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TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA
SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO
SECCIÓN SEXTA
ILMOS. SRES.:
PRESIDENTE:
D. JESÚS CUDERO BLAS
MAGISTRADOS:
DÑA. TERESA DELGADO VELASCO
DÑA. CRISTINA CADENAS CORTINA
DÑA. AMPARO GUILLO SÁNCHEZ-GALIANO
DÑA. EVA ISABEL GALLARDO MARTÍN DE BLAS
D. FRANCISCO DE LA PEÑA ELIAS
VISTO por la Sección Sexta de la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de
Justicia de Madrid, el recurso contencioso-administrativo número 799/2001, promovido por la
Procuradora de los Tribunales, doña Isabel Cañedo Vega , en nombre y representación del
INSTITUIO DE DEFENSA DE INTERESES PATRIMON1ALES, CULTURALES Y
ARTÍSTICOS DEL CABANYAL CANYAMELAR (1DIPCACC), contra la resolución dictada en
fecha 29 de enero de 2001, por el Subdirector General de Protección del Patrimonio Histórico del
Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (Dirección general de Bellas Artes y Bienes Culturales
) por la que se declara que el Proyecto del Plan especial de Protección y Reforma 1nteríor de
Cabanyal Canyamelar; habiendo sido parte en autos la administración demandada representada y
defendida por el Abogado del Estado. Y como codemandados el Ayuntamiento de Valencia
representado por el Procurador Sr. de Trías de Benito, y la Generalidad Valenciana, representada
por doña Rosa Sorribes Calle.
ANTECEDENTES DE HECHO
VISTOS los preceptos legales citados por las partes, y de general aplicación.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
- El núcleo original y central del Ensanche del Cabanyal tiene la consideraci6n legal de Bien de
interés cultural, con la categoría de conjunto histórico declarado por el Decreto del Consell 57/1993
de 3 de mayo del Gobierno Valenciano. Los valores a proteger destacados en la declaración de este
B.I.C., Bien de Interés Cultural, son la peculiar trama en retícula derivada de la alineación de las
antiguas barracas y la arquitectura popular de clara raigambre eclecticista.
- Tras la redacción del Plan de Reforma Interior del Cabanyal Canyamelar encargado al gabinete
de arquitectos AUMSA , fue, el PEPRI el 31 de marzo de 2000 por el Ayuntamiento de Valencia
argumentando para ello la regularizaron y revitalización de los barrios del Cabanyal Canyamelar, y
resolver así la conexión de la Avenida de Blasco Ibañez con el frente marino de la ciudad de
Valencia.
- Tras la referida aprobación provisional del PEPRI que modificó el Plan General de Ordenación
Urbana de Valencia, por el Ayuntamiento el 31 de marzo de 2000 se presentó en la Dirección
General de la Consellería de Cultura de la Generalidad Valenciana el expediente a los efectos de
tramitar el preceptivo Informe de la Consellería para los planes especiales de Protección de esos
bienes de interés cultural (BIC).
- El 7 de julio de 2000, cuando la Consellería tenía todo preparado para emitir el informe, se recibe
en la misma un requerimiento del Ministerio Fiscal al objeto de investigar posibles delitos de
prevaricación en la tramitací6n, y la Consellería en consecuencia decide demorar la resolución y
conceder un plazo de tres meses al Ayuntamiento para que aportase nueva documentación, plazo
que fue prorrogado otros tres meses.
- Como el 5 de abril de 2000 se presentara por la parte actora escrito solicitando responsabilidad
disciplinaria por el retraso en la tramitación -folio 50- y como fuera el MEC requerido al efecto por
el Defensor del Pueblo con fecha 14 de septiembre de 2000, se inicia el expediente (folio 188 del
expediente).
- El 31 de Julio de 2000 los interesados presentaron ante el Ministerio de Cultura escrito
conteniendo informe pericial de arquitectos sobre el PEPRI de Cabanyal-Canyamelar -folios 181 y
anteriores-.
