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San Pablo en la filosofía política contemporánea: un estado de la cuestión Titulo

Liceaga, Gabriel - Autor/a Autor(es)


Realidad (no. 121 jul-sep 2009) En:
San Salvador Lugar
DCEFyS-UCA, Universidad Centroamericana José Simeón Cañas Editorial/Editor
2009 Fecha
Colección
de Tarso, Pablo; Teología; Filosofía política; Cristianismo; Cultura; Temas
Artículo Tipo de documento
http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/El_Salvador/dcefys-uca/20110428100426/2sanpa URL
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San Pablo en la Filosofía política

Revista Realidad 121, 2009


contemporánea: un estado de la cuestión1

Gabriel Liceaga
Universidad de Cuyo, Argentina

RESUMEN: El autor
explora el estado de la
cuestión de las obras escri-
tas por algunos filósofos con-
temporáneos (Franz Hinkela-
mmert, Alain Badiou, Jacob
Taubes, Giorgio Agamben y
Enrique Dussel) a propósito
de las epístolas paulinas. De
esta manera, se pretende
esclarecer cuáles son los prin-
cipales intereses teóricos con
que se ha acudido al apóstol
de los gentiles en las últimas
décadas, y también presen-
tar qué líneas interpretativas
predominan en cada autor.
Asimismo, se intenta formular
This essay is intended to clarify
algunas hipótesis acerca de
which are the main theoretical
las preocupaciones teóricas
interests behind the interpre-
que han orientado las diversas
tations of the Apostle to the
aproximaciones a Pablo.
Gentiles in the last decades and
ABSTRACT: The following also pretends to shoe which
paper explores the state of the interpretative lines predomi-
question of the works written nate in each author. Likewise,
by some contemporary philos- the author formulates some
ophers (Franz Hinkelammert, hypotheses to explain the
Alain Badiou, Jacob Taubes, theoretical concerns that
Giorgio Agamben and Enrique have guided the different
Dussel) about Pauline epistles. approaches to Paul.

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E
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l presente artículo esboza un da de 1920 comenzaba a despertar
breve estado de la cuestión de gran interés en la escena filosófica
las obras escritas por algunos alemana, y que escribió su Anticristo
filósofos contemporáneos (Franz como un verdadero “Antipablo”.
Hinkelammert, Alain Badiou, Jacob
A este interés genuinamente
Taubes, Giorgio Agamben y Enrique
filosófico por las epístolas paulinas
Dussel) a propósito de las epístolas
debe añadirse, a partir de la déca-
paulinas. De esta manera, se preten-
da del sesenta, el empuje exegético
de esclarecer cuáles son los princi-
del movimiento latinoamericano de
pales intereses teóricos con que se
sacerdotes del Tercer Mundo. Las
ha acudido al apóstol de los gentiles
llamadas “Comunidades Eclesiales
en las últimas décadas, y también
de Base” recurren desde entonces
presentar qué líneas interpretativas
al apóstol Pablo en el empeño por
predominan en cada autor. Asi-
construir, desde la interpretación
mismo, se intenta formular algunas
bíblica y desde la praxis política
hipótesis acerca de las preocupa-
concreta, una teología para la li-
ciones teóricas que han orientado
beración.
las diversas aproximaciones a Pablo.
Los últimos años del siglo XX
La figura de Pablo de Tarso es y los primeros del nuevo siglo
una de las claves del desarrollo han sido testigos de la aparición
del cristianismo y, con éste, de la de nuevas lecturas de las epístolas
cultura occidental. Como tal, a lo paulinas. Entre otros, Alain Badiou,
largo de la Historia se realizaron Giorgio Agamben, Jacob Taubes, y
innumerables exégesis de sus epís- Franz Hinkelammert han tomado
tolas, la primera de las cuales (docu- a Pablo como una referencia inelu-
mentada) es la del teólogo cristiano dible en el intento por desmontar
Orígenes (siglo III d.C.). Junto a la y revisar críticamente los marcos
perenne atracción teológica y es- categoriales fundamentales del pen-
piritual que Pablo siempre suscitó, samiento occidental. Parece haber
comenzó a ser objeto, desde fines surgido la necesidad de acudir a
del siglo XIX y especialmente hacia Pablo, releerlo, dialogar con él. Este
la década de 1920, de una lectura entusiasmo reciente por el “apóstol
en clave filosófica y jurídica. Esta de los gentiles” puede enmarcarse
renovada atención hacia Pablo de dentro del horizonte más amplio de
Tarso encontró algunos de sus más las investigaciones en el campo de
conspicuos representantes en Martin la teología política, destinadas a in-
Heidegger, en el jurista y politólogo terrogar acerca de las implicaciones
Karl Schmitt, en los intelectuales políticas de determinadas elabora-
marxistas Walter Benjamin y Ernst ciones teológicas y, a su vez, de los
Bloch, y en el teólogo Karl Barth. supuestos teológicos presentes en
Conviene mencionar también a Frie- discursos económicos y políticos. La
drich Nietzsche, que hacia la déca- cuestión es, en todo caso, encarar el

