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EL CAMPO DE LO URBANO EN LA ANTROPOLOGÍA modernidad, un interés centrado en la comprensión de la


CHILENA: LO URBANO COMO REFLEXIÓN contemporaneidad.
ANTROPOLÓGICA La obra de Munizaga puede resultar un polémico punto de partida para la
antropología nacional. Una disciplina que iniciaría su andar universitario a
Walter Alejandro Imilan partir del trabajo de campo en la ciudad y que se centra en las complejas
Carlos Lange1 relaciones culturales de una modernidad contemporánea. Una observación
de este tipo resultaría algo paradójica ya que si bien existen estos primeros
antecedentes aún se cierne sobre la antropología urbana chilena una
suerte de sospecha, aprensión de terreno de trabajo sustituto, de un
Resulta curioso que pese a las tempranas investigaciones antropológicas campo que es producto de un oportunista desplazamiento desde una
que se desarrollan en el terreno de la ciudad, a la antropología urbana se reflexión primigenia que se habría encontrado en la aldea y la comunidad.
le suela asignar una condición advenediza dentro de lo que correspondería Dicha sospecha, entonces, podría ser consecuencia de una trayectoria
la “tradición” de la antropología chilena. En efecto, nos referimos a parte de irregular, de un campo de trabajo que no ha logrado consolidar
las primeras publicaciones de antropología universitaria en Chile, decisivamente problemas y reflexiones propios.
correspondientes a un conjunto de trabajos realizado por Carlos Munizaga
- protagonista en la fundación de la Escuela de Antropología de la En efecto, el presente texto surge a partir de esta obs ervación paradójica.
Universidad de Chile -, quien entre los años 1958 y 1961 realizó una serie No hemos propuesto ensayar un diagrama de la trayectoria de este campo
de investigaciones en la ciudad de Santiago en torno a la migración de estudios en el contexto chileno, de forma de señalar cuales son los
mapuche. problemas y procedimientos que le han dado forma desde los primeros
trabajos realizados en la década de lo sesenta.
Estos trabajos resultan de gran interés tanto por sus apuestas teóricas
como metodológicas. Entre estos se cuentan Vida de un araucano: El Sin duda que determinar los contenidos de un campo subdisciplinario es
estudiante mapuche Lorenzo Aillapán en Santiago de Chile, de 1960, y complejo: ¿Qué es lo que se puede llamar antropología urbana, más aún
Estructuras transicionales en la migración de los araucanos de hoy a la en un contexto en que las propias fronteras disciplinarias tienden a ser
ciudad de Santiago de Chile, de 1961. El primer trabajo trata de una permeables? El asunto lo podemos definir como la capacidad de una
historia de vida realizada a un joven estudiante, activo participante en determinada línea de investigación que, más allá de la realización de
organizaciones mapuches y representante de una elite política e intelectual trabajos en el espacio físico de la ciudad, logra construir objetos de estudio
indígena asentada en la ciudad. En la segunda publicación, Munizaga que dan cuenta de las complejidades de las relaciones sociales que se
despliega un trabajo de campo basado en entrevistas y observación desarrollan en el espacio urbano. Augé (1995), que ha planteado estos
tendientes a indagar, lo que denomina teóricamente como las estructuras asuntos con relación a la construcción de una antropología de la
transicionales; formas sociales que construyen los grupos migrantes en su contemporaneidad, se pregunta: “¿Son los terrenos de una disciplina los
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proceso de integración a la vida urbana . En estos trabajos se advierte un que permiten su especificidad o, a la inversa, son los procedimientos
interés por el fenómeno de la integración, de lo que se podría denominar, disciplinarios los que construyen los terrenos a los cuales ellos son
de sociedades tradicionales a la vida moderna. Lo que hay en ellos es un aplicados?”. En efecto, nuestro recorrido por la antropología urbana
interés por desentrañar fenómenos vinculados al desarrollo y la nacional se plantea indagar en la relación entre terreno y procedimientos y,
a partir de ésta, en la capacidad específica para construir lo urbano como
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Los autores son antropólogos de la Universidad de Chile. campo de reflexión antropológico.
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Más precisamente, Munizaga nos plantea que las estructuras transicionales son: “puentes o
mecanismos intermediarios, a través de los cuales los indígenas rurales pasan a la vida Compartimos una advertencia preliminar respecto a nuestro objetivo. El
urbana. Si hemos hablado de una vasija rural y otra urbana, los mecanismos que aquí
señalamos constituirían vasijas transicionales. En el seno de estas últimas se produciría parte presente proyecto de sistematizar la antropología urbana nacional depara
de alguna fermentación sociológica, cultural y sicológica de los migrantes rurales que se de por sí un ejercicio arbitrario que nos obliga a hacer notar que toda
incorporan a la urbe” (1961:10).
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reflexión sobre la construcción de un campo se hace sobre la base de una


colección particular de trabajos, discusiones e investigaciones y que como La “ciudad moderna” europea del siglo XIX se caracterizó no sólo por sus
toda colección, goza de una innegable parcialidad. grandes avenidas, adelantos tecnológicos y gestos arquitectónicos, sino
fundamentalmente por la formación de una nueva experiencia para sus
Hemos definido una bibliografía para la elaboración de nuestro texto habitantes - distintiva y propia, irreducible en sus significaciones – que se
orientada por dos principios de carácter formal. En primer término, nos ha señalado como un modo de vida urbano (Wirth: 1987). Lo urbano es
plegamos a una complicidad gremial. En consideración que la antropología una forma particular de experimentar el espacio, comprendido como un
en Chile tiene un desarrollo académico y profesional hegemónico al alero modo de vida específico que se puede desarrollar o no en las ciudades, ya
de la institucionalidad universitaria, hemos considerado exclusivamente que hace referencia más bien, a una forma particular de construir
trabajos realizados por antropólogos de formación universitaria. El segundo relaciones sociales entre grupos heterogéneos, relaciones caracterizadas
principio para la construcción de la colección es la atención a trabajos por vínculos de tipo superficial, anónimos y de carácter transitorio (op. cit.:
publicados en instancias de comunicación antropológicas, tales como son 1987). Esta definición clásica ha sido complementada más recientemente
los congresos nacionales de la disciplina y revistas especializadas. Una con el aporte de Delgado (1999) al plantear que el estudio de lo urbano
colección guiada por estos dos principios, que por cierto no son suficientes, requiere fijar la mirada sobre un espacio cuya característica principal es su
al menos nos permite trazar un itinerario inicial compuesto por un conjunto permanente estructuración; un espacio de relaciones sociales que no
de trabajos que construyen un campo de comunicaciones disciplinarias. termina por fijarse ya que se mantiene en construcción.

