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~Re~rtaje_______________~-~ -·-M_o _t_~_id_e_o_,v_1e_r_ne_s_1_d_e_m_a_rz_o_d_e_19_a_s_!

~J
Beber Raviolo a unos 3.500 ejemplares. Pero hay que
hacer notar, para que no se piense que
publicamos autores universales sola-

"Nos salvamos porque mente, que esa colección posibilitó


publicar autores uruguayos y darles una
difusión mucho mayor, que la que ten-
drían si fueran libros editados exclu-

salimos a inventar'' sivamente para librerías. En estos


momentos es impensable una edición de
2.500 ejemplares para un autor uru-
guayo joven, como la que tiene colocados
de inmediato en "Lectores ... "
Con heridas, lesiones varias y a caballo del milagro, apenas si dos o tres - ¿Qué efecto hizo la censura
editoriales de real significación en lo que respecta a la divulgación durante estos afios?
cultural nacional, pueden decir hoy que capearon el devastador - Vamos a aclarar una cosa. Es-
trictamente censura clásica, la "previa",
temporal de la dictadura militar y sus años previos, período en que se no hubo.Por supuesto hubo autocensura,
desmanteló prácticamente el noventa por ciento de la "industria cada uno sabía hasta qué limites podía
editorial" uruguaya. llegar. En ese sentido, hay una parte que
''Banda Oriental'' es, sin duda, el sello más importante de los puedo conocer y otra que no, acerca de
los efectos reales que tuvo la autocen-
sobrevivientes y su trascendencia tiene que ver con la difusión sin sura. Esto es así porque además de darse
pausa -imaginación y penuria mediante - , de la obra de un puñado de a nivel editorial, también se da a nivel de
intelectuales nacionales, integrado por historiadorest escritores, los autores y en ese sentido apenas si
economistas, poetas y ensayistas de diversas disciplinas. puede verse una parte del iceberg. El
Desolador habría sido nuestro escuálido mapa cultural de haber asunto era saber hasta dónde se podía
llegar y eso significaba una situación
· aufragado esta "nave de los locos", cargada solamente de libros y muy incómoda muchas veces, como es-
onducida por un Profesor de Literatura aficionado al tango en discos tar en el filo de la navaja ...
e pasta, al ajedrez, a los largos silencios y a las horas nocturnas de - ¿Hubo algún caso específico
ecturas de originales. Este hombre es Heber Raviolo, un montevideano digamos, que violentara una edición'! ,
- Dos o tres. casos de amenazas
el Cerrito de la Victoria, de 51 años y que apenas si ha abandonado la que no plasmaron ... Pero tengo que
tmósfera de tinta de su reducto, por un corto viaje por Europa o una aclarar que el momento más candente
reve temporada en un rancho de Balizas. para nosotros, no fue durante la dic-
erebro indiscutido de la sobrevivencia de que hablábamos, es Raviolo tadura militar, sino en la época de
1encargado de explicarnos la forma en que se dieron semejantes Pacheco, cuando surgió aquel decreto
contra la "literatura marxista". Ahí sí,
~esultados de divulgación, capaces de ser calificados, con inclemencias fue una situación de amenaza muy gran-
~todo, como de felices. de, ya que hubo que sacar de circulación,

