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Introducción 1

Los problemas de la sociedad de hoy (desarrollo sostenible, riesgos sani-


tarios e industriales, nuevas tecnologías, sociedad del conocimiento ... )
afectan a las ciencias y a las técnicas. La controversia sobre los OMG, las
nanotecnologías, el cambio climático, el agotamiento de los recursos na-
turales, la lucha contra las nuevas epidemias, la transformación de los
sistemas de producción ... son asuntos que conciernen tanto a las cien-
cias sociales como a las ciencias de la naturaleza, de la salud y de la inge-
niería. Los investigadores, en estos ámbitos se preocupan por compren-
der las articulaciones entre ciencia y sociedad, convertidas en elemento
clave de la dinámica de las ciencias.
En las facultades de ciencias y en las escuelas de ingeniería, en diver-
sos lugares y contextos, se introducen elementos de formación en cien-
cias sociales. Algunas veces la tentación es creer que un poco de episte-
mología será suficiente para educar a los jóvenes científicos sobre qué es
la ciencia aplicada. O incluso, creer que un poco de ética les armará para
afrontar los problemas sociales. Es una gran ilusión porque , sin menos-
preciar el interés de estas formaciones filosóficas, nuestros jóvenes ex-
pertos tienen también necesidad de una formación científica que les per-
mita tener control sobre las dinámicas socio-científicas efectivas. Se trata
de ser capaces de comprender esas dinámicas de producción de conoci-

,-
1. Agradecemos a todos los que han ayudado a la maduración de este proyecto o
han discutido bosquejos diver os. Particularmente, a Antonio Arellano, Jorge Cha-
rum, Rebeca de Gortari, Michel Grossetti, Mathieu Hubert, Pablo Kreimer, Séverine
Louvel, lvan da Costa Marques, Ana Spivak, Hebe Vessuri.

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miemos y de innovación, pero también de poder intervenir en ellas pulsan al estudiante a una tarea de investigación. Aquellos que se dirigen
como actor profesional y ciudadano responsable. ' hacia la investigación descubren, sobre la marcha, otro aspecto de las
_Esta obra pr?ve~ los marcos de análisis que permiten descifrar lo que ciencias y todo lo que es necesario saber para llegar a ser un buen inves-
s~ Juega en las ciencias ~ las técnicas, y alrededor de ellas. Se interesa por tigador: los métodos, la negociación con los colegas, el saber hacer empí-
dif e~ent~s for'.n:s ~e amc~lación ~ntre ciencia y sociedad (emergencia de rico, las instituciones y las redes de la ciencia, los estilos de escritura.
l~s ciencias, d~namicas ~e mnovaci~n, democracia técnica) y por los prin- Sobre estas cuestiones, la historia, la filosofía, la sociología, la economía,
c~~alesmec~ms~os s_ocialesqu~ aruman y hacen vivir las ciencias (institu- la lingüística proponen sus análisis. Este manual se dirige, pues, también
c10n, orgaruzac10n, mtercambios entre investigadores, construcción de a estos investigadores en ciernes.
contenidos, prácticas con~retas ... ). Con este manual, los docentes dispo- Ciertos discursos de la filosofía que proponen una concepción gene-
nen de una obra que permite responder a las crecientes demandas de nues- ral y universal de la ciencia y la proponen como norma a seguir por los
tros colegas de las ciencias de la naturaleza y de ingeniería. Está recomen- investigadores son nefastos . Por una parte, producen una mistificación
dado para la formaci?n científica y tecnológica, pero también para preparar de la ciencia, muy diferente a las prácticas científicas efectivas, siendo de
a_las~turas generac10nes de sociólogos para abordar las cuestiones de las poca utilidad para guiar concretamente al investigador en su trabajo. Por
ciencias y las sociedades que muchos habían tendido a abandonar. otra, esta concepción general de la ciencia, fomentada para luchar contra
Este manual provee de un abanico de instrumentos de análisis con- las pseudociencias y contra el irracionalismo, está tan alejada de las prác-
ceptos y m_étodos; y distintas referencias sobre los autores, las corrientes ticas científicas concretas que pierde su credibilidad. A falta de una re-
de pens~~ento y los debates que las animan. El lector podrá compren- presentación filosófica próxima a aquello que puede efectivamente ob-
der Y utilizar tanto la aportación de Robert Merton sobre la institución servarse o practicarse, el investigador reflexivo o el observador externo
de ~as cjen~ias como la de Bruno Latour sobre la construcción de redes corre el riesgo de ser conducido hacia el peor de los relativismos: «si no
s?c10_-tec~cas._Descifr_ar e~ funcionamiento de· los mercados de trabajo hay una ciencia universal, entonces todo vale». La sociología de las cien-
cient~~co ilumma las c1en~ias tanto como examinar la cultura material y cias, por el contrario, propone análisis realistas de la actividad científica.
cog~itiva ~e un laboratono. Igualmente, determinar el papel de las inte- Si unos docentes temen que la sociología de las ciencias ahuyente a
r~~c10~es lmgüísticas en la ciencia en desarrollo, de las prácticas de edi- sus estudiantes por proponer una imagen menos edificante de las cien-
c10n científica o de las interacciones entre científicos y profanos son cias, otros preconizan su estudio a los jóvenes investigadores porque su
otras tantas _entradas analíticas que van mucho más allá de las aportacio- realismo estaría destinado a construir mejores investigadores en condi-
ne_sde la epistemología y de la ética. Este manual no busca la erudición . ciones de actuar en el mundo científico y en la sociedad. Este manual
Ni bu~ca tampoco elaborar o defender una teoría general de la ciencia conducirá a algunos a romper el mito que les había atraído hacia una
c~alquiera que sea: epistemología racionalista, relativismo, constructi- carrera científica pero otros se apasionarán aún más por la investigación
vismo, relacionismo, neo-institucionalismo. Al contrario se trata de es- y su funcionamiento . Les ayudará a tener may or lucidez: las ciencias y
tud,iar Y d?cumentar_ una diversidad de procesos y de m~canismos que las técnicas plantean problemas (éticos, políticos, económicos y sociales)
estan funcionando, srn pretensión de generalidad, pero muy útiles para en relación a los cuales no son fecundos ni el mito racionalista mistifica-
comprender las corrientes aplicadas. dor, ni el relativista radical y escéptico.
Es importante comprender qué quiere decir hacer ciencia. La mera Más allá de la formación científica y sociológica, esta obra se dirige a
exposición del estado de los conocimientos, como se hace en la enseñan- todos aquellos que se preguntan sobre la sociedad del conocimiento: el
za Y en las pro_ducciones_de divulgación científica, no es suficiente para incrementcrde las controversias científicas y la cuestión de la evaluación
comprender ~orno han sido elaborados. La imagen de la ciencia que se son ejemplos de la preocupación del público. La obra propone una serie
h_ace_elestudiante en sus cursos, a menudo tiene poco que ver con la de acercamientos susceptibles de aclarar esas cuestiones de articulación
ciencia tal como se practica. Incluso los trabajos prácticos raramente im- entre ciencias y sociedades.

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Los giros de la sociolo gía de las ciencias al., 2000) y hasta «One more turn after the social turn » [Un giro más
después del giro social] (La tour, 1992) o la crítica de Pinch (1993) a la
Este manual presenta diferentes maneras de estudiar las ciencias, pero no mirada del reflexivista Woolgar: « Turn, turn, and turn again: The Wool-
es ni una historia de las ideas, ni una sociología de la sociología de las gar formula ». Se podría así hablar de «normative turn » [giro normativo]
ciencias . Sólo fragmentariamente evocaremos las relaciones entre los a propósito del crecimiento de los comités de ética y de la lucha contra el
análisis sociológicos y el compromiso social de sus autores. 2 Tomar la fraud e científico. El recurso a esta idea de giro es utilizado tanto para
sociología de las ciencias como objeto de estudio sociológico es otro den unciar una deriva (racionalista, cognitivista, reduccionismo socioló-
proyecto. Un análisis de ese tipo, como el caso de la economía de la salud gico o el impasse de la reflexividad ), como para mostrar que se ha produ-
en Gran Bretaña (Ashmore et al., 1989), muestra lo interesante que re- cido un cambio (giro semiótico, pragmático ).
sulta dar cuenta de la construcción de programas de investigación, de la Si el ámbito ha evolucionado mucho , las principales escuelas que lo
int~rvención de los inve tigadores en los media, de la puesta a punto estru cturaron siguen estando activas y corresponden a los siguientes en-
?e 1~str~mentos destinados a la acción y a la inserción de jóvenes en las foqu es:
mst1tuc1ones de la sociedad.
Los estudios sociales de las ciencias han diversificado sus enfoques en
diá logo con otras disciplina . Los filósofos se han interrogado sobr e la La ciencia como institución social de la producción de conocimien -
naturaleza del desarrollo de las ciencias escudriñando los razonamientos tos racionales. Los científicos, productores críticos de enunciados
científicos y su normativa intrínseca. Los historiadores reconstru y en las verdaderos, actúan en virtud de las normas de su institución y de
trayectorias de las ideas, de los saberes y de sus instrumentos. Los eco - un objetivo: el prog reso sin fin del conocimiento.
nomistas exploran las relaciones entre las ciencias y las dinámicas econó - La ciencia como sistema de intercambios. Los científicos están
micas . De una disciplina a otra, los análisis se complementan O se enfren - motivados por la acumulación de credibili dad científica y llegan a
tan. Los debates académicos se encuentran también en el seno mismo de ser racionales gracias a los intercambios y a la intensidad de la
las discip linas: en filosofía de las ciencias (racionalismo, realismo), en compe tencia entre ellos .
~conornía (neoclásica, evolucionista) y en historia (historia interna de las La ciencia como reflejo de las culturas y las sociedades : la actividad
ideas, historia social de las ciencias). Algunos desarrollos de la sociología cien tífica y sus producciones se explican por factores sociales
de las ciencias sólo se entienden en referencia a la filosofía de las ciencia s (grupos sociales concernidos, intereses, construcción de consen-
o a los intercambios con la economía de la innov ación. sos socia les locales).
Tampoco hay consenso en cuanto al mejor modo de hacer la sociolo -
La ciencia como conjunto de prácticas socio-técnicas contingentes:
gía de las ciencias. La diversidad de los acercamientos contribuye a ani -
el trabajo científico depende de culturas materiales, de saberes tá-
mar Y a enriquecer la producción cient ífica del ámbito. Varios autores
citos incorporados, de instrumentos y de prácticas concretas (ma-
h_anpublicado artículos u obras tituladas «giro »: «social turn » [giro so-
nipulaciones en laboratorios, redacción de publicaciones) .
cial], «cogniti v e turn » [giro cogniti vo] (Fuller, 1989), «semiotic turn »
[giro semiótico] (Lenoir, 1994 ), «the turn to technolog y» [el giro tecno - La ciencia como construcción de redes socio-técnicas y de colectivos
lógico] (Woolgar, 1991), «the practice turn >> [giro práctico] (Schatzki et de investigación repartidos: el trabajo científico consiste en articu -
lar elementos heterogéneos para producir entidades robustas (ins-
trumentos, enunciados .. .). Los mecanismos de alineamiento y de
2. Por ejempl~, la_defensa de Merton de la autonomía de la ciencia en un period o reconfigurac ión conducen a redes más o menos densas y amp lia-
en el_q~e los totaltransmos se hacían oír en el mundo, o el combate de los ociólogo s das dond e las distinciones clásicas entre naturaleza y soc iedad
relat1v1sras contra la hegemonía de la física.
pier den su p erti nencia.
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El ámbit o pasa globalmente de un estudio en el que lo social es el con-


cepto centra l y organizador de la explicación, a enfoques en los que la
causalidad social pierde todo privilegio. La noción de ciencia, tematizada
como entidad diferenciada, es repensada como un conj unto heterogéneo
y repartido. La sociología de las ciencias pasa así de una sociología de los
científicos a una sociología del conocimiento científico, a los estudios socia-
les sobre las ciencias y las técnicas y a la antropología de los conocimientos
y de las técnicas en la sociedad.