El principal nexo entre los trabajos seleccionados se sostiene en la La idea de que las ciudades chilenas se constituyen como un agregado y
aplicación de hipótesis y objetos de estudio que se despliegan en el no como un artefacto deviene en una invisibilización sobre las fuerzas
espacio de la ciudad. Sin bien esto goza de una cierta vaguedad en cuanto propias de la urbe para el desarrollo de elementos culturales. J. Bengoa
la disyuntiva inicial propuesta por R. Durhan (en G. Canclini; 1989, 230) (1996) ha planteado que en Chile no se ha constituido una sociedad con
sobre estudios en y de la ciudad ha dado paso a un estudio de lo urbano carácter urbano debido a que sus ciudades operan y se reproducen bajo el
como punto de inflexión para el despliegue antropológico. Por ello, los influjo de las fuerzas culturales de la ruralidad, realidad social y cultural
trabajos que podemos identificar como de antropología urbana se sitúan en arrancada de los cuerpos pero omnipresente en el imaginario. La vida
el amplio espacio que ocuparían estas tres nociones. social en la ciudad tiene - a decir de Bengoa- en “la comunidad perdida” su
referente. En este sentido, cada grupo social sigue pensándose a sí mismo
como un colectivo con fronteras culturales distinguibles y a veces
1. LA PERSISTENCIA DE LA COMUNIDAD O LA FUERZA DE LO inexpugnables. La búsqueda de las especificidades distintivas del pequeño
RURAL grupo, el reencuentro con la comunidad, ha marcado fuertemente el
desarrollo de la antropología urbana en Chile, impidiendo el estudio de los
cruces e intersecciones culturales que constituyen la condición propia de lo
Una observación general sobre la ciudad chilena nos plantea la urbano. En efecto, existe una suerte de negación por salir a buscar y
importancia definitiva de su relación con lo rural - a través de las comprender toda su complejidad; ante ello seguimos examinando aquellas
migraciones permanentes - para su configuración. Desde esta perspectiva, delimitaciones que nos permiten entender los distintos agregados
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son las fuentes de la ruralidad las que moldean y dinamizan la ciudad. La culturales que cohabitan en la ciudad .
ciudad chilena, entonces, se comprende como un agregado de formas,
funciones y personas que adquieren paulatina presencia sobre un territorio.
3
Este carácter de agregado se opondría a la ciudad comprendida como un En un notable trabajo del escritor C. Franz titulado “La muralla enterrada” (2000, Planeta:
artefacto, que a nuestro juicio responde al de una configuración formal, Santiago) la geografía cultural de la ciudad de Santiago es reconstruida a partir de las
funcional y cultural con una realidad propia, con una lógica interna imágenes literarias de la novela nacional. Como consecuencia, el Santiago imaginario está
constituido de “territorios morales” como sí de regiones inexpugnables se tratase. El trabajo
claramente identificable y con una dinámica de reproducción particular que de Franz refuerza la idea de que el imaginario sobre nuestras ciudades se encuentra
dispone sus elementos a partir de una pulsación forjada en su interioridad. influenciado por esta noción de comunidades cerradas, la mayor de las veces incomunicadas
entre sí.
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heterogeneidad cultural se ven enriquecidos y mucho más delimitados con


Trabajaremos esta hipótesis a partir de la revisión de dos terrenos la progresiva incorporación de investigaciones alusivas a los fenómenos
específicos, dos ámbitos de trabajo que agrupan investigaciones que subculturales en el espacio urbano. En efecto, esta línea de investigación
dialogan entre sí y que han logrado una cierta visibilidad como campos de permite desarrollar un mayor énfasis en el hecho de que la diversidad
reflexión para la construcción de una antropología urbana chilena. El sociocultural no es sólo producto de la diferenciación de clases y la
primer ámbito de trabajo agrupa una serie de estudios sobre fenómenos estratificación social, sino más bien trasladan estas características hacia el
subculturales que se desarrollan al interior de la ciudad, mientras que el ámbito de relaciones entre cultura y subjetividad. Justamente la definición
segundo indaga fenómenos referidos a la etnicidad urbana. de subcultura propuesto por Recasens constituye una muestra en este
sentido: “(…) se entiende a la subcultura como un segmento de la cultura
global, que posee algunas características culturales que le son propias y
2. SUBCULTURAS URBANAS COMO LAS FUENTES DEL TRABAJO que la hacen distinguible y particularizable del resto de la cultura. Esta
DE CAMPO URBANO segmentación de la cultura global está referida principalmente a factores
de carácter étnico, laboral, geográfico, religioso, económico, etc.” (1980: 5).