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problema de los nexos —por lo co- tificar en qué sentido y a raíz de

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mún, ocultos— entre teología y po- qué problemas teóricos interpreta
lítica y su mutua fundamentación. cada uno de los filósofos señalados2
a Pablo de Tarso.
Éste es el punto de partida del
presente trabajo. Nos interesa iden-

1. El Pablo de Alain Badiou

B
adiou, de manera manifiesta, exégesis de las epístolas paulinas,
utiliza a Pablo para desplegar ni tampoco rescatar uno u otro ele-
y apoyar su propia tentativa: mento de lo dicho en estas para re-
“refundar una teoría del Sujeto que pensarlo en la contemporaneidad. El
subordina su existencia a la dimen- contenido de lo que él interpreta que
sión aleatoria del acontecimiento es el mensaje central de Pablo (Cristo
como se subordina a la contingen- resucitó, y con él la humanidad se
cia pura del ser-múltiple, sin sacrifi- abre a una nueva vida) a Badiou no
car el motivo de la verdad” (Badiou, le interesa e incluso lo considera
1999: 5). Badiou defiende, desde el absolutamente “inverosímil”.
supuesto histórico del fracaso del
¿Qué es lo que sí le interesa
socialismo real y del triunfo de la
entonces a Badiou de Pablo? El
economía de mercado, la necesidad
filósofo francés recurre a Pablo
de una política de emancipación
para mostrar cómo se constituye
que recupere el espíritu original
un discurso universal. El núcleo
del marxismo, y que atienda a los
del mensaje paulino, leído desde
errores cometidos por el leninismo.
Badiou, sería el siguiente: Pablo
Esto implica repensar la cuestión
anuncia un acontecimiento, que
del sujeto y de la verdad, desde un
es la resurrección de Cristo. Esta
horizonte filosófico en el que con-
funda un sujeto que no puede sino
fluyen el marxismo y el psicoanáli-
ser universal, dado que para Pablo
sis de inspiración lacaniana, y frente
la verdad que se sigue de aquella,
al relativismo en el que habrían
si es tal, es válida para judíos o no
desembocado —cada cual por su
judíos y no puede inscribirse ni en
camino— la Filosofía analítica, la
la particularidad de la comunidad
Filosofía hermenéutica, y los estu-
judía ni en el discurso filosófico
dios culturalistas.
griego, ni en las leyes romanas. El
La intención declarada por el sujeto (Pablo, y las nacientes comu-
filósofo francés en su obra sobre el nidades a las que se dirige) es fiel al
apóstol cristiano no es realizar una acontecimiento de la resurrección

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si habita la situación (estar en el deseamos aportar algo más de leña
mundo) mediante prácticas signadas a este fuego, pero en una dirección
por la fe (πίστις) el amor (άγαπε) y algo diferente. Nos referimos al
la esperanza (ελπίσ). hecho de que Badiou repite hasta
el hartazgo que el contenido del
Así, Badiou considera que es
mensaje paulino le es por completo
posible extraer de las epístolas
indiferente e incluso, como dijimos
paulinas la estructura formal de las
antes, inverosímil. Pero el filósofo
leyes que afectan a todo discurso
francés confunde la resurrección de
de contenido y dirección universa-
Jesús con la totalidad del contenido
les. Se sirve de Pablo para mostrar
sapiencial de las cartas y esto le
cómo opera un discurso universal,
hace exagerar el quiebre histórico
sobre qué condiciones se asienta,
—ya bastante pronunciado— que
qué relación mantiene el sujeto que
significa la figura de Pablo. Una
lo afirma con él, qué consecuen-
cosa es no creer que Jesús resucitó,
cias se siguen para este último de
pero otra muy diferente es pensar
su afirmación. El discurso paulino
que cualquier discurso de índole
representa para Badiou un modelo
espiritual, o como dice Dussel,
formal de la práctica filosófica que
las narrativas racionales en base a
él pretende esgrimir.
símbolos, son, por no presentarse
La categoría que vertebra la bajo el ropaje de la racionalidad
interpretación que el francés hace centroeuropea moderna, irracionales
de San Pablo es la de “universalis- (Dussel, 2009: 18).
mo”, ejemplificado por la buena
Esta observación se conecta con
nueva de la resurrección de Jesús, y
otra que haremos respecto de los
concebido como un principio que
lugares de enunciación que Badiou
permite trascender las diferencias
establece como válidos. Según éste,
entre los pueblos, así como “saltar”
son cuatro los “procedimientos” que
sobre el universalismo abstracto del
generan —merced al acontecimien-
discurso filosófico griego y de la
to— verdades, a saber: amor, políti-
dominación imperial romana.
ca, arte, y ciencia. La Filosofía, por
Esta caracterización del “uni- su parte, sería un espacio común
versal” en sí misma, así como el de inteligibilidad para las verdades
hecho de que la misma se le endil- producidas en los cuatro dominios.
gue a Pablo, ha sido ampliamente Surge entonces la pregunta: ¿por
criticada por Dussel y Agamben, qué elegir como ejemplo paradig-
con argumentos que hacen pie en mático de la propia teoría —filo-
la historicidad —desatendida por sófica— las ideas de un supuesto
Badiou— y en la propia compren- “antifilósofo” (así llama Badiou a
sión de los textos paulinos. No te- Pablo). El discurso de Pablo no se
nemos aquí espacio suficiente para encuadra en ninguno de los proce-
reproducir estas críticas, pero sí dimientos de verdad (por lo que no

