Está en la página 1de 1

Era un claro día de verano Copyright RLCO © Reproducción prohibida

Era un claro día de verano y estábamos bañándonos en el río. 12

El agua estaba realmente helada, porque el río mencionado nacía en 23

la cordillera, entre los hielos. Después de un rato en el agua realmente 36

nos crujían los dientes. 40

De pronto mi primo Pedro Pablo que estaba dentro del agua exclamó 52

“¡me picó una jaiba!”. Miramos extrañados, pues sabíamos que en los 63

ríos no andan jaibas; ellas son del mar. 71

Incrédulos, lo miramos mientras salía del agua. ¿Lo había picado 81

realmente una jaiba?. Al salir no se le veía nada. Así es que le 95

preguntamos prontamente, ¿dónde fue la picadura? entonces él se 104

largó a reír con fuertes carcajadas, mientras lo mirábamos sin hablar. 115

Realmente se había burlado de nosotros así es que decidimos darle 126

una lección esa tarde. Para eso nos reunimos y acordamos hacerle 137
6
una buena broma. Pensábamos que nos divertiríamos mucho. Mi 146

primo Patricio se puso una aleta en la espalda, luego se metió al río. 160

Se fue nadando debajo del agua hasta que llegó detrás de Pedro 172

Pablo. En ese momento todos gritamos “¡un tiburón!”. 180

El chico dio un tremendo salto cuando vio la aleta a pocos metros de 194

él y trató de arrancar. Como estaba hasta la cintura en el agua, le 208

costaba salir, mientras el supuesto tiburón se le acercaba cada vez 219

más. 220

Ahora nos tocaba a nosotros reírnos de Pedro Pablo y lo hicimos con 233

grandes carcajadas. 235

También podría gustarte