Primera Generación
José Arcadio Buendía, Patriarca de la familia Buendía y fundador de
Macondo.
Úrsula Iguarán, Prima y esposa de José Arcadio Buendía.
Segunda Generación
José Arcadio, Es el primogénito de Úrsula Iguarán y José Arcadio Buendía.
Coronel Aureliano Buendía, Es el segundo hijo de la familia y la primera
persona que nace en Macondo.
Amaranta, La hija menor de José Arcadio Buendía y Úrsula Iguarán.
Rebeca, es una niña huérfana que llega a Macondo,
Tercera Generación
Arcadio, Hijo de Pilar Ternera y José Arcadio.
Aureliano José, Hijo de Pilar Ternera y el coronel Aureliano Buendía.
Los 17 Aurelianos, Durante sus 32 guerras civiles, el coronel Aureliano
Buendía tuvo 17 hijos con 17 mujeres diferentes, con las que estuvo solo
una noche.
Cuarta generación
Remedios la bella, es hija de Arcadio y Santa Sofía de la Piedad, de quien
heredó su belleza.
José Arcadio Segundo, es el hermano gemelo de Aureliano Segundo, hijo
de Arcadio y Santa Sofía de la Piedad.
Aureliano Segundo De los dos hermanos, Aureliano Segundo es el más
bullicioso e impulsivo, como todos los José Arcadios de la familia.
Quinta generación
Renata Remedios (Meme), es la primera hija de Fernanda del Carpio y
Aureliano Segundo.
José Arcadio llamado igual a sus predecesores de acuerdo con la tradición
familiar, hijo de Fernanda del Carpio y Aureliano Segundo.
Amaranta Úrsula es la hija menor de Fernanda y Aureliano Segundo.
Sexta generación
Aureliano Babilonia, es el hijo de Renata Remedios Buendía (Meme) y
Mauricio Babilonia.
Séptima generación
Rodrigo/ Aureliano, Hijo de Aureliano Babilonia y su tía, Amaranta Úrsula,
nació con cola de cerdo, tal y como Úrsula pronosticó que ocurriría, y
representa el final de la familia Buendía.
José Arcadio Buendía y Úrsula Iguarán, Eran primos entre sí. Habían crecido
juntos en la antigua ranchería que los antepasados de ambos transformaron con
su trabajo y sus buenas costumbres en uno de los mejores pueblos de la
provincia. Aunque su matrimonio era previsible desde que vinieron al mundo,
cuando ellos expresaron la voluntad de casarse sus propios parientes trataron de
impedirlo. Tenían el temor de que aquellos saludables cabos de dos razas
secularmente entrecruzadas pasaran por la vergüenza de engendrar iguanas. Ya
existía un precedente tremendo. Una tía de Úrsula, casada con un tío de José
Arcadio Buendía tuvo un hijo que pasó toda la vida con unos pantalones
englobados y flojos, y que murió desangrado después de haber vivido cuarenta y
dos años en el más puro estado de virginidad porque nació y creció con una cola
cartilaginosa en forma de tirabuzón y con una escobilla de pelos en la punta. Una
cola de cerdo que no se dejó ver nunca de ninguna mujer, y que le costo la vida
cuando un carnicero amigo le hizo el favor de cortársela con una hachuela de
destazar. pág. 10
El misterioso interés en Cien años de soledad es que tiene una estructura circular,
ya que a lo largo de la historia se repiten hechos de forma periódica.
Los mismos nombres y características de los personajes se heredan de
generación en generación.
Un tataranieto del criollo se casa con una tataranieta del aragonés, y a partir de
entonces las familias no dejarán de mezclar su sangre a lo largo de los tres siglos
siguientes, hasta llegar a los ya citados José Arcadio y Úrsula, a pesar que los
parientes “Tenían el temor de que aquellos saludables cabos de dos razas
secularmente entrecruzadas pasaran por la vergüenza de engendrar hijos con cola
de cerdo” pág. 10. Se repite el hecho que la pareja de recién casados emprenden
una cruzada a establecerse en otro sitio producto del temor que les genera las
pesadillas y apariciones del espectro de Prudencio Aguilar. Procrean tres hijos:
José Arcadio, Aureliano y Amaranta.