No cabe duda que una de las principales entradas desde la antropología al Por una parte, este tipo de formulaciones permite una apertura desde
tema de la alteridad en el espacio urbano ha sido desarrollado a partir del variables sociológicas como es la estratificación social, hacia variables de
análisis de los fenómenos subculturales, cuyo estudio se inicia en la análisis cultural como son las representaciones de tipo étnico, religioso,
segunda mitad de los años ‘70 en el seno de la Universidad de Chile. político, etc. Por otra, permiten sustentar la noción de que las unidades o
grupos subculturales trascienden las delimitaciones físico-territoriales
Uno de sus primeros antecedentes en este sentido lo constituye el utilizadas comúnmente en los estudios urbanísticos o de planificación
documento presentado en 1977 por C. Munizaga, Romieux, Recasens y S. urbana – como la Escuela de Chicago, por ejemplo – y, por tanto, que la
Martinic, denominado Heterogeneidad Urbana. Como su nombre lo indica, heterogeneidad cultural traspasa con mucho cualquier intento de
éste contiene una primera aproximación al estudio de los centros urbanos identificación y delimitación territorial.
como una realidad eminentemente compleja, estableciéndose “(…) la
constatación de formas sociales heterogéneas que configuran como un Una breve revisión de los simposios y ponencias presentadas en el
mosaico las formas físicas y sus contenidos humanos en el contexto del transcurso de los cuatro congresos chilenos de antropología desarrollados
Gran Santiago”. Dichas formas sociales constituyen núcleos, módulos y desde 1985 hasta la fecha nos permiten observar parte de lo que
comunidades, las cuales poseen una estructura propia que las condiciona acabamos de expresar.
como micro-sistemas culturales. La heterogeneidad de estas formaciones
se expresa en indicadores sociales como las pirámides de edad - que El Primer Congreso Chileno de Antropología, celebrado en la ciudad de
indican formas de vida y relaciones sociales diferenciadas, actividades, Santiago en noviembre de 1985, tuvo un Simposio de Antropología Urbana
necesidades y expectativas particulares -, índices de población activa - que compuesto por la presentación de tres ponencias: "Lo Popular: Notas
nos indican principalmente aspectos relacionados con los rubros de sobre la Identidad Cultural de las Clases Subalternas" de C. Piña; "La
actividad y los contextos cotidianos en que se desenvuelve la población, inhalación de Neoprén en la Juventud Pobladora", de M. Segall y P. Díaz; y
tanto a nivel formal, funcional y simbólico -, entre otros. Las distintas "El Comercio Sexual en Chile: Nuevas Dimensiones de la Crisis y
formas de apropiación del espacio derivadas de este tipo de factores se Descomposición Social" de J. C. Skewes. Si bien cada una de estas
expresarán en el uso diferenciado de la infraestructura, equipamiento y presentaciones cumple con el paso lógico de establecer que sus
servicios urbanos por parte de los habitantes de la ciudad. respectivos problemas de investigación se constituyen a partir de su
vinculación con la sociedad mayor, en ningún momento abordan un
Si bien las distinciones conceptuales que se desarrollan en este análisis sobre las condiciones estructurales de la vida urbana que propician
documento pueden ser consideradas un tanto gruesas y de un carácter su desencadenamiento y reproducción. En este sentido, sólo se limitan a
más cercano a la sociología cuantitativa, el desarrollo de los estudios sobre dar cuenta y describir la existencia de un determinado problema.

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una referencia a la tendencia ya identificada por autores clásicos de la


