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ISSN 1988-6047 DEP.

LEGAL: GR 2922/2007 Nº 22 – SEPTIEMBRE DE 2009

“IMPORTANCIA DE LA TÉCNICA EN LA ENSEÑANZA DEL


VIOLÍN”
AUTORÍA
ERNESTO CORREA RODRÍGUEZ
TEMÁTICA
MÚSICA
ETAPA
GRADO PROFESIONAL DE MÚSICA: ESPECIALIDAD VIOLÍN

Resumen
El dominio del violín está íntimamente relacionado con la adquisición de una buena técnica que
debe de fomentarse desde los primeros momentos del aprendizaje. La práctica de ejercicios básicos
como las escalas contribuirán al desarrollo de una sólida técnica capaz de enfrentarse a obras de gran
dificultad. Nunca debemos olvidar que la técnica está al servicio de la interpretación y de la capacidad
de transmitir mensajes al público.

Palabras clave
Técnica
Interpretación violinística
Estudio
Pedagogía musical
Herramientas musicales

1. TÉCNICA

La definición de técnica más aceptada entre los violinistas es la que propone Galamian: “La técnica
es la capacidad de dirigir mentalmente y ejecutar físicamente todos los movimientos necesarios de las
manos, los brazos y los dedos”
Lo fundamental es que el alumno disponga de todas las herramientas que la técnica interpretativa
ofrece para poder así materializar plenamente sus ideas musicales. Las herramientas técnicas a las
cuales hace referencia Galamian son un buen vibrato, un sonido constante sin fluctuaciones, un ritmo
preciso, un sonido afinado, la capacidad para producir distintos colores de sonido, etc.

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La adquisición de una buena técnica debe estar en todo momento al servicio de la música y ha de
ocupar no más que la mitad del esfuerzo del alumno. Es igual que en los deportes: hay que entrenar
pero también hay que jugar. Debemos de tener en cuenta la proeza técnica, aunque sólo enfocada
como finalidad y no como un recurso.”No hablarás mejor si continuamente pronuncias letra a letra el
abecedario” (R. Schumman). Los tres elementos fundamentales que deben estar presentes en
cualquier ejecución son: la belleza del sonido, la precisión de la afinación y el control del ritmo.
Una buena ejecución depende de tres factores:
Factor físico: Uso de los dedos, manos, brazos y flexibilidad de los músculos.
Factor mental: Capacidad de anticipar, dirigir y supervisar la actividad muscular.
Factor estético- emocional: Capacidad para sentir y comprender el significado de la música.
Consideramos que se deben conocer teóricamente los diferentes elementos técnicos básicos
que conforman la técnica violinística para facilitar el estudio. Éstos los dividiremos en dos bloques: los
que atañen a la mano derecha y los referentes a la mano izquierda.

2. MANO DERECHA
Friedrich Steinhausen escribió en su tratado “Fisiología del brazo del arco”, de 1903 que la
acción y fuerza del arco parten del brazo y el antebrazo, y que los dedos y la muñeca se limitan a seguir
el movimiento del brazo. Actualmente, algunos violinistas dan prioridad al movimiento de la muñeca y
de los dedos, especialmente cuando tocan detaché y spiccato. Mantienen el resto del brazo casi
inactivo, dando lugar a un continuo cambio de punto de contacto entre cerdas y cuerda, lo que crea una
perceptible irregularidad en el sonido. Para que la cuerda vibre con total regularidad, es necesario que
el arco siempre tenga el mismo ángulo con respecto a las cuerdas, entonces este ángulo ha de ser el
mismo para todos los arcos arriba que para los arcos abajo, independientemente de que se emplee
todo el arco o solo una parte del mismo.
Los grandes intérpretes buscan siempre que el arco sea cada vez más sutil ya que el dominio y
el conocimiento del arco y de su forma adecuada de conducirlo le proporcionan al músico una
seguridad interior que le ponen a salvo en muchas situaciones. La enseñanza del arco es de
importancia capital, en relación a ello podemos decir que la enseñanza del violín casi siempre se enfoca
a la mano izquierda olvidando que el arco es fundamental si queremos obtener un sonido limpio y puro.
El movimiento necesario para tocar concierne el abrir y cerrar del antebrazo respetando siempre el
paralelismo entre el puente y el arco. Se debe de realizar todo en un mismo plano que se delimita por
la dirección del arco y de la cuerda en la que estemos, sin que el codo suba ni baje, su participación
produce alivio y relaja la mano. En base a esto, todos los golpes de arco se fundamentan en la misma
estructura y los realizamos con mínimas modificaciones en su detalle. El arco debe integrarse en el
brazo del violinista hasta convertirse en un tercer segmento. Para empuñar correctamente el arco es
necesario que el hombro derecho esté bajo y el equilibrio del cuerpo presente. El codo debe girar hacia
el exterior y así quedará libre en sus movimientos. Sólo la pronación puede liberar la mano y tiene como

