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Resistencia a tracción y cortadura

Depende, principalmente, de la adherencia entre las piezas, la fuerza de adherencia es prácticamente


despreciable y la resistencia a tracción de las fábricas es nula.

La resistencia a esfuerzos de cortadura depende del esfuerzo de compresión, de la resistencia a


cortante y del ángulo de rozamiento de la piedra o ladrillo. La relación entre la resistencia a cortante
y la tensión de compresión puede expresarse por la fórmula:

τ = τ0 + Tan Φ

Donde τ0 es la resistencia a cortante para σ = 0 (cohesión) y Φ es el ángulo de rozamiento interno.


Esta expresión recibe el nombre de criterio de rozamiento seco de Coulomb, el valor de la cohesión
es muy bajo (unos 0,6 N/mm2 ) y suele despreciarse. Por tanto, lo que evita el fallo por cortante o
deslizamiento en la junta es el rozamiento entre los elementos. Los elevados coeficientes de
rozamiento de las piedras hacen que este fallo sea muy improbable en las construcciones de fábrica.

Principios del análisis límite

Si la resistencia mecánica no es importante, debemos preguntarnos qué afirmaciones se pueden


hacer que caractericen el comportamiento mecánico del material . En general, se pueden realizar las
siguientes afirmaciones:

– las estructuras de fábrica resisten bien los esfuerzos de compresión.

– las tensiones de trabajo de las fábricas son bajas y suelen estar un orden de magnitud o dos por
debajo de las resistencias de rotura a compresión. Los fallos de resistencia observados son muy
raros.

– las estructuras de fabrica resisten muy mal las tracciones. Los constructores nunca han contado
con esta débil resistencia a tracción.

– el fallo por deslizamiento está impedido por los altos coeficientes de rozamiento entre las piedras,
y por las disposiciones constructivas habituales.

El profesor Heyman (1966, 1999) ha sistematizado estas afirmaciones para incluir la teoría de las
estructuras dentro del análisis límite.

– la fábrica tiene una resistencia a compresión infinita.

– la fábrica no tiene resistencia a tracción.

– el fallo por deslizamiento es imposible.

La primera afirmación tiene en cuenta que las tensiones son bajas en las fábricas, las tensiones no
superan los límites de rotura.

La segunda afirmación va a favor de seguridad, pues siempre existe una cierta adherencia entre los
elementos.
La tercera afirmación presupone un coeficiente de rozamiento infinito. Esto no es cierto, pero los
valores son tan altos que los fallos por deslizamiento son extremadamente raros en las fábricas
usuales

Fallo de una sección

Se debe en la superficie de cedencia si el material es infinitamente resistente y no hay posibilidad de


deslizamiento, cabría preguntarse cómo puede fallar,la cuestión ha sido estudiada en detalle, dentro
del marco del análisis límite, por Heyman (1971, 1982). La clave está en la incapacidad para resistir
tracciones. Consideremos, idealmente, un elemento de fábrica compuesto por una serie de piedras o
dovelas, Las resultantes de tensiones en dicha junta vendrán dadas por la posición, magnitud y
dirección del esfuerzo F (la resultante de las fuerzas a la izquierda, o a la derecha, del plano
definido por lajunta mM), Dado que el deslizamiento es imposible, sólo nos interesa la componente
normal a la junta N. Si llamamos e a la distancia del punto de aplicación de N al centro de la
sección, existe un momento flector M = eN. Las resultantes de tensiones N, M definen el estado
tensional en la junta (se supone una distribución uniforme de tensiones de compresión). Si el
material tiene una resistencia a compresión limitada σ0 se debe verificar

N = 2(ℎ − 𝑒)σ0

𝑴 = N𝑒

Líneas de empujes en arcos

Son tomados como planos de corte, Las piedras se labran primero y, luego, se montan sobre una
cimbra o estructura auxiliar donde se monta peso. Tras asentar la última piedra o la denominada
clave se procede a quitar dicha cimbra, las piedras tienden a caer hacia abajo, impulsadas por la
fuerza de la gravedad. Sin embargo, el arco se sostiene y cada una de las dovelas está en equilibrio
mediante esfuerzos trasmitidos a través de las juntas o espacios que quedan entre las dovelas,
producidos por las piedras adyacentes.

Estos empujes se transmiten hacia los apoyos, la trayectoria es la línea de empujes, dado que las
fuerzas son verticales, la componente horizontal de los empujes es constante.

Este sencillo análisis cualitativo permite poner de manifiesto un hecho fundamental. Los empujes
deben ser inclinados y, dado que las cargas (los pesos de las dovelas) son verticales, los empujes
deben tener la misma componente horizontal en todo el arco. Esta componente horizontal, que se va
transmitiendo hasta los arranques es lo que se suele denominar empuje del arco. Las últimas dovelas
delos arranques empujan contra la cimentación o contra un estribo, que debe tener unas
dimensiones suficientes para resistirlo.

Arco simétrico

Consideremos la mitad de un arco sometido a su propio peso. para que se sostenga, es preciso
aplicar un cierto empuje en su clave, este empuje puede ser suministrado por una base que transmita
fuerzas verticales.

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