Incluso si atendemos simplemente a los tipos de problemas identificados: sociología urbana - Tönnies, por ejemplo- a analogar los fenómenos
clases subalternas, inhalación de neoprén y comercio sexual, nos urbanos con los procesos de modernización característicos de las
preguntamos si constituyen estas realidades un fenómeno estrictamente sociedades complejas, así como la ruralidad aún aparece asociada a las
urbano. En general, lo urbano refiere al contexto en el cual estos distintos formas sociales comunitarias. Desde esta perspectiva, los fenómenos
fenómenos aparecen y se desarrollan, pero no se tematiza la existencia de subculturales aparecen sólo como una expresión de determinados estados
una problemática común a todas ellas. Quizás sólo la referencia a una de modernización social y cultural, más no como un problema en sí mismo.
situación de complejidad cultural que nos sorprende, fenómenos sociales
que impactan por la experiencia de marginalidad social en que se No obstante lo anterior, creemos identificar la existencia de condiciones
desarrollan, frente a los cuales sólo es posible dar cuenta de ellos a partir propicias para la formulación de un segundo momento en el desarrollo y
de experiencias muy particulares. evolución de la antropología urbana chilena, como es pasar desde la
constatación y descripción de realidades desconocidas o negadas por la
La ausencia de una especificidad en los problemas de investigación y en cultura oficial, a identificar y analizar los mecanismos o dispositivos a partir
los objetos de estudio definidos como urbanos se muestra con toda de los cuales dichos fenómenos se producen, se cruzan y coexisten de
claridad en los dos siguientes congresos de antropología. En efecto, de los manera permanente. Es sólo en este sentido que lo urbano deja de ser un
veintiséis simposios realizados en el marco del Segundo Congreso Chileno mosaico de realidades diferenciadas y delimitadas culturalmente para
de Antropología realizado en la ciudad de Valdivia en 1995, ninguno de constituirse en el mecanismo político, económico y cultural que posibilita
ellos se aboca específicamente a la antropología urbana. En contraste, la los cruces y yuxtaposiciones entre realidades y sentidos culturales
concentración de ponencias en determinados simposios muestra la diferentes.
4
consolidación de nuevas áreas de interés en la antropología chilena . Sin
embargo, quizás el rasgo más importante es la presencia de simposios En la actualidad, los estudios alusivos a los fenómenos subculturales y
construidos no ya a partir de nuevas especializaciones sino más bien más aún, a la cultura urbana en general, se han visto fortalecidos gracias a
configurados desde áreas temáticas transversales. Uno de ellos, que llama la masiva difusión de la antropología interpretativa y, principalmente, al
especialmente la atención, es aquél referido a "La cuestión indígena impulso que han significado las investigaciones sobre los imaginarios
urbana en Chile", con 3 ponencias, ámbito de trabajo que precisaremos urbanos latinoamericanos desarrollados por autores como Néstor García
más adelante. Canclini, Armando Silva y Jesús Martín Barbero, entre otros. Sin duda que
el gran aporte de estos últimos al desarrollo de una antropología urbana
Por su parte, el Tercer Congreso Chileno de Antropología, realizado el año latinoamericana consiste en haber tematizado las diversas formas de
1998 en la ciudad de Temuco, tampoco nos presenta ponencias en el incorporación de aquellos bienes y productos culturales latinoamericanos
campo específico de la antropología urbana. En este caso, y siguiendo la a los circuitos de producción, distribución y consumo cultural que operan a
tendencia observada en el congreso anterior, podemos establecer que el nivel transnacional. El hecho de que la antropología urbana haya sido
desarrollo de problemáticas asociadas a contextos urbanos aparecen capaz de identificar estos mecanismos y sus formas de funcionamiento
generalmente vinculadas a otros ámbitos de especialización, como es el constituye un claro ejemplo de cómo podemos acercarnos a explicar
caso, por ejemplo, de aquellas ponencias que hacen referencia a las aquellos factores estructurales de la cultura urbana y su importancia en la
relaciones entre lo local y lo global en la cultura, las cuales se inscriben en generación de nuevas formas de identidad, pertenencia e interacción
simposios de Medioambiente, Cultura Organizacional y Modernización del social, para así trascender por fin los meros ejercicios descriptivos y
Estado, entre otros. A nuestro juicio, ello no sólo se explica por asumir lo denotativos antes descritos.
urbano como un ámbito meramente contextual, sino además constituye
Una de las temáticas más abordadas en este sentido es precisamente
4 aquélla que hace referencia a la construcción de las identidades y
Los simposios más destacados por su convocatoria fueron: "Antropología y Género" con 12
ponencias, "Antropología Médica" con 8 ponencias, "Uso del espacio en las sociedades pertenencias en tribus urbanas y las formas de consumo cultural entre los
andinas en el pasado y el presente" con 7 ponencias, "Antropología Poética" con 7 ponencias,
y "Comunicaciones" también con 7 ponencias.
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jóvenes que resaltan la importancia de los cruces culturales por sobre la rígidas y delimitadas que hemos reconocido en el período anterior,
búsqueda de sus especificidades. definiendo de esta forma no sólo nuevos y más precisos objetos de estudio
para la antropología, sino que además exigiendo el desarrollo de nuevas
Andrés Recasens nos entrega una visión de este fenómeno a partir de su estrategias metodológicas que permitan dar cuenta de identidades que se
investigación denominada Las Barras Bravas (1999), en la cual explora la configuran en permanente movimiento.
formación de identidades y pertenencias de jóvenes santiaguinos en torno
a su participación, marginal por cierto, en las hinchadas de los equipos de La definición de identidades culturales no ya desde la permanencia y la
fútbol de mayor convocatoria en el país. Resulta interesante observar adscripción territorial sino más bien a partir del desplazamiento y la
cómo identidad y pertenencias quedan refrendadas a partir de una "historia circulación realizado por Matus está en consonancia con un conjunto de
fundante" que incorpora mitos de legitimación, formas de lenguaje y trabajos presentados en el marco del Cuarto Congreso Chileno de
estrategias particulares de dramatización, las cuales expresan sus Antropología, realizado en Santiago en noviembre del año 2001. En ellos
sentimientos, lealtades y pasiones. El carácter urbano de este tipo de se asume que la influencia de nuevos circuitos de centralidad y movilidad
fenómenos se expresa justamente en la capacidad que tienen estos espacial al interior de los grandes centros urbanos constituye otro factor de
grupos de hacer circular esas formas de identidad por sobre las carácter estructural que es necesario analizar para comprender la
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distinciones sociales y culturales que se construyen en la sociedad mayor, configuración de la cultura urbana contemporánea .
haciéndose visibles y reconocibles para una gran mayoría de la población.
Es justamente la circulación de este tipo de mensajes identitarios por El trayecto que exhibe esta reseña de las ponencias presentadas en el
medio de distintas formas de consumo cultural, de difusión en los medios Cuarto Congreso Chileno de Antropología no es menor, por cuanto ellas
de comunicación (principalmente hechos de violencia retratados en dan cuenta de una actitud de reencantamiento hacia la antropología
noticiarios televisivos y periódicos) y su manifestación "ceremonial" en una urbana y una renovación de sus ámbitos de interés, los cuales han
cancha de fútbol, que les permite entablar relaciones de alteridad y permitido incluso la presentación de ponencias de profesionales
extrañamiento con una sociedad que los integra en sus representaciones provenientes de disciplinas como la arquitectura, la sociología, etc.
culturales por medio de un estereotipo construido en base a la
criminalización. De esta forma, los barristas no sólo se apropian de un En síntesis, consideramos que es desde el análisis de los nuevos
espacio físico – como resulta el estadio -, sino que además logran ganarse dispositivos de reproducción cultural que la antropología puede hacer su
un protagonismo y una posición particular dentro de ese relato plagado de aporte al estudio de lo urbano, presentando a su habitante en toda su
exitismo, chauvinismo y admiración -como es el fenómeno del fútbol en complejidad. La construcción de diversos modelos de identidad y el
Chile - lo que les permite también la apropiación de un espacio simbólico establecimiento de nuevas formas de vínculo social - nuevas formas de
dentro de la sociedad mayor. apropiación y construcción del espacio habitado, entre otros -, que se
configuran a partir de la movilidad y el desplazamiento propio de los
Otro caso a resaltar son las investigaciones realizadas en torno al carrete centros urbanos, constituyen antecedentes importantes para comprender
juvenil por C. Matus. Sobre la base que el consumo cultural constituye un la conformación de un nuevo objeto y nuevos problemas para el desarrollo
"espacio móvil, de intersección y tránsito habitado por distintos grupos de de la especialidad en nuestro país.
consumidores", el autor nos da cuenta de la forma como este dispositivo
de la cultura contemporánea se convierte en un proveedor de imágenes y
estereotipos asociados a las distintas corrientes de tribus urbanas
existentes en Santiago. En ese sentido, el consumo cultural puede ser
entendido como un ejercicio de construcción permanente de formas de
identidad y establecimiento de relaciones de pertenencia a grupos sociales
cuya constitución misma deviene flexible y fragmentaria. Este carácter de
poca estabilidad y permanencia, que tiene en la producción de imágenes
su principal referente, actúa en abierta oposición a las formas tradicionales,
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Ver especialmente las ponencias de Leiro (2001) y de Cerda (2001).
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3. INDÍGENAS EN LA CIUDAD, LO ÉTNICO DISLOCADO África Central de mediados del siglo XX. Dichos estudios planteaban
indagar la redefinición de identidades étnicas en las ciudades de
administración colonial británica; intentaban dilucidar la persistencia o no
El estudio de sociedades étnicas en Chile goza de una producción y de de rasgos étnicos de identidad por parte de los migrantes al interior de la
una vitalidad que permite la convi vencia de diversos programas de ciudad como consecuencia de la adopción de nuevos roles y de nuevas
investigación y reflexión, sin duda que este campo disciplinario es el de condiciones de habitabilidad, la subordinación a nuevas estructuras
mayor desarrollo en la antropología nacional. Los grupos indígenas más políticas y la adopción de una serie de elementos societales de orden
visitados corresponden a mapuches, en sus diversas configuraciones general a los que se enfrenta todo inmigrante.
regionales, y grupos de tradición andina: aymaras, atacameños (Lican
Antay) y recientemente quechuas. En este contexto, la mirada sobre las Para el desarrollo de sus investigaciones utilizaron objetos teóricos de la
relaciones entre lo étnico y lo urbano no han resultado inesperadas. Tal antropología clásica, tales como las relaciones de parentesco, estructuras
como planteamos en el inicio de esta presentación los tempranos trabajos políticas y de intercambio, entre las más relevantes. Es decir, se apoyaron
de C. Munizaga son el primer referente en este ámbito de trabajo. No en el desarrollo conceptual de la antropología que contemporáneamente
obstante, y pese a esta prematura aproximación, será a partir de la década estudiaba a las sociedades tradicionales en sus “aldeas” bajo los
del ‘90 cuando lo étnico urbano se consolide como un ámbito de reflexión, regímenes coloniales. Sin embargo, pese a no renovar objetos teóricos, sí
en cierto sentido urgente para comprender las sociedades indígenas aplicaron innovadoras técnicas metodológicas para desplegar estos
7
contemporáneas. Según Ancán (1994), este impulso tuvo su catalizador en conceptos en el espacio urbano . Ahora bien, no es nuestro objetivo
el impacto que generaron los datos censales del año 1992 que dieron ahondar sobre el desarrollo de esta Escuela, sino compartir lo que podría
cuenta de una importante cantidad y porcentaje de población de origen ser una hipótesis general que cruza su trabajo, la cual se puede señalar
6
indígena residiendo en ciudades . como la progresiva pérdida de elementos identitarios de tradición étnica al
interior de las ciudades. Dichos antropólogos se centraron en dar cuenta
Actualmente la investigación en este ámbito tiene dos características; por de la descomposición social y cultural de los migrantes indígenas como
una parte, no forman un cuerpo ni abundante ni diverso de estudios – hay resultado de su adecuación a un espacio urbano que implicaba el ingreso a
una mayoría que se centra en mapuches residentes en Santiago por una sociedad moderna basada en un modelo de desarrollo industrial. En
ejemplo -, y por otro, según nuestro parecer, aún se encuentra en un efecto, los estudios señalarán por ejemplo, que las decisiones de los
momento de exploración de fenómenos, de asentar ciertos sentidos y migrantes, tales como la formación de relaciones de alianza, ya no se
orientaciones que podrían permitir desarrollar estudios en profundidad de encontrarían supeditadas a estructuras de parentesco de origen tribal, sino
esta nueva dimensión cultural de las sociedades indígenas. En efecto, a estructuras resultantes de la división social del trabajo industrial. En este
ambas características se manifiestan en una elección de objetos de sentido, M. Gluckmann, el principal referente de esta escuela afirmará que
estudios similares y de un carácter exploratorio en los objetivos e hipótesis “un urbícola africano es siempre un urbícola”, de la cual se desprende -
de las investigaciones. que es una suerte de conclusión del conjunto de investigaciones de la
Escuela de Manchester - que un inmigrante indígena debe ser
Según nos ilustra Hannerz (1996), los primeros estudios sistemáticos de comprendido con relación a la sociedad industrial de la que forma parte
antropólogos con relación a fenómenos de etnicidad urbana fueron una vez asentado en la ciudad; La “etnicidad africana” en este caso, es
desarrollados por los miembros del Rodhes-Livingstone Institute, irrelevante. En consecuencia, lo urbano prevalece, anula e invalida la
posteriormente conocido como Escuela de Manchester, en ciudades de reproducción de las tradiciones particulares a través de la imposición de
sus dispositivos de orden social y cultural.
6
El Censo Nacional del año 1992 fue el primero que intentó registrar la cantidad de personas
que se identificaban con alguna de las etnias mapuche, aymara y rapa nui. La población
7
identificada con algunas de estas etnias se contabilizó en 998.385 personas. En dicha La aplicación de métodos etnográficos al contexto urbano resulta ser una de las grandes
medición los mapuches se contabilizaron en 928.060 personas, cercano al 10% de la innovaciones de lo miembros de esta Escuela, tal como lo hace J.C. Mitchell en el clásico
población total del país (se registraron solo los mayores de 14 años), el 80% de ellos residían “Social Networks in Urban Situations: Analyses of Personal Relationships in Central African
en zonas urbanas y, particularmente, 409.079 mapuches habitaban en la ciudad de Santiago. Towns” (1969, Manchester University Press: Manchester)
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Esta breve digresión sobre los primeros trabajos de etnicidad urbana nos translocales y recientemente de migraciones transnacionales, indígenas o
permite situar y poner en relación un cierto sentido de unidad que se no indígenas, que han decidido arriesgar un futuro en la ciudad no
identifica en los trabajos desarrollados en Chile. Estos se pueden agrupar accediendo más que a poblaciones periféricas de construcción progresiva,
en torno a la misma pregunta que plantea la Escuela de Manchester, pero sin planificación, suburbanizadas y donde campean la economía informal,
su hipótesis es el inverso lógico, es decir: Los migrantes indígenas el sub- y desempleo. En este caso, la morfología y funcionalidad de la
asentados en la ciudad logran reactualizar su cultura de origen y ciudad de los migrantes es la de una ciudad genérica. El autor confirma
desarrollar un proceso de reetnificación pese a la represión a lo étnico que esta apreciación de una ciudad definida en sus caracteres generales y no
ejerce la vida urbana. Señalar esta hipótesis, no supone explicitar la distintivos al plantear que: “(…) en muchos aspectos las distintas ciudades
evidente negligencia que significaría no reconocer los procesos de latinoamericanas y del mundo son la misma ciudad, se percibe que las
chilenización o aculturación al interior de la ciudad, sino más bien, dar pautas de comportamiento, la ordenación de los usos y los flujos internos
cuenta del interés más o menos general que guía las investigaciones y de de mercancías y personas, obedecen al mismo patrón de funcionamiento”
los resultados que exponen. (Gissi, 2001: 63).