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ventaja llevar la fuerza del brazo al dedo índice que es el punto fundamental de contacto del arco con la
mano. Las funciones principales que desempeñan los dedos de la mano derecha son las siguientes:
• Índice: transmite la presión procedente del brazo y le da dirección al arco, al igual que el
índice izquierdo toma la función de cursor a lo largo del mango
• Meñique: endereza el arco y mantiene el aplomo cuando tocamos al talón.
• Corazón: forma con el pulgar un anillo.
• Anular: junto con el índice conforma otro punto de oposición al pulgar.
La forma correcta de coger el arco es en la que el pulgar y el dedo corazón deben de formar un
círculo, los demás dedos deben apartarse un poco para controlar algo más de la superficie del arco. De
este modo resulta más fácil usar el peso de todo el brazo, desde el hombro, para la producción de un
sonido uniforme, tanto en el talón como en la punta. No debe levantarse el hombro ya que entonces la
muñeca y los dedos se verían forzados a ejercer una presión mayor sobre la vara, causando rigidez
muscular. Una postura correcta del brazo derecho es aquella en la que el arco se sitúa paralelo a la
parte superior del brazo, de esta forma, el brazo y antebrazo quedan un poco más altos al tocar en la IV
cuerda, y un poco más bajos al tocar en la I cuerda. Es más fácil realizar este ajuste ante un espejo,
colocando el arco en su punto medio sobre las cuerdas. Una velocidad acelerada o decelerada del arco
es muy importante cuando se toca una nota final pianísimo en el registro agudo extremo. Estas notas
con frecuencia son imperceptibles en su fase final, debido a que la velocidad del arco no es
completamente regular. Para remediar este defecto, debemos de saber que el arco es más pesado por
la parte del talón, y que su peso disminuye gradualmente hacia la punta. Comenzamos la nota en el
talón con un movimiento lento y largo, la nota vibra con el peso del arco, y, conforme el arco se va
desplazando hacia la punta, aumentamos la velocidad del movimiento para compensar la pérdida
paulatina de peso. El problema queda mejor resuelto al girar progresivamente la vara, para permitir que
todas las cerdas entren en contacto con la cuerda. Es erróneo levantar la muñeca y girar los dedos
hacia la derecha a medio camino entre la punta y el talón, ya que el movimiento del arco no es uniforme
porque desde la mitad del arco las cerdas forman con la cuerda un ángulo agudo en lugar de recto, lo
que impide a la cuerda vibrar con igualdad. El brazo, desde el codo hasta los nudillos, debe describir
una suave curva, con la parte superior del brazo, el antebrazo y la mano en el mismo plano. De este
modo todas las arcadas, desde una sucesión de notas largas, hasta un largo spiccato se tocan con un
movimiento del brazo horizontal.
El cambio del arco arriba al arco abajo en el talón debe hacerse con un movimiento de todo el
brazo; la muñeca y los dedos nunca estarán girados, sino que seguirán el movimiento del brazo sin
tomar parte activa en el cambio de arco.
El violín debe permanecer inmóvil mientras el arco actúa sobre las cuerdas, ésta es una premisa
fundamental para una buena técnica del arco. Si uno mueve el violín para que las cuerdas se acerquen
al arco, entonces hay que estar ajustando el movimiento del arco durante los cambios de cuerda y
después de ellos, ocasionando irregularidad rítmica y sonora.

