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Capítulo 6

Mariano Rodríguez

Presupuestos y
Planificación Táctica
6.8 La Inflación y los Presupuestos
Al confeccionar un presupuesto monetario, surge la dificultad para
establecer la unidad monetaria debido a que la moneda, con el paso
del tiempo y a causa de la inflación, sufre un constante deterioro, es
decir, pierde valor adquisitivo.
Cuando se utiliza la misma unidad monetaria, sin tener en cuenta
ningún ajuste, se expresa el presupuesto en una unidad de valor
cambiante (realmente decreciente) pues el valor relativo de la
unidad monetaria es cada vez menor.
El problema puede solucionarse de varias formas:
 Corregir el presupuesto en el momento del control,
en función de las tasas de inflación reales.
 Estimar la pérdida de valor de la moneda en el
período presupuestado.
 Utilizar una moneda más estable que la moneda
local, es decir, la extranjera.
Estas opciones llevan a confeccionar un presupuesto en moneda
constante, en moneda corriente y en moneda extranjera,
respectivamente.
Presupuesto en Moneda Constante
Cuando se realiza el presupuesto en moneda constante, se valúan
todos los rubros, según los precios y los costos vigentes al momento
de la confección del mismo. Todos los valores se calculan con el
mismo poder adquisitivo, es decir, del inicio del período
presupuestario.
Esto implica trabajar como si no hubiera inflación en el período
presupuestario, permitiendo observar las variaciones en volumen de
los rubros del presupuesto. En definitiva, estos son los valores
actuales y resultan homogéneos porque están expresados en moneda
de idéntico poder adquisitivo referida al mismo momento, es decir,
al día de hoy.
Es necesario señalar que sólo es posible utilizar este tipo de
presupuesto cuando se estima que no existirán alteraciones
significativas en los precios y que la inflación pronosticada será
muy baja. Con este método, todas las unidades del período
presupuestado serán valuadas al precio vigente hoy, con
prescindencia de analizar o prever cualquier cambio futuro.
En definitiva, no es conveniente la utilización del presupuesto en
moneda constante para la toma de decisiones porque no refleja el
impacto en el flujo de fondos ni los cambios en el nivel de precios
(inflación).

Presupuesto en Moneda Corriente


El hecho de realizar un presupuesto en moneda corriente implica
estimar cuáles serán los precios futuros que estarán vigentes para
cada uno de los subperíodos presupuestarios. Es decir, se valorizan
todos los rubros del presupuesto en moneda constante, actualizados
por la inflación estimada para el período presupuestado, esto es, el
precio o costo que se estima al efectuar la transacción. Por esta
razón, todo se expresa en moneda que toma como referencia la
situación de cada momento futuro.
Este cálculo implica estimar, con la mayor precisión posible, las
distintas tasas de inflación para cada uno de los rubros y períodos
involucrados. La contracara de ello es que no resulta una medida
homogénea, ya que los valores están referidos a distintos momentos
y, por ende, la sumatoria de ellos no está mensurada en forma
técnicamente "sumable", por ser unidades monetarias de diferentes
períodos1.
El presupuesto en moneda corriente puede realizarse por medio de
dos procedimientos:
- Mediante la proyección de los valores futuros,
teniendo en cuenta un único índice inflacionario, de
carácter general.
- Mediante la proyección de los valores futuros,
teniendo en cuenta índices específicos por rubro y/o
actividad.
Cuando realizamos el presupuesto en moneda corriente, debemos
tener en cuenta que los distintos rubros presupuestarios sufren, entre
sí, diferentes variaciones en sus relaciones de precio.
Como los precios de los rubros no tienen la misma evolución, no es
recomendable generalizar la aplicación de un solo índice
inflacionario para la corrección de todos los rubros.
Presupuesto en Moneda Extranjera
Para realizar un presupuesto en moneda extranjera, deben
establecerse todos los valores involucrados en el presupuesto en una
moneda distinta a la de curso legal del país de la empresa. Este
presupuesto se obtiene dividiendo los valores en moneda local por
los tipos de cambio proyectados para cada período.
Es común que se presente la exigencia de realizar el presupuesto en
moneda extranjera cuando se trabaja con filiales de empresas del
exterior y esta últimas piden información en su moneda de origen
para consolidar los datos.

