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Los autores coinciden en senñ alar al Control Puú blico como un elemento
institucional del Estado de Derecho, cuya finalidad es asegurar la eficacia de los
restantes elementos: Supremacíúa Constitucional, Separacioú n de poderes, legalidad de
la administracioú n, reconocimiento efectivo de derechos y garantíúas individuales.
Dicho de otra forma, no es posible concebir un real y verdadero Estado de Derecho sin
un efectivo sistema de control que ampare a las personas frente a las manifestaciones
de exceso o desviacioú n de poder.
El profesor Eduardo Soto Kloss nos recuerda que “Control” es un teú rmino
franceú s derivado directamente del latíún “rotulum contra rotulum”, de allíú que Control
sea un galicismo que da la idea de comprobacioú n, de revisioú n, de examen, con algo
preestablecido. Debe entonces, contrastarse con la nocioú n inglesa que incide maú s en
manejar, dirigir o gobernar, y que implica una idea de supremacíúa en quien ejerce esta
actividad
Por las razones anteriores, uno de los fundamentos del Control Puú blico radica
en la necesidad de amparar a las personas frente a los excesos del poder y de esta
manera surgen los distintos mecanismos de control que imperan tanto al interior
como al exterior de la administracioú n, que pueden activarse de oficio o a peticioú n de
parte, y que en conjunto conforman un Sistema Nacional de Control Puú blico.(SNC)
Este SNC, estaú compuesto por distintos oú rganos del Estado, pertenecientes
tanto al Poder Ejecutivo, Legislativo, como Judicial, y tambieú n por los propios
particulares, quienes de modo sisteú mico, interrelacionaú ndose entre síú, contribuyen a
velar por el sometimiento del poder puú blico a Derecho.
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¿QUE ES EL CONTROL PÚBLICO?
El Control Puú blico es un mecanismo transversal a toda la actividad de los oú rganos del
Estado, incluida por cierto, la actividad administrativa. Como el Control Puú blico tiene
variados mecanismos de ejercicio esto permite que todas las instituciones y
autoridades que componen el Estado esteú n sometidas a uno o varios tipos de control.
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interno o jeraú rquico, no importa en forma alguna participar en la administracioú n de la
entidad controlada, como síú ocurre con la supervigilancia. EJ : aprobacioú n de
presupuesto. Por lo tanto, tampoco son conceptos excluyentes uno de otro.
Universalidad: comprende todos los actos y hechos que se producen dentro de los
líúmites de una comunidad políútica, social y juríúdicamente organizada, excepto las
acciones privadas de los hombres que no ofendan al orden y a la moral puú blica.
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Retroalimentador: El control puú blico debe generar acciones que reencaucen el
sistema; debe superar la mera curiosidad. Debe ser maú s que un mero traú mite. En
ciertos casos debe superar la obsecuencia justificadora de accionares puú blicos. La
finalidad del control no es la de justificar actos y hechos, sino la de verificar el grado
de acercamiento a las metas, hacer la críútica respectiva (críútica en sus aspectos
positivos y negativos) y – en su caso – proponer recomendaciones para la mejora,
luego hacer el seguimiento de las recomendaciones. El control no se completa si no se
produce el seguimiento de las recomendaciones.
El control puú blico adopta distintas formas seguú n cual sea el oú rgano que lo realiza, la
finalidad que se persigue y la oportunidad en que se lleva a cabo, no obstante, todas
ellas contribuyen a un mismo y uú nico fin cual es verificar el sometimiento a derecho
de la actividad administrativa y el grado de cumplimiento de las acciones
emprendidas.
Es la actividad de control sobre los actos de la administracioú n que realiza la Caú mara de
Diputados y muy excepcionalmente el Senado, en conformidad a las atribuciones que
la Constitucioú n Políútica les otorga.
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del Estado, Aprobacioú n de los integrantes del Consejo para Transparencia (Ley
20.285)
b) Control Políútico Directo: es aquel que realizan la Caú mara de Diputados con la
expresa intencioú n de fiscalizacioú n del sometimiento a la legalidad.
