Celestial, también todos somos hermanos espirituales. En la Iglesia, los miembros a menudo usan los términos “hermano” y “hermana” para dirigirse unos a otros y para los amigos que frecuentan las reuniones. Véase también Hombre(s); Mujer(es)
Dicho Jared vino de la gran torre con su hermano y
sus familias, y con algunos otros y sus familias, en la época en que el Señor confundió el lenguaje del pueblo, y juró en su ira que serían dispersados por toda la superficie de la tierra; y conforme a la palabra del Señor fue dispersada la gente. 34 Y como el hermano de Jared era un hombre grande y dotado de mucha fuerza, y altamente favorecido del Señor, Jared, su hermano, le dijo: Suplica al Señor que no nos confunda de modo que no entendamos nuestras palabras. 35 Y sucedió que el hermano de Jared suplicó al Señor, y el Señor se compadeció de Jared; por tanto, no confundió el lenguaje de Jared; y Jared y su hermano no fueron confundidos. 36 Entonces Jared dijo a su hermano: Suplica de nuevo al Señor, pues tal vez aparte su ira de aquellos que son nuestros amigos, para que no confunda su lenguaje. 37 Y ocurrió que el hermano de Jared suplicó al Señor, y el Señor tuvo compasión de sus amigos y de las familias de ellos también, y no fueron confundidos. Véase Éter 1: 33-37