Nos ocuparemos en presentar dos elementos que componen esta Si los aspectos formales de la ciudad se expresan en forma clara, la
hipótesis general. Primero, sobre la noción e imagen de la ciudad o de lo dimensión cultural de la urbe se despliega de forma implícita a lo largo del
urbano que se construye a partir de ella, y posteriormente, revisar cuál es texto, accediéndose a ella a partir de la sistematización de enunciados,
el objeto de estudio con el que se trabaja, el cual debiera dar cuenta de un juicios y afirmaciones que surgen como datos de contexto. De ellos
proceso de reetnificación urbana. Para nuestra revisión hemos podemos consolidar las siguientes ideas: la cultura dominante de la ciudad
seleccionado un par de investigaciones que son parte de un trabajo reprime la expresión étnica; la ciudad discrimina a la diferencia, a su vez
sistemático sobre migraciones mapuches y aymaras, y que nos parecen, si que la hostilidad resultante obliga a la adaptación. En efecto, estos
es justo plantearlo así, representativos en las formas de construir el terreno enunciados construyen en término negativos la ciudad; La vida urbana
de la etnicidad urbana. atenta la reproducción cultural de los migrantes en cuanto indígenas,
descomponiendo sus subjetividades basadas en una memoria ancestral.
El primer trabajo al que nos referiremos, y que servirá de conductor, es una
investigación realizada por N. Gissi (2001) en que nos presenta una Esta falta de prolijidad para definir la ciudad y el espacio urbano que se
revisión respecto al proceso actual de reetnificación de la sociedad desarrolla en ella, y una respectiva sensibilidad negativa no es exclusividad
mapuche y, particularmente, de la experiencia de este proceso por parte del estudio al que aludimos, más bien es una aproximación que se
de migrantes mapuches asentados en la Comuna de Cerro Navia de la comparte en diversos trabajos y pasa a formar parte de un sentido común
ciudad de Santiago. Nuestro interés específico refiere sólo a los elementos de las investigaciones en este terreno (Aravena, 1998 y 2003; Tabilo et.al,
8
que mencionamos anteriormente, pues los alcances de este trabajo, como 1995 ). En suma, la ciudad es una realidad opaca tanto por sus precarias
los otros a los que aludiremos, exceden nuestro propósito particular ya que condiciones de habitabilidad como por su afán de dominio
ellos contienen una gama de intereses específicos. homogeneizante.