Nº1: Fiscalizar los actos del Gobierno. Para ejercer esta atribucioú n la Caú mara puede:
a.- Del Presidente de la Repuú blica, por actos de su administracioú n que hayan
comprometido gravemente el honor o la seguridad de la Nacioú n, o infringido
abiertamente la Constitucioú n o las leyes. Esta acusacioú n podraú interponerse mientras
el Presidente esteú en funciones y en los seis meses siguientes a su expiracioú n en el
cargo. Durante este uú ltimo tiempo no podraú ausentarse de la Repuú blica sin acuerdo de
la Caú mara
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b.- De los Ministros de Estado, por haber comprometido gravemente el honor o la
seguridad de la Nacioú n, por infringir la Constitucioú n o las leyes o haber dejado eú stas
sin ejecucioú n, y por los delitos de traicioú n, concusioú n (exaccioú n ilegal), malversacioú n de
fondos puú blicos y soborno.
c.- De los magistrados de los tribunales superiores de justicia y del Contralor General
de la Repuú blica, por notable abandono de sus deberes;
El enunciado del Nº 1 del artíúculo 52, “Fiscalizar los actos del Gobierno” llevoú a la
doctrina a sostener que soú lo podíúan ser objeto de la fiscalizacioú n o control
parlamentario los actos de los oú rganos políútico-gubernativos, vale decir, del Presidente
de la Repuú blica, pues a eú l le entrega la Constitucioú n el Gobierno del Estado, de los
Ministros como sus colaboradores inmediatos y de los Intendentes y Gobernadores
como agentes directos del Gobierno. En consecuencia, no correspondíúa ejercer esta
fiscalizacioú n sobre organismos autoú nomos dotados de personalidad juríúdica
integrantes de la Administracioú n del Estado, pues el control o fiscalizacioú n de estos es
tarea, por mandato constitucional, de la Contraloríúa General de la Repuú blica.
Otra argumentacioú n para sostener que la fiscalizacioú n políútica se debíúa ejercer
soú lo hacia los oú rganos gubernativos era que esta víúa de fiscalizacioú n era una antesala
de la acusacioú n constitucional, una etapa de informacioú n para determinar la existencia
de fundamentos que hicieren procedente la acusacioú n, la que, coú mo es sabido, procede
solamente contra autoridades de Gobierno y no meramente administrativas.
No obstante, la reforma constitucional introducida por Ley Nº 20.050, del anñ o
2005, incorporoú directamente la posibilidad de fiscalizar los actos de los oú rganos de la
administracioú n del Estado, estableciendo las llamadas “Comisiones Especiales
Investigadoras” y las “Citaciones a Ministros de Estado o Interpelaciones”.
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a) Control Administrativo Interno:
“Las autoridades y jefaturas, dentro del ámbito de su competencia y en los niveles que
corresponda, ejercerán un control jerárquico permanente del funcionamiento de los
organismos y de la actuación del personal de su dependencia.
Esta norma contempla la esencia del Control Interno, que no soú lo debe abarcar la
legalidad estricta de sus actuaciones sino tambieú n debe controlar el mérito de las
mismas, como parte integrante de su propia legitimidad. Por meú rito se entiende aquel
atributo de la actividad administrativa que no soú lo la situú a dentro de la legalidad sino
que ademaú s la convierte en la maú s idoú nea, en teú rminos de eficiencia y eficacia, para el
logro de los objetivos establecidos.