Lecturas recomendadas
Alonso, A., Ayestarán I., Ursúa N. (eds.) (1996), Para comprender Ciencia, Tecnolo-
gía y Sociedad, EVD, Estella. 1
Barnes, B. (1985), Sobre ciencia, Labor, Barcelona .
- (1980), Estudios sobre sociología de la ciencia, A lianza Editorial, Madrid. Ciencia y sociedad: una relación compleja
Gonzá lez, M., López, J.A., Luján, J.L. (eds.) (1997), Ciencia, Tecnología y Sociedad:
lecturas seleccionadas, Ariel, Barcelona.
- (1996), Ciencia, Tecnología y Sociedad: una introducción al estudio social de la
ciencia y la tecnología, Tecnos, Madrid . La ciencia se present a como un a actividad distinta de ot ras actividades
Jasanoff, S., Markle, G., Peterson, J., Pinch, T. (eds.) (1995), Handbook of Science sociales. Es te asun to int erroga desde hace tiempo a los pen~adores qu e se
and Technology Studies, Sage Pub lications, Londres . esfuerzan por comp ren der la sociedad y sus tr an,s~o_ rm a~1? nes. En es~e
Vaccarezza, L. (1998), «Ciencia, Tecnología y Sociedad: el estado de la cuestión en . 't. lo presen taremos algun os de sus anahs1s clas1cos, en par tl-
Latinoamérica», Revista Iberoamericana de Educación, nº 18, págs.13-40.
pnm er cap1 u , . . P
cular, a pro p ósito de las con diciones del desarrollo de la~ c1enc1a~., re-
sentar emos el análisis de Merton, consi derado como el pnmer soc1~log~
de la ciencia, sobr e las relaciones entr e pu ritanismo _Yel pap_el ~el c1ent1-
Otras lecturas citadas fico. D espu és, sigu iendo los tra bajos de Ben-D avi~, no_smcli~arem~s
por la emergencia de las ciencias como activida~ social diferen~iad~: Fi-
Ashmore, M ., Mulkay, M., Pinch, T. (1989), Health and Efficiency. A sociology of
health ecoomics, Open University Press, Milton Keynes. nalment e, pon dremos la atención en los mecarusmos de orgaruzac10n y
Fuller, S., De Mey, M., Shinn, T., Woolgar ,S. (1989), «The cognitive turn. Sociologi- de gobierno de las ciencias en la sociedad.
cal and psychological perspectives on science», en Sociology of the Sciences Year-
book, K.luwer, Dordrecht .
Latour, B. (1992), Aramis, ou l'amour des techniques, La Découverte, París.
Lenoir, T. (1994), «Was the last turn in the right turn? The semiotic turn and A.J.
La emergencia de una actividad social distinta
Greimas », Configurations, nº 1, págs. 119-136.
Pinch, T. (1993), «Turn, turn, and turn again: The Woolgar formula», Science, Tech- En esta primera parte, veremos cómo surg~ la cie~cia ~n tanto q~e fenó-
nology, & Human Values, nº 18, págs. 511-522. meno social,-cómo se instituye el pape l soCial del c1enufico a Pª:urd~ los
Schatzki, T., Knorr-Cetina, K., von Savigny, E. (eds) (2000), The Practice Turn in valores de la sociedad, desp ués, cómo se autonomiza la comu~ida~ ci~~-
Contemporary Theory, Routledge & Kegan Paul, Londres. tífica con respecto a la sociedad, cómo e_n~u ~eno emerge la mSt1tucion
Woolgar, S. (1991), «The turn to technology in social studies of science», Science,
del laborator io y la insta uración de las d1sc1phnas.
Technology, & Human Values, nº 16, págs. 20-50.

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La ciencia: un fenó meno de la sociedad de los rendimientos de la producción en las fábricas. La ciencia sería
La idea de ciencia está asociada a menudo a la idea de un mundo aparte. La entonces un fenómeno social e histórico ligado a una forma particular de
imagen del sabio aislado, apasionado por cosas incomprensibles, o la del organización de la sociedad. .
genio, encarnada por Einstein, marca todavía nuestra percepción de lo Karl Marx (1818-1883) estableció también, una correspondencia en-
qu e son las ciencias. Parecen ser actividades misteriosas y los científicos tre un estado del sistema social (el modo de producción capitalista) y un
seres extraños . Las ciencias serían una forma distinta de conocimiento. estado del sistema de conocimiento.
Ahora bien, desde hace tiempo, los pensadores sugieren que la emer-
gencia de la ciencia es un fenómeno social e histórico, y que el sistema del El papel científico : un producto de los valores
saber depende de la estructura social.
En los años veinte y treinta, el sociólogo Rober K. Merton (1910-2003) se
preguntó sobre los orígenes culturales e históricos de la comunidad cien-
tífica. Describe la ciencia como una esfera de actividad social y cognitiva
diferente de las otras formas de actividad y de creencia. Caracterizó el cli-
ma social que favorece su emergencia, así como las condiciones técnicas
que la hacen necesaria. Ésta se constituye como esfera de actividad autó-
noma, capaz de resistir a las iníluencias externas; y proclama y defiende los
principios de independencia, de rigor y de pura racionalidad.
Merton funda su análisis en el estudio de los orígenes de la comuni-
Figura 1. Evolución de la naturaleza del saber y del tipo de sociedad dad científica en el siglo XVII, en Inglaterra, analizando las biografías de
los miembros de la elite británica, la actividad de la Royal Society (fun-
dada en 1645), así como sus trabajos, inventos y publicaciones . Subraya
Para Auguste Comte (1798-1857), por ejemplo, el espíritu humano y el fuerte crecimiento de los saberes técnicos, de las competencias y del
cada rama del conocimiento pasa por tres estados: teológico, metafísico equ ipamiento, en las minas, en la industria metalúrgica, en la construc-
Y positivo. En la fase teológica, los fenómenos naturales son explicados ción naval y de armamento, desde los años 1620. Merton pone, también,
por fuerzas o por seres semejantes al ser humano: dioses, espíritus, an- una particular atención en los valores, creencias y sentimientos que mar-
cestros, demonios. En la fase metafísica, estos se explican por grandes can este periodo de auge de las ciencias y las técnicas.
causas Y por entidades abstractas como la Naturaleza. Mientras que en la Construyendo un cuadro en el que se cuantifica la evolución de las
fase de la ciencia positiva el ser humano observa los fenómenos y esta- elecciones de carrera hechas de las elites sociales inglesas, observa, en la
blece entre ellos vínculos en forma de leyes. Renuncia a encontrar las primera mitad del siglo XVII, que las categorías «ciencia » y «medicina y
causas absolutas. Las matemáticas, la física y la química fueron las pri- cirugía » obtienen un éxito creciente. La elite se vuelve hacia la ciencia
meras en entrar en el estado positivo, dado que los fenómenos serían más antes que hacia el ejército o la marina, las artes (pintura, escultura, músi-
simples de pensar. Las ciencias que se acercan a asuntos más complejos, ca, poesía, prosa), la educación, la historiografía, la religión, el saber es-
como los fenómenos sociales, ineluctablemente verán imponerse el pen- colástico, el derecho o la política. Según Merton, el fenómeno se explica
samiento positivo, pero más tarde. En el estado positivo, el científico por la valorización del papel social del científico y por una forma de
impone su veredicto a los ignorantes . Estos estados de saber se corres-
reconocimiento de la sociedad hacia esta actividad. Se produce en esta
ponden con las etapas de la evolución de las sociedades: la sociedad teo-
época una convergencia entre los valores del puritanismo inglés del mo-
lógica y militar para los dos primeros, organizada según la costumbre; la
mento (interés por los asuntos terrenales, rigor, condena de la ociosidad,
sociedad industrial para el tercero, organizada alrededor del crecimiento
libre examen y distancia en relación a las tradiciones y al utilitarismo) y
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los de la filosofía naturalista y las ciencias experimentales. Esos valores sias; los universitarios están reagrupados en corporacione dotadas de su
que colocan la experiencia en la cumbre de la jerarquía de las formas del propias reglas de funcionamiento. En la Edad Media y en un contexto de
sabe1; impregnan a los fundadores de la Royal Society; se reconocen en renacimiento urbano con las asociaciones gremiales, la Universidad surge
el movimiento baconiano (desde 1640) y en la educación científica. Las como corpora ión de maestros y aprendices para el aprendizaje intelec-
convicciones de la época, en lo que se refiere a la misión confiada al ser tual. Se apoyan en los métodos desarrollados desde el siglo XII: plantea-
!rnmano de pe~feccionar el -~estino de la humanidad, convergen con la miento de un problema (quaestio), argumentación en torno al mismo
idea de una me1or comprens1on y control de la naturaleza. La idea de una (disputatio) y búsque~a de una con~lusión sintetizado~a (conclusio)_.,El 1
c!encia de la ~aturaleza, que estudie el orden y las regularidades, es aso- gremio de maestro elige los aprendices y los educa hacia la graduac10n,
ciada a las virtudes de una nueva profesión que se dedica a ella. Para la cual les habilita para enseñar. La validación papal de los grados otorga
Merton, el auge de _laciencia como esfera de actividad distinta y la de un a los egresados una dimensión supraterritorial y los libera de los poderes
nuevo papel prof~s1?nal en la sociedad se explican menos por la afluencia eclesiásticos locales. Al mismo tiempo, los gremios de estudiosos reciben
d_enuevos conocimientos que por la orientación de los valores de la so- la protección de reyes y los promocionan para el desarrollo de la buro- ¡
ciedad y por _lastentativa~ de los miembros de la Royal Society de justi- cracia. A partir de privilegios y franquicias reales, logran una indepen-
ficar, _ante Di?s, l~s cammos de la ciencia. Los valores puritanos que dencia y autonomía jurídica respecto a los poderes civile locales y los l
comb~~an raci?nal~smo Y_~mpirismo, favorecen el método científico y concejos municipales. Gracias a esa doble protección, papal y real, las 1
rehabilitan la ciencia empmca desacreditada en la Edad Media. corporaciones univer icarias se benefician de una autonomía económica, \
Las conc!us~ones de Merton'. similares a las de Max Weber respecto al administrativa y jurídica. Maestros y aprendices e mueven por toda Eu-
auge d~l c~p1tah~mo e~ ~lemama, conducen a la idea de que el desarrollo ropa, hablan un mismo idioma, el latín, pa an de una universidad a otra,