3. MANO IZQUIERDA
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El ángulo de la mano izquierda con respecto al mástil es de capital importancia; debe ser el mismo
para todas las cuerdas y todas las posiciones (ángulo constante). La posición del pulgar no puede
determinarse con presión, ya que la forma de la mano es variable en cada persona. El instrumento
queda sujeto por la presión de la barbilla, no de la mano, por lo tanto, el pulgar debe colocarse de tal
manera que los dedos queden dispuestos para tocar sin tener que realizar un gran desplazamiento
antes de encontrar la cuerda. Cuando el pulgar está ligeramente retrasado, algo detrás del primer dedo,
permite un ángulo constante con el mástil, tanto en las primeras posiciones como en las últimas. La
base del índice toca ligeramente el cuello del violín sin ejercer presión, esto facilita los cambios de
posición y evita la rigidez en obras largas y de tempo rápido. El hecho de mantener los dedos cerca de
las cuerdas también contribuye a evitar ruidos que se producen cuando los dedos golpean
percusivamente la cuerda desde arriba.
La presión excesiva de los dedos es consecuencia del empleo excesivo de la energía nerviosa y
muscular. De su grado de curva sobre la cuerda, dependerá exactamente el sitio de apoyo en la yema o
sea la parte de mayor o menor sensación del tacto sobre la cuerda. El grado de curva de todos los
dedos obedece a un eje común de movimiento, en el cual el pulgar tiene una función tan importante
como los cuatro dedos del mecanismo. El pulgar no desempeña simplemente el rol de oposición en los
movimientos de la mano del violinista, sino que de él dependerá la precisión en la afinación y
regularidad en los movimientos de la mano (grado de su elasticidad y sensibilidad para medir el avance
o retroceso de toda la mano). El equilibrio de la técnica de la mano izquierda se encuentra supeditado a
la acción directa del pulgar.
La dirección semicurva de la segunda falange en oposición al mango, hace que en todo
momento la mano pueda conservar la resistencia y elasticidad indispensables para los movimientos. El
mango deberá apoyarse levemente en la parte media entre la segunda falange y el extremo del dedo,
que sobresaldrá muy poco sobre el nivel lateral de la tastiera y estará dirigido hacia la posición del
índice.
La separación natural de los dedos es de un tono del primero al segundo, un semitono del
segundo al tercero, y de un tono del tercero al cuarto dedo. Para desarrollar la función dinámica de la
mano izquierda bastará insistir pocos minutos al día, ya que el dominio de dicha dificultad no consiste
en su práctica continuada (al menor síntoma de cansancio debe suspenderse el ejercicio bajando la
mano en reposo para que la circulación normal se restablezca) sino sobre todo en la fijación perfecta de
la sensación de cada movimiento de los dedos en relación a la actitud de toda la mano, reproduciendo
mentalmente las sensaciones del movimiento antes de realizar cada ejercicio. La presión de los dedos y
la elasticidad de cada movimiento quedará así supeditada a las exigencias de la ejecución, y no a la
intervención casual y arbitraria de un estado nervioso o inconsciente del violinista.
Otakar Sevcik con su método El Semitono opus 6 consigue neutralizar las tensiones colaterales
de los dedos por medio de la ejercitación de los músculos flexores de los dedos y no por la actividad de
los músculos de la parte superior del brazo. Karl Flesch considera el problema de las tensiones
colaterales, como el más importante, pues de ello depende la elasticidad y coordinación en todos los
movimientos de la técnica de mano izquierda.