Sin perjuicio del control jeraú rquico permanente, que constituye una obligacioú n
funcionaria para las autoridades y jefaturas (art. 64 letra a) del Estatuto
Administrativo), al interior del oú rgano que actuú a deben funcionar estructuras
especiales de control, cuyas funciones esteú n descritas en su propia orgaú nica
administrativa bajo distintas denominaciones tales como Contraloríúa Interna,
Auditoríúa Interna, Fiscalizacioú n, etc. Los profesionales que tienen a su cargo la funcioú n
contralora en los distintos organismos de la administracioú n puú blica estaú n sujetos a la
dependencia teú cnica de la Contraloríúa General en el desempenñ o de dicha funcioú n. En
igual situacioú n se encuentran los abogados, fiscales y asesores juríúdicos, siempre que
no tengan a su cargo la defensa judicial del respectivo organismo (art. 18 y 19 Ley
10.336)
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Artículo 18°. Los servicios sometidos a la fiscalización de la Contraloría General
deberán organizar las oficinas especiales de control que determine este Organismo,
en los casos y de acuerdo con la naturaleza y modalidades propias de cada entidad.
Los contralores, inspectores, auditores o empleados con otras denominaciones que
tengan a su cargo estas labores quedarán sujetos a la dependencia técnica de la
Contraloría General, y en caso de que aquellos funcionarios representen actos de sus
jefes, éstos no podrán insistir en su tramitación sin que haya previamente un
pronunciamiento escrito de ese Organismo favorable al acto.
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El Control Administrativo Interno puede operar de oficio, por la víúa del control
jeraú rquico permanente y la actividad de las oficinas contraloras, o tambieú n a
peticioú n de parte a traveú s de la interposicioú n del Recurso Jerárquico o de los
recursos administrativos especiales que contemplan leyes especiales, como el
Reclamo de Ilegalidad de la LOC de Municipalidades y la LOC de los Gobiernos
Regionales.
Representa la maú xima autoridad de control puú blico en nuestro paíús por su
autonomíúa y rango constitucional. Si bien esta institucioú n nace en el ordenamiento
constitucional a propoú sito de la reforma que en el anñ o 1943 se introdujo a la
Constitucioú n Políútica de 1925, lo cierto es que sus oríúgenes se remontan mucho
antes de esta reforma, especíúficamente en la llamada Direccioú n del Tesoro y
Tribunales de Cuentas. En el anñ o 1925 visita el paíús una misioú n internacional de
Consejeros Financieros presidida por Edwin Kemmerer, quien propone un
proyecto de Contraloríúa General de la Repuú blica que posteriormente, en el anñ o
1927 es promulgado como DFL 400 bis, por el Presidente Emiliano Figueroa L. En
sus oríúgenes la Contraloríúa ejerce un control eminentemente financiero y contable
de los actos de la administracioú n pero sucesivas reformas legales fueron ampliando
el aú mbito de control e incorporando la facultad de tomar razoú n respecto de los
decretos y resoluciones de los jefes de servicio, como lo reproduce hasta la fecha el
art. 10 de la Ley 10.336. La Constitucioú n de 1980 otorga rango constitucional al
traú mite de toma de razoú n con la incorporacioú n especíúfica del control de legalidad,
por cuanto si bien en la reforma del anñ o 1943 no se incluíúa dicho traú mite dentro de
las facultades de la Contraloríúa, se entendioú que se contemplaba al establecer
dentro de su competencia “las demaú s funciones que determine la ley”.
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La actual Constitucioú n Políútica consagra esta institucioú n en los artíúculos 98, 99 y
100, en su Capíútulo X, con las siguientes caracteríústicas:
d.- Examina y juzga las cuentas de las personas que tengan a cargo bienes de esas
entidades.
f.- Debe ejercer las funciones que le encomiende la LOC (Ley N° 10.336)
Existe tambieú n en la Contraloríúa un Fiscal, que representa los intereses del Fisco o
de las instituciones afectadas en el juicio de cuentas y ejercita las acciones ante los
tribunales ordinarios para perseguir el cumplimiento de las sentencias
pronunciadas en estos procedimientos.
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El art. 24 de la Ley 10.336 faculta al Contralor para constituir dependencias en
las zonas del paíús que eú l determine, con el objeto de facilitar y hacer maú s eficaz el
control que la ley le encomienda, de esta norma surgen las Contralorías Regionales ,
a cargo de un Contralor Regional que actuú a por delegacioú n de funciones del
Contralor General.
