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l. INTRODUCCIÓN
OSTERLING PARODI, Felipe. Las Obligaciones. Lima: Fondo Editorial de la Pontificia Universidad
Católica del Perú, 1988. Págs. 217 y 218.
2
lbid. Pág. 218. Subrayado añadido .
2
Comentando el dispositivo del Código italiano, Adriano de Cupis 3 señala
que esta norma presupone la imposibilidad de probar la magnitud real y
efectiva del daño, por lo que es una institución que, como remedio
sucedáneo, viene a suplir la prueba imposible. No obstante, "la
valoración equitativa puede también prescindir en casos excepcionales
de la imposibilidad, valga decir, no actúa como remedio sino que
adquiere la función de instrumento del daño preferido por el legislador a
cualquier otra prueba posible".
3
DE CUPIS, Adriano. El Daño. Teoría General de la Responsabilidad Civil. Traducción de la Segunda
Edición Italiana. Barcelona: BOSCJL 1975. Pág. 559 .
3
Tales interrogantes se orientan a evitar el uso abusivo e injustificado del
criterio discrecional del juez a fin de impedir su aplicación en los casos
en que la ausencia de pruebas obedezca a la desidia de las partes o a
una deficiente argumentación.
Agrega el autor citado que "no puede el juez, sin embargo, sustituir las
comprobaciones técnicas requeridas por fas partes, por un criterio
genérico de equidad que lo dispense de indicar los elementos concretos
sobre los cuales fundó su apreciación. Su facultad discrecional,
encuentra obstáculo en el hecho de que existan en el proceso elementos
bastantes para precisar el daño o cuando se hayan utilizado medios de
prueba idóneos para establecer la exacta cuantía, y tales medios sean
legalmente admisibles"5 .
4
Citado por BELTRAN, Jorge. Comentario al artículo 1332° del Código Civil. En: Código Civil
Comentado. Tomo V. Las Obligaciones. Lima: Gaceta Jurídica, 2003. Pág. 997.
Ibidem.
6
SCOGNAMIGLIO, Renato. Contribución a la Teoría del Negocio Jurídico. Lima: Grijley, 2004.
Pág.380.
4
vencido sino con una intensidad de esfuerzo, de sacrificio, de diligencia,
superior a un cierto grado considerado como típico, como normal, como
medio" 7 , referida concretamente a la posición del agraviado, pese a que
podía ser ejecutado por otros8 9 . La regla que podemos establecer en
este punto es que la diligencia llega hasta donde comienza la
imposibilidad 10 .
OSTI, Giuseppe. Citado en: FERNANDEZ CRUZ, Gastón. El deber accesorio de diligencia en las
relaciones obligatorias. En: Negocio Jurídico y Responsabilidad Civil. Libro en memoria de Lizardo
Taboada. Lima: Grijley, 2004. Págs. 607 y 608.
8
BlANCA, Massimo. Diritto Civile. Tomo IV. L'obligazzione. Milano: Dott A. Giuffre, 1990. Pág.
534.
9
Esta interpretación abandona la tesis de la imposibilidad absoluta y objetiva. Absoluta significa que,
en función a la intensidad del impedimento, éste se presenta de modo tal que no puede ser vencido de
ningún modo por las fuerzas humanas; esto es, que el impedin1ento sea de tal naturaleza que no
pueda ser superado de ningún modo cualquiera que sea el esfuerzo aplicado. Es objetiva cuando no
es susceptible de ser ejecutada por ninguna persona y no solo por el deudor. En consecuencia, cuando
se dice que la imposibilidad debe ser objetiva y absoluta, ello implica que la prestación no pueda ser
ejecutada, pese al esfuerzo que se despliegue, por ningún sujeto y no solo por quien está en posición
de cumplir.
10
BlANCA, Massimo. Op. Cit. Pág. 619. Es importante precisar que la imposibilidad objetiva, según
una tradicional definición, es aquella que concierne a las prestaciones en sí, mientras aquellas
subjetivas conciernen a la persona del deudor o a su economía La prestación objetivlli'llente
imposible es aquella que ningún deudor podría conseguir; en cambio es subjetivamente imposible si
no puede ser conseguida por el deudor mientras que abstractamente podría ser conseguida por otros.
(Traducción libre).
11
Fuente: LEDESMA NARVÁEZ, Marianella Jurisprudencia Actual, Tomo N° 2, N° 91.