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El problema de la articulación mecánica de los dedos, no es resultado de insistir en la gimnasia
muscular de la mano, sino del empleo de la voluntad, como rectora de los complejos movimientos que
constituyen la técnica. Lo que normalmente tomamos como un problema exclusivo de los dedos es un
problema central o cerebral, ya que los movimientos dependen de la acción de los centros cerebrales
motores y no de los dedos.
El violín debe adaptarse íntimamente al cuerpo de modo que forme parte del mismo como
prolongación de los brazos y las manos, manteniendo el instrumento fijo bajo el mentón. La cabeza
estará suavemente inclinada de izquierda a derecha.
El principal secreto de todo estudio sistematizado, es quedarse siempre (almacenar en la
memoria muscular o memoria de reproducción) con la sensación de cada movimiento. Antes de pensar
en la mano es necesario pensar en la posición del brazo y hombro izquierdo, porque de eso depende el
verdadero grado de tonicidad (grado de menor contracción de los músculos). El movimiento, en el
virtuoso, jamás parte de la mano, sino del antebrazo. Los dedos no trabajan por acción directa sino por
acción refleja. Las muñecas vienen a ser el punto de equilibrio entre la actividad del antebrazo y la
reacción de la mano y los dedos. El hábito de mantener fijo un dedo (o dedos) que volverán a
emplearse, o bien como punto de apoyo para un desplazamiento de la mano (desmangue), es la
verdadera base no solo para la afinación sino para la coordinación de los movimientos técnicos, porque
el arte de la mano izquierda en el instrumentista de cuerda se basa sobre los movimientos pasivos
(movimientos de preparación para el desplazamiento de la mano) y sobre los movimientos activos
(movimientos motrices para el desplazamiento). No se avanza saltando a las posiciones, sino
deslizando la mano por el mango. Cada dedo es un punto de apoyo para el movimiento de otro dedo,
como al caminar, cada pierna genera la acción de la otra. El pulgar viene a ser el eje de toda la mano
(de ambas manos) y la guía de todos los movimientos de desplazamiento de la mano izquierda. De su
posición deriva en gran parte la libertad en los movimientos de toda la mano. La posición equivocada
del pulgar (posiciones antinaturales) destruye las sensaciones establecidas para las series de los
movimientos automáticos de la mano.
El vibrato, el trino y el glissando, son otros recursos técnicos habituales en nuestro repertorio
musical. En referencia al vibrato diremos que es uno de los recursos más importantes del violín. Es una
de nuestras principales herramientas expresivas y en cuanto a él hay diferentes opiniones. El
movimiento puede realizarse desde la mano, desde el antebrazo, incluso desde una leve oscilación en
la cuerda. Estos tres casos por separado encierran un error fundamental de concepto:
1. Los movimientos personales de la mano, llevarán al violinista a la carencia de dominio de las
oscilaciones que debe ejecutar la mano, constituyendo en la mayoría de los casos, lapsus
nerviosos muy difíciles de vencer. Estas oscilaciones se producirán sin uniformidad, a menudo
con lenta pesadez (vibrato abierto) y a continuación, con rapidez excesiva, según el estado
nervioso o emocional del ejecutante; pero muy contadas veces según la necesidad o la voluntad
del mismo.
2. Los movimientos del antebrazo, con ellos se logrará mayor regularidad en la transmisión de las
oscilaciones, sin embargo constituye un inminente peligro para la economía de energía en el

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individuo, ya que la contracción frecuente del bíceps, producirá el consiguiente agotamiento
muscular y nervioso.
3. El movimiento producido por la acción independiente del dedo directamente sobre la cuerda,
desde el punto de vista fisiológico, carece de argumento razonable.
El vibrato, o movimiento oscilatorio de la mano, debe resultar de dos fuerzas opuestas, una de
flexión y otra de extensión del antebrazo, unidas en un punto de equilibrio de ambas fuerzas y
reflejadas en la mano y en los dedos. En resumen, el vibrato es un movimiento combinado que,
partiendo del brazo, pone en acción el antebrazo y la mano.
El vibrato es un poderoso factor para la calidad y extensión del sonido, conjuntamente por las
características de presión y elasticidad de la arcada. Sobre la influencia en cuanto al sonido se refiere,
recordaremos que la intensidad y el timbre de éste depende de la regularidad de las vibraciones, del
mayor o menor número de éstas y de su amplitud.
Aludiendo al trino, podemos decir que el problema principal radica en la rapidez con que se retira
el dedo de la cuerda, una vez ejecutada la nota. El dedo no se levanta de la cuerda sino que se retira
de la misma, por un movimiento suave de flexión hacia la palma de la mano (movimiento similar al que
se emplea para la ejecución del “pizzicato” de la mano izquierda). De esta forma, el dedo se encuentra
libre de la contracción activa de los músculos que se extienden. Para conseguir un trino regular y veloz
es fundamental que el dedo se retire de la cuerda con un movimiento rápido y en dirección a la palma
de la mano, es decir con la semiflexión del dedo.
Por último, hablaremos del glissando como otro recurso técnico en el estudio del violín, el cual se
emplea como un efecto virtuosístico, generalmente de forma descendente. Es un efecto cuyo estudio se
descuida habitualmente, olvidando que su dominio técnico resulta de importancia relevante, pues es
una asociación del movimiento activo (de impulsión) del antebrazo, con los pasivos de la mano
(movimientos de extensión y flexión de la mano).
Para finalizar este epígrafe hablaremos de la digitación. Según Joseph Hellmesberger (1828-
1893), hay tres clases de digitados: los prácticos, los artísticos y los que se usan en caso de
emergencia. El concepto de digitación evoluciona según la razón del violinista: en un primer momento
tocamos despreocupadamente y sin “complicarnos la vida”, valorando la primera posición y buscando
soluciones prácticas en nuestros digitados. Posteriormente, cuando adquirimos una técnica más
avanzada tras el estudio de cambios de posición de Sevcik, o el sistema de escalas de Flesch,
buscamos digitaciones cada vez más complicadas, evitando la primera posición y las cuerdas al aire
como síntoma de pobreza técnica. Sin embargo, en el mundo real, en un escenario y con público las
digitaciones complicadas no funcionan.
La digitación, está íntimamente ligada a conceptos como la afinación, color y expresión y es
considerada como un instrumento que ha de facilitar la ejecución.