- Tras completar el Ayuntamiento los informes con fecha 3 de entro de 2001 a los efectos del
articulo 34.2 de la Ley 4/1998 de Patrimonio Cultural Valenciano, y después de sucesivas
prórrogas para su emisión, el 5 de enero de 2001 la Generalidad Valenciana a través de su
Consellería de Cultura informa favorablemente el PEPRI, Plan que luego seria aprobado por ella el
2 de abril de 2001 -folios 229 a 265.
- Y así llegamos al acto ahora recurrido, la resolución de fecha 29 de enero de 2001 , dictada por el
Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (Dirección General de Bellas Artes), que textualmente
dice "En contestación a su escrito de 17 de enero pasado y en relación al procedimiento de
expolio sobre el asunto de referencia, le comunico que, de conformidad con lo dispuesto en el
articulo 57 bis del Real Decreto 111186 de 10 de enero, de desarrollo parcial de la Ley 1611985,
de25 de junio, del Patrimonio histórico Español , la Generalitat Valenciana ha exigido
aclaraciones al Ayuntamiento y luego ha acordado, en base a su autonomía y competencia
exclusiva informar favorablemente el proyecto del Plan Especial de Protección y reforma
Interior de Cabanyal Canyamelar aprobado por el Ayuntamiento sin que vulnere lo prescrito en
la Ley del Patrimonio Valenciano y sin que exista tutela superior del Estado”.
El Abogado del Estado invoca en descargo de su postura que la resoluci6n combatida es plenamente
ajustada a derecho, y que al ser una materia urbanística, hay que traer a colación la sentencia del TC
de fecha 20 de marzo de 1997 que deja sin competencias en la materia a la Administración General
del Estado al considerarla exclusiva de las CCAA y de los Ayuntamientos.
Los codemandados argumentan que los actores han impugnado también de forma directa el PEPR1
ante la Sala de lo contencioso-administrativo del TSJ de la Comunidad Valenciana, en cuyo pleito –
984/2001- contra la resolución del Conseller de Obras Publicas, Urbanismo y Transportes de 2 de
abril de 2001, que aprobaba el referido Plan Especial de Protección y Reforma Interior, han
conseguido por Auto de 29 de enero de 2002 la aplicación de la medida cautelar de suspensión de
los efectos de dicho Plan de Protección en el área geográfica coincidente con el ámbito de
declaración de BIC. No existe por tanto riesgo alguno de expoliación del conjunto histórico, toda
vez que la suspensión únicamente se levantará al dictarse sentencia. Y además dicen que la
resolución que se impugna es correcta al negarse a intervenir en una materia cuya competencia
corresponde a la Generalidad Valenciana, y esta ha aprobado un Plan cuya finalidad es
precisamente la protección de este patrimonio histórico-artístico.
Para el examen de la cuestión, y después de atenernos al principio de protección general del artículo
2.1 de la LPH (son deberes y atribuciones esenciales de la Administración del Estado, de conformidad con lo
establecido en los arts, 46 y 44, 149.1.1, y 149.2 de la Constitución, garantizar la conservación del Patrimonio Histórico
Español, así como promover el enriquecimiento del mismo y fomentar y tutelar el acceso de todos los ciudadanos a los
bienes comprendidos en él. Asimismo, de acuerdo con lo dispuesto en el art. 149.1, 28, de la Constitución, la
Administración del Estado protegerá dichos bienes frente a la exportación ilícita y la expoliación), hemos de
remitirnos al artículo 4 de la Ley 16/1985 de Patrimonio Histórico que señala "A los efectos de la
presente Ley se entiende por expoliación toda acción a omisión que ponga en peligro de pérdida o
destrucción de todos o alguno de los valores de los bienes que integran el Patrimonio Histórico
Español o perturbe el cumplimiento de su función social. En tales casos la Administración del
Estado, con independencia de las competencias que correspondan a las Comunidades Autónomas,
en cualquier momento, podrá interesar del Departamento competente del Consejo de Gobierno de
la Comunidad Autónoma correspondiente la adopción con urgencia de las medidas conducentes a
evitar la expoliación. Si se desatendiere el requerimiento, la Administración del Estado dispondrá
lo necesario para la recuperación y protección tanto legal como técnica, del bien expoliado ".
