2. LA ECONOMIA
1. Apogeo de la Argentina tradicional y beneficios
de la coyuntura. Avance de Ja unificacién econdémica
En las paginas anteriores se ha examinado una primera etapa en el
dificultoso camino hacia la unificacién politica; en conexién con el mis-
mo proceso y en algiin caso como consecuencia directa de las decisiones
tomadas a lo largo de él, se fueron dando las condiciones necesarias para
Hegar también a la unificacién econémica. Porque es preciso sefialar que
la unidad juridica alcanzada en. 1862. no. se tradujo automdticamente en
esa unificacién econémica, al tiempo que en los afios de la division se
lograron avances en tal sentido pese al manifiesto endurecimiento de las
soluciones politicas.
Un ejemplo en este sentido Jo da el acuerdo de gobernadores celebrado en
San Nicolds en 1852: si bien sus decisiones provocaron la divisién, algu-
nas de ellas, referidas a problemas econémicos, no fueron cuestionadas
y sefialaron un progreso en las aspiraciones unificadoras, asi la abo:
licién de los derechos de transite, que implicaba la supresién de las
aduanas interiores como paso previo a una politica econdmica tinica para
todo el pafs.
40.Cierto es que en la prictica no fueron raras las violaciones provocadas
por los mismos funcionarios que habianse acordado en aquel punto; situa-
ciones financieras premiosas Ilevaron a ‘menudo a la creacién de im:
puestos locales que bajo nombres diversos no eran més que gravamenes
a las mereaderias en trénsito; esas transgresiones nacidas de la necesidad
sélo postergaron la aplicacién general de este principio.
A medidas como la indicada se agregé la incidencia de factores corres:
pondientes al sector externo, tales como Ja coyuntura favorable para
los productos pecuarios en la década 1850-1860: resultado del ciclo.
econémico y de la retraccién rusa del mercado a consecuencia de la gue-
rra de Crimea, beneficié directamente a los sectores tradicionales de la
economia nacional, Pero la existencia de coyunturas favorables.no es un
hecho nuevo y pese a que ésta fuera excepcional por la conjuncién de los
factores citados, la razén de su especial incidencia debe rastrearse en un
Ambito que exceda al de su propio dinamismo.
Y aqui es preciso hacer referencia a la evolucién del sistema capitalista.
En efecto, a mediados del siglo x1x este proceso se convierte en la forma
predominante de produccién de los grandes centros fabriles y entre las
variadas consecuencias que acarrea su expansién, cabe sefialar el rapido
incremento en la produccién de manufacturas, la biisqueda de nuevos
mercados y la necesidad de regulares fuentes de aprovisionamiento tanto
de materias primas como de alimentos; recuérdese el fuerte crecimiento
urbano, uno de los fendmenos conectados con Ia industrializacién en los
paises afectados y que crea a su vez problemas en el sector agropecuario
de los mismos. Y para terminar con esta enumeracién que no pretende
abarcar el fenémeno en toda su complejidad sino subrayar aquellos ca-
racteres vinculados con nuestra evolucién, sefialemos el progreso tecno-
légico, la acumulacién de capitales disponibles y el inevitable aumento de
la competencia internacional,
Resulta casi innecesario aclarar que su incidencia se ejercié en forma
progresiva aunque ya en este periodo puede advertirse una mayor regu-
laridad en las comunicaciones con Jos centros, fruto de las necesidades.
metropolitanas que buscan acercar a las zonas marginales; de la comu-
nicacién regular se deriva un conocimiento permanente de la situacion
de los mercados y por lo tanto Ja posibilidad de respuestas locales a la
coyuntura econémica mundial; puede ademés especularse mejor con los
precios porque aumentan Jas bodegas disponibles para transportar la
produccién.‘Acercamiento y coyuntura favorable; pese a los problemas politicos que
dificultan la unificacién, estos hechos contribuiran a su avance sostenido
alo largo de la década,
f Los cambios no son todavia notables, la estructura productiva se adecua
} sélo lentamente a las nuevas condiciones internacionales. Afios de tra-
bajosos ajustes los de esta etapa, mds de transicién que de inicio real
| del proceso expansivo que experimenta el pais en la segunda mitad del
siglo 0x.
Heios sefialado més arriba que\uma de las consecuencias inmediatas
derivadas de la coyuntura.y de la regularidad en los contactos con el
exterior es el apogeo de los seciores vinculados con la produecién pecua-
{iad esto se traduce en una prosperidad general que afecta a sectores am-
[ plios de la poblacién pero contribuye sobre todo a la afirmacién de los
aspectos| tradicionales de la economia.
El fenémeno abareé practicamente el pais entero aunque con distinto
ritmo segiin las tres regiones que ofrece el encuadre econémico de la
época —-Buenos Aires, Litoral y provincias interiores— y que habremos
de examinar por separado.
La més fuerte productora pecuaria del pafs es sin lugar a dudas Buenos
Aires y mantiene su hegemonia pese a las serias dificultades que provoca
en sit campafia la situacién politica; periddicas invasiones de los emi-
grados, levantamientos de jefes de campafia, correrias indigenas favore-
cidas por el debilitamiento de la vigilancia en las fronteras,” y repetidas
levas de hombres para cl ejército, afectan sistematicamente las labores
rurales y restringen la produceiGn. Uno de los problemas urticantes en las
relaciones con la Confederacién nace precisamente de la sospechada.
complicidad urquicista en las depredaciones Ilevadas a cabo por indios
e invasores; los perjuicios ocasionados debian ser grandes pues el tema
vuelve una y otra vex y es siempre Buenos Aires Ja més interesada en
lograr acuerdos de defensa mutua.
5. Los limites de la frontera habjan sufrido un retroceso apreciable durante
este periodo en relacién con Jos establecidos en 1833. La lucha con el indigena se
mantuyo a lo largo de estos aiios y dio lugar a una serie de combates sangrientos,
entre ellos el de Pigiié, en 1858, en que fueron derrotados los indios pampas
dirigidos por el cacique Calfucuré. Los malones se frenaron_temporariamente
en 1859 luego de las expediciones comandadas por los coroneles Paunero, Co-
nesa y Granada.
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