EL CONEJO Y EL ZORRO

Había una vez un conejo que vivía en un prado, este cosechaba zanahorias por
montones para alimentarse. Siempre iba al arroyo que quedaba cerca de su casa
para poder traer agua para su consumo y para regar sus plantas, pues era el único
lugar de donde podía adquirir agua. El conejo siempre tenía problemas con su
basura, ya que no sabía dónde botarla, así que le pide ayuda a su amigo el zorro.
-¿Cómo haces para lidiar con toda tu basura? –pregunta el conejo al zorro.
-Siempre la boto donde quiero, por cualquier lado, deberías hacer lo mismo, es
más rápido y fácil –responde el zorro.
Pasaban los días y el conejo hizo caso al consejo que le había dado su amigo el
zorro, cada vez que tenía basura, la tiraba por cualquier parte, de esta manera
contaminaba el prado.
Como todos los días, fue al arroyo para traer agua, pero al llegar se dio con la
sorpresa que no había ni una gota de agua en el arroyo y regresó a su casa. Así,
todas las tardes iba al arroyo, pero los resultados eran los mismos, ni una gota de
agua. El conejo ya no podía alimentarse, pues, al no tener agua, no podía regar
sus plantas.
Moraleja:
“Nunca maltrates la naturaleza, porque ella responde con fiereza”