desarrollo transgénero es originado por la influencia hormonal,
así como el desarrollo de ellos desde la concepción. En segundo lugar, la
perspectiva sociocultural, en la cual se expone la relación existente entre el
desarrollo de las personas transgénero a partir de la concepción binaria del género,
además la influencia de los aspectos culturales pueden tener en este crecimiento. A
continuación se procederá a explicar el presente esquema.
Perspectiva biológica
En primer lugar, la perspectiva biológica es una postura que respalda el concepto de
que las personas transgénero desarrollan su identidad género a partir de factores
biológicos como los cambios hormonales y genéticos. De acuerdo con la American
Psychiatric Association (APA, 2000), la transexualidad fue catalogada en 1980 como
un “trastorno mental”, mientras que, la Organización Mundial de la Salud (OMS,
1992) precisa que es “un trastorno de identidad sexual o disforia de género”,
recientemente transformado pero aún dentro de la gama de trastornos. De lo
mencionado anteriormente se entiende que, el proceso de cambio de identidad de
género puede explicarse como un trastorno biológico que comúnmente se denomina
“patología o enfermedad”. A partir de esta idea desde el punto de vista biológico se
desglosan las siguientes ideas: la influencia hormonal en el desarrollo transgénero y
el desarrollo transgénero desde la concepción. Ambas ideas defienden que los
cambios en la identidad de género se deben a factores biológicos; sin embargo, se
diferencian en cuando estos factores actúan, sin en la pubertad o desde la
concepción.
Se interpreta que, si se toma en consideración que el desarrollo transgénero es un
tipo de trastorno en la identidad de género, se estaría abordando el tema desde una
perspectiva biológica. Según López y Calleja (2016) “las personas transexuales
sienten de modo persistente una identificación con el sexo opuesto, así como un
fuerte malestar y rechazo de su sexo corporal”. En otras palabras, sienten que no
hay una correspondencia en sus dimensiones cromosómicas y lo que realmente son
en el interior. Uno de los argumentos biológicos que sustenta el denominado
trastorno es propuesto desde el campo de la endocrinología por Gómez, Esteva de
Antonio y Fernández que lo definen como, “una desarmonía entre la diferenciación
sexual de las primeras etapas (sexo cromosómico, y hormonal) y la posterior
diferenciación de ellos” (2010, citado de Missé y Coll-Planas 2016). Se entiende
que, en la formación del embrión se produce una anomalía en su desarrollo
endocrino , esto ocasionando un desequilibrio hormonal donde dicho ser recibe una
mayor cantidad de hormonas que corresponden al sexo opuesto; estas por su
acción biológica tienden a masculinizar o feminizar el cuerpo y cerebro. Dichas
alteraciones suelen generarse en alguna etapa de la vida del individuo, usualmente
ocurre cuando existe un cambio hormonal brusco como en la adolescencia.
Las ciencias no se encuentran aisladas, por el contrario, se entrelazan para generar
un argumento objetivo y racional; por lo que, otro punto que respalda el sustento
biológico viene dado desde la genética. Esta área complementa el argumento
endocrinológico y añade fundamento teórico del origen de la misma. Además,
menciona que el desarrollo transgénero es una “predisposición genética cuya causa
parece deberse a la desregulación de la actividad de las hormonas sexuales durante
el desarrollo prenatal y neonatal” (López y Calleja, 2016). Es decir, existe una
mutación genética que genera una alteración anómala de los genes que regulan la
homeostasis hormonal del cuerpo; esto afectando a la identidad de género de la
persona. No obstante, cabe resaltar que dichos cambios anormales de los genes
son causados por factores de los cuales se tiene un control muy limitado, tal como lo
afirma Aznar (2016) refiriéndose al transexualismo como “una dotación genética
inamovible”.
La idea del cuidado en la etapa de embarazo de la madre y los medios ambientales
en que se encuentra el ser en desarrollo es otro punto de análisis desde la
perspectiva biológica. La Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición ([SEEN],
2003) afirma que:
el transexualismo es originado por diversas influencias ambientales en
períodos críticos del desarrollo, como el embarazo (...), pueden influenciar la
conducta y la orientación sexuales. Así, el estrés prenatal, la relación
materno-filial de las primeras etapas de la vida (...) pueden determinar la
conducta sexual adulta (p.20)
De lo mencionado anteriormente se puede concluir que los desequilibrios
hormonales en la etapa prenatal pueden derivarse de las condiciones ambientales y
el cuidado del vientre que tiene la madre. Por ende, la madre, como encargada del
embrión está involucrada en el origen de la mutación del gen encargado de la
producción de hormonas masculinos y femeninos; es decir, indirectamente ella
afecta en la concepción género del nuevo ser. Los tres puntos tratados generan que
el ser transgénero desde la perspectiva biológica sea considerada como una
patología que sufre un individuo. Dado que, se tiene la idea de que existe un factor
anómalo en pre-desarrollo genético y en el desarrollo hormonal; el término
“anómalo” generando que se catalogue como enfermedad.
Perspectiva sociocultural