. 297 ,... . .,.~.....nt1·~ retirar de las librerías, una cantidad de


ti,utores ya editados, que de no hacerlo
estábamos arriesgando la clausura de la

E
s fácil imaginar el escándalo capaz de escuchar un tango a máximo tante repercusión en aquel!a época, ya edit~rial. Por otra parte, tampoco los
de un ejecutivo occidental volumen mientras se enfrasca en una que de al{,runa mar.ier~ recogia gran parte Hhn.ros iban a urriesgarse a exhibir un
de editoriales como la Random partida de ajedrez o planifica una colec- de la efervescencia mtel.ectual de esos' libn calalo¡rado de marxista. Fue el
House o .la Grove Press, al com- ción de "temas del siglo XX', Heher años, producto de con~e~encia~ .Y mesas , 'mon en lo ¡)~or. aunque con esto no
probar que en una editorial de nuestro Raviolo es de esos que los periodistas red<~ndas so?re la tema~ica critica de_ la. quiero asentar un punto a favor del
medio, como Banda Oriental, el "ini- catalogan como "difíciles ' y cuya realidad nacional. Y V1;1nos de los qm; ,m- gobierno militar, sino hacer notar que
ciado" que porta sus arrugados origi- imagen es más fácil obtener de quienes lo ~el;\'ramos .aquel comité de red~c~1on, incluso antes, hubo Una situación muy
nales, traídos entre la ilusión y el tren rodean cotidianamente, que arrancársela fmmos qmenes P?CO después dec1d1mos viol~mta y difícil, diría que hasta más an-
desde los poblados más distantes del aél mismo. crear "Ba.1!da Oriental ..Por supuesto, g\¡st\iante ...
país, en lugar de ser recibido por una Conocedor como pocos del pano- esta ,creacion no fue algo aislado smo,que •-· Muchos sostienen que en todos
secretaria con aspecto de institutriz, se rama de la narrativa nacional y conti- surgi~ en un momento en que se sen tia la esüos mios, los uruguayos con litE:ratura
lo lleva al boliche de la esquina a "bajar" nental, Raviolo sabe de la pérdida de necesidad de que ~l Uruguay contara con , y todo, nos "latinoamericanizamos", nos
una grapa y a soportar el tuteo indis- fuerza y consistencia de nuestra con- un aparato editorial que en ese momento \involucramos definitivamente en el con-
criminado para saber "qué ecribis vos". tinuidad literaria y, lo que es tal vez no existía prácticamente. Los escritores texto continental...
También un ejecutivo de esos se peor, de la pérdida del modelo crítico quedab~n librados a su ¡~ropia suerte o !;l _ Esa es una afirmación que pi•'nso
tirarla del décimo piso como acostum- propio. Ese que permite escoger sin l~s revistas q1;1e estuviesen en. cond1~ habría que reverla un poco. Eso de que el
b.ran a hacerlo allá, cada vez que sus miedo lo mejor o lo más útil de otras cul- c10nes de l?.ublicarles .sus t;,aJ;>a1os. De Uruguay, hasta entonces, estaba "de es-
contabilidades se aproximan a los ni- turas y enriquecernos con 'ell<t_ª-, deterioro modo que Banda. Oriental . iba a res- paldas a América . En ese sentido pien-
veles de una editorial como ésta o se que a nuestro entender tiene que ver;-en- ponder ~.una neces1da_d colectiva, de una so que los uruguayos hemos sido de-
fijan en el panorama cultural del cual se tre otros factores, con la consabida in- generacion ~ue :iecesital !l. expresar~e Y masiado feroces en la autocritica que
extrae la materia de sus publicaciones. comunicación a que hemos estado so- que no tem~ vias para ~~ce~lo ~md,a- realizamos. Es cierto sí que había un
No obstante, se trata de un estilo sin metidos durante más de una década. ~ente. Y as1 fue que naci?, sm nmg';1n aislamiento del Uruguay con respecto a
miras ni deseos de abandonar, que tal "Lo más significativo en cuanto a la fi_n de lu_cro, en 1961. R~cién en los ul- Latinoamérica, pero esto se da para
vez salve y haga salvar lo que se tenga narrativa, en estos últimos diez años'', timos anos, puede decirse que se ca- todos los países de América no sólo para
entre manos. Se diría que tan valiosa ha señala Raviolo, "es el hecho de que no se pital!zó como para pagarnos nuestros el Uruguay. No creo que' se trate del
resultado esa tradición - la que se re- haya plasmado una generación, si nos prop10s sueldos. . . Uruguay europeísta, que está ajeno a los
fiere a esa "manera" de hacer las co- guiamos por ese criterio bastante sim- . ¿Cuáles fue~on. las mayores satis- demás países vecinos. El aislamiento es
sas - , que de ignorarla, en muchos plista, que señala una 'aparición' cada facciones de la ed1tonal? . un problema de todas las naciones de
terrenos, correríamos el riesgo, como quince años más o menos. - Bueno, tal v~z, e~ térmmos nuestro continente y así como se da in-
señaló en cierta oportunidad Carlos Al contrario, en poesía sí ha habido genera!e~ la mayor satisfacción fue la .de comunicación entre Uruguay y Chile,
Fuentes, de "convertirnos en el basurero una generación de poetas. Creo que un s?~revivir. P.or ~ás que no haya si~- también se da entre Chile y Venezuela o