d_e ciencia e~ta ~on~tcz.onadopor la valorización religiosa de ciertas ac- y de arrollan una imagen de la Cristiandad como una cultura uperior
tividades .. La 111st1tuc10nalizaciónde una actividad esotérica, potencial- unificada. La universidad surgió así como una institución docente reco-
m~nte peligrosa para el poder y cuyas consecuencias prácticas aún no es nocida por autoridad del Pontífice y del Rey. Además de la universidad,
evidente, se da por supuesto. La valorización religiosa crea las condicio- existía el studium generaLe (centro de estudios), un lugar donde se ense-
nes _favorables ~ara el desarrollo de la ciencia y del nuevo papel social del ñan sabere . El studium está con tituido por un municipio, una orden
s~b 10_.Esta tesis se opone a la idea común según la cual el éxito de la religiosa o un obispo, pero no tiene una dimensión internacional tan
ciencia pa~a re~~lverlos pr~blemas habría provocado su reconocimiento grande corno la de la universidad.
Y su_valonzac1on en la sociedad. La aparición de la ciencia moderna se En París, la Universidad posee varios cientos de maestros. Su papel de
~xp_li~a,por el contrario,_por los valore de la sociedad que obligan a los abio seglar es el de buscar la verdad mediante la crítica de las ideas de sus
md1V1duos.El papel social del científico está definido por un conjunto pares, mientras que su comportamiento está controlado por su comuni-
de normas de comportamiento. dad. Su papel ocia] no está a ociado a ningún otro papel ligado al poder.
La confrontación de ideas es posible porque no son absorbidas por la
La comunidad científica: el fruto de la autonomización necesidad de justificar su papel en la sociedad . La erudición, pues, es una
vocación y una ocupación de pleno derecho en el seno del espacio social,
El ~ociólogo Joseph Ben-David (1920-1986), en The Scientist's Role in dedicada a la formación, al debate y a la duda, creando así las condiciones
!º;ety (l 9?0), sugiere que hay que asomarse a la historia de las universi- favorables para una investigación autónoma. Los filósofos ganan de esta
a1 e~ para comprender la emergencia de este nuevo papel social y la manera su autonomía frente a las autoridades religiosas. Lo nuevos cien-
ve oc1dad de su propagación fuera de Inglaterra.
l L f ., · fi
ª orm~cwn cientí ca e tá ya organizada en las Universidades, de
manera au tonoma con respecto a los poderes de los Príncipes y las Jgle-
tífi os reproducen el mismo sistema diferenciándo e de lo filó ofos.
En Italia, los abios conforman una alianza con artistas e ingenieros.
Esos sabios e convierten en un recurso intelectual y social. Contribuyen
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a resolver los problemas combinando el conocimiento de textos clásicos,
la experiencia y la explicitación de los principios que están funcionando Del can.sma de la revolución
... científica a la institución
en distintos fenómenos: perspectiva en arquitectura, dinámica de apara- de los laboratorios y las d1sc1plmas
tos, anatomía ... Los sabios son así admitidos en las cortes de los prínci- . . ractica de manera dispersa en las Acade-
pes. Entre el siglo xv y el XVII, grupos de sabios se desplazan por Europa En el siglo XVIII la ciencia s: p. al<>unasUniversidades del norte
1 de los pnncipes, en o .
buscando contextos compatibles con su ideal de sociedad. Ven en la filo- mías, en as cortes .. 1 Se desarrolla alrededor de jefes cans -
n casas parucu ares . . , d •,
sofía experimental el medio de incrementar el conocimiento del ser hu- de Europa
. y ele falta 1a orgamzac10n
. . , y un sistema de formac10n e JOVe , -
mano y la naturaleza. El encuentro entre los intereses de sus grupos y de máucos,. pero
1 f lt por tanto contmm a .. 'd d La aparición de nuevas teonas
.
sus anfitriones explicaría el reconocimiento de su papel social consisten- nes sab10s; e ª, ª.'
en física y quimica, com man ~ b.' d experimentación y matemática, no
te en el estudio de la naturaleza, mediante las matemáticas, la medida y la b. nada su estructura social. . .
experimentación antes que en el estudio de las vías divinas o del hombre camE ianl en 1 . .
si lo XIX a ciencia vue lve al seno de las Uruversidades porra-
.,
mediante la interpretación de los textos. Las Academias de ciencias se n e l' g· ' que cientl
ás . 'fi cas. Los prota<>onistas
'o de una renovacion
crean desde comienzos del siglo XVII, concretamente: la Academia Dei zones po i_ucas.:;:des los filósofos y los científicos, tratan de establecer
Lincei (1603) y la Academia del Cimento (1651). de las Umversi . ' 1es a1servic10
. . del Estado. Lamentan el retraso de
. rofes10na
La revolución inglesa, no obstante, tiene un lugar particular porque formac10nes p ,. 't ·a En Fnncia son atacadas por
1 Universidades y su cntica auton an . , . ' . . -
conduce a la fusión del cientifismo y los valores religiosos del puritanis-
mo, fusión que legitima el reconocimiento de la ciencia, de su papel en
la sociedad y de su valor. De una actividad individual y autodidacta, la
1:: molucio~~áos
~o.tanto
queinscit~~:~:;:t~:::•:;i~t:c~7t7:~::
r as y matemaucals, Riruciallm~~tecoenl
smarco de una filosofía de la idea de
~:n
h bT d or a evo ucion en d
práctica de la ciencia experimental se transforma en una actividad reco- re a i ita as p 1 P r , ·ca y la Escuela Normal Superior, crea as
nocida y colectiva. La creación de la Royal Society en Inglaterra (1662) Progreso. La Escue a o itecru . d Academia donde las elites de
t xto forman un nuevo upo e 1
y después la Academia de ciencias en Francia (1666) se inscriben en este
movimiento de institucionalización de la ciencia. Los científicos se pre- : :::ó~o:e
:so:ian
aloscientíficos~•~
b1llan'.e:
P"~;e{~;:c~~;:¡~ª
formación profesional. Con las teonas e avo1S1ery , . los
sentan entonces al resto de la sociedad como una comunidad homogé-
nea, regida por reglas (una estructura normativa) y un control social cidencia perfecta de la teoría matemáticab y de los tdi·e antoes
t::~i:~~;;idad
d • · d' en de un sa er que
interno. Reivindican el reconocimiento de su papel y de su autonomía profesores e ciencias ispon . b formación para la ¡
, . 1 . N hay sm em argo, una
en la sociedad. El recurso a las matemáticas les permite distinguirse de como la gramatica atina. 0 ' . d · bio cientí-
investigación, que sigue en la~ Acaderruas (lugares e mtercam
otros intelectuales y de sus enfoques doctrinales, así como de diletantes
fi ) en los laboratorios pnvados. U .
y charlatanes. Esta comunidad científica se construye al margen de la coEny A lemama . func10nanos
. . Y filósofos se alían para crear la nueva m-
Universidad, todavía dominada por las disciplinas clásicas, pero sin em-
'd d de Berlín ' concebida como una gran A cad erru·a, compuesta .. por
bargo depende de estas mismas Universidades dado que no disponen de versi a . ' . . a en ella tanto menos sltlo cuanto
un mecanismo institucional específico para reproducirse. sabios creativos, pero la ciencia ocup _fi d t do lo que merecía ser co-
En diferentes países europeos, la comunidad científica reivindica su que los filósofos piensan haber ya um ca ~ o , Francia na-
'd una filosofía de la naturaleza. Alh, no mas que en 1,
neutralidad y su autonomía escogiendo a sus miembros, pero se aísla noc1 o en ' . . , s· b rgo a am-
d nizar la investigacJOn. m em a ,
parcialmente de otras instituciones, particularmente de las Universida- d~e-~arece preoc;pr~ _eº~!:ad de Berlín el centro de la vida intelectual
des, a las que critica. Se refuerza también excluyendo a los aficionados. bicion de hacer e a ruve . de la derrota política y militar debida a las
Las Academias se convierten en lugares de intercambio entre científicos
donde se realiza la evaluación de sus trabajos. Esta comunidad científica
se construye también como comunidad internacional.
al
in::::~es
.
(como consecuencia
napoleónicas)
incita
alosotrns
Estados
alemanes
.ª~e
.d des ara formar los profesores de los Gymnasiu '
;::d:
f

sus U ruv_ersi ~,, a lpa F acu ltad de filosofía (que comprende las letras y las
la preerrunenc1a
20
21
ciencia ) sobre otras focultade (teología, derecho y medicina). Las Uni- . econocidas o que no anuncian la creación de una nueva discipli-
p linas r , , . .
ver idades comienzan entonces a competir por atraer a los mejores sabios ridiculizados y descartados del acceso a las catedras umvers1ta-
na, son . . . .
jóvenes que apenas encuentran otra salidas, dada su precaria situación • L constitución de fronteras entre las d1sc1plmas caractenza este
n as. a . · 1
económica. Los seminarios que organizan las Universidades se convier- ·stema de laboratorios en competencia. Imitado en otros ugares,
W ~S l .
ten, junto a los laboratorios concebidos como apoyos pedagógicos para la la concepción disciplinaria se expande por todo el mundo, particularmente
enseñanza (en fisiología y en farmacia), en lugares de investigación y de en la enseñanza universitaria.
ciencia experimentales consideradas indignas de la Univer idad. Hacia
1825, emerge así, de hecho, una red de laboratorios sin que haya sido con- Organi zación local de la producción de conocim ient os/
cebido para la investigación. A resultas de una nueva organización de la evaluación transnacional
investigación, los laboratorios en competencia acrecientan enormemente
Esra concepción de la organización de la ciencia, mediante laboratorios,
d · r
la productividad científica, llegando a sobrepasar a Francia. Hacia 1860, disciplinas y teorías en competencia, se sustrae a 1~d~ la Aca_ err:1a,J ar-
las ciencias que se practican en estos laboratorios comienzan a desarrollar ma de autoridad superior que evalúa los descubnrruentos ~1ent1ficos a
aplicaciones prácticas en química, en medicina y más tarde en electrici- arti r de criterios formales y generales. Las Academias, sin embargo,
dad. E te sistema de investigación universitaria es copiado en Gran Bre-
:ierd en su influencia, con excepción_de ~aRoyal Socie_tyde Londres Y de
taña, Francia y Estados Unidos. En distintos lugares, la investigación se
la Academia de ciencias sueca (que msntuye el Premio No bel en 1901 ).
acerca de hecho a la enseñanza, en tanto que la ciencia es considerada de
Son reemplazadas progresivamente por la circulación inte~na~ional de
utilidad mientra que sigue autónoma.
ideas (publicaciones, congresos) y la búsqueda de reconoc1m1ento por
Hacia 1830-1840, el sistema de cátedras, en número limitado y mono-
polizado por los profesores que las ocupan durante 30 o 40 años, impul- los cient íficos.
En el seno de las Universidades, Escuelas y laboratorios, la investiga-
sa a los jóvenes a crear nuevas e pecialidades científicas, justificando así
ción y la formación se despliegan de forma disciplinar, mientras. que la
la creación de nuevas cátedras. Se a iste entonces a una proliferación de
eva luación y la atribución de reconocimiento pasan por una multitud de
di ciplinas científicas.
din ámicas colectivas que movilizan normas de evaluación próximas a las
1 Hasta ese momento la ciencia había conocido dos formas institucio-
de las antig u as Academias: la perspectiva empírica preva lece sobre el_en-
+'nales: 1) la de la comunidad científica, homogénea, regida por las reglas ganche a una teoría existente. La formulación de nuevos consensos c1~~-
y un control social interno, autónomo y reconocido por la sociedad. Su
tíficos no es monopolio de la Academia sino el resultado de la agre~ac1on
modelo es el de la Academia de ciencias como lugar de di cusión cientí-
y de la confrontación de múltiples evaluaciones en el seno de revistas Y
fica y de reconocimiento por lo pares. Su éxito se debe a su capacidad
de sociedades científicas, lo cual favorece a las ciencias como actividad
para imponer una orientación cognitiva que excluye la metafísica. Por el
distinta y fuente de su propia autoridad. Este hecho lleva a Ben-David \
contrario, fue incapaz de producir de forma significativa la ciencia que
(1997) a sugerir un modelo de análisis de la dinámica de las cienci~s que
ella preconizaba y de reproducirse. Sin embargo es ésta la que recibe
se funda en dos elementos: 1) la competencia en el seno de un sistema
la mayor atención por parte de los primeros sociólogos de las ciencias.
académico descentralizado y competitivo. El sistema norteamericano se-
2) La de los laboratorios universitarios en competencia y asociados a la
ría, desde este punto de vista, el que más desarrollase la profesionalidad
enseñanza, cuyo éxito se refuerza por el hecho de atraer a los mejores
del investigador. 2) Los mecanismos transnacionales de evaluación, dife-
estudiantes y por las aplicaciones prácticas que salen de ellos. Estos labo-
ratorio conforman un subsistema singularmente autónomo, que final- rentes de la organización efectiva de la investigación, atrapada en las
mente tendrá la preferencia de los científicos del mundo entero . El mis- contingencias locales y nacionales. Estos mecanismos de evaluación in-.
~

mo se traduce en un desarrollo acelerado tanto en la investigación básica dependiente compensan el hecho de que la investigación, libre y no ut1-
como en la aplicada. Los descubrimientos que no corresponden a disci- Ütaria, dependa localmente de sistemas de autoridad singulares. Este mo-

