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Mediante estas líneas me gustaría compartir con los lectores como ha sido mi
transcurso por el profesorado técnico que estoy cursando actualmente.
Antes de arrancar de lleno con ese tema, pretendo mediante un breve resumen,
contar como fueron mis inicios en la docencia y mi evolución hasta la fecha como profesor
de manera de contextualizar mis vivencias como principiante.
Eran fines de Marzo del año 2012 cuando por esas circunstancias de la vida me
encontré con un buen amigo a través de una red social. Hablamos de todo un poco,
recordamos experiencias vividas en la “facu” y de nuestro paso por ella. En el transcurso de
nuestra conversación le comente que estaba un poco deprimido por la escasez de trabajo
que transitaba por aquellos días.
Seguimos hablando y él me comento que antes de entrar a trabajar en A.P., le
habían ofrecido trabajar como docente en la EPET N10 de Puerto Rico, cargo que acepto ya
que en ese momento él se encontraba desocupado.
Me contó que tramites tubo que preparar y con quién hablar para presentarme en
la institución.
Al día siguiente preparé un par de currículos y lo llevé a la escuela. Fui directamente
al taller donde deje una de las carpetas, la otra la llevé directamente a la dirección donde
me atendieron muy bien, vale la pena decirlo. Me alegró mucho ver tantas caras conocidas
ya que la “dire” y el jefe de taller habían sido mis profesores tiempos atrás.
Durante mi entrevista, me informaron que no había vacantes pero que me
mantendrían al tanto si se presentara alguna.
Transcurrió menos de una semana cuando el jefe del taller me llama solicitando
que acuda a la escuela. Como disponía de tiempo, lo hice casi de inmediato, confieso que
me sentía muy nervioso pero a la vez ansioso.
Una vez ahí, me comento que un profesor MEP sacaría licencias por un cargo de
mayor jerarquía y me pregunto si yo estaría dispuesto a cubrir su vacante en la materia
construcciones I de primer año.
Fue así que acepte el cargo, al principio con muchas dudas e incertidumbres, fue
todo muy de repente y la verdad no me sentía preparado (hoy me doy cuenta que no lo
estaba) pero le puse el pecho a la situación y salí adelante poniendo mucho esfuerzo y
dedicación a prepárame de manera particular. También tengo que agradecer la
nos ven y se sienten con nosotros. Es muy importante que comprendamos a nuestros
alumnos que están pasando por esa etapa de transición y que a cada uno de ellos los puede
afectar de alguna u otra manera. También puedo decir que me ayudó mucho como padre
ya que tengo una hija que actualmente está entrando en esa etapa de su vida.
Otra de las materias que cursamos ese cuatrimestre fue “Competencias
comunicacionales I” a la que nosotros la llamábamos taller de oralidad y escritura. En esta
asignatura repasamos básicamente muchas cuestiones que yo por lo menos ya las tenía
proactivamente olvidadas. Trabajamos sobre el circuito de la comunicación, los géneros
discursivos, y algunos tipos de textos. También aprendimos a como exponer correctamente
una clase, cosa que ya lo estaba haciendo por ser docente pero tuve muchos aportes muy
importantes en ello.
La tercera materia que cursamos fue “Enseñanza en la escuela técnica”. En esta
materia fuimos viendo todo lo referido a los marcos legales, el análisis de la ley Nacional de
Educación y la Ley de Educación Técnica. Aprendimos además sobre los niveles de
concreción, las modalidades, orientaciones y especialidades y sobre los marcos de
referencia.
Esta fue la materia que más me costó asimilar, ya que por su carácter teórico
resulto ser bastante abrumadora para mí.
En el segundo cuatrimestre continuamos con dos de estas materias, en
“Enseñanza” los temas más significativos para mi fueron sobre la planificación de las clases
y los momentos de la misma, comprender las diferencias entre competencias y
capacidades y todo lo referido a evaluaciones, tipos de evaluaciones, a quien evaluar, como
evaluar, indicadores y criterios. Puedo decir que en esta ocasión saqué mucho provecho de
esta asignatura, comencé a aplicar lo aprendido en mis clases, comencé a planificarlas y
tratar de respetar los tiempos de la misma, fui puliendo (y aún hoy día) muchos detalles
que mejoraron mi accionar.
