Está en la página 1de 13
Algunas consideraciones sobre la evolucion de las sirenas ere ara Nina, ‘amorosa ondina Mitica o cientifica, la represemtacién del mun- do que consiruye el hombre se debe siempre (en gran medida a su imaginacién, Francois Jacob uuizds uno de los més gran- es enigmas no resuelto por rncia ni por 1a mitolo- ‘fa, es el de Ia evolucién de las sirenas. Evidencias de este hecho ‘no faltan, pero, como ocurre con fre- cuecia en estos casos, 1a explicacion y la relacion de los hechos no es tarea sencilla. Afortunadamente las hip6tesis son numerosas, Parece ser un misterio que no ha sucumbido al abandono a pesar del decreciente interés por los problemas te6ricos. La imaginacién es- casea en estos tiempos. ‘Aunque... écémo dar cuenta de la génesis de las sirenas?, éde qué manera explicar el paso de estos hibridos del reino de los plumiferos al de las espe- cies marinas?, Ly qué decir de su poste- rior transformacién en mamiferos? Segiin los estudiosos del tema, aun cuando, en su célebre Odisea, Homero no proporciona una descripcién de es- tos seres mitol6gicos, existia cierto con- senso entre los antiguos en cuanto a su aspecto y cualidades. “Para Ovidio, son aves de plumaje rojizo y cara de mujer; Para Apotonio de Rodas, de medio ‘cuerpo arriba son mujeres y, abajo, (César Carrillo Trueba: Facultad de Cien cas, UNAM aves marinas”, escribe en su Manual de Zoologia Fantastica, Jorge Luis Borges, ‘uno de los més renombrados especialis- tas en seres imaginarios. Otro conocedor en la materia, Al- | presentaba bajo una faceta distinta pa- fonso Reyes, nos dice que “la tradicién sgreco-oriental, segiin los monumentos y textos conocidos de Grecia y Roma, Si tomamos en consideracion sus cualidades, la discusion se vuelve deli- cada. “Suerte de aves infernales”, decfa Higinio. La naturaleza femenina se ra infundir miedo y respeto a los hom- bres. Una ilustracién de ello la propor- ciona el mismo Homero en el conocido Presenta a las sirenas como seres hibri- | pasaje de la Odisea, en el que Ulises, dos, la cabeza de mujer, el cuerpo re- para no ceder al canto de las sirenas, vestido de plumas y patas de pajaro” Aparentemente el debate més fuerte Biraba en torno al aspecto cuantitativo, Qué tanto mujeres, qué tanto aves? Para algunos s6lo la cara, para otros, medio cuerpo era mujer. Hubo quic- nies, buscando acompafamiento a su afamado canto, las dotaron de manos ‘que servian para tocar Ia cftara. Las re- presentaciones varian, aunque en su mayorfa se inclinan por la equidad. No.ROCTUBRE IB tapa con cera los ofdos de ta tripula- i6n del barco y se hace atar al mst. Seguro més mujeres que aves. El Physiologus, texto del siglo, ori- ginalmente escrito en griego, las pre- senta con “forma humana hasta el om- bligo y, mas abajo, forma volatil. Su canto adormece a los navegantes, a ‘quienes luego las sirenas destrozan”. La Biblia menciona tnicamente su can- 0 y, como veremos més adelante, el 35 ‘cristinnismo se va a apoderar del episo- dio homérico para hacer de él un ejemplo de resistencia a la tentacién, Mas, como dijera Kafka, es probable que fas sirenas nunca cantaran y Odi- se0, “quien s6lo pensaba en ceras y ca- denas”, creyé haberlas vencido, De c6mo se generaron al azar, a partir del caos originario Seres casi eternos, as sirenas estuvieron aht desde la génesis de todas las cosas, al lado de faunos, efclopes, nereidas ¥ amazonas. Al igual que el de todos estos seres, su origen se encuentra, segin ‘Anaximandro, en aquellos embriones (ue se formaron sobre la titra al sepa. Fare ésa del mar despots del cas que feinbo en lor inicio del univers. De- Fido al eso tan inteso, a ina see tment y sobre ella apareieron multud de "mores ebieto por una membr ta tnebina que eae late” ls dimentaba