23
22
Algun as naciones, como Al_eman~a,ponen mu~has esperanzas en la_s
d~lo ,conduce a la hipótesis de una independencia de la investigación . · las tecnologías. Los mvesugadores son mcorporados al servt-
1 ciencias Y . . .
científica respecto a los valores de la sociedad. • d los militares y del desarrollo industrial. Thomas Ed1son crea Men-
~: p:rk en 1876; Hochst y Agfa co_ntratan a químicos desde 1875; ~ayer
dispone de una quincena en 1881; ~gualmen~e, Kodak, Standard Oil, Du
Las regulaciones societales Point de Nemours, General Electnc y Westmghouse reclutan a nu~ero-
sos investi gadores en el cambio del siglo XIX al XX. En 1914 Franc1~ crea
Veamos ahora cómo la actividad científica se articula con las instancias la Comi sión superior de inventos de_inte~és ?ara la Def~~sa Nacio~al.
políticas y económicas a lo largo del siglo XX. Se trata de identificar algu- Otros paí ses europeos y Estados Umdos msutu yen comisiones equiva-
nas de las formas de regulación societal de la actividad científica en la
soc~e~ad, de saber los mecanismos e interacciones que aseguran el man- lentes. dº 1 la · · \
Sin embargo, después de la Prime~a ~~erra Mun 1a s ciencias se
temmiento de un equilibrio o, por el contrario, que lo perturban. sumerg en en un ambiente social de destluswn. _L~s, alemanes, en:rent~dos
fracaso militar brutal, cuestionan la asociacion que se habia for¡ado
au n 1 . 'fi d
La «República de la ciencia» entre ciencia, industria y poder de la nación. Se acusa a os c1ent1 cos e
haber perdido la N ación, y las instituciones científicas son amen~z~das
En el paso del siglo XIX al XX, la ciencia se realiza en las universidades
mientras sale a la luz un movimiento de retorno a los valores romant1cos
pero también en las empresas que se han dotado de laboratorios de inves~
y espiritual es. Por todas partes s~ qu_iebra la creencia en un pro~reso
tigación. industrial. El ~apel del científico dedicado a la investigación es
humano continuo fundado en la ciencia . Se habla de una «moratona so-
reco~oc~do. Los mec_amsmos de evaluación, transnacionales, aseguran su
bre los inventos» (Barber y Hirsh, 1962). Occidente atraviesa una ~e~re-
relativa_mdependencia frente a los regímenes políticos locales. La ciencia
sión económica y los científicos conocen un periodo de paro _aca~emico.
se convierte en tei:11~de orgullo nacional, y es animada por la competición
A p esar de la crisis, las naciones vuelven a investir a las ci~ncias. Son
en_b_us~adel prest1g10. La paternidad de los inventos y de las disciplinas se
creada s nuevas organizaciones: National Re search Co~ncil (~stados
rei~mdica p~ra la ~ación. Lavoisier, por ejemplo, es movilizado para sellar
Unidos ) y el Consejo consultivo de la investigación (Remo Umdo) _en
al tiemp? la _identidad de la disciplina y de la nación francesa: «la química
1915 Institut National de Recherche Agronomique en 1921 (Francia);
es una ciencia ~rancesa». El Premio Nobel también se convierte en objeto
desp~és, l'Office National de la Recherche Scientifique, industrie_lleet des
de competencia entre países . Esta búsqueda de una identidad colectiva
inventio ns en 1922. Numerosos científicos hacen todo lo posible para
naci~nal graci_:1sa la~ ciencias se encuentra también en otros países como
impuls ar a sus gobiernos a financiar la investigación. Progre~i:ai:nente,
Per~, en los anos vemte, con la creación del instituto peruano de biolo gía
los estados crean nuevas instituciones científicas que son tambi en instru-
andma ~~ueto, 1987, 1994). La ideología nacionalista y el apoyo" de la
mentos de política científica que conceden medios para la investiga~ión.
Fundacion Rockefeller conducen a sacar provecho de la situación del país
La investigación industrial se vuelve una apuesta económica a part~r de
Y a em~render programas de investigación originales (estudio del com- los años treinta; el 52% de las empresas norteamericanas dicen pracuc:ir-
port~rmento de los seres humanos que viven en zonas de gran altitud).
la mientr as emplean, para este fin, a 33.000 personas.
Simultáneamente a estos impulsos nacionalistas, se actualiza una ten-
dencia al internacionalismo . Los científicos adquirieron la costumbre de
Sin embargo, en los años tr einta, con el ascenso del nazismo, d_elf :s-
eismo, del comunismo y de otros totalitarismos en el mundo, los científi-
encont~a~se en congresos nacionales e internacionales (primer congreso cos se interrogan a propósito de sus relaciones con la sociedad; debaten
de ,b~tamca en 1864, de ornitología en 1884, de fisiología en 1889, de sobre su responsabilidad social. Algunos de ellos se comprometen en la
q_uumca en 1894, de matemáticas en 1897). Se crean sociedades interna- prep aración de una nueva guerra, mientras que otros (judíos y militantes
c~onales (sis~ología en 19~3, solar en 1904, astronomía en 1909, geogra- de izquierda , por una parte, disidentes comunistas por otra) son perse-
fia y geologia en 1922, rad1oprotección en 1925).
25
24
guidos. Entre 1933 y 1938, 1.800 científicos alemanes son expulsados de , . teóricos de países industrializados y los países del Tercer mundo.
fis1cos . . ., ,
n contra la msubord1nac1on de los pa1ses del Tercer mundo, ex-
la universidad . Se organiza una ayuda mutua científica internacional, Protes ta .
mientras que un nuevo discurso defiende la idea de la ciencia como una da en el seno de la UNESCO, frente a un aliado de Estados U nidos,
presa . .
empresa espiritual democrática y autónoma, liberada de los intereses na- o al ICTP sostemdo por la UNESCO (de Gre1ff, 2006). Este aconte-
acacand . . , . · d
cionalistas (tesis defendida por el sociólogo Merton). En esta línea, debe- . · to pone al mismo tiempo en ev1denc1a los limites de la neutrahda
cun1en ., .
ría ser protegida contra las presiones sociales a cambio de lo cual la cien- de los científicos frente a la política, y los límites de la cooperac1on cien-
cia evitaría cualquier intervención en los asuntos polí ticos . La ciencia es tífica int ernac ional.
invitada a dar ejemp lo como modelo democrático, a la vez que su auto-
nomía se presenta como una defensa de la democracia. El asunto, sin Planificar la cien cia
embargo, es debatido: los científicos temen los pelig ros del aislamiento
En Franci a, después de la Segunda Guerra Mundial, las elites toman con-
en una torre de marfil (actividad que ignora las realidades de la sociedad).
ciencia de la derrota y de su retraso científico y técnico en relación a los
Con la Segunda guerra mundial, en el ámbito internacional, los cien-
norte americanos y británicos. Para combatir este retraso crean nuevos
tíficos de izquierdas, liberales y conservadores se unen para ayudar a los
organism os de investigación aplicada, como el ~omisariado _por la ener-
gobiernos aliados para hacer más eficaz su máq uina mi litar en su objeti-
gía atómi ca, en 1945. En la misma época, el gobierno argentmo crea una
vo de defender la libertad de las naciones. Alg unos científicos quieren
mantener las manos limpias y crean la Sociedad para la libertad de la instituci ón equ ivalente (Comisión Nacional de Energía Atómica, CNEA),
ciencia. Q uieren establecer una R epúb lica de la ciencia a imagen del e instala su s laborato rios en Bariloche, lejos de la capita l. Empresarios
Templo de Salomón imaginado por Bacon (Vessuri, 1997): una sociedad científicos como Louis éel de Grenoble, Marce! Roche en Venezuela o
científica ideal situada en una isla del Atlántico sur, alejada del rumor José Anto nio Balseiro de Bariloche, científicos apasionados, fascinados
de las ciudades. Esa sociedad no debería nada al mundo. Sería capaz de de- por la tecn ología, sin pretensiones políticas particulares, construyen
cidir aquellos resultados de las inves tigaciones que merecen ser comuni- imperios , mientras sus innoYaciones organizacionales locales sirven de
cados al público y a los Estados. Se crean, asimismo, instituciones de modelo para las instituciones de investigación . Otros, más planificadores,
investigación por todo el mundo siguiendo este espíri tu , y donde los promu even la elaboración de un plan nacional de investigación y desa-
científicos disponen de libertad de investigación. Por ejemplo, el Insti- rrollo (I+D), con definición de temas, objetivos y prioridades. Organizan
tuto venezolano para la investigación científica (IVIC), creado en 1959 las comp etencias, subvencionan las investigaciones y establecen las rela-
por el gobierno para desarrollar la investigación básica y aplicada a di- cione s ent re labo ratorios. Otro sector portador de una lógica de indepen-
versos dominios, instalado en un medio rural, lejos de la ciudad de Ca- dencia y de orgullo nacional intenta organizar prestigiosos complejos
racas, con costes importantes (construcción de una infraestructura via- científi cos e industriales en los que, con una lógica industrial, se vinculan
ria, eléctrica e hidráulica tanto como de una administración al servicio al desarro llo de una carrera industrial, por ejemplo, la electrónica en
de la investigación). En la misma dirección, después de la Segunda Gue- Fran cia. La organización de la investigación es objeto de debates políti-
rra Mundial, en Estados Unidos, Vannevar Bush lucha por establecer cos mientras que le son consagrados importantes medios. La noción de
fundaciones sólidas, con una actividad de investigación guiada única- planificación de la ciencia difiere de un país a otro. En Estados Unidos se
mente por la curiosidad. cor responde con la movilización de la comunidad científica alrededor de
Sin embargo los científicos son también actores políticos, por ejem- grand es objetivos, coordinando y encuadrando los esfuerzos; en Francia,
plo, cuando boicotean un instituto de investigación de la UNESCO. Así, se tr ata sobre todo de una gestión centralizada de los medios.
en 1974, tras la decisión de la UNESCO de boicotear a Israel, un grupo E n adelante, las ciencias son consideradas como fuentes estratégicas
internacional de físicos emprenden el boicot del Internacional Center for Para la industria y para la independencia de las naciones. Estados Unidos
Theoretical Physics (1 TP), creado para reforzar las colaboraciones entre aum ent a sus esfuerzos científicos (la parte del P i B consagrado a la inves-

27
26
tigación pasa de 0,3% en 1940 al 3% en 1965, es decir, se multiplica por • 0
. d o se asiste al aumento de los
eno . programas . de
• coope-¡
siete el gasto de I+D y por 200 los gastos federales). Necesitadas de gran- En el nu sm ?
. :{;a mternaaona .
. l La ciencia se con ierte en Bzg Saence con
, ¡ f' .
des medios, las ciencias dependen cada vez más del apoyo que le concede raCt·ón a entil'c
. •as pesa d as» com o los aceleradores de particu as en lSlca,
la sociedad. La política científica se convierte en objeto de debate, espe- sus «maqu inan ·smos internacionales. El CERN, Centro Europeo
cialmente aquel que opone, en los años treinta, al cristalógrafo marxista
· d s por orgaru
gesnon a . o · , en F'isica
11
·
. Nuclear , de Ginebra, emp 1ea a 3000 personas
· de
)
John D. Berna! (1959) y al sociólogo Polanyi. Para Berna! se trata de deJnvesu gac10 f' . . su presupuesto (500 millones de euros en 2000
1 300 son isicos, ¡· l' .
organizar y planificar el marco de trabajo de los investigadores para fa- las cua es. d .
or veinte ,
pa1ses. En el nivel europeo, se ap 1ca . una ogzca
vorecer la creatividad. Para Michel Polanyi (1958), al contrario, hay que e ~n an~1a .~ P ue asa por la creación de grandes equipamientos Y_~ran-
dejar hacer al investigador puesto que la investigación básica no puede de integ,aao~, q p 1 ER Se desarrolla también con la creac1on de
d lab ratonas como e . .
ser guiada -la emergencia de un ámbito es el fruto de iniciativas indivi- es o . t naa·onales: proorama marco europeo, coopera-
d programas in er º L
duales que hayan hecho sus méritos- y conviene confiar en los meca- gran
. ' . es .ona 1so b re 1a A n ta'1·tida' proyecto «Genoma humano ». d as
nismos informales de la comunidad científica. c1on mt ern ac1 . , . :¡:; multiplican (Vinck 1992) para abar ar
d d p eraaon aentt1•ca se '
La fuerte ayuda pública a la investigación entierra el debate hasta los re es e coo ue los laboratorios, a menudo demasiado pequ~11os, no pue-
años sesenta; el punto de vista de Bernal se impone. La cuestión no es problem as q 1 L rogramas de cooperación internacional se desa-
saber si el estado debe o no planificar la ciencia sino cómo hacerlo: iden- dcn resolver _s,oos . ¡ os P, d 1Sur Ellos no habían demostrado mucho
11 n cambien en os paises e . , d .
tificación de temas originales con vistas a producciones tangibles (láser, rro a, or cooperar entre e11
. os, d e tal modo que permanecia la ten encia 1 .
maser. .. ). Los expertos de la O DE recalcan los conceptos de «retraso miceres p . ruºento de los lazos establecidos durante el periodo de co am-
tecnológico» y «ratio de gastos de investigación sobre el PNB». Definen a mant enu ., (N . , 1992).3
. , -lo cual conduce a una relacion Norte-Sur- a1vaez,
un vocabulario y los indicadores (Manual de Frascati, Manual de Oslo)
para comparar los «esfuerzos en investigación» de las naciones. De la
zac10n . .
Pcro inspirados en la experiencia exitosa e a mo~ ,
d 1 U ., E
ron un a reorganización geopolítica con la construcc10n e .
ulºt ea comenza-
M~rcado Ca-
misma forma, con el apoyo del Programa Iberoamericano de indicado- , d 1 S (MERCOSUR)en 1991 entre Argentina, Brasil, Paraguar y
res de ciencia y tecnología (CYTED),la U ESC0 y el Organismo de Esta- mun e ur ¡ d d cooperacion
Uru gu ay. Como consecuencia, se desarrol aron re es e , . º.
dos Americano (0EA) organizan, en 1995, una red iberoamericana de
CyT en la reoión. A finales del siglo XX en Europa, los po_lmcos r~;ºrn-
indicadores de ciencia y tecnología (RICYT)que desemboca especialmen- º . d° P0 /os d e eompetenczas czentl1•cas
Para n sus instituciones constituyen . . d y
te en la elaboración del Manual de Bogotá y la creación de observatorios . , ¡ b · ' blicos y pnva os, a
técnicas y redes de cooperaaon entre a oratorios, pu .
de ciencias y técnicas (Brisolla et al., 1996).
menudo dependientes de especialidades complementanas. .,
No obstante lo anterior, el crecimiento de] sistema de investigación . . 'fi f a profunda mutacion.
La organización del traba¡o cient1 co su re un .
desde los aiios cincuenta se ralentiza, mientras que las enormes inversio-
La ciencia es menos que nunca, obra de investigadores aislado~. Ldapar-
nes concedidas para los programas tecnológicos son discutidas, tanto en
te de artículos' firmados por una sola per ona se re . d uc e a la mita entrel
lo que se refiere a su pertinencia (energía atómica, ingeniería genética) , d b · firmados por a me-
1920 y 1950 mientras que el numero e tra a¡os co - ,
como a su eficacia. Los rendimiento de la investigación no parecen pro - .' . d tar Al ounos de ello estan
porcionales a la inver iones. no cuatro mve tigadores no cesa e aumen · o . .
. d
rubricados por « olaborac1 nes» e van~~ ci~n. . tos de . autores. La c1enc1a
El crecimiento de las ciencias, por otra parte, es tal que nadie es capaz
e , cada vez más, un asunto de organizacwn internacional.
de abarcarlo en u totalidad. El historiador Derek de Solla Price (1963)
señala que los científi os han pa ado de 50.000 a finales del siglo XIX a
má de un millón. El número de revi tas se di para: de un centenar en - en ¡os pr l:,)o-ramas europeo d 1 o que mo~ili -
3. Regina Gusmao (2000 ) ensena ¡ . s ,e d+ ¡ S00 ..lazos
1830 a muchas decenas de miles. El mundo de la c.iencia pare e cada vez . ¡ . _._
1aron a una veintena de pa1 es attnoame11.;a no , ¡0 ua ,.,ene10
o mas e •
más fragmentado . de colabora ión» entre diferente laboratorios.