En “Competencias comunicacionales II” continuamos con temas que alguna vez lo
había visto en mi pasar por la escuela secundaria pero con más profundidad. Trabajamos
sobre los orígenes de la escritura y la lengua castellana, realizamos una cronología de la
evolución de nuestra lengua. Cerramos la materia repasos de cómo elaborar actas,
currículo, circulares, PEI entre otros formularios. Esto último fue muy importante para mí ya
que prácticamente desconocía del tema más de haber elaborado una que otra vez un
currículo o carta de presentación.
Algo que me gustó mucho de esta materia, fue un tema donde teníamos que dar o
hacer una clase totalmente diferente a lo que estábamos acostumbrados o veníamos
haciendo, luego elaboramos un informe y compartimos con nuestros compañeros. En mi
caso en particular esta metodología me dio muy buenos resultados y es algo que hoy en día
lo aplico en mis clases.
La ultima materia de este período fue “Práctica II”. De esta asignatura tengo mucho
que contar, empezando que me fue bastante mal. Los temas más importantes que puedo
destacar fueron comprender la diferencia ente ver, mirar y observar. Después la materia se
concentró en actividades dirigidas hacia las prácticas de observación de nuestra parte hacia
otros docentes como herramienta muy valiosa en el trayecto de formación.
También como aporte significativo, puedo recordar que tuvimos que realizar un
video de una microclase donde en ella tendríamos que ir aplicando todo lo aprendido hasta
el momento. En este caso y con colaboración de nuestros compañeros, actuamos primero
como docente (realizando la microclase) y luego como alumno dando la oportunidad a otro
colega que desarrolle su clase. Esto fue una experiencia muy divertida pero puedo decir
que al momento de estar frente a una cámara me puse nervioso y las cosas no me salieron
como lo tenía preparado.
En el transcurso de esta materia, se nos solicitó que presentemos al final de la
misma un portafolio en el que se viera reflejado nuestro desempeño del cursado. Elaborar
un trabajo de estas características requiere de un manejo apropiado de los tiempos, cosa
que yo no lo supe hacer; me dejé estar y los tiempos se me fueron lo que me llevo a una
suerte de crisis desesperada al momento de presentar este portafolio.
Con un poco de flexibilidad (en realidad bastante) por parte de los profesores pude
terminar mi trabajo y presentarlo para poder rendir el final y así aprobar la materia.
Tengo que reconocer que aunque me costó mucho realizar este trabajo a la vez de
que no me gustó hacerlo, el análisis de las clases y de la práctica de observaciones me
ayudó mucho en cuanto a mi formación como una persona más reflexiva, objetivo más que
claro de la materia en sí.
Así transcurrió el primer año, tras mucho esfuerzo de nuestra parte y de paciencia
por parte de los profesores llegamos el final del primer ciclo.
Este año arrancamos en el mes de marzo con el tercer cuatrimestre. Tal como en el
año anterior teníamos que cursar tres materias. Una de ellas fue “Competencias
comunicacionales III” la última de las competencias. Esta materia se basó en el desarrollo
de un cuadernillo final en el que incluiríamos todos los temas del cursado de la materia en
sí. Trabajamos mucho sobre tipos de texto, específicamente sobre el expositivo, el
descriptivo, el instructivo y el publicitario. Estos textos los relacionamos con los temas que
dábamos en nuestras clases y así fuimos dando forma al cuadernillo.
También trabajamos sobre tres distintos tipos de proyectos, el interdisciplinario, el
interinstitucional y el científico. Estudiamos sus características y los desarrollamos
teóricamente a manera de estudio nada más. Estos proyectos también los incluimos en
nuestro cuadernillo.
Finalizamos la materia de competencias con una exposición grupal donde
intercambiamos momentos con los compañeros de la comisión 1 y con los demás
profesores. Fue un momento muy agradable, donde observamos trabajos distintos, algunos
muy buenos y otros no tantos.