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produce tampoco un universal), no piensa la ruptura situación-aconteci-

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es tampoco Filosofía, ni siquiera es miento. ¿No será acaso que, como
verosímil. Entonces, ¿qué clase de dice Slavoj Žižek, para Badiou la
discurso es? Y sobre todo: ¿por qué revelación religiosa constituiría el
se apoya Badiou en él para organi- paradigma no confesado de su con-
zar su propio discurso? Lo primero, cepto del acontecimiento-verdad3?
creemos, no está nada claro. Por La categoría de “acontecimiento” y
eso Badiou caracteriza a Pablo en general la tríada acontecimiento-
como una expresión ambigua, Pablo sujeto-verdad tendrían entonces una
sería un “teórico antifilosófico”. So- insospechada —y podríamos pensar
bre lo segundo creemos, nos da una que, a juicio de Badiou, vergonzo-
pista la radicalidad con que Badiou sa— carga religiosa.

2. Taubes y la reivindicación del Pablo judío

E
l filósofo judío Jacob Tau- el rechazo del pueblo de Israel, que
bes nos presenta un Pablo ha rechazado al Mesías que vino
completamente diferente del hacia él. La misión de Pablo no
de Badiou. En un texto que se ha sería la de un apóstol enviado a los
convertido en referencia ineludible paganos sino la de un apóstol que
para los estudiosos de San Pablo, se dirige de los judíos a los paganos.
Taubes sitúa a Pablo en el marco de La figura de Pablo se alzaría frente a
las inquietudes políticas, históricas la conmoción de que el pueblo de
y espirituales del pueblo judío de Dios ya no sería el pueblo de Dios,
su época. o por lo menos no lo sería en exclu-
sividad (Taubes, 2007: 52).
Son numerosas las claves in-
terpretativas que Taubes ofrece, En apoyo de esta tesis, Taubes
merced a su enorme conocimiento aduce que en Romanos 9-11 Pablo
de la cultura hebrea y alemana, así recurre a numerosas citas bíblicas
como del griego antiguo, para el es- en el afán de demostrar que es
tudio de Pablo. Entre estas debemos necesaria y estaba ya escrita la
mencionar, por su originalidad y por apertura del pueblo de Dios. La
lo polémicas que resultan respecto legitimación de la transfiguración
de la interpretación de Badiou, las de la Alianza y la formación de un
tesis referentes a la tarea apostólica nuevo pueblo son justificadas por
de Pablo. En efecto, Taubes compara Pablo a través de la propia Torá y de
a Pablo con Moisés, pues sostiene los profetas (Ibídem, 62).
que el apóstol replica el acto funda- Otra tesis central de Taubes es
cional de un “nuevo pueblo”, ante la referente al viejo tema de la ley

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y la fe, centro de la epístola a los senso existente” diciendo que “el
Romanos. Como es sabido, Pablo imperator no es el nomos sino el
desarrolla en dicha epístola una clavado por el nomos en la cruz”
complicada argumentación enca- (Taubes, 2007: 39).
minada a sostener que la salvación
Esto, por supuesto, es un es-
sobrevendrá por la fe y no por las
cándalo. El tema del universalismo
obras realizadas en cumplimiento
toma un carácter peculiar: “…Pablo
de la ley. La ley a la que Pablo se
sigue siendo universal, pero lo es
refiere ha sido interpretada, con jus-
por el ojo de la aguja del Crucifica-
ticia, como el conjunto normativo
do, lo que quiere decir: la inversión
que los judíos debían observar. Pero
de todos los valores de este mundo
Taubes amplía esta consideración,
(…) Es universalismo, desde luego,
interpretando que Pablo combate
pero significa la elección de Israel.
no solo la ley de los judíos, sino
Solo que Israel se ha transfigurado
una cierta “apoteosis helenística del
y al final ha quedado un Pan-Israel”
nomos”. La “ley” de Pablo sería un
(Ibídem).
cierto consenso greco-judío-romano
del nomos, en el que cada cual No podemos aquí sobreabundar
entendía algo diferente. De esta en los múltiples hallazgos que cabe
“polisemia” de la ley provendrían, encontrar en la lectura de Taubes.
por otra parte, las dificultades para Solo señalaremos que su obra repre-
interpretar qué quiere decir Pablo senta, además de un fundamentado
cuando habla de “ley”. Pablo, con estudio de las epístolas paulinas, un
su reconocido fanatismo, al decir verdadero testimonio de la cultura
de Taubes, “rompe a golpes el con- filosófica y teológica del siglo XX.