José Arcadio tiene un hijo bastardo con Pilar Ternera, al que reciben en la casa de
los Buendía para criarlo y se repite el nombre del Abuelo y padre, “Aunque recibió
el nombre de José Arcadio, terminaron por llamarlo simplemente Arcadio para
evitar confusiones” pág. 18. Esta mujer que también le ha dado un hijo a su
hermano Aureliano a quien llama José Aureliano
José Arcadio hijo se casa con Rebeca, una prima lejana, por lo que su madre,
encolerizada por que teme que puedan tener hijos con cola de iguana, la echa de
casa.
Arcadio tendrá tres hijos con Santa Sofía de la Piedad: Remedios, José Arcadio
Segundo y su gemelo Aureliano Segundo.
A Remedios, que es muy bonita pero no brilla por su inteligencia, le pasa lo mismo
que a su tía abuela Amaranta: los hombres que a ella le gustan no la quieren, y los
que la quieren no le gustan. Cuando muere, después de habérsele muerto todos
los novios, sube al cielo.
Respecto a Aureliano, se casó con una hermosa niña llamada también Remedios,
la cual muere de un mal embarazo antes de cumplir un año. Aureliano organiza un
ejército del que se nombra coronel y se marcha a luchar contra los conservadores.
En el transcurso de veinte años participará en treinta y dos guerras civiles, Procrea
diecisiete hijos, Todos reciben el nombre de Aureliano.
2.2.4. Destaque los hechos que ocurren dentro de la familia en cada una de
las etapas por las cuales atraviesa Macondo
Primera etapa, podría decirse que relata la fundación de Macondo, el viaje que el
matrimonio Buendía realiza buscando un territorio más adecuado para asentarse,
obligados por el acoso del fantasma de Prudencio Aguilar, personaje al que José
Arcadio Buendía había dado muerte. Este motivo los lleva a fundar un nuevo
mundo, Macondo.
Se presenta además la peste del insomnio y del olvido que atacan a los habitantes
de Macondo. Estos se acostumbran a dejar de dormir y, además, van perdiendo la
memoria. La consecuencia de las pestes: Aureliano y su padre José Arcadio
deciden “marcar” o nombrar cada una de las cosas para no olvidarlas, a la manera
bíblica. Se sabe que el gitano Melquíades esconde una serie de manuscritos que
albergan la historia escrita de Macondo, en idioma sánscrito. Ésta sólo podrá ser
descifrada por el último descendiente de la familia Buendía.
La segunda etapa, Aquí se relata la crónica de los treinta y dos levantamientos
armados comandados por el segundo hijo varón el Coronel Aureliano Buendía de
los fundadores de Macondo.
La peste del insomnio con la cual los que se enferman dejan de dormir y
olvidan el nombre de las cosas, personas y de su propia identidad
Cuando José Arcadio Buendía enloquece por el recuerdo de todos los
que habían muertos, y sus familiares lo dejaron atado a un castaño.
Cuando el padre Nicanor, por efecto del chocolate humeante, y como
demostración del infinito poder de Dios, se eleva doce centímetros del
suelo, y además lo va demostrando públicamente por las casas.
La cantidad de años que vivió uno de sus personajes, Úrsula: "La última vez
que le habían ayudado a sacar la cuenta de su edad, por los tiempos de la
compañía bananera, la había calculado entre ciento quince y los ciento
veintidós años".
La lluvia de flores:
"Poco después cuando el carpintero tomaba las medidas para el ataúd, vieron a
través de la ventana que estaba cayendo una llovizna de minúsculas flores
amarillas".
La cruz:
“El miércoles de ceniza, antes de que volvieran a dispararse en el litoral, Amaranta
consiguió que se pusieran ropas dominicales y la acompañara a la iglesia. Más
divertidos que piadosos, se dejaron conducir hasta el comulgatorio, donde el padre
Antonio Isabel les puso en la frente la cruz de ceniza. De regreso a casa, cuando
el menor quiso limpiarse la frente, descubrió que la mancha era indeleble, y que lo
eran también la de sus hermanos. Probaron con agua y jabón, con tierra y
estropajo, y por último con piedra pómez y lejía, y no consiguieron borrarse la
cruz. En cambio, Amaranta y los demás que fueron a misa se la quitaron sin
dificultad".