El artículo 6 de la misma Ley dispone al respecto:
A los efectos de la presente Ley se entenderá como Organismos competentes para su ejecución:
a) Los que en cada Comunidad Autónoma tengan a su cargo la protección del patrimonio histórico.
b) Los de la Administración del Estado, cuando así se indique de modo expreso o resulte necesaria
su intervención para la defensa frente a la exportación ilícita y la expoliación de los bienes que
integran el Patrimonio Histórico Español.
Y en esta línea en el Real Decreto 64/1994, de 21 de enero, por el que se modifica el Real Decreto
111/1986, de 10 de enero, de desarrollo parcial de la Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio
Histórico Español, en su CAPÍTULO III sobre LA EXPOLIACION DEL PATRIMONIO
HISTORICO ESPAÑOL, concretamente en su Articulo 57 bís que modifica el 47 del anterior Real
Decreto establece que"
1. Toda denuncia o información que el Ministerio de Cultura reciba acerca de un bien que reúna
las circunstancias señaladas en el art. 4 de la Ley 16/1985 puede ser trasladada urgentemente a
cualesquiera de las instituciones consultivas de la Administración General del Estado sobre
Patrimonio Histórico Español.
3.a) La ejecución de las medidas declaradas en la Orden ministerial corresponde al titular del
bien o, subsidiariamente, a la Administración competente, a la que se requerirá a tales efectos.
b) Cuando las medidas debieran ser adoptadas por el titular, en caso de incumplimiento de éste
serán puestas en práctica por la Administración competente a costa de aquél.
b) Desatendido el requerimiento, el Ministro de Cultura podrá ejecutar las medidas urgentes con la
colaboración de los entes públicos competentes. De todo ello se dará cuenta a la Comisión de la
Comunidad Europea.
5.a) El procedimiento anteriormente expuesto está sometido a los principios administrativos de
celeridad y eficacia, debiendo analizarse en cada caso concreto si de la intervención de la
Administración General del Estado se deducen o pueden deducirse consecuencias positivas
inmediatas Y efectivas para la real protección del bien.
En primer lugar argumenta la actora que el acto recurrido se ha dictado fuera de plazo, mas
este motivo de impugnación no es causa de la nulidad o anulabílidad del mismo, por lo que dispone
con carácter general el articulo 63.3 de la LRJAPYPAC al decir que La realización de actuaciones
administrativos fuera del tiempo establecido para ellas sólo implicará la anulabilidad del acto
cuando así lo imponga la naturaleza del término o plazo.
Tampoco procede acoger la invocada de forma implícita litispendencia -pues aunque las partes
sean las mismas- el acto recurrido ante el TSJ de Valencia en el recurso 984/2001 no es sino el
mismo Plan especial de protección y Reforma Interior del CABANYAL -CANYAMELAR de
Valencia, aprobado definitivamente por el Conseller de Obras públicas, Urbanismo y Transportes
de la Generalidad Valenciana el 2 de abril de 2001, así como el previo informe favorable al mismo
de la Comunidad Valenciana de 5 de enero de 2001. Y no -como aquí- la resolución dictada en
fecha 29 de enero de 2001, por el Subdirector General de Protección del Patrimonio Histórico del
Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales
) por la que se declara que el Proyecto del Plan especial de Protección y Reforma Interior de
Cabanyal Canyamelar no vulnera lo prescrito en la Ley del Patrimonio Valenciano, y que no existe
tutela superior del Estado en lo referente al Plan especial de Protección y Reforma Interior de
Cabanyal Canyamelar -PEPRI.
Por ello pasaremos a examinar los siguientes motivos de ataque, la falta de motivación del acto
impugnado, unido a los defectos de instrucción.