3. Agamben y el tiempo mesiánico

A
gamben lleva a cabo una que “una práctica milenaria de
fina exégesis de las primeras traducción y comentario, que co-
doce palabras de la epístola incide con la Historia de la Iglesia
a los Romanos. A través de un aná- cristiana, ha eliminado literalmente
lisis pormenorizado de cada una de el mesianismo —e incluso el térmi-
estas palabras, el filósofo italiano no mismo de ‘mesías’— del texto
nos conduce por su estudio de las paulino” (Agamben, 2006: 13). En
principales epístolas paulinas. efecto, Agamben recuerda, gracias
El objetivo rector de Agamben a un elemental cuidado exegético,
es “restituir a las Cartas de Pablo que el término “christós" no es
su rango de textos mesiánicos un nombre propio, al que cupiera
fundamentales de Occidente”, ya añadir a Jesús formando el nombre

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“Jesucristo”, sino la traducción grie- particular transformación del tiempo

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ga del término hebreo “mašia”, que cronológico que es el tiempo mesiá-
significa el ‘ungido’, es decir, el me- nico; ese tiempo del que tenemos
sías4. Distinguir entre “Jesús mesías” necesidad para concluir el tiempo y,
y “Jesucristo” es absurdo: solo cabe en ese sentido, el tiempo que resta.
la primera fórmula. Esta práctica de
A partir de la categoría de
traducción sería un ejemplo claro
“tiempo mesiánico” Agamben deri-
de cómo se ha pretendido borrar
va, en una prosa compleja y de gran
la pertenencia histórica de Pablo al
belleza, diferentes puntos de vista
contexto histórico-epocal de índole
acerca de los temas más importan-
mesiánico y judaico, presentando
tes de la epístola a los Romanos.
de esta manera a Pablo como algo
Algunos de estos son la crítica de
que él, en virtud de su carácter
la ley, la transformación de las con-
mesiánico, no podía querer ser: el
diciones jurídicas y sociales ante el
fundador de una nueva religión.
evento mesiánico, el significado del
Las razones de este olvido de lo “amor al prójimo”, y lo que podría-
mesiánico en Pablo responderían, mos denominar los “corolarios polí-
dice Agamben como al pasar, no ticos” de la argumentación paulina.
solo a tendencias antimesiánicas
El texto está lleno de indica-
presentes tanto en la Sinagoga
ciones valiosas. Sus reflexiones
como en la Iglesia Católica, sino
finales sobre Pablo y Benjamin son,
especialmente a razones intrín-
además, en extremo sugerentes. Sin
secas a la institucionalización de
embargo, en ocasiones, a nuestro
una comunidad mesiánica: “Una
entender, Agamben se extravía en
comunidad mesiánica que desee
su propia erudición y proyecta so-
presentarse como institución se
bre Pablo temas que difícilmente
halla ante una tarea paradójica” (Ibí-
el apóstol cristiano, en su agitada
dem:13). Se extrañan, por lo demás,
vida, haya podido considerar5. Se
posteriores observaciones sobre este
extrañan, por otra parte, mayores
problema.
referencias a las vinculaciones entre
Pues bien, dice Agamben que el tema del mesianismo y el con-
restituir al apóstol en su contexto texto histórico-político de las co-
mesiánico significa intentar com- munidades (mesiánicas) concretas.
prender el sentido y la forma in- Por último, otra de las críticas que
terna del tiempo que Pablo define pueden deslizarse es que Agamben
como ho nyn kairós, el “momento no es explícito acerca de la actua-
presente” (Ibídem). Todo el texto de lidad del “tema mesiánico”, o de la
Agamben está construido a manera pertinencia histórica-filosófica de su
de variaciones y excursos sobre la puesta en cuestión6.

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4. Hinkelammert: la crítica de la ley como centro