Otra de las materias fue “Práctica III”, los temas que recuerdo y que me resultaron
más significativos fueron sobre la planificación por competencias y sobre los diferentes
métodos de enseñanza. También un tema que se trató y que está muy vigente es el de la
inclusión de contexto en el rol del docente. Recuerdo que en esta materia, los profesores
solían proponer juegos al momento de iniciar las clases, nos dividíamos en grupos y
seguíamos algunas instrucciones del juego, por su puesto siempre relacionado al tema que
veríamos después, por ejemplo el de consignas claras.
Esta materia tubo un tema muy importante y fue la de la elaboración de un plan de
clases (en realidad tres clases) y el desarrollo de las mismas en un área distinta a la nuestra,
hasta incluso en otra escuela (no fue así en mi caso). El objetivo de esto, fue ver cómo nos
desenvolveríamos en un área que no fuera la nuestra, como la llevaríamos a cabo y que
estrategias utilizaríamos para llevar lo mejor posible esta clase. En una de estas clases
fuimos observados por uno de los profesores del profesorado, quien nos evaluó nuestro
desempeño.
La última materia que cursamos fue “Aprendizaje”. En esta trabajamos sobre la
importancia que tienen las consignas y su correcta formulación. Muchas cosas pueden ser
interpretadas a través de una consigna mal redactada. Vimos muchos ejemplos graciosos
de este tema.
En esta materia tuvimos que identificar un problema que afecte al aprendizaje o
enseñanza y trabajar en el de manera de resolverlo. Para este trabajo nos enfocamos en
esa situación en particular. Luego los docentes nos brindaban un texto por cada
problemática expuesta, los cuales teníamos que analizar y relacionar con nuestros escritos
de manera que podamos reflexionar sobre la problemática en sí.
Puedo decir que en la primera parte o sea en las narraciones, me fue bastante bien,
no así al momento de las reflexiones ya que a mí, algunos textos me resultaron bastantes
complicados de comprender.
Para cerrar con esta narración de mi trayecto por el profesorado, quisiera agradecer
a mis compañeros por ser siempre tan colaborativos y unidos por sobre todas las cosas.
También los “profes” se llevan mi respeto y agradecimiento, ya que se observa que no es
fácil trabajar con un grupo de personas que tiene además del trabajo de docente una vida
particular que demanda más del tiempo que se dispone por lo que conlleva a no dar del
todo en algunas de las tareas, y en mi caso en particular hablo del profesorado.
Análisis y reflexión
Hoy me estoy formando, esto no fue siempre así. Una persona sin formación,
¿podría dar clases a un grupo de aprendices? Si me pongo a pensar de cómo fueron mis
inicios, diría que fui un kamikaze esperando el punto de impacto de mi cabeza contra el
suelo, por suerte eso nunca sucedió y retome vuelo nuevamente con horizontes más allá
del duro suelo.
Retomando las primeras líneas y extrayendo un fragmento del material del primer
encuentro,
¿Se es docente por naturaleza o se aprende a ser docente? Sigo creyendo que
cualquier persona es capaz de transmitir un conocimiento e incluso un aprendizaje, pero
ser docente abarca muchas más cuestiones, que abarcan desde los dominios del área hasta
cuestiones emocionales. Aquí es donde aparece el concepto de identidad docente o
formación de la identidad docente tratado por Ojeda, Mariana C. en su informe
“Características de la conformación de la identidad del profesor de nivel medio desde una
perspectiva biográfica. Proceso de adquisición de la profesión y rasgos de su identidad en el
trayecto de formación y los inicios laborales”
En este informe se expone que la identidad se construye mediante un proceso de
aprendizaje, mediante un diálogo o interacción entre lo público, lo privado y lo individual y
colectivo en el sujeto y el medio o el contexto en el que vive (Rivas Flores, 2000).
Aunque no soy quien, puedo decir que la docencia no es para cualquiera, uno se da
cuenta si es o no para uno esta profesión, y fue lo que le ocurrió a mi compañero quien
abandono su trabajo a pocos días de comenzar. Esto concuerdo de lleno con el análisis de
Terhart, 1987 donde expone que este ser docente viene arraigado en lo personal, esto es,
se manifiesta en la personalidad o el carácter que tiene ciertas particularidades que lo
hacen a uno ser profesor.
