con poes�a creadora de ensue�os que contempla una flor en el viento febril de los juglares y una incipiente alegr�a en la tr�mula madrugada. No tengo entre mis p�ginas una golondrina de B�cquer ni la sapiencia de S�neca cuando mi musa rompe la promesa de su silencio y atraviesa el p�ramo de mis deidades. El mar afina coplas de espuma mientras la tarde agita el tul de sus olas y yo me arranco la tristeza, emborrach�ndome de su salitre mist�rico. Yo soy murmullo en el pincel de tus labios, en la esfinge que devora la aurora en la lluvia plateada que desgrana tu perfil de aire sevillano. Yo soy trovadora de las delicias de tu valle, cumpliendo el destino sobre la sombra de las penalidades.