durante la noche y es se tneargaba de solar estoy svances, Una ver que se compet el desarrollo, fas membrana se abieron y “se prods. fern tods las formas de ido sina Dice Anaximendro que aquellos que surieron de oma catene se aie toma las 2ona las aaquiiron al Ienas que “los que Tovwieron ume consnench terrae” ah se quaéaton Beat soguro que la sircnas do Ta tntguedade gonerron en una region de transiion, de abt su naturale brid, Mas explicit es In teoria de Empé- docs, ferviente Segidor de los cuatro elementos quien divide en tes capas la génbsis'de estos organismos. En un Principio, crectament del suelo, bro: faron sia ton a son, ojos sin cabeza, caver sn cveroe, bros sin Wonce, troncos sin pieman caus sin erp, aise implumes Une inmensid de par tes de los actuals cuerpos dels eres vivon, deambulaban por la terra en bose de elas pra uve, El aar va a acoreras durante lasogunda etapa, e@ ta cal se van a format todo tipe de animales Hombres Gon eabera J tro, teres biotfalo, algunos eon mumeresas cxtremigaes, ors con un of oo si tivgaraquél con evrpo de ave, cab fa de leony cola de sient. Cons guidad se arn do la épocn qu, en te Env histori, laters ba concede ta mente a la tercera era, solamente so- brevivirin aquellos que por un afortu- nado azar aleanzaron una constituci6n viable. Las sirenas y el minotauro se encuentran entre éstos. La explicacién de Demécrito soto Jifiere por 10s elementos constitutivos: los dtomos. Segin este autor, seria la unién fortuita de los ftomos en el va- cio 10 que habria dado origen a los se- res vivos, que también se generaron en el limo. De como ya existfan en Ia idea y Tuego fueron creadas en el mundo xu tWuuy Jus pensagores ae Ja antigde- dad estaban de acuerdo con estos prin- cipios. Anaxigoras, quien no crefa que Ja naturaleza jugara a los dados, discre- pa de las teorfas anteriores. Este fil6so- fo j6nico pensaba que detrés de tanta ‘armonia, de tanta diversidad en la na- turaleza, debe existir una especie de in- teligencia, algin espiritu que haya or- denado 1a materia con tanta destreza. Los seres hbridos no son producto de! azar, sino de una voluntad. Las sirenas fueron creadas bajo este designio. En esta misma corriente se encuen- tra Plat6n, quien, elaborando un siste- ‘ma més completo, cree que el Gran Demiurgo, personificacién de la Idea del Bien, cre6 todos tos seres posibles, perfectos ¢ imperfectos. El principio de plenitud entra en escena, con lo cual, sirenas, centauros, pigmeos y lamias, fennan vin Ingar denten de In creacidn feylum Veriebrata ‘Grdan Siena. (mar Ginera ¥ esped Fomitin Dugongudae (dug species Hy *Con dos subes manofs (mona de 6 Anita Trichectnes en Thichechus Trichechus occidental) original, cumpliendo con una finalidad preexistente en la mente del Creador. También Arist6teles se ocups de asunto tan complejo, y su opinién al respecto es tajante: el azar es estéril y ‘una causa eficiente subyace a la génesis de todas las cosas. La naturaleza no es iscontinua como lo piensan los ato- mistas, sino que en todas sus manifes- (aciones constituye un continuo. Los mismos seres vivos fueron creados si ‘guiendo una cadena continua que va de Jo mas simple a lo més complejo, sin que haya vacfo alguno, Los seres hibri- dos son una prueba de tal continuidad, que se manifiesta en multiples y diver- 0S niveles, como puede ser el habitat, Asi, existen seres mitad acudticos-mitad terrestres, como las focas. A pesar de sus observaciones directas sobre el de- sarrollo embrionario de numerosos ani- males, las cuales le hacen dudar de la existencia de algunos hibridos -un ser mitad hombre y mitad toro no es posi- ble, decta, ya que los periodos de ges- tacién son diferentes, y el fruto de di- cha unién tendrfa la parte humana ain inmadura-, Arist6teles piensa que la continuidad tiene que cumplirse en to- dos los ambitos, y que si no fueron creados asf los seres, el medio es capaz de influir -“la diversidad de lugares ge- nera diferencia de caracteres”., 1o cual leva al Estagirita a ser eco de los rela- tos de viajeros que cuentan de Ia exis tencia de numerosos monstruos en tie- rras lejanas, Las ideas cambian, las sirenas ermanecen. dal Cosibe}* vis (manath amaxtaica) negolensis (monati de Africa gos y vecer marine) Dugong dug odamalir gigas (vaca marina de Steller, yo entin [dugongo} ) jos:T. manatus latiratts (manati de Flaride) y T. monatus De cémo dejaron los aires | resurgir del agua Si sobre su generacién encontrame gunas luces, no ocurre lo mismo c etapa de transicidn, lo cual es muy euente en la literatura filogenética, qué momento abandonaron los : para habitar los mares? &COmo n ron sus plumas en escamas? Cu: se les dej6 de temer ..tanto? En 1 dad nadie sabe a ciencia cierta cu: y emo ocurrié esta metamorfosis quienes incluso ereen que tas anti sirenas se extinguieron y que las < nas son otra especie que leg6 a oc su nicho mitol6gico. Esta titima hipétesis se basa e | + hhecho, muy conocido en la antigie de que si algin mortal no cedia a encantos, las sirenas moritian, Se que fue Orfeo el inico que, no : mente pudo resistir a su melodiosa sino que, desde la nave de los nautas, elev6 un canto de tal belle dulzura, que las sirenas enloquecids Precipitaron al mar, quedando tran madas en rocas. Su completa extin | es dudosa, ya que resulta demas | oincidencia que hayan sucumbidc ‘el mismo lugar de donde van a resi ' Posteriormente. Es mas probable | Jas ninfas acusticas, hijas de Nereo, yan acogido a algunas en su set” que, por algin desconocido proces, Adaptacion, éstas hayan mutado | | dualmente. Una evidencia de 4. transici6n se encuentra en un tral e alquimia de siglos posteriores (1 ra 1). Se sabe ademds que las nere también atrafan con sus encantos a ‘humanos para Hevarlos a su reine cual denota una afinidad més entn renas y ninfas acusticas, I El mismo Alfonso Reyes, quien ca entre los siglos vi y vit la apari fon del nuevo tipo de sirena con “cabe:' y busto de mujer y, del ombligo ab jo, cola de pez que desaparece en ,as aguas”, incluye esta dltima entre su: ‘hi potesis. Don Alfonso se basa en el Li- ber monsirorum, obra escrita entre © 08 dos siglos y que se le atribuye a Atde- linus, quizds abate de Malmesbury y Juego obispo de Sherbone. A parti de sus investigaciones, nos propone cu: ir0 hipotesis. “La nueva figura de la sit'na puede provenir: a) de una contaminacién hecha yor ‘Audelinus entre Ia sirena elisica y ta sblida”, Slidonius, sig xvat ‘monstruosa Escila, que Virgilio di bbe como una mujer que hunde su de deifin en el agua; b) de la confusi6n en que ine ‘Audelinus tomando por sirena a al nninfa maritima o hembra de trit6n ta en algtin viejo mosaico o cuadn mo el que dice haber admirado Italia?, y relativo a las tradicione Escila y Circe; ©) © bien puede esta sirena-pe: tuna invencién de su propia min’ ‘ms 0 menos provocada por algun: guraciones encontradas en lectur documentos artisticos; Nos2OcTUB ‘Figura 1. “Las sirens atraen a los marinos al fondo del mar, como el mercurio ahoga su 4) posible es también que de + modo hayan Megado hasta el Libe pecies forlkl6ricas de mitologias b: ras y septentrionales, en que abu las mujeres-peces y en que es mu, trafio no haya pensado Faral" Erwin Panofsky, el mas grande « cialista en este tipo de transmutaci evolutivas, a las que é1 llama “pse ‘morfosis”, se inclina por la dtima | tesis. Para este autor, lacuna de I novacién mitolégica de la Eu: medieval se encuentra en el mat Norte, en Irlanda. En esas latite ‘como bien lo dice Don Alfonso Ri

También podría gustarte