de las epístolas paulinas

H
inkelammert presenta a de la estructura y la ley, no de su
un Pablo diferente de los transgresión. Y este pecado ocurre
anteriores. El centro de su "siempre y cuando la afirmación de
argumentación no es la categoría de una estructura y el cumplimiento de
“universalismo” ni la de “mesianis- la ley lleve a una muerte…" (Hinke-
mo”, ni tampoco la pertenencia de lammert, 2000: 28).
Pablo al pueblo judío. Contempla,
¿Cómo es posible que la ley
sin embargo, elementos de todas
mate? La ley mata, según Hinke-
estas interpretaciones. Su eje es la
lammert, cuando se absolutiza y
crítica de la ley, tema fundamental
se pierde de vista el criterio de
de la epístola a los Romanos.
discernimiento que sobre ella debe
La muerte de Jesús, dice Hinke- operar: el sujeto humano viviente.
lammert, es interpretada por Pablo Así, las aparentes contradicciones
como una muerte en cumplimiento en el tratamiento paulino de la ley
de la ley. La teología de la ley de pierden este carácter y se hacen
Pablo es producto de la toma de comprensibles: “Así, pues, la ley
conciencia de que el cumplimiento es santa y los mandamientos son
de la ley, dada para la vida, pue- santos, justos y buenos, ¿entonces,
de llevar a la muerte. Esto lleva me habrá causado la muerte una
a Pablo, según Hinkelammert, "a cosa buena? De ninguna manera.
reconstruir completamente la re- Es el pecado el que se sirvió de algo
lación con la ley y la legalidad: la bueno para causarme la muerte y,
ley mata. Para no matar hay que ir en eso, se manifestó como pecado;
más allá de la ley" (Hinkelammert, por el mandamiento, el pecado
2000: 30). Ese más allá de la ley es mostró su inmensa perversidad”
la fe, que no puede consistir en el (Rom. 7, 12- 13). Es decir que no
cumplimiento de la ley, y que está es propiamente la ley quien mata,
por tanto en pugna con la muerte. sino el pecado a través de la ley,
ya que la ley, al intentar negarlo, lo
La crucifixión de Jesús resulta
refuerza. La ley no es el pecado. La
de un pecado que se comete en
ley ha sido dada para la vida, y en
cumplimiento de la ley, y esto evi-
ese sentido es buena, pero de ella
dencia su “maldición”, señalada
se puede servir el pecado y producir
por Pablo: "Cristo, sometiéndose a
la muerte.
la maldición, nos rescató de la mal-
dición de la ley…" (Gál. 3, 13-14). ¿Cómo se escapa de esta re-
Es un pecado que opera a través lación circular de pecado, ley y

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muerte? Pablo encuentra la salida de la unidad –venidera- en el Rei-

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en la fe: "Pues nosotros afirmamos no de Dios. Aparece entonces una
que el hombre es tenido como justo tensión “feliz” entre la comunidad
por la fe y no por el cumplimiento presente que debe ser una (“El
de la ley" (Rom. 3, 28). La fe "es cuerpo de Cristo”) y la unidad fu-
garantía de lo que se espera; la tura, que se dará tras la Parusía y el
prueba de las realidades que no se establecimiento definitivo del reino
ven” (Hebr.11, 1). ¿Qué espera Pa- mesiánico.
blo, entonces? Lo que Pablo espera
Dijimos que la unidad corporal
es, para Hinkelammert, la “nueva presente de los hombres encuentra
tierra”. La fe sería entonces la forma en el “amor al prójimo” la referen-
de “anticipar” la nueva tierra. La cia a partir de la cual se constituye
anticipación de la nueva tierra no la subjetividad. Sin embargo, Hinke-
puede ser una anticipación indivi- lammert piensa que el concepto
dual (porque el concepto de fe que paulino de la unidad corporal entre
está en juego no es de la fe como los hombres es inadecuado o, más
observancia de creencias, sino el bien, incompleto, porque carece
de la fe como “anticipación”). Es de un puente corporal que me-
necesariamente una anticipación die entre la unidad venidera y el
colectiva. El centro de esta antici- comportamiento actual. Falta, por
pación no puede ser entonces sino así decirlo, un “método” que guíe
una práctica intersubjetiva: el amor el comportamiento debido y que
al prójimo, "…núcleo de la ética permita una praxis transformadora
(…) en función de la cual se deter- de la autoridad y las condiciones
mina la moralidad" (Hinkelammert, sociales y jurídicas. Hinkelammert
1981: 174). piensa que la referencia faltante
Pero ¿qué quiere decir “nueva en el pensamiento de Pablo, y que
tierra”? La “nueva tierra” sería la sería el nexo corporal previo a la
resurrección futura de todos los unidad venidera, es la división so-
hombres en una tierra libre de la cial del trabajo. De la carencia de
muerte. La resurrección de Jesús este concepto, resultarían los límites
sería por lo tanto un anuncio de de Pablo y del cristianismo de su
esta resurrección “colectiva”. El época, en su capacidad de cues-
“Espíritu”, que es la orientación del tionamiento y transformación de
cuerpo hacia la vida, y que permite la sociedad (Hinkelammert, 1981:
el diálogo con Dios, sería la forma 182-183).
de anticipar esta nueva tierra. La fe Una de las ventajas que presen-
aparece entonces no como un acto ta la interpretación hinkelammer-
individual de conciencia, sino como tiana de Pablo consiste en que, a
la aceptación práctica y espiritual través de la incorporación de un cri-
de la unidad corporal –presente- de terio de discernimiento sobre la ley,
los hombres, que es la anticipación el texto paulino pierde las contra-

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dicciones que puede parecer tener. mertiana de Pablo conviene señalar
La noción de fe como anticipación, que el filósofo alemán-latinoame-
por otra parte, brinda una hipótesis ricano conecta, en el tema de la
plausible acerca de cómo pueden crítica de la ley, la crítica paulina
haber comprendido sus prácticas con el Jesús de los evangelios (es-
espirituales las comunidades a las pecialmente el evangelio de Juan) y
que Pablo se dirigía. El “amor” como con otros textos bíblicos. La tensión
núcleo de estas prácticas se presenta entre judaísmo y cristianismo, de
entonces como la referencia ético- carácter diacrónico, es reemplazada
política concreta, que cualquier por la polaridad fetichismo/libe-
comunidad necesita para ordenarse7. ración, que se daría al interior de
Para terminar con esta breve ambas tradiciones y que continuaría
presentación de la lectura hinkelam- a lo largo de la Historia.

