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Introducción

Operaciones en verde se denomina a todas las labores efectuadas sobre la canopia de la vid durante
el periodo vegetativo. Las mismas incluyen no solamente la poda en verde (desbrote, despunte,
despampanado, deshoje, desnietado, raleo de racimos y raleo de bayas o cincelado, y la utilización de
reguladores de crecimiento) sino también otras destinadas a mejorar la calidad de los racimos como la
incisión anular o anillado.

Algunas se realizan rutinariamente casi todas las temporadas, mientras que otras se efectúan de
manera excepcional. Las operaciones en verde se realizan con un objetivo principal, que es cooperar con
la con la calidad de cosecha, ya que se busca favorecer la producción y la calidad de los frutos.

Con estas prácticas se busca mejorar la capacidad de las plantas, regular la producción, aumentar
la calidad de la uva, mejorar la calidad de la iluminación para optimizar el desarrollo de yemas, regular el
cuajado de fruto, y obtener una correcta maduración y mejor calidad.

Para mejorar la calidad de la uva nos valdremos de ciertas prácticas culturales como lo son el raleo
de racimos y sus diferentes tipos, entre los cuales tenemos el sistema de raleo, el cual trae consigo
excelentes resultados a la hora de evitar problemas fitosanitarios, mal color de las uvas y compactación en
racimos. Entre las principales operaciones de mejora en la calidad de la uva de mesa tenemos:

Raleo o aclareo

El raleo de racimos es una práctica que incide sobre la relación fuente-destino, pues limita parte de
la cosecha sin disminuir el área foliar. Al eliminar órganos vivos, la planta concentra su actividad en las
partes que se dejan. El raleo implica una modificación de la relación entre la superficie foliar y la cantidad
de bayas, por lo que es una práctica que se propone para regular la producción y mejorar la calidad de las
uvas.

Es una práctica cultural que consiste en eliminar el exceso de bayas que pueda traer un racimo y así
poder distribuirlas de manera uniforme, esta técnica nos permite tener un racimo bien desarrollado y
sueltos y evitamos problemas fitosanitarios, de color y calibre, el número de bayas va a depender del tipo
de racimo, hay dos formas de ralear un racimo, y son las siguientes, de forma alada y semialada.

1. Raleo de Racimos cuajados


El raleo de racimos consiste en la eliminación de racimos completos o parte de los mismos (puntas,
hombros, alas), con el objeto de mejorar la calidad de la fruta a través de la reducción de la carga.

En variedades de uva de mesa puede realizarse el raleo directamente sobre las inflorescencias, con
ello se busca que las flores de los racimos no eliminados, se encuentren mejor nutridas por las sustancias
elaboradas en las hojas, lo cual terminará redundando en una mejora de la calidad: tamaño, peso y forma.
Sin embargo, entre varios autores, advierten la conveniencia de demorar esta operación hasta poco
después del cuaje debido a las incidencias que pueden sobrevenir durante la fase crítica de la floración
como por ejemplo corrimiento. Para estas variedades suele practicarse un raleo parcial, por ejemplo se
eliminan sólo las alas, o bien la extremidad del racimo, en donde generalmente se encuentran las bayas
más pequeñas que podrían madurar a destiempo; esta última operación se denomina despunte o descole.
El raleo practicado de esta manera tiene como principales objetivos: mejorar la forma, aspecto y
conformación de los racimos, reducir su compacidad y homogeneizar el grosor y reparto de las bayas.

En plantas jóvenes, de 2 a 4 años, aún en formación, es conveniente el raleo de racimos cuando se


observa sobrecarga, para no comprometer el desarrollo del sistema radicular perjudicando el crecimiento y
vigor de las plantas. Al eliminar racimos estamos concentrando la dirección de la savia a las partes que no
se remueven, con lo cual se provoca una incidencia sobre la relación fuente destino, pues se limita parte
de la cosecha sin disminuir el área foliar. Los racimos que quedan están mejor alimentados ya que la
relación superficie foliar iluminada/peso de uva se ve aumentada.

Raleo o aclareo de granos


Esta operación es exclusiva para variedades de uva de mesa, se realiza con poca frecuencia debido
a que es una labor minuciosa y costosa. Consiste en suprimir algunas bayas del racimo, preferentemente
del interior del mismo, sobre todo aquellas que puedan presentar defectos, sean muy pequeñas, estén
secas o que por su ubicación entorpezcan el desarrollo de otras bayas que poseen mejor conformación y
aspecto. De esta manera se busca uniformizar el tamaño de las bayas, favorecer su maduración y
sanidad. El momento oportuno es cuando las bayas tienen a un tamaño reducido, no más de 5 a 6 mm de
diámetro, es decir tamaño de grano de arveja chico.

Entresacado de grano
Se realiza en ocasiones para disminuir la compactación de los racimos y evitar la posibilidad de la
cosecha de bayas, descoloridas, o deformes por consecuencia de la aglomeración.