Funciones de la Contraloríúa:
a) Control de juridicidad
b) Control Financiero
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a.1) Realizar el traú mite de Toma de Razoú n de los DS y demaú s resoluciones de los
Jefes de Servicio que deben tramitarse por la Contraloríúa: Art. 99 Const. Políútica:
En teú rminos generales, los decretos supremos, los DFL, y los decretos y
resoluciones de los jefes de servicio. No obstante, la LOC faculta al Contralor para
eximir del traú mite de toma de razoú n a algunos decretos que versen sobre materias
consideradas no esenciales, mediante la dictacioú n de una Resolucioú n fundada. Esta
Resolucioú n es actualmente la N° 1600 de 2008, complementada por la Resolucioú n
N° 10 de 2017 que establece normas especiales en materia de personal, las que no
obstante fijar las materias que se consideran no esenciales, por la víúa de la
excepcioú n a la norma senñ ala las materias que síú son esenciales y por lo tanto se
encuentran afectas a toma de razoú n.
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a) Tomar razoú n del decreto o resolucioú n cuando se ajusta a derecho y devolverlo al
organismo de origen, con un timbre que certifique dicha conformidad.
b) Tomar razoú n “con alcance” del decreto o resolucioú n cuando este se ajusta a la
legalidad no obstante adolecer de ciertas imperfecciones formales, como errores
de transcripcioú n, de cita o de referencia, los que deben ser subsanados en el plazo
que se le senñ ale.
Decreto de Insistencia:
Constituye una facultad privativa del Presidente de la Repuú blica que consiste en la
posibilidad de insistir, con la firma de todos sus Ministros, un decreto o resolucioú n
que ha sido representado por no ajustarse a la ley. Frente al decreto de insistencia,
el Contralor debe tomar razoú n del acto, pero debe enviar copia del decreto a la
Caú mara de Diputados.
c) El acto adquiere caraú cter ejecutivo, lo que le permite ser cumplido auú n contra la
voluntad del destinatario
Controles de reemplazo:
Los actos que recaigan sobre materias no sometidas al traú mite de toma de razoú n,
como los de las municipalidades por ejemplo, no significa que no se encuentren
sometidos al control de juridicidad de la Contraloríúa, pues eú sta es una funcioú n que
la Constitucioú n le otorga y debe igualmente ser ejercida a traveú s de otros
mecanismos que se denominan “controles de reemplazo”.
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La Resolucioú n 1600, en sus artíúculos 12, 13 y 14 se refiere a estos controles,
senñ alando como tales la numeracioú n de los actos exentos, la refrendacioú n de los
actos que imputen gastos al respectivo presupuesto y todos los demaú s mecanismos
que el Contralor determine.
ARTÍCULO 9º.- La exención de toma de razón debe entenderse sin perjuicio del
cumplimiento de otras medidas que disponga el Contralor General, en el ejercicio de
sus atribuciones, con el objeto de controlar la legalidad de los actos de la
Administración y de hacer efectivas las responsabilidades que procedan, tales como
dictámenes, apercibimientos, resoluciones, instrucciones generales o particulares e
informes emitidos de oficio o con ocasión de la atención de consultas, denuncias o
reclamaciones.
Para facilitar esta labor Contraloríúa General mantiene un registro de todos los
servidores puú blicos; allíú se contiene el historial de cada funcionario con los datos
maú s importantes de su carrera. Hay tambieú n registros especiales como el de
personas condenadas por la Justicia y de las personas contratadas a honorarios.
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asignaciones o viáticos el plazo para reclamar será de sesenta días.
Igual derecho tendrán las personas que postulen a un concurso público para
ingresar a un cargo en la Administración del Estado, debiendo ejercerlo dentro del
plazo de diez días contado en la forma indicada en el inciso anterior.