5
nuestra comprensión que la equidad que consagra esta norma se aplica
solo una vez establecida la responsabilidad. En tal sentido, resulta
indistinto que la responsabilidad del agresor tenga origen contractual o
extracontractual, pues ello no es contradictorio con la facultad
discrecional que la norma citada confiere al juez para cuantificar el daño.
La equidad que recoge el artículo 1332° del Código Civil puede resultar
una herramienta que ofrezca consecuencias disímiles dependiendo del
juez que la aplique. Si el criterio discrecional del juez es el elemento de
juicio determinante para cuantificar el daño, entonces se admite la
posibilidad de que un mismo daño pueda ser indemnizado con distintos
montos, dependiendo del magistrado que conozca la causa. Bajo esta
perspectiva, la norma bajo análisis podría convertirse en fuente de fallos
judiciales heterogéneos y en promotora de la indeseable falta de
predictibilidad de las decisiones judiciales.
Bajo esta óptica, los alcances del artículo en mención no se agotan con
la definición y aplicación del criterio de equidad, pues el espacio de
discrecionalidad que se otorga al juez debe ser complementado con
parámetros desarrollados por la doctrina y jurisprudencia para, siempre
con el objetivo de cuantificar daños de probanza compleja, delimitar la
aplicación de dicho criterio.
6
deberá tener en cuenta al momento de cuantificar daños de probanza
compleja.
12
Casación emitida por la Corte de Casación Francesa el 9 de abril de 2002, expediente N° 00-13.314.
Ver también: CAZEAUX, Pedro. Daño Actual. Daño Futuro. Daño Eventual o Hipotético. Pérdida de
Chance. En: Temas de Responsabilidad Civil en Honor al Dr. Augusto M. Morello. La Plata: Librería
Editora Platense S.R.L., 1981. Pág. 24 y DE CUPIS, Adriano. Op. Cit. Pág. 319 .
13
BUSTAMANTE ALSINA, Jorge. Teoría General de la Responsabilidad Civil. Buenos Aires:
Abeledo-Perrot, 1993. Pág. 176 .
7
La aplicación del princ1p1o de cálculo de probabilidades resulta
bastante útil en este sentido14. Bajo este razonamiento, la cuantía
de la indemnización estará dada por la comparación entre las
probabilidades de aprovechar una chance y las probabilidades de
la misma de no presentarse.
l-1 ALPA. Guido . Responsabilidad Chil y Daüo. Lima: Gaceta Jurídica. 2001 Pág . 23-J..
1
:' DE TRAZEGNIES. Fernando. La Responsabilidad Extracontractual. Tomo II. Lima Fondo Editorial
de la Pontificia UníYersidad Católica del Perú. 1988. Pág -J.9
16
Ibíd. Púg 50 ._
1
- Fuente: http 11 Traducción libre
En este mismo sentido. en la demanda ele rescisión de un contrato de locación de un centro
comerciaL administrado por la locadora. quien fue declarada responsable ele la caída ele Yentas del
8
una decisión condenatoria debe ser cuantificada de acuerdo a la
pérdida efectiva de la chance que de ello resulta". Para estos
efectos, la resolución de la Corte tuvo en cuenta que la posibilidad
de obtener una sentencia a favor por parte del perjudicado contenía
un fuerte componente aleatorio, pues no era seguro que el órgano
superior le diera la razón. Asimismo, la Corte tuvo en cuenta que
aun cuando el fallo hubiese sido a favor, dicha sentencia era
susceptible de ser apelada.
9
podían preverse al tiempo en que la obligación fue contraída, en los
casos de culpa leve, o si el resarcimiento deberá extenderse
inclusive a las oportunidades frustradas cuya generación era
imprevisible, para los casos de dolo o culpa inexcusable18.
18
Código Civil. "Artículo 1321.- Queda sujeto a la indemnización de daños y perjuicios quien no
ejecuta sus obligaciones por dolo, culpa inexcusable o culpa leve.
El resarcimiento por la inejecución de ia obligación o por su cumplimiento parcial, tardío o
defoctuoso, comprende tanto el daño emergente como el lucro cesante, en cuanto sean consecuencia
inmediata y directa de tal inejecución
Si la inejecución o el cumplimiento parcial, tardío o defectuoso de la obligación, obedecieran a
culpa leve, el resarcimiento se limita al daño que podía preverse al tiempo en que ella fue
contraída".
10
caso fortuito o fuerza mayor, o en general de causa no imputable,
en el origen del daño cuya indemnización se reclama.