Despunte de brotes.
Consiste en la eliminación de la extremidad de los brotes, preferentemente se realiza a mano
pellizcando el extremo tierno del pámpano que porta el ápice y las últimas hojitas pequeñas que
aún están creciendo a expensas de la savia elaborada por las demás. El segmento de pámpano
eliminado nunca debe ser más largo de 10 cm. El despunte debe hacerse en el momento
adecuado. Los productos de la fotosíntesis elaborados por las hojas adultas emigran, durante el
período de crecimiento, hacia los órganos jóvenes como las flores y las extremidades de los
pámpanos, los cuales compiten por la utilización de éstos metabolitos. El objetivo del despunte es
desviar las corrientes de savia elaborada en beneficio de las inflorescencias en la época de
fecundación. Para las variedades sensibles al corrimiento, el efecto de despunte es mucho más
significativo que para las variedades que no lo son, el porcentaje de cuaje se mejora si la época
del despunte se ha elegido bien.

Para su ejecución conviene cruzar y acomodar los brotes previamente. El momento óptimo es en
plena floración, ya que según se practique antes o después puede tener un efecto contrario:

Antes de floración: provoca una reacción de la planta que aumenta el crecimiento de las
feminelas aumentando así el efecto de la competencia.
Plena floración: es el mejor momento para influir en el cuaje, en plena floración o a finales
de la misma.
Después de floración: el efecto sobre el cuaje no es significativo.

El despunte puede cumplir también la función de frenar el crecimiento de sólo aquellos pámpanos
más vigorosos que destacan o sobresalen respecto a los demás. Despuntando sólo los pámpanos más
fuertes, se potenciará el crecimiento de los más débiles mejorando la uniformidad general, lo cual es
beneficioso para el conjunto de la maduración.

Desenredo de racimos
Se da cuando los racimos quedan entrelazados entre en follaje de los sarmientos y pueden sufrir
deformaciones, por su disposición inicial tomada. Se realiza con el objetivo de mejorar el ámbito de
crecimiento y desarrollo de los racimos, evitar mal formaciones de las bayas, poca incidencia de luz en
algunas zonas, en vista de incrementar la calidad del racimo y las bayas

Deshoje
Técnica que consiste en la eliminación de las hojas basales de los pámpanos, es decir, aquellas
hojas que se encuentran en las inmediaciones de los racimos, se realiza durante la época de maduración
del racimo, normalmente en aquellas plantaciones con una excesiva densidad foliar. Es una medida
preventiva frente a distintas podredumbres, ya que la eliminación de estas hojas aumenta la porosidad de
la canopia, lo que favorece la aireación y exposición solar de la zona de los racimos, y genera un mejor
microclima térmico, higrométrico y lumínico.

El deshojado o eliminación de las hojas basales aumenta el rendimiento del cultivo, la calidad del
fruto y su estado sanitario. Como consecuencia de esta mayor exposición solar, este deshojado
también mejora la coloración y la calidad aromática de las bayas, y da lugar a una maduración más
heterogénea a lo largo del racimo.

El deshojado precoz
Sin embargo, en los últimos años se ha propuesto el adelantar el deshojado a la época de floración
(deshojado precoz) como una medida efectiva para regular la producción de uva y mejorar su calidad.
Esta técnica se basa en generar una reducción en la cantidad de azúcares disponibles en la
planta para el desarrollo de la inflorescencia como consecuencia de la eliminación de dichas hojas, ya que
en el momento de la floración éstas realizan una actividad fotosintética muy elevada que supone la
principal fuente de azúcares para asegurar un correcto cuajado y desarrollo de la inflorescencia, esta
práctica genera racimos con un menor peso y, lo que es más interesante, un menor número de bayas, lo
que da lugar a racimos de menor compacidad y, por lo tanto, menor predisposición a enfermedades y
plagas, lo que mejora de manera global su calidad.

Uso de Reguladores de crecimiento. Ácido giberelico para raleo en uva de mesa

En uva de mesa, el GA3 es el único raleador utilizado en floración a nivel comercial. Las
concentraciones y el momento de aplicación son específicos, dependiendo de la región, variedad y efectos
deseados en la calidad de los racimos, y también de factores ambientales, como temperatura, humedad
relativa y luminosidad.

Prefloración: contribuye al alargamiento del raquis de la inflorescencia, aumentando la longitud de los


racimos y reduciendo así la compacidad. La mayoría de las variedades no la toleran.

Floración: reduce el número de frutos por racimo, aclareo de bayas, lo que producirá racimos más
sueltos y con bayas más grandes. El tratamiento se realiza cuando la parcela se encuentra al 40% de
floración o cuando se observan los primeros racimos en plena floración. Se aplican entre dos y cuatro
tratamientos, dependiendo de la uniformidad de la floración. Si la floración es muy escalonada habrá que
aumentar el número de pases, mientras que si la floración es más compacta, el número de tratamientos
será menor.

Por otra parte, el uso de GA3 presenta efectos desfavorables, como inducir desgrane en pos
cosecha, producir sabores herbáceos en la fruta y reducir la tolerancia de la planta al frío. Retrasar la
madurez del racimo y altas concentraciones de GA 3 podrían inhibir la inducción floral, disminuyendo la
fertilidad de las yemas florales en la temporada siguiente.

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