2 29
. d la formación de ingenieros y en unión con
. aplica as en '
La noción misma de política científica cambia. De la idea de planifi - l S ciencias
Uanª . dustn .a loca l .
cación se pasa a las cuestiones del desarrollo , renon ción y evaluación la ,o · d I sio-lo
del potencial científico y de la infraestructura de im·estigación. En est e . , de disciplinas se ralentiza a comienzos e º
e A \ernania, la creac!O~ . se convierte en una estructura fijada. Los
contexto, el «investigador de base » no es solamente aquel que domina un s.:,O~ · vers1tano · d ·
Y el sistema un1 en su institución contra el nesgo e 111va-
saber y sigue la corre ta metodología científica. o es ya el sabio qu e X • · · os proteg d 11
"tulares un1vers1can , . en una sociedad que espera e e a que
reiYindica una autonomía indiYidual. El investigador moderno trabaja en ti · pracncas
. ' n de \as m aterias . . enseñantes. En e te contexto, se
equipo, en el seno de un laboratorio y en redes, en pro yectos que apren - s10 r de func1onanos y , . .
forme a ~ e ites idcrados como anexos, que facil~tan la pract~ca i~-
de a organizar y a gestionar.
crean ln sntut o cons f res Las ingenierías, excluidas de la u111vcrs1 -
vestigador a para ~os p:: ::t~ble~imientos separados donde se desar_rolla~
Pluralidad de los sistemas universitarios nacionales
dad,son reco n_oc 1das . , directa del Estado los constituye en univers1-
na intervenc1on
Las formas in titucionales y organizacionales de la inve tigación varían hasta qu e u
de un paí a otro, particularmente en términos de equilibrio entre inves - dadestecnol óg icas.
tigación y ensei'ianza, o entre formación general de alto niYel y especiali - - . idad británica articula una tradición de uni-
zación. En Gran Bre tana, l~ u~1vers d I clases medias de las ciudades
d eta crea as por as l
versidades e provm ' ¡· .nvestigación que responda a as
f · les y rea izar una 1 .
En Francia, con la Revolución se instaura una diferenciación entre dos paraform ar pro esion_a . . . , . l· y las grandes universidades
tipos de instituciones: por una parte las uniYersidades y las grandes es- neces1"dad es l oca 1es, sm 1m1tac10n nac10na ' 1 . de la formac10n. , d e 1a
b ·d cu pan en exc us1va
cuelas (Escuela Politécnica, Escuela Normal Superior), y, por otra, los de Oxford y de ~~m n gee:;i:idad literaria, científica o política, sin ~e-
noblez a y los religiosos (cr_ 1 adquieren con posteno-
centros de trabajo intelectual (Colegio de Francia, Museo de Historia . f . 1. d1ata Eventua mente, .
ces1dad pr o es10na mme ' ·. 1 . s en escuelas especiahza-
natural). El sistema está fuertemente centralizado y las universidades
ridad las com pe t encias profes1ona es ~ece_sana o-ran variedad de
quedan relegadas. Desde 1875, los gobiernos conceden márgenes de ma- das) . La flexibilidad del sistema per~tte i~tegrar umnoa de escritores), sin
niobra a las iniciativas locales y privadas; las grandes ciudades entran en . f • ¡ ( to de mo-enieros co
formaci o nes pro esiona es tan
. . f
° d · · que quedan
l de nuevos omm1os
competencia para la creación de nuevas cátedras financiadas localmente.
pasar por el reconoc1m1ento arma . . , 11 . 1Colle-
Las facultades de ciencias crean institutos técnicos que diferencian pro- . d 1 s noemenas con e rnpena
eventu almen te margina os, como ª i O d L d la selección de
gresivamente a las ciudades en función de alianzas con las industrias lo- . s · e0 ll ge e on res, O ,
ge, la medicina con la Univer ity . e d" d de las provincias y
cales . Fuera de la universidad, la Escuela Politécnica forma a ingenieros estudi. ant es veru"dos d e me d"10s saciales iversos, es
altos funcionarios, con saber enciclopédico, encargados de la planifica-
las colonias.
ción y la dirección de los grandes trabajos públicos y milit are . Para res-
. . d d de la tradición británica,
ponder a las necesidades de la industria serán creada otras escuelas de En Estados Unidos las umverstda es proce en · d"1v 1· -
· luso entre m
ingeniero , pero su titulados se vuelven, como los politécnicos, hacia las pero sin embargo, la movili~ad entre las per onas,/;n el si lo XIX pro -
prestigiosas posiciones del Estado, y en ocasiones abandonan el mundo du s de diferentes clases sociale , era mucho mayo · bl ~ · t s de
l.0 · y los esta ec1m1en o
industrial. El paisaje se completa on los Institutos Politécnicos inaugu- liferan lo co\eoi s, mucho d e e11 os re 1o1osos, . d ¡
º l . o constituye un mo e o.
rado por las facultades de ciencias para formar ingenieros en nuevas formación profesionale entre os que mngun bl . ·
. . ., . l . de 1860 se crean esta ec1m1entos
tccnol gía . De pués de la egunda Guerra Mundial, el E tado centrali- La mvest1gac1on es margina · A partir l Jh
. 1 l !T) universidades (entre otras a o n
za y racionaliza mientras rea grandes organismos de investigación fuera P rofesionale ( especia mente e •
M , _e
' y ) • e otros on re f orma -
de la univer idades. Las tradi iones conservadoras de los círculos uni- H pkins Univer ity, de base c1entmca mientra qu
ver ttano parisino predominan, mientras que lejos de París e de arro- 31

30
auto nomía, además del proceso de descentralización estatal hacia las Co-
dos (Harvard). Las universidades compiten para responder a la demanda
munid ades Autónomas. La influencia de las universidades clásicas caste-
social. El modelo creado por la universidad John Hopkins (universidad
llanas (Valladolid, Salamanca) sigue vigente, al mismo tiempo que se im-
de investigación) será continuado por Harvard. La competencia, la imi-
ponen Madrid y Barcelona y que a~gunas ~~versidades p~ivadas se
tación y la diferenciación influyen en el desarrollo de las formaciones
or ganizan por conglomerados. Con la mtegrac10n en la comumdad euro-
profesionales, la introducción de las humanidades y las ciencias sociales
pea, se organiza una reestructuración de las carreras con especialidades de
o de las actividades deportivas y artísticas . Tienden a especializarse y a
ciclo corto mientras que la investigación, siempre en las universidades,
parecerse a empresas que operan sobre los nichos de mercado. El estatu-
recibe impulso para superar la crisis económica que sufrió el país debido
to de los profesores, algunos de los cuales son temporales, diferencia a
al régimen de Franco (Sanz Menéndez, 1996, 1997). Se desarrollan tam-
los investigadores que apenas imparten docencia, los profesores reputa-
bién políticas de investigación y de la tecnología inspiradas por las agen-
~os, los profesionales que enseñan su arte y los administradores especia-
das de las organizaciones internacionales como la UNESCO, la OCDE o la
h~ados. Esta organización es a la vez flexible y frágil por ser muy depen-
Comi sión de las Comunidades Europeas y los modelos lineales del desa-
diente de la demanda social.
rroll o económico a partir de las ciencias, y se construye un sistema de la
investigación y desarrollo (I+D)pero sin integración del sistema público y
~~ ~s?aña, las primeras universidades se establecen en el siglo XIII por
1mc1at1vay apoyos regios en Palencia, Salamanca, Valladolid y Lérida. del sistema del negocio para sostener la innovación.
Durante el siglo XV, el Pontífice se vuelve la instancia de referencia y re- ·
fuerza su influencia sobre las universidades hasta que los Reyes Católicos Latin oamérica
retoman el contro l monárquico. Esas universidades se orientan hacia las La cultu ra maya desarrolló un con~cimiento avanzado, pero ninguna
nece~i~ades burocráticas de la Iglesia y la administración real, con un pre- institu ción educativa asimilable a la Universidad. Al contrario de las
domm10 de la corporación de alumnos de derecho, al con trar io de la uni- Uni versidades europeas de la Edad Media, que surgen en la continuación
versidad parisinas, en las cuales predomina la corporación de profesores del conocimiento heredado de la antigüedad (Platón y Aristóteles), las
y el prestigio de las artes liberales y los estudios teológicos. Con los Reyes Uni versidades latinoamericanas son instituciones exógenas de los con-
Católicos, las universidades ibéricas se vuelven viveros de profesionales quistadores . Los modelos universitarios de la región fueron transferidos
para la adm~nistración y la política en los territorios hispanos de Europa desd e Europa desde el periodo de colonización. Orlando Albornoz
y en las Indias, a la vez que en bastiones del catolicismo (en un contexto (1993) destaca la heterogeneidad de esos modelos. A la región se trans-
de conflictos religiosos). Se multiplican también los centros de estudios fieren los modelos de educación superior de acuerdo con las líneas de
patrocinado~ po~ los prelados o la aristocracia. En el siglo XVII llega ~ colonización y sus varios poderes: españoles, portugueses, franceses, ho-
haber 50 umvers1dades, pero a finales del siglo XVI muchas de ellas des- landeses, y luego los modelos neo-coloniales de Europa, de Norteaméri-
aparecen, en parte por la penuria económica. En el siglo XVIII, se unifor- ca y de la Unión soviética (en Cuba). Esos modelos coexisten hasta hoy
man los planes de estudios bajo el control estatal y se suceden reformas en día. En Brasil, la situación fue muy diferente porque Portugal había
liberales y restauraciones absolutistas. Durante el siglo XIX, se impone
prohibido la creación de universidades y el uso de la imprenta fuera de la
una política educativa centralizada, con un profes orado funcionarial. Por
metrópoli hasta el traslado de la corona portuguesa, a causa de la ocupa-
último, en el siglo XX, con la dictadura, las universidades se vuelven un
ción de la metrópoli por Napoleón. Si la primera universidad de Latino-
inst_rumento a~ ~ervicio del poder vinculadas al régimen franquista y al
américa fue la de Lima en 1551, en Brasil, sin embargo, no se crearon
nac1onal-catolic1smo, pero con las transformaciones sociales de los años
sesenta adquieren una mayor autonomía en materias de docencia e inves-
tigación (Ley Villar Palasí en 1970) y se crean nuevas universidades, entre
hasta el siglo XIX.
Pero la transferencia de los modelos no sólo fue una réplica. De
México hasta Argentina, hubo procesos profundos de mestizaje por los
l
otras, las Universidades Politécnicas . En 1983, la nueva Ley amp lía su
33
32
• Sistemas universitarios con escasa capacidad financiera y eleva-
individuos que t~nían que adaptarse a la región y al poder metropolita -
da prioridad pública: así, en Bolivia y Nicar~gua se ~signan un
no. En la parte hispano-portuguesa, la universidad tuvo una función re-
elevado porcentaje del gasto público educauv~ al s1st:ma ter-
ligiosa y política, pero no tenía que educar a los tecnócratas, solamente a
ciario (32% ). Bolivia se encuentra entre los pa1ses «mas e~for-
los líder:s político-religiosos. Además, el modelo de colegio-universi - zados, peores resultados ». No es así para Nicaragua, gracias a
dad no tiene un patrocinio privado de suficiente garantía y estabilidad
económica. Las universidades evolucionan con respecto a los intereses su esfuerzo financiero.
• Sistemas universitarios con un alto grado de privatización: este
de clerecías locales y de la administración colonial.
grup o cuenta con Chile, Colombia, El Salvador, Paraguay Y
En consecuencia, en Latinoamérica las universidades forman un
c~nju~to muy heterogéneo. Sus recursos, procesos académicos y admi - Perú.
nistrativos, la organización de su autoridad y de su gerencia, los profe - • Sistemas universitarios masificados y de pequeño tamaño: en
sores, los estudiantes (quién ingresa y bajo qué condiciones : edad re - este grupo se encuentran Costa Rica y Re?ública D_ominicana,
quisitos) y los egresados son muy diferentes de una universidad a ~tra. que concentran una baja matrícula en el ruvel superior con una
Además, el incremento de la demanda durante el siglo XX favoreció la reducida plantilla docente y un número elevado 1e
al_u~nos
expansión de instituciones privadas. Se encuentra ahora con universida- por docente. Sus gobiernos parecen otorgar una ba¡a pnondad
des financiadas por el sector privado, sector éste, más o menos relevan- a la educación superior.
te, que acuerda con cada país (O % en Cuba, más de 50% en todos los • Sistemas universitarios poco masificados y de pequeño tama-
otros países, hasta más de 90% en Costa Rica, El Salvador y Guatema - ño : conforman este grupo Cuba, Panamá y Uruguay. El pe-
la), pe:o siempre sumamente heterogéneo. Después de 2000, el 66 % de queño volumen de alumnos y el esfuerzo financiero público
las universidades son privadas (Fernández y Fernández, 2007). Sin em- explica que superen la media regional.
bargo, la mayoría de los estudiantes (64%) se matriculan en las univer-
sidades públicas, pero con fuerte variaciones de un país a otro. Con
¡¡¡¡¡;¡;;¡¡¡;-----
relació~ a los países de la OCDE, hay una tendencia en los países lati- De su lado la institucionalización de la investigación científica en Lati- 1
noamericanos hacia la privatización . En los países del OCDE el estado noam érica 'tiene características particulare_s, estrechamente ligadas a las
invierte sobre todo en las universidades públicas (1,1 % del ~IB contra estructur as de la sociedad del momento . S1mon Schwartzman (1979), en
0,3% en lo privado), en los países latinoamericanos, el apoyo del Estado una perspectiva próxin1a a la de Ben-David, lo muestra en el caso de ~a
es más equilibrado entre los dos sectores (0,7% del PIB en lo público, comun idad científica brasileña de la que ha reconstituido la emergencia
contra 0,5% en lo privado). y el desarro llo desde la herencia portuguesa en el siglo xvm y XIX hasta
Aunque los sistemas universitarios nacionales también se han visto
la institucionalización de la investigación en el país.
afectados por procesos y situaciones similares como la crisis económica E n los países latinos, la puesta en marcha de la institucionalización ~e
de los años 1980 y el incremento de la demanda y que esto llega a que la investigación científica empieza en los años treinta con el estableci-
adopten estrategias similares, las diferencias se quedan grandes de un miento de grupos académicos aislados. Este proceso tuvo un desarrollo
país al otro. Fernández y Fernández (2007) distinguen cinco grupos: temp rano principalmente en Argentina, Brasil y México. Destacaron
grup os de investigación con capacidad para afrontar los retos del mo-
ment o en la investigación internacional. El historiador peruano Cueto