La Contraloría General de la República deberá resolver el reclamo, previo informe
del jefe superior, Secretario Regional Ministerial o Director Regional de servicios
nacionales desconcentrados, según el caso. El informe deberá ser emitido dentro de
los diez días hábiles siguientes a la solicitud que le formule la Contraloría. Vencido
este plazo, con o sin el informe, la Contraloría procederá a resolver el reclamo, para
lo cual dispondrá de veinte días hábiles.
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b) Control Financiero
Esto es, velar por el correcto manejo de los fondos puú blicos.
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Tíútulo V Ley 10.336, Examen y Juzgamiento de las Cuentas. Arts. 85 a 119
Rendida la cuenta en la oportunidad y forma que senñ ale la ley, la Contraloríúa debe
proceder a su Examen.
Toda cuenta deberaú ser examinada, finiquitada o reparada en un plazo maú ximo
de un anñ o desde que la cuenta es presentada a la Contraloríúa. Concluido este plazo
cesaraú la responsabilidad del cuentadante y la que pueda afectar a terceros, sin
perjuicio de la responsabilidad administrativa del funcionario de Contraloríúa a
cargo del examen, por el retardo.
El Juicio de Cuentas:
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Este juicio tiene por objeto que el Estado se resarza de los perjuicios que se le
hayan causado, situacioú n que fluye del respectivo examen de cuentas o de las
conclusiones de un sumario administrativo. La demanda respectiva se llama
REPARO, es formulada por el Jefe de Divisioú n que corresponda o el respectivo
Contralor Regional y se deduce en contra de los inculpados, los que, por regla
general, deben responder en forma solidaria.
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El sistema juríúdico basado en el precedente administrativo esto es, la interpretacioú n
uniforme de una misma regla juríúdica- permite que la actuacioú n administrativa gane
en previsibilidad, es decir, afirma la legíútima expectativa que tienen los ciudadanos de
que la Administracioú n tome decisiones de manera armoú nica y con los criterios
manifestados con anterioridad en situaciones equivalentes. ( tomado de www.cgr.cl)
La labor dictaminante es realizada por la Contraloríúa de oficio, a solicitud de un
oú rgano o servicio puú blico o a requerimiento de particulares y permite corregir la
actuacioú n administrativa y resolver los conflictos que se suscitan entre el poder
puú blico y los particulares mediante la determinacioú n de la correcta interpretacioú n que
debe darse a la ley administrativa. Lo resuelto por la Contraloríúa a traveú s de un
dictamen obliga al oú rgano puú blico que recurrioú a ella y a los particulares involucrados.
Para que un oú rgano o servicio puú blico pueda requerir el pronunciamiento de la CGR en
determinada materia, deben cumplirse los siguientes requisitos:
a.- La solicitud de pronunciamiento debe ser requerida por el Jefe Superior del oú rgano
o servicio puú blico.
b.- Debe ir acompanñ ada la solicitud de un informe en derecho del asesor juríúdico de
dicho oú rgano.
c.- La consulta no debe recaer sobre materias ya sometidas al conocimiento de un
tribunal de justicia ni sobre asuntos que puedan tener el caraú cter de litigiosos.
Art. 6 inciso 3° Ley 10.336: La Contraloría no intervendrá ni informará los asuntos que
por su naturaleza sean propiamente de carácter litigioso, o que estén sometidos al
conocimiento de los Tribunales de Justicia, que son de la competencia del Consejo de
Defensa del Estado, sin perjuicio de las atribuciones que, con respecto a materias
judiciales, reconoce esta ley al Contralor.
Finalmente, debe tenerse presente que la ley obliga a la CGR a ejercer todas las
atribuciones de fiscalizacioú n y control que le corresponden de modo preferente
cuando la denuncia o solicitud de investigacioú n proviene de la Caú mara de Diputados
relativa a hechos de los cuales ha tomado conocimiento en su funcioú n fiscalizadora.
Art.1° inciso final: La Contraloría estará obligada a ejercer en forma preferente las
atribuciones señaladas en el inciso anterior, en los casos de denuncias hechas o
investigaciones solicitadas en virtud de un acuerdo de la Cámara de Diputados.
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