5. Dussel: la liberación en Pablo de Tarso

E
l filósofo argentino Enrique no así de los otros “lectores” de
Dussel presenta un balance Pablo— tiene el gran mérito de
crítico de las lecturas contem- esforzarse por articular su pro-
poráneas de Pablo y efectúa, desde pia hermenéutica con la realidad
el horizonte de su Política de la económica y política actual. Esto
Liberación, una interpretación en clarifica y justifica notablemente su
clave filosófica del tema de la ley, interpretación del apóstol cristiano,
la fe y la crítica del orden vigente a quien se propone encontrar “de-
en Pablo. Dussel es explícito en su bajo” de las Filosofías políticas de
intención y en su criterio hermenéu- la cristiandad bizantina y latina, del
tico, ya que señala que las epístolas mundo islámico, de la Modernidad
paulinas son “narrativas racionales europea y de las Filosofías políticas
en base a símbolos”, que pueden contemporáneas (Ibídem, 15).
ser leídas en dos claves: desde la fe
Las cartas de Pablo, según seña-
religiosa o desde la Filosofía (Dus-
la Dussel, representan un diagnós-
sel, 2009: 2). En el segundo caso
tico crítico en vista de una praxis
—el suyo—, se trata de recuperar y
religiosa-política; práctica esta que
reconstruir críticamente las catego-
logró hacer cimbrar el fundamento
rías filosóficas implícitas en textos
sobre el que se edificaba el Imperio
fundacionales como el de Pablo, so-
Romano. Las cartas de Pablo serían
bre todo cuando estas pueden tener
la expresión de comunidades ju-
pertinencia en el presente8.
días oprimidas y explotadas por el
El texto de Dussel —otro tanto Imperio, que claman por justicia
puede decirse de Hinkelammert, desde una situación de sufrimiento

480 San Pablo en la filosofía política contemporánea: un estado de la cuestión


provocada por la dominación escla- ante el poder del Imperio, del Tem-

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vista romana. plo y de la tradición (representada
Dussel se centra, al igual que por los cristianos judaizantes), a
los otros filósofos abordados en este atacar el fundamento del orden vi-
trabajo, en la epístola a los Roma- gente9 y, en el mismo acto, apunta
nos. El tema fundamental de dicha a la conformación de un “nuevo
epístola es, desde su óptica, el de- sistema”, donde la justificación pro-
rrumbe del concepto de Ley como viene no de la esclavitud ante la ley
legitimación del orden vigente y la sino del consenso del pueblo como
formulación de un nuevo criterio “Hijos de Dios”10.
de legitimación. La Ley es criticada El texto de Dussel presenta ade-
por Pablo porque se ha fetichizado más otras indicaciones conectadas
y ha caído en contradicción con- con el tema de la crítica de la ley y
sigo misma (aquí asume Dussel la la justificación de un nuevo orden.
interpretación hinkelammertiana Estas se relacionan fundamen-
de la ley, esto es, una ley que, ha- talmente con la significación del
biéndose convertido en referencia “nuevo pueblo” de Israel que resulta
absoluta, se impone sobre la vida de la neutralización de la división
humana que debía “cuidar”). La Ley judíos/no judíos, o judíos según la
librada a su propia lógica se vuelve carne/judíos según el espíritu. Se
destructiva y provoca la muerte de interpreta también el difícil asunto
los oprimidos del sistema. de la “transformación” de la vida
El nuevo criterio de justificación y de las condiciones jurídicas y so-
que propone Pablo es, según dice ciales por su relación con el evento
Dussel, la emunáh. Esta palabra mesiánico (1 Cor. 7, 17-24 y 29-32)
hebrea es normalmente traducida y se reinterpreta el tema del tiempo
por pistis en griego y por fe en mesiánico, partiendo del análisis de
español. Dussel se opone a esta Agamben.
última traducción aduciendo que, Por último, y como ya hemos
tras veinte siglos de interpretaciones señalado, Dussel lleva a cabo un
superpuestas, se ha vuelto equívoca. balance crítico de las posiciones
Amparándose en la necesidad de de Martin Heidegger, Slavoj Žižek,
la “doble hermenéutica”, propone Alain Badiou, Giorgio Agamben,
reemplazar “fe” por “nuevo consen- Jacob Taubes y Franz Hinkelam-
so crítico” o “convicción de poder mert acerca de Pablo de Tarso. Su
transformar la totalidad de la reali- lectura, por lo tanto, no solo aporta
dad” (Ibídem, 11). una postura más en el debate sobre
Pues bien, Dussel señala que Pablo, sino que también ayuda a
la comunidad mesiánica se atreve, orientarse en el mismo.