~- S_istemasuniversitarios de gran tamaño: son tres países (Argen -


tina, Brasil y México) caracterizados por su elevado número de
estudiantes y una plantilla docente adecuada para atender a la
demanda.
(1989) lo denominó «excelencia en la periferia ». Así, Bernardo Houssay
tuvo el primer premio Nobel científico de Latinoamérica, en 1947, gra-
cia a su s investigaciones fisiológicas en su universidad pública. En esa

35
34
de la cienci a periférica
época, el modo dominante de la investigación era de tipo artesanal, y la El caso e
.. ndiciones de desarrollo científico en un con~ext~ p -
excelencia de su trabajo se refería a este modelo dominante de la investi-
:El análisis
.
de las co
. e un tema importan
. te de la sociología de la ciencia en
. . , . (D'
gación internacional. El segundo premio Nobel, Federico Leloir, traba - ¡fénco consutu . l'bro Ciencia perifenc a iaz,
jaba también en la universidad pública, pero para contar con un labora - r , .· Hebe Vessun, con su i . . d
Latino amet ica. V . 2007) es una de las primeras investiga o-
torio adecuado, ya que el modo dominante no era tan artesanal, debió V · 1983 essun, · d ¡
'fe-x.eray essun, 'lizado el roblema. Subray a la influencia e con-
ampararse en los recursos de una fun dación privada. El tercer premio res en haber conceptua 1 . .p tres niveles: 1) los conceptos, 2) los
Nobel, César Milstein, en biología molecular, debió migrar a Inglaterra . ltural en a ciencia a r .
texto soc~ocu . . , 3) las instituciones. Su análisis no se irruta pues
a causa de una crisis política naciona l. De este modo, la investigación se temas de invesugaci~n yl . . ·anales y organizacionales que hacen
. . s societa es, msntuci . 1
desarrolla en Latinoamérica con relación a los modelos dominantes a a las con d icione . 'd d . tífica· se propone igua mente
nivel internaciona l, dependiendo a menudo de sus criterios de calidad, . ld rollo de un a acuvi a cien ' .
posibl e e esar . . d ello pued e tener sobre los conteru-
desafíos científicos, orientaciones, formas de organización y recursos. A uent a de la influencia que to o . . ,
dar e . d l s prácticas ciennficas .
partir de los años cincuenta, organismos internacionales como la UNESCO dos de las orientaci~nes ~ e ad 1 . . M arcos Cueto (1989) habla
l 1historiador e a ciencia . .
y la OEA traspasaron las experiencias europeas para disminuir la brecha Igu a mente, e . . ¡· , l desarrollo de las invesugacio -
. la perif eria Ana iza asi e . d
de ciencia y tecnología con EEUU. Introdujeron políticas de ciencia y de excelencia en :!'. ·. b' ' d. sen Latinoamérica financia as
. 1 , en ciencias iome ica 1
tecno logía en Latinoamérica (reunión de Pr esidentes latinoamericanos nes en psico º .g,ia y k f 11 M stra cómo los investigadores loca es
dacion Roe e e er. ue . .b.,
en Punta del Este, en 1967) que llevó a un proceso de institucionalización por 1a fun . l . 'fi desde la periferia, mscn ien-
desarro 11 an estrate g
ias de oo- r o cientl co, .
conocidos internaciona -
1
de la investigación (con planificación de la ciencia, creación de consejos b
• ·d d de los programas re
nacionales de Ciencia y Técnica, profesionalización de las actividades dose en las pnon ª es . t·gador latino debe satisfa-
. l d' · es que un inves i
científicas, confección de diagnósticos e instrumentos de gestión, desa- mente. Analiza as con 1c10n . . . cional traba¡·ando en su
1 conocimiento interna
rrollo de prácticas de evaluación y difusión de resultados) y a la fijación cer para a canza~ u.n re te en el recorrido de investigadores, como el
país. Se centra prmcipalmen l b . _ O waldo Cruz O el instituto
de prioridades tecnológicas. Esas actividades se llevaron a cabo sobre la . B d O Houssay e rasi 1eno s
base del esfuerzo casi exclusivo del Estado y de las universidades públi- argenti no ernar ' e las ciencias de los
. d Al Perú Cueto muestra qu
cas. Se desarrolla la ciencia académica, basada en universidades que parti- de estu d ios e tura en · . 1margen de los movi-
d s no están necesariamente a
cipan en la comunidad científica internacional . Por otra parte, se desarro- países su bd esarro 11a O . . d rrollan según reglas
miemo s científicos internaciona les sino que se esa
lla también una actividad tecnológica, basada en organismos sectoriales,
con planificación estatal, destinada a la resolución de problemas de la so- propi as. , de análisis cen-
p bl K . (1997 1999) propuso otras categonas
ciedad y a la transferencia del conocimiento y de las tecnologías al sector a o re1mer . , . . , de tradiciones científicas en
tr ándose en el estudio de la co_nst1tuc10n 1 ontextos locales
productivo y de defensa. El despliegue de la ciencia está sustentado en 'f , . S tudio coma en cuenta os e
cont extos pen eneas. u es . . · les las migracio -
personalidades científica que mezclan lo académico y lo político-admi- d 1 s relaciones mtern ac1ona '
tanto como la estructur a e ª . b' t e ·investigadores
nistrativo: Jorge Sábato, Amilcar Herrera, Osear Varsavsky, Francisco 1 d 1 s mtercaml 10s en to
nes científicas y la natura eza e O
r
de integración
Sagasti o Marche! Roche, entre otros. Esos investigadores desarrollan, a T · Propone e concep
de países centr ales Y pen eneas. d' .. , • cional del trabajo
su vez, un pensamiento latinoamericano sobre el desarrollo científico y •fi 1 forma de iv1s10ninterna
subordina da para cali car ª , · · s y técnica-
tecnológico; emplean conceptos de la Comisión Económica para Latino- ¡ . t' gadores mas prestigioso
1
qu e observa, en la que os mves , ·féricos y trabajan
américa (CEPAL) y de la teoría de la dependencia. Con la CEPAL, se pre - mente más capaces están localizados en los paises p~n . . , . -
ocuparon de analizar la inserción internacional de la región en términos , . . d 1 actividad de mvesugac10n , rruen
en los segmentos ma runnanos. e .ª ndo el pnvi . •¡egio
• d e un puna- do de
de relaciones de dependencia periférica de un centro y vulnerabilidad de 1
tras que el trab ajo con ceptua sigue sie
la región .
37
36

1
V rant e las ú lt imas décadas,5 el Estado diluyó su acción, al mismo tiem-
laboratorios centrales L inlves_
en el plano internaci~nala · • . ,_n periférica
t1gac10 . está así «integrada » u que otros actores (empresas de alta tecnología, organismos paraes-
, a mismo nempo que 1· · l . . Pº les redes de cooperación científica a nivel internacional, etc.) ad-
hypernormal .• se imita a a ciencia
tata , p ape l es protag?mcos.
quie ren , . . , gu b_ernamenta 1 .ª6 an d ona 1os
L a acc10n
La cuestión de la periferia no se limita a los países del te
En Europa, algunos países ta m 6.,1en se viven
. lant eamientos en térmmos de proyectos nacionales o regionales y pasa
como pe - rcer-mundo.
la ~e~iferia, tal como analiza Santesmases (1997) q~enos odpalrte _de
Puna preocupación gerencial en términos de mejoramiento de la compe-
qumuca en España. para e caso e a 610- :iti vidad y de la productividad, a la vez que comienza a pensar en térmi-
nos d e desarrollo económico y social.
r~~
Durante los años ochenta, la disminución de 1 f .
)'.'pro~uctivas del Estado y la apertura de las ;;o~;ci~nes tgulado-
t1t1v1dad mternacional tuviera . 1111as
a a compe - Espacios de investigación, enseñanza e innovación
de la investigación y sobre 1 n ir.npact? sobre el_financiamiento estatal
La arti cul ación de las ciencias con la sociedad conoce muchas transfor-
se justifica cada vez más en ~s onentac1?nes. La mve~tig~ción científica
macio nes . Este fue especialmente el caso del sistema europeo en el curso
fuerza el liderazgo de los país:: ::p~ctauvas de su aplicación, lo que re-
entre . n e se encuentra una estrecha relación de los últ imos treinta años.
latino:mp~esas y centros , de ~n~~stigación. La investigación académic a
comuni~:rd1c~na ~fiarec~as1 per~fenca en cuanto a su posición dentro de la El espacio europeo de investigación y enseñanza
c1ent1 ca mternac10nal .d d d .
proceso de innovación (Alb y alsu capac1 a e mtegrarse en el Desd e la crisis del petróleo de 1973 y la construcción de la Comunidad
ornoz et a., 1996) A ten d 1
por Suárez et al · (1974) , 1a c1enc1a
• . l atmoamer
. . · or •e o. expuesto Europ ea, las intervenciones públicas en materia de investigación cam-
nerada pero exodirigida. icana es una c1enc1aendoge- bian h acia el desarrollo de una «ciencia útil». Algunos de los programas
naci on ales y europeos de investigación fueron creados para «incitar » a
La , º:ganización de las actividades científicas y tecnol ' .
unos exito · 1 l og1cas conoce los investigadores a reorientar sus trabajos hacia problemas que se plan-
Brasil s_p~rc1a es, ~orno ?s
avances en biotecnología de Ar entina
tean a la sociedad: investigación en energías alternativas, protección del
y Mex1co y la mdustna aeronáutica brasileña s· g ,
representan la generalidad . Según Arellano: . m embargo, no medi o ambiente, apoyo a la dinámica económica y a la creación de em-
pleo. D esde los años noventa, el problema ya no es solamente orientar
hacia tal o cual desarrollo, sino también encontrar los caminos de una
«Esta región carece de programas a la l
explícitas. Cuando existen rgo p azo, de agendas y de prioridades gobernanza global de las ciencias, del dinamismo técnico-económico y
. , se concentran en prog . . l
u_ngenci~dirigidos a la prevención de catástrofes y~ ~:s:l es~:c1daes de con - de la mejora de las realizaciones del sistema de investigación y enseñanza
c1as sociales. Asociadas ª las cns1s
. . economicas
, . de 1 ucion
· , e emergen- sup erior. Se trata de desarrollar sinergias y cooperación, la transversali-
1
pr;:::~~s/e[spo] nEdena situaciones puntuales en las áre:/;: s~7~:,un::~:;:~
Y
nacionales son textos de referencia ~ ~s program~s e ciencia y tecnología
· · · · n su mayor parte l d
5. Vessuri (1994, p. 4) analiza el desarrollo científicoen Latinoaméricadurante el
lítica, los recursos financieros ni l u . erna-':1enta pero sin la voluntad po- siglo XX y propone la siguiente periodización: «durante una primera fase, la ciencia
llano, 2005). , os mcenuvos que los conviertan » (Are- moderna hace su aparición en la región, estrechamente ligada a los principios del
programa del positivismo europeo, como parte integral de los esquemas de moder-
nización política y económica de las nuevas naciones (fin del siglo XIX, inicios del
sigloXX). U na segunda fase se caracteriza por la incipiente institucionalizaciónde la
cienciaexperimental (1918- 1940). U na tercera fase puede ser descrita como la déca-
das del Desarrollo (1940-1960) U na cuarta fase se distingue como la edad de la polí-
4. Sobre las nociones de ciencia normal d . . . . tica científica(1960 - 1980). Finalmente una quinta fase testimonia del surgimiento de
presentación de lo traba¡·os d Th K hy e c1enc1arcvoluc1onana, véase la
, 1o 6.
cap1tu e ornas u n y de 1ª nocion
. , d e paradigma
. en el un nuevo público para la ciencia:el empresario industrial (1980-1990) " -