Más tarde, otros gitanos le confirmaron a José Arcadio Buendía que en efecto
Melquíades había muerto sucumbió a las fiebres en los médanos de Singapur, y
su cuerpo había sido arrojado en el lugar más profundo del mar de Java pág 9
Al principio, José Arcadio Buendía era una especie de patriarca juvenil, que daba
instrucciones para la siembra y consejos para la crianza de niños y animales, y
colaboraba con todos, aun en el trabajo físico, para la buena marcha de la
comunidad. Puesto que su casa fue desde el primer momento la mejor de la aldea,
las otras fueron arregladas a su imagen y semejanza. Tenía una salita amplia y
bien iluminada, un comedor en forma de terraza con flores de colores alegres, dos
dormitorios, un patio con un castaño gigantesco, un huerto bien plantado y un
corral donde vivían en comunidad pacífica los chivos, los cerdos y las gallinas. Los
únicos animales prohibidos no sólo en la casa, sino en todo el poblado, eran los
gallos de pelea. Pág 6
Era el hombre más emprendedor que se vería jamás en la aldea, había dispuesto
de tal modo la posición de las casas, que desde todas podía llegarse al río y
abastecerse de agua con igual esfuerzo, y trazó las calles con tan buen sentido
que ninguna casa recibía más sol que otra a la hora del calor. En pocos años,
Macondo fue una aldea más ordenada y laboriosa que cualquiera de las conocidas
hasta entonces por sus 300 habitantes pág 6
Lugo de que Úrsula llegara con una multitud de hombres y mujeres a Macondo,
pag 17 José Arcadio Buendía no tuvo un instante de reposo. Fascinado por una
realidad inmediata que entonces le resultó más fantástica que el vasto universo de
su imaginación, perdió todo interés por el laboratorio de alquimia, puso a
descansar la materia extenuada por largos meses de manipulación, y volvió a ser
el hombre emprendedor de los primeros tiempos que decidía el trazado de las
calles y la posición de las nuevas casas, de manera que nadie disfrutara de
privilegios que no tuvieran todos. Adquirió tanta autoridad entre los recién llegados
que no se echaron cimientos ni se pararon cercas sin consultárselo, y se
determinó que fuera él quien dirigiera la repartición de la tierra. Pág 18
b) Su afición al estudio de las ciencias
Luego de notar que su hijo José Arcadio se había ido con los gitanos, Úrsula
preguntó por dónde se habían ido. Siguió preguntando en el camino que le
indicaron, y creyendo que todavía tenía tiempo de alcanzarlos, para traer consigo
a su hijo. Pag 19
c) Su influencia a través de las diferentes generaciones
De pronto, casi cinco meses después de su desaparición, volvió Úrsula. Pág 16
trajo con ella hombres y mujeres como, de cabellos lacios y piel parda, que
hablaban su misma lengua y se lamentaban de los mismos dolores. Traían mulas
cargadas de cosas de comer, carretas de bueyes con muebles y utensilios
domésticos, puros y simples accesorios terrestres puestos en venta sin
aspavientos por los mercachifles de la realidad cotidiana. Venían del otro lado de
la ciénaga, a dos horas de Macondo pág 17
Úrsula, inició un prometedor negocio de animalitos de caramelo, pág18
Luego de la peste del insomnio, cuando ya Amaranta y Rebeca eran señoritas,
Úrsula emprendió la ampliación de la casa. Pg 25
d) Su resistencia a envejecer
Había llegado a una edad en que tenía derecho a descansar, pero era, sin
embargo, cada vez más activa. Tan ocupada estaba en sus prósperas empresas,
pag 24
e) Descripción de los hechos que relatan su decrepitud en los últimos
años
3.12. El último José Arcadio (Hijo de Aureliano II con Fernanda del Carpio)
3.12.1. La Educación que se le dio a este personaje
3.12.2. Engaño que hizo a Fernanda del Carpio
3.12.3. Su llegada a Macondo
3.12.4. Circunstancias de su muerte
3.13. Meme (Remedios Renata) (Hija de Aureliano II con Fernanda del Carpio)
3.13.1. Caracteres psicológicos
3.13.2. Los desafueros de su época escolar
3.13.3. Sus extravagancias
3.13.4. Sus relaciones con los gringos de Macondo
3.13.5. Su acercamiento amoroso con Mauricio Babilonia
3.15.6 Destino final de este personaje
c) Su descripción física
Era un hombre lúgubre, envuelto en un aura triste, con una mirada asiática que
parecía conocer el otro lado de las cosas. Usaba un sombrero grande y negro,
como las alas extendidas de un cuervo, y un chaleco de terciopelo patinado por el
verdín de los siglos. Pág 4 Se quejaba de dolencias de viejo, sufría por los más
insignificantes percances económicos y había dejado de reír desde hacía mucho
tiempo, porque el escorbuto le había arrancado los dientes pág 5.