La primera observación surge respecto a la construcción del espacio En este contexto, el proceso de adaptación sociocultural del migrante se
donde residen los migrantes mapuches. La ciudad es definida a partir de caracteriza como traumático: “En la metrópoli, las categorías de
elementos urbanísticos y sociales de sectores pobres y marginales. La conocimiento mapuche se ven marcadas por la duda, por la incertidumbre,
ciudad se caracteriza como una estructura física deficientemente equipada verdaderamente existencial, de escindir el terreno de las convicciones
para acoger a sus residentes; carencia de servicios básicos, limitado íntimas y las configuraciones del nuevo mundo social” (op. cit., 2001: 102).
acceso a servicios educacionales y de salud, insuficientes y precarias En este escenario, el migrante se encuentra sometido a dos posibilidades:
viviendas, problemas de transporte, etc. Esta imagen explícita del espacio
urbano, evidentemente, no es parte de una experiencia particular de los 8
Este trabajo corresponde a una publicación en el marco de la Investigación “Indígenas en la
migrantes mapuches, más bien es una compartida por miles de migrantes ciudad: Los migrantes aymará en las áreas urbanas de la Región de Tarapacá” Proyecto
Fondecyt 194109 dirigido por Héctor González.
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o enmascara su identidad intentando incorporarse rápidamente a la cultura