39
38
e finalmente no ocupen más que un lugar marginal. Si
dad y las redes, así como los centros de excelencia y los polos de investi- ·das hast a qu , . ' . .
fin 1 b · qu e había sido emprendido concluye en resultados im-
gación o polos de competencia . .
b ien el tra a¡o .
l sfuerzos de los países miembros no forman un con¡unto
La investigación común en Europa está marcada por el estableci - cantes, os e ., . .
por D sde 1974, la preocupacion es construir un «espac10 euro-
miento y la renegociación de una serie de Tratados, de naturaleza políti- ·' d 1
c
oherent
d · e. sti·gación»
e ·
a través de la coord10ac10n e aspo l'meas
· nac10- ·
ca, cuya influencia se hace sentir sobre la investigación. Por ejemplo, la o e inve , . d
pe d . te un comité (cREST), que a su vez agrupa a los directores e
preocupación de diferentes países miembros por una compensación jus- nales me ian . ., d 1
d · ·straciones nacionales, creando la Fundacion Europea e a
ta se traduce en una restricción de las ambiciones y por una dispersión de las. a rruru . .
· . ediante la realización de estud10s prospectivos para preparar
la acción, ella misma denunciada y contrarrestada por políticas más vo- Cienci a, m .
, · s eu ropeas y uniendo todas las acciones de I+D en un pro gra-
luntaristas . las po 1iu ca · ·, ·d d
G racias al Tratado de Roma, la Corrus10n de la Comuru a
ma marco . .. • d ·
Europ ea lanza un primer programa-marco que moviliza equipos e m-
. · ' en los diferentes países en lugar de apoyarse en los CCR. Los
50 años de construcción de un espacio de investigación europeo vesugacion ., ..
d eb ates tratan sobre los actores de la investigacwn a movilizar. (lugar de
1952: Tratado sobre el carbón y el acero (CECA) y sobre el átomo las industri as, las PYMES, los individuos versus pequeños equipos o gran-
(EURATOM). Este último es concebido como una base común de des conso rcios) y en los procedimientos a poner en marcha para la selec-
d~sa~rollo . Su historia marca fuertemente la investigación comu- ción de proyectos, la evaluación de programas, la implicación de países,
mtana. los pro gramas plurianuales temáticos, pasand~ por los ~royectos d~ cos~es
1957: Firma del Tratado de Roma, que no incluye ninguna men- comp artid os, redes temáticas y demostraciones (~nmeras reahzac10-
ción a la investigación . nes experi men tales que implican a los futuros usuanos).
1974: Primeras acciones comunitarias de investigación. La or ientación temática de la acción comunitaria se ha transformado
con el paso del tiempo . Con la crisis de la energía de 1973, la Comisión
1983: Primer programa I+D.
lanza un programa de investigación sobre las energías no nucleares mo-
1986: Firma del acta única que contiene un capítulo dedicado a la tivado en la preocupación por la seguridad de abastecimiento. Con. el
investigación . mismo esp íritu, se establecen programas de investigación sobre matena-
1993: Tratado de Maastricht que amplía la esfera de intervención les, el medio ambiente, la salud y las condiciones de trabajo. El compro-
de la Unión Europea en materia de investigación . miso de las industrias se limita al proceso de armonización de las normas
1994: 4º Programa marco (PCRD) que corresponde a una estabili- técni cas. La acción de la EURATOM se reorienta según dos ejes: la seguri-
zación de los compromisos comunitarias en investigación de 3 mil dad nuclear y la fusión (con un gran instrumento de investigación comu-
millones de euros al año aproximadamente . nitaria, el Tokamak (Joint European Torus) instalado en Gran Bretaña.
1997: Tratado de Ámsterdam con una simplificación de procedi - Con la crisis económica de los años setenta y ochenta, los programas
mientos para la investigación. europeos toman una orientación más industrial en favor de las tecnolo-
gías de la información y de la comunicación, y el lanzamiento del pro -
2000: Declaración de Lisboa a efectos de un espacio europeo de la
grama ESPRIT en 1983, en cuya preparación los «camp eones nacionales»
investigación.
(industriales) contribuyen ampliamente. Estos programas tienen por
objetivo «reforzar las bases científicas y tecnológicas de la indu tria eu-
ropea y fa orecer el desarrollo de su competitividad». La aspiración eco-
El espacio europeo de la investigación toma, en los años sesenta, la forma
nómica e inscrita a continuación en el Tratado de Maastricht; ya no e
de centros comunes de investigación ( CR), por ejemplo, el EURATOM;
tr ata de acompañar las políticas públicas sino de sostener la investigación
pero esos centros atravesarán una serie de crisis; sus misiones serán rede -
41
40
iclad de transformar esta base de conocimientos
blerna d e la cap ªc
industrial. Los nuevos programas se orientan hacia los materiales, las delpro 1 n innovaciones. · 1d
tecnologías de la comunicación, las tecnologías industriales y las biotec- l., ... darnent a es e . . es (por e¡·emplo la Agencia Nac10na e
l"''' as organ1zac1on ' . .,
nologías. La experiencia concluyente conduce a la elaboración de nuevos Se crean nuev 1 ·smos de contractuabzac10n y
. . , ) se crean a gunos mecam .
programas marco preparados por consultores científicos (Asamblea eu- la 1nvesngac1on y . l . . . científicas mantienen una gran
E Alemama as mst1tuc1ones . ., E
ropea de la ciencia y la técnica) e industriales (Consejo consultivo de I+D Pilotaje. , n a pesar d e'¡ po d er de su Ministerio de la• ,Invest1gac10n. n
1
l nte
1 1 industrial) además del parlamento europeo . Estos programas europeos autonorn1a , B . las políticas de investigacion so~ arg~me 'fi
están desconectados de las políticas industriales nacionales. No se trata Suiza y los Pa1ses a¡os, de los intereses económicos, c1ent1 -
. das entre los representantes
de sostener tal o cual industria dado que los programas se limitan a lo negocia .
«precompeti tivo » (la investigación hace que algunas empresas competi- cos y social_es. . . . ación (institutos de investigación y um-
doras acepten ir juntas). El apoyo a las políticas industriales pasa por Las inst1tuc1ones de mvesug 1 d fundación social mientras se
b , en una o a e re .
versidades) se em arcan as1 ramas nacionales y los investigado-
otro dispositivo (EUREKA) y acuerdos intergubernamentales.
Durante los años noventa, la preocupación por el medio ambiente, la refuerza la puesta en re_d de
res. Con los proyectos i~teg
;;;:sr~: l
resolución de un problema es dele-
d s de excelencia contrarrestan
salud, la seguridad alimentaria y la competitividad ganan en importancia. . rruentras que as re e
Las preocupaciones industriales se mantienen alrededor del 60 % del gado a un co~~orc10, , itos emer entes y aceleran el ritmo de pro-
presupuesto. Los programas marco se estructuran en adelante alrededor lafragment ac10n de los a~b . .fiounos consideran, sin embargo,
., d evos conoc1rruentos. t> • . d
de algunas acciones de gran envergadura (sobre cuestiones sociales) que ducc10n e nu . . .1 ¿· os financieros siguen sien o
ue codo eso es aún msuficiente. os me i
implican el conjunto de competencias públicas y privadas, en investiga-
~arginal es en el conjunto del presupuesto europeo.
ción, y los actores concernidos (industrias, hospitales, colectividades te-
rritoriales, gestoras de infraestructura y de servicio público), incluido los . d · · ·ón y enseñanza
Algunos espacioslatinoamericanos e investigan
futuros operadores. Las aplicaciones se trasladan de las clásicas innova- . bilaterales y multilaterales se
ciones industriales de producto y de procedimientos a implicar cada vez _ h t las cooperaciones .
Desde los anos oc en a, . . d t·nados a favorecer los in-
más las innovaciones de servicio: telemedicina, comercio electrónico. , ¡ oamencanos 6 es 1
de arroll an entre pa1ses aun , . T 1 1 caso por ejemplo, del
Por otra parte, los sistemas nacionales de enseñanza están implicados, . · 'fi cnologicos a es e '
tercamb10s c1ent1 cos y te :, A t·ma-Brasil (PICAB ), que
desde los acuerdos de Bolonia y Praga, en un vasto proceso de armoni- ·, Cooperac10n rgen
Program a de lntegrac10n y l f ·dos particularmente, a la
zación, mientras que la Comisión de la Unión Europea se esfuerza en · d protoco os re en .
se con creta en una sene e , . l , nuclear la aero náutica,
crear un espacio europeo de la investigación reduciendo la dispersión de . 'fi olog1ca a energ1a '
cooper ación c1enu ca Y tecn . ' d . t·cularmente a la crea-
estructuras científicas nacionales y encauzando la fuga de cerebros, todo , 1 .nf 't ca Con u¡o, par l '
las biot ecnolog1as Y a 1 orma 1 · .1 _ d B. nología (CABBIO) en
. Bras1 eno e wtec
ello para favorecer la movilidad de investigadores. La apuesta es doble: ción de un Centro A rgentrno- . d , • e m·vestigadores, de-
la globalización de la economía y la emergencia de una nueva sociedad , ¡ f ación e tecrucos
1986 que upoma asegurar ª orm . l 1 científico y orga-
del conocimiento. El objetivo definido en Lisboa (marzo de 2000) es que . h cer circu ar persona
arroll ar proyectos con¡untos, ª l A tino-Brasileñas de
cada Estado miembro debe con agrar, en 201 O,el 3% de su PIB a la inves- . . • E l de las Escue as rgen
ntzar serrunanos. n e marco d , ·ben algunas becas
tigación, de los que 2/3 debe ser financiados por el sector privado. Se ¿· de ca a pa1s rec1
Inform ática (EBAI), 500 eStu iantes . · efectos en ma-
trata de favorecer una mejor imbricación de la inve tigación pública y . tre nacwnes uenen
para formarse. Tales cooperacwnes en
del desarrollo industrial de cara a la concurrencia internacional. Los co-
nocimientos científicos son recursos competitivos, un bien económico y . , l 2001) ex loran la extensión del fenóme-
un factor de crecimiento . La investigación básica no es cuestionada -la 6. A partir del caso argennno (Man etª·• I , p d 1 región las modalidades
., . ' fi 1, · en os pa1ses e a , .
producción europea sobrepasa la de Estados Unidos-, sino que el asun- no de cooperac1on c1enn ca Y tecno ogica "d dºfi ultado estas ac iones .
. fi l f
en que se mam e ta y o accores que a h n favorec1 o o I c
to es el lugar y el papel que conviene concederle, desde la constatación
43
42
Sistema de integración: las instituciones públicas están en el cora-
teria de producción científica· las co d' . zón de la innovación y de la regulación. Ellas dan forma a los
Argentina y Brasil representa~ en de lic10nelsentre varios autores entre
, a e ante e 50o/cde 1 d' . circuito s económicos (oferta y demanda) : homogeneización de
este pais con otros países lat·moamencanos
. No bo as 1
coe ic10nes de
mercados, adopción de reglas comunes, cobertura social. La con-
con Europa o Estados un'd . . . o stante, as coediciones
i os siguen siendo , · curr encia está limitada por la reglamentación o las asociaciones
que con otros países del . mas importantes (20-30o/c)
. contmente (4%). o profesionales . El sistema de investigación básica está'desconecta-
. Otros espac10s de cooperación científica d . do del desarrollo de productos. La innovación radical está impul-
igualmente
. sobre una base mult"l i atera 1· U ruon
. , edeste
U tipo
• se ·¿ desarrollan sada por los encargos públicos o por un aprendizaje que se refiere
tmoamérica (UDAL) O . ., ·. e ruvers1 acles de La-
. . , rgaruzac1on Uruvers· . I . a bienes de equipo (grandes infraestructuras públicas); y supone
Asociación de Universid d G i~ana nteramencana (our)
· . ª es rupo Montevideo (AUG ) C . ' grand es inversiones y un largo horizonte temporal (países euro-
Inst1tuc10nes de Latinoamé . d P M ' onsorcio de
nea e ostgrado e Investigación (CILPI) , etc. peos entre los cuales se encuentra Francia).
Sistema socialdemócrata: el principio es el de una socialización
Los sistemas nacionales de innovación que pasa por las instituciones y por la negociación, incluido el
compromiso de las cuestiones económicas y las consecuencias de
Más
. allá'fi de la actividad científica , los ana'li sis
. y los a t d 1 ,.
cienu cas y tecnológic . 1
as impu saron la idea d
. e ores e as polmca s
.
la innovación . La investigación y la innovación se orientan hacia la
mente de «sistema nacional d . ., e «sistema », específica- resolución de problemas sociales y económicos y por la disponi-
. . . e innovacion » p 1. l .
111st1tuc10nales que se d 1 d . , ara ana izar as diferencias bilid ad de recursos naturales . La innovación concierne a los secto-
. an en a pro ucc , d . .
vac1ón. La noción tom "d ~on e conocimientos y de inno - res qu e responden a una demanda social: salud, seguridad, medio
. ª en cons1 erac1ó 1 ·
orgaruzación de la investigación 1 ~ e siste_ma de formación, la ambi ente o explotan los recursos naturales . La formación está ani-
empleo, la intervención del E dy as¡reg as ~ue ngen los mercados de
. sta o y a orga ·, - d mada por un ideal de igualdad.
c1era. Toma también e 1 . rnzac10n m ustrial y finan- Sistema corporativista: la gran empresa es el principal vector de la
. n cuenta os «sistemas . 1 d .
(con¡unto de rutinas proced· . . . socia es e mnovación » innovación y del desarrollo de competencias que pasa por la movi-
. , un1entos e msutu · .
portam1entos en materia de . ., c10nes que ngen los com- lidad en el seno de un conglomerado de gran tamaño y diversifica-
. . mnovac1on) . Sed' · .
sociales de mnovación (A 61 l istmguen cuatro sistemas do. La investigación y la formación académica están desconectadas
ma e et a . , 1997):
de las aplicaciones y de la industria . Una parte de las innovaciones
perm anece no codificada porque están limitadas a una empresa. La
~ist~ma de mercado: el mercado es el r· . . . educación es general, homogénea; las competencias específicas se
msutuciones y el vecto d 1 . p mc~pio orgaruzador de las desarrollan en el seno de la empresa. La innovación se orienta hacia
r e os a¡ustes El d •
se funda en la concurren . . .' _sistema e mvestigación la adaptación de los productos y de los procesos (innovaciones in-
c1aentre mst1tuc10n . d' .
L as patentes y los derech d . es y entre m 1v1duos. crementales) antes que fijarse en productos nuevos. Ella actúa sobre
. os e autor tienen un 1d . . .
a 1a invención (individual·izac10n. , d e benefi . pape d 1 . e mc1tación todo en los sectores que necesitan una coordinación entre compe-
L as tendencias de la in ., . cios e a innovación) . tencias variadas: industria automovilística, electrónica y robótica.
. novac10n pnvada . d h .
vac1ón de los produce . , onenta as acia la reno-
os, son corregidas ¡ El sistema tiende a cerrarse sobre su espacio nacional Qapón) .
programas públicos (defen .
sa, espac 10 ) El
ª margen
· l .
por grandes
vo. La formación está p 1 . d . . . . cap1ta -nesgo es acti-
d O anza a entre la
as que participan en la i'nn . , d s personas muy cualifica-
ovacion e 1d l En ~atinoamérica, el apoyo al desarrollo de las ciencias y las técnicas se 1
otro, que son movilizados 1 , un a o, y os demás, de
Canadá y Australia). para a producción (Estados Unidos, realiza primero, desde los años sesenta, sobre el fondo de una concep-
45
44