19
DE CUPIS, Adriano. Op. Cit. Pág. 560.
20
BREBBIA, Roberto H. "La Persona Jurídica como Sujeto Pasivo de Agravio Moral". En: Temas de
Responsabilidad Civil en honor al Dr. Augusto Morello. La Plata: Librería Editorial Platense S.R.L.,
1981. Pág. 55.
21
Ibid. Pág. 59.
11
La posibilidad de que una persona jurídica sea indemnizada por
este concepto ha sido analizada por diversos autores; así, Renato
Scognamiglio22 admite la posibilidad de que la persona jurídica
posea derechos extrapatrimoniales, tales como el honor,
reputación, prestigio, y otros atributos similares, los cuales merecen
la tutela del ordenamiento legal. Tomando en cuenta la acepción de
daño moral adoptada, de entenderla en sentido amplio, estos
derechos serían susceptibles de ser tutelados en cuanto derechos
de la personalidad, frente a los cuales subsistirían todos los
requisitos exigidos para la reparación del daño moral. A su turno
Brebbia23 , siguiendo a la doctrina francesa, señala que "las
personas morales pueden constituirse en sujetos pasivos de un
agravio extrapatrimonial siempre que el ataque que origine el daño
sea dirigido contra bienes o presupuestos personales de las
mismas, de acuerdo a la particular naturaleza del ente colectivo
que sirve de sustrato a su personalidad".
22
SCOGNAMIGLIO, Renato. El Daño Moral. Contribución a la Teoría del Daño Extracontractual.
Bogotá: Universidad Externado de Colombia, 1962. Págs. 81-84. Debe tenerse presente que si bien
el autor concluye que la persona jurídica no es susceptible de ser resarcida por concepto de daño
moral, el punto de partida de su razonamiento es idéntico al nuestro (que la persona jurídica goza de
derechos extrapatrimoniales, los cuales merecen la tutela del ordenamiento), razón por la cual hemos
considerado pertinente citarlo.
23
BREBBIA, Roberto. El Daño Moral. Buenos Aires: Editorial Bibliográfica Argentina, 1950. Pág.
217.
24
Nuestro Código Civil ha consagrado expresamente la posibilidad de indemnizar el daño moral. En
este sentido, el artículo 1322° admite el resarcimiento del daño moral inferido dentro del ámbito de la
responsabilidad contractual. En el ámbito de la responsabilidad extracontractual, el artículo 1984 o
dispone el deber de indemnizar el daño moral atendiendo al menoscabo producido en la víctima o en
su familia. Lo propio ocurre con el artículo 1985° del acotado Código, el cual distingue al daño moral
como uno de los conceptos indemnizatorios, estableciendo como requisito la existencia de una
relación de causalidad adecuada entre el hecho dañoso y el daño producido.
12
Identificado el daño moral, el primer paso para su cuantificación
será determinar si la afectación de los derechos morales
agraviados tiene consecuencias patrimoniales o no; es decir, lo
que el órgano jurisdiccional deberá buscar, en principio, es la
posibilidad de "volver las cosas al estado anterior'' mediante
una reparación simbólica o "in natura" (publicación de
sentencias, imposición de multas, cierre de establecimientos,
rectificaciones, etc.) y solo en caso de que esto no fuera posible,
condenar al agresor al pago de una suma de dinero.
Una interpretación literal de estas normas nos llevaría a la conclusión de que, atendiendo al concepto
amplio de daño moral adoptado para efectos del presente artículo (entendido como la afectación a
derechos extrapatrimoniales), sería perfectamente válido indemnizar a la persona jurídica por este
concepto. En efecto, en lo que toca al daño moral, la interpretación de la legislación peruana debe
ser extensiva, pues solo de esta manera se estaría protegiendo los derechos constitucionales
consagrados en el fu"tículo 2° de la Constitución Políti~ los n1is..~os que resulta..~ aplicables a las
personas jurídicas atendiendo al precedente del artículo 3° de la Constitución de 1979.
Asimismo, esta interpretación debe atender a la "ratio /egis" de la norma, la cual se inspira en el
deber general de no dañar, así como en el derecho de una persona, ya sea natural o jurídica, a que se
le indemnice por los daños que pudiera infringírsele. En este sentido, debemos tomar como punto de
partida que todo daño, para ser tal, debe ser atentatorio contra un derecho, y que en este caso se trata
de la afectación a los derechos extrapatrimoniales de la persona jurídica.
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