d) Poderes sobrenaturales del personaje
e) Su labor como cronista anticipado de la historia de los Buendía
f) Su capacidad para pasar fácilmente de la frontera entre los vivos y los
muertos
Melquíades, Según él mismo le contó a José Arcadio Buendía mientras lo
ayudaba a montar el laboratorio, la muerte lo seguía a todas partes, husmeándole
los pantalones, pero sin decidirse a darle el zarpazo final. Era un fugitivo de
cuantas plagas y catástrofes habían flagelado al género humano. Pág 4.
Más tarde, otros gitanos le confirmaron a José Arcadio Buendía que en efecto
Melquíades había muerto sucumbió a las fiebres en los médanos de Singapur, y
su cuerpo había sido arrojado en el lugar más profundo del mar de Java pág 9
Durante la peste del insomnio, Resucita de Melquiades, llega por el camino de la
ciénaga un anciano estrafalario, cargando una maleta ventruda amarrada can
cuerdas y un carrito cubierto de trapos negros. Fue directamente a la casa de los
Buendía. El gitano iba dispuesto a quedarse en el pueblo. Había estado en la
muerte, en efecto, pero había regresada porque no pudo soportar la soledad.
Repudiada par su tribu, desprovisto de toda facultad sobrenatural como castigo
por su fidelidad a la vida, decidió refugiarse en aquel rincón del mundo todavía no
descubierto por la muerte, dedicado a la explotación de un laboratorio de
daguerrotipia pág 22
g) Sus relaciones con las diferentes generaciones de la familia Buendía
h) Sus diferentes resurrecciones y muerte definitiva
3.17.11. Gastón
a) Descripción del personaje
b) Sus actitudes extravagantes
c) Forma como desaparece de Macondo
José Arcadio Buendía le ganó una pelea de gallos a Prudencio Aguilar. Furioso,
exaltado por la sangre de su animal, el perdedor se apartó…
Y gritó. Te felicito a ver si por fin ese gallo le hace el favor a tu mujer.
Diez minutos después volvió con la lanza cebada de su abuelo. Prudencio Aguilar
lo esperaba pero no tuvo tiempo de defenderse. La lanza de José Arcadio
Buendía, arrojada con la fuerza de un toro le atravesó la garganta.
El asunto fue clasificado como un duelo de honor, pero a ambos les quedó un
malestar en la conciencia.
José Arcadio Buendía y Úrsula veían constantemente el espectro de Prudencio
Aguilar hasta que José Arcadio no pudo resistir más.
“-Está bien, Prudencio -le dijo-. Nos iremos de este pueblo, lo más lejos que
podamos, y no regresaremos jamás. Ahora vete tranquilo”.
Y fue así como emprendieron la travesía de la sierra. Varios amigos de José
Arcadio, jóvenes como él, embullados con la aventura, desmantelaron sus casas y
cargaron con sus mujeres y sus hijos hacia la tierra que nadie les había prometido.
Y fundaron Macondo Pág 11
4.1.6. Con los datos anteriores prepara una conclusión acerca del punto de
vista narrativo de cien años de soledad para que lo discuta en clases en el
momento oportuno.
Pero además de este narrador externo, hay otro interno: los pergaminos. "Pero
quien verdaderamente escribe la historia es el Narrador Segundo, cuyo relato se
ve envuelto en la consideración histórica de tiempo del Narrador Primero", dice la
filóloga chilena Ana Pizarro, en "De la ficción a la historia Cien años de soledad".
"Se trata de Melquíades, aquel que posee las claves de Nostradamus y que,
conociendo la determinación que pesa sobre la estirpe, cifrará su historia. El
desciframiento de estos manuscritos por Aureliano Babilonia coincide con la
extinción de la estirpe, dibujando un juego temporal que se cierra casi en redondo,
y donde el ciclo de la existencia recorre las instancias del nacimiento, desarrollo,
auge y destrucción".