1
Ver Lavolpe, Antonio, Capasso, Carmelo M. y Smolje, Alejandro R., La Gestión
Presupuestaria, Ediciones Macchi, Bs. As., Argentina, 1991.
Cuando se realiza el presupuesto en moneda extranjera es necesario
decidir qué cotización utilizar (mayorista, minorista, oficial, etc.).
Asimismo, se debe efectuar el análisis de la relación entre la tasa de
inflación y la evolución de la cotización de la moneda extranjera.
Los siguientes son dos métodos de conversión que ayudan a atenuar
las perturbaciones que causa la inflación.
Presupuesto en moneda extranjera constante: El presupuesto en
moneda extranjera constante parte de un presupuesto en moneda
local constante, al cual se le aplica el tipo de cambio vigente al
momento de la presupuestación.
Esto significa presuponer que no existe inflación, tanto en el país en
donde se presupuesta como en el de origen de la moneda extranjera
o, al menos, que se compensarán las tasas inflacionarias de ambos
países.
Presupuesto en moneda extranjera corriente: El presupuesto en
moneda extranjera corriente parte del presupuesto en moneda local
corriente, al cual se le aplica, para cada uno de sus períodos, la
estimación de los sucesivos tipos de cambio que tendrá en el futuro
la moneda de referencia.
Se convierte cada operación al tipo de cambio vigente, al momento
en que se realizará. En estos casos, será necesario proyectar el tipo
de cambio que se empleará.
Una tercera opción es realizar el presupuesto directamente en la
moneda extranjera. Luego, para obtener el presupuesto en moneda
local, se deberán multiplicar las cifras del presupuesto en moneda
extranjera por el tipo de cambio vigente en cada mes.
Algunas consideraciones importantes:
Los tipos de presupuestos detallados brindan información útil, pero
no suficiente para la toma de decisiones.
El presupuesto en moneda constante muestra cambios en relación a
los volúmenes. Las variaciones de los valores están dadas solamente
por cambios en las cantidades. Si no se considera la evolución del
tipo de cambio (presupuesto en moneda extranjera constante)
podemos concluir que no es recomendable su utilización.
El presupuesto en moneda corriente expone los efectos de la
inflación, pero está expresado en monedas de diferente poder
adquisitivo, motivo por el cual, no pueden realizarse comparaciones
entre ellas, ni tampoco sumas.
Para la toma de decisiones es indispensable tener un presupuesto en
moneda corriente. Sin embargo, éste no resulta útil para medir
cambios reales en el presupuesto, por lo que será necesario llevar el
presupuesto en moneda corriente a uno de moneda base.
En el CD que se acompaña al presente, se presenta un aplicativo
que facilitará la comprensión de los temas explicados. Se podrá
encontrar el ejemplo práctico y la aplicación Presupuesto e
inflación.xls
Presupuesto en Moneda Base
Al realizar el presupuesto en moneda base, se obtienen mejoras
mediante un criterio de ajuste por inflación. Para ello, se utilizará un
índice de precios que lleven todos los valores al mismo momento.
Esto implica que deberá realizarse una proyección del índice
inflacionario mediante algún indicador general o particular de la
economía.
El Presupuesto en moneda base es una forma más depurada para el
manejo del componente monetario en contextos inflacionarios y una
de las más aptas para la planificación y el control de la gestión2.
La metodología de ajuste corrige los problemas de no
comparablilidad y distorsiones, generados por el criterio de la
moneda corriente3.
Al realizar el presupuesto en moneda base, se homogeneiza la
moneda. Esto se obtiene actualizando los precios futuros a valores
del momento en que se presupuesta y los importes del presupuesto
en moneda corriente, por el índice de inflación general estimado. En
definitiva, consiste en utilizar la misma técnica del ajuste
inflacionario de los estados contables, pero cambiando el momento

2
Ver Mocciaro, Osvaldo A., Presupuesto Integrado, Ediciones Macchi, Bs. As., Argentina,
1993.
3
Ver Lavolpe, Antonio, Capasso, Carmelo M. y Smolje, Alejandro R., op. Cit..
de actualización, es decir, el de cierre por el del inicio del
presupuesto (ajuste hacia atrás).
Se computa, para los cálculos respectivos, la inflación acumulada
entre el momento en que se presupuesta y el período en que se
encuentra cada importe.
De esta forma, se pueden realizar comparaciones entre monedas
homogéneas, resaltando los efectos de los cambios relativos de
precios y la exposición a la inflación. Así, los cambios podrán ser
comparados sin la distorsión que introduce la variación en la
capacidad de compra de la moneda.
Para realizar las actualizaciones, aplicaremos las herramientas
brindadas por el cálculo financiero, mediante la utilización de la
fórmula de valor actual:
1
Factor de Actualización =
(1   ) n
Este factor de actualización sirve para ajustar todos los subperíodos
del presupuesto y llevarlos al momento de origen del mismo. En
caso de que existan índices diferentes para cada subperíodo
presupuestario, se aplica a cada uno de ellos el factor de
actualización acumulativo, consistente en:
1 1 1 1
   ... 
(1  1 ) (1   2 ) (1   3 ) (1   n )
Para la realización del control presupuestario, se partirá del presupuesto base y a
cada uno de los subperíodos, se corregirá con el índice de inflación real, según la
siguiente fórmula:
Factor de Capitalización = (1  i1 )  (1  i2 )  .....  (1  in )
De esta manera, se podrá comparar cada uno de los meses con un
presupuesto ajustado en función de la misma tasa de inflación, la
tasa de inflación acumulativa real, apartando la distorsión
provocada por factores meramente inflacionarios.
De igual forma que al confeccionar el presupuesto, se determinarán,
a continuación, la corrección monetaria y los resultados por
tenencia de bienes de cambio. Éstos también serán ajustados por
inflación, procediendo a la comparación entre presupuestos y
realidad -en función de una moneda de poder adquisitivo
efectivamente constante- y ponderando las oscilaciones
experimentadas en los costos de reposición.
En el siguiente listado, se resumen los pasos para una correcta
inclusión de la inflación dentro del armado de los presupuestos:
1) Confeccionar el presupuesto en moneda constante.
2) Hacer las modificaciones necesarias para llevar el
presupuesto en moneda constante a moneda corriente.
3) Estimar las tasas de interés y de inflación.
4) Modificar el presupuesto en moneda corriente, realizando
las actualizaciones necesarias para llegar al presupuesto en
moneda de base.

En el CD que se acompaña al presente, se podrá encontrar el


desarrollo para pensar otra forma de realizar los presupuestos,
“El Presupuesto en Base Cero”.

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