dominante, borrando las huellas de su origen y diferencia, o reconstruye su Si el migrante se encuentra en una situación de agresión en la ciudad,
identidad étnica a partir de la participación de colectivos desarrollados en entonces buscará agruparse con los suyos como una forma natural de
la urbe que reproducen elementos identitarios. protección. Las organizaciones de aymaras en las ciudades de Arica e
Iquique permitirían cumplir con este objetivo tal como lo expresa Tabilo:
Frente a esta disyuntiva surge la segunda observación sobre los trabajos
en este terreno. Como planteábamos, la hipótesis general que guía los “Se construye un espacio de ‘refugio cultural’, de
estudios nos plantea la reetnificación en el medio urbano de los migrantes, resguardo psicológico contra la discriminación, quizás el
que en estos términos equivale a indagar en cómo se desarrollan único ámbito de la ciudad donde el migrante deja de ser
estrategias que permiten hacer frente a la hostilidad de la ciudad para la ‘otro’ que ocupa un espacio que siente que no le
permanencia y reproducción de las identidades indígenas. Ahora bien, el pertenece (…) al constituirse como un espacio donde se
objeto de estudio que se construye en cuanto generador de estas relaciona con los suyos evitando la mirada del otro, el
estrategias son las organizaciones de indígenas urbanos, con especial resto no aymara de la sociedad urbana (…). El migrante
énfasis en las de carácter formal. En efecto, se centra la mirada en aymara ha elegido constituir un espacio aparte, donde no
formaciones asociativas para desentrañar los procesos de reetnificación en lo hagan sentirse como un ‘otro’ extraño y rechazado.”
este nuevo medio, un medio que no sólo los reprime en su diferencia, sino (Tabilo, 1995: 29)
que también establece un nuevo campo de comunicaciones sociales y
culturales que predisponen la disolución de “lo indígena”. Las actividades La construcción de este espacio de ‘refugio cultural’ tendrá por objeto
que realizan las organizaciones estudiadas son variadas, aunque en el recomponer una identidad que se ha ido desgajando desde el momento en
caso de las mapuches están casi exclusivamente vinculadas a una que se dejaron las comunidades originarias. Para los mapuches en
dimensión ritual; a su vez, en el caso aymara se incorporan objetivos de Santiago, Gissi ex pone el valor de esta función;
tipo económico y de recreación.
“(...) el sentimiento de soledad del migrante, alude a la
La importancia de fijar la atención en estas formaciones asociativas la nostalgia de un cuerpo del que fueron arrancados, es
expresa Aravena (2003) de la siguiente forma: “Así como en la sociedad nostalgia de lugar, es el recuerdo del espacio de origen
mapuche de las comunidades rurales el espacio social se construyó en del grupo como pueblo, la comunidad reduccional. Sin
torno al sistema reduccional, en la sociedad mapuche post-reduccional embargo, la etnicidad se encuentra parcialmente
urbana, es en la organización donde se reproduce el espacio social de la recompuesta en estas neocomunidades urbanas.” (2001:
comunidad.”9. Se desprende, entonces, que el es tudio de las 120).
organizaciones no es sólo un medio metodológico funcional, sino que
remite a una unidad básica para comprender el fenómeno indígena urbano, Ahora bien, hay una lectura sensible y algo afectada sobre esta relación;
es decir, se constituye efectivamente en un objeto de estudio. Sin surge con fuerza la ‘comunidad pérdida’ en el mismo sentido que
embargo, al igualarla como unidad conceptual con la comunidad (originaria planteamos anteriormente la nostalgia por lo rural, una sensibilidad que
y rural), administra de antemano la hipótesis de reetnificación urbana a la habla de un espacio que se extraña por su densidad cultural, ritual y
que aludíamos inicialmente, lo cual le resta capacidad analítica. Revisemos religiosa, por sus relaciones sociales ricas del cara a cara y por la
brevemente algunos elementos con los que se construye este objeto. voluptuosidad con la que se expresan las subjetividades en ese espacio
extraviado. Esta noción conlleva a que la mirada de estas neocomunidades
sea con relación a las comunidades de origen, que se intentan recuperar,
9
A grandes rasgos, el régimen reduccional se identifica como el proceso que experimenta la estableciendo un circuito cerrado entre dos territorios; “se recrea la cultura
sociedad mapuche, desde finales del siglo XIX, cuando es circunscrita a territorios en tierras urbanas”, concluirá Gissi (2001: 189).
comunitarios por el Estado chileno como consecuencia del ingreso del ejército chileno a los
territorios al sur del río Bío-Bío. Este régimen perdurará hasta la década de 1980, cuando los
territorios pierden su condición de comunitarios acelerando el proceso de migración como
producto de un empeoramiento relativo de las condiciones materiales de reproducción.
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En efecto, en la ciudad estas neocomunidades anulan las condiciones de estudio de lo étnico. Y esto corresponde, dicho de una manera más
complejidad que conlleva el espacio urbano. En gran medida en ellas se directa, a que en el terreno de lo urbano se ha encontrado un substituto de
10
expresa una construcción de tipo monológica de la identidad , es decir la comunidad como una realidad territorial para el estudio de las culturas
como un proceso en que sólo se consideran relevantes los elementos indígenas.
internos del grupo social para la definición de su identidad. En este
contexto lo étnico, como una identidad particular construida en el devenir Ahora bien, esta es una forma de aproximarnos a las limitaciones
de una tradición, se actualizaría a partir de un monólogo desarrollado en el presentes en la construcción de un objeto urbano de estudio en las
seno de este “refugio cultural”. Lo contrario, una actualización a partir del investigaciones referidas. Sin embargo, la limitación tiene un alcance
diálogo cultural con su entorno heterogéneo es evitado mediante la mayor, en efecto, llama la atención la aplicabilidad de la crítica de
“invisibilidad” o el “enmascaramiento” de su identidad como estrategia para Signorelli formulada para la Escuela de Manchester a los trabajos chilenos,
11
hacer frente a la discriminación . aún considerando que ambos conjuntos de trabajos se sitúan en puntos
opuestos del debate, lo cual nos conduce a concluir que la observación de
Junto a este carácter monológico con el que se observa la identidad étnica las variables externas - “la interdependencia de los grupos sociales y la
urbana podemos participar de la crítica principal que desarrolla Signorelli interrelación de las culturas” - sería la gran ausente como objeto de estudio
(1999) para la Escuela de Manchester. Observación que goza de una de la antropología aplicada a fenómenos urbanos.
interesante pertinencia al plantear para dichos trabajos que:
No obstante lo anterior, de los trabajos referidos se desprende una
“Las fuerzas externas son asumidas como una constante sugerente perspectiva, la cual es comprender el fenómeno de etnicidad
y, por ello, igualadas a cero; y las únicas variables urbana - mas allá de la búsqueda de equivalentes entre el campo y la
12
tomadas como independientes son las internas. La ciudad - en la formación de un nuevo espacio que excede esta dualidad
interdependencia de los grupos sociales y la interrelación integrando ambos territorios. Aquí nos enfrentaríamos a la emergencia de
de las culturas, productos evidentes del urbanismo y de una nueva lectura respecto a este fenómeno, una que da cuenta de una
las migraciones en la ciudad, una vez más no se vuelven experiencia espacial que vincula territorios donde prevalecen prácticas de
objetos de investigación” (op. cit.: p.75) múltiples residencias y que darían pie para la construcción de identidades
13
en diáspora o en movimiento . Para el caso mapuche, por ejemplo, se
Efectivamente, el objeto de estudio que se construye, la Organización, se concluye que “dicho término [el de mapuche urbano] cristaliza al individuo
desentiende del resto de la urbe en vez de integrarse en el complejo como ‘urbano’ o ‘campesino’, no dando cuenta del fenómeno aquí visto del
entramado que ofrece la ciudad para la redefinición de identidades en un ‘ida y vuelta’, esto es, del doble proceso de la migración mapuche: campo-
contexto del ‘otro generalizado’. De esta forma, se opta por el diálogo ciudad y, viceversa, ciudad-campo” (Gissi, 2001: 193). Esta idea se
interno de la sociedad indígena, una especie de condición autista, de un comparte para el caso aymara, aunque probablemente con otros alcances
trayecto identitario que va de la comunidad a la organización debido a la dinámica de movilidad histórica de las sociedades andinas, al
(neocomunidad) para luego volver al origen, cerrando exitosamente su plantear que “las organizaciones económicas (…) responden más bien al
círculo hermenéutico. En la construcción de este objeto de estudio, se fenómeno de articulación rural-urbana que parece sustentar la sociedad
desprende la aplicación o adecuación de los mismos procedimientos aymara actual para su reproducción” (Tabilo et.al, 1995: 32)
teóricos y metodológicos que se despliegan en el terreno de lo rural para el