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4. MÉTODOS DE TÉCNICA Y ESTUDIOS FUNDAMENTALES EN LOS DISTINTOS NIVELES
DEL GRADO MEDIO.

Primer ciclo de grado medio:


-GALAMIAN: Comtemporary Violin Technique
-SEVCIK: Shifting, Op. 8
-FISCHER: Basics
Segundo ciclo de grado medio:
-KREUTZER: 42 studies
-SCHRADIECK: School of Violin Technique, Op.2
-SEVCIK: School of Bowling Technique
-SEVCIK: Preparatory Trill Studies, Op.7
Tercer ciclo de grado medio:
-DONT: 24 Caprices, Op. 35
-FIORILLO: 36 Caprices
-GAVINIES: 24 Studes
-RODE: 24 Caprices

4.1 Escalas y otros ejercicios técnicos


Acerca de estudio, citaremos algunos ejercicios básicos para el desarrollo técnico de ambas
manos:
Escalas: Desarrollan la capacidad de la afinación y establecen el marco de la mano izquierda.
Las escalas se pueden emplear para diversos aspectos de índole técnico, sonido continuo, afinación,
vibrato, diferentes golpes de arco, división del arco, etc.
El son filé: consiste en la práctica de un sonido largo mantenido. Su utilidad radica en la
producción del sonido, el control del arco y de la respiración. A diferencia de los cantantes, nosotros
podemos mantener un sonido largo durante el tiempo deseado, para ello, es necesario una buena
distribución del arco, un cambio de arco suave e imperceptible y una velocidad constante. Es
recomendable practicar el son filé con cuerdas al aire y posteriormente con escalas, dobles cuerdas y
distintas dinámicas.

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5. BIBLIOGRAFÍA
BRUSER, Madeline (1997). The Art of Practicing. Nueva York: Bell Tower.
DESCHAUSSÉES, Monique (2002). El intérprete y la música. Madrid: Rialp.
FISCHER, Simon (2000). Basics. Londres: Peters.
FISCHER, Simon (2006). Practice. Londres: Peters.
FLAMMER, Ami ; TORDJMAN, Gilles (1991). El violín. Madrid: Labor.
FLESCH, Carl (1995): Los problemas del sonido en el violín. Madrid: Real Musical.
GALAMIAN, Ivan (1998). Interpretación y enseñanza del violín. Madrid: Pirámide.
GEMINIANI, Francesco. (Traducido), (1952).The Art of playing the violin. Nueva York: Oxford University
Press.
HOPPENOT, Dominique (1991). El violín interior. Madrid: Real Musical.
JACOBY, Robert. Violin Technique (1985). Gran Bretaña: Novello.
LÓPEZ DE LA LLAVE, Andrés; PEREZ-LLANTADA, Mª Carmen (2006). Psicología para intérpretes
artísticos. Estrategias para la mejora técnica, artística y personal. Madrid: Thomson Paraninfo, S.A.

Autoría

ƒ Nombre y Apellidos: Ernesto Correa Rodríguez


ƒ Centro, localidad, provincia: Granada
ƒ E-mail: paganini_88@hotmail.com

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