del dispendio industrial". Recibimos poco sobrevalorizada, pero ha habido. ruficado .en ~mg.un momento un camb~o entre Brasil y México. De ahí que me
tecnología obsoleta, series de televisión Pero en narrativa alcanzan los dedos de o un~ dismmucióJ:?- ei: lo que pretendió parece demasiada simplificación afirmar
obsoletas, armas obsoletas e ideas una mano para contar los narradores es- ser siempre la editorial. Con todas las tal cosa. Es tirarnos demasiada tierra
económicas obsoletas, pero a muy altos trictamente jóvenes que han surgido y dificultades obvias, que se vivieron, 7e encima, cuando el problema es otro, el de
precios. Encontrar formas de abandonar aún teniendo en cuenta que esos 'jó- pudo m~ntener la lín~ que ya la ~abia la incomunicación general de Lati-
esas "modernidades", para mantener un venes' ya están en los treinta años o c:iracterizado. También, .otra satisfac- noamérica. Porque si esa incomunicación
estilo donde la imaginación juega un im- próximos a ellos. En cambio lo que sí se ción fue la de h1;1ber publicado obras de del Uruguay nos ha hecho parecer eu-
portante papel, ha supuesto en estos ha dado, son los escritores de otras autor~s que e~ tiempo ~a mostrado que ropeizados, hay que señalar que países
años cierta forma de salvación. Si no, generaciones, que han quedado en el país ha.n s~do de mwo_rtancia. Como la pu- americanos que no tienen nada de eu-
cómo explicar el escribir y el editar libros y han logrado consolidar muy lentamen- blicación d~ practicamente toda la ob~a ropeos, también han padecido el mismo
en un continente de tantos iletrados y te una obra. Posiblemente incidió la de M~rosoli, cuap.do lo que de él se habia aislamiento. A mi entender es el gran
proponer palabras e ideas en sociedades situación desdichada que se ha vivido, ~.ºn?<:1do antes, er~!l de las llamadas problema de las naciones de América y
donde a menudo, como decía alguien, "es pero aún así, en estos años se ha ubicado edic10nes del autor . O toda la obra de que debemos tender a solucionar.
dificil distinguir las exclamaciones de la lo más importante de la obra de Ander- Bar_rán y Nahum. O Galmés, Banc~ero, - ¿Por qué el lector uruguayo se
oratoria de los gritos de la tortura". sen Banchero, de Héctor Galmés, tal vez Ortiz y Ayala y muchos otros no_velistas . resiste a leer escritores uruguayos?
, Durante todos estos años nuestros de Mario Levrero, de Mercedes Rein, y poetas. ~ero en to~o esto tari:b1én tuv.o _ Es un fenómeno que se ha dado,
artistas, los escritores en este caso, han Alejandro Paternain, Miguel Campo- una gran importancia la creación Y sub- efectivamente desde hace unos años. A
debido imaginar por partida doble: dónico y otros qu~. a:hora escapan a mi sistencia de una C?lecci~n como "~ec- la inversa de Ío que ocurrió en la década
imaginar los refugios donde escribir y memoria. Lo que no ha habido, y pienso tores de Banda Oriental , que ya tiene del '60 en la que había una cierta avidez
luego, escribir lo imaginado. Algo si- que debido también a las condiciones en siete a~o~, y cuya caract~ristica Oiría por co~ocer sobre todo a los narradores
milar y en otra escala, ha ocurrido con el que se desarrolló la vida intelectual y qu~ e~ umca en nuestro pms: Esa ca~ac- uruguayos, hoy en dia se da un fenó-
aparato editorial sobreviviente. La que lo hacía muy dificil, es una carac- tenst1ca es la que nos pemute publicar meno curioso. Es casi tan poco el interés
pobreza no da lugar a tecnologías ge- terización generacional de estos años. Se autores no uruguayos. Esto. puede que el público demuestra por los na-
nuinas, propias del lugar donde se afin- ha tratado de esfuerzos aislados, di- parece: raro, pero ocurre que debido~ la rradores y por los poetas -lo he podido
ca, y en escasa medida genera "corrien- gamos, de escritores que han sacado una peq~enez de n:ue~tro mercado, es .im- comprobar en la Feria de Libros y
tes de pensamiento". De ahí qua la per- novela o un libro de cuentos, pero no se posible hacer tira1es de autore~ ~lás1cos Grabados, por ejemplo-, que no sólo no
manencia de un "estilo" que de algún ha visto algo orgánico, que reflejara una que p!-ledan tener un~ vet?-t.a sufic1ei;t~ ,en los compra, sino que ya ni mira los li-
modo asegura la supervivencia cultural, o varias propuestas". hJ;>renas, como para Justificar la ~!1ic1on. bros. La gente está con su atención en
tenga que ver estrechamente con la - ¿De qué forma se produjo tu Sm .embargo, con esta col~cc10n nos otra cosa, le atraen los temas políticos,
Imaginación y sea por tanto dificil es- contacto con el mundo editorial? pudimos dar el gusto de publicar a Sten- sociales, económicos, los temas coyun-
tudiar sin perspectivas temporales, los - Hace veinticuatro años que es- dhal, a Maupassant, a Chester~on Y turales, de actualidad. PiensQ que por