En este informe, se trató también sobre las capacidades y se las definieron como el
desarrollo personal que cada individuo hace sobre sí para encontrar formas para cumplir
con ciertas tareas (Ferry, 1997), y en el caso de los docentes estudiados o formados señalan
la capacidad de comunicar y explicar ese saber cómo una característica propia del ser
docente y capacidad que se mantiene y se fortalece en el tiempo.
En mi caso, y como en una parte del informe los menciona, este no fue mi primer
trabajo, me inicié en la docencia sin la oportunidad de practicar, fui derecho al pie del
cañón a poner el pecho a las balas y dar lo mejor de mí. Esas capacidades laborales que fui
adquiriendo y reteniendo en el tiempo fueron construyendo parte de mi identidad. El
arraigo profundo de esas capacidades asociadas al gusto e inclinación permiten sumar un
rasgo sobre el compromiso con la profesión.
Hoy con la oportunidad que me brinda el profesorado, pudo sumar herramientas
que eran desconocidas para mí en cuanto a lo pedagógico.
En el informe se destacan dos momentos distintos, uno de ellos en que el estudiante
se prepara para ser docente y el otro cuando el profesor se inicia en la profesión. En mi
caso estos órdenes fueron aplicados de forma inversa.
Todos los profesores revelan que la profesión docente conlleva el compromiso con la
tarea que implica una exigencia de ellos consigo mismos, con el saber que enseñan y en
relación con los demás: alumnos, colegas y directivos y cuando se cumplen estas
condiciones podríamos decir que somos profesionales en lo que hacemos.
El informe de Carina C. Cabo sobre “Pensar y pensarse: un deber para mejorar la
práctica” va muy de la mando con la materia “Reflexión Sobre la Problematización de la
Práctica” y por ende sobre esta narración y análisis que estoy realizando.
En ese informe se trabaja sobre los recuerdos de experiencias de vida que
significativas en su labor y de cómo organizarlas, acomodarlas, reacondicionarlas para
mejorar la práctica de los alumnos de los profesorados. Esto es según Shulman, un saber
y contextos escolares. Para ello es importante distinguir cuales son los contenidos más
relevantes o significativos, como transformar ese decir en escribir, a través de qué técnicas
pedagógicas interpretar y adaptar esos contenidos para su posterior difusión.
Con estos criterios puedo decir que los docentes son productores y portadores de
saberes experimentales que adquirieron en diversas situaciones (inesperadas en la mayoría
de los casos) en el transcurso de su trayectoria.
Una serie de autores como McEwan, Suárez y Alliaud, concuerdan en la importancia
de trabajar con historias contadas por sus propios docentes y de la potencialidad como
insumo en los procesos de formación y capacitación docente.
La teorización de estos relatos con su posterior análisis es el punto final del
recorrido, esto es, contrastar los saberes prácticos de los docentes con la teoría pública.
De estas apreciaciones, “cae de maduro” que es interesante generar espacios de
encuentros en los que se intercambien experiencias pedagógicas.
Hay que tener en cuenta ciertas cuestiones al momento de realizar narraciones que
se pretendan compartir para promover el aprendizaje.
Primero, el que narra está preocupado y siente la necesidad de que su preocupación
(valga la redundancia) llegue a otros.
Segundo, no tiene sentido contar cosas irrelevantes o sin sentido, sino aquellas que
fueron significativas, produjeron algún cambio en un accionar o pensar.
Tercero, que sean espontaneas y aleatorias, de carácter no controlado, esto
generará riqueza y ansiedad en los lectores. También es aceptable en la narración hacer
algunas reflexiones superficiales que promuevan nuevos caminos o experiencias.
Por último y para cerrar definitivamente este trabajo, puedo decir que la materia
nos permitió trabajar arduamente con narraciones sobre situaciones problemáticas que
vivimos en nuestra trayectoria docente a su vez que las relacionamos con textos para poder
efectuar un análisis reflexivo. Quedaría incluso el análisis y adaptación por partes de
pedagogos para que este material sea compartido y utilizado por los demás colegas como
material de estudio y aprendizaje.