Introducción

Para entrar en materia de la eficacia de los derechos fundamentales debemos conocer

principalmente que son estos.

“Los derechos fundamentales constituyen la expresión más noble y cimera de la

excelencia del hombre; cada uno de ellos aparece como un imperativo de justicia
emanado de la primacía ontológica y moral del ser humano” (Barreto, 1997)

Los derechos fundamentales constituyen los derechos naturales o de primera generación

de carácter contractual, individual y de aplicación inmediata los cuales son la esencia de
la estructura jurídico-política de la constitución política no siendo concebidos por el
estado, sino, este solo lo reconoce.

Desarrollo

La constitución de 1991 concretó dichos mecanismos tales como: Acción de

inconstitucionalidad, acción de nulidad, acciones populares, acción de cumplimiento,
acciones en interés particular ante la rama jurisdiccional, acción de tutela, etc. Que
mediante la aplicación garantizará la protección y garantías de los derechos reconocidos,
haciéndolo aquel fin esencial del estado en el cual hará valer la efectividad constitucional
de dichos derechos.

Si bien podemos decir que la acción de tutela tiene como objetivo principal la protección
de los derechos constitucionales fundamentales y aquellos que no se encuentran
consagrados el cual toda persona podrá reclamar la protección inmediata de su derecho
vulnerado, amenazado por acción u omisión por cualquier autoridad pública o de un
particular, este será el fin más idóneo.