10
Este concepto ha sido trabajado por Taylor (1993) para dar cuenta de las identidades que
12
se conciben construidas por un grupo cultural a partir de elementos exclusivamente internos La distinción entre campo y ciudad, tal como se sospechará, remite a una diferencia tanto
de dicho grupo. Particularmente Taylor aplica este concepto para dar cuenta del desarrollo de de espacio como de tiempo, el de la comunidad (Gemeinschaft) y el de la sociedad
los identidades nacionales y de las características que adoptan los discursos que las (Gesellschaft ) en su distinción más clásica.
13
construyen. Estos conceptos han sido desarrollados por antropólogos como U. Hannerz y A. Appadurai
11
Esta noción de “enmascaramiento” ha sido trabajada por varios autores: Ancán, J. (1995), en relación a procesos de formación de identidad y sentidos de pertenencia en el contexto de
Gissi B, Montecinos, S. (1990), entre otros. las migraciones transnacionales contemporáneas.
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Lo interesante de estas conclusiones es que surge un fenómeno que estos tienen un carácter transitorio y un alcance parcial. Segundo, porque
excede la experiencia espacial de territorios discretos y particulares. A la noción de territorio no es la más adecuada para plantear la experiencia
partir de la experiencia en la ciudad se construye un espacio cultural que espacial que se despliega en las ciudades contemporáneas (o más bien en
articula quiebres y continuidades de la memoria étnica. Este espacio de el mundo contemporáneo), pues refiere a un vínculo fundante de identidad,
carácter urbano permite vincular la ciudad y el campo y dar cuenta de una que opera como el mandato externo de un lugar para significar, obviando
sociedad que se despliega en estos dos terrenos. Si bien aún no se la potencia de la vivencia cotidiana presente en los itinerarios reales e
identifican objetos de estudio que permitan trabajar la relación entre imaginarios que los habitantes desarrollan en la ciudad y que tiene un rol
migrantes y el resto de la ciudad, el hecho que las conclusiones de los fundamental en la construcción de la experiencia con ese espacio. Estas
trabajos aludidos planteen la formación de este nuevo espacio de ideas nos señalan la necesidad de trabajar sobre fenómenos culturales de
comunicación, de tráfico de ideas, símbolos y objetos, empieza a fijar un la contemporaneidad que se despliegan sobre un espacio de tipo
nuevo escenario donde no será posible comprender las sociedades antropológico, en palabras de Merleua-Ponty; un espacio que se construye
indígenas contemporáneas sin repensar la construcción de este espacio y a partir de experiencias de tipo pre o extra reflexiva, un espacio
todas y cada una de las relaciones que se establecen en su seno. inminentemente vivencial.

La reconstitución de nuestras “comunidades pérdidas” en la ciudad nos ha


4. Epílogo impedido observar otros conjuntos de relaciones que se encuentran
“trabajando” sobre las identidades discretas que cohabitan en el espacio
urbano. Planteamos, por ejemplo, procesos de des o re etnificación sin aún
Desde los primeros estudios de la Escuela de Chicago hasta no hace poco identificar cómo dar cuenta de ellos en redes de relaciones más amplias
tiempo se establecía una identidad entre lo que significaba habitar una que la pura organización formal o a partir de eventos adjetivados – de
ciudad y desarrollar una cultura de tipo moderna, incorporando una serie conmemoración ritual - para cumplir funciones específicas, u observamos
de distinciones relacionadas: campo / ciudad, comunidad / sociedad y, por tribus urbanas como si fuera de ellas sus miembros no tuvieran existencia
supuesto, tradición / modernidad. Sin duda que en el actual desarrollo de la y no reportaran elementos para su propia redefinición.
reflexión estas distinciones han perdido capacidad discriminatoria, y por
tanto, explicativa. A la vez que las tradiciones se funden, reactualizan y A pesar de los tempranos trabajos en el campo de la ciudad, la
superponen, los límites entre el campo y la ciudad se hacen más difusos, antropología urbana aún no logra construir un campo distintivo, en parte –
nuestros pueblos cada vez tienen más rasgos de urbe al tiempo que en probablemente - por el trayecto zigzagueante que ha tenido la producción
nuestras ciudades perviven rasgos de nuestros pueblos. Son estos en este terreno, tal como se expresa en la revisión de los Congresos de la
procesos de hibridación cultural - la ecúmene global o como guste disciplina. A su vez, su mirada centrada más en los agregados que
llamársele según el alcance al que aluda - lo que ha confundido las cohabitan en la urbe, por sobre comprender a ésta como un artefacto, nos
fronteras entre territorios locales. Por ello, la cuestión no es la ciudad como ha dejado sumidos en la nostalgia de la comunidad perdida; ya sea la
un lugar con características formales, sino lo urbano como un espacio organización indígena, la tribu urbana o el barrio. Sin embargo, los trabajos
social que precipita una dinámica de relaciones. más recientes auguran la formación de programas de investigación
orientados al desarrollo de una reflexión sobre los significados y prácticas
Ahora bien, para nuestra antropología en que aún preva lece la mirada que se llevan a cabo en el espacio urbano que emerge en las ciudades.
sobre grupos considerados como unidades sociales (colectivos con una
cierta homogeneidad interna vinculados a un territorio), el ingreso al Aún la antropología nacional ha tenido una relación de poca gratitud con
terreno de lo urbano se torna problemático al menos por dos asuntos. sus ciudades. Si bien estas han servido desde su propio nacimiento como
Primero, porque lo urbano refiere a una vida social cimentada a partir del campo de trabajo, su aporte a la comprensión de sus complejidades ha
individuo, en que cada uno establecerá una serie de relaciones (sociales, sido escaso. No obstante, podríamos decir que esta es una deuda general
simbólicas, etc.), diferenciadas y particulares, lo cual por cierto no significa que mantienen las ciencias sociales y humanidades con las ciudades
la imposibilidad de trabajar sobre agregados sociales, pero asumiendo que chilenas, y es precisamente ahí donde la antropología puede realizar un

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interesante aporte en la medida que logre construir objetos de estudios y (1998): “La recomposición de las identidades sociales
sus correspondientes procedimientos disciplinarios, que le permitan indígenas en los medios urbanos: Una reflexión teórica”, En
reflexionar sobre los fenómenos culturales que se han desarrollado en el Tercer Congreso Chileno de Antropología. Desafíos para el
pasado y los que mantienen en construcción el espacio urbano. tercer milenio, Temuco.

Advertíamos al inicio de este texto el carácter arbitrario de una Augé, M. (1995): Hacia una antropología de los mundos
presentación de este tipo, por cierto han sido más trabajos los que hemos contemporáneos , Barcelona: Gedisa.
excluido de los que hemos considerado para nuestra revisión. Sin
embargo, nuestro propósito último ha sido ensayar un orden de las Bengoa, J. (1996): La comunidad perdida, Santiago: Ediciones Sur.
disímiles investigaciones que pueden ser llamadas como de antropología
urbana. Avistamos en un futuro próximo revisitar el presente texto, Cerda, C. (2001): "Imágenes de la Ciudad." Cuarto Congreso Chileno de
suponemos que para dicha visita futura el campo de lo urbano habrá Antropología, Santiago, 2001.
crecido en complejidad hasta conformarse en una verdadera comunidad
académica, como reflejo de trayectorias investigativas definidas, una Delgado, M. (1999): El Animal Público. Anagrama: Barcelona.
circulación amplia de bibliografía clásica y contemporánea y, por supuesto,
marcada por el interés de la discusión científica. García Canclini, N (1989): Culturas Híbridas. Estrategias para entrar y
salir de la modernidad. Grijaldo: México.

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