San Pablo en la filosofía política contemporánea: un estado de la cuestión 481


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6. La vigencia de Pablo de Tarso

La presentación sucinta de los que son inevitables y necesarias,


temas que cada autor pone en cues- pero que, al mismo tiempo, son
tión en los respectivos abordajes de administradoras de la muerte. En
Pablo nos pone en posición para el caso de Dussel, el abordaje de
formular algunas hipótesis acerca Pablo es parte de su arquitectónica
del por qué del regreso a Pablo en ética y política. Cabe, sin embargo,
algunos exponentes importantes de preguntarse si las diferencias de ma-
la Filosofía política contemporánea tiz de estos dos últimos, en lo que
(europea y latinoamericana). Repa- hace a sus interpretaciones de la
semos. propuesta religioso-política paulina
(para Hinkelammert, Pablo lleva a
Badiou presenta a Pablo como
cabo una crítica de las instituciones
el “fundador del universalismo”;
que decreta su necesidad o legali-
universalismo que en la contempo-
dad pero no su legitimidad, mien-
raneidad debería construirse, bajo
tras que Dussel sostiene, a partir de
la forma de una política de eman-
Pablo, la posibilidad de una nueva
cipación, frente al universalismo
justificación de la comunidad, inspi-
abstracto del capital. Agamben es
rado por un “Espíritu” secularizado),
menos claro en su intención, pero
no son la señal de diferencias más
aduce que el tiempo presente se-
profundas en su pensamiento12.
ría también, como el de Pablo, un
tiempo que resta. Sin embargo, al Pues bien, ¿qué hay en común
negar que el mesianismo paulino en los abordajes que hemos visita-
esté orientado hacia el futuro, hay do? En primer lugar, el empeño por
también una ausencia de cualquier desmontar críticamente los marcos
dimensión ético-política explícita teológico-políticos occidentales y la
en su planteamiento. El texto de percepción (con distintos niveles de
Taubes, que sitúa a Pablo dentro explicitación) de la mutua imbrica-
del judaísmo, abre la puerta para ción teología-política, que implica
pensar la dialéctica liberación- la necesidad de ir más allá del
opresión en cualquier tradición, jacobino rechazo por todo aquello
lo cual aparece en Hinkelammert que huela a “espiritualidad” en la
más claramente11. Hinkelammert y formulación de políticas emanci-
Dussel, que no tienen diferencias patorias.
de fondo en sus lecturas de Pablo, En segundo lugar, aparece, ya
presentan abiertamente sus razones que en Pablo es la instancia funda-
para comentar a Pablo: la cuestión mental, la noción sujetiva de comu-
es, en el caso de Hinkelammert, la nidad. El discurso teológico-político
crítica de las instituciones humanas, de Pablo es anterior al Estado-Na-

482 San Pablo en la filosofía política contemporánea: un estado de la cuestión


ción y se construye frente a una fal- y la comunidad mesiánica (“cris-

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sa y opresiva universalidad imperial tiana”), inmersa y parte integrante
(que es fácilmente comparable con ella misma del judaísmo (el “resto”
el contemporáneo imperio mundial de Agamben). Esto puede dar la
del capital), y frente a la cerrazón pauta de que en la Filosofía política
en una cultura particular (el judaís- contemporánea aparecen puestos
mo de observancia estricta de la en juego tanto un tácito interés por
combatir la homogeneización del
ley en el contexto de Pablo). Los
poder económico, político y militar,
actores fundamentales son allí el como la necesidad de superar los
Imperio Romano, la tradición judía horizontes monoculturales, en una
cerrada a la apertura a los gentiles, “comunidad” abierta a la novedad.

Bibliografía Hinkelammert, Franz (1981). Las


armas ideológicas de la muerte.
Agamben, Giorgio (2006). El tiempo
San José, DEI.
que resta. Comentario a la carta
a los romanos. Madrid, Trotta. Hinkelammert, Franz (1990). De-
mocracia y totalitarismo. San
Badiou, Alain (1995). La ética. Ensa-
José, DEI.
yo sobre la conciencia del mal.
En: Abraham, Thomas. Batallas Hinkelammert, Franz (2000). La fe
éticas. Buenos Aires, Nueva de Abraham o el Edipo occiden-
visión. tal. San José, DEI.
Badiou, Alain (1999). San Pablo. La Liceaga, Gabriel (2004). La vida
fundación del universalismo. humana como criterio de ver-
Barcelona, Anthropos. dad. Un abordaje ético-político.
Inédito.
Biblia de Jerusalén (1975). Bilbao,
Descleé de Brouwer. Taubes, Jacob (2007). La teolo-
gía política de Pablo. Madrid,
Dussel, Enrique (2009). El aconte-
Trotta.
cimiento liberador en Pablo de
Tarso. Inédito Žižek, Slavoj (2001. El espinoso su-
jeto. Buenos Aires, Paidós.