Hemos de precisar que en cuanto al argumento relacionado con parecidas faltas de motivación, esta
Sección ha tenido ocasión de pronunciarse, en numerosos Recursos sobre todo los relativos a
actuaciones de la Comisión Nacional Evaluadora de la Actividad Investigadora del Ministerio de
Educación y Ciencia, sobre la necesidad de motivación de las decisiones adoptadas por los órganos
administrativos, sobre todo cuando ostentan carácter discrecional, expresando con carácter reiterado
la trascendencia de la omisión de este requisito por cuanto, decíamos, la existencia ( y razonabilidad
) del juicio valorativo, motivación o fundamentación de la decisión en cuestión pasa a constituirse
en elemento esencial del control jurisdiccional de la actuación administrativa.
lº- Porque en principio las aclaraciones solicitadas al efecto, y en que se apoya la resolución
recurrida, son provenientes del órgano de la Generalidad Valenciana cuya actuación esta siendo
enjuiciada con relación a la existencia o no del expolio denunciado. Lo que adultera toda posible y
necesaria objetividad en las mismas.
3º- Porque siendo así, y no pudiéndose rechazar de plano la posible existencia de expolio por el
único motivo de que el Plan aprobado se denomine de Protección, los escuetos términos empleados
en el Acuerdo correspondiente impiden conocer al interesado y a este Tribunal “la razonabilidad del
juicio valorativo de la referida Dirección General de Bellas Artes y Cultural del Ministerio" sobre el
mismo, conculcando de este modo el artículo 54 de la Ley 30/92, de 26 de Noviembre (Régimen
Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común), al soslayar
el fundamento mismo de la decisión, impidiendo el control judicial y produciendo indefensión.
4º- Porque de la forma que ha sido expuesta no se puede llevar a cabo el control jurisdiccional que
la Propia resolución prevé y que va insito en las decisiones discrecionales, como lógicamente es la
que nos ocupa.
6º- Porque por ultimo, y según los artículos 4 y 6 de la LPH el órgano competente para recuperar y
proteger el hipotético bien expoliado es la Administración del Estado. En efecto, el art. 4 de la Ley
de Patrimonio Histórico, Ley 16/1985 de 25 junio, trata de intensificar la protección respecto de
estos bienes de interés cultural enunciando una definición amplia del término de expolio , más allá
del estricto significado gramatical del término, ampliando también el artículo 6.b) de la misma Ley
el título competencial específico que el Estado tiene constitucionalmente atribuido contra la
expoliación, respetando la acción protectora de las Comunidades Autónomas, a las que en primer
lugar estimula, para autorizar la actuación de la Administración del Estado sólo en defecto de la de
aquéllas, surgiendo así el artículo 57 bis del Real Decreto 64/1994, de 21 de enero que da pie a la
intervención mínima del Estado, de forma que si en este caso el órgano actuante no se consideraba
competente debería argumentar sobre su falta de competencia, lo que tampoco ha hecho según el
tenor del acto impugnado, faltando también en estos aspectos la motivación.
Por ello y por entender, además, que resulta de especial trascendencia conocer el informe o
los motivos que hayan servido de auténtico soporte de la decisión (pues su ausencia hace quebrar la
razón misma del procedimiento), esta Sala acoge las pretensiones de la demandante en tal sentido,
anulando la Resolución recurrida y ordenando la retroacción de las actuaciones administrativas para
que la decisión que adopte la Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales se motive
expresamente con relación a su competencia para intervenir y conforme a los parámetros legales y
reglamentarios aplicables al caso, y desvirtuando por ello los amplios y exhaustivos informes
desfavorables de los arquitectos de la Inspección de la Consellería de Cultura Valenciana, de la
Sindicatura de Greuges, de la Facultad de Derecho de la Universidad Valenciana, e incluso de la
Generalitat Valenciana de 11 de mayo de 2000 y de 21 de junio de 2000, aportados con la denuncia
del expolio ocasionado por el PEPRI, y que en resumen entienden que éste infringe el contenido de
la declaración del Conjunto Histórico de Cabanyal integrado en el Conjunto "Histórico de Valencia,
e incumple los mandatos legales que para el desarrollo del planeamiento de un conjunto histórico
establece la Ley 4/1998 de patrimonio cultural valenciano pues altera su estructura urbana.
Vistos los artículos citados, los alegados por las partes y demás de
general y pertinente aplicación, y por cuanto antecede
FALLAMOS
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