EN EL ÁMBITO UNIVERSITARIO
Fundamentación
Los docentes de la cátedra de Anatomía y Fisiología Animal al cuestionarnos
acerca de cómo evaluar los aprendizajes de nuestros alumnos y reflexionamos
sobre la necesidad de diseñar un programa que comprenda una serie de
instrumentos que, desde el punto de vista pedagógico y ético, conduzcan a la
consecución de proceso justo y equitativo además, consideramos necesario
tener presente los escasos recursos humanos y de infraestructura con que
cuenta la universidad, así como la demanda institucional de acreditar el
aprendizaje de un mínimo de contenidos que constituyen el núcleo esencial de
la materia.
Al estar convencidos de que la evaluación constituye una instancia de las
actividades académicas que se puede transformar en un importante recurso
para la reflexión sobre las prácticas de enseñanza, nos hemos propuesto
diseñar un programa de evaluación alternativo que enriquezca el proceso de
enseñanza y aprendizaje del estudiante, y que, además, nos permita mejorar
como docentes e investigadores de la educación universitaria.
Si nos preguntamos cómo evaluar, de acuerdo a Tenutto, M (2001) debemos
considerar que: “…los instrumentos de evaluación son herramientas y por lo
tanto no pueden ser utilizados siempre igual ni durante mucho tiempo, ya que
perderían su efectividad”. Así, un cambio importante para comenzar un camino
alternativo es tener en claro que el valor de la evaluación no esta únicamente
en el instrumento que se ha de elegir sino también en el uso que de él se haga.
El proceso de evaluación, en líneas generales, debe articular los siguientes
aspectos:
• la determinación de objetivos claros, es decir de lo que se espera que
logren los estudiantes
• una especificación y asignación de tareas y estrategias para lograrlos, lo
cual es imprescindible para evitar que los estudiantes malgasten
esfuerzos en objetivos individuales ajenos a la propuesta de aprendizaje
• la fijación de criterios explicitándolos como niveles de logro
consensuados
• la selección de estrategias para la recolección de la información que se
ha de valorar
• el conocimiento de los resultados obtenidos en cada uno de sus
intentos, la localización de sus errores y las estrategias para su
rectificación generando un proceso de retroalimentación que transforma
la evaluación en autoevaluación
• la toma de decisiones para que la evaluación se constituya en una
herramienta para el mejoramiento