San Pablo en la filosofía política contemporánea: un estado de la cuestión 483


Notas Pablo es sutil y profundo en sus
Revista Realidad 121, 2009
argumentaciones. Pero esto no obsta
1
Este trabajo constituye el avance de
que las cartas de Pablo eran funda-
una investigación en curso, denomi-
mentalmente textos destinados a ser
nada “Universalismo, crítica de la
leídos en público por comunidades
ley, y mesianismo: Giorgio Agam-
de creyentes. Las observaciones que
ben, Franz Hinkelammert y Alain
Agamben realiza acerca de la aper-
Badiou, a propósito de las epístolas
tura de la buena nueva a los gentiles
de Pablo de Tarso”.
y la suspensión de la operatividad
2
A Agamben (2006), Alain Badiou de la ley que dividía en “judíos y no
(1999), Franz Hinkelammert (1981, judíos” parecen demasiado comple-
2000) y Taubes (2007), añadimos a jas para ser el núcleo de la intención
Enrique Dussel (2009) que, si bien paulina.
no ha escrito una obra específica- 6
Si bien Agamben cierra su texto di-
mente sobre la temática, ha traba-
ciendo que el momento presente sea
jado en el marco de su Política de
tal vez la época de legibilidad mesiá-
la Liberación, acerca de las lecturas
nica del texto paulino, no explicita
contemporáneas de Pablo a las que
por qué esto sería así, cuál sería la
hacemos referencia. Cabría incor-
actualidad del mesianismo, ni sobre
porar dentro de esta misma “familia
qué realidad histórica se asentaría
interpretativa” a Slavoj Žižek (El
dicha pertinencia.
títere y el enano: el núcleo perverso
del cristianismo, 2005). No lo hemos 7
Aquí la interpretación de Hinkela-
hecho por razones de espacio. mmert se aleja profundamente de la
de Agamben, quien dice que el amor
3
“Para Badiou, la verdad en sí es un
en Pablo no es “una consigna prác-
concepto teológico-político: teológico
tica, sino parte de la “recapitulación
en cuanto que la revelación religiosa
mesiánica” (Agamben, 2007: 80).
constituye el paradigma no confesa-
Esta observación es coherente con
do de su concepto del acontecimien-
el punto de vista de Agamben, pero
to-verdad; político, porque la verdad
resulta algo enrevesada si recorda-
no es un estado que se perciba
mos el carácter situado, histórico y
mediante una intuición neutral, sino
concreto de las comunidades cristia-
una cuestión de compromiso (en
nas de Pablo. ¿No resulta acaso más
última instancia político)” (Žižek,
plausible entender que el llamado al
2001: 196-197).
“amor al prójimo” es sencillamente
4
Curioso es que Taubes no se deten- un mandato práctico que anticipa
ga en este detalle revelador. Es de —o que por lo menos es compati-
suponer que le debe haber parecido ble— con los nuevos tiempos que se
demasiado evidente. En cualquier esperan?
caso, la observación acerca de esta 8
La recuperación de categorías que
práctica de traducción representa un
se plantea no está exenta de trans-
gran argumento a favor de su tesis.
formaciones y reinterpretaciones.
5
Es cierto que es posible que, a dife- Así, por ejemplo, Dussel interpreta
rencia de las otras cartas, la epístola en base a las categorías de Totalidad
a los Romanos haya sido escrita con y Exterioridad de Emanuel Levinas
meditación y tranquilidad, y que los dos órdenes (el de la carne y el

484 San Pablo en la filosofía política contemporánea: un estado de la cuestión


del espíritu) de Pablo. Creemos que no mira tanto hacia el futuro como

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esta doble hermenéutica –sabiendo hacia el pasado. Dussel piensa que
distinguir en todo momento los dos la doctrina de la justificación por la
planos de interpretación- es fecun- emunáh abre la puerta no solo a una
da, ya que permite comprender el deslegitimación anarquizante sino
contenido del texto en su contexto, a que el poder emerja del pueblo
y al mismo tiempo, aprovecharlo mismo, recibiendo el “espíritu”.
críticamente en el presente. 11
Dialéctica que Raúl Fornet –Be-
9
Es interesante a este respecto la tancourt considera, en el marco de
afirmación de Taubes de que la Ley la interculturalidad, íncita a toda
no es solamente la ley judía sino cultura.
cierto consenso sobre el nomos que 12
Estas diferencias se podrían entrever
se declina en griego, romano y judío.
también en el carácter más sistemáti-
Sería la Totalidad de Levinas, según
co (“arquitectónico”) y propositivo
nos la presenta Dussel.
de la obra de Dussel, frente al espí-
10
Aquí se separa Dussel de Agamben, ritu más cauto y desconfiado de las
para quien la comunidad mesiánica instituciones de Hinkelammert.

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