períodos en que ellas, pobrezas e ima- toy en esta actividad, en "Banda Orien- much?7 otros que de .no haber tenido la ese lado puede haber una explicación.
ginaciones, se establecen como para tar'. Pero ya había un antecedente en colecc10n la repercusión que tuvo, hu- Pero también la falta de una crítica
quedarse. mi, una revista que sacaba la FEUU allá biese sid~ iri:po~ible editar :i Ios clásicos: profunda, equivocada 0 no, que pueda
por la década del sesenta y que era _ ¿Que hraJe han temdo esas edi- servir de guía al lector. Por lo general
Inalterable en su aspecto de hombre producto de nuestra militancia univer- cmnes? . . sale un libro y lo que se hace es una
parco, siempre en mangas de camisa, sitaria. Fue una revista que tuvo bas- - En estos momentos el tiraJe llega reseña sin mayor alcance, cosa que le
·Reportaje /Temas
hace difícil al público hacerse de una idea
cabal de la importancia o no que pueda
tener tal o cual escritor. Ahora, con res-
pecto al factor anterior, espero que la
necesidad de información que hoy tiene
la gente, lleve luego a una· necesidad de 1
formación -como ocurrió por los '60-, ·
de interés por las raíces, que corduzca a
leer a: Javier de Viana, a Morosoli o a Es-
pinola, hoy totalmente relegados y que
en buena medida "explican" cómo es el
Uruguay y los uruguayos. Mientras tan~
to, hoy, puede decirse que la situación es
critica: en los veinticuatro años que hace
que estoy en esto, nunca se había dado
tan bajo nivel de difusión con nuestros
narradores y poetas.
¿ - Puede ocurrir que esa situación
también se deba a los escritores, a la
naturaleza de sus creaciones?
- Hay una cosa que es cierta. Tal
vez por la autocensura de que hablá-
bamos, son obras muy pulidas, de gran
calidad, las que se han publicado en es-
tos últimos diez años. Pienso en La
noche del dia menos pensado, de Galmés
o en Las orillas del mundo, de Banchero
y muchas otras. Pero en general, carecen
de aquel interés periodístico que tenia la
novela de los '60. Carecen de "gancho",
digamos para un público amplio. Enten-
damos que tampoco son obras difíciles
de leer, pueden tener calidad y ser
agradables. Pero no satisfacen ciertas
necesidades que parece tener el público,
de que lo relacionen con el presente, con
el momento que vive.
- ¿Quiere decir que el público ha
postergado en cierta forma, a una li-
teratura que no "informa"?
- Parecería gue sí, al margen de las
dificultades economicas que lo llevan
continuamente a optar entre lo que
directamente informa y lo que no. Par-
ticularmente en los jóvenes, por lo
gimeral carentes de poder adquisitivo.
Nadie imagina, por lo que veíamos en las
ferias, a cuanto habría que bajar un libro
para que lo pudiesen compraF. Pero vol-
viendo al punto, hay que aclarar que
tampoco, por no satisfacer esa necesidad
de información sobre la realidad actual,
puede decirse que la literatura ha per-
manecido fuera de la realidad. Sabemos
que hay muchos aspectos de la realidad,
no sólo el político o el económico.
- Podría ser paradójico que en ese
sentido, en el de reflejar la realidad más
próxima, la literatura del .exilio se
aproxime más a lo que este lector ne-
cesita ...
- Sí, por una sencilla razón. Los
que publicaban en el exilio podían darse
el gusto de escribir sobre lo que querían
y escribir lo que querían. Ahi no había
autocensura o limites ajenos, por lo que
el conocimiento de la realidad de que
hablamos, al exiliado se le hace materia
fácilmente tratable. Ahora, vamos a en-
tendernos: nunca creí en una literatura
demasiado testimonial o enfocada sobre
acontecimientos inmediatos. Creo que el
distanciamiento para el escritor es muy
importante, sin perjuicio por supuesto,
de que pueda darse una gran obra de
esas caracterj.sticas. Pero por lo general,
lo que se ha dado siempre con las gran-
des novelas, es que tengan un distan-
ciamiento no menor de diez, veinte o
treinta años con el momento histórico de
referencia.
- En síntesis, ¿cuál fue el "mis-
terio" de la sobrevivencta de la editorial?
. - Fue que salimos a inventar.
Colecciones, fascículos, formas de llegar
al público, facilidades para adquirir
libros a costa de no ganar. Si hubiésemos
seguido con los viejos métodos, sólo se
habrían podido sacar cuatro o cinco
·libros por año y la editorial seria apenas
una especie de sello. Con respecto al
futuro tengo cierto optimismo, por
razones muy sencillas: antes había
temas que no se podían publicar y ahora
sí. Y si bien la crisis económica habrá de
perdurar, pienso que habrá lugar para
libros en m medida que los temas pu-
blicados, respondan a las reales nece-
sidades de la gente. Soy optimista en la
medida que el Uruguay pueda mante-
nerse en pie y para eso, tenemos que
colaborar todos.

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