..
. dominan te de las políticas científicas
ción lineal del proceso de innovación. Se trata de consolidar la investi- . Este nuevo d 1scurso . f
institucion es. - 1 f rmación de las instituciones, trans or-
gación creando una masa crítica de investigadores y mejorando la cali- compana a trans o 1 , .
en el Nort e a d b. , del J. u ego de los actores y de as practicas
dad de su potencial. Esta inversión en la investigación conduciría •, ue depen e tam ien (S M néndez et
mac1on q d a trayectorias singulares anz- e .
inevitablemente a un desarrollo socio-económico. La política del CONI - instituid as qu e conM~~en 1 . vestigación se desarrolla en un coniunto
A , en exico, a m . ·¿ d ,
CET argentino de los años 60 (Cabrera y Agüero, 2009) o la del CONICIT al. 2001 ) . s1, . . . 1 s que figuran las uruversi a es pu-
venezolano de los años setenta (Peña, 2002) son típicas de este tipo de , , d msnt u ciones entre a . . .
heterog eneo e . 'd des autónomas estatales, las mst1tuc10nes
intervención. • 1 las umvers1 a b · 1b
blicas nac1ona es, 1 de investigación organizados ªlº a a-
Sin embargo, al comienzo de los años noventa, esta gestión es critica - l ' . as locales os centros . ., E t
tecno og1c e~ del CINVESTAV (Centro de Invesugacio~ y ~ u-
da por infructuosa. La presión social se incrementa en favor de una me- cuta de la CONA , y 1 instituciones de enseñanza supenor pnva-
jor pertinencia social de la investigación y el desarrollo tecnológico. Las dos) asi como as
dios Avanza C 1
y sus co egas
(C
asas,
2001) se interesaron por ese
nuevas políticas precisan entonces el papel de algunos actores, la necesi- lb
das. Ros a a asas 1 . . , n y concluyen con la ausencia de una
dad de desarrollar prácticas interdisciplinarias y de cooperación, espa- d es de a mnovac10 , . p 1
sistema e actor . d . tercambios entre instituciones. or e
cialmente con los actores privados . En el caso de Brasil, los instrumentos · 1d relac10nes Y e m
red nac10na e . . ales de conocimiento um os a
·d
de estas políticas son reorientadas: reducción de la ayuda a la innovación . • lgunos espacios regwn
contrario, existen ~ 'd d f' . y a la circulación de saberes tácitos.
en las empresas públicas y de la ayuda a la investigación en las institucio- relaciones de pr oxim i a is1ca
nes públicas, las universidades y la investigación militar; ayuda a la for-
mación de redes; impulso a la innovación por la vía de los cambios de La ayuda a la invest1g· ac1on
· , Y la inno vac ión
normativa; ayuda a las empresas civiles; incentivos fiscales para el I+D y . 1 . . ción se organizan. Sin embargo, la
Los espacio s sociales de a mvesuga 1 f o lobal de inves-
la innovación industrial; encargos gubernamentales civiles y ayuda a la . · · dad pasa así por e es uerz g
innovación en las PYMES (Diederen et al., 2000). relación entr e ciencias y socie . d E Latinoamérica represen-
tigación y desarro llo que la s~cieda otorga. n , lo la mitad del esfuerzo
Las agencias impulsan la creación de vínculos entre actores para ta el 2 3% del esfuerzo mundial, lo que supone so t n el
construir un sistema nacional de innovación articulado a los problemas ' 1M E tos gastos en I+D represen a
de l+D de la empresa Genera otors. s . l ,
de la sociedad . Ya no se trata de crear las condiciones de una investiga- . . mientras que en os paises
O5% del PIB de los países latmoamencanos, 1O 7°1<d 1
ción libre para los investigadores de alto nivel, sino de negociar la articu- ' ¡ 2 3°1<del PIB • Solamente e , 0 e ª
desarroll ados representa entre e O O ,
1 1
lación entre actores a partir de los desafíos sociales definidos en el marco . tíficos y tecno ogos, contra e
población activa está compuesta por cien ,
de agendas científicas negociadas. En el caso de Venezuela, la agenda al . y 20 veces mas patentes
7% en Estados Unidos. É ste, registra entre 15 _ .
final del siglo XX comprende: la seguridad social, el cacao, el arroz, el . • os J.untos Espana registra
que el conju nto de los países 1atmoamencan . · d'f •
petróleo, la educación, la oceanología, la biodiversidad, la salud, el me- . d , l . oamencanos. La i erencia
5 veces más que el con¡unto e paises aun
dio agrario en la Amazonía, la ciudad, etc. Simultáneamente, se detienen
entre la región y los países desarrollados es considerable. d l .
en diversidad de modalidades de intervención: financiación de proyectos . ne a la estructura e sis-
Es igualm ente importante en 1o que concier , .
que articulan investigación y desarrollo tecnológico, formación e inser- tema del l+D . En Latinoamérica, el 70% del esfuerzo en I+D eSCasoSC:nfit-
ción de recursos humanos expertos, patentes y derechos de autor, ayudas d o y ejecuta do por el Estado. En E st ad os U m'dos ' sólo ell 30%l esta -
a las empresas de alta tecnología, ayuda a la difusión de información, ayu- 90 0101 d
nanc1ado· •
por el Estado mientras que las emp resas centro. an e e
da al desarrollo regional, programas posdoctorales. Se trata especialmen- 1
su realización. Desde los años 90, los países atmoamencan
· os empren-
. l
te de abrir el espacio de investigación a actores más diversificados y a sus d 1.eron políticas que pretendían trans f enr. e1 esf u erzo en I+D hacia a
. d
conocimientos. · dustna· , mcorporando
·
Los observadores sugieren que estos países no carecen tanto de insti-
10 centros d e l+D pu, bl'icos y empresas pnva fas,
ereand o parques tecnolog1cos,
, . •
viveros d e emp resas ' centros de trans e-
tuciones como de un tejido de intercambios, formales e informales, entre
47
46
. 1996), Ciencia y sociedad en _Latino-
p Glav1ch, E. (eds) ( ¿· . 1 de la Univ. Nacional de
~A 1<.rei111er., \oo-íay sociedad, E iton a
rencia, así como mecanismos de contratación de la investigación y de tecno o
L,..rflo Z ,
1•..,
l c 1ence,
.
,
reparto de riesgos . Lo que se trata de saber es si el conjunto de estos ac- .11" , • co • d · es PUF Pans.
amenca, uilmas. , . lo ie historique es sa.enc , ' .
tores forma sistema suficiente. Quilmas, Q 97) E,lémentsd une soa.ol g .:r . Grade- CO cYTEC, Lima.
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e'o 2
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dad. La situación ha cambiado mucho con el paso del tiempo; cont inúa res1g t. t ent vol. 21, nº 7-8, pags. . . ºdea-'uerzaen Latino-
/ Managem , L a.enciacomo i J'
transformándose ante nuestros ojos. Es demasiado pronto para medir la no _ogy 2007) «O inventamos,o erramos»:. aal de Qui.lmes Editorial Quilmes.
amplitud de lo que se juega hoy en el nivel de la transformación de los Vessun, 1:·(d. , . 1Bernal-Universidad ac10~ .
américa,E itona
1 . 1 XX» REDES, vol. 1,
d ' . en Latinoamenca en e s1g o '
marcos institucionales de la ciencia . ¿Cuál es la naturaleza de las trans- • · ca em1ca
- (1994), «La c1enc1aa
formaciones?: ¿cambio de discursos, de percepción, de valores y de con- nº 2, págs. 43-76 .
cepción de la ciencia y de su pilotaje, cambios de los marcos institucio-
nales, de las organizaciones, de las prácticas de investigación, de las
orientaciones y de los contenidos? La historia y la sociología de las ins- Otras lecturas citadas
tituciones científicas proporcionan los marcos de análisis para compren -
. k (1992) en el capítulo 7. l b
der las dinámicas que están funcionando a comienzos del siglo XXI. Referencias en otros capítulos: V111c L (mes d'innovation a/'ere de lag o a-
Por otra parte, no es seguro que exista un consenso social alrededor Amable B., Barré R., Boyer, R. (1997), es sys e , .
' · p ' , · nea:
de las nuevas orientaciones de las ciencias. Las cuestiones son numero - lisation Econom1ca, ans . l . . y la tecnolog1a en Lannoame
, d. · ¡ d a c1enc1a c· ·
sas; se refieren al papel y al lugar de la investigación básica y la investiga- Arellano A . (2005), «El estu 10 socia e C L Paunero, X. (eds.), iencia,
' , 17 30 en orona ., l c be
desarroll o y desafíos », pags. - , . . s en Latinoamérica y e an '
ción pública, al estatuto de los investigadores y la forma de evaluarlos, a . , Al nas experiencia
Tecnología e Innovacwn._ gu
los actores implicados en el sistema, al papel que le cae en suerte a la Universitat de Girona, Girona. .l f science,The freepress, Nueva
«com unidad científica » misma y en la percolación de todos esos conoci- Barb er, B., Hirsch, E. (eds .) (1962), The Socio ogy o .
mientos producidos en la sociedad. Las fuerzas sociales que animan el York. . , sen la sociedad. Un estudio comparati-
mundo de las ciencias son múltiples y no necesariamente convergentes, Ben-David, J. (1971), El papel de los científico
, · , p ul Lon -
según los países, disciplinas, instituciones y niveles (local, nacional, eu- vo, Trillas, M exico. . f S . ce Routledge and Kegan ª '
)
Berna,1 J.D . (1959 , The SocialFunction o cien '
ropeo). El análisis debe recoger el enorme desafío que consiste en cons-
drc . M J B Narváez -Berthele -
truir una evaluación de conjunto del movimiento sin perder la diversidad
de lo que se produce aquí y allá.
.
Bri olla, S., Charum, J.,Jara'.1°11 ºnÚ
·11 H Medina, M., eyer, . ., b
996) Hacia la construcciónde un O servato
mont , N ., Polanco, X., Vmck, ¡· · · ' B ogota,
-

rio de Ciencia y Tecnología,Co c1enciat 1 . ó~ entre investigación científi~o-


Cabrera Fischer, E., Agüero, A. (2?09), «. a :~ :~1ciencias: hacia un nuevo parad1g-
Lecturas recomendadas . l Studies of Scienceand Technology,
tecnológica argentina y la política _nac&10Sn
d º l Humamttes ocia
ma»,Journal ~fMe ica[h ·//www.ea-journal.com).
Albornoz, O. (1993), Education and society in Latín America, MacMillan, Oxford vol. 1, nº 1, pags. 1-13. ttp.
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