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ホセ・カスティジョ(José Castillo) Práctica Docente (FFyL-UACH) 25/08/18

Carta a mis maestros:

¿Qué y quien han sido mis maestros? Yo recuerdo y recordare a aquellos que en mi memoria
se guardan como los guías y formadores de carácter, como aquellos con los que mi educación
no se limitó a un aprendizaje de conocimiento, sino en el trato personal, la confrontación de
supuestos y sobre todo, a la búsqueda de un significado propio.

Quienes se dediquen a ello son para mí los verdaderos maestros, quienes lanzan enunciados
al infinito, como si supieran que más allá del cielo, se encuentran estrellas que brillan sin
saberlo, porque saben que su apoyo puede llevar al estudiante a conocer su capacidad,
mermada por tantas situaciones difíciles en las que se vive cotidianamente. Esas palabras tan
simples que a veces no llegan en casa.

La atención que he tenido por parte los sembradores del espíritu la aprecio, no por ser
exageradamente familiar, sino por la confianza con la que se comparten inquietudes,
experiencias y aspiraciones. La relación que guardo con mis maestros consiste en una mutua
preocupación por el futuro propio y de las nuevas generaciones.

Pienso que sus palabras y acciones serán transmitidas a otros por mí, aunque no en las mismas
condiciones, si con la misma intención, la de formarse un significado propio y buscar la
consecución de esas intenciones en un mundo que demanda cada vez más personas que,
siendo cocientes de sí mismas, actúen desde sus propias circunstancias.

La escucha atenta es lo que muchos alumnos apreciamos de nuestros maestros, somos


capaces de resolver muchos de los problemas cotidianos, pero no todos pueden aprender a
pescar por sí mismos, ahí está la diferencia entre dar respuestas a las preguntas, y enseñar a
buscarlas; ningún maestro es capaz de cargar con el mundo en su espalda, sino que puede
señalar ahí donde el alumno no alcanza a ver su sendero.

Gracias a los maestros que me han apoyado, académica y moralmente, porque aunque su
trabajo consiste en compartir un conocimiento específico, van más allá de la catedra, porque
sus comentarios fortalecen el ánimo, porque su empeño esta en formación de un bien
inmaterial en los estudiantes, una profesión que requiere de vocación, no solo de amor al
conocimiento, sino de amor la educación por mor de un mundo más humano.

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