Está en la página 1de 4

Herramienta de aplicación

Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva


La revolución ética en la vida cotidiana y en la empresa

Nuestro lenguaje refleja muy fielmente la manera en que pensamos y actuamos,


dejando entrever nuestros paradigmas y nuestras creencias acerca de nosotros
mismos y del mundo.

Revisar la manera en que nos expresamos puede resultarnos una herramienta


más en el proceso hacia la efectividad personal.

A continuación le proponemos el siguiente ejercicio compuesto de dos partes:

Parte 1: De la obligación a la elección

Haga una lista de frases que comiencen con las palabras “Tengo que …”. Piense
en todas aquellas cosas que usted considera “debe” hacer. Tómese el tiempo
necesario para reflexionar.

Tengo que

Tengo que

Tengo que

Tengo que

Tengo que

Léalas en voz alta.

1
Ahora retome las frases que escribió y reemplace el “Tengo que…” por “Elijo…”.
Reproduzca exactamente las mismas modificando simplemente el encabezado
(Elijo en lugar de Tengo que)

Elijo

Elijo

Elijo

Elijo

Elijo

Léalas en voz alta.

¿Cuál es la diferencia que nota en una y en otra versión de sus declaraciones?

Siempre tenemos el poder de tomar una decisión, aun en el caso de que esa
elección sea entre alternativas indeseables. El círculo de preocupación está
lleno de “Tengo que…”

2
Parte 2: De lo imposible a lo no deseado

Haga una lista de frases que comiencen con las palabras “No puedo…”. Piense
en todas aquellas cosas que usted considera que “no puede” hacer. Tómese el
tiempo necesario para reflexionar.

No puedo

No puedo

No puedo

No puedo

No puedo

Léalas en voz alta.

Ahora vuelva a las frases que escribió y reemplace el “No puedo…” por “No
quiero…”. Repita exactamente la misma frase modificando sólo el encabezado
(No quiero en lugar de no puedo)

No quiero

No quiero

No quiero

No quiero

No quiero

Léalas en voz alta.

3
¿Cuál es la diferencia que nota en una y en otra versión de sus declaraciones?
Es algo realmente imposible, o es algo posible que usted se niega a hacer.
Reflexiones sobre su capacidad y poder de negación. ¿Qué otra cosa puede
descubrir?

Los “No puedo…”, “Tengo que…”, “Debo…”, “Si…” son un tipo de lenguaje
reactivo. Derivan de un paradigma básico determinista, en el cual yo no soy
responsable, sin poder elegir mi respuesta. El poder está puesto afuera, y
favorece el aumento de nuestro círculo de preocupación.

Por el contrario los “Elijo…”, “Quiero…”, “No quiero…” Puedo…” son parte del
lenguaje proactivo, y su uso consciente ayuda a aumentar nuestro